Está en la página 1de 107

Traducido por:

Compartiendo Lecturas (Blog)

La presente traducción tiene como objetivo fomentar la lectura de


autores, cuyas obras no son traducidas al idioma español.

Se concibe sin fines de lucro, ya que los traductores no reciben


erogación alguna por su tarea, sino que son lectores que, al leer la obra
en el idioma original, desean compartir las vivencias y sentimientos que
les transmitió el autor a través de su creación.

Si tienes la posibilidad adquiere sus libros, para apoyar al autor, incluso


si tienes conocimiento que la obra está siendo comercializada por el
autor, en
español, no dudes en comunicarte, para que la misma sea retirada del
blog.
The Layover
(La escala)

Whitney G.
Indice
The Layover
Prologo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Prólogo

Once.

No diez. No veinte. Once.

Desde que era una niña pequeña, mi madre nos obligaba a mi hermana y a mí a hacer
una lista de nuestros propósitos al final del año. Ella nos decía que la dobláramos y la
lleváramos en nuestros bolsillos como un recordatorio, y para asegurarnos de que el
último ("el afortunado número once") fuera el más importante de todos.

Nunca entendí el objetivo de esos propósitos, y en los primeros años, lo hacía solo para
hacerla callar. Escribía cosas como: "Dejar de decirle a mamá que ella me pone
nerviosa. ", " Aprender a patear al chico que siempre tira los breteles de mi sostén. ",
"Robar mejores bocadillos de la cafetería a la hora del almuerzo ".

Sin embargo, a medida que pasaron los años y entré a la escuela secundaria, comencé
a tomarlos un poco más en serio: "Perder mucho peso en verano". "Tratar de mejorar
mi redacción todos los días ". "Dejar de intentar satisfacer tanto a los demás y ser yo
misma". Y yo siempre ansiaba escribir ese número once. Aunque se suponía que debía
ser un propósito, el mío era más bien como un sueño: "Encontrar un verdadero chico
malo, hacerlo que se enamore de mí, y vivir alocadamente juntos y despreocupados el
resto de nuestras vidas".

Desafortunadamente, no lo encontré en la escuela secundaria. Eso de "perder mucho y


mucho peso" tomó demasiado tiempo, y los aburridos que vinieron poco después
estuvieron solo interesados en tener sexo.

Muy, muy mal sexo.

Mi verdadero chico malo irrumpió en mi vida durante el último año de la universidad,


bajo la forma de un encantador, ex mujeriego, último-macho-alfa-llamado Adrian
Smith, III. Después de evitar que casi me atropelle un autobús, él me dijo que yo era "la
mujer más sexy [que él] alguna vez había visto", y el resto era historia.

Nuestra historia de amor fue rápida y frenética, incontrolable y abrumadora; era tan
imprudente y volátil que casi se convirtió en una obsesión.

Me enamoré de él después de unas pocas semanas, pero sabía que él era el hombre con
el que yo quería pasar el resto de mi vida.

Él era mi sueño.
Mi número once.

Después de graduarnos en la universidad, cuando las cosas comenzaron a ralentizarse


y resolverse, decidimos permanecer juntos a largo plazo. Teníamos distintos objetivos
y aspiraciones, así que prometimos luchar por ellos mientras nos sosteníamos uno a
otro.

Desafortunadamente, ahí es donde terminó la buena versión de mi historia.

Mi vida con el Señor Chico Malo se convirtió en una tragedia más que en una historia
de amor. Y a fines del año pasado, hice algo que no había hecho en años ...

Cambié mi número once.


Capítulo 1

Joder. No puedo hacer más esta mierda ...

Me doy vuelta en la cama y miro al hombre que está durmiendo junto a mí. Mi actual
novio y ganador del Premio El idiota de América: Adrian Smith, III.

Él es, honestamente, un espectáculo, cabello castaño claro, una mandíbula


perfectamente cincelada y una encantadora sonrisa que puede hacer que cualquier mujer
haga lo que él quiera. Es hermoso, incluso cuando no se propone serlo, pero durante los
últimos meses (está bien, está bien ... años), odié la sola imagen de él.

-¿Pasa algo, Paris? - Abre sus ojos marrones claros.

-No.

-¿Estás segura?

¡No! -Sí, estoy segura.

-¿Todavía estás enojada conmigo por lo de la graduación?

-¿Por qué iba a estar molesta por lo de la graduación?. - Hago mi mejor esfuerzo para
sonar tan indiferente como sea posible.

-Aw. Ven aquí, cariño ... - Se sienta y hace un gesto para que me ponga contra su
pecho, pero no me muevo.

No estoy interesada en abrazos y estoy más que molesta.

-Está bien ...- Suspira. - Sé que estás enojada ahora, pero creo que verás como cambiará
todo dentro de seis meses a partir de ahora. Tengo las mejores intenciones y lo sabes.
Siempre.

Lo dejo que hable y me concentro en el reloj roto que está al otro lado de la
habitación. He escuchado este discurso tantas veces que puedo escupirlo al pie de la
letra: "Sé cuánto te sacrificaste por mí todos estos años y lo aprecio, pero ... "

Siempre hay un "pero" ...


-Y eso es todo lo que digo. - Se inclina y me besa una vez que termina su discurso,
sacándome de mis pensamientos. - ¿Por qué no estás feliz en comprometernos más? No
te he visto sonreír desde hace tiempo.

-Estoy feliz de comprometerme. - Miento, haciendo una mueca ante la sola idea de estar
casada con él, de aceptar el llamativo anillo que está apoyado encima de nuestra
cómoda.

-Bueno. Deberías estar aún más feliz ahora que tendré mejor paga. Pronto, no seremos
como cualquier pareja en apuros.

-No puedo esperar ... - Reprimí un gran giro de ojos.

En apariencia, él y yo siempre hemos sido como "cualquier pareja en apuro": nuestro


apartamento está decorado con el mínimo mobiliario, nuestra cuenta de ahorros tiene
menos de quinientos dólares, y hemos pasado más tiempo separados que juntos en los
últimos tres años.

Aunque, eso es parte de nuestra promesa. Al menos fue ...

Mientras tenía tres trabajos para que él ingresara a la facultad de derecho, él estudiaba
todo el día, todos los días, y finalmente se graduó como uno de los mejores de su
clase. El día que recibió una oferta del bufete de abogados más importante de Nashville,
hace tres meses, en realidad, se suponía que debía decirme que era mi turno. Que era
mi turno de graduarme, mi turno de estudiar y dedicarme a mis aspiraciones, mientras
él me apoyaba.

Pero no lo hizo.

No dijo una palabra al respecto, y cuando mencioné la vieja promesa que habíamos
hecho, parecía confundido. Dijo que un "verdadero escritor no necesita tomar clases de
escritura", que realmente escuchó a un famoso escritor decir esas mismas palabras. Dijo
que los escritores más exitosos "son los que escriben sobre experiencias de la vida real
y no de lo que aprenden en alguna clase".

Fue necesario controlar cada músculo de mi cuerpo para no lanzarme sobre él, así que
recurrí a hacer lo único que podía hacer: llorar.

Le dije que entendía su opinión, pero que quería ir a la escuela de postgrado. Ya había
sido aceptada en Vanderbilt1 y quería ir.

¿Su respuesta? Carcajadas.


1
Universidad de Vanderbilt – Nashville- USA
-Díles que tu futuro esposo es abogado ahora y que no los necesita. La escuela de leyes
y la escuela para escritores son dos cosas diferentes y tú lo sabes. Una te da beneficios
económicos y la otra, no. Las cosas son así, pero aún creo en tu talento. Confía en mí,
las cosas serán mucho mejores para nosotros de esta manera.

Mucho mejor para nosotros de esta manera ...

Todo es siempre "mucho mejor para nosotros de esta manera". Su camino.

-¿Estás ahí, Paris? - Me besa en la mejilla, trayéndome de vuelta al presente. -¿Podemos


volver a la cama ahora?

-Sí. - Forcé una sonrisa y me tendí, preguntándome cuánto tardaría en dormirse.

En el momento, empezaron sus suaves ronquidos, me levanto de la cama y camino de


puntillas hacia el baño. Me miro en el espejo y me estremezco, sabiendo que las bolsas
pesadas bajo mis ojos no provienen solo por trabajar hasta tarde todos los
días. Frunciendo el ceño, descuelgo la foto que está en la pared.

Siempre ha sido mi imagen favorita de nosotros: nos estamos riendo en medio de una
ráfaga de viento invernal, sonriendo mientras nuestro pelo ondea sobre nuestras
cabezas. Y de fondo se ve la parada de autobús donde nos encontramos por primera
vez.

Esta es la imagen que siempre observo cuando me siento frustrada. Me recuerda el


"nosotros" que tengo grabado en la memoria, el "nosotros" que amé.

La miro por unos minutos más, esperando ese destello de sensaciones, ese "Esto es solo
una mala racha, mejorará", pensamiento que se suponía que debía hacer clic en mi
mente.

No es así.

En lo único que puedo pensar es en el hecho de que no hemos tenido una conversación
frontal en años. No hemos tenido relaciones sexuales en mucho tiempo
y ¿sonreido? Honestamente no puedo recordar, la última vez que sonreí y mucho menos
con él.

Coloco la imagen en su lugar y miro nuestra habitación, asegurándome que Adrian


todavía esté durmiendo. Entonces decido hacer algo que he soñado hacer durante años:
irme.
Me acerco a mi armario y agarro mi bolso más grande, silenciosamente lo lleno con
todo lo que pueda caber en mis manos. Me aseguro de tener mi billetera, mi laptop y
mi teléfono celular, y me apresuro a salir de nuestra habitación.

En el momento en que llego a la cocina, me detengo.

No tengo idea de adónde voy. No tengo idea de lo que estoy haciendo.

Considero posponer mi dramática salida para otro día, pero mis ojos atrapan la
invitación de marfil que está colgando en nuestra nevera:

Están cordialmente invitados a (¡Shhh! ¡Es un secreto!)


fiesta de compromiso de
Paris Weston
&
Adrian Smith, III.
Los cócteles serán servidos a las 6 pm en punto,
y la desprevenida novia llegará a las 7 p. m.

Mi sangre comienza a hervir.

Esa maldita fiesta de compromiso es algo que definitivamente no quiero hacer, algo
que le pedí que no hiciera, pero lo ha hecho de todos modos. Y él me contó todo el
"gran secreto" semanas atrás, diciéndome que debería, una vez más, confiar en él: "Solo
simula que no sabes nada al respecto cuando entras, ¿si? Ah, y asegúrate de sonreír
mucho. El anillo es de dos quilates, por lo que prácticamente garantiza una sonrisa
tuya. ¿Podrías hacer un pequeño jadeo una vez que veas el anillo? Quiero que todos mis
colegas sepan que estás impresionada con mi elección."

Enfurecida, tomo ese estúpido papel y lo rasgo en malditos pedazos.

Luego recojo tranquilamente todos y cada uno de los fragmentos y los arrojo a la basura.
(Adrián es un tipo raro ...)

Sin embargo, rápidamente recupero mi rabia de nuevo y salgo de la casa. Me deslizo


en mi auto y golpeo mi pie contra el acelerador, manejando durante la noche sin destino
en mente ...
Cuatro horas después ...

No tengo idea dónde estoy.

Todo lo que sé es que mi auto no puede ir demasiado lejos. El motor está comenzando
a hacer un ruido raro, y los cables que he estado usando para enganchar el silenciador,
están raspando el suelo.

Estaciono, salgo del auto y cierro la puerta. El motor necesita enfriarse un poco, así que
camino hacia la parte trasera y me siento en el maletero.

Con la cabeza en mis manos, considero llamar a Adrián antes de lo previsto, para
dejarlo, sé que no voy a volver esta noche, que definitivamente estoy rechazando su
propuesta. Entonces, de nuevo, recuerdo que durante los últimos tres años se olvidó de
decirme "Feliz Cumpleaños."

Y no solo "olvidado".

Ni siquiera ha tenido la decencia de disculparse por dejarme esperando, sola, en mi


restaurante favorito. Cada vez que se le escapaba, decía: "Aw. Lo siento mucho,
bebé. Es tu cumpleaños, ¿eh? Bueno, ¡feliz cumpleaños! No tuve oportunidad de
comprarte nada, aún, pero tengo algo que te hará sentir mucho mejor ... Me saqué un
sobresaliente en [inserta algo aquí, me importa un carajo] ".

Maldito Adrián ...

Antes de que pueda apagar mi teléfono, veo que tengo cinco llamadas perdidas, todas
de mi jefe, así que lo llamo.

-¿Paris Weston?, - Responde.

-George Nicholson. ¿Estamos a punto de jugar el juego del nombre?

-Ahórrame tu mierda hoy, París. ¿Dónde demonios estás? Acaban de entregarnos un


nuevo conjunto de suéteres y necesitamos que alguien los prepare. Hay corbatas para
acomodar, tacones de mujeres para lustrar, estantes de pantalones que deben ser ... "

Escucho mientras él sigue y sigue, mientras me recuerda qué patética es realmente mi


vida.

-¡París!, - Dice bruscamente. - ¿Planeas venir hoy? Ya llegas tarde, entonces sabes que
no tendrás un descanso. En realidad, te daré uno de diez minutos si te quedas unas horas
más. Es lo menos que puedo hacer. Pero si recoges mi café favorito cuando vienes para
aquí, lo haré de quince. Ah, y tráeme un bagel, también, con mi ropa de la tintorería.
-Jódete, George. - Cuelgo. He estado deseando decirle eso desde que empecé a trabajar
allí, desde que me hizo más una asistente personal que la vendedora de una tienda.

George vuelve a llamar a mi teléfono y presiono ignorar. Sé que quiere tener la última
palabra. "¡No, estás despedida!", como le dijo al último que renunció, pero me niego a
darle la oportunidad.

Me recuesto contra mi polvoriento coche y suspiro, mirando al cielo. Daria cualquier


cosa para estar lejos de aquí ahora mismo.

Cualquier cosa.

De repente, un avión se abre paso a través de un grupo de nubes y empiezo a pensar en


la suerte que tienen esos pasajeros, cuántos de ellos podrían estar huyendo de un sueño
destrozado, como yo.

Entonces se me ocurre.

Sin dudarlo, salto de mi baúl y envuelvo los cables alrededor de mi silenciador lo mejor
que puedo. Luego conduzco hacia el aeropuerto y me estaciono en el amplio
estacionamiento, - entrando a la terminal como si estuviera a punto de perder un vuelo.

-¡Buenos días y bienvenida a US Airways! - La recepcionista sonríe mientras me


acerco. - ¿Facturará alguna maleta, señorita?

-No...

-En ese caso, necesitaré una forma de identificación con foto. ¿Me puede dar su número
de confirmación, por favor?

-No tengo. - Deslizo mi licencia por el mostrador. - ¿Tiene algún vuelo de ida y vuelta
por cuatrocientos dólares o menos?

-¿Qué? - Ella parece confundida.

-¿Tiene vuelos por cuatrocientos dólares o menos ? - Pronuncio cada palabra -Necesito
desaparecer y me gustaría volar a un lugar lejano. ¿Puede hacer eso?

Frunce el ceño, pero asiente y mira su pantalla. - Déjeme revisar...

Escribiendo en su teclado, ella susurra algo en el pequeño micrófono que está


dentro de su chaqueta.
Estoy bastante segura de haberla escuchado decir "posible pasajero con riesgo de fuga
que se dirige hacia seguridad, en breve", pero rechazo ese pensamiento.

-¿Cuánto tiempo estará afuera, señorita Weston?

-El tiempo que cubran cuatrocientos dólares.

Susurra en su chaqueta otra vez y luego fuerza una sonrisa. - Tenemos unos cuantos
vuelos de ida y vuelta en su rango de precio, para cualquier lugar, entre cuatro y catorce
días. ¿Le gustaría ir al norte o al sur?

-El que sea más barato.

-De acuerdo, hacia el norte, entonces. - Teclea unos segundos más. - Chicago, Boston,
Nueva York, Cleveland, Brunswick y cualquier otro punto intermedio.

-Boston. - Me gusta cómo suena. - Catorce días si es posible.

-Y durante catorce días ...- Ella inclina la cabeza hacia un lado. -Desafortunadamente,
como está reservando esto tan tarde, tendrá que tomar un vuelo de dos escalas, una en
Atlanta y otra en Washington. Pero, si quiere esperar hasta mañana por la mañana ...

-No, gracias. ¿Cuánto cuesta?

-Trescientos ochenta y ocho dólares.

Inmediatamente entrego mi tarjeta.

-¿Está segura de que no quiere facturar ese bolso, señorita Weston? Me pasa una tarjeta
de embarque y mira mi bolso de gran tamaño. - Parece un poco pesado ...-Susurra en
su chaqueta.

-¿Por qué sigue susurrando en tu chaqueta? ¿De verdad cree que tengo una… -
Casi digo la palabra "bomba" y me muerdo el labio. Estoy segura de que los guardias
de seguridad aparecerían de la nada y me atacarían con solo mencionar esa palabra.

-No, gracias. - Pongo los ojos en blanco y me dirijo directamente hacia la seguridad.
Mientras le entrego mis documentos al guardia, siento mi teléfono celular
zumbando. Un texto de mi hermana mayor:

"¡No olvides que te recogeré alrededor de las seis para la cena! ¡Día de
Hermanas! ¡Hurra!

Yo suspiro.
No tengo corazón para decirle que ya sé sobre la fiesta de compromiso, y que ella podría
dejar de mandarme mensajes de texto. - ¡No puedo esperar a pasar un buen rato contigo,
hermana!

En lugar de ignorarla, le devuelvo el mensaje de texto. "No lo olvidaré ..."

-¿Señora?, - Dice una voz profunda de repente, haciéndome mirar hacia arriba.

-¿Sí?

-¿Está esperando que algo suceda? ¿Hay alguna razón por la que no colocó ese bolso
en la cinta?

Miro por encima de mi hombro y veo a la recepcionista de hace minutos hablar con
dos guardias de seguridad, apuntando en mi dirección.

Jesús...

Me saco el bolso del hombro y, antes de que pueda dejarlo, un agente de la TSA2 lo
agarra y lo lleva a una mesa.

Como era de esperar, cuando paso por el detector de metales, suena la alarma y anuncia
que fui seleccionada para un control de seguridad "aleatorio".

Levanto mis brazos mientras una mujer agita una varita sobre mi cuerpo, mientras la
pasa alrededor de mi estómago.

-¿Supongo que todos ustedes están aburridos hoy? - Negué con la cabeza. - Hay un
montón de otros pasajeros de aspecto sospechoso para que lo hostiguen.

-Entonces, ¿admite que parece sospechosa? ¡Envíala al detector de nuevo, Rob!, - Grita
sobre su hombro.

Lo atravieso dos veces más y miro cómo mi bolso está vacío, vuelto a llenar y
vacío de nuevo. Entonces finalmente me permiten dirigirme a mi puerta de embarque.

Después de recorrer las hordas de viajeros de vacaciones y abordar el avión, me doy


cuenta de que realmente estoy haciendo esto.

Realmente lo estoy dejando.

2
Administración de Seguridad en el Transporte es una agencia del Departamento de Seguridad Nacional
de los Estados Unidos que gestiona sistemas de seguridad en los aeropuertos, en los Metros y en los
ferrocarriles norteamericanos.
Capítulo 2

Para cuando aterrizó mi avión, comprendí tres cosas: 1.) Tengo que darme prisa y
reescribir mi lista de propósitos. 2.) En los vuelos deberían prohibir para siempre a los
bebés. 3.) Algunas personas piensan que compartir una fila significa que tienen que
contarte toda la historia de su vida.

Aprendí más sobre las complejidades de palear estiércol de vaca más de lo que
necesito saber, gracias al hombre que estaba sentado a mi lado.

-Espero no aburrirla demasiado con mi charla, señorita. - Sonríe mientras se levanta. -


Si alguna vez está en California, recuerde visitar mi rancho. le mostraré cómo hacer el
mejor estiércol que, jamás, haya visto.

-Definitivamente haré eso ... - Espero que se vaya y miro por encima de mi
hombro. Varios pasajeros aún tienen que bajar del avión, así que esperaré para
levantarme; mi próximo vuelo no abordará hasta dentro de unas pocas horas.

Al sacar mi teléfono, noto que tengo nuevos correos de voz. Antes de que pueda ver
de quién son, la cara de David, mi mejor amigo, brilla en la pantalla.

-Hey, David.

-¿Hey, David ? - Se burla de mí. - ¿Dónde estás?

-Eh ...- Dudo.

-¿Eh? Es viernes y estoy en Starbucks, listo para escuchar una semana de charla: 'Joder
Adrián'. Prácticamente espero esto cada semana.

-¿Qué? ¡No, no!

-Por supuesto, yo no. - Se burla. - En serio, ¿dónde estás? ¿Estás cerca?

-¿Atlanta se considera cerca?

La línea de repente se queda en silencio. Entonces lo escucho reír; reir histéricamente.

-¿Es ese el nombre de un nuevo restaurante en el centro? ¿En qué calle está? Estoy en
camino.
-Atlanta, en Georgia, David. - Mi voz se quiebra un poco.

-¡¿Qué?!

-Yo, eh ... decidí dejar a Adrian esta mañana. No quiero casarme con él.

-Entonces podrías haber dicho que no querías casarte con él. No tienes que escaparte
para hacerte entender. Suspira, y luego se pone en modo sobreprotector. - ¿Cuánto
tiempo planeas irte?

-Dos semanas.

-¿Dos semanas? - Suena sorprendido. - ¿Tienes dinero? ¿Le dijiste a tu jefe?

-No ... Y le dije a mi jefe que se fuera a la mierda hace un par de horas.

-¿Debo suponer que Adrian no tiene idea de que estás en Atlanta?

-Deberías. - Prácticamente puedo imaginarlo sacudiendo la cabeza y cruzando los


brazos. A pesar de que hemos sido mejores amigos durante más de una década, cada
vez que estoy enfadada, él me trata como si fuera su hermana pequeña. (Y odia a Adrian
... Siempre lo ha hecho).

-Está bien ... Haré que mi secretaria te envíe mil dólares. ¿Es Atlanta tu destino final?

-Boston.

-¿Boston , París? - Levanta su voz. - ¡No conoces a nadie en Boston! Y seguro que no
... - Se detiene. - ¿Qué esperas honestamente que suceda cuando vuelvas a Nashville en
dos semanas? ¿Planeaste este viaje o te levantaste esta mañana y decidiste subirte a un
avión?

Yo no respondo.

-No me extraña. - Deja escapar un largo suspiro. - Haré algunos arreglos de hotel y que
un conductor te encuentre en el aeropuerto. ¿Planeas llamar a alguien antes del evento
de esta noche, o vas a hacer que contraten un equipo de búsqueda?

-Puedes decirles que no voy a llegar exactamente a los seis cincuenta y dos.

-¿Por qué seis cincuenta y dos? Espera, ¿sabes qué? Ni siquiera quiero saberlo.

-Bien. Solo no digas una palabra sobre eso hasta entonces, ¿está bien? Ni siquiera a
Amy.
-¿Quién es Amy?

-Tu novia.

-De la semana pasada. - Resopla. - Esta semana es Rachel. ¿Puedo decirle?

-¡No!

Él se ríe, y luego se aclara la garganta. - Estoy muy orgulloso de ti, Paris. Contento de
que finalmente te despertaste y viste la jodida luz, aunque por la forma en que procedes
es la mierda más estúpida que he escuchado. Ahora deberíamos encontrar a alguien que
sepa cómo follarte bien.

Cuelgo y giro los ojos. Las conversaciones con David siempre terminan en
insinuaciones sexuales, y cada vez que estamos juntos, la gente siempre supone que
somos más que amigos

No lo somos Lejos de eso.

A pesar de que es increíblemente atractivo y las mujeres se aferran a él como imanes, a


mis ojos, él sigue siendo el chico que me quitó los breteles de los sostenes en la escuela
secundaria.

Tal vez tiene razón, tal vez este plan ES estúpido ... Por otra parte, critica la
pornografía para ganarse la vida…

Estoy a dos segundos de saltarme de la silla y grito: - Por favor, cállense - a la pareja
que está discutiendo detrás de mí. Me despertaron hace una hora, y no he podido volver
a dormir desde entonces.

Aparentemente, el idiota del novio está insistiendo en que ella trague sus lágrimas y
actúe feliz cuando aterricen para conocer a su familia. Ella, por otro lado, odia a sus
padres y amenaza con irse a casa y dejarlo solo.

Estoy tentada de darme la vuelta y decirle que se vaya, pero comienzan a besarse.
Ugh ...

-Los pasajeros que se dirigen a Washington DC, - una voz llama por el altavoz -
Nosotros estamos a punto de comenzar el proceso de embarque. En este momento, pido
que cualquier pasajero con discapacidades y cualquier pasajero que viaje con niños
pequeños se abra paso al mostrador.

Sabiendo que este proceso tomará una eternidad, saco una libreta de mi bolso
y empiezo a escribir mis propósitos más recientes. Quiero que estos sean mis mejores
hasta ahora.

No voy a prometer ir al gimnasio con más frecuencia, eso nunca funciona, y


definitivamente no voy a prometer comer alimentos más saludables. McDonald's es mi
comida de consuelo y nunca voy a abandonar esa mierda.

Este año, me estoy enfocando en las cosas que realmente quiero. Las cosas que he
estado conteniendo. Comenzando con el número uno: "Deshacerme del idiota de
Adrian".

Lo escribí dos veces, y casi lo hago mi número once, pero no quiero desperdiciar un
honor tan especial en él.

"Los pasajeros de primera clase ahora pueden abordar el avión ..."

Garabateo un poco más, escribiendo las primeras cosas que me vienen a la mente.

Antes de que pueda leerlo y ver si todo es exactamente como debería ser, llaman mi
vuelo. Mi asiento está listado como "Por determinar", así que estoy bastante segura de
que significa que estaré sentada en el peor lugar posible. Justo al lado del baño.

Enfadada, entrego mi boleto al agente.

-¿No querría sentarse en primera clase, señorita Weston? - Él levanta una ceja.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?

Él señala su pantalla. - Tiene un asiento de primera clase para este vuelo.

Lo miro en estado de shock absoluto. Nunca antes había volado en primera clase.

-¿Es eso un sí o le gustaría dejar su asiento gentilmente a un…

-No. - Le digo gracias y con ansiedad ocupo mi lugar en la línea de embarque.


Tal vez esta escapada no será un fracaso completo después de todo ...

Con solo dos pasajeros frente a mí, suena mi teléfono.

Es Londres. Mi hermana.

-¿Sí? - Intento sonar normal

-¿Te olvidaste de que te recogería hoy? ¿Dónde estás?

-Estoy ... - Quiero decirle la verdad, pero sé que ella no lo entenderá.

Ella ha estado casada con su amor de la universidad desde que tenía veintiún años y
es el epítome de lo que significa ser una "cazadora de cuentos de hadas". De hecho,
cuando le dije que Adrian no era el hombre que yo pensé que era y que quería romper
con él, lloró.

Ella dijo: "El Príncipe Azul no siempre usa su armadura brillante. Tiene sus fallas No
deberías romper con él solo porque las cosas han sido difíciles por unos pocos
meses. ¡Especialmente no cuando los años de felicidad eterna están a la vuelta de la
esquina!”

Esa era la estupidez más grande que había escuchado, y eso fue hace dos años…

-Creo que simplemente perdí la noción del tiempo, - le digo. - ¿Puedo reunirme
contigo?

-¡Por supuesto! Encuéntreme en Sweet Falls Country Club, de vuelta junto a la piscina,
¿de acuerdo? ¡Podemos cenar juntas! ¡Va a ser muy divertido! ¡Solo tú y yo!

Negué con la cabeza por su terrible incapacidad para mentir. - Te veré pronto.

Grita cuando termina la llamada.

Finalmente, al subir al avión, encuentro mi fila y tomo asiento en el pasillo,


silenciosamente esperando que el piloto pase por alto el protocolo y despegue de
inmediato.

El último texto de Adrian me va a hacer vomitar: - Oye, cariño. Recuerda mirar


sorprendida al principio, pero no demasiado sorprendida. Guarda tu mejor cara para
cuando realmente VEAS el anillo ... Si necesitas un ejemplo, mira este video en
YouTube. Esta mujer lo hace perfectamente. ¿De camino, puedes traer cerveza
también? Guárdalas en el baúl de tu hermana. Los chicos vienen a celebrar con
nosotros más tarde.
Borré su texto y estuve a punto de tirar mi teléfono por el pasillo.

Por favor, date prisa y lleva este avión al cielo ...

Más pasajeros pasan frente a mí y nerviosamente muerdo mis uñas. Miro mi reloj y me
doy cuenta que las puertas principales están a punto de cerrarse. Parece como si todos
ya estuvieran a bordo, desabroché mi cinturón de seguridad y me muevo al asiento de
la ventana.

-¿Fresas y champán, señorita? - Una azafata tiende una bandeja.

-No, gracias. No tengo dinero en efectivo.

-No, señorita. - Se ríe. - Los pasajeros de primera clase tienen refrigerios ilimitados
antes del despegue y durante todo el vuelo. Como es un poco después de la Navidad,
puede tener champán de cortesía también. Lo único que tienes que pagar es el
alcohol.

Mis ojos se abren y felizmente le quito la comida, engullendo todo en segundos.

-Señoras y señores a bordo del vuelo número 743, las puertas principales de vuelo serán
cerradas en sesenta segundos, - un asistente habla por un micrófono. - Ahora les
pedimos que guarden todos los dispositivos electrónicos portátiles, ya que el piloto
comenzará a rodar para el despegue, una vez que las puertas se cierren.

Dejé escapar un suspiro de alivio y me recliné en el asiento, deslizando unas gafas de


sol sobre mis ojos. Apagué mi teléfono, y sinceramente espero que la vergüenza de
Adrian por mi ausencia sea tan brutal como se merece.

Antes de que pueda sumergirme en un sueño que él es atropellado por un autobús, suena
una voz profunda a mi izquierda.

-Estás en mi asiento, - dice.

-¿Lo estoy ? - No lo miro. - ¿O solo lo dices porque tú casi pierdes este vuelo y quieres
sentarte en primera clase?

-¿Disculpa?

-Intenté colarme en primera clase antes, pero para que lo sepas, no funciona. Van a
sacarte una vez que se den cuenta de que no perteneces.

Él se ríe y se sienta en el asiento a mi lado. - Muy lindo.


-Señoras y señores ... - La azafata comienza su demostración de seguridad. - Por favor,
siéntense y disfruten del vuelo.

Mi corazón comienza a acelerarse mientras el avión toma velocidad en la pista, y


se lanza al cielo.

Estoy cruzando los dedos de las manos y los pies, esperando que nada arruine este
momento, que no me despertaré segundos después y me daré cuenta de que todo esto
es un sueño.

-Señoras y señores, ahora se les permite recuperar sus dispositivos electrónicos


personales - dice una voz por el altavoz. - También pueden moverse en la cabina.

¡Gracias a Dios! ¡Definitivamente no es un sueño!

Con los ojos cerrados, alcanzo y giro la boquilla de aire sobre mi asiento, apartándola
de mí, pero siento una mano cálida agarrando la mía.

Molesta, utilizo mi otra mano para deslizar las gafas de mi cara. Yo preparo mi mejor
ceño y lista para decirle a este gilipollas que mantenga sus manos a su lado del asiento,
pero no salen las palabras.

Oh. Mi. Maldito. Dios.

Siento que mi boca se abre y trato de cerrarla, pero no puedo.

El hombre, sentada al lado mío es toda perfección. Punto

Viste un impecable traje negro, que se adapta a su cuerpo, perfectamente, con brillantes
gemelos plateados, una corbata de seda que vale mi salario de todo un año, y estoy
segura de que sus zapatos están hechos a medida.

Sus ojos verdes profundos están perforando los míos, y brillan a la luz. Y su sonrisa
blanca nacarada es casi mortal. Cuando inclina su cabeza hacia un lado, noto que su
cabello negro azabache es ligeramente rizado, que sus labios gruesos son más que
tentadores.

-¿Estabas a punto de decirme algo? - Él sonríe.

-Sí. - Logré recuperar el control de mi boca. - ¿Puedes soltar mi mano, por favor?

-¿Puedes admitir que estás en mi asiento?

-¿Quieres que te lo devuelva?


-No, pero creo que puedes apagar la válvula de aire en lugar de hacer que sople encima
mío. Eso es un poco grosero, ¿no crees?

-Lo siento. - Lo apago y él suelta mi mano.

-¿A dónde te diriges?, - Pregunta.

Yo no respondo Todavía estoy en trance; nunca he visto, personalmente, a nadie que se


vea tan bueno.

Bien, esto podría ser un sueño ...

-¿Estás medio sorda? - Él levanta una ceja y se inclina hacia adelante, hablando
en mi oreja derecha - ¿Adónde te diriges?

-Al mismo lugar al que te diriges. - Me las arreglo.

-No te ves como si estuvieras vestida para un invierno en Washington.

-Sabes, - digo, recobrando, lentamente, mis sentidos, - solo porque estamos sentados
uno al lado del otro, no significa que tenemos que hablar durante todo el vuelo. - Apunto
hacia la revista que tiene en su regazo. - Estoy segura de que Forbes solo está pidiendo
que la lean. Ese titular de la crisis fiscal parece fascinante.

-Ya lo he leído.

-¿Y tu iPod? - Señalo los auriculares blancos que se ven debajo del bolsillo de su
abrigo. - Seguramente tienes algo que escuchar en este momento.

-Murió en mi último vuelo. - Él sonríe de nuevo, dejándome con sus ojos temporalmente
sin palabras. - Creo que tú y yo deberíamos hablar durante todo el vuelo.

Niego con la cabeza. He visto este escenario en demasiados episodios de La ley y el


orden: Chica encuentra a un atractivo extraño. Atractivo extraño hechiza a la chica. La
chica comienza a hablar sobre su vida y descubre que ella revela información
personal. Entonces atractivo extraño la lleva a un callejón oscuro y la estrangula hasta
la muerte. Ejemplo de tema musical ...

-No, gracias. - Saco el iPod de mi bolsillo. – Toda mi música está cargada, por lo que
siéntete libre para hablar contigo mismo durante este vuelo, pero…

-Pareces tensa. - Levanta el iPod de mis manos. - ¿Por qué?

-¿Acabas de sacarme mi iPod?


- Lo hice.

-Está bien. - Pongo los ojos en blanco y extiendo la mano. - No sé si eres de este país o
no, pero consideramos que tomar cosas de otras personas es robo, así que sugiero que
me devuelvas eso antes de hacer una escena.

Todavía sonriendo, mete mi iPod en su chaqueta. - Si quieres, podemos entrar en el


baño y hacer una escena juntos.

-¿Alguno de ustedes quiere tomar algo? - La asistente de vuelo nos interrumpe con un
carrito de bebidas.

Ninguno de nosotros dice una palabra. Simplemente nos miramos el uno al otro, él con
una mirada diabólica en sus ojos, yo con una molesta.

-Tomaré una Sprite. - Suspiro. - Y otra copa de champán, por favor. En realidad, que
sean dos.

-Lo mismo, dice Extraño Atractivo. - Y dos gin tonic.

Ella asiente y prepara nuestras bebidas en cuestión de segundos. Espera que bajemos
nuestras bandejas, y luego susurra, "Feliz Año Nuevo" antes de caminar hacia la
siguiente fila.

Rápidamente trago todas mis bebidas y lamento no pedir más. Tengo la repentina
sensación de que este va a ser un vuelo largo. También estoy segura de que voy a
tener que poner a este hombre en su lugar antes de aterrizar.

-Creo que necesitas uno de estos. - El sonido de su voz hace que lo mire de nuevo.

-¿Qué?

-Necesitas un trago. - Lo acerca hacia mí. - Una verdadera bebida.

-No, gracias. -Lo aparto. - No, no me fio de eso.

-¿Disculpa?

-No hablo claro. Yo no. Confío. Dónde. Eso ha. Estado.

-¿Crees que hice algo con esta bebida?

-No, pero he visto suficientes episodios de La Ley y el orden como para saber que
podrías haberlo hecho.
-¿Ley y qué?

-Ley y orden. - Cruzo los brazos. - Es un programa de televisión y trata de personas


como tú. Gente que es amable con extraños, solo para poder satisfacer su adicción a los
asesinatos y los mata.

-¿Te parezco un asesino ? - Está sonriendo.

-No, pero como te quité los ojos de encima durante cinco segundos, podrías haber usado
ese momento para colocar droga en mi bebida.

-¿Solo has podido apartar tus ojos de mí durante cinco segundos?

-¿No escuchaste nada de lo que dije?

-Ni una palabra. - Presiona el botón de llamada que está sobre su asiento.

-¿Sí, señor? - Una asistente de vuelo diferente aparece de inmediato a su lado, haciendo
un intento fallido de ocultar sus mejillas sonrojadas.

-¿Puedo tomar dos gin-tonics más, por favor? ¿Y podría dárselos directamente a mi
amiga para asegurarle de que no meto ninguna droga en ellos?

Ella asiente y se escabulle, volviendo rápidamente. Después de que me las da, mira a
mi compañero de asiento arriba y abajo, y murmura, “Maldición ..."

-¿Está mejor? - Él me mira y me ofrece su mano. - Soy Blake.

-No estoy interesada, pero aprecio las bebidas. Te pagaré cuando aterricemos.

-¿No puedo conocer tu nombre?

-Sí, si me devuelves mi iPod.

-Prefiero no hacerlo. - Se inclina hacia adelante y entrecierra los ojos observando el


collar que llevo puesto. Es un ramo de rosas con la letra "P" en el centro. Luego él toca
suavemente mi muñeca, donde está colgando mi pulsera de corazones rojos y un dije
de la Torre Eiffel.

-¿Te llamas Paris?

Mis ojos se ensanchan. - No. Buen intento, sin embargo.

-Si me muestras tu boleto y ese no es tu nombre, te daré tu iPod y te dejo sola por el
resto de este vuelo.
-¿Y si es así?

-Nos conocemos un poco mejor ... ¿No es ese tu nombre?

Mis mejillas se ponen rojas y sé que es inútil mentir.

-Ya me lo imaginaba. ¿A dónde te diriges realmente, Paris?

-Florida.

Él levanta su ceja. - ¿Es eso así?

-Sí. Eso es muy cierto. Es por eso que no estoy vestida con ropa de invierno.

-Hmmm. - Sus labios se curvaron en una sonrisa. - Espero que disfrutes de Florida
cuando llegues allí.

-Lo haré. ¿A dónde te diriges?

-Washington. Este es mi último vuelo del día.

-Interesante. - No puedo quitar mis ojos de él.

-¿Viajas a Florida para ver a tu novio?

-Para alejarme de él.

Él se ve confundido. - ¿La primera ruptura?

-Centésima. Pero esta vez, realmente se acabó.

-Eso espero, - dice, y de repente me doy cuenta de que sus labios están mucho más
cerca de los míos de lo que estaban hace segundos.

Me alejo y me aclaro la garganta. - ¿Que pasa contigo? ¿Vuelves de ver a tu novia?

-No tengo novia.

-Por favor. No lo creo. - Pongo los ojos en blanco.

-¿Por qué no?

Toma un jodido espejo ... -Simplemente no lo creo.


-Si tuviera novia, no te diría que tienes los labios más deseables que he visto alguna
vez.

-¡¿Qué ?! - Jadeo. - ¿Que acabas de decir?

-¿Quieres que lo diga un poco más fuerte?

-No ... pero no deberías decir cosas así a extraños.

-No eres una extraña. Estoy llegando a conocerte mejor ... - Mira directamente a
mis ojos. - ¿Cuánto tiempo estuviste con tu novio?

-Seis años.

-¿Realmente se acabó?

No lo dudo – Para siempre.

-Si él te llamara cuando aterrizamos, ¿responderías?

Niego con la cabeza. Su boca se está moviendo más cerca de la mía otra vez.

-¿Qué pasa si deja un mensaje diciendo que te extrañó? ¿Regresarías?

-No ... - Mi respiración se hace más lenta cuando coloca su mano en mi muslo, mientras
su boca casi roza la mía.

-De nuevo ¿A qué ciudad te diriges?

-Boston.

-Eso pensé, - susurra. - ¿Cuantos años tienes?

“Damas y caballeros, el piloto ha encendido la señal del cinturón de seguridad ..." dice
una voz en el altavoz, sacándonos inmediatamente de nuestro momento.

Me recliné en mi asiento con el corazón acelerado, preguntándome cómo demonios,


este hombre, está teniendo tal efecto en mí, ¿por qué diablos me gusta? Mis ojos miran
hacia adelante, pero puedo sentirlo mirándome, sentirlo todavía acariciando mi muslo.

Tan bueno como se siente, tengo que decirle que se detenga.

-No te di permiso para tocarme. - Empujo su mano y lo miro.

-Entonces, ¿me das permiso para tocarte?


-No. Y si lo haces de nuevo, será abuso sexual. Eso es un delito.

-Un delito menor relativamente bajo con un castigo muy indulgente.

-Suenas como un abogado.

-Soy abogado. - Sus ojos brillan. - No respondiste mi última pregunta.

-Veintisiete y todavía no estoy interesada. ¿Planeas hacerme preguntas en todo el


vuelo?

-¿Me dejarás?

Dios, su sonrisa es jodidamente perfecta ... - No. - Necesito una distracción. Rápido. -
¿Puedes, por favor, devolverme mi iPod? Necesito escuchar algo menos intrusivo en
este momento.

Él me mira por un largo tiempo, mirando como si quisiera preguntarme algo más,
pero me da mi iPod. - Disfruta de tu música menos intrusiva. - Él saca un e-reader y se
desplaza por una pantalla de libros.

Suspirando, le robo una última mirada antes de ponerme los auriculares en los
oídos. Saco la lista de propósitos de mi bolsillo y la reviso nuevamente.

Mis Propósitos de Año Nuevo

1. Dejar al idiota de Adrian. Para bien.


2. Dejar de pensar en el idiota de Adrian. Para bien.
3. Comenzar a recibir masajes al menos dos veces al año ... Si es menos de cincuenta
dólares ...
4. Hacer algo espontáneo y loco. Solo por el placer de hacerlo, algo que me asustara
y excitara al mismo tiempo ...
5. Tener relaciones sexuales ardientes y apasionadas con alguien que no sea
Adrian. (Bien, Adrián y yo nunca tuvimos sexo apasionado, caliente. ¿Por qué estaba
con él otra vez? Por qué estaba BASTA ... Debo terminar esta lista ...)
6. Conocer a alguien que tenga consideración por mi todo el tiempo y no al revés ...
7. Escribir todos los días ... Se supone que soy una aspirante a periodista, pero esta
lista es lo primero que escribí en meses. MESES.
8. Tener sexo ardiente y apasionado ... con alguien que pueda darme un ORGASMO
...
9. Comenzar a hacer ejercicio ... ¡Ja! No. Borrar eso ... Volveré al número nueve.
10. Y el número diez, también ...
11. Y todavía necesito un número once ...
Miro la lista una y otra vez, tratando de pensar en otra cosa que escribir, pero nada
viene.

Ugh ...

-¿Necesitabas hacer una lista para dejar a tu novio? - Blake mira por encima de mi
hombro.

-Qué… - Doblo el papel inmediatamente y lo guardo. - ¡Se suponía que estabas


leyendo!

-Sí, pero me intrigó lo que tú estabas leyendo. – Me quita uno de los los auriculares de
mi oído. - Solo llegué al número tres, pero se veía bastante interesante. ¿Puedo ver el
resto?

-No. Definitivamente no.

-¿Asustada de lo que podría pensar?

-No me importa lo que pienses. Ni siquiera te conozco.

-Sabes que me siento atraído por ti. - Mete un mechón de cabello detrás de mi oreja. -
Sabes que creo que tus labios son jodidamente deseables, y estás a punto de descubrir
que si estuviéramos solos en este avión, te estaría follando contra este asiento hasta que
grites mi nombre.

-¡¿Qué ?! - Mi mandíbula cae. - ¿En serio dijiste lo que creo que dijiste?

-¿Qué parte?

-¿Sabes cuál? Voy a cambiar de asiento ahora.

-El vuelo está completo. - Sonríe. - No vas a ninguna parte.

Nos miramos el uno al otro sin decir una palabra, y tanto como quiero reprenderlo por
decir ese ridículo comentario de "follarte contra este asiento", tampoco puedo negar que
me excitó. Mucho.

-¿Te gustaría hacerme preguntas? - Finalmente rompe el silencio. – Dado que yo te he


hechos tantas.

-Nop.

-¿Por qué no?


-Porque nunca te volveré a ver, y una vez que este vuelo aterrice, estoy segura de que
me alejaré de ti lo más rápido posible.

-¿Estás mojada en este momento? Sigues cruzando y descruzando tus piernas.

-¿QUÉ?

-¿Hay algún problema, señora? - De repente aparece una azafata, claramente más
fascinada con Blake que yo.

-Sí. Hay un problema. - Miro a Blake. - Necesito cambiar de asiento. Ahora.

-Lo siento, señora. - Sus ojos aún no han perdido el foco en Blake. – El vuelo está
completo. Si pudiera intercambiar asientos con Usted, lo haría, pero no está permitido.
¿Eso es todo?

Pongo los ojos en blanco. - Sí. Eso es todo.

Ella deja que sus ojos se detengan en él por unos segundos más antes de irse.

-¿Era realmente necesario? - Blake parece ofendido.

-Me preguntaste si estaba mojada, así que sí, era completamente


necesario. Preguntándome eso es el equivalente de que yo te pregunte si tu polla está
dura.

-Lo está.

Miro hacia abajo, a su regazo y contengo un jadeo. - Ya sabes, para un abogado, eres
bastante listo en lo que respecta a ofensas dignas de acusación.

-Hacer preguntas no es un crimen.

-El acoso sexual, sí.

-No es un acoso si la víctima lo disfruta.

No tengo nada que decir a eso. Mis bragas han estado mojadas desde que tocó por
primera vez mi pulsera; estaban empapadas en el momento en que me dijo que mis
labios eran deseables.

-Dado que preferirías hablar sobre cosas más secas, - dice con una sonrisa, - ¿por qué
tú y tu novio terminan?

-Es una larga historia.


-Tenemos otra hora y nunca más me verás. También soy muy buen oyente.

Suspiro. Sería bueno contarle a alguien lo que pasó.

Mi familia está del lado de Adrian y nunca me creen cuando les cuento qué horrible es,
solo David. Y estoy bastante segura ahora que sabe que estamos terminando, él no
querrá escuchar más cosas de él.

-Te lo diré, - le digo, - pero debes prometer no interponer más de tu ... tus comentarios.

-No lo haré. - Se ve sincero.

-Está bien, bueno ... Los primeros dos años fueron bastante buenos, fueron
emocionantes y realmente me gustaba, pero después de que nos graduamos de la
universidad, las cosas cambiaron ...

-¿Cómo es eso?

-Se volvió mucho más egoísta, y no hacía pequeñas cosas para mí como él
acostumbraba. Sin citas al azar, sin decirme que soy bonita porque, nada. Pagué sus
estudios en la escuela de leyes y se suponía que debía pagarme la escuela de periodismo
una vez que terminara. Pero en lugar de hacer eso, cambió de parecer y decidió que no
tenía sentido que yo fuera a la escuela de periodismo ... Según él, necesitábamos
centrarnos en construir una vida juntos, y él necesitaba centrarse en convertirse en socio
de su bufete lo más rápido posible para que pudiera ganar aún más dinero Después de
eso, “si yo aún deseaba acudir a las absurdas clases de escritura” dijo que pagaría ... Mi
crédito está más allá de lo posible en este momento, así que no podría obtener un
préstamo para la escuela si quisiera, y… - Me detengo. Diciendo estas palabras en voz
alta me duele el corazón.

-Lo siento...

Encogiéndome de hombros, me recliné en el asiento. - No es tu culpa, - le digo. - Es


mía...

Todos esos años. Todas. Esos. Años.

Qué tonta fui.

Me despertaba al amanecer para tomar un autobús al centro, para servir mesas, toda la
mañana, en el restaurante de un hotel. Luego, con dolores de espalda que parecían no
cesar nunca, caminaba ocho cuadras hasta una oficina dental donde archivaba papeles
desde el mediodía hasta el cierre. Después de eso, por lo general alrededor de seis o
siete, tomaba un autobús final a un aeropuerto privado y cargaba equipaje perdido al
otro lado de la terminal.

Nunca me quejé con Adrian por tener tres trabajos. Nunca le dije lo mucho que me dolía
el cuerpo día tras día, en parte, porque era estúpida en el amor, en parte porque sabía
que esto era solo "temporal".

Lo supe en el segundo en que se graduó de la facultad de derecho, en el segundo en que


consiguió un trabajo, que él me devolvería el favor y me ayudaría a perseguir mis
sueños.

Yo era una jodida idiota ...

Blake me da su otro gin-tonic y felizmente lo tomo.

-Me hubiera moderado con los comentarios si hubieses mencionado que era tan malo
romper ..., - dice.

-Entonces, ¿puedes moderarte?

-Sí. - Saca el pañuelo del bolsillo y me frota los ojos con eso. - Es difícil desconectarse
cuando veo a alguien por quien me siento muy atraído.

-Estoy segura de que eso sucede con bastante frecuencia.

-Esta es la primera vez en años.

Me sonrojo y miro hacia otro lado, negándome a creer en que los últimos veinte minutos
ha hecho que mi cuerpo reaccione tan fácilmente, que ha tenido un efecto absoluto sobre
mí; nunca sentí este tipo de atracción acalorada con Adrian. Jamás.

Ahora, sinceramente, quiero que me preste atención, entablar otra conversación, pero
él no lo hace.

Por el resto del vuelo, me deja en paz.


Capítulo 3

-¿Señora? ¿Señora? - Una azafata me está tocando en el hombro, sacudiéndome para


despertarme. - Necesitamos desalojar el avión para limpiarlo.

Me siento, dándome cuenta de que el avión ha aterrizado hace mucho tiempo y que soy
la última a bordo.

Me desabrocho el cinturón de seguridad y veo un pequeño trozo de papel en mi


muslo. Lo volteo y leo la pequeña nota garabateada:

Fue un placer conocerte, Paris. Ten un vuelo seguro a Boston.


-Blake

No estoy seguro de por qué me molesta que no se haya despedido (o me haya


despertado), pero yo rápidamente borro el pensamiento. Tengo una hora para llegar a
mi siguiente puerta y estoy decidida a ser uno de las primeros en abordar, así puedo
terminar mi siesta.

Mientras camino por el túnel de conexión, saco mi teléfono y veo que hay nuevos
mensajes de voz: cinco de mi madre, dos de mi hermana y uno de Adrian.

Escucho el primero: "¿En serio, Paris? ¿De verdad eres tan jodidamente inmadura?
¿no puedes decir no en mi cara? ¿Necesitabas cruzar el país? Te he dicho que me
arrepentí de lo de la escuela de posgrado hace meses ¿y todavía no has terminado con
eso? ¿De eso se trata? Si es así, es una mierda. Tú y yo debemos estar juntos y lo
sabes. Este es solo otro tonto malentendido y realmente agradecería si
volvieras. Llámame cuando aterrices para que puedas volar conmigo a casa y podamos
hablar ... Recuerda que el anillo es de dos quilates. Pagué mucho dinero por eso, así que
creo que deberías estar más agradecida ... Hablamos pronto.”

Típico de Adrian.

No "Haré lo que sea necesario para arreglar las cosas entre nosotros", no "Te amo",

Nada.

No me molesto en escuchar los otros correos de voz. Quiero esperar hasta que tenga
algo de alcohol a mi disposición. Hasta que pueda, cómodamente, maldecir en voz alta
y gritarle a cualquiera que se atreva a decirme que dejar a Adrian es una mala jugada.

Demasiado perezosa para sacar mi boleto, miro hacia arriba, a la pared de pantallas y
observo mi puerta de embarque.
Dallas, Orlando, Boston ... Puerta F ... ¿Retrasado? Estupendo...

Entorné los ojos para poder ver mejor el número al lado de la puerta, y se escucha una
voz por los altavoces.

-Señoras y señores del aeropuerto internacional Reagan, debido a las advertencias del
Consejo Nacional de Clima con respecto a una tormenta de nieve que se avecina, todos
los vuelos de esta noche han sido indefinidamente cancelados. Por favor, consulte con
los recepcionistas de su respectiva aerolínea, para actualizaciones sobre reprogramación
y alojamiento, si elige salir del aeropuerto. Nos disculpamos sinceramente por cualquier
inconveniente, pero tenga en cuenta que la seguridad de nuestros pasajeros es nuestra
primera y mayor preocupación.

“¡¿Qué ?!" "¿Hablan en serio?" "¡Fuera de aquí!" "¡Necesito salir de aquí esta noche!"
Las voces enfadadas están por todas partes, y de repente todos están sacando sus
teléfonos y retransmitiendo las malas noticias.

Enfadada, me dirijo a la línea de mostradores más cercana y respondo la llamada de mi


madre.

-¡París! - Ella contesta el primer tono. - ¿Qué demonios está pasando contigo?

-¿De qué estás hablando?

-¡Sabes exactamente de lo que estoy hablando! - Ella chasquea los dientes. - Adrián
estado diciéndonos cómo le tiraste indirectas sobre el matrimonio durante un tiempo y
él estaba solo esperando comprar el anillo perfecto. Hoy rompiste su corazón por lo que
le hiciste. ¿Lo has llamado? Parecía tan roto cuando David nos dijo dónde te fuiste,
cuando dijo que sabías todo sobre la fiesta de compromiso y elegiste no aparecer. David
incluso lloró cuando nos contó la historia ...

Me recuerdo a mí misma golpear a David en la cara la próxima vez que lo vea. –


Llamaré a Adrian más tarde. No tengo ganas de hablar con él en este momento.

-¿Por qué estás actuando de esta manera, París? ¡Adrian es un gran partido! ¡Él es
abogado ahora! ¡Estoy segura de que te cuidará muy bien y te ama!

Conteniendo los suspiros, trato de no gemir mientras ella sigue enumerando todas las
cosas que no es Adrian: cariñoso, considerado y generoso.

Sin que ella lo sepa, Adrian solo se preocupa por sí mismo y la verdadera razón por la
que quería proponerme (frente a todos sus colegas, fíjate) fue porque lo moverá hacia
arriba en los rankings de su empresa para conseguir ser socio. Lo escuché hablar a uno
de sus asociados semanas después de que consiguiera el trabajo, diciendo que haría
cualquier cosa para llegar a ser socio, en cinco años: "Incluso si eso significa que tengo
que casarme con París antes de lo que quiero ... incluso si no estoy listo para
comprometerme con ella de por vida"

¿Que es considerado? Eso es casi ridículo, junto con la palabra "generoso."

Justo cuando ella está en el medio de decirme cómo Adrian me entiende como ningún
otro uno más puede hacerlo, la recepcionista me hace señas para que me acerque al
mostrador.

-Espera, mamá, - le dije mientras me acercaba. - Necesito preguntar cuándo será


reprogramado mi vuelo a Boston. Sostengo el teléfono contra mi pecho y sonrío a la
recepcionista.

-¿Tienes alguna idea de a qué hora se reprogramará el vuelo? Definitivamente será


para mañana?

-Ni idea. ¿Le gustaría un voucher de descuento para el Marriott aquí en frente?. Tiene
diez por ciento de descuento y un transbordador puede llevarla allí y recogerla.

-No, gracias.

-Está bien. - Ella se encoge de hombros. - ¡Siguiente!

-No he terminado. - Niego con la cabeza. - No estoy tratando causar problemas, pero
estoy segura de que este tipo de cosas sucede con bastante frecuencia aquí, entonces ...
¿Cuándo puedo esperar que el vuelo sea reprogramado?

-Su suposición es tan buena como la mía, señora. - Su voz es plana. - Todo lo que sé es
que todos los vuelos están aterrizados y ahora está retrasando la fila. Tal vez
¿mañana? ¿Quizás la próxima semana? Usualmente llaman y le informan.

-¿Cómo puede haber una tormenta de nieve si no cae nieve? - Señalo la ventana que
está detrás de ella. - ¡Y todos ustedes tendrían que haber previsto que esta tormenta se
avecinaba antes de hoy! ¿No hay canales meteorológicos en esta parte del país? ¿No
tienen cable?

-¡Siguiente! - Ella hace un gesto para que me aparte.

-No, no, no. Espere. - Suspiro. - Tomaré el bono del hotel.

Felizmente arranca una hoja de una libreta y me la entrega. - Feliz año nuevo.
¡Siguiente!

Me muevo al otro lado del mostrador y saco la laptop de mi bolso.


-¿Sigues ahí, mamá? - Llevo nuevamente el teléfono a la oreja.

-Oh, estoy aquí. ¿Dónde estás, si no estás en Boston en este momento?

-Washington DC. Hay una tormenta, supuestamente, por lo que han cancelado todo.

-¿Vas a dormir en el aeropuerto? ¿Te dije que vi una historia sobre un nido de
cucarachas en una terminal la semana pasada?

-Mamá ...

-En realidad, mereces ser arrastrada varias veces, después de la forma en que has
manejado todo esto con Adrian. - Ella cambia su tono. - ¿Necesitas que cubra tu estadía
en el hotel por esta noche? David dijo que te envió dinero, pero no estará en tu cuenta
hasta mañana.

-¿Harías eso por mí?

-Por supuesto. - Hay simpatía en su voz. - Vamos, paga por adelantado en línea. Tengo
mi tarjeta lista.

Busco en el sitio web de Marriott y escribo las fechas. Al segundo que hago clic en
"Reservar", las palabras "AGOTADO" aparecen en la pantalla.

-Está agotado, mamá ...

-Busca otro hotel, cariño. No todos pueden estar agotados.

Veinte minutos pasan y me doy cuenta de que pueden estarlo. Todos están, de hecho,
agotados.

Frente a mí, una familia de cinco integrantes comienza a acampar en el piso. Los
empleados del Aeropuerto están entregando almohadas y mantas, y hay un anuncio
sobre aperitivos con descuento en todas las tiendas de revistas.

-Solo voy a quedarme aquí. - Saludo con la mano a un hombre que camina por el pasillo,
señalándole que me alcance una almohada. - Puede darme inspiración para finalmente
escribir alguna cosa.

-¿Estás segura?

-Sí, no es tan importante. Te llamaré por la mañana.


-Espera, Paris. Espera ... - Ella duda. - Invité a Adrian para hablar. Él debería estar aquí
en cualquier momento, así que si lo deseas, puedo ponerlo en el altavoz y tal vez ser la
mediadora entre ustedes dos. Realmente creo que estás pasando por algo, y estás
culpando a Adrián por ...

-Adiós mamá. Te amo. - Cuelgo. Debería haber sabido que había una razón por la cual
ella quería mantenerme en el teléfono. Ella y yo casi nunca hablamos más de tres
minutos.

Agarro mis cosas y camino por el pasillo, buscando un lugar vacío. Necesito estar sola
por un tiempo.

Durante medio segundo, cuando mi madre había mencionado que Adrian quería hablar,
se me hizo un nudo en la garganta. En el pasado, siempre que Adrian me lastimaba o
hacía algo egoísta, dejaba que ese nudo aumentara y aumentara hasta que llegaran las
lágrimas. Y entonces lloraba hasta que ya no tenía más lágrimas.

Hoy no.

Encuentro un banco vacío, frente a una ventana, y coloco mi almohada en su borde.


Antes de que pueda ponerme cómoda, escucho una voz familiar detrás de mí.

-¿Necesitas un lugar para quedarte esta noche?

Miro por encima de mi hombro y veo a Blake sonriendo con esa sonrisa impecable,
luciendo más perfecto ahora que en el avión.

-No, no. Gracias por la oferta. - Me doy vuelta y esponjo mi almohada.

-París ... - Blake camina frente a mí y se arrodilla, agarrando mi mano, haciendo que mi
cuerpo reaccione contra su voluntad, con ese simple toque. - No creo que sea
seguro que te quedes aquí durante la noche.

-En realidad, estoy bastante segura de que es así. Todos aquí han tenido que pasar por
la seguridad, así que dudo que alguien tenga un arma. Además, cada pocos metros, hay
cámaras. Oh y dado que la TSA pensó que era extremadamente sospechosa hace horas,
probablemente están vigilándome ahora mismo. Creo que estaré bien.

-Yo no.

-¿A quién le importa?

-Deberías quedarte conmigo esta noche. No creo que duermas mucho aquí.

Como si fuera una señal, una mujer se sienta en el banco frente a mí y mece a un
recién nacido, llorando.

-¿No recuerdas lo que me dijiste en el avión, Blake?. ¿Honestamente crees que lo que
dijiste debería hacerme sentir lo suficientemente bien como para ir a casa contigo?

-Sí.

-Bueno, no fue así. Estabas diciendo que mis labios eran jodidamente deseables ...

-Lo son.

-Y que me estarías follando contra el asiento si estuviéramos solos no me inspira


ninguna confianza. Eso me dice que me aleje muy, muy lejos. Y eso es lo que planeo
hacer. Ahora vete.

Él me mira a los ojos, dándome una mirada de completa sinceridad. - Solo dije esas
cosas porque honestamente pensé que nunca volvería a verte.

-Entonces, ¿eso hace que esté bien?

-No, y lo siento. No quise ofenderte en absoluto. No soy muy bueno para charlar.

-¡Claramente!

-Están cerrando todos los restaurantes aquí, así que solo podrás comprar comida
chatarra. Los baños estarán atestados en cada puerta, y va a ser ruidoso porque no hay
salas cerradas. No deberías quedarte aquí. – Realmente parece preocupado.

-Ese fue un argumento muy convincente y persuasivo, Blake. Puedo decirte que tus
años en la escuela de leyes fueron bien gastados. Eso dijo…

-¿Qué tengo que decir para que vengas a casa conmigo?

-No hay nada que puedas decir. No te conozco, no confío en ti, y tampoco voy a tener
sexo contigo.

-No te pedí que tengas sexo conmigo esta noche.

-Pero lo harás en la mañana, si me voy a casa contigo, ¿verdad?

Él parpadea.

-¡Oh Dios mío! No, simplemente no.


-No voy a pedirte que tengas sexo conmigo, Paris. Ni siquiera voy a pedirte que
compartas mi cama. Puedes tener la suite de invitados para ti.

-¿Tiene un baño separado?

-Sí, lo tiene.

-¿Una puerta que se cierra y asegura desde el interior?

-Sí. - Él clava sus ojos en los míos.

-¿Está lejos de tu habitación?

-Muy lejos.

Me quedo quieta y miro a sus hermosos ojos, queriendo decir que sí, queriendo decir
"Al diablo con eso" y finalmente hacer algo espontáneo, pero no soy capaz de hacerlo.

Niego con la cabeza y aparto mi mano de la suya. - Hay otra mujer allí que parece que
voló sola. Tal vez ella aceptará tu oferta.

-Esta oferta es exclusivamente para ti. - Él toma mi mano de nuevo.

No puedo evitar reír. - Claramente no captas mis consejos, así que déjame ayudarte: no
sé tu apellido, no sé dónde vives, dónde trabajas, lo que te gusta hacer los fines de
semana, cómo pasas tu tiempo libre, tu número de teléfono, tu edad, y lo más
importante, no sé por qué piensas que todavía voy a ir a casa contigo.

Él lentamente suelta mi mano. Entonces sonríe y se pone de pie. - Mi apellido es


Taylor. Vivo en Newbury Lane, casa número siete. Trabajo en Taylor y Asociados: un
bufete de abogados que comencé recientemente. Trabajo los fines de semana y en mi
tiempo libre, trabajo aún más. Mi número de teléfono es 555-9870, tengo veintinueve
años y creo que vienes a casa conmigo porque quieres, porque estás intrigada. - Levanta
mi bolso y se lo coloca sobre su hombro. - ¿Era todo o necesitas saber más?
Capítulo 4

De alguna manera, debo haber dejado caer el cerebro de mi cráneo porque estoy, en
este momento, sentada en el asiento del copiloto del Mercedes negro de Blake.

No nos hemos dicho una palabra desde que comenzó a conducir, y he estado
esperando el primer copo de nieve. Estoy haciendo todo lo posible para no pensar en el
hecho de que después de enumerar toda esa información para mí, no pude lograr que
una sola palabra saliera de mi boca.

Media hora más tarde, llegamos a un pintoresco vecindario bordeado por un lago. En la
oscuridad, puedo distinguir senderos blancos helados que rodean el agua y lo que parece
ser un centro comercial privado en el otro lado.

Blake desacelera el auto y presiona un botón en su parabrisas, haciendo que se abra un


garaje para tres autos. Cuando entra, miro a los otros dos autos: un hermoso BMW gris
y un convertible verde oscuro.

-¿Empacaste un pijama? - Abre mi puerta y toma mi mano.

No ... - Por supuesto, empaqué pijamas. ¿Por qué?

-No parece que hayas empacado mucho. Iba a ofrecerte pedirte algo con nuestra pizza.

-¿Pedirme algo?

Él asiente y me lleva a su casa, todavía sosteniendo mi mano. - Es uno de los beneficios


de vivir en este tipo de vecindario. Puedes pedir cualquier cosa, y se puede acceder a
las tiendas fuera de horario.

-¿Cuántas personas se quedan aquí?

-Unos doscientos.

-¿Debo suponer que todos son ricos?

-Probablemente. - Él sonríe. - Déjame mostrarte tu habitación. Ordenaré la pizza


después.

Cuando pasamos por la sala de estar, una habitación con una chimenea de leña y todos
los muebles blancos, él me dice que ha estado viviendo aquí durante aproximadamente
dos años. Debería asistir a reuniones mensuales con los vecinos y aparecer en las fiestas
navideñas, pero él nunca tiene tiempo.

-Esta es mi habitación. - Abre la puerta a una enorme sala beige con ventanas que van
del techo al piso y un balcón, y tengo que evitar que se me caiga la mandíbula. Solo he
visto otra habitación que estaba a medio camino tan linda como esta, parecida a una de
un reality show que vi el mes pasado.

-Puedes dormir aquí esta noche. - Pone mi bolso en la cama. - El cuarto de baño está
detrás de la puerta a tu derecha.

-Pensé que dijiste que podía quedarme en la suite de invitados.

-Creo que te gustará más esta habitación.

-Está bien, o estás delirando o no entiendes el inglés sencillo. Te dije que no estaba
teniendo sexo contigo, y no compartiríamos una habitación. ¿Qué parte de eso no
entiendes?

-Voy a estar durmiendo en la habitación de invitados esta noche. - Él sonríe. - Pero eres
más que bienvenida a unirte a mí si no te gusta esta habitación.

Pongo los ojos en blanco. - Ésta estará bien. Gracias.

-¿Estás segura? Estoy más que dispuesto a satisfacer todas tus necesidades.

Silencio.

¿Qué demonios se supone que voy a decir?

-La pizza generalmente demora unos veinte minutos. - Abre un armario y arroja
algunas mantas en la cama. - Si necesitas algo más, házmelo saber. Se aleja y cierra la
puerta detrás de él.

Tan pronto como escucho sus pasos por el pasillo, empiezo a mirar alrededor.

Hay algunas fotos colgadas en sus paredes, la mayoría de las cuales lo presentan y
una pequeña niña de cabello castaño. Sus ojos son de un verde impresionante como el
suyo, y su sonrisa es igual de contagiosa. Supongo que ella es su hija hasta que noto
una pequeña nota garabateada en la parte inferior de una foto: "¡Amo a mi tío Blake!"

Qué lindo...
Curiosa, entro en su enorme vestidor. Todos sus trajes y corbatas están organizados por
color, y sus zapatos están perfectamente organizados dentro de cajas transparentes que
tienen nombres de diseñadores.

Abro todos los cajones de su tocador en busca de algo que pruebe que él,
definitivamente, tiene novia, una foto, una camiseta, un pendiente, pero no hay nada.
Solo más corbatas ordenadas y condones. Montones y montones de condones.

Los últimos dos cajones están llenos de ellos, y todos cuentan con "XXL" en
sus envolturas.

Correcto...

Me dirijo al dormitorio y me dejo caer sobre la cama, llamando a David rápidamente.

-¿Alguna vez te dije que eres la persona menos oportuna del mundo? - responde con un
suspiro.

-¿Alguna vez te dije que los mejores amigos pueden llamarse cada vez que quieres?

-Estaba a punto de tener sexo.

-Bueno, no debiste haber estado demasiado entusiasmado porque recogiste el


teléfono.

-Cierto. - Se ríe. - ¿Ya has llegado a Boston? Te envié por e-mail una lista de cosas que
he programado para que hagas.

-No. Estoy atrapada en Washington porque el vuelo fue cancelado. Quería decírtelo
en caso de que alguien me estuviera esperando en el aeropuerto.

-Gracias. ¿Eso es todo?

-Eso, y voy a golpearte la cabeza cuando te vuelva a ver.

-Supongo que tu madre te dijo que lloré en la fiesta. - Se ríe. - Mis lagrimas eran dignas
de un Oscar.

-Estoy segura de que lo fueron. Te llamare mañana.

-Espera. ¿Qué no me estás diciendo, Paris?

-¿Qué?

-Hay algo que no me estás diciendo. Puedo sentirlo.


-No es nada.

-Por favor, no me hagas adivinar.

Considero colgar en ese momento porque si hay alguien que puede percibir cuando algo
sucede, es David. - Está bien, está bien ... voy a pasar la noche con este chico que conocí
en el avión.

-¿Este tipo que conociste en un avión?

-¿Tienes problemas para escuchar?

-¿Cuál es su nombre?

-Blake.

-¿Y? - Se ríe. - ¿Es eso todo lo que sabes sobre él?

-¡No! Sé que es abogado, y él eh ... Confía en mí, hice todas las preguntas correctas.

-Te atrae, ¿verdad?

-¡Por supuesto que no!

-Sí, si. - Está sonriendo, lo sé. - Si él fue capaz de hablar de tus sospechas tontas
para ir a casa con él, debes ser más que atractiva para él. No te preocupes, no te estoy
juzgando. De hecho, creo que deberías follarlo mientras estas ahí.

-¿Qué?

-No tartamudeé. Tienes que ser follada, Paris. Mal.

-David ...

-Estoy cuidando de los dos. Yo lo haría, pero no quiero que te conviertas en adicta a
mí. Además, sería muy agradable no escuchar que te quejas de la verga de otro hombre,
o ser forzado a escucharte gimotear porque solo te corres tres veces al año.

-¿En serio? - Voy a romper su cuello y golpear su cráneo cuando llegue a casa.

-Si no te acuestas con él, al menos podrías mostrarle algo de satisfacción oral, ¿no
crees? Si dejo que una chica extraña se quede en mi casa para su beneficio, al menos
esperaría una mamada.
Cuelgo.

Mi teléfono suena inmediatamente y lo pongo en altavoz. - ¡No lo estoy follando,


David! Esta es una cosa de una noche y solo estoy pasando la noche. Eso es. Yo podría
estar atraída por él, pero eso no significa que vayamos a tener sexo, siendo dos
desconocidos.

-Eh...- Es una mujer. - ¿Es Paris Weston?

Yo jadeo. - No ... quiero decir, sí. ¿Puedo preguntar quién está llamando?

Soy Missy Turner de Atención al cliente de US Airways. ¿La atrapé en un mal


momento?

-No. - Cambio mi tono. - De ningún modo.

-Bueno. Bueno, llamo para avisarte que su vuelo desde el aeropuerto Reagan, al
Aeropuerto Internacional Logan de Boston, ha sido reprogramado para mañana a las
diez y cuarenta y cinco. Estamos ofreciendo transporte de cortesía si se encuentra dentro
de diez millas del aeropuerto. ¿Necesitará asistencia?

¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! - No, estaré bien. Gracias por la llamada.

-Es un placer, señorita Weston. Que tenga una buena noche.

Me desplazo por los correos electrónicos de mi teléfono y presiono confirmar en todas


las actividades turísticas que David me envió: día de Spa, recorrido por el centro
histórico, día de compras, otro día de spa y un día en The World of Porn3.

Uf, David ...

Recogiendo mi bolso, tiro todo lo que empaqué en la cama y rápidamente me doy


cuenta de que no empaqué nada. No traje cepillo de dientes, gel de baño, cepillo, peine,
nada.

Todo lo que tengo son camisetas, jeans, una gran variedad de sujetadores y bragas que
no combinan, y pantalones cortos de algodón.

-¿París? - Blake golpea a mi puerta.

-Está abierto.

3
El Mundo de la pornografía – nombre de fantasía
Él entra sin nada más que un par de pantalones de pijama con cordón blanco. -Aquí
tienes. - Me tiende un plato de pizza, pero yo no lo tomo.

Su cuerpo es jodidamente increíble. En el lado derecho de su pecho perfectamente


cincelado tiene un tatuaje negro que gira y se sumerge en sus abdominales de seis
packs. En la base de eso, justo donde termina la tinta, hay una V profunda con un
pequeño rastro de cabello que lleva a lo que estoy segura es igual de impresionante.

-¿París? - De repente está tomando mi barbilla en sus manos. - ¿Estás bien?

Asiento con la cabeza.

Él levanta una ceja, pero no dice nada más. Coloca mi plato en la mesita de noche y
suspira. - No estoy seguro de cómo te sientes al cenar juntos, pero si quieres más, está
en la cocina.

-¿No vas a obligarme a comer contigo?

-No, aunque sé que quieres. - Sonríe. – Saldrás finalmente.

-Sí, mañana cuando sea hora de irme. Hablando de eso, la línea aérea, llamó y mi vuelo
despega a las diez cuarenta y cinco, así que probablemente debería irme de
aquí alrededor de las ocho, ¿verdad?

-Probablemente.

-¿Puedes decirme qué compañía de taxi debería usar?

-Ninguna de ellas. Te llevaré.

-No, está bien. Has hecho suficiente permitiéndome quedarme aquí ... ¿Debería reservar
el viaje con antelación o debería…

-Para. - Aprieta el dedo contra mis labios. - Te llevaré. - Se acerca como si quisiera
besarme, como si fuera a hacerlo, pero luego se detiene. - Estaré en la sala de estar, si
me necesitas. Hay cepillos de dientes y artículos de tocador adicionales en el gabinete
del baño.

-Siempre listo para un polvo de una noche, ya veo ...

-¿Disculpa?

-Nada.

-¿Qué dijiste sobre una noche?


-Solo que pareces muy preparado, ya sabes, con tus cajones llenos de condones y
cepillos de dientes adicionales. Ser un abogado atractivo claramente te redime de
todo lo que puedas desear.

Me mira mucho tiempo, lentamente dejando que una sonrisa se extienda por su rostro.
-¿Has revisado mis cajones?

-Sí, y no necesitas tantos condones ...

-No. - Él gentilmente tira de un mechón de mi cabello. - Pero dado que mi último cliente
era fabricante de condones y ganamos el caso, me dio un suministro de por vida. - Se
inclina, dejando que sus labios toquen los míos brevemente. - En cuanto a los cepillos
de dientes adicionales y artículos de tocador, esos también son de otro cliente
fabricante. Y sí, siendo un "abogado atractivo" me consigue todo lo que podría desear,
a excepción de lo que quiero en este mismo momento. - Él besa mi mejilla antes de irse.

No estoy segura de cuánto tiempo me quedo en ese lugar, parpadeando y


preguntándome por qué diablos, sigue teniendo este efecto sobre mí, pero cuando
recobro mis sentidos, ya no tengo apetito.

Me obligo a comer al menos una rebanada de pizza, y luego uso uno de los miles de
cepillos de dientes azules que están embutidos en sus gabinetes.

Estoy robando al menos diez de estos antes de irme ...

Incapaz de dormir, me deslizo en el pasillo y entro a la sala de estar, pero no lo


veo. Antes de que pueda darme la vuelta, lo siento parado detrás de mí.

-¿Esos son tus pijamas? - Susurra contra mi cuello, tirando del lazo de mis pantalones
cortos - No se ven cómodos.

-Sí, lo son. - Miento. - ¿Estabas esperando que saliera todo este tiempo así podrías
pararte detrás de mí y susurrarme cosas raras al oído, o te desperté?

Se mueve detrás de mí sin decir una palabra y toma mi mano. Sacudiendo su cabeza
hacia mí, me lleva al sofá y me arrastra con él.

Mientras despliega una manta, me acerca y nos cubre con ella. Luego apoya una
almohada detrás de mi cabeza. - ¿Estás cómoda?

-Sí.

Siempre muy suavemente, atenúa las luces, de manera que las llamas de la chimenea
se convierten en lo más brillante de la habitación.
Espero que intente algo conmigo, que me aborde con uno de sus mejores comentarios
sexuales, pero no lo hace. Simplemente enciende el televisor y se recuesta contra el
sofá.

-¿Qué hay en Boston?, - Pregunta sin mirarme.

-No estoy segura.

-¿Vas allí por negocios, o por placer?

La forma en que dice la palabra placer hace que mi corazón se acelere un poco. -
Tampoco ... Es solo un viaje para escapar y tener algo de tiempo para mí misma.

-¿No tienes planes concretos?

-Haces muchas preguntas. - Lo miro. - ¿Sabes qué?

-Es la ventaja de ser un buen abogado.

-¿Un buen abogado? No es gran cosa.

Levanta la cabeza. - ¿Tienes algo en contra de los abogados?

-Mi ex novio es abogado.

-No soy tu ex novio. - Parece ofendido.

-Sí, bueno. Tú sabes qué dicen ellos. Todos los abogados son prácticamente escoria, la
única diferencia es que unos te joden más que otros.

-No tienes que seguir insultándome para llamar mi atención. - Pone su brazo alrededor
de mis hombros. - Lo has hecho desde que te vi en el avión.

-¿Qué?

-Puedes dejar de intentar actuar como si no estuvieras intrigada por mí. - Sonríe y sus
ojos se iluminan - Yo sé que me quieres.

-¿De qué diablos estás hablando? Todavía piensas que vamos a tener sexo, ¿no? -
Inmediatamente me levanto. -¿Sabes qué? Sabía que venir contigo era una mala idea.

-Siéntate. - Me lleva de vuelta al sofá. - Solo quería compañía. - dice. - Ha pasado un


tiempo desde que me he relacionado con alguien fuera de mis clientes y mi familia, así
que pensé que sería bueno conocer a alguien nuevo.
-Qué triste. Conozco a un terapeuta, si lo necesitas.

-Está bien, Paris. - Me acerca y susurra contra mis labios, - Necesito que dejes de ser
tan jodidamente sarcástica. Ahora mismo. No está teniendo el efecto sobre mí que tú
crees, y la próxima vez que algo inteligente salga de tu boca sexy, voy a mostrarte
exactamente cuál es el efecto, realmente.

Me sonrojo y casi cierro el espacio entre nosotros, solo para poder saborear sus labios,
Puedo imaginarme si besarlo se sentirá tan bien como creo que sería, pero se aleja.

-No lo creo. - Sonríe. - No deberías comenzar cosas que no puedes terminar.

Siento que mis mejillas se calientan aún más y me pongo de pie, pero él me baja otra
vez.

-¿Es “Una vida maravillosa”? - pregunta.

-¿Qué?

-Es “Una vida maravillosa". - Señala el televisor. - ¿Quieres verla?

-Claro ... - digo, a pesar de que es difícil prestar atención a la película cuando sus dedos
acarician ligeramente mis hombros y cuando puedo sentir que me mira.

Después de varias escenas, y con la sensación de que sus ojos no se apartan de mí, me
aclaro la garganta.

-¿Hay algún problema? - Mantengo los ojos pegados al televisor.

-No.

-Entonces deja de mirarme.

-Prefiero no hacerlo. - Me ahueca suavemente el mentón y gira mi cabeza poniéndome


frente a él.

Mirándome a los ojos, frota su pulgar contra mi labio inferior, instantáneamente me


hace mojar.

-Ya que necesito tu permiso, ¿puedo besarte?, - Susurra.

-No ...

-¿Por qué no?


Mi aliento se engancha en mi garganta cuando presiona su boca contra mi cuello. -
Porque...

-¿Porque qué? Es solo un beso. - Besa mi cuello otra vez y me mira. - ¿Debo contarte
la historia de mi vida entera para obtener tu permiso? puedo hacerlo, si es necesario.

No tengo idea de lo que acaba de decir. No me puedo concentrar porque, en este


momento, está deslizando sus dedos por mi cabello y mirándome a los ojos, con la
misma sonrisa lujuriosa, como lo hizo hoy, más temprano.

-¿París? - Se acerca, así que estamos labio contra labio. - ¿Qué tengo que hacer para
poder besarte?

-Nada...

En cuestión de segundos, sus labios están sobre los míos y su lengua se desliza
lentamente en mi boca. Sus manos me acarician la espalda y mi cuerpo se está
rindiendo.

Dejé escapar un suave gemido cuando una de sus manos enrolló suavemente mi cabello,
mientras susurra algo contra mi boca que no entiendo.

Cerrando los ojos, murmuro mientras él continúa besándome minuciosamente,


envolviendo mi lengua con la suya, sin dejarme marcar el ritmo.

Antes de que pueda devolverle el beso, y sugerir que solo continuemos haciendo esto
el resto de la noche, se aleja.

-Buenas noches, París. – Me besa la mejilla y se pone de pie. - Te veré por la mañana.

-¿Qué?

-Buenas noches, - repite. - Te veré en la mañana. Y con eso se aleja, dejándome más
húmeda de lo que alguna vez estuve después de un beso, y en definitiva, frustrada.

Tal vez debería haber sugerido tener sexo, después de todo ...

No me molesto en volver a mi habitación. Levanto mis piernas en el sofá y las estiro


sobre los almohadones, viendo las últimas imágenes de la película antes de dormirme.
Capítulo 5

"¡Es el comienzo de un nuevo día! ¡Es el comienzo de un nuevo día! Es el…"

Toco “descartar” en la alarma de mi teléfono celular, gimiendo cuando veo la


hora. Ocho en punto.

Sentándome, me doy cuenta de que ya no estoy en la sala de estar. Estoy en la habitación


de Blake, bien arropada debajo de una manta suave.

Hay un plato de fruta y un waffle belga en mi mesita de noche, junto con un vaso de
jugo de naranja, y detrás de ellos hay una caja de tamaño mediano.

Intrigada, la tomo y la desenvuelvo rápidamente, riéndome una vez que veo lo que hay
dentro: un camisón de seda blanco y una nota:

ESTOS son pijamas ... Eres demasiado hermosa para dormir


con cualquier otra cosa ...

Sonrío y rápidamente me como la comida que preparó antes de tomar otra ducha.

Hoy es el día en que finalmente estaré completamente sola y podré pensar que voy a
hacer con mi vida. Definitivamente voy a tener que llamar a David y decirle que nada
pasó entre Blake y yo. Y cuando esté segura de tener las palabras correctas para decir,
llamaré a Adrian.

Me puse la misma ropa que vestía ayer, en silencio maldiciéndome por no haber
preparado mejores combinaciones. Estoy a punto de salir de la habitación y buscar a
Blake, pero mi teléfono suena. Adrian.

No respondas ... No respondas ...

Es la quinta vez que me llama desde ayer y quiero enviarlo directamente al buzón de
voz, pero no puedo evitar levantarme.

-¿Hola?

-Hola, Paris ... - Su voz es baja.

-¿Qué pasa?
-¿Qué pasa? - Se burla. - Te llamo una y otra vez y dejo un mensaje de voz y
todo lo que tienes que decir es: “¿Qué pasa?"

-¿Tengo que repetirlo?

-No, te diré qué demonios está pasando. Mi novia de hace seis años, inesperadamente
decidió abandonarme la misma noche que sabía que iba a proponerle matrimonio.

-¿No se supone que las propuestas son una sorpresa? Tal vez ella estaba decepcionada
por tu estrategia.

-Ven a casa ahora, París. Necesitamos hablar.

-Estamos hablando en este momento.

-¿En serio? - Suspira, y luego cambia su tono. - Mira, lo siento mucho por decirte
todas esas cosas el mes pasado ... Y lo siento por ser tan egoísta con mi carrera, pero
debes entender. ¿Qué son dos años más? Todavía pagaré para que vayas a la escuela de
periodismo, será un poco más tarde de lo planeado. He hecho sacrificios por ti,
también. ¿Sabes? Elegí la escuela de leyes más barata para que no fuera una gran carga
para ti y me gradué tempranamente, París. Tempranamente. Podría haberme quedado
un año más, pero estaba pensando en ti. ¿No es así?

-Adrian ...- Mi corazón está dolido. - Solo para ... Se acabó. No quiero estar más
contigo. - Puedo sentir lágrimas en mis ojos. - Sé que debería haber manejado
esto mejor, pero…

-Realmente no quieres hacer esto, París. - Me interrumpe. - Te conozco más de lo que


te conoces ... Y realmente aprecio todo lo que has hecho por mí. Ese es el motivo por
el que quiero dar el siguiente paso en nuestras vidas y mostrarte cuánto te amo. He
hablado con uno de los socios aquí y dijo que estaría feliz de darte un trabajo de
vendedora. Paga el doble de lo que ganas actualmente, así que ... serías capaz de
ayudarme a obtener mi doctorado. Eso me ubicará en mejor posición para asociarme
más rápido, te permitirá tener dinero para tí, y ¿quién sabe? Cuando salga de la escuela,
puedes darte cuenta de que no quieres ser periodista, que serás feliz siendo mi esposa y
criando a nuestros hijos ... De hecho, la mayoría de las esposas aquí en la firma no
tienen títulos de maestría, por lo que puede ser un poco extraño si tuvieras uno.

-Eres un maldito egoísta, Adrian. - Mi voz se quiebra. - ¿Sabes?

-Te compré un anillo de dos quilates y soy egoísta.

-Tengo que tomar un vuelo. ¿Esto es todo de lo que querías hablar conmigo?

-Dije que lo sentía.


-Y yo dije que había terminado. ¿Algo más?

Cuelga y dejo escapar un suspiro de alivio, pero sé que es por poco tiempo. Volverá a
llamar como siempre y responderé. Entraremos en otra discusión hasta que uno de
nosotros cuelgue, y luego repetiremos este proceso hasta que me quiebre y corra a sus
brazos otra vez.

Excepto que la última parte no está sucediendo esta vez ...

-¿París? - Blake llama desde el otro lado de la puerta.

-¿Sí?

-Tenemos que irnos en diez minutos si quieres llegar a tiempo a tomar tu vuelo.

Me limpio una lágrima y abro la puerta. - Estoy lista.

Estoy segura de que puede sentir que algo anda mal, pero no lo menciona. En lugar de
eso, pasa junto a mí y toma mi bolso, indicándome que lo siga a su auto.

No hablamos en el camino al aeropuerto. De hecho, apenas miro hacia él.

Ese increíble beso de la noche anterior ha caído en el olvido; todo lo que puedo pensar
es en la llamada telefónica de Adrian y los dos textos que ha enviado: "Me parece tan
irónico que YO SOY el egoísta, cuando casi agotaste nuestra cuenta de ahorros para
un viaje cualquiera hacia la nada. ¿El motivo real de tu viaje es conocer a alguien
más? ¿Es así? ¿Quieres follarte a otra persona antes de casarte conmigo? ". " Lo
siento por ese último texto, Paris ... No quise decir eso ... entiendo que quieras un
descanso. Solo llámame cuando te sientas mejor y no estés tan molesta ... "

-¿París? - La voz de Blake me llama la atención y me doy cuenta de que está a abriendo
la puerta. - ¿Estás tomando un vuelo hoy, verdad?

-Correcto. Lo siento. - Salgo y tomo mi bolso. - Eh ... Muchísimas gracias por


dejarme…

Desliza un brazo alrededor de mi cintura y me besa, haciendo que mis rodillas se


debiliten. - De nada.

Conteniendo una sonrisa, murmuré “gracias" y entré.

Miro por encima del hombro para verlo por última vez, pero me doy cuenta de que no
volvió a su auto. Me está siguiendo.
-¿Qué crees que estás haciendo, Blake?

-Quiero asegurarme de que llegues bien.

-Realmente no hay necesidad de eso. Creo que soy perfectamente capaz de subirme a
un avión por mis propios medios. No hay muchas maneras de que pueda joder eso.

Él cruza sus brazos y sé que este es un argumento perdido, así que ignoro su presencia
y camino hasta el escritorio de la recepcionista.

-¿Cómo puedo ayudarla hoy, señorita? - Levanta la vista.

-Estoy aquí para mi vuelo reprogramado a Boston. - Deslizo mi licencia por el


escritorio. - Paris Weston. ¿Sería posible tener un asiento junto a la ventana?

-Lo siento, señora. Ese vuelo fue cancelado hace quince minutos.

-¿Hace quince minutos?

Ella asiente. - Debería recibir una llamada telefónica o una notificación de texto
En cualquier momento.

Como si fuera una señal, mi teléfono vibra y lo sostengo en mi cara. Es un texto: "Es
un mensaje para todos los pasajeros que tienen vuelos reservados desde el Aeropuerto
Internacional Reagan, durante los próximos cinco días. Todos los vuelos han sido
indefinidamente cancelados debido a las preocupaciones del National Weather Board
con respecto a la tormenta de nieve que está previsto que avanzará a esta zona durante
la próxima semana. Por favor, consulte con su aerolínea específica en lo que concierne
a reembolsos, reprogramación y reservas de hoteles.

-¿Cinco días? - La miro con ira. - ¿Está jodidamente bromeando?

-Señora...

-¿No está jodidamente bromeando? - Noto que un guardia de seguridad se acerca, y


bajo mi voz - Todavía me quedarán siete días hasta que pase la emergencia climática,
¿verdad? ¿Me pueden reservar el próximo vuelo disponible, por favor?

-¿Compró protección de vuelo?

-No.

-Bueno, en ese caso ... dependerá de la cantidad de pasajeros que ya estén programados
para ese vuelo y de la oferta existente. Los clientes con protección de vuelo recibirán
los primeros boletos.
Intento mantener la calma. - Bueno, ¿puedo volar a otro lugar entonces? ¿A algún lugar
que cueste el mismo precio?

-Todos los boletos de US Airways son intransferibles, señorita Weston. ¿Le gustaría un
reembolso por ese tramo del viaje?

-¿Está diciendo que estoy varada aquí?

-Por mi parte, no dije eso, pero ... Dado el número de pasajeros varados y el hecho de
que no compró protección de vuelo ... - Su voz se desvanece. – De hecho, su vuelo de
regreso a Nashville no se verá afectado en absoluto. - dice, dando golpecitos sobre su
teclado, - Lo cambié para que no tenga escala en Atlanta, esta vez. Es un vuelo directo,
ahora. ¿Le gustaría un reembolso por el tramo de Boston?

-No, no me gustaría un maldito reembolso. Me gustaría que Usted ...

-Ella recibirá el reembolso. - Blake me cubre la boca con la mano y me mira con
simpatía.

Me muerdo la lengua, evitando decirle que se mantenga al margen de esto.

-Aquí lo tiene, señorita Weston. – La recepcionista me entrega un cupón. – Yo también


le devolví su primer vuelo, dadas las circunstancias. Realmente lo siento por el
inconveniente. - Tiene la decencia de parecer medio sincera.

-Gracias. - Suspiro y dejo que Blake me lleve a su auto. No hay un solo puto copo de
nieve cayendo del cielo y estoy tentada de entrar y exigir para hablar con el CEO.

-¿Estás realmente tan molesta por perder tu vuelo? - Blake acelera en la autopista.

-Por supuesto que no estoy enojada. Siempre compro billetes de avión sin intención de
volar.

-Quería decir si estabas molesta por pasar más tiempo conmigo.

Mis ojos se ensanchan tanto como pueden. - ¿Disculpa?

-Eres más que bienvenida a quedarte conmigo hasta que pase la tormenta.

Estallé en carcajadas. Está loco.

-¿Es graciosa mi hospitalidad?

-Sí. - Respiro hondo. - Sin ofender, pero realmente no confío en ti.


-Podrías, si quisieras. - Sonríe. - Quédate conmigo.

-No, gracias. - Negué con la cabeza. - Quiero decir, solo estuvimos juntos por unas
horas ayer y me estabas atacando con tu lengua, así que solo puedo imaginar lo que
intentarías hacer teniendo más días a tu disposición.

-¿Te asalté?

-Eso es lo que dije.

-No recuerdo que hayas pedido que me detenga. - Me mira. - De hecho, pareciste
decepcionada cuando lo hice. Y si estaba sintiendo las cosas correctamente, creo que
querías que yo llevara las cosas más lejos, mucho más lejos.

Mis mejillas se enrojecen y enfoco mi atención en los edificios que pasaban


rápidamente por delante de mi ventana, mientras el auto avanzaba. Quedarme con Blake
durante más de una semana, definitivamente sería lo más espontáneo que, alguna vez,
haya hecho en mi vida, pero no me atrevo a admitirlo en voz alta.

-¿Puedes llevarme allí, por favor? - Señalo el estacionamiento de un hotel que está
adelante. - Voy a reservar una habitación.

-Estoy bastante seguro de que ya están agotadas.

-Estoy bastante segura de que quieres que yo lo crea.

Él se ríe y se detiene en la siguiente rampa de salida. En lugar de dirigirse directamente


hacia el estacionamiento, ingresa a un auto-servicio de Starbucks.

- Tengo la sensación de que este va a ser un día muy largo y revelador para ti. -
dice. - ¿Te gustaría tomar algo?

-Frappuccino Caramel ...- Le tiendo mi tarjeta de crédito, pero él no la toma.

-El gusto es mío.

Después de darme mi café, se vuelve hacia mí. - No intentaré hacer cualquier cosa que
no quieras hacer, Paris. Solo estoy siendo amable e intento ahorrarte algo de dinero. Y
no estaba bromeando sobre la necesidad de una nueva compañía. Quédate conmigo. -
Roza una mano en mi mejilla.

-Eh ... - Di que sí ... Maldito infierno, sí ... - ¿Podemos parar primero en el Marriott?
Pone los ojos en blanco y conduce, estacionando en el punto intermedio entre los
hoteles.

-Gracias. - Salto inmediatamente del auto, pero lo siento caminando al lado mío,
segundos más tarde.

Entramos en el primer hotel, uno de esos lugares de escala mediana con ascensores de
vidrio y un vestíbulo brillante, y noto que todo parece tranquilo. Vacío.

Antes de que pueda decirle a Blake: "Te lo dije", veo un letrero que cuelga unos metros
por encima la recepción: "Lo sentimos, no hay lugar".

Frunzo el ceño y me voy, caminando a otro hotel.

Agotado.

Luego otro.

Agotado.

Cuando llego al octavo, mi paciencia se agota y la sonrisa maliciosa en la cara de Blake


me está volviendo loca.

-¿Vamos a ir al siguiente? - Tiene una puerta abierta. - ¿O has claudicado?

-No me doy por vencida...

-¿Porque tienes miedo de quedarte conmigo, o porque en realidad no quieres rendirte?

Finjo no haber escuchado esa pregunta. Estoy segura de que los fuertes latidos de mi
corazón, respondieron por mí.

El siguiente hotel que ingresé es relativamente pequeño y pintoresco, y espero ver un


cartel de habitaciones agotadas en la recepción, pero no hay ninguno. El lobby es
relativamente simple y a las alfombras les vendría bien una seria limpieza, pero se ve
bastante bien.

-Buenas tardes y bienvenidos a Eco-Suites. - Un hombre con una barba desaliñada


aparece detrás del escritorio. - ¿Cómo puedo ayudarlos?

-Es solo para uno. - Miro por encima de mi hombro y veo a Blake hablando en su
teléfono celular.

-Necesito una habitación hasta el próximo domingo, por favor.


-¿El próximo domingo? - Escribe en su teclado. - Puedo tener una por ochenta y tres
dólares por noche, efectivo, noventa y nueve si paga con tarjeta de crédito.

-Parece estupendo. - Saco mi billetera.

-Ah, y por ley del estado, - dice, bajando la voz, - estoy obligado a decirle que estamos
en plena renovación de nuestras habitaciones.

-Está bien ... ¿Por qué sería eso un problema?

-No lo es. A la mayoría de la gente le gusta saber cada vez que hay un brote de chinches.

Se encoge de hombros. - No es tan importante en mi opinión.

-Lo siento, ¿qué? - Me congelo. - ¿Está renovando o está fumigando?

-Fumigando, - repite. - Esa es la palabra que estaba buscando. Eso mismo.

-¿Está loco? ¡No es lo mismo!

-Entonces, ¿ya no quiere la habitación? ¿Qué tal cincuenta por noche? Es lo más bajo
que puedo ofrecer.

Respiro profundamente. - No, gracias. - Me doy vuelta y miro a Blake, que ahora está
mirándome como diciendo "te lo dije".

-Hay otro parque hotelero a dos millas de distancia, - dice. - Puedo llevarte allí también,
si quieres.

No respondo. Lo sigo a su auto, y él desbloquea la puerta, se para delante mío antes de


que pueda entrar.

-¿Te llevo a por otro hotel o finalmente has recuperado el sentido?

-Llévame a otro hotel. - Murmuro, pero rápidamente cambio de parecer. - Aceptaré tu


hospitalidad, pero solo en dos condiciones.

-¿Y qué condiciones son esas?

-Número uno, no puedes besarme otra vez. - Intento no sonreír. - En serio. Y número
dos, si me emborracho, lo cual probablemente sea así, dadas las circunstancias, no
puedes aprovecharte de mí.

Se aparta del camino, haciéndome un gesto para que me entre.


-¿Y? - Me niego a subir a su auto hasta que él esté de acuerdo. - ¿Qué dices? ¿Estás
de acuerdo con esas condiciones?

-De ningún modo.

-¿Qué? ¿Por qué no?

-Porque voy a besarte de nuevo. - Se acerca. - Seriamente. Y tú no te embriagarás


cuando me pidas que me aproveche de ti. Estarás completamente sobria. - Mete un
mechón de pelo detrás de mi oreja, haciendo que mi corazón se acelere diez veces
más. - Esas son mis condiciones. ¿Puedes aceptar eso?

Aparto la mirada de él y me meto en el auto, con la esperanza de no arrepentirme de


marcar mi número cuatro.
Capítulo 6

-¿Eso es todo? - Puse una bolsa de compras en la encimera de la cocina. - ¿Puedo ir a


mi habitación ahora?

-No. - Blake sonríe y me lleva a la sala de estar, indicándome que me recline contra las
almohadas. Durante las últimas horas, lo he acompañado y lo observaba comprar
suministros para la tormenta.

Aunque pensé que la gente de esta ciudad estaba reaccionando exageradamente frente
a esta invisible tormenta, al segundo que terminamos de comprar mantas de lana, el
estacionamiento había sido cubierto por una ligera nevada y los cielos se habían vuelto
grises.

-Probablemente empeorará a medida que pasen los días, - había dicho. - Probablemente
deberíamos conseguir algunas cosas más.

Esas "pocas cosas más" se convirtieron en muchas más cosas, y juro que nos detuvimos
en cada tienda que vimos. Compró velas, linternas, sacos de dormir, borrador de
sellador, y, para "agradecerme por mi compañía", me compró cuatro camisones y una
bata blanca. Tan ridículo como algunos de los comentarios que hizo ("Deberías modelar
esos camisones para mí una noche ... "), me hicieron, realmente, disfrutar estar cerca de
él.

-¿Estás cansada? - Enciende la chimenea.

-No, solo estoy decepcionada.

-¿Por qué?

Niego con la cabeza. No quiero aburrirlo hablando más de Adrian.

-¿Por qué, Paris? - Se acerca y levanta una ceja.

Como no digo nada, se sienta en el sofá y me pone en su regazo. Antes de que pueda
moverme, comienza a masajear mis hombros.

-¿Eres de Nashville, París?, - Susurra.

-Nacida y criada ... ¿Eres de DC?

-Seattle.
-¿Tomaste un vuelo de Seattle a Atlanta y luego a DC? Eso no tiene sentido.

-No creé el plan de vuelo. - Sus manos frotan suavemente la parte posterior de mi
cuello. – Pero me aseguraré de compartir tus preocupaciones con la aerolínea la
próxima vez que vuele.

-Deberías ... - Me muerdo la lengua para no murmurar, así no le daré ninguna


idea de lo bien que se sienten sus manos. - Definitivamente deberías hacer eso ... la
próxima vez que tomes un vuelo…

-Dime por qué estás decepcionada.

No digo nada, y él gentilmente inclina mi cabeza hacia atrás hasta que lo miro a los
ojos.

-Dime.

-Ya no quiero odiar a mi ex novio.

-Entonces no lo hagas.

-Es más fácil decirlo que hacerlo ... - Suspiro mientras acaricia mis hombros otra vez,
mientras él deja caer suaves y delicados besos en mi cuello.

-¿Puedo preguntarte algo?

-No estoy mojada. ¿Eso lo contesta?

-No, pero eso es una mentira. - Me pasa un dedo por la espalda. - Eso tampoco es lo
que iba a preguntarte.

Cruzo las piernas y él se ríe.

-¿Por qué tuviste que pagar para poner a tu novio en la escuela de leyes en el primer
lugar?

-Porque las personas normales no tenemos padres ricos que puedan pagar la escuela.
Fue un intercambio. Como iba a tener la carrera más lucrativa, acordamos que él
necesitaba terminar la escuela primero.

-Estudié en la escuela de leyes. Mis padres no pagaron nada.

-Oh lo siento. Pensé que ... – Me detengo. - Lo siento por suponer.


Él pasa sus dedos por mi cabello. - Dado que rompiste, ¿va a devolverte el dinero de
su matrícula?

Estallé en carcajadas, casi cayendo de su regazo. - ¿Pagarme? ¿Es una broma?

-Solo parece justo.

¿Justo? ¡Ja!

Limpio mis ojos en la manga, todavía riendo. No me puedo imaginar a Adrian


devolviéndome dinero por nada. De hecho, si hubiera una forma de que él pudiera
demandarme por no haber aceptado su anillo de compromiso, estaba segura de que lo
intentaría.

-Mi novio, ex novio, quiero decir, siempre ha visto todo en blanco y negro. Estoy
bastante segura de que él piensa que anulé nuestro trato dejándolo, así que,
técnicamente, no me debe nada.

-Eso es desafortunado. - Deja de tocarme y duda. - ¿Estabas enamorada de él?

-Durante los primeros dos años, sí, - le digo. - Pero después de que comenzamos a
convivir, lentamente, fue en declive. Simplemente no quería creer que estaba
sucediendo.

Recuerdo que, hace años, prácticamente obligué a Adrián a decirme que "todavía [me]
amaba" y que probablemente solo lo dijo para que continuara pagando sus estudios.

-¿Qué hay de ti, Blake? - Rápidamente cambio de tema.

-¿Qué hay de mí?

-Como afirmas que actualmente no tienes novia, estoy segura de que tienes una
larga historia de amores errantes.

-Yo, no.

-Bien ... - Pongo los ojos en blanco. - Si la manera en que la azafata reaccionó ante ti,
fue una señal, estoy segura de que las mujeres te adulan todo el tiempo.

-Sí.

-Entonces, ¿eres el tipo de chico que tiene sexo de una noche? ¿Duermes con cada
mujer que coquetea contigo? ¿Las atraes y deslumbras con tu provisión de condones?

-Si eso fuera cierto, estaría durmiendo contigo. - Besa la parte de atrás de mi hombro
antes de ponerse de pie. - Sacrifiqué una vida social para poner en marcha el
bufete. No necesitaba ninguna distracción. - Inclina mi barbilla hacia arriba. - Aunque
debo admitirlo, si te hubiera conocido antes, podría haber hecho una excepción.

Descruzo mis piernas, ganándome otra risa baja de él.

-Vuelvo enseguida, - dice, y miro hacia otro lado. Necesito encontrar una manera de
llegar a mi habitación y permanecer allí por el resto de este viaje. Si no lo hago, estoy
bastante segura de que terminará haciéndome el amor por toda la casa.

-¿Eres fanática de los tragos? - Blake de repente se para frente a mí, sosteniendo una
bandeja de vasos de color rojo.

-¿Qué tipo de tragos?

-Vodka, pero estos son juegos de beber4.

-¿No podemos simplemente beber sin jugar ningún tipo de juego?

-Podríamos. - Se sienta a mi lado y pone la bandeja sobre la mesa de café. - Pero ya


que has dicho que no nos conocemos bien, creo que esta es una buena forma de
comenzar. - Extiende la mano, arrastra un dedo contra mis labios. - ¿Sabes cómo se
juega a Yo Nunca?5

No ... - Sí. - Siento que me acaricia la mejilla con la otra mano.

Debe sentir que no tengo idea de lo que implica ese juego, porque comienza a
explicar. - Diré algo, algo así como “Nunca me he sentado al lado de una hermosa
desconocida en un avión.” Como eso es cierto, beberé un trago. Tú, también. - Se
ríe. - Entonces será tu turno de decirme algo que hayas hecho o no antes...

Mis mejillas están en llamas.

Esta es una mala idea. Una muy, muy mala idea.

-Eh ... - Noto que se está acercando a mí. - No estoy segura si deberíamos jugar a un
juego como ese. ¿Podemos ver otra película?

4
Son juegos populares en que se trata de forzar a los participantes a consumir bebidas alcohólicas,
generalmente cuando pierden la ronda.
5
Yo nunca es un juego de beber, practicado en grupo, que consiste en ir enunciando por turnos
sucesivos distintas frases bajo la fórmula de «Yo nunca he...». Las personas que sí han hecho en
algún momento de su vida lo afirmado en la frase deben beber un trago de alcohol.
-No.

-¿No?

-No. – Me alcanza un trago. -Representas demasiada distracción como para


concentrarme en una película. Apenas funcionó la primera noche.

-¿Me estás obligando a jugar?

-Sí. ¿Estás lista? -Toma un trago para sí mismo. - Podemos comenzar con cosas
simples. Yo, primero: nunca he besado a una extraña.

Ambos bebimos nuestros tragos y rápidamente tomo otro.

-Eh ... - Busco algo que decir. - Nunca he ... besado a alguien en un coche.

Él levanta una ceja mientras bebe un trago. Considero tomar el mío así que no pareceré
débil, pero no quiero tomar ningún trago innecesario.

-¿Saliste con tu novio durante seis años y nunca te besó en su auto?

-Él no era de hacer demostraciones de cariño en público. - Me encojo de hombros. - Ni


yo, honestamente. No fue lo nuestro.

-Hmmm ...- Toma otro trago. - Nunca he dormido desnudo.

Ambos tomamos bebidas.

-Nunca he hecho ... - Me río. - Nunca me he sentado en un sofá con alguien que una
vez pensé que era un asesino.

-Qué creativo ... - Él pone los ojos en blanco y yo bajo mi bebida.

-Tu turno, - digo en broma. - ¿Por qué no dices algo como, nunca he acosado a una
mujer en un avión?

-No, gracias. – Él me mira directamente a los ojos. - Nunca he deseado alguna vez
dormir con una extraña. Una hermosa desconocida.

-¿Dormir con? ¿Quieres decir como acurrucarse?

-Quiero decir follar. - Toma un trago y lentamente lo vierte en su boca, aparentemente


esperando que yo haga lo mismo, pero no hago ningún movimiento.
-Qué revelador de ti, Blake. Eso es muy interesante, y también muy triste ...Yo nunca
he…

-El objetivo de este juego es decir la verdad. - Me interrumpe.

-Bueno. ¿Y?

-Y si alguien no está diciendo la verdad, - dice mientras agarra mis caderas y me tira
en su regazo, dejándome a horcajadas sobre él, - puede ser desafiado y hacerlo
beber un trago extra.

-Qué aterrador. - Puedo sentir su pene endureciéndose debajo de mí. - Por favor dime
más.

Él frota sus manos arriba y abajo de mis costados. - ¿No te ha pasado por la cabeza la
idea de dormir conmigo?

-Nop.

-¿Es eso verdaderamente cierto?

-¿Hay otro tipo de verdad? - Intento salir de su regazo, pero su agarre es demasiado
apretado.

-¿No estabas soñando que yo te follaba anoche? Después de besarte, ¿No querías más?

-¿De cuántas maneras diferentes planeas hacer la misma pregunta? – Mantengo firme
mi voz. - Dije que nunca había querido acostarme con un extraño, eso te incluye Eso
significa que no he soñado con follar con un extraño, eso también te incluye. Además,
mientras hablamos de ... - Me detengo.

Su mano se desliza en mis jeans, deteniéndose justo en la entrepierna de mis bragas.


Está tocando con su dedo el punto empapado, entrecerrando sus ojos mientras lo hace.

-¿Estabas diciendo? - Levanta una ceja.

-Estaba diciendo eso ... - jadeo mientras él empuja mis bragas hacia un lado y desliza
un dedo dentro de mí. - Estaba diciendo eso ...

-¿Que nunca quisiste dormir conmigo?, - Susurra. - ¿Que no estabas mojada cuando te
hice masajes?

-Sí.
Desliza dos dedos dentro de mí y los mueve hacia adentro y hacia afuera, manteniendo
sus ojos fijos en los míos. - Hay sanciones por mentir en este juego.

-¿Y? - Apenas me las arreglo; su pulgar está dando vueltas suavemente en mi clítoris.

-Entonces, voy a darte la oportunidad de cambiar tu respuesta. - Besa mi cuello. -¿Estás


segura de que nunca, ninguna vez , has querido acostarse conmigo?

-Absolutamente. - Inhalo mientras sus dedos se deslizan cada vez más profundamente.

-¿Qué tan segura?

-Muy ... - Estoy sin aliento. - Un diez por ciento segura, para ser exactos.

Él sonríe y lentamente saca sus dedos de mí, luego los lleva a su boca y los lame

OH. MI. DIOS...

Mi boca está abierta. No estoy segura si realmente hizo eso.

-Lo hice, - dice, como si pudiera leer mi mente. Luego se mete la mano en el bolsillo
y saca una hoja de papel arrugada. “Propósitos de mi año nuevo ... Número
cinco: tener sexo caliente y apasionado con alguien que no sea Adrian ... "

Puedo sentir que todo el color abandona mi cara, siento que mi corazón late con más
fuerza y más fuerte - ¿De dónde sacaste eso?

-Se te cayó de la chaqueta esta mañana cuando te llevé al aeropuerto. Estaba realmente
a punto de tirarlo y marcharme, pero una vez que lo abrí y lo leí, decidí que esa no era
la mejor idea ...

-¿Y qué? - Me encojo de hombros y recupero la compostura. - Eso no significa que


quería tener sexo caliente y apasionado contigo. Ni siquiera te conocía cuando escribí
esa lista.

-Número ocho. - Mira el papel de nuevo. – Tener sexo caliente y apasionado… con un
ORGASMO ...

-Una vez más, no hay mención de ti, entonces…

-Justo debajo de eso, con un bolígrafo de diferente color, agregaste “alguien como
Blake, ¿tal vez?” en letra muy pequeña. ¿Te gustaría ver esa parte por ti misma?

Jadeé y le arrebaté el papel.


-Estoy más que feliz de ayudarte a marcar esos dos números. - Se inclina hacia
adelante y susurra: -Todo lo que tienes que hacer es decirme que me quieres ...

Mortificada, tomé aliento y salté. - Ya terminé de jugar este juego.

-Me sentiría de la misma manera, si estuviera perdiendo. - Sonríe. - ¿Vas a felicítame


por mi victoria o vas a ser una mala perdedora y dejarme solo?

-Que te jodan, Blake.

-Me encantaría que lo hicieras.

Pongo mis ojos en blanco y me dirijo al pasillo hacia "mi" habitación. Le doy dos
vueltas a las llaves una y otra vez, y tan pronto como me aseguro de que están bien
cerradas, me vuelvo a caer sobre la cama.

No puedo creer que haya encontrado mi lista, que sabía que quería acostarme con él
todo el día y que lo mantuvo en secreto.

Sostengo el papel y veo que ha escrito notas junto a algunos de mis propósitos:

3. Comenzar a recibir masajes al menos dos veces al año ... Si es menos de cincuenta
dólares ...
(Estaría más que feliz de darte tantos de éstos como quieras ...)

4. Hacer algo espontáneo y loco. Solo por el placer de hacerlo, algo que me asustara y
excitara al mismo tiempo ...
(Deberíamos discutir esto ...)

5. Tener relaciones sexuales ardientes y apasionadas con alguien que no sea


Adrian. (Bien, Adrián y yo nunca tuvo relaciones sexuales ardientes y apasionadas.
¿Por qué estaba con él otra vez? ¿Por qué estaba…? PARA ... Debo terminar esta lista
...)
(No estoy seguro de por qué estabas con él tampoco, pero me encantaría ayudarte a
satisfacer este propósito ...)

6. Conocer a alguien que quiera invitarme todo el tiempo y no al revés ...


(Déjame llevarte a una cita después de que termine la tormenta ...)

7. Escribir todos los días ... Se supone que soy una aspirante a periodista, pero esta
lista es lo primero que escribí en meses. MESES.
(Tengo una biblioteca privada que puedes usar).
8. Tener sexo ardiente y apasionado ... con alguien que pueda darme un ORGASMO
...
(Múltiple.)
Capítulo 7

Hay una fuerte nevada cayendo fuera de mi ventana. Está cubriendo todo, y con el cielo
gris de la noche, la escena parece surrealista.

Quiero salir al balcón y arrojar mi teléfono a los copos de nieve, pero parece que no
puedo dejar de escuchar el último discurso de Adrian.

-Por favor, deja de llamarme, Adrian, - le digo. -Tomé un vuelo para alejarme de ti
por una razón.

-Dime dónde estás, para que pueda ir a buscarte ... No importa qué tan lejos estés. -
En realidad, suena sincero. - Por favor.

-No, gracias.

-París, lo siento. Realmente quiero que resolvamos esto.

-¿Cuál es el punto, Adrián? ¿Acaso me amas más? ¿Alguna vez me has amado?

-¿Qué tipo de pregunta es esa? Por supuesto, te amo. Todavía te amo.

-¿Es por eso que quieres casarte conmigo? - Las lágrimas han estado cayendo por mi
cara desde que estúpidamente levanté el teléfono.

-Sí, París. Esa es exactamente la razón. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.

-Entonces, si digo que no, si digo que creo que deberíamos esperar unos años ... ¿Qué
dirías?

Él duda. - ¿Por qué dices que no?

-Responde la pregunta.

-Nena ... En serio, ¿dónde estás? Necesitamos discutir esto en persona.

-Podemos discutirlo en este momento. - Limpio mi cara en mi manga. - Aún no


respondiste mi pregunta.
-Si dijiste que no ... - Hay un poco de ira en su voz. - Creo que te permitiría decir que
no…Pero también diría que probablemente sería más fácil para nosotros, si nos
casamos.

-¿Más fácil?

-Financieramente más fácil. Me ascenderán a socio mucho antes si estamos casados, y


estaré en condiciones de enviarte a la escuela de periodismo que quieras. Bueno,
después que haya obtenido mi doctorado, pero solo son unos pocos años más.

-Adiós, Adrián. - Termino la llamada y apago mi teléfono.

Más lágrimas corren por mi rostro y compruebo la hora: las tres en punto de la
mañana. Sé que no debería haber respondido la llamada, pero una parte pequeña y tonta
de mí honestamente, pensó que me rogaría que volviera, que finalmente actuaría como
el hombre que yo quería que fuera.

Enciendo la lámpara y saco mi lista, mirando el número dos, "Dejar de pensar en


[él] ", y coloque una gran tilde a su lado.

Ya no responderé sus llamadas telefónicas.

-¿París? – Escucho la voz de Blake. - ¿Hay algo mal? ¿Estás enferma?

Murmuro y giro hacia él.

En el momento en que abro los ojos, casi me caigo de la cama.

Él está malditamente casi desnudo. Solo está usando una toalla alrededor de su cintura,
y pequeñas gotas de agua caen por su pecho tatuado. Para empeorar las cosas,
la huella de su pene, su polla ENORME, se puede ver claramente a través de la toalla.

Santa mierda ...

-¿París? - Pone su mano en mi frente.


-¿Por qué demonios estás desnudo? – Sin duda, mis ojos están demasiado abiertos.

-Estabas gritando.

-¿Grité para que vinieras aquí y te quites la ropa?

-No. - Se ríe. - Te escuché mientras estaba en la ducha ... ¿Me estás escuchando?

Trato de mantenerle la mirada, pero mis ojos siguen vagando hacia esa toalla…
intentando tener una mejor visión de lo que hay detrás de eso.

-¿Te gustaría que me quite la toalla?, - Pregunta. - Estoy empezando a pensar que eso
realmente te haría sentir mejor.

-Para nada. - Mi corazón revolotea. - Y estoy perfectamente bien. Creo me quejaba por
los dolores menstruales.

-Lo dudo mucho.

-¿Porque te enseñaron a predecir los ciclos menstruales en la facultad de derecho?

-No, pero tomaste una píldora anticonceptiva mientras estábamos en el avión, el jueves
de la primera semana... No tendrás tu período en otras dos semanas, así que
dudo que tengas dolores menstruales, si es que acaso tienes dolores.

Mi mandíbula cae y el aleteo en mi estómago se intensifica.

Me sonríe, malditamente sabiendo que ganó esa última conversación. - ¿Deseas dormir
el resto del día, o quieres unirte a mí para cenar?

-Depende. ¿Quieres ponerte algo de ropa?

-Si insistes. - Me ayuda a levantarme y me lleva al comedor.

Después retira una silla para que me siente, desaparece unos minutos y regresa vestido
con unos pantalones de franela gris. Coloca un plato de pollo a la parrilla y arroz frente
a mí, y me sirve un vaso de vino tinto.

Evito el contacto visual mientras como, tratando de no murmurar con cada porción que
me llevo a la boca.

Dios, es un cocinero increíble ...

-¿París? - Me llama, pero yo no lo miro.


-¿Sí?

-¿Puedo preguntarte algo? Puede sonar un poco invasivo ...

-No creo que seas capaz de ser otra cosa que invasivo.
.
- Si el sexo no era tan bueno como querías que fuera con tu novio, ¿por qué nunca le
dijiste cómo te sentías?

Inmediatamente miro hacia arriba. - ¿Por qué habría de hacer eso?

-¿Por qué no lo harías?

Me recliné en mi silla, pensando.

La primera vez que Adrián y yo tuvimos sexo, estábamos en un hotel de lujo en el centro
y había pagado para ocupar la habitación todo el fin de semana.

Era el tercer tipo con el que había estado, y yo estaba agradecida de que no fuera rudo
y apresurado como lo fueron mis últimos "amigos". Me había besado suavemente por
todas partes, me susurró cosas sexys al oído, y cuando se deslizó dentro de mí, me sentí
bien.

Simplemente agradable.

El tiempo posterior, durante los primeros dos años que estuvimos juntos, el sexo era
bueno, pero poco a poco se convirtió en más de lo mismo. Lento. Amable. Calculado.

No importa cuán frenético y pesado era el juego previo, el sexo real nunca fue un
impulso del momento, nunca "aquí y ahora", nunca fue interesante. De hecho, pude
prácticamente predecir cuántas veces me besaría antes y después, podía
prácticamente predecir todas las palabras que diría: "Eres increíble, París ..." "¿Está
bien? "" Sigue, Paris ... "

Aun así, nunca fue "sexo malo", solo "sexo agradable".

-Realmente no hablamos sobre sexo, - digo, evitando los ojos de Blake. - simplemente
lo hacíamos. Y, sinceramente, no fue terrible. Simplemente no fue ...

-¿Caliente y sudoroso?

-Apasionado. - Lo corrijo. - Después de nuestro tercer año juntos, ambos estábamos


trabajando tan duro que el sexo pasó a un segundo plano. Estábamos trabajando como
locos, y hacerse cargo de todo era mucho más importante que un jugueteo entre las
sábanas ... Además, el sexo siempre puede mejorar con alguien que amas. Tú no
abandonas a alguien solo porque no es un 'fuera de serie'. Simplemente lo solucionan
juntos.

Él no dice nada. Solo me mira con una expresión en blanco.

-¿Dejarías a tu novia si el sexo no fuera bueno? - Me burlo.

-Nunca he tenido novia.

¡¿QUÉ?! - ¿Quién está mintiendo ahora?

-Es la verdad. Nunca he tenido.

Increíble ... - Lo siguiente que me dirás es que eres virgen.

Él parpadea.

-Espera, espera, espera ... - Mis ojos se abren. " ¿En serio? ¿Eres virgen?

-¿Qué?

-Virgen. - Lo miro en estado de shock. - Eso realmente explicaría mucho ... Todo.

-¿Realmente? - Se levanta y camina hacia mí, apoyándose contra el borde de la mesa.

-Podría ... Realmente eres virgen, ¿no?

-¿Te importaría compartir cómo pudiste llegar a esa conclusión?

-Simple realmente. – Evoco, en mi mente, los últimos días y me doy cuenta de que
realmente tiene sentido En verdad, podría ser virgen - Bueno, antes que nada, tú
coqueteaste mucho conmigo en el avión y dijiste bastantes cosas vergonzosas, pero
admitiste que solo lo hiciste porque pensabas que nunca más me verías. Porque tú
sabías que nunca tendrías que probarlo, porque no podrías debido a tu falta de
experiencia.

Levanta una ceja, pero continúo.

-La otra noche, cuando me pediste un beso, me besaste y eso fue todo. Nadie que no
sea virgen haría algo así. Al menos trataría de ir un poco más allá, intentar tocarme en
otro lugar. – Sumando todo, casi me siento tonta por no haber entendido esto antes. - Y
luego anoche, cuando estábamos en medio del juego “Yo Nunca”, trataste de hacer que
pareciera eras muuy bueno en el sexo. Comportamiento virgen típico. Y me has follado
con los dedos. ¿En serio? No me han follado con los dedos desde que estaba en décimo
grado ... Ah, y fue un hombre que también era virgen.
-¿Son esos todos tus motivos? - Se inclina más cerca y aleja un mechón de cabello
de mi cara.

-¿Necesitas más? Todo lo que dije es bastante concreto. - Cruzo los brazos. - Ah, y
agrega el hecho de que nunca has tenido novia. Eso es una seria revelación…¿Sabes
qué más? Estoy bastante segura de que tienes una colección porno enterrada debajo de
tu provisión de por vida, de preservativos. Entonces, si lo deseas, podemos ver un video
juntos y puedo explicarte el sexo. Puedo contarte todo sobre eso.

Se mantuvo en silencio por un largo tiempo, simplemente mirándome, haciéndome


saber que no estoy completamente equivocada sobre su estado virgen. Entonces, de
repente me agarra por la cadera y me levanta, poniéndome encima de la mesa.

Desliza sus dedos sobre el cinturón de mi bata y la abre lentamente.

-Vamos a aclarar algunas cosas, París. - Se sienta en la silla en la que yo estaba sentada,
posicionándose justo entre mis piernas. – Dejé de ser virgen a los quince años de edad.

Mis mejillas se ponen rojas inmediatamente.

Abre mi bata un poco más. - He coqueteado contigo este fin de semana y cambié el
tema rápidamente después de decir algo sexual, pero solo porque si, de hecho, te decía
cuánto quería follarte, es posible que nunca quisieses salir de tu cuarto.

Jadeo mientras desliza una mano por mi muslo desnudo.

-La otra noche, - dice, burlándose de mí, - cuando te pedí un beso y nada más ... yo sí
quería dar un paso más y te toqué en otra parte. Pero no quería que sintieras que me
estaba aprovechando de ti.

Se inclina hacia adelante y coloca sus manos sobre mis hombros, empujando lentamente
mi bata, revelando el sujetador y bragas que sólo tenía debajo. - Y anoche, durante “Yo
Nunca”, no estaba tratando de parecer "muuy bueno en el sexo”. Soy bueno en eso,
muy, muy bueno. Y la única razón por la que deslicé mis dedos dentro de ti fue porque
pensé que huirías si sentías mi polla.

Estoy completamente sin palabras.

Y no me puedo mover. Me quedé congelada sobre la mesa, incapaz de controlar la


reacción de mi cuerpo.

-¿Cuál fue la última razón que diste que te hizo pensar que soy virgen? - presiona un
beso contra mi estómago.
-Tú ..., - murmuro mientras él me baja las bragas hasta los tobillos. - Nunca has tenido
novia ...

-Bien. - Roza un beso contra mi muslo. - Nunca he tenido novia porque nunca tuve
tiempo.

-No quise ofenderte ...

-No hay necesidad de disculparse. - Extiende mis piernas aún más. - Para tu
información, no tengo una colección de porno Pero aún, creo que sería yo quien te
explicara el sexo a ti. ¿No crees?

Mi corazón casi salta de mi pecho, pero antes de que pueda, Blake me agarra incluso
más apretado - Acuéstate.

-Eh ... no estoy segura si… - No tengo la oportunidad de terminar esa frase. Lo siguiente
que sé, es que mi espalda está presionada contra la mesa y Blake está besando mi cuello.

Depositando suaves besos hasta mi estómago, desliza sus manos debajo de mis muslos
y me acerca a su boca, soplando suavemente contra mi clítoris.

-Whoa, espera. - Inmediatamente me siento. - ¿Estás a punto de ...

-Follar tu coño con mi boca. ¿Hay algún problema?

-No, pero…

Presiona su dedo contra mi boca y me empuja hacia atrás contra la mesa.

Antes de que pueda volver a respirar, siento que sus labios chupan mi clítoris, siento
dos de sus dedos hundiéndose profundamente dentro de mí.

-Ahhh ... - Me acerco y paso mis dedos por su cabello. - Mierda ...

Cerré los ojos mientras su lengua se arremolinaba alrededor de mis labios, mientras
susurraba, - Sabes tan jodidamente bien ...

Cuando comienza a chasquear la lengua contra mí, con más fuerza, trato de apartar su
cabeza, para que disminuya la velocidad, pero no lo hace. Aprieta más fuerte mis
muslos, y desliza su lengua dentro de mí aún más.

Espero que se detenga en cualquier momento, para tomarse un tiempo, pero no


interrumpe su ritmo; no ralentiza por un solo segundo.

-Blake ... - Mis piernas tiemblan y no puedo controlar mi respiración. - Blake ...
Sin responderme, levanta una de mis piernas y la coloca sobre su hombro.

-Blake ... Blake, para ...

Me aprieta el culo y continúa follándome con su lengua, atacando mi clítoris


con besos que me hacen gritar su nombre cada vez más fuerte.

Con mis ojos todavía cerrados, trato de agarrar su cabeza por última vez y alejarlo,
pero él toma mi mano y la detiene. Justo cuando estoy a punto de liberarlo, mi cuerpo
comienza a convulsionar.

Los temblores van arriba y abajo de mi columna vertebral, y siento que me estoy
acercando, cada vez más, al orgasmo.

Siento a Blake inclinado sobre mí y besando mi cuello, susurrando: - Déjate llevar,


París. - y grito, dejando que olas de placer me recorran una y otra vez.

Mis caderas continúan temblando mientras abro los ojos, y Blake frota sus palmas
contra mis muslos hasta que cesa.

Me quedo allí, jadeando, por lo que parece una eternidad, insegura de qué diablos
acaba de suceder. Quiero decir, ya me lo hicieron antes, pero no así. Nunca así.

Jesús...

Blake cierra mis piernas y desliza un brazo debajo de mis caderas, levantándome
lentamente.

Me vuelve a poner la bata sin decir una palabra, y luego me mira a los ojos. - Voy a
terminar mi ducha. Te veré en la sala de estar en un minuto. ¿Tal vez puedas pensar
en otro juego que podamos jugar? - Arrastra los dedos contra mis labios antes de irse.

En este momento, me gustaría tener un grupo de novias decepcionadas para llamar,


alguien a quien pueda contarle, pero todo lo que tengo es David.

Oh bien...

Saco mi teléfono del bolsillo y lo llamo.

-¿Qué pasa, Pear Pear?, - Responde.

-Me folló el coño con la boca.

-¡¿Qué ?! - Suena como si se estuviera ahogando. - ¿Que acabas de decir?


-El tipo con el que me estoy quedando ...

-¿El Blake? ¿Decidiste quedarte con él todo el tiempo? ¿No hay hotel?

-No, pero no llamé para hablar contigo de eso. - Literalmente estoy sonriendo
de oreja a oreja. - ¡Él simplemente me comió y a mí me encantó!

-Necesitamos redefinir los límites de nuestra amistad, París. Eso está fuera de lugar para
una conversación apropiada.

-¡Fue increíble! ¡Más que increíble! Adrian era bueno, pero no era memorablemente
bueno cuando trataba de hacerme eso. Quiero decir, usualmente tenía que forzarlo para
hacerlo y solo lo hacía por diez minutos. ¿Alguna vez te lo dije?

-¿Por qué todavía estamos teniendo esta conversación?

-Blake se tomó todo el tiempo, un muy, muy largo tiempo.

-París ...

-¡Y me hizo correr! ¡FUERTE! ¡No me he corrido en más de un año, y nunca


me he corrido así antes!

-Lamento mucho escuchar eso. - El sonido de la voz de Blake me hace tirar el


teléfono al piso.

Me quedo completamente helada en mi lugar, sin saber qué decir.

-Eso sonaba como una conversación realmente interesante. - Se acerca y toma mi


teléfono Luego me mira a los ojos, alisando mi cabello con sus manos. - Es bueno saber
que pensaste que era increíble.

-No estaba hablando de ti.

-¿Alguien más te hizo correr en la última hora?

Le quito el teléfono y me doy vuelta para alejarme, pero él me toma en sus brazos.

-¿Pensaste en algo que podríamos hacer esta noche?

-No jugaremos a “Yo Nunca” ...

Sonríe. – Si fuera tú, tampoco querría jugar. ¿Qué es lo que normalmente haces cuando
estás encerrada en casa?
-Escribir o ponerme al día con el trabajo, pero las tormentas de nieve no llegan al sur
a menudo.

-Está bien. - Me deja ir. - Espera aquí. - Se va, y tomo asiento en el sofá.

Honestamente quiero sugerir que repitamos, pero no quiero que me vea como
necesitada. Creo que voy a revivir la sensación de sus labios una y otra vez por el
resto de mi estadía aquí.

Si él es tan bueno con su boca, me pregunto qué asombroso sería si nosotros ...

-Estás balbuceando ... - Me da mi computadora portátil. ¿Prefieres chocolate caliente


o café?

-Chocolate caliente.

Desaparece de nuevo.

Minutos después, entra a la habitación con dos tazas rojas brillantes. Después
poniéndolas en la mesa, saca una pila de carpetas del cajón de la mesa de café.

-¿Escribes con el televisor encendido o apagado? - Se sienta a mi lado.

-Encendido.

Hace clic en el control remoto y luego me acerca. - ¿Estás cómoda sentada así?

Asiento con la cabeza. Estoy absolutamente sin palabras.

Esperaba que volviera con más bebidas y otro juego de insinuaciones sexuales, no
trabajo. Esto no tiene ningún sentido.

-¿Pasa algo? - Se pone un par de lentes para leer.

-No, solo pensé ...

-¿Que te follaría?

-¿Siempre tienes que ser tan directo? ¿No te enseñaron nada sobre buenos modales
mientras estabas en la escuela?

-¿Es eso lo que pensaste, Paris? - Susurra. - Dime.

-Sí...
Sonríe, pero cambia de tema. - ¿Qué tipo de cosas escribes?

-Piezas reflexivas sobre nuevas leyes, reseñas culturales, cosas por el estilo. - Hago una
pausa. – Yo quiero ser periodista de investigación. Sé que estoy empezando tarde esa
carrera, pero ... siempre quise hacer eso.

-Tus excesivas sospechas tienen mucho sentido ahora.

-No importa. - Me río. - Sabes, tenía demasiado miedo de decirle a Adrian mi verdadero
sueño después de que nos mudamos juntos porque no pensé que me apoyara en una
carrera así ... Ahora que miro hacia atrás, veo lo loco que es eso ... -
siento sus labios sobre los míos y olvido por completo el resto de esa frase.

Cuando finalmente deja de besarme, susurra contra mi boca, - No vamos a hablar de tu


ex novio el resto de este viaje. Eso era el número dos en tu lista, ¿correcto?

-Sí...

-Voy a ayudarte a intentar y cumplir con eso, también. - Besa mis labios otra vez. -
Trata de hacer algo.

-Espera. ¿Puedo preguntarte algo más?

-Me puedes preguntar lo que sea.

-¿Cuáles son tus expectativas en cuanto a nosotros?

-¿Qué te hace pensar que espero algo de ti?

-Bueno, aparte del hecho de que has asaltado mis labios, hace quince minutos
estabas metiendo tu cabeza en mi ...

-¿Sabes cómo se llama esa parte de tu cuerpo?

-Sé exactamente cómo se llama. - Todavía no puedo creer que me afecte así. - De todos
modos, lo disfruté mucho y…

-París ... - Me coge la cara en sus manos. - Te dije que no haría nada que no quisieras
hacer. A eso me refería. Si no tenemos sexo mientras estás aquí, está bien. Si tenemos
- dice, sonriendo, - más que bien. Pero no voy a presionarte para que lo hagas. Si alguna
vez quieres hacerlo, solo dímelo. Si no, simplemente, podemos llegar a
conocernos mejor hasta que sea hora de que te marches.

-¿En serio?
Él besa mi frente. - En serio.
Capítulo 8

La tormenta de nieve estaba en su peor anoche. Las líneas eléctricas de la ciudad se


congelaron y la cantidad de nieve que cayó fue de trece pulgadas. Los cielos solo eran
negros como la brea aligerando a un gris polvoriento por la tarde, y la fuerza del
vendaval azotó contra vallas publicitarias y derribó varios árboles.

No estoy segura cómo fue que terminé en la cama con Blake en el medio de la noche,
pero cuando me escuchó entrar en su habitación, inmediatamente se sentó. Esperaba
que me dijera: "Ya era hora de que admitieras que querías follarme”, pero no lo hizo.

En cambio, retiró las sábanas y me preguntó si quería unirme a él. Entonces, después
de hacerme señas para que me acercara a él, envolvió sus brazos a mi alrededor y me
abrazó fuerte cuando el viento sacudía las ventanas.

-Más de cien mil residentes de DC están actualmente sin energía esta mañana, - dice el
presentador de noticias. - Los equipos de emergencia están intentando restablecer la
electricidad lo más rápido posible, pero si conoce a alguien que no puede llamar para
informar un corte de suministro, por favor llame al número que figura en pantalla.

-Hola. - Los ojos verdes de Blake se encuentran con los míos.

-Hola.

-¿Necesitas que te traiga una lamparilla para esta noche? ¿Eso te ayudaría a permanecer
en tu propia habitación?

Cruzo mis brazos. - No tenía miedo.

-No dije que lo tuvieras. - Sonríe. - Aunque la próxima vez, probablemente deberías
llamar antes de abrir la puerta. De lo contrario, pensaré que eres alguien que está
intentando forzar la entrada.

-O alguien que está interrumpiéndote mientras te masturbas.

-Muy gracioso. - Besa mi mejilla. - Sería aún más divertido si no hubieras estado
murmurando mi nombre cada quince minutos anoche.

-¡Yo no!

-Lo hiciste, pero está bien. Nunca contaría tu charla de sueño como una invitación a
tu cuerpo, aunque eso es lo que quieres.
Inmediatamente me tiro de la cama. - Voy a ir a escribir un poco más ahora. - Entro al
pasillo y me dirijo a mi habitación, pero él me sigue y me toma de la mano.

Me lleva a la cocina y saca un taburete. Entonces, como si esa última conversación


nunca hubiera existido, comienza a preparar el desayuno y hace más preguntas sobre
mis escritos.

Una vez que terminamos de comer, me muestra su biblioteca privada, una gran sala
que cuenta con estantes para libros que llegan hasta el techo, y hacemos nuestro trabajo
por separado mientras estamos sentados uno al lado del otro en un sofá.

Para mi sorpresa, los próximos días pasan siguiendo la misma rutina: trabajamos
sentados uno al lado del otro durante las tardes, y durante los descansos, él
insiste en leerme pasajes de sus libros favoritos. Por supuesto, son todas novelas
eróticas.

La mejor parte de estos días es el final, porque por alguna razón, él siente la necesidad
de acompañarme personalmente a mi habitación. Entonces siempre pregunta: “¿Vas a
dormir sola?”

A pesar de que he dicho que sí cada vez, el beso excitante que me da justo después,
siempre me da ganas de cambiar de opinión. Y a pesar del hecho de que la tormenta me
asusta y siempre me hacen entrar de puntillas en su dormitorio en el medio de la noche,
nunca intenta nada.

Él solo me contiene.

-¿París? - Blake está en la puerta de mi habitación otra vez.

-¿Sí?

-¿Dormirás sola esta noche?

Asiento con la cabeza, y como si fuera una señal, él presiona sus labios contra los míos
y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura, besándome más fuerte de lo que nunca
antes me había besado.

Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, murmuro mientras me muerde el labio


inferior y frota sus manos arriba y abajo de mi espalda.

Sólo déjate llevar ... Me importa una mierda ...


Me aparto y acomodo la boca para decir: “No quiero dormir sola”, pero no me da
oportunidad. Claramente piensa que apartarme significa que quiero terminar nuestro
beso, porque él dice buenas noches y se aleja.

-Estaré despierto hasta tarde esta noche, si no puedes dormir. - Mira por encima del
hombro.

-¿Más expedientes?

-Desafortunadamente, - dice, y sé que "desafortunadamente" tiene un doble sentido.


Capítulo 9

Me despierto sola en la cama de Blake.

Desde las ventanas abiertas, puedo ver que la nieve finalmente ha disminuido a
algunas ráfagas ocasionales. Las carreteras todavía están enterradas, pero puedo ver a
los trabajadores del servicio de emergencias empujando paladas en las aceras.

Mientras tiro las sábanas, veo una caja brillante en el borde de la cama que lleva
mi nombre y una nota: Para esta noche ...

Confundida, abro la caja y jadeo cuando veo lo que hay adentro: es un vestido de seda,
color ciruela y un par de tacones color piel que completan el atuendo.

-Eres un seis, ¿verdad? - Blake entra a la sala con dos platos de gofres.

-¿Debería sentirme ofendida por el hecho que hayas estado con tantas mujeres que
puedes adivinar sus medidas con solo mirar?

-Eso, o puedes recordar el hecho de que vi la etiqueta de tu chaqueta en el avión.


Lo que te hará sentir mejor. - Deja la comida. - Lo encargué el mismo día en que
accediste a quedarte. El dueño de la tienda estaba muy sorprendido y quería saber
más sobre quién eras.

-¿Le dijiste la verdad?

-Solo le dije que me gustabas. - Sonríe. - ¿Saldrías conmigo esta noche?

-¿Adónde, Blake? - Señalo la ventana. - ¿No ves lo que está pasando allí fuera?

-¿Es un sí?

-No. - Niego con la cabeza. - Es un ¿Estás loco?

-Lo digo en serio. Simplemente confía en mí.

Pongo los ojos en blanco. - Bien. ¿A qué hora debería estar lista?

-Ocho. Iré a tu puerta.

-Qué caballero. ¿Estás tratando de adularme?


-Estoy tratando de hacer lo que sea necesario para desvestirte, así puedo finalmente
follarte. Te está llevando demasiado tiempo decidirte.

¡¿QUÉ?!

Abro mi boca para responder, pero él me besa antes de que tenga la oportunidad.

-Estoy bromeando, - susurra. - No me mires así. - Me hace un gesto para me siente en


la cama, y luego toma un libro de su cajón.

-Ahora, - dice, abriéndolo. - ¿Dónde lo dejé ayer en nuestra lectura?

-La parte donde la chica aprendió a darle una buena mamada por primera vez.

-Bien ... - Voltea una página. - ¿Llegué a la parte donde él se viene en su boca?

-Sí. - Metí un waffle en mi boca.

-No, no lo hice. - Se ríe y se sienta a mi lado, poniendo su brazo alrededor de mi


espalda. - Vamos a retomar allí mismo, ¿de acuerdo? - Se aclara la garganta y lee.
-La punta de su polla sabía salada y dulce. No, era dulce y salada. Como un M & M
quemado.

-¿De verdad?

-Sí. De verdad. Este es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. - Desliza sus
anteojos de leer sobre sus ojos. - "No estaba segura de qué hacer a continuación. Su
polla era muy grande, y mi coño era muy pequeño ... "

A las siete y media, me miro en el espejo de pared del dormitorio.

Mi pelo negro azabache cae en rizos sueltos sobre mis hombros, y el vestido color
ciruela está abrazando mis pequeñas curvas perfectamente.
No me puedo imaginar dónde me llevará con este clima, y espero que él sea lo
suficientemente inteligente como para saber que no deberíamos salir en absoluto.

Tal vez nos sentaremos frente a su chimenea y bebamos ...

-¿París? - Blake toca a mi puerta, y de inmediato la abro.

-¿Llevas un esmoquin? - Trato de no mirarlo demasiado. Juro que no hay nada en lo


que no luzca bien.

Él no responde mi pregunta. Me mira de arriba a abajo y suavemente arrastra su dedo a


través mi clavícula expuesta. - Te ves hermosa, París.

-¿Hermosa? Eso debe ser un nuevo ...

Él me corta con un beso y me acerca. No dejándome recuperar el aliento, susurra, -


Estoy hablando en serio ... Estás jodidamente espectacular.

Asiento, sin poder pronunciar la palabra "Gracias", porque parece que no puede parar
de besarme.

Cuando finalmente me deja, me mira, como si quisiera decir algo más, pero no dice
nada.

Simplemente toma mi mano y me lleva a su biblioteca privada, y luego sube por una
escalera lateral que nunca antes había notado.

Cuando llegamos a la cima, abre una puerta de metal y me conduce a lo que parece ser
un jardín interior. La habitación está cercada por vidrio plateado; las hiedras están,
artísticamente, trepando por las paredes, y hay filas e hileras de rosas y tulipanes
creciendo en hermosos recipientes de color claro.

En el otro lado de la habitación hay una mesa vestida de blanco para dos y un brillante
parlante de plata que está reproduciendo música suave.

Él me acerca y retira mi silla. - Toma asiento.

Después de que me acerca a la mesa, se sienta frente a mí. - ¿Comes filete?

Niego con la cabeza.

-Eso pensé. - Hace un gesto para que abra la bandeja plateada que está frente a mí -
Es ensalada de pollo, parmesano y pasta.
Se me hace agua la boca al mirar la comida. - ¿Por qué no me hablaste de esta sala
antes?

-No se me pasó por la cabeza hasta ayer.

-¿Aquí es donde normalmente traes a tus citas? Cuando el clima es más saludable,
¿las follas contra las ventanas para todos tus vecinos puedan ver?

No dice nada. Solo me mira.

-Estaba bromeando ... No quise ofenderte.

Aún nada.

-¿Blake? - Bajé mi tenedor. - Realmente no quise decir nada de eso. sólo estaba…

-¿Qué tengo que hacer para que te quedes conmigo una semana más? – Me interrumpe
– Dilo.

-¿Qué ?

-Quiero que te quedes conmigo una semana más. ¿Cómo tengo que hacer para que te
quedes?

-Eh ... - Siento mariposas revoloteando en mi pecho.

Extiende su brazo sobre la mesa y pone su mano sobre la mía, esperando una respuesta.

-¿Por qué querrías que me quede?

-Eres la primera compañía que he tenido, en mi casa, por tanto tiempo, en años, - dice.
-También me gustas tú y tu boca inteligente, y quiero pasar más tiempo contigo. Pagaré
tu nuevo boleto de vuelo si eso es lo que te preocupa.

No estoy segura de qué decir. Nunca hubiera esperado que dijera algo como esto.
Quiero decir, realmente también he disfrutado de su compañía, y siento que su carácter
juguetón es algo que nunca he experimentado con nadie más, pero ¿quedarme? Si
estuviera de acuerdo en permanecer otra semana, nunca querría irme, y probablemente
comenzaría a fantasear con una relación que estará condenada desde el principio.

-¿Por qué estaría condenada desde el principio?, - Pregunta.

-¿Huh?

-Dijiste que si te quedabas conmigo, comenzarías a fantasear sobre una relación que
estaría condenada desde el principio. ¿Qué te hace pensar eso?

Jadeo. - Estaba pensando eso. No quise decirlo en voz alta.

-Bueno, lo hiciste. - Se pone de pie, todavía sosteniendo mi mano, y acerca su silla


a la mía. - ¿Por qué piensas eso?

-¿Además del hecho obvio de que literalmente acabo de conocerte, y acabo de salir de
una relación?

-Fue una relación muerta. Esa clase no cuenta.

-¿Cómo lo sabes?

-Clientes que se divorcian. - Sonríe y presiona su frente contra la mía. - Podemos tener
una relación a distancia ... O puedes mudarte.

-¡Te acabo de conocer la semana pasada!

-¿Entonces?

-Entonces, eso es una locura. Tú y yo solo pasamos tiempo adentro todos los días. Eso
no es algo con lo que puedas construir una relación.

-¿Así que tengo que salvarte de ser atropellada por un autobús solo para que pases
más tiempo conmigo?

Me río. - No, pero ... no puedo quedarme. - Por alguna razón, decir eso duele un poco. –
Quiero decir, una gran parte de mí quiere, pero…

-No puedes. - Él termina por mí. Luego cambia rápidamente de tema. – Pasé mucho
tiempo cocinando esa cena. ¿Vas a comer?

-¿Me vas a dejar comer? Es algo imposible de hacer cuando sigues hablando.

Él sonríe y toma mi tenedor, clavando unos fideos, luego lo levanta hacia mis labios.

Cuando cierro la boca alrededor de la comida, sus ojos se iluminan y susurra - Prueba
no usar tus dientes Necesito mantener esta visión por mucho tiempo después de que te
vayas.

No tengo oportunidad de reír antes de que él me ponga en su regazo y me bese los


labios.
-Probemos esto de nuevo, - dice, preparando otro tenedor de fideos. – Esta vez, parece
que realmente lo estás disfrutando ...

Blake me acompaña a mi habitación y me rodea con sus brazos la cintura. Gentilmente,


saca una horquilla de mi pelo, dejando caer unos rizos delante de mi frente.

Empujándolos, me mira a los ojos. - ¿Dormirás sola esta noche?

La pregunta flota en el aire por lo que parece una eternidad.

Solo me quedan unos días y quiero decir que no, necesito decir que no, pero no puedo
hacer que mi boca diga una sola palabra.

-París ... - frota sus manos contra mi espalda desnuda, pasando su pulgar contra la
cremallera de mi vestido. - ¿Dormirás sola esta noche?

-Eh ...

-¿Sí ?

-Sí ... – Logré decir, y noté un atisbo de tristeza en sus ojos.

Susurra - Está bien - y me besa hasta que no puedo respirar, hasta que absolutamente
lamento darle la maldita respuesta incorrecta.

Lentamente apartando su boca de la mía, suspira. - Me levantaré tarde otra vez. Déjame
saber si necesitas algo.

-¿Otra noche de expedientes?

-Bolas azules. - Sonríe y besa mi mejilla. - Buenas noches, París.

Me meto en mi habitación y me maldigo en silencio.

No tengo idea qué diablos está mal conmigo.


Adrian está fuera de escena, ha estado técnicamente durante al menos un año, y yo
quiero tener sexo con Blake.

Quiero que me folle como loca, como él dice que puede, y necesito dejar de perder el
tiempo. Hice esos propósitos por una razón, y quiero poder poner un tilde al lado de
cada uno de ellos.

Tomando una respiración profunda, me digo a mí misma que el tiempo se va acortando


cada vez más, y no tengo nada que perder. Me acerco al armario y me pongo uno de los
camisones de seda que me compró. Luego me dirijo a su habitación.

Al abrir la puerta, espero verlo leyendo más expedientes, pero no está. Ni siquiera está
aquí.

Estoy a punto de salir y buscar por el resto de la casa, pero escucho un sonido débil
viniendo de detrás de las paredes del baño.

-¿Blake? - Toco la puerta.

No obtengo respuesta.

Entro y arqueo una ceja ante lo que tengo delante. Blake está envolviéndose una toalla
alrededor de su cintura y presionando su cabeza contra la pared, suspirando.

Intento dar un paso atrás y esperarlo en su habitación, pero de repente se da vuelta y me


mira sonriendo. - ¿Esto es lo que consideras dormir sola?

-No ... - Dudo. - Yo estaba eh ... iba a decirte eso ...

-¿Sí? - Su sonrisa se ensancha.

-Iba a preguntar si podías decirme dónde encontrar esos paquetes de café que
compraste. Quiero hacer un café ya que no puedo dormir ... Eso, eh, me hace sentir
bien.

-¿El café te hace sentir bien?

No puedo responder. Estoy demasiado ocupada concentrándome en la forma en que me


está mirando, en la forma que la toalla está colgando de su cintura.

-Está en el cajón izquierdo de la isla. ¿Quieres que te lo muestre?

-¿El café?
-Sí, - dice. - El café.

-Eh ... – Podría pasarme todo el día observándolo pasar sus manos por su cabello. - No,
está bien. Creo que puedo encontrarlo yo misma ... - Me quedo allí por unos pocos
segundos más, diciéndome que debo dar un paso adelante y terminar esta farsa, pero las
palabras no logran salir de mi boca.

Me alejo y salgo de la habitación, suspirando mientras cierro la puerta detrás de mí. No


hay manera de que pueda decirle lo que realmente quiero. Demonios, nunca le he
contado a nadie lo que realmente he querido.

Salgo al pasillo, pero antes de que pueda llegar a mi habitación, siento a Blake, por
detrás, envolviendo sus brazos a mi alrededor.

-¿Realmente viniste a preguntarme sobre el café?, - Susurra.

-Sí...

Besa la parte de atrás de mi cuello. - No te creo.

Yo tampoco me creo ... – Deberías.

Él se ríe suavemente y aprieta su agarre en mi cintura. - Dime que me quieres.

-Quiero tu café.

Él suelta y me da vuelta, presionando mi espalda contra la pared. - París... - Tira de la


cinta y me mira a los ojos. - Dime que me quieres.

No puedo hablar. Mi corazón está a segundos de caerse de mi pecho y todos mis


pensamientos se han diluido.

Como si pudiera sentir que soy incapaz de hablar, presiona suavemente sus labios
contra los míos, susurrando – Dilo.

-Sí ... - Siento sus manos deslizarse debajo del camisón y ahuecando mis pechos.

-Sí, me quieres, o sí, tengo que pedirte que vuelvas a decirlo.

Inhalo mientras presiona su polla contra mi muslo, mientras baja la cabeza y besa mi
cuello.

-Sí ... - susurro. - Sí, yo ... te quiero.


De repente, sus labios aterrizan en los míos y rodea, suavemente, mi cintura con sus
brazos, levantándome del piso.

Consumida por su beso, envuelvo mis piernas alrededor de él, murmurando mientras
me carga hacia su habitación. Sin quitar sus labios de los míos, busca en un cajón
y saca un condón.

Me muerde el labio inferior con fuerza antes de ponerme en el suelo, manteniendo su


mirada en la mía mientras se lo pone.

Estoy jadeando, temblando de anticipación, y cuando me acerca nuevamente, inclino el


mentón para continuar nuestro beso, pero él me da vueltas y me dobla.

Antes de que pueda tomar otro aliento, desliza su polla dentro de mí, haciéndome
gritar.

-¿Así es como quieres que te follen?, - Susurra, tirando de mi pelo, penetrándome una
y otra vez.

-¡Síii! - Aprieto las manos contra el piso, tratando de estabilizarme, pero es inútil. Él
está controlando esto, está controlándome, y no me está dejando marcar el ritmo.

Cuando me doy por vencida, me agarra de la cintura y lentamente me mueve hacia


arriba, sin parar sus embestidas. Sus manos se mueven hacia mis senos y aprietan mis
pezones, pellizcando tan fuerte que grito aún más fuerte. Siento sus labios en la parte
posterior de mi cuello, siento que sus dientes se clavan en mi piel, y casi pierdo el
control.

-Blake ...

-¿Sí? - Una de sus manos se arrastra por mi estómago, y va directo a mi clítoris. Usando
su pulgar, lo rodea suavemente mientras continúa empujando dentro mío. - ¿Dijiste
algo?

-Joder, Blake ...

-¿Fóllame? - Se detiene a la mitad del empuje. Agarra mi cabello e inclina mi cabeza


hacia atrás. - ¿Eso dijiste?

Mi respiración es errática. No puedo decir una sola palabra, así que simplemente sacudo
mi cabeza.

-¿No estás disfrutando esto? - Se aparta de mí. - ¿No te estoy follando lo


suficientemente duro?
-No ... - Intento recuperar el aliento. - Eso no es lo que quiero decir ... quise decir…

No tengo la oportunidad de terminar porque lo siguiente que sé es que me está


levantando y cargándome sobre su hombro, al dormitorio principal. El que había
estado ocupando.

Me arroja sobre la cama, y luego me arrastra de las piernas hacia el borde. - ¿No lo
estoy haciendo bien?

-Blake ... - Mi pecho está agitado. - Eso no es lo que quise decir.

-Entonces, ¿qué quisiste decir? - Levanta mis piernas y las coloca alrededor de su
cintura.

-Quise decir… - jadeo mientras se desliza dentro de mí, mientras se inclina para morder
mis pezones.

Mirándome a los ojos, no dice una palabra más. Se desliza más y más profundo, y
con cada grito que dejo escapar, me aprieta el trasero.

No hay besos, ni caricias, ni dulces murmullos de su boca. Él está simplemente


follándome.

Y estoy amando cada segundo de eso.

Gimo cada vez que me da palmadas en la piel con la palma de la mano, cada vez que
me dice "me siento tan jodidamente bien", y cada vez que me impide tomar el control.

A medida que los temblores comienzan a acumularse dentro de mí y mis piernas


comienzan a temblar, cierro mis ojos. Intento alejarme de él, tratar de mover las piernas
alrededor de su cintura, pero no me deja.

Sostiene mis muslos y besa mi estómago, lamiendo el camino que va desde mi


ombligo a mis pechos, y antes de que pueda alcanzar mis labios, me libero. Gritando.

Mi cuerpo está temblando de una manera que ni siquiera puedo comenzar a explicar, y
no importa cuánto trato de controlarlo, no puedo. Me vengo una y otra y otra vez, y
todavía está torturándome con su lengua, todavía manteniendo mis piernas cautivas.

Mierda...

Siento su liberación poco después, y luego lo siento derrumbarse sobre mí.

Segundos después, me suelta y se pone de pie, alejándose.


¿Se está yendo? ¿Así?

Estoy muy eufórica como para estar molesta en este momento, pero una vez que esta
euforia desaparece, la comprensión del "Pim, pam, gracias, señora6", puede doler un
poco.

De espaldas, me deslizo sobre el colchón hasta que mi cabeza golpea la cabecera. Estoy
a punto de cerrar los ojos y reproducir lo que acaba de suceder, pero siento que Blake
se desliza en la cama, a mi lado.

Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me pone encima de él. - ¿Sirve eso
para los números cinco y ocho?

-No lo creo.

-¿Por qué no?

-No tuve un orgasmo.

-Tuviste cuatro.

Me sonrojo. - Sí ... Eso debería ... servir para esos números ...

-Es bueno saberlo. - Sonríe y aparta un mechón de cabello de mi cara. - ¿Estás dolorida?

-Un poco...

Besando mis labios, toma mi mano y la desliza por su muslo, colocándola en su polla
endurecida.

Jadeo cuando usa mi mano para frotarla hacia arriba y hacia abajo.

-Ahora que te he follado a tu manera, ¿puedo follarte a la mía?

Mis ojos se ensanchan. Sinceramente, no estoy segura si puedo aguantar otra ronda con
él, especialmente si es algo medio intenso.

-No lo es. - Se está volviendo muy bueno leyendo mi mente. Extiende la mano hacia la
mesita de noche y saca un condón, dándomelo.

6
Expresión que en Ingles informal significa “follar e irse”
Me tomo mi tiempo para desenvolverlo, evitando sus ojos a pesar de que puedo sentirlo
mirándome. Me siento y lo coloco sobre él, tratando de pensar en algo que decir en este
momento, pero no sirve de nada.

En el momento en que termino, me agarra y me pone encima de él. Apenas, me levanta


por la cintura, me coloca sobre su polla y lentamente me hundo en él.

Gimo cuando está completamente dentro de mí, y coloco mis manos contra su pecho
para estabilizarme.

Sostiene mi cintura quieta así que no puedo moverme, y luego me acaricia la cara. - Ve
lento.

Cuando sus manos se alejan, empiezo a balancearme contra él, sin romper el contacto
de los ojos, nunca quiero.

Desliza una mano alrededor de mi cuello y baja mi cabeza hacia la suya, besándome
lentamente. Suavemente mordiéndome el labio inferior, gime cuando empiezo a
moverme un poco más rápido.

-Lento, París ... - Soltó mi labio y me ahuecó uno de mis senos, dando vueltas a mi
pezón con su lengua.

-Yo ... - No puedo ir despacio con él. Se siente demasiado bien.

Arrastra su lengua hacia mi otro pecho y agarra mis caderas, impidiéndome mover tan
rápido como quiero.

-Blake ...

Me mira a los ojos mientras me mueve arriba y abajo de su pene, ignorando mis
súplicas para acelerar las cosas.

-¿Por qué estás tan apurada? - Me mantiene quieta aun después de ponerme de espalda,
después de que está completamente dentro de mí. - ¿Esto no se siente bien?

-Sí ... - Intento moverme hacia atrás, pero su agarre es demasiado fuerte. - Sí ...

-Ya follamos a tu manera, ¿no es así? - Se sienta, manteniéndome quieta,


manteniéndonos entrelazados. - ¿No es mi turno?

-Blake, por favor ... - Siento que me mueve un poco, burlándome de mí.

-¿Por favor qué? - Su mano me acaricia la espalda. - ¿Te follo más rápido?
Asiento, pero él no me complace. Presiona su boca contra mi cuello, suavemente
mordiéndome la piel cada vez que digo su nombre.

Me mece contra su polla de nuevo y empiezo a temblar, empiezo a temblar como


anticipación de una liberación, pero cada vez que me acerco, se detiene y besa mis
labios.

-Por favor ... - murmuro mientras pasa sus dedos por mi cabello.

Besándome, finalmente suelta mi cintura y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello.

Aprieto mis caderas contra las suyas, dejando que los temblores crezcan y se
desarrollen, dejando que sus labios continúen haciéndole el amor a mi boca.

-Ohhh ... Diossss ... yo ... - Mi piel choca contra él una vez más y pierdo todo
control. - Blake ...

Caigo hacia adelante, tirándonos al colchón. Puedo escucharlo decir palabras,


pero no puedo entenderlas por mi respiración pesada.

Aparentemente preocupado, me aleja de él y me pone al otro lado de la cama.

-¿París? - Aparta mechones sudados de cabello de mi frente. - ¿Estás bien?

Intento decir: "Mierda, sí", pero todo se vuelve negro.

Mi cuerpo esta dolorido. Otro dolor.

Apenas puedo sentir mis piernas, mis brazos están cansados, y la piel de mi cuello está
afectada por todas las mordeduras que Blake colocó allí.

No quiero levantarme por el resto del día. Solo quiero estar tendida aquí, contra
el pecho de Blake, y revivir cada segundo de la noche anterior.

Nunca me han follado así. Nunca.


De repente siento sus manos frotándome la espalda y mis ojos se abren.

-Buenos días. - Sonríe.

-Buenos días...

Me acerca y besa mi frente. - ¿Te sientes bien?

Asiento con la cabeza.

Suavemente, desliza sus manos hacia mis caderas y me acerca aún más. - ¿Tienes
algún plan en mente para hoy?

-¿La nieve se ha ido mágicamente?

-No.

-Entonces no tengo tantas opciones, ¿verdad?

-Tengo una idea. - Traza mis labios con sus dedos.

-Estoy segura que sí.

-No es lo que crees que es.

-Oh ... - En realidad, estoy triste porque no lo es.

-Voy a prepararte el desayuno mientras te duchas, y luego te llevaré a algún lado.

-¿No están los caminos malos todavía?

-Sí. - Se levanta de la cama. - Ve a la ducha.

-¿Sola? - Di un grito ahogado cuando me di cuenta de que lo había dicho en voz alta.

-Sí, sola. - Mira por encima de mi cuerpo. - Si me ducho contigo, no lograremos hacer
nada más hoy.

No estoy seguro de por qué eso es tan malo, pero no tengo la oportunidad de
preguntarle. Cuando me doy cuenta de que habla en serio acerca de tomar una ducha
sola, ya ha salido de la habitación.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, sonriendo a cada dolor muscular que siento
en este momento. No estoy segura de cómo me las arreglo para entrar en la
ducha, pero honestamente soy incapaz de hacer nada más allá de abrir el agua.
Me quedo quieta y dejo que el agua caiga sobre mí, suspirando cada pocos minutos,
preguntándome si quedarme con él unos días más realmente arruinaría cualquier cosa.

He tenido más diversión con él estos últimos días que lo que tuve con Adrian en los
últimos tres años juntos.

Cuando el vidrio comienza a empañarse, cierro los ojos y sostengo la cara bajo el agua,
lo que parece haber sido una eternidad. No quiero pensar en nada, sino en lo que pasó
anoche, y sinceramente espero que Blake haya planeado una repetición.

Estoy reproduciendo, en mi cabeza, imágenes de la parte donde me besó contra la pared,


cuando siento manos, por detrás de mí, ahuecando mis pechos.

Inmediatamente abro los ojos y me vuelvo para ver a Blake.

-Pensé que no querías que nos ducháramos juntos.

-Cambié de opinión. - Cubre mis labios con los suyos y me empuja contra la pared. -
Voy a follarte otra vez.

Él trata de levantar mi pierna alrededor de su cintura, pero no lo dejo. Alejo mis labios
de su boca y comienzo a plantar besos contra su pecho.

Mientras pasa sus dedos por mi cabello, beso sus abdominales, luego su estómago.

Miro hacia él mientras le froto suavemente la polla, mientras provoco su punta con mi
lengua, escuchando los suaves gemidos que escapan de su boca.

-París ...

Muevo mi lengua alrededor de él, ignorando que me está tirando del pelo, bruscamente.

- Joder ... - Me levanta y me da vuelta, presionando mis pechos contra el azulejo - Te


llevaré mañana ...
Capítulo 10

Quedan tres días.

Eso es todo.

Es todo lo que me queda con Blake y por alguna razón, me da miedo decir adiós. Me
imagino que debe temerlo también, porque me ha estado preguntando que será
necesario para que me quede en cada oportunidad que dispone.

Me dijo que use algo informal para salir esta noche, así que estoy usando jeans y una
camiseta roja.

Cuando me miro en el espejo, suena mi teléfono. David.

-¿Hola?

-¿Estoy interrumpiendo otra sesión de lamidas de coño o puedes hablar?

-Puedo hablar. - Pongo los ojos en blanco. - Pero solo por unos minutos. Él me está
invitando a salir esta noche ... otra vez.

-Por supuesto que sí. - Se ríe. - ¿Podrías hacerme un maldito favor y llamar a tu
mamá por favor? Me ha estado llamando cada hora en punto porque todavía no la has
llamado. Ha pasado más de una semana, París. ¿No encuentras eso un poco
irresponsable de tu parte?

Arrugo la frente. He ignorado a todas las personas que me llamaron desde que vine
aquí; yo no quiero enfrentar el drama que me está esperando en Nashville en el corto
plazo.

-No quiero hablar con ella, David. O a alguien más por ese asunto. Todos ellos quieren
que me disculpe con Adrián y vuelva. No puedo hacer eso.

Guau.

-¿Guau? ¿Guau, qué?

-Nada, yo solo ... - Hace una pausa. - Creo que realmente piensas que no volverás con
él esta vez.

-¿Y por qué es eso?


-Normalmente, cada vez que discutes con él y te "rompes", dices 'No voy a' volver,
pero siempre lo haces. Es bastante reconfortante oírte decir, no puedo. - Suena
extremadamente orgulloso. - Hace mucho tiempo que debías haberlo abandonado, pero
tengo muchas ganas de verte feliz otra vez.

-Muchas gracias, David, - le digo. - ¿Puedo decirte algo?

-¿Implica lo que creo que implica?

-Tuvimos sexo la otra noche. - Tengo que contarle esto. Él tiene que saber. - ¡Más de
una vez! Y fue duro y caliente, y simplemente ... ¡Estuvo bien! ¡Tan maravillosamente
bueno!

-París ...

-¡No quería que parara nunca! Era que, en realidad, me estaba mojando solo de
pensar en ello ... Fue como una de esas historias que me cuentas sobre tus calientes
rollos de una noche, pero fui yo. ¡Fui yo, David! ¿Y adivina qué más?

-¿Qué más, Pear Pear?

-Su polla es enorme ...

Él suspira fuertemente.

-¡No estaba segura podría hacerle una mamada porque pensé que no encajaba en mi
boca, pero si! Y creo que le gustó lo profundo que la metí en mi garganta. Al principio
me decía que lo chupara lentamente, así que ...

Hubo un pitido fuerte y repentino en el otro extremo de la línea.

-¿David? – Estoy atenta. - ¿David? David, ¿estás ahí? -Miro mi teléfono y veo que ha
enviado un mensaje de texto:

Te amo, Pear Pear. Me alegro de que te estés divirtiendo. Llámame cuando no


quieras
hablar de la polla de otro hombre.

Riendo, coloco el teléfono en un cajón. No voy a usarlo de nuevo hasta que me vaya;
quiero centrarme en el tiempo restante que me queda con Blake.

-¿París? - Blake entra a la habitación. - ¿Estás lista?

Asiento y él me ayuda a ponerme la chaqueta. Agarrando mi mano, me guió hasta el


garaje.
-Blake, las carreteras todavía no están en buen estado. ¿Por qué subimos a tu auto?

Él no responde. Solo hace un gesto para que me siente en el asiento del pasajero.

Tan pronto como se pone detrás del volante, enciende el motor y la calefacción -
¿Estás cómoda?

-¿Tienes ganas de morir, Blake? - Cruzo los brazos. - Porque yo no. Tú escuchaste
a los presentadores de noticias decir que las carreteras aún no han sido completamente
tratadas contra la nieve.

-No tomaremos ninguna carretera.

-¿Vamos a quedarnos sentados aquí?

-No exactamente. - Se inclina y me besa, levantando el freno de emergencia. - Voy a


besarte hasta que no puedas respirar, y luego te follaré en el asiento trasero.

-¿Esto es lo que consideras una cita?

-Nunca dije que esta fuera una cita.

-Dijiste que saldríamos.

-Dije “fuera” como diciendo “afuera". ¿No estamos afuera?

Por mucho que quiera pegarle en la cara en este momento, no puedo evitar reírme. -
Eres realmente un caso serio. ¿Sabes eso? Esta es probablemente la razón por la que
nunca has tenido novia.

-Si la tuviera, ella siempre bebería durante el juego “Yo Nunca”, porque me
aseguraría que nos besáramos y tuviéramos sexo en todas partes ... - Me acaricia la
mejilla con el dorso de su mano. - Nunca sería lo suficientemente paciente como para
esperar a tener privacidad.

Me sonrojo y me besa de nuevo, moviéndose hacia mi lado. Susurrando, lentamente


desabrocha mi chaqueta. - ¿Hay algo que pueda decir para que te quedes otra semana?

Niego con la cabeza.

-¿Estás segura?

Inhalé y murmuré: - Sí, - mientras me desabrochaba el sujetador.


-Bueno, en ese caso ... - Me desabrocha los jeans. - Veamos si hay algo que yo
puede hacer a cambio ...
Capítulo 11

No quiero irme de Washington. Nunca.

Quiero quedarme aquí y tener sexo con Blake todo el día, todos los días, pero sé
es imposible. Poco realista.

Lo que pasó entre nosotros dos durante la última semana y media es algo que siempre
recordaré, pero algo que no puedo permitir.

La tormenta ha terminado y él tiene una empresa para dirigir.

Tengo una vida para reconstruir. Mejor pronto que tarde.

Quizás es por eso ninguno de nosotros ha dicho una palabra esta mañana, y las miradas
que nos hemos robado no han durado más de un segundo.

No estoy segura de cuántas veces he revisado mi bolso, sabiendo muy bien que tengo
todo. Solo estoy demorando porque esto no es tan fácil como yo creía.

Temprano esta mañana, cuando nos despertamos, Blake me había dejado un último
regalo en la mesita de noche. Era una pequeña caja gris y adentro había dos artículos:
un boleto de avión a Nashville, que estaba programado para partir en cuatro días con
las palabras "Quédate", escrito en la parte de arriba. Y un pequeño dije, un pequeño
avión plateado con las palabras "Estás en mi asiento "grabado en sus alas.

Quería llevarlos a los dos, decirle "está bien" me quedo, pero no podía hacerlo. En
cambio, coloqué el dije en mi pulsera y escribí las palabras: "No puedo ... “, en el boleto
de avión.

-Ya estoy lista, - digo cuando entro en la sala de estar.

-Está bien. - Se levanta del sofá y me quita el bolso, encabezando el camino al garaje. Él
me mira una vez antes de abrir la puerta, diciendo - disfruté cada segundo que estuviste
aquí.

-Yo también.

No hablamos durante todo el trayecto al aeropuerto. No hay nada que decir.

Lo miro cada vez que puedo, tratando de asegurarme de memorizar cada rasgo, y cada
vez que me mira, finjo como si no lo estuviera mirando.
Cuando llegamos al aeropuerto, él agarra mi bolso y me abre la puerta, acompañándome
adentro como un caballero completo y total.

Tomo mi bolso, evitando el contacto visual. - Muchas gracias por dejarme quedar
contigo, Blake. Realmente lo aprecio.

-De nada.

-Y eh ... el sexo estuvo bien.

Él coloca sus dedos debajo de mi barbilla e inclina mi cabeza hacia arriba. - ¿Bien?

-¿Debo definirte la palabra?

Desliza sus brazos alrededor de mi cintura y presiona sus labios contra los míos. - Estoy
seguro que aun estarás pensando en ese "bien" durante las próximas semanas.

-Tal vez.

Abrazándome un poco más fuerte, suspira. - ¿Qué es lo peor que podría pasar si te
quedas conmigo por cuatro días más?

Abro la boca para decir: “Nada”, pero hago una pausa. – Sentimientos.

No parece entender las consecuencias de eso, besa mi frente, susurrando, - No me


importaría eso. - Y luego me deja ir.

Me doy vuelta y me alejo, pero me detengo y miro por encima del hombro.

Se ve absolutamente confundido, desgarrado, pero lo esconde detrás de una sonrisa.

Me acerco a él otra vez, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y besándolo


como me besó tantas veces, antes. - Gracias por todo.

-Ya me lo dijiste. - Se aleja y pasa los dedos por mi pelo.

-¿Entonces?

-Entonces, si todavía planeas dejarme, te sugiero que lo hagas ahora porque si no, te
arrastraré de vuelta a casa dentro de los próximos veinte segundos.

-Adiós, Blake. - Lentamente lo dejo ir y me dirijo hacia el escritorio de recepción,


mirando hacia atrás cada pocos segundos, asegurándome de que todavía me esté
mirando. Hasta que no esté nunca más.
Por alguna razón, mi pecho se está apretando, y no puedo evitar sentir que estoy
cometiendo un gran error.

-Bienvenida, señorita Weston, - dice la recepcionista mientras me entrega la tarjeta de


embarque. - Tenga un buen vuelo.

Miro por encima de mi hombro, diciéndome a mí misma que si Blake todavía está allí,
debe ser algún tipo de signo romántico, pero él no está. Nadie está.

Me abro camino a través de la seguridad sin incidentes. No hay alarmas, no hay agentes
de TSA vaciando y volviendo a vaciar mi bolso, y desafortunadamente, nadie de quien
yo tenga prisa por escapar, en este momento.

Para cuando llego a mi puerta, casi todos han abordado.

-Disfrute de primera clase, señorita Weston. - Una mujer escanea mi boleto y sonrío.

Le había dicho a Blake que mi boleto de regreso a casa era de clase ejecutiva y que no
necesitaba mejorarlo, pero lo ha hecho de todos modos. Quiero enviarle un mensaje de
texto, para regañarlo de manera juguetona por hacer lo contrario de lo que dije, pero no
puedo.

No quiero que tenga una impresión equivocada.

Ya nos despedimos.

Mientras me abrocho el cinturón de seguridad, miro hacia afuera por mi ventana. Estoy
a medias esperando que Blake se una a nosotros en cualquier momento para decir: "He
decidido que quiero follarte en Nashville también ", pero nadie toma asiento al lado
mío.

-Señoras y señores a bordo del vuelo número 3718, las puertas principales de la cabina
se cerrarán en dos minutos ...

Muevo mi pie esperando, aun aferrándome a la misma esperanza.

-Las puertas principales de la cabina se han cerrado oficialmente. Por favor guarde todo
dispositivo electrónico personal hasta que alcancemos la altitud adecuada.

Cerré los ojos y me recliné en mi asiento. Al segundo, el rostro de Blake cruza mi


mente, sé de hecho que cometí un gran error.

Podría haberme quedado por cuatro días más ..


Evito el sector de reclamo de equipaje y me dirijo hacia las escaleras mecánicas.

A medida que desciendo, veo a David al lado de otras personas que sostienen carteles.
Escribió "Pear Pear" en marcador rojo y dibujó lo que parece ser una lengua y una
vagina debajo.

-¿En serio? - Le arrebato el cartel. - ¿Por qué somos amigos?

-No tengo idea. - Se ríe y toma mi bolso. - ¿Cómo fueron los últimos días de tu viaje?
Por favor, evita todas las historias de sexo hasta que me ponga los auriculares.

-Estuvieron bien.

-¿Bien? ¿Eso es todo?

-Sí.

-¿Qué pasó con todo el excitante 'Dios mío, su pene realmente encaja en mi boca'?

-¿En serio, David? - Negué con la cabeza. - Me gustó mucho. Prácticamente tuvimos
sexo una y otra vez. Ah, y vimos algunas películas terribles mientras él cocinaba para
mí.

Él deja de caminar y pone sus manos sobre mis hombros. - ¿Te gusta, no es cierto?

-No. Apenas lo conozco El sexo fue realmente bueno y cada uno entendió la reticencia
del otro.

Demasiado bien ...

-Llámalo y pregúntale si puede venir a verte alguna vez. No es como si tuvieras


cualquier otra cosa que hacer los fines de semana. Además, estás prácticamente sin
hogar y desempleada en este momento.

-¿Ya no me estoy quedando en tu casa? ¿No vamos a salir los fines de semana?
-No por la noche. - Se burla. - Tendrás que quedarte de tu lado de la casa cada vez que
yo que tenga compañía. De hecho, enmendé uno de mis propósitos solo para ti.

-¿Tu número once?

-No eres ese especial. No recuerdo qué número, pero decía: "Ayuda a Paris a encontrar
amigas con quienes pueda discutir sobre pollas." Si no concreto ninguno de los otros,
definitivamente voy a hacer que eso suceda. - Me lleva al estacionamiento.

Hoy maneja su Mercedes negro y no puedo evitar pensar en Blake ...

-¿Cuáles son los beneficios de tener novio?" Blake besa mis labios.

-Soy la peor persona para preguntar en este momento. ¿No crees?

-Dijiste que las cosas eran geniales al principio. ¿Cómo es eso?

Sonrío mientras se mueve sobre mí. -Eh ... Bueno, puedes hablar con esa persona
sobre cualquier cosa, y él no te juzgará. Él es tu hombro para llorar cada vez que lo
necesites ... Él recuerda todas las pequeñas cosas que te hacen feliz en tus peores días
y a la inversa. Estás completamente cómoda con él y ... ya sabes, hay material físico
ilimitado ...

-¿Sexo?

-Besos. - Pongo los ojos en blanco. - Sí, sexo.

-Suena intrigante.

-¿Lo suficientemente intrigante como para intentarlo algún día?

-Tal vez. - Pasa su mano por mis muslos. - Si encontrara a la mujer adecuada.

-Asegúrate de ocultar a todos tu verdadera naturaleza cuando conoces por primera vez
a alguien.

-¿Por qué habría de hacer eso?

-Porque si le muestras quién eres realmente, si ella sabe lo brusco que eres y que no
tienes filtro, puede arruinar tus posibilidades después de un primer encuentro.

Él se ríe y agarra un condón del tocador. - Ya veremos...

-Realmente te gusta este chico, ¿eh? - El sonido de la risa de David intercepta mis
recuerdos, y me doy cuenta de que estamos en la autopista.
-No. El sexo era simplemente muy bueno. - Miento. - Me aseguraré de informarte sobre
todos detalles más tarde.

-Por favor, no.

-Da igual. Oye, todavía no me contaste el resto de tus propósitos. Suelta.

-No, gracias. Los he repetido a tu madre innumerables veces en los pasados tres
días. Cuando finalmente decidas llamarla, puedes preguntarle a ella.

Pongo los ojos en blanco.

-Tú, sin embargo, - dice, - puedes leerme los tuyos para simular que me importa.

Sonriendo, saco mi billetera y despliego mi lista.

Recito los números del uno al siete, ignorando el pedido de David de enunciar la palabra
"orgasmo" correctamente, y luego me doy cuenta que mientras dos son los mismos, el
resto de mi lista ha sido cambiado:

7. Escribir todos los días ... Se supone que soy aspirante a periodista, pero esta
lista es lo primero que escribí en meses. MESES.

(Llamé a Vanderbilt ... Uno de mis antiguos profesores de derecho trabaja en


Admisiones. Llámalos el martes).

8. Tener sexo apasionado y caliente ... con alguien que pueda darme un ORGASMO...

(Creo que has satisfecho este ... Más de una vez ...)

9. Comenzar a hacer ejercicio ... ¡Ja! No. Raspar eso ... Regresaré al número
nueve.

(Comienza a sonreír más. Eres demasiado hermosa para no hacerlo ...)

10. Y el número diez, también ...

(Deja de preocuparte por lo que tu madre, tu hermana o el resto de tu


la familia piensa de tus decisiones ... Vive tu vida por ti.)

11. Y todavía necesito un número once ...

(Recoge a Blake, en el aeropuerto de Nashville, en cuatro días. Quiere asegurarse


que dos de las cosas de esta lista SIEMPRE se cumplan ...)
***FIN***

También podría gustarte