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Derechos para todxs

Por: Andrea Saraco

Normalmente pensamos en temas como seguridad, educación y economía, pero


también hay que poner el dedo en el renglón por los derechos civiles, es decir por
el derecho a acceder a la seguridad, la educación, el trabajo y a salud, de forma
igualitaria; hombres, mujeres, indígenas, mestizos, personas con capacidades
diferentes, pobres y ricos, etc.

Ahora no solamente se trata de implementar estas políticas y mirar hacia adelante,


desde luego estos espacios ganados son síntoma de que como sociedad estamos
progresando, pero aún falta crear una sociedad más equitativa desde adentro de
la política misma, con candidatos que representen a esta ciudadanía, ignorada
mucho tiempo, a que sus propuestas sean tema primordial en la agenda de los
políticos

Ciudadanía y civilidad

Es importante luchar por los derechos políticos de todos, por impulsar las agendas
de las minorías más vulnerables, pero también debemos trabajar como sociedad
para crear justicia social.

Cosas tan simples como no estacionarte en el sitio reservado para discapacitados,


el respetar rampas y vías de acceso, así como ofrecer la ayuda que se pueda
necesitar, no nos cuesta nada y hace de nuestra sociedad un lugar más justo y de
nuestra propia civilidad un ejemplo, desde el cual podemos impulsar los derechos
civiles de aquellos que lo necesitan.

En México existen varios organismos a los que nos podemos acercar si deseamos
aprender más sobre la vida de las personas con capacidades diferentes, uno de
ellos es el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), de
hecho tiene un manual para aprender LSM, editado por María Esther Serafín de
Fleischmann y Raúl González Pérez. Mismo que puedes descargar a través de
este
vínculo:http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/DiccioSenas_ManosVoz_
ACCSS.pdf

Un problema actual es la poca accesibilidad que tienen personas con


discapacidades auditivas y visuales, ya que esto representa un desafío para hacer
cosas cotidianas como ir a la escuela, ver un noticiero o leer un libro. El problema
además de no contar con la cobertura de la educación especial, es que la
sociedad no está sensibilizada con estas problemáticas, por eso además de
grandes programas sociales en este sentido, es necesario que como individuos
ejerzamos la empatía, la solidaridad y el respeto hacia personas con capacidades
diferentes.

No hace falta pensar que debemos ser “buenos” con estas personas porque
“podría pasarnos a nosotros”, sino que hay que asumir la situación de estas
personas como algo que no hace menos ni incompleta a una persona, sino
entender que se trata de seres autónomos, libres, completos, simplemente con
capacidades diferentes. Es decir; sólo necesitan ayuda en ciertas cosas.

Una niña muy inteligente, un oficinista muy capaz y un extraño pueden tener
problemas y necesitar nuestra ayuda, sin importar si se trata de una niña
discapacitada pero inteligente en una escuela, o de un oficinista muy torpe y sin
discapacidad, o de un perfecto extraño que pueda necesitar nuestra ayuda cuando
vamos caminando por la calle. La empatía, la solidaridad y el respeto son cosas
que debemos trabajar a nivel individual, y no depende de los programas sociales,
los políticos o los líderes. Aunque como ya hemos dicho esto también es
importante.

En conclusión hay que asumir nuestro papel como ciudadanos y como ciudadanía,
en lo político, lo social y lo personal, porque sólo de esta forma se generan
cambios.

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