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CEDIH

SUPUESTO PRACTICO NUM. 11

LOS REHENES USADOS COMO PROTECCION

PLANTEAMIENTO

Durante una situación de guerra declarada entre los Estados A y B, las tropas
del Estado A invaden una provincia enemiga y entran en su capital tomando
posesión del Ayuntamiento – donde izan su bandera – de las oficinas de
Correos y Telégrafos, Comisaría de Policía, Central eléctrica y de todos los
edificios públicos, manteniendo el control de la ciudad y estacionando allí dos
Regimientos. Sin embargo, no existe una presencia efectiva de las tropas del
Estado A en todos los pueblos de la provincia, aunque hay destacamentos en
los Municipios mayores de cinco mil habitantes. Fuera de los núcleos urbanos
las fuerzas enemigas operan en forma de pequeñas bandas de guerrilleros
que, sin dejarse ver por las tropas del Estado A ( que ignora pues su
condición o no de combatientes) se dedican a volar los ferrocarriles que
transportan tropas y material de guerra del Estado A dentro de la provincia.

A la vista de los ataques de que eran objeto por gente no identificada el


Comandante de las fuerzas de ocupación del Estado A decide capturar como
rehenes a doce prohombres de la provincia ocupada y colocarlos en los trenes,
con la esperanza de que los atacantes se abstendrían de actos de hostilidad
que pudieran poner en peligro la vida de ciudadanos civiles muy conocidos y
garantizar así la seguridad de las fuerzas del Estado A contra los ataques de
los habitantes del territorio enemigo.

PREGUNTAS:
1.- ¿Existen realmente los presupuestos de ocupación de un territorio
enemigo en el caso propuesto?.

2.- ¿Es lícita la medida de tomar como rehenes a los habitantes de un


territorio enemigo pertenecientes a la población civil?.

3.- Es lícita la medida de colocar en los ferrocarriles a los rehenes para


evitar los ataques de gente desconocida?.

4.- ¿Es lícita la acción de volar los ferrocarriles?.


CEDIH
SUPUESTO PRACTICO NUM. 11

LOS REHENES USADOS COMO PROTECCION

SOLUCION RAZONADA

1.- No es necesaria la presencia de tropas del Estado A en todos los


pueblos de la provincia invadida para se haya producido una situación
en la que , de hecho, el ocupante ejerce su autoridad y dispone de
medios suficientes para imponerla.
Tampoco supone ningún obstáculo la existencia de movimientos de
resistencia porque en el supuesto no queda acreditado que éstos,
controlaran alguna porción del territorio considerando.
Por lo tanto, cabe afirmar que sí se dan los presupuestos necesarios de
una ocupación bélica.
Normas aplicables
Arts 42 y 43 del Reglamento sobre las leyes y costumbres de la
Guerra Terrestres ( 1899).

2.- La toma de rehenes está expresamente prohibida por el Derecho de la


Guerra. La prohibición de tomar rehenes se aplica en cualquier
circunstancia y a todas las personas que hayan caído en poder del
Estado A, independientemente del “status” que tengan reconocido,
porque dicha prohibición forma parte de las garantías mínimas
fundamentales que el artículo 75 del Protocolo I concede a todas las
personas que no disfruten de un trato más favorable.
La toma de rehenes está considerada como una infracción grave y el
Código Penal la castiga con la pena de prisión de diez a quince años, sin
perjuicio de la pena que corresponda por los resultados producidos.
Normas aplicables
Art. 34 del IV Convenio de Ginebra
Art. 75.2 c) del Protocolo I.
Art. 611. 4º del Código Penal
Art. 77.6 del Código Penal Militar
Art. 139 de las Reales Ordenanzas.
Art. 8.2.VIII del Estatuto de Roma

3.- No solamente está prohibida la toma de rehenes sino la utilización de


éstos en la forma descrita en el planteamiento, tratando de poner a
cubierto de ataques los ferrocarriles que al trasladar tropas y material de
guerra se convierten en objetivo militar.
No es lícito, por otra parte, castigar a una persona protegida por
infracciones que no haya cometido ella misma, ni aplicarle penas de
carácter colectivo, ni someterle a medidas de intimidación o represalia.
Normas aplicables
Arts. 28 y 33 del IV Convenio de Ginebra
Arts. 51.7 del Protocolo I.
4.- En primer lugar hay que señalar que las pequeñas bandas de
guerrilleros son combatientes legítimos y, en consecuencia tienen
derecho a participar directamente en las hostilidades. En segundo lugar
cabe afirmar como se ha dicho anteriormente que los ferrocarriles son
objetivos militares de acuerdo con los requisitos establecidos en el
artículo 52.2 del Protocolo I y por lo tanto pueden ser atacados .La
presencia de compatriotas civiles en los trenes, forzada por el enemigo
para poner a cubierto de ataque sus convoyes no evita, a priori, que los
ataques se produzcan, aunque sea preciso que los guerrilleros analicen
si existe proporcionalidad entre la ventaja militar que esperan obtener y
el número de bajas que puedan preverse se produzcan en las personas
civiles tomadas como rehenes, Si existen otros objetivos que produzcan
resultados equivalentes, tales como los puentes del ferrocarril o incluso
la misma vía de optarse por estos últimos.
Normas aplicables
Artículos 43.2/ 44.3 / 48/ 52.2/ 57.3 del Protocolo I.
Articulo 610 del código Penal.
Artículo 70 del Código Penal Militar.
Artículo 8.2. IV del Estatuto de Roma

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