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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS

ESCUELA DE ESTUDIOS SUPERIOR DE XALOSTOC

CRISTÓBAL COLON Y ENRIQUE EL


NAVEGANTE

INGENIERO EN PRODUCCIÓN
VEGETAL
6 semestre

,
P R E S E N T A:
LUIS ANGEL MARTINEZ UVERA

SEMINARIO DE INVESTIGACION I

Dr. Manuel morales


Enrique el navegante

Nació en Oporto el 4 de marzo de 1394, tercer hijo del rey João I de Portugal (1385-
1433) y de Felipa de Lancaster, hermana de Enrique IV de Inglaterra. Fue educado
en la literatura, la política y la guerra.

La expansión colonial portuguesa se inició en el siglo XV con el propósito de


explorar la costa africana en busca de una nueva ruta hacia las Indias, que evitara
el paso por el Mediterráneo, sometido al control creciente de la flota turca, y también
de un metal precioso, el oro, que faltaba en Europa. Asimismo, las noticias de la
existencia de un reino cristiano situado al sur de Marruecos estimularon las ansias
de aventura de los exploradores lusitanos.

El avance inicial a lo largo de las costas africanas se vio facilitado por la notable
técnica de navegación portuguesa y por la escuela de Enrique el Navegante.
Hijo de don Juan I y de doña Felipa de Lancaster, Enrique, que había nacido en
1394 en Oporto, recibió una esmerada educación y fue armado caballero por su
padre al llegar a la mayoría de. En 1415, con tan sólo veintiún años, demostró sus
aptitudes militares en el transcurso de la conquista de Ceuta, ciudad de la que
posteriormente fue gobernador. De regreso en Portugal, recibió los títulos de duque
de Viseu y señor de Covilha.

Poco tiempo después fundó en Sagres, población situada en el Algarve, un centro


de estudios náuticos, geográficos y astronómicos, por el que pasaron los más
destacados navegantes y cartógrafos de la época y desde donde Enrique el
Navegante organizó diversas expediciones marítimas a las costas occidentales del
continente africano, empresas que tenían una finalidad tanto comercial como
evangelizadora.

Tras algunos viajes a las costas marroquíes y de reconocimiento de Madeira (1418)


y las Azores (1432), el navegante y explorador portugués Gil Eanes inició en 1434
la etapa de los grandes descubrimientos geográficos lusitanos al doblar el cabo
Bojador, límite meridional de las exploraciones portuguesas en época medieval.
Unos años más tarde, Nuno Tristão llegó al cabo Blanco (1443) y a la
desembocadura del río Gambia (1446). La última expedición financiada por Enrique
el Navegante culminó con el descubrimiento, en 1456, de las islas de Cabo Verde y
del río Senegal por Alvise da Cadamosto.

Gracias al mecenazgo del infante, las técnicas de navegación experimentaron un


avance sin precedentes en Portugal, progreso que, algunos años después de su
muerte, acaecida el 13 de noviembre de 1460, llevaría a Bartolomé Díaz a doblar el
cabo de Buena Esperanza (1487).

Cristóbal Colón

Cristobal Colon nació en Génova, en una fecha ubicada entre el 25 de agosto y


el 31 de octubre del año 1451, aunque otros historiadores la ubican en 1456, la
niñez de Colón fue en cierto modo afortunada. Su familia tenía una buena posición,
aunque no podía considerársele rica. Su padre poseía un negocio de telares y
además un pequeño comercio de quesos.

En 1470 en un viaje a bordo de un barco mercante que tras el ataque de


unos corsarios Colón naufraga y se salva nadando hasta la costa de Portugal. Una
vez allí se instala en Lisboa, ciudad que alberga una amplia colonia genovesa, luego
se dedicó a hacer mapas y a adquirir una formación autodidacta: aprendió las
lenguas clásicas que le permitieron leer los tratados geográficos antiguos (tomando
conocimiento de la idea de la esfericidad de la Tierra, defendida por Aristóteles); y
empezó a tomar contacto con los grandes geógrafos de la época (como el florentino
Toscanelli).

Después conoce a su mujer, Felipa Moniz de Perestrello, descendiente de una


familia noble. Con ella habría de tener a su primer hijo, Diego Colón. Años después
su esposa murió, Durante los años que vivió en Portugal, Cristóbal Colón se dedicó
fundamentalmente al comercio. Así entró en trato con numerosos marineros que
probablemente le contaron historias sobre la existencia de tierras más allá del mar.
Hacia el 1481, Colón realiza un viaje por la costa oeste de África en la expedición
de Diego d´Azambuja y, algo después, a Inglaterra. Los viajes le dan a Cristóbal
Colón una amplia experiencia en técnicas de navegación, y en la geografía. (Irving
y Washington, 1859)

En1484 Colón presentó su proyecto de buscar una ruta marítima hacia la China y
la India cruzando el Océano Atlántico a Juan II de Portugal y le pidió apoyo
económico para llevarlo a la práctica. Pero una junta de expertos consideró que el
plan era descabellado, y el rey, más preocupado por las exploraciones africanas, no
quiso prestarle su ayuda. Decepcionado, se trasladó a Castilla para exponer sus
ideas a los Reyes Católicos, puesto que necesitaba el apoyo de un monarca o un
noble poderoso que corriera con los gastos.

El 20 de enero de 1486 se entrevista con los Reyes Católicos, Fernando de


Aragón e Isabel de Castilla y la respuesta es negativa una vez más. Bartolomé
Colón viaja a Francia, donde ofrece el proyecto a Ana de Beaujeu, regente
de Carlos VIII.

El 17 de abril de 1492, la capitulación era un contrato que se celebraba en la época


entre la Corona y el expedicionario y en el que se establecían las condiciones de la
empresa. A partir de allí comienza Colón a formar su tripulación y alistar naves y
pertrechos para el viaje lo cual fue a de arribar en sus tres carabelas a las Indias
orientales en dirección al lugar quimérico de Cipango, tomando la ruta más rápida y
efectiva por el Atlántico, lo cierto fue que, convencido de haberlo logrado, tras
encontrar tierra firme en aguas del Mar Caribe y no del Índigo, su primera expresión
frente a los nativos que habitaban aquellas tierras de profundo verdor y exuberancia
natural fue la de bautizarlos con el apelativo de indios.

A partir de entonces, el territorio “indio” recién hallado en ese Nuevo Mundo, que
más adelante asumirá el nombre de América, quedó a merced de estos navegantes
transatlánticos, quienes se dedicaron a hacer minuciosas y exhaustivas
exploraciones en distintas direcciones a lo largo y ancho del territorio recién
encontrado. Con el paso del tiempo, los exploradores europeos quedaron atónitos
frente a la incalculable riqueza natural, pero también ante el avanzado nivel de
progreso alcanzado por estos pueblos indígenas, los cuales ostentaban una
adelantada organización socioeconómica, cultural, científica, religiosa y
geoestratégica

Para estos primeros europeos se trató de una frenética, pero también arriesgada,
búsqueda que los condujo a descubrir prominentes civilizaciones e imperios
ancestrales, acaudalados de todo tipo de riquezas naturales. Su avaricia los condujo
prontamente a someter a sus líderes aborígenes con la finalidad de dominar cada
uno de estos nuevos territorios.

El 28 de octubre, arribaron a Cuba, y el 21 de noviembre se apartó de la flota Martín


Alonso Pinzón.

El 6 de diciembre llegaron a la isla de La Española; y el 24 encalló la Santa María,


con cuyos restos y la ayuda del cacique de la zona, Guacanagarí, construyeron
el fuerte de la Navidad. Tras dejar a 39 españoles ahí, siguieron la costa,
encontraron a Martín Alonso Pinzón el 6 de enero, y navegaron hasta la costa
de Samaná.

Desde esta zona, el 16 de enero de 1493, el almirante dio la orden de regresar a


España.

El viaje fue tranquilo hasta llegar a las Azores, donde sobrevino una fuerte tormenta
del 12-15 de febrero que forzó a la Pinta a separarse del almirante y arribar
a Bayona (Pontevedra). Otra tempestad, cerca de Lisboa (4 de marzo) obligó al
descubridor a desembarcar en Portugal. El 15 de marzo, don Cristóbal, al mando
de la Niña, entraba triunfal en Palos. Martín Alonso lo hacía con la carabela Pinta
pocas horas después. Llegaba muy enfermo, y a los pocos días murió.

Tras el éxito descubridor, Cristóbal informó a los Reyes, que estaban en Barcelona,
se dirigió a su encuentro y fue recibido por ellos con todos los honores. El 25 de
septiembre de 1493, el almirante zarpó de Cádiz al mando de 17 navíos y unos
1.200 hombres, portando las primeras simientes y ganados. Al salir de las Canarias,
Colón puso rumbo más al sur que en el primer viaje para llegar al paraje que
denominó la entrada de las Indias, en las pequeñas Antillas. Después de descubrir
la isla de Puerto Rico, llegó hasta el fuerte de la Navidad y comprobó que había sido
destruido y los españoles estaban muertos. Fundó la primera ciudad de América, la
Isabela. Recorrió la costa sur de Cuba, llegó a Jamaica, y a finales de 1494
descubría América del Sur (Cumaná), aunque lo ocultó hasta el tercer viaje. El 11
de junio de 1496 arribó a Cádiz vestido con un sayal de fraile franciscano.
Costó mucho organizar la tercera flota colombina. Las Indias ya no atraían tanto y
faltaban tripulantes. Ocho navíos y 226 tripulantes componían la flota, que
dejó Sanlúcar de Barramedaentre febrero y el 30 de mayo de 1498.Desde Canarias,

siguió a Cabo Verde y una latitud más al sur que las anteriores navegaciones, lo
que le hizo sufrir una zona de calmas. Descubrió la isla de Trinidad. Camino de La
Española divisó la isla Margarita, donde se pescaban las perlas, para llegar el 20 de
agosto a la nueva capital de las Indias, Santo Domingo.

La mayoría de los españoles, encabezados por Francisco Roldán, se había

Rebelado contra la autoridad de los Colón. La llegada del virrey no resolvió el


problema. Las quejas contra la familia Colón, agravadas con algún que otro
proceder dudoso del Almirante, como ocultar el criadero de perlas de Margarita
y Cubagua, llegaron a la corte y los reyes decidieron destituirlo.

Tras ser juzgado y rehabilitado, se le renovaron todos los privilegios -excepto el


poder virreinal- y emprendió un cuarto viaje 1502.con prohibición de acercarse a
La Española; recorrió la costa centroamericana de Honduras, Nicaragua, Costa
Rica y Panamá. Regresó a España aquel mismo año y pasó el resto de su vida
intentando conseguir mercedes reales para sí mismo y para sus descendientes,
pues el rey Fernando intentaba recortar los privilegios concedidos ante las
proporciones que iba tomando el descubrimiento y la inconveniencia de dejar a un
advenedizo como único señor de las Indias.

El 23 de agosto de 1500, Francisco de Bobadilla entraba en el puerto de Santo


Domingo para sustituir al virrey y gobernador. Hubo cierta resistencia por parte de
los Colón, lo que explica algo la dureza de Bobadilla. A primeros de octubre de
1500, Cristóbal, Bartolomé y Diego Colón regresaban a España cargados de
cadenas acusado de protagonizar una despótica gestión en la colonia de Haití. Los
monarcas no lo repusieron en sus oficios perdidos. Prometieron que lo harían,
mientras le encargaban el cuarto viaje.
Con cuatro navíos y 150 hombres partió de Cádiz el 11 de mayo de 1502. El objetivo
era encontrar un paso que permitiera llegar a la Especiería ya que Colón seguía
creyendo que la zona antillana era la antesala de Asia. Para atravesar el Océano,
siguió una ruta parecida al segundo viaje. Llevaba orden de no detenerse en Santo
Domingo. Atravesó el Caribe hasta el cabo de Honduras; siguió hasta el de Gracias
a Dios y recorrió la costa de Panamá. No encontró ni paso, ni oro, ni especias, sufrió
la pérdida de dos barcos.

El 1 de mayo de 1503 ponía rumbo a La Española, pero se vio obligado a recalar


en Jamaica, en la bahía de Santa Ana, donde tuvo que encallar los dos barcos y
esperar. La hazaña de Diego Méndez y Bartolomé Fiesco logrando llegar en dos
canoas desde Jamaica a La Española logró salvarlos.

El 28 de junio de 1504, dejaban Jamaica y el 12 de septiembre, en dos navíos, se


dirigían a España. Después de arribar a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre
de 1504, fracasado y enfermo, siguió hasta la corte y reclamó infructuosamente sus
derechos.

En sus últimos años se convirtió en extremadamente religioso.


Cristóbal Colón murió a causa del síndrome de Reiter el 20 de mayo de 1506
en Valladolid.

Conclusión

En el labor de Enrique el Navegante y de su escuela de sagre posibilitó el


descubrimiento de América por Cristóbal Colón, al promover los avances
cartográficos y las mejoras técnicas en los instrumentos de navegación y en el
diseño de las naves que permitirían a los pilotos aventurarse por el ignoto Atlántico.

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