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CAPITULO 17

EN UN MUNDO
CON OTRAS PERSONAS:
LA INFLUENCIA SOCIAL
LAS PERSONAS EN GRUPOS ¿Cuál es la relacién entre actitudes y
Normas y roles comportamiento) .
Conformidad
Obediencia a la autoridad' PREJUICIOS
¿Cómo desarrollamos prejuicios)
POR QUE NOS COMPORTAMOS ¿Cómo podemos reducir los prejuicios)
COMO LO HACEMOS
APARTADO 17-': EL EXPERIMENTO DE
AYUDAR A OTRAS PERSONAS LA CUEVA DE LADRONES: UN
Altruismo o comportamiento prosocial ESTUDIO SOBRE LA CREACION DE
Fomentar el altruismo PREJUICIOS .
I
ACTITUDES ',.," RESUMEN
Medida de las actitudes
¿Cómo. formamos las actitudes? LECTURAS
, RECOMENDADAS
¿Cómo nos convencen para cambiar
nuestras actitudes?

CUESTIONES CLAVE

..
Estudio sobre la experiencia de la privación de libertad. en el cual estudiantes universita-
rios normales y sanos fueron elegidos al azar para desempeñar él papel de preso o de
carcelero. asumiendo rápidamente el comportamiento «apropiado» a tales roles.

De qué forma ef «pensamiento qrupal». la' aceptación poco crítica de una conducta.
imprudente con tal de mantener la unanimidad del grupo. puede llevar al desastre.

Cómo en determinadas circunstancias mucha gente normal y honrada está dispuesta a


obedecer a una autoridad que les ordena causar dolor a alguien '.

En qué medida nuestra decisión de ayudar a alguien en apuros se halla influenciada por
distintos factores situacionales. .

Cómo se forman y cómo pueden cambiarse actitudes tales como el·Rre~icio.

-.. _ • . 613

.• "o,:'
~ _.

.. .,....
Ha:', cuatro décadas después de la derrota de la Alemania nazi en IJ 11 Gllnr,l
Mundial. un caudal constante de obras, libros de texto, espectáculos de
televisión y peliculas sobre esa época demuestran que la preocupación Jel
mundo occidental hacia d descomunal enigma del holocausto conrinúJ:
¿Cómo pudieron los ciudadanos de un país tan desarrollado culrur.i] e
inrelecrualmcnrc haber llevado a cabo una cruzada de horror que tuvo I.:OIl1()
resultado la muerte de mis de 12 millones de judíos, gitanos, disidcnn-,
políticos y' otros .. indeseables .. ? ¿Cómo pudieron tantas personas norrn.ih-;
arnanres de la familia y que se comportaban amablemente con sus \'t:Cil1<l',
haber participado en millones de muertes horribles o aparrado sus ojm lk
ellas? ---..
La pregunrJ que subyace en muchas de las recientes representaciones dl'1
holocausto, que centran su atención en los nazis mis que en sus víctimas. l'~
r
terrible: ¿Cómo me habría comportado yo? ¿Qué habría hecho si hllbil'r:1
vivido en 'ese IU~:1r en' ese rnorncnro?
Esta misma cuestión ha inspirado grJr1 cantidad de invesrig:1cioll('\
psicológicas sobre una amplia g:lm:l de remas que caen denrro de la disl'irlill:1
denominada psicol(y~í:l soci.i l, el estudio cienrífico de la manera como sen-
rimos: pensarnos y somos afectados por los orrosy de la manera C()IIHl
'-acruamo$ con relación 3 dios, Cran p:tne de la psicología estudia :11 sujetll
individual --(jul' percibe, piensa, recuerda, siente-e- y sólo incidcntnlmcnu-
relaciona estos procesos con la influencia de arras personas. L'1 psicolllgí:1
social, en cambio, en(;:¡ri7.3 e I hecho de que los seres humanos son cr iarur.r-,
sociales desde que nacen hasta que mueren, y que es imposible comrre.:!llb·
nos sin comprender cómo actuamos y reaccionamos frcnre a los dcrn.is. t"i
siquiera hace bita que estén físicamente presentes: nosorros aprendemos l'l
comportamiento social y luego hacemos que forme parte de nuestro repert(l,
rio de conductas, de manera que incluso cuando estarnos solos en casa, por
ejemplo, llevarnos ropa encima y comemos con cuchillo y tenedor.
Probablemente a C;lUSJ de las impresionanres preguntas surgidas de h
tragedia del holocausto, sin precedentes y no imaginable con anterioridad, ('~
por lo que la psicología social sólo apareció con fuerza después de la II Gue.:rr:1
Mundial, lo cual resulta. importante hacerlo notar (Srcincr, 1979).
En SU$ investigaciones los psicólogos sociales urilizan una amplia \':uinl:I,1
de procedimientos y técnicas Realizan experimentos de laboratorio y dc
campo, algunas veces en lugares públicos, rnles como metros, ascensores (1

restaurantes, Algunos estudios uriliza n el engaño (lo que suscita t crn.i-


éticos, como hemos indicado en el capitulo 1), mientras que otros S(l11
toral mente claros, Si bien muchas investigaciones de la psicología s(x:i:11
exploran temas tan relevantes socia lrnenre como la ayuda, la obediencia o b
conformidad, se dedica tarnbién una atención considerable a cuestiones l1l:1S
básicas, como la formación y los ca mbios de acritudes, De la rnayor
importancia para los psicólogos sociales es el rema de la dinámica de gn({'u,,;,
que estudia las diferencias entre las formas de comportarse de los individuo-
cuando se halla n solos o cuando csrá n con otras personas,
Vamos a tornar cn consideración las investigaciones, tanto las cl.isic.»
como las actuales, sobre distintos aspectos de la 'influencia social. Veremos 1.1
importancia de la situación social respecto a la conformidad y la obediencia.
pero sin perder de vista que las caracterisricas de la personalidad inrerncrú.in
con las de una situación dcrcrrninada o la conducta de un individuo en un
mamen ro concreto." Contemplaremos una importante forma de compofl:l'
miento ~ri:ll: el n lrruisrno o la avudn :t los dcrn.is VLTl'l110S cómo se [orm.i»

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~·S~:~G~\~I"~·F~L~U~E.~"~C~I,,~·
~S~O~C~IA~L=~6~¡5

;:. L¡ tragedia del h%Cllllsto inspiró


1I111"b,';si/lvestigaciones en el
terreno de la psicología social;
Estas im'estigaciones pretenden
encontrar respllestas a muchas
pregllntas, intentando descubrir,
por ejemplo, qllé (actores pudieron,
haber motivado que tantas
personas (como los so/dados nazis
'lile se mllestran f('"/li~os en
N"rm,úeTg, que parccian ser
ciuJudanos amables )' normales]
I/"I'a",n a cabo una cruzada de
horror qlle 111.'0 COl1l0
cOII.'ewmcia lú muert e,
(recl/pltm,mte c,:,de .
illlJllinanu, de mas de /2 millones
de pl!Tsonas~amaúh·s Y norrnales,
como estas víctimas de los campos
dI! cOllcmtraciÓn. (The netlmalln
I\r"/';"I!, [nc.; Culin:: l'icturrs , //1,'.)

las acritudes, cómo pueden cambiarse y dl: que forma se relacionan con b
conducta, y analizaremos con dcrallc un tipo especifico de actitud: el
prejuicio. En este capirulo ccnrrnrernos nuestra atención en h rn.mcrn como
actuamos en grupos, ~. en el capitulo siguicnrt:, en las influencias e
interdependencias de las relaciones intimas.

LAS PERSONAS Según los psicólogos, si usted inreracrúa con una o más personas, csr.i ya en
EN GRUPOS un grupo. ¿Qué implico esta relación rnurua? Que los miembros Jt:1 grupo son
conscientes UIlO del arra, que se tornan en cuenta rnuruarncnrc, que su
relación tiene cierra continuidad y que tienen Ull P:1S;lJO común y un futuro
previsible (Me-Gr;¡rh y Kravirz, l(82). En otras paiubrus, las personas que le
empujan en Un::J.calle arcstada de una ciudad no constituyen un grupo del cU:11
usred sería un miembro, o no ser' que sucediera oigo que les obligara :1
detenerse y se prestaran rnuruamente atención, Si, por ejemplo, usted viera Jc .
repente a un individuo a punto de saltaral vacío desde lo alto de un edificio y
junto a algún orro rranseúnte se detuvieran a observarle, ayudarle o ::J.
animarle a saltar, desde este momento forrnarían pone de un grupo.
Pertenecemos a muchos grupos diferentes, desde el m:is básico; la bmili:1,·
hasta las agrupaciones infantiles, las clases en 'la escuela y unas cuantas
asociaciones basadas en los intereses comunes de sus miembros. Los grupos
más signifiC:lrivos, los que están formados por los amigos y b familia, poseen
una larga historia y se extiende ante ellos una esperanza de futuro. Orros
--como los miembros de un seminario Je psicología o los invitados o UIU
fies(::J.- duran un corro periodo tic tiempo y no tienen ningún: futuro
previsible. Pero siguen siendo grupos, porque sus miembros están inrerccruan-
....,
do y en algún momento son inrcrdependienrcs.

Normas V roles En la película Best Friends, del afio 1CJ82; Coldie H:1v;;-¡ y Burr Rcynolds
inrerprcraban o una pareja quese casaba después de tres anos de convivencia.
Cuando se reúnen con los padres respectivos, ambas madres explican por
primera vez a Hawn su nueva responsabilidad :1 la hora de servir el c::J.f¿a su
marido o de servirle en la mesa, "El sabe hacer todo eso por sí mismo, Y de
hecho lo hace», responde ella; pero en seguida le contestan: "Sí,. pero a/70T.1
estáis casados, y eS3 es rarea de b esposa-. Desde ese momento se presuponía
e-e-
-.
-J~:/"~;:~~~~¡!'r:;A:i;:;'-
-
616 rSICOLOCIA SOCIAL .:::" .
I
f
Las personas se comport an de manera diferente cuando están solas que cuando estáll en
gnr¡lO, Cuando están solas, están más predispuestas a informar de un apagón de li«: )' a
avudar a ItII compaiicro de I'iaje a recoger el cambio que se le' ha caldo, Tombicn dan mejore.'
propillas si está" solas. Después de' comprobar las propinas de .fOS gntpOS de 1,159 clientes (71
el restaurall/e' -Stca]: and Ale- C"11 Columbus, 017io, FreC"1I~".'W'afkI:"T, Borden r Latanc (19i5)
descubrieron que los que comisn S%S tcnian la tendencia a dejar casi el 19 por lOO de 1.1
cuenta C0l710propins, mientras ql/e grupos de' cinco o seis dcjsiran sólo el 1} por 100;
prob sblcmcns¿ porque 1111 grupo más numeroso comparte la responsabilidad de la propina, Si
usted eS/J planeando costearse sus estudios a base de sen ,ir mesas, podría recoger la '
sug(T("1IC~ de Latanc )' hacer las cuentas por scp arado , incluso p ara gnrpos numerosos, Estos
desQ/briT1:i("11/o.<indican ql/e -csto podrla impedir que la responsabilidad Se' difumine )'
gcucrsri» COIllO COlI.'eCI/C7lci"IlIIas 1II.1)'oreSproprnas (/IJ!;.. 352) (Susic FiI::JJI/¡:h/Slock,
4 0slor;), -

que <.:1 personaje de Hawn debía comportarse de acuerdo con la rnan e.:f;l
r en que ambas madres entendían el rol de esposa.
¿Qui: es un rol? Es el conjunto de los comportarnicnros esperados de: b~
personas de posiciones sociales concretas. Un rol está consriruido por llll
grupo de.:normas definidas por la sociedad y que determinan la forma en que
dcberia mos comportarnos. Así, e.:n los EE. UU, las normas dictaminan que lo-,
varones lleven ropa que cubra su zona pélvica; un rol determina que UII
ejecutivo ha de 1Ie.:\·:J.rtraje, C:J.miS3 )' corbata. Las normas gobie.:rr1-; \'ir·
rua] me Iirc todos los aspectos de nuestra conducta en sociedad, con van.r-
cienes que dependen de j;¡ sociedad concreta en la que vi vamos. (Así, :J. veces.
los varones italianos caminan cogidos del brazo, mientras que los norte-
americanos normalmcnrc !lO lo haccn.)
Una posición concreta adquiere e] "status" del rol social cuando acurnul.i
un número susrancial de normas. T cuernos para los roles de padre \"
trabajador , así como p;¡r;¡ t:1 de e.:SPOS;¡, De un trabajador, por ejemplo, ~l'
espera que sea fie.:l, consciente, laborioso, ere. En cambio, cuando una pe.:rSOIl:1
viaja en avión, las escasas conductas que cabe esperar de esta situación
(comprar un billete, usar el cinturón de seguridad, ctc.) no justifican el
correspondiente rol social de «pasajero de avión».
, Las.normas tienen capacidad tanro para potenciar como para restringir el
cornportarnicnro ..Friciliran el funcionamiento de los grupos de personas, dI'
manera que, una vez ha aprendido usted las normas propias de su cultura.
sabe corno. C(')J~lpOn;¡rse.: en muchas situaciones difcrcnrc-; l\¡r otro l.ul«,
pueden restringir I~ inJe.:pt:,lde.:nci~ J;¡Jo que ln .mayorír, de h ge.:nre.:1 icuclv .:1
sc.:¡;Ulrlas normas, incluso cuando estas no consriruycn el modo de aC{\J:1r m.r-
efectivo o humano, En este capitulo veremos cjcrnplos en los que las pcrson:»
obedecen órdenes, porque prcviarncnrc han aprendido unas normas, y !-l'
someten a las decisiones del grupo en casos en los que podrían pens:lf !'
actuar de forma diferente si se cnconrraran solos, Veremos ta rnbicn cómo
personas diferentes actúan de modo diferente en situaciones similn rc».
moxtrundo la fUCrL;¡ de los rasgos de la personalidad individual,
.Quc parte de nuestro comportamiento es dcrcr minndo por las nor m.r-
inhcrcnrcs a los ¿';.srimos roles que representarnos? Philip G. Zirnhardo y ~ll'
co k1!;¡s de 1:1 Universidad de Srnnford comprobaron con ,un inf:eI11o'"
experimento b poderosa influcncin de una s iruación y de h definición soci;d
Je.: los roles dentro de: esta situación (Zimlnrdo, Hancy, B:1l1ks y J:1ffc, 1(r:).
Rcclurnron ;¡ 21 csrudianrcs universitarios cmocionnlrncnrc csrnblcs. (¡"iCI'
mente sanos, maduros y observantes de la le:', para tornar parte en un csrll,litl
sobre h ,"id;¡ en prisión. Designaron a 11 ;¡I ;¡~.;lr para actuar como \'if:ihnll"'
dUrJIHC Uli-período de Jos scrna nn s , :' ;¡si~n;¡r()n ;¡ los otros j(l el 11:111l'1JI'
reclusos.
\\1,~.::_>.==========================E=:-':=l.!=::-,:=·=.\=I=U=x"D=O=C~O=!"=O=""iK=A~S=I='E.=R~S~O=~='.-I.=S=::::L~A::!='.;~·C~L~U;:E~;'~C~i.l~.
~$'~'!~C~IA~L=~6~1~7

:7'
En S:IS experimentos sobre la
-carcel- Philip Zimbardo )' sus
colaboradores se sorprendieron al
¡[11m! (IIImta de lo rápida e
intensamente que la gente acepta
l¡Js normas «adecuadas- para los
roles que representan, E.s{¡(diantes
unirJeTsitarios 'designados para ser
reciusos, como los que se muestran
con los ojos tapados en la
(otGgm(ia •.iendian a uoluerse
pasivos e indefensos, mientras
que los designados como carceleros
t,.,wían a volverse autoritarios y
.ihusioos. (Cortesía de f'hilip e:
Zim[J¡¡rdo, Universidad de
.'iran(ord.)

Los «reclusos .. fueron arrapados en un arresto-sorpresa, esposados, se les


tornaron bs' huellas dactilares, fueron despiojados, se les dieron uniformes
con números de identificación y gorros de punto y se les puso en celdas de
2 metros por 3, sin ventanas y en el sótano de un edificio de b universidad,
que en aquella época no estaba siendo utilizado. A los vigilantes se: les
distribuyeron uniformes de color caqui, g;:¡[:¡s de sol rcflccranres (para evitar el
contacto visual con los reclusos), porras, si lbaros, CSpOS:1Sy lb ves, Las reglas
que: simulaban la restricción y la despcrsonnliznción de la vida de h prisión
incluían que se exigieraa los reclusos obtener permiso p.ira escribir una carta,
fumar un cigarrillo o ir al baño, yen muchos momentos se imponía silencio
durante el día.
Los investigadores querían descubrir cómo reaccionarían estos voluntarios
normales y sanos y si sus respuestas nos darían las claves de la violencia en la .
vida real en prisión. Esro se cumplió de rJI manera que tuvieron que liberar a
4 reclusos en los primeros 5 días y dar por finalizado el experimento por
cornplero después de 6 días y 6 noches.
El experimento había funcionado demasiado bien. Estos dos grupos de
voluntarios, que en un principio no presentaban personalidades distintas,
desarrollaron rasgos relacionados con su condición de reclusos o vigilanrcs.
Los cuatro reclusos liberados ;:¡I principio sufrían depresión, ansiedad y, en
.uno de los CJSOS, una erupción de tipo psicosornárico en roda el cuerpo. Un
recluso se declaró en huelga de hambre, orros se convinieron en reclusos
"modelo», obedeciendo rodas las órdenes por arbitrarias que fueran; otros
cayeron en un profundo ensirnisrnarnicnro,
Todos los vigilantes se volvieron autoritarios y abusivos en diversos
grados, Algunos fueron "buenos chicos .., que hacían pequeños favores a los
reclusos y se mostraban reacios J castigarles, y algunos eran -duros, pero
jusros •., haciendo esrrictarncnrc su trabajo rJI como lo entendían. Sin
embargo, un tercio de ellos, aproximadamente, actuaron de. manera hostil,
arbitraria v cruel, usando su nuevo poder para degradar v humillar :1 los

•. reclusos. G forma mis caracrer isrica de actuar de Íos vigib~res hacia los re-
clusos era darles órdenes, amenazarles e insulrar les. Los reclusos se fueron
618 rSICOLOGIA SOCIAL

tornando pasivos, actuando )' hablando cada vez menos, lo cual revertía en h
atención en ellos mismos, comportándose según los clásicos modelos de
iIh.kfemic'lll :1prcnd id.i.
Los investigadores se sorprendieron de •.la relativa facilidad con lo. qUL"
podía también facilitarse uno. conducta sádica en personales normales. no
-sádicas, y por la cantidad de trastornos emocionales que aparecían en
homhres jóvenes, seleccionados precisamente sobre lo. base de su est;¡hiliJ:!d
emociona] .. (pág. 213). El tipo de conducto. anormal que Se puso de e\'id<:IlCi:l
duranrc aquellos 6 días pa recía resultado directo del ambiente. En consecue.i.
r cia, concluyen Zimbardo )' sus colegas, -para cambiar lo. formo. de cornporr.i-,
se de los sujetos debernos descubrir los sopones institucionales que susrt:IH:1fl
lo. conducta indeseable existente )' después proyectar programas para ;¡lrL"r:1r
estos ambientes .. (p:í~. 214). No es necesario que las cárceles estén construid-o,
con cemento )' acero. Pueden existir en nuestras mentes ;¡I tener rcprcsenrado-,
nuestros roles tanto de opresor como de vicrirna en -c.ircclcs mentales .., t.ilc-,
~omo el racismo, lo. discriminación sexual o lo. segregación de los ;:¡nCi:1IHl\.
Este estudio nos ayuda a ver lo rripida mcnrc que las pcrsonns aceptan I;¡,
norrna s -apropiadas- a los roles que ocupan.

Ames oc seguir leyendo, observe cuidadosamente los dos cuadros de la fisu,


ra 17-1. Un3 de las líneas de lo. casilla inferior ti elle b misma longitud que I:J
linea de la casilla superior. ¿Cu:il?
Probablcrncnrc no tendrá ninguna dificultad para c:Ie.:gir ln adecuada, lo
c1l31 hace que los resultados de los experimentos de Salornon Asch (1 ().').:;.
1(56) sean aún más sorprendentes. Se les pidió a unos estudiantes univcrsu n
rios que: participaran en cxpcrirncnros sobre percepción. Cada individuq ~l'

sentó en romo a una mesa con un grupo de 7 cómplices, que le crru:


presentados como sujetos exper irncntales, aunque en realidad cobhor;¡h:lll
COIl el cxpcrimenrndor. A todos los «sujetos" se les mostraron tarjetas corno
las de la figura 17-1 y se les formuló el problema precedente. Los cómplices
crnitinn su respuesta con anterioridad :1 la del •.sujeto ingenuo". Todos los
parricipanrcs debían dar su respuesta en V07. alta ante el grupo completo.
EIl :1lgull:1s pruebas los cómplices respondían correctamente, mientras qtu
en otras daban una respuesta equivocada, conrradicicndo claramcnrc lo qur ¡-I
sujeto tenia ante sus ojos. Pues bien, aproxirnadarncnrc uno de C:lU:1 Ire'
"SU icros ingenuos" se cOI1(om1OrOI1, es deci r, sigu icron :1 la 01:1)"ori:l.
c:J.mhiando su opinión como respuesta a la presión que sintieron por parte de
los dem:is cornponcnrcs del grupo. En conjunto, rrcs de cada cuatro sujete»
dieron ln respuesta incorrecta, conformándose por lo menos una vez. Así
pues, JUllque la rnayor ia de los sujetos, de hecho, confiaban e11 su Prol-iio
juicio la mayor ]1:1rte del tiempo, se dio, 110 obstante, un bUC11 número de
respuestas equivocadas.
Se pusieron de manifiesto diferencias extremas entre individuos. Los t]lIC"
2 3 Se mantuvieron independientes difcrian entre sí, unos mostrando confianz» CII

FIGURA 17·1 Dihuio~


su propio juicio, algunos actuando reservadamente y otros tensos y dudoso- .:
c{lrr~"r,()lldicIlI='o los pero decididos 3 hacerlo lo mejor posible, Enrrc los su jeras COI11!I/acÍrn/('.<.
cl:pc"rimmlm dI: Asch. r\ los :1lgullos no advcrt inn cómo habían sido influidos por b rnayori» y orros , :11111
iIlJú·j,/uo.< se les most ralran 1.7rjCI..1.t
(011 di/lTlj().< (milO (-.<IOS, y se les
sabiendo que no estaban e11 lo cierro, no querían parecer diferentes :1 lo-
1,,·.1i.1 I/llr rli~irr.lll ,,11(- 1¡lIr.l dem:ís. Sin embargo. el subgrupo más grande de los cornplncicnrcs :10h(',
,¡l' rnt re 1.1.<Ji/mjJ,/J.< cu 1.1
duda ndo de b evidencia de sus propios sentidos.
t.irirt» de" .Jll.ljll cr.i el, l.l
lI;i~'l1.J ÍOI1.r.:.itu,¡ qi«: 1.1 de' /.1 [urt c El cambio de diversas condiciones hizo emerger unos cuantos dcscubri
suprrior, l/k ,\;•.1,. ¡'J;;.) rnicnros inrcrcsnnrcs. Si UIl:1 persona estaba de acuerdo C011 el sujeto. cr.l
EN UN .\.tL:NDO CON (')nt.~S PF.RS(,)r-..'AS:l.A '''-"Fl.UFSCIA SOC!."L 61 <J
\ '

/
, /'
-,,
./

Las presiones para adaptarse a las


opiniones sostenidas por otros
miembros delgrupo suelen hacer
,¡"e las personas dejen de
considl?Tar su propio juicio crítico,
.¡lgIlTUlSveces hasta el plinto de
i~norar incluso la evidencia de sus
r pr~pios sentidos. iDibujo de Vil:'tor;
\) 1978. Th~ Ncw Yorker Magazine,
IncI

probable que.: ésre se aferrara rapidarnenre J su posicron, pero si t:S:1 persona


variaba ;:¡ la mirad Je.:1 experimento hacia la posición de: !J rnayoria , c.:I sujeto
se mostraba propenso a cambiar ra mbién. L;:¡ cantidad de o'posición Cr:1
asimismo irnporrnnre. En pruebas diferentes la canrid.id de oposición
unánime varió de 1 :l 15 personas. Un solo disidente !lO tenia norrnalrncnrc
ninguna influencia, dos disidentes aurncnrnban a lgo la pr csión y tres
producían el efecto toral. M:ís de tres disidentes )'J no aurnenraban la rJS:1 de.:
error.
A pesar del sorprendente Jira nivel de conformidad que llevaba :l tanta
gente J desconfiar de la evidencia que tenían ante sus ojos, la mayoría de bs
respuestas de los sujetos en los experimentos de Asch fueron, de hecho.
correctas, incluso frente a la unanimidad en las respuestas incorrectas
ofrecidas por sus compañeros.
La conformidad no siempre es mala. Si nadie adecuara su conducta J bs
normas del grupo, nunca sabríamos lo que podemos esperar, y esrnríarnos
constantemente enfrentados a un montón de decisiones relacionadas con las
,.
acrividadescoridianas. No podríamos contar con que los demás conductores
se pararan en un semáforo en rojo, con que los Otros pasajeros nos cedieran el
pJSO para salir de un' 'autobús atestado o con que los que van JI cine
respetaran su turno en b ~b para comprar la entrada. La mayoría de las
veces el cornportarnienro "conformista .. es sencillamente conveniente, tanto
para nosotros como para los demás. LJ clave está en saber cuándo es
apropiado y cuándo entra en conflicto con normas y valores más irnportanrcs,
Esro es a menudo difícil, incluso para personas que ocupan Jiras puestos.

PENSAMIEÑTO GRUPAL. «¿COMO HEMOS PODIDO SER TAN ES-


TUPIDOS)) John F. Kerinedy se hizo esta pregunta después de advertir,
junto J S4!i consejeros íntimos, que su decisión de invadir la bahia de
Cochinos en Cuba se había convertido en uno de los peores fracasos militares
y políticos de los EE. UU. La respuesta propuesta por Irving L janis (1971) es·
que fue debido JI pensamiento grupnl, es decir, una aceptación poco cririca
por.pJrre de los miembros de' un grupo inrimarnenre unido de una linea de
conducta poco inteligente.
Admirir que: «cuatro ojos ven más que dos .. nos lleva a la conclusión de
que muchas veces el juicio de varias personas resulta más seguro que el de una
persona sola. En este sentido, algunos grupos muy unidos conceden un gran

-..
620 I'SICOLCX;I. •• SOCIAL

valor ::11hecho de mantener la unanimidad, Pero, con frecuencia, olvidan que


cuando el grupo se compromete totalmente en un acuerdo global, pierde
fácilrnenre el pensamiento crítico. CU:111do domina el pensamiento de grupo,
los miembros ponen por encima de todo su lealtad ::¡Igrupo y, entonces, los
individuos suprimen dc una manera deliberada las ideas que podrí:ln
descubrir los grandes errores de los planes que propone el grupo y se sienrt:n
de tal rriánero implicados en el deseo de que el grupo continúe siendo un
"buen grupo .. que inconscientemente eliminan cualquier pensamiento discn-.
panre que: pueda -csrropcar la cnrranahlc atmósfera que reina entre nosotro-, ..
(p::íg. 218). .
r
El pcnsarnicnro grupal hace que la g,ellte se: vuelva excesi\':lnlt:nlt:
optimista. que racionalice lasdecisiones en lugar de reconsiderarlas ser iarncn.
le, que: no tenga en cuenta las consecuencias éticas o morales, que: se aferre :1
los puntos de vista cstcrcoripados dc los oponentes que: oscu recen L·I
.pcnsaruicnro realista, ejerce presión sobre cualquier individuo que prC~el1ll"
dU~:ls sobre b polirica Jel grupu, proJ_!;lce una nuroccnsurn Jel perls:lmielllt'
crítico, hace creer erróneamente que rodos los demás están e:n lOI:11 :1ClIlTdt,
con su polirica , )' por lo rento, !r:1(311 de prolq.:er :ll grupo Je cualquier idl':'
que cucsr ionc h s:lhiJlIrí:1 dc sus polític:ls (jani«, 1(!?1).
El pre~iJelll~ KCl1l1cJy nprcndiú un.i lección muy dolorosa en la h:lhí:¡ de
Cochillos y previno el pcns.irnicnro grllp:ll en su acruncion ante b crl~l\
t:uh:111:1 dc lus ¡;lisiks. lls<Í :11gull:1s de hs r~CIlic:1s recomendadas pur Jllli~
(]<)02), que incluyen:

Alcrr.rr :1 los micrnbrox del grllpo de los pcligros del pcnxarnicnto ¡.:nr¡1:ll
:2 Dejar lJUC el líder se rna nrvnun imparcial.
.) lnsrruir :l rodos p.ira que expresen sus (lhjeciones y dUlbs .
4 Asi¡..;n:u a lino u m:1S miembros dcl grupo el rol de abogado del dinbl».
tornando un punto de vista opuesto.
Ocasionalmente subdividir el grupo en subgrupos que se reúnen Se.:p:H:I-
darncnrc.
(, Prestar :llCIKiÚll a rodas lns jnici.u ivas de quien no t:S[:1 de acuerdo nlll
nuestra opinión.
COll\'Ol":lr una reunió» dc uSL'f!_lIl1d" (ll)ClrIlll1ilhd .. p:H:1 rccvn lu.ir 1.1
pr imcrn dccisi('ln.
Invitar :1 expertos externos p:1r:1 que acucl.m :1 poner en leh de jlliei() It"
puntos dc vistn del grupo.'
'J Estimular a los rnicrnhros del ¡:?,ruro para que sondeen la op iniou ¡]¡-
:l~esores de c(>I1fi:111/.:1.
111 TCIlLT :1 \':1ri()s gnlpo~ illdepel1dicnlcs rr.,h:1j:1ndo :11 mismo tiempo ~Clbrt·
el mixrno t crn.i.
Obediencia ."'.
:1 1:1 :1Uwrilhd Sllp0l1g:1llHI~ que lI~IL·d h:1 rL·.'I'(lndido :1 1I11a nunciu dc un pni('ldico qlle l'clli.1
volum ario-, 1':H:l IClI11:1rp:1rIC en un cxpcrirncnro lle- Jl1CJl10ri:l :. :1prcndi/:lj¡·.
dirif!_ido p{lr 1I11pr()(c-~or dc 1111:1l)re\(igi(l~:l 111Ii\Tr~id:1d. Llsted CIHr:1 en ('1
l.,h(lr:1ltlrio dc psicologí:1. dOllde cncucnt r.t :1 IIn invcxriundor COI1 11:11:1lk
l.,hOr:1l0rio ~. :1 ot ro volunrnr io, un liornlvrc dL' :1s ¡X' cr o :1gr:1lhhlc.: de 11l1(l~ .;1;
:1l-1()~.f)espul's lk ~LT ekf!_ido pa r.i ~L"f el "pr()fc~or .. en \111t:;p~'fimel1r() ~()hr('
lo~ l'(CCIll' dd Cl.\ligll el1 el :lprL·l1di/.:lje, \ls!ed ve :11 olrn volunr ar io. cl
-cstudi.uirc-. at.ido con corren- :1 UI1:1sil!:l CI1 h h.ihirnció» de :11lado v lIllillt,
- ~ ' ...:1 un electrodo, :' ove :11 ill\'CSlig:1Jor que le dice :1 llsleJ que C:10:1 vez l]lll" el
.' orro cornera un error ;\1 aprender \111:1liSl:1 Je p:lrt:S Je p:lhhr:1s rccibir.i un..
.•• O_O:'
E:": UO\' ,\IU:-':DO CON OTRAS pmso:--<,.\s: L,\ I;-:FLL.:Ei':ClA SOCIAL 621

descarga eléctrica, Las descargas serán dolorosas pero no producirán daños


Incluso aquellos que . permanentes.
desobedecían, Irecuentemente
mostraban una gran agitación,
De vuelta :ll laboratorio principal le sientan a usted frente a un generador
corno puede verse en esta de descargas con treinta interruptores que oscilan entre 15 v 450 voltios con
transcripción del eriqueras que van desde -descarga suave» a -pcligro-descarga muy fuerte ••. El
comportamiento de un in,\'esrig:ldor le dice que p:lse una prueba de aprendizaje al estudiante y que le
individuo rebelde:
de una descarga cada vez que cornera un error. o falle una respuesta. Tiene
El hombre está dando golpes, que empezar con el nivel mis bajo e ir aurncntando la descarga en cada error.
quiere escaparse (salir) ,.. lo ¿H:lst:1. dónde cree usted que podría 11q.;:1rsiguiendo 'estas instrucciones>
siento. Si el hombre quiere ¿PJr:!rÍJ cuando el estudiante empezara a rnosrrnr cierra incomodidad, a luún
escaparse. yo tengo que parar gruñido, por ejemplo, ::1 75 voltios? ¿O :l 120 voltios, cuando Se quej:1.r:l?' ¿A
'en seguida ... No quiero
150, cuando pidiera que lo soltaran? ¿O hasta los 285 voltios, cuando el
castigarle más (extremadamente
exci¡ado) ... Devolveré estudiante chillara angusriosarnenre? ¿Qué p.isaria si, en cualquiera de esos
encantado el cheque, pero no puntos, USted se volviera hacia el investigador para pedir sus instrucciones )'
haré daño a este hombre ... Lo C:Stt: le dijera que continuara? ¿St:guirÍ:1 c:I camino h:1Sr:1 el máximo de 45()
siento. no le castigaré más si él
voltios, incluso aunque ya no oyera ningún sonido en b h.ibiración ~Ie :11l.ido?
qui~re que se acabe. No hay .
dinero en el munero que me
Si usted reacciona como la muestra de csrudianrcs univcrsirnrios. psiquis-
haga volver a hacer daño a rrns y adultos de clase media que funon sometidos :1 csrc mismo dilema,
otros individuos. scnrir.i una sensación de repulsa y esrar.i seguro de que ranro usted como
(Milgram. 1965. pág 67.) rodas l.is l?t:rsoi1:Js norrnnlcs, :J excepción de una pequeña parte IUI1:íriC:1de UI1
1 :1 un 2 por lflO, rchus.ir ia obedecer :11 investigador en uno de los primeros
pasos del experimento (Milgr a rn, ltJ74). Sin emh:H¡¿O, cu.mdo este cxpcrirncn-
ro se llevó en realidad :J cabo (con la colaboración Je un actor que fingÍ:l estar
recibiendo descargas), los resultados fueron muy JifL:rt:nres.·
En 1963 Sranley Milgrarn dirigió este experimento, que no se ocupaba del
aprendizaje y la memoria, sino del hecho de obedecer a una autoridad que le
ordena hacer dafio a otra persona. Milgrnrn y. roda la comunidad de la
psicología se sobresaltaron con los resultados. De los 40 individuos, de una
amplia gama de profesiones que constituyen la primera ronda, 26 -Jos de'
cada rres- obedecieron las órdenes y siguieron dando descargas :11 voltaje
más a lro posible. Solamente 14 se rebelaron como respuesta a las prorcsras del
«estudiante». Milgrarn (1974) insistió con mis cxperirncnros.. introduciendo
variaciones, hasta llegar casi a los 1.000 participantes aduleas. Los resultados
fueron básicamente los mismos: una alta proporción de 'individuos, 'muchos
de los cuales desaprobaban las «técnicas de enscfianza- que se «estudiaban-
en el experimento y, a pesar de que se sentían preocupados por su propio
papel en el mismo, obedecían las órdenes administrando a UI1:J person:l
inocente lo que ellos pensaban que eran descargas dolorosas.
Los individuos se comportaban de forma diferente en condiciones
diferentes. Los que estaban CI1 la misma habitación que la víctima estaban
mucho más dispuestos a desobedecer las órdenes (el 60 por 100 lo hicieron) y
quienes rcnían que colocar la mano de la victirna en la placa de descarga
todavía se mostraban mis dispuestos a resistir (el 70 por 100 desafiaron las
órdenes). Por arra parte, cuanto mis cero estaba el individuo investigador,
mis obediente era: la obediencia era tres veces mayor cuando el investigador
se hallabn en la misma habiración que cuando daba las órdenes por teléfono.

Los (.1rnOSOS experimentos de Stanic» ,\1il!:rJm sobre 1.1 cbediencu indicaron ql/e muchas
personas normales huri.sn .1;,;0 .1 I/;'..J P",SOIU complct amcnta cxtr.ui», incluso hust : ponerla
't:r. peligro de muerte, si o1l!:"iLr. que ellos consideran 1I1:J autoridad se lo ordena. Si esto es
asi, este descubrimientc C}'ulJ J explic:r muchas atrocidades, (196) vy Sianlcy Milgr.1m. De
la pelic:..t!...1 Obedecicnre, distribuida por L Univl!TsiLuJ del Est.ulo de P,>r:r.sy!tJania. peR.)
. ;

621 I'SICOLOGIA SOCIAL

Incluso durante el imperio del terror en la Alem:1I1i:J. ,n ni, :1lgun:ls


Un asistente social de 39 .años
personas encontraron fuerzas para luchar CO!1rr;¡ la actitud oficial. También
dijo, después de un año de su
oartlcipación: «Lo que me
en estos cxperirnenros algunas personas fueron capaces de rcsisrirse a la
horrorizó fue que yo pudiera autoridad. ~Quiénes? Es difícil identificar las carncrcrisricas que hacen que 1m
poseer esta capacidad de individuos no cedan frente :1 1:1 nuroridad. 1.:1 sittutcion, m:1S que cua lquier
obediencia y conformidad a una característica personal claramente identificable. era lo que parecía que ih:1
idea central. Lo que he'
J producir más efecto en lo que se refiere :1 si un individuo obedecería o no,
obtenido como experiencia de
ese experimento es que me ha Existía una diferencia capiral entre los su jeras obedientes )' rebeldes, ES((J~
quedado claro que la adhesión se veían :1 sí mismo como principales responsables del sufrimiento JeI sujeto,
continuada a un valor puede mientras que los obedientes se sentían menos responsables que el inn:sti¡'::l-
llevar !Consigo la violación de dor. Es más, los obedientes nrribu ian dos \'c.:C<':5 m:i.s responsabilidad Jl'!
otro valor, el de no herir a otro
que está indefenso y que no ha
sufrirnienro :11 propio sujeto, ofreciendo argumentos tales como ..después Jl'
hecho daño alguno, Espero que roJo.l:1 se ofreció volunr ario para el cxpcr irncnro y no era C:1p:1Z de :1prel1dl'r"
pueda arreglármelas mejor con (Milgr:1m. l(F~),
cualesquiera conflictos futuros L:1 esp:tIHOS:1 conclllsi('m J<.: los esruJios J<.: Milgr:1m es h evidencia de qlll'
con los que pueda
, muchas personas norrnn lcs ~' arnahlcs pueden estar. en :1lgul1:1s cirCUI1St:111'l'i:l',
enfrentarme»,
(Milgram, 1975, pág, 54,) dispuestas :1 obedecer :1 una autor idnd que les ordena innigir dano :1 ot r.r
persona. Si esto
es a si, se explicarían muchas atrocidades J lo largo de 1:1
historia )' dcbcria contribuir :1 cucst iormr nos las fuer/.:ts quc CI1 !:t socied:ld
exaltan el \':1I<;r de la obediencia por encima del valor del pcnsa rnicm«
individual,
El trahajo de Milgr:1m ha sido aracado desde dos premisas fundarncnr.rlcs.
En pr imer IU¡'::1r, sus críticos sostuvieron que el cxpcrirncnro era inrnor al cn ~í
mismo, puesto que cng:1ñ:th:t :1 los sujetos y les inducía :1 dcscuhrir una \'crd:ld
molesrn respecto :t e llos m is mos, Provoc.i ndo!cs un esrrl:S ex tremo p:H:1 el qllt'
110 esraban preparados )' que podía C:1US:l~IeS un J:tño psicolc'Jgico :1 I:tr¡',<.
plazo (Baurnrind, 1964), ,f..,1ilgr:lm (1914) ha negado que sus proccdirnic.uo
C:1US:1r:1ndano )' ha señalado el hecho de que mis de 8 de cada 10 individue»
declararon después estar contentos de haber tornado pJrre, 4 de C:1J:l :1
pensaban que deberían llevarse a cabo rnris experimentos de este tipo y ,1 de
cada 4 afirrnaron haber aprendido ':1lgo qlle les parecía pcrsona lmcmr
irnporra ntc.
Los críricos se quejaban :1simi~mo de que los dcscubrirnicnros tienen j10Cl ~
relevancia para el mundo real. l.os individuos confiaban en que 1:1 1IIli\'lT'I' I
J:1d de Y:11e 110 xc h:uí:l n:tJ:t que [ucrn cruel o inmoral: como \,OI\J11{:lrl,'" i
pueden h:1 hcr SIJO parricula rrncnrc prollCI1S0S :1 obedecer :t I 1I1Vesll¡'::ltllll :
cienrífico; CSt:1h:t11 sujetos J estímulos continuos que les rcqucr in n p:H:1 '1"t' '
siguieran a pesar de que mosrraran dudas; !:t siruación en el labornror io cr.t
tan diferente :1 la del tiempo de guerra, por ejemplo, que es il11po~il)lt'
f!l'I1er:tli,.:tr de UI1:t situación a !:t otra (Ornc y Holl.ind, 19(¡f); J-bu 111r in.l,
1<)(, ..1), .\lilgr:1Jn (1<)/.1) ha conrcstado n csros :lrgunlcl1tos'I!c\':1nJo:1 c;lb() lJll
experimento xirnila r [ucra dc la univcrxid.id y haciendo :t1~i~h1:1s l)rq.:\JIII.I'
difíciles lk responder como 1:1, que :1p:HCCCI1 :11 111:1rgCI1,

1)( m C2~W :'\()\ Hel110s cstudi:tdo h:1St:1 ahor.i en que I11cJid:1 las circunsrn ncins influyen CJI
(:().\ IPCWT,-\\ I()S nucsrra« acciones: !:t manera en que se estructura una xiru.ición, qUl' 11cr'OI1.1'
c.ox lO 1,0 H:\CT..\ lOS intervienen :' que hacen; ~' nuestra .iccprnción d¡;,!:t:; normas "culrur.ilc-.
Cuando estudiarnos !:t pt:r'OIuliJ:1d <':11el c.ipitulo l.1,'n,:s:1lr:tnlOs que UI1I'1 1.1
ruancra relativamente consisrcnrc de rcl.icionaruos con los tlc~n:1s, CUI1HJ,1.1
propia siruacion concreta es lo que dcrcrmina llueStrr m:1I1cr:1 de cOJ11¡~Hl,I,r: ..,
nos v nos cnracrcrizn corno individue»; L111:1prc~um:1 virn lmcnrc in~p¡>l'[.l~l'l(,
I

./
,,'"
. '
r
1; .' ~..

'j/
1 -con la que los psicólogos están muy familiarizados-e- es la siguiente: ¿Por
¿Los descubrimientos de . qué las personas hacen lo que hacen? ¿Cómo sacarnos nuestras conclusiones?
Milgram han sido atacados
Las conclusiones que saquemos serán imporr.inrcs, no sólo porque
porque son' difíciles de aceptar,
al decirnos algo sobre nosotros
muchas veces basarnos en. ellas . nuestra conducta, sino porque cuando
que no queremos saber? descubrirnos que una situación nos afecra cxcesivn rncnre, nos' sentirnos
motivados a modificarla. Si hemos llegado :J la conclusión de que ranro los
¿ No se basa la crítica mas en la carceleros como los prisioneros han acabado cornporr.indose brutnlmenre por
aparición de resultados no
la experiencia Je b cárcel. es lógico que apliquemos nuestros esfucrzo-, en
::;revisros que en la metodología
"mpleada) Los resultados DUSCH alrern.irivas ;:¡Isistema carcelario actual. Sin cmh;lrgo, si llegamos a IJ.
confirmaban que algunos conclusión de que muchos Se vuelven bruta les ;:¡ causa de las influencias
¡ndividuos se comportaban de . tempranas sobre su personalidad )' que una ve: formada no reaccionan u
una manera Que parecía ser
situaciones que se les presentan en la edad adulra, no estaremos motivados
sorprenl:lentemente inmoral. En
cambio. si uno de los sujetos
para mejorar las circunstancias en que se desenvuelven los adultos, a no ser
hubiera parado en los primeros que sea para protegemos a nosotros rrusrnos.
niveles de descarga, o al primer Según la rcoria de h .irr ibuciun propuesta por Frirz Hcidcr (1058).
sigrlO de incomodidad del tendernos a atribuir IJ conducta Je los dermis ;1 una de Jos .causns posibles
"estudiante)). los resultados
--:-:1 algo interno (un rasgo de personalidad o los propios ·esfuerl.Os), :l algu
hubieran sido agradables y
trJnQuilizadores. y ¿Quién externo (como la situación social, 'las acciones J<.: orr.i persona o h sut:rte)-.
hubiera protestado? (Mitorern. La reoria Je la atribución ha consriruido una importante estructura rcórica
, 974. pág. , 94.) p:ILl b invcsr ig.ición psicosociologic.i en los últimos .uios.
Gran parte de la investigación que cirarnos en este capitulo y en el
El trabajo de Milgram
demuestra' hasta qué extremos
siguiente (en el que estudiaremos COIl mayor detalle la rcor ia de h arrihución).
puede llegar la gente normal en pone de manifiesto la importancia de la situación en la determinación de b
nombre de la obediencia, y nos conducta. Hemos visto cómo algunas personas que, :11 decir de la mayoría:
obliga a cuestionar nuestro eran roralrncnrc :1~r:1d::tbles, amables -todo lo contrario de rnonsrruos-e-,
propio compromiso con valores
pueden ser inducidas por la exigencia de una situación :1 infligir dolorosas, y
que trascienden el sometimiento
a la autoridad y provoca posiblemente peligrosas, descargas a exrrarios que nunca les hicieron el menor
preguntas sobre la capacidad de J:1iio. Hemos visto cómo genre inteligente con una visión normal pueden. por
la sociedad para formar el influjo de otros, lIeg:tr J neg:Jr la evidencia de sus propios sentidos.
ciudadanos que puedan
Veremos en seguida cómo factores t::tl~s-como la prisa que una persona pueda
aprender a establecer la
diferencia que hay entre la
tener, puede llegar :1 afectar su buena vol~n't:Jd -üe pararse y ayudar ; una
obediencia a causas justas e persona aparentemente enferma.
injustas. Como resultado de tales experimentos, algunos psicólogos conrernporá-
neos han adoptado un punto de vista que atribuye la coA3LCtJ casi
exclusivarrienre a] impacto de la situación, oscilando el péndulo en el sentido
opuesto al punto de vista clásico de que las personas actuaban de acuerdo con
su temperamento básico y eran relarivamcnrc insensibles :J influencias
ambientales. Un análisis reciente de algunas de estas investigaciones nos
recuerda que' los plnnrearnienros de tipo "o esto o aquello- casi nunca
proporcionan una explicación completa. Los seres-humanos somos mucho
rn.is complicados que eso.· .
Cuando los estudios de ,'vlil"'r:Jn1 fueron an:1Ii'.:ldos de acuerdo con bs
t'"'l " .•••

c.iracrerisricas de la situación ~u:lnr::ts personas h:1hÍ:J, si d experimentador


estaba dentro o fuera de la habiración, erc.- se dedujo que tanto los aspectos
de la situación como los rasgos Je' la personalidad individual afectaban :11
cornporrarnienro, descubrimiento que confirma hallazgos similares en UIl.1
serie de estudios clásicos (Funder y Ozer, 1983).
Algunos de los individuos de Milgrarn se horrorizaron con las órdenes que
recibían y simplemente rehusaron ndrniniscrnr descargas eléctricas, y algunos
..buenos samaritanos- en los estudios sobre viandantes (que: describirnos
después) no dejaron de ayudar :l los o~os, incluso en el <=:lS.ode que eso les
hiciera llegar tarde ;:¡ sus propias citas. Parece que :1lgur~ns aspectos de su

"._--ti
62A I'SICOl.OCIA ~()ClAL .,
I
personalidad les llevaba a trascender la situación. Así pues, todavía 'es difícil
predecir la manera en que uno va a comportarse tanto a partir del
conocimiento de su personalidad como de la situación en que se encuentra. Es
importante recordar que lo que hacemos depende de la interacción enrr<:
quienes 50m05 y donde estarnos. Incluso sabiendo que no es posible una
predicción perfecta, sigue siendo importante buscar las raíces del comporr-.
miento, especialmente porque cienos tipos de comportamientos --Como b
agresividad o el altruismo-e- tienen un impacto irnportanrisirno tanto en h
sociedad en su conjunto como :1 nivel individual.

A'YUDAR T a nro ayudar como hacer daño a otras personas forma p;:¡r.te de la br¡:':l I
A OTRAS PERSONAS historia de la humanidad. ¿Qué es
modo o de otro' ¿Esr;:¡s tendencias
lo que hace que nos comportemos
forman parte de nosotros
de UI1
() nos LIs h;\1l
I
enseñado? ¿Qué es lo que las hace aflorar? En el capírulo <J, •• Morivación-,
presentarnos algunas de las C3US:1S del comporrarnicnto agresivo. Echcl1lll'
ahora una mirada J los fundamentos del .i lt ruixnu », que ha sido ddillid,)
como ..el cornporrarnienro que se lleva J C:lOO para beneficiar :1 otro ~ill
esperar recompensas de fuentes externas- (Macaulay y Berkowirz, ]\)'711.

P:1l!-- 3).

A I( ru ixrno Las personas se ayudan unas a otras de muchas maneras -d;:¡nJo JilllTlI.
o cornport arrucnto sangre o ric:mpo-. LJ mayor p:lrtt: de esta ayuda va dirigida a la familia y.\
proxocin] los amigos pero alcanza rarnbicn a extraños que nunca conoceremos. 1..,
mayoria de nosotros realizarnos una gran var iedad de acciones de ayuda qlll'
implican cierto coste, aurosacrificio o riesgo por nuestra parrc: particip.uuo-,
en marchas por los derechos civiles o en boicors, dejarnos a Un lado nucstro-,
propios fines 'por el mayor bienestar de otros, ere, Estas redes de asistencia
entrecruzan la vida de cada día, y aun así la mayor parte de la conducta dc
ayuda )' atención que damos y recibimos pasa a menudo inadvertida. A tr.rvé»
del ricrnpc, los psicólogos han intentado ahondar en las razones que subyace»
;:¡I comportamiento altruista. Empezaremos estudiando un tipo de :iyUJ:1 111111'
específico, el que se presta J un desconocido en una emergencia.

AYUDAR A UN EXTRAÑO EN APUROS L1 rnulrirud que es[:1I1:1 en ,.J


:lndén dd rncrro de Nueva York se espantó al ver ::J un hombre cic¡..:o ,J,'
iS años que tropezaba y caía entre los vagones del tren que estaba :l plllllll
de ponerse en marcha. Un hombre de entre la multitud -RL'gin:lld Andrcw«.
un padre sin empleo de 29 anos que regresaba J su C:1S:1 después de halx-r
rellenado otra solicitud de tr:1h:ljo- 5:llr(') sobre los railes , suplicó :l f.'ritm qllr
d tren se parnra y tiró del ciego hacia un lug:lr seguro en un estrecho C~I',ll'"
bajo el borde del andén, ..No pcnsc en el peligro, sólo que, ¡cJramh:1!, :d¡":11Jl'1,
necesitaba ayuda- , dijo más tarde Andrcvvs respecto a 'su h:l7.:li'i:l en h ,!"e
había arriesgado su vida para ayudar a un desconocido (McF:lJJell, l'J~:.'
¡Qué diferente fue la acción de Mr. Andrcws cornparnda con b tic .';-
personas que participaron sin querer en una investigación p:lr:l a vcr igun r J)<,I
qué nlgunas pcrsoll:ls emprenden una acción para ayudar :l un c:\lr.\illl.
rnicnrrns otras no hacen nadn! ES:1s .;8 personas era n ra mhién ncoyork inl"
-rcsidelHt:s en un complejo de aparrarnentos. que miraban por hs \'L·nl.lll.l'
en plena noche, mientras un brutal atacante Jpuñ:lbh:l .hasra matar ;1 un.:
joven JJJIl13J;:¡ Kirrv GCIlO\'cse- .. -\ pesar Jt: sus :lgudos chilljd(l~ ~. dc qllc c~.;
oh'jo que algo csr.iba pasando, pues el asesino volvió tres veces 1);Ir.l :ll.l ..·.l:!.l.
r: "" E:--JUN xruxoo C():-J OTRAS PF.RS()\!AS: 1.,\ ¡:-':F!.lIF:,\O,\ SOCIA,!
'.' 625
¡

./ ni uno solo de _esos vecinos acudió en ayuda de h jov1'H


l
-, ni 51'<1
' '111I(;" ra
descolgan do el te Idono para llamar a la policía, hasta después de muerta
(Rosenrhal, 1~64): ¿Por qué? ¿Eran :r:o,nstr:uos ,e:as person;¡s? ¿Por qué se
mantuvieron indiferentes ante 1.1 dificil siruacron de la jovt:ll? ;Est;¡hall
temerosos de su propia seguridad? .
, WS respue~t.1s ~ue han surgido de docen,.1s de experimentos son compk-
jas, pero arrojan cierta luz sobre el porque una persona arriesgJ su vida,
mientras que otra no dará siquiera un grano de ayuda. Virrualrnenre, codos
estos estudios han descartado la apatía como respuesta, Cuando LIs personas
ven que alguien tiene problemas casi nunca se mantienen indiferentes. Incluso
si no tornan ninguna iniciativa para ayudar, se sienten agitados y tensos,
( imp-licados en la salud o seguridad del otro y en conflicto con su propio Ser.
Una serie de factores nos ayudan a explicar por quéla gente tiende o no una
mano p;¡ra ayudar, '

Reconocimiento de que existe una emergencia Antes de tornar una


iniciativa, primero tiene que darse cuenta de que :l1go ocurre, y luego tiene
que inrerprerarlo co'mo una emergencia (Laranc y Dar ley, 1%8). CU.1nJo Una
situación es claramente una emergencia seria, como la caida del ciego en el
metro, los inrenros de rescate impulsivos, inmediatos, como el de Reginald
Andrcws, se Jan con mucha probabilidad (Piliavin, Dovidio, Cacrtner y
Clark, 1981),
Si una situación es ambigua, usted mira cu (U[I10 suyo J la gelHe que le
rodea para ver cómo están interpretando la situación, Si parece que nadie
hace nada, es probable que piense que estaba reaccionando en exceso y Se
quedad quiero, Esto salió a la luz en un estudio en el que se llenaba de humo
una habitación. Cuando las personas parecían que estaban sobs, los sujetos
informaban de ello, pero cuando creían que estaban en compañía de mías que
no hacían nada, 10 ignoraban, -asumiendo probablemente que si hubiera'
existido peligro alguien mis hubiera hecho algo (Larané y Darley, 1968). (¿En
qué medida esta sirunción es similar a las de los estudios de Asch sobre la
conformidad donde las personas dudaban de su propio juicio cuando la
mayoría adoptaba un punto de vista diferente").

Número de personas en escena No fue una interpretación errónea la


responsable de la falta de acción en el caso de Kirry Genovese; sólo el número
de testigos de su sufrimiento fue, irónicamente, la razón principal de que
nadie la ayudara, Los estudios realizados han confirmado el hecho de que los
individuos en solitario están rn.is dispuestos :1 ayudar :1 alguien que tiene
problemas (Larané y Nida , 1981), Cuando estzin presentes otros rescatadores
potenciales, se alzan las barreras, La primera barrera es la influencia de Otr:1S
personas en la interpretación d~ un hecho: SI esto es una crisis, ¿por qué no
hay nadie más haciendo algo JI respecto?
··~4

La segunda es la habilidad dd observador para diluir la responsabilidad,


Es el viejo síndrome de "que lo haga orro-. ,,¿Por qué tengo que ponerme yo
en una situación precaria cuando hay aqui toda esta gente que podría
ayudar? .. o. la suposición de que «si esto es realmente importante alguien
debe haber hecho ya algo, as i que yo no tengo necesidad de hacerlo .., Otro
impedimento importante es la cantidad de" personas que tienen miedo a
parecer tomos: -Supongarnos que lo que parece una crisis no lo es realmente
•. -y que todo el mundo me ha visto meter la PJ.tJ.-, ;' yo no quiero parecer
romo",

.----=
-\
\

6.26 PSICOLOGIA SOCIAL

¿Quién es la víctima? Un hombre que se desmaya en un vagón de metro


en marcha tiene m:ís probabilidades de obtener ayuda si lleva un perro que: !>i
huele a alcohol y lleva una botella envuelta en una bolsa de papel m:¡rrón
(Piliavin, Rodin )' Piliavin, 1969), Es más f:lcil comprender por que: b,
personas prefieren ayudar 3 una persona incapacitada que a un borracho, que:
comprender los efectos de otras características de la víctima. Por ejemplo, un
hombre con un perro que se desmaya en un metro tiene mellas rro!:l:l!)ilid:tJl"
de obtener ayuda si sangra por la boca (manifestando una mayor gr;¡\'ed:ld:
que SI 'no sangra (Piliavin y Piliavin, 1972), )' si tiene una gran rna nch-, dl·
nacimiento en la C3r:J.que si no la tiene (Piliavin, Pilia vin y Rodin, 1 ()';3).
Estos descubrimientos parecen indicar que la falta de iniciativa es a rncnud..
causada por el miedo o el desagrado que causa la vicrirna.

Presiones sobre el transeúnte Las personas que timen prisa no Se [':1'


'ran ran a menudo para cO,mo I:ls que: no cxpcr irncnran las rr-.::~i()ll'"
avudar
del tiempo u arras obligaciones. Esto fue descubierto en un estudio eI1 el quv
estudiantes de teología ensayaban un discurso e:I1un edificio y luq:,o s;¡lí;111;1
grabarle en orro. A unos se: les dijo que: iban a Ikg:1r tarde ;¡ b cirn r;¡r:1
~rahar, J otrosiquc iban a llegar a la hora y a otros que: iban a Ilq.::1r
demasiado pronro, .
En el camino c.H.J:, estudiante: P;¡SÓ junto a Un:1 persona rumbada l"1I.l:l
puerta, con los ojos cerrados )' la cabczn ca ida , )' que tosía cuando el
csrudiann, pasaba, M:ís de: la mirad de los esrudianrcs , para los que a un l"r:1
pronto para la cita, se pararon para ayudar, mientras que: sólo uno lk el,1.1
diez de los que creían que: llegaban tarde se pararon. ¿Cu:íl era e:1terna dc 1",
discursos de los esrudianres? ¿Podí3 ser Otro que: la parábola del ..hlll"lI
samaritano»? (Darle)' y B3t50n, 1973),'

Pronosticar quién ayudará ¿Qué sucede cuando usted ve a otra pcr son.:
. !
que tiene gr:1v~~ problemas? Reacciona tanto en el terreno scnrirncnrnl C()I110
en el ámbito dd pensamiento, Se activa, emocionalmente, una reSrlll"~¡;¡
que: puede: ha?cr sido iJlstau~ad:;$n nosorr~>s como un medio de rre~l'fI',11
nuestra especie, Incluso bebes de: pocos días lloran cuando oyen 11()f:lr "
otro hc.:¡x. (Sirnncr, 1<;71; S:1gi y Hoffrnan , 1()f(,), Un:1 respuesta de D( C I11'"
:1COIHc.:CC:en un momento tan rcrnpra no de la \'iJ:1 l.jUl: es irnpoxihl« '1,1("
haya sido aprendida. Sin embargo, lo que aprendemos .dc verdad SOI1 1",
fundamentos rara decidir qué hacer, En una crisis nos preguntarnos qUL'(,'IH"
mos que: ganar o perder al actuar o :¡I no actuar. ¿Va usted a sentirse ,knl.1·
siado culpable si no hace nada? ¿Va usted a correr riesgos absurdos si 111'
tcrvicnc?
.l:1ne A. jli¡i:1\'~~ Y sus colegas han realizado un ;lll~lisis de C()S(l·-hclldl\ 111
del porqué ayudarnos El principio subyaccnrc es que, al decidir si se ;lyUI1.I,
rrararnos de: minimizar nuestro coste y elevar :11rnrixirno nuestra recollll't'll'.1
Según este principio, usted ayudará si CSI:í tan rnorivado crnocio na lrucm c '111('
responde de forrnn impulsiva, no pensando siquiera en los costes qtlc le-
producirá: si éstos son bajos (Jisponc.: de t~elllro, no :1rrie:sga 1;1 \'1,1.1) "
si la siruación supone- otros beneficios r;¡r;1 usted (encuentra L]UL' I:J \·id r-
rna es arracñva, quiere hacer algo inrcrcsa nrc o quiere: verse a usteJ mism« el1
.. el rol de héroe) (Pilia vin, Dovidio, Cacrrncr )' C1:1rk, 1981). Con [rc,'II('ll'
cia las ~rson3S se sienten-incómodas cuando no nvudau va n luuicn IlCc'C'"
rado , pero si~ucll SIn hJ.C!;rl~ '~1'~;USJ de que los c()S~CSSOl! d"~l;lsi;lLl(l ,¡JI<'-
p:1ra ellas. , -

.. .,...
-.
FS 1':\ ,\Ill:\[)() \.0:\ OllnS Pf.RSONAS: 1.:\ I:--:FI.U¡:.r-;OA SOCIAL 627

POR QUE AYUDAMOS A OTROS ¿Qué es lo que hace que la genre se


esfuerce en ayudar 3 los demás en distintas situaciones, a menudo cxperirnen-
raudo serias molestias? Se han ofrecido varias explicaciones,

Heredamos la predisposición para ayudar Dado que :llgunos runos


rnuesrran altruismo desde una edad muy temprana, mientras otros no, es
posible que algunos nazcan con una naturaleza m:ís generosa, más solidaria.
Puede que el altruismo esté en los genes. Aunque el altruismo puede C:1US:1r
dario :11 individuo que lo aplica, es beneficioso :1 h hrg;¡ para Ji especie. La
existencia a gr;¡n escala de la conducta prosocial en el reino animal hace
(
pensar en alguna explicación en términos de adaptación biológica y hercdira-
ria o de tipo hereditario.
Los sociobiologos, científicos que estudian la base biológica de la conducta
social de diversos animales (entre los que se incluye la especie humana) ..
señalan muchas actividades nlrruisras entre los anima les. Los chimpancés
adoptan crias huérfanas, p.ijnros pequeños como los petirrojos y I~s tordos
silban para avisar a sus cornpaficros Je que se acerca un halcón (en muchos
C:1S0S, dirigiendo la atención de ésrc hacia ellos mismos) y algunas abejas
mueren defendiendo sus colmenas Je.: los intrusos (\V'ilson, 1978). Muchos
sociohiólogos han lIcpJo :1 b conclusión de.:que existe una cierra programe-
ció n gen(tiC:1 que nos h.icc acruar de modo alrruisra. Sin embargo, b rnayoria
de los psicúlogos sociales se centran m.is en el influjo' de los f:1cron.:s
ambientales y el aprendizaje pura explicar l.i presencia J..: este tipo JI.:
conducta.

Aprendemos a hacerlo En los últimos 20 años gran C;¡nriJ:1J JI.: informes


hall indicado que la genre aprende :l ser sensible y :l ;\yuJ:lr ;¡ los demás. Los
niños rilrruisras suelen tener padres que :l)'UJ:Ul a otros, que esperan que -sus
hijos ayuden a otros y que les dan ~ conocer, sin :1mbiglicJ:1Jl.:s, corno deben .'
comportarse (Musscn y Eisenhi:rg-fkrg, 1<)77). En orras pnlabrns, entre l.is
normas que esos niños aprenden aparecen las de' ayudar ¡t los dcmris.
Marión R. Yarrow (1978) Y sus -colaboradores han estudiado el desarrollo
del altruismo en niños muy pequeños y han descubierto la existencia de
diferencias individuales que se van incrementando :1 partir del año '! medio '!
los 2 arios de edad. HJn descubierto igua lrnenre que la canridad de
Yo mantengo. a pesar de la
evidencia del momento contra
cornporrarnienro de ayuda no carnbia J partir de los 7 arios. Los 2 o 3
esta declaración. que nacemos y primeros arios de vida pueden ser cruciales p::Jr;¡ establecer estas pautas.
crecemos con afecto los unos El grado que un nifio :1ICJnz:1 en [a ayud» a los dcrn.is csr.i en relación con
por los Otros. y que tenemos . la capacidad que tienen sus padres Je ser cálidos y sensibles y de ayudar ::Jsus
genes para eso. Se discute la
hijos, y con 1:1inrcnxidad con que les ayudan a comprender el mensaje de que
existencia de ese afecto porque
el mensaje genético es como
no deben hacer daiio ;¡ los dermis. L:Js madres de los niúos m:1S nlrruisras no
una música lejana y algunos de s~ Iirniran ::J señalar .. jairniro está llor.mdo porque le h::JS fX:g;¡do sino quJ.:
u,

nosotros somos duros de oído. rnucsrran una: gran convicción' y emoción ruando dicen '-:-'1 algunas vcccs : .'"
Las sociedades son ruidosas y grit;¡n- a sus hijos: ..No hagas daño J jairniro» o "Y:1 esrri bien ».
sofocan nuestra propia melodía
y nuestro interés por la armonía.
Duros de oído. vamos a la Ayudar a los demás nos hace sentirnos bien A las personas les gusr;!
guerra. Sordos como una tapia. sentirse virtuosas, Como quiera que muchos de' nosotros hemos IIq:;:lJ(j :1
fabricamos misiles creer que el cornporrarnicnro caritarivo es digno de elogio, obtenemos una
rermonucleares. No obstante. la
recompensa inrrínseca en la opinión sobre nosotros mismos cuando h~m::s
música está ahí, esperando más
oyentes. ayudado a otra persona, La conducta de ayud« puede estar unida :1 Jos
(ThOm;s. 1982. pág 59) estados emocionales: felicidad y tristeza. Cuando estarnos tristes, el ayudar ~
otros nos hace sentirnos mejor y puede hacernos .crc..:r que somos ~n:15

... '. ~
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.....••.

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~•.
-.~" . :;~~)~;.'~
,

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628 r~ICOLOCIA ~OC1AL

\
i
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~ \

DOIt.:1r sangre se ha cornporado


con 1(11 deporte arri(".<¡:_aJo COIIIO el
/l{lrl1caiJi.<mu. A/ /Irill(i/,iu, /.1.<
1,(",.C01J~.' inl'()/llcf¡lrltl! nI "na dc'
cst as oCliuidades est an nerviosas )'
tienen miedo; pero cuanto mas
(rcclIC7z/C71H71/C' la! practican, m:í!
/'OSilil'.<'< {as C7ICI/(71Iroll, hasta que
se cont-irrt cn CT1 •. adictas- a lo
rxprrrcncia (fot(l.~rorj" dr la Cru;
mejores (Bau rnan 11 , Cialdini y Kcnrick , 1981). Esto poelria apoyar e I C(lnsej()
I'.llia :\1I1("(i(all.O: (i·" .I1t.'/ A.
h'n:.í",lc~ 1'J~'J'\r.;llltd(ill (:01111' tradicional :1 las almas desgraciadas que les advertía que se scntirian mejor si
)' A<sIJc.) en lugar de darles vueltas a sus propios problemas hicieran :ll¡!o agradable P( Ir
los demás.
Tarnbicn parece que somos mis capaces de ayudar a los demás cu.uu!«
nos sentimos felices .. Esta es una conclusión a la que llegaron I3:lum:1J1I1 v
colaboradores (1lJ81) )' que confirmaron Roscnha n, Salovcy )' Hargis h
()¡.; 1).
En este estudio, los esrudianres que creían que iban a ser recompensados p{lr
su trabajo con unas vacaciones en Hawaii mostraban mayor predisposición ;¡
ayudar a un amigo que aquellos que imaginaban que su mejor amigo 'era el
queiba a conseguir el viaje de vacaciones. Cuando nos sentimos afortuunclos.
competentes y tenemos éxito, nuestros buenos sentimientos respecto ;1
nosotros mismos suelen estimular lns buenas acciones hacia los dcm.is.

Nos hacemos «adictos» al altruismo ¿Por qué :llgun:ls pcrson.», ".111


s:1ngn: una y OH:l vez en un sistema de donacion de sangre de «rcspons.rl-il:
JJd cornunitaria»? En estos sistemas Jos donantes no son pagados, ni ello" III
sus farnilin s reciben ningún beneficio en reciprocidad ni seguridad de que cll",
la tendrán en el C:lSO de que la necesitaran. Parece que Jos donantes no t icncn
nada que f::1n:1r:11 dar sangre. en tanto que sufren unos costos: J:1n su li("1111'".
se sienten débiles duranrc horas o dí:1S, corren riesgos de efectos l1l;ís "ni"".
Sin embargo, algunas personas se hacen donantes habituales de S;lllgre.
Piliavin )" sus colcgn s comparan b donnción de sangre COIl el S;llt~, nI
paracaídas: al principio los pa rticipaurcs sicnrcn roda clase de Cl11Ot·i(IIH·'
negativas que giran alrededor Jd miedo y h ansiedad pero Cll:11l10 m.i-,. .1
menudo salrnn (o dan sangre}, rn.is positivo» son los scnt imicnms t]lll· rOlIe,111
es;¡ actividad, tanto en el oso de };¡ :lle;rí:l o la sensación de competencia qllr
siente el paracaidista, como el -crilido rubor- por haber ayudado :1 ¡¡lplie:1
necesitado, que cxpcrimcnr.i <.:1 donanrc de S:1ngre (Pilinvin, .. Cllln,' ~
Evans, 1982).
Estos autores cxplica n estos carnlvios de scnr imicnros h:1Ci:l :lcriwclc, 111.\'
positivas mediante la tcorla de 105 procesos opuestos (H. Ho(lnJ:111 \
••• °00;'

1
,...."
,~-'.3
.' "
" ·t,
• 1," ,

E.i'i liN ,I.IUNDO CO;<-: OTRAS rERSONAS: U 1:--:¡;LLiE:-:C!A SOOAL 62'1

Solornon, 1n4; Solomon y Corbir, [()74), Al estado ,inicial de senrimieIHo


negativo se le opone un marco positivo de referencia; los scnrimicnros que se
oponen (positivos) se refuerzan por el uso ~; la experiencia inicialmcnro
aversiva se -rransforrna cvenrualrnenre en una experiencia muy rnorivadorn.
incluso creadora de adicción .. (Piliavin er JI., [lJ82, p:1~, 1.2ll4), :\sí, cuanto
mis ansiosos nos sentimos JI principio, mejor nos sentimos mis rn rdc, A los
donantes de sangre los buenos senrirnienros causados por hacer el bien les
dominan y la tercera o CU:1rrJ donación parece ser el pUIHO .. rn.igrco- en el
que los donantes habituales ,<~e enganchan ..,

( Fomentar d altruismo Para sobrevivir en un mundo peligroso poblado por animales depredado ses :'
tribus hostiles, los hombres primitivos tuvieron que dcsarrollnr UI1:1Spuur:is
de comportamiento basadas en ayudar solamente ;1 los Je su propio grupo :-
reaccionar con sospecha y :1gr'e:sivid3J hacia otros ~rllpos, Sin embargo, hoy
en dia , rJI como h:1 señalndo el psiquiarrn ~' psicobiólogo D:lI'iJ A, Ha rnburu
(llJH3), estas acritudes ya no son JdJpr:1riv:1s,. En l!_!1mundo en d que I()',
extraños suelen depender los linos de los otros, incluso para los fund:1mCIH()S
de la vida misma, ncccsirarnos desarrollar otras formas Lit: relación con
los que nos rodean, rJIHO dentro como fuer a Jt: la (;¡lTliliJ,
¿Có'ino podernos, pues, fomentar e 1 .ilrruisrno? Una respuesta .p.irecc
radicar en la manera en que enseñamos ;1 los Ilirios :1 resolver sus prohlcrn.is
sin recurrir ;1 la violencia, en
c.:I moJ~) en que les hacernos de.:sisrir de b
agresividad desde el comienzo de la vida y les recompensamos por orr.ix
conductas, :' en el conjunto de valores que enseñamos -:1yuJ:1r mejor que
herir, preocuparse por los otros mejor que permanecer indiferentes, cooperar
mejor que competir e igualdad de sexos mejor que t:I dominio del varón y el
rnnchismo-e-. Podríamos. por ejemplo, someter :1 los chicos ":11 mismo
aprendizaje que las niiins han recibido rrndicion.ilrncntc en nuestra sociedad ~'
animarlos a desarrollar cualidades socinlrncnrc posirivns, como la scnsibili-
--u:1d, la cooperación, la cordialidad ~' la rcrnurn , que son la anrircsis del
comportamiento agresivo» (Eron, 1980, prig, 244), ,
Otro pla nrcarnienro es el biológico, Al reconocer que .los seres hurnanos
inhiben su ;:¡g;¡;ividad en muchas ocasiones, algunos investigadores están
tratando de descubrir qué sustancias químicas cerebrales esrrin implicadas en
el proceso de ul inhibición y si pueden producirse sustancias ximilarcs para
ayudar a las personas :1 dominar la agresión anrisocial (Rcdrnond, 1tJíl,1), Orro
planrcarnicnro hace hincapié en la irnporrancia de descubrir soluciones
positivas para resolver los problemas individuales. f:1mibres, cornunit.irios y
de la sociedad. L:1 búsqueda no es f:icil, pero resulta esencial en csra cr.t
nuclear.

.~.
t\ CTITlJ [) ES Usted tiene UIl:1 acritud hncia casi rodas las COS:1So persona» del mundo en hs
,que haya pensado en algún rnorncnro e indudnblcrncnrc habrri expresado
opiniones sobre muchos ternas. Su opinion es su actitud expresada en
palabras. Su :lL'rirlld es su forma de responder :1 alguien o :1 algo. L:1s acritudes
se componen de tres elementos: lo qlle piensa (componcnrc cognitivo), lo '111('
siente (componente emocional) y Sil tendencia ,1 manifcst ar los pcnsarnicnros
y emoci~nes (componente conductual), Por ejemplo, usted tiene probablcrncn-
re una actitud sobre las relaciones exrrarnarr irnoninles :\ nivel cognitivo ..
-.. puede que 'piense que es perjudicial para el rnatrirnonio; crnocionnlrnenrc.
pueJ~qüC'_ üstcd se sienta celoso ante b idea de que: su esposa h:1Y:1 tenido
.•. ":.

__-d
\

630 PSICOLOGIA SOCIAL .\


relaciones sexuales con algún otro y respecto a lo. conducta puede que
continúe siendo rnonóga mo.
Al estudiar las acritudes, sude suceder que los tres elernenros esrcn en
contradicción unos con otros. Por ejemplo, tres distintas encuestas n:Jciol1o.lt:~
de opinión pública, que abarcaban desde 1970 :J 19;7, dernosrraban que en
Norrearnérica del 75 ;¡I 87 por 10(1 de los ciudadanos no aprueban que J;¡,
personas casadas tengan relaciones sexuales fuera del matrimonio (N:Jtiol1:l1
Opinión Research Ccnrer , 1(77). Al mismo tiempo, arras encuestas mostrn.
han que mis o menos la mitad de los varones y de una cuarta p;¡rte a h mi[;¡d
de las mujeres reconocían haber tenido relaciones sexuales cxrraconvug.il.-,
(Hum, 19-4), Parece, pues, que el componente cognitivo de las actirudes Jl'
a I¡;.unas personas frente a las relaciones cxrrncoriyuga lcs difiere de ~1I

componente conducrual.
Se han dedicado muchas investigaciones a estudiar las inrcrrehci(IIIC'
. entre los diferentes elementos de la acrirud, corno un cambio en 1I1W ;¡(~'l'(;1 ;1
los otros y cómo forrnnrnt»; y modificarnos nuestras upinioncs y nucsr«.»,
actos. Conocer los tres niveles difcre.:lHe.:s supone encontrar formas de medir
las actitudes. utilizando cscalns diferentes p:lra los pcnsnrnicnros, los 'l'llli,
rnicnt os ~. los :lC[()S. Es rn.is, este planrcarnicnro tiene irnplicacioncs imp(lr!;\I1,
[es en los esfuerzos para modificar bs acritudes. Si inrcnra mos enrubiar súl(l d
clcrncnrr» cogni[i\"() [r:tr;¡I1ÓO, por ejemplo. de convencer :l :llgllicll dl' 1:1'
r~i'.ont:s que hay 'dc[r:1s de las leyes sobre los dcrccho« humanos. sin tener \"11
cuenta lo fuertes que SO!l las emociones CI1 bs rcl.iciorics inrcr raci.ilc , 11"
Ikg:1rt:mos muy lejos.

:\1cdiJ3 de las act irudcs Lo rnris frecuente es que los científicos sociales midan las acr irudcs lk 1.1
misma forma que lo harínn los invcsrigadorcs de mercado o 1;1 ).!l·llll'
corriente. haciéndoles una serie de preguntas sobre sus creencias, :1 tr:l\'l-~ de
entrevistas O cuestionarios. Veamos dos de las m:1S populares eSC::1hs d("
acrirudcs, la Escala de Likcrr y el Diferencial scrn.inrico.
La h,':lh dL" l.ikcrt (Likcrr, 1~,)2) contiene una lista de afirrnacionc-, (1
acritudes y pide a] individuo que responda en un continuo qUL"va desdc "c,I(l\'
complctnrncnrc dc acuerdo» h:1sra "es[oy complcr nrncnrc ell des;1Cllud,,··. I.,e
presenta una afirrn.ició» o series de :lfirm:lcioncs, tales L"()n10 "lkhni;1 ("'1.'1
prohibido expender bebidas alcohólica» :1 los menores de 21 :11-;llS". Se ~(,]I, JI.1
entonces :!I individuo que: indique hasta qué PUI1[O cstri de ncucrdo () 11".
. ·likell utilizaba un 'r;¡l1f!o de 5 puntos: estar cornplcrnrncnrc de acuerdo. (",[.\1
de acuerdo. no estar ni· de acuerdo ni en desacuerdo, csr ar CI1 dCS:KllUd" \
estar cornplcrnrncnrc en desacuerdo .. El sujcro indio c.:1 número (1 It-lr.1
:ipropi;¡do y :1 od;1 rcspucsr:1 se le d:1 un va lor en pUliroS, de 1 :1 .) (ll I:lllr,,'
.-,;, como incluva ln C'''::11:1;el r:1I1go c.ir.icrcrisuco xuclr ir dL" .) ;·17). L1 c:lli(i,·.I, " ,:1
de h acritud Je uu.i persona l'S h SUI11:1Jc lod;IS ,liS v.ilorncioucx.
El ,!II','~l'lh:i:d 'l·ill";illl iL',1 (()sgood, SlIci ~. Tcnncnb.iurn , 1')-:-.::¡) ~L"n'nl r.t ,'1'
t.:I ,igllific:1JO que UI1;1 p:lhhr:l (l COIKL"j)IO tiene pa r.t 1111indi\'iduo, pitlll'lhl, ,1,
que valore el concepto ("p:1dre .., ..poder llllClc;\r", "lkll1('¡Cr:ll:l'" ("1(..; ell
térrninr», de un conjunto de dimensiones, r.ilcs COIllO jus[()-inju'lll í(,/"dll./; /",:
del it ctn ,]11(' se c"t,í jll::','.!.,.1I/do), fucrrc-dchil r/w1"(('!Jár)l/. de ,'/1 [urr:»: \
Cllicm",irio (/J('I"a!i¡'ilín de .'/1 ni/'el de .Ioi/,jcl.ld).
La ti:1hilid;IJ Jc estos .iuro-inforrucs plnntc.i l)rohkrll;I~, pllfl]UC cl m. •..I"
en que se (orlllLlb UI1:1 prq.:'UlH:l ;¡tL"L't:l ;1 h rL"SpUeSLl d:1,h. F.n UI1.1C11dl,·,:.I
~.
-. reciente d.;') ror 1tl(1 de los :1J11CriC:111(lSdijl'roll ~lllL"l·r ¡'::lS[(I ,kl (,,,1,,,'( ",.
-_ p:lr:1 h r-cndicicnci:1 púhlicn dcbcria rccorr n rsc, I11IClHr:l~ ~úl() l·1 - 1,,,1 : .•
.•. -.,,:
/'" /:,
: \ ;:. EN U:--: .\fU;O-;OO CO~ OTRAS PERSONAS: L-\ fSI'LUF.;-:Ci.; SOCf.\L 6.31
. ¡.'
/ pensaban que "b ayuda a los necesitados- debería recortarse (M:irry, 1982).
Por orro ladc.Tas personas no son' siempre honradas consigo mismas respecto
:1 sus verdaderas acritudes cuando se les deja a solas con los investigadores.
Por roda lo cual norrnalrnenrc es mejor utilizar diferentes mérodos para medir
las actitudes. .
Un rnérodo ingenioso es el del [also polígnlfo. una maquinn de aspecto
irnponenre que los individuos creen CJpJZ de descubrir sus actitudes reales
midiendo sus respuestas fisiológicas (jones y Sig:1ll, 1(81). Los investigadores
han descubierto que cuando se ur iliza este mcrodo muchos cstudia nrcs
universitarios tienen mayores cantidades de prejuicios raci.ilcs )' (en d CJSO dé
los varones) son menos fa vorables hacia los derechos humanos de las mujeres,
( que cuando las mismas cuestiones se les midió con las escalas de acritudes
clásicas (Sigal! y P:1).:e, 1911; Farandu, Karninsky y Giza , 1979).

.Córno formarnos ¿Cómo ha desarrollado sus actitudes hacia las personas Je otros grupos
¡as actitudes? étnicos? ¿H:1Ci:l el valor relativo Jc:I comunismo i/crsus democracia? ¿H:lci:\ b
importancia ---o su CHeIKi;¡- de l.i educación liberal? Estas LOSJS las
aprendió de algun;¡ manera, en ::dgún lugar. Tarnbicn en esro , como en
cualquier erro terna psicológico; compiten diferentes reor ias para explicar b
formación J<: las acritudes.

TEORIAS DEL APRENDIZAJE Según b tcoria Je! aprendizaje, aprende-


mas acritudes del mismo modo en que aprendemos rodo lo demás. Al
aprender la información nueva, aprendernos los senrirnienros, los peusarnicn-
ros y las acciones que esr.in en relación con ella. En la medida en que seamos
recompensados (reforzados) por ellas, c.:1 aprendizaje perdurará. Los especia-
listas en relaciones públicas. los publicisras y el personal de \'<:11[;\S hacen
efectivo este principio cada VéZ que unen la información sobre sus productos
con cualquier evento que produzca una asociación agradable -un:l cornid.r
satisfactoria o UIlJ. película que nos proporciona pensamientos fclices-e-. Estas
teorías del aprendizaje concibenn las personas como seres pnrnanarncntc
pasivos, cuyo aprendizaje ..depende del número y de la fU:.TI.:l los cc
elementos pOSItiVOS y negativos previamente aprendidos- (Frccdrnan ct
;¡,L, 1981). .

TEORIAS DE LA CONSISTENCIA COGNITIVA Supongamos que usted


es un ejecutivo de una emisora de televisión. que apoya orpni,.;:¡cioIles
pacifistas y cree firmemente en la necesidad de que l.is pcrS0I1:1S se lleven hicn.
Se publica un importante informe gubernamcnral indicando que ciertos
programas realizados por su emisora arnpnrnn acritudes :lgresiv:1S que
podrían llevar ;¡I crimen () incluso :1 la guerra. Estos programas son los Lit:
índice mis alro de audiencia y los mis rentables para la emisora: si usted
tuviera que indicar la conveniencia de suprimirlos, estando sq;uro de que
SLTíJ despedido :¡j día siguiente, ¿cómo resolvería este conflicto?
Según las rcor i.is dc h consisrcnci.i cognitiva, !J incoherencia entre Jos
estados de conciencia hace que las personas se sientan incómodas. En
consecuencia, cambian '0 bien sus pensarnicnros o bien sus acciones con tal Je
ser coherentes. Enel ejemplo que se acaba de dar, se podríaconseguir esto
haciendo que una acritud (su deseo de conservar su buen empleo) sea
coherente con la otra acritud (su creencia en que h:1y que favorecer la bucn.i
volunrnd entre las personas). Un camino es cuestionar e! informe señalando
los problemas que hav en el diseño de! estudio o sosteniendo que los
'''.;., ~: .\
\.
.'\

632 PSICOLOCIA SOCIAL

descubrirnienros no iustifican las conclusiones. Otro camino sería hacer


cambios mínimos -y probablemente insignificanres+- del programa que no
pongan en peligro su trabajo. Cualquiera- de las maneras permite que usted
pueda seguir pensando que es uno persono responsabilizada con el bien
común y :11 mismo tiempo conservar su empleo.

Teoría de la disonancia cognitiva: uvas verdes y limones dulces To-


dos conocemos la fábula de Esopo sobre la zorra que al no poder alcanzar b~
uvas decidió que no las quería porque estaban verdes. También tenernos la
historia de un mono' 01 que le encantaba lo fruta)' que no podía conseguir
m:í.s que limones, por lo que decidió que eran los limones más dulces que
i
r
habia probo do. Según b teoría de lo disonancia cognitivo, estas opiniom-, \
; ..:
hubieran sido mantenidas m:í.s firmemente si tanto la zorra como el mono
hubieran podido elegir libremente su alimento -si los UV:JS hubieran est;¡Jo
._'r, :11alcance pero lo zorra no hubiera querido hacer e 1 esfuerzo de cogerlos, o ~i
•... e:
\. .•_ °v ....:.....
el mono hubiera t:legido los limones en lugar de alguna erra frut:J-. LI
tendencia natural de los seres humanos a incrementar el valor de lo que i.:llu\
han elegido, sea lo que sea, y :J minimizar lo que no han elegido, esr.i en i:J
base de esta influyente rcor ía de lo disonancia cognrva propuesta por LL'UII

restinger (1 %2).'
(."CJlI.,,:C'clInrcias adiciuu.tl:« de Fcsringcr sostiene que siempre qut: tenernos dos ideas, :1crirudes II
1(11:1 import antc ¡(1It/¡, dc' opiniones que se contradicen, estarnos en un estado de di'()11:111l'i:1 cO¡":llilil';1 (,
tf(·áÚ(~l1.
dcxacucrdo. Esto hace que nos sintamos incómodos psicológic:lmentt: )' por
eso hemos de hacer a lgo p:lr:¡ disminuir esta discordancia. Esta es incviml-h
siempre que liemos de clcg ir. Como POC:lS nlrcrnarivas son pcrfccrns, Sl':l 1"
que seo lo qut: elijamos, tendrá algunos aspectos negativos, y lo <.jUL' 111'
clcgjrnos tiene algunos positivos, Si pensarnos en estos aspectos, cxpcrirncru.i-
remos un desagradable nivel d¿ disonancia.
Nos preguntaremos si h~rhos elegido correctamente -si alguna 01 r.t
universidad nos hubiera dado una mejor cducación.; si algún Otro coche
hubiera durado más, si hubiera sido más sarisfacrorio vivir con otra csposn-e-,
y trataremos de reducir ln disonancia convenciéndonos a nosotros mismos de
qllt:, la alrcrnativa escogida es el: 'rcnlidad b_~11:1S deseable y que h t~' 11('
c1t:¡;lmos es lo menos deseable (Fcsringcr, llJ."lI). ' .
Otras situaciones que pueden producir disonancia cogniriva SO!1 :1qlll'II.(\
en bs que hacernos :-t1go contrario a nucsrras creencias rn.is firmes sohre 1"
que es correcto' y apropiado, cuando sostenernos una opinión que p;lrl'll'
desafiar los reglas de la lógica, cuando ocurre algo que contradice nucxt r.i
experiencia pasada o cuando hacemos :lIgo que no va cOl2 nuestra ide;¡ s()hre
quiénes somos y para qué estarnos (Festingt:r, 1057).
Un cxpcrirncnro clásico que dcrnosrrahn este efecto fue dirigido 1',,[
Fcxr ingcr )' Cnr lsrnith (1')59), Pidieron a t:studi:1nri;S universitarios 'Illl'
realizaran una actividad aburrida y cansada durante una hora, y de.:SpUL'~ It-\
pidieron que se la COIHar:1n al individuo siguicnrc haciendo que b t:xpcrielk('1
pareciera divertida. A rodos los estudiantes se les pagó por su p:lrricip:1c'i"l1.
pero b mirad recibió un dólar y la otra mirad 2(l,Jóbrcs, Los primeros ~lIjl'I("
fueron cnrrcvisrados después p;¡ra descubrir lo que pensaban realmente .lcl
cxperirncnro, Curiosamente, aquellos que h;¡~í:1n recibido rrris dinero 111()~lr.1'
ron una mayor inclinación a decir que el tralvijocra tan ;¡hllrrido corno ],,\'.H
platos. mientras que los que sólo obtuvieron UIl dólar estaban m:1S displlorCl'
;¡ dar una opinión favorable de.: la labor rc:¡,4:z.:1d;¡ durante esr:1 _in!l:rll1ill.l"lc
hora _
--
J
.. --:ci


..
, ",
.~
/ "1
EN U;'\; ,'vIU:--:DOCO~ OTR,\S PERSO~.-\S: L\ l:--:FLUE:-:CI,\SOCL\L 633
-/ ' "
('
1,'
¿Por qué fue así? Porque los individuos que ganaron 20 dólares podi.m
decirse a sí mismos f:ícilmcnre que habían mentido a los otros sujeros, dado'
que les habían pagado mucho dinero por hacerlo, mientras que los otros no
podían dar con una buena razón para desvirtuar la situación. Para librarse de
su incómodo sentimiento de disonancia se limitaron a cambiar de opinión ~.
decidieron que: su trabajo no había sido tan aburrido de:spll~s de todo.
Cambiaron sus acritudes para justificar su conducta.
L::J.lección práctica que podemos sacar de esto es que si queremos cambiar
la acritud y el comporrarnienro futuro de alguien, es mejor que demos
recompensas modestas en lugar de importantes. Si, por ejemplo, usted quien:
animar J alguien p;:¡ra que pierda peso, déle 2 dólares por cada kilo .quc
( pierda, no 50 dólares. Así estará más motivado para seguir comiendo menos ~'
no podrá decirse ::J.sí mismo 'que lo hizo sólo por dinero, Como rodas l.is
De a;'<7do con el análisis recrias sobre la influencia, ~St;1 ha provocado muchos análisis y su correspon-
.uributiuo de la formación )'
cambio de actitudes, las personas diente ración de acalorada controversia.
(onIL7TlpltJn sus compnrtamirntos \'
,1.riIJl(\'(71lo 'lile Si(71/1'71,1 lo 'lile: Modificaciones de la teoría de la disonancia La teoría de: la disonancia
hdC(71.· En cstu l'SCt.7111 dl.' UIl

violinisra en el t~i;¡Jl) Cotd« decul« puede. modificarse de vnrias maneras. No podernos ignorar cl hecho dt: qut:
<file debe amar a Tcirye porqn« b, todos somos muy diferentes unos dt: otros: usrcd puede ser capaz de: tolerar 1:\
{l{'rmanecido (Ol! a durante
disonancia mejor que yo y no dejarse impresionar sin sentir que necesita
1'L·in/icillco difíciles años, (D" la
realizucio» de U"iled Artists', Un reducirla, o puede enfrentarse a ella de otra manera, En lugar de degrad:lr ;1
viulinis[;J en el rej.ulo. C()p'yri,~ht las UV:1S, la zorra' podía haber nurncnrado su aurocsrirnn ensalzando algún
1971 Miriseh Productions, lnc . v
Cartier Productions, lnc.} .
Otro aspecto de: la situación, quizás el valor del ejercicio qut: dcbia realizar al
tratar de: alcanzarlas. Es mis, lo que es disonante para mí puede ser
consistente pura usted.
Además, algunas veces es úril que surja información disonante. Si no
pudiéramos tolerar parte de ella, disrorsionariarnos la realidad en muchas
áreas y no adrniririumos nUIKa nuestros .crrorcs, Admitir los errores crc.i
eft:ctivame&rt: disonancia pero es la única manera de aprovecharnos de dios r '
aprender para el futuro. Si, por ejemplo, yo me digo que e] coche que compre
es el mejor del mercado, aun en_~l cJ.so de que: no esté conforme con su
funcionamiento, puede que sea C;:¡P::J.Zde mantener un punto de vista
conforme conmigo mismo como "comprador inteligente, pero no seré capaz de
cambiarlo por otro vehículo que cubra mejor. mis necesidades y quedaré
arrapado por un producto inferior. ' .a

Análisis atributivo de Bem En la comedia musical UIl violinista en el te-


jada, cuando el lechero T evyc le dice a su esposa GolJe qut: su hija se ha'
enamorado, él le pregunta: "Golde, ¿me arnas?» Dcspucs de una cierta evasiva
ella canta «;re amo? Durante veinticinco años he vivido con ~I, luchado con
él, pasado hambre con él. Durante veinticinco años mi cama es la supo Si eso
no es amor, ¿qué cs? .. Tcvye pregunta, "¿:1sÍ que me. arrias? .., y Golde
responde, «supongo que sí» (Sreir~,Bock y Harnick , 1964).
Este intercambio ilustra melódica mente el .in.ilisi« arr ibutivo de Bem
(1967, 1970) sobre la formación y el cambio de actitudes, ra mbién llamado
t<.:()ri;¡Jc h auropcrccpción: Bem no está de acuerdo con los principios de la
teoría de disonancia cognitiva de Fesringer , basados en un proceso interno
que primero provoca disonancia y luego I::J.reduce. Bem piensa que las
personas forman sus acritudes de forma mucho más simple. Conrernplnn sus
comportamientos y luegoarribuyen lo que hacen al cómo se sienten. Si GoIJe.:
.. rro arriaba ::J.Tcvye, ¿por qué habría estado pegada ::J.¿I ::J.través de estos años
difíciles? Si usted se sorw:,ende ::J.sí mismo vistiéndose con un cuidado especial

__ <1 .
..::'..
\
" -:

__

634 PSICOLOGIA SOCIAL

para lo que había pensado que iba a ser una velada aburrida, usted pue-
de preguntarse: •.Esta fiesta y estas personas deben significar para mí más de
lo que yo había creido.» En otras palabras, para comprender lo que son nues-
tras propias actitudes nos fijarnos en las mismas pautas externas a las que
recurrimos cuando intentamos decidir lo que los otros piensan y sienten.'
Este punto salió a la luz en un famoso experimento dirigido por Sranlev
Schachrer y jerornc Singcr (1962), en cl cual a los individuos se les inyectaba
un f:írmaco que [es hacía sudar, aceleraba su ritmo cardíaco y cambiaba su
ritmo respiratorio, igual que lo hacen las emociones fuertes. Sin embargo, los
r individuos no sabían que la inyección causara esos efectos, A algunos se Ic.:s
situó en una habitación con un cómplice (supuestamente orro individuo.
parricipanre) que estaba muy enfadado, y :1 otros con uno que se mostraba
muy feliz. Después, quienes habían estado con la persona enfadada Se
describían a sí mismos como enfadados y quienes permanecieron Con b
persona feliz decían que dios mismos SL' SL'lHíJn felices. Estas pcrson:»,
estaban calificando su propio humor sobre h hase t:1I1[O de {Jau/as internas (I()
que sus cuerpos les estaban diciendo) como ex/enzas (cómo actuaba la orr.i
persona).
En otras dos condiciones, t;:¡IHO individuos inyectados con un placebo quv
no causaba cambios fisiológ icos, como sujetos inyectados con el fármjco ~.
que sabian cuáles serian sus efectos, se describieron a sí mismos como no
emocionados después de la sesión con L'I cómplice. El grupo placebo no tení:1
indicios internos, micnrras que los que conocían <.:1efecto del fá rrnaco, :11
tener una explicación, no necesitaban recurrir a los indicios externos. D:1d()
que parece que son necesarios dos cornponcnrcs para qu<.: los individur»,
identifiquen sus emociones (la activación fisiológica y la apreciación cogniriv»
dc esa activación), esta teoría se conoce como la teoría de los -dos (actores de
la emoción. Esta investigación sugiere que cuando nuestro estado interno cs
ambiguo, tendemos a buscar indicios externos que nos den a conocer qué
emoción estamos experimentando. Buscarnos, mis JlIi de nuestra conducrn ,
elementos del ambiente que puedan explicar nuestro cornportamicnro.
Este principio tiene tambión muchas aplicaciones prácticas. BL'm (1 <)/(1)
mantiene que personas acusadas de asesinato pueden llegar :l creer en Sil
propia culpahilidad después de haber sido persuadidas (aunque no for/~1J:1S) :)
realiza r confesiones falsas. Después JL' rojo, si un sospechoso d ice :lIgo el)
una situación en h que es a parcntcrncnrc lihre para decir lo que quiera.
probablemente SC:1cierro lo que dice. Tiene rarnhicn implicación en el valor
de participar en piquetes, sentadas y otras manifestaciones de protesta. Si h~
acritudes siguen a la conducta, cuanto mis h:1g:l una persona en bvor de una
sirunción particular, S<':J la conservación dL'1 ambiente, sea la fucrzn de 1.1
unión, rn.is finnemenrc creerá en eS:1 C:lUS:l.
Aunque esta teoría resulta inrrignnre, sus dcscubrirnicnros roJ:1\'Í:1 no 11:\11
sido replicados por otros investigadores. Otros informes indican que I(I~
individuos activados con adrenalina presentan nor111:1I111CIHC emocione,
desagradables, sin que importe si el contexto social es positivo o no (Hognu ~.
Sch roedcr, 1<)81 l.

:C:('II11(1 11()~ convencen Vaya cforldl: vaya, siempre h:ly alguien que inrcnrarri convencerle de que hn de
;':1r:l cambiar hacer o creer :lIgo. Los :111Ul1Cios de los periódicos, b radio ~. 1:1 rclcvixión k
illll'qr:l~ :1(¡i¡tltk<, incitan a comprar productos ~- a votar candidatos. Los lideres rcligio~()~
11: exhortan a actuar de una m:111Cr:1 conveniente ;¡ los dictados de ,II~
COllf?_rt¡!:1CIOnes. Grupos concreros le incirn n :1 luchar por el derecho :1 Ik\'.H

-
&'>5

arrnas O a restringir su posesión; por el dl.!rech(~ -:tI abono o por su 1 1


' ,'" , ota
supresión, a apoyar la enmienda a la ley de igu:-ddJd de derechos o JerrO¡.l l'
\'1:H:srros, amigos y parientes rraran de convencerle de I;¡ S;¡nidurí.; '~',
moralidad de algunas formas de acruur 'j de la locura ~' maldad de ()(rl~
~Qué es lo que hace que algunos de estos inrcnros Je persuasión S<:Jn rn.iv
efectivos que orros? Los factores básicos que by que considerar Son la fucn¡c
del mensaje, su naturaleza y las caracrerísricas de la audiencia. LI Jiseusiún
que sigue está b3S;¡d3 en el preclaro 3n:ílisis que hizo de estos elementos F..lli()[
Aronson (1')81)), "

(
¿DE DONDE PROCEDE EL MENSAJEI Tenernos una gr:¡n pro¡x:n$i¡)n ,1
dejarnos influir por las personas expertas en el rema sobre el que ~ C"7¡;i
hablando, por aquellos que han demostrado ser Jignos JI.! confianza, los que
esr.in discutiendo un pumo de vista con el que ellos pcrsonalrncnre 110¡iencll
n:llb que g:I!l:1f. los que no csr.in rr.ir.mdo Jt: que nos pong:lmos de su p.rrrc \'
los que se parecen a nosotros. Por ejemplo, los csrudianrcs , de rJ:¿J n c¡.,:ru
JeI pcníilrimo ario de la escuela superior estaban rn.is dispuestos J limpiar\<:
mis a menudo 105 dientes. después J<.: h:toe.:r oído un mensaje sobre 105 cuid.i-
Jos dentales adecuados, cuando éste <.:r:1emitido por un dentista negro que
si lo era- por un denrisra bl.mco (Dcrnbroski, I.asarer y Ramircz, 1')78), Sin
embargo, de acuerdo con el .•efecto de !:Hencia .., una fuente Jc: gran ere-
dibilidad tiene mayor unp.icto in mcdiutarncnrc después de transmitir el
mensaje y su mayor nivel Je creJihiliJ:ld se disipa despucs de cuatro Sel11:\I1:I\,
Esto se ddx:, probablemente, :l que: muchas persolus olvidan :1 quién yen qué
lug:lr oyeron por vez primera el mensaje (Kclrnan y Hovland, 1')53),
En :lSU!l[OS triviales las consideraciones precedentes no tienen much..
irnporra ncia, como es el oso de que nos gusrt: una p<.:rSOIU, nos identifique-
1110Scon ella (J la encontremos arracriva. Por ejemplo, b hcllcz., de 1I11;imujer
ejerce un gran impacto sobre 1:1'(;piniól1 de una audiencia, incluso en ¡ein;l~
sin relación alguna con la belleza (Milis y Aronson, 1%5), ¡No es de ex-
trariar , pues, que aparezcan jóvenes arracrivas conrcmplandonos desde
tantas carteleras, anuncios de revistas y pantallas de: televisión. -

¿COMO SE EXPRESA EL MENSAJEI Los mensajes pueden apelar :1


nuestro raciocinio o a nuestras emociones; pueden presentarse a mbo-
aspectos de una pregunta o uno solo; pueden diferir también en ()(ros
sentidos. ¿Qu~ es lo que hace que un planrca rnicnro sea mejor en algllll,l~
ocasiones, pero no en otras? A veces es la nnruralcza del rema que se discute.
otras es l.i inteligencia o nuroesrirna de J:¡ audiencia. 'AIgul1JS veces, qllé
mensaje oímos en primer o último lugar.
L:1s ilarnadns :1 nuestras emociones parecen ser más efectivas que I.\S
llarn.idas J nuestro sentido Je la lúgiC:1, Muchas C:1mr;¡i1:IS persuasivas '>C
basan en el miedo: ~Qué le pasar.i :11mundo si usted no vota :¡ este candidato?
'¿Qué le pasara si conduce después de: beber? ¿Qué le ocurrirá 3 su farnilin si
no contrata un seguro de vida? En general, los mensajes que inducen nivc:les
moderados de: temor tienen más probabilidad de cambiar nuestra :1erimd, Si
un mensaje resulta demasiado arcrnorizador, ":lp:lpnHis el interruptor- p:lr,1
librarnos de la incomodidad pero si no nos asusta lo suficiente. no con~t1ir.i
nuestra nrcncion.
El temor ha inducido :1 muchos esrudiunrcs :1 dejar Je: fumar, :1 h;¡cc:r.c
f:1Jiogr:1fí:1s del pecho y a vacunarse cid rér.inos (Lcvcnthal. 1<)'70), LIs
'_ ,
carnparias rn.is cfecrivns han cornhin.ido el mensaje que despierta el rernor con

, .•.

..
.'";..~.--.;.:.,,:
.\
" \

636 rslC:OI.()(;IA SOCIAL


J
específicas sobre lo que by que hacer; cualquiera
instrucciones
elementos en solitar io es menos efectivo para modificar la conducta.
de estos
Cuanto
I
más alta es la opinión que usted tiene de sí mismo, más probabilidades tiene I
de responder a una carripañn que despierta miedo, posiblemente porque
confía en su habilidad para responder :J. la amenaza, o porque no reme :J.I
miedo, pero está motivado por ¿I y probablemente porque cuanto mis piensa
usted en sí mismo, más ganas le entran de cuidarse.
Los rncnsajcs de dos C:H3S, aquellos que incluyen los dos aspectos de un
argurncnro y refutan un punto de visrn , son más efectivos con alldienci:1\
r inrcligcnrcs que 31 menos están :\1 ranro de los puntos de vista opuestos, v
también con audiencias que están va inclinadas en la dirección opuesta. Po'r
eso, si alguien ya csrá inclinado hacia su posición, no le confunda prcscnr.in.
dolc argumentos defendidos por la erra p:1rtc, pero si 3 usted le parece que
est:1 en territorio hostil, haria bien presentando los :u¡;umcntos con los que 1111
c'st:1 de acuerdo ~' demostrar por qu~ están cqu ivocados (Hovland, LUll1sd:lill
y Shdficld, 1()4<J).

¿OUIEN ESTA ESCUCHANDO EL MENSAJE? ¿QLl~ C:1r:H:rcrIStlC:JS d\'


b audiencia le hacen rn.is receptivo :JI mensaje? Por un lado, la pU,';1
autocsr imn: bs personas que no tienen una o.pini(·)J1 elevada Je sí rnisrn:is SUII
m.is f.icilrncn«: influenciables. Por otro, .un adecuado estado (k relajación )' h
hncn.. alirncnrnción. L1n:1 de !;¡s razoncs por las que ra nros politices COl1rí:lll
en UI\:1 reunión in forJ11:JI en una C:1S:1particular para presentar su progr:ll1l:1 l',
que hs personas Jespu~s de comer )' bchcr son m:1S receptivas (.J:1nis, K:I)'l' ~
Kirschncr, 1<)(1.); Dabl», y j.mis, 1%5), Otra r:1t,Ón es, por supuesto, qur 1.1
genrc es mri s f.icilmcnrc innucnci:Jhle cuando un a rnigo o vecino que Ie~ l':ll'
sirnpririco ~. :J quien respetan ofrece su C1S:J p:lr:l apovar al C:1l1did:HO,
Es m.is, los O)'CIHCS necesitan sentir que son los que controlan sus propi.r-,
- opiniones. Si UStcJ les adviene: •.VO)' :l trarar de convencerles del valor de 1111
punto dt: vista .., automriricarncnrc suben la gll:JrJi:J y son menos f:1ciks dl'
persuadir (Frccdrna n y Scnrs, 1(85). Los cxpcr irncnr.idorcs que han. 1I~:1l1"
fr:tses CO!11O:-Usrcd no tiene !11:1Sopción que csra-, tienen !11:1Sproh:lhilid:l1k,
lk :lp:lrr:H a los oycl1[~s.su pUIHO de visrn que de pcrsuadirlos (\\f(lrl-!H,I v
Bn:hm, 1(!in), Usted puede h.ibcr descubierto con su propia cxpcr icnci» <JIII'
cua nclo los p:IJres rrnrnn [irrncmcnrc de cambiar lns acrirudcs tk SIIS 1111'"
:ll]o!csCel1[cs y rnavorcs, los hijos suelen sentir que su libcrr.u] csr.i ;1111l·ll:l/.1<1.1
y se mantienen :JLII1m:1S en sus trece, 0(: esta 111:111cr:J,'un:J oposici('lI1 P;ll('111.I
l11uy firme puede producir el .. efecto Romeo y .Julier:J", 11c\':111dCl :1 1111.\
persona joven :1 los hrazos de su novio o novia , al cornprorniso polílic(l (1 .tI
modo de \'iJ:l con el que los l':lLlres csr.in 111:1Sen COlHr:1 (Dr iscoll, 1):11"1' I
l.ipcrv., 1~r2),
P:Jr:1 fin:llii'~H. un.i :tlltlicnLÍ:1 comprornct id» camhi:l su nct iru.l l(\11 11\.I\
(:1(ilitbd, Rcparr ir papeles en l-laneo ~' pedir ;1 los miembros de 1111:1:1111Ii('11< l.'
que cscr ibnn :J sus re["rCSCIH:lIlIO en el COl1grL'so jll:--ro :111íy en l'~C 11\(\111('111"
e~, probable que provoque dos CO:-:JS:que le :1Sl'~urL' rn.is cOrrl'Sl'(\l1dcl1l'i,l <jlll'
!'i les su)!iricr:l que lo c:-nihicr:Jll cuando IIq!:lr:lll :1 Cl~:1 y que (orukll'.1I1 \11'
actitudes sobre el tcru.i .
._ L:1 irnporrnncin del compromiso pcrxonn] ~l' puso de 111:1l1i(iL",to ('11 ll:1
.•. estudio en el que :J 1-1 mujeres j(')\'CI1CS que fUI11:1h:J11 Sl' k~ pidi,', <jlll'
rcprcscnr.ir.m el p.ipcl de UI1:1perS0I1:1 ((\11 c.inccr dc PUII11(')ll U.111i:-.y .\ 1.1:\1:,
~.
j()(,:)), Vieron
- fí:¡", h:lhhrol1
L!,,-I LOf'_"r:1 L'tlll .. su 11l¿·cli.:o· ... (il1;.:.il'rlll1 (":,,,
c-pcr.mdo scr-:::-opcr:1d:1s v :1S1 succsi \':1mcurc. 1..1:--.d(\C'L' flll11,hl"r,l' .;:"
J
/
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,/0,
~...I.
FS UN Ml f:\f)O CON OTRAS PERSONAS: U 1~;FLlIE:-';CI.~S()(I.\L 637

constituían el grupo de control, escuchaban grabaciones de las sesiones de la


representación, pero no tornaban parte en ellas: L:lS, que escenificaron b
situación generaron una acritud mis intensa en contra del uso del tabaco.
Quedaron mis convencidas de que fumar es dañino y conduce :.JI c.inccr de
pulmón, )' se manifestaron mis interesadas <:11dejar' de fumar. Dieciocho
meses mis tarde ambos grupos fumaban menos pero las que habían realizado
la representación fumaban menos que las que estaban en el grupo de conrrol
(.\1:1nn y janis, 1%8).

.Cu.il es L1 relación Un refrán popular en el mundo de los negocios pone de manifiesto b


entre actitudes dificultad de utilizar las acritudes expresadas por la ¡;enre para predecir lo 'que
( v cornportumicnro? harán, Hace algunos arios un irnportanrísirno Llbric:¡nrc de automóviles
patrocinó una encuesta pura preguntar a los clientes cómo les gusrarín que
fuera su coche. Por un:'! rnavoría abrumadora, los encuestados dijeron que
querían un coche sencillo de linea, con un mínimo de aspecto externo. y un
máximo de caracrer isricas de seguridad. El fabricanre produjo eSe: coche y fue
un dcsastr« financiero, apenas lo compró nadie, así que <.:1 f::¡hric¡n¡c::
patrocinó otra encuesta, Esta vez los il1\'t:srig;¡Jorcs preguntaban :1 los

clientes: ,,¿Qu¿ k gusr:l :1 Su vecino de Ul1 coche? .., ..Oh, :.Jl'I .. , dccia la ):.:l'IH"::
..A ¿I le gusrari« algo con muchos cromados, ljlJ(: rcng:1 un arranque r.ipido.
que seacapaz Je alcanzar alrns velocidades e.:11 auropisrn.. El far.riolHe hizo
este coche e hizo una fortuna.
L:J investigación ha dernosrrado, por ejemplo, que la acritud general de !;¡,
personas hacia ln religión 110 nos dice si van :J. ir o no a 1::1 iglesi:1 el Jomil1¡.!o
próximo. Eso depende rnrnbien de si llueve, de si se despiertan COI1resaca, de
si les gusta el párroco y de si hay alguna orra cosa que les apetezca rn.is hacer.
0:0 OhSt:lIUC:, sus actitudes rt:!i¡!ios:1s de hecho predicen su conducrn reiigios;l
;¡ nivel global}' a largo plazo (hshheil1 )' Ajzcn] !')74; Kahlc y Ecrm.m. !')7'J),
Sin embargo, hay casos en los que saber ¡lo que la gelHe piensa puede'
ayudar a predecir sus acciones dos semanas, Jos meses e incluso Jos :úios
después (Kahle, 1983; Kahlc y Berrnann, 1979);
L:J. predicción tiende J ser muy CX::1CLa en l.is condiciones siguicnrcs:

Cuando se minimizan otras influencias sobre nuestro comportamiento,


nuestra preocupación por lo que piensen los dcrn.is, por ejemplo .
.2 Cuando la actitud medida se' corresponde íntimamente CO/l la situacio-i
considerada. Es m.is f:1cil predecir el cornporr.irnicnro de UIl hombre h:1Ci;¡
uno compañero de rrabajo en COI1<:rl:[O, si sabernos qué siente hacia cll.i,
que si sabernos solamente lo que siente respecto :l la igU:lkbJ de derechos
(Srcincr. 1979). '
-; Cuando somos conscientes de nuestras octitudcs al actuar, bien porque se
n~)s pida que I;¡s recordemos (solicir:1I1Jol1os lJUC pensemos continu.irncnre
en ellas, como en uricxpcrimerrro dc Snydcr y SW;¡I1I.l; !<rCl, () mir~tl1d():1
un espejo como en los expcr irncnros de Dicner y Wal!hom, 1<)76, Y Carver
y Schcicr , 1')81), o bien porque la adquirjrnos de UI1:.Jforma especialmente
poderosa, ral como la experiencia personal, o porque somos pe~SOI1:.lS
-inrroverridas- que: esr.in rn.is de acuerdo en ju7.g:1r una situación a partir
de los propios principios que en ajustar éstos y nuestra conducta :1. la
situación (.\1. Snydcr. 1982; Snydcr ~. Carnpbell. 1(82), " ,

Este punto hn quedado también suficicntcrncnre dcrnosrr.ido en b


invcsngaoon psicológica. Una rcvision de varias docen:l$ m: estudios sobre

... "'':'

'----,...-'
_._-.
_..~_.--...-..,--~-=
•.....
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• I>~~

-
·t~·~~1..
~:~·
-\

638 1~ICOI.CX;IA SOCIAL

actitudes y conducta llegó a la conclusión de que lo que la ~enre dice sobre sus
Predecir la conducta de las actitudes. sólo nos permite predecir con menos de un 10 por 100 de acierto lo
personas es como predecir el
que realmente hace (\,\;icker, 1969), ¿Por qué es esto a si? Una de bs
oolpe de un jugador de béisbol,
El resultado de un golpe
principales razones es que frecucnrcrncnrc no sabernos cuáles son nuestras
concreto con el bate es actitudes respecto a un terna dcrerminado hasta que nos vernos forzados a
prácticamente imposible de tomar la iniciativa, (Como dccia e.:lcolumnista de.: un periódico durante UI1:!
predecir porque está aíectado huelga en la que éste no se irnpri mia: ,,¿Cómo puedo saber lo que pienso si no
no sólo por lo que el bateador
escribo nada sobre c:1I0?')' Según la teoría de 1:1 nuropcrccpción de Bcrn, ;¡
hace, sino también por lo que
haga la persona que lanza la menudo no sabernos lo que pensamos hasta que nos vernos actuando. Un:¡
cerote. '( por tactores de azar csrudianrc puede creer que está en contra de copiar como un principio rnornl
que no 'pueden medirse, fundJmcnr:tl, pero si se encuentra en una situación en la que cree que copia¡
Midiendo rnuctias veces a los
en UI1 cxn rncn supondr i el aprobar o suspender UI1:1:tsign:trur:t crucial y cree
juoadores, neutralizamos, en
pa~le, estos factores, Así,
que: 110 la descubrir.in, puede muy bien suceder que copie (\Vicker, 1 ')(,1)),
conociendo a los jugadores, Es rn.is. en Jlgunos usos p:1reCL:que nucsrr.t COI1Juct:t dcrcrrninn nucxt r.i-,
podemos Piedecir sus niveles acritudes. Los escolares que.: ensenan o hacen cumplir un C(')Ji¡;o mor.il a (1If(J\
medios de eticacia. niños acaban e.:11os mismos siguil:11Jolo mejor (Park c, 1(Ji4); personas que ~(lll
[llIiyers, 1983, péÍg: 40 )
inducidas a rcsrificar :tlgo dc lo que no csrrin realmente seguros :tClh;111
creyéndolo (K 1:1:1S, 1<)70); !' soldados que actúan con hruI:tliJ;lJ contra uu.t
población cI1e1l1ip acaban odi.indol« v del1igr;íl1dol:t,
El terna crucia l CI1 h relación entre acritudes ~' comporrnmicnro L'S ljlll'
tauro lo que liaccnios como lo que decimos q/le CT('('1/7(JS csrán sujer()s :t ot r.rs
innucl1ci:ts, TCl1cl11oS ciertos nrqucripos iJe:tli¡,:1Jos del tipo de pcrSO!1:IS ljlll'
querernos ser ~' I:ts acrirudcs que expresarnos frccucntcmcnrc se :tdapt:111 :1
ellos. incluso cuando 110 actuamos de I:t manera en que creemos qu,:
dcbcrin rnos hacerlo. lgun lrncnrc, tenernos cierra i111:t¡_:el1dc 110Sorrus m i~lllCl'
q uc q ucrcrnos prcscn u r a los Jel11:ís y :t ll1CllUJO deci 111os lo que crccnu lS lj IIC
Ios otros quierenicrcn oir v~' nc.il
aC:l1:t1110S crcycn, O o Io nosotros '
I11lsn1US. I

PRE.lUIClOS Una pareja negra, de carrera ambos, acuden a ver un aparrnrncmo v


simplemente les responden: "Lo sentirnos, csr.i ya alquilado .. , :t pesar Je qlll':1
una p:1rcj:1 de blancos, que llegó dcspuós, se le CI1Sl'I;(')el aparrn rncnro. ,\ lIl!.1
mujer que husC:th:t empico de secretaria le: pregunl('J el director dc pLT~llll.d:
..¿S:the usted escribir :t n1~qllil1:t? .., y se Ic ofreci(') el empico de seL'ret;lr 1.1.
rnicnrr.is que :t 1111hornhr« COI1 h misma formnció» !' l.i rnis mn cx pcriruci.i ,('
le envio a l dcparm monrr, de ventas, A un hombre de 7-:' aljos eO!1 IJII l'(1I111111
perfecto sobre sus faculradcs no se le consulta sobre 1:1 dccixión OC ~LT o IICl
operado; cu carnhio , el médico consulta I:t siruación de este hombre C()11,11
hija de mediana cJ:td, Existen prejuicios conrrn I:t genre de j1r:ícriL:1I1It'IIIt'
{()Jo~ los grupos r:1Ci:tlcs y crnicos iracisrnc), ant iscnntisnui , crc.). COlll r.i 1",
¡'i('j()s. l'Olltr:t hs mujeres (sexismo}, person,lS COI1 impcdirncnros (í,il'O" 1",
pohre~ ~' las pcrsol1:ts que defienden m()dos de \'ilh i111j10pllh res.
El l'rl'il!ll'il' ex una ncrirud I1c¡_::tti,'a que se rnn nt icnc h,lCi:1 1:" l'n''':I.1~
siml'lcnll'IHc por su pcrtcncncin :t :tlgl'lI1 grup(), xin cOIHKerlas j1crs()lull1H'II:I',
Los LO,: lT"I'¡ i1'1" ~()n creencias excesiva ll1eIHC si mpli (iC.ltlaS sohre l.is C:I(.1, 1('
rístio, de lo" micmhrox de Ul1 grupo, sin c()ncesi(íl1 ;1 la, di(n,'lh 1.1'
individuak»; Tamo si los csrcrcor ipos ,()n poxir ivos C(lmo nc¡_:ali\'(l" l'rt",'111
JCl1 Jcl pcnx.uuicnt o 1t'1¡::icCly el juicio r:tci(1I1:11 ~' le quitan :11 il1Lli\'i,III" el
derecho Jc ser jlll.f!,ldo por si rnixmo.
,\jicntr:ts que el prL'juici(l cs IIl1a act irud que ;lh;1[c:t ra nt o I'CI1,;II11It'I1I'"
C0!110 sentimientos. la ,!t,,':'1111111.1L'i'''':Jes UI1 C(ll11l'0r[:ln1ICIl[(l diric:icl" Il.l_,:.
una ¡x:r~ona respecto a IJ que ~e manncnc un prelulclo

--
FS l'N .\-H;"í)0 eo" ()'ilUS rF.RSO~AS:LA I"FLUE"'C1.~ SOCIAL 639
r ,

;Cómo desarrollamos Las tres recrías principales para e;.;plicar el prejuicio lo presentan como un
jlrcjuicios? subproducto social de la competición por la escasez de recursos,' como una
acritud que aprendemos de la misma manera que aprendemos otras actitudes
y como f:¡ manifestación de cierro ripo de personalidad,

COMPETIMOS Y LLEGAMOS A SENTIR PREJUICIOS CONTRA


NUESTROS COMPETIDORES Las personas de un grupo étnico o racial
suelen llegar :J. sentir un violento prejuicio contra los miembros de cualquier
grupo que rivaliza por los mismos empleos. Esto Se ha puesto de manifiesto
en el sudoeste americano, entre estadounidenses y mexicanos: en California,
entre blancos y chinos, en una pequeña ciudad industrial rodeada de tierras
r dedicadas :1 1:1 agriculrura, entre los nativos americanos y los inmigrantes
alemanes, y en las grandes ciudades ,del país, entre negros y blancos (Aren-
son, 1980).

SE NOS ENSEÑA CU IDADOSAM ENTE Cuando los niños oyen eómo


los adultos que les rodean expresan acritudes prcjuiciosas y les rnuesrrnn
conductas de este tipo, adquieren un prejuicio de la misma' manera que
adquieren cualquier orr.i norma social. Como vimos aoreriorrncnrc, a la
mayoría de las personas -incluidos los niños- les gusta adaptarse :1 las

APARTADO 17-1

EL EXPERIM ENTO DE LA CUEVA DE LADRONES: uN ESTUDIO


SOBRE LA CREACION DE PREJUICIOS
I
I
Para probar la creencia de que la águilas y las serpientes. unos, con que fuera posible. Pero ya había
habilidad de un grupo para otros. en un partido de fútbol. tirar crecido entre los dos grupos un
conseguir sus fines sólo a de la cuerda y otros juegos que amblen te tan malo que pesaba
expensas de otro es la causa proporcionaban premios al equipo entre ellos e incluso aumentaba
- fundamental de los prejuicios. ganador. Los chicos de cada cuando los chicos comían juntos
Muzafer Sherif (1966) y sus equipo se volvieron hostiles hacia O estaban sentados viendo
colegas dirigieron el experimento los del otro equipo. peleando. películas. :;S
ya clásico de la cueva de los insultándose y quemando su El experimento de la cueva de
ladrones. Distribuyeron a chicos bandera. Los investigadores ladrones tuvo un final feliz. Los
de 11 y 12 años. saludables. hicieron una escala de los investigadores tomaron a las
brillantes y bien equilibrados. en conflictos. estableciendo las hostiles águilas y serpientes y los
dos grupos :_Ias águilas y las situaciones de manera que se pusieron en situaciones en lasque
serpientes de cascabel- en un favoreciera a un grupo sobre el . tuvieran que cooper.ar para
campamento de verano. Primero otro El grupo menos favorecido conseguir un fin -que fuera bueno
les propusieron varios proyectos reaccionaba. no contra los para todos los chicos. Cuando
que implicaban la cooperación' directores de campamento. sino tuvieron. que unirse' para reparar el
dentro de cada grupo. tales como contra los chicos del grupo sistema de su~inistro de agua y
la construcción de un trampolín: preferido. un camión inútil del campamento.
un puente de cuerda. o cocinar en Una vez que se habían lo hicieron. En el proceso se
el bosque. conseguido los niveles de evaporó la hostilidad entre grupos ..
Una vez que cada grupo tuvo hostilidad deseados. los Las águilas se hicieron amigos de
un fuerte sentimiento de cohesión. investigadores suprimieron las las serpientes. y ambos grupos
se dio el paso siguiente del actividades competitivas e hicieron empezaron a trabajar y a jugar
experimento. que enfrentaba a las que íos.coicos se unieran todo lo juntos por su cuenta.
,
64D rSf(.OI.OC,f'" SOCIAL

normas sociales y ser aceptados por los demás. Si las personas más
importantes en el mundo de un niño sienten prejuicios contra ciertos grupos,
el niño también 105 sentirá, Es más, es difícil incluso para un niño cuyos
padres sienten relativamente poco prejuicios, evitar la barrera de le»
estereotipos que les llegan de los libros ilustrados, 105 programas de televisión
y los anuncios de revistas.
En las últim;¡s décadas el prejuicio ha ido pasando de moda y cada vez h;¡:·
más personas sin prejuicios. En 1942 la gente era mis proclive que en l()Cff J
reprobar abiertamente el que blancos y negros se sentaran juntes en h,
r
autobuses. fueran juntos a la escuela o vivieran en los mismos vecindario,
(Hyrnan )' Shearsley, 1956; Narional Opinion Rescarch Cenrer, 198(1; Myers,
1S!83). Esto no significa que el propio prejuicio haya disminuido tan
drásticamente como [a conciencia pública de la gente respecto a d. Todavi.i
existe, ;¡unque de forma menos evidente. Un problema que Jo ha puesto Jr
manifiesto es el del transporte escolar. Dado que Jos blancos no se oponen :,_
1It:1';¡r en el mismo autobús a csrudianres de una ..escuda blanca » u orra , plTU
sí que Se oponen cuando 5<': rrara de transportar en el mismo aurobú-, :¡
escolares pertenecientes a la población blanca junro a Jos escolares de ot n »,
gruro~ rninorirarios (McConJhJ)', Hardcc y Barrs, 1S!81), parece evidente que
existen prejuicios contra Jos grupos rninoritarios.

LA PERSONALIDAD PROPENSA AL PREJUICIO En un esfuerzo p;lr:¡


determinar si ciertos individuos rcnían una mayor tendencia a Jes;¡rrull:ll.
prejuicios, unos investigadores idearon la escala F (F de fascismo) pnrn dcfillil
Jo que ellos llamaron la pcrsonalidcd autoritnrin (Adorno, FrenkeJ-Brulls\\"id;,
Lcvinson v Sanford, 1<;50), La tabla 17-1 enumera algunas de las prcgunt:», tlr
esta escala. La: personalidad autoritaria resulta tendente a pensar de ronll;'
csrcreoripada, es emocionalmente fría, se identifica con el poder y o
intolerante con la debilid;:¡d en uno mismo )' en los demás. Una persona ;lsí C'
rígida y com'en~ionJI, cree en el valor del castigo)' se somete volunrariamcnn-
a las autoridades superiores sin hacerse muchas preguntas.
Adorno yo 'sus colegas rastrearon los r;¡sgos de est;¡-ácrson;¡ lid:ld :1 t r.i "C"
de las pauras caracrcr isricns de la educación de los niños, )' dcscubricrou '1'11'
los padres de tales individuos tienden a casrignr scvcra mcnrc :1 SllS "ij""
rcrir.indolcs su amor y haciendo que sus hijos se sientan inseguros. l.os Ili,'""
se sintieron dependientes, molestes y hostiles hacia sus padres, Como ~()'1
incapaces de expresar su cólera hacia ellos de una manera directa. llcv.rn
consigo estos senrirnienros negativos hasta la adolescencia, convirticndo-,c ,11

individuos coléricos, temerosos, que descargan su agresividad COIl gnlp()~ 'lile


conxidcran m-is déhiles. que ellos mismos,
Aunque estos dcscubrirnicnros nos""i¡(cnJn una imagen de córno ~(1I1 l."
persona» con excesivos prejuicios, no nos proporcionan una explicación e-Llf.)
Por una parte, aunque hav una correlación entre las pautas de cri;¡Il/.1 dc 1,,·.
nino«, las cnrnctcrisr icns de la personalidad y el pensamiento nuror ir.ir i«. 11••
sabernos que actúa como C;¡US;¡ ): qué es sólo efecto. Por otra parte, lus p;lllrr'
que crían a sus ·hijos de es re modo autoritario tienden a tener dlo:- rnivm.»
prl'juicio" ;¡sí pues los niñox pueden dcs;rroll:lr .prejuicios ;¡ [r;¡I't'\ d, 1.1
identificación y la imitación, ;, ;1~
necesariamente a rravcs del Je"Hr()lIn ele
la personal idad.

:(:("111" ¡)(,.k'lH" r~·dllcir Buxcar posibles explicaciones de los rrejuici~K -¡'íos proporciona eh, e: 1',11.1
¡t¡\ I)rl"il!ici(l,~ reducirlos. Podemos fornenrar .I;t cooperación en lunar de b COIllI"<'(1,1' '::.

-
'".
E~ U:\ .\lU:\OO CO:\ OTRAS PE?,SO;-.:.\S: LA r:":¡:LUE:\CI.'. SOO,\L f"¡ I

-
TABLI\ 17-1 La escala F

3 América está alejándose tanto del verdadero modo de vida americano que puede
que sea necesaria la fuerza para reestablecerlo.
17 La familiaridad alimenta el desprecio.
20 Uno de los principales valores de la educación progresista es que da al niño una
gran libertad para expresar esos impulsos y deseos naturales que suelen ser
reprobados por la sociedad de clase media convencional.
23 Es absolutamente despreciable aquel que no siente amor. gratitud y respeto
imperecederos por sus padres.
30 Los informes sobre las atrocidades en Europa se han exagerado mucho con
propósitos propagandísticos. .
31 La homosexualidad es una forma especialmente corrupta de delincuencia y
debería ser severamente castigada.
32 Es esencial para el aprendizaje o el trabajo que nuestros maestros o jefes indiquen
con detalle lo que tiene que hacerse y la manera exacta de hacerlo.
35 Hay algunas actividades tan flagrantemente antiamericanas que. si los que tiene ••
la responsabilidad no toman las medidas adecuadas. los ciudadanos responsa-
bIes deberán tomarse la justicia por su mano.
39 Todas las personas deberían tener una fe profunda en alguna fuerza sobrenatural
más elevada que ellas mismas a la que ofrecieran toda su devoción y cuyas
decisiones no cuestionaran.
50 La obediencia y el respeto a la autoridad son las virtudes más importantes que
deberían aprender los niños.
73 Actualmente. cuando tantos tipos diferentes de personas viajan tanto y se
mezclan con tanta libertad. las personas tienen que tener un cuidado especial
para protegerse contra el contagio y la enfermedad.
77 Ninguna persona sana. normal y docente. debería pensar en molestar a un amigo
o vecino.

Fuente: Adaptado de Adorno et al .. 1950.

podemos enseriar :1 tener una mente abierta en lugJr de enseñar :1 Ser


prejuicioso. En lugar de educar 3. los niños a que se ir.c1inen a descargar
sus propios problemas en otros, podemos educarlos de forma que Jcepr~n la
responsabilidad de sus propias vidas.

FOMENTAR LA COOPERACION Aronson y sus colegas desarrollaron un


planrcarnicnro llamado r~CJ1i(;l del r<ll11!1eclho.:lS. En clases en las que hJhíJ
niños de diferentes origcncs étnicos y racinles, los maestros asignaron :1 varios
niños diferentes partes de un proyecto único; de esta manera los niiios
aprendieron que podían hacer su propia rarea mejor y más bcillllenre si se
consultaban, se cnscú.ib.u: y se escuchaban los unos :1 los otros, Pronto S~
dieron cuenta de 'que estimular :t los otros niños tenia consecuencias
beneficiosas p:1r;1 dios mismos y JI final les gustaba m-is l.i escuela, se
gustaban mis linos a otros y mas J sí mismos (Aronson; Stcphan, Si~.!s,
ES/M ohrcras, auc está" haclcndn Blaney y Snapp, 1978; Aronson y Bridgcrnan, 1979; Geffner, 1978).
gir,,, el taladro. de IIn equipo de
.~"s natural, han aprendido que
cuando cololroran hacen Sil t r,¡fNio ENSEÑAR A TENER UNA MENTE ABIERTA Podemos cambiar los ripos
más deprisa, F.r. 1" sociedad de mensajes que enviarnos J través de la sociedad, Podemos examinar los
contcmtmranca, (7, la que las
pcrSO":1S dependen unas de otras
medios de comunicación buscando la existencia de prejuicios COIl(rJ. grupos
pura conseguir "''')'o;es h'7.e(icio.<, diversos y podernos enviar nuevos mensajes que muestren pun,ros de' vista -
IJ colaboracio» es [rccucntemcntc positivos. Podernos cambiar las reglas de la sociedad para apoyar losderechos
"d_< ¡]~P!~tit':1 que la contpet icion,
(t: [olrn Biaustcin 19S}IWood/:1I humanos, como la decisión del Tribunal Supremo en 19,),,+que declaró ilegJI
CJlllp )' Assoc.) la segregacion en la escuela v muchas OtrJS leyes recienres-v decisiones
'o,
I
642 rSICOLoc,lA SOCIAL

judiciales que han apoyado los derechos de las minorías raciales, así como los
de las mujeres y de los ancianos,
L'1 importancia de las reglas se confirm:1 por la poderosa influencia que
ejerce sobre la propia conducta, Forzar la igualdad de acceso a la vivienda,
por ejemplo, hace que la gente viva junta sobre la base de un «status- igual v
hemos sabido durante años que los blancos que viven en bloques de viviendas
con arrendatarios n cg, ros desarrollan acritudes mis bvof3bles hacia la,
negros que los residentes blancos de bloques de viviendas en régimen Jl'
st:1!-rq!,ación (Deursch y Collins, 1951), Esto puede que apoye la recria J<:
Da ryl &m sobre el análisis atributivo: el blanco puede pensar. .. si ~'() \'i\'()
cerca de personas negras)' me llevo bien con ellos como vecmos, enronce,
deben gusrarrnc-.

CRIAR NIÑOS INDEPENDIENTES Y JUSTOS L:lS implicaciones p:lr:l


b educación de los niños, surgidas de los descubrirnicnros de Adorno ~' '11\
colegas (1 SISO) sobre la personalidad autoritaria indican que podemos hacer
mucho para ayudar a los niños J que no rengJn prejuicios, cducándoli-, Ulll
respeto y amor por caminos que les ayudaran a pcnsa r bien de ellos rnisrn.»;
Entre los muchos puntos sobre 105 que hemos hablado en esrc ca pirulo, 1:1
aurocsrirna es, en definitiva, la clave p:lrJ que la gente viva bien en ¡;rt lj){)\ ,
L:1s personas que tienen un alto concepto de sí mismas son menos a pras p.ir.i
convertirse en conformistas o serviles, irrnciona lmcnrc obedientes, ciq:,m,
agresores crueles )' discriminadores con prejuicios, LJS p<:rson:1s que Se ¡..'.llSI:lll
a sí mismas tienen mayor facilidad ¡1:1rJ que les gUSt<:1l los dcmris y <:s uunu-,
probable que sientan la necesidad de cnconrrar :1 alguien a quien rnir.ir P(1l
encima del hombro.

RESU\1EN

L, psicología social es el estudio cicnrífico de I:l suelen, adaptarse :l l:l o['inic'in eJel grupo illclll""
form:1 en que scnnrnos, pcnxarnox, somos afectados aunque h opinión eJe.: éstos sea clnrnrncn«- l'lllli\''''',1 I
por ot ros y actuamos COll re.:hci(·lll :1 dios, l.os d", Sin cmhnrgo. ['IIL'SIO qUL' en los cxpcrirntm o-, ,11' I
['sicúlot!os soci:dL's exrudinn I:l illnllCllci;¡ dcl ,I!.nlf}() Asch no rodas ];¡s personas se conforrnah.iu. L'tlllll""
sobre el c:o m ['o rrn miento, Un ¡:.ru['o e.:st;Í compuesto liamos que r:111(Ob situación como la pcrson.; d('I('1
por dos () m.is rc:r~:1n:1~ que en :1I¡:.t'ln momento csr.in minan cl cornportnrnicnro.
i11(Cr:1CTU:1ndov son inrcrdcpcndicnrcs. :> El pensamiento grupo! es la aceptación poco nil ilol
Las 1l0rllla$ son definiciones de 1:1 sociedad sobre jXlr parte de los miembros de un grupo muo)' ccrr.ulo,
corno ..dcbcri.uuos- comportarnos. Los roles son el de una línea de acción poco inteligente, :1 (in ,!c
C'(llljUlllll Jt.: los cr unport n micnu », cSI'Cf:ldos (o nor- preservar b unnnirnidnd del grupo.
rna s) de pcr sonns ek una ['osieiún soci:11 concreta. l ln.i (, l.os cxpcr irncntos de Milgr:1m sobre h ohrd irnri.: ,/ l.¡
posición concreta (corno b de padre) asume el -srarus- autoridad demuestran que, en ;¡Igun:ls c:irC\111\r.'IllOI,I',
de un rol social cuando acumula un numero sust ancial bs ['crSOll:1S obedecen órdenes de hacer eh ¡lO ,1 111n"
dl' nor mas. Las normas tienen ];¡ c.ip.icidad de rcsrrin- Un: serie de f:loC>rc;. persona les y nmbicnr.ilc-, illn"¡,11\
¡:.ir o potenciar b conducta, en b decisión de un individuo :1 obedecer. I_m "'11'1'"
F.I estudio ,k Zimh:1rdo dL' ];¡ cxpcr icncia de 1:1 rellí:1ll una rnaynr rcndcncia :1 desohn!cccr \1 0'1'
o..'circel" demostró l(l r ipidnrncnrc quc ['L'r<"()(1:1Ssu- cnconrrnhan en h misma h:lhir:lcicin que l., .. \oj'I)111.1-
.,['ucsr:1mentc normales asumen nor rnas -ndccuadas- :1 (l rca lrncntc rcninn que colocar b man o -,Ic 1.1,
los roles que representan. Fsro dcrnucsrrn b p<X.kíOS:1 vict irna- en el rcrruina l de descarga. ~1(lSlr,1h:1I1 lll,l~(l1
innUe.:ll(i:l elue tiene h situ:1c:ic'lI1 sohrc la conducta tendencia :1 obedecer cuando se h:1l1:1h;¡n en l.i 1111,n1.l
Fnrcndcmos p<lr c!JI;(nnllid,1d el cambio de opinión h;¡hir:1cic'll1 que el experimentador. Los [',lrri,ir,lllIC'
Y!{l de cnrnporrnrnicnro como rcspucsrn :1 ];¡ presión t-
que xc scnrian princip.ilcs res['ons:lhles del ;'ll(rinllclll,'
re,' 1 (l im,,~in:1ri;¡ oc otros. El estudio clásico de Asch de h vicrirnn eran In, que csmhan mcnox di'r11(',I'" .1
S()hrl' b coníorrnidad dcmosrrc'l quc lo~ individuos o)-.cdL'cl'r,
:' \.1 ro,
E:--:1':-'; xiuxno Cü~ OTRAS PERSO:--:AS:1.:\ ¡:--:¡·I.UF.:--:CI.·\
\nn'\L 6-13

Al/misil/o es el compürr:1micnro orientado ;¡ r,encfi- pcns.rrnicntos v nuestros netos nos incomoda ;' que
ciar :1 otro sin p~r5pL'Cri\';¡s de recompensa por parte dcr,ernos rratnr de reducir esta incomodidad. Sq:ún J:¡
Je fucnrex exrern:1S, Una serie de factores conrr ibuven tcori.: de 1.1 dison.inci.: (()l!.ni/i;·<I, JI! Fes/inga, CU;¡IlJo
a descubrir si vamos ;¡ avud.ir o no :l una pcrson:¡' en existe incuhcrL'nci:1 entre nuestras actitudes :- nllc'~rr;1
apuros. El reconocirnienro de que exisre una eme~;cn- CClIlJlIcr.1 l'5[:imos psicológicnrncnrc incómodos :' nos
cia, el número Oc observadores presentes ;' orra s sentirnos motivados r:lr:l reducir r:¡1 incomcxli,hd, En
presiones sobre clílns) rrnnscúnrcís). Sq::ún Pili.ivin y ese CISO nuestras actitudes ca mbi.in para ser rn.is
sus colegas, realizarnos un análisis coste-beneficio, y C()mr:Hir,k, con nucsrrn L-nllc!lICt:l, SL1-'llll el ./II,íli,is de
(11:1ndo dcci rnos <i :1;'ud:¡ mos 'o no, rrn ra rnos ee .u ribu o',í 11, J,' Ht'7l1, Ih ruado icori« de ItI (1lI10perCl'{J-
minimizar nuestros C(hreS y con~q.~uir LI rnaxrrna <'Í() 11, illfLTimos nucsr r.rs :lcrirllLks ,1 p.rrt ir de nuestro
recompensa. comporta m icnro.
,'i L:1S intcrprvtnciom-s tcorrcas Lkl altruismo incllI;'L'n 11 Un:1 serie de factores dcrerrnin.m b d,'cril'iJ:lJ de l.i
LIs p(·)~ir,i1id:IJ..:s dc que lierril.rmo« h rendcllci:l :1 ccmunicacion prrsu.isii-a p.rrn cnrnbi.ir :luirud..:s,- Se
avudar, .tprrndcmos ;¡ ser alrruisrn« o bien que .ivu- incluyen LI fuente Jcl mensaje. d nu xlo dc expresar el
J:lI11US :1 los demás porque eso I/CJ$ b.u:« sentir bien lllel1s:ljc l' I.'S c':lr:1L'terísricls dc b .rudicncia.
vnos convcrt irnos en .ulictos :.11ulrruismo, 1_' :\ menudo L'S Ji(íL-il predecir 1:1 c(1I1tluLT:1 dc UIU
.) Un:1 act iuu] es un.i f()rl11:1 de respuesta, :1 :t!"lIiC'1 () :1 pL'r'OI1:1 conociendo ,( ,1:1mente SIlS :lL'rirudcs,
:t!;.:(), :ll'rend id:1 ;' ~C'l.u i1';1mcnrc pcr ma ncntc. L" i; El /JTei11iáIJ es 1111:1.icritud IlC,,:Hil':1 ljliC se tiene h:1ci:l
:ILrirllde~ t icncn rr,'~ C()IlIP()I1L'!1[CS:cl t'rJgni!il'() (rC;l~~- I:IS perSOIl:1S <irnplvrncnrc por su pvrrcncnci» :1 1I1l
micnrus). d eJIICJo'lJll,¡{ (scnt unicuros] )' el C()I!(/IlOIl.d cierto grupo, sil1 couoccr l.is individualmente. Lo)
(:lc'cioIICS),' L:I 111:II1..:r:lm.is [rccucnrc de medir las :1(- (';/('f('IJti/IU; son crccuci.is flfc'collCehiJ:ls )' excesiva-
rirudcs son los cnestu m.iria, v cru rcmst.is, Corno los l11el1[C simrlifit::lJ:lS sohrc LIs car.icrcrisricas Jc 1m
incli\'iJuos pueden disrorsiulu r J:¡~ r,,:spllc'St:lS en b~ micmbrus de un grupo, l.a di;uimill,/(:iún cs <.:1
entrevistas ;' hs prq~ul1[:lS Je 'los cucstion.mos, cornporr.irnicnro diri;.:ido luci:l 1I1l:1pCrS()II:1 conr r.: 1.1
los 'psicólogos sociales han creado orrus rccnicas CUr:lU que scnnrnos prcjurcios.
b del [also polígr4n para superar los problemas I~ L:Is tcor i.is sohre cl prejuicio lo explican. bien como un
dc fi:lhiliJ:1J, suhproducu: ~('ci:1I producido por h competición por
111 Los psic"logos soci.ilcs 11:In mosr r.ido UIl !.:':ln inrcrc-; J:¡ CSC:lSCZ ele recursos, r,il'!l corno uu.i .ictirud que
en J:¡ forlTl:¡ci(')1l v el Cll11hio dc J:¡s actitudes. Sn:ún h .iprcndcrnos. o bien corno 1:1 m:llli(csr:1ciúll dc UIO
/mría 11,,/ <I!'T('l/(ii::'<lie, .iprcndcrno s hs :lCrirude~ i).:u:11 cierro ripo dc pcrson.rlidnd (I;¡ pcrsllll:did:ld nutor it:i-
que :1['relltJemos cu.i lquicr otra COS:l :1 rr:1Jés dcl ri.i}, 1~IS (mlll:ls Jc reducir los prejuicios incluycll el
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LECfURAS RECOlvlENTIADAS
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York: \'(J, H, Frccm.in. Una introducción di!.:ll:l de clocio Harpcr Colophon [XXl!.;S, Una detallada relación Jc los
:1 muchos ternas Je: 1:1psicologia social, qu'c incluyen' J:¡ famosos cxpcr imcnros de Milgr:lm sobre 1:: obediencia :1
collforrniJ:1J, el prejuicio y I;¡ atracción. Escrir.i en un 1:1 aurorid.ul, Incluye numerosas descripciones de J:¡,.
estilo :lgr:llhhle, . reacciones de los individuos en j:¡ situación cxpcnrncn-
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W:ucrg;¡rc, fundarncnr.ilcs Je.: b iq'.·cs.rig:lcic'>n en "sicología social.

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