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El filésofo entre pafales Hasta hace poco, los cientificos creian que los, bebés eran seres irracionales debido a que te- nian un pensamiento y experiencia muy limita- dos. Ahora Alison Gopnik, destacada psicéloga y filésofa ademas de madre, revela gracias a un innovador estudio que los nifios aprenden més, imaginan més, se preocupan més y experimen- tan mas que cualquier adulto; en cierto modo, son més listos, mas imaginativos, mas cuida- dosos ¢ incluso més conscientes que nosotros. Al mismo tiempo, los nifios entienden el mundo y lo transforman. Somos criaturas radicalmente diferentes, con mentes y experiencias distintas, pero, en defintiva, los adultos somos el produc- to final de! nifio que éramos. Este es un ameno y accesible paseo por los novedosos avances psicolégicos, neurocientfi- c08 y filosdticos en el entendimiento de la men- te de los mas pequefios. «Alison Gopnik nos demuestra en E! filésofo entre I l6sofo entre pafiales pafales que los bebés son el departamento | + D. de la vida.» Eduardo Punset sic REVELAGIONES SORPRENDENTES SOBRE, DE LOS NINOS Y COMO SE ENFRENTAN ALA VIDA PMP. © 10003742 zt terme | INI ALISON GOPNIK § Alison Gopnik El fil6sofo entre pafiales Revelaciones sorprendentes sobre la mente de los nifios y cémo se enfrentan a la vida ‘Traduccién de Maria Jests Asensio temas ‘de hoy. El pspauilzado para la empresién de este libro @s cisn por cen bre de clo y est calficado como papel ecoldgice. Nose permis a eproduecién toto paci ot bo, ‘ita Fecrporacon'aun stam inormatco, so tans {Gh cuslqubr forma o pox cua mec, sea és ctr, fteodnvo, por tAeeop, por reborn u oes mstados, ‘That peiso prey por ectio oe edo. La naccin Solos Goecos mencionados puede ser Conta de deo bara a propledas rnoeclod (Ar. 270 ysquentes dol Céigo Pera Bateeoa GESRO (Cento Espa ce Deechos Reprografendsinaceste felocoparo estarearsgunfagrreto Ge esta ob, Puede conocer Gon CoO a traves dala web vrcoricsncia.com Sipertationo enol 0% 702 19 70/ 882720847 “Thde original The Phiosophicel Baby ponies SiO Be mts 0 Salonen ects °° Bere ra it Ate sommes A ES Gee Ma tase aca FSU Diseio do ta cubierta: Geman Canto / Departamento de Dsafo, ‘Owen Edtoral dal Grupo Pianeta lustracién op la cblerta: © Encama Marin Fotografia doa autora: © Kathieen King mera ediién en Coleccion Book: septiembre ds 2011 Depo aga 928.006.2011 (SEN: 978-84-6460-94- limpresion y encuademactr: Lberdipiox, SL. Printed n Span - Impreso en Espa Biografia ‘Alison Gopnik es catedrtica de psicologia y catedrattica asociada de filosofia de la Universidad de California en Berkeley. Figura de reconocido prestigio internacional, encabeza los trabajos sobre aprendizaje y desarrollo infantil y fue la primera en sostener que la mente de los nitios podia ayudar a comprender profundas cuestiones filoséficas. Es uno de los fundadores del estudio «teoria de la mente», y fue ella quien formulé lo que se conoce como «teoria de la teorfan, andlisis de la idea de que los nifios aprenden de la misma forma en que lo hacen los cientificos, Es autora de unos cien articulos y varios libros, entre los que se incluyen Words, thoughts and theories (en colaboracién con Andrew Mettzoft), 1997, y The Scientist in the Crib (en coleboracion con Andrew Mettzoft y Patricia Kuhl), 1999, que fue bestseller del San Francisco Chronicle y aclamado por la critica. Asimismo, colabora en Science, The Times Literary Supplement, The New York Times, New Scientist y Slate. Ha dado numerosas conferencias sobre la mente infantil, entre las que cabe destacar tos discursos de apertura en organizaciones politicas como el Foro Eoonémico Mundial y la Organizacién para el Desarrollo Econémico, en organizaciones de apoyo a la infancia como Parents as Teachers y Zero to Three, en museos como El Exploratorium, el Museo de los Nifios de Chicago y ef Museo de los Descubrimientos de la Bahia, y en organizaciones cientificas como la Asociacion Estadounidense para el Progreso de fa Ciencia, Ja Asociacion Estadounidense de Psicologia, la Asociacion de Ciencias Psicolégicas y la Asociacién Estadounidense de Filosofia. Tiene tres hijos y vive en Berkeley, California. INDICE Prélogo de Carlos Gonzalez Introduccién Gémo cambian el mundo los nifios Cémo la infancia cambia el mundo Un mapa de carreteras |. MUNDOS POSIBLES Por qué fingen los El poder de los contrafactuales Los contrafactuales en los nitios: planear el futuro Reconstruir el pasado Imaginar lo posible Tmaginacién y causalidad Nitios y causalidad Gausas y posibilidades Mapas y planos Mapas causales Detector de blickets 13, 7 20 23 29 33 35 37 39 41 45 51 82 56 3 5. COMPARIEROS IMAGINARIOS De cémo la ficcién cuenta la verdad Dunzer y Charlie Ravioli Rarezas normales Construir un mapa de la mente Compaticros imaginarios y conocimiento psicolégico Autismo, causalidad e imaginacién. ‘Mapas y ficciones éPor qué las mentes y las cosas son diferentes? Ingenieros del alma La labor del juego ESCAPAR DE LA CAVERNA DE PLATON De cémo Ios nifios, los cientificos y los ordenadores descubren la verdad Observacién: estadistica infantil ‘Experimentacién: hacer que sucedan cosas Demostraci6n: observar los experimentos de mama Comprender las mentes éCOMO ES SER BEBE? Consciencia y atencién Atencién externa Atencién interna La atencién del bebé ‘Los nifios pequeiios y la atencién ’cémo es ser bebé? Viaje y meditacion EQUIEN SOY? La memoria, el yo y ef murmullo interior Consciencia y memoria Los nifios y Ia memoria El conocimiento de cémo conocemos él 66 68 74 6B 76 78 82 89 96 101 107 un 121 128 127 131 138, 139 140 149, 150 154 156 z Construirse a uno mismo Los nitios y el futuro EI monélogo interior Vivir el momento Consciencia interna: asociacién libre, pensamiento hipnag6gico y meditacion insight ¢Por qué cambia la consciencia? construcci6n de la consciencia ‘Un mapa de mi mismo: EL RIO DE HERACLITO Y LOS HUERFANOS. RUMANOS: De cémo nuestra vida infantil moldea nuestra vida adulta Ciclos vitales La paradoja de la herencia ‘De qué manera los bebés educan a sus padres APRENDER A AMAR Apego e identidad Teorfas del amor ‘Ms alld de las madres: monogamia social y maternidad compartida El olima dele vida El nifo que evamos dentro EL AMOR Y LA LEY Los origenes de la moral Imitacién y empatia Tra y venganza ‘Més allé dela empatia Psicdpatas ‘Trolleyology No como yo Ampliar el ofrculo 160 163 166 168 170 172, 175 181 185 186 191 197 197 209 213 214 221, 224 228 229 231 233 235 238 Cumplir las normas Las reglas de los bebés Hacerlo a propésito Las reglas como causas Los peligros de las reglas Ta sabidurfa de Huckleberry Finn 9, LOS BEBES Y EL SENTIDO DE LA VIDA Asombro maravillado Magia Amor Conclusién Agradecimientos Notas Bibliografia indice 10 240 242 204, 245 248 249 253 287 258 260 262 267 271 283 309 Para Blake, mi filoséfico hermano pe- querio, con profunda gratitud por ta ver- dad y el amor que siempre me ha dado PROLOGO Sospechébamos desde hace tiempo que los bebés y los nitios peque- ios son, bésicamente, buena gente; que bajo lo que lamamos «juego» se oculta un intensivo programa de exploracién, descubrimiento y aprendizaje; que observar a nuestros hijos y ayudarles en esa aven- ture es una de las cosas més interesantes y divertidas que podemos hacer. Lo sospech4bamos, pero dificilmente podiamos imaginar los ingeniosos experimentos que neurélogos, psicélogos y otros cienti- ficos estaban haciendo para comprobarlo, y cémo sus hallazgos nos ayudarian a comprender a nuestros hijos y a nosotros mismos. Alison Gopnik comienza desmintiendo el mito de que los nifios pequefios no saben distinguir la realidad de la ficcién, pero al mismo tiempo explicéndonos por qué la ficci6n, la capacidad de imaginar situaciones distintas a las reales —squé pasaria si...—, es tan im- portante pare ellos, Solo imaginando otros mundos podemos desear- Jos, y por tanto decidirnos a cambiar el mundo que conocemos. te desespera que su hija tire una y otra vez al suelo el mismo {uguete? Esté aprendiendo cosas importantes. LPor qué cae y no se queda flotando en el aire, qué ruido hace al llegar al suelo, por qué 8 ‘unas cosas se rompen y otras no, cudntas veces me lo recogeré mi padre antes de cansarse del juego? Galileo revolucion6 la fisica ti- rando objetos desde lo alto de la Torre de Pisa y observando lo que ocurria, 2a notado, en otras ocasiones, con qué profunda atencién mira su hija lo que hacen otros nifios y adultos? Esté aprendiendo ‘e6mo funciona el mundo mediante los experimentos que hacen otros, y esté también aprendiendo cémo funciona la mente de los. otros, Poco a poco los bebés van perfeccionando sus mapas causales, que les permiten predecir cuéles serén las consecuencias més pro- bables de distintas acciones y situaciones, y sus teorfas de la mente, que les permiten comprender los deseos, objetivos y conductas de otras personas. Que les permiten vivir en sociedad. 4C6mo saber qué opina sobre causas y consecuencias un behé que todavia no habla? El experimento asombra por su misma simplici dad. Los nitios, como los adultos, prestan més atencién a las cosas raras, novedosas o inesperadas. Apenas miramos a un perro en la calle, porque en la calle suele haber perros. Pero seguirfamos con la mirada a una oveja en el centro de la ciudad, y probablemente nos parariamos para contemplar a una gacela. Cuando el bebé cree que Jo que ocurre ahora es la légica consecuencia de lo que ocurrié antes, apenas mira. Pero si el resultado le sorprende, si una causa no pare- ce tener la consecuencia esperada, presta més atencién. Asi podemos averiguar si el bebé sabia lo que iba a pasar. Pero tal voz soan los estudios y descubrimiontos sobre la étioa de los bebés los que més captan nuestro interés. Con apenas catorce meses demuestran solidaridad: son capaces de dar a otras personas cosas que ellos mismos desean, A los dieciocho meses muestran también empatfa: comprenden que otras personas tienen gustos o intereses distintos a los suyos, y son capaces de dar al otro lo que el otro desea. ‘Antes de los tres atios distinguen perfectamente entre lo que son sim- plemente normas arbitrarias (colgar la bata, lavarse las manos) y lo que son imperativos morales (no pegar a otro nifio, no insultar), En mi ya lejana adolescencia lei, no recuerdo dénde, una frase atribuida a Einstein que me quedé grabada: «No hagas nunca nada “ contra tu conciencia, ni siquiera si el Estado te lo pide». Con asombro y emocién me entero de que pequetios filésofos de dos aiios y medio ya han descubierto por si mismos aquella méxima. Saben que, si la profesora cambia la norma, ya no hard falta colgar la bata. Pero que pegar a otto nitio siempre seré malo, aunque todas las profesoras dijeran que no lo es. El fildsofo entre panales es un libro ameno y riguroso. Interesaré a psic6logos, educadores, filésofos y profesionales de la salud, pero también a todas aquellas personas que desean comprender mejor el funcionamiento de la mente humana, Y, sobre todo, ayudaré a miles de padres a entender mejor a sus hijos y a deleitarse (atin més si cabe) observandolos, 5 INTRODUCCION ‘Un bebé de un mes mira fijamente la cara de su madre con el cetio fruncido por la concentracién; y, de pronto, esboza una beatffica sonrisa, Sin duda ve a su madre y siente amor, pero iqué es ver y sentir para ese bebé? /Oué es ser bebé? Una nitia de dos afios ofrece a un desconocido con cara de hambre une piruleta medio mordida. Puede una orfa tan pequelia sentir ya empatia y ser altruista? Una nifia de tres afios comunica que solo se sentard a comer si se hace sitio a los Babies, los diminutos gemelos de pelo morado que viven en su bolsillo y toman flores para desayunar. {Cémo puede creer con tanta intensidad en algo que es solo producto de su imaginacién? 2¥ de dénde se saca tan extraordinarias criaturas? Una nifia de cinco atios descubre, con la ayuda de un pececillo de colores, que la muer- te es irreversible. 2Cémo puede una chiguilla que ni siquiera sabe leer ni sumar destapar verdades tan profundas y tan duras sobre la mortalidad? La criatura de un mes se convierte en Ja nifia de dos anos; y, luego, en la de tres; y en la de cinco; y, finalmente, de ma- nera milagrose, se convierte en madre de sus propios hijos. ¢Gémo pueden ser criaturas tan diferentes la misma persona? Todos en ” algiin momento fuimos nitios y la mayoria nos convertiremos en padres; y todos nos hemos hecho esa clase de preguntas. La infancia es una parte compleja de la condicién humana. Pero se trata también de una parte de esa condicisn poco estudiada: la da- mos tan por sentada que apenas reparamos en ella. La infancia es un hecho universal, pero cuando pensamos en ella lo hacemos casi siempre a titulo personal, utilizando la primera persona: 2Qué de- berfa hacer, ahora, con mi hijo? Qué es lo que hicieron mis padres que me llevé a ser como soy? La mayoria de los libros sobre los niios son asf, desde las biografias y las novelas hasta los omnipresentes manuales orientativos para padres. Pero la infancia no es solo el particular nudo argumental de las autobiografias irlandesas ni un problema conereto de los que se resuelven en los programas estado- unidenses de autoayuda, Ni siquiera es algo que sencillamente com- partamos todos los seres humanos. Es, como argumentaré, lo que hace humanos a todos los seres humanos. Cuando empezamos a pensar en la infancia con més profundidad, nos damos cuenta de que ese hecho universal, en apariencia sencillo, esta plagado de complejidades y contradicciones. Los nifios son asombrosamente familiares y extrafios al mismo tiempo. Unas veces parece que son como nosotros, y otras se dirfa que viven en un mun- do del todo diferente. Dan la impresién de tener una mente muy li- mitada; saben mucho menos que nosotros. Y, sin embargo, tienen extraordinarias capacidades imaginativas y crestivas mucho antes de que aprendan a leer y escribir, y sorprendentes habilidades de aprendizaje mucho antes de que vayan al colegio. Su experiencia del mundo unas veces parece escasa y concreta; otras, mucho més di- versa que Ia de los adultos. Se considera que nuestras experiencias infantiles fueron decisivas en la formacién de quiénes somos. ¥, sin embargo, todos sabemos que el camino de la infancia a la edad adul- ta es sinuoso y complejo, y que el mundo estd leno de santos con padres terribles; y de neuréticos con padres caritiosos. Los nifios, cuanto més pequeiios, més misteriosos son. Podemos recordar més o menos cémo era tener cinco o seis, y podemos hablar 18 con nitios en edad escolar en razonables condiciones de igualdad, Pero los bebés y los nifios que empiezan a andar son otro mundo completamente. Los bebés no saben caminar ni hablar, e incluso los que empiezan a andar, bueno,... andan; y, sin embargo, la ciencia —yel sentido comtin— nos dice que en esos primeros afios aprenden més de lo que nunca aprenderén, Puede que resulte arduo ver e6mo elnifio es el padre del hombre. Atin més dificil es rastrear la relacin entre el yo que escribe esta pagina y el bulto de ropas de poco mas de tres kilos de hace cincuenta afios, todo ojos y frente, o incluso el posterior torbellino de trece kilos y frases embarulladas, intensas emociones y alocados juegos de fingimfento, Ni siquiera tenemos una buena palabra para referimnos a esta escala de edad. Este libro se centraré en los nifios menores de cinco afios y a veces se usaré el término ebebés» para hablar de cualquier criatura menor de tres. Para mi, abebés» significa esa concreta y adorable combinacion de mofletes y curiosa pronunciacién, aunque reconozco que muchos nifios de tres afios rechazarfan esa descripcién enérgicamente. Nuevos estudios cientificos y un nuevo pensamiento filos6fico han iluminado y a la vez aumentado el misterio. En los iltimos treinta afios, ha habido una revolucién en nuestra comprensi6n cientifica de ‘bebés y nitios pequetios. Pensdbamos que los bebés y los niftos peque- fos eran irracionales, egocéntricos y amorales. Su pensamiento y su experiencia eran concretos, inmediatos y limitados. En realidad, los psioélogos y los neurocientificos han descubierto que lus Leds uu solu aprenden més, sino que imaginan més, se preocupan més y experi- mentan més de lo que nunca habrfamos crefdo posible. En ciertos sentidos, los nifios pequetios son mis inteligentes, més imaginativos, mds afectuosos e incluso més conscientes que los adultos. Esta revolucién cientifica ha levado a los filésofos a tomarse a los. nifios en serio por primera vez. Los nifios son profundos y descon- certantes, y esta combinacién es el clésico territorio de la filosofia. ‘Sin embargo, en 2500 afios de filosoffa no encontramos nada sobre Jos nifios. Un marciano que tratara de entendernos estudiando filo- sofia terricole facilmente podria deducir que los seres humanos se 10 reproducen por clonacién asexual. E] indice de las miles de paginas de la Enciclopedia de filosofia de 1967 carece de referencias a bebés, pérvulos, familias, progenitores, madres o padres, y solo contiene cuatro a niiios. (Hay cientos de referencias a los éngeles y al lucero del alba) Recientemente, sin embargo, eso ha empezado a cambiar. Los filé- sofos han comenzado a prestar atencién a los bebés e incluso a apren- der de ellos. En la Enciclopedia de filosofia actual se incluyen articu- los que tratan sobre bebés, con titules como «Cognicién infantil y «Teoria de la mente infantil». Doy charlas en la Sociedad Filoséfica Estadounidense asi como en la Sociedad para Ja investigacién del Desarrollo Infantil, y los filésofos discuten acerca de cuando entien- den los bebés la mente de otros, de cémo aprenden sobre el mundo y_ de si son capaces de sentir empatia. Algunos, incluso, se sientan, pe- ligrosamente, en las sillitas de las clases de preescolar y hacen expe- rimentos con nifios. La reflexién sobre bebés y nifios pequetios puede ayudar a proporcionar nuevas respuestas a preguntas fundamentales acerca de la imaginacién, la verdad, la consciencia, la identidad, el amor y la moralidad. En este libro abogo por una nueva visién de esas ideas filos6ficas fundamentales, basada en los bebés, y por una nueva visién de los bebés, basada en esas ideas filoséficas. Cémo cambian al mundo tos nifios Detrés de todos los razonamientos y experimentos especificos de este libro late una importante idea general: més que ninguna otra criatura, los seres humanos son capaces de cambiar. Cambiamos el mundo que nos rodea, a otras personas y a nosotros mismos. Los nitios, y la infancia, ayudan a explicar cémo cambiamos. ¥ el hecho de que cambiemos explica por qué los nitios son como son, ¢ incluso por qué existe la infancia. En diltima instancia, las nuevas explicaciones cientificas de la in- fancia se enraizan en la teoria de la evolucién, Pero el estudio de los 20 nifios eva a un panorama muy diferente del tradicional ofrecido por la psicologia evolutiva de cémo la evolucién conforma nuestras vidas. Algunos psicélogos y filésofos sostienen que la mayor parte de lo que es significativo respecto de la naturaleza humana viene determinada por nuestros genes..., ese sistema integrado innato que nos hace ser quienes somos. Estamos dotados de una serie de habilidades claras y precisas, concebidas para adaptarse a las ne- cesidades de nuestros antepasados prehistéricos del Pleistoceno hace 200 000 afios, Como era de esperar, esta visién no tiene en cuenta la importancia de la infancia. La idea es que tal vez sea ne- cesario un entorno infantil lo suficientemente bueno como para permitir que se desarrollen aspectos innatos de la naturaleza huma- na. Pero, por lo demés, la infancia no tendra mucha influencia, ya que nacemos con casi todo lo importante relativo a la naturaleza humana en general, y al carécter individual en particular. Pero esta visién no recoge nuestras vidas mientras las vivimos y mientras cambian y se desarrollan con el tiempo. Cuando menos, tenemos la sensacién de que creamos de manera activa nuestras vidas al cambiar nuestro mundo y a nosotros mismos. Esta vision ‘tampoce explica los cambios histéricos radicales de la vida humana. ‘Sinuestra naturaleza est4 determinada por los genes, se supone que ahora serfamos como éramos en el Pleistoceno. El hecho desconcer- tante de los seres humanos radica en que nuestra capacidad de cambio, tanto en nuestra propia vida como a través de la historia, es lo més distintivo e inmutable de nosotros. Hay alguna forma de explicar esta flexibilidad y creatividad, esta capacidad para alterar nuestro destino individual y colectivo, sin recurrir al misticismo? Curiosamente, la respuesta viene de los nifios muy pequeiios, y conduce a un tipo de psicologia evolutiva muy diferente. La gran ventaja evolutiva de los seres humanos radica en su capacidad para escapar a las limitaciones de la evolucién. Podemos aprender de nuestro entorno, podemos imaginar entornos diferentes y podemos hacer que esos entornos imaginados se conviertan en realidad. ¥, como especie sumamente social, otras personas constituyen la par- a te més importante de nuestro entorno. De este modo, es muy pro- bable que aprendamos sobre la gente y usemos ese conocimiento para cambiar el comportamiento de otras personas, as{ como el nuestro, El resultado es que los seres humanos, como parte funda- mental de su capacidad evolutiva y como la parte més profunda de su naturaleza humana, estén inmersos en un ciclo constante de cambio, Cambiamos nuestro entorno y nuestro entorno nos cambia a nosotros, Modificamos la conducta de otras personas y su conduc- ta cambia la nuestra. Empezamos con la capacidad de aprender de manera més efectiva y més flexible sobre nuestro entorno que ninguna otra especie. Este conocimiento nos permite imaginar nuevos entornos, incluso radi- calmente diferentes, y actuar para cambiar los ya existentes. Enton- ces podemos aprender de los elementos inesperados del nuevo en- ‘torno que hemos creado y cambiar ese entorno una vez ms; y asi sucesivamente. Lo que los neurocientificos Haman splasticidads la habilidad para cambiar a la luz de la experiencia— constituye la clave de la naturaleza humana en todos los niveles, desde el cerebro y la mente hasta las sociedades. E] aprendizaje es una parte clave del proceso, pero la capacidad humana para el cambio va més alld del mero aprendizaje, El apren- dizaje tiene que ver con la forma en que el mundo nos cambia la ‘mente, pero nuestra mente también puede cambiar el mundo. El desarrollo de una nueva teorie sobre el mundo nos permite imeginar de qué otras formas podria sor el mundo. Comprender a otras per- sonas y a nosotros mismos nos permite imaginar otras formas de ser humano. Al mismo tiempo, para cambiar nuestro mundo, nuestro ser y nuestra sociedad tenemos que pensar en cémo deberfamos ser: y también en lo que ya somos, Este libro trata sobre cémo los niitos desarrollan mentes que cambian el mundo. Paicélogos, filésofos, neurocientificos e informaticos estén empe- zando a identificar, con precisiGn y detalle, algunos de los mecanis- ‘mos bésicos que nos proporoionan esa capacidad caracterfsticamen- te humana para el cambio, esos aspectos de muestra naturaleza que 2 permiten que la educacién y la cultura tengan lugar. Incluso estamos empezando a desarrollar rigurosas descripciones mateméticas de algunos de esos mecanismos. Veremos que estas investigaciones y este pensamiento nuevos, la mayorfa realizados en los iltimos afios, nos han procurado una nueva comprensién de como los ordenadores Diolégicos de nuestros cerebros realmente producen libertad y fle- Si mientras escribo esto miro las cosas corrientes que hay a mi alrededor —la lémpara eléctrica, la mesa rectangular, la taza simé- trica de brillante porcelana, la luminosa pantalla del ordenador—, casi nada se parece a lo que habria visto en el Pleistoceno. Todos ‘e505 objetos en algiin momento fueron imaginarios, son cosas que los seres humanos han creado, ¥ yo misma, mujer cientifico-cogni- tiva que escribe sobre la filosofia de losniios, tampoco podria haber existido en el Pleistoceno. También yo soy creacién de la imagina- cién humana, y usted también. Cémo fa infancia cambia el mundo El mero hecho de la infancia —nuestro largo y protegido periodo de inmadurez— desempefia un papel fundamental en esta capacidad humana de cambiar el mundo y a nosotros mismos. Los nitios no son moyores deficientes, adultos primitives que gradualmente alcanzan nuestra perfeccién y complejidad. Nifios y adultos son formas dife- rentes de Homo sapiens. Tienen mentes, cerebros y formas de cons- ciencia muy diferentes, aunque igual de complejas y poderosas, dise- fiadas para realizar distintas funciones evolutivas. El desarrollo humano es una metamorfosis, como las orugas que se convierten en mariposas, més que un simple crecimiento, aunque pueda parecer que los nitios son las vivaces y errantes mariposas que se transforman en orugas al avanzar lentamente por el camino hacia Ja edad adulta, Qué es la infancia? Es un periodo especifico del desarrollo en el que los seres humanos j6venes dependen de manera excepcional de 23 los adultos. La infancia literalmente no podria existir sin cuidadores. ePor qué pasamos por un periodo de infancia? Los seres humanos tienen un periodo de inmadurez y dependencia mucho més extenso, una infancia mucho més larga, que otras especies, y ese periodo de inmadurez se ha hecho més largo a medida que ha avanzado la his- toria humana (como quizé nosotros, padres de veinteafieros, reco- nozcamos con un suspiro). 2Por qué los bebés son tan indefensos durante tanto tiempo y por qué los adultos invierten tanto tiempo yenergfa en su cuidado? Ese prolongado periodo de inmadurez est intimamente relacio- nado con la capacidad humana de cambiar. Nuestras capacidades hhumanas de imaginacién y aprendizaje tienen muchas ventajas: nos permiten adaptarnos @ entornos més variados que ninguna otra especie y cambiar nuestros propios entornos como ningin animal puede. Pero también tienen una gran desventaja: aprender leva tiempo. No deseas quedarte atascado investigando todas las formas posibles de cazar un ciervo cuando Hevas dos dias sin comer, 0 aprender todo el saber acumulado sobre los tigres diente de sable cuando tienes a uno persiguiéndote. A mf me vendria bien dedicar una semana 4 examinar todas las posibilidades de mi nuevo orde- nador, como harfa mi hijo adolescente, pero, con los tigres diente de sable de los plazos de solicitud de becas y las clases piséndome los talones, sencillamente soguiré con mis viejos métodos. ‘Un animal que depende del conocimfento acumulado de generacio- nes pasadas tiene que disponer de tiempo para adquirir ese conovi- miento. Un animal que depende de la imaginaci6n tiene que disponer de tiempo para ejercitarla, Ese tiempo es la infancia. A los nifios se les protege de las exigencias habituales de la vida adulta; no tienen que cazar ciervos ni resguardarse de los tigres diente de sable, por no hablar de redactar proyectos o dar clases; todas esas cosas se las, dan hechas. Lo tinico que tienen que hacer ellos es aprender. Cuando somos nifios nos dedicamos a aprender sobre el mundo y a imaginar otras formas posibles de mundo. Cuando nos hacemos adultos pone- mos en practica todo lo que hemos aprendido e imaginado. Hay una especie de divisién evolutiva del trabajo entre nifios y adultos. Los nifios son ol departamento de I+D dela especie humana, Jos tebricos, los de las ideas geniales. Los adultos son produccién y mérquetin, Ellos hacen los descubrimientos; nosotros los ponemos en prictica, Se les ocurren miles de nuevas ideas, la mayoria iniitiles, y nosotros cogemos las tres 0 cuatro buenas y las hacemos realidad, Si nos fijamos en las capacidades de los adultos —planifieacién a Jargo plazo, ejecucién répida y automética, reaccién répida y hébil ante los ciervos, los felinos y las fechas Iimite—, los bebés y los nifios pequeiios son, en efecto, bastante patéticos. Pero si nos fijamos en nuestras capacidades distintivas para el cambio, en especial en la smaginacién y el aprendizeje, los lentos resultan ser los adultos. Las ‘orugas y las mariposas hacen bien cosas distintas. ‘La division basica del trabajo entre nifios y adultos se refleja en su mente, su cerebro, sus actividades cotidianas ¢ incluso en su expe- riencia consciente. Parece que el cerebro de los bebés posee cualida- des especificas que lo hacen especialmente apropiado para la ima- ginaci6n y el aprendizaje. El cerebro de los bebés tiene muchas més conexiones que el de los adultos; los bebés tienen més caminos neu- ronales disponibles que los adultos. A medida que nos hacemos mayores y tenemos més experiencias, nuestro cerebro poda los ca- minos més fragiles y menos usados, y refuerza los que se usan més a menudo, Si mirasemos un mapa del cerebro de un bebé, verfamos que se parece a la antigua cludad de Parfs, con muchas callecitas serpen- teantes y conectadas entre si, En el cerebro adulto todas esas calleci- tas se han sustituido por una red neural de pocos pero mis eficientes bulevares, con capacidad para mucho més tréfico, Los cerebros jé- venes son también mucho més moldeables y flexibles, cambian con mucha més facilidad. Pero son mucho menos eficientes; no trabajan con tanta rapidez ni efectividad. Hay cambios atin mas especificos, que desempefian un papel par- ticularmente importante en la metamor‘osis de la infancia a la edad adulta. Estén relacionados con la corteza prefrontal, una parte del cerebro que esté excepcionalmente bien desarrollada en los seres, humanos y que constituye el lugar al que los neurocientificos a me- nudo apuntan como emplazamiento de las capacidades caracteris- ticamente humanas. Los cientificos han localizado sofisticadas ca- acidades para el pensar, organizar y controlar en el érea prefrontal. Por ejemplo, en los afios cincuenta, por una trégica combinacién de error y arrogancia, a los pacientes psiquidtricos se los sometfa a lobotomies prefrontales, operaciones en las que se extraia esa parte del cerebro. Aunque esos pacientes seguian siendo funcionales en apariencia, habian perdido en gran medida la capacidad para tomar decisiones, controlar sus impulsos y actuar de manera inteligente. La corteza prefrontal es una de las tiltimas partes del cerebro en madurar, El cableado de esta parte de la corteza, el proceso de re- cortar unas conexiones y fortalecer otras, puede que no se comple- te hasta mediada la veintena (otro suspiro de los padres de veintea- eros). Recientemente, los neurocientificos han descubierto que todo el cerebro es més maleable y cambiante, incluso en la edad adulta, de lo que se pensaba, Aun asi, algunas partes —el sistema visual, por ejemplo— parecen adquirir su forma adulta en los pri- meros meses de vida. Otras, comola corteza prefrontal y las conexio- nes entre la zona prefrontal y otras partes del cerebro, se desarrollan mucho més despacio. Siguen cambiando durante la adolescencia y més alld. La corteza visual es précticamente igual a los seis meses que a los sesenta atios, mientras que el érea prefrontal adquiere su forma definitiva colo on la edad adulta. Podria pensarse que eso significa que los nitios son adultos defi- cientes, que carecen de las partes del cerebro que son més cruciales para el pensamiento racional adulto, Pero igualmente podria decirse ‘que, por lo que se refiere a la imaginacién y el aprendizaje, la inma- durez prefrontal permite a los nifios ser superadultos. La corteza prefrontal esté especialmente relacionada con la inhibicin, En rea- lidad, ayuda a desconectar otras partes del cerebro, limitando y centrando la experiencia, la accién y el pensaimiento, Este proceso es crucial para el pensamiento complejo, la organizacién y la actua- cién que desarrollan los adultos. Para ejecutar un plan complejo, por 26 ejemplo, hay que realizar solo las acciones que se establecen en ese plan y no todas las otras posibles acciones. Y hay que prestar aten- cién solo a los acontecimientos que son relevantes para ese plan y no @ todos los demés. Cualquiera que trate de convencer a un crio de tres afios de que se vista para ir a la guarderia desarrollaré la capacidad de inhibicién, Serfa mucho més facil si el nifto no parara de examinar cada mote de polvo de la habitacién, abrir los cajones ‘uno tras otro y quitarse los calcetines que le acabas de poner, Pero, como veremos, la inhibicién tiene un inconveniente silo que te interesa ante todo es la imaginacién y el aprendizaje. Para ser imaginativo, tienes que considerar todas las posibilidades que pue- das, incluso las més descabelladas ¢ inauditas (quizd el armario funcionarfa mejor sin todos esos cajones). En el aprendizaje, tienes que estar abierto a cualquier cosa que podria resultar ser la verdad {tal vez esas motas de polvo guarden el secreto del universo). De hecho, la carencia de un fuerte control prefrontal puede que repre- sente una ventaja de la infancia. En otro sentido, la corteza prefrontal es la parte més activa del cerebro durante la infancia, cambia continuamente a lo largo de esos afios y su forma final depende en gran medida de la experiencia in- fantil. La capacidad de imaginacién y aprendizaje durante la infancia ‘nos proporciona la informacién que nosotros los adultos empleamos para organizar y controlar nuestra conducta de manera inteligente, De hecho, hay indicios de que un alto coeficiente intelectual (G0 esta en correlacién con Iébulos frontales més moldeables y més tardia- mente desarrollados. Mantener la mente abierta durante més tiempo puede que en parte sea lo que te haga més inteligente. Esas diferencias en cerebros y mentes suponen que los adultos y los nitios pasan sus dfas de manera diferente también: nosotros tra- bajamos, los bebés juegan. El juego constituye el rasgo distintivo de Ja infancia, Es la manifestaci6n viva y visible de la imaginacién y el aprendizaje en funcionamiento. Es también la sevial mas visible de Ja inutilidad paradéjicamente util de la inmadurez. Por definicién, Jugar —el bebé que encaja piezas y aprieta los botones de una caja 7 de sorpresas 0 el nitio que finge ser desde una sirena aun ninja—no tiene un sentido, finalidad o funcién obvios. No contribuye al desa- rrollo de los objetivos basicos evolutivos del apareamiento y la caza, el ataque y la huida. ¥ sin embargo, estas acciones inttiles —y les equivalentes adultas a las que hacemos un hueco en nuestros dfas laborables— son clara y caracteristicamente humanas, y sumamen- te valiosas. Las obras de teatro son juego, y también lo son las no- velas, los cuadros y las canciones. ‘Todas esas diferencias entre nifios y adultos sugieren que la cons- ciencia de los niifos, la textura de su experiencia cotidiana del mun- do, debe de ser muy diferente de Ja nuestra. El cerebro y la mente de los nifios son radicalmente diferentes de los nuestros, asf que también tiene que serlo su experiencia, Estas diferencias no son finicamente una fuente de curiosidad ociosa, Fodemos utilizar lo que sabemos acerca del cerebro y la mente de los nifios para estudiar su consciencia, Podemos servirnos de las herramientas de la psicologia, laneurociencia y la filosofia para comprender la vida interior de los, nifios. A su vez, entender la consciencia de los nifios nos proporcio- na una nueva perspectiva de la consciencia cotidiana de los adultos y de lo que significa ser humano, Asimismo, esas diferencias plantean fascinantes cuestiones sobre la identidad. Bebés y adultos son criaturas radicalmente diferentes, con mentes, cerebros y experiencias diferentes. Pero, desde otra ‘porepective, loo adultos somos cl producto final de la infoncia. Nucs- tro cerebro es el cerebro que conforms la experiencia; nuestra vida esla vida que empez6 cuando éramos bebés; nuestra consciencia es Ta consciencia que se remonta a la infancia. El fildsofo griego Heré- clito dijo que nadie se baria dos veces en el mismo rfo, porque ni el fo ni el que se bafia son los mismos. Pensar en los nifios y en la in- fancia nos da una idea muy gréfica de que nuestra vida, y nuestra historia como especie, es esa clase de rio en constante cambio, que fluye permanentemente, ‘Todos los procesos de cambio, imaginaci6n y aprendizaje dependen en iiltima instancia del amor. Los cuidadores humanos quieren a sus 28 ‘bebés de una manera particularmente intensa y significativa. Ese amor es uno de los motores del cambio humano. El amor de los pa- res no es solo un instinto primitivo y primordial, en directa co- nexién con el comportamiento afectuoso y protector de otros ani- males (aunque ciertamente existen esas conexiones). Mas bien, nuestra extensa vida de padres desempeita un papel decisivo en la aparicién de la capacidad més sofisticada y més caracterfsticamen- te humana, Nuestra prolongada inmadurez es posible solo porque confiamos en el amor de las personas que nos cuidan. Podemos aprender de los descubrimientos de generaciones anteriores porque esos mismos carifiosos cuidadores invierten en nuestra ensefianza. No se trata solo de que sin cuidados maternales los seres humanos carecerian de proteccién, afecto y seguridad emocionel; también carecian de cultura, historia, moral, ciencia y literatura. Un mapa de carreteras En los primeros tres capftulos de este libro examinaré el pensamien- to filos6fico y las investigaciones psicologicas en los que se besa nuestra nueva interpretacién de la imaginacién y el aprendizaje. Incluso los bebés més pequetios saben mucho de como funciona el mundo. ¥, sin embargo, los nifios que empiezan a dar sus primeros pasos emplean la mayor parte del tiempo que pasa desplestos en rmundos fingidos, tomando educadamente un té imaginarioy luchan- do ferozmente con tigres imaginarios. {Por qué? En el capitulo 1 explicaré c6mo el conocimiento y la imaginacién estén interrelacio- nados. Los nitios utilizan su conocimiento para construir universos alternativos, distintas maneras de cémo podria ser el mundo. Asimismo, los nifios saben mucho sobre cémo funciona la gente. Eso les permite imaginar nuevas formas en que la gente, incluidos ellos mismos, podria pensar o actuar, Enel capitulo 2 explicaré como esas habilidades llevan a los nifios a crear amigos imaginarios; y a Jos adultos, a crear obras draméticas y novelas. 29 En el capitulo 3 mostraré de dénde vienen el conocimiento y la imaginacién, Los fildsofos de la ciencia y los cientificos informéticos han desarrollado nuevas ideas sobre cémo son posibles el aprendi- zaje y la imaginacién, ideas que de hecho se han empleado para diseiar ordenadores que pueden aprender e imaginar. Esas ideas pueden explicar también cémo los nifios aprenden e imaginan tanto como hacen. Mostraré que los bebés, al igual que los cientificos, se sirven de estadisticas y experimentos para conocer el mundo. Pero tienen también una manera de aprender excepcionalmente eficien- te y caracteristicamente humana: tienen cuidadores que les ense- ian, Esas formas de aprendizaje nos permiten cambiar constante- mente nuestra vision del mundo y de las posibilidades que ofrece. En los siguientes dos capitulos hablaré de la consciencia. La for- ma en que vemos el mundo como adultos es como lo hemos visto siempre y como siempre lo veremos? 2O la propia consciencia podria cambiar? iCémo es ser bebé? La consciencia de los adultos tiene dos aspectos diferentes. Primero, est muestra consciencia externa: el vivido conocimiento del mundo que nos rodea, el azul del cielo, el canto de los péjaros. En el capitulo 4 describiré nuevos estudios sobre la mente y el cerebro de los bebés; y, en especial, sobre la atencién de los bebés. Los nitios atienden al mundo de una manera muy diferente a como lo hacemos nosotros, y esta clase de atencién est4 relacionada con su extraordinaria capacidad de aprendizaje. Argiiré que los bebés son en realidad mas conscfentes de 10 que 10 somos nosotros, tienen una consciencia més vivida de todo lo que les rodea. Experimentamos también una consciencia interna. Es el flujo de Pensamientos, sentimientos y planes que pasan deprisa por ese yo interior que es también ese ojo interior, el observador interno, el autobidgrafo, el ejecutivo que Hamamos nuestro yo. En el capitulo 5 expondré que esa consciencia interna quizé sea muy diferente en los bebés y nifios de entre uno y tres aiios, y en los adultos. Losbebés experimentan el pasado y el futuro, la memoria y el deseo, de una manera muy distinta a la nuestra. No parecen tener la misma clase 30. de observador interno, y recuerdan el pasado y hacen planes para el futuro de muy diferentes maneras. Un tinico y unificado yo es algo que nosotros creamos, no algo que nos viene dado. En los siguientes tres capitulos examinaré lo que esas ideas nuevas nos aportan sobre otra serie de cuestiones, como la identidad, el amor y lamoral. Con frecuencia, con las cuestiones mas importantes para nosotros, padres de nuestros hijos, y, claro esté, como hijos de nuestros padres, En el capitulo 6 hablaré sobre la relacién entre nuestras vidas como nitios y nuestras vidas como adultos, ¢COmo las experiencias y las acciones de la infancia conforman nuestras expe- riencies y acciones posteriores?, éde qué manera Ja infancia nos convierte en quienes somos? En el capitulo 7 me centraré en una parte en concreto de este asunto: De dénde viene el amor entre padres ¢ hijos?, ade qué manera conforma nuestros amores y nues- tras vidas de adultos? Sostendré que no estamos simplemente deter- minados por nuestros genes o nuestras madres. También las expe- riencies de la infancia marcan la pauta de cémo creamos nuestra propia vida. En el capitulo 8 explicaré lo que los nifios nos cuentan sobre nues- tras vidas morales. Los bebés y los nifios pequefios no son las cria ‘turas amorales que crefamos. Incluso los nifios mas pequetios tienen sorprendentes capacidades para la empatfa y el altruismo. E incluso Jos nifios que empiezan a dar los primeros pasos saben que hay que seguir las normas, pero que pueden cambiarse. Estas dos capacida- des para el amor y la ley, para preocuparse por otros y seguir las normas, permiten la combinaci6n tan caracteristicamente humana de profundidad moral y flexibilidad. Ellas explican cémo podemos cambiar nuestras leyes y normas para adecuarlas a nuevas circuns- tancias sin caer on el relativismo moral. Finalmente, en el capitulo 9, hablaré sobre la importancia espiri- ‘tual de los bebés, sobre los bebés y el sentido de la vida. Para la mayorfa de los padres, criar @ los hijos es una de las experiencias més importantes, significativas y profundas de la vida. 2Es una ilu- sion evolutiva?, dun truco para que sigamos reproduciéndonos?

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