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PIZARRA DEL CURSO DE DERECHO CIVIL III

PIZARRA AL 08 DE MAYO DE 2018

PRIMER SEMESTRE AÑO 2018

UNIVERSIDAD CATOLICA SAN PABLO

FACULTAD DE DERECHO

APUNTES -PIZARRA- PARA EL CURSO DERECHO CIVIL III:


“ACTO JURIDICO”

MARZO – JULIO 2018

PROFESOR: ALONSO J. ADRIAN SAINZ

NOTA: LA PRESENTE PIZARRA PRESENTA ALGUNOS


CONCEPTOS DEL ACTO JURIDICO EN EL CODIGO CIVIL
PERUANO DE 1984 (LIBRO II – ACTO JURIDICO). TIENE
MAS ERRORES QUE ACIERTOS. POR TANTO, NO ES UN
DOCUMENTO ACABADO, SOLO TRATA DE FACILITAR LOS
APUNTES DE LA CLASE.

PRIMERA UNIDAD

FORMACION Y CONCEPCION DEL ACTO JURIDICO

1.- Conceptos generales.

Hecho. Hecho Jurídico. Acto jurídico. Negocio jurídico.


Relación jurídica. Contrato.

Hecho.

En el mundo suceden muchos hechos. Pero no todos los


hechos tienen repercusión en lo jurídico o en el campo del
derecho. Sólo algunos hechos tienen cabida en el campo
jurídico.

Por eso los hechos se dividen en no jurídicos y en jurídicos.

Hecho jurídico.

Los hechos jurídicos pueden dividirse en involuntarios y en


voluntarios. Tal vez sería mejor dividirlos en “no humanos”
(involuntarios) y “humanos” (voluntarios). Esto pues como
veremos a continuación los hechos involuntarios son
absolutamente ajenos a la participación de las personas.

Hechos jurídicos involuntarios.-


Nos parece que los hechos jurídicos involuntarios son aquellos
ajenos al hombre. En su generación u ocurrencia no hay
participación de persona o personas (son los hechos de la
naturaleza, tal vez otros más pero ciertamente ajenos al
hombre, por eso decimos “no humanos”).

Hechos jurídicos voluntarios.-

Los hechos jurídicos voluntarios comprenden hechos en que


está la presencia activa del hombre; diríamos que hay la
conducta voluntaria de una persona, incluyendo dentro de ésta
la participación de una persona en que no ha habido
propiamente una voluntad encaminada a producir efectos, pero
estos terminan produciéndose, como es el caso de un
accidente de tránsito o como es el caso de un negligencia
médica (en ambos casos, el conductor y el médico, no
quisieron dañar al peatón o al paciente).

Por ello decimos que los hechos jurídicos voluntarios


comprenden tanto los hechos jurídicos estrictamente
voluntarios -en que hay propiamente participación voluntaria de
una persona que quiere los efectos que se producen con su
conducta- y además hechos jurídicos en que hay una
participación voluntaria de las personas aunque dicha
participación pueda ser involuntaria en relación al resultado que
termina produciéndose.

Por ello es importante tener presente que cuando hablamos de


hechos jurídicos voluntarios tenemos que “ensanchar” el
espacio para dar cabida no sólo a los estrictamente voluntarios
sino también para dar cabida a aquellos que sin ser voluntarios
en sentido estricto -puesto que no son intencionales en cuanto
a los efectos finales- en un principio emanan nítidamente de la
conducta voluntaria de las personas.

Entonces, dentro de los hechos jurídicos voluntarios se


encuentran los estrictamente voluntarios; y también otros que
no lo son. Sobre estos últimos, los casos del accidente de
tránsito y de la negligencia médica son ilustrativos, además de
frecuentes, por desgracia. No es infrecuente que un bus repleto
de pasajeros se vaya al abismo, en que un chofer atropella a
una persona que no quiso atropellar, pero fue su conducta
voluntaria la que ocasionó el atropello; igual en el caso del
médico, éste no quiso lesionar al paciente pero termina con su
mala praxis médica haciéndole daño.

El grupo de los hechos jurídicos voluntarios puede dividirse en


lícitos y en ilícitos.
Los lícitos son con declaración de voluntad y sin declaración de
voluntad.

Acto jurídico.

Los hechos jurídicos voluntarios lícitos con manifestación de


voluntad son los actos jurídicos.

José León Barandiarán señaló que, en la doctrina alemana, la


denominación “acto jurídico” comprendía a los hechos jurídicos
voluntarios lícitos sin manifestación de voluntad o con
manifestación de voluntad, es decir los del numeral 2.2.2 del
cuadro que va a continuación. En la misma doctrina alemana,
según León Barandiarán, los negocios jurídicos eran los
hechos jurídicos voluntarios lícitos con manifestacion de
voluntad.

Pero algunos autores en Perú a estos hechos voluntarios lícitos


con manifestación de voluntad les denominan “negocios
jurídicos”.

CUADRO
1.- Hechos no jurídicos
Hechos 2.1 Involuntarios (hechos de la naturaleza)
2.- Hechos jurídicos 2.2.1 Ilícitos
2.2 Voluntarios 2.2.2.1 Sin manifestación de voluntad
2.2.2 Lícitos
2.2.2.2 Con manifestación de voluntad

La palabra “voluntarios” debemos entenderla en un sentido


muy amplio, dando cabida incluso a hechos que, en sentido
estricto, en rigor, no derivan de la voluntad de un sujeto, pero
surgen de su voluntad en el sentido de derivar de un
comportamiento voluntario previo a aquel hecho que termina
produciéndose, por ejemplo la colisión de una locomotora con
un automóvil.

Negocios jurídicos.

En relación a los 2.2.2.2, debemos decir que la manifestación


de voluntad para comprenderla es aquella en que hay una
textualización de la voluntad, es decir la voluntad se manifiesta
a través de un texto, escrito, hablado, quizás en algún lenguaje
simbólico, pero texto al fin y al cabo. Por ejemplo, la
celebración del matrimonio. Consideramos que este es un
ejemplo nítido de textualización.

Además, en el 2.2.2.2 podemos encontrar el surgimiento de


RELACIONES JURIDICAS. Esto no sucede en los del grupo
2.2.2.1. En los del grupo 2.2.2.2 surgen relaciones jurídicas y
en éstas surgen derechos y obligaciones. En el grupo 2.2.2.1
no surgen relaciones jurídicas, o sea vinculaciones directas
entre dos o más personas en que hay derechos y obligaciones,
por regla general, recíprocos.

Para ciertos autores la diferencia entre acto jurídico y negocio


jurídico radica en que negocio jurídico es un acto jurídico
patrimonial y un acto jurídico no lo patrimonial y lo no
patrimonial. No nos parece muy acertada esta distinción pero la
respetamos.

La diferencia entre el acto jurídico y el negocio jurídico radica


en consecuencia en una relación de género -acto jurídico- a
especie -negocio jurídico-.

Muchos autores a los actos del 2.2.2.2 les denominan


“negocios jurídicos”. El Código Civil peruano de 1984 los
denomina “acto jurídico”.

Para algunos autores lo subrayado (“con manifestación de


voluntad”) es el negocio jurídico. Para otros autores eso mismo
se denomina acto jurídico.

¿Es posible encontrar actos jurídicos VOLUNTARIOS


LICITOS, sin manifestación de voluntad, sin declaración de
voluntad? ¿Es eso un contrasentido? No es ningún
contrasentido. Los voluntarios lícitos sin manifestación de
voluntad son actos que existen; por ejemplo tomar posesión
pacífica de un inmueble, por ejemplo la conmixtion (o sea la
mezcla de dos sustancias con la que se obtiene un bien), la
plantificación (o sea el plantar semillas en un predio).

Relación jurídica.

La vinculación entre dos o más personas en que éstas tienen


derechos y obligaciones se denomina relación jurídica. Es
decir, en la vinculación jurídica no hay sino derechos y
obligaciones entre las personas vinculadas. De ahí puede
afirmarse que en una relación jurídica hay un deudor y un
acreedor. Pero una misma persona puede ser simultáneamente
deudor y acreedor, en una misma relación jurídica. Por
ejemplo, en un contrato de compraventa el comprador es
deudor del precio del bien que debe pagar al vendedor, pero es
acreedor para exigir que se le entregue el bien. Por tanto es
deudor y acreedor. A su vez, el vendedor es acreedor del
precio que le debe pagar el comprador, pero es deudor de la
obligación de entregar el bien.

En la perspectiva de los derechos tenemos al acreedor. Y en la


perspectiva de las obligaciones tenemos al deudor.

Decimos que el acreedor tiene créditos frente al deudor.


Situación jurídica. Es la posición de una persona, con los
derechos y obligaciones, que ésta tiene en una determinada
posición, que suele ser el extremo de una relación jurídica.

Concepto de contrato.

El contrato es un acuerdo que merece el reconocimiento del


derecho. No todo acuerdo recibe el reconocimiento del
derecho. Al estar protegido por el derecho los acuerdos son
exigibles.

El rasgo peculiar del contrato es la patrimonialidad. La


valoración económica quiere decir la patrimonialidad. El
carácter patrimonial en las obligaciones que surgen del
contrato.

Lo patrimonial es la vinculación con el patrimonio, es decir con


lo que una persona tiene o debe y que es susceptible de
valoración directa. El patrimonio es eso: Lo que se tiene,
susceptible de valuación económica directa, y lo que se debe,
susceptible de valuación económica directa. Los acuerdos con
valor jurídico en que no está presente el carácter patrimonial -lo
económico- son denominados por lo general convenios, por
ejemplo un acuerdo entre dos universidades para promover y
alentar la mejora académica en determinadas materias.

El Código Civil peruano de 1984 dispone en el Art. 140


dispone:

“El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a


crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su
validez se requiere:

1. Agente capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible.
3. Fin lícito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de
nulidad.”

2.- Teorías o concepciones sobre el acto jurídico.

El acto jurídico como hecho jurídico voluntario lícito con o sin


manifestación de voluntad.

El acto jurídico como hecho jurídico voluntario lícito con


manifestación de voluntad. O sea lo que para muchos autores
es el negocio jurídico.

En otra perspectiva podemos decir que una teoría sobre el acto


jurídico es la que pone el énfasis en la “manifestación de
voluntad”, como creadora de los efectos jurídicos y otra teoría
es la que va a postular que el acto jurídico es un “supuesto de
hecho”. En la primera teoría los efectos jurídicos derivan de lo
que deciden las partes que celebran el acto jurídico. En la
segunda teoría no interesa tanto lo que digan la partes para la
creación de los efectos jurídicos, puesto que lo que interesa
para la creación de los efectos jurídicos es lo que dice la
norma, o sea la ley. Se coloca como ejemplo de la teoría del
supuesto de hecho el acto jurídico matrimonio. Si dos personas
contraen matrimonio lo que están haciendo es realizar una
conducta que calza dentro de un supuesto normativo recogido
en la ley, que es precisamente, la celebración del matrimonio y
todos los efetos jurídicos que surgen de esa celebración vienen
impuestos por la ley, no por lo que los celebrantes quisieron
hacer, eso dice la teoría del supuesto de hecho.

3.- Efectos del acto jurídico.

Creación de relaciones jurídicas. Con la difícil excepción de


actos jurídicos en que no se establecen con nitidez relaciones
jurídicas, como es el caso de la prescripción adquisitiva de
propiedad, el efecto del acto jurídico es la creación de
relaciones jurídicas, o la modificación de éstas, o la regulación
de éstas o la extinción de éstas.

4.- Clases de actos jurídicos.

Según Fernando Vidal Ramírez:

1. Actos unilaterales, bilaterales y plurilaterales.

2. Actos entre vivos y actos por causa de muerte


(mortis causa).

3. Actos de forma prescrita y actos sin forma prescrita.

4. Actos nominados y actos innominados.

5. Actos constitutivos y actos declarativos.

6. Actos simples y actos compuestos.


7. Actos principales y actos accesorios.

8. Actos patrimoniales y actos no patrimoniales.

9. Actos de disposición, actos de obligación y actos de


administración.

10. Actos onerosos y actos gratuitos.

11. Actos conmutativos y actos aleatorios.

SEGUNDA UNIDAD

ESTRUCTURA DEL ACTO JURIDICO

1.- Estructura del acto jurídico.

1.1 Posición tradicional.-


En la posición tradicional, la estructura del acto jurídico se
divide en (i) elementos esenciales (o elementos de validez),
(ii) elementos naturales y (iii) elementos accidentales.

Elementos esenciales.- La manifestación de voluntad.


También el objeto. El objeto es el estatuto de derechos y
obligaciones que surge de esa manifestación de voluntad.
También se puede decir que el objeto es la cosa que
constituye la obligación, o el bien que constituye la
obligación. Los bienes pueden dividirse en cosas -bienes
materiales- y bienes inmateriales, que son principalmente
los derechos. Los bienes inmateriales que no son derechos
en principio, en el contexto de un acto jurídico terminan
conectándose a un derecho. Por ejemplo, la imagen de una
persona.
Elementos naturales.- Elementos que eran propios de un
determinado acto jurídico pero que las partes podían dejar
de lado en mérito a acuerdo.

Ejemplo de elementos naturales eran los intereses legales.

Elementos accidentales.- Aquellos que se pueden


incorporar en mérito a la voluntad de las partes. Plazo,
condición, modo, cláusula penal. Sobre estos tendremos
una unidad específica.

1.2 Posición moderna.-

El acto jurídico está conformado por elementos,


presupuestos y requisitos. Lizardo Taboada llama a estos
aspectos del acto jurídico.

Elementos.- Son dos (i) la manifestación de voluntad y (ii)


la causa o finalidad. La causa o finalidad puede apreciarse
en dos niveles. Un nivel objetivo, o general, y un nivel
subjetivo o personal, es decir, en relación a cada celebrante
del negocio jurídico.

Presupuestos.- Son dos (i) el sujeto y (ii) el objeto.

Requisitos.- Condiciones que deben cumplir tanto los


elementos como los presupuestos para que el acto jurídico
esté bien conformado. Por ejemplo, la formalidad, por
ejemplo en algunos negocios jurídicos la inscripción en
Registros Públicos. En este caso la palabra condición no
quiere decir un hecho futuro e incierto de cuya realización
se hacen depender los efectos del acto jurídico. Condición
en este caso sinónimo de exigencia.

2.- Manifestación de voluntad.

2.1 Explica el proceso de formación de la voluntad interna.

2.2 Qué es la manifestación de voluntad.

2.3 Cuáles son los requisitos para la manifestación de voluntad.

3.- Capacidad.

Tener en cuenta que el Art. 140 del Código Civil establece


como requisito de validez del acto jurídico el agente capaz.
Este requisito alcanza tanto a las personas naturales como a
las personas jurídicas. No precisa la norma si se trata de la
capacidad de goce o la capacidad de ejercicio. No hay porqué
excluir a alguna de ellas. Sin embargo, es más fácil
comprender el requisito de validez como “capacidad de
ejercicio”. Por ello, en principio, es inválido el acto jurídico
realizado por persona que es incapaz. Si la incapacidad es
absoluta se trata de nulidad, si la incapacidad es relativa se
trata de la anulabilidad.

En otras palabras los autores nacionales se inclinan a asumir


que el requisito de validez que exige el Art. 140 del Código
Civil, cuando se refiere a agente capaz, persona natural, está
haciendo referencia a la capacidad de ejercicio. Pero si se trata
de personas jurídicas está haciendo referencia a capacidad de
goce.

La capacidad puede ser de goce o de ejercicio. La primera es


la aptitud de ser titular de derechos y obligaciones. La segunda
es la posibilidad de ejercer los derechos por uno mismo, sin
necesidad de otra persona.

4.- Objeto del acto jurídico.-

El objeto en primer lugar comprende el estatuto de derechos y


obligaciones que surgen del acto jurídico, es decir que surgen
de la manifestación de voluntad.

En segundo lugar el objeto comprende las prestaciones que


surgen del acto jurídico, es decir las conductas que deben
desplegarse en mérito al acto jurídico, conductas de hacer, dar
o no hacer.

En tercer lugar el objeto también puede comprender a la cosa o


al bien que está considerado en el acto jurídico como elemento
de hecho que se afectará como consecuencia de la celebración
del acto jurídico, usando la palabra afectará en sentido muy
amplio.

Siguiendo ideas de Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

En un primer momento podemos identificar el objeto con el


contenido del negocio, pero no el contenido de cada negocio
en particular sino al contenido propio de cada especie genérica
de negocio, por ejemplo dice Lohmann el testamento. El objeto
será transmitir mortis causa los bienes del testador.

El objeto sería el establecimento de la regulación de intereses


que las partes acuerdan con la celebración del acto jurídico.

“… el objeto es, en una primera fase, establecer una norma


para regular intereses privados propios”. Lohmann Luca de
Tena, Juan Guillermo.

“… el auténtico objeto de todo negocio se agota y queda


satisfecho una vez celebrado el acto por el que se da vida al
negocio: ya se ha establecido un reglamento para regular
intereses”. Lohman Luca de Tena, Juan Guillermo.

“… el objeto a que alude el artículo 140 comprende tanto los


intereses regulados por el precepto de la voluntad (la
obligación del contrato), como el hecho (positivo o negativo)
que debe cumplirse (la prestación), o el bien físico o inmaterial
a que se contrae el precepto”. Lohman Luca de Tena, Juan
Guillermo.

“Resumiendo, conceptúo como objeto del negocio aquello, de


entidad material o no, que satisface el propósito práctico que,
como resultado, fue la razón por la cual se celebró el negocio.
De aquí, entonces, que el criterio de validez que predica el
inciso bajo comentario (inciso 2 del Art. 140 del Código Civil)
justamente se postula respecto de si ese resultado, lo que lo
compone (la cosa, por ejemplo), es susceptible de tutela
jurídica. De este modo, por poner un caso, mientras que el
pacto de transferencia de un inmueble cierto puede ser válido,
no lo es cuando se relacionada con la sucesión de persona
viva o cuya muerte se ignora” Lohman Luca de Tena, Juan
Guillermo.

También es interesante citar a Fernando Vidal Ramírez para


quien el objeto del acto jurídico “son los derechos y deberes u
obligaciones que se integran a la relación jurídica que el acto
crea, regula, modifica o extingue”.

5.- La causa.-

La causa o finalidad es el propósito que se busca con la


celebración del acto jurídico, y estos propósitos pueden ser
muy objetivos en cuyo caso suelen coincidir con los propósitos
que están diseñados en la ley para determinados actos
jurídicos. Por ejemplo, el contrato de arrendamiento, en este
contrato el arrendador lo que busca es ceder el uso de un bien
de su propiedad a cambio del pago de una renta. Pero no se
puede descartar los propósitos, estos también pueden ser
considerados causa o finalidad del acto jurídico.

6.- Forma del acto jurídico.-

Recordemos nuevamente el Art. 140 del Código Civil:

“El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a


crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para
su validez se requiere:

1. Agente capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible.
3. Fin lícito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de
nulidad.”

Pero, qué es la forma?

“La forma es la manera como se manifiesta la voluntad”, dice


Fernando Vidal Ramírez. La forma, siguiendo al mismo autor,
viene a ser el aspecto externo de la voluntad.

Todo acto jurídico tiene una forma, pero para algunos actos la
ley exige una forma determinada y esa exigencia es bajo
sanción de nulidad, es decir, si no sigue esa forma el acto es
nulo. A esas formas se les denomina formas AD
SOLEMNITATEM.

La forma puede ser muy variada, es expresión oral, o escrita,


también la forma puede ser conductas expresivas. La forma es
el medio en que se expresa la voluntad.

Art. 143.- “Cuando la ley no designe una forma específica para


un acto jurídico, los interesados pueden usar la que juzguen
conveniente.”

Para probar la realización de un acto jurídico, a esas formas les


podemos llamar AD PROBATIONEM.

Art. 144.- “Cuando la ley impone una forma y no sanciona con


nulidad su inobservancia, constituye sólo un medio de prueba
de la existencia del acto.”

TERCERA UNIDAD

MODALIDADES O ELEMENTOS ACCIDENTALES DEL


ACTO JURIDICO

Las modalidades de los actos jurídicos son: (i) Condición, (ii)


plazo y (iii) modo o cargo.

1.- Condición:

La condición es un hecho futuro e incierto del cual las partes


deciden hacer depender los efectos del acto jurídico que han
celebrado.

1.1 Caracteres de la condición.-

1.1.1 La condición tiene que estar pactada. Las partes la


incorporan al acto jurídico.
1.1.2 El hecho en que consiste la condición tiene que ser
futuro.

1.1.3 El hecho en que consiste la condición tiene que ser


incierto. La palabra incertidumbre la podemos precisar
con el término “contingente”; la condición debe ser
contingente, lo que puede suceder o no suceder. Si un
hecho definitivamente va a suceder, un hecho inexorable,
entonces ese hecho no sirve para que haya una
condición.

Ejemplos de condiciones:

Primero.- La empresa A comprará semilla de papa de la


empresa B, si el Gobierno compra 500 toneladas de la empresa
A.

Segundo.- La empresa C suministrará anchoveta a la Fábrica


de Harina de Pescado D si el Ministerio de Pesquería Levanta
la veda y autoriza la pesca de anchoveta.

Tercero.- Juan pagará a Carlos una pensión mensual de S/.


1,000.00 por cinco años si Carlos se queda sin trabajo.

1.2 Clasificación de las condiciones.-

1.2.1 Condiciones expresas y condiciones tácitas.- Las


condiciones expresas son las acordadas por las partes de
manera precisa. Las condiciones tácitas, problemáticas, son
aquellas que se infieren de voluntades tácitas. Vidal Ramírez
coloca el siguiente ejemplo: “…. una de las partes ha prometido
la donación encargándole a un tercero que la haga efectiva si
toma conocimiento que ha obtenido la lotería”. En este ejemplo
se ve como la condición tiene que inferirse.

1.2.2 Condiciones afirmativas y condiciones negativas.- Si la


condición se ha pactado tomándose en cuenta que un hecho
se realice la condición es positiva; si se ha pactado tomándose
en cuenta que un hecho no se realice la condición es negativa.

1.2.3 Condiciones potestativas, condiciones casuales y


condiciones mixtas.- Las condiciones son potestativas según
que su realización sea dependiente de la voluntad de una de
las partes. Las condiciones casuales son aquellas
independientes de la voluntad de las partes y dependen solo de
la casualidad, o del azar; las condiciones mixtas dependen de
la voluntad de uno de los interesados y de otras circunstancias.

El tratamiento del Derecho Peruano a las condiciones


potestativas.-
El Artículo 172.- “Es nulo el acto jurídico cuyos efectos están
subordinados a condición suspensiva que dependa de la
exclusiva voluntad del deudor”.

El entendimiento de dicha norma reclama un contexto. El


contexto es el de una relación jurídica: En esta hay un deudor,
entonces este deudor no puede decir me obligo pero me
desobligo -si yo quiero- con un hecho que es futuro, incierto y
contingente pero que depende exclusivamente de mi única
voluntad estoy estableciendo que la eficacia de la obligación
depende de mi propia voluntad, de mi decisión. Es así como se
explica el Artículo 172.

Condiciones propias y condiciones impropias.- La condición es


impropia si el hecho inexorablemente va a ocurrir, por ejemplo
te pagaré S/. 1,000.00 si mañana sale el sol. Las condiciones
propias son las que consisten en hechos inciertos. Esa es la
clave, la incertidumbre. Además, muy importante la condición
propia requiere de la licitud y de la posibilidad jurídica.

Dentro de esta clasificación encontramos a las condiciones


perplejas.- Son condiciones que encierran fracturas lógicas
insalvables, por ejemplo Albaladejo señala como ejemplo
“Quiero que A sea mi heredero, pero solo para el caso de que
muera antes que yo”.

Condiciones suspensivas y condiciones resolutorias.- La


condición es suspensiva cuando se debe esperar el hecho que
constituye la condición para que el acto produzca sus efectos y
es resolutoria, por el contrario, cuando los efectos del acto
cesan al realizarse la condición. La condición es resolutoria
cuando el acto jurídico despliega efectos regularmente,
normalmente, pero deja de producirlos porque ha ocurrido la
condición.

“Así, pues, cuando el acto jurídico está sometido a condición


suspensiva o cuando lo está a condición resolutoria, es cuando
de manera más nítida se puede apreciar el rol de la condición
como una limitación establecida por las partes en cuanto a la
producción de los efectos. Sin embargo, no es siempre fácil
distinguir si la condición es suspensiva o resolutoria, ya que la
diferencia de efectos que producen no depende de la
naturaleza del acontecimiento, sino de la voluntad contenida en
el acto sub conditione. Por eso, Messineo, considera que ante
la posible variedad de expresiones para indicar la condición,
puede ocurrir que se forme duda sobre si la condición es
suspensiva o resolutoria y que estas pueden, lógicamente,
convertirse la una en la otra, haciéndose de la condición
suspensiva afirmativa una condición resolutoria negativa, como
por ejemplo, si se pacta que “te daré mil si la nave llega a Asia”,
que equivale a pactar que “te daré mil, pero lo devuelves si la
nave no llega a Asia”. Vidal Ramírez, Fernando. El Acto
Jurídico.

Artículo 171.- “La condición suspensiva ilícita y la física o


jurídicamente imposible invalidan el acto.”

“La condición resolutoria ilícita y la física o jurídicamente


imposible se consideran no puestas”.

Artículo 172.- “Es nulo el acto jurídico cuyos efectos están


subordinados a condición suspensiva que dependa de la
exclusiva voluntad del deudor”.

Artículo 173.- “Pendiente de la condición suspensiva, el


adquiriente puede realizar actos conservatorios”.
“El adquiriente de un derecho bajo condición resolutoria puede
ejercitarlo pendiente ésta, pero la otra parte puede realizar
actos conservatorios”.
“El deudor puede repetir lo que hubiese pagado antes del
cumplimiento de la condición suspensiva o resolutoria”.

Artículo 174.- “El cumplimiento de la condición es indivisible,


aunque consista en una prestación divisible”.
“Cumplida en parte la condición, no es exigible la obligación,
salvo pacto en contrario”.

Artículo 175.- “Si la condición es que no se realice cierto


acontecimiento dentro de un plazo, se entenderá cumplida
desde que vence el plazo, o desde que llega a ser cierto que el
acontecimiento no puede realizarse.”

Artículo 176.- “Si se impidiese de mala fe el cumplimiento de la


condición por la parte en cuyo detrimento habría de realizarse,
se considerará cumplida”.
“Al contrario, se considerará no cumplida, si se ha llevado a
efecto de mala fe por la parte a quien aproveche tal
cumplimiento.”

Artículo 177.- “La condición no opera retroactivamente, salvo


pacto en contrario.

2.- Plazo:

“El plazo está indesligablemente vinculado al transcurso del


tiempo, que es el hecho jurídico de mayor relevancia” (Vidal
Ramírez, Fernando. El acto jurídico. Gaceta Jurídica. Sexta
Edición. Pág. 387)

“El plazo, que es transcurso del tiempo, considerado como


modalidad, viene a ser, al igual que la condición, una limitación
puesta por las partes a la eficacia del acto jurídico que han
celebrado.”

Por ejemplo, en un contrato de locación de servicios, las partes


acuerdan vigencia por un año desde el 01 -inclusive- de enero
de 2018 al 31 de diciembre de 2018.

Por ejemplo, las partes acuerdan que el contrato de suministro,


que celebran el 11 de mayo de 2017, empiece a regir luego del
01 de septiembre de 2017 y por cuatro meses.

Caracteres del plazo.-

 Es necesariamente pactado.

 Es un hecho futuro.

 Es un hecho cierto. Necesariamante se va a realizar.

Clasificación del plazo.-

Primer criterio de clasificación.- Expreso y tácito. Expreso si las


partes lo han acordado así de manera expresa. Es tácito si se
infiere de la manifestación de voluntad de las partes.

Segundo criterio de clasificación.- De duración determinada o


de duración indeterminada. La duración determinada está
sujeta a la voluntad de las partes que han fijado una duración
específica. La duración indeterminada no tiene una finalización
pre establecida por las partes, en otras palabras en la duración
indeterminada las partes al momento de la celebración el acto
jurídico no saben cuánto durará el plazo.

“El plazo de duración indeterminada depende de un hecho de


necesaria realización, pero no puede preverse la oportunidad o
fecha de su realización. El plazo existe, porque existe la
certidumbre de que el acontecimiento se producirá, pero no
puede conocerse anticipadamente la fecha de su ocurrencia,
cuando, como en el ejemplo anterior, se constituye una renta
para un interdicto, pero a partir de la muerte de sus padres.”
Vidal Ramírez, Fernando.

Es posible sostener esta clasificación afirmando que una de las


partes tiene la potestad de poner término al plazo.

Tercer criterio de clasificación.- Plazo suspensivo y plazo


resolutorio. Esta clasificación vuelve a ser la más útil, en
relación a los otros criterios de clasificación.
El plazo es suspensivo (dies a quo) cuando debe transcurrir
para que el acto jurídico empiece a desplegar efectos, o que
debe transcurrir para que el acto jurídico despliegue efectos.

El plazo es resolutorio (dies a quem) cuando los efectos del


acto jurídico se producen inmediatamente después de su
celebración pero cesan a partir de su vencimiento.

Artículo 178.- “Cuando el plazo es suspensivo, el acto no surte


efecto mientras se encuentre pendiente. Cuando el plazo es
resolutorio, los efectos del acto cesan a su vencimiento”.
“Antes del vencimiento del plazo, quien tenga derecho a recibir
alguna prestación puede ejercitar las acciones conducentes a
la cautela de su derecho.”

Artículo 179.- “El plazo suspensivo se presume establecido en


beneficio del deudor, a no ser que del tenor del instrumento o
de otras circunstancias, resultase haberse puesto en favor del
acreedor o de ambos.”

Artículo 180.- “El deudor que pagó antes del vencimiento del
plazo suspensivo no puede repetir lo pagado. Pero, si pagó por
ignorancia del plazo, tiene derecho a la repetición.”

Artículo 181.- “El deudor pierde el derecho a utilizar el plazo:

1. Cuando resulta insolvente después de contraída la


obligación, salvo que garantice la deuda.
Se presume la insolvencia del deudor si dentro de los quince
días de su emplazamiento judicial, no garantiza la deuda o no
señala bienes libres de gravamen por valor suficiente para el
cumplimiento de su prestación.
2. Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que se
hubiese comprometido.
3. Cuando las garantías disminuyeren por acto propio del
deudor, o desaparecieren por causa no imputable a éste, a
menos que sean inmediatamente sustituidas por otras
equivalentes, a satisfacción del acreedor.
La pérdida del derecho al plazo por las causales indicadas en
los incisos precedentes, se declara a petición del interesado y
se tramita como proceso sumarísimo. Son especialmente
procedentes las medidas cautelares destinadas a asegurar la
satisfacción del crédito.”

Art. 183.- El plazo se computa de acuerdo al calendario


gregoriano, conforme a las siguientes:

1. El plazo señalado por días se computa por días


naturales, salvo que la ley o el acto jurídico, establezcan
que se haga por días hábiles.
2. El plazo señalado por meses se cumple en el mes del
vencimiento y en el día de éste correspondiente a la
fecha del mes inicial. Si en el mes de vencimiento falta
tal día, el plazo se cumple el último día de dicho mes.
3. El plazo señalado por años se rige por las reglas que
establece el inciso 2.
4. El plazo excluye el día inicial e incluye el día del
vencimiento.
5. El plazo cuyo último día sea inhábil, vence el primer día
hábil siguiente. Reglas extensivas al plazo legal o
convencional.

Artículo 184º.- Las reglas del Artículo 183º son aplicables a todos
los plazos legales o convencionales, salvo disposición o acuerdo
diferente.

3.- Cargo (modo):

El cargo o modo es un elemento accidental del acto jurídico


que sólo puede insertarse a los actos jurídicos de disposición a
título gratuito.

Acto de disposición es aquel en mérito al cual una persona


transmite un bien, físico (cosa) o inmaterial (derecho), a otra
persona. Es ese el acto de disposición.

A título gratuito es el acto jurídico que no implica una


contraprestación por la transferencia. Es decir, el transferente
no recibe nada a cambio de la transferencia del bien.

Entonces el modo o cargo existe en los actos de disposición a


título gratuito, sean actos inter vivos (por ejemplo donación) o
mortis causa (por ejemplo el legado).

El modo “consiste en una declaración accesoria de voluntad


por la cual se impone a quien se concede a título gratuito
un derecho patrimonial, la obligación de realizar un hecho
cualquiera, ya sea en un determinado uso de la cosa dada, o
en una prestación de índole pecuniaria o no, en favor de quien
ha transmitido el derecho, o de un tercero.” Téngase en cuenta
que no por imponer una prestación a la persona que a la que
se le concede un derecho patrimonial el acto de disposición
deja de ser a título gratuito.

Caracteres del cargo.-

 Sólo puede incorporarse en los actos a título gratuito.

 El cargo debe consistir en un hecho lícito y posible.


 El cargo debe ser expresamente establecido, es decir
acordado.

La exigibilidad del cargo.-

El cargo se puede exigir al beneficiario del acto de liberalidad.


Pero si el cargo resulta más oneroso que el beneficio recibido
por el acto de liberalidad entonces el cargo ya no es exigible.
Dice el Art .187.- “El gravado con el cargo no está obligado a
cumplirlo en la medida en que exceda el valor de la liberalidad”.

La revocabilidad de la donación y del legado con cargo.-

El Código Civil de 1984 ha establecido la revocabilidad de la


donación y del legado con cargo.

El Artículo 1637.- “El donante puede revocar la donación por


las mismas causas de indignidad para suceder y de
desheredación.”

Por ejemplo, si el donatario o legatario le han negado alimentos


al donante o testador (persona que hace testamento).

CUARTA UNIDAD

INTERPRETACION

1.- Concepto:

Interpretar un contrato es determinar el sentido y alcance de las


cláusulas que contiene. El contrato es una especie de acto
jurídico. Entonces la afirmación está referida a esa especie. Sin
embargo, podemos extender los alcances de esa afirmación a
todos los actos jurídicos o negocios jurídicos, como regla
general. Diríamos una regla muy general. Decimos regla
general puesto que hay actos jurídicos que nacen de
manifestaciones de voluntad que son siempre inequívocas, o
sea no hay posibilidad de dudas.

Interpretar es establecer el sentido de lo que quiso decir o


quiere decir la persona que manifestó su voluntad.

“Se entiende por interpretación, en líneas generales, el


procedimiento y método de investigación del significado de una
declaración de voluntad y como consecuencia del cual se
explica jurídicamente el contenido de la misma y el precepto
querido por el declarante dentro de un contexto social
determinado”. Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.
2.- Sistemas interpretativos:

Sistemas o métodos de interpretación:

1. Método literal.- Apela al texto literal de lo que se dijo.

2. Método subjetivo.- Apela a la intención del legislador.

3. Método objetivo.- Apela a lo que señala la ley.

4. Método fundado en la costumbre.- Cómo se vive la


norma que se está interpretando en la vida social en la
que rige.

5. Método histórico.- Los antecedentes que sirvieron de


base para dictar la ley.

6. Método analógico.- Es un método de integración que


crea normas. La analogía parte de la similitud o
semejanza entre un supuesto que está en la norma y que,
en consecuencia, tiene asignada una consecuencia con
un hecho que es muy semejante al supuesto de la norma
pero no idéntico, pero se toma la posición de aplicarle la
consecuencia de la norma al ser sustancialmente
semejante a la norma. La analogía crea normas
“intelectualmente”, es decir, a través de procesos de
razonamiento. Por tanto, la creación no es a través de
órganos del Estado.

7. Método amplio.- Aplica la norma aplicando la equidad y


los principios generales del derecho.

3.- Naturaleza de las normas interpretativas.

¿Son obligatorias o son facultativas? La posición es que son


obligatorias.

4.- Destinatarios:

Jueces, árbitros, propios agentes que celebraron el acto


jurídico, personas que tengan interés en la interpretación del
acto jurídico.

5.- Interpretación literal (principio de la buena fe):


“Se parte, por lo tanto, de la preocupación de un querer sano,
positivo y razonable y se inspira en voluntades queridas con
justicia, seriedad, equidad y certeza. Es un presupuesto sobre
el cual se vertebra toda la temática negocial, se parte de la
premisa que el agente, en legítimo uso de la autonomía
privada, establece un precepto de conducta responsable,
sincero y no engañoso y que el destinatario de la declaración la
recibe con confianza en esta conducta del declarante. Por parte
del agente debe confiarse a su vez en la buena fe del receptor
de la declaración y que la entiende adecuadamente y sin
retorcer su sentido”. Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

6.- Interpretación sistemática:

Artículo 169 del Código Civil.- “Las cláusulas de los actos


jurídicos se interpretarán las unas por medio de las otras,
atribuyéndose a las dudosas el sentido que resulte del conjunto
de todas”.

7.- Interpretación finalista:

Artículo 170 del Código Civil.- “Las expresiones que tengan


varios sentidos deben entenderse en el más adecuado a la
naturaleza del objeto.”

8.- Interpretación contra el estipulante:

Artículo 1401.- “Las estipulaciones insertas en cláusulas


generales de contratación o en formularios redactados por una
de las partes se interpretarán, en caso de duda, a favor de la
otra.”

9.- Interpretación restrictiva y extensiva:

Por muy generales que sean los términos en que aparezca


redactado un contrato, no comprenderá éste más cosas que
aquellas sobre las cuales las partes se propusieron contratar.

Cuando se ha expresado un caso, con el fin de explicar


algunos de sus efectos, no se consideran excluidos los casos
no expresados.

10.- Interpretación conservadora del acto jurídico:

La línea general de interpretación de los actos jurídicos es


mantener la existencia del acto jurídico y su integridad y no la
desintegración e inexistencia del acto jurídico.

11.- Interpretación, calificación e integración del acto


jurídico:
Es posible interpretar los alcances y limitaciones del acto
jurídico, conforme a lo expuesto en los numerales precedentes.
También es procedente calificar al acto jurídico. ¿Qué es
calificar? Es asumir la naturaleza del acto jurídico conforme a lo
que las partes celebrantes acordaron y establecieron. Es decir,
frente a un error de calificación del acto jurídico, la persona
llamada a aplicar el derecho, está en aptitud plena de calificar
conforme a su propia naturaleza al acto jurídico. Un viejo
aforismo dice “las cosas en derecho son lo que se encuentra
en la propia esencia de éstas y no lo que las partes le
denominan a las cosas”, entonces en esta línea la calificación
es asumir la esencia del acto jurídico conforme a lo que las
partes celebrantes quisieron establecer y no conforme al
nombre que éstas le pusieron.

Sobre la integración. Es posible aunque arriesgado y azaroso


interpretar los actos jurídicos tomando estipulaciones que las
partes acordaron para regimentar supuestos que las partes no
previeron y que en vía de integración reciben un tratamiento
como si las partes hubiesen acordado sobre esos supuestos no
previstos.

QUINTA UNIDAD

LA INEFICACIA ESTRUCTURAL DEL ACTO JURIDICO

1.- Ineficacia.

1.1 Categoría genérica de ineficacia.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española


define la palabra ineficacia como “falta de eficacia y actividad”.
La ineficacia es la negación de la eficacia y ésta, por el mismo
diccionario, es definida como “capacidad de lograr el efecto que
se desea o se espera”.

La ineficacia es por tanto la ausencia, falta, suspensión,


pérdida o suspensión de efectos.

En derecho la ineficacia es aquella situación en que un acto


jurídico:

No produce efectos desde su misma celebración por tener


graves defectos, el acto jurídico nace muerto.
Los efectos que derivaron del acto jurídico dejan de tener
reconocimiento en el derecho desde el mismo momento en que
el acto jurídico se celebró.
El acto jurídico produce efectos pero luego estos se extinguen.

Entonces podemos separar dos grupos de ineficacia.

Un primer grupo de actos ineficaces son aquellos que nunca


produjeron efectos, desde el inicio, o los efectos que podrían
ser vistos, como efectos, en realidad no tienen ninguna fuerza,
ninguna virtud de cambio o modificación, desde el inicio, modo
que el derecho no les reconoce ninguna posibilidad de cambio.

Un segundo grupo en que el acto jurídico se celebra y empieza


a desplegar efectos, pero posteriormente, por una causal
sobreviniente a la celebración del acto jurídico, los efectos se
truncan, sin que los efectos del acto jurídico hayan llegado
hasta el final.

1.2 Ineficacia estructural e ineficacia funcional. Notas


comunes y diferencias.

El primer grupo está conformado por los supuestos de


ineficacia estructural que es aquella ineficacia que se presenta
desde el momento de la celebración del acto jurídico. Se dice
que afecta la misma estructura del acto jurídico, de allí su
denominación.

El segundo grupo está conformado por los supuestos de


ineficacia funcional que es aquella que se presenta en un acto
que está perfectamente celebrado, por lo que no cabe
señalarle defectos estructurales, pero que con posterioridad a
la celebración, por regla general, se la priva de efectos. Pierde
funcionalidad, es decir en un primer momento el acto jurídico
funcionó perfectamente pero eso se pierde y entonces estamos
frente a la ineficacia funcional.

Con las ideas precedentes podemos decir que notas comunes


a ambos tipos de ineficacia son la pérdida de efectos, los
efectos no se producen, en buena cuenta el acto jurídico deja
de producir efectos. Las diferencias están en que la ineficacia
estructural afecta la celebración misma del negocio jurídico, en
la misma celebración o conformación del acto jurídico, diríamos
que es fundacional en el sentido que está en la misma
fundación del acto jurídico, en cambio la ineficacia funcional
supone que el acto jurídico es perfecto en su inicio pero ocurre
un fenómeno que con posterioridad le priva de efectos.
La ineficacia estructural en el Perú es la invalidez del negocio
jurídico. La invalidez puede ser nulidad o anulabilidad. Algunos
autores ubican a la rescisión dentro de la ineficacia estructural.

La ineficacia funcional tiene una pluralidad mayor. En primer


lugar la resolución, que existe en contratos, para otros autores
también la rescisión.

Existe también ineficacia funcional en el fraude a través de


actos jurídicos.

La ineficacia estructural, a diferencia de la ineficacia funcional,


implica afectación en los componentes estructurales del acto
jurídico. Son los presupuestos, los elementos y los requisitos.
Cuando falla alguno de estos, gravemente, tenemos la
ineficacia estructural. Eso no se presenta en la ineficacia
funcional en que los presupuestos, elementos y requisitos del
negocio o acto jurídico son perfectos.

1.3 Importancia de la noción de estructura.

En la ineficacia estructural es evidente que tiene suma


importancia reconocer los componentes estructurales que son
los presupuestos, los elementos y los requisitos.

Recordemos que el acto jurídico está conformado por


elementos, presupuestos y requisitos. Lizardo Taboada
llama a estos aspectos del acto jurídico.

Elementos.- Son dos (i) la manifestación de voluntad y (ii) la


causa o finalidad. La causa o finalidad puede apreciarse en
dos niveles. Un nivel objetivo, o general, y un nivel subjetivo
o personal, es decir, en relación a cada celebrante del
negocio jurídico. Pero ¿qué es la causa o finalidad?
Podríamos decir que es la razón determinante de la
celebración del acto jurídico. Es decir, por qué se celebró el
acto jurídico o para qué se celebró el acto jurídico. Los
autores formulan respuestas divididas a la pregunta. Para
algunos autores la causa o finalidad coincide con el tipo
legal que la ley o norma establece para los actos jurídicos
típicos. Los actos jurídicos típicos son los que están
reconocidos expresamente en la ley o norma. Por ejemplo,
el contrato de arrendamiento. Entonces el contrato de
arrendamiento se define básicamente como el acuerdo de
voluntades en mérito al cual el arrendador cede el uso de
un determinado bien temporalmente al arrendatario a
cambio del pago de una renta períodica. La respuesta a la
pregunta cuál es la causa, en este caso concreto del
arrendamiento, será sencillamente que una persona quiere
ceder el uso de un bien a cambio de una renta períodica y
que otra persona -arrendatario- quiere usar el bien a cambio
del pago de una renta. Esa sería la respuesta objetiva a la
pregunta de la causa o finalidad; y como puede apreciarse
coincide con el tipo objetivo del acto jurídico establecido en
la ley. La respuesta subjetiva se preocuparía por escudriñar
qué es lo que cada parte, en su decisión personal, busca o
pretende con el acto jurídico. El arrendador por ejemplo
quiere arrendar para mejorar su ingreso mensual o para
ayudar a un hermano, en fin hay varias posibilidades.

Presupuestos.- Son dos (i) el sujeto y (ii) el objeto.

Requisitos.- Condiciones que deben cumplir tanto los


elementos como los presupuestos para que el acto jurídico
esté bien conformado. Por ejemplo, la formalidad, por
ejemplo en algunos negocios jurídicos la inscripción en
Registros Públicos. En este caso la palabra condición no
quiere decir un hecho futuro e incierto de cuya realización
se hacen depender los efectos del acto jurídico. Condición
en este caso sinónimo de exigencia.

1.4 Notas características de ineficacia estructural o


invalidez del acto jurídico.

La ineficacia estructural invalidez, cuando es nulidad, tiene dos


características fundamentales: (i) la imperatividad del sistema,
(ii) la irrenunciabilidad. La primera característica apunta a que
se aplicarán las causales de nulidad incluso contra la voluntad
de los agentes que celebraron el negocio jurídico, las partes no
pueden pactar sustraerse de las causales de nulidad del
negocio jurídico; la segunda señala que los agentes no pueden
dejar establecida una renuncia a iniciar acciones de nulidad.

1.5 Diferencias entre nulidad y anulabilidad.

“… la nulidad es una sanción legal destinada a privar de sus


efectos jurídicos propios y queridos a los negocios incursos en
una de las causales legalmente establecidas.” Lohmann Luca
de Tena, Juan Guillermo.

La nulidad no puede ser confirmada por las partes ni por


terceros. En cambio la anulabilidad sí puede ser confirmada.
La acción de nulidad tiene un plazo de prescripción de diez
años, en tanto que la acción de anulabilidad tiene un plazo de
prescripción de dos años.

La acción de nulidad puede ser ejercida por las personas que


tengan interés legítimo y también por el Ministerio Público.
Además puede ser declarada de oficio cuando sea manifiesta.

La acción de anulabilidad puede ser ejercida por las personas


que han celebrado el acto jurídico y por las personas
perjudicadas por el acto jurídico.

1.6 Nulidad virtual.

Se denomina nulidad textual a la que expresamente queda


sancionada en la ley. Es la prevista en el numeral 7 del Artículo
219 del Código Civil que dispone que es nulo el acto jurídico
“Cuando la ley lo declara nulo”. Sin embargo, no es necesario
que la ley expresamente diga “este acto es nulo”. Esa nulidad
podría inferirse del precepto obligatorio de la norma que ha
sido quebrantado.

Se denomina nulidad virtual a la que se establece bajo la


fórmula genérica es nulo “el acto jurídico cuando la ley lo
declara nulo”, teniendo presente que la doctrina predominante
señala que no es necesario que encontremos en la norma la
fórmula textual “es nulo” o “bajo sanción de nulidad”. Es decir,
puede haber nulidades que infringen disposiciones legales que
omiten alguna de esas fórmulas y, sin embargo, no hay duda
de que son nulidades, puesto que se trata de actos jurídicos
que han sido celebrados con infracción de normas imperativas
en contra de las que no se puede pactar. La fórmula es nulo “el
acto jurídico contrario a las normas que interesan al orden
público” también constituiría nulidad virtual, es decir son formas
muy amplias que difieren de los supuestos específicos de
nulidad (ver el numeral 1.9 a continuación).

La nulidad virtual es la que está prevista en el numeral 8 del


Artículo 219 del Código Civil. Así es nulo el acto jurídico “En el
caso del artículo V del Título Preliminar (del Código Civil) salvo
que la ley establezca sanción diversa”. El Artículo V del Título
Prelilminar dice: “Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes
que interesan al orden público o a las buenas costumbres”.
Fernando Vidal Ramírez dice: “La oposición a las normas de
orden público como causal de nulidad absoluta da cabida a las
denominadas nulidades virtuales, que resultan de la
interpretación de la norma legal, y en eso se diferencia esta
causal de la vista anteriormente (se refiere a la del inciso 7 del
Art. 219 del C.C.), que da cabida a las nulidades textuales.
Esta causal -la nulidad virtual- es novedosa pues no registra
antecedente en nuestro codificación civil, salvo que en el
artículo III del Título Preliminar del Código Civil de 1936 que se
limitaba a prohibir el pacto que fuera contrario a las normas de
orden público, por lo que consideramos que se inspira en el
artículo 1418 del Código Civil italiano”.

La doctrina se ufana de distinguir las nulidades textuales de las


virtuales. Sin embargo, en un análisis más profundo puede
haber cierta confusión en relación a las fronteras y límites entre
la nulidad textual y la nulidad virtual, confusión en el sentido de
si se trata del inciso 7 del Artículo 219 (es nulo el acto jurídico
cuando la ley lo declara nulo) o si se trata del inciso 8 del
mismo Artículo 219 (caso del Artículo V del Título Preliminar
esto es que es nulo el acto jurídico contrario a las normas que
interesan al orden público o a las buenas costumbres).

Ejemplo de nulidad textual, la establecida en el Art. 171 del


Código Civil: “La condición suspensiva ilícita y la física o
jurídicamente imposible invalidan el acto.”

1.7 Prescripción y caducidad.

La acción de nulidad prescribe a los diez años.


La acción de anulabilidad prescribe a los dos años.
La prescripción no es caducidad. La caducidad extingue el
derecho y consecuentemente la acción.
Lo prescripción sólo extingue la acción, por tanto el derecho
queda incólume. De allí que si alguien paga una deuda cuya
acción ha prescrito pero cuyo derecho está vigente, no caduco,
es de pago es perfectamente válido y no puede alegarse que
se pagó habiendo prescrito la acción y que se devuelva l
pagado.
En cambio se alguien cumple una obligación respecto a un
derecho caduco ese cumplimiento sería inválido puesto que el
derecho ya no existe y se pagó contra nada.
La prescripción no puede ser alegada por el Juez de oficio,
siempre se invoca a petición de parte. En cambio la caducidad
sí se puede declarar de oficio por el Juez.

1.8 Causales genéricas de nulidad.

Código Civil.-

“Artículo 219.- El acto es nulo:


1. Cuando falta la manifestación de voluntad del
agente.

2. Cuando se haya practicado por persona


absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto en el
artículo 1358.
3. Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible
o cuando sea indeterminable.

4. Cuando su fin sea ilícito.

5. Cuando adolezca de simulación absoluta.

6. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de


nulidad.

7. Cuando la ley lo declara nulo.

8. En el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo


que la ley establezca sanción diversa.”

1.9 Causales genéricas de anulabilidad.

El Artículo 221 del Código Civil establece las causales de


anulabilidad del acto jurídico:
“Artículo 221.- El acto jurídico es anulable:
1. Por incapacidad relativa del agente.

2. Por vicio resultante de error, dolo, violencia o


intimidación.

3. Por simulación, cuando el acto real que lo contiene


perjudica el derecho de tercero.

4. Cuando la ley lo declara anulable.”

Pero ¿qué es el acto anulable?. Es aquel acto que reune los


“elementos constitutivos indispensables sólo que, en virtud de
estar afectados algunos de estos elementos por un vicio
fundamental, puede ser impugnado y, en consecuencia,
destruido” (Puig Peña, citado por Vidal Ramírez. El acto
jurídico. Pág. 510).

Los caracteres del acto jurídico anulable son:

a) Es válido y eficaz.

b) Requiere de una sentencia que lo declare nulo, con


efecto retroactivo a la fecha de celebración.

c) La nulidad -por ser el acto anulable-, sólo puede ser


demandada por las personas que están especialmente
legitimadas para demandar y que son los beneficiarios
del acto anulable.
d) El acto anulable puede subsanarse por la confirmación.

2.- La confirmación.-

El acto nulo no se puede confirmar. El acto anulable sí se


puede confirmar. La confirmación es la manifestación de
voluntad por la cual una parte expresa que el acto jurídico que
celebró, aunque en causal de anulabilidad, sí debe surtir plenos
efectos y es plenamente válido. La confirmación es posterior a
la celebración del acto jurídico.

Eso no está permitido en el caso de la nulidad. ¿Por qué?


Porque se entiende que la infracción o causal de nulidad es
muy grave precisamente en la nulidad y compromete a las
normas de orden público, en cambio tratándose de la
anulabilidad no se comprometen normas de orden público o en
todo caso son infracciones menores. De allí que en un caso se
confirme y en otro caso no se confirme.

La confirmación tiene efectos ex tunc, es decir surte efectos


desde la misma celebración del acto jurídico.

Pero cuál es la diferencia entre “convalidación” y


“confirmación”. La diferencia es que la “convalidación” es
cualquier hecho o acto que hace desaparecer la
impugnabilidad del acto jurídico. La “convalidación” es el
género y la “confirmación” es la especie. La “confirmación”
tiene, por tanto, menos ámbito que la “convalidación”. La
“convalidación” puede ser ex lege y ex voluntate, o sea por
aplicación de la ley o por manifestación de voluntad, cuando se
trata de ésta última estamos ante la confirmación.

SIMULACION

1.- Concepto de simulación.-

Vidal Ramírez cita a Ferrara: “… la simulación es la declaración de


voluntad con un contenido de voluntad no real, emitida
concientemente y de acuerdo entre las partes para producir, con
fines de engaño, la apariencia de un negocio jurídico”.
En la simulación hay una disconformidad entre lo declarado, es
decir lo expresado, y lo que realmente se quiere.

2.- Caracteres del acto jurídico simulado.-

2.1 En primer lugar la disconformidad entre lo declarado y lo


querido. Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad
manifestada.

2.2 En segundo lugar concierto entre las partes para producir el


acto simulado. Debe existir un acuerdo entre las partes para crear
un acto simulado.

2.3 En tercer lugar el propósito de engañar.

“Como la simulación se dirige a producir un acto jurídico aparente,


el propósito de engañar le es inherente aun cuando sea un engaño
no reprobado por la ley. Como los simulantes están concertados el
engaño va dirigido a los terceros.”

Pero la intención de engañar no es la intención de dañar.

La simulación en sí misma no es lícita ni ilícita y su ilicitud solo


puede serlo por su finalidad, esto es, si mediante el acto simulado
lo que se persigue es perjudicar a terceros.

3.- Componentes de la simulación.-

Podríamos afirmar que son componentes de la simulación la


manifestación de voluntad que no guarda relación con lo realmente
querido -voluntad real de los contratantes- creando un acto
simulado que no responde a la voluntad real y que, en un caso, no
oculta nada, y que, en otro caso, oculta un acto diferente -acto
disimulado-.

4.- Simulación lícita e ilícita.-

La simulación puede ser lícita, cuando es inocua, es decir no daña.


En cambio la simulación ilícita daña.

Ejemplo de la primera es si una persona simula un contrato de


compraventa de un inmueble con otra con el propósito de engañar
a otra persona que le había pedido hipotecar dicho inmueble a un
banco en garantía de un préstamo que había solicitado.

Ejemplo de la segunda es simular una venta de un inmueble para


que los acreedores no embarguen dicho inmueble.
5.- Simulación absoluta y relativa.-

En la simulación absoluta no hay ningún acto oculto, los


celebrantes del acto simulado aparentan celebrar dicho acto que
es precisamente simulado. Es decir, los simulantes no quieren
celebrar ningún acto pero aparentan celebrar uno. Esa es la
simulación absoluta. Como cuando dos personas aparentan
celebrar un contrato de compraventa pero en realidad no celebrar
ningún acto. Esta es simulación absoluta.

“El negocio absolutamente simulado es una mera apariencia de la


voluntad de contenido expresada por los declarantes quienes, en
verdad, no han querido ni ese ni ningún otro negocio jurídico. Lo
que meramente han querido ha sido ocultar la realidad precedente,
sin modificarla.” Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

En la simulación relativa en cambio se aparenta un acto pero en


realidad se celebra un acto oculto distinto, diferente.

“La simulación es relativa cuando existe voluntad real de celebrar


un acto jurídico para ocultarlo y presentar a los demás un acto
aparente. De este modo, se produce una dualidad de actos: uno
oculto o disimulado, que contiene la verdadera voluntad de las
partes; y otro aparente o simulado, que es el que instrumentalizan
las partes con el propósito de engañar.” Vidal Ramírez, Fernando.

En la simulación absoluta el acto “simulado”, o sea el que aparece


a los ojos de todos, no oculta nada, detrás del acto “simulado” no
hay nada. En cambio en la simulación relativa, detrás del acto
“simulado” hay un acto “disimulado” u oculto. Esa es una diferencia
entre simulación relativa y simulación absoluta.

6.- Simulación total y parcial.

La simulación relativa puede ser total parcial.

Es total cuando abarca al acto jurídico en su totalidad, esto es,


cuando el acto aparente, o “simulado” es totalmente ficticio.
Estamos en simulación relativa, por ejemplo si se aparenta una
compraventa pero se oculta una donación, esa es la cuestión
central en la simulación relativa.

Dicho de pasada, la simulación absoluta siempre es total, por la


sencilla razón de que se aparenta un acto, el “simulado” pero en
realidad no se celebra ninguno.

La simulación relativa es parcial “cuando el acuerdo simulatorio


está dirigido a uno o más aspectos o cláusulas del acto jurídico a
fin de que no correspondan a la verdadera voluntad de los
celebrantes.”

Es muy importante tener presente las acciones que puedan


interponerse frente a actos simulados, sean simulados
absolutamente o simulados relativamente.

El acto simulado, sea que no oculte nada (simulación absoluta) o


que oculte otro acto (simulación relativa), es “inválido y nulo de
nulidad absoluta -que no admite saneamiento por convalidación ni
por conversión-“.

El acto disimulado, es decir el acto oculto en la simulación relativa,


sería anulable cuando perjudica a tercero. Pero sería nulo si no
cumple los requisitos, supuestos y elementos, es decir si adolece
si un defecto estructural, por ejemplo dos partes ocultan una
donación de inmueble, la donación es el acto “disimulado” u oculto
por el acto “simulado”, pero si esa donación consta en un
documento privado es una donación nula por no cumplir los
requisitos de forma, esto es la escritura pública.

Art. 219 del C.C.

Es nulo el acto jurídico:

Inciso 5: “Cuando adolezca de simulación absoluta.”

Art. 221 del C.C.

Es anulable el acto jurídico:

Inciso 3: “Por simulación, cuando el acto real que lo contiene


perjudica el derecho de tercero”.

Juan Guillermo Lohman propone interpretar así el inciso 3: “… el


negocio es anulable por simulación, cuando el acto verdadero u
oculto perjudica derechos de terceros”.

Nulidad y anulabilidad presentan evidentes diferencias, si bien


ambas conforman el fenómeno de la invalidez.

Sin embargo, se interpone una demanda con la pretensión de


anulabilidad el acto jurídico se pretende la declaración de nulidad
de dicho acto. Es decir, no se presenta una pretensión de
anulabilidad para que se declare la anulabilidad del acto, sino la
nulidad del acto.
VICIOS DE LA VOLUNTAD

1.- Error.

El error y la ignorancia se distinguen del dolo. En error e


ignorancia está una persona por su propia causa, o por una
razón imputable a ella. En cambio en el dolo es la otra parte, a
dicha persona, o un tercero, el que provoca el error y la
ignorancia. Esta es una primera diferencia que ayuda a marcar
las fronteras del error y de la ignorancia en relación al dolo.

Rubio Correa, Marcial, dice sobre la ignorancia y el error y el


dolo: “Lo primero que es indispensable anotar es que son dos
realidades distintas la existencia de error e ignorancia de un
lado, y la existencia de dolo de otro. Para que haya error o
ignorancia es preciso que incurramos en ellos por propia causa.
Si es otro el que nos induce a ellos, estamos ante la presencia
del dolo de la contrapate o del tercero” (Rubio Correa, Marcial.
Error e Ignorancia. El Saber Jurídico sobre la Ignorancia
Humana. Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo
Editorial 1991, pág. 17).

Además, es importante precisar que la normas del Código Civil


que tratan el error están referidas al error o ignorancia que
puede presentarse en la celebración del acto jurídico por dos
personas en relación de igualdad. El error que trata el Código
Civil no se refiere al error de una persona actuando frente al
Estado.

El error distorsiona el proceso de formación de la voluntad


jurídica, ya en el aspecto relativo a la voluntad interna, que es
el error vicio, o en la manifestación de la voluntad, que es el
error en la declaración o error obstativo.

El error es una falsa o inexacta representación de la realidad.

Fernando Vidal Ramírez dice: “El error-vicio como está referido


a la función cognoscitiva del sujeto comprende dentro de su
ámbito conceptual la ausencia de conocimiento, que es la
ignorancia, y el conocimiento equivocado, que es propiamente
el error. De ahí que jurídicamente la ignorancia se equipare al
error y, como sostienen Ospina y Ospina, que el error provenga
de la ignorancia pues el concepto falso encuentra su origen en
el desconocimiento de la realidad”.

También existe el error en la declaración. El error en la


declaración no tiene nada que ver con la formación errada de la
voluntad. En el error en la declaración la voluntad se ha
configurado perfectamente pero el error se presenta en la
declaración, esto es en la exteriorización de la voluntad.

En ambos casos el error debe ser espontaneo, como es el


error. Si el error es provocado ya no es error.

Caracteres del error vicio.- (a) Se produce espontáneamente


como consecuencia de la ausencia de conocimiento -que es la
ignorancia- o de conocimiento equivocado; (b) genera una
divergencia inconsciente entre la voluntad interna y la
manifestación; (c) la manifestación de voluntad no es
correlativa a los efectos queridos y que han conducido al sujeto
a la celebración del acto jurídico.

Clasificación del error.-

a) Error esencial.- Cuando es determinante en la


formación de la voluntad interna e induce al sujeto a la
celebración del acto jurídico mediante una manifestación
de voluntad que no va a ser correlativa a los efectos
queridos, o, en otras palabras, el error es esencial
cuando de no haber mediado el sujeto no hubiera
celebrado el acto jurídico.

b) El error indiferente.- Se contrapone al error esencial, es


decir no es relevante para la toma de decisión. Es un
simple accidente en la formación de la voluntad.

c) El error de hecho.- Fernando Vidal Ramírez dice: “El


error de hecho o error facti consiste en la ausencia de
conocimiento o en el conocimiento equivocado que
recae en cualquier clase de objetos, en su sustancia o
en sus cualidades esenciales, así como en las personas
o en sus cualidades, en una operación de cálculo o en la
apreciación de una cantidad, o en el motivo mismo que
induce a la celebración del acto jurídico. La comprensión
de su concepto viene a ser, por ello, sumamente lata
pues solo excluye a lo que sea una norma jurídica, que
se reserva para el error de derecho”. Dentro del error de
hecho están el error en la esencia o en las cualidades
esenciales del objeto, error en las cualidades esenciales
de la persona, error en cálculo o de cuenta, error en la
cantidad, error en el motivo. En relación a este último -
error en el motivo- se puede decir que es el error por
antonomasia, es decir el error por excelencia y que
todos los demás entran dentro de éste.

d) El error de derecho.- “El error de derecho es la


ausencia de conocimiento o el conocimiento equivocado
referido a una norma jurídica y, por ello, tiene un ámbito
de apliación específico que lo diferencia sustancialmente
del error de hecho, según criterio que viene desde el
Derecho Romano. Ospina y Ospina lo ilustran con el
ejemplo clásico tomado de Paulo: si una persona celebra
un contrato con un menor de edad creyendo que
negocia con un mayor de edad, comete un error de
hecho; pero si dicha persona, a sabiendas de que está
negociando con un menor de edad, supone que puede
pretermitir las formalidades legales protectoras de los
incapaces, incurre en error de derecho”. Fernando Vidal
Ramírez.

Conocibilidad del error.-

Para que el error sea causal de anulación del acto jurídico debe
ser conocible, esto quiere decir que la otra parte -no el errante
sino la otra parte- haya estado en posibilidad de conocer el
error. Si esta posibilidad no se presenta entonces no habrá
posibilidad de anulación.

Si la otra parte -no el errante sino la otra parte- conocía del


error entonces estamos ante la figura del dolo.

Art. 201: “El error es causa de anulación del acto jurídico


cuando sea esencial y conocible por la otra parte.”

Art. 202.- “El error es esencial:

1. Cuando recae sobre la propia esencia o una cualidad del


objeto del acto que, de acuerdo con la apreciación
general o en relación a las circunstancias, debe
considerarse determinante de la voluntad.
2. Cuando recae sobre las cualidades personales de la otra
parte, siempre que aquellas hayan sido determinantes
de la voluntad.
3. Cuando el error de derecho haya sido la razón única o
determinante del acto.”
Art. 203.- “El error se considera conocible cuando, en relación
al contenido, a las circunstancias del acto o a la calidad de las
partes, una persona de normal diligencia hubiese podido
advertirlo.”

2.- Dolo.

El dolo es el error provocado. O sea es engaño.

El Art. 210 del Código Civil dispone:

“El dolo es causa de anulación del acto jurídico cuando el


engaño usado por una de las partes haya sido tal que sin él la
otra parte no hubiera celebrado el acto.”

“Cuando el engaño sea empleado por un tercero, el acto es


anulable si fue conocido por la parte que obtuvo beneficio de
él”.

3.- Violencia e intimidación.

La violencia es el uso de la fuerza o “vis absoluta” para


arrancar una manifestación de voluntad. En rigor no habría
manifestación de voluntad por lo que sería un caso de nulidad
de acto jurídico por falta de manifestación de voluntad del
agente.

La violencia moral es la intimidación o “vis compulsiva”.

Fernando Vidal Ramírez dice: “La violencia, entendida como


violencia física también llamada violencia absoluta, consiste en
una fuerza que se emplea en contra de una persona para que
celebre ésta el acto jurídico. Llevar la mano de una persona,
someterla a hipnósis o embriaguez son casos que la doctrina
presenta como violencia física. Aguiar citado por Fernando
Vidal dice que la “violencia física es la que se ejerce
materialmente sobre el agente, por constreñimiento
corpóreo,suprimiendo la libertad al obligarlo a hacer lo que no
quiere hacer, o al impedirle que haga lo que no quiere hacer.
Este caso de violencia física determina que el acto jurídico sea
nulo, por ausencia de voluntad.

Sin embargo, el Art. 214 del Código Civil: “La violencia o la


intimidación son causales de anulación del acto jurídico,
aunque hayan sido empleadas por un tercero que no
intervenga en él.”
¿Se trataría de un violencia que modifica la voluntad, mas no la
que lo hace generarse la que ocasiona la anulabilidad? La
violencia, física o moral, si arranca una voluntad no querida,
sería causal de nulidad por falta de manifestación de voluntad.

La violencia a que se refiere el Artículo 214 es una violencia


que vicia la voluntad, hay voluntad pero esta es viciada. Ese
acto es anulable. Pero entendamos bien, si la violencia física
elimina la voluntad ese acto es nulo. Así de simple. Si la
violencia moral o intimidación igualmente anula la voluntad el
acto es nulo.

La violencia o intimidación del Art. 214 son supuesto en que se


“altera” la voluntad. La diferencia es sutil, pero necesaria. En
estos casos en que se “altera” la voluntad querida caemos en
anulabilidad del acto jurídico. Si la voluntad se “arranca”
estamos en nulidad.

Art. 215 del Código Civil: “Hay intimidación cuando se inspira al


agente el fundado temor de sufrir un mal inminente y grave en
su persona, su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o segundo de afinidad o en los
bienes de unos u otros.”

“Tratándose de otras personas o bienes, corresponderá al juez


decidir sobre la anulación, según las circunstancias.”

SEXTA UNIDAD

LA INEFICACIA FUNCIONAL DEL ACTO JURIDICO

Ineficacia funcional

Fraude

Vicisitudes de la representación

REPRESENTACIÓN.-

“El acto jurídico puede ser celebrado por el propio sujeto


interesado o por medio de otro, dando lugar a la figura de la
representación.”

“….. figura típica y autónoma, en virtud de la cual una persona,


que viene a ser el representante, celebra uno o más jurídicos
en cautela de los intereses de otra, que viene a ser el
representado. Es más, el concepto puede simplificarse si se
considera que el simple actuar de una persona por otra
configura una representación.”

En la representación una persona, que es el representante,


actúa con su propia voluntad y con su propia manifestación de
voluntad, pero el acto jurídico es celebrado en realidad por el
representado.

El nuncio es un simple portavoz.

2.- Fundamento:

El fundamento de la representación está en la Teoría de la


Cooperación. Es decir, si existe la representación es porque el
Derecho asume que es posible y es necesario, y hasta
recomendable, que las personas puedan colaborar entre sí
para la celebración de actos jurídicos.

La posibilidad de la ubicuidad.

3.- Tratamiento en el Código Civil:

En el Código Civil peruano la representación distingue la


representación voluntaria en representación directa y en
representación indirecta.

La representación es directa cuando el representante actúa en


nombre y en interés del representado y puede ser, además,
representación con poder y representación sin poder.

La representación es indirecta cuando el representante actúa


en nombre propio, pero en interés del representado. La
representación indirecta suele confundirse o se confunde
muchas veces con el “contrato de mandato”, es un contrato
típico en mérito al cual el mandatario celebra con el mandante
un contrato por el que el mandatario se obliga a celebrar uno o
más actos jurídicos en interés del mandante.
4.- Representación Legal:

La representación legal no se genera en el acto jurídico. Se le


llama también representación necesaria, tiene su origen en la
ley.

Además de tener como fundamento la teoría de la


colaboración, la representación legal tiene su fundamento en la
necesidad de tutela que el Derecho estima necesaria en
determinadas situaciones. En ese sentido son ejemplos de
representación legal la “patria potestad”, la “tutela” y la
“curatela”.

La patria potestad es el poder y el deber que tienen los padres


respecto de sus hijos para cuidar de sus bienes y personas.

La tutela es la representación que se establece para los


menores de edad que por alguna razón no están bajo la patria
potestad de sus padres.

La curatela es la representación que se establece para las


personas -y los bienes de éstas- mayores de edad que están
sujetas a incapacidad absoluta o relativa, no obstante ser
mayores de edad.

La curatela se ejerce por el curador, o representante. En


Derecho Procesal Civil existe la figura de la curatela, que
funciona para representar a personas que no han sido
debidamente identificadas en el proceso o emplazadas
debidamente en el proceso. En este caso estamos ante el
“curador procesal”.

Dentro del universo de facultades que pueden ejercer los


representantes legales en relación a sus representados, tiene
singular importancia los actos de disposición, es decir actos en
mérito a los cuales se transfiere la propiedad, se transfieren los
bienes. Entonces, la ley reserva determinados actos a la
autorización del Juez, la que se dicta en procesos judiciales de
disposición, en estos procesos el Juez debe constatar que
efectivamente hay la necesidad de disposición.

La representación de la sociedad conyugal.- La sociedad


conyugal está conformada por ambos cónyuges. Entonces en
la sociedad conyugal se presentan varias posibilidades.

En primer lugar para disponer de los bienes inmuebles, o para


gravarlos -por ejemplo con hipoteca- es indispensable la
intervención de ambos cónyuges.
5.- Representación Voluntaria.

a. Representación Directa

 Representación directa con poder. En la


representación directa el representante actúa en
nombre del representado y por cuenta y en interés
del representado.

 Representación directa sin poder. Hay un


representado y hay un representante. Sucede que el
representante excede el poder, viola el poder, o actúa
sin poder. Principio de literalidad, se exige con mucha
frecuencia y algunas veces la misma ley lo exige. El
principio de literalidad consiste en que debe
otorgarse literalmente la facultad que invoca tener el
representante. Por ejemplo, si el representante dice
estar facultado para interponer demandas debe decir
el poder que se le ha otorgado dicha facultad.

b. Representación indirecta.

El representante actúa en nombre propio, pero en interés


del representado.

En la representación indirecta encontramos conexión con el


contrato de mandato. Pero son figuras que se diferencian.

En el contrato de mandato hay una mandante y hay un


mandatario. El mandatario se obliga a celebrar uno o más
actos jurídicos, por cuenta y en interés del mandante, pero
los celebra en nombre propio. Luego debe transferir los
derechos y bienes que adquirió en la celebración del acto
jurídico a favor del mandante.

c. Relación representativa.
d. Deberes y derechos del representante y del
representado.

6.- Extinción de la representación.

FRAUDE EN EL ACTO JURIDICO

1.- Noción de fraude:

Fraude es, según el Diccionario de la Real Academia de la


Lengua Española:

“Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la


persona contra quien se comete.”

“Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del


Estado o de terceros.”

“Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de


contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose
con la representación de los intereses opuestos.”
“Dicho del acto del deudor: Que es generalmente simulado y
rescindible, y deja al acreedor sin medio de cobrar lo que se
le debe.”
Algunas precisiones sobre el fraude a la ley:

“Se definen como tales -actos con fraude a la ley- aquellos


negocios celebrados con la intención de que por medio de sus
efectos jurídicos y económicos o sociales típicos, se logre u
obtenga una finalidad o resultado que aparece legalmente
prohibido bajo otra modalidad de negocio jurídico. Es decir,
revistiendo la intención práctica de una especie negocial
permitida, o no prohibida por la legislación, se logra
clandestinamente un resultado censurado, burlando así la ley
originaria”. Lohmann Luca de Tena, Juan.
2.- Acciones que protegen los derechos de los acreedores.

1. Acción oblicua.-

2. Acción pauliana.-

3.- La acción pauliana en nuestro código civil.-

Artículo 195.- “El acreedor, aunque el crédito esté sujeto a


condición o a plazo, puede pedir que se declaren ineficaces
respecto de él los actos gratuitos del deudor por los que
renuncie a derechos o con los que disminuya su patrimonio
conocido y perjudiquen el cobro del crédito. Se presume la
existencia de perjuicio cuando del acto del deudor resulta la
imposibilidad de pagar íntegramente la prestación debida, o se
dificulta la posibilidad de cobro.”

“Tratándose de acto a título oneroso deben concurrir, además,


los siguientes requisitos:

1. Si el crédito es anterior al acto de disminución


patrimonial, que el tercero haya tenido conocimiento del
perjuicio a los derechos del acreedor o que, según las
circunstancias, haya estado en razonable situación de
conocer o de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los
mismos.”

2. Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al


surgimiento del crédito, que el deudor y el tercero lo
hubiesen celebrado con el propósito de perjudicar la
satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume
dicha intención en el deudor cuando ha dispuesto de
bienes de cuya existencia había informado por escrito al
futuro acreedor. Se presume la intención del tercero
cuando conocía o estaba en aptitud de conocer el futuro
crédito y que el deudor carece de otros bienes
registrados.

Incumbe al acreedor la prueba sobre la existencia del


crédito y, en su caso, la concurrencia de los requisitos
indicados en los incisos 1 y 2 de este artículo. Corresponde
al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre la
inexistencia del perjuicio, o sobre la existencia de bienes
libres suficientes para garantizar la satisfacción del crédito.”

Artículo 196.- “Para los efectos del artículo 195, se considera


que las garantías, aun por deudas ajenas, son actos a título
oneroso si ellas son anteriores o simultáneamente con el
crédito garantizado”.

Artículo 197.- “La declaración de ineficacia del acto no


perjudica los derechos adquiridos a título oneroso por los
terceros subadquirientes de buena fe”.

Artículo 198.- “No procede la declaración de ineficacia cuando


se trata del cumplimiento de una deuda vencida, si ésta consta
en documento de fecha cierta.”

FIN DE LA PIZARRA

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