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Enlace químico

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Enlace iónico del cloruro de sodio, donde sodio da su electrón de valenciaal cloro para ambos tener 8
electrones en su valencia.

Un enlace químico es el proceso químico responsable de las interacciones atractivas


entre átomos y moléculas, 1y que confiere estabilidad a los compuestos químicos diatómicos y
poliatómicos. La explicación de tales fuerzas atractivas es un área compleja que está descrita
por las leyes de la química cuántica.
Una definición más sencilla es que un enlace químico es la fuerza existente entre los átomos
una vez que se ha formado un sistema estable.2
Las moléculas, cristales, metales y gases diatómicos (que forman la mayor parte del ambiente
físico que nos rodea) están unidos por enlaces químicos, que determinan las
propiedades físicas y químicas de la materia.
Las cargas opuestas se atraen porque al estar unidas adquieren una situación más estable
que cuando estaban separadas. Esta situación de mayor estabilidad suele darse cuando el
número de electrones que poseen los átomos en su último nivel es igual a ocho, estructura
que coincide con la de los gases nobles ya que los electrones que orbitan el núcleo están
cargados negativamente, y que los protones en el núcleo lo están positivamente, la
configuración más estable del núcleo y los electrones es una en la que los electrones pasan la
mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro lugar del espacio. Estos electrones
hacen que los núcleos se atraigan mutuamente.

Índice
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 1Teoría del enlace químico


o 1.1Historia del concepto de enlace químico
o 1.2Teoría de enlace de valencia
o 1.3Teoría de los orbitales moleculares
o 1.4Comparación de las teorías del enlace de valencia y de los orbitales moleculares
 2Enlaces en fórmulas químicas
 3Enlace químico
o 3.1Enlace covalente
o 3.2Enlace iónico o electrovalente
o 3.3Enlace covalente coordinado o dativo
o 3.4Enlaces de uno y tres electrones
o 3.5Enlaces flexionados
o 3.6Enlaces 3c-2e y 3c-4e
o 3.7Enlace aromático
o 3.8Enlace metálico
 4Enlace intermolecular
o 4.1Dipolo permanente a dipolo permanente
o 4.2Enlace de hidrógeno
o 4.3Dipolo instantáneo a dipolo inducido
o 4.4Interacción catión-pi
 5Electrones en los enlaces químicos
 6Buckybalón
 7Enlaces externos
 8Véase también
 9Referencias
o 9.1Bibliografía
 10Enlaces externos

Teoría del enlace químico[editar]


En la visión simplificada del denominado enlace covalente, uno o más electrones
(frecuentemente un par de electrones) son llevados al espacio entre los dos núcleos atómicos.
Ahí, los electrones negativamente cargados son atraídos a las cargas positivas
de ambos núcleos, en vez de sólo su propio núcleo. Esto vence a la repulsión entre los dos
núcleos positivamente cargados de los dos átomos, y esta atracción tan grande mantiene a los
dos núcleos en una configuración de equilibrio relativamente fija, aunque aún vibrarán en la
posición de equilibrio. En resumen, el enlace covalente involucra la compartición de electrones
en los que los núcleos positivamente cargados de dos o más átomos atraen simultáneamente
a los electrones negativamente cargados que están siendo compartidos. En un enlace
covalente polar, uno o más electrones son compartidos inequitativamente entre dos núcleos.
En una visión simplificada de un enlace iónico, el electrón de enlace no es compartido, sino
que es transferido. En este tipo de enlace, el orbital atómico más externo de un átomo tiene un
lugar libre que permite la adición de uno o más electrones. Estos electrones recientemente
agregados ocupan potencialmente un estado de menor energía (más cerca al núcleo debido a
la alta carga nuclear efectiva) de lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En
consecuencia, un núcleo ofrece una posición de más fuerte unión a un electrón de lo que lo
hace el otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo asuma una carga neta positiva,
y que el otro asuma una carga neta negativa. Entonces, el enlace resulta de la atracción
electrostática entre los átomos, y los átomos se constituyen en ((iones)) de carga positiva o
negativa.
Todos los enlaces pueden ser explicados por la teoría cuántica, pero, en la práctica, algunas
reglas de simplificación les permiten a los químicos predecir la fuerza de enlace,
direccionalidad y polaridad de los enlaces. La regla del octeto y la (TREPEV) teoría de
repulsión de pares de electrones de la capa de valencia son dos ejemplos.
Existen teorías más sofisticadas, como la teoría del enlace de valencia, que incluye
la hibridación de orbitales y la resonancia, y el método de combinación lineal de orbitales
atómicos dentro de la teoría de los orbitales moleculares, que incluye a la teoría del campo de
los ligantes. La electrostática es usada para describir polaridades de enlace y los efectos que
ejerce en las sustancias químicas.
Historia del concepto de enlace químico[editar]
Las primeras especulaciones respecto a la naturaleza del enlace químico son tan tempranas
como en el siglo XII. Se suponía que ciertos tipos de especies químicas estaban unidas entre
sí por un tipo de afinidad química.
En 1704, Isaac Newton esbozó su teoría de enlace atómico, en "Query 31" de su Opticks,
donde los átomos se unen unos a otros por alguna "fuerza". Específicamente, después de
investigar varias teorías populares, en boga en aquel tiempo, de cómo los átomos se podía
unir unos a otros, por ejemplo, "átomos enganchados", "átomos pegados unos a otros por
reposo", o "unidos por movimientos conspirantes", Newton señaló lo que inferiría
posteriormente a partir de su cohesión que:
Las partículas se atraen unas a otras por alguna fuerza, que en contacto inmediato es excesivamente
grande, a distancias pequeñas desempeñan operaciones químicas y su efecto deja de sentirse no lejos
de las partículas.

En 1819, a raíz de la invención de la pila voltaica, Jöns Jakob Berzelius desarrolló una teoría
de combinación química, introduciendo indirectamente el carácter electropositivo y
electronegativo de los átomos combinantes. A mediados del siglo XIX, Edward Frankland, F.
A. Kekule, A. S. Couper, A. M. Butlerov y Hermann Kolbe, ampliando la teoría de radicales,
desarrollaron la teoría de valencia, originalmente llamado "poder combinante" en que los
compuestos se mantenía unidos debido a la atracción entre polos positivo y negativo. En
1916, el químico Gilbert N. Lewis desarrolló el concepto de enlace de par de electrones, en el
que dos átomos pueden compartir uno y seis electrones, formando el enlace de un solo
electrón, enlace simple, enlace doble, o enlace triple:
En las propias palabras de Lewis:
Un electrón puede formar parte de las envolturas de dos átomos diferentes y no puede decirse que
pertenezca a uno simplemente o exclusivamente.

El mismo año, Walther Kossel lanzó una teoría similar a la de Lewis, con la diferencia de que
su modelo asumía una transferencia completa de electrones entre los átomos, con lo que era
un modelo de enlace iónico. Tanto Lewis y Kossel estructuraron sus modelos de enlace a
partir de la regla de Abegg (1904).
En 1927, el físico danés Oyvind Burrau derivó la primera descripción cuántica
matemáticamente completa de un enlace químico simple, el producido por un electrón en el
ion de hidrógeno molecular (dihidrogenilio), H2+.3 Este trabajo mostró que la aproximación
cuántica a los enlaces químicos podrían ser correctas fundamental y cualitativamente, pero los
métodos matemáticos usados no podrían extenderse a moléculas que contuvieran más de un
electrón. Una aproximación más práctica, aunque menos cuantitativa, fue publicada en el
mismo año por Walter Heitler y Fritz London. El método de Heitler-London forma la base de lo
que ahora se denomina teoría del enlace de valencia. En 1929, sir John Lennard-
Jones introdujo el método de combinación lineal de orbitales atómicos (CLOA o dentro de
la teoría de orbitales moleculares, sugiriendo también métodos para derivar las estructuras
electrónicas de moléculas de F2 (flúor) y las moléculas de O2 (oxígeno), a partir de principios
cuánticos básicos. Esta teoría de orbital molecular representó un enlace covalente como un
orbital formado por combinación de los orbitales atómicos de la mecánica cuántica
de Schrödinger que habían sido hipotetizados por los electrones en átomos solitarios. Las
ecuaciones para los electrones de enlace en átomos multielectrónicos no podrían ser
resueltos con perfección matemática (esto es, analíticamente), pero las aproximaciones para
ellos aún producen muchas predicciones y resultados cualitativos buenos. Muchos cálculos
cuantitativos en química cuántica moderna usan tanto las teorías de orbitales moleculares o
de enlace de valencia como punto de partida, aunque una tercera aproximación, la teoría del
funcional de la densidad, se ha estado haciendo más popular en años recientes.
En 1935, H. H. James y A. S. Coolidge llevaron a cabo un cálculo sobre la molécula de
dihidrógeno que, a diferencia de todos los cálculos previos que usaban funciones sólo de la
distancia de los electrones a partir del núcleo atómico, usó funciones que sólo adicionaban
explícitamente la distancia entre los dos electrones.4 Con 13 parámetros ajustables, ellos
obtienen el resultado muy cercano al resultado experimental para la energía de disociación de
enlace. Posteriores extensiones usaron hasta 54 parámetros y producen gran concordancia
con los experimentos. Este cálculo convenció a la comunidad científica que la teoría cuántica
podría concordar con los experimentos. Sin embargo, esta aproximación no tiene relación
física con la teoría de enlace de valencia y orbitales moleculares y es difícil de extender a
moléculas más grandes.

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