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Los reglamentos técnicos y las normas sobre productos pueden variar de un país a otro.
La existencia de demasiados reglamentos y normas diferentes plantea dificultades a
productores y exportadores. Si los reglamentos se establecen de manera arbitraria,
pueden utilizarse como pretexto a efectos proteccionistas.
En las secciones siguientes se ofrece una presentación más detallada del Acuerdo.
OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
OBJETIVO GENERAL
Hacer un breve análisis sobre el acuerdo sobre obstáculos técnicos al comercio.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Determinar la función del Acuerdo sobre Obstáculos técnicos al Comercio.
Describir la importancia de este Acuerdo para la información y relaciones con el
comercio.
Realizar un análisis de los artículos que comprenden este acuerdo y como afectan al
comercio y sus relaciones.
1.- Historia del Acuerdo OTC
El GATT de 1947 no establecía una estructura jurídica detallada para el tratamiento de
los reglamentos técnicos y las normas. En la década de 1970 surgió la idea de que era
necesario un acuerdo específico a tal efecto.
El Acuerdo OTC plurilateral de la Ronda de Tokio se firmó al finalizar la Ronda, el 12 de
abril de 1979, y entró en vigor el 1º de enero de 1980. Establecía reglas para la
elaboración, adopción y aplicación de reglamentos técnicos, normas y procedimientos
para la evaluación de la conformidad. Cuando finalizaron las negociaciones de la Ronda
Uruguay, 46 Partes Contratantes del GATT habían aceptado el Acuerdo OTC de la
Ronda de Tokio (IBDD S26/9 (1980)). Este Acuerdo fue considerado un gran éxito
porque muchas Partes en el GATT se adhirieron a él, lo que no siempre sucedió con
otros acuerdos plurilaterales establecidos en el marco del GATT de 1947.
El Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) trata de asegurar que los
reglamentos, las normas y los procedimientos de prueba y certificación no creen
obstáculos innecesarios. Sin embargo, en el Acuerdo se reconoce también el derecho
de los países a adoptar las normas que consideren apropiadas; por ejemplo, para la
protección de la salud y la vida de las personas y de los animales o la preservación de
los vegetales, para la protección del medio ambiente o en defensa de otros intereses de
los consumidores. Por otra parte, no se impide a los Miembros adoptar las medidas
necesarias para hacer cumplir sus normas. Pero existe un marco de principios que
aportan contrapeso. Una miríada de reglamentos puede ser una pesadilla para los
fabricantes y exportadores. La vida sería más fácil si los gobiernos aplicaran normas
internacionales, y el Acuerdo los alienta a que así lo hagan. De cualquier modo, sean
cuales fueren los reglamentos que utilicen, no han de ser discriminatorios.
El Acuerdo también contiene un código de buena conducta por el que se rigen los
órganos gubernamentales, no gubernamentales o industriales para la preparación,
adopción y aplicación de normas voluntarias. Son más de 200 los órganos de
normalización que aplican el código.
El Acuerdo estipula que los procedimientos utilizados para decidir si un producto está
en conformidad con las normas pertinentes tienen que ser justos y equitativos. Se
desaconseja la utilización de métodos que den a los bienes de producción nacional una
ventaja injusta. El Acuerdo fomenta también el reconocimiento mutuo entre los países
de los procedimientos de evaluación de la conformidad. Sin ese reconocimiento, tal vez
habría que duplicar las pruebas de las mercancías, llevándolas a cabo primero en el
país exportador y luego en el país importador.
Los fabricantes y los exportadores necesitan saber cuáles son las normas que se aplican
en sus posibles mercados. Para contribuir a que esa información se facilite de manera
conveniente, se exige a todos los gobiernos Miembros de la OMC que establezcan
servicios nacionales de información y se mantengan mutuamente informados por
conducto de la OMC — alrededor de 900 reglamentos nuevos o modificados se notifican
cada año. El Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio es el principal centro de
intercambio de información para los Miembros y también el foro principal para el examen
de las inquietudes relacionadas con los reglamentos y su aplicación.
Actualmente son muy corrientes los reglamentos que protegen la salud y la vida de los
animales o de los vegetales. Su objetivo es que no se extingan especies animales o
vegetales amenazadas por la contaminación del agua, la atmósfera y el suelo. Algunos
países, por ejemplo, prohíben la captura de peces de especies amenazadas antes de
que hayan alcanzado determinado tamaño.
4.- ESTRUCTURA
Los reglamentos técnicos, que son medidas que establecen las características
de un producto o los procesos y métodos de producción con ellas relacionados
y cuya observancia es obligatoria.
Las normas, que son medidas aprobadas por una institución reconocida, que
prevén, para un uso común y repetido, reglas, directrices o características para
los productos o los procesos y métodos de producción conexos y cuya
observancia es voluntaria (es decir, no obligatoria).
Los procedimientos de evaluación de la conformidad, que son
procedimientos utilizados, directa o indirectamente, para determinar que se
cumplen las prescripciones pertinentes de los reglamentos técnicos o las
normas.
Las diferencias que existen entre los acuerdos del OTC y las MSF (Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias) en relación al etiquetado y envasado de productos.
5.- COBERTURA
El Acuerdo OTC divide los requisitos técnicos en dos categorías: reglamentos técnicos
y normas.
«Documento aprobado por una institución reconocida, que prevé, para un uso común y
repetido, reglas, directrices o características para los productos o los procesos y
métodos de producción conexos, y cuya observancia no es obligatoria. También puede
incluir prescripciones en materia de terminología, símbolos, embalaje, marcado o
etiquetado aplicables a un producto, proceso o método de producción, o tratar
exclusivamente de ellas.»
La diferencia principal entre los reglamentos técnicos y las normas consiste en que la
observancia de los primeros es obligatoria, mientras que la de las segundas no lo es.
Así como de los reglamentos técnicos se trata en el texto principal del Acuerdo, de las
normas se trata por separado en un Código de Buena Conducta contenido en un Anexo
al Acuerdo. Muchos de los principios que el Acuerdo aplica a los reglamentos técnicos
se aplican a las normas en virtud del Código. Sin embargo, el Código está abierto a la
aceptación por parte de todas las instituciones con actividades de normalización del
territorio de los Miembros de la OMC, ya sean centrales, locales o no gubernamentales,
así como por parte de otras regionales.
Ejemplo de normas: GSM, CDMA, TDMA son normas se han desarrollado en diferentes
partes del mundo, pero todas tienen el mismo propósito, a saber, permitir la prestación
de servicios móviles de transmisión de voz y datos. Emplean distintos sistemas de
interfaz de comunicación y diferentes gamas de frecuencias. Esas tecnologías fueron
desarrolladas en su mayor parte por el sector privado, pero han sido armonizadas con
los auspicios de organismos internacionales y regionales de normalización, como la
Unión Internacional de Telecomunicaciones y el Instituto Europeo de Normas de
Telecomunicación. Sin la contribución de esos organismos de normalización, es muy
probable que las tecnologías usadas en los distintos países hubiesen seguido siendo
incompatibles entre sí, en detrimento de las comunicaciones mundiales y de la
circulación internacional de las personas.
a) NoñDiscriminación
En la primera parte del párrafo 1 del artículo I se enumeran las ventajas que un
Miembro de la OMC debe otorgar a los productos similares de todos los Miembros
sin discriminación de hecho o de derecho. Las ventajas se refieren a las medidas
siguientes:
derechos de aduana;
cargas de cualquier clase impuestas a las importaciones o a las exportaciones;
cargas de cualquier clase impuestas en relación con las importaciones o las
exportaciones;
cargas de cualquier clase que graven las transferencias internacionales de fondos
efectuadas en concepto de pago de importaciones o exportaciones;
métodos de exacción de tales derechos y cargas;
reglamentos y formalidades relativos a las importaciones y exportaciones;
impuestos interiores u otras cargas interiores (abarcado por el párrafo 2 del artículo
III); y
cualquier ley, reglamento o prescripción que afecte a la venta, la oferta para la venta,
la compra, el transporte, la distribución y el uso de esos productos en el mercado
interior (abarcado por el párrafo 4 del artículo III).
c) Armonización
El Acuerdo anima a los Miembros a utilizar como base de sus reglamentos
nacionales las normas internacionales existentes, o partes de ellas, salvo que “sean
un medio ineficaz o inapropiado” para lograr un determinado objetivo de política. La
llamada a la armonización pretende evitar que se produzcan duplicaciones
indebidas de reglamentos técnicos y procedimientos de evaluación, y promover el
empleo de los desarrollados por la comunidad internacional. Como complemento
de esa recomendación, el Acuerdo exhorta a los Miembros a participar en los
trabajos de las instituciones internacionales con actividad de normalización y de
evaluación de la conformidad. Reconoce que pueden darse circunstancias en las
que los Miembros deban dejar en suspenso la obligación de armonizar, y en
determinados casos les autoriza a hacerlo.
facilitar el comercio internacional, dado que los productos conformes a las mismas
normas pueden tener una aceptación más amplia y los productores no necesitan
saber con antelación cuál será el mercado final de sus productos, con lo cual hay
menos restricciones injustificadas al comercio;
difundir la tecnología incorporada en los productos y procesos;
fomentar la eficiencia y permitir las economías de escala, pues los productores no
tienen que crear procesos diferentes o diseñar y fabricar distintas variedades de un
producto para satisfacer normas distintas y discordes;
reducir los costos para el consumidor, que podrá comparar y elegir entre un número
mayor de proveedores; y
ayudar a los gobiernos a elaborar sólidas medidas OTC sin necesidad de llevar a
cabo evaluaciones científicas o de política por su cuenta. Podrán utilizar a esos fines
las conclusiones de estudios realizados por una institución con actividades de
normalización o por otro Miembro.
e) Transparencia
El Comité OTC rinde informe al Consejo del Comercio de Mercancías y, por su conducto,
al Consejo General de la OMC. Todos los Miembros y los gobiernos que tienen la
condición de observador en la OMC son automáticamente miembros del Comité OTC o
tienen la condición de observador en él. Además, tienen la condición de observador en
el 17 organizaciones intergubernamentales (G/TBT/GEN/2).
Antes de cada reunión, el Director General de la OMC distribuye el orden del día
correspondiente. En la jerga de la OMC, este orden del día se conoce como
“aerograma”. La Secretaría de la OMC también elabora un orden del día anotado para
ayudar a los Miembros a prepararse para la reunión.
El examen trienal es un examen del Acuerdo OTC que el Comité OTC lleva a cabo cada
tres años, en el cual se examinan el funcionamiento y aplicación del Acuerdo OTC con
objeto de recomendar ajustes destinados a la consecución de ventajas económicas
mutuas y del equilibrio de derechos y obligaciones. Asimismo, el Comité OTC puede
presentar proyectos de enmiendas del texto del Acuerdo OTC al Consejo del Comercio
de Mercancías, aunque todavía no lo ha hecho. Hasta la fecha se han realizado cuatro
exámenes trienales.
El Acuerdo OTC autoriza un trato especial y diferencial para los países en desarrollo, e
insta a los países desarrollados a suministrarles asistencia técnica en materias
relacionadas con el propio Acuerdo.
No queda claro si esto significa que los Miembros son responsables por el
incumplimiento del Acuerdo OTC de las ONG de su territorio. Ello dependería, además,
de la interpretación de «medidas razonables a su alcance», conforme al artículo 4.1.
11.- ASISTENCIA TÉCNICA
Son muchas las entidades que se encargan de prestar asistencia técnica sobre las
cuestiones que abarca el Acuerdo OTC. Por citar sólo algunas:
Miembros de la OMC,
organizaciones regionales,
organizaciones internacionales (por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas
para el Desarrollo Industrial -ONUDI- y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo -UNCTAD-),
instituciones internacionales con actividades de normalización (por ejemplo, la
Organización Internacional de Normalización -ISO- y la Comisión Electrotécnica
Internacional -CEI-), y
la Secretaría de la OMC.
El eje principal de la política debe ser la búsqueda de soluciones a los obstáculos que
presentan los países al momento de exportar, lo cual requiere de un compromiso de
largo plazo, tanto del sector público como del privado, que les permita trabajar
conjuntamente en la creación de las condiciones que permita a los centroamericanos
ser partícipes de los beneficios de la globalización.
Plantear una forma en que deje de haber prioridad hacia los países desarrollados,
ya que estos son los principales beneficiarios de la liberalización del comercio han
sido los países industrializados, Los productos de los países en desarrollo siguen
encontrando importantes obstáculos en los mercados de los países ricos.
Establecer por medio de los gobiernos una estructura sólida que permita la
elaboración de normas locales para los productos, sistemas de certificación y
organismos e instalaciones a fin de vencer las barreras de los mercados
internacionales y cumplir con los requisitos establecidos.