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Medicina y Reumatologia Peruanas Medicina pre-hispanica Oscar Pamo-Reyna a América pre-hispanica, aislada del resto del mundo, tuvo sus propias enfermeda les y padecimientos. Los antiguos habitantes de estas tierras debieron luchar con- tra el hambre como consecuencia de cambios climaticos adversos, contra las secuelas derivadas de las guerras y también contra los padecimientos causados por las infeccio- nes. Estas enfermedades eran tratadas por los curanderos que, con diferentes deno! naciones, intentaron paliar el dolor y prolongar la vida. Al igual que en el resto del mundo, hubo una altisima mortalidad infantil y materna, La elevada mortalidad causada por las enfermedades, el hambre y la guerra fueron com- pensadas con una alta tasa de natalidad. Los pueblos, como los aztecas e incas, que hacia el siglo XVI, habian alcanzado un alto nivel de desarrollo politico, social y econé- mico, se preocuparon de asegurar la provisién de alimentos entre sus pobladores. En cuanto a las enfermedades, los curanderos debieron de recurtir a una practica basa- da en concepciones magico-religiosas y en el conocimiento empirico de las plantas con propiedades curativas, contando con una rica despensa natural para esto tiltimo. No podemos hablar de una sola medicina pre-hispénica o pre-colombina pues, en rea- lidad, hubo varias. Hubo tantas medicinas como culturas pre-hispdnicas existieron. Asi que cuando nos vamos a referir a la medicina pre-hispanica debemos precisar a cual de ellas nos estamos refiriendo, Por supuesto que hubo précticas comunes 0 ‘semejantes en ellas. Para la precision mencionada debemos recurrir a las fuentes que nos den alguna informacién sobre estas practicas curanderiles pre-hispanicas. FUENTES PARA SU ESTUDIO Cuando buscamos fuentes escritas tenemos que no son muchas pues salvo los cédices Mayas ~y, quizés los quipus que fueron verdaderos sistemas contables utilizados por los incas- no hubo un legado escrito por los propios aborigenes de este continente. Por tanto, se recurre a los testimonios de los llamados cronistas. Estos, espafioles en su mayoria, fueron muy disimiles en su formacién Sos hubo militares, frailes y letrados- relataron lo que vieron en el Nuevo Continente en los siglos KVI y XVIL Estos cronistas escribieron arios més tarde de sucedido los hechos y algunos escribie- ron lo referido por otros sin haber pisado estas tierras. Como los cronistas relataron los hechos relacionados con el incario, podemos afirmar que estas referencias son validas Unicamente para la medicina incaica. Este punto de vista es muy importante: las refe- rencias relatadas en la crénicas solo son vélidas para el pueblo indigena al cual se refiere puesto que las costumbres fueron muy diferentes y practicamente no hubo con- tacto alguno entre los pueblos muy distantes. En estas tierras se desarrollaron numerosas culturas a lo largo del tiempo y todas ellas tuvieron su evolucién: crecimiento, apogeo y declinacién. Por ejemplo, las culturas Chavin xy Cupisnique perienecen al Periodo Horizonte Temprano (1500-200 A.C.), Moche y Nasca al Intermedio Temprano (100-700 D.C.), Wari y Tiahuanaco al Horizonte Medio ay Medicina y Reumatologia Peruanas (700-1200), Chimt al Intermedio Tardfo (1200-1460) y el Imperio Inca al Horizonte Tardio (1460-1532). Asi que, en sentido estricto, cuando hablamos de medicina prehispanica debemos especificar a cual de las culturas nos estamos refiriendo. Se suele caer en un gran error al englobar a todas las medicinas prehispdnicas como si fueran una sola. Por tanto, para tener una idea de sus enfermedades y problemas de salud tenemos que recurrir a los restos materiales que nos han dejado. Estos son coprolitos, restos 6se0s y momias. Otra fuente de informacion puede ser el arte ceramico que retraté y recreé a los individuos y hechos de la época. Este es el caso, casi exclusivo, de la cultura Moche. Coprolitos Los coprolitos son las heces secas y apelmazadas, endurecidas por la deshidratacién, que debidamente tratadas pueden damos informacién sobre los pardsitos intestinales de los individuos de los cuales provinieron. En esta parte del continente se ha encontra- do diversos pardsitos intestinales en los coprolitos hallados en las letrinas de restos prehispanicos. Algunos son muy antiguos como los hallados en Los Gavilanes (Ancash), con una datacién entre los afios 2850 y 2700 antes de nuestra era, correspondiente al Perfodo Arcaico Tardfo, y donde se hallaron huevos de Diphyllobotrium pacificum. En restos de la cultura Chiribaya, del sur del Perti y que se desarrollé entre el afio 700 y 1350 de nuestra era, se hallaron huevos de D. pacificum y T. trichuris en los coprolitos a3) En otros restos y con dataciones més recientes se han hallado huevos de Enterobius vermicularis, Ascaris lumbricoides, Trichiura trichuris, Giardia lamblia, entre otros. Estos hallazgos ponen de manifiesto que estos pardsitos intestinales conviven con el habitante americano desde la migracién del hombre asidtico hacia este continente hace unos 15 000 atios. Restos Oseos El estudio de los restos éseos suele revelar los diversos padecimientos que debieron soportar en el pasado 7), Asi tenemos: * Las lineas de Harris, aquellas lineas transversales en las didfisis de los huesos largos que indican detencién del crecimiento metafisiario como consecuencia de situacio~ nes de estrés severo, enfermedad o desnutrici6n, fueron halladas en el 15% de un conjunto de restos éseos pertenecientes a las culturas Nazca, Paracas, Tiahuanaco, Ica e Inca, * El osteoma del conducto auditivo externo es una prominencia ésea que se forma como una reaccién ante frecuentes infecciones del conducto auditivo extemo y que suele verse en los zambullidores 0 recolectores de mariscos de aguas profundas. Esta lesion también ha sido descrita en otros continentes, siempre en poblaciones costeras y en sujetos que suelen sumergitse, por lo que casi fue exclusivo de los varones. Sélo se le ha encontrado en los restos de los pueblos costeros o adyacentes a los grandes lagos por lo que la relaci6n con la actividad laboral del buceo es cercana. + Entre el 3% y 13% de los craneos de los habitantes preincas de la costa presentaron las lesiones conocida como hiperostosis porética o espongiohiperostosis que suele ser un ensanchamiento del tejido esponjoso de los huesos planos del créneo, espe- cialmente de los frontales y parietales y que es un signo indirecto de una marcada hiperplasia de la médula dsea, como suele verse en las anemias severas crénicas. Esta hiperostosis porstica suele hallarse en los créneos de poblaciones costeras y corresponderia a anemia nutricional severa en la infancia. * Han sido muy raros los casos de raquitismo y de escorbuto a juzgar por los restos éseos. 19 Medicina y Reumatologia Peruanas * Han sido varios los casos de tuberculosis vertebral o mal de Pott hallados en las momias preincas e incas, con lesiones radiol6gicas caracteristicas y algunos con confirmacién bacteriolégica por la técnica de reaccién en cadena por polimerasa (polimerase chain reaction, PCR) * Se han descrito los cambios caracteristicos de espondiloartrosis en algunos restos. * Se han hallado malformaciones congénitas como coxa vara, luxacién congénita de cadera y escoliosis. * Ocasionalmente se han encontrado restos éseos con cambios que sugerfan periostitis u osteomielitis. + Los craneos de los antiguos aborigenes fueron mesocefélicos predominantemente; las formas braquicefdlicas y dolicocefélicas comespondieron a créneos deformados artificialmente. * Contrariamente a los que se sostuvo en el pasado, el llamado hueso epactal o hueso inca— que es un hueso wormiano situado entre los bordes posteriores de los patietales y el superior del occipital - y la llamada fosita aymara — que es un hoyuelo medio en la cara endocraneal del occipital, entre las crestas que separan las fosas cerebelosas = son dos variaciones anatémicas que se encuentran en los créneos de los antiguos pobladores en la misma proporcién que en los craneos de cualquier otro grupo hu- mano. * Aparte de las trepanaciones, véase més adelante, existe evidencia de que algunos craneos fueron cauterizados. * Las deformaciones craneales fueron practicadas en grado variable por las culturas preincas e incas, tanto de la costa como de la regién andina, al parecer como un signo de distincién social. Estas deformaciones craneales se iniciaban en la infancia con aditamentos compresivos sobre el créneo en las cunas o por compresién con bandas 0 Ilautu. Los estudios de los craneos deformados ha demostrado que se mantenia la capacidad craneana en estos casos. + Existe evidencia basada principalmente en los estudios dseos de que hubo sffilis en ‘América cuando arribé Col6n y de aqui fue levada al Viejo Continente + Es interesante hacer notar que los cambios caracteristicos de artritis reumatoide han sido descritos en restos dseos de este continente pertenecientes a los tiempos de 4 000 afios AC mientras que no se tiene evidencia de ellos en los restos dseos europeos anteriores al siglo XVIII y de Africa antes del siglo XX. Trepanaciones Mucho se ha hablado y especulado sobre las trepanaciones en los créneos de los restos prehispanicos, tanto preincas como incas. El interés por el estudio de las trepanaciones se dié en las ultimas décadas del siglo XIX cuando estudiosos como Squier, Nelaton y Broca tuvieron en sus manos estos créneos. Lo que més les llamé la atencién fue el hecho de que existiera evidencia de regeneracién ésea en los bordes de los otificios de trepanacién, sugiriendo que el sujeto trepanado habria sobrevivido al procedimiento. La préctica de la trepanacién se ha llevado a cabo en varias culturas en todos los continentes en el pasado, Dicha practica obedecia principalmente a rituales magico- religiosos con el fin de eliminar algin espfritu maléfico 0 extrario que se hubiese alojado en el enfermo. Esta practica se realizaba en base a ensayo y error pues los que la ejecu- taban desconocian totalmente la anatomia humana, debié hacerse en pocos minutos y sin los conocimientos de asepsia y antisepsia. Sin embargo, no era de extrafiar que algunos individuos sobrevivieran algunos dias o mucho tiempo al procedimiento. En nuestro medio fueron varios los médicos que se ocuparon del tema: Lorena, Muftiz, Lavoreria, Tello, Bello, Quevedo, Mongtut Steane, Fernandez, Trelles y, sobre todo, Weiss 66.8), 21 Medicina y Reumatologia Peruanas Las técnicas empleadas fueron: el raspado con aberturas de contomnos circulares (espe- cialmente los de tipo Paracas en créneos deformados, y los de tipo Inca en créneos no deformados); de los cortes rectilineos, rigidos, en forma de huso; y de los otificios cilin- dricos cénicos. Se ha hallado en las tumbas un conjunto de herramientas y utensilios que a juzgar por su semejanza con los instrumentos quirtirgicos actuales es muy proba- ble que hayan sido empleados en las trepanaciones. Momias y Enfermedades Prehispanicas Se tiene evidencia de los estudios en las momias incaicas, inicialmente de anatomia macroscépica, y después radiolégicos, que hubo tuberculosis de la columna vertebral o mal de Pott. Esto ha sido confirmado con la técnica de PCR (del inglés polymerase chain reaction), demostrandose la presencia de ADN de Mycobacterium tuberculosis ®., En el estudio de una momia de un varén de unos 50 afios de edad, de la cultura Nasca, del afio 900 de nuestra era, se encontré compromiso de varios érganos (pleuropulmonar y osteovertebral) con confirmacién anatomopatolégica, radiolégica, hallazgo de la bacteria con microscopia electrénica y con PCR “, Con la misma técnica de PCR se ha demostrado la presencia de Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas, en momias preincas e incas “1, Del mismo modo, la presencia de material genético del virus del linfoma de células T humano (HTLV-1) en momias preincaicas muy similar a las cepas orientales, apoya la teoria del pasaje de este retrovirus con la migracién de los asiaticos a través del Estrecho de Bering ") El estudio de los coprolitos hallados en los intestinos de las momias brindan mayor y mejor informacién que los hallados en las letrinas de las antiguas viviendas. De los ectopardsitos, se han hallado piojos en las momias Chinchorro. El estudio radiolégico de 188 momias Leimebamba, cultura Chachapoyas (Intermedio Tardio, 500-1500 AC) revel6: 22 (12%) casos de osteoartritis vertebral, 12 (6%) casos de probable tuberculosis vertebral y 9 (5%) casos de osteomalacia |! La Enfermedad a Través de los Ceramios Mochicas La cultura Moche se desarrollé en la costa norte del Pert en los actuales departamentos de Piura, Lambayeque y La Libertad, entre los afios 100 a 750 de nuestra era. Los mochicas alcanzaron un alto grado de desarrollo politico, social y econémico con un estado teocratico-militar. Una de sus manifestaciones mas destacadas fueron los ceramios que, gracias a los habiles ceramistas, nos han dejado valiosa informacién sobre la salud y la enfermedad en esos tiempos. Aparte de los ceramios retrato que dan testimonio de las rostros de los antiguos pobla- dores en diversas circunstancias, tenemos ceramios que nos evidencian la presencia de deformaciones congénitas (labio leporino, prognatismo, enanismo, pie bot, mongolis- mo, polidactilia) y de otros padecimientos adquiridos (ceguera, cicatrices, tumores, probable leishmaniasis mucocuténea o uta, exoftalmos, parélisis de Bell, Por probable mal de Pott, amputaciones, uso de prétesis, edemas, lesiones dérmicas, etc.). Tanto en los ceramios Moche como en otros Chim&, Chancay y algunos monolitos Recuay se representa a individuos con lesiones dérmicas cuya naturaleza es muy dificil de precisar. Se suele especular que serian casos de sifilis, pién, verrugas, etc. Los mochicas también dejaron ceramios con representaciones de la vida sexual en sus variadas manifestaciones, relacionadas probablemente con concepciones magico- religiosas. Medicina y Reumatclogia Perianas La Medicina Incaica a Través de los Cronistas Para tener una idea de la medicina incaica tenemos que recurtir a las Gnicas fuentes escritas que fueron los testimonios de los llamados cronistas. Los més importantes son aquellos que estuvieron presente durante o inmediatamente después de la conquista pues las informaciones suelen modificarse si son provistas por segundas o terceras personas o si fueron escritas muchos afios después de ocurridos los hechos. Lamedicina incaica fue una mezcla de concepciones magico-religiosa con un empirismo dado fundamentalmente por el conocimiento de las propiedades curativas de las plan- tas medicinales, al igual que las otras medicinas de las demés culturas _prehispanicas que la precedieron o existieron conjuntamente con ella en todo el continente. Los curanderos tuvieron diferentes denominaciones regionales segiin la actividad que realizaban. Se tiene referencia de los curanderos llamados camascas, como lo relatan Polo de Ondegardo, Molina y Cobo. Polo de Ondegardo escribié "”! “También ay indios que curan enfermedades, assi hombres como mugeres que se Ila- ‘man camasca 0 soncoyoc y no hazen cura que no proceda sacrificio y suertes, y dizen estos que entre suerios se les dio el oficio de curar apareciéndoseles alguna persona que se dolia de su necesidad, y que les dio el tal poder. Y assi siempre que curan hazen sacrificio a esta persona que dizen se les aparecié entre sueiios y que les enserié el modo de curar y los instrumentos dello” 0, como lo relatara Molina “aufan otros llamados camascas, fos cuales decian que aquella gracia y virtud que te- nfan los vnos la auian receuido del trueno, diciendo que cuando algun rayo caya y quedaua alguno atemorizado después de buelto en si decia que el trueno le aufa mostra- do aquel arte, ora fuese de curar con yeruas, ora fuese de dar sus respuestas en las cosas que se les preguntauan. Y asf mismo quando alguno se escapaua de algun rio o peligro grande decian se les aparecia el demonio; ylos que queria que curase con yeruas se las ‘mostraua, de a donde ha procedido ayer muchos indios grandes heuolarios”. Una de las descripciones més detalladas fue la del padre Cobo, quien llegé al Peri en 1599, vivié aqui 48 afios y murié en Lima en 1657. En su obra publicada en 1653 también habla de los camasca 0 sonccoyoc, que eran los curanderos que trataban con hierbas y rituales y que ; “Nunca usaron medicamentos compuestos; sus curas todas eran con yerbas simples, y entre ellos se hallaban grandes herbolarios, de los cuales habemos nosotros venido a conocer las virtudes de muchas plantas que usamos ya en nuestras curas. También con simples solfan hacer fomentaciones y perfumes que aplicaban a calenturas y a otras dolencias. Alcanzaron también a conocer ser provechosa la evacuacién por sangria y purga; pero no supieron de pulso ni mirar la orina, ni mucho menos tuvieron atencién ni respeto en aplicar estas medicinas a las complexiones de los enfermos ni a las causas de que proce- dian los males; porque no tuvieron noticia de los cuatro humores mds que de la sangre, sin investigar su naturaleza y propiedades” . El mestizo Garcilaso de la Vega escribié ®; “Es assf que atinaron que era cosa provechosa, y aun necesaria, la evacuacién por san- gria y purga, y, por ende, se sangravan de bragos y piernas, sin saber aplicar las sangrias a7 Medicina y Reumatologia Pervanas ni la disposicion de las venas para tal o cual enfermedad, sino que abrian la que estava més cercana de! dolor que padecian, Cuando sentian mucho dolor de cabeca, se sangravan de las juntas de las cejas, encima de las narices. La lanceta era una punta de pedernal que ponian en un palillo hendido, y lo atavan porque no se cayesse, y aquella punta ponian sobre la vena y encima le davan un papirote, y ass abrian la vena con menos dolor que con las lancetas comunes. Para aplicar las purgas tampoco supieron conocer los humores por la urina, ni miravan en ella, ni supieron qué cosa era célera ni flema ni melancolia”.. “Estas purgas y sangrias mandavan hazer los més experimentados en ellos, particular- mente viejas (como acé las parteras) y grandes hervolarios, que los huvo muy famosos en tiempo de los Incas, que conocian Ia virtud de muchas yervas y por tradicién las ensenavan a sus hijos, y éstos eran tenidos por médicos, no para curar a todos, sino a los Reyes v a los de su sangre y a los curacas y a sus parientes. La gente comtin se curavan unos a otros por lo que havian oido de medicamentos” El cronista indio Guaman Poma de Ayala diferencié varios tipos de hechiceros y para referirse a los hechiceros chupadores escribié “Estos hechiceros hablaban con los demonios y dicen que chupando sacaban enferme- dades del organismo y extrafan plata, piedra, palillos, gusanos, sapos, paja o maiz que podia existir en el cuerpo de los hombres o mujeres. Estos eran falsos hechiceros y vivian engaando tanto a la gente como a los demonios con el fin de explotar la riqueza de fos indios haciéndoles creer como idélatras que existian las siguientes enfermedades: Taqui o sea enfermedad originada por las fiestas y diversiones; Oncuychirapa, enferme- dad producida por la aparicién del arco iris; Oncoypucyo, enfermedad de los manatiales; Uncuy Pachamascasca, enfermedad del suelo o tierra; Capac Uncuyuacamascasca, enfermedada de Ia Uaca; Pucyotap Yascansara, enfermedad del maiz o viruela y Papa Acoya Ormachiscan Oncuycona, enfermedad ocasionada por la caida, Todas estas en- fermedades eran motivo de hechiceria a causa de las idolatrias que enserié el Inca a los hechiceros” En los meses de setiembre, Coya Raymi, se celebraban las procesiones para alejar a las enfermedades“: “Durante el mes y por mandato del Inca, tenfan la costumbre de echar las enfermedades ¥ pestes de los pueblos de todo el reino. Con este objeto se presentaban todos los hom- bres armados y juntos, como si fueran a pelear en la guerra y tiraban al aire con sus hondas o simplemente con las manos proyectiles encendidos, diciendo a grandes voces: salgan enfermedades y pestes de este pueblo, dejando tranquilos a nuestros habitantes. Al mismo tiempo que daban estos gritos, echaban agua a las casas y regaban las calles, realizando asi, una limpieza general” ‘Al igual que Garcilaso, Guaman Poma también hizo mencién que ciertos indios curan- deros realizaban sangrias y purgas “sin conocer de los humores”. Es muy probable que estas practicas no hayan sido propiamente indigenas sino que répidamente fueron co- piadas de los cirujanos barberos espajioles ¢ incorporados a sus practicas curanderiles. La raz6n de esta aseveraci6n estriba en que las sangrias y purgas obedecen a una concepcién humoral de las enfermedades, lo que era desconocido para los curanderos indigenas quienes practicaban una medicina empirica y magico-religiosa “Los indios cirujanos, barberos que curan sangran y saben de enfermedades y Ilagas, conocen las yerbas con que se van a curar; las medicinas y purgantes que deben ser utilizados para sanar enfermos, Curan también como lo hacen un Licenciado de Medi- cina 0 Doctor con medicamentos, afirmando que todas las enfermedades proceden en el hombre de dos cosas: del calor y de! frio, cualquiera que sea el mal... En las mujeres beatas y médicas comadronas, curan y ayudan a bien parir a las mujeres embarazadas, y 31 Medicina y Reumatologia Peruanas algunas atienden también a los que sufren descoyunturas y otras enfermedades...”. Sobre la Sifilis en el Nuevo Mundo . Aunque el verdadero origen de las trepanomatosis estaria en el Africa, pas6 al Asia y de alli a este continente. Por sus caracteristicas, la pinta (Treponema carateum) debié ser la més antigua de ellas. En Africa, esta bacteria mut6 para convertirse en el pién (Treponema pertenue) y en la sffiis endémica 0 bejel que se diseminaron en Europa y Asia. Més recientemente, en el Nuevo Continente la pinta dio lugar a la sifiis venérea (lies) que llegaria a Europa luego de los viajes de Coln ® Por supuesto que muchos de los males atribuidos a la sifilis no fueron tales lo que se puede comprobar prestando atencién a las descripciones de los cuadros clinicos. En una época en que las enfermedades no se reconocfan como las identificamos ahora, era muy frecuente confundir los diagnésticos y bajo una sola denominacién se englobaban una serie de padecimientos. Por ejemplo, bajo la denominacién de bubas se referian a cualquier padecimiento que originara el crecimiento de los ganglios; del mismo lepra inclu‘a a muchas enfermedades de la piel que no tenjan ninguna relacién con ella. Lo mismo sucedié con los vocablos viruela y verruga. Lo que contribuyé a la répida diseminacién de la sifilis venérea fueron los desplaza- mientos humanos masivos -por comercio, por las guerras o por colonizacién— y coinci- dente con la apertura a un comportamiento sexual mas liberal que en el pasado, acorde con una Europa recién salida de la Edad Media. AMERICA: LA DESPENSA DEL MUNDO Si tuviéramos que resumir de qué manera el Nuevo Continente contribuyé a la medici na universal 0, mejor atin, a la salud mundial podemos afirmar con seguridad que fueron dos grandes contribuciones: las plantas y frutos alimenticios y las plantas medi- cinales. ‘Alo largo de muchos afios, los aborigenes de este continente lograron domesticar algu- nas plantas para obtener variedades ventajosas. Esto supuso dominar la distribucion del agua y la disponibilidad de tierras cultivables. Por lo menos durante el Incario, segéin la evidencia, se logré alcanzar una produccién agricola que satisfacia las necesidades de alimentos de la poblacién ®, En algunos casos, probablemente en las culturas y grupos humanos que no alcanzaron un elevado nivel de desarrollo, se presentaron si- tuaciones de hambruna cuando las reservas se agotaron o se malograron por los desas- tres naturales. Los espaiioles se demoraron algunas decenas de afios para darse cuenta del valor nu- tritivo de los vatiados productos vegetales (plantas, frutos y raices) de esta parte del mundo y que eran ampliamente consumidos por los indigenas. La raz6n estrib6 proba- blemente en una normal desconfianza pero que una vez conocido el producto no vaci- laron en transplantarlo a Europa, Asia y Africa, desarrollando un robusto comercio de ellos. Citaremos a los siguiente productos originarios del Continente Americano papa, camote, achira, maca, arracacha, jicama, mashua, mauka, ova, olluco, yacén, ‘mani, yuca, palta, caigua, zapallo, calabaza, quayaba, pacae, pifia, papaya, pepino, pasionarias (granadilla, maracuy, tumbo), chirimoya, cocona, Iicuma, tuna, quinua, kafiwa, kiwicha, maiz, girasol; ajf, rocoto, molle, vainilla, achiote, huacatay, paico, muta, frijol, pallar, tarwi, algodén, y, coca. El destino que muchos de estos vegetales, como fueron los casos de la papa, yuca y 33 Medicina y Reumatologia Peruanias tomate, por citar algunos, tuvieron en Europa, Africa y Asia para paliar la hambruna es otra historia. El caucho (Hevea brasiliensis) fue llevado a Europa como una curiosidad y recién a principios del siglo XIX le hallaron aplicaciones titiles e industriales. El algodén, la espe- cie de América del Sur (G. barbadendse), ha sido hallado en textiles con unos 2500 afios A.C. en la costa peruana. Actualmente, en el Penti se tiene una flora con més de 25 000 plantas, de los que el 30% son oriundas, con mas de 4 400 plantas titiles (alimentos, medicinales, maderas, colo- antes, resinas, etc.); 182 son nativas domesticadas. Las fuentes de proteinas de origen animal estuvieron dadas por el consumo de pro- ductos de mar y de aqua dulce (rfos y lagos) como peces, mariscos, moluscos, crusté- coos, etc, Otras fuentes fueron el cuy 0 cobayo, el pato, el pavo, camélidos (llama, alpaca y vicufia), huangana, aguti, sajino, v los caracoles terrestres del género Scutalus. LAS PLANTAS MEDICINALES Son numerosas, més de 1 400 especies, las plantas con propiedades medicinales que existen en nuestro pafs. Muchas de ellas vienen siendo explotadas masivamente. Las propiedades medicinales de las plantas fueron descubiertas por ensayo y error por los antiguos curanderos. Este conocimiento se ha transmitido oralmente. Con el tiempo, ha ccurtido lo que es caracteristico de la transmisién oral: la informacién se deforma o cambia conforme se va transmitiendo de generaci6n en generacién. Esto se puede co- rroborar con algunos escritos dejadios antafio donde se puede apreciar que la forma de preparar o las indicaciones de determinada planta curativa son diferentes a la forma como ahora se le prepara o de sus indicaciones actuales. No existe evidencia de que los. curanderos prehispanicos emplearan pesos y medidas para determinar las posologias de sus brebajes o infusiones La préctica de curar con plantas o de causar maleficios fue un atributo de los curande- ros especializados en estas artes y siempre esttvo acompariado de una buena dosis de magia. La medicina folklérica actual es la heredera de aquellos conocimientos que se iniciaron desde los tiempos prehispanicos. Pero por lo mismo que es oral, tiene muchas variacio- nes en la forma de prepararlos y en las indicaciones, especialmente dependiendo de la region, y sobre todo por la inclusin de elementos extrafios ~ de origen hispdnico - que fue incorporando desde la Colonia hasta el presente. Se estima que actualmente la medicina folkldrica emplea mas del 30% de las plantas medicinales usadas por los curanderos del Incario, sequin fueron descritas por los cronistas espafioles Entre las plantas medicinales de mayor impacto tenemos la quina, que inicialmente fue empleada como febrifugo inespecifico pero que después se defini su propiedad antimalatica exclusiva; la coca, cuyo alcaloide principal, cocaina, dio origen a los. anestésicos locales; y la ipecacuana, emético muy ulil en el tratamiento de la amebiasis, intestinal. Existen plantas medicinales descritas por los cronistas que tienen reconocidas propie- dades farmacolégicas pero que no son usadas actualmente. Es el caso de! balsamo del Peri, bélsamo de Tol, asipa, apincoya, ayrampo, capuli, chucho, huayruru, layan, llampu- quisa, lucetmusque, maju, mancapaqui, mayte, rejalgarillo, sacha-solimén, sackarara, Medicina y Reumatologia Peruanas thoupa, yerba de la trinidad, etc. Existen muchas otras cuyas propiedades farmacolégicas no han sido comprobadas ®*, El curare (Chondrodendron tomentosum), cuyo extracto del tallo fue usado por los in- dios de la Amazonia para envenenar las puntas de sus dardos y lanzas, fue conocido en Europa en el siglo XVI. Su principal alealoide, la d-tubocurarina, tiene un potente efecto paralizante de la musculatura por lo cual a partir de 1942 se le empled como relajante muscular durante la anestesia general. El chamanismo de nuestra medicina folklérica ha rescatado el empleo de las plantas alucinégenas por los antiguos curanderos en el diagnéstico y tratamiento. El Trichocereus pachanoi es un cactus conocido como San Pedro que contiene el alcaloide mescalina, de mayor uso en la regidn de la costa norte peruana; y de la liana conocida como ‘ayahuasca (Banisteriopsis caapi) de la que se hace un preparado que contiene el alca- loide harmina, de uso en la regién de la selva y que suele combinarsele con la chacruna (Psychotria viridiris) Las plantas como la coca y el tabaco (Nicotina tabacum) tuvieron un uso ritual en los tiempos prehispdnicos. Desafortunadamente, los derivados de estas plantas han dado lugar a su consumo exagerado dentro del hedonismo caracteristico del mundo occiden- tal actual, con consecuencias deletéreas para la salud de las personas. EL USO DE LA COCA Las referencias que se pueden encontrar sobre el cultivo y el uso de la coca (Erythroxylon coca) en la alimentacién, rituales y otras actividades de las culturas andinas preincaicas son escasas. Se ha encontrado hojas de coca en tumbas preincas correspondiente al afio 500 de nuestra era. Con relacién al periodo inca, en las versiones dejadas por los cronistas se sostiene que su cultivo y consumo fueron reducidos y restringidos a la nobleza y a los sacer- dotes quienes la empleaban en actos rituales, que era almacenada y que los indios bajaban a las zonas célidas a cultivarla, donde los indios morfan o adquirian una enfermedad que les destrufa la nariz y los labios (al parecer, se traté de la leishmamiasis cuténeomucosa). Otros cronistas sefialaron que, luego de la con- quista, el consumo de la coca tuvo una mayor difusién ®25, Asimismo, parece ser que la coca cumplié la funcién de valor de cambio en un contexto de ausencia de moneda y de reglas andinas para la circulacién de bienes de consumo. Esta funcién es comprensible si se traté de un bien muy preciado en un sistema de intercambio de bienes o trueque. Desde las primeras incursiones de los espafioles en la zona del Tahuantinsuyo, ellos tuvieron noticias de la existencia de los cultives de coca y los cronistas y visitadores comenzaron a averiguar sobre sus caracteristicas y usos. Muy pronto se abrié un deba- te sobre si debia o no permitirse que siga siendo cultivada y consumida por los indige- nas. El clero consideré que debia prohibirse el cultivo y consumo de la «hoja del diablo» por su relacién con prdcticas magico-religiosa, lo que fue parte de la «extirpacion de idolatrias». Llevada la coca a Europa, junto con otras plantas supuestamente curativas, a partir del siglo XVIII se encuentran referencias sobre sus propiedades en los textos de medicina europea. Los indigenas masticaban las hojas de coca, mezclando el amasijo con saliva, en un alto de la actividad laboral, para obtener una sensacién de bienestar y resistir el can- 37 Medicina y Reumatologia Peruanas sancio, la sed y el hambre. El «acullico» (masticacién de hojas de coca), que empez6 como un acto sagrado entre los incas, se generaliz6 durante la colonia y fue aprovecha- do por los espatioles quienes lo introdujeron como parte del consumo de los indigenas en los trabajos de las encomiendas y en el laboreo de las minas, donde debian cumplir la mita (jornada de trabajo en el interior de la mina). LA QUINA No hay evidencia de que las propiedades antipiréticas de la corteza del Arbol de la quina fueran conocidas en el incario © antes. Lo concreto es que hacia principios del siglo XVII se le venia empleando como febrifugo y como tratamiento de la malaria por los curanderos de la provincia de Loja, en el actual Ecuador. Conocido esto tiltimo por los espaiioles no tardé mucho en ser usado también por ellos. Existe toda una leyenda; hacia 1629 la esposa del conde de Chinchén, virrey del Perti, enfermé de fiebres, al parecer paltidicas, y fue curada por los polvos de una corteza que resulté ser del drbol de la quina. Esta le fue administrada por la informacién que los jesuitas habian recogido de los indios ojefios ™”. Fue el padre Antonio de la Calancha el primer cronista que dio referencia de la quina como febrifugo en su obra de 1638. La corteza de la chinchona, desecada y pulveriza- da, fue introducida en Esparia por los jesuitas: se la conocié como polvo de los jesuitas © polvo de la condesa y, entre 1640 y 1660, fue difundida en Espana, Francia, Italia e Inglaterra. En este tiltimo pais fue utilizaca para combatir el paludismo, muy prevalerte en ese entonces, por el famoso médico Thomas Sydenham (1624-1689), conocido como el “Hipécrates inglés”. Sus propiedades febrifugas fueron puestas en duda hasta que Richard Morton (1635-1698) observé que la corteza de la quina permitia diferenciar a la fiebre producida por la malaria de otras fiebres. Linneo, en 1753, clasificé al érbol como Cinchona officinalis. La introduccién de la quina en la farmacopea fue una gran contribucién de los indige- nas americanos, lo que fue posible gracias a sus conocimientos sobre las propiedades curativas de sus plantas. RESUMEN En suma, la medicina de las culturas prehispanicas fue empitica y con un marcado caracter magico-religioso al igual que la medicinas de las otras culturas del mundo antiguo, Quizés su mayor fortaleza estuvo en la riqueza de las plantas con propiedades medicinales existentes en el continente americano. La gran variedad plantas comesti- bles es otro hecho que debemos enfatizar ya que ello haria que el Nuevo Mundo se convierta en la despensa del resto del mundo; lo atestiguan la papa, el maiz, la yuca y el tomate por citar algunos ejemplos. En el mundo prehispanico, la vida no fue facil y se debié luchar permanentemente contra el hambre, la guerra y las enfermedades. Una manera de hacerlo fue alcanzar un elevado indice de natalidad, lo que probablemente no siempre se consiguié y esto nos explicaria el porqué de la extincién de sucesivas culturas, incluso después de haber alcanzado un alto grado de desarrollo politico, econémico y social. 39 Medicina y Reumatologia Peruanas REFERENCIAS 1+ Patrucco R. ello R, Bonava D. Parastclgical studies of coprolites of prehispaic peruvian populations. Current Anthropology 1983; 2413}: 393-394 2 Feira. F:Avaujo A. Jj Confalonies UE, C; Nunez, The finding of eggs of Diphlobotrium in human coprolites (4, 100-1,950 8 Crom Northern Chie. Mem. Ist Oswald Cruz 1984; 79 (2):175-180 3 Martinson, Eizabeth, Reinhard, Reid, Busra, Jane E etal, Pathoecology of Chiibaya parasitism. Mem. Irs. Oswaldo Cruz 2008; (98 supp) 1) $195-S206. 4 Weiss, Pedro, Osteolenia Cua Prctcas etlicas, Primera parte. Lima Imprenta dea Universita Naco- nl Mayer de San Morcos: 1958: 524.651 Weiss, Per. Osteotona Cultural. 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