Está en la página 1de 13
LA EVOLUCION CONSTITUCIONAL DEL PERU CONTEMPORANEO César Landa” “El poder tiende « corromper y el poder absoluto tionde a corromperse absolutamente” Lord Acton SUMARIO: L- Antecedentes. 2.- Constitucién de 1979 y praxis politica. 3.- Autogolpe de Estado de 1992. 4.- Constitucién de 1993 y erisis democritica. 5.~ Transicién democrética, 6.- Perspectivas del constitucionalismo peruano. 1, Antecedentes La historia constitucional ‘peruana ha sido prodiga en la expedicion de textos constitucionales y en la incorporacién nominal de modemas instituciones democraticas, pero no en la ereacién de una conciencia constitucional en la ciudadania, ni en el pleno ejereicio del poder con lealtad constitucional de sus gobernantes, Podria sefialarse que el desfase de la falta de vigencia de los textos constitucionales en la vida social, se debe a que la expedicin de las cartas politicas se fueron dando al unisono de los cambios politicos y sociales de cada época: unos més estructurales, como la independencia de Espaifia y el establecimiento de la republica y, otros mas coyunturales, como las guerras civiles, las guerras internacionales y las revoluciones civiles y militares’ Este curso histérico muestra que las constituciones y la vida constitucional han dependido directamente de los acontecimientos politicos y militares de cada época y que los operadores constitucionales no han sido capaces de procesar dichos fendmenos en el marco de la Constitucién. Esto se ha debido a la falta de estabilidad politica, que es expresion de la carencia de un consenso minimo o pacto social ni siquiera entre las dlites dirigentes para asegurar un Estado de Derecho duradero. Falta de acuerdo nacional que ha creado una cultura civica de incredulidad en la sociedad respecto del Estado y de la Constitucion; debido a que las necesidades ¢ ilusiones de la poblacion no se han visto satisfechas por las grandes corrientes ideolégicas, en cualquiera de sus constituciones: liberales -1823, 1828, 1834, 1856 y 1867-; conservadoras -1826, 1836, Profesor de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Catélica del Pera y en la Universidad ‘Nacional Mayor de San Marcos. Coordinador de la Maestria en ‘Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Catélica del Peri. Postdoctor (Max-Planck-Institut y Bayreuth Universitat, Alemania, 1998), Doctor en Derecho (Universidad Alcald de Henares, Espatia, 1987). 1 Lizardo Alzamora Silva, La evolucién politica y constitucional del Peri independiente, Lima, 1942; José Pareja Paz Soldin, Derecho constitucional perwa'o y ta constitucién de 1979, Lima, 1980; Domingo Garcia Belsunde, £! constitucionalismo peruano en la presente centuria, en revista DERECHO N? 43-44, Lima, 1990; AA VV. La cortifftiacién diez afios después, ICS, Lima, 1989. 1839 y 1860-; sociales -1920, 1933 y 1979 * y esto no ha cambiado con la actual constitucién “neoliberal” de 1993 Dichas constituciones, ademés, siempre han buscado cerar una etapa politica inaugurar una nueva, usualmente autodenominada de revolucionaria. Por eso, con acierto De Vega ha dicho que: “hasta cierto punto se podria sostener que la historia de la tematica constitucional, y de los enfoques diversos en su tratamiento, no es més que el correlato y la consecuencia idgica del proceso de transformaciones en el ambito de la ideologia y de la legitimidad constitucional que le sirve de fundamento™, Sin embargo, en el Peri las quiméricas ideologias politicas liberal, conservadora y social han tenido un asidero apenas virtual en la vida social y en el quehacer juridico; produciendo constituciones nominales que no concuerdan con los presupuestos sociales y ‘econémicos y/o constituciones seménticas en beneficio de los detentadores fécticos del poder’. Profuundizando asi, més la disonancia entre la norma constitucional y la normalidad constitucional’, asi como también limitando gravemente la realizacién de la Constitucién® 2, Constitucién de 1979 y praxis politica La carta politica de 1979 cerré el periodo del régimen militar populista iniciado por el General Velasco Alvarado e inauguré en la década de los ochenta un amplio escenario democratico ad-hoc para la reflexién juridica y politica, antes que su verificacién en la realidad; sobre todo por el establecimiento de un modemo disefio constitucional demosratico y social, donde destacé la creacién de Ia jurisdiccién constitucional, la incorporacion de los derechos humanos y la jurisdiccién supranacional, las garantias constitucionales y el Tribunal de Garantias Constitucionales’. Pero, paraddjicamente, en el marco de la democracia constitucional, también se dio inicio a la etapa de violencia politica y crisis econémica, que marcé el desarrollo de la Constitucién en la década de Jos ochenta y el funcionamiento de la justicia constitucional. La amplia oferta constitucional de la Constitucion de 1979 se vio compulsada: por una parte, a nivel interno, por fuerzas centrifugas, como el peligroso y luego pavoroso accionar terrorista de Sendero Luminoso y el correspondiente reforzamiento del poder factico de las Fuerzas Armadas y, la incubacion gubernamental de la hiperinflacién que 2 Toribio Rodriguez, Francisco Javier Mariategui, José Faustino Sanchez, y otros, Discurso con que la Comisién de Constitucién present6 el Proyecto de ella al Congreso Constituvente, Lirna, 1823; Toribio Pacheco, Cuestiones constitucionales, Lima, 1854; Benito Laso, José Galvez, José Gonzales de Paula Vigil y otros (redactores) £I constitucional, diario politico y literario, Lima, 1858; Manuel Atanasio Fuentes, Derecho constitucional flaséjico, Lima, 1873; Luis Felipe Villarin, La constitucién peruana, Lima, 1899; Manuel Vicente Viliarin, Exposicién de monwvos del anteproyecto de constitucién de 1931, Lima, 1962. > Pedro de Vega Garcia, En torno ala legitimidad constitucional... op. ct. pp. 803-825. 4 Karl Lowenstein, Verfassungslehre, 1.C.B. Mohr (Paul Siebeck), Tibingen, 1959, pp. 152-157; hay vversién castellana, Teoria de la Constitucién, Ariel, Barcelona, pp. 218-222. 5 Hermann Heller, Staatslehre, Sijthoff's Uitgeversmaatschappij, Leiden, 1934, pp. pp. 184-198, hay versin castellana, Teoria del estado, FCE, México, 1985, pp. 199-216. © Konrad Hesse, Escritos de Derecho Constitucional, CEC, Madrid, 1983, pp. 26-31. 7 Domingo Garcia Belaunde, La Constitucién en el péndulo, UNSA, Arequipa, 1996, pp. 26 ss. paradéjicamente fortalecié a los grupos de poder econdmicos, y; por otro lado, a nivel externo el Peni se caracterizo; por las hipotecas politicas y econdmicas fundamentalmente con Estados Unidos en materia de lucha contra el narcotrafico, el manejo de la deuda externa y el respeto de los derechos humanos. Estos factores, aunque sobretodo los internos, dieron lugar a la prograsiva institucionalizacién de las corrosivas pricticas gubernamentales puestas de manifiesto en el abuso de las emergencias constitucionales -econémicas y politico-militares-, tomando como justificacion para cualquier exceso, la crisis del sistema politico y econdmico clasicos; abriéndose, asi, una vez mas la brecha entre el texto constitucional y la realidad y, poniendo en evidencia la débil vida constitucional y la precaria conviccién democratica de los gobernantes del pais. Muestra de ello fue que, durante la década de los ochenta, le democracia basada en los partidos politicos y en el mandato representativo del pueblo, no fue capaz de resolver 0 reorientar dichas acciones desestabilizadores del sistema politico y econdmico, a través e las instituciones constitucionales; como, también, que las élites politicas demostraron una falta de ética responsable con la ciudadanfa, en tanto que las expectativas del pueblo sobre la democracia no se agotaban en que fuese legitima por su origen electoral, sino ademas eficiente en el cumplimiento de sus promesas. Pero es del caso precisar que, los causantes del resquebrajamiento del orden juridico- demoeratico no fueron los partidos politicos ni el deficiente sistema judicial, sino que por el contrario ellos fueron la expresion visible de la crisis de las instituciones clasicas, basadas en un sistema juridico positivista que falsed los valores democriticos de libertad e igualdad y, se inoculé en el orden social establecido, reduciendo la conciencia civiea ciudadana al ejercicio del sufragio’ Desde mediados de la década de los ochenta, frente al escenario de crisis econémica, aparecieron criticos severos, que postulando Ia vuelta al liberalismo econémico, plantearon refundar la legitimidad social ya no en el Estado benefactor, sino en el seno de la sociedad y del mercado”, en virtud de lo cual, el gobierno recién electo de Fujimori en 1990, promovid la incorporacién del liberalismo econémico, inftingiendo radicalmente sus promesas electorales y, vaciando de contenido en la mayoria de los supuestos el claro indirizzo social de la Constitucién de 1979. Desde la perspectiva politica de grave conflicto interno creado por el accionar de los movimientos terroristas, las Fuerzas Armadas con el apoyo del nuevo gobierno y los grupos econdmicos, sostuvieron la necesidad de restaurar el orden civil y la seguridad ciudadana, a base de las concepciones y estrategias militaristas de la seguridad nacional’, de acuerdo con esta exclusiva voluntad, el Estado debia imponer con fuerza y eficacia su derecho, frente al caos y a la fragmentacion social, creada por Sendero ® pedro de Vega, Democracia, representacién y partidos politicos, pp.11-27 y Domingo Garcia Belaunde, ‘Representacién, partidos politices: el caso del Pert, pp. 39-71, en Pensamiento Constitucional, PUCP- MDC, Fondo Editorial, Lima, 1995. ° Hemando de Soto, Et Otro Sendero, ILD, Lima, 1986 10 Vladimir Montesinos, Der staatliche Nachrichtendienst und die Subversion, en Lateinamerika, “Analysen Daten Dokumentation, N°29, Institut fir beroamerika-Kunde, Hamburg, 1995, pp. 93-100. Luminoso y en menor medida el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Para lo cual se aseguro mediante legislacidn delegada del Coagreso al Poder Ejecutivo, el refuerzo del poder militar en la lucha contra el terrorismo; de lo cual se sirvié la Fuerza Armada para extender sus prevendas estamentales a su ctpula militar y al dominio militar en ambitos propios de la sociedad civil, bajo la direccién del servicio de inteligencia nacional y su mentor" Con ambos supuestos, uno de liberalizacién econdmica y otro de seguridad nacional, el Presidente se atribuy6, Ia titularidad originaria de proteger los intereses del Estado, con el técito apoyo de los poderes de facto y privados, haciendo, entonces, uso y abuso de las facultades presidenciales extraordinarias para expedir decretos legislativos y emitir decretos de urgencia en casos de interés nacional, tanto en materia econémica y financiara!”, como en materia de declaracién de los estados ce emergencia en la mayor parte del territorio de! pais! El Congreso de entonces, compuesto por partidos politicos plurales ideolégicamente y dos de ellos con experiencia de gobiemo -Accion Popular y el Apra-, en legitima defensa de su fuero legislativo, aprobé en Febrero de 1992 la Ley de Control de los ‘Actos Normativos del Presidente de la Repiiblica!', que regulaba la expedicién de los decretos de urgencia, decretos legislativos, decretos que establecian los estados de emergencia y los decretos de aprobacién de los tratados simplificados. Por su parte, el Tribunal de Garantias Constitucionales entorno a ese mes emitié tres resoluciones declarando inconstitucionales algunos decretos legislativos del gobierno de Fujimori Quien, entonces, se enfrenté al Congreso y al Tribunal, que ejercian sus funciones de control politico y jurisdiccional, tilddndolos de entidades que eran un obstaculo para la modernizacién y el progreso del pais" 3, Autogolpe de Estado de 1992 Este embate del liberalismo econémico gobernante contra el constitucionalismo social de la Carta de 1979, pronto necesitaria un ariete politico, debido a que no contaba necesariamente con el respaldo de las instituciones representativas -partidos, parlamento, tribunal constitucional-. En tal sentido, el gobierno se asent6 directamente en la opinion piblica, a través de los medios masivos de comunicacion social, 1 Gustavo Gorrti, Fyjimori’s Svengali, Vladimiro Montesinos: the betrayal of perwian democracy, Lateinamerika, Analysen Daten Dokumentation, N°29..., 0p. cit, pp 101-115; asimismo, ver Viadimiro ‘Montesinos, en Without Impunity, July 1998, VIL, NP 2, en http://www.derechos.org/wi/2 america html '2 Carlos Ruiz Molleda, El coniro! parlamentario de los decretos de urgemcia, tesis (Le.), PUCP, Lima, 1998; César Castillo, Los dlecrevos presidenciales de urgencia en el Peri: en la Constitucion de 1993, tesis (Le), PUCP, Lima, 1996; asimismo, Ana Velazco, La Constitucién Peruana de 1979 airibuctones logiferantes de los érganos ejecutivo y legislativo, tesis (Br.), PUCP, Lima, 1988. © César Landa, Daniel Soria y Joseph Campos, Legislacién y estados de emergencia en el Pert, PUCP- MDC, documento, Lima, 1995, pp. 70. César Delgado Guembes, El debate parlamentario de la Ley N° 25397, en Pensamiento Constitucional, PUCP-MDC, Fondo Editorial, Lima, 1995, pp. 263-297. 'S César Landa, Constitutional Justice in Peru, en JOR, Neue Folge/Band 44 (Herausgeben von Peter Hiaberle), J.C.B. Mohr Paul Siebeck) Tubingen, 1996, pp.583-595. u propulsores de modelo econémico liberal y de una solucion militar total al terrorismo, para lo cual, apeld ala necesidad y urgencia, frente a la crisis del Estado de Derecho y de la democracia de los partidos tradicionales -Accién Popular y el Partido Aprista- & hizo de las normas legales, un mero instrumento de la volurtad gubernamental, que la elev al rango de derecho, a base de un positivismo decisionista, sin mayor ética juridica'* Por ello, se puede sefialar que a partir de la década de los noventa, la Constitucion de 1979 termind siendo valida en funcién de la ley, mas concretamente de los decretos de urgencia y decretos legislativos, o sea alos actos de voluntad del poseedor del poder: el Presidente Fujimori, Desde entonces, al igual que en otras degradadas experiencias « la libertad economica, desregulada y salvaje, se ha convertido de este modo en el valor basico de la cultura del Gobierno, que hoy forma un todo con la cultura empresarial, en perfecta sintonia con la confusién de intereses publicos y privados personificada por el presidente del Gobierno »"” En efecto, en un pais como el Pert donde no existe tradicion de estabilidad del Estado de Derecho ni de instituciones democraticas sdlidas, el Presidente Fujimori terminé en una relacién de interdependencia con los poderes fécticos -fierzas armadas y servicios de seguridad interior- y los poderes privados -gremios empresariales y medios de comunicacin- en la elaboracion de la agenda y el quehacer de los asuntos publicos: para contener al terrorismo y a la hiperinflacién, a través de métodos juridico- positivistas de caracter voluntaristas, expresados tanto en normas legales como en acciones politicas de los propios sostenedores del gobierno, que trascendian el orden constitucional, por entonces afectado en su legitimidad popular. El Estado de Derecho, pues se encontraba cada vez mas vacio de contenido y sin la decision gubernamental de fortalecerlo, mas aun, para el Presidente la Constitucion de 1979 era un obsticulo que impedia la realizacién de su programa de gobierno. En esa situacion contradictoria, desde el cuartel general del ejército, Fujimori apela a la razon de Estado, para dar el autogolpe del 5 de abril de 1992. Las Fuerzas Armadas offecen su publico apoyo, ademas de contar con el aval de los medios de comunicacién, los gremios empresariales y tacitamente con la anuencia de la_opinién publica, En tal entendido, se clausurd el Congreso, se destituyé a los vocales de la Corte Suprema, lo que suponia que se concentraba en Fujimori y su Consejo de Ministros, la facultad legislativa y la designacién de los nuevos magistrados de facto de la Corte Suprema. El Tribunal de Garantias también fue clausurado, eliminandose el control constitucional de las normas legales, dado que el inagurado Gobierno de Emergencia y Reconstruccion Nacional sometia la supremacia juridica de la Constitucion de 1979 a la de su Estatuto de Gobierno y a los decretos leyes y medidas que aprobase el Poder Ejecutivo”. 16 Pablo Lucas Verdi, La lucha contra el Positivismo Juridico en la Repiblica de Weimer, la teorla constitucional de Rudolf Smend, Tecnos, Madrid, 1987, pp. 247 ss. '7 | wigi Ferrajoli, £! Estado constitucional de Derecho hoy: el modelo y su divergencia de (a realidad, en Corrupcién y Estado de Derecho. El papel de la Jurisdiccién, (Perfecto Teatez, editor), editorial Trotta, Madrid, 1996, p20. 38 Fernando Rospigliosi, Las fuerzas armadas y el 5 de abril. La percepcién de la amenza subversiva ‘como una motivacién golpisia, documento de trabajo N° 73, IEP, Lima, 1996, pp. 82. Establecido el régimen de facto, se instala la arbitrariedad en el ambito de la actividad estatal, afectando tanto el dmbito de competencia de los poderes piblicos, representantes y autoridades electas, como también los derechos y libertades de los ciudadanos, en particular los de la oposicion. Se invierte pues, la relacion entre el derecho y el poder, estableciéndose un Estado de la fuerza -Machistaat, caracterizado por que la autoridad somete a la ley -auctoritas facit legem- y no la ley a la autoridad - lex facit regem-, este tiltimo principio valido en todo Estado de Derecho”. 4. Constitucién de 1993 y crisis democratica El régimen de facto pronto sintié la presién politica intemacional que suspendio y corto la ayuda econémica y financiera necesaria para la implementacién de su programa econémico; motivo por el cual, tuvo que someter a la voluntad popular un proyecto de retorno a la democracia, mediante la convocatoria a, elecciones generales para un Congreso Constituyente y elecciones para renovar a los gobiernos locales, mas no para nuevas elecciones presidenciales, sino hasta 1995”. En este accidentado proceso de retorno a la democracia, el gobierno de facto no se replanted reconstruir el consenso quebrado con la medida inconstitucional, sino insistir en el proyecto politico y econdmico, con la autosuficencia del apoyo de los poderes facticos y privados, en particular de las Fuerzas Armadas, los medios de comunicacion, los grupos empresariales y el apoyo popular obtenido en elecciones para el CCD no siempre de transparentes resultados; quienes anteponiendo sus intereses a los de la Constitucién, configuraron un retorno constitucional mediocre”. En esta etapa se puso en evidencia el desinterés del poder ala vida constitucional y su débil conviccién en la supremacia de su propio Estatuto de Gobiemo que fue reiteradamente “violado”, es decir, el derecho es un instrumento sometido a la voluntad del poder. Pero, por otro iado, el gobierno obtuvo notoria legitimidad social, debido a la captura del lider maximo de Sendero Luminoso entre otros, y al control de la hiperinflacion. A base de estos logros en lo politico y econémico, la sociedad obtuvo tuna expectativa de paz civil, en virtud de la cual el gobierno hizo escamio tanto de las instituciones democratico-representativas, en particular de los partidos politicos y del Poder Judicial, como, por otro lado, utilizd a este Ultimo como un instrumento de control y desviacién de las demandas ciudadanas en defensa de sus derechos fundamentales y del Estado de Derecho. En tal sentido, Garcia Belaunde sefialaria con relacidn al gobierno que: “lo que diga la Constitucién sera valido en el momento que lo necesiten, no antes” 1 Gustavo Zagrebelsky, El derecho dtictil, Ley, derechos, justicia, Editorial Trotta. Comunidad de Madrid, Madrid, 1995, pp. 21 y ss. 3 CAs, Del golpe de estado a la nueva Constitucidn, en LTC N° 9, Lima, 1993, pp. 173 y ss.; Eduardo Ferrero (editor), Proceso de retorno a la institucionalidad democritica en el Peri, CEPEL, Lima, 1992. 2! Domingo Garcia Belaunde y Pedro Planas, La consttucién traicionada, Segiusa editores, Lima, 1993, pp. 83-89. 22 Domingo Garcia Belaunde, La reforma del Estado en el Perst,en LTC N° 12, Lima, 1996, p. 31 Siguiendo las huellas del inestable derrotero constitucional peruano, el Congreso Constituyente Democritico aprobo un nuevo texto constitucional que entro en vigencia €1 30 de Diciembre de 1993, el mismo que signified, por un lado, una respuesta politica al Estado social de la Constitucién de 1979, al cual el gobierno atribuyo un rol obstruccionista a las medidas de modernizacién en funcién de la economia libre de mercado, otorgando asidero a un pretendido pensamiento neoliberal, que cerré con la etapa del constitucionalismo social mis nominal que real, y; por otro lado, constituyé una salida politica frente a la presién politica interna y sobretodo econdmica internacional producida a raiz del autogolpe de Estado de Fujimori de 1992. En tal sentido, el esquema constitucional de 1993 expresa juridicamente el programa politico y sobre todo el programa econdmico del gobierno”, de servir de carta de garantia para los inversionistas, a través de la consagracién de una constitucion econémica de mercado y de la eliminacién de la planificacion democratica 0 concertada, libre de los atavismos empresariales estatales y del control de precios, defensora libérrima de la propiedad privada sin posibilidad de la expropiacion por interés social y la exclusion del tratamiento preferencial de ciertos sectores sociales y econémicos marginados. En ese sentido, uno de sus mentores ha soslayado el verdadero cardcter de este modelo constitucional, al decir que la “Constitucion puede ser calificada como de un liberalismo social, moderno, que intenta insertarse en una economia internacional de mercado..." Con ‘ransparencia, se puede afirmar que la Constitucion refuerza el régimen presidencialista, a través de la figura de la reeleccion presidencial inmediata y el debilitamiento del Congreso convertido en unicameral y con algunas competencias reducidas’®, También extiende el poder militar para juzgar los delitos de terrorismo y condenarlos a la pena de muerte” y, reduce los ingresos y las competencias de los gobiernos descentralizados”. Asimismo, el texto constitucional redimensiona nominalmente ei sistema judicial existente, ampliando las competencias del Tribunal Constitucional, creando la Defensoria del Pueblo, otorgandole al Jurado Nacional de Elecciones caracter de maximo organismo en materia jurisdiccional electoral, despolitizando la eleccién de los vocales de la Corte Suprema de Justicia, mediante su nombramiento por un organismos técnico como el Consejo Nacional de la Magistratura™ Al convertirse la Constitucién en un simple instrumento para la consagracién de los cambiantes objetivos politicos y econdmicos de los poderes fécticos y privados, su auctoritas, ha sido devaluada; al punto que se puede hablar de una crisis no sélo juridica 23 stessandro Pizzorusso, Lecciones de Derecho Constitucional, tomo 1, CEC, Madrid, 1984, p. 11. * Carlos Torres y Torres Lara, Alcances de Ja nueva constitucién de! Perit, en [us et Praxis N°25, Universidad de Lima, Lima, 1995, p. 48. 25 Rail Ferrero Costa, Equilibrio de poderes, en Jus et Praxis N°25..., op. cit, pp. 86 y $6 2 César Azabache, Sobre la pena de muerte, ea LTC N° 10, pp. 67-82. César Landa, La descentralizacion del gobierno unitario en ta Consttucién de 1993, en LTC N° 10, pp. 237-251 28 Domingo Garcia Belaunde, La judicatura en el proyecto consttucional, en lus et Praxis, N° 25... Op. cit, Lima, 1993, pp. 54 y ss. asimismo, Enrique Bemales con la colaboracién de Alberto Otirola, La Constitucién de 1993: Andlisis comparado, ICS editores, Lima, 1996, pp. 537-592. de la Constitucién, por que se reduce notablemente la aspiracion de generalidad y permanencia de la Constituci6n, al puro juego de las relaciones de fuerza; sino tambien, Ge una crisis politica de la Constitucién, por que ve afectada su aspiracidn de establecer un orden unitario y estable, asi como por que regula ideoldgicamente dicho orden falseando en la norma lo que en realidad es un desorden politico y social. Por ello, como seftala con toda lucidez Pedro de Vega: “ni todo el derecho procede ya de la Constitucién, ni, lo que es mas grave todavia, el derecho emanado en consonancia con la normativa constitucional, es el considerado como el mas eficaz para resolver los problemas de la vida cotidiana”™. Por ello, sera otro el escenario gubernamental privilegiado: el de la comunicacion publica del Presidente Fujimori y el pueblo, en virtud de lo cual el poder de los medios de comunicacién privados adquiere un valor politico concreto para el régimen, hasta el punto de llegar a una dependencia absoluta de los medios de comunicacidm®. En consecuencia, el gobierno redujo la importancia de los problemas de la constitucionalidad y el Derecho en el debate politico -gracias a su mayoria parlamentaria e informativa en los medios de prensa- y planted un discurso de medidas de gobierno concretas para los problemas economicos y de seguridad interior del pais; convirtiendo los asuntos del Estado de Derecho en problemas de técnicos, burdcratas, jueces y en todo caso de politicos obsecuentes, mas no temas de la agenda publica rnecesarias de debate, interés y opinién de la ciudadania interesada Asi, pues, la Constitucién de Fujimori necesitaba de una ciudadania apolitica, en la que incluso pudiendo participar mas en la vida piblica a través de elecciones, decidiera menos en {os asuntos de Estado”, En este sentido, es que se puede entender que ol modelo constitucional consagrado en la Constitucién de 1993 amplie la participacion ciudadana y de las instituciones sociales en Ja democracia representativa, acercando supuestamente el Estado de Derecho a los ciudadanos. Sin embargo, las pretendidas aspiraciones participacionistas y de modemnizacion de la nueva Constitucién, en definitiva sirvieron para que primaran las decisiones factices del gobierno fujimorista sobre el derecho, a base de apelar al estado de necesidad y urgencia de las reformas economicas y al liderazgo presidencial, abriendo asi mas la brecha entre la norma y la realidad, es decir entre la legalidad y la legitimidad constitucional. Un caso paradigmatico del desapego gubernamental al constitucionalismo se produjo al cumplirse el primer afio de gobierno del reelecto Presidente Fujimori, cuando la mayoria parlamentaria oficialista se hizo eco répidamente de los designios del poder* y ante el asombro del pais y la tenaz pero estéril oposicién de las minorias parlamentarias, aprobé el 23 de agosto de 1996, la Ley N° 26657, que la denomind Ley de pedro de Vega, Jurisdiccién constitucional y crisis de la constituciOn... 0p. Cit. p. 104. 3 Carlos Reyna y Eduardo Teche, La ilusion del poder, la escena politca de 1997, Desco, Lima, 1997, pty, 31 Francisco Miro Quesada Rada, Democracia directa: un andlisis comparado, en lus et Praxis N°25.. op. cit, pp, 64 y ss; asimismo, Luis Huerta, ZI derecho fundamental a fa participacién, ea LTC 12, Lima, 1996, pp. 59-89. 32 Alberto Fujimori, En ef Peri se requiere un simbolo que represente a este sistema, en Diego Achard y Manuel Flores (entrevistadores), Gobernabilidad: un reportaje de América Latina... OP. it. pp. 192 193. Interpretacion Auténtica del Art. 112° de la Constitucion’. Esta ley-medida, llamada de interpretacion auténtica del 112° de la Constitucion, habilitaba al entonces Presidente Fujimori para que pueda ser reelecto en las elecciones politicas generales del afio 2000 Con lo cual su gobierno que empez6 en 1990 y se renové en 1995 por cinco fios mas, se extenderia hasta el 2005; es decir que gobernaria durante tres periodos presidenciales consecutivos, a pesar que la Constitucién de 1979 prohibia la reeleccién inmediatay, que la Constitucién de 1993 le faculté solo a una reeleccion inmediata Esta Ley N° 26657 dictada casi dos meses después de la instalacién del Tribunal Constitucional, fue objeto de una accion de inconstitucionalidad, que dié lugar a que el Tribunal Constitucional dictara una sentencia declarando inaplicable la ley al Presidente Fujimori y otro malhadado fallo que declaré infundada la demanda. No obstante, al ser esta causa una political question, la segunda “decision” mostr6 sin mayor verguenza judicial, una escaza argumentacién y fundamentacién constitucional. Pero, ia respuesta det gobierno fujimorista ante la sentencia de inaplicacién de dicha ley, pronto se puso en evidencia, con la acusacién constitucional que formulé la mayoria parlamentaria oficialista contra los magistrados constitucionales que firmaron la resolucién que declard inaplicables la ley de la reeleccion presidencial. Proceso politico que sin respetar las garantias del debido proceso parlamentario concluyé arbitrariamente en mayo de 1997 con la destitucién de tres magistrados constitucionales En adelante la Constitucién y las instituciones propias de la democraia representativa, como el Congreso, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, la Contraloria General, los gobiernos locales, entre otros organismos constituciorales, quedaron a merced plenamente del gobierno y su proyecto reeleccionista. Eso se puso de manifiesto con las elecciones presidncial y parlamentaria del afio 2000. En efecto, en dicho proceso electoral no se cumplieron los standares minimos de una eleccién democritica, en la medida en que: se dicto una legislacién electoral parcializada e insuficente, se produjo tuna abierta quiebra de la imparcialidad del Estado, hubo cusencia de una equitativa competencia electoral en los medios de comunicacion y, las autoridades electorales demostraron incompetencia ¢ impunidad ante la corrupeién electoral gubernamental La fraudulenta victoria de Fujimori sobre Toledo en la segunda vuelta electoral desencadené una ola de protestas ciudadanas de la oposicion politica y social, asi como, también, dio lugar al cuestionamiento internacional a la legitimidad del tercer mandato de Fujimori, Esta victoria pirrica fue el producto final de la accion arbitraria de la red ‘gubernamental de la corrupcién gubernamental liderada por Viadimiro Montesinos, et hombre de confianza del entonces Presidente Fujimori, a través del cual se manipularon las instituciones del Estado de Derecho, de acuerdo con los caculos politicos de la reeleccién presidencial 33 César Delgado Guembes, La eleccién del presidente de la repiiblica: la regla del doble complemento y 1a consolidacién democrética, asimismo, Enrique Bemales, El articulo 112° de la Constitucion y (a ley N° 26637, ambos en Pensantento Constitucional, N° 3... op. cit, pp. 76-81 y 103-115; asimismo, Hubert Wieland La reeleccién presidencial: andlisis de la dispesicién constitucional y su ley interpretative, eA LTC N° 12... 09. cit, pp. 201-206. 5, Transicién democratica Dada la crisis de legitimidad politica que generd el proceso de re-reeleccion presidencial de Fujimori, la Organizacién de los Estado Americano (OBA) en la sesién de Windsor - Canadé- en junio del 2000 senté en el banquillo de los acusados al gobierno de Fujimori por violar los mandatos de defensa del sistema democratico de la carta americana. En ese sentido, la OEA establecié en Lima en julio del 2000, una Mesa de Didlogo donde representantes del gobierno, la oposicion y de la sociedad civil, debian debatir sobre temas centrales para el fortalecimiento democritico: la reforma del sistema judicial, la reforma del sistema electoral, la reforma del aparato militar y, la restitucion de los medios de comunicacién a sus legitimos propietarios, basicamente. En el mes de setiembre, en pleno proceso de didlogo, desdibujado debido a la falta de voluntad del gobierno para concertar con lealtad democratica, aparecié un video en los medios de comunicacién social, donde Viadimiro Montesinos, hombre fuerte del régimen fujimorista, entregaba quince mil délares al congresista de oposicién Kouri para que pase a la bancada parlamentaria fujimorista, a fin de lograr la mayoria parlamentaria, que no obtuvo el gobierno mediante el sufragio ciudadano. Con este video se confirmé una verdad piblica tanto del origen del transfuguismo de varios parlamentarios de la’ oposicién hacia el oficialismo, como de la corrupcién politica con que se habia desarrollado el proceso electoral, que quedé impune, Frente a esta situacion, el Presidente Fujimori en vez de destituir y mandar procesar a su asesor Montesinos y pedir que se levante la inmunidad parlamentaria del congresista Kouri, anuncié su renuncia a terminar su mandato el 2005, disponiendo la convocatoria a elecciones no solo presidenciales, sino también parlamentarias, Esta decisién politica se tradujo en una acuerdo politico entre el gobierno y la oposicion en la Mesa de Diilogo de la OEA para reformar la Constitucién, negociacion que no estuvo exenta del chantaje gubermamental, para que se aprobase simulténeamente en el Congreso una amnistia a los militares ante eventuales procesos judiciales por delitos de narcotraico. Pero, ante la agudizacién de la crisis politica debido a la corrupci6n, no prosperé el chantaje militar En consecuencia, el 5 de noviembre del 2000 entré en vigencia la Ley N° 27365, mediante la cual se realiz6 la tercera reforma constitucional a la Constitucion de 1993. La reforma fue dictada con la aprobacién de los dos tercios de los congresistas -en dos artificiales legislaturas ordinarias de la Camara Unica-, con el fin de permitir que los mandatos de cinco afios del entonces Presidente Fujimori y de los _parlamentarios, culminen en julio del 2001, en vez de terminar en julio del 2005. Asimismo, se dispuso la prohibicién de la reeleccién presidencial inmediata, salvo que se deje un periodo como minimo. Pero, la crisis politica que desaté el video de la corrupcién gubernamental no se agotd sélo en la reforma constitucional mencionada, sino que estuvo acompafiado de un conjunto de procesos democratizadores como: la censura parlamentaria de la Presidenta Gel Congreso Martha Hildebrandt y la eleccién de Valentin Paniagua, representante de la bancada de la oposicién, como nuevo Presidente del Congreso. Asimismo, se produjo otro hecho sin precedentes politicos: la salida de Fujimori del Perit so pretexto de participar en Brunei en una conferencia internacional de economia de la region Asia-Pacifico; para luego, continuar viaje extra-oficialmente al Japén, pais, desde el cual envid su carta de renuncia a la Presidencia de la Republica, ante el desconcierto y desbande de sus ministros y congresistas, asi como, la indignacion de sus opositores politicos y la opinién publica nacional. ‘Antes este acto de deslealtad politica el 22 de noviembre del 2000 el Congreso de la Repiiblica con los votos de las minorias y la mayoria parlamentaria se aprobo declarar la vacancia presidencial por causa de permanente incapacidad moral, rechazando su pedido de renuncia, de conformidad con el Articulo 113°-2 de la Constitucién. La declaracion de la incapacidad moral de Alberto Fujimori tuvo como consecuencia constitucional inmediata su destitucién como Presidente de la Republica; es decir que, quedé vacante el cargo de Jefe de Estado y jefe de gobierno que asume el Presidente de la Republica, de conformidad con los articulos 110° y 118-3 de la Constitucion, | Si bien, en el régimen constitucional peruano existen dos vice-presidentes de la Republica, para reemplazar sucesivamente al Presidente en caso de ausencia, suspension 0 vacancia, éstos renunciaron previamente a la destitucién presidencial dada la grave crisis moral en la que estaban directamente involucrados Fujimori y Montesinos. Producida la vacancia presidencial de Fujimori, el Dr. Valentin Paniagua como Presidente del Congreso, asumié autométicamente el cargo provisorio como Presidente de la Repiiblica, de conformidad con el Articulo 115° de la Constitucién. Si bien se ha debatido, acerca de los limites en el ejercicio excepcional de su nuevo cargo; lo cierto es que al haber pedido licencia de su funcion parlamentaria y haberse elegido ad interin a un nuevo Presidente del Congreso Carlos Ferrero- Valentin Paniagua ¢jerce las competencias y facultades del cargo de la Presidencia de la Replica de pleno derecho, hasta el 28 de Julio del 2001; fecha en la cual se llevari a cabo el relevo de la Presidencia, ante el nuevo Congreso que salga clecto en las elecciones politicas generales del 8 de abril del 2001. La caida de Fujimori y de su gobiemo se debe en buena medida a su cerrado compromiso de defensa de todas las acciones de Montesinos, ante la eventualidad de que las comisiones investigadoras del Congreso, el Ministerio Piblico o del Poder Judicial pudieran iniciar procesos parlamentarios y/o judiciales investigatorios, 0 que los medios de comunicacion independientes del gobierno profundizaran sus investigaciones periodisticas sobre las acciones ilegales de su asesor: en materia de acoso a la oposicién politica, corrupccién de jueces y parlamentarios, asi como, su vinculacién con las operaciones paramilitares de Estado, del narcotréfico y del trafico de armas. Precisamente, el pedido de vacancia presidencial de la oposicién parlamentaria obtuvo consenso en la opinién publica y en la Camara Unica, en la medida que Fujimori fue el principal defensor de Montesinos en el tréfico ilegal de armas compradas por el ejército peruano a Jordania, pero que fueron desviadas a la guerrilla colombiana. Este, caso resulté ser el detonante que habria dado lugar a que uno de sus pequefios socios - encarcelado por orden de Fujmori y Montesinos-, entregara para su difusion el video de la corrupcién Montesinos-Kouti, por un alto precio 6. Perspectivas del constitucionalismo peruano En la historia constitucional del Peni se han dado espasmédicos procesos de modernizaci6n, a través de la utilizacion de las instituciones democraticas propias del constitucionalismo clisico. Asi, desde la vigencia de la Constitucién de 1979, la nocién de la ley quedé nominalmente sometida de manera concreta a una relacion de adecuacién con el estrato més alto del derecho: la Constitucién politica del Pert. Pero, es slo paradéjicamente durante la década de los noventa que por primera vez en la historia del constitucionalismo peruano, se viene haciendo presente en la vida social de la ciudadania, la necesidad de la supremacia juridica y valorativa de la Constitucion sobre la ley, debido a los efectos perversos de su ausencia en las decisiones legislativas, judiciales y administrativas del gobierno de Fujimori En efecto, a partir de la década de los noventa, el gobierno de Fujimori demostré una practica politica de rasgos autocraticos, devaluando asi su propia Constitucién de 1993 en la que expres6 su programa neoliberal en lo econémico y conservador en lo politico. Esto, debido a que el ex-Presidente no distinguid entre la naturaleza de un gobierno fuerte que restableciera la paz social y de un gobierno autoritario que la asumié como una forma de hacer politica; lo que finalmente creo inestabilidad politica en el mediano 6 largo plazo, con la agravante del gran costo social y democratico para la ciudadania de la intolerancia gubernamental. Por ello, en el proceso democratizador del gobierno provisorio de Valentin Paniagua, deberia quedar sentado que la revalorizacién de la Constitucion, no es un simple cambio de la tradicional prevalencia en la practica de la ley sobre la Constitucién, sino que, por el contrario, se trata de una profunda transformacién del principio de legalidad que incluso afecta a la propia nocion de derecho y de politica. De aqui que, la quiebra de la norma suprema constitucional en 1992, a diferencia de la derogacion arbitraria de una ley, haya implicado la ruptura del sistema democritico contempordneo; es decir del equilibrio y balance entre los poderes y la desproteccién de los derechos fundamentales. Pero, la concepcién positivista del Derecho se resiste @ asumir su fracaso en el Peri, debido a que tiene auténticas dificultades para comprender la esencia del constitucionalismo democratico: la racionalizacién del poder a través de la articulacion politica entre el gobierno y la oposicién, entre la mayoria y la minoria, en aras a la defensa eficaz de los derechos fundamentales De lo contrario, seguir concibiendo y aplicando el Derecho Constitucional a partir de un positivismo juridico voluntarista, formalista 0 sociolégico, podria significar estar encubriendo ingenuamente bajo el manto de la Constitucién y del proceso de democratizacién, a las antiguas y nuevas apuestas autoritarias de los poderes piblicos y privados, que siempre aparecen como abanderadas de las medidas de la modemnizacion constitucional. Lo que no es dbice para entender a la Constitucién como la manifestacion mas alta del derecho positivo, y de los” valores irreductibles de libertad igualdad Lima, enero de 2000, Lima, marzo de 2001

También podría gustarte