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Estudio de la cabeza de un anciano, óleo sobre tabla (1610-1615) de Peter Paul Rubens (1577-1640).
Estatua que representa a una pareja de ancianos en los alrededores de la Catedral de Burgos.
Índice
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1 Introducción
o 1.1 Clasificación de las personas mayores
o 1.2 Fragilidad
o 1.3 Características del anciano frágil
2 Aspectos sociales y sociológicos
3 Disciplinas que la abordan
4 Platón y Cicerón
5 Terminología de la vejez, discriminación y prejuicios
6 Depresión en la tercera edad
7 Soledad en la Tercera Edad
8 Sexualidad en la tercera edad
o 8.1 Sexualidad y la necesidad sexual
o 8.2 Falsas creencias sobre la sexualidad en la tercera edad
o 8.3 Factores que influyen en la sexualidad en la tercera edad
8.3.1 Fisiología sexual
8.3.1.1 En las mujeres
8.3.1.2 En los hombres
8.3.2 Factores sociales y culturales
8.3.3 Factores psicológicos
o 8.4 Modelos de intervención
8.4.1 Modelo de riesgo
8.4.2 Modelo Moral
8.4.3 Modelo prescriptivo
9 Actividad en la tercera edad
10 Día Internacional de las Personas de Edad
11 Maltrato familiar a personas de la tercera edad
12 Residencia de personas mayores
13 Evolución de la población de la tercera edad
o 13.1 En España
14 Véase también
15 Referencias
16 Bibliografía
17 Enlaces externos
Introducción[editar]
En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros que se registran en
los hoteles se les pregunta la edad para asegurarse de que recibirán la deferencia apropiada.
En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se considera indeseable.
Los estereotipos sobre el envejecimiento, internalizados en la juventud y reforzados por
décadas de actitudes sociales, pueden convertirse en estereotipos personales, que a nivel
inconsciente y a menudo actúan como profecías que se autorrealizan.
Este grupo de edad ha estado creciendo en la pirámide de población o distribución por edades
en la estructura de población, debido principalmente a la baja en la tasa de mortalidad por la
mejora de la calidad y esperanza de vida de muchos países.
Las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son especialmente difíciles,
pues pierden rápidamente oportunidades de trabajo, actividad social y capacidad de
socialización, y en muchos casos se sienten postergados y excluidos. En países
desarrollados, en su mayoría gozan de mejor nivel de vida, son subsidiados por el Estado y
tienen acceso a pensiones, garantías de salud y otros beneficios.
Incluso hay países desarrollados que otorgan trabajo sin discriminar por la edad y donde prima
la experiencia y capacidad.[cita requerida] Las enfermedades asociadas a la vejez (Alzheimer,
artrosis, diabetes, cataratas, osteoporosis etc.) son más recurrentes en los países en vías de
desarrollo que en los desarrollados.[cita requerida]
Mayor de 80 años
Pluripatología (con tendencia a la cronicidad)
Pérdida de la capacidad funcional
Deterioro cognitivo (incluyendo mal de Alzheimer)
Problemas afectivos (depresión)
Ingresos hospitalarios repetidos
Polifarmacia (3 o más fármacos)
Presencia de síndromes geriátricos
Vive solo
Está institucionalizado
Aspectos sociales y sociológicos[editar]
Instalaciones para uso de personas de la tercera edad en el Parque Juan Carlos I en Madrid, España.
La recién elaborada sociología de la tercera edad tiene otras dimensiones: considerar a estas
personas un grupo cultural en una estratificación de la población por grupos de edad (igualdad
de trato, igualdad de derechos). Sin embargo, esta situación sólo puede aplicarse en un
segmento interesante pero reducido de consumidores y de clientela política, por lo que de
nuevo es reduccionista, pues asume homogeneidad. Además, la exclusión del mercado
laboral remunerado no quita su inclusión en actividades típicas del voluntariado, comisiones
municipales, residencias, centros sociales, bibliotecas y otras instituciones con enfoque
comunitario, asociacionista y participativo como personas y como ciudadanos.
Shanas (1968, 1977) contribuyó con el concepto de la construcción social de la tercera edad
contra conceptos discriminantes que, como símbolos y sentimientos, pueden modificarse;
Butler (1975, 1980) removió hacia adelante la nueva edad, con un enfoque de interaccionismo
simbólico.
Disciplinas que la abordan[editar]
La Geriatría estudia la prevención, curación y rehabilitación de enfermedades en la tercera
edad; y la Gerontología estudia los aspectos psicológicos, educativos, sociales, económicos y
demográficos relacionados con los adultos mayores. Hoy en día existen especialidades como
la gerontología psiquiátrica (o psiquiatría gerontológica), que incluyen variables como la
calidad de vida y otros fundamentos científicos. También existe la educación gerontológica,
que tiene como finalidad orientar los preceptos pedagógicos a la ciencia de la gerontología
para enriquecerla y reforzarla. Se ha desarrollado también como una tecnología social de
apoyo e industrialización y de avances científicos.
Platón y Cicerón[editar]
El tema de la senectud como preparación para la vejez preocupó a Platón (en el siglo V a. C.)
en 'La República', y Cicerón (en el siglo I a. C.) escribió sobre ella en 'De Senectude'. Ambos
son escritos en la ontología de las categorías de edades, que se ha configurado alrededor de
'modos de ser', relacionados con el decurso mismo de la vida personal. Hay párrafos que, en
lo esencial, son idénticos en ambos autores. Las 'apostillas al diálogo de la vejez' en Internet
es un elogio al pensamiento de Cicerón.
Es por esto que se debe poner un especial interés en la vida de los adultos mayores o de la
tercera edad, ya que si ellos son acompañados en esta etapa de cambios, y se sienten
apoyados, se puede reducir el riesgo de padecer depresión.
En esta etapa de la vida en la que el ser humano desea envejecer de un forma digna y
saludable se presentan muchos cambios psicológicos, sociales, físicos, estos cambios
representan perdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado
por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e
independencia, puede provocar en él una baja autoestima y esto derivar en una depresión
muy severa, ¿Qué hacer? reforzar el autoestima es, decir la imagen propia del adulto mayor
sobre la base de sus logros, metas alcanzadas, esfuerzos, logros sabiduría de vida a partir de
la experiencia (ampliar la auto imagen positivamente). Este refuerzo puede darse a través del
aprendizaje acerca de la valoración de sí mismo.
El uso de los recursos para combatir el sentimiento de soledad difiere según el género,
tendiendo los hombres a las actividades más relacionadas fuera del ámbito doméstico,
mientras que las mujeres se refugian más en la búsqueda de la familia y la del interior del
hogar. Tener pareja puede ser factor fundamental para no sentirse solo, independientemente
de la edad.
Otro recurso podría ser la presencia de las mascotas. Podría pensarse que tener un animal de
compañía ayudaría a evitar el sentir estar solo. Las personas que no tienen animales de
compañía puntúan más alto en Soledad Social que aquellos que sí tienen.
Para finalizar, sea cual sea el hecho desencadenante de la soledad, ésta no es el principal
problema de la vejez, pero es el problema principal que pueden experimentar algunas
personas mayores creándose inseguridad y sintiéndose indefensas, provocando inclusive
depresiones.
Para tener más claro cómo viven las personas mayores la soledad, vamos a hablar del lugar
que ocupan en la jerarquía social.
La relación entre el género y la edad resulta muy diferente para hombres y mujeres, debido
entre otras cosas a la valoración que se tiene de ellos en la jerarquía social. Ha habido un
cambio en ello con respecto a la historia, ya que antes eran menos numerosos y más
valorados, al contrario que ahora, más numerosos y menos valorados, debido también a las
nuevas tecnologías y a la escasez de trabajos.
Se quiere una equidad, una igualdad entre estas personas concretamente en la vejez, pero
esto quiere decir igualdad de oportunidades para ambos teniendo en cuenta las diferencias
personales de cada uno. Como objetivo a mencionar es conseguir que estas personas tengan
esa autonomía que deberían tener como derecho u obligación, y ni solo a nivel individual sino
también en conjunto social. En esa relación que debe haber entre ambos se debe tener en
cuenta el cuidado de estas personas, convirtiéndose en las personas cuidadas y no los
cuidadores, tanto por el estado como por la familia. Ello en términos de equidad, esto es,
tratamiento como iguales, en lugar de igualdad de tratamiento.(Phillips 1999)
Punto que también es importante para estas personas es el sentirse mayores o inútiles, algo
que viene dado por la edad impuesta de jubilación; pero realmente la edad no es el único
factor que habría que tener en cuenta a la hora de determinar el término vejez, también
inciden la apariencia física, el estado psicológico y social.
Esta edad es la estimada en relación a la edad laboral de España, es decir llegado ese
momento dejas de tener relación directa con el trabajo, pasando a pertenecer a la población
no activa, siendo jubilados.
Críticas al respecto:
Por lo tanto, en la tercera edad no se presenta una pérdida del deseo sexual y a pesar de
ciertos cambios fisiológicos, la sexualidad no pierde su complejidad. Durante esta etapa, la
actividad sexual puede tener particulares contenidos afectivos y motivaciones sin descartar el
deseo. Con ello, las relaciones sexuales en la tercera edad se encuentran relacionadas con el
encuentro interpersonal y que se puede explicar a partir de una de las tres necesidades
interpersonales características de esta etapa, la necesidad sexual. Se entiende por necesidad
sexual aquella necesidad, en la que se buscan las manifestaciones de afecto (besos, caricias,
abrazos), la intimidad corporal, la excitación, el deseo, el sentirse deseado y el placer sexual y
de intimidad emocional. Así, no se reduce el sexo a la genitalidad, sino es importante entender
la necesidad de contacto en la actividad sexual.
No obstante, los adultos mayores pueden atravesar ciertas dificultades para satisfacer esta
necesidad, ya que muchos de ellos pueden perder a su pareja, por lo que también se podría
dar la pérdida de su compañero o compañera sexual. De esta manera, se puede presentar
una soledad sexual-amorosa, es decir la falta de la necesidad de excitación, placer e intimidad
corporal y emocional con otra persona. Así, el adulto mayor debe esperar nuevos vínculos
para poder satisfacer la necesidad. La espera puede ser larga, ya que teniendo en cuenta que
el encuentro interpersonal es fundamental en el acto sexual, se puede dar una búsqueda de la
satisfacción de la necesidad a partir un vínculo significativo. No obstante, esto no significa que
el adulto mayor no pueda gozar nuevamente de su sexualidad.
Ninguna de estas creencias es cierta, ya que en primer lugar la mayoría de adultos mayores sí
son capaces de mantener actos sexuales, ya que conservan la fisiología del placer sexual. A
pesar que se pueden presentar ciertas limitaciones físicas, estas pueden ser tratadas o
sobrellevadas, por lo que la desaparición de la actividad sexual no es justificada por estos
cambios. Asimismo, respecto a la segunda creencia, muchos adultos mayores mantienen un
interés en los actos sexuales, presentándose en ellos deseo sexual. Si bien es cierto que
algunos adultos mayores expresan haber perdido su interés sexual o una disminución de ella,
la satisfacción de la actividad sexual tiende a permanecer en la tercera edad. Como se puede
observar, se presentan ciertas preconcepciones sobre la tercera edad que no corresponden a
la realidad y que son compartidas socialmente. Lamentablemente, estas falsas creencias
pueden influir en las representaciones que tienen los adultos mayores sobre sí mismos,
afectando su propia sexualidad.
Finalmente, el rol de género y el rol sexual asignados por la sociedad a las personas, sobre
todo, a las mujeres perjudican y crean dificultades para vivir una sexualidad plena y sentirse
satisfechas. Entre esos factores se encuentran que las mujeres han sido educadas de forma
más represiva y limitada en términos de moral sexual que los hombres, en donde el
matrimonio es una causa obligatoria para poder tener relaciones sexuales. En ese sentido, las
mujeres que se toman libertades sexuales son peor vistas que los hombres que harían lo
mismo. Las mujeres, además han aprendido a que deben de tomar menos la iniciativa en
términos de sexualidad, incluso por temor a ser catalogadas de manera negativa.
Factores psicológicos[editar]
En el caso de las mujeres, los cambios fisiológicos asociados a la menopausia pueden venir
acompañados de cambios psicológicos en términos de inestabilidad, como el nerviosismo,
dificultades para dormir. Estos cambios pueden evidenciarse en conductas como cambios
drásticos de humor, de emociones y sentimientos de tristeza y depresión más frecuentes.
En los hombres, por su parte, los cambios psicológicos se evidencian en el miedo a no dar la
talla en la respuesta sexual de las relaciones.
El factor presente en ambos sexos a nivel psicológico es el balance de la vida, que se refiere a
la revisión de los aspectos más importantes de la vida del ser humano como la salud, el
trabajo, la economía, las relaciones sociales, familiares, la sexualidad y la vida amorosa, de
las que podrían devenir sentimientos de satisfacción o frustración, dependiendo del bienestar
alcanzado en esta evaluación.
Existen, además, factores generacionales que interactúan con los factores fisiológicos y los
psicológicos propios de la edad, entre los cuales influyen el tener o no pareja sexual
disponible, la historia sexual de cada persona y de cada pareja y el tiempo que se lleva en
pareja.
En cuanto al tener o no pareja sexual influye, indudablemente en la actividad sexual de las
personas y, específicamente, en las mujeres mayores, ya que les priva de estar activas en
cuanto a su sexualidad. Una posible solución a los efectos negativos de este factor sería
fomentar una regulación social y costumbres menos represivas y más libres en el caso de que
las personas mayores sintieran la necesidad de organizar su vida sexual y amorosa con mayor
libertad de la que tienen debido a los prejuicios sociales.
Asimismo, la historia sexual de las personas y las parejas tienen gran importancia, sobre todo
si se trata de una abstinencia por un período largo de tiempo, ya que esto tiende a disminuir
las capacidades fisiológicas en cuanto al deseo y el interés sexual. Un factor que podría
contribuir a un estado y vida sexual favorables serían mantener una adecuada salud general,
especialmente, a nivel físico.
Finalmente, el tiempo que se lleva en pareja influye en la satisfacción que se tenga a nivel de
la sexualidad de las personas, debido a que ello podría causar aburrimiento, falta de
motivación, habituación de los estímulos sexuales y una disminución en el deseo, la atracción
y el enamoramiento que pierden intensidad a medida que avanza la edad.
Modelos de intervención[editar]
Modelo de riesgo[editar]
Marco Teórico
Objetivos
Evitar problemas de salud asociados a la actividad sexual (sida, por ejemplo) y tratar
disfunciones sexuales.
Contenidos preferentes
Metodología
Evolución
En las últimas décadas, la salud ha dejado de ser considerada como ausencia de enfermedad
y se ha redefinido a bienestar personal y social, lo cual implica darle mayor importancia a la
educación sexual en vías de promoción de una mejor calidad de vida personal y social. De la
misma manera, se habla de actividad sexual alejada del concepto de peligro, mostrándose
como un constructo más positivo que incluye términos como valor de la vida, placer, etc. Sin
embargo, la evolución sólo se ha dado en el campo de la teoría y no en el de la práctica, dado
que en las instituciones de salud pública aún se mantienen al margen de la vida sexual de las
personas que atienden.
Modelo Moral[editar]
Desde este modelo, se busca mantener a la sexualidad como otra funcionalidad natural del
ser humano y una consecuencia del amor humano verdadero de una pareja estable para toda
la vida, para formar una familia donde los hijos crezcan en un nido de amor.
Marco teórico
Modelo basado en una concepción integral del ser humano, según la cual la sexualidad tiene
sentido solo dentro de un matrimonio heterosexual y orientada a la satidafaccion mutua y a
laprocreación de los hijos según el plan de Dios. De la misma forma, la educación sexual se
orienta a hacerla una consecuencia natural del amor verdadero, culminada en la creación de
nuevos hijos.
Objetivos
Contenidos preferentes
1. sublimación de las relaciones sexuales como culminación
del amor
2. Culmina con la crianza de los hijos
3. Relaciones familiares fuertes basadas en vida sexual sana
de los padres
4. Fomentar castidad y abstinencia fuera del amor verdadero
5. Fomentar idea de “actividad sexual fuera del matrimonio es
traición al otro”
Metodología
Modelo prescriptivo[editar]
Este modelo tiene su origen en los pensadores que pretendieron hacer una síntesis de Freud
y Marx. Apareció por primera vez con el movimiento juvenil SEX-POL (sexualidad y política)
creado en Viena creado por los años 30 y con Reich como su líder ideológico. Los partidarios
de dicho movimiento veían la revolución sexual como una condición necesaria para la
revolución social.
Marco teórico
Objetivos
Contenidos preferentes
1. Análisis de condiciones sociales de la población, sentido
de represión sexual, la función de la familia, la propiedad y
el estado.
2. Crítica a la función tradicional de la familia
3. Explicación de anatomía, fisiología y psicología del placer
de la respuesta sexual humana
4. Términos: deseo, excitación, orgasmo
5. Información sobre anticoncepción y medios para llevar una
vida sexual saludable
Agentes educativos
El modelo propone a los profesores y profesionales sanitarios como aquellos que difundan la
información necesaria en relación de la sexualidad, además de fomentar una visión crítica de
la represión sexual.
Metodología
Evolución
Durante los últimos años, ha perdido influencia social. No obstante, ciertos elementos de este
modelo pueden encontrarse en emergentes movimientos sociales como el feminismo y el
movimiento homosexual. De igual manera, algunos sexólogos (sexología) han adoptado ideas
del modelo prescriptivo.
Un envejecimiento activo es cada vez más importante, pues el paso de los años es un
proceso, no un suceso, por tal situación es apropiado pensar en el envejecimiento lo más
saludablemente posible y no sólo se habla del sentido físico sino también psicológico, afectivo
y social. Al pensar en una forma saludable de envejecer se encuentra como alternativa y
herramienta la creatividad para un envejecimiento activo, ya que en el V Congreso
Internacional de Creatividad e Innovación, se habló de la creatividad como sinónimo de
aprendizaje; esta relación se dio, pues al estimular la creatividad en las personas de la tercera
edad se concreta un proceso educativo que propicia el desarrollo de su funcionamiento
mental.
Otro tipo de caso es que la familia o convivientes ya no los quieren porque se ve a la persona
como un estorbo, por lo general esta idea se da por falta de dinero para mantener tanto a él
como al resto de los familiares o convivientes del hogar. Los asilos de ancianos también son
criticados duramente por acusaciones graves de maltratos físicos y psicológico, como también
a falta de atención y el poco cuidado que reciben.
La autoestima en el adulto mayor se ve afectada puesto que la etapa en que vive el adulto
mayor requiere de una reestructuración de la personalidad debido a una serie de cambios
tanto a nivel fisiológico, psicológico, social y familiar que lo hacen vulnerable ante su nueva
vida.
En algunos países también llamadas asilo de ancianos, son las instituciones que, en
ocasiones con la inclusión de servicios gerontológicos especializados, atienden a personas de
la tercera edad que pueden permanecer allí temporal o permanentemente.
Si nos referimos a los datos generales de España, en enero de 2011 se estima que hay una
población de 7.869.759 de personas de la tercera edad, de las que el 21,94 % tienen edades
comprendidas entre los 65 y los 70 años; el segmento poblacional de personas entre 70 y 80
años es el más numeroso representando el 44,66 % —es importante destacar que el anterior
grupo recoge a personas dentro de un rango de 5 años, mientras que este conjunto integra
una diferencia de edad de 10 años—; el segmento de personas con edades entre 80 y 89
años representan el 27,92 %. A partir de esta edad el número de personas supervivientes baja
mucho siendo los mayores con edades entre 90 y 100 años el 5,39 % y los seres humanos de
más de 100 años solamente el 0,07 %.
Estos datos muestran diferentes resultados si analizamos la evolución poblacional
diferenciándola por sexo. De esta forma, tal y como se muestra en los gráficos adjuntos, se
observa como hay un fuerte descenso en la población de hombres en todos los rangos de
edades entre el año 2002 y 2003 —desconocemos si esto se debe a un hecho histórico
puntual o es debido a un error en la fuente de datos secundaria elegida, esta situación nos
lleva a analizar solamente los años a partir de 2003—. Este hecho anterior no ocurre en la
población de mujeres donde la diferencia entre esos años no es tan acusada, mostrando
incluso un crecimiento poblacional para algunos intervalos de edad.
Es destacable para los hombres como la población de personas entre los 80 y 90 años va
aumentando con mayor intensidad que en otros segmentos. No obstante si miramos el
conjunto masculino de mayores de 65 años se aprecia que a lo largo de los años que van
desde el 2003 a 2011 el número de personas ha crecido en un 12,37 %.
Bibliografía[editar]
Enfermeria Geriatrica
martes, 26 de marzo de 2013
ENFERMEDADES FRECUENTES
DEL ENVEJECIMIENTO
ENFERMEDADES MAS FRECUENTES EN LOS ADULTOS MAYORES
Las enfermedades mas frecuentes en los adultos mayores son la consecuencia de un
proceso biologico degenerativo que acompañan al envejecimiento. La aparición de
muchas enfermedades en estas edades se hallan asociadas a la dieta, educación,
ocupación, estilos de vida, modo de vida, etcétera. Vista la tercera edad como el
problema médico social.
Aquellas enfermedades para las cuales aun no se conoce una solucion definitiva y el
exito terapeutico se les conoce como enfermedades cronicas. Dichas enfermedades hoy
son las causantes de la mayoria de muertes y discapacidades mundiales. En las
personas ancianas la posibilidad de sufrir una o más enfermedades crónicas es alta.
En especial la hipertensión arterial resulta elevada ambos sexos al aumentar la edad,
así como de las enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cronicas mas comunes en las personas adultas mayores son:
Enfermedades metabolicas:
DM2.
HTA.
Hipotiroidismo.
Deshidratación.
Dislepidemias ( Hipercolesterolemia y Hipertrigliceridemia ).
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Insuficiencia cardiaca.
ENFERMEDADES DIGESTIVAS
Diarreas.
Extreñimiento.
Colitis.
Gastritis.
ENFERMEDADES URINARIAS
Incontinencia.
Infecciones urinarias.
ENFERMEDADES HEMATOLOGICAS
Anemias.
ENFERMEDADES OPTALMOLOGICAS
Cataratas.
ENFERMEDADES AUDITIVAS
Presviacucia.
Tapones de serimen.
ENFERMEDADES PREMATOLOGICAS Y TRAUMATOLOGICAS.
Osteoporosis.
Artritis reumatoide.
ENFERMEDADES PSIQUIATRICAS
Depresion.
Sindrome de confuncion menal.
ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO
Demencia.
Alhzaimer.
Parkinson.
Trombosis.
Embolias
ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
Neumonias.
Infecciones respiratorias por influenza.
ANALISIS:
Las enfermedades en los adultos mayores son propias de la vejez y conforme avanza
la edad se van produciendo cambios en el organismo. Lo cual los vuelve más
vulnerables ante una situacion discapacitante y que afecte su estado de salud.
Aunque existen enfermedades a las cuales los ancianos estan más expuestos debido a
su estilo de vida y a las condiciones en que estos viven.
Artículos Originales
Autores
María de los Angeles Lara-Rodríguez, M.C., M.S.P.,(1) Ma. Guadalupe Benítez-Martínez, M.C., M.S.P.,(2) Irma
Hortencia Fernández-Gárate, M.C., M.S.P.,(3) Angel Zárate-Aguilar, M.C. (4)
Resumen
Presentar la estructura demográfica de la población mayor de 65 años y el análisis de morbilidad y mortalidad
durante los últimos 6 y 10 años respectivamente. Material y métodos. A partir de los datos de los Boletines
Epidemiológicos de 1990 a 1995 y de 1985 a 1994, se calcularon las tasas de morbilidad y mortalidad,
respectivamente, correspondientes a la población mexicana de 65 años; como medida de ocurrencia se tomó la
incidencia de padecimientos y como medida de efecto se calculó la razón de tasas de morbilidad y mortalidad.
Resultados. Existe un panorama de transición demográfica y epidemológica, con tendencia al envejecimiento de la
población mayor de 60 años , así como un perfil de morbilidad en el que coexisten enfermedades infecciosas y
crónicas, y de mortalidad donde predominan las crónico-degenerativas. Conclusiones. La atención de este grupo
poblacional representa un desafío para los servicios de salud institucionales, pues empieza a competir con otros
grupos prioritarios y diversas necesidades emergentes. Por ello se resalta la importancia de la investigación
epidemiológica en tanto brinda información para apoyar la toma de decisiones.
La epidemiología ha estado continuamente en evolución, de tal manera que en la segunda mitad del siglo XX se
han aplicado los métodos epidemiológicos con especial énfasis en el estudio de la morbilidad por enfermedades
crónicas, la identificación de su origen o causas posibles –como los factores genéticos y ambientales–; pero su
avance más sustantivo ha radicado en el interés sobre los problemas del envejecimiento, lo que conlleva al enlace
de la epidemiología y la gerontología como ciencias multidisciplinarias.
Así, el trabajo de la salud pública se enriquece al conocer la distribución de los condicionantes asociados a la
patología y el estado funcional de los adultos mayores lo que permite la precisión en la ubicación de recursos y
planes institucionales en materia de cuidados médicos y servicios preventivos.
Los estudios epidemiológicos en los Estados Unidos de América (EUA) y en otros países en torno al adulto mayor,
no sólo se enfocan en la frecuencia de las enfermedades, sino que, mediante cuestionarios autoaplicables permiten
estimar las características físicas, sociales, funcionales y mentales, con la oportunidad de usar estándares y técnicas
epidemiológicas que puedan explicar los factores de riesgo que intervienen en los cambios fisiopatológicos que se
suman a la enfermedad.3
A su vez, la información epidemiológica oportuna y sistemática que brindan los diferentes sistemas de información,
aun con sus limitaciones, permitirá conocer los principales riesgos y daños a la salud con el fin de establecer las
necesidades y demandas de esta población y planear la infraestructura de los servicios de salud, o en su caso,
proponer medios alternativos que beneficien al adulto mayor –ofreciendo mejor calidad de vida para ellos y sus
familias– y que representen un menor costo para los servicios institucionales.
En México, el proceso de envejecimiento se hace más evidente a partir de la década de 1970; para 1990 el
porcentaje de adultos mayores representó el 6.14% de la población total con cerca de 5 millones de personas. 4
Diferentes estudios han señalado que el perfil de morbilidad y mortalidad plantea una situación compleja; además
de la enfermedad y muerte atribuidas a causas infecciosas, los trastornos crónico-degenerativos se ubican en pocos
años dentro de los primeros lugares. Otros autores señalan cambios cualitativos y cuantitativos en algunas de las
10 principales causas de muerte entre la década de 1970 y 1980.5,6
De esta manera y como consecuencia del incremento en la sobrevivencia de la población es probable que se
presenten dos patrones de salud-enfermedad en el adulto mayor. El primero implicaría que, a pesar de este
aumento de sobrevivencia no necesariamente disminuirán en la misma proporción la morbilidad e incapacidades;
así, en lugar de mejorar, las condiciones de salud podrían empeorar, pues el lugar que ocupa una enfermedad sería
ocupado por otra. El segundo presupone que la calidad de vida de los adultos mayores mejorará al modificar
factores de riesgo que se relacionan con una o más enfermedades, por ejemplo, el consumo de alcohol en la
etiología de la cirrosis hepática y los accidentes.7
Se asume que la información relativa a la salud del anciano puede estar fragmentada o tener subregistro, por lo
que se hace necesario mejorar los sistemas de captación y sistematización de la información en salud que se genera
en todas las instituciones, entre otros problemas, por las dificultades que presenta el análisis de las diferentes
fuentes de información, la calidad de las técnicas diagnósticas y el registro de las causas de defunción. 8
Con base en lo anterior, es indiscutible que cualquier programa debe sustentarse en un diagnóstico actualizado de
la situación de salud que identifique los principales problemas y su comportamiento, de tal manera que dicha
información permita programar la atención de acuerdo con las necesidades y demandas potenciales de esta
población. El propósito de este artículo es presentar un panorama sobre ciertas características demográficas y
algunos aspectos epidemiológicos del adulto mayor.
Material y Métodos
Se analizó la información referente a los padecimientos que más afectan al adulto mayor derechohabiente,
mediante la recolección y revisión de información epidemiológica. La información de mortalidad se obtuvo de los
Boletines Anuales de Mortalidad para el periodo de 1985 a 1994, y la correspondiente a morbilidad hospitalaria de
1994 del Sistema Unico de Información de Egresos Hospitalarios. Los datos utilizados correspondieron a la
población mexicana de 65 años y más.
Los boletines mencionados son producto del sistema de notificación institucional; en cuanto a morbilidad, la fuente
principal es el informe semanal de casos nuevos de enfermedades transmisibles y no transmisibles que se produce
en cada unidad médica, con base en los diagnósticos que formula el médico de pacientes ambulatorios y
hospitalizados; para mortalidad, los diagnósticos que se registran en los certificados de defunción, los cuales son
codificados de acuerdo con las normas contenidas en la IX Revisión de la Clasificación Internacional de
Enfermedades. Cabe aclarar que pudieran ocurrir defunciones sin control de los registros institucionales, como
usualmente ocurre con las muertes producidas por accidentes y violencias, de las que al seguir su trámite legal, no
se recibe la retroinformación correspondiente. Asimismo, existen diferencias proporcionales en los resultados
finales de las estadísticas de mortalidad en las diferentes instituciones.
La tasa de morbilidad para cada padecimiento se obtuvo de dividir el total de casos incidentes entre el total de la
población de 65 años y más, adscrita a médico familiar. Para obtener la tasa de mortalidad se dividió el número de
defunciones ocurridas entre el número total de población de 65 años y más. La información de egresos
hospitalarios abarca el número de éstos según las diez causas más frecuentes en población de 65 años y más y la
proporción que representa en relación con los otros grupos de edad.
Con el fin de observar el comportamiento secular de los padecimientos, se graficó el año de observación en el eje
horizontal y la tasa de mortalidad en el eje vertical.
Para el análisis de información se obtuvieron frecuencias simples; como medida de ocurrencia se tomó la
incidencia de padecimientos y como medida de efecto se calculó la razón de tasas de morbilidad y mortalidad.
Resultados
La población derechohabiente adscrita a médico familiar, en el grupo de 65 y más años, se incrementó de 2 409 059
en 1990 a 2 762 613 en 1995, en el ámbito nacional; tales cifras representan un aumento del 6.41 al 8% de la población
total. Se espera que para el año 2000 esta proporción será del 10%.
Del total de derechohabientes de 65 años y más para 1995, 1 307 237 (47%) son hombres y 1 455 376 (53%) son
mujeres; por grupo de edad, en orden de frecuencia, se observa la siguiente proporción: 65-69 (34%), 70-74 (26%),
75-79 (17%), 80-84 (12%), 85 y más (11%); situación congruente con la disminución de la sobrevida conforme
aumenta la edad. La mayor proporción de la población derechohabiente adulta mayor se localiza en los estados con
mayor grado de industrialización, donde se asienta la planta productiva; el 23% en la región norte -que comprende
los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas-, y solamente
el 4% en la región Oriente - Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
En el cuadro I se presentan la morbilidad por enfermedades transmisibles y no transmisibles, en sus 20 causas más
frecuentes, así como otras de interés epidemiológico correspondientes al periodo de 1990 a 1995. Como puede
apreciarse, las infecciones respiratorias agudas e intestinales ocupan los primeros lugares en el último año; de las
enfermedades crónicas, destacan la hipertensión, la isquemia del corazón y las enfermedades cerebrovasculares.
Mención especial merecen la cirrosis hepática, cuya incidencia aumenta en más de 200% y el tumor maligno del
cuello uterino, que aparece dentro de las veinte principales causas con un incremento del 34%.
En un rubro especial de otros padecimientos de interés epidemiológico se aprecia la persistencia de lepra y tétanos,
con una tendencia ascendente, así como SIDA y cólera; este último, con aumento importante en la tasa para 1995,
tiene relevancia por su letalidad en edad avanzada (cuadro I).
En el cuadro II se presenta la razón de tasas de morbilidad por causas de enfermedad, comparando 1990 con 1995,
donde se observa que todas tienen incremento, a excepción de la diabetes mellitus cuya razón de tasas es menor a 1.0
(menor morbilidad en el último año en comparación con el primero). Las enfermedades cerebrovasculares, la
enfermedad isquémica del corazón, la neumonía y las tiñas muestran un comportamiento ascendente franco.
La revisión de la mortalidad por causas agrupadas se presenta en la figura 1. En el último año, se identifica en los
primeros lugares a las enfermedades crónicas, con incrementos importantes en la morbilidad por diabetes y por
tumores malignos, a diferencia de las demás que muestran un comportamiento estable; cabe destacar el descenso
considerable de las infecciones intestinales y la tuberculosis, con disminución del 50% en la última década, de tal
manera que en los últimos cinco años desaparecen dentro de las 10 principales causas de defunción.
En el cuadro III se presenta la razón de tasas de mortalidad por causas agrupadas, comparando 1985 con 1994, y se
observa que cinco causas muestran una razón de tasas menor a 1.0, lo cual quiere decir que hay menor mortalidad
en 1994 en comparación con 1985; otras causas muestran una razón de tasas mayor a 1.0, de las cuales resaltan las
enfermedades del corazón con un incremento del 90%, la diabetes mellitus donde la mortalidad actual es casi un
22% mayor, los tumores malignos con 12% y úlcera gástrica duodenal con casi 30% más que 10 años atrás.
La información sobre las principales causas de egreso hospitalario para el año de 1994 permite apreciar, en su
conjunto, coexistencia de entidades clínicas con enfermedades de resolución quirúrgica, pero sobre todo, un
predominio de las enfermedades crónicas y degenerativas (cuadro IV).
Las diferencias entre la causalidad de la mortalidad y los egresos hospitalarios se deben, en el primer caso, a que se
presentan por causas agrupadas, conforme a criterios establecidos, y en el segundo, de acuerdo con los diagnósticos
más frecuentes de egreso hospitalario; de esta manera, padecimientos que no son motivo de ingreso al hospital, no
aparecen en esta lista -enfermedades demenciales, nutricionales y otras discapacitantes.
Discusión
Es un hecho que la morbilidad y las causas de muerte en los ancianos varía en forma considerable entre los países y
regiones. Por ejemplo, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares relacionadas con la arterioesclerosis ha
disminuido en países desarrollados como EUA y Finlandia, gracias a que se han efectuado programas eficaces de
nutrición antiarterioesclerosis, y a que se ha adquirido mayor toma de conciencia de la causalidad, de la
discapacidad y de la necesidad de una acción preventiva en el ámbito comunitario. 11
La información disponible en América Latina y el Caribe refiere que las enfermedades cardiovasculares son la
principal causa de muerte, seguida por tumores malignos y las enfermedades cerebrovasculares, los accidentes y
los homicidios. En otros países de la región, las principales causas de muerte son el cáncer y las enfermedades
cerebrovasculares, pero se carece de datos fidedignos de morbilidad. 8
Estudios recientes en México señalan que en 1990 las principales causas de mortalidad fueron las enfermedades del
corazón, los tumores malignos y la diabetes mellitus. Las causas de egresos hospitalarios más sobresalientes en
1992 fueron diabetes mellitus, fracturas y enfermedades respiratorias.7
De acuerdo con las características de las diferentes etapas de la transición epidemiológica que se reflejan en las
causas de enfermedad y muerte, y como consecuencia de variables sociales y económicas, es necesario valorar los
promedios encontrados en las estadísticas nacionales e institucionales, ya que pierden su sentido de realidad y
relevancia cuando se hacen interpretaciones regionales y, sobre todo, en la aplicación práctica de las políticas sobre
salud y bienestar en el ámbito local; por lo anterior, en estudios futuros será necesario presentar panoramas
epidemiológicos y estadísticas que reflejen características regionales y por clases sociales; de tal manera que los
indicadores de enfermedad y muerte sean más significativos y por consecuencia de más utilidad.*
Con una clara tendencia al envejecimiento de la población, mayor de 65 años crece y continuará creciendo. Esta
situación refleja el incremento y la sobrevivencia de esta población; las cifras informadas superan el promedio
nacional de 6.1 en 1990 y el esperado de 7.2% para el año 2000;7 y es comparable con el nivel alcanzado en algunas
regiones de países desarrollados.
Llaman la atención las enfermedades infecciosas localizadas en piel, particularmente la tendencia ascendente de las
tiñas y la erisipela. Se puede decir que se observa el vínculo de la fragilidad homeostática y la susceptibilidad a la
enfermedad, en cuanto ocurre la pérdida de adaptación del individuo; estos factores biológicos junto con los de índole
socioeconómica, pueden traducir el insuficiente apoyo social para el cuidado y la higiene personal, sobre todo, de
educación para la salud en el adulto mayor en su entorno inmediato.2
El panorama de mortalidad aquí presentado se aprecia diferente en comparación con el nacional en este grupo de
población, donde se informa que en 1990 los primeros lugares correspondían a las enfermedades del corazón, los
tumores malignos, las enfermedades cerebrovasculares y la diabetes mellitus; 6,9 en nuestra serie, la diabetes ocupa
el primer lugar como causa de muerte. La mortalidad es causada por el incremento de patología crónico-
degenerativa con secuelas importantes y algunas invalidantes; muchas de ellas se encuentran ligadas al estilo de vida,
pero también es cierto que algunas son susceptibles de control cuando son posibles la detección precoz y un
tratamiento eficaz, especialmente la identificación oportuna de factores de riesgo.13
Los padecimientos quirúrgicos pudieran reflejarse como parte del proceso de envejecimiento, de manera especial, la
disminución del colágeno y del tejido elástico y de sostén del organismo, como el caso de las hernias. Particularmente,
la presencia de cataratas se acompaña de una disminución de la agudeza visual que se torna más frecuente con la
edad, de acuerdo con cifras esperadas es posible encontrarlas en 90% de los mayores de 65 años. 19 Conviene hacer
estudios para revisar la frecuencia de cataratas debidas a trastornos metabólicos, de cualquier forma, esto nos indica
que es un problema de salud pública en la población adulta mayor derechohabiente.
La magnitud y trascendencia de los padecimientos crónicos y quirúrgicos estriba en que originan una mayor
demanda de atención en consulta externa y hospitalización, por lo que es necesario estar preparados para poder
enfrentar este reto como institución de salud.
La falta de información sobre enfermedades que no necesariamente son motivo de hospitalización constituye una
limitación del presente estudio, por ejemplo, las enfermedades demenciales, nutricionales, odontológicas y otras
discapacitantes; es indispensable buscar estrategias para completar este diagnóstico y obtener una evaluación
integral del proceso salud- enfermedad en el adulto mayor y conocer mejor sus necesidades prioritarias. 20 Es aquí
donde los estudios epidemiológicos y su vínculo con la gerontología son excelente alternativa para enriquecer el
conocimiento científico.
Es muy importante privilegiar el enfoque de riesgo, de prevención, promoción y fomento de la salud con la
participación de los adultos mayores, grupos voluntarios, asociaciones gremiales y sociedad en general; impulsar
programas con estrategias educativas y de promoción de la salud en favor de esta población para que sea capaz de
explotar al máximo su potencial genético de longevidad en ausencia de incapacidad.
Conviene fortalecer y estrechar la coordinación intra y extrainstitucional con el fin de intercambiar información
epidemiológica y proponer programas y acciones de capacitación multidisciplinaria en materia de geriatría y
gerontología.
Este análisis de la información deja ver que aún existen insuficientes fuentes de datos, así como la falta de evaluación
y seguimiento, por lo que es muy importante establecer los lineamientos para un sistema de vigilancia epidemiológica
que permita contar con información confiable, completa, oportuna y sistemática.
Se debe mantener actualizada la caracterización epidemiológica, para contar en la comunidad con un mayor número
de adultos mayores que gocen de una óptima calidad de vida el mayor tiempo posible. Mientras tanto, se requiere
garantizar la accesibilidad a los servicios de salud para atender sus demandas médico- sociales.
Referencias
1. Organización Panamericana de la Salud. Centro Latinoamericano de Demografía. Centro Internacional del
Envejecimiento. Pronunciamiento de consenso sobre políticas de atención a los ancianos en América Latina; 1992
noviembre 2-6; Santiago de Chile.1-12.
2. Fajardo-Ortiz G. El adulto mayor en América Latina. Sus necesidades y sus problemas médico sociales. México,
D.F.: Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social/Organización Panamericana de la Salud/Oficina
Sanitaria Panamericana/Organización Mundial de la Salud, 1995:13-26.
3. Wallace BR. Epidemiology and aging: How gerontology has changed now communicable disease epidemiology in
the United States of America. Rapp Trimest Stat Sanit Mond 1992;45:75-79.
4. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. La tercera edad en México. XI Censo General de
Población y Vivienda 1990. 2a. edición. México, D.F.: INEGI, 1993.
5. Alcántara-Vázquez A, Amancio- Chassino O, González-Chávez A, Hernández-González M, Carrillo-Villa H.
Mortalidad en pacientes geriátricos del Hospital General de México. Salud Publica Mex 1993;35:368-375.
6. Kumate-Rodríguez J, Sepúlveda- Amor J, Wolpert-Barraza E, Juan-López M, Fonseca- Alvarez G. La salud de
la población en edad avanzada. Un reto más para el futuro. Población y Salud. México, D.F.: Cuaderno de Salud,
Secretaría de Salud, 1994:(1).
7. Borges-Yáñez A. Situación epidemiológica de la población anciana en México. Bol DGE/SNVE 1996;vol. 13(7).
8. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Medicina. Antología, la atención integral al anciano.
México, D.F.: Dirección General de Asuntos de Personal Académico (IN505191), UNAM, FM, 1993:2-37.
9. Boult Ch, Kane R, Louis IA, Boult L, McCaffey D. Chronic conditions that lead to functional limitation in the
elderly. J Gerontol 1994;49-1:M28 M36.
10. Ham R. Indicator of poor nutritional status in older Americans. Am Fam Physician 1992;45(1):219-228.
Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas
TRABAJO DE REVISIÓN
Joaquín Sellén CrombetI; Elizabeth Sellén SanchénII; Lourdes Barroso PachecoIII; Sybert Sellén
SánchezIV
I
Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II grado en Cardiología. Hospital Universitario "General
Calixto García". La Habana, Cuba.
II
Especialista de I grado en Cardiología. Cardiocentro de Camagüey, Cuba.
III
Máster en Psiquiatría Social. Especialista de I grado en Psiquiatría. Profesora Asistente. Hospital
Universitario "General Calixto García". La Habana, Cuba.
IV
Residente de MGI en Venezuela.
RESUMEN
La hipertensión arterial es un factor de riesgo cuyo diagnóstico se establece por una simple variable
numérica aunque se ha comprobado que es un síndrome multifactorial que produce alteraciones
sistémicas, complicaciones y muerte. Su definición ha variado con el tiempo y el mayor conocimiento.
Es importante la medición correcta de la presión arterial, conocer su variabilidad y su fisiopatología
donde la teoría genética del sistema renina angiotensina aldosterona ha demostrado ser la que
predomina. La clasificación y la estratificación del riesgo cardiovascular son elementos importantes
cuando se realiza una cuidadosa historia clínica del paciente que unido a los exámenes de laboratorio,
permiten descartar y tratar las causas de HTA secundarias. En el presente estudio se analizan todos
estos factores y se discute sobre prehipertensión.
Palabras clave: Hipertensión arterial, secundaria, síndrome, definiciones, variabilidad, etiología,
fisiopatología, clasificación, prehipertensión.
INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome multifactorial de origen genético muy fácil de
diagnosticar y de difícil control en el mundo. El abordaje pretende ser simple y práctico para todo
aquel médico que tenga que enfrentar a las personas con HTA, sin sacrificar los conocimientos
científicos de vanguardia1, 2 (figura 1).
Los problemas diagnósticos y terapéuticos están íntimamente relacionados con su control ya que el
incremento de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares -que son las grandes causas de
muerte en el mundo civilizado- dependen de él y la HTA a su vez interviene en la patogénesis de ambas
afecciones y de la insuficiencia renal.1, 3
Por lo tanto no caben dudas que la HTA es uno de los problemas de salud más importantes de la
medicina contemporánea y su control es la piedra angular sobre la que hay que actuar para disminuir
la morbilidad y la mortalidad.1
A pesar de los progresos obtenidos en la detección y el tratamiento de la HTA, su prevalencia continúa
elevada en la población urbana y rural la cual alcanzó el 33,3 % y el 15 % respectivamente, en la
última encuesta nacional.4
El presente artículo es una actualización de las variables que contribuyen a la evaluación y al
diagnóstico del paciente hipertenso.
Definiciones:
- Hipertensión arterial: es un nivel mantenido de la presión arterial (PA) sisto-diastólica igual o
superior a 140/90 mmHg, respectivamente, tomada en condiciones apropiadas en por lo menos tres
lecturas de preferencia en tres días diferentes o cuando la PA inicial sea muy elevada y/o cuando el
paciente presente cifras normales bajo tratamiento antihipertensivo.
- HTA por monitoreo ambulatorio de la PA (MAPA): cuando el 50 % o más de las tomas de PA
durante el día son > 135-85, durante la noche mayor de 120-75 y en las 24 horas > 130-80 mmHg. 5
- Carga de PA: es el porcentaje de tomas o registros por encima de cierto nivel. Se ha observado que el
10 % de los normotensos tienen cifras mayores de 140-90 mmHg durante el día y que el 35 % - 40 % de
los hipertensos, cifras menores de la misma.
- HTA de bata blanca: se denominó a las personas con PA normales en el domicilio y elevadas en
consulta. Pickering la halló en un 20 %.
- Pseudo HTA: medición incorrecta de la PA que da lugar a un diagnóstico erróneo. Ejemplo manguito
pequeño para circunferencia braquial mayor y en ancianos con rigidez arterial.
- HTA sistólica aislada (HTASA): es la PA sistólica mayor o igual 140 mmHg y una diastólica menor de
90 mmHg. Alcanza su mayor frecuencia después de los 65 años.
- HTA dipper y no-dipper: O´Brien y otros, 6 describieron en un grupo de hipertensos un patrón de la
PA que no desciende durante el reposo nocturno y lo llamaron no-dipper a diferencia del dipper en que
hay el mayor descenso de la PA durante la fase del sueño.
- Paciente controlado: PA < 140/90 mmHg durante un año en por lo menos cuatro tomas o adecuadas
para su correspondiente grupo de riesgo.4
- HTA acelerada o maligna: es la forma más grave de HTA. Se asocia a necrosis arteriolar en el riñón y
otros órganos. Los pacientes presentan retinopatía grado III y IV y fallecen antes de los dos años
posteriores al diagnóstico. Es frecuente la presencia de hemorragias y exudados retinianos con
papiledema o sin él (retinopatía III y IV), lo cual es su signo clínico más significativo. Este hallazgo en
pacientes jóvenes obliga a estudiar una génesis vasculorrenal. El 50 % reconoce como causa a la HTA
esencial y el resto a las secundarias. El 10 % de los sujetos con HTA maligna están asintomáticos en el
momento del diagnóstico, y una medida práctica como realizar un fondo de ojo evitaría el subregistro. 1
- HTA refractaria o resistente: es aquella que no se logra reducir a menos de 140/90 mmHg con un
régimen adecuado de tres drogas, en dosis máxima siendo una de ellas un diurético. Estos pacientes
deben estar bajo una observación correcta, haber descartado causas secundarias, pseudo-HTA y haber
presentado cifras superiores a 180/115 mmHg antes del tratamiento. Un régimen adecuado de
tratamiento anti-hipertensivo incluye un diurético más dos de los siguientes fármacos: beta bloqueador
u otro antiadrenérgico, vaso-dilatadores directos, anticálcicos e inhibidores de la enzima de conversión
de angiotensina (IECA) o antagonista de los receptores de la angiotensina-II (ARA-II). 5, 7, 8
Causas más comunes de HTA refractarias 5
1. No observancia de tratamiento farmacológico y/o no farmacológico (especialmente dieta sin sal y no
consumo de alcohol).
2. Interacciones farmacológicas:
- Antiinflamatorios no esteroideos.
- Anticonceptivos orales y/o tratamiento hormonal sustitutivo.
- Simpático miméticos.
- Antidepresivos.
- Esteroides (tópicos y sistémicos).
- Descongestionantes nasales.
- Consumo de regaliz (tabaco de mascar).
- Tratamiento con ciclosporina, eritropoyetina.
- Consumo de cocaína.
3. Medicación inapropiada: dosis o intervalos inadecuados, combinaciones incorrectas.
4. Obesidad severa (manguito pequeño).
5. Retención de volumen (por medicación diurética inadecuada, ingestión excesiva de sal o enfermedad
renal progresiva).
6. HTA de «bata blanca» o de consultorio.
7. HTA secundaria.
8. Pseudo-hipertensión.
HTA enmascarada
- PA < 140-90 mmHg en consulta
- PA > 135-85 mmHg fuera de consulta
Ocurre en el 10 % de la población general y es importante porque no se diagnostica por los exámenes
médicos de rutina y acarrea un pronóstico adverso por daño en el órgano diana y mayor frecuencia de
eventos cardiovasculares. Se presenta en personas relativamente jóvenes, sexo masculino, estresados,
con aumento de la actividad física durante el día y con hábitos de fumar y beber. Puede sospecharse en
individuos con elevaciones ocasionales de la PA pero normales en consulta. Este término puede
aplicarse a pacientes fumadores y a los incluidos en la prehipertensión. Sus implicaciones son enormes
pero una estrategia óptima para detectar esta condición aún no está clara. 9
Determinación correcta de la presión arterial
- Una medición exacta de la PA es el primer y más importante paso en el diagnóstico y tratamiento de
la HTA:
Tamaños de manguito
Ancho (cm) Largo (cm)
Normal——————————- 12-13—————— 35
Adulto (grande)—————— 15-16—————— 45
Manguito
de muslo—————————- 18———————— 50
Neonatos—————————- 2,5———————- Tamaño brazo
1-4 años—————————— 5————————— Tamaño brazo
4-8 años—————————— 9————————— Tamaño brazo
- Se prefiere los esfigmomanómetros de mercurio aunque resultan útiles los aneroides, electrónicos y
digitales, los cuales serán supervisados y calibrados periódicamente.
- El paciente descansará 5 min antes de la medición, la cual se hará en posición sentada, con el brazo
apoyado formando un ángulo de 45 0 a nivel del corazón. Seguidamente se harán mediciones en decúbito
y de pie, especialmente en ancianos con tendencia al descenso postural de la PA y en todos los
diabéticos que tienen predisposición a la neuropatía autonómica.
- Se infla el manguito, se palpa la arteria radial y se sigue inflando hasta 20-30 mmHg por encima de la
desaparición del pulso.
- Se coloca el diafragma del estetoscopio sobre la arteria braquial en la fosa antecubital y se desinfla el
manguito dejando que el mercurio descienda a una velocidad de 2 mmHg/segundo.
-El primer sonido (Korotkoff 1) se considera la PA sistólica y la detención de los sonidos (Korotkoff 5)
la PA diastólica. La medición de la PA se debe referir a los 2 mmHg más cercanos y no aproximarla a
números redondos.
Recomendaciones1
- Repetir la medición pasado 30 seg de haber desinflado el manguito o hasta que tenga menos de 5
mmHg de mercurio de diferencia en el mismo brazo.
- Evitar errores de medición detectados en una investigación a más de 60 % de médicos: usar manguito
pequeño, falta de período de descanso, desinflar muy rápido, no medir en ambos brazos, no palpar PAS
máxima.
- Otros errores calculados en la medición de la PA son: por cada 10 cm de brazo por debajo del nivel
del corazón puede incrementar en 8 mmHg la PA, espalda no apoyada hasta 8 mmHg y el redondeo de
la cifra puede sobreestimar o infraestimar hasta 5 a 10 mmHg.
Variabilidad de la presión arterial
En las personas normales la PA varía por múltiples factores y esta constituye una magnitud compleja
que va desde los estímulos externos que repercuten en el organismo, el estrés físico y mental, los
componentes del entorno hasta los cíclicos endógenos que son oscilaciones periódicas de la PA mediadas
por quimiorreceptores. Se ha comprobado que puede descender más de 20 mmHg con respecto a
valores basales durante el reposo e incrementarse por diferentes estímulos como leer (7 mmHg), estrés
mental (14 mmHg), ejercicios (40 mmHg), hablar (17 mmHg), fumar 30 minutos antes (10 mmHg), café
2 horas antes (10 mmHg) y el dolor 27 mmHg.
Las mediciones de la PA difieren significativamente intra e inter- observadores y también en el propio
sujeto. Ejemplo típico es la toma casual y única de la PA obtenida por un facultativo o personal de
salud en la consulta. Esta no es necesariamente representativa de las cifras individuales de las 24 horas,
ya que los valores de PA en la consulta o en presencia del médico, resultan imprevisibles para cada
paciente en particular. 1
Una única medición de la PA puede sobre diagnosticar un 20 % a 30 % la HTA mientras que dejaría
sin diagnóstico a la tercera parte.
Monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA)
En el pasado los trabajos científicos sobre HTA y PA fueron realizados en consulta externa. Desde hace
varias décadas hubo preocupación por las cifras de PA normal y ya en 1990 Staessen y otros, reunieron
17 estudios en un metanálisis y encontraron que el 95 % de las personas, que eran normotensas en
consulta, tenían PA ambulatoria menor de 140-90 mmHg por lo cual se propusieron cifras menores de
normalidad para la PA.
La PA de 24 horas se caracteriza por un patrón o ritmo circadiano y este muestra una típica caída
progresiva de la PA sistólica y diastólica al comenzar la noche hasta alcanzar el nadir durante el sueño,
seguida de una fase de meseta con pico máximo en la mañana, coincidiendo con el despertar.
Indicaciones de MAPA
- Sospecha de HTA de bata blanca.
- HTA resistente a drogas.
- Sospecha de feocromocitoma.
- Sospecha de disfunción autonómica.
- Hipotensión sintomática.
- Evaluación de tratamiento.
La Sociedad Americana de HTA solo recomienda el MAPA en pacientes con registros elevados en
consulta sin daño en órgano diana y controles ambulatorios normales. Indicamos MAPA cuando
existen dudas en la evaluación diagnóstica y/o terapéutica del paciente hipertenso. 1,5,10 En apoyo a estos
criterios, una publicación de nuestro centro, detectó que el MAPA se indica poco en el adulto mayor y
que resulta útil para corroborar el diagnóstico y la terapéutica. 11
Criterio de normalidad: < 135-85 mmHg durante 24 h y < 120-75 mmHg en la noche. 5
El 95 % de los pacientes con HTA no tenía causas conocidas y se les clasifica como esenciales o
primarios.
Etiología:
Esencial 95 %
Enfermedad renal crónica 3-4 %
Enfermedad renovascular 0,5-1 % (HTA curable)
Coartación aórtica 0,1 % (HTA curable)
Aldosteronismo primario 0,1 % (HTA curable)
Síndrome de Cushing 0,2 % (HTA curable)
Feocromocitoma 0,2 % (HTA curable)
Anticonceptivos orales 0,5 % (HTA curable)
Debido a que menos del 5 % tienen una causa particularmente curable se deben realizar un mínimo de
investigaciones para detectar al hipertenso. La única justificación para realizar estudios de laboratorio
adicionales es la existencia de signos y síntomas típicos de causas secundarias o curables que serían
estudios específicos para confirmar el diagnóstico. 1
Fisiopatología1
Actualmente se desarrollan investigaciones en cuatro teorías que explican la patogénesis de la HTA:
genética, neurogénica, humoral y autorregulación.
En la teoría genética el principio básico es una alteración del ADN, lo cual implica que en distintas
moléculas se producen anomalías y por tanto su función se modifica.
Hay varios genes candidatos: gen de renina,12 genes que codifican la kinina, la kalicreina y las
prostaglandinas renales, genes que codifican factores que regulan la homeostasis del calcio y el sodio, la
bomba de sodio-potasio, proteína C y el fosfoinositol.
Los estudios poblacionales demuestran que en familias con HTA primaria la incidencia de la
enfermedad es de 30 a 60 % mayor en comparación con la descendencia de normotensos. En esta teoría
también se menciona que la predisposición genética puede estar latente, pero debe existir un estímulo
que dispara la replicación del ADN, entre los que se mencionan: la ingestión excesiva de sal y el estrés
emocional.
La HTA es un trastorno poligenético y multifactorial, en el cual la interacción de múltiples genes entre
sí y con el medio ambiente es importante. Está demostrado que la vía clásica del SRAA13, 14 es la
preponderante en la aparición de la HTA. El angiotensinógeno es el precursor de la A-II sobre el cual
actúa la renina y los efectos de la A-II están mediados por los receptores AT1 y AT2, localizados en el
genoma humano. Hay otras vías de síntesis independientes de la ECA y estas son capaces de convertir
el angiotensinógeno en A-II directamente o en A-I y luego en A-II. La quimasa produce el 90 % de la
A-II en el corazón humano por lo que el bloqueo de los IECA, no es completo. (Fig.2 y 3).
La A-II, repercute negativamente sobre los órganos diana y produce las alteraciones que facilitan las
complicaciones y la muerte, según se observa en la Fig. 4. 15, 16
En una segunda etapa este exceso de líquido no necesario para las demandas metabólicas induce
liberación de sustancias vasoconstrictoras por los tejidos (mecanismo de autorregulación), lo que
aumenta la resistencia periférica total y por tanto la PA, pero a nivel renal la elevada permeabilidad
celular al sodio y la hiperreactividad de los vasos sanguíneos renales, contribuye a la sobrecarga de
volumen y al deterioro progresivo del capilar glomerular y esto mantiene la HTA.
Resistencia a la insulina en la HTA
Insulinorresistencia es la refractariedad de los tejidos a la acción de la insulina por lo que hay una
inadecuada utilización de la glucosa y en el organismo se desencadenan mecanismos que favorecen la
secreción de insulina para compensar ese hecho.
Acompañan a este fenómeno un perfil adverso de lípidos (aumento de triglicéridos y disminución de la
HDL), obesidad, HTA y disminución de la tolerancia a la glucosa. 19-21
No se puede afirmar que la resistencia a la insulina está involucrada en la patogenia de la HTA, ya que
solo el 25 % de los hipertensos la presentan, pero sí está demostrado que al coincidir en un paciente, el
riesgo de enfermedad cardiovascular se multiplica. La resistencia a la insulina es el mecanismo
fisiopatogénico del síndrome metabólico y está asociado a una alta incidencia de lipoproteína de baja
densidad oxidada, cuya hipótesis se demostró recientemente en humanos. 19-21
Clasificación de la presión arterial para adultos de 18 años o más 5
Categoría Sistólica Diastólica
Normal < 120 < 80
Prehipertensión 120-139 80-89
Hipertensión - -
Estadio 1 140-59 90-99
Estadio 2 = 160 = 100
En la búsqueda de un lenguaje común la clasificación del JNC-7 5 ha devenido en un instrumento
sencillo y operativo para una afección que abarca el 30 % de la población mundial, es fácil de entender
y aplicar por cualquier médico independiente de su especialidad o dedicación y evita la complicada
"jerga científica" de algunas especialidades. Esta clasificación se basó en los estudios realizados en
Framingham por Vasan y otros 22 que demuestra la progresión a la HTA de pacientes considerados
normales y ha sido confirmado en otros estudios, 23-25 en los que prehipertensos tienen cifras mayores
de glicemia, colesterol, triglicéridos, LDL, índice de masa corporal y menor niveles de HDL-colesterol
que los normotensos , por lo que se plantea no solamente la modificación del estilo de vida, sino
determinar el papel de la farmacoterapia antihipertensiva.
Estratificación de riesgo
La morbilidad y la mortalidad en el hipertenso están condicionadas por numerosas conexiones
patogénicas comunes entre la HTA y los factores de riesgo coronario, como son la dislipidemia, la
obesidad o la diabetes. 26 La hipertrofia ventricular izquierda y el infarto miocárdico son los más
importante factores de riesgo para la insuficiencia cardíaca y esta constituye la etapa final de la
cardiopatía hipertensiva.1
Un metanálisis 27 reciente con un millón de pacientes mostró una relación continua y fuerte entre PAS-
PAD y la incidencia de accidente cerebrovascular, infarto miocárdico, ICC, insuficiencia renal,
enfermedad vascular periférica, alteraciones cognitivas y mortalidad por todas las causas.
La asociación entre el nivel de PA y eventos cardiovasculares es continua, consistente e independiente
de otros factores de riesgo.
Se observó que se duplicaban estos eventos en personas de 40 a 70 años por cada incremento de la PAS
y PAD en 20 y 10 mmHg, respectivamente. También la PAM predijo la mortalidad mejor que la PAS,
PAD aisladas y la presión del pulso.
Por otro lado un estudio de Framigham 25 sugiere que el riesgo acumulado para desarrollar HTA en el
futuro es del 90 % para los normotensos a partir de los 55 años.
La mayoría de las investigaciones hallaron una prevalencia de 30 % de HTA, de ellos: el 30 %
desconocen que son hipertensos, el 50 % reciben tratamiento y el 50 % de ese grupo no están
controlados.
La HTA contribuye al 12,7 % de la mortalidad total y al 4,4 % de la incapacidad en el mundo y
aumenta su prevalencia en personas con hábitos de vida no saludables.
En un estudio reciente se halló que la prehipertensión fue más frecuente en diabéticos, y esta se asoció a
una mayor incidencia de enfermedad cardiovascular por lo que se recomiendan intervenciones más
agresivas para el control de la presión arterial. 24 La prehipertensión ha sido definida como una
condición transitoria en la cual la PA sistólica y diastólica alcanza los límites de 120 a 139 mmHg y 80-
89 mmHg, respectivamente. Estos límites de la PA fueron considerados como normal alto en el VI
reporte del JNC y posteriormente se halló una prevalencia del 30 al 32 % de la población. Está presente
en personas jóvenes o de mediana edad con ligero predominio en el sexo masculino. Este término ha
sido motivo de controversia y no aceptado por algunos aunque Vasan y otros 25 demostraron que las
personas que presentaban prehipertensión evolucionaban a la HTA franca en corto tiempo. Por otro
lado esta clasificación de carácter preventivo pone en alerta a una gran masa de personas que si no
cumplen los hábitos de vida saludable o modifican su estilo de vida (MEV) agravarán su situación, ya
que otras investigaciones han observado que en estos grupos hay más diabéticos, obesos, dislipidémicos
y otras alteraciones metabólicas lo cual obligaría al uso de fármacos si fuera necesario. Un estudio
reciente realizado con el objetivo de analizar la hipertensión y evitar su progresión a la HTA dejó la
inquietud de la necesidad del tratamiento antihipertensivo. En opinión del autor, las MEV junto a la
terapéutica farmacológica contribuirían al mejor control de la prehipertensión y de la HTA y evitarían
las complicaciones y muertes por estas causas. La gran mayoría de los hipertensos y prehipertensos
pudieran responder adecuadamente a la MEV las cuales son aplicables a todos estos pacientes
independientemente de su clasificación o estadio y han demostrado reducir la PA, en forma
significativa, aunque tiene el inconveniente del incumplimiento reiterado por parte de los pacientes.
La clasificación del JNC-7 5 se basó en los estudios de Framigham realizado por Vasan y otros 22, 25 y
han sido confirmados en otras investigaciones en que los prehipertensos tienen cifras mayores de
glicemia, colesterol, triglicéridos, índice de masa corporal y menor nivel de HDL-colesterol que los
normotensos, por lo que plantean no solamente la MEV sino determinar el papel de la
farmacoterapia.23, 24
El término prehipertensión ha sido cuestionado en Europa al considerarlo inespecífico, alarmista, poco
práctico y difícilmente abordable debido a la dificultad de mantener el tratamiento y seguimiento de los
pacientes a largo plazo.
Finalmente el Comité de la ESH/ESC de la Guía-2007 28 decidió no usar la terminología de
prehipertensión por las siguientes razones:
- En el estudio de Framigham el riesgo de desarrollar HTA fue definitivamente mayor en personas con
PA normal alta que en los normales y por tanto, hay pocas razones para unir estos dos grupos.
- Pudiera crear ansiedad y requerir de visitas y exámenes médicos innecesarios.
- Más importantes son las recomendadas por el JNC-6 del 2003 como una estrategia para toda la
población estableciendo la diferencia en pacientes de alto riesgo que necesitan además medicamentos
específicos e intervenciones para disminuir su riesgo cardiovascular global.
Componentes de la estratificación del riesgo cardiovascular en hipertensos 5
Factores de riesgo mayores
Hábito de fumar
Dislipidemia
Diabetes mellitus
Edad > 60 años
Sexo: hombres y mujeres posmenopáusicas
Ingestión de alcohol
Ingestión de sal
Historia familiar de enfermedad cardiovascular.
Mujeres < 65 años Hombres < 55 años.
Daño en órgano diana / evidencia clínica de enfermedad cardiovascular
Enfermedades del corazón:
-Hipertrofia ventricular izquierda.
-Angina o infarto del miocardio previo.
-Revascularización coronaria previa.
-Insuficiencia cardíaca.
Accidente cerebrovascular o isquemia cerebral transitoria.
Nefropatía.
Enfermedad arterial periférica.
Retinopatía.
Actualmente se considera que la HTA de bata blanca con cifras elevadas o cuando esta se obtiene en la
consulta y ambulatoriamente, o en la consulta y en el domicilio no tiene un pronóstico inocente, ya que
cada elevación conlleva un incremento en el riesgo de la mortalidad.29
Historia clínica
Interrogatorio:
- Antecedentes familiares de HTA o cardiopatías.
- Antecedentes personales de enfermedad vasculocerebral.
- Hábitos tóxicos: tabaquismo, alcohol, etcétera.
- Tiempo de evolución de la HTA, terapéutica recibida y respuesta a ese tratamiento.
- Detectar síntomas sugestivos de HTA secundaria.
- Otros factores de riesgo vascular (dislipidemias, tensión emocional, ingestión de sal, uso de
anticonceptivos).
- Status socioeconómico y desarrollo cultural deficientes.
Examen físico
Debe realizarse en forma cuidadosa con el objetivo de detectar repercusión orgánica o causas
secundarias.
- Examen del cuello: pulso carotideo, distensión venosa, aumento del tiroides.
- Área cardíaca: tamaño, ritmo y soplos.
- Abdomen: buscar soplos o tumoraciones.
- Pulsos arteriales de miembros inferiores, edema.
- Examen neurológico cuidadoso, fondo de ojo y clasificación según retinopatía hipertensiva que ayuda
a establecer la severidad y el pronóstico de la HTA:
Normal Sobrevida en 5 años
Grado I: arterias estrechadas. 85 %
Grado II: signo de Gunn. (Estrechamiento arteriovenoso). 50 %
Grado III: hemorragias y/o exudados. 13 %
Grado IV: hemorragias y/o exudados con papiledema. 0 %
Exámenes de laboratorio
-Sangre: hemograma, creatinina y/o urea, glicemia, potasio sérico, ácido úrico, lipidograma.
- Orina.
- Electrocardiograma.
- Rx tórax, si hay antecedentes de fumador o enfermedad pulmonar.
- US renal: en < 40 años o HTA inapropiada.
Ecocardiograma
Clase I (sin controversia):
Sospecha de cardiopatía y/o evidencia clínica de disfunción cardiaca.
HTA SECUNDARIAS 1
CONCLUSIONES
1. La HTA es el principal problema de salud de la medicina contemporánea.
2. Se define como un síndrome multifactorial en el cual las alteraciones del sistema renina-
angiotensina-aldosterona y de factores ambientales han sido demostrada como causa de HTA.
3. La medición correcta de la presión arterial es esencial para establecer diagnóstico, tratamiento y
control de esta entidad.
4. La variabilidad de la presión arterial es compleja y está influenciada por la actividad de los seres
humanos.
5. Los criterios de normalidad para la presión arterial y la HTA serán de menor cuantía en relación
con los actuales.
6. La morbilidad y la mortalidad dependen de conexiones patogénicas comunes entre la HTA y los
factores de riesgo coronario.
7. La realización de una cuidadosa historia clínica es determinante en el diagnóstico y en el pronóstico
de la HTA.
8. En los hipertensos las causas secundarias de HTA deben ser descartadas.
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Dr. C Joaquín Sellén Crombet. Hospital Universitario "General Calixto García". Vedado. CP 10400. La
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