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Colegio BECARB II
Departamento de Lenguaje y Comunicación
Evaluación coef. 1
Texto narrativo
Nota:
Recuerda: Lee con atención las instrucciones y responde con lápiz pasta. No se
acepta el uso de corrector ni borrones. La evaluación es individual, por lo tanto si eres
sorprendido conversando o en una actitud deshonesta se retirará inmediatamente la
evaluación y será calificado con nota mínima.
1. ______ Narrar es contar hechos reales o ficticios donde participan personajes que
se sitúan en un tiempo y espacio determinados.
3. ______ El personaje que a través de la historia cambia ya que las acciones así lo
ameritan se denomina “Personaje Plano”.
4. ______ El espacio social corresponde al entorno cultural, histórico, religioso, moral,
económico o social en el que se desarrollan las acciones.
1. “Jamás pensé en enamorarme, pero así ocurrió y fue fulminante. De esos amores que te
invalidan y no puedes hacer nada”
2. “La mañana del 4 de octubre, Gregorio Olías se levantó más temprano de lo habitual.
Había pasado una noche confusa, y hacia el amanecer creyó soñar que un mensajero
con antorcha se asomaba a la puerta para anunciarle que el día de la desgracia había
llegado al fin.”
3. “Dio la medianoche y la muchacha salió corriendo del castillo. En su carrera perdió una
zapatilla de cristal”
4. “Por las noches, lo único que se escuchaba era su fuerte ronquido. Era un hombre
grande y corpulento, le decían El tronador, a las razones evidentes. Ya nos tenía
cansados en la pensión, no dejaba dormir a nadie”
7. Hace muchos años tuve un amigo que se llamaba Jim, y desde entonces nunca he
vuelto a ver a un norteamericano más triste. Desesperados he visto muchos. Tristes
como Jim, ninguno. Una vez se marchó a Perú, en un viaje que debía durar más de seis
meses, pero al cabo de poco tiempo volví a verlo.
IV. Ítem de comprensión lectora: lee los textos y responde las siguientes
preguntas (3 puntos cada una)
Texto 1
A dos kilómetros hacia el oriente de Graneros está el "Cerro Grande", el mayor de todos,
cubierto por péumos, espinos y litres, es el último en despedir el sol poniente. Abajo crecen
arbustos que adornan las campiñas.
En el pequeño flanco, casi en la cima del monte, existe una cueva en la que entran los viernes,
cientos de "chonchones" que se conocen también con el nombre de "Tué-Tué", por ser éste el
grito característico de esta ave nocturna, parecida a la lechuza, que encarna a los brujos.
La entrada de la caverna, que antes permanecía abierta, ahora está cerrada. Tiene a su
alrededor una pequeña partidura redonda, especie de timbre, que tocan los brujos cuando
llegan para abrir la puerta. Han tomado esta precaución, según ellos, porque la gente de hoy es
más intrusa y curiosa que la antigua.
Los Tué-Tué, convertidos en brujos entran uno por uno y se van descolgando por la cavidad
subterránea hasta llegar al "salón" donde se reúnen y tratan los acontecimientos últimos de su
secta.
Concurren a la cueva de "Cerro Grande", brujos de, Machalí, Doñihue, Larmahue, Graneros,
Rengo, Rancagua, Almahue Viejo, Rinconada, Cerrillos, Quinta, Coltauco y Tagua Tagua, los
que al despuntar el alba empiezan a salir. Su griterío se escucha a lo largo y ancho de la
comarca; entonces los pobladores, para que no se acerquen dicen: "Martes hoy, Martes
mañana, Martes toda la semana".
Y según las creencias, si alguien los siente y les ofrece alimentos o prendas de vestir, vuelven
al día siguiente convertidos en seres humanos a cobrar lo ofrecido y en caso de que no se
acceda, la burla es castigada con males o enfermedades que sólo curan las "machis"
Texto 2
El granjero salió del bosque y llegó al claro que estaba en el linde de la maleza. En aquella
soledad encontró a un anciano que tiritaba lastimeramente. Sólo una harapienta capa le cubría
el cuerpo del crudo frío invernal. Sus cabellos grises estaban” insertados como plumas
alrededor de la cabeza, y su barba era larga y desaliñada. Con manos trémulas se secó las
lágrímas, pero siguió gimiendo.
-¡Algo terrible! ¡Espantoso! -exclamó el viejo, entre sollozos- Vendí mi casa, mis tierras y todo lo
que tenía, y oculté en este agujero el oro que me dieron por ellos. Y ahora, ha desaparecido…,
desaparecido…, desaparecido!
-Temo que estás sufriendo el castigo del avaro -dijo sabiamente el granjero-. Has permutado tus
cosas buenas y útiles por un montón de oro inservible, que no puedes comer ni usar como ropa.
¡Aquí tienes! -agregó-. Mira esta piedra. ¡Entiérrala y piensa que es tu pedazo de oro! ¡Nunca
notarás la diferencia!
Texto 1:
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Texto 2:
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Según el texto 1:
Según el texto 2: