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Tercera edad

Estudio de la cabeza de un anciano, óleo sobre tabla (1610-1615) de Peter Paul Rubens (1577-1640).

Estatua que representa a una pareja de ancianos en los alrededores de la Catedral de Burgos.

Anciano (Ulpiano Checa).


Tercera edad o senectud es un término antropo-social que hace referencia a las últimas
décadas de la vida, en la que uno se aproxima a la edad máxima que el ser humano puede
vivir. En esta etapa del ciclo vital, se presenta un declive de todas aquellas estructuras que se
habían desarrollado en las etapas anteriores, con lo que se dan cambios a nivel físico,
cognitivo, emocional y social. A pesar que esta fase tiene un punto final claro (la muerte), la
edad de inicio no se encuentra establecida específicamente, puesto que no todos los
individuos envejecen de la misma forma. No obstante, debido que la edad biológica es un
indicador del estado real del cuerpo, se considera que se trata de un grupo de la población
que tiene 65 años de edad o más.

Índice
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 1 Introducción
o 1.1 Clasificación de las personas mayores
o 1.2 Fragilidad
o 1.3 Características del anciano frágil
 2 Aspectos sociales y sociológicos
 3 Disciplinas que la abordan
 4 Platón y Cicerón
 5 Terminología de la vejez, discriminación y prejuicios
 6 Depresión en la tercera edad
 7 Soledad en la Tercera Edad
 8 Sexualidad en la tercera edad
o 8.1 Sexualidad y la necesidad sexual
o 8.2 Falsas creencias sobre la sexualidad en la tercera edad
o 8.3 Factores que influyen en la sexualidad en la tercera edad
 8.3.1 Fisiología sexual
 8.3.1.1 En las mujeres
 8.3.1.2 En los hombres
 8.3.2 Factores sociales y culturales
 8.3.3 Factores psicológicos
o 8.4 Modelos de intervención
 8.4.1 Modelo de riesgo
 8.4.2 Modelo Moral
 8.4.3 Modelo prescriptivo
 9 Actividad en la tercera edad
 10 Día Internacional de las Personas de Edad
 11 Maltrato familiar a personas de la tercera edad
 12 Residencia de personas mayores
 13 Evolución de la población de la tercera edad
o 13.1 En España
 14 Véase también
 15 Referencias
 16 Bibliografía
 17 Enlaces externos
Introducción[editar]
En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros que se registran en
los hoteles se les pregunta la edad para asegurarse de que recibirán la deferencia apropiada.
En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se considera indeseable.
Los estereotipos sobre el envejecimiento, internalizados en la juventud y reforzados por
décadas de actitudes sociales, pueden convertirse en estereotipos personales, que a nivel
inconsciente y a menudo actúan como profecías que se autorrealizan.

Este grupo de edad ha estado creciendo en la pirámide de población o distribución por edades
en la estructura de población, debido principalmente a la baja en la tasa de mortalidad por la
mejora de la calidad y esperanza de vida de muchos países.

Las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son especialmente difíciles,
pues pierden rápidamente oportunidades de trabajo, actividad social y capacidad de
socialización, y en muchos casos se sienten postergados y excluidos. En países
desarrollados, en su mayoría gozan de mejor nivel de vida, son subsidiados por el Estado y
tienen acceso a pensiones, garantías de salud y otros beneficios.

Incluso hay países desarrollados que otorgan trabajo sin discriminar por la edad y donde prima
la experiencia y capacidad.[cita requerida] Las enfermedades asociadas a la vejez (Alzheimer,
artrosis, diabetes, cataratas, osteoporosis etc.) son más recurrentes en los países en vías de
desarrollo que en los desarrollados.[cita requerida]

El Día Internacional de las Personas de Edad se celebra el 1 de octubre.

Clasificación de las personas mayores[editar]

1. Persona mayor (sana o enferma) autónoma: incluye a las


personas mayores de 65 años, sanas y afectas de
enfermedades (agudas o crónicas) no potencialmente
incapacitantes.
2. Persona mayor frágil o de alto riesgo de dependencia: este
concepto indica situación de riesgo de dependencia (pero
sin padecerla aún), siendo potencialmente reversible, o
pudiendo mantener la autonomía mediante una
intervención específica.
3. Paciente geriátrico: Si cumple tres o más de las siguientes
condiciones:
1. Mayor de 75 años
2. Pluripatología
3. Incapacidad funcional (alto riesgo de dependencia)
4. Deterioro mental
5. Problemática social en relación con su estado de
salud
Fragilidad[editar]
Es la disminución multisistémica de la reserva fisiológica frente al estrés. Condicionada por el
envejecimiento y los factores externos.

Estado asociado al envejecimiento (y a determinados factores externos), que se caracteriza


por una disminución multisistémica de la capacidad de reserva fisiológica funcional ante el
estrés (es decir, por una incapacidad para mantener la homeostasis). Este estado se traduce
en:

 Pérdida de resistencia (la sarcopenia o pérdida de masa


muscular es un componente clave en la aparición de la
fragilidad)
 Aumento de la vulnerabilidad
 Aumento del riesgo de incapacidad
Características del anciano frágil[editar]

 Mayor de 80 años
 Pluripatología (con tendencia a la cronicidad)
 Pérdida de la capacidad funcional
 Deterioro cognitivo (incluyendo mal de Alzheimer)
 Problemas afectivos (depresión)
 Ingresos hospitalarios repetidos
 Polifarmacia (3 o más fármacos)
 Presencia de síndromes geriátricos
 Vive solo
 Está institucionalizado
Aspectos sociales y sociológicos[editar]

Instalaciones para uso de personas de la tercera edad en el Parque Juan Carlos I en Madrid, España.

La recién elaborada sociología de la tercera edad tiene otras dimensiones: considerar a estas
personas un grupo cultural en una estratificación de la población por grupos de edad (igualdad
de trato, igualdad de derechos). Sin embargo, esta situación sólo puede aplicarse en un
segmento interesante pero reducido de consumidores y de clientela política, por lo que de
nuevo es reduccionista, pues asume homogeneidad. Además, la exclusión del mercado
laboral remunerado no quita su inclusión en actividades típicas del voluntariado, comisiones
municipales, residencias, centros sociales, bibliotecas y otras instituciones con enfoque
comunitario, asociacionista y participativo como personas y como ciudadanos.

Shanas (1968, 1977) contribuyó con el concepto de la construcción social de la tercera edad
contra conceptos discriminantes que, como símbolos y sentimientos, pueden modificarse;
Butler (1975, 1980) removió hacia adelante la nueva edad, con un enfoque de interaccionismo
simbólico.
Disciplinas que la abordan[editar]
La Geriatría estudia la prevención, curación y rehabilitación de enfermedades en la tercera
edad; y la Gerontología estudia los aspectos psicológicos, educativos, sociales, económicos y
demográficos relacionados con los adultos mayores. Hoy en día existen especialidades como
la gerontología psiquiátrica (o psiquiatría gerontológica), que incluyen variables como la
calidad de vida y otros fundamentos científicos. También existe la educación gerontológica,
que tiene como finalidad orientar los preceptos pedagógicos a la ciencia de la gerontología
para enriquecerla y reforzarla. Se ha desarrollado también como una tecnología social de
apoyo e industrialización y de avances científicos.

Platón y Cicerón[editar]
El tema de la senectud como preparación para la vejez preocupó a Platón (en el siglo V a. C.)
en 'La República', y Cicerón (en el siglo I a. C.) escribió sobre ella en 'De Senectude'. Ambos
son escritos en la ontología de las categorías de edades, que se ha configurado alrededor de
'modos de ser', relacionados con el decurso mismo de la vida personal. Hay párrafos que, en
lo esencial, son idénticos en ambos autores. Las 'apostillas al diálogo de la vejez' en Internet
es un elogio al pensamiento de Cicerón.

Terminología de la vejez, discriminación y prejuicios[editar]


Las diferentes denominaciones: senectud, ancianidad, vejez, mayores, segunda juventud,
provectos y tercera edad, al igual que la terminología de seniors para elders (en el inglés)
tienen todos el propósito de esquivar los prejuicios y la discriminación. Algunos de ellos sí lo
logran, y en gran medida; otros, por el contrario, generan nuevas máscaras. También los
estudios sociológicos han asignado prioridades al tema y que varían en las distintas
sociedades y épocas a la par de alimentación, vivienda, salud y transportes. También hay
abuso de los mayores como discriminación por edad en los ambientes laborales. Hay una
consideración también respecto al "estar activo" y a las aficiones pensadas con un diseño
universal, que sustituyen a los trabajos en los mayores y que también pueden ser proyectadas
desde muchos años antes, por ejemplo: la lectura como recurso y como afición, que si no ha
sido ya utilizada en la juventud y edad adulta, difícilmente será utilizada mucho después.
Priman los temas vitales y no quieren que estén ausentes tampoco los propios de su grupo
social de personas mayores, como cultura diferente e igualmente con una diferente actitud a lo
que es nivel de vida. Es muy sensible al puesto en la nueva sociedad de los mayores por la
pérdida de la familia extensa y el advenimiento de la familia nuclear o sólo de pareja, con
pocos hijos. Lo es también su capacidad de maniobra por el aumento de rentas y consecuente
independencia de los futuros 'mayores', por el aumento de la clase media.
Es muy común entre las personas denominar a los ancianos como abuelos, aun no siendo los
propios abuelos biológicos.
Depresión en la tercera edad[editar]
La tercera edad es una etapa de la vida en la que el ser humano elabora una reflexión de lo
que ha logrado en su trayectoria de vida, así como de las oportunidades que se han dejado
pasar o simplemente se han postergado. Cabe señalar que esta etapa se hacen presentes los
trastornos biológicos y psicológicos. Es decir, se comienza a tener problemas con la vista, la
audición, el habla, el equilibrio y la pérdida de memoria.

También suele perderse a seres queridos y amigos, y la incapacidad para participar en


actividades que antes solía realizar a menudo. Esto puede resultar en una desestabilidad
emocional que da lugar a emociones negativas como la tristeza, la ansiedad, la soledad y la
baja autoestima, que a su vez conducen al aislamiento social y la apatía.

La consecuencia más grave sería la depresión crónica o la depresión que es recurrente y


persistente. Ésta puede tener efectos físicos que incrementan el índice de mortalidad de los
hombres y mujeres. En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros
que se registran en los hoteles se les pregunte la edad para asegurarse de que recibirán la
deferencia apropiada. En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se
considera indeseable. Los estereotipos sobre el envejecimiento, internalizados en la juventud
y reforzados por décadas de actitudes sociales, pueden convertirse en estereotipos
personales, que a nivel inconsciente y a menudo actúan como profecías que se autorealizan.

La depresión puede llevar a hábitos alimenticios que acaben resultando en obesidad,


provocando también pérdida considerable del apetito y la reducción de niveles de energía,
ocasionado a veces un trastorno conocido como anorexia geriátrica. Asimismo, pueden
experimentar índices más altos de insomnio y tiempos de reacción más prolongados que lo
normal, lo que aumenta los riesgos asociados con cocinar y conducir.

Es por esto que se debe poner un especial interés en la vida de los adultos mayores o de la
tercera edad, ya que si ellos son acompañados en esta etapa de cambios, y se sienten
apoyados, se puede reducir el riesgo de padecer depresión.

También si ellos ejercitan su memoria y realizan actividades, ya sean físicas o recreativas, a


un ritmo moderado, pueden sentirse útiles y así motivar al grado de aumentar su autoestima.

En esta etapa de la vida en la que el ser humano desea envejecer de un forma digna y
saludable se presentan muchos cambios psicológicos, sociales, físicos, estos cambios
representan perdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado
por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e
independencia, puede provocar en él una baja autoestima y esto derivar en una depresión
muy severa, ¿Qué hacer? reforzar el autoestima es, decir la imagen propia del adulto mayor
sobre la base de sus logros, metas alcanzadas, esfuerzos, logros sabiduría de vida a partir de
la experiencia (ampliar la auto imagen positivamente). Este refuerzo puede darse a través del
aprendizaje acerca de la valoración de sí mismo.

Soledad en la Tercera Edad[editar]


La relación entre la soledad y edad ha sido resaltada en numerosos estudios. Cuando hablan
de la soledad las personas mayores aluden, por un lado, al hecho objetivo de hallarse
habitualmente solas en la vivienda; pero, por otro, al sentimiento interno de falta de compañía
que quizás les invade de vez en cuando o bien de forma permanente. Por ello podríamos
destacar varias etapas de la vejez según el hogar: la primera es cuando los padres conviven
con sus hijos estando estos en la edad adulta, la segunda con la aparición del nido vacío y la
emancipación de los hijos, la tercera al fallecer uno de los cónyuges, y la cuarta con la
reagrupación del hijo con el padre/madre.

El uso de los recursos para combatir el sentimiento de soledad difiere según el género,
tendiendo los hombres a las actividades más relacionadas fuera del ámbito doméstico,
mientras que las mujeres se refugian más en la búsqueda de la familia y la del interior del
hogar. Tener pareja puede ser factor fundamental para no sentirse solo, independientemente
de la edad.
Otro recurso podría ser la presencia de las mascotas. Podría pensarse que tener un animal de
compañía ayudaría a evitar el sentir estar solo. Las personas que no tienen animales de
compañía puntúan más alto en Soledad Social que aquellos que sí tienen.

Para finalizar, sea cual sea el hecho desencadenante de la soledad, ésta no es el principal
problema de la vejez, pero es el problema principal que pueden experimentar algunas
personas mayores creándose inseguridad y sintiéndose indefensas, provocando inclusive
depresiones.

Para tener más claro cómo viven las personas mayores la soledad, vamos a hablar del lugar
que ocupan en la jerarquía social.

La relación entre el género y la edad resulta muy diferente para hombres y mujeres, debido
entre otras cosas a la valoración que se tiene de ellos en la jerarquía social. Ha habido un
cambio en ello con respecto a la historia, ya que antes eran menos numerosos y más
valorados, al contrario que ahora, más numerosos y menos valorados, debido también a las
nuevas tecnologías y a la escasez de trabajos.

Se quiere una equidad, una igualdad entre estas personas concretamente en la vejez, pero
esto quiere decir igualdad de oportunidades para ambos teniendo en cuenta las diferencias
personales de cada uno. Como objetivo a mencionar es conseguir que estas personas tengan
esa autonomía que deberían tener como derecho u obligación, y ni solo a nivel individual sino
también en conjunto social. En esa relación que debe haber entre ambos se debe tener en
cuenta el cuidado de estas personas, convirtiéndose en las personas cuidadas y no los
cuidadores, tanto por el estado como por la familia. Ello en términos de equidad, esto es,
tratamiento como iguales, en lugar de igualdad de tratamiento.(Phillips 1999)

Punto que también es importante para estas personas es el sentirse mayores o inútiles, algo
que viene dado por la edad impuesta de jubilación; pero realmente la edad no es el único
factor que habría que tener en cuenta a la hora de determinar el término vejez, también
inciden la apariencia física, el estado psicológico y social.

Esta edad es la estimada en relación a la edad laboral de España, es decir llegado ese
momento dejas de tener relación directa con el trabajo, pasando a pertenecer a la población
no activa, siendo jubilados.

Esto ocurre por dos razones:

 Ocurre para dejar paso en el trabajo a generaciones más


jóvenes, personas más dinámicas pero a

la vez menos expertas; dando un relevo generacional.


 El segundo argumento sería el merecido descanso, para lo
que se crea la pensión, derecho y

concesión del Estado hacia lo jubilados.

Críticas al respecto:

1. No siempre se sustituye por la juventud, ya que a veces se


utiliza la tecnología, o inclusive no se reemplaza,
directamente se suprime.
2. Los ancianos realmente no son mantenidos por nadie, ya
que se han ido pagando a lo largo de su vida laboral,
mediante la consiguiente cotización.
3. El trabajo es escaso, por lo que hay que retrasar el
momento de llegada de los jóvenes.
4. La edad de jubilación es impuesta sin ser consultada.
5. La jubilación es un logro social pero a veces hay personas
que quieren seguir trabajando e inclusive están en perfecto
estado para ello.
Sexualidad en la tercera edad[editar]
Esta sección ha sido separada a sexualidad en la tercera edad. Estamos trabajando
en resumir el contenido en esta sección.
Mientras tanto, por favor, edita dicha página y no esta, de modo que tus contribuciones no sean
borradas.

Sexualidad y la necesidad sexual[editar]


La sexualidad es una motivación básica que dirige e intensifica la conducta de los seres
humanos y que se encuentra basada en el deseo sexual, el cual es un impulso personal
influido tanto por estímulos externos (estímulos asociados con la sexualidad) como internos
(pensamientos). Los seres humanos somos seres sexuados, por lo que a lo largo del ciclo vital
presentamos excitación, placer sexual y deseo. De esta manera, aunque no se tenga actividad
sexual, la tendencia motivadora de la sexualidad se mantiene en el individuo.

Por lo tanto, en la tercera edad no se presenta una pérdida del deseo sexual y a pesar de
ciertos cambios fisiológicos, la sexualidad no pierde su complejidad. Durante esta etapa, la
actividad sexual puede tener particulares contenidos afectivos y motivaciones sin descartar el
deseo. Con ello, las relaciones sexuales en la tercera edad se encuentran relacionadas con el
encuentro interpersonal y que se puede explicar a partir de una de las tres necesidades
interpersonales características de esta etapa, la necesidad sexual. Se entiende por necesidad
sexual aquella necesidad, en la que se buscan las manifestaciones de afecto (besos, caricias,
abrazos), la intimidad corporal, la excitación, el deseo, el sentirse deseado y el placer sexual y
de intimidad emocional. Así, no se reduce el sexo a la genitalidad, sino es importante entender
la necesidad de contacto en la actividad sexual.

No obstante, los adultos mayores pueden atravesar ciertas dificultades para satisfacer esta
necesidad, ya que muchos de ellos pueden perder a su pareja, por lo que también se podría
dar la pérdida de su compañero o compañera sexual. De esta manera, se puede presentar
una soledad sexual-amorosa, es decir la falta de la necesidad de excitación, placer e intimidad
corporal y emocional con otra persona. Así, el adulto mayor debe esperar nuevos vínculos
para poder satisfacer la necesidad. La espera puede ser larga, ya que teniendo en cuenta que
el encuentro interpersonal es fundamental en el acto sexual, se puede dar una búsqueda de la
satisfacción de la necesidad a partir un vínculo significativo. No obstante, esto no significa que
el adulto mayor no pueda gozar nuevamente de su sexualidad.

Falsas creencias sobre la sexualidad en la tercera edad [editar]


Socialmente la sexualidad en la tercera edad es rechazada o no es considerada. Esto se
puede explicar a partir de las falsas creencias que se tienen a nivel social sobre la sexualidad
en la tercera edad. Uno de las principales supone que los adultos mayores no tienen
capacidades fisiológicas para tener conductas sexuales. Asimismo, se asume que los adultos
mayores no se encuentran interesados en las actividades sexuales, puesto que debido a la
edad la satisfacción sexual ha disminuido.

Ninguna de estas creencias es cierta, ya que en primer lugar la mayoría de adultos mayores sí
son capaces de mantener actos sexuales, ya que conservan la fisiología del placer sexual. A
pesar que se pueden presentar ciertas limitaciones físicas, estas pueden ser tratadas o
sobrellevadas, por lo que la desaparición de la actividad sexual no es justificada por estos
cambios. Asimismo, respecto a la segunda creencia, muchos adultos mayores mantienen un
interés en los actos sexuales, presentándose en ellos deseo sexual. Si bien es cierto que
algunos adultos mayores expresan haber perdido su interés sexual o una disminución de ella,
la satisfacción de la actividad sexual tiende a permanecer en la tercera edad. Como se puede
observar, se presentan ciertas preconcepciones sobre la tercera edad que no corresponden a
la realidad y que son compartidas socialmente. Lamentablemente, estas falsas creencias
pueden influir en las representaciones que tienen los adultos mayores sobre sí mismos,
afectando su propia sexualidad.

Factores que influyen en la sexualidad en la tercera edad [editar]


Fisiología sexual[editar]
La anatomía y la fisiología sexual cambian a lo largo del ciclo vital, desde el desarrollo
embrionario hasta el final de la vida; sin embargo los cambios más notorios en fisiología
humana comienzan desde los 30 años en adelante, se acelera a partir de los 50 años, se
hacen muy significativos a partir de los 60 y continúan declinando en adelante en cuanto a la
capacidad reproductiva, la flexibilidad, el vigor de los órganos sexuales, la capacidad de
respuesta sexual, etc.
Es importante señalar que no hay etapas asexuadas, sino períodos con diferentes
características sexuales.
En las personas de tercera edad, la fisiología sexual se divide en cambios anatómicos y
fisiológicos como tal, figura corporal y respuesta sexual.
En las mujeres[editar]
Los cambios fisiológicos y anatómicos en las mujeres de tercera edad comienzan con el
fenómeno de la menopausia, debido al envejecimiento de los ovarios y la disminución en la
capacidad de respuesta a los mensajes del eje hipotalámico-hipofisario a nivel cerebral. La
edad normal del comienzo de la menopausia oscila entre los 45 y los 50 años,1 y se confirma
cuando ha pasado un año sin menstruación. Asimismo, los ovarios comienzan a producir
menor cantidad de estrógenos y la pérdida de la capacidad reproductora involucran,
específicamente, a la vagina y la vulva, debido a que los labios mayores y menores pierden
tamaño y elasticidad, el introito vaginal se estrecha, lo que ocasiona molestias y dolores en las
mujeres, además la disminución en la capacidad de defenderse frente a infecciones.
No obstante, los cambios más significativos para las mujeres son los que involucran la figura
corporal, lo cual tiene sentido debido a la gran presión social por favorecer la juventud. Los
cambios en la figura corporal se evidencian en las mujeres en la piel envejecida, la
disminución de la turgencia de las mamas, en la notoria distribución distinta de la grasa (figura
menos juvenil), pérdida parcial y cambio de color del cabello lo que las lleva a realizar
conductas que encajen en la sociedad como teñirse el cabello, utilizar cremas, acudir a
servicios de cirugía plástica, entre otros.
En cuanto a la respuesta sexual, los cambios más sobresalientes son una respuesta sexual
más lenta y una menor frecuencia e intensidad en las contracciones orgásmicas.
Por todo lo anterior, cabe resaltar que todos estos cambios no implican razones fisiológicas
para dejar de tener conductas sexuales coitales, ser acariciadas o masturbarse y, en general,
disfrutar de una sexualidad plena.
En los hombres[editar]
Los hombres, si bien presentan claros cambios a nivel de su sexualidad, se diferencian en
varios aspectos respecto a las mujeres, especialmente, en que en ellos no se produce un
cambio fisiológico equivalente a la menopausia.
En cuanto a los cambios fisiológicos y anatómicos, en los hombres se evidencian en la
disminución de hormonas masculinas como la testosterona, menor tamaño de los testículos y,
por lo tanto, menor producción de esperma. Además, en la tercera edad, los hombres
comienzan a perder vigor en la erección.
En cuanto a la figura corporal, los hombres de tercera edad manifiestan envejecimiento
generalizado, especialmente de la piel y el cabello.
Por su parte, los cambios más significativos son en cuanto a la respuesta sexual, ya que se
produce un mayor intervalo de tiempo para conseguir la erección y el orgasmo, para lo cual es
necesario mayor estimulación táctil directa y continuada, menor vigor y estabilidad en las
erecciones. Asimismo, la eyaculación es menos vigorosa y el período refractario es más largo
para producir una nueva erección. Esto último podría resultar en una ventaja, ya que hace
más fácil el entendimiento con las mujeres al favorecer el interés por la estimulación no
necesariamente genital y disminuir la urgencia a eyacular.
Por último, es necesario recalcar que, al igual que las mujeres, estos cambios a nivel
fisiológico en los hombres de tercera edad no impiden una satisfacción sexual plena.
Factores sociales y culturales[editar]
El cuerpo en la especie humana no solo es significativo a nivel personal, sino que también
involucra una representación que es interpretada por cada cultura, cada sociedad y cada
momento histórico a partir de los cánones de belleza determinados por la misma sociedad.
Los cánones de belleza son definidos, actualmente, por las industrias de belleza y moda, los
productos culturales cosméticos, farmacológicos y quirúrgicos, tanto para hombres como para
mujeres; sin embargo, las personas mayores pueden sufrir debido a su alejamiento por la
figura corporal estética predominante en su respectiva cultura y sociedad, generándoles baja
autoestima, angustia y miedo a envejecer cada vez más.
La jubilación laboral, uno de los cambios sociales más generales, debido a la avanzada edad
o a las limitaciones involucradas en diversas enfermedades pueden alterar la vida social de las
personas. En el caso de que la pareja de adultos tardíos vivan juntos, la jubilación laboral de
uno de los miembros o de ambos los obliga a restablecer sus relaciones, a realizar cambios en
ellas, debido a que pasan a estar más tiempo juntos, a estar todo el día pendientes del otro, lo
cual podría significar consecuencias tanto positivas como negativas, ya que si bien, por un
lado, el pasar más tiempo juntos favorecería la relación, por otro, podría significar sentimientos
de atosigamiento. Por otra parte, la jubilación puede dejar aisladas a las personas de tercera
edad solteras, separadas o viudas, para quienes es importante ofrecerles actividades sociales
que les permita salir de su apartamiento.
Por otra parte, los afectos sexuales y amorosos como el deseo, la atracción y el
enamoramiento están también determinados por la sociedad y la cultura en la que se vive.
Estos efectos sexuales cumplen la consigna de impulsar a buscar a otra persona, a
encontrarse a uno mismo corporal, mental y afectivamente, no obstante, es necesario
especificar que la sexualidad no implica solamente actividad sexual coital, sino que hay otros
afectos que la significan.
En cuanto al deseo, en la especie humana, a diferencia de los animales, representa un factor
cualitativo y, por lo tanto, no involucra únicamente un actividad sexual procreadora. En cuanto
a la atracción, esta se mantiene activa a lo largo de la vejez, aunque los modelos sociales
predominantes estén más asociados a la juventud. El enamoramiento, por su parte, supone el
deseo y la atracción sexual a la vez y cambia aún dentro de la misma sociedad, cada cierto
tiempo.

Finalmente, el rol de género y el rol sexual asignados por la sociedad a las personas, sobre
todo, a las mujeres perjudican y crean dificultades para vivir una sexualidad plena y sentirse
satisfechas. Entre esos factores se encuentran que las mujeres han sido educadas de forma
más represiva y limitada en términos de moral sexual que los hombres, en donde el
matrimonio es una causa obligatoria para poder tener relaciones sexuales. En ese sentido, las
mujeres que se toman libertades sexuales son peor vistas que los hombres que harían lo
mismo. Las mujeres, además han aprendido a que deben de tomar menos la iniciativa en
términos de sexualidad, incluso por temor a ser catalogadas de manera negativa.

Factores psicológicos[editar]
En el caso de las mujeres, los cambios fisiológicos asociados a la menopausia pueden venir
acompañados de cambios psicológicos en términos de inestabilidad, como el nerviosismo,
dificultades para dormir. Estos cambios pueden evidenciarse en conductas como cambios
drásticos de humor, de emociones y sentimientos de tristeza y depresión más frecuentes.
En los hombres, por su parte, los cambios psicológicos se evidencian en el miedo a no dar la
talla en la respuesta sexual de las relaciones.
El factor presente en ambos sexos a nivel psicológico es el balance de la vida, que se refiere a
la revisión de los aspectos más importantes de la vida del ser humano como la salud, el
trabajo, la economía, las relaciones sociales, familiares, la sexualidad y la vida amorosa, de
las que podrían devenir sentimientos de satisfacción o frustración, dependiendo del bienestar
alcanzado en esta evaluación.
Existen, además, factores generacionales que interactúan con los factores fisiológicos y los
psicológicos propios de la edad, entre los cuales influyen el tener o no pareja sexual
disponible, la historia sexual de cada persona y de cada pareja y el tiempo que se lleva en
pareja.
En cuanto al tener o no pareja sexual influye, indudablemente en la actividad sexual de las
personas y, específicamente, en las mujeres mayores, ya que les priva de estar activas en
cuanto a su sexualidad. Una posible solución a los efectos negativos de este factor sería
fomentar una regulación social y costumbres menos represivas y más libres en el caso de que
las personas mayores sintieran la necesidad de organizar su vida sexual y amorosa con mayor
libertad de la que tienen debido a los prejuicios sociales.
Asimismo, la historia sexual de las personas y las parejas tienen gran importancia, sobre todo
si se trata de una abstinencia por un período largo de tiempo, ya que esto tiende a disminuir
las capacidades fisiológicas en cuanto al deseo y el interés sexual. Un factor que podría
contribuir a un estado y vida sexual favorables serían mantener una adecuada salud general,
especialmente, a nivel físico.
Finalmente, el tiempo que se lleva en pareja influye en la satisfacción que se tenga a nivel de
la sexualidad de las personas, debido a que ello podría causar aburrimiento, falta de
motivación, habituación de los estímulos sexuales y una disminución en el deseo, la atracción
y el enamoramiento que pierden intensidad a medida que avanza la edad.
Modelos de intervención[editar]
Modelo de riesgo[editar]

Desde este modelo, se entiende a la salud como la ausencia de enfermedad y no como un


estado de bienestar y desarrollo de la calidad de vida. Por ello, lo que sugiere es evitar los
riesgos asociados a la vida sexual, evitando educar a las personas a vivir su sexualidad de
manera libre y responsable.

 Marco Teórico

Se basa en el modelo clínico-médico de salud, según el cual la salud es entendida como la


ausencia de enfermedad. Los profesionales de sanidad solo debían intervenir para evitar
enfermedades y, en caso se detecte alguna, proveer la respectiva curación. De esa forma, se
deja de lado el cuidado de la sexualidad humana y todo lo que ella implica.

 Objetivos

Evitar problemas de salud asociados a la actividad sexual (sida, por ejemplo) y tratar
disfunciones sexuales.

 Contenidos preferentes

Presentados de forma técnica y sin ningún sesgo moral:

1. Información técnico-profesional acerca de los riesgos y sus


consecuencias personales y sociales.
2. Descripción de las prácticas sexuales de riesgo que deben
ser evitadas y de aquellas consideradas como “seguras”
que deberían ser adoptadas en la vida sexual.
3. Intervenciones sanitarias o terapéuticas a disfunciones
sexuales.

 Metodología

Campañas publicitarias, campañas específicas con actuaciones de drogadictos, encarcelados.


En el caso específico de las personas de tercera edad, las intervenciones solo ocurren a partir
de la demanda del usuario.

 Los responsables o profesionales


La principal autoridad es el Ministerio de Salud o Sanidad: médicos y sanitarios.

 Evolución

En las últimas décadas, la salud ha dejado de ser considerada como ausencia de enfermedad
y se ha redefinido a bienestar personal y social, lo cual implica darle mayor importancia a la
educación sexual en vías de promoción de una mejor calidad de vida personal y social. De la
misma manera, se habla de actividad sexual alejada del concepto de peligro, mostrándose
como un constructo más positivo que incluye términos como valor de la vida, placer, etc. Sin
embargo, la evolución sólo se ha dado en el campo de la teoría y no en el de la práctica, dado
que en las instituciones de salud pública aún se mantienen al margen de la vida sexual de las
personas que atienden.

Modelo Moral[editar]

Desde este modelo, se busca mantener a la sexualidad como otra funcionalidad natural del
ser humano y una consecuencia del amor humano verdadero de una pareja estable para toda
la vida, para formar una familia donde los hijos crezcan en un nido de amor.

 Marco teórico

Modelo basado en una concepción integral del ser humano, según la cual la sexualidad tiene
sentido solo dentro de un matrimonio heterosexual y orientada a la satidafaccion mutua y a
laprocreación de los hijos según el plan de Dios. De la misma forma, la educación sexual se
orienta a hacerla una consecuencia natural del amor verdadero, culminada en la creación de
nuevos hijos.

 Objetivos

1. Priorizar el amor sobre la lujuria.


2. Si no hay matrimonio heterosexual, se requiere la
abstinencia.
3. Contrarrestar mensajes libertinos contra la familia
promocionados por los grupos GLBT en los medios de
comunicación.
4. Para cuidar el amor, se propone castidad antes fuera del
matrimonio, además de fidelidad matrimonial después de
casados.

 Contenidos preferentes
1. sublimación de las relaciones sexuales como culminación
del amor
2. Culmina con la crianza de los hijos
3. Relaciones familiares fuertes basadas en vida sexual sana
de los padres
4. Fomentar castidad y abstinencia fuera del amor verdadero
5. Fomentar idea de “actividad sexual fuera del matrimonio es
traición al otro”

 Metodología

Trasmitida de padres a hijos.

Modelo prescriptivo[editar]

Este modelo tiene su origen en los pensadores que pretendieron hacer una síntesis de Freud
y Marx. Apareció por primera vez con el movimiento juvenil SEX-POL (sexualidad y política)
creado en Viena creado por los años 30 y con Reich como su líder ideológico. Los partidarios
de dicho movimiento veían la revolución sexual como una condición necesaria para la
revolución social.

 Marco teórico

Su fundamentación teórica se basa en los escritos freudo-marxistas de Wilhelm Reich, quien


buscaba construir una síntesis de los postulados de Freud y Marx para así proponer una teoría
y práctica que se base en liberar a las personas de la opresión del capitalismo y la moral
sexual represiva. De la misma forma, se sugería la idea de la necesidad de tener relaciones
sexuales satisfactorias debido a que el orgasmo era considerado como necesario para la
salud de las personas.

 Objetivos

Se consideraba que la información acerca de sexualidad brindada en la escuela era


insuficiente. Por ello, se propuso objetivos amplios y complejos basados en la concepción de
la educación sexual como una forma de concientizar acerca de la explotación y represión
sexual. Además, se propuso el acceso libre a los anticonceptivos, el derecho al aborto,
creación de lugares donde las personas pudieran tener relaciones sexuales libres, etc. Al igual
que con los jóvenes, se fomenta la idea de que personas de la tercera edad también tengan
actividad sexual satisfactoria, al margen del estado civil y otras consideraciones sociales.

 Contenidos preferentes
1. Análisis de condiciones sociales de la población, sentido
de represión sexual, la función de la familia, la propiedad y
el estado.
2. Crítica a la función tradicional de la familia
3. Explicación de anatomía, fisiología y psicología del placer
de la respuesta sexual humana
4. Términos: deseo, excitación, orgasmo
5. Información sobre anticoncepción y medios para llevar una
vida sexual saludable

 Agentes educativos

El modelo propone a los profesores y profesionales sanitarios como aquellos que difundan la
información necesaria en relación de la sexualidad, además de fomentar una visión crítica de
la represión sexual.

 Metodología

Se centra en debates, exposiciones y participación activa en movimientos sociales.

 Evolución

Durante los últimos años, ha perdido influencia social. No obstante, ciertos elementos de este
modelo pueden encontrarse en emergentes movimientos sociales como el feminismo y el
movimiento homosexual. De igual manera, algunos sexólogos (sexología) han adoptado ideas
del modelo prescriptivo.

Actividad en la tercera edad[editar]


En la actualidad, los esfuerzos por combatir la discriminación por edad conocida como
“viejismo” (el prejuicio o discriminación por edad) rinden frutos gracias a la creciente
notoriedad de adultos mayores sanos y activos. En la televisión es cada vez más inusual que
se presenten a los ancianos como personas decrépitas e indefensas, y en cambio, con más
frecuencia se les describe como personas sensatas, respetadas y sabias. Es muy común
asociar a la tercera edad con la pasividad, ya que los cambios biopsicosociales que la
acompañan provocan un cambio en su rutina, además existe una enorme estigmatización de
asociar la tercera edad con la decadencia de la vida del ser humano. Una forma de socavar
esta situación es la realización de actividades recreativas, las cuales son entendidas como “el
conjunto de actividades a las que el individuo puede dedicarse de lleno, ya sea para
descansar, para divertirse, para desarrollar su información y formación desinteresada, su
participación social voluntaria o su libre capacidad creadora”, ya que a través de estas
actividades se logra romper con la rutina, con el sedentarismo y con el aislamiento del que
pueden ser parte.

Un envejecimiento activo es cada vez más importante, pues el paso de los años es un
proceso, no un suceso, por tal situación es apropiado pensar en el envejecimiento lo más
saludablemente posible y no sólo se habla del sentido físico sino también psicológico, afectivo
y social. Al pensar en una forma saludable de envejecer se encuentra como alternativa y
herramienta la creatividad para un envejecimiento activo, ya que en el V Congreso
Internacional de Creatividad e Innovación, se habló de la creatividad como sinónimo de
aprendizaje; esta relación se dio, pues al estimular la creatividad en las personas de la tercera
edad se concreta un proceso educativo que propicia el desarrollo de su funcionamiento
mental.

De esta manera, en la actualidad se emplea el concepto de envejecimiento satisfactorio para


referirse al mantenimiento de la calidad de vida durante la tercera edad. Este concepto se
refiere a un normal declive de las capacidades, mas no al envejecimiento caracterizado por la
patología y la dependencia, en el cual se produce un deterioro grave en el funcionamiento del
individuo producto de la tercera edad. De esta manera, esta etapa es vista como una fase, en
la que si bien se presenta una mayor disposición a las enfermedades, los adultos mayores no
padecen enfermedades graves. Con ello, se reconocen sus potencialidades para que a pesar
de los cambios propios de su edad, puedan gozar de salud física, logren ser autónomas,
encargándose de su autocuidado y que también puedan conservar una postura activa frente a
la vida. Con ello, los adultos pueden involucrarse en dos tipos de actividades muy importantes
para su bienestar, la actividad social y la actividad productiva. La primera es entendida como
el mantenimiento de relaciones interpersonales y la segunda hace referencia a aquellas
actividades, en las que los adultos mayores perciben que pueden contribuir a la sociedad,
amigos, familiares o a ellos mismos. Por otro lado, tanto los factores objetivos (condiciones de
vida) como subjetivos (experiencias subjetivas) en la vida del adulto mayor influyen y se
interrelacionan para que en la tercera edad, uno se pueda sentirse satisfecho con la vida. Por
lo tanto, ciertos indicadores externos como la situación económica, el contexto familiar, la
salud física y factores internos como la capacidad de adaptación y ajuste emocional a
situaciones adversas se complementan y relacionan con el fin de que los adultos mayores
pueden tener recursos internos como recursos externos adecuados que contribuirán con su
bienestar subjetivo. Cabe destacar que muy pocas veces los individuos van a tener adecuados
recursos externos, sin embargo es necesario que se logren aceptar ciertas limitaciones,
situaciones difíciles, en las que la capacidad de adaptación resultará fundamental para
ajustarse al entorno.

Día Internacional de las Personas de Edad[editar]


El Día Internacional de las Personas de Edad se celebra el 1 de octubre. Desde hace unos
pocos años, se discute cambiar la fecha del 1 de octubre, al 13 de diciembre, pero no parece
que vaya a efectuarse el cambio.
Maltrato familiar a personas de la tercera edad[editar]
En los últimos años ha supuesto un gran escándalo social, la comunicación de casos de
indignante maltrato a personas mayores, por parte de su propios familiares o personas de
convivencia. Algunos varones son explotados por su familia, y algunas mujeres han llegado a
sufrir el llamado "Síndrome de la Abuela Esclava" por la que algunas familias, abusan de la
confianza que le supone, para que trabaje para ellos, sin que ellos tengan consideración con
ella.2

En la mayoría de los casos, el maltrato pasa a ser psicológico y casi imperceptible.

Otro tipo de caso es que la familia o convivientes ya no los quieren porque se ve a la persona
como un estorbo, por lo general esta idea se da por falta de dinero para mantener tanto a él
como al resto de los familiares o convivientes del hogar. Los asilos de ancianos también son
criticados duramente por acusaciones graves de maltratos físicos y psicológico, como también
a falta de atención y el poco cuidado que reciben.

La autoestima en el adulto mayor se ve afectada puesto que la etapa en que vive el adulto
mayor requiere de una reestructuración de la personalidad debido a una serie de cambios
tanto a nivel fisiológico, psicológico, social y familiar que lo hacen vulnerable ante su nueva
vida.

Residencia de personas mayores[editar]


Artículo principal: Residencia de personas mayores

En algunos países también llamadas asilo de ancianos, son las instituciones que, en
ocasiones con la inclusión de servicios gerontológicos especializados, atienden a personas de
la tercera edad que pueden permanecer allí temporal o permanentemente.

Evolución de la población de la tercera edad[editar]


En España[editar]
En este apartado se analiza, a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística de
España,3 la evolución de la población de personas de la tercera edad en España. Los datos
son referidos a la población estimada en España en enero de cada uno de los años que se
incluyen.

Si nos referimos a los datos generales de España, en enero de 2011 se estima que hay una
población de 7.869.759 de personas de la tercera edad, de las que el 21,94 % tienen edades
comprendidas entre los 65 y los 70 años; el segmento poblacional de personas entre 70 y 80
años es el más numeroso representando el 44,66 % —es importante destacar que el anterior
grupo recoge a personas dentro de un rango de 5 años, mientras que este conjunto integra
una diferencia de edad de 10 años—; el segmento de personas con edades entre 80 y 89
años representan el 27,92 %. A partir de esta edad el número de personas supervivientes baja
mucho siendo los mayores con edades entre 90 y 100 años el 5,39 % y los seres humanos de
más de 100 años solamente el 0,07 %.
Estos datos muestran diferentes resultados si analizamos la evolución poblacional
diferenciándola por sexo. De esta forma, tal y como se muestra en los gráficos adjuntos, se
observa como hay un fuerte descenso en la población de hombres en todos los rangos de
edades entre el año 2002 y 2003 —desconocemos si esto se debe a un hecho histórico
puntual o es debido a un error en la fuente de datos secundaria elegida, esta situación nos
lleva a analizar solamente los años a partir de 2003—. Este hecho anterior no ocurre en la
población de mujeres donde la diferencia entre esos años no es tan acusada, mostrando
incluso un crecimiento poblacional para algunos intervalos de edad.

Es destacable para los hombres como la población de personas entre los 80 y 90 años va
aumentando con mayor intensidad que en otros segmentos. No obstante si miramos el
conjunto masculino de mayores de 65 años se aprecia que a lo largo de los años que van
desde el 2003 a 2011 el número de personas ha crecido en un 12,37 %.

Respecto a las mujeres el grupo de 80 a 90 años es el que más ha crecido y si observamos la


evolución de población femenina entre los años 2002 y 2011 esta se ha incrementado en un
12,51 %.

Como conclusión se aprecia un envejecimiento de la población, con mayor número de


personas de la tercera edad tanto en hombres como en mujeres.
Véase también[editar]

 Discriminación por edad


 Domótica
 Envejecimiento de la población
 Explosión de natalidad
 Geografía del envejecimiento
 Geriatría
 Gerontología ambiental
 Gerontología
 Homo sapiens
 Mirtha Legrand
 The Elders

 Desarrollo emocional en la adultez tardía


 Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la
Vejez
 Diseño para todos (tecnologías de la información y de la
comunicación)
Referencias[editar]

1. Volver arriba ↑ Gobierno de España. Ministerio de Trabajo y


Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer y para la Igualdad de
Oportunidades (ed.). «La menopausia». Consultado el 2 de
diciembre de 2015.
2. Volver arriba ↑ Antonio Guijarro Morales: El síndrome de la abuela
esclava, pandemia del siglo XXI. Granada: Grupo Editorial
Universitario, 2001. ISBN 978-84-8491-124-1.
3. Volver arriba ↑ Cifras de población del Instituto Nacional de
Estadística de España

Bibliografía[editar]

 Beauvoir, S. (1970). La vejez. Buenos Aires: Editorial


Sudamericana.
 Lammoglia, E. (2008). Ancianidad: ¿Camino sin retorno?
2.ª ed. México: Random House Mondadori. 216 pp. ISBN 978-970-
810-505-7.

 Loizaga, F. (2008). Psicología de la motivación y la emoción.


Madrid: McGraw Hill Interamericana de España
 Ayudante del abuelo (2011). Evolución de la población
española de la tercera edad.
 Papalia, D., Olds, S., & Feldman, R. (2010). Desarrollo
humano. México, D. F. Mc Graw Hill.
 Ziperovich, Pablo Carlos (2011). Recreación hacia el
aprendizaje placentero. Editorial Brujas. V Congreso
Internacional de Creatividad e Innovación (2009).
 American Psychological Association. La tercera edad y la
depresión.
 López, F. (2012). Sexualidad y afectos en la vejez. Madrid:
Pirámide, D.L.
 Brigeiro, M. (2002). Vejez y sexualidad masculina ¿reír o
llorar?. Revista latinoamericana de psicología, 34(1-2), 83-93.
 Triadó, C.; Villar, F. (Coord.) (2006). Psicología de la vejez.
Madrid: Alianza Editorial.

Enfermeria Geriatrica
martes, 26 de marzo de 2013

ENFERMEDADES FRECUENTES
DEL ENVEJECIMIENTO
ENFERMEDADES MAS FRECUENTES EN LOS ADULTOS MAYORES
Las enfermedades mas frecuentes en los adultos mayores son la consecuencia de un
proceso biologico degenerativo que acompañan al envejecimiento. La aparición de
muchas enfermedades en estas edades se hallan asociadas a la dieta, educación,
ocupación, estilos de vida, modo de vida, etcétera. Vista la tercera edad como el
problema médico social.

Aquellas enfermedades para las cuales aun no se conoce una solucion definitiva y el
exito terapeutico se les conoce como enfermedades cronicas. Dichas enfermedades hoy
son las causantes de la mayoria de muertes y discapacidades mundiales. En las
personas ancianas la posibilidad de sufrir una o más enfermedades crónicas es alta.
En especial la hipertensión arterial resulta elevada ambos sexos al aumentar la edad,
así como de las enfermedades cardiovasculares.

Las enfermedades cronicas mas comunes en las personas adultas mayores son:
Enfermedades metabolicas:
 DM2.
 HTA.
 Hipotiroidismo.
 Deshidratación.
 Dislepidemias ( Hipercolesterolemia y Hipertrigliceridemia ).
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
 Insuficiencia cardiaca.
ENFERMEDADES DIGESTIVAS
 Diarreas.
 Extreñimiento.
 Colitis.
 Gastritis.
ENFERMEDADES URINARIAS
 Incontinencia.
 Infecciones urinarias.
ENFERMEDADES HEMATOLOGICAS
 Anemias.
ENFERMEDADES OPTALMOLOGICAS
 Cataratas.
ENFERMEDADES AUDITIVAS
 Presviacucia.
 Tapones de serimen.
ENFERMEDADES PREMATOLOGICAS Y TRAUMATOLOGICAS.
 Osteoporosis.
 Artritis reumatoide.
ENFERMEDADES PSIQUIATRICAS
 Depresion.
 Sindrome de confuncion menal.
ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO
 Demencia.
 Alhzaimer.
 Parkinson.
 Trombosis.
 Embolias
ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
 Neumonias.
 Infecciones respiratorias por influenza.

El impacto de las enfermedades cronicas en el estado funcional es mayor en personas


de edad avanzada. Ya que hay déficits en los organos del cuerpo, la estructura osea y
la masa muscular; al igual que se reduce el funcionamientos de los organos
sensoriales. Asimismo son comunes las fallas de la memoria.
 El alzhaimer y el parkinson son enfermedades degenerativas que afectan al sistema
nervioso central llevando a la persona una perdida de la memoria.
 La cardiopatía isquémica, con incidencia creciente conforme avanza la edad y con
predominio en el sexo masculino, clínicamente puede presentarse en el paciente de
edad avanzada como ángor en cualquiera de sus formas, infarto, insuficiencia
cardiaca o muerte súbita.

 La insuficiencia cardiaca y la enfermedad cardiaca hipertensiva constituyen una


importante causa de morbimortalidad hospitalaria en las personas de edad avanzada.
 La hipertensión es el principal factor de riesgo de la enfermedad cerebrovascular,
que se manifiesta con elevadas tasas de ingreso y mortalidad en estas edades;
patología con importante repercusión social por las consecuencias asistenciales y
económicas que de ella derivan.

 La patología respiratoria se encuentra representada en estas edades por la patología


infecciosa (exacerbaciones de bronquitis crónicas, EPOC y neumonías) y la patología
tumoral.
 La patología quirúrgica de los ancianos está reunida en un número de diagnósticos
reducido: cataratas, patología biliar, fracturas de cuello de fémur, hernia inguinal,
complicaciones de procedimientos quirúrgicos previos, la hipertrofia de próstata, las
neoplasias de colon y patología del útero y sus estructuras de soporte.
 Las caídas constituyen la principal causa de accidentes mortales y no mortales entre
los ancianos. La proporción de caídas que provocan fracturas es baja, pero el número
absoluto de ancianos que sufren fracturas es elevado, ocasionando una gran demanda
asistencial. Las fracturas de cadera, con incidencia creciente (por lo que se prevé un
incremento importante de las mismas en un futuro) , son mas frecuentes en las
mujeres y ocasionan una elevada morbimortalidad. Su etiología es multifactorial,
aunque dos son los factores principales: las caídas y la debilidad ósea.
 Osteoporosis es una de las enfermedades mas discapacitantes en el anciano debido a
que disminuye la cantidad de minerales en los huesos. Elevando el riesgo de las caias y
fracturas en el adulto mayor.

ANALISIS:
Las enfermedades en los adultos mayores son propias de la vejez y conforme avanza
la edad se van produciendo cambios en el organismo. Lo cual los vuelve más
vulnerables ante una situacion discapacitante y que afecte su estado de salud.
Aunque existen enfermedades a las cuales los ancianos estan más expuestos debido a
su estilo de vida y a las condiciones en que estos viven.
Artículos Originales

ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS DEL ADULTO MAYOR


Salud Pública Méx 1996; Vol. 38(6):448-457
ISSN 0036-3634 Impresa
ISSN 1606-7916 Electrónica

Autores
María de los Angeles Lara-Rodríguez, M.C., M.S.P.,(1) Ma. Guadalupe Benítez-Martínez, M.C., M.S.P.,(2) Irma
Hortencia Fernández-Gárate, M.C., M.S.P.,(3) Angel Zárate-Aguilar, M.C. (4)

(1) Coordinador Médico de Programas. Coordinación de Salud Comunitaria, .


(2) Jefa del Área de Vigilancia Epidemiológica de Riesgos y Daños a la Salud. Coordinación de Salud Comunitaria.
(3) Jefa de la División de Epidemiología, Coordinación de Salud Comunitaria.
(4) Titular de la Coordinación de Salud Comunitaria.

Resumen
Presentar la estructura demográfica de la población mayor de 65 años y el análisis de morbilidad y mortalidad
durante los últimos 6 y 10 años respectivamente. Material y métodos. A partir de los datos de los Boletines
Epidemiológicos de 1990 a 1995 y de 1985 a 1994, se calcularon las tasas de morbilidad y mortalidad,
respectivamente, correspondientes a la población mexicana de 65 años; como medida de ocurrencia se tomó la
incidencia de padecimientos y como medida de efecto se calculó la razón de tasas de morbilidad y mortalidad.
Resultados. Existe un panorama de transición demográfica y epidemológica, con tendencia al envejecimiento de la
población mayor de 60 años , así como un perfil de morbilidad en el que coexisten enfermedades infecciosas y
crónicas, y de mortalidad donde predominan las crónico-degenerativas. Conclusiones. La atención de este grupo
poblacional representa un desafío para los servicios de salud institucionales, pues empieza a competir con otros
grupos prioritarios y diversas necesidades emergentes. Por ello se resalta la importancia de la investigación
epidemiológica en tanto brinda información para apoyar la toma de decisiones.

Palabras clave: mayor de 60 años; morbilidad; mortalidad; enfermedades cronicas; epidemiología.


Introducción
El envejecimiento de la población en el mundo está bien documentado en países desarrollados y avanza con rapidez
en los países en desarrollo, con incremento en las cifras absolutas y relativas de personas mayores de 65 años. El
estudio de las características y condiciones de salud de este grupo poblacional adquiere cada vez mayor
importancia, lo que ha impulsado a diferentes organismos a analizar el tema y elaborar planes y programas para
dar respuestas oportunas, adecuadas y económicamente factibles a los efectos de dicho envejecimiento. 1 La
Organización Panamericana de la Salud (ops) desde 1994 ajustó la edad y señala como adulto mayor a la persona
de 65 o más años de edad,2 término que se adoptó para los fines de este estudio.

La epidemiología ha estado continuamente en evolución, de tal manera que en la segunda mitad del siglo XX se
han aplicado los métodos epidemiológicos con especial énfasis en el estudio de la morbilidad por enfermedades
crónicas, la identificación de su origen o causas posibles –como los factores genéticos y ambientales–; pero su
avance más sustantivo ha radicado en el interés sobre los problemas del envejecimiento, lo que conlleva al enlace
de la epidemiología y la gerontología como ciencias multidisciplinarias.

Así, el trabajo de la salud pública se enriquece al conocer la distribución de los condicionantes asociados a la
patología y el estado funcional de los adultos mayores lo que permite la precisión en la ubicación de recursos y
planes institucionales en materia de cuidados médicos y servicios preventivos.

Los estudios epidemiológicos en los Estados Unidos de América (EUA) y en otros países en torno al adulto mayor,
no sólo se enfocan en la frecuencia de las enfermedades, sino que, mediante cuestionarios autoaplicables permiten
estimar las características físicas, sociales, funcionales y mentales, con la oportunidad de usar estándares y técnicas
epidemiológicas que puedan explicar los factores de riesgo que intervienen en los cambios fisiopatológicos que se
suman a la enfermedad.3

A su vez, la información epidemiológica oportuna y sistemática que brindan los diferentes sistemas de información,
aun con sus limitaciones, permitirá conocer los principales riesgos y daños a la salud con el fin de establecer las
necesidades y demandas de esta población y planear la infraestructura de los servicios de salud, o en su caso,
proponer medios alternativos que beneficien al adulto mayor –ofreciendo mejor calidad de vida para ellos y sus
familias– y que representen un menor costo para los servicios institucionales.

En México, el proceso de envejecimiento se hace más evidente a partir de la década de 1970; para 1990 el
porcentaje de adultos mayores representó el 6.14% de la población total con cerca de 5 millones de personas. 4
Diferentes estudios han señalado que el perfil de morbilidad y mortalidad plantea una situación compleja; además
de la enfermedad y muerte atribuidas a causas infecciosas, los trastornos crónico-degenerativos se ubican en pocos
años dentro de los primeros lugares. Otros autores señalan cambios cualitativos y cuantitativos en algunas de las
10 principales causas de muerte entre la década de 1970 y 1980.5,6

De esta manera y como consecuencia del incremento en la sobrevivencia de la población es probable que se
presenten dos patrones de salud-enfermedad en el adulto mayor. El primero implicaría que, a pesar de este
aumento de sobrevivencia no necesariamente disminuirán en la misma proporción la morbilidad e incapacidades;
así, en lugar de mejorar, las condiciones de salud podrían empeorar, pues el lugar que ocupa una enfermedad sería
ocupado por otra. El segundo presupone que la calidad de vida de los adultos mayores mejorará al modificar
factores de riesgo que se relacionan con una o más enfermedades, por ejemplo, el consumo de alcohol en la
etiología de la cirrosis hepática y los accidentes.7

Se asume que la información relativa a la salud del anciano puede estar fragmentada o tener subregistro, por lo
que se hace necesario mejorar los sistemas de captación y sistematización de la información en salud que se genera
en todas las instituciones, entre otros problemas, por las dificultades que presenta el análisis de las diferentes
fuentes de información, la calidad de las técnicas diagnósticas y el registro de las causas de defunción. 8

Con base en lo anterior, es indiscutible que cualquier programa debe sustentarse en un diagnóstico actualizado de
la situación de salud que identifique los principales problemas y su comportamiento, de tal manera que dicha
información permita programar la atención de acuerdo con las necesidades y demandas potenciales de esta
población. El propósito de este artículo es presentar un panorama sobre ciertas características demográficas y
algunos aspectos epidemiológicos del adulto mayor.
Material y Métodos
Se analizó la información referente a los padecimientos que más afectan al adulto mayor derechohabiente,
mediante la recolección y revisión de información epidemiológica. La información de mortalidad se obtuvo de los
Boletines Anuales de Mortalidad para el periodo de 1985 a 1994, y la correspondiente a morbilidad hospitalaria de
1994 del Sistema Unico de Información de Egresos Hospitalarios. Los datos utilizados correspondieron a la
población mexicana de 65 años y más.

Los boletines mencionados son producto del sistema de notificación institucional; en cuanto a morbilidad, la fuente
principal es el informe semanal de casos nuevos de enfermedades transmisibles y no transmisibles que se produce
en cada unidad médica, con base en los diagnósticos que formula el médico de pacientes ambulatorios y
hospitalizados; para mortalidad, los diagnósticos que se registran en los certificados de defunción, los cuales son
codificados de acuerdo con las normas contenidas en la IX Revisión de la Clasificación Internacional de
Enfermedades. Cabe aclarar que pudieran ocurrir defunciones sin control de los registros institucionales, como
usualmente ocurre con las muertes producidas por accidentes y violencias, de las que al seguir su trámite legal, no
se recibe la retroinformación correspondiente. Asimismo, existen diferencias proporcionales en los resultados
finales de las estadísticas de mortalidad en las diferentes instituciones.

La tasa de morbilidad para cada padecimiento se obtuvo de dividir el total de casos incidentes entre el total de la
población de 65 años y más, adscrita a médico familiar. Para obtener la tasa de mortalidad se dividió el número de
defunciones ocurridas entre el número total de población de 65 años y más. La información de egresos
hospitalarios abarca el número de éstos según las diez causas más frecuentes en población de 65 años y más y la
proporción que representa en relación con los otros grupos de edad.

Con el fin de observar el comportamiento secular de los padecimientos, se graficó el año de observación en el eje
horizontal y la tasa de mortalidad en el eje vertical.

Para el análisis de información se obtuvieron frecuencias simples; como medida de ocurrencia se tomó la
incidencia de padecimientos y como medida de efecto se calculó la razón de tasas de morbilidad y mortalidad.

Resultados
La población derechohabiente adscrita a médico familiar, en el grupo de 65 y más años, se incrementó de 2 409 059
en 1990 a 2 762 613 en 1995, en el ámbito nacional; tales cifras representan un aumento del 6.41 al 8% de la población
total. Se espera que para el año 2000 esta proporción será del 10%.

Del total de derechohabientes de 65 años y más para 1995, 1 307 237 (47%) son hombres y 1 455 376 (53%) son
mujeres; por grupo de edad, en orden de frecuencia, se observa la siguiente proporción: 65-69 (34%), 70-74 (26%),
75-79 (17%), 80-84 (12%), 85 y más (11%); situación congruente con la disminución de la sobrevida conforme
aumenta la edad. La mayor proporción de la población derechohabiente adulta mayor se localiza en los estados con
mayor grado de industrialización, donde se asienta la planta productiva; el 23% en la región norte -que comprende
los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas-, y solamente
el 4% en la región Oriente - Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

En el cuadro I se presentan la morbilidad por enfermedades transmisibles y no transmisibles, en sus 20 causas más
frecuentes, así como otras de interés epidemiológico correspondientes al periodo de 1990 a 1995. Como puede
apreciarse, las infecciones respiratorias agudas e intestinales ocupan los primeros lugares en el último año; de las
enfermedades crónicas, destacan la hipertensión, la isquemia del corazón y las enfermedades cerebrovasculares.
Mención especial merecen la cirrosis hepática, cuya incidencia aumenta en más de 200% y el tumor maligno del
cuello uterino, que aparece dentro de las veinte principales causas con un incremento del 34%.

En un rubro especial de otros padecimientos de interés epidemiológico se aprecia la persistencia de lepra y tétanos,
con una tendencia ascendente, así como SIDA y cólera; este último, con aumento importante en la tasa para 1995,
tiene relevancia por su letalidad en edad avanzada (cuadro I).

En el cuadro II se presenta la razón de tasas de morbilidad por causas de enfermedad, comparando 1990 con 1995,
donde se observa que todas tienen incremento, a excepción de la diabetes mellitus cuya razón de tasas es menor a 1.0
(menor morbilidad en el último año en comparación con el primero). Las enfermedades cerebrovasculares, la
enfermedad isquémica del corazón, la neumonía y las tiñas muestran un comportamiento ascendente franco.

La revisión de la mortalidad por causas agrupadas se presenta en la figura 1. En el último año, se identifica en los
primeros lugares a las enfermedades crónicas, con incrementos importantes en la morbilidad por diabetes y por
tumores malignos, a diferencia de las demás que muestran un comportamiento estable; cabe destacar el descenso
considerable de las infecciones intestinales y la tuberculosis, con disminución del 50% en la última década, de tal
manera que en los últimos cinco años desaparecen dentro de las 10 principales causas de defunción.

En el cuadro III se presenta la razón de tasas de mortalidad por causas agrupadas, comparando 1985 con 1994, y se
observa que cinco causas muestran una razón de tasas menor a 1.0, lo cual quiere decir que hay menor mortalidad
en 1994 en comparación con 1985; otras causas muestran una razón de tasas mayor a 1.0, de las cuales resaltan las
enfermedades del corazón con un incremento del 90%, la diabetes mellitus donde la mortalidad actual es casi un
22% mayor, los tumores malignos con 12% y úlcera gástrica duodenal con casi 30% más que 10 años atrás.

La información sobre las principales causas de egreso hospitalario para el año de 1994 permite apreciar, en su
conjunto, coexistencia de entidades clínicas con enfermedades de resolución quirúrgica, pero sobre todo, un
predominio de las enfermedades crónicas y degenerativas (cuadro IV).

Las diferencias entre la causalidad de la mortalidad y los egresos hospitalarios se deben, en el primer caso, a que se
presentan por causas agrupadas, conforme a criterios establecidos, y en el segundo, de acuerdo con los diagnósticos
más frecuentes de egreso hospitalario; de esta manera, padecimientos que no son motivo de ingreso al hospital, no
aparecen en esta lista -enfermedades demenciales, nutricionales y otras discapacitantes.

Discusión

La intersección de la epidemiología y la gerontología ha conducido a producir resultados científicos y clínicos. Así,


las investigaciones epidemiológicas en poblaciones de países desarrollados resaltan el papel de las enfermedades
crónicas y las discapacidades funcionales. Entre las primeras se encuentran el cáncer, la diabetes, las enfermedades
cerebrovasculares, la artritis, la hipertensión arterial, el sobrepeso y la osteoporosis, así como problemas de espalda,
enfermedades neurológicas, y las limitaciones funcionales que de ellas se derivan. De estas últimas destacan las
limitaciones para las actividades de la vida diaria, afecciones respiratorias agudas, traumatismos, deficiencias
visuales y de la nutrición. No se encuentra en la literatura internacional sobre el tema un papel importante de las
enfermedades intestinales ni de la tuberculosis.3,9,10

Es un hecho que la morbilidad y las causas de muerte en los ancianos varía en forma considerable entre los países y
regiones. Por ejemplo, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares relacionadas con la arterioesclerosis ha
disminuido en países desarrollados como EUA y Finlandia, gracias a que se han efectuado programas eficaces de
nutrición antiarterioesclerosis, y a que se ha adquirido mayor toma de conciencia de la causalidad, de la
discapacidad y de la necesidad de una acción preventiva en el ámbito comunitario. 11

La información disponible en América Latina y el Caribe refiere que las enfermedades cardiovasculares son la
principal causa de muerte, seguida por tumores malignos y las enfermedades cerebrovasculares, los accidentes y
los homicidios. En otros países de la región, las principales causas de muerte son el cáncer y las enfermedades
cerebrovasculares, pero se carece de datos fidedignos de morbilidad. 8

Estudios recientes en México señalan que en 1990 las principales causas de mortalidad fueron las enfermedades del
corazón, los tumores malignos y la diabetes mellitus. Las causas de egresos hospitalarios más sobresalientes en
1992 fueron diabetes mellitus, fracturas y enfermedades respiratorias.7

De acuerdo con las características de las diferentes etapas de la transición epidemiológica que se reflejan en las
causas de enfermedad y muerte, y como consecuencia de variables sociales y económicas, es necesario valorar los
promedios encontrados en las estadísticas nacionales e institucionales, ya que pierden su sentido de realidad y
relevancia cuando se hacen interpretaciones regionales y, sobre todo, en la aplicación práctica de las políticas sobre
salud y bienestar en el ámbito local; por lo anterior, en estudios futuros será necesario presentar panoramas
epidemiológicos y estadísticas que reflejen características regionales y por clases sociales; de tal manera que los
indicadores de enfermedad y muerte sean más significativos y por consecuencia de más utilidad.*
Con una clara tendencia al envejecimiento de la población, mayor de 65 años crece y continuará creciendo. Esta
situación refleja el incremento y la sobrevivencia de esta población; las cifras informadas superan el promedio
nacional de 6.1 en 1990 y el esperado de 7.2% para el año 2000;7 y es comparable con el nivel alcanzado en algunas
regiones de países desarrollados.

Llaman la atención las enfermedades infecciosas localizadas en piel, particularmente la tendencia ascendente de las
tiñas y la erisipela. Se puede decir que se observa el vínculo de la fragilidad homeostática y la susceptibilidad a la
enfermedad, en cuanto ocurre la pérdida de adaptación del individuo; estos factores biológicos junto con los de índole
socioeconómica, pueden traducir el insuficiente apoyo social para el cuidado y la higiene personal, sobre todo, de
educación para la salud en el adulto mayor en su entorno inmediato.2

El panorama de mortalidad aquí presentado se aprecia diferente en comparación con el nacional en este grupo de
población, donde se informa que en 1990 los primeros lugares correspondían a las enfermedades del corazón, los
tumores malignos, las enfermedades cerebrovasculares y la diabetes mellitus; 6,9 en nuestra serie, la diabetes ocupa
el primer lugar como causa de muerte. La mortalidad es causada por el incremento de patología crónico-
degenerativa con secuelas importantes y algunas invalidantes; muchas de ellas se encuentran ligadas al estilo de vida,
pero también es cierto que algunas son susceptibles de control cuando son posibles la detección precoz y un
tratamiento eficaz, especialmente la identificación oportuna de factores de riesgo.13

Los padecimientos quirúrgicos pudieran reflejarse como parte del proceso de envejecimiento, de manera especial, la
disminución del colágeno y del tejido elástico y de sostén del organismo, como el caso de las hernias. Particularmente,
la presencia de cataratas se acompaña de una disminución de la agudeza visual que se torna más frecuente con la
edad, de acuerdo con cifras esperadas es posible encontrarlas en 90% de los mayores de 65 años. 19 Conviene hacer
estudios para revisar la frecuencia de cataratas debidas a trastornos metabólicos, de cualquier forma, esto nos indica
que es un problema de salud pública en la población adulta mayor derechohabiente.

La magnitud y trascendencia de los padecimientos crónicos y quirúrgicos estriba en que originan una mayor
demanda de atención en consulta externa y hospitalización, por lo que es necesario estar preparados para poder
enfrentar este reto como institución de salud.

La falta de información sobre enfermedades que no necesariamente son motivo de hospitalización constituye una
limitación del presente estudio, por ejemplo, las enfermedades demenciales, nutricionales, odontológicas y otras
discapacitantes; es indispensable buscar estrategias para completar este diagnóstico y obtener una evaluación
integral del proceso salud- enfermedad en el adulto mayor y conocer mejor sus necesidades prioritarias. 20 Es aquí
donde los estudios epidemiológicos y su vínculo con la gerontología son excelente alternativa para enriquecer el
conocimiento científico.

Actualmente, la atención se ha enfocado a la restauración del daño y se ha subestimado la importancia de la


identificación oportuna de factores de riesgo, a pesar de que esta estrategia ha mostrado beneficios en la población
al disminuir la morbilidad por padecimientos propios del adulto mayor y lograr el impacto en el costo económico y
social. Por citar algunos ejemplos, se mencionan para las enfermedades infecciosas, factores tales como la falta de
higiene personal, de la vivienda y de saneamiento ambiental; y para las enfermedades crónicas, el sobrepeso, la
obesidad y los hábitos nocivos a la salud. Las mejores medidas de prevención y control de estos padecimientos
resultan de una buena higiene personal, alimentación adecuada, ejercicio, manejo del estrés y, sobre todo, de la
modificación de ciertos estilos de vida.13,21

Es muy importante privilegiar el enfoque de riesgo, de prevención, promoción y fomento de la salud con la
participación de los adultos mayores, grupos voluntarios, asociaciones gremiales y sociedad en general; impulsar
programas con estrategias educativas y de promoción de la salud en favor de esta población para que sea capaz de
explotar al máximo su potencial genético de longevidad en ausencia de incapacidad.

Conviene fortalecer y estrechar la coordinación intra y extrainstitucional con el fin de intercambiar información
epidemiológica y proponer programas y acciones de capacitación multidisciplinaria en materia de geriatría y
gerontología.

Este análisis de la información deja ver que aún existen insuficientes fuentes de datos, así como la falta de evaluación
y seguimiento, por lo que es muy importante establecer los lineamientos para un sistema de vigilancia epidemiológica
que permita contar con información confiable, completa, oportuna y sistemática.

Se debe mantener actualizada la caracterización epidemiológica, para contar en la comunidad con un mayor número
de adultos mayores que gocen de una óptima calidad de vida el mayor tiempo posible. Mientras tanto, se requiere
garantizar la accesibilidad a los servicios de salud para atender sus demandas médico- sociales.

Referencias
1. Organización Panamericana de la Salud. Centro Latinoamericano de Demografía. Centro Internacional del
Envejecimiento. Pronunciamiento de consenso sobre políticas de atención a los ancianos en América Latina; 1992
noviembre 2-6; Santiago de Chile.1-12.
2. Fajardo-Ortiz G. El adulto mayor en América Latina. Sus necesidades y sus problemas médico sociales. México,
D.F.: Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social/Organización Panamericana de la Salud/Oficina
Sanitaria Panamericana/Organización Mundial de la Salud, 1995:13-26.
3. Wallace BR. Epidemiology and aging: How gerontology has changed now communicable disease epidemiology in
the United States of America. Rapp Trimest Stat Sanit Mond 1992;45:75-79.
4. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. La tercera edad en México. XI Censo General de
Población y Vivienda 1990. 2a. edición. México, D.F.: INEGI, 1993.
5. Alcántara-Vázquez A, Amancio- Chassino O, González-Chávez A, Hernández-González M, Carrillo-Villa H.
Mortalidad en pacientes geriátricos del Hospital General de México. Salud Publica Mex 1993;35:368-375.
6. Kumate-Rodríguez J, Sepúlveda- Amor J, Wolpert-Barraza E, Juan-López M, Fonseca- Alvarez G. La salud de
la población en edad avanzada. Un reto más para el futuro. Población y Salud. México, D.F.: Cuaderno de Salud,
Secretaría de Salud, 1994:(1).
7. Borges-Yáñez A. Situación epidemiológica de la población anciana en México. Bol DGE/SNVE 1996;vol. 13(7).
8. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Medicina. Antología, la atención integral al anciano.
México, D.F.: Dirección General de Asuntos de Personal Académico (IN505191), UNAM, FM, 1993:2-37.
9. Boult Ch, Kane R, Louis IA, Boult L, McCaffey D. Chronic conditions that lead to functional limitation in the
elderly. J Gerontol 1994;49-1:M28 M36.
10. Ham R. Indicator of poor nutritional status in older Americans. Am Fam Physician 1992;45(1):219-228.
Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas

versión On-line ISSN 1561-3011


Rev Cubana Invest Bioméd v.28 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2009

TRABAJO DE REVISIÓN

Evaluación y diagnóstico de la Hipertensión Arterial

Assessment and diagnosis of high blood pressure

Joaquín Sellén CrombetI; Elizabeth Sellén SanchénII; Lourdes Barroso PachecoIII; Sybert Sellén
SánchezIV
I
Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II grado en Cardiología. Hospital Universitario "General
Calixto García". La Habana, Cuba.
II
Especialista de I grado en Cardiología. Cardiocentro de Camagüey, Cuba.
III
Máster en Psiquiatría Social. Especialista de I grado en Psiquiatría. Profesora Asistente. Hospital
Universitario "General Calixto García". La Habana, Cuba.
IV
Residente de MGI en Venezuela.

RESUMEN
La hipertensión arterial es un factor de riesgo cuyo diagnóstico se establece por una simple variable
numérica aunque se ha comprobado que es un síndrome multifactorial que produce alteraciones
sistémicas, complicaciones y muerte. Su definición ha variado con el tiempo y el mayor conocimiento.
Es importante la medición correcta de la presión arterial, conocer su variabilidad y su fisiopatología
donde la teoría genética del sistema renina angiotensina aldosterona ha demostrado ser la que
predomina. La clasificación y la estratificación del riesgo cardiovascular son elementos importantes
cuando se realiza una cuidadosa historia clínica del paciente que unido a los exámenes de laboratorio,
permiten descartar y tratar las causas de HTA secundarias. En el presente estudio se analizan todos
estos factores y se discute sobre prehipertensión.
Palabras clave: Hipertensión arterial, secundaria, síndrome, definiciones, variabilidad, etiología,
fisiopatología, clasificación, prehipertensión.
INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome multifactorial de origen genético muy fácil de
diagnosticar y de difícil control en el mundo. El abordaje pretende ser simple y práctico para todo
aquel médico que tenga que enfrentar a las personas con HTA, sin sacrificar los conocimientos
científicos de vanguardia1, 2 (figura 1).

Los problemas diagnósticos y terapéuticos están íntimamente relacionados con su control ya que el
incremento de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares -que son las grandes causas de
muerte en el mundo civilizado- dependen de él y la HTA a su vez interviene en la patogénesis de ambas
afecciones y de la insuficiencia renal.1, 3
Por lo tanto no caben dudas que la HTA es uno de los problemas de salud más importantes de la
medicina contemporánea y su control es la piedra angular sobre la que hay que actuar para disminuir
la morbilidad y la mortalidad.1
A pesar de los progresos obtenidos en la detección y el tratamiento de la HTA, su prevalencia continúa
elevada en la población urbana y rural la cual alcanzó el 33,3 % y el 15 % respectivamente, en la
última encuesta nacional.4
El presente artículo es una actualización de las variables que contribuyen a la evaluación y al
diagnóstico del paciente hipertenso.
Definiciones:
- Hipertensión arterial: es un nivel mantenido de la presión arterial (PA) sisto-diastólica igual o
superior a 140/90 mmHg, respectivamente, tomada en condiciones apropiadas en por lo menos tres
lecturas de preferencia en tres días diferentes o cuando la PA inicial sea muy elevada y/o cuando el
paciente presente cifras normales bajo tratamiento antihipertensivo.
- HTA por monitoreo ambulatorio de la PA (MAPA): cuando el 50 % o más de las tomas de PA
durante el día son > 135-85, durante la noche mayor de 120-75 y en las 24 horas > 130-80 mmHg. 5
- Carga de PA: es el porcentaje de tomas o registros por encima de cierto nivel. Se ha observado que el
10 % de los normotensos tienen cifras mayores de 140-90 mmHg durante el día y que el 35 % - 40 % de
los hipertensos, cifras menores de la misma.
- HTA de bata blanca: se denominó a las personas con PA normales en el domicilio y elevadas en
consulta. Pickering la halló en un 20 %.
- Pseudo HTA: medición incorrecta de la PA que da lugar a un diagnóstico erróneo. Ejemplo manguito
pequeño para circunferencia braquial mayor y en ancianos con rigidez arterial.
- HTA sistólica aislada (HTASA): es la PA sistólica mayor o igual 140 mmHg y una diastólica menor de
90 mmHg. Alcanza su mayor frecuencia después de los 65 años.
- HTA dipper y no-dipper: O´Brien y otros, 6 describieron en un grupo de hipertensos un patrón de la
PA que no desciende durante el reposo nocturno y lo llamaron no-dipper a diferencia del dipper en que
hay el mayor descenso de la PA durante la fase del sueño.
- Paciente controlado: PA < 140/90 mmHg durante un año en por lo menos cuatro tomas o adecuadas
para su correspondiente grupo de riesgo.4
- HTA acelerada o maligna: es la forma más grave de HTA. Se asocia a necrosis arteriolar en el riñón y
otros órganos. Los pacientes presentan retinopatía grado III y IV y fallecen antes de los dos años
posteriores al diagnóstico. Es frecuente la presencia de hemorragias y exudados retinianos con
papiledema o sin él (retinopatía III y IV), lo cual es su signo clínico más significativo. Este hallazgo en
pacientes jóvenes obliga a estudiar una génesis vasculorrenal. El 50 % reconoce como causa a la HTA
esencial y el resto a las secundarias. El 10 % de los sujetos con HTA maligna están asintomáticos en el
momento del diagnóstico, y una medida práctica como realizar un fondo de ojo evitaría el subregistro. 1
- HTA refractaria o resistente: es aquella que no se logra reducir a menos de 140/90 mmHg con un
régimen adecuado de tres drogas, en dosis máxima siendo una de ellas un diurético. Estos pacientes
deben estar bajo una observación correcta, haber descartado causas secundarias, pseudo-HTA y haber
presentado cifras superiores a 180/115 mmHg antes del tratamiento. Un régimen adecuado de
tratamiento anti-hipertensivo incluye un diurético más dos de los siguientes fármacos: beta bloqueador
u otro antiadrenérgico, vaso-dilatadores directos, anticálcicos e inhibidores de la enzima de conversión
de angiotensina (IECA) o antagonista de los receptores de la angiotensina-II (ARA-II). 5, 7, 8
Causas más comunes de HTA refractarias 5
1. No observancia de tratamiento farmacológico y/o no farmacológico (especialmente dieta sin sal y no
consumo de alcohol).
2. Interacciones farmacológicas:
- Antiinflamatorios no esteroideos.
- Anticonceptivos orales y/o tratamiento hormonal sustitutivo.
- Simpático miméticos.
- Antidepresivos.
- Esteroides (tópicos y sistémicos).
- Descongestionantes nasales.
- Consumo de regaliz (tabaco de mascar).
- Tratamiento con ciclosporina, eritropoyetina.
- Consumo de cocaína.
3. Medicación inapropiada: dosis o intervalos inadecuados, combinaciones incorrectas.
4. Obesidad severa (manguito pequeño).
5. Retención de volumen (por medicación diurética inadecuada, ingestión excesiva de sal o enfermedad
renal progresiva).
6. HTA de «bata blanca» o de consultorio.
7. HTA secundaria.
8. Pseudo-hipertensión.
HTA enmascarada
- PA < 140-90 mmHg en consulta
- PA > 135-85 mmHg fuera de consulta
Ocurre en el 10 % de la población general y es importante porque no se diagnostica por los exámenes
médicos de rutina y acarrea un pronóstico adverso por daño en el órgano diana y mayor frecuencia de
eventos cardiovasculares. Se presenta en personas relativamente jóvenes, sexo masculino, estresados,
con aumento de la actividad física durante el día y con hábitos de fumar y beber. Puede sospecharse en
individuos con elevaciones ocasionales de la PA pero normales en consulta. Este término puede
aplicarse a pacientes fumadores y a los incluidos en la prehipertensión. Sus implicaciones son enormes
pero una estrategia óptima para detectar esta condición aún no está clara. 9
Determinación correcta de la presión arterial
- Una medición exacta de la PA es el primer y más importante paso en el diagnóstico y tratamiento de
la HTA:
Tamaños de manguito
Ancho (cm) Largo (cm)
Normal——————————- 12-13—————— 35
Adulto (grande)—————— 15-16—————— 45
Manguito
de muslo—————————- 18———————— 50
Neonatos—————————- 2,5———————- Tamaño brazo
1-4 años—————————— 5————————— Tamaño brazo
4-8 años—————————— 9————————— Tamaño brazo
- Se prefiere los esfigmomanómetros de mercurio aunque resultan útiles los aneroides, electrónicos y
digitales, los cuales serán supervisados y calibrados periódicamente.
- El paciente descansará 5 min antes de la medición, la cual se hará en posición sentada, con el brazo
apoyado formando un ángulo de 45 0 a nivel del corazón. Seguidamente se harán mediciones en decúbito
y de pie, especialmente en ancianos con tendencia al descenso postural de la PA y en todos los
diabéticos que tienen predisposición a la neuropatía autonómica.
- Se infla el manguito, se palpa la arteria radial y se sigue inflando hasta 20-30 mmHg por encima de la
desaparición del pulso.
- Se coloca el diafragma del estetoscopio sobre la arteria braquial en la fosa antecubital y se desinfla el
manguito dejando que el mercurio descienda a una velocidad de 2 mmHg/segundo.
-El primer sonido (Korotkoff 1) se considera la PA sistólica y la detención de los sonidos (Korotkoff 5)
la PA diastólica. La medición de la PA se debe referir a los 2 mmHg más cercanos y no aproximarla a
números redondos.
Recomendaciones1
- Repetir la medición pasado 30 seg de haber desinflado el manguito o hasta que tenga menos de 5
mmHg de mercurio de diferencia en el mismo brazo.
- Evitar errores de medición detectados en una investigación a más de 60 % de médicos: usar manguito
pequeño, falta de período de descanso, desinflar muy rápido, no medir en ambos brazos, no palpar PAS
máxima.
- Otros errores calculados en la medición de la PA son: por cada 10 cm de brazo por debajo del nivel
del corazón puede incrementar en 8 mmHg la PA, espalda no apoyada hasta 8 mmHg y el redondeo de
la cifra puede sobreestimar o infraestimar hasta 5 a 10 mmHg.
Variabilidad de la presión arterial
En las personas normales la PA varía por múltiples factores y esta constituye una magnitud compleja
que va desde los estímulos externos que repercuten en el organismo, el estrés físico y mental, los
componentes del entorno hasta los cíclicos endógenos que son oscilaciones periódicas de la PA mediadas
por quimiorreceptores. Se ha comprobado que puede descender más de 20 mmHg con respecto a
valores basales durante el reposo e incrementarse por diferentes estímulos como leer (7 mmHg), estrés
mental (14 mmHg), ejercicios (40 mmHg), hablar (17 mmHg), fumar 30 minutos antes (10 mmHg), café
2 horas antes (10 mmHg) y el dolor 27 mmHg.
Las mediciones de la PA difieren significativamente intra e inter- observadores y también en el propio
sujeto. Ejemplo típico es la toma casual y única de la PA obtenida por un facultativo o personal de
salud en la consulta. Esta no es necesariamente representativa de las cifras individuales de las 24 horas,
ya que los valores de PA en la consulta o en presencia del médico, resultan imprevisibles para cada
paciente en particular. 1
Una única medición de la PA puede sobre diagnosticar un 20 % a 30 % la HTA mientras que dejaría
sin diagnóstico a la tercera parte.
Monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA)
En el pasado los trabajos científicos sobre HTA y PA fueron realizados en consulta externa. Desde hace
varias décadas hubo preocupación por las cifras de PA normal y ya en 1990 Staessen y otros, reunieron
17 estudios en un metanálisis y encontraron que el 95 % de las personas, que eran normotensas en
consulta, tenían PA ambulatoria menor de 140-90 mmHg por lo cual se propusieron cifras menores de
normalidad para la PA.
La PA de 24 horas se caracteriza por un patrón o ritmo circadiano y este muestra una típica caída
progresiva de la PA sistólica y diastólica al comenzar la noche hasta alcanzar el nadir durante el sueño,
seguida de una fase de meseta con pico máximo en la mañana, coincidiendo con el despertar.
Indicaciones de MAPA
- Sospecha de HTA de bata blanca.
- HTA resistente a drogas.
- Sospecha de feocromocitoma.
- Sospecha de disfunción autonómica.
- Hipotensión sintomática.
- Evaluación de tratamiento.
La Sociedad Americana de HTA solo recomienda el MAPA en pacientes con registros elevados en
consulta sin daño en órgano diana y controles ambulatorios normales. Indicamos MAPA cuando
existen dudas en la evaluación diagnóstica y/o terapéutica del paciente hipertenso. 1,5,10 En apoyo a estos
criterios, una publicación de nuestro centro, detectó que el MAPA se indica poco en el adulto mayor y
que resulta útil para corroborar el diagnóstico y la terapéutica. 11
Criterio de normalidad: < 135-85 mmHg durante 24 h y < 120-75 mmHg en la noche. 5
El 95 % de los pacientes con HTA no tenía causas conocidas y se les clasifica como esenciales o
primarios.
Etiología:
Esencial 95 %
Enfermedad renal crónica 3-4 %
Enfermedad renovascular 0,5-1 % (HTA curable)
Coartación aórtica 0,1 % (HTA curable)
Aldosteronismo primario 0,1 % (HTA curable)
Síndrome de Cushing 0,2 % (HTA curable)
Feocromocitoma 0,2 % (HTA curable)
Anticonceptivos orales 0,5 % (HTA curable)
Debido a que menos del 5 % tienen una causa particularmente curable se deben realizar un mínimo de
investigaciones para detectar al hipertenso. La única justificación para realizar estudios de laboratorio
adicionales es la existencia de signos y síntomas típicos de causas secundarias o curables que serían
estudios específicos para confirmar el diagnóstico. 1
Fisiopatología1
Actualmente se desarrollan investigaciones en cuatro teorías que explican la patogénesis de la HTA:
genética, neurogénica, humoral y autorregulación.
En la teoría genética el principio básico es una alteración del ADN, lo cual implica que en distintas
moléculas se producen anomalías y por tanto su función se modifica.
Hay varios genes candidatos: gen de renina,12 genes que codifican la kinina, la kalicreina y las
prostaglandinas renales, genes que codifican factores que regulan la homeostasis del calcio y el sodio, la
bomba de sodio-potasio, proteína C y el fosfoinositol.
Los estudios poblacionales demuestran que en familias con HTA primaria la incidencia de la
enfermedad es de 30 a 60 % mayor en comparación con la descendencia de normotensos. En esta teoría
también se menciona que la predisposición genética puede estar latente, pero debe existir un estímulo
que dispara la replicación del ADN, entre los que se mencionan: la ingestión excesiva de sal y el estrés
emocional.
La HTA es un trastorno poligenético y multifactorial, en el cual la interacción de múltiples genes entre
sí y con el medio ambiente es importante. Está demostrado que la vía clásica del SRAA13, 14 es la
preponderante en la aparición de la HTA. El angiotensinógeno es el precursor de la A-II sobre el cual
actúa la renina y los efectos de la A-II están mediados por los receptores AT1 y AT2, localizados en el
genoma humano. Hay otras vías de síntesis independientes de la ECA y estas son capaces de convertir
el angiotensinógeno en A-II directamente o en A-I y luego en A-II. La quimasa produce el 90 % de la
A-II en el corazón humano por lo que el bloqueo de los IECA, no es completo. (Fig.2 y 3).
La A-II, repercute negativamente sobre los órganos diana y produce las alteraciones que facilitan las
complicaciones y la muerte, según se observa en la Fig. 4. 15, 16

La teoría neurógena se apoya en el estado hipercinético encontrado en hipertensos de corto período de


evolución y en animales considerados hiperreactores. Dentro de los centros de control nervioso que se
pueden alterar, se señala el área perifornical del hipotálamo. 17, 18
La teoría humonal abarca diferentes sistemas hormonales y sustancias humorales donde se identifican
alteraciones que conducen a HTA. El sistema por excelencia que se ha estudiado ampliamente es el de
renina-angiotensina-aldosterona, cuyos efectos finales son el aumento de la PA por vasoconstricción o
sobrecarga de volumen. El sistema kinina-kalicreina-prostaglandina renal cuyo efecto final es la
vasodilatación de arteriolas eferentes renales, aumento del flujo sanguíneo renal y excreción de sodio;
se ha observado disminuido en la HTA. Por otra parte, los mineralocorticoides están elevados en 2/3
partes de los pacientes hipertensos, mientras que el déficit de hormona natriurética que contrarresta el
exceso de líquidos por supresión del transporte activo de sodio en los túbulos renales, puede estar en
déficit su síntesis o liberación.
En esta teoría se hace mención a los factores de crecimiento, considerados multipotenciales, ya que no
solo se relacionan con el crecimiento celular, sino que también afectan la vasoconstricción o
vasodilatación, por lo que cualquier alteración de su función puede conducir a HTA.
La conocida teoría de autorregulación implica una inadecuada regulación de la PA a largo plazo a nivel
renal, en dos etapas: la primera donde una excesiva ingestión de agua y sal aumenta el líquido
extracelular, se incrementa el gasto cardíaco y por tanto hay HTA, pero los barorreceptores tienden a
compensar el desajuste a través de disminución de la resistencia periférica total.

En una segunda etapa este exceso de líquido no necesario para las demandas metabólicas induce
liberación de sustancias vasoconstrictoras por los tejidos (mecanismo de autorregulación), lo que
aumenta la resistencia periférica total y por tanto la PA, pero a nivel renal la elevada permeabilidad
celular al sodio y la hiperreactividad de los vasos sanguíneos renales, contribuye a la sobrecarga de
volumen y al deterioro progresivo del capilar glomerular y esto mantiene la HTA.
Resistencia a la insulina en la HTA
Insulinorresistencia es la refractariedad de los tejidos a la acción de la insulina por lo que hay una
inadecuada utilización de la glucosa y en el organismo se desencadenan mecanismos que favorecen la
secreción de insulina para compensar ese hecho.
Acompañan a este fenómeno un perfil adverso de lípidos (aumento de triglicéridos y disminución de la
HDL), obesidad, HTA y disminución de la tolerancia a la glucosa. 19-21
No se puede afirmar que la resistencia a la insulina está involucrada en la patogenia de la HTA, ya que
solo el 25 % de los hipertensos la presentan, pero sí está demostrado que al coincidir en un paciente, el
riesgo de enfermedad cardiovascular se multiplica. La resistencia a la insulina es el mecanismo
fisiopatogénico del síndrome metabólico y está asociado a una alta incidencia de lipoproteína de baja
densidad oxidada, cuya hipótesis se demostró recientemente en humanos. 19-21
Clasificación de la presión arterial para adultos de 18 años o más 5
Categoría Sistólica Diastólica
Normal < 120 < 80
Prehipertensión 120-139 80-89
Hipertensión - -
Estadio 1 140-59 90-99
Estadio 2 = 160 = 100
En la búsqueda de un lenguaje común la clasificación del JNC-7 5 ha devenido en un instrumento
sencillo y operativo para una afección que abarca el 30 % de la población mundial, es fácil de entender
y aplicar por cualquier médico independiente de su especialidad o dedicación y evita la complicada
"jerga científica" de algunas especialidades. Esta clasificación se basó en los estudios realizados en
Framingham por Vasan y otros 22 que demuestra la progresión a la HTA de pacientes considerados
normales y ha sido confirmado en otros estudios, 23-25 en los que prehipertensos tienen cifras mayores
de glicemia, colesterol, triglicéridos, LDL, índice de masa corporal y menor niveles de HDL-colesterol
que los normotensos , por lo que se plantea no solamente la modificación del estilo de vida, sino
determinar el papel de la farmacoterapia antihipertensiva.
Estratificación de riesgo
La morbilidad y la mortalidad en el hipertenso están condicionadas por numerosas conexiones
patogénicas comunes entre la HTA y los factores de riesgo coronario, como son la dislipidemia, la
obesidad o la diabetes. 26 La hipertrofia ventricular izquierda y el infarto miocárdico son los más
importante factores de riesgo para la insuficiencia cardíaca y esta constituye la etapa final de la
cardiopatía hipertensiva.1
Un metanálisis 27 reciente con un millón de pacientes mostró una relación continua y fuerte entre PAS-
PAD y la incidencia de accidente cerebrovascular, infarto miocárdico, ICC, insuficiencia renal,
enfermedad vascular periférica, alteraciones cognitivas y mortalidad por todas las causas.
La asociación entre el nivel de PA y eventos cardiovasculares es continua, consistente e independiente
de otros factores de riesgo.
Se observó que se duplicaban estos eventos en personas de 40 a 70 años por cada incremento de la PAS
y PAD en 20 y 10 mmHg, respectivamente. También la PAM predijo la mortalidad mejor que la PAS,
PAD aisladas y la presión del pulso.
Por otro lado un estudio de Framigham 25 sugiere que el riesgo acumulado para desarrollar HTA en el
futuro es del 90 % para los normotensos a partir de los 55 años.
La mayoría de las investigaciones hallaron una prevalencia de 30 % de HTA, de ellos: el 30 %
desconocen que son hipertensos, el 50 % reciben tratamiento y el 50 % de ese grupo no están
controlados.
La HTA contribuye al 12,7 % de la mortalidad total y al 4,4 % de la incapacidad en el mundo y
aumenta su prevalencia en personas con hábitos de vida no saludables.
En un estudio reciente se halló que la prehipertensión fue más frecuente en diabéticos, y esta se asoció a
una mayor incidencia de enfermedad cardiovascular por lo que se recomiendan intervenciones más
agresivas para el control de la presión arterial. 24 La prehipertensión ha sido definida como una
condición transitoria en la cual la PA sistólica y diastólica alcanza los límites de 120 a 139 mmHg y 80-
89 mmHg, respectivamente. Estos límites de la PA fueron considerados como normal alto en el VI
reporte del JNC y posteriormente se halló una prevalencia del 30 al 32 % de la población. Está presente
en personas jóvenes o de mediana edad con ligero predominio en el sexo masculino. Este término ha
sido motivo de controversia y no aceptado por algunos aunque Vasan y otros 25 demostraron que las
personas que presentaban prehipertensión evolucionaban a la HTA franca en corto tiempo. Por otro
lado esta clasificación de carácter preventivo pone en alerta a una gran masa de personas que si no
cumplen los hábitos de vida saludable o modifican su estilo de vida (MEV) agravarán su situación, ya
que otras investigaciones han observado que en estos grupos hay más diabéticos, obesos, dislipidémicos
y otras alteraciones metabólicas lo cual obligaría al uso de fármacos si fuera necesario. Un estudio
reciente realizado con el objetivo de analizar la hipertensión y evitar su progresión a la HTA dejó la
inquietud de la necesidad del tratamiento antihipertensivo. En opinión del autor, las MEV junto a la
terapéutica farmacológica contribuirían al mejor control de la prehipertensión y de la HTA y evitarían
las complicaciones y muertes por estas causas. La gran mayoría de los hipertensos y prehipertensos
pudieran responder adecuadamente a la MEV las cuales son aplicables a todos estos pacientes
independientemente de su clasificación o estadio y han demostrado reducir la PA, en forma
significativa, aunque tiene el inconveniente del incumplimiento reiterado por parte de los pacientes.
La clasificación del JNC-7 5 se basó en los estudios de Framigham realizado por Vasan y otros 22, 25 y
han sido confirmados en otras investigaciones en que los prehipertensos tienen cifras mayores de
glicemia, colesterol, triglicéridos, índice de masa corporal y menor nivel de HDL-colesterol que los
normotensos, por lo que plantean no solamente la MEV sino determinar el papel de la
farmacoterapia.23, 24
El término prehipertensión ha sido cuestionado en Europa al considerarlo inespecífico, alarmista, poco
práctico y difícilmente abordable debido a la dificultad de mantener el tratamiento y seguimiento de los
pacientes a largo plazo.
Finalmente el Comité de la ESH/ESC de la Guía-2007 28 decidió no usar la terminología de
prehipertensión por las siguientes razones:
- En el estudio de Framigham el riesgo de desarrollar HTA fue definitivamente mayor en personas con
PA normal alta que en los normales y por tanto, hay pocas razones para unir estos dos grupos.
- Pudiera crear ansiedad y requerir de visitas y exámenes médicos innecesarios.
- Más importantes son las recomendadas por el JNC-6 del 2003 como una estrategia para toda la
población estableciendo la diferencia en pacientes de alto riesgo que necesitan además medicamentos
específicos e intervenciones para disminuir su riesgo cardiovascular global.
Componentes de la estratificación del riesgo cardiovascular en hipertensos 5
Factores de riesgo mayores
Hábito de fumar
Dislipidemia
Diabetes mellitus
Edad > 60 años
Sexo: hombres y mujeres posmenopáusicas
Ingestión de alcohol
Ingestión de sal
Historia familiar de enfermedad cardiovascular.
Mujeres < 65 años Hombres < 55 años.
Daño en órgano diana / evidencia clínica de enfermedad cardiovascular
Enfermedades del corazón:
-Hipertrofia ventricular izquierda.
-Angina o infarto del miocardio previo.
-Revascularización coronaria previa.
-Insuficiencia cardíaca.
Accidente cerebrovascular o isquemia cerebral transitoria.
Nefropatía.
Enfermedad arterial periférica.
Retinopatía.
Actualmente se considera que la HTA de bata blanca con cifras elevadas o cuando esta se obtiene en la
consulta y ambulatoriamente, o en la consulta y en el domicilio no tiene un pronóstico inocente, ya que
cada elevación conlleva un incremento en el riesgo de la mortalidad.29

Historia clínica
Interrogatorio:
- Antecedentes familiares de HTA o cardiopatías.
- Antecedentes personales de enfermedad vasculocerebral.
- Hábitos tóxicos: tabaquismo, alcohol, etcétera.
- Tiempo de evolución de la HTA, terapéutica recibida y respuesta a ese tratamiento.
- Detectar síntomas sugestivos de HTA secundaria.
- Otros factores de riesgo vascular (dislipidemias, tensión emocional, ingestión de sal, uso de
anticonceptivos).
- Status socioeconómico y desarrollo cultural deficientes.
Examen físico
Debe realizarse en forma cuidadosa con el objetivo de detectar repercusión orgánica o causas
secundarias.
- Examen del cuello: pulso carotideo, distensión venosa, aumento del tiroides.
- Área cardíaca: tamaño, ritmo y soplos.
- Abdomen: buscar soplos o tumoraciones.
- Pulsos arteriales de miembros inferiores, edema.
- Examen neurológico cuidadoso, fondo de ojo y clasificación según retinopatía hipertensiva que ayuda
a establecer la severidad y el pronóstico de la HTA:
Normal Sobrevida en 5 años
Grado I: arterias estrechadas. 85 %
Grado II: signo de Gunn. (Estrechamiento arteriovenoso). 50 %
Grado III: hemorragias y/o exudados. 13 %
Grado IV: hemorragias y/o exudados con papiledema. 0 %
Exámenes de laboratorio
-Sangre: hemograma, creatinina y/o urea, glicemia, potasio sérico, ácido úrico, lipidograma.
- Orina.
- Electrocardiograma.
- Rx tórax, si hay antecedentes de fumador o enfermedad pulmonar.
- US renal: en < 40 años o HTA inapropiada.
Ecocardiograma
Clase I (sin controversia):
Sospecha de cardiopatía y/o evidencia clínica de disfunción cardiaca.
HTA SECUNDARIAS 1
CONCLUSIONES
1. La HTA es el principal problema de salud de la medicina contemporánea.
2. Se define como un síndrome multifactorial en el cual las alteraciones del sistema renina-
angiotensina-aldosterona y de factores ambientales han sido demostrada como causa de HTA.
3. La medición correcta de la presión arterial es esencial para establecer diagnóstico, tratamiento y
control de esta entidad.
4. La variabilidad de la presión arterial es compleja y está influenciada por la actividad de los seres
humanos.
5. Los criterios de normalidad para la presión arterial y la HTA serán de menor cuantía en relación
con los actuales.
6. La morbilidad y la mortalidad dependen de conexiones patogénicas comunes entre la HTA y los
factores de riesgo coronario.
7. La realización de una cuidadosa historia clínica es determinante en el diagnóstico y en el pronóstico
de la HTA.
8. En los hipertensos las causas secundarias de HTA deben ser descartadas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 16 de octubre de 2008.


Aprobado: 10 de noviembre de 2008.

Dr. C Joaquín Sellén Crombet. Hospital Universitario "General Calixto García". Vedado. CP 10400. La
Habana, Cuba. E-mail: jsellencg@infomed.sld.cu

© 2013 1999, Editorial Ciencias Médicas

Calle 23 # 654 entre D y E, Vedado


Ciudad de La Habana, CP 10400
Cuba

ANALISIS: Debido al envejecimiento, en los mayores de 60 años existe una tendencia


a una epidemia a causa de las enfermedades crónicas que se ven con mas frecuancia
en estos individuos. Para ello se han aplicado metodos epidemiologicos para
determinar el origen de los padecimientos asi como sus posibles causas y los daños que
estas causan conforme pasa el tiempo.
Esta investigación epidemiologica se hace con el fin de conocer las necesidades de esta
poblacion que, la cual es la más vulnerable ante dichas enfermedades cronicas debido
asu edad y a los cambios que sufren con el paso del tiempo. Entre las enfermedades
principales se destacan las enfermedades crónicas y las discapacidades funcionales.
Con los estudios realizados entre esta población y a los factores de riesgo a los cuales
estan expuestos y los que pueden ocacionarles más de una enfermedad crónica se ah
encontrado que como consecuencia del incremento en la sobrevivencia de la población
es probable que se presenten dos patrones de salud-enfermedad esto implica que las
enfermedades podrian sustituirse una con otras empeorando cada vez más la situacion
de salud de los adultos mayores por lo que los riesgos no disminuirian por completo esto
es encuanto a la enfermedad, haciendo referencia a la salud la calidad de vida del
paciente mayor se mejorará al disminuir los riesgos que podrian causarles una o más
enfermedades o relacionadas a ellas.
El vínculo de la fragilidad y la susceptibilidad a la enfermedad de las personas adultas
mayores de 60 años es debida en cuanto ocurre la pérdida de adaptación del individuo
llevandolo a situaciones discapacitantes e incluso hasta la muerte.
Las mejores medidas de prevención y control de estos padecimientos resultan de una
buena higiene personal, alimentación adecuada, ejercicio, manejo del estrés y, sobre
todo, de la modificación de ciertos estilos de vida.

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