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JOSE ANGEL MASCAREÑO GAITAN

EMOCIONES…

¿PODEMOS ELEGIR QUÉ SENTIR?

RESUMEN

Varios grupos de científicos estudian las emociones negativas y positivas, el cómo los cambios
entre unos y otros propician cambios en el cerebro.

Las emociones se manifiestan en la expresión del rostro, postura corporal y estados mentales
específicos. Influyen, también, en los estados de ánimo, motivación, carácter y conducta
provocando reacciones fisiológicas.

Por lo anterior, un factor importante en las emociones es la cognición, es decir, habilidades y


procesos mentales relacionadas con el conocimiento (atención, memoria, razonamiento y
toma de decisiones). La cognición influye en la forma en que reaccionamos ante una situación.

Por otra parte, cabe añadir que existe una comunicación directa y bidireccional entre el
cerebro y el resto del organismo.

La neurociencia estudia las bases neuronales de las emociones y estados de ánimo, es decir,
qué neuronas del cerebro se activan cuando sentimos o evocamos una emoción. En sus
estudios surge otro concepto denominado Resiliencia, el cual, en estudios se ha mostrado que
las personas recurren a estrategias cognitivas. Los circuitos emocionales están conectados al
pensamiento, lo que permite acceso a la voluntad consciente. Se ha observado que los
circuitos neuronales o sinápsis también pueden modificarse. Las personas se vuelven expertas
en las actividades que van reforzando la conexión neuronal facilitando el perfeccionamiento.

Además, la plasticidad del cerebro permite que modifiquemos nuestras emociones o la forma
en que la experimentamos. Un método efectivo es la meditación que aprovecha la
neuroplasticidad y promueve los cambios positivos en el cerebro.

Aún falta mucho por estudiar este campo de las neurociencias, pero los resultados
experimentales muestra que ciertas estrategias de entrenamiento mental producen cambios
positivos y perdurables en el cerebro que transforman la manera de experimentar las
emociones.
MAPA CONCEPTUAL

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