Para ser el mejor, hay que ponerse el reto más difícil posible, por ello: si la vida es un juego,

colóquelo en el modo difícil. El locutor hace una comparación con los videojuegos, donde siempre
lo pone en el modo más fácil posible, mientras sus hijos juegan en un nivel más complicado. Por
esta razón sus hijos siempre serán mejor que él en los juegos de video. De igual forma en la vida, si
tomamos el camino más fácil, no sabremos afrontar momentos difíciles, ni superar a otros, ni a
nosotros mismos. Es incomodo ver a una persona y decir: es mucho mejor que yo; existen dos
opciones: mirarlo y decir que tiene estilo, o decirle enséñeme. Otra comparación es la diferencia
entre jugar futbol contra niños de 5 años y con jugadores profesionales, en la que, en este último
caso, nos daremos cuenta de que no tenemos un nivel profesional, pero haciéndolo podemos
aprender y mejorar, no estancarnos en el nivel en el cual estamos.

Lo que nos cuesta, lo valoramos más. Esta lección se la dio el padre del locutor cuando tenía 11
años, haciendo que el comprara su propia bicicleta ahorrando su mesada. De igual forma, él les
transmitió esta enseñanza a sus hijos. A diferencia de él, a su hijo les robaron la bicicleta a los
pocos días de haberla comprado, lo cual no hizo que le regalara una bicicleta, siguió con su
principio. Esto hizo que su hijo aprendiera a cuidar más su próxima bicicleta. No hay que
acostumbrar a los hijos a tener todo. Hay que aprender a ser un buen empleado, para poder ser
un gran jefe, saltarse los pasos es muy peligroso, hay que cumplir el proceso. Esto te hace un buen
jugador. El locutor se hizo famoso por un video, pero no de la noche a la mañana. Después de 12
años intentando exponer en todos los lugares posibles y después de muchos rechazos, tuvo éxito
en una de las facultades universitarias. Para llegar a que este nivel superior, el primer paso es muy
difícil. El locutor cuenta que al principio no cobraba para conquistar a sus oyentes y luego poder
tener una buena fama. De igual forma niñas, que entre más difíciles, mejores novios consiguen.

“El juego debe ser difícil, pero si es difícil, vale la pena”