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Tipos de Acuiferos
Tipos de Acuiferos
Según custodio y Llamas (1983) un acuífero, o embalse subterráneo ‘es aquel estrato o formación
geológica que permitiendo la circulación del agua por sus poros o grieta, hace que el hombre
pueda aprovecharla en cantidades económicamente apreciables para subvenir a sus necesidades’.
Esta definición muy arraigada en la comunidad científico-técnica hidrogeológica, introduce una
componente económica que confiere un carácter relativo al significado del acuífero. En efecto,
una misma formación geológica capaz de suministrar unos caudales, seria clasificada de una
manera diferente en una región densamente poblada de un país. Esto hace que la definición de
acuífero trascienda los límites puramente geológicos e hidráulicos para adentrarse en el campo de
lo ‘político’.
Es más correcto referirse a los acuifugos y acuicludos como formaciones de baja o muy baja
permeabilidad en lugar de cómo formaciones impermeables.
Atendiendo al comportamiento hidráulico de las formaciones geológicas, así como a su
posición estructural en el terreno, se distinguen tres tipos principales de acuíferos.
Acuíferos libres
Acuíferos confinados
Acuíferos semiconfinados
Los acuíferos libres, son aquellos en el que el nivel superior de saturación se encuentra a la
presión atmosférica. A la superficie piezometrica de un acuífero libre se denomina superficie
freática. Por esta razón, los acuíferos libres son también conocidos como ‘acuíferos freáticos’. Por
lo tanto, la superficie freática es una superficie ‘real’ que delimita el acuífero libre (por debajo) de
la zona vadosa (por encima).
Los acuíferos semiconfinados corresponden a situaciones similares a las que presenta los
acuíferos confinados pero con la particularidad de que el estrato confinante corresponde a un
acuitardo, en lugar de un acuifugo o acuicludo. Por lo tanto los acuíferos semiconfinados pueden
recibir una cierta recarga, también llamada goteo, a través de las capas semipermeables que lo
confina.
Por último, se habla de acuíferos colgados, para hacer referencia a acumulaciones de agua
subterránea de escasa continuidad lateral situadas por encima del nivel freático principal. Este tipo
de acuíferos deberán corresponder, en sentido estricto, a alguno de los tres tipos de acuíferos
citados anteriormente. Sin embargo, debido a sus pequeñas dimensiones es habitual clasificarlos
por separado. Los acuíferos colgados son frecuentes en formaciones geológicas detríticas
(especialmente de origen aluvial y fluvial) en las que podemos encontrarnos con depósitos de
materiales pocos permeables (limos y arcillas) inmersos en un material granular de mayor
permeabilidad. Con cierta frecuencia, estos acuíferos colgados son los responsables de la
alimentación de pequeños manantiales, los cuales, suelen presentar fuertes variaciones
estacionales de caudal.
ACUIFEROS LIBRES: Los acuíferos libres, no confinados o freáticos con aquellos en los que, como
se adelantaba anteriormente, existe una superficie libre del agua subterránea que esta a presión
atmosférica. Esta superficie de agua a presión atmosférica es lo que se conoce como superficie
freática y constituye el límite superior del acuífero libre.
En el caso de los acuíferos libres formados por materiales granulares gruesos (gravas y arenas
gruesas), la zona de ascenso capilar tendrá un espesor de unos pocos centímetros o incluso
milímetros, por lo que se puede asumir que la superficie freática es el límite entre la zona
totalmente saturada (por debajo) y la zona parcialmente saturada (por encima). Sin embargo en el
caso de los materiales más finos (como arenas muy finas o limos) la zona de ascenso capilar puede
tener un espesor de varios decímetros, y por lo tanto por encima de la posición del nivel freático
tendremos un espesor considerable de terreno completamente saturado en agua, aunque dicha
agua no fluirá por el terreno (ni hacia los pozos).
Habitualmente, los acuíferos libres se encuentran en conexión hidráulica con los cursos de agua
superficiales. Si se produce un flujo de agua desde acuífero hacia el rio, se habla de un rio efluente.
En el caso de bombeos de gran caudal, puede suceder incluso que se genere un abatimiento del
nivel freático tal que se invierta el sentido del gradiente hidráulico. En dicha situación, el rio
pasaría a ser influente.
ACUIFEROS CONFINADOS: En estos casos el agua del acuífero está sometida a una presión de
confinamiento, que será la suma de la presión hidrostática mas la litostatica de la capa
impermeable, mas la presión atmosférica. En ocasiones aunque la formación acuífera permanezca
confinada a lo largo de grandes extensiones, es habitual, que en alguna parte, aflore en la
superficie, convirtiendo entonces en un acuífero libre.
Al perforar un pozo en un acuífero confinado, el agua ascenderá rápidamente por el pozo hasta
alcanzar la posición del nivel piezometrico del acuífero en dicho punto. El nivel que alcanza el agua
en el pozo no se corresponde con un nivel freático, sino con el nivel piezometrico, la cual se puede
definir como aquella superficie ‘virtual’ que nos marca la posición a la que llegaría el agua en los
pozos si estos penetrasen en la formación confinada. Si el nivel piezometrico se sitúa por encima
de la superficie del terreno, el agua desbordara por la boca del pozo formando lo que se conoce
como pozo surgente o artesiano.
Además, estas filtraciones horizontales entre acuíferos semiconfinados pueden llegar a ser muy
importantes en algunas situaciones relacionadas con problemas de contaminación de las aguas
subterráneas, puesto que constituyen conexiones hidráulicas entre diferentes formaciones
acuíferas.
El flujo de las aguas subterráneas sucede, inevitablemente a través de formaciones geológicas. Por
lo tanto el conocimiento detallado de los materiales que conforman la corteza es algo no solo
importante, sino vital para el estudio de la hidrogeología. El funcionamiento hidrogeológico puede
llegar a ser muy diferente de unos sistemas geológicos a otros, y cada tipo de sistemas o ambiente
geológico presenta una serie de particularidades características. Estas particularidades vienen
determinadas por aspectos litológicos, estructurales, geomorfológicos, estratigráficos, etc.
Desde el punto de vista más amplio, cabe distinguir dos tipos de formaciones geológicas bien
diferenciadas por sus características hidrogeológicas:
En teoría, cualquier formación sedimentaria no consolidada que cumpla los requisitos comentados
anteriormente es capaz de construir un acuífero. Por lo tanto cabria hablar de acuíferos en
formaciones de origen aluvial y fluvial, glaciar y periglaciar, deltaico, eólico, etc.
Dentro de los acuíferos en formaciones geológicas rocosas podemos distinguir dos tipos
principales:
a) Acuíferos fisurados o fracturados: Que son los que se forman en formaciones
rocosas consolidadas cuya permeabilidad es debida al desarrollo de un sistema de
fisuras o fracturas.
b) Acuíferos Kársticos: Que son aquellos que se forman en macizos rocosos que
presentan un sistema Kárstico (y en especial endokarstico) bien desarrollados.