Si hay un ejemplo de lo que la actividad económica predominante provoca en diversas
regiones del mundo, es el Cerro de Pasco. “El Cerro de Pasco es el mundo”, donde la búsqueda de la modernidad y desarrollo es la idea predominante por quienes la dirigen. De aquí que surja la pregunta ¿qué tipo de desarrollo requiere el mundo?, ¿uno donde predomine el enriquecimiento de unos cuantos?, como son los dueños de la empresas y algunos funcionarios, ¿un desarrollo donde los paisajes sean marcados por la desolación y la pobreza? La industria es el todo, ella nos trae el bienestar, un “grandioso porvenir” y la eliminación de la pobreza, si la humanidad quiere salir de sus males tienen que seguir ese camino. Esto son los discursos de quienes quieren enriquecerse. Que vale más la historia intangible o los metales generadores de riqueza banal. En muchas ocasiones llevar a los limites los recursos naturales, nos muestra lo vulnerable que somos en la vida. Pocas veces nos preocupamos por lo que sucede en nuestro entorno y que nosotros mismos destruimos lo que se construye por la naturaleza. La historia en algunas ocasiones carece de valor cuando están por medio de intereses económicos que soslayan una realidad virtuosa que ganamos, pero en realidad solo nos aprovechamos. La falta de planeación de un territorio puede mermar su condición futura. Si las premisas no son lanzadas antes de la construcción y edificación de territorios y obras públicas, difícilmente el futuro de esa población podrá ser bueno. La falta de una cultura sustentable y carente de valores nos ha alejado de nuestra realidad y se ha tenido un daño ambiental y social. El Cerro de Pasco es el mundo, porque en él se refleja lo que la humanidad de manera consciente le está haciendo al planeta, tomando decisiones donde la prioridad es lo monetario, obtener ganancias a cualquier costa, sin importarle el bienestar de la sociedad y el deterioro cada vez más grave del planeta Tierra. La gravedad del problema en el Cerro de Pasco, pareciera que es algo metafórico o que se ve como algo lejano a nuestra localidad, sin embargo, solo hace falta mirar alrededor de donde vivimos y darnos cuenta de lo que está pasando; el encontrar basura en todos lados parece lo cotidiano, donde la contaminación del agua y los incendios fuera algo trivial, pero en realidad nuestra sociedad no se da cuenta que estamos cavando nuestra tumba tan hondo como el Cerro de Pasco.