Que con su sonrisa alivia temores y soledades. Sin mirar clases sociales, regalando amor a caudales acogiendo a quien recién llega y doliéndose con quien emprende el viaje. No la juzgues con tus ojos o con la razón que tienes, no sabes que la lastimas o tal vez la hieres. Admiración y respeto debes, a quien hace tu trabajo cuando tú no puedes, ella camina muy de prisa, Aunque viva sin sabores. Yo admiro su carácter, su temple y su fuerza, tiene un corazón noble y de dios adquirió paciencia para sembrar en corazones que no saben de indulgencia.