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flora microbiana sana en un entorno patológico", defiende Keller, que no descarta que esta
terapia pueda emplearse en el futuro para tratar desórdenes metabólicos como la obesidad o
el síndrome del colon irritable.
Un tratamiento poco usual ha demostrado ser más eficaz que los antibióticos a la hora de curar
infecciones intestinales graves.
Clostridium difficile es el nombre de una bacteria que forma parte de nuestra microbiota
intestinal y que, en ocasiones, es responsable de algunas enfermedades
gastrointestinales graves como la infección del colon.
El uso de antibióticos representa el tratamiento más común para curar ese tipo de
afecciones. Sin embargo, su empleo afecta también a los microorganismos beneficiosos,
por lo que C. difficile puede sobrevivir más fácilmente en un organismo humano carente
de bacterias benignas. Por otro lado, el trasplante fecal, que consiste en implantar heces
de una persona en el intestino de otro individuo, se ha revelado como una terapia
alternativa para estas enfermedades.
Estos muestran que si por un lado los transplantes curaron a 15 de los 16 enfermos (con
una tasa de éxito del 94 por ciento), por el otro la vancomicina fue efectiva solo en 7 de
los 26 pacientes (27 por ciento de éxito). Además, el resto de probandos tratados con el
segundo método sufrió recaídas, pero se recuperó de la infección intestinal por C.
difficile tras recibir uno o dos trasplantes fecales posteriores. Finalmente, la
investigación puso de manifiesto que el transplante de heces fecales modificó la
microbiota de estos pacientes, aunque no se detectó ningún efecto secundario relevante.
Els Van Nood, coautora del estudio, confía que el éxito de la prueba mejore la
aceptación de esta técnica en los hospitales. «Recibimos correos electrónicos de
pacientes de todas partes del mundo desesperados por recibir este tratamiento. Aún así,
encuentran mucha resistencia por parte de los médicos, por lo que esperamos que estos
resultados cambien su percepción», afirmó la investigadora de la Universidad de
Ámsterdam.
Original Article
Duodenal Infusion of Donor Feces for
Recurrent Clostridium difficile
Els van Nood, M.D., Anne Vrieze, M.D., Max Nieuwdorp, M.D., Ph.D., Susana
Fuentes, Ph.D., Erwin G. Zoetendal, Ph.D., Willem M. de Vos, Ph.D., Caroline E.
Visser, M.D., Ph.D., Ed J. Kuijper, M.D., Ph.D., Joep F.W.M. Bartelsman, M.D., Jan
G.P. Tijssen, Ph.D., Peter Speelman, M.D., Ph.D., Marcel G.W. Dijkgraaf, Ph.D., and
Josbert J. Keller, M.D., Ph.D.
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Background
Recurrent Clostridium difficile infection is difficult to treat, and failure rates for
antibiotic therapy are high. We studied the effect of duodenal infusion of donor feces in
patients with recurrent C. difficile infection.
Methods
Results
The study was stopped after an interim analysis. Of 16 patients in the infusion group, 13
(81%) had resolution of C. difficile–associated diarrhea after the first infusion. The 3
remaining patients received a second infusion with feces from a different donor, with
resolution in 2 patients. Resolution of C. difficile infection occurred in 4 of 13 patients
(31%) receiving vancomycin alone and in 3 of 13 patients (23%) receiving vancomycin
with bowel lavage (P<0.001 for both comparisons with the infusion group). No
significant differences in adverse events among the three study groups were observed
except for mild diarrhea and abdominal cramping in the infusion group on the infusion
day. After donor-feces infusion, patients showed increased fecal bacterial diversity,
similar to that in healthy donors, with an increase in Bacteroidetes species and
clostridium clusters IV and XIVa and a decrease in Proteobacteria species.
Conclusions
The infusion of donor feces was significantly more effective for the treatment of
recurrent C. difficile infection than the use of vancomycin. (Funded by the Netherlands
Organization for Health Research and Development and the Netherlands Organization
for Scientific Research; Netherlands Trial Register number, NTR1177.)
Un 20%-30% de los afectados por 'C. difficile' tiene recaídas tras la terapia
Los síntomas de esta infección son diarrea, vómitos, fiebre y dolor tipo cólico
Administrar heces por sonda evita las recaídas en un 94% de los casos
A veces la medicina avanza gracias a ideas curiosas y, en ocasiones, poco atractivas para
el público en general. El estudio que hoy publica una de las revistas médicas más
prestigiosas del planeta, 'The New England Journal of Medicine', es un ejemplo de
cómo una hipótesis, que podríamos denominar, rara e incluso desagradable, llega a buen
puerto y supone una gran mejora para los pacientes. De la misma manera que en su
momento las sanguijuelas fueron utilizadas para múltiples trastornos o las larvas se han
venido usando para curar heridas complejas, ahora un estudio demuestra que las heces
tienen el poder curativo para una infección frecuente en pacientes hospitalizados.
La diferencia entre los tres grupos fue importante. Así, mientras que en el primero se
evitó una nueva recaída en el 31% de los casos, en el segundo sólo se consiguió en el
23%, mientras que en el tercero, es decir, el de la terapia fecal, la tasa de éxito fue del
81% (13 de 16). Cuando los tres pacientes que no respondieron a esta terapia, volvieron
a recibir una segunda infusión de contenido fecal, dos de ellos lograron evitar una
recaída. Teniendo en cuenta esto, la tasa de curación fue del 94%.
"Este estudio demuestra que la terapia con heces es muy eficaz y genera la hipótesis de
que aumentar las bacterias sanas y reemplazarlas por las que tiene el paciente en su
intestino evitará también las recaídas", señala Asensio.
Aunque esta infección no es excesivamente frecuente, cada vez son más los casos
detectados. "Actualmente vemos unos 10-15 episodios por cada 1.000 ingresos. En un
hospital con unos 50.000 ingresos al año, como puede ser el [hospital] Gregorio
Marañón, supone unos 3.000 episodios anuales", explica Emilio Bouza, jefe de
Microbiología de dicho centro.
Este especialista incide en que la infección alarga la estancia hospitalaria del paciente
que la sufre y aumenta considerablemente los gastos sanitarios. "En España, el gasto
extra por episodio y paciente es de unos 4.000 euros. Teniendo en cuenta todos los
casos al año, el coste medio es muy importante", afirma Bouza.
De ahí que sean varias las medidas que se quieren mejorar en relación a esta infección.
Según este especialista que ha llevado a cabo varios estudios sobre su incidencia en
España, aproximadamente la mitad de los casos no son diagnosticados. Otra mejora
que se puede implementar para frenar este tipo de infección es disminuir el consumo
de antibióticos, muy elevado en nuestro país, y aumentar la higiene hospitalaria.
¿Uso generalizado?
No obstante, los especialistas señalan que este trabajo es un primer paso para investigar
cuál es la mezcla adecuada de bacterias intestinales que se podrían obtener mediante
cultivo y que se administraría por vía digestiva a los pacientes. Esto es precisamente lo
que subraya Ciarán Kelly, experto de la Universidad de Harvard, en un editorial que
acompaña al estudio de 'NEJM'.
Según este especialista, este estudio animará y facilitará el diseño de ensayos similares
de la terapia de microbiota intestinal -las bacterias que pueblan el intestino- para
otras indicaciones como colon irritable, prevención del carcinoma colorectal y
diferentes trastornos metabólicos. "Es el anuncio de la adolescencia tardía de una
amplia y excitante rama de terapéuticas humanas", concluye Kelly.