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INTRODUCCION
Existe una amplia controversia acerca del pronóstico de los dientes tratados
endodónticamente o que han sufrido traumatismos y si deben ser sometidos a tratamiento
ortodóntico debido al riesgo de reabsorción radicular. (1) La planificación del tratamiento de
pacientes con dientes traumatizados requiere una detallada evaluación tanto del pronóstico
del diente como de una eventual maloclusión. Se debe establecer un plan de tratamiento
interdisciplinario basado en hallazgos clínicos y radiográficos antes de iniciar el tratamiento
ortondóntico. (2)
El clínico puede tener preguntas relacionadas con el efecto del trauma sobre el complejo
dentoalveolar en desarrollo y éxito del tratamiento endodóntico en un sitio específico, así
como acerca del efecto de la terapia ortodóntica sobre dientes injuriados. Las respuestas a
estas preguntas son cruciales para lograr un plan de tratamiento más adecuado. (3)
Los cambios observados durante la formación de las zonas hialinas pueden sintetizarse de la
siguiente manera:
A B
A B
Lagunas en el tercio medio de la superficie radicular, efecto de las células reabsortivas sobre
el cemento y la dentina.
B. Restos del proceso odontoblástico en dt. D, grandes lagunas de reabsorción formadas por
dentinoclastos. Tomado de: REITAN, K. Principios y reacciones biomecánicas. En Graber.
Ortoncia. Principios, generalidades y técnicas. 2da edición. Buenos Aires: Panamericana.
1999: 90-181.
El tipo interno de la resorción apical se inicia por presión del tejido blando del foramen contra
la pared del conducto radicular, especialmente cuando el foramen es bastante ancho y se
halla casi desprovisto de capas de predentina. No se ha determinado experimentalmente si la
resorción interna es precedida por un periodo de hialinización, pero no parece improbable
que algunas fibras a lo largo de la pared del foramen se conviertan en acelulares como
resultado de una compresión prolongada. La resorción la producen los odontoclastos
ubicados en lagunas poco profundas. (7)
Las estructuras periodontales de los adultos reaccionan de modo bastante diferente cuando
se las compara con tejidos jóvenes porque el medio anatómico es distinto. El periodonto, en
particular las corticales óseas lingual y vestibular, están compuestas por hueso laminar
compacto con espacios medulares relativamente pequeños. En las áreas interseptales hay
hueso esponjoso; por lo tanto, el movimiento dentario en dirección mesiodistal es más
favorable que en dirección vestibulolingual. Las capas gruesas de cemento y las fuertes
fibras apicales de la raíz también influyen en el movimiento dentario. El tercio apical de la
raíz está anclado más firmemente en los pacientes adultos que en los jóvenes. De allí que
cuando se inclina un diente adulto por una distancia corta, se produce un movimiento
relativamente menor del tercio apical de la raíz. Por otra parte, si la inclinación es
prolongada, el diente comenzará a actuar como una palanca de dos brazos. Puede haber
reabsorción apical y a menudo también hay destrucción de la pared del hueso alveolar. (7)
Cuando hay un contacto directo del material de obturación con el hueso, se produce necrosis
de la lámina ósea superficial, en algunos casos, seguida por una osteoesclerosis del hueso
subyacente. Cuando la obturación se realiza corta del ápice, el hueso reacciona de forma
indirecta, la porción apical del conducto radicular es ocupada por remanentes tisulares o un
coágulo sanguíneo, además de un infiltrado de leucocitos polimorfonucleares y macrófagos,
donde puede haber invaginación de tejido conjuntivo apical, o en el mejor de los casos,
aposición de hueso nuevo.(9)
Cuando los conductos radiculares se obturan sin llegar al foramen apical, las reacciones por
lo general desaparecen al cabo de tres meses y por último se da una reparación completa,
en cambio los dientes con conductos radiculares sobreobturados han mostrado reacciones
inflamatorias crónicas persistentes, además de una mayor tendencia a la proliferación
epitelial y a la formación quistes. (10)
A B C
Los dientes tratados endodónticamente pueden ser movidos tan rápido y de la misma
manera que los dientes con pulpa vital. Suponiendo que no existen otros factores que
puedan evitar el movimiento dentario, como la presencia de anquilosis debido a
traumatismos. (2)
• Tiempo desde que se realizó el tratamiento endodóntico: Si fue hace más de un año,
cualquier lesión periapical debió haber cicatrizado, si los signos o síntomas persisten
debe ser considerado un retratamiento.
• Calidad de la obturación: Si radiográficamente se encuentran deficiencias en la
obturación, se debe considerar un retratamiento.
• Historia de trauma, especialmente luxación o avulsión: El diente pudo haber sufrido
reabsorción inflamatoria, pero si no fue muy extensa y tuvo un adecuado tratamiento, el
diente tiene buen pronóstico. La presencia de reabsorción cervical o reabsorción por
reemplazo le proporcionan al diente un pronóstico mucho más pobre.
• Presencia de fractura radicular: Si el diente presenta una fractura en la mitad apical de
la raíz, el pronóstico es bueno y puede ser movido con ortodoncia. Las fracturas en la
porción coronal tienen un peor pronóstico.
• Presencia de bolsa periodontal o fístula: Un diente con una bolsa periodontal tiene un
pronóstico disminuido dependiendo de la severidad de la pérdida de inserción. Una
fístula indica la presencia de infección periapical y debe ser considerado un
retratamiento.
• Viabilidad de la restauración definitiva: Un diente que no puede ser restaurado con éxito
debe ser extraído, particularmente si el tratamiento ortodóntico considera la posibilidad
de exodoncias. (1)
• Condición del tejido periapical antes del tratamiento: La presencia de zonas radiolúcidas
antes del tratamiento de conductos, reduce la tasa de éxito casi en un 10%. (12)
• Contaminación bacteriana: La microfiltración coronal es uno de los principales factores
que afectan el pronóstico de un diente tratado con endodoncia. (13)
• Calidad de la obturación.
• Historia de trauma dento-alveolar: Es importante conocer el tipo de trauma, el estado
de formación radicular, el tiempo desde que ocurrió el traumatismo y el tratamiento
recibido.(1)
1 2 3
1. Contorno irregular
2. Reabsorción radicular de menos de 2mm de la longitud original
3. Reabsorción radicular de menos de 2mm a un tercio de la longitud original
4 5
4 Reabsorción radicular de más de un tercio de la longitud original
5. Reabsorción radicular lateral.
Tomado de: ANDREASEN JO, ANDREASEN FM. Textbook and Color Atlas of Traumatic
Injuries to the teeth. 3ª Edicion, 1994; Copenhagen: Munksgaard.
A B
Tomado de: MAH R, HOLLAND GR, PEHOWICH E. Periapical changes after orthodontic
movement of root-filled ferret canines. J Endodon. 1996; 22: 298-303
• Dientes luxados:
Los dientes con luxaciones leves que recibirán terapia ortodóntica tienen el mismo pronóstico
que un diente no traumatizado.(2) Sin embargo, los dientes que han sufrido luxación lateral,
extrusiva, intrusiva, o que han sido reimplantados tienen un riesgo potencial de desarrollar
reabsorción apical luego de la terapia ortodóntica debido a la probable lesión a los tejidos
periodontales durante el trauma. (23)
• Fracturas radiculares:
Los movimientos ortodónticos en dientes con fracturas que han reparado, son posibles aún
si hay dislocación de los fragmentos. En casos donde la reparación se produce sin separación
de los fragmentos, el fragmento apical permanece unido a la porción coronal durante el
movimiento ortodóntico. Se recomienda un período de observación de dos años antes de
iniciar el movimiento ortodóntico, (24) Sin embargo la experiencia clínica indica que la
mayoría de las complicaciones ocurre un año después del trauma, por lo tanto el periodo de
observación se puede acortar si no hay evidencia de complicaciones. (2)
El manejo ortodóntico de un diente con fractura radicular depende del tipo de cicatrización y
de la localización de la fractura:
Cicatrización con tejido calcificado: Debido a que se observa aposición de dentina dentro de
la cavidad pulpar y aposición de cemento fuera de la raíz el movimiento ortodóntico puede
ser realizado sin rompimiento en el sitio de la fractura.
A B
Movimiento ortodóntico de un diente con fractura radicular que ha cicatrizado con tejido
calcificado.
C D E
C. Incisivo con fractura radicular antes del tratamiento.
D. Inmediatamente después del tratamiento ortodóntico. Se observa obliteración del
conducto radicular en la porción apical.
E. Después de cuatro años del tratamiento. El movimiento se realizó sin que los fragmentos
se separaran.
Tomado de: ANDREASEN JO, ANDREASEN FM. Textbook and Color Atlas of Traumatic
Injuries to the teeth. 3ª Edicion, 1994; Copenhagen: Munksgaard
Cicatrización con tejido conectivo: Los bordes de la fractura están cubiertos con cemento y
ligamento periodontal. El movimiento ortodóntico en este tipo de fractura conlleva a la
separación de los fragmentos, por lo tanto este tipo de dientes debe ser considerado como
un diente con una raíz corta. Si la fractura está en el tercio apical, la raíz tendrá suficiente
soporte periodontal para permitir el movimiento ortodóntico. Los dientes con fractura en el
tercio medio tienen muy poco soporte periodontal. (2)
A B
Movimiento ortodóntico de un diente con fractura radicular que ha cicatrizado con tejido
calcificado.
C D E
C. Incisivo con fractura radicular antes del tratamiento.
D. Inmediatamente después del tratamiento ortodóntico. Se observa obliteración del
conducto radicular en la porción apical.
E. Después de cuatro años del tratamiento. El movimiento se realizó sin que los fragmentos
se separaran.
Tomado de: ANDREASEN JO, ANDREASEN FM. Textbook and Color Atlas of Traumatic
Injuries to the teeth. 3ª Edicion, 1994; Copenhagen: Munksgaard
Evaluación del pronóstico del tratamiento ortodóntico en dientes con fractura radicular que
han cicatrizado con interposición de tejido conectivo (tomado de: ANDREASEN JO,
ANDREASEN FM. Textbook and Color Atlas of Traumatic Injuries to the teeth. 3ª Edicion,
1994; Copenhagen: Munksgaard.)
Fracturas radiculares apicales a la línea d. La porción coronal es lo
suficientemente larga como para permitir el movimiento ortodóntico
sin empeorar el pronóstico.
• Dientes Reimplantados:
La reabsorción radicular luego de un reimplante se observa principalmente un año
después de la injuria, por lo tanto si ésta complicación no se observa en este periodo se
puede realizar el movimiento utilizando fuerzas lo más ligeras posibles. Sin embargo se
debe considerar que estos dientes pueden reabsorberse hasta 5 o 10 años después del
trauma. (2)
• Dientes con anquilosis post-traumática:
La anquilosis se define como la fusión de la superficie radicular mineralizada con el
hueso alveolar. Los dientes se anquilosan (principalmente los incisivos) debido a daño
permanente en el ligamento periodontal, luego de traumatismos como intrusión severa
o avulsión.
A B
El incisivo central derecho reimplantado en un niño de 12 años de edad.
A. Después de un año se puede observar una leve infraoclusión.
B. Después de dos años se observa un aumento marcado en la infraoclusión.
Tomado de: ANDREASEN JO, ANDREASEN FM. Textbook and Color Atlas of Traumatic
Injuries to the teeth. 3ª Edicion, 1994; Copenhagen: Munksgaard.
El manejo de dientes anquilosados representa un verdadero reto. Los dientes pueden ser
extraídos quirúrgicamente y reemplazados por prótesis fijas o removibles, no obstante,
probablemente el defecto alveolar vertical ya se habrá producido al momento del diagnóstico
de anquilosis. Este defecto alveolar vertical crea un verdadero problema estético difícilmente
solucionable. (26) Una de las soluciones es determinar un método exacto para estimar la
fase de crecimiento del paciente. Programando la retirada del diente anquilosado al principio
de la fase rápida de crecimiento adolescente se puede conseguir el objetivo terapéutico de
mantener la altura del reborde alveolar a la vez que se permite la función del diente como
mantenedor de espacio y como temporal hasta el momento de su retirada. Cuando el niño se
aproxima al rango de edad media del brote de crecimiento puberal, las siguientes
observaciones clínicas y respuestas a preguntas claves pueden mejorar la identificación del
comienzo de la fase rápida de crecimiento en ese individuo:
• Pedir a los padres que registren la altura del niño cada tres meses: El cambio en altura
en cada medición será pequeño hasta que empiece el crecimiento rápido y a partir de
ese momento se registrará un incremento diferente en la altura total.
• Preguntar a los padres a qué edad tuvieron el crecimiento rápido sus hermanos: El
paciente puede tener un brote de crecimiento precoz o tardío en relación a la edad
media del crecimiento rápido en niños o niñas.
• Observar si está comenzando el crecimiento de la barba en niños o la formación del
pecho en las niñas: Estos cambios acompañan el brote de crecimiento rápido
adolescente.
• Comparar la altura del paciente varón con la de su padre o de la paciente mujer con la
de su madre: Cuanto mayor sea la discrepancia de la altura de un niño y su padre,
mayor es la probabilidad de un gran cambio en la infraoclusión del diente al continuar el
crecimiento rápido.
• Ser conciente de que aproximadamente un 80% de crecimiento en las niñas se
completa con la menarquia: Si la mujer joven ha tenido la menarquia, la mayoría del
crecimiento de los maxilares ha terminado y existirán pocos cambios en el nivel del
diente anquilosado. (3)
Más recientemente el reemplazo del diente afectado se realiza con implantes dentales, sin
embargo esta técnica no resuelve el problema estético y requiere procedimientos de
reconstrucción y aumento del proceso alveolar. (26)
Otra técnica utilizada es la luxación quirúrgica del diente anquilosado para romper la fusión
entre el hueso y el cemento, para posteriormente realizar la tracción ortodóntica. Está
técnica plantea que si un diente es movido lo suficiente como para romper el área de
anquilosis pero manteniendo el flujo sanguíneo periapical, la reacción inflamatoria
subsecuente permitirá la formación de nuevas fibras del ligamento en el área de la
anquilosis. (25) Sin embargo, aunque el concepto es válido, este procedimiento es seguido
de un proceso de reparación que usualmente resulta en la recurrencia de la anquilosis,
(26,27)
Recomendaciones:
• Un diente con endodoncia debe presentar signos y síntomas de ausencia de
enfermedad. El movimiento ortodóntico de un diente con endodoncia no traumatizado
se puede iniciar inmediatamente, de lo contrario se debe esperar por lo menos 6 meses.
(1)
• Los dientes con endodoncia deben ser evaluados clínica y radiográficamente cada 6
meses luego del inicio de las fuerzas. (1)
• Los dientes luxados tienen un riesgo aumentado de reabsorción; durante el movimiento
ortodóntico se deben realizar controles cada tres meses. (2)
• Las posibilidades de tratamiento ortodóntico en dientes con fracturas radiculares
dependen del tipo de cicatrización y del sitio de la fractura. (2)
• Los dientes reimplantados pueden ser movidos con fuerzas muy ligeras. (2)
• El tratamiento ortodóntico no afecta negativamente el pronóstico de un diente que debe
recibir terapia de apexificación. (3)
BIBLIOGRAFIA