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Interludio: música muda*

Jean-Luc Nancy

Tomarle la palabra: mot [palabra], de mutum, sonido emitido


carente de sentido, ruido producido al hacer mu.
Mutmut facere: murmurar, mascullar, muzo, hacer mu, mu,
decir la m.
No decir palabra: exactamente m o mu, muttio, mugio, mugir,
munjami, mojami.
Mutismo, motus, enmudecer, enmudecimiento: el de la t al
final de la palabra mot.
Ruido vecino: mormuro, marmarah, murmeti, murmeln,
murmullo.
Falso origen vecino: motus, moción, movimiento de los
labios emoción.
Mascullar, rezongar, rabiar, musitar, refunfuñar, cuchichear,
gruñir, bufar.
Entre los labios, mulla, paso de los labios, Mund, Maul, boca,
jeta.
Palabra por palabra, muhen, hacer muh, mu, mugir.
Mund, mouth: mucken, mokken, mockey, mofar.
Münden, abrirse, desembocar, verterse.
Muo, cerrarse, muses, mystikos, misterio (no revelar).
Motete: poema o canto.
Otro ruido vecino: la mosca, musya, muia, musca, Mücke.
Mmmmmmmm.
En Ugarit la fenicia, Mot, dios de las mieses, muere en la era
con las espigas para renacer en la siguiente cosecha. Dios del
grano y de la muerte.
…………………………………………………………………………..
Mmmmmmm prosigue: repite su murmullo con la boca cerrada, ni
siquiera om, la sílaba sagrada que abre la joya en la flor de loto de la
meditación que se vacía de sí misma: ni siquiera ese sordo proferimiento
en el que Hegel escuchaba la falta de articulación entre vocal y
consonante, similar a la falta de una noche en que las vacas son negras,
así como una luz enceguecedora, similar, sí, al mugido de las vacas en
la noche, similar a la indistinción en la que el concepto pierde su propia
diferenciación en la que reposa toda su consistencia, similar, sí, a la
estela dejada en el aire o sobre el papel por la retirada del concepto, por
un desvanecimiento de la diferencia que no produce identidad, sino el
zumbido, el ronroneo, el refunfuño y el borborgimo de la consonante
que solo resuena, sin articular voz alguna. Mmmmmmm resuena
anterior a la voz, en la garganta, rozando apenas los labios desde el
fondo de la boca, sin movimiento de la lengua, nada más que columna
de aire impulsada desde el pecho hacia la cavidad sonora, la caverna de
la boca que no habla. Ni voz, ni palabra, ni escritura, ni grito, sino
rumor trascendental, condición de toda palabra y todo silencio, arquía
glótica en la que emito estertores y vagidos, agonía y nacimiento,
canturreo y gruño, canción, goce y sufrimiento, palabra inmóvil,
palabra momificada, monotonía en la que se resuelve y se amplifica la
polifonía que sube desde el fondo del vientre, un misterio de emoción, la
unión sustancial del alma y el cuerpo, del cuerpo y el almmmmma.

* Extraído de Jean-Luc Nancy (2015) A la escucha, Ed. Amorrortu, pp. 49-51.

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