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Ocho mandamientos de la Iglesia

del Monstruo del Espagueti


Volador
Cuenta con millones de seguidores a nivel mundial
Por Osman Pérez Méndez

L
a Iglesia Pastafariana acepta a no creyentes y creyentes de cualquier religión.
Aquí, ministros ordenados en el pastafarismo.

En Puerto Rico acaba de ser reconocida la Iglesia del Monstruo del Espagueti
Volador luego de que la misma fuera incorporada y admitida según los requisitos
oficiales en el Departamento de Estado.

Cabe destacar que, aunque la Iglesia Pastafariana recién llega a Puerto Rico, ya
goza de reconocimiento oficial en varios países, como los Estados Unidos,
República Checa, Austria, Nueva Zelanda y Polonia, y cuenta además con millones
de seguidores en otras naciones de Centro y Suramérica, Australia, prácticamente
toda Europa, Rusia, Sudáfrica y otras naciones africanas, así como varios países
asiáticos.

Apenas se dio a conocer la llegada de Iglesia Pastafariana, y ya desató controversia


y comentarios de rechazo, intolerancia y hasta odio contra sus seguidores que
aseguran el universo fue creado hace unos 5,000 años por un monstruo de
espagueti con albóndigas volador, invisible e indetectable, que al momento de la
creación estaba completamente borracho luego de zambullirse en un volcán de
cerveza, lo cual explica en cierta medida la cantidad de criaturas de extraño aspecto
que habitan el planeta.

Esta religión tiene su propio evangelio, en el que describe la creación. Así se narra
que en algún momento el Monstruo del Espagueti Volador creó un enano (el
hombre) y una enana (la mujer) que vivieron en un paraíso de olivos hasta que el
Monstruo tuvo un accidente de cocina que causó una inundación. Describen un
paraíso con un volcán de cervezas y “strippers”. El infierno es similar, solo que la
cerveza está aguada y los “strippers” tiene enfermedades de transmisión sexual.

Esta religión tiene unos mandamientos que fueron entregados en la cima del Monte
Salsa por el Monstruo al capitán pirata Mosey, quien en el camino de vuelta perdió
dos de esos mandamientos por lo que quedaron reducidos a ocho. Los
“Condimentos”, como los identifica la tripulación de Mosey, son llamados en el
Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador como “Realmente preferiría que no
hicieras”, y ofrecen una visión de cómo debe actuar la gente.

Entre esos mandamientos se llama a no actuar “como un imbécil santurrón


que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca
santidad. Si alguien no cree en mí, no pasa nada”.
Asimismo llama a no usar la religión para “oprimir, subyugar, castigar,
eviscerar o… ya sabes, ser malo con los demás”.
Asegura además preferir que “no juzgases a las personas por su aspecto, o
su forma de vestir, o de hablar”; “que no te satisficieras con conductas que te
ofendan a ti mismo, o a tu compañero amoroso mentalmente maduro y con edad
legar para tomar sus propias decisiones”.
También prefiere que “no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas y de
odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras los malditos”.
Además prefiere que no construyan
“iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi
tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado” y
ofrece las opciones de “acabar con la pobreza, curar enfermedades y vivir en paz,
amar con pasión”.
En el último mandamiento dice preferir que “no les hicieses a los otros lo que
te gustaría que te hiciesen a ti” y alude a que a la persona le gusten prácticas
sexuales menos convencionales. “Si a la otra persona también le gusta (según el No.
4), entonces disfrutadlo, sacaos fotos, y por el amor de Mike ¡usad un condón!”.
Aunque a menudo se le cataloga de religión satírica y una respuesta para
contrarrestar la idea del Diseño Inteligente como vía para impulsar el cristiano en
las escuelas en lugar de las ciencias, ellos aseguran que no es el caso y que no se
burlan de las religiones, aunque no es raro que parezca que hasta se rían de sí
mismos. “Dejemos algo claro: no somos antirreligión, somos antilocuras hechas en
el nombre de la religión”.

La Iglesia Pastafariana acepta a no creyentes y creyentes de cualquier religión.


Invitan a ser pastafariano por 30 días y, “si no te gusta, tu religión anterior de
seguro te acepta de vuelta”. Asimismo reconocen el matrimonio entre personas del
mismo sexo sin pasar juicio alguno sobre el mismo ya que “todos son bienvenidos
en el amoroso abrazo de Su pastoso Apéndice”.

La Iglesia Pastafariana venera a los piratas y le gusta vestir como ellos. Entre sus
símbolos está el pez pirata y el Monstruo del Espagueti Volador. También es un
símbolo la cacerola para escurrir espaguetis que llevan como sombrero, así como
un tenedor sobre un crucifijo. Luego de sus celebraciones y adoraciones los
pastafarianos dicen “Ramen”.

Entre otras cosas, afirma que la disminución de la cantidad de piratas es la causa


del calentamiento global y a manera de “evidencia” señalan que luego de las
celebraciones de Halloween, cuando mucha gente viste de piratas, las temperaturas
disminuyen.

En su sitio web oficial tienen incontables imágenes de lo que aseguran son


imágenes que no dejan lugar a duda de la existencia del Monstruo, y que van desde
petroglifos y plantas colgantes, hasta fuegos artificiales y exóticos sombreros.
Además de carecer de templos o iglesias como tal, los pastafarianos no tienen
“reglas estrictas, ni rituales, ni oraciones y otras cosas sin sentido”, y aseguran que
“cada miembro tiene voz en cuanto a lo que es la iglesia y en que se convertirá”

Entre las “cosas generales que se puede decir” sobre lo que cree esta iglesia dicen
cree que “los piratas, los pastafarianos originales, eran exploradores pacíficos y que
se debe a la desinformación cristiana que hoy tengan una imagen de criminales
perseguidos”. También aseguran ser “amantes de la cerveza”, y que “todos los
viernes son un feriado religioso”. Añaden que “no se toman muy en serio a sí
mismos”, y “abrazan las contradicciones (aunque en ese aspecto estamos lejos de
ser los únicos)”.

Para los interesados, en esta nueva opción de creencias religiosas, aseguran tener
las puertas abiertas, y a través de internet se puede obtener el certificado para
convertirse en ministro pastafariano.

Y si se une, sepa que tiene con toda probabilidad tiene derecho a tomarse la foto de
la licencia con su cacerola en la cabeza, y a exigir que la imagen del Monstruo del
Espagueti Volador sea colocada junto a cualquier otra imagen religiosa en los
edificios públicos, puesto que ya hay antecedentes al respecto en otros estados.

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