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GIOVANNI SARTORI GIANNI MAZZOLENI LA TIERRA EXPLOTA. SUPERPOBLACION Y DESARROLLO 17 EL LASTRE DE LA TRANSICION DEMOGRAFICA Y LA FABRICA DE POBRES Después de haber superado los 6.000 millones a Binales del segundo milenio, la poblacién mun- dial legard a 8 0 9.000 mil millones en 2025, co- rriendo el peligro de rozar los 11.000 millones en 2050. E1 informe de las Naciones Unidas al res- ecto, publicado a finales de febrero de 2001, ha puesto al dfa, aumentandola, la poblacion pre- Vista a mitad de este siglo, Hasta el aiio 2050 las pro- yecciones de la ONU se consideran més bien ade- cuadas. También las anteriores han acreditado una alta confiabilidad, como demuestra el cienti= fico inglés Alan Cottrell! recordando lav proyee ciones de 1975 referidas a 2000. Pues bien, un cuarto de siglo antes, la ONU prevefa que la po- blacién mundial serfa en el aio 2000 de 6.100 mi- ones, un célculo que ha demostrado ser exacto casi ala unidad, Quien pretende desafiar una ra- "Alan Goterell, Konomia del madi ambiente, Madid, Alhambra, 80, is La Tinea XHOTA.SURERFORLACION Y HESOLLO zonable incertidumbre prevé una poblacién mun- dial de 11.200 millones en 2100 y de 11.500 mi llones en 2150. Es evidente la tendencia a una Ienta reduccién del crecimiento medio anual, desde un maximo del 2,1 por ciento alcanzado entre 1965 y 1970 —cuando el aumento porcen- tual anual se calculaba todavia sobre una pobla- cién total que entonces era casi la mitad de la ac- tual—. En el futuro Ia base de célculo sera cada yez mayor. La humanidad ha dado y esti dando pruebas como nunca de saber crecer y multipli- carse. Quinientos mil afios antes de Cristo los habitantes de la tierra eran, a ojo de buen cube- ro, un misero mill6n; subieron a cinco millones hace diez mil afios, cuando se invents la agricul tura, En el afio cero de Ia era cristiana aumenta- ban a 250 0 300 millones y han necesitado 1.800 afios para alcanzar la cifra de mil millones. A par- tir de aqui se han disparado. La contribucién de los paises ricos, desarrolla- dos —el llamado Norte del mundo— a esta ex: plosién demografica se agoté entre 1965-1970 y nunca ha sido decisiva, considerando su cuota so- bre cl total de la poblacién mundial. Uno de los factores fundamentales de crecimiento, la tasa de fertilidad femenina, en el Norte del planeta es desde hace casi treinta afios inferior a 2,1 (dos hi- jos, un poco mas, nacidos de cada mujer), lo que los demégrafos llaman tasa de sustitucién (de los dos progenitores) o tasa de mantenimiento, que ind Guowoos Surromty Guat Maaz04EN permite la estabilidad de la poblaci6n. Ahora en Europa la tasa de fertilidad femenina es, en pro- medio, inferior a 2; en Italia y en Espafia esta por debajo del 1,5 con minimos entre 1,1 y 1,2. La bomba demografica es casi por entero obra de los paises en vias de desarrollo, de Asia, Africa, América Latina, Oriente Préximo islimico, una inmensa area en la que se concentran paises pobres © paupérrimos (con algunas raras excep- ciones), el Hamado Sur del iundo. Alf la fertili- dad femenina esta bajando con dificultad pero sigue siendo superior a tres (més de tres hijos por mujer), y la media general era de cuatro en el lustro 1985-1990, con cumbres de hasta siete u ocho en el Africa tropical. Antonio Golini se refie- re al caso de Nigeria, cuya poblacién «se ha ipl cado entre 1950 y 1998, pasando de 33 a 106 mi- Hones de habitantes; y para el afio 2050 podria legar a 244 millones, registrando asi, en sélo cien ‘ios, un factor de multiplicacién superior a 7» (Golini, op. cit.). E197 por ciento del aumento de poblacién mundial en los tiltimos afios del siglo Xx se ha producido en los paises menos desarro- Mados. Jacques Vallin afiade que «una fecundi- dad més bien alta —3,6 hijos por mujer— y una mortalidad bastante baja —60 afios de esperanza de vida al nacer—Ilevan a un réipido crecimiento ya duplicar la poblacién mas o menos cada trein- tay cinco afios» (Vallin, op. cit.). Desde 1950 la po- blacién de la India (que entonces era de 358 millo- Laem rarors SmaroHAAOR YoxSMHOLLO nes) se ha multiplicado por dos en sélo treinta y dos aiios y volver a duplicarse entre 2040 y 2050, habiendo superado ya Ios mil millones a finales del siglo xx, En Africa, como se ha visto, la situa- ci6n es atin peor. La population bomb o bomba demografica de la que habl6 en 1968 el hist6rico ambientalista esta- dounidense Paul Ehrlich es un concentrado de pobreza, miseria, estancamiento econémico y cul tural, degradacién y destruccién del medio am- biente, intensos fenémenos de urbanizaci6n. Pero cl principal mecanismo que la provoca (no el ‘inico, claro) es simple: si el desarrollo, si el cre miento econémico (suponiendo que existan) son siempre inferiores al aumento de la poblacién, la renta per capita no hace mas que descender; yla po- breza, la miseria se extienden sin remedio. De nada sirven las ayudas, los socorros, el prodigarse las personas de buena voluntad. Y desgraciada- mente una ya larguisima serie de experiencias esta ahi para demostrarlo, No es raro que las ayu- das alimenticias, inspiradas por auténticos senti- mientos de humanidad, provoquen hasta el efec- to contrario: han inducido a pobres campesinos a abandonar los campos que garantizaban mise- ras cosechas para echarse a las ciudades, especial- mente a las portuarias, en espera de los viveres humanitarios. De esa manera se ha facilitado in- voluntariamente el avance del desierto en las tie- rras abandonadas. im6 ¢Pero cémo —imperando la degradaci6n, la enfermedad, la mortalidad, la miseria, el ham- bre— sigue creciendo la poblacién a ritmos casi exponenciales? Es la tragedia de la «transicion demogrifica», expresin cientifica que parece adoptada para dorar la pildora. Se dice que desde después de la II Guerra Mundial los paises ricos, el Norte del mundo, hemos . Samuel Huntington, en su conocida obra EL choque de las civilizaciones, dedica varias paginas al problema demografico, aunque desde la dptica de la evolucién de las civilizaciones mundiales. «

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