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LIBERALISMO FRENTE A
ABSOLUTTISMO.
Los ilustrados planteaban la demolición de las estructuras del poder en las que
se asentaban el Antiguo Régimen, y defendían un orden en el que los súbditos
se transformaran en ciudadanos. Las diferencias entre ciudadanos se
establecerían por sus propias capacidades, y no consecuencia de pertenecer a
diferentes estamentos.
La confluencia en Francia a finales de la década de los ochenta de una serie de
factores tales como la grave situación de la hacienda real, el rechazo de los
privilegiados a pagar impuestos para remontar esta situación, una serie de
malas cosechas que extendieron el hambre, y la difusión de las ideas que
defendían un cambio radical de la situación, provocaron en 1789 un estallido
que se conocerá con el nombre de Revolución Francesa, y cuyas últimas
consecuencias fueron el desmantelamiento de bases políticas, sociales y
económicas en las que se habían sustentado el Antiguo Régimen.
A estas alturas del reinado, Manuel Godoy, con el apoyo de la reina María
Luisa de Parma, se convertía en el valido de la monarquía. Su polémica figura
marcará el rumbo de la política española, hasta las vísperas de la guerra de la
Independencia.
Mientras tanto, las tensiones se incrementan en las corte española, donde los
partidarios del príncipe de Asturias se enfrentan a Godoy, que contaba con el
apoyo de los monarcas. El enfrentamiento culminó el 18 de marzo de 1808 con
el motín de Aranjuez, que provocó la caída del valido y la abdicación de Carlos
IV. El príncipe de Asturias se convertía en Fernando VII y entraba en Madrid en
medio de la apoteosis popular.
Napoleón llevó hasta suelo francés a Carlos IV y Fernando VII, quién dejó
frente al gobierno una Junta de Regencia. Al primero le insinuó la restitución de
sus derechos al trono y al segundo le prometió la mano de una princesa
imperial. Una vez en Bayona, el emperador consiguió que ambos abdicasen a
favor de su hermano José Bonaparte, llamado José I.
● Los absolutistas: Partidarios del retorno de Fernando VII, para que fuese
un monarca absolutista; eran contrarios a cualquier reforma.
● Reformistas: Herederos del pensamiento ilustrado de Calos III y tenían a
Jovellanos como referente; eran de introducir cambios en la forma de
gobierno, pero rechazaban los planteamientos radicales.
● Liberales: Partidarios de un cambio en profundidad, en la línea marcada
por la revolución francesa. Destacaron Muñoz Torrero, el Conde de
Toreno o Agustín Argüelles.
La función de las Cortes de Cádiz fue mucho más que elaborar la Constitución.
Realizaron una importante labor legislativa en terreno político, social y
económico. Esta labor supuso el desmantelamiento del Antiguo Régimen,
quedando abolidos los privilegios señoriales y la Inquisición. Se dictaron
normas para liberalizar el comercio y la industria, y se dieron los primeros
pasos para la desamortización de los bienes eclesiásticos, que era un volumen
muy importante de las propiedades agrícolas del país.
En el Cádiz del siglo XIX las ideas que empezaron a llamarse liberalismo,
habían calado con intensidad. Había una burguesía vinculada al comercio de
su puerto, al negocio del vino, muy desarrollado por estas fechas. Como
prueba del ambiente de Cádiz está que se publicaban 5 periódicos, y había
cafés donde se celebraban tertulias donde se manifestaban las opiniones
políticas y fueron como cajas de resonancia de los debates que alumbraron la
Constitución.
Los debates fueron muy intensos hasta que se logró un pacto entre liberales
moderados y los reformistas, al que acabó por sumarse la mayor parte de los
diputados. Como resultado se aprobó la Constitución española el 19 de marzo
de 1812, bautizada popularmente como la Pepa, por aprobarse el día de San
José. La Constitución constaba de 384 artículos donde quedaban establecidos
los cimientos del liberalismo español decimonónico.
Las Cortes trazaron el itinerario que el monarca debía seguir hasta Madrid.
Esto fue una prueba que aportaría indicios sobre las intenciones que Fernando
tenía y que quedaron desveladas por el propio monarca cuando alteró ese
itinerario a su voluntad.
Fernando VII disolvió las cortes y derogó toda la labor legislativa que habían
realizado, viajó a Madrid donde fue aclamado por el pueblo como monarca
absoluto y finalmente , las ilusiones liberales fueron destruidas.
Su vuelta supuso una feroz persecución de los liberales, muchos de los cuales
pagaron con su vida la defensa de sus ideales mientras que otros se exiliaron,
utilizando la vía de Gibraltar para llegar a Gran Bretaña.
Pronto aparecieron diferencias dentro del grupo liberal, dando lugar a dos
grupos claramente diferenciados, los progresistas y los moderados.
Los moderados, también llamados doceañistas, eran partidarios de restablecer
sin modificaciones la constitución que dejaba importante manejo al rey.
Los progresistas, llamados veinteañistas, vista la actuación del rey, eran
partidarios de un nuevo texto donde se recortasen aún más los poderes del
monarca.
Estas diferencias debilitaron a unos gobiernos que contaban con escaso apoyo
de las clases populares. Los absolutistas y Fernando no dejaron de conspirar
para acabar con el régimen liberal y constituyeron la llamada regencia de
Urgell.
En 1823 las potencias absolutistas europeas , organizadas en la Santa Alianza,
decidieron intervenir militarmente en España. En ejército francés al mando del
duque de Angulema, los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, cruzó los
Pirineos, sin encontrar oposición. Finalmente el gobierno liberal se retiró a
Cádiz, llevando consigo a Fernando secuestrado. La ciudad apenas ofreció
resistencia.
Mientras, ante la falta de descendencia del rey, los absolutistas más radicales
( llamados apostólicos ) se unieron entorno a la figura de don Carlos, el
hermano del rey. Sin embargo, el nacimiento en 1830 de Isabel modificó la
situación, a pesar de que en virtud de la Ley Sálica introducida por los
Borbones las mujeres no podían reinar.
Fue entonces cuando Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción
derogando la ley Sálica en 1830.
Los partidarios de Carlos la rechazaron, mientras que Fernando cerraba un
acuerdo con los sectores moderados que acordaron apoyar al trono de Isabel
sobre la base de una monarquía constitucional.
Causas políticas
La vuelta del absolutismo con Fernando VII aún aumentó más el rechazo a la
dominación española.
Causas sociales
Causas económicas
Eran derivadas del monopolio comercial ejercido por España en sus colonias
ya que el libre comercio con otros países estaba prohibido, y esto influía directa
y negativamente en los intereses económicos de la burguesía colonial.
A esto hay que sumarle la creciente fiscalía impuesta por los Borbones.
5.3 Consecuencias.
Las relaciones de España con las nuevas repúblicas ( las cuales no lograron
formar un gran estado como Bolívar quiso ) fueron muy tensas hasta bien
entrados en el siglo XIX.