Está en la página 1de 1

Clotilde Armenta, la dueña del negocio, fue la primera que lo vio en el resplandor del alba.

Pag10

despertó se vistió salio de su casa , salio a


Santiago nazar

desayunar donde victoria y su hija re

Andaba por los treinta años, pero muy bien


escondidos, pues tenía una cintura angosta de
novillero, los ojos dorados, y la piel cocinada a fuego
lento por el salitre.

También podría gustarte