No es suficiente saber la diversidad de culturas de mi Ecuador, sino realizar los cambios
que permitan una relación más equitativa entre los grupos que lo componen. Pero nuestro país tiene mucho camino que recorrer para consolidarse como un país intercultural. Para ello debemos no solo renovar sus leyes sino también nuestras instituciones y su sobre todo nuestro sentimiento social interno. Todo nos conlleva al impulso de nuevas prácticas culturales. Y para lograr esto nuestro sistema educativo es crucial.
Ya sabemos que los llamamientos a la construcción de la interculturalidad han venido
siempre desde los pueblos indígenas. Por ello, gracias a su mi lucha y la de ustedes como estudiantes nuestro Ecuador tiene el mérito de haber creado un sistema especial de educación indígena “bilingüe intercultural”. Este es un paso serio que debemos apreciar y no dejar que se pierda en el olvido y en el tiempo.