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RESPIRACION CELULAR

La respiración (del latín respiratio) es un proceso fisiológico que consiste en


el intercambio de gases con el medio ambiente. Respirar implica absorber aire,
tomar parte de sus sustancias y expulsarlo luego de haberlo modificado. La célula,
por otra parte, es la unidad fundamental de los organismos vivos que cuenta con
capacidad de reproducción independiente.
Estas definiciones nos permiten acercarnos a la respiración celular, un conjunto de
reacciones bioquímicas que tiene lugar en la mayoría de las células. El proceso
implica el desdoblamiento del ácido pirúvico (producido por la glucólisis) en dióxido
de carbono y agua, junto a la producción de moléculas de adenosín trifosfato
(ATP).
En otras palabras, la respiración celular supone un proceso metabólico mediante
el cual las células reducen el oxígeno y producen energía y agua. Estas
reacciones son indispensables para la nutrición celular.
La liberación de energía se desarrolla de manera controlada. Una parte de dicha
energía se incorpora a las moléculas de ATP que, gracias a este proceso, pueden
utilizarse en procesos endotérmicos como el anabolismo (el mantenimiento y
desarrollo del organismo).
Es posible dividir la respiración celular en dos tipos: la respiración aeróbica y
la respiración anaeróbica. En la respiración aeróbica interviene el oxígeno como
aceptor de los electrones que liberan las sustancias orgánicas. La respiración
anaeróbica, en cambio, no cuenta con la participación del oxígeno, sino que
los electrones recaen en otros aceptores que suelen ser subproductos del
metabolismo de otros organismos.
Es importante distinguir entre la respiración anaeróbica y la fermentación, que es
un proceso de reducción interna de la molécula procesada.

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