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Universidad de Santiago de Compostela

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

Una Contribución al Marco Analítico del Modelo de Restricción


al Crecimiento Proveniente de la Balanza de Pagos: el Papel del
Tipo de Cambio Real y los Términos de Intercambio. Con
Especial Énfasis en los Casos de Argentina, Brasil y México.

Carlos Alberto Fraga Castillo

Tesis Doctoral

Santiago de Compostela 2010


Una Contribución al Marco Analítico del Modelo de Restricción
al Crecimiento Proveniente de la Balanza de Pagos: el Papel del
Tipo de Cambio Real y los Términos de Intercambio. Con
Especial Énfasis en los Casos de Argentina, Brasil y México.

Tesis Doctoral que presenta D. Carlos Alberto Fraga Castillo,


la cual se realizó en el Departamento de Fundamentos del Análisis
Económico bajo la dirección del Dr. D. Carlos Javier Ricoy Riego y
del Dr. D. Roberto Bande Ramudo

Fdo.: D. Carlos Alberto Fraga Castillo

Vo. Bo. Vo. Bo

Fdo: Dr. D. Carlos Javier Ricoy Riego Fdo: Dr. D. Roberto Bande
Ramudo
DR. D. CARLOS JAVIER RICOY RIEGO Y DR. D. ROBERTO BANDE
RAMUDO PROFESORES DEL DEPARTAMENTO DE FUNDAMENTOS DEL
ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE
COMPOSTELA

CERTIFICAN:

Que la presente tesis titulada “Una Contribución al Marco Analítico del Modelo de
Restricción al Crecimiento Proveniente de la Balanza de Pagos: el Papel del Tipo de
Cambio Real y los Términos de Intercambio. Con Especial Énfasis en los Casos de
Argentina, Brasil y México” ha sido elaborada bajo su dirección por D. Carlos Alberto
Fraga Castillo en el Departamento de Fundamentos del Análisis Económico y,
hallándose concluida, autorizan su presentación a fin de que pueda ser juzgada por el
tribunal correspondiente.

Y para que así conste, expedimos y firmamos la presente certificación en Santiago de


Compostela, a 25 de febrero de 2010.

Fdo.: Dr. D. Carlos Javier Ricoy Riego Fdo.: Dr. D. Roberto Bande Ramudo
El presente trabajo fue posible realizarlo gracias a la licencia
con goce de sueldo que me autorizó el Comité Técnico de
Prestaciones a Becarios Nacionales e Internacionales (COTEPABE)
del Instituto Politécnico Nacional [IPN (México)] de octubre de 2005
a noviembre de 2009, así como a la Beca-Estudio que me fue concedida
desde octubre de 2005 a septiembre de 2008 por la Comisión de
Operación y Fomento de las Actividades Académicas (COFAA) del IPN.
Dedico este trabajo:

A mi madre Dña. Felis Castillo Gómez,


mi abuela Dña. Francisca Gómez
y a mi compañera y futura esposa Anna Xochitl Taylor

A la memoria de mi ilustre profesora y entrañable amiga:


La Físico-Matemática Volia Brandon Miguelena
Agradecimientos:
Deseo expresar un profundo agradecimiento
A las siguientes Instituciones:
A nuestra legendaria Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Al Instituto Politécnico Nacional (IPN, México).
Al Departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Facultad de Ciencias
Económicas y Empresariales de la USC.
A la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Subsede México.
A La Università degli Studi di Napoli Federico II.
Al Instituto Universitario de Estudios de Galicia (IDEGA)
A la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, Ciencias Sociales y
Administrativas (UPIICSA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Así mismo ofrezco mis más sinceros agradecimientos:


A los Profesores Dr. D. Carlos Javier Ricoy Riego y Dr. D. Roberto Bande Ramudo,
por el apoyo e interés con el que dirigieron y leyeron el presente trabajo. Gracias a su
extraordinaria labor en la formación de futuros investigadores en análisis macroeconómico y
econometría pude preparar y culminar esta investigación. Sin el menor ánimo de hacer a un lado
el apoyo del Dr. Roberto Bande, agradezco infinitamente la nobleza y el interés del Dr.
Carlos J.Ricoy, que sin su ayuda muy probablemente no habría llegado a España.
A D. José Mayan Santos Vicerrector de Comunidad Universitaria y Compromiso Social
de la USC, por su valioso apoyo en momentos que hacían difícil mi permanencia en
Santiago de Compostela.
Al Dr. D. Manuel Grela, director del Departamento de Fundamentos del Análisis
Económico de la USC, quien me facilitó los medios institucionales y académicos para
continuar y concluir mi investigación.
A los Profesores: Dr. D. Carlo Panico, Dr. D. Valerio Filoso, Dr. D. Pasquale
Commendatore y D. Nino Pinto quienes me aportaron nuevas propuestas de investigación
dentro del marco teórico de la tesis durante mi estancia en La Università degli Studi
di Napoli Federico II., particularmente con el Profesor Panico tengo una gran deuda, por
sus estimulantes consejos en los inicios del doctorado, por brindarme sus conocimientos y por
su enseñanza de la cultura italiana.
Al Dr. D. Juan Carlos Moreno Brid, Coordinador de Investigaciones de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien generosamente me ofreció
su conocimiento y ayuda durante mi estancia de investigación en dicho lugar.
Al Dr. D. Roberto Escalante Semerena exdirector de la Facultad de Economía de la
UNAM, quien me encaminó a iniciar los contactos científicos con la CEPAL y con la
USC
Al finado Mtro. Fernando Miguelena Cruz Uranga, quien se preocupó por mi preparación
en la ciencia económica, durante mi estancia en la licenciatura y a quien recuerdo y recordaré
siempre con mucho cariño y admiración
Al equipo de profesionales de la Biblioteca Concepción Arenal, liderados por el entrañable
Suso, quiero decirles que no tengo palabras para agradecer su dedicación y todas sus
atenciones.
También merece mi agradecimiento todo el equipo de profesionales de la Biblioteca de
Ciencias Económicas y en general al sistema de bibliotecas de la USC, quienes llueve,
truene o relampaguee, trabajan por nosotros para contar con todos los recursos posibles para
nuestra investigación.
Agradezco también al finado profesor Francisco Gutiérrez Velázquez por su interés en la
formación de jóvenes investigadores en ciencias económicas en el IPN.
A la L.A.I. Josefina González de la Riva, directora de la UPIICSA, por su gran
apoyo en la víspera de mi regreso a México y durante mi reincorporación al IPN.
Agradezco a Dña. Salomé García quien con comprensión e inteligencia organizó y orientó
mis estudios en el primer año del doctorado.
ADña. Berta Lago, Secretaria del Departamento de Fundamentos del Análisis
Económico, haciéndose presente en los pequeños problemas por resolver.
A mis amigos de diversos lugares del mundo que conocí gracias a la Universidad de
Santiago de Compostela y que en no pocas ocasiones constituyeron mi familia: Nuria
Hamad, Alfredo Lameiro, Rosalba Martínez, Rubén Darío López, Silvana Newman,
Carol, José Noronha, el gran Facundo, los africanos Joao y Nelson. Las británicas
Shinead, Colett y Alix.
Y a todos aquellos que haya omitido y que contribuyeron de una u otra forma a enriquecer
mi vida y concluir mi doctorado, mil gracias…
PUBLICACIONES:

Fraga, C. y J.C. Moreno-Brid (2006). “Exportaciones, Términos de Intercambio y


Crecimiento Económico de Brasil y México de 1960 a 2002: un Análisis Comparativo”.
Problemas del Desarrollo, Vol. 37, No. 146, pp. 80-96.

Moreno-Brid y C. Fraga (2006). “Situación Actual y Perspectivas de la Economía de


Estados Unidos. El Arco iris y la Borrasca”. Monitor de la Manufactura Mexicana. Año
2, Núm. 5.
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN 1

2. MARCO TEÓRICO: EL MODELO DE RESTRICCIÓN EXTERNA AL


CRECIMIENTO ECONÓMICO. UN AÑADIDO A SU ESTRUCTURA
ANALÍTICA…………………………………………………………………………………. 6

2.1. Introducción……………………………………………………………………................ 6
2.2. Las raíces intelectuales del modelo CRBP………………………………………………. 8
2.2.1. El multiplicador del comercio exterior de Harrod……………………………….. 8
2.2.2. El análisis de Kaldor: el principio de causalidad circular acumulativa………. 11
2.2.3. La ley de Verdoorn………………………………………………………............. 19
2.3. Revisión de las Contribuciones al modelo de restricción al crecimiento por la balanza
de pagos………………………………………………………………………………….. 20
2.3.1. El modelo de Kaldor del crecimiento guiado por las exportaciones…………….. 20
2.3.2. La primera versión del modelo de crecimiento restringido por la balanza de
pagos……………………………………………………………………................... 22
2.3.3. Extensión del modelo CRBP al análisis de economías donde es recurrente el
déficit en cuenta corriente…………………………………………………………... 27
2.3.4. Ampliación de McCombie del modelo (CRBP) al análisis de las relaciones
económicas entre los países………………………………………………………… 29
2.3.5. Introducción de los efectos de acumulación de deuda sobre la tasa de
crecimiento al modelo CRBP………………………………………………………. 31
2.3.6. Un agregado al marco analítico del modelo CRBP: el papel del tipo de cambio
en la tasa de crecimiento……………………………………………………………. 32
2.3.7. El modelo CRBP como estructura analítica para examinar el desempeño del
crecimiento económico de largo plazo de México, Brasil y
Argentina…………………………………………………………………………… 35

3. CICLOS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO Y TÉRMINOS DE INTERCAMBIO


DE MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA…………………….............................................. 39

3.1. Introducción……………………………………………………………………………… 39
3.2. Exposición contable de los términos de intercambio en las cuentas del PIB real y el
ingreso nacional real……………………………………………………………………... 40
3.3. Breve exposición de la metodología de los filtros Hodrick-Prescott y Kalman…………. 45
3.3.1. Filtro Hodrick-Prescott…………………………………………………………... 45
3.3.2. Filtro de Kalman…………………………………………………………………. 47
3.4. Evolución del Producto Interno Bruto real, Ingreso Nacional y términos de
intercambio………………………………………………………………………………. 48
3.4.1. México…………………………………………………………………………… 48
3.4.2. Brasil…………………………………………………………………………….. 55
3.4.3. Argentina………………………………………………………………………… 61
3.5. Comparación entre el filtro de Kalman y el filtro Hodrick-Prescott en la estimación de
los ciclos de crecimiento de México, Brasil y Argentina………………………………... 66
3.6. Examen conjunto de los ciclos de crecimiento de México, Brasil y Argentina aplicando
los filtros de Kalman y Hodrick-Prescott……………………………............................... 69
4. RELACIÓN DE LOS CICLOS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO CON EL TIPO
DE CAMBIO REAL, INVERSIÓN, EXPORTACIONES, IMPORTACIONES, Y
SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL……………………………………………….. 77

4.1. Introducción……………………………………………………………………………… 77
4.2. Ciclo económico, tipo de cambio real y términos de intercambio de los tres
países…………………………………………………………………………….............. 78
4.2.1. México…………………………………………………………………………… 81
4.2.2. Brasil……………………………………………………………………………. 83
4.2.3. Argentina………………………………………………………………………… 87
4.3. El peso de la inversión, exportaciones, importaciones y saldo de la balanza comercial
en las fases de los ciclos económicos de los tres países…………………………………. 90
4.3.1. México…………………………………………………………………………… 90
4.3.2. Brasil……………………………………………………………………………... 94
4.3.3. Argentina………………………………………………………………………… 98
4.4. Relación PIB e Ingreso Nacional con el saldo de la balanza comercial………………… 102
4.4.1. México…………………………………………………………………………… 102
4.4.2. Brasil……………………………………………………………………………... 104
4.4.3. Argentina………………………………………………………………………… 106

5. ANÁLISIS ECONOMÉTRICO DE LOS EFECTOS DEL TIPO DE CAMBIO REAL,


LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y LAS EXPORTACIONES SOBRE EL
CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ARGENTINA BRASIL Y
MÉXICO……………………………………………………………………………............... 109

5.1. Introducción……………………………………………………………………………… 109


5.2. Análisis sobre el orden de integración de las series por el método gráfico..….................. 110
5.2.1. México…………………………………………………………………………… 111
5.2.2. Brasil…………………………………………………………………………….. 114
5.2.3. Argentina………………………………………………………………………… 117
5.3. Contrastes de raíces unitarias……………………………………………………………. 119
5.3.1. Contraste de Dickey-Fuller GLS (ERS)………………………………….. …….. 119
5.3.1.1. Todas las variables en logaritmos…………………………………………… 119
5.3.1.2. Contrastes en niveles de los términos de intercambio y tipo de cambio
real………………………………………………………..…………………... 124
5.3.2. Contraste de Dickey-Fuller aumentado en logaritmos de exportaciones reales,
PIB real, términos de intercambio y tipo de cambio real…………………………… 128
5.3.2.1. Todas las variables en logaritmos…………………………………................ 128
5.3.2.2. Contrastes en niveles de términos de intercambio y tipo de cambio
real………………………………………………………………..................... 134
5.3.3. Contraste de Phillips-Perron……………………………………………………... 138
5.3.3.1. Con todas las variables en logaritmos……………………………………….. 138
5.3.3.2. Con términos de intercambio y tipo de cambio real en
niveles……........................................................................................................ 146
5.3.4. Contraste de Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin................................................. 150
5.3.4.1. Con las variables en logaritmos……………………………………………… 151
5.3.4.2. Con los términos de intercambio y tipo de cambio real en
niveles…............................................................................................................ 156
5.4. Metodología Engle-Granger de cointegración aplicada a una extensión del modelo de
Thirlwall que incluye la relación de intercambio y el tipo de cambio
real……………………………………………………………………………….............. 159
5.5. Metodología de Cointegración de Johansen aplicada al modelo………………………… 171
5.5.1. El caso de México………………………………………………………………... 174
5.5.1.1. En logaritmos………………………………………………………………... 174
5.5.1.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles.............. 177
5.5.2. El caso de Brasil…………………………………………………………............. 180
5.5.2.1. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en logaritmos........ 180
5.5.2.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles……….. 183
5.5.3. El caso de Argentina……………………………………………………………... 186
5.5.3.1. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en
logaritmos…………………………………………………………………….. 186
5.5.3.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles.............. 189
5.5.4. Elección del vectores de cointegración……………………………………........... 192
5.6. Análisis impulso-respuesta del modelo………………………………………………….. 195
5.6.1. Funciones impulso-respuesta…………………………………………….............. 195
5.6.1.1. Metodología………………………………………………………………..... 195
5.6.1.2. El caso de México………………………………………………………….... 196
5.6.1.2.1. Con las variables en logaritmos……………………………………. 196
5.6.1.2.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en
niveles……………………………………………………………........... 197
5.6.1.3. El caso de Brasil……………………………………………………………... 198
5.6.1.3.1. Con las variables en logaritmos…………………………………….. 198
5.6.1.3.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en
niveles…………………………………………………………………... 199
5.6.1.4. El caso de Argentina…………………………………………………………. 200
5.6.1.4.1. Con todas las variables en logaritmos………………………………. 200
5.6.1.4.2. Con los términos de intercambio y el tipo de cambio real en
niveles…………………………………………………………………... 201
5.6.2. Efectos acumulados de largo plazo………………………………………………. 202
5.6.3. Presencia de los shocks de los efectos acumulados de largo plazo……………… 205

CONCLUSIONES………………………………………………………………………………... 209

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………. 215
CAPÍTULO I

1. INTRODUCCIÓN

Se sabe que Argentina, Brasil y México poseen las tres más grandes economías de América
Latina. Según CEPALSTAT1, en el 2008, estos tres países registraron un PIB real a precios
constantes y en millones de dólares de 395.571, 853.706 y 766.258 respectivamente. Desde
1970 a 2005 la tasa de crecimiento promedio real del PIB de Argentina fue 2.0 %, la de Brasil
del 4.1 % y la de México 3.7 %.
Durante este periodo, la dinámica de sus tasas de crecimiento ha estado marcada por periodos
de crisis y periodos de expansión, los cuales se desarrollaron en cada uno de esos países de
formas semejantes y diversas. Por ejemplo, estos tres países experimentaron de forma
semejante un periodo de expansión en la década de los setenta, que fue resultado de los
últimos efectos del modelo de sustitución de importaciones. También la fuerte caída de los
ochenta fue sufrida casi de forma paralela por los tres países. La expansión de la tasa de
crecimiento y sus posteriores crisis, sucedidas entre mediados de los años noventa y
principios de 2000 también se registraron de uno o de otro modo en los tres países. La
historia económica muestra que desde 1970 a 2005, los fuertes descensos en la tasa de
crecimiento de los tres países han estado ligados a la bancarrota de la balanza de pagos.
Cuando ésta ha registrado estados de escasez de divisas necesarias para la importación de
maquinaria y equipo de alta tecnología para la producción, se ha visto fuertemente restringido
el crecimiento económico de los tres países. Fueron muy conocidos durante la década de los
noventa, los retrocesos en el crecimiento denominados efecto tequila en México, efecto zamba
en Brasil y efecto tango en Argentina, como crisis económicas ligadas a fuertes déficit
acumulados en la balanza de pagos.
Las complicaciones económicas y sociales que han traído a dichos países estos retrocesos en
el crecimiento económico son muy preocupantes. Inflación, desempleo, crecimiento de la
pobreza y pérdida de patrimonio acumulado por varios años de expansión, son algunas de la
más relevantes. Las posibles soluciones a dichas complicaciones generadas por estas
circunstancias nos han llevado a estudiar el problema de las restricciones al crecimiento
provocadas en la balanza de pagos, con el rigor de una metodología que contiene en primer
lugar, un marco teórico, y en segundo, la aplicación práctica de la teoría.

1
Base de datos electrónica que contiene series estadísticas de variables económicas, elaboradas por la División
Estadística de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

1
De tal forma que el objetivo de esta Tesis Doctoral es analizar de forma teórica y empírica las
restricciones al crecimiento económico provenientes de la balanza de pagos, que desde 1970 a
2005 han experimentado Argentina, Brasil y México.
Las motivaciones que nos han impulsado ha realizar este objetivo se originaron, en primer
lugar, en explorar la posibilidad de ampliar la capacidad explicativa del modelo de restricción
de balanza de pagos, conocido como modelo CRBP desarrollado por Thirlwall (1979) y
revisado posteriormente por él mismo y algunos de sus colegas. Dicho modelo establece que
la tasa de crecimiento económico correspondiente con el equilibrio de la balanza de pagos de
un país depende del valor que asuma la elasticidad-ingreso de las importaciones y la tasa de
crecimiento de las exportaciones, siempre y cuando los términos de intercambio y el tipo de
cambio real permanezcan constantes en el largo plazo.
De estos supuestos provino la motivación de intentar aclarar los conceptos de tipo de cambio
real y términos de intercambio dentro de la estructura analítica del modelo CRBP, ya que
algunos sucesos de las tres últimas décadas en las economías de Argentina, Brasil y México
mostraron una influencia crucial en el desempeño de sus tasas de crecimiento.
En último término nos estimula en gran parte la realización de pruebas econométricas a los
resultados obtenidos en la teoría y los hechos estilizados, con el objeto de aportar no solo
resultados teóricos a nuestra disciplina sino también resultados prácticos.
En el inicio y durante el transcurso de esta investigación hemos intentado responder a varias
preguntas. La más importante ha sido ¿Cuáles son los ciclos económicos que han
experimentado Argentina, Brasil y México desde 1970 a 2005? ¿Cuáles son las variables que
han moldeado el comportamiento de los ciclos? ¿Por qué a pesar de haber aumentado el grado
de apertura y llevado acabo reformas de liberalización comercial dichos países no han logrado
un crecimiento sostenido? ¿Las restricciones al crecimiento han sido el factor determinante en
esto? De ser así ¿Qué variables han intervenido en la aparición de restricciones al
crecimiento? ¿Es posible medir los efectos de las variables sobre la tasa de crecimiento de
largo plazo de los países?
Para dar una respuesta conjunta a estas preguntas, la hipótesis central de esta investigación
sugiere que desde 1970 a 2005, el crecimiento económico de Argentina, Brasil y México ha
dependido en buena medida del crecimiento de las exportaciones, del valor de la elasticidad-
ingreso de las importaciones, de los términos de intercambio y del tipo de cambio real.
Para corroborar dicha hipótesis y lograr el objetivo general de esta investigación, así como
examinar el problema con la rigurosidad requerida en esta Tesis Doctoral hemos elaborado,
además de este capítulo introductorio, cuatro capítulos más.

2
El segundo capítulo se titula Marco Teórico: El Modelo de Restricción Externa al
Crecimiento Económico. Un Añadido a su Estructura Analítica. En este capítulo, como su,
título lo indica, desarrollamos el marco teórico que sustenta la presente investigación, el cual,
como ya lo hemos expresado se trata del modelo CRBP, que tiene profundos orígenes
intelectuales en los trabajos de Harrod sobre el multiplicador del comercio exterior, así como
en Young, Myrdal, Vedoorn y Kaldor. De este último autor intentaremos explicar los
elementos esenciales de su enfoque de la “causalidad circular y acumulativa”, que es la visión
de crecimiento donde se sitúa el modelo CRBP, cuyo punto de partida es la tesis de Adam
Smith sobre la relación entre crecimiento económico, división del trabajo, especialización
entre industrias y extensión del mercado, y que dentro de tal visión se sintetiza con el
principio de demanda efectiva de Keynes y el planteamiento de Young sobre los rendimientos
crecientes y el progreso técnico. Una vez presentadas las bases intelectuales del modelo
CRBP realizamos una revisión de las distintas especificaciones hechas al modelo CRBP,
comenzando por Kaldor, siguiendo con Thirlwall, Thirwall y Hussain, McCombie y Moreno-
Brid. Concluimos esta parte con un añadido donde se sostiene que la tasa de crecimiento
económico de un país está determinada por el valor que asume la elasticidad-ingreso de las
importaciones, la tasa de crecimiento de las exportaciones, los términos de intercambio y el
tipo de cambio real.
El tercer capítulo se titula Ciclos de Crecimiento Económico y Términos de intercambio de
México, Brasil y Argentina, donde se examinan los ciclos económicos que han experimentado
México, Brasil y Argentina desde 1970 a 2005, procurando identificar los ciclos de
crecimiento económico con sus respectivas fases de expansión o contracción del PIB real y
del Ingreso Nacional real para cada país. Para tal finalidad empleamos las metodologías de los
filtros Hodrick-Presscott (HP) y de Kalman para modelizar los ciclos del PIB real e Ingreso
Nacional, indicando los periodos en que transcurrieron los ciclos y comparando las
estimaciones que ambas metodologías realizaron. Finalmente, analizamos de forma
generalizada con la metodología HP los ciclos de crecimiento de los tres países para conocer
la existencia de posibles relaciones entre las trayectorias de ascenso o descenso en el ritmo de
actividad económica. Con este capítulo queda respondida satisfactoriamente la pregunta
¿Cuáles son los ciclos económicos que han experimentado Argentina, Brasil y México desde
1970 a 2005? Para enseguida responder a la cuestión ¿Cuáles son las variables que han
moldeado el comportamiento de los ciclos?
La respuesta a esa pregunta se encuentra en el capítulo IV, que se titula Relación de los Ciclos
de Crecimiento Económico con el Tipo de cambio real, Inversión, Exportaciones,

3
Importaciones, y Saldo de la Balanza Comercial, que de forma estadístico-descriptiva se
propone investigar las variables que tuvieron mayor peso en los periodos de expansión o crisis
de los ciclos económicos modelados en el capítulo III. Comparamos, en primer lugar, la
influencia que ha tenido el tipo de cambio real en los ciclos de crecimiento de los tres países.
Después indagamos la contribución de las exportaciones en cada periodo de los ciclos, donde
se observará que desde 1990 en los tres países esta variable comenzó a tener un papel
preponderante sobre el PIB e Ingreso Nacional, relegando paulatinamente la participación de
la inversión en los valores de esos dos conceptos.
También se valorará el peso de las importaciones y su relación con el ciclo, que, como se
observará más de cerca en el caso de México en comparación al caso de Brasil o de
Argentina, cada vez que el ciclo entra en expansión se acelera la tasa de crecimiento de las
importaciones. Situación que nos conducirá a relacionar el saldo de la balanza comercial con
los ciclos de crecimiento estimados por el filtro HP. En esta relación veremos que no hay una
relación totalmente definida en los tres países, sin bien en el caso de México ha sido frecuente
que el déficit comercial esté relacionado con los periodos de expansión y los superávit con los
periodos de fuertes recesiones.
En el estudio de esta relación destaca el caso de Brasil, que mantuvo un superávit durante un
periodo de expansión del ciclo. Lo que nos lleva a intuir que, a pesar de ser entre los tres
países el de menor PIB pér-capita, es el país con menos restricciones al crecimiento
provenientes de la balanza de pagos. Pero ésta suposición y otras, así como la hipótesis
central de nuestra investigación serán contrastadas en el capítulo V, que se titula Análisis
Econométrico de los Efectos del Tipo de Cambio Real, los Términos de Intercambio y las
Exportaciones sobre el Crecimiento Económico de Argentina Brasil y México. Para lograr tal
objetivo, recurriremos al análisis de las técnicas de series de tiempo de integración y
cointegración. El primer paso consiste en conocer si las series son estacionarias y el grado de
estacionariedad que poseen, empleando el método gráfico y los contrastes de raíces unitarias.
El siguiente paso es la aplicación del método de cointegración Engle-Granger, indagando la
existencia de una posible relación lineal de largo plazo entre la tasa de crecimiento las
exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real, y presentando las
elasticidades de largo plazo. Posteriormente, estimamos un Vector Auto Regresivo (VAR)
para aplicar el método de cointegración de Johansen, que nos permitirá saber el peso que han
tenido las variables exógenas sobre la tasa de crecimiento de los tres países. Finalmente, para
complementar éste método presentaremos las funciones impulso-respuesta, comparando los
resultados del capítulo II, del III, IV y el método de Johansen, con el objeto de saber la

4
dependencia de la tasa de crecimiento respecto a las exportaciones, los términos de
intercambio y el tipo de cambio real, así como analizar una posible endogeneidad entre las
variables, como el tipo de cambio real y las exportaciones o el caso de la respuesta de las
exportaciones a un impulso en la tasa de crecimiento del PIB real.

5
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO: EL MODELO DE RESTRICCIÓN EXTERNA AL


CRECIMIENTO ECONÓMICO. UN AÑADIDO A SU ESTRUCTURA ANALÍTICA

2.1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este capítulo es analizar el modelo de restricción al crecimiento económico
proveniente de la balanza de pagos (CRBP).
Para lograrlo presentamos, en primer lugar, el multiplicador de comercio de Harrod, que es
uno de los elementos que tanto Thirlwall y McCombie reconocen como una de las bases
fundamentales del modelo CRBP.
Como siguiente punto exponemos la visión del crecimiento en la que se ubica el modelo
CRBP, exponiendo los rasgos esenciales de esa visión, partiendo del análisis de Kaldor, que
se apoya en el pensamiento de Adam Smith y Allyn Young. También nos referimos a las
proposiciones de Smith sobre la relación entre crecimiento económico, división del trabajo,
especialización de industrias y extensión del mercado, así como al análisis de Young sobre los
rendimientos crecientes, el progreso técnico y la noción de ‘causalidad circular y
acumulativa’.
Explicamos que, según Kaldor, es en el sector manufacturero donde se generan los mayores
progresos de la técnica por medio del aprender haciendo (learning by doing), concretamente,
en la esfera de producción de los bienes de capital. Señalamos que Kaldor le asigna al sector
manufacturero el papel de ‘motor de crecimiento’, con propiedades de arrastre hacia todos los
sectores, especialmente hacia aquellos que tienen rendimientos decrecientes. Ese hecho y la
noción de ‘causalidad circular acumulativa’ son dos elementos fundamentales del enfoque de
este autor que nos llevarán a explicar dos leyes empíricas conocidas como las leyes de Kaldor.
Siguiendo con Kaldor, cerramos su análisis exponiendo el ‘principio de la demanda efectiva’,
proveniente del pensamiento de Keynes, que identifica como determinante fundamental del
nivel del output, renta y empleo. Explicamos que al establecer que el sector manufacturero es
el ‘motor del crecimiento’ de los demás sectores de la actividad económica, un impulso de la
demanda efectiva aumentará la productividad del sector manufacturero, la que a su vez
incrementará el nivel del output de ese mismo sector. El impulso más dinámico de demanda
se concentra específicamente en la demanda externa de bienes manufacturados, por ello
subrayamos la preponderancia que Kaldor asigna a las exportaciones, como variable
fundamental de la demanda efectiva, que guía el crecimiento económico (export-led) siendo
la demanda por exportaciones del sector manufacturero la que impulsa de un modo más

6
rápido el nivel de productividad y por consecuencia el nivel del output. En esta línea de
investigación, expondremos la ley de Verdoorn, puesto que sirve como conexión entre la
expansión de las exportaciones y los beneficios de la productividad, que a su vez, generan
más exportaciones y mayor crecimiento.
Posteriormente, desarrollaremos una revisión de las versiones del modelo de restricción al
crecimiento proveniente de la balanza de pagos (CRBP), comenzando por Kaldor con un
modelo de crecimiento guiado por las exportaciones, que se define como una relación donde
la tasa de crecimiento está determinada por los precios tanto internos como externos, el
ingreso externo y la productividad ligada al efecto Verdoorn. Como siguiente punto,
continuamos con la primera versión del modelo de Thirlwall, que encuentra una influencia
determinante de la elasticidad-ingreso de las importaciones y de la tasa de crecimiento de las
exportaciones de un país sobre la tasa de crecimiento económico de largo plazo. Partiendo de
dicha versión, analizamos brevemente una controversia entorno a la hipótesis de la
invariabilidad del tipo de cambio real en el largo plazo, que establece el modelo CRBP frente
a lo que parece una aceptación de forma implícita de la teoría de la paridad de poder de
compra (PPC).
Posteriormente, revisamos las contribuciones de Thirlwall y Hussain, donde se refleja la
experiencia de los países en desarrollo que pueden acumular déficit financieros en la cuenta
corriente financiados por las entradas de capital. Más adelante examinamos las redefiniciones
de Moreno-Brid al modelo de Thirlwall, que esclarecen las potenciales implicaciones
introducidas por la acumulación de deuda externa. A continuación, pasamos a las
observaciones que introduce McCombie concernientes a la validez del modelo CRBP en el
análisis de las relaciones económicas internacionales y finalmente, presentamos un sencillo
añadido donde la tasa de crecimiento compatible con el equilibrio de la balanza de pagos está
determinada por las tasas de crecimiento de las exportaciones, los términos de intercambio y
el tipo de cambio.
Finalmente, presentamos una sección que explora la relación entre el problema fundamental
de la teoría planteada en el modelo CRBP y los ciclos económicos observados en las tasas de
crecimiento del PIB per-cápita de México, Brasil y Argentina, América Latina y otras
regiones del mundo.

7
2.2. LAS RAÍCES INTELECTUALES DEL MODELO CRBP

2.2.1. EL MULTIPLICADOR DEL COMERCIO EXTERIOR DE HARROD.


Algunos de elementos analíticos desarrollados por Harrod (1933) constituyen una de las bases
del modelo de restricción al crecimiento proveniente de la balanza pagos (CRBP). Uno de los
más relevantes es el multiplicador del comercio exterior.
McCombie (1998), quien es conocido como uno de los creadores de una de las versiones del
modelo CRBP, considera que la primera versión del modelo elaborada por Thirlwall (1979)
representa una extensión lógica del multiplicador del comercio exterior dentro de un contexto
dinámico y está en línea con el enfoque del crecimiento económico de Harrod planteado en el
capítulo 8 (titulado: “Comercio Exterior”) de una de sus últimas obras conocida como
Economic Dynamics (1973).
El propio Thirlwall (1998) reconoce que su modelo orientado por la demanda, donde el
crecimiento de la producción depende del crecimiento de las exportaciones en una economía
abierta, está en concordancia con los trabajos de Harrod sobre la dinámica del multiplicador
del comercio exterior.
Antes que Harrod se dedicara a la elaboración de la teoría dinámica Keynesiana, planteó en su
libro International Economics en 1933, que el nivel de producción de los países
industrializados se explica por el principio del multiplicador del comercio exterior y el
mecanismo que tiene cada uno de ellos de mantener la balanza de pagos en equilibrio.
Esta hipótesis, que según Kaldor (1979) se encuentra en consonancia con el principio de la
demanda efectiva de Keynes y que no tuvo la atención que se merecía, puede ser un marco
analítico que ayude a entender tanto el desempeño del crecimiento de los países como su
experiencia en la transformación estructural de las economías en desarrollo, así como los
altibajos de la economía mundial en general.
Según la evidencia internacional presentada por Thirlwall y McCombie (1994) en la que se
apoya tal consideración, sugiere que el multiplicador de Harrod tiene un fuerte poder de
explicación en muchos países, y que las diferencias entre el desempeño de las exportaciones y
el desempeño importador son las fuentes que explican las diferencias en las tasas de
crecimiento a nivel internacional.
Kaldor (1975a), revivió la hipótesis de Harrod explicando que podría ser desafortunado que
las exitosas ideas de Keynes para explicar el desempleo en una depresión –esencialmente en
el análisis de corto plazo- desviaran la atención del multiplicador del comercio exterior

8
La idea del multiplicador de Harrod se desarrolla originalmente, partiendo de los supuestos
que excluyen la presencia del ahorro, de la inversión, del gasto de gobierno y de los
impuestos. La producción o el ingreso se representan por la suma de los bienes de consumo
doméstico (E) y las exportaciones (X). Todo el ingreso se gasta en bienes de consumo
doméstico o en importaciones (M). Bajo esos supuestos el comercio exterior mantiene su
balance y el ingreso tiende a preservar el equilibrio. Tenemos entonces que el ingreso o nivel
de producción es igual:

Y=E+X (2.1)

O también:

Y=E+M (2.2)

Considerando que:
X= M (2.3)

A las ecuaciones anteriores se agrega la función de importaciones:

M =Mo + iY (2.4)

Donde Mo es el nivel de las importaciones autónomas e i es la propensión marginal a


importar. Harrod emplea dicha función de la forma M = iY . Si M es igual a X, sustituyendo
esta última variable en la ecuación 2.4, colocando a Y del lado izquierdo y diferenciando
obtenemos:

dY/dX = dY/dMo =1/ i (2.5)

La ecuación 2.5 representa el multiplicador del comercio exterior de Harrod. La expresión de


dicho multiplicador, 1/i, es el mecanismo que mantendrá de regreso al equilibrio a la balanza
de pagos.
Cuando se expresa en términos dinámicos esta ultima ecuación es muy similar a la ecuación
yb =x/ξ, la cual representa la versión más conocida del modelo de Thirlwall, donde la tasa de

9
crecimiento del ingreso (yb) depende de la tasa de crecimiento de las exportaciones (x) y del
valor que asuma la elasticidad ingreso de las importaciones (ξ ).
Si los términos de intercambio permanecen constantes, podemos plantear la condición de
equilibrio bajo la cual el multiplicador de comercio exterior de Harrod multiplica el lado
izquierdo de la ecuación (2.5) por X/Y y del lado derecho por M/Y (ya que X=M) obtenemos:

dY X dY M (2.6)
=
dX Y dM Y

Tal expresión se puede presentar también como:

dY dX  dY M  dX 1 (2.7)
= =
Y X  dM Y  X ξ

Tal como lo hemos expuesto anteriormente, la ecuación (2.7) es muy semejante a la primera
versión del modelo de Thirlwall (1979), la cual desarrollaremos más adelante en la sección
2.3.2. La evidencia de que tal ecuación se presenta en términos dinámicos confirma el
planteamiento de McCombie de que dicho modelo es la extensión lógica del multiplicador del
comercio exterior de Harrod.
En palabras del propio Thirlwall, la expresión yb =x/ξ es la analogía dinámica del
multiplicador de comercio exterior de Harrod (Thirlwall, 2002: 71).
De forma similar, McCombie sugiere que en una situación donde los supuestos del
multiplicador se relajaran y se aceptara que puede haber cambios en los precios relativos
(incluyendo el tipo de cambio) que depriman la producción, se podría generalizar el
multiplicador de comercio de Harrod a nivel mundial, ya que consideró la interacción entre
los niveles de actividad de dos países a través del multiplicador de comercio exterior
(McCombie, 1998: 242).
Por el análisis anterior se puede afirmar que, las ideas de Harrod representan uno de los
pilares del pensamiento tanto de Thirlwall como de McCombie en la construcción del modelo
CRBP. Además de esta tal raíz intelectual del modelo existe otra, sistematizada por Kaldor y
que se conoce como el enfoque de causalidad acumulativa, que desarrollamos en la siguiente
sección.

10
2.2.2. EL ANÁLISIS DE KALDOR: EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD
CIRCULAR ACUMULATIVA.

El modelo de crecimiento económico restringido por la balanza de pagos se encuentra dentro


de la visión del crecimiento económico conocida como principio de ‘causalidad
acumulativa’2. Tal principio fue concebido por Young y posteriormente fue desarrollado por
Myrdal, quien lo diferenció del concepto de unicidad del equilibrio estable, que dominaba la
literatura de su época y que aún continúa predominando.
Myrdal elaboró el planteamiento de la causalidad acumulativa como una forma de conciliar su
visión de la realidad con la teoría. Tal esfuerzo lo inició con su estudio sobre las condiciones
de vida de la comunidad Afro-Americana en Estados Unidos (Panico y Rizza, 2006: 5). Sin
embargo el planteamiento más elaborado y comprensivo de esta visión se debe a Nicholas
Kaldor, el cual se desarrolla a partir de dos elementos esenciales: (a) la concepción de Young
de los ‘rendimientos crecientes y el progreso económico’ y (b) el ‘principio de demanda
efectiva de Keynes’. Reúne así en un solo marco analítico el pensamiento de Smith, Young y
Keynes. Así lo explica con sus propias palabras cuando indica que su teoría se fundamenta
en:
“la unión de la doctrina de Smith y de Young de los rendimientos crecientes y de la
doctrina de Keynes de la demanda efectiva”3

Kaldor define en un primer momento el ‘principio de causalidad acumulativa’ como una


hipótesis interpretativa, que resulta de un análisis empírico acerca del proceso de crecimiento
y desarrollo económico.
El crecimiento económico es contemplado por Kaldor como un proceso endógeno, causal,
circular y acumulativo. Endógeno, porque dependen esencialmente de la operación de las
fuerzas que tienen su origen en el interior del sistema; causal, puesto que cada paso o etapa
están determinados por eventos o pasos de etapas anteriores; circular en el sentido de que las
fuerzas o eventos que lo conforman están mutuamente relacionados; y acumulativo, en la
media en que los cambios en un sentido tienden a inducir cambios en el mismo sentido.
En esta visión, el crecimiento y la transformación estructural del sistema están intrínsicamente
relacionados. El crecimiento económico supone la transformación del sistema económico que
se produce por medio de los cambios en los métodos y organización de la producción –
división del trabajo y mecanización progresiva- de la subdivisión y especialización de

2
Una breve revisión sobre el origen, desarrollo y significado del principio de ‘causalidad acumulativa’ se
encuentra en Ricoy (1987).
3
Kaldor, N. "The irrelevance of equilibrium economics", Economic Journal, Vol. 82, diciembre, pp. 1237-55, p.
194, 1972; reimpreso en Kaldor, N. Further Essays on Economic Theory. London, 1978.

11
industrias –cambio, extensión y fortalecimiento de las relaciones input/output–, de los
cambios en la composición de la demanda, del progreso técnico y del aprendizaje.
En el análisis de Kaldor, los rendimientos crecientes, la división del trabajo y el progreso
técnico tienen un peso fundamental en el crecimiento económico. Tal relación se basa en las
proposiciones de Smith acerca de la división del trabajo, la especialización industrial y la
extensión del mercado.
Para Adam Smith la opulencia de una nación, que se observa en el aumento de la producción
de las diferentes industrias, es consecuencia de la división del trabajo. El trabajador que
obtiene un excedente más allá de lo que son sus necesidades habituales de consumo que se
encuentra con otros productores en similares circunstancias puede cambiar su producto por
una gran cantidad de bienes de los otros productores. En palabras de Smith:

“todo trabajador dispone de una cantidad de su propio producto en exceso de lo que él


mismo necesita, y, como otros trabajadores se encuentran en la misma situación,
puede cambiar una gran cantidad de sus propios bienes por una gran cantidad… de los
bienes de otros. El les provee abundantemente con lo que ellos pueden necesitar y
ellos le proveen tan ampliamente como él pueda necesitar, y una abundancia general
se difunde a través de todos los rangos de la sociedad”4

Para Smith, la división de trabajo es la que crea y desarrolla una industria particular que en
principio formaba parte de uno de los procesos de producción de otras. De ahí que plantee la
fabricación de alfileres como “una manufactura poco importante”, convertida en una industria
particular como consecuencia de la división del trabajo. Esa especialización entre industrias
modifica los niveles de productividad, de empleo de los trabajadores productivos y del
crecimiento del producto o riqueza social. Un país será más próspero que otros si la división
del trabajo interna se ha ampliado y profundizado. Sus efectos sobre la productividad del
trabajo están en ascenso, esto es, la influencia de factores como el talento, la destreza y el
juicio con los cuales el trabajo es aplicado en alguna nación. Por lo tanto, la clave del
crecimiento para Smith es la división del trabajo, la cual depende de la extensión del mercado.
Cambios en la productividad y la ampliación de la división del trabajo conducen a mayor
progreso técnico y al ascenso en el crecimiento económico. Tal proposición se ubica dentro de
una nueva explicación del progreso y del crecimiento, el cual representa un antecedente de la
moderna causalidad acumulativa (Panico y Salvadori, 2006: xii)

4
Smith, A. An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, 1776, p. 7, editado por E. Cannan,
Chicago, The University of Chicago Press. 1961.

12
En la misma línea intelectual de Smith se encuentra Allyn Young (1928), quien, a partir de la
hipótesis de Smith sobre la relación de la división del trabajo y la extensión del mercado,
plantea y examina el fenómeno de los rendimientos crecientes y el progreso técnico.
Para Young la proposición de Smith sobre la relación de la división del trabajo con respecto a
la extensión del mercado, puede ser considerada como una de las más grandes y fructíferas
generalizaciones que se podría encontrar en toda la literatura económica (Young, 1928: 529).
Tal generalización condujo a Young a redefinir la hipótesis de Smith, al expresar que la
división del trabajo depende en gran parte de la propia división del trabajo, dependencia que
no es una simple tautología.
Para Young el significado de la relación entre división del trabajo y división del trabajo
consiste en comprender que las fuerzas que continuamente están derrotando a las fuerzas que
conducen al equilibrio económico están más arraigadas y son más profundas en la
constitución del sistema económico moderno de lo que comúnmente se cree.
En su redefinición de la postura de Smith aparece la productividad como un fenómeno de la
dinámica de la estructura macroeconómica del sistema, que está relacionado con la
mecanización y transformación estructural del mismo (Ricoy, 1987: 731). Aquí entra
claramente la noción de cambio estructural en el sistema, que se hace evidente en los cambios
experimentados en la matriz de los coeficientes técnicos de un modelo input-output.
Aumentan los renglones gracias a la ampliación de la división del trabajo, puesto que se crean
sectores que producen partes que antes producía un sector más grande.
De acuerdo a Young cada avance en la organización de la producción altera las condiciones
de la actividad industrial y provoca estímulos iniciales en la estructura industrial, los cuales a
la vez tienen grandes efectos desequilibradores. De tal forma, el cambio promovido por el
progreso en la producción llega a ser progresivo y se propaga así mismo en forma
acumulativa (Young, 1928: 533).
En el mismo sentido que el análisis de Young, el cual constituye una de las bases
fundamentales del principio de causalidad acumulativa, Kaldor, establece:

“--más que asegurar una asignación óptima de una cantidad dada de recurso—la
principal función de los mercados es transmitir impulsos para el cambio económico y,
de este modo, crear más recurso a través de la ampliación del alcance de la
especialización y de la división del trabajo … con rendimientos crecientes, el cambio
continuo es autogenerado ‘se propaga a sí mismo de forma acumulativa’… todo
análisis que describe las fuerzas que operan en la economía como si tendiesen a un

13
estado de equilibrio no puede captar la forma en que el desarrollo de los mercados
conduce constantemente al cambio”5

En el funcionamiento de un mercado en condiciones normales, cualquier impulso inicial se


amplifica en forma acumulativa; si se incrementa la demanda y aumenta la productividad, la
respuesta que se produce en el sistema económico es una reacción en cadena de ascensos o
descensos en la oferta y demanda de diversos sectores y en el conjunto de la estructura
industrial, donde cada industria recibe impulsos y a su vez envía impulsos que promueven
cambio; de este modo, el progreso económico aparece como un proceso continuo de
‘causalidad acumulativa’.
En términos más específicos, el principio de ‘causalidad circular y acumulativa’ se refiere
concretamente a la dinámica del sector manufacturero, puesto que, el sector manufacturero se
caracteriza por una dinámica de naturaleza autosostenida, ya que es el sector donde los
cambios estructurales son mas frecuentes y generan las mayores tasas de productividad. El
crecimiento de la demanda de los productos del sector promueve mejoras (globales) de la
eficiencia (productividad) del mismo, las cuales inducen el crecimiento adicional de la
demanda, el cual, de nuevo, promueve mejoras de eficiencia y así sucesivamente.
Las dos bases fundamentales de la teoría de crecimiento de Kaldor son las siguientes: el
principio de causalidad acumulativa y la hipótesis de que el sector manufacturero es el ‘motor
de crecimiento’. Ambas, suelen remitir a las ‘leyes de Kaldor’ elaboradas en 1966, que se
refieren a la evidencia empírica –‘regularidades empíricas’-- que ocurre en el transcurso del
tiempo con el proceso de crecimiento.
La primera ley determina que la tasa de crecimiento del output depende en forma positiva de
la tasa de crecimiento de la industria manufacturera y que se expresa en las ecuaciones (2.8) y
(2.9).
* * (2.8)
q = a0 + a1 q m

* * (2.9)
q nm = a0 + a1 q m
* *
Donde q es la tasa de crecimiento del producto de toda la economía, q m es la tasa de
*
crecimiento de la industria manufacturera y q nm es la tasa de crecimiento de las actividades
* *
no manufactureras. Puesto que q m está contenida en q es muy probable que la correlación

5
Kaldor, N. Further Essays on Economic Theory. Londres: Duckworth. 1978, p. xxv;

14
resulte espuria en las pruebas econométricas, por lo que, se recomienda estimarlas con ambas
ecuaciones.
La primera ley es válida si la estimación del parámetro a1 de las ecuaciones (2.8) y (2.9) es
positiva y estadísticamente significativa.
Como ya hemos explicado, para Kaldor es el sector manufacturero el que mantiene
rendimientos crecientes, los cuales hacen que la productividad aumente, en respuesta o como
un subproducto del aumento del output. Este vínculo se explica por el alto efecto
multiplicador del sector industrial que caracteriza a dicho sector debido a las elevadas
elasticidades-ingreso de la demanda de las manufacturas, a los fuertes encadenamientos
productivos de las actividades industriales y al progreso técnico logrado por ‘learning by
doing’ (aprender haciendo), que avanza a medida que se amplia la división del trabajo y se
desarrolla la especialización como consecuencia de la expansión de las actividades
manufactureras.
La ‘Segunda ley de Kaldor’ o ‘ley de Kaldor-Verdoorn’, determina que un incremento en la
tasa de crecimiento de la producción manufacturera conduce a un aumento dentro de la
productividad del trabajo dentro del mismo sector. En la sección correspondiente a Verdoorn
presentaremos su formulación en términos matemáticos
Los modelos de “segunda generación”6 de Kaldor establecen una relación entre demanda
efectiva y proceso de crecimiento económico, la cuál determinará la trayectoria y la rapidez
con que crece el producto. Con este postulado Kaldor cierra el análisis del sistema económico
desde su enfoque de la ‘causalidad circular y acumulativa’ con el ‘principio de la demanda
efectiva’, siendo esta variable la que determina el nivel del crecimiento, renta y empleo. Sobre
su aceptación del ‘principio de la demanda efectiva’ Kaldor escribe:

“ ..el éxito de una economía industrial … depende de la demanda de sus productos …


Es el crecimiento de la demanda de los productos de la industria manufacturera y no
las restricciones de la oferta, la que determina cuán rápido crecerá la productividad
global y, por tanto, el output total”7

Después de la publicación de la Conferencia Inaugural de 1966 sobre las causas de la baja


tasa de crecimiento del Reino Unido, Kaldor explica, que la baja tasa de crecimiento del
Reino Unido, comparada con las altas tasas de crecimiento de los países desarrollados, entre

6
Nombrados así por León-Ledesma, en su reseña del libro de Thirlwall, Naturaleza del Crecimiento Económico.
Un Marco Alternativo para Comprender el Desempeño de las Naciones, Fondo de Cultura Económica, México,
2003.
7
Kaldor, N. Further Essays on Economic Theory, op. cit, p. xx.

15
los años 1950 y 1960, fue resultado de una complejidad de factores relacionados con la
expansión insuficiente de demanda. En su réplica a Wolfe,8 Kaldor analizó dicha complejidad
de factores de lo que a todas luces resultaba un problema paradójico: el Reino Unido no
estaba aprovechando el crecimiento de la economía mundial del que otros países
desarrollados se estaban beneficiando.
Kaldor no aceptó que el lento crecimiento económico del Reino Unido fuese debido a la
restricción impuesta por la fuerza de trabajo disponible para su empleo en el sector
manufacturero. En primer lugar, aclara que el empleo en los sectores no industriales debe
examinarse con el concepto de ‘trabajo excedente’, el cuál tiene una definición similar al
concepto introducido por Keynes, conocido como desempleo involuntario. En sus propios
términos Kaldor indica:
“La mejor definición que podría sugerir de la existencia de ‘trabajo excedente’ en este
sentido es una que es análoga a la definición de ‘desempleo involuntario’ de Keynes:
existe una situación de ‘trabajo excedente’ cuando una mayor tasa de crecimiento de la
demanda de trabajo en los sectores de alta productividad induce una tasa más alta de
transferencia de trabajo aun cuando ésta vaya acompañada de una reducción, y no por
un aumento, del diferencial de los ingresos entre los diferentes sectores”9

Kaldor, explica que en presencia de ‘trabajo excedente’, la transferencia de la fuerza de


trabajo al sector manufacturero depende de la expansión de este mismo sector. El crecimiento
de dicha transferencia aumenta la eficiencia de los sectores no industriales o de baja
productividad. De ahí que la tasa de productividad global esté determinada positivamente del
crecimiento del empleo en el sector manufacturero.
Sobre la base de tal noción, se formuló lo que se nombró como la ‘Tercera Ley de Kaldor’, la
cual establece que la eficiencia de los sectores no industriales y por tanto del output global
están determinados por la transferencia de trabajo al sector manufacturero, variable que a su
vez depende de la expansión de ese mismo sector.
A partir de dicha Ley es claro que para Kaldor el sector manufacturero constituye el motor de
crecimiento. Tanto la eficiencia de global del sistema como del crecimiento económico se
determinan por la expansión de dicho sector, la cual está determinada esencialmente por la
dinámica (estructural) de la demanda. De esta forma, el ‘progreso económico’ aparece como
un proceso inducido de demanda (Ricoy, 1994: 759).

8
Kaldor, N. “Productivity and growth in manufacturing industry: a reply”; el artículo de Wolfe es “Productivity
and growth un manufacturing industry: some reflections on Profesor Kaldor´s Inaugural Lecture, Economica,
Vol. 25, pp. 117-26, 1968.
9
Kaldor, N, citado por Ricoy (1994)

16
Para Kaldor, como arriba lo mencionamos, el lento crecimiento de la economía del Reino
Unido no se debía al agotamiento de las reservas de ‘trabajo excedente’ en los sectores de
baja productividad. Esta hipótesis la consideró errónea, como se confirma en sus propias
palabras:
“En tanto que explicación de la ejecución peculiarmente pobre de la economía
británica, esta hipótesis … se demostró errónea . Como algunos estudios estadísticos
posteriores han mostrado, estaba equivocado al pensar que, en la economía británica,
los sectores ‘de bajos ingresos’ habían sido eliminados; las agudas insuficiencias de
trabajo que limitaron la expansión del output manufacturero en los años del
crecimiento fueron fenómenos de corto plazo –es decir, la consecuencia y no la causa
de la baja tasa tendencial de crecimiento del output manufacturero. Cuando tales
insuficiencias se aliviaron (en 1966, a través del S.E.T. y de medidas generales de
dsinflación) no se dio una recuperación de las exportaciones como hubiese sido de
esperar si mi hipótesis fuese correcta” 10

Siguiendo el análisis de Kaldor, las causas del lento crecimiento del Reino Unido se
encontraban en una expansión insuficiente de la demanda de productos manufacturados. La
escasez de trabajo que registraba el sector manufacturero era la consecuencia no de la
inexistencia de una reserva de trabajo excedente, sino de la falta de movilización y de
aprendizaje del mismo que resulta de la propia insuficiencia del proceso de crecimiento y
transformación del sistema económico (Ricoy, 1994: 760). En una nota al pie de página
Kaldor indica:

“Las insuficiencias críticas fueron de trabajo cualificado (particularmente en la


industria de la ingeniería), lo cual fue un reflejo de un crecimiento insuficiente de la
demanda y de las consiguientes insuficiencias del flujo de contracción. En cuanto al
trabajo no-cualificado hubo una transferencia considerable desde los servicios en los
años de prosperidad y un flujo inverso en los años de recesión”11

La esencia del epígrafe anterior está basada en el ‘principio de causalidad circular y


acumulativa’. En opinión de Kaldor, el bajo crecimiento que experimentaba el Reino Unido
fue a consecuencia de la propia insuficiencia del proceso de crecimiento y transformación
estructural del sistema. Ambos factores supusieron una pérdida acumulativa de
competitividad en comparación con los países avanzados. Ello condujo a una tendencia
descendente de sus exportaciones netas de manufacturas, lo cuál repercutió en forma nociva
en la propia expansión de la demanda. Los efectos de ese estado del sistema económico inglés
se reflejaron en una tendencia continua al desequilibrio de la balanza de pagos. Las medidas

10
Kaldor N. Futher Essays …., op. cit. pp. xix-xx. Las siglas S.E.T. se refieren al ‘Selective Employment Tax’
11
Kaldor, citado por Ricoy (1994), ibid. p. 760.

17
tomadas por el gobierno británico encaminadas a la desinflación influyeron negativamente en
el proceso de crecimiento. Por eso se suele afirmar que el crecimiento de la economía del
Reino Unido estaba sujeto a una restricción de balanza de pagos.
En ese sentido, en sus ensayos publicados entre 1966 y 1972, Kaldor sostendrá la hipótesis de
atribuir a la demanda proveniente del sector externo un papel fundamental en el desempeño
del proceso de crecimiento. De acuerdo con Kaldor, en su trabajo de 1971, “Conflicts in
national objectives” publicado en el Economic Journal, la composición de la producción y la
demanda determina en gran medida la tasa de cambio de la productividad, debido a la
presencia de rendimientos de diferente tipo entre los distintos sectores de la economía y del
hecho que existen rendimientos crecientes en la industria manufacturera en forma general y en
particular en el sector de bienes de capital. Altos niveles de inversión y por tanto de demanda
agregada y fuerte presencia del sector de bienes de capital en la estructura productiva aceleran
los cambios en la productividad, lo cual repercute en la mejoría del desempeño internacional,
conduciéndola hacia una etapa superior e intensificando el proceso acumulativo. Kaldor
sugiere dos concepciones del crecimiento que se emplean para determinado tipo de modelos.
El de crecimiento “guiado por el consumo” (consumption-led) y el “guiado por exportación”
(export-led). Kaldor considera más deseable el segundo que el primero, pues el primero tiende
a mantener efectos negativos sobre la productividad y la competitividad internacional ya que
eso conduce a incrementar la preponderancia de los sectores de rendimientos decrecientes en
la estructura productiva de la economía (Panico, 2003: 61).
Bajo esta perspectiva, cambios en el crecimiento y en la estructura de las exportaciones
influyen determinantemente sobre el proceso de crecimiento económico y en las relaciones
que se establecen entre las distintas ramas de la estructura productiva. Este efecto se explica
dentro de la forma como opera el multiplicador del comercio exterior en un contexto
dinámico. Sobre esta visión y dados los resultados de la balanza de pagos, la relación del
sector externo con el crecimiento es fundamental para la formación de las expectativas de
largo plazo de los empresarios sobre la continuidad del proceso de crecimiento, lo cual
constituye un determinante esencial de la dinámica de la inversión.
De esta forma, según Kaldor (1971), el hecho de que los países desarrollados normalmente
mantengan una alta elasticidad-ingreso por exportaciones y una baja elasticidad-ingreso por
importaciones se refleja en el exitoso liderazgo en el desarrollo del output. El progreso
técnico por ser un proceso continuo toma la forma del desarrollo de nuevos mercados, los
cuales originan un nuevo tipo de preferencias que reemplazaran en forma gradual a las
anteriores, mientras tanto la demanda de nuevos productos incrementa el output.

18
2.2.3. LA LEY DE VERDOORN

Además de Kaldor, Smith y Young, otra raíz intelectual del modelo CRBP, la ubicamos en las
teorías de Verdoorn (1949), específicamente en la denominada ‘Ley de Verdoorn’, donde se
examina en forma empírica la relación entre el crecimiento de la productividad y el
crecimiento de la producción.
La importancia de la Ley de Verdoorn es que está formada sobre las bases de la ‘noción de
causalidad acumulativa’ de crecimiento económico. (McCombie y Thirlwall, 1994: 167). En
la visión kaldoriana del efecto Verdoorn. La diferencia entre las tasas de crecimiento de los
países se explica dentro de la visión de las teorías de Myrdal de círculos viciosos en donde
ocurren en forma evolutiva sucesos y fracasos (principio de causalidad acumulativa)
(McCombie y Thirlwall, 1994: 457).
La ley de Verdoorn es especificada por Kaldor en la expresión (2.10):
p = a + bq (2.10)

Donde p representa el crecimiento exponencial de la productividad y q el crecimiento


exponencial del producto, lo cual quiere decir que la productividad depende positivamente del
crecimiento de la producción. El parámetro, a, mide los esfuerzos autónomos que influyen
directa e indirectamente sobre el crecimiento de la productividad, como son la formación del
capital humano y las actividades de capacitación. El coeficiente b llamado también
“coeficiente Verdoorn” mide la capacidad estructural de aprendizaje y de difusión del
conocimiento, los encadenamientos y las complementariedades de la industria.
La ecuación (2.3) ha sido reformulada por Kaldor en dos formas alternativas, por eso también
se le nombra ‘Ley Verdoorn-Kaldor’:

λm = b0 + b1 qm (2.11)

lm = c0 + c1 qm (2.12)

Donde, en la expresión (2.11) y (2.12) λm y lm son respectivamente, las tasas de crecimiento


de la productividad del trabajo y del empleo de la industria manufacturera, b0, la tasa de
crecimiento de productividad autónoma. En la ecuación (2.12), c0 = - b0, y por otro lado el
parámetro c1 = 1- b1. Si los resultados de la estimación de los parámetros b1 y c1 son 0 y 1
respectivamente, se rechaza la hipótesis de rendimientos crecientes a escala. Pero si se cumple

19
la condición que: 0 < b1 y 0 < c1 < 1 se acepta dicha hipótesis. Varios trabajos empíricos han
encontrado que c1 se aproxima a 0.5, lo que plantea altos rendimientos crecientes a escala en
la industria manufacturera (Ocegueda, 2003: 1027)
En suma, la ley de Verdoorn está en línea con la tesis de Kaldor de los rendimientos
crecientes dentro del sector manufacturero como consecuencia del aumento de la
productividad, lo que lleva a reconocer que la tasa de crecimiento es endógena y que
adicionalmente es impulsada por la demanda. En ese sentido, la ‘ley de Verdoorn’ sirve como
conexión entre expansión de las exportaciones y los beneficios de la productividad, que a su
vez, generan más exportaciones (Léon-Ledesma, 2003: 132)

2.3. REVISIÓN DE LAS COTRIBUCIONES AL MODELO DE RESTRICCIÓN AL


CRECIMIENTO POR LA BALANZA DE PAGOS

2.3.1. EL MODELO DE KALDOR DEL CRECIMIENTO GUIADO POR LAS


EXPORTACIONES

Hemos indicado que uno de los elementos esenciales de la visión de Kaldor sobre el
crecimiento económico es la articulación del principio de la demanda efectiva con otras
nociones de sus teorías como el ‘principio de causalidad acumulativa’ y los rendimientos
crecientes. También hemos examinado el rol que Kaldor le asigna a las exportaciones como
sector de arrastre del crecimiento económico. En esta sección, nos proponemos examinar su
modelo de crecimiento guiado o dirigido por las exportaciones para reforzar el marco teórico
que sustenta esta investigación.
Bajo el supuesto de una economía abierta, donde las exportaciones son el componente
principal de demanda autónoma, que juega el papel de determinante fundamental de la tasa de
crecimiento de la producción de largo plazo, a la que se ajustan tanto la inversión como el
consumo, el cual se expresa en la ecuación (2.13)
yt = γ xt (2.13)

Kaldor introduce una función estándar de demanda por exportación, planteada en la ecuación
(2.14) (McCombie y Thirwall, 1994: 429).

η (2.14)
p  ε
X = k1  d  Z ; η < 0; ξ>0
 Pf 

20
Donde X son las exportaciones; k1 es una constante; Pd son los precios internos de las
exportaciones; Pf son los precios del exterior; Z es el nivel del ingreso del mundo; E es el
precio interno de la moneda por unidad de divisa extranjera; η es la elasticidad precio de la
demanda por exportaciones; ξ es la elasticidad ingreso por demanda de las exportaciones.
En términos de tasas de crecimiento de exportaciones la ecuación (2.14) puede reescribe en la
expresión (2.15)
xt = η(pdt – pft ) + ξzt (2.15)

Donde las letras minúsculas representan tasas de crecimiento de cada una de las variables. (xt)
es la tasa de crecimiento de las exportaciones, (pdt) La tasa de crecimiento de los precios de
exportación, que se asume como endógena, (pft) la de los precios externos y (zt) es la tasa de
crecimiento del ingreso mundial.
Adicionalmente, los precios internos se expresan en la ecuación (2.16).

W  (2.16)
Pdt =  (T )
R

Donde W es el salario nominal, R es el producto medio por trabajador y T es igual a 1 + un


porcentaje del margen de ganancia por unidad de costo salarial. Transformando la ecuación
(2.25) en tasas de crecimiento, obtenemos la ecuación (2.17).

pdt = wt – rt + τt (2.17)

La siguiente relación da al modelo de Kaldor el círculo virtuoso del crecimiento guiado por
las exportaciones, donde la tasa de crecimiento de la productividad depende de la tasa de
crecimiento de la producción aunque los rendimientos sean dinámicos o estáticos (Thirwall,
2002: 56).

rt = ra + λyt (2.18)

La ecuación (2.18) fue la que introdujimos en la sección (2.2.3) correspondiente a la ley de


Verdoorn, por lo que ra es la productividad autónoma y λ es el coeficiente Verdoorn. La
aplicación de la Ley de Verdoorn-Kaldor abre la posibilidad que se origine un círculo virtuoso
de crecimiento guiado por exportaciones. El modelo es circular por que a mayor crecimiento

21
de la producción mayor es el aumento de la productividad. A mayor productividad menores
costos salariales por unidad, de ahí que es más rápido el crecimiento de las exportaciones y la
producción (Thirlwall, 2002: 56).
La ecuación de equilibrio que expresa la solución del modelo guiado por las exportaciones se
obtiene en forma sucesiva sustituyendo (2.18) en (2.17). El resultado de eso se sustituye en
(2.15) y lo que se obtenga en (2.13), para arribar a la ecuación (2.19).

η ( wt − rat + τ − p ft ) + ε ( zt )  (2.19)
gt = γ 
1 + γηλ

En la ecuación 2.28 la tasa de crecimiento está determinada por los precios internos y
externos, el ingreso externo y la productividad en el denominador expresada en el efecto
Verdoorn. A partir de esta ecuación Thirlwall deduce la siguiente versión del Modelo de
Crecimiento Restringido por la Balanza de Pagos.

2.3.2. LA PRIMERA VERSIÓN DEL MODELO DE CRECIMIENTO RESTRINGIDO


POR LA BALANZA DE PAGOS.

La versión más sencilla del modelo de crecimiento económico con restricción de balanza de
pagos CRBP fue formulada originalmente por A.P. Thirlwall (1979). La esencia del
innovador modelo consiste en la transformación del multiplicador del comercio exterior de
Harrod en términos dinámicos. El modelo parte de la hipótesis que un país no puede financiar
en forma indefinida el déficit en cuenta corriente. Comienza planteando la ecuación de
equilibrio en cuenta corriente medido en unidades de moneda nacional representado en la
ecuación (2.20).

Pd X =Pf M E (2.20)

Donde X es la cantidad de exportaciones; Pd es el precio de las exportaciones de moneda


nacional; M es la cantidad de importaciones; Pf es el precio de las importaciones en moneda
extranjera; E es el tipo de cambio.
En una economía en crecimiento, la balanza de pagos en equilibrio donde la tasa de
crecimiento de las exportaciones se iguala a la de las importaciones es:

22
pd + xt = pf +mt + et (2.21)

Las letras minúsculas representan tasas de crecimiento de las variables definidas en la


ecuación (2.21).
El siguiente paso que realiza Thirlwall es plantear las funciones estándar de importación y
exportación en un contexto macroeconómico. La función de importaciones se representa en la
ecuación (2.22).

ψ (2.22)
M = ( Pft E ) Pdφ Y π ; ψ< 0; Φ>0; π>0

Donde ψ es la elasticidad precio de demanda por importaciones; Φ es la elasticidad cruzada


de la demanda por importaciones; Y es el ingreso nacional y π es la elasticidad ingreso de
demanda por importaciones.
Transformando la ecuación (2.22) en tasas de crecimiento obtenemos como resultado la
ecuación (2.23) que define la dependencia de la tasa de crecimiento de las importaciones de
las tasas de crecimiento de los precios de exportación medidos en moneda extranjera y del
ingreso nacional.

mt = ψ (pft) + ψ (et ) + Φ(pdt) + π(yt) (2.23)

Enseguida determinamos la función estándar de exportaciones en la ecuación (2.24)

P  (2.24)
X =  d  Pfδ Z τ ; η< 0; δ>0; ε>0
E

Donde X es la cantidad de exportaciones; Pf es el precio de los bienes que compiten con las
exportaciones Z es el nivel de ingreso nacional 1/E es el precio externo de la moneda
doméstica; η es la elasticidad precio de la demanda por exportaciones; δ es la elasticidad
cruzadaza de la demanda por exportaciones y ε es la elasticidad ingreso de demanda por
exportaciones.
La tasa de crecimiento de las exportaciones se deriva de la ecuación (2.24) y se representa en
la ecuación (2.25).

23
xt = η ( pdt) - η (et ) + δ (pft ) + ε (zt) (2.25)

Sustituyendo las ecuaciones (2.25) y (2.23) en (2.21) se resuelve este sistema de ecuaciones,
obteniendo en la ecuación (2.26) la tasa de crecimiento del ingreso nacional consistente con el
equilibrio de la balanza de pagos (ybt) (Thirlwall, 1979: 48).

pdt (1 + η − φ ) − p ft (1 − δ + ψ ) − et (1 + η + ψ ) + ε ( zt ) (2.26)
yBt =
π

Thirlwall establece el supuesto que las elasticidades de demanda por importaciones sean
iguales a las elasticidades cruzadas de la demanda (ψ = Φ y η = δ), por lo que la ecuación
(2.27) se redefine como:

(1 + η + ψ )( p ft − p ft − et ) + ε ( zt ) (2.27)
yBt =
π

Si se cumplen las condiciones Marshall-Lerner y se asume que el largo plazo los términos de
intercambio medidos en una moneda común permanecen constantes la ecuación (2.27) se
reduce a la expresión (2.28).

xt (2.28)
yBt =
π

La ecuación anterior, es en esencia, una expresión en términos dinámicos de la hipótesis de


Harrod (1966) que bajo ciertos supuestos el nivel de ingreso compatible con el equilibrio
externo, depende del nivel de exportaciones.
Al aplicar la ecuación (2.28) a una serie de países como Estados Unidos, Inglaterra,
Alemania Occidental en el periodo 1953-1976, Thirlwall concluye que la tasa de crecimiento
de un país se aproxima a la relación entre su tasa de crecimiento de exportaciones y su
elasticidad ingreso de demanda por importaciones (Thirlwall, 1979: 50).
Existe una controversia entorno al supuesto del comportamiento constante de los términos de
intercambio y del tipo de cambio real. De de hecho McGregor y Swales (1985) debatieron con

24
Thirlwall y McCombie en el Applied Economics, donde uno de los elementos centrales de la
discusión era el supuesto de neutralidad de los precios relativos.
Tal controversia podemos examinarla en los siguientes términos, por un lado, Thirlwall, al
sostener que en el largo plazo el tipo de cambio real permanece constante, parece suponer que
acepta la hipótesis de la paridad de poder de compra (PPC) en el modelo CRBP. Tal situación
no es presentada por Thirlwall de modo explicito en sus trabajos, sin embargo, si referimos el
planteamiento de Menzie (2008) que examina la relación entre la definición de la PPC y la del
tipo de cambio real, encontraremos una consistencia analítica entre el supuesto de un tipo de
cambio real constante y el sostenimiento de la PPC, cuando presenta una definición
generalizada del tipo de cambio real que puede expresarse en la siguiente ecuación:

q t ≡ s t − p t + p t* (2.29)

Donde s es el logaritmo del tipo de cambio definido en unidades de moneda nacional por
unidades de moneda externa, p y p* son los logaritmos de los niveles de precios. Si la paridad
de poder de compra se cumple, señala dicho autor, el tipo de cambio real es igual a uno o es
una constante. O dicho en otros términos, si el tipo de cambio real es constante o igual a uno
es por que previamente se acepta la validez de la PPC.
La PPC en su versión absoluta y relativa se presenta como una tasa de cambio determinada
por la igualdad en los niveles de precios internos y externos, así como de sus variaciones en el
tiempo respectivamente. Si la igualdad de los niveles o variaciones de precios se cumple, se
espera que el tipo de cambio de paridad de compra sea constante en el tiempo.
Tal como se ha propuesto la PPC en su versión absoluta y relativa es muy difícil que se
cumpla por la presencia de diversos factores que desvían el tipo de cambio real de ésta. En las
revisiones de Officer (1978) y Sarno (2008) se exponen las diferentes críticas y
contribuciones, que se concentran en los factores que producen dichas desviaciones.
Desde esa perspectiva y si nuestra suposición es correcta nos preguntamos ¿Qué condujo a
Thirlwall a suscribir de forma implícita la PPC con el supuesto de invariabilidad en el largo
plazo del tipo de cambio real, en un momento de fuerte polémica sobre la validez de la PPC?.
La posible respuesta la encontramos en una de las virtudes del modelo CRBP: su sencillez, lo
cual no significa facilidad en el planteamiento de un problema. Nos referimos a que una idea
tan relevante como es el hecho de que la tasa de crecimiento de las economías en desarrollo
dependen de las restricciones a la disponibilidad de divisas para desarrollar su proceso de

25
crecimiento esta expresada en una sencilla formalización. Sin embargo, el modelo CRBP al
realizar ese gran salto, como naturalmente ocurre en los modelos en economía, generó algunas
limitaciones.
El otro lado de la controversia se centra en lo que hemos encontrado en Thirlwall (1994) en su
análisis sobre la ‘Regla de los 45º’ de Krugman (1989), nombrada así porque el crecimiento
de largo plazo genera un equilibrio en la balanza comercial que da lugar a una recta que tiene
un ángulo de cuarenta y cinco grados sobre el plano cartesiano.
Para Krugman la tasa de crecimiento no está determinada por las restricciones de demanda
provenientes de la balanza de pagos y menos aún por las elasticidades ingreso de demanda
por exportación e importación. Él examina la dirección de la causalidad de forma inversa. Es
el crecimiento de la producción quien determina dichas elasticidades. A su vez las
elasticidades no tienen efecto alguno sobre la balanza de pagos.
Thirlwall sostiene que ese planteamiento es muy discutible, ya que no serían plausibles
algunas de sus implicaciones. Por ejemplo, si por alguna razón disminuyó la tasa de
crecimiento de Japón, podrían cambiar sus elasticidades ingreso por exportación y por
importación, sin embargo no hay cambios en la balanza comercial ni presiones sobre el tipo
de cambio real. Aún menos plausible, dice Thirlwall (1994), es el supuesto que el
crecimiento más rápido en el Reino Unido podrá cambiar las elasticidades ingreso de las
exportaciones e importaciones, así como prevenir el desarrollo de un déficit y sin presiones
sobre el tipo de cambio. La experiencia histórica sugiere otra cosa.
Aunque, no hay una frase explicita, desde este lado de la controversia, de acuerdo a nuestra
interpretación es que para Thirlwall, el comportamiento de largo plazo del tipo de cambio
real es algo que se demuestra empíricamente en cada lugar y tiempo histórico.
En el caso de la experiencia de varios países de Latinoamérica desde 1980 a la fecha es que
varios gobiernos han influido sobre el tipo de cambio real, estableciendo un tipo de cambio
nominal que responde a una estrategia de baja inflación, que procura disminuir el tipo de
cambio real y mantener bajos los precios de los bienes comerciables, para que éstos a su vez
compitan en el comercio mundial con el objeto de obtener resultados positivos en la balanza
de pagos y por consecuencia en la tasa de crecimiento de largo plazo.
Frente a tal experiencia, el problema del modelo de Thirlwall es que en su versión clásica se
consideran bienes comerciables que se exportan y que se importan y no se considera algún
bien no comercial, cuyos precios podrían afectar la tasa de inflación y por consecuencia
podrían desencadenar movimientos en el tipo de cambio real.

26
2.3.3. EXTENSIÓN DEL MODELO CRBP AL ANÁLISIS DE ECONOMÍAS DONDE
ES RECURRENTE EL DÉFICIT EN CUENTA CORRIENTE.

La revisión de la versión original del modelo de Crecimiento Económico con Restricción de


Balanza de Pagos (CRBP) desarrollada años más tarde por Thirlwall y Hussain (1982) se dió
a la tarea de analizar el problema del déficit persistente en la balanza de pagos sufrido por
varios países.
La nueva versión del modelo (CRBP) considera en forma explicita la experiencia que los
países en desarrollado han pasado, los cuales pueden frecuentemente acumular déficit en
cuenta corriente financiados por los flujos de capital (Thirlwall y Hussain, 1982: 501).
La estructura del modelo comienza por plantear un desequilibrio inicial en la cuenta corriente
de la balanza de pagos:

Pd X+C =Pf M E (2.30)

Donde X es el cantidad de exportaciones; Pd es el precio doméstico de las exportaciones; M


es la cantidad de importaciones; Pf es el precio de las importaciones; E es el tipo de cambio
(medido en como el precio interno de la moneda externa).C > 0 define las entradas de capital
y C < 0 mide las salidas de capital. Como resultado de transformar la ecuación (2.30) en
términos de tasas de crecimiento se obtiene:

E C  (2.31)
  (pdt + xt) +   (ct) = pf +mt + et
R R

E C 
Las variables presentadas en minúsculas representan tasas de crecimiento;   y   se
R R
definen como la participación inicial de las exportaciones y de los flujos de capital
respectivamente, en el total de las divisas recibidas por el país.
Enseguida, se introducen las funciones estándar de importación y exportación suponiendo las
elasticidades constantes:

ψ (2.32)
 Pft E t  π
M t =   Yt ; ψ<0
 Pdt 

27
η (2.33)
 P  ε
X t =  dt  Z t ; η< 0
P E 
 ft t 

Donde ψ es la elasticidad precio por demanda de importaciones; η es la elasticidad precio de


demanda por importaciones; η es la elasticidad precio de demanda por exportaciones; Yt es el
ingreso nacional; Zt es el nivel de ingreso mundial; π es la elasticidad ingreso de las
importaciones y ε es la elasticidad ingreso por demanda de las exportaciones. Transformando
las ecuaciones (2.32) y (2.33) en tasas de crecimiento tenemos como resultado:

mt = ψ (pft + et - pdt) + π(yt) (2.34)

xt = η ( pdt - et - pft ) + ε (zt) (2.35)

Al sustituir las ecuaciones (2.35) y (2.34) en (2.42) y realizando algunas operaciones


algebraicas resulta la expresión (2.30).

E  E C (2.36)
 η + ψ  ( pdt − et − p ft ) + ( pdt − p ft − et ) + (ε ( zt )) + (ct − pdt )
yBt =  
R R R
π

Si los precios relativos permanecen constantes, la ecuación (2.36) se reduce a:

E C (2.37)
(ε ( z t )) + (ct − p dt )
y∗ = R R
Bt π

La ecuación (2.49) refleja la tasa de crecimiento restringido por la balanza de pagos con un
desequilibrio inicial en la cuenta corriente, determinado por la suma del crecimiento de las
exportaciones inducido por la tasas de crecimiento del exterior y la tasa de crecimiento de los
flujos reales de capital, divida por la elasticidad ingreso de las importaciones (Thirlwall y
Hussain, 1982, 503). Si se asume adicionalmente que ε(zt) = xt, se introduce en la estructura
del modelo los movimientos de los términos de intercambio, pues ahora se supone que el
descenso o ascenso de la tasa de crecimiento de las exportaciones es producido por las

28
ganancias o pérdidas de los términos de intercambio. En la ecuación (2.37) cambia en la
variable del ingreso exterior a:

E C (2.38)
( xt ) + (ct − p dt )
y∗ = R R
Bt π

Sin flujos de capital e inexistencia de un desequilibrio inicial, E/R = 1 y C/R = 0, el resultado


es la ecuación de la estructura original del modelo.

xt (2.39)
yBt =
π

Thirlwall (1982) concluye en su análisis empírico aplicado de varios países que la


experiencia ha sido diversa. Auque los resultados de los efectos de los términos de
intercambio sobre el ingreso nacional también varían, la evidencia sugiere en el largo plazo
que los precios medidos en una moneda común permanecen relativamente estables.
Adicionalmente subraya que los países que tuvieron flujos de capital externo tendieron a
crecer en un margen ligeramente mayor que el que tendrían si sólo se consideran las variables
de la ecuación (2.39).

2.3.4. AMPLIACIÓN DE MCCOMBIE DEL MODELO (CRBP) AL ANÁLISIS DE


LAS RELACIONES ECONÓMICAS ENTRE LOS PAÍSES

La contribución de McCombie (1993) al modelo (CRBP) avanzó en la línea de investigación


del modo en que el crecimiento de un país (o un grupo de países) afecta al crecimiento de otro
a través de las restricciones de la balanza de pagos (McCombie, 1993: 471). En ese sentido,
acepta las bases teóricas del modelo (CRBP) como que es la demanda la que determina la
expansión de la tasa de crecimiento económico y las exportaciones como variable de arrastre
de los otros componentes de demanda. Sin embargo considera que la “Ley de Thirlwall de
crecimiento económico” es esencialmente una aproximación de equilibrio parcial. En el
examen de McCombie se enfatiza el hecho de que las exportaciones de un país (o grupo de
países) son las importaciones de otro de país (o grupo de países). En ese sentido, un
incremento en la producción de un país se realiza a expensas de la producción de otro país.

29
Extendiendo la “Ley de Thirlwall” dentro de un contexto de equilibrio general que analiza las
relaciones de interdependencia comercial en la determinación del crecimiento de la economía
global de largo plazo, el modelo de McCombie comienza dividiendo la economía del mundo
en dos grupos de países; la interrelación de ambos grupos se expresa en términos algebraicos
en las ecuaciones (2.40) y (2.41).

y1 = α1 a1 + β1 π2 (2.40)

y2 = α2 a2 + β2 π1 (2.41)

Donde y1 representa la tasa de crecimiento del ingreso del primer grupo de países; y2 del
ingreso del segundo grupo; αi se define como el multiplicador dinámico del gasto autónomo;
ai el crecimiento del gasto autónomo; βi es el multiplicador dinámico del comercio exterior y
πi la elasticidad ingreso de las importaciones de cada país.
Dados αi y βi y suponiendo equilibrio en el comercio internacional y movimientos de capital
sin relevancia, el crecimiento de la economía mundial está en función de la interacción entre
y1 y y2 en las ecuaciones (2.42) y (2.43)
π2 (2.42)
y1 = y2
π1

π1 (2.43)
y2 = 1
y1
π2

Los aranceles, las cuotas de importaciones y la depreciación del tipo de cambio pueden
estimular al crecimiento en el corto plazo, pero en largo plazo no alteran la “Ley de Thirlwall”
(Perrotini, 2002, 129).
La tasa de crecimiento de la economía mundial se ve afectada por depreciaciones en el tipo de
cambio, debido a ello se pueden generar espirales de depreciación-inflación-inestabilidad
monetaria. Adicionalmente, en el largo plazo el tipo de cambio real permanece constante a
consecuencia de la rigidez de los salarios reales aunque el tipo de cambio nominal mantenga
severas fluctuaciones. También los términos de intercambio se mantienen constantes en el
largo plazo pues el grado de oligopolio y las imperfecciones del mercado determinan la
rigidez de los precios en el comercio internacional.

30
McCombie (1993), concluye que la política económica más efectiva para incrementar el la
tasa de crecimiento de los países desarrollados tiene que propiciar un crecimiento
complementario a través de un proceso de reflación coordinada.

2.3.5. INTRODUCCIÓN DE LOS EFECTOS DE ACUMULACIÓN DE DEUDA


SOBRE LA TASA DE CRECIMIENTO AL MODELO CRBP.

Aunque la revisión de la versión original del modelo (CRBP) hecha por Thirlwall y Hussain
(1982), presentada anteriormente introdujo como una variable explicativa de la tasa de
crecimiento del ingreso nacional a los flujos externos de capital, lo cierto es que no quedan
definidos dentro de dichos flujos los créditos y el endeudamiento externos. En ese sentido,
tras dos décadas de la publicación de la primera versión del modelo de Thirlwall, Moreno-
Brid (1998-1999) realiza una especificación al modelo (CRBP), analizando las potenciales
complicaciones introducidas por la acumulación de deuda externa.
Para superar esa limitación y enriquecer el análisis, el autor propuso redefinir la noción de
equilibrio de la balanza de pagos de largo plazo en el modelo de Thirlwall y Hussain (1982)
manteniendo constante la proporción del déficit de la cuenta corriente de la renta nacional en
términos nominales (Moreno-Brid, 1998: 286).
Por tanto, el punto inicial de tal reconstrucción es la especificación de la balanza de pagos
como proporción del PIB medida en términos nominales:

b =(p*m –px)/py = (M –Y )/Y (2.44)

b se define en la ecuación (2.44) como el déficit en cuenta corriente como proporción del
ingreso nacional.
Aplicando diferenciales en ambos lados de esta expresión e igualando a cero se especifica el
equilibrio de largo plazo en la balanza de pagos como:
dB=0 =(M/Y) dm/m – (X/Y)dx/x– [ (M–X)/Y]dy/y+(M/Y)(dp*/p*–dp/p) (2.45)

=[(M–X/Y)] (µdm/m – (µ-1)dx/x– µ(dp*/p*–dp/p) –dy/y) (2.46)

Donde µ>1 es definida como la proporción de importaciones en el déficit en cuenta corriente


medida a precios nominales. Si B ≠ 0, se puede dividir la expresión anterior por B=(M-X)/Y y
por tanto simplificarla para obtener la ecuación (2.47).

31
dB/B=0 = µdm/m –(µ-1)dx/x – µ(dp/p - dp*/p*) - dy/y) (2.47)

Después de presentar la especificación anterior el modelo revisado consiste en las siguientes 4


ecuaciones:
dx/x =η(dp/p-dp*/p*) + πdw/w (2.48)

dm/m = φ (dp*/p*-dp/p) +ξdy/y (2.49)

0 =µdm/m –(µ-1)dx/x – µ(dp/p - dp*/p*) - dy/y (2.50)

µ=p*m/p*m-px (2.51)

Las ecuaciones (2.48) y (2.49) corresponden a las funciones de exportación e importación


consideradas por Thirlwall y Hussain. La ecuación (2.50) representa la condición de
equilibrio de largo plazo de la balanza de pagos, asumiendo que la relación del saldo de la
balanza de pagos sobre el ingreso es diferente de cero. La ecuación (2.51) define la
proporción inicial de las importaciones en el déficit en cuenta corriente.
La solución a este conjunto de ecuaciones se encuentra en la ecuación (2.52).

( µ − 1)πdw / w + [µ (η + ϕ + 1) − η ](dp / p − dp * / p*) (2.52)


y ca =
ξµ − 1

Donde yca representa la tasa de crecimiento económico con restricciones de la balanza de


pagos consistente con un nivel constante de la proporción del déficit en cuenta corriente en el
ingreso nacional (Moreno-Brid, 1998: 288).

2.3.6. UN AGREGADO AL MARCO ANALÍTICO DEL MODELO CRBP: EL PAPEL


DEL TIPO DE CAMBIO EN LA TASA DE CRECIMIENTO

Partiendo nuevamente de la estructura analítica del modelo en su versión más generalizada


realizada tanto por Thirlwall y Hussain (1982), cuyo punto inicial es el equilibrio de la
balanza de pagos:

p x + e f∗ = p∗ e m (2.53)

32
Definimos la ecuación (2.53) que expresa la identidad de la cuenta de la balanza de pagos,
donde p representa el precio de los bienes internos o de exportación en moneda local, x las
exportaciones reales, p* el precio de las importaciones en moneda extranjera, m las
importaciones reales f el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos en unidades de
moneda interna y e es el tipo de cambio nominal expresado en unidades de moneda local por
unidades de la moneda extranjera.

θ = p x / (px + e f*) (2.54)

La ecuación (2.54) es una identidad de definición introducida para simplificar la notación


algebraica, donde θ expresa la participación inicial de las exportaciones en el flujo total de
divisas medidas en términos nominales. Para propósitos de notación todas las variables que se

escriban con la notación “ z ”, denotan tasas de crecimiento.

∧ ∧ ∧ ∧ ∧ ∧ ∧ (2.55)
θ ( p + x) + (1 − θ )( f *+ e) = p *+ e+ m

La ecuación (2.55) se obtiene diferenciando la ecuación (2.53) con respecto al tiempo y


utilizando la notación de la expresión (2.54) obtenemos:

∧ ∧ ∧ ∧ ∧ (2.56)
x = η ( p − p* − p ) + π w η < 0, π > 0

∧ ∧ ∧ ∧ ∧ (2.57)
m = φ ( p* + er − p ) + ξ y; φ < 0, ξ > 0

Las ecuaciones (3.56) y (3.57) especifican las tasas de cambio de la demanda de


∧ ∧
exportaciones reales x y de importaciones reales m ; ambas corresponden a funciones
convencionales de demanda de exportaciones e importaciones con elasticidades constantes
con respecto a los ingresos y a los precios, donde η y π son las elasticidades precio e ingreso
de las exportaciones, φ y ξ son las elasticidades precio e ingreso de las importaciones

33

respectivamente, y representa la tasa de crecimiento de los niveles del ingreso nacional en

términos reales y w la del ingreso del exterior. La solución de las ecuaciones (2.53) a la
(2.57) esta dada por la siguiente ecuación:

∧ ∧ ∧ ∧ ∧ ∧ ∧ (2.58)
∧ θπ w+ (1 − θ )( f *+ e− p) + (θη + φ + 1)( p − p* − e)
yb =
ξ


La ecuación (2.58) indica que la tasa de crecimiento de largo plazo del ingreso nacional yb

se determina por las tasas de crecimiento del ingreso externo w , de flujos externos de capital
∧ ∧ ∧ ∧ ∧ ∧
en términos reales f + e – p y de los términos de intercambio p − p* − e , con los
coeficientes de ponderación de los tres elementos dados por las elasticidades con respecto al
precio e ingreso de las exportaciones e importaciones y por la participación de las
exportaciones en el flujo total de divisas. Esta es la versión más generalizada del modelo de
Thirlwall y Hussain, no obstante de que en ese marco se incluyeron casi todos los factores del
sector externo que podrían influir en la tasa de crecimiento del ingreso, no se especifica si los
términos de intercambio mantienen una trayectoria idéntica al tipo de cambio y no está claro
si éste afecta el comportamiento de la tasa de crecimiento del ingreso en el largo plazo.

Si resolvemos el subsistema formado por las ecuaciones (2.53), (2.54), (2.55) y (2.57) y
adicionalmente suponemos que θ = 1, en la ecuación (2.59) obtenemos la tasa de crecimiento
económico consistente con el supuesto de que en el largo plazo la cuenta de capital de la
balanza de pagos debe ser cero
∧ ∧ ∧ ∧ (2.59)
∧ x + (φ + 1)( p − p *) + (−1 − φ )(e)
yb =
ξ

Donde se especifica que la tasa de crecimiento del ingreso depende de las tasas de crecimiento
de las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio. La relación entre
ingreso nacional y tipo de cambio es inversa; si aumenta el tipo de cambio disminuye la tasa
de crecimiento restringida por la balanza de pagos.

34
Al no separar los términos de intercambio del tipo de cambio, y sustituyendo en la ecuación

(2.59) la expresión π w de la ecuación (2.56), obtenemos la tasa de crecimiento económico

con restricción-de-balanza-de-pagos yb como una combinación lineal de la tasa de
∧ ∧ ∧
crecimiento de las exportaciones x y de los términos de intercambio p − p* − e :

∧ ∧ ∧ ∧ (2.60)
∧ x + (φ + 1)( p − p* − e)
yb =
ξ
Si los términos no muestran variaciones significativas en el largo plazo, la tasa de
crecimiento económico con restricción-de-balanza-de-pagos esta dada por la tasa de
crecimiento de las exportaciones y la elasticidad ingreso de las importaciones, en la expresión
conocida como la ley de Thirlwall: (Pérez y Moreno-Brid, 1999: 436-437).
∧ (2.61)
∧ x
yb =
ξ

La experiencia del crecimiento de las economías latinoamericanas en las tres últimas décadas
y parte de la primera de este siglo muestra un comportamiento que puede expresarse en la
forma en que definimos el modelo de restricción del crecimiento de la balanza de pagos en la
ecuación (2.71), la cuál asocia una combinación lineal entre la tasa de crecimiento del ingreso
con el crecimiento de las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio.
Hasta ahora sólo se han hecho pruebas empíricas que relacionan las variables de la ecuación
(2.71) que sugieren una influencia importante en la tasa de crecimiento de largo plazo en
Argentina, Brasil, Colombia y México (López y Cruz, 2000).

2.4. EL MODELO CRBP COMO ESTRUCTURA ANALÍTICA PARA EXAMINAR


EL DESEMPEÑO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LARGO PLAZO DE
MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA.

En las secciones anteriores hemos presentado algunos elementos del enfoque de la causalidad
acumulativa, los cuales conforman las bases sobre las que se desarrollaron las distintas
versiones del modelo CRBP. También investigamos algunos puntos de similitud y
divergencia entre esta concepción y el planteamiento de la nueva teoría del crecimiento.
Encontramos que aunque ambos enfoques tienen como problema fundamental de estudio, los
factores que constituyen las causas por las que existen diferencias entre las tasas de

35
crecimiento de los países en periodos similares, la nueva teoría del crecimiento no ha tratado
el problema de la disponibilidad de divisas, derivado del comportamiento del comportamiento
general de la demanda, que ha sido crucial en la trayectoria del crecimiento de varios países
en desarrollo como México, Brasil y Argentina.
Adicionalmente, el modelo CRBP y la nueva teoría del crecimiento han centrado su atención
en la evolución del PIB pér-capita o Ingreso Nacional como variable de interés, que indica la
relación entre producción y población, es decir, lo que en promedio esta aportando cada
habitante del país a la producción. Y en gran parte también revela el nivel de productividad
del país.

GRÁFICA 2.4
PIB PER-CAPITA REAL EN MILES DE DÓLARES DE 2000
DE MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA DE 1970 a 2005
9000

8000

7000

6000

5000

4000

3000

2000

1000

0
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

Argentina Brasil Mexico

Fuente: CEPAL, Base de datos CEPALSTAT


El PIB per-cápita nos permite comparar el crecimiento de las tres economías más grandes de
la América Latina con el objeto de establecer las diferencias de las tasas de crecimiento entre
los países en periodos similares. La gráfica 2.1 muestra el desarrollo del PIB per-cápita de
México, Brasil y Argentina.
Durante todo el periodo se observan periodos de ascenso y retroceso del PIB per-cápita de los
tres países. Los momentos de retroceso son muy evidentes en la gráfica 2.4, particularmente
los ocurridos en la década de los ochenta y noventa, los cuales emplearemos para ensayar una
formulación de ciclos de crecimiento promedio en el cuadro 2.1, donde se presenta la tasas de
crecimiento per-cápita de México, Brasil, Argentina y de América Latina en general.
Los tres ciclos examinados en el cuadro 2.1 contienen cada uno sus etapas de expansión y
recesión, que determinaron el comportamiento promedio de todo el periodo. Por ejemplo, una

36
expansión tan fuerte como la experimentada por México en la década de los setenta (ver
gráfica 2.4), se vio mermada por el periodo recesivo de la década de los ochenta. El promedio
final del ciclo de crecimiento es mayor que el promedio de América Latina, pero no muy alto,
comparado con el crecimiento alcanzado en periodo similar por países asiáticos.

CUADRO 2.1
TASAS DE CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB PER CÁPITA REAL
MÉXICO, BRASIL, ARGENTINA Y AMÉRICA LATINA
1970-1990 1991-2001 2002-2005 1970-2005
México 1.85 1.51 1.50 1.71

Brasil 2.76 0.88 1.72 2.07

Argentina -0.53 2.20 3.05 0.69

América Latina 1.34 1.33 1.82 1.39

Fuente: Elaboración propia con datos de CEPAL

Escaith (2006), con base en estadísticas de Madisson (2003) presenta las siguientes tasas de
crecimiento del PIB per cápita, formulando los ciclos del cuadro 2.2.

CUADRO 2.2
TASAS DE CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB PER CÁPITA REAL
MUNDIAL Y POR REGIONES
1973-1990 1991-2001
América Latina 0.6 1.5
(15 países)
Europa Occidental 2.0 2.7
(29 países)
Estados Unidos 2.0 2.7

Países del Este Asiático 3.3 5.2


(16 países)
Países del Oeste Asiático 0.0 2.0

Total África 0.1 0.4

Fuente: Escaith (2006)


Del cuadro 2.2 extraemos dos aspectos muy relevantes para nuestra investigación. Uno es que
el primer ciclo comienza hasta 1973 y no a principios de la década de los setenta. Y segundo
que la tasa de crecimiento del PIB per cápita de América Latina fue muy deficiente en los dos
ciclos, en comparación al experimentado en los países del Este Asiático.
Adicionalmente, queremos subrayar que en esta parte del capítulo introdujimos el cuadro 2.2
ya que es una referencia fundamental para elaborar el estudio de los ciclos de económicos de
México, Brasil y Argentina, donde emplearemos métodos más formales y rigurosos en el

37
capítulo que sigue. Ese cuadro ha sido examinado en el trabajo de Escaith (2006), el cual
también ha seleccionado como marco analítico para el estudio de los ciclos en América Latina
el modelo CRBP.

38
CAPÍTULO III.

CICLOS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO Y TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE


MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA.

3.1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este capítulo es investigar los ciclos económicos que han experimentado
México, Brasil y Argentina desde 1970 a 2005, así como su relación con el comportamiento
de los términos de intercambio.
Para cumplirlo, comenzamos con un análisis contable de los conceptos de Producto Interno
Bruto real (PIB), Ingreso Nacional real (IN) y los términos de intercambio, exponiendo los
distintos métodos que miden los efectos de la relación de intercambio sobre esas dos cuentas,
que han sido propuestos por organismos especializados como CEPAL, el Sistema de
Contabilidad de la ONU y de economistas como Gutmann (1981) y Burge y Geary (1961).
En dicho análisis encontramos que la diferencia entre uno y otro concepto esta determinada
por los efectos de los términos de intercambio. En la evolución de las dos variables tal
diferencia es sustantiva y debe considerarse en el examen de los ciclos del crecimiento de los
países que son de interés para esta investigación.
Después de lo anterior explicamos las metodologías del filtro Hodrick-Prescott y del filtro de
Kalman y posteriomente nos dedicamos a la tarea de identificar los ciclos de crecimiento
económico con sus respectivas fases de expansión o contracción del PIB real y del Ingreso
Nacional real para cada país, puesto que cada caso tiene sus características especificas.
Comenzamos con un análisis estadístico-descriptivo del desempeño del PIB real, el Ingreso
Nacional real y los Términos de Intercambio. Posteriormente, empleamos los filtros Hodrick-
Prescott (HP) y de Kalman para profundizar y dar mayor solidez al examen de los ciclos de
crecimiento del PIB e Ingreso Nacional de cada uno de los países, observando que en los tres
países ambos agregados siguen una trayectoria semejante en el tiempo, sin embargo la
dinámica con la que ascienden o descienden es diferente.
Posteriormente, comparamos las estimaciones que ambas metodologías realizan de los ciclos
de crecimiento de los países, considerando las ventajas y desventajas que posee cada una de
ellas en la modelación de los ciclos de cada país, pues en algunos casos y para ciertos ciclos
es más explicativo el de Kalman y para otros casos y en ciertos periodos es más preciso el de
Hodrick-Prescott.

39
Por último, estudiamos en forma conjunta los ciclos de crecimiento de los tres países para
conocer la existencia de posibles relaciones entre las trayectorias de ascenso o descenso en el
ritmo de actividad económica.

3.2 EXPOSICIÓN CONTABLE DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO EN LAS


CUENTAS DEL PIB REAL Y EL INGRESO NACIONAL REAL

El Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) de la ONU de 1993 explica que existen diferencias
entre el PIB a precios constantes y las categorías del ingreso total real. Una de las variables
centrales que marca la diferencia entre una y otra categoría macroeconómica es la relación de
intercambio12.
Si en un determinado periodo de tiempo la dinámica de dicha relación registra un crecimiento
de los precios de las exportaciones es mayor al crecimiento de los precios de las
importaciones, mejorarán los términos de intercambio. Por lo cual, será menor el valor de las
exportaciones que se requerirá para pagar un determinado volumen de importaciones, lo cual
hace posible un aumento en el volumen de bienes y servicios adquiridos por los residentes de
un país, independientemente de los ingresos generados por un nivel dado de producción
interna. (SCN-ONU, 1993, p. 445)
En contraste, si los precios de las importaciones crecen más rápido que los precios de las
exportaciones se deteriorarán los términos de intercambio, lo cuál llevará que el país recurra a
gastar más volumen de sus exportaciones en la compra de las importaciones. Como
consecuencia de ello, un deterioro en los términos de intercambio disminuirá el volumen de
bienes adquiridos con los ingresos obtenidos a partir de la generación de la producción
interna, al margen del nivel de ingresos creado por la producción interna.
Para el SCN, la cuenta del ingreso interno bruto real (IIB) es la categoría del ingreso que
incluye los movimientos en los precios de las exportaciones y de las importaciones puesto que
mide el poder de compra de los ingresos generados por la producción interna.
Cuando los términos de intercambio mejoran o se deterioran pueden desenvolverse en forma
diferente el PIB real o el IIB real. Tales diferencias pueden ser pequeñas o en ocasiones llegan
a ser muy significativas. Todo dependería del peso que asuman las importaciones y las
12
La CEPAL define a la relación de intercambio o términos de intercambio (Terms of trade or net barter terms
of trade) como el índice del valor unitario de las exportaciones entre el índice del valor unitario de las
( Px )
importaciones , entendiendo como valor unitario (VU) al valor total (PQ), sea de las exportaciones o de
( Pm )
las importaciones, dividido por las cantidades tanto de las exportaciones como de las importaciones (VU=PQ/Q)

40
exportaciones en relación al PIB. Además de esa característica, las trayectorias del PIB y del
IIB pueden estar determinadas por la disparidad en la composición de las importaciones y las
exportaciones. Cuando un país concentra sus exportaciones en una canasta pequeña de
productos primarios como el café, cacao, azúcar o petróleo, puede ocurrir que cuando obtenga
una ganancia o perdida en sus términos de intercambio el PIB aumente, pero el IIB crezca en
mayor medida. En contraste, si sus importaciones son en gran parte manufacturas de diversa
índole y se incrementan los precios de las manufacturas, manteniéndose estables los precios
de los productos primarios las perdidas afectarán al IIB pero el PIB no se vería afectado.
Lo que distingue en esencia al PIB real de las categorías de Ingreso en general y en particular
del Ingreso Nacional real a precios constantes, es el concepto de “ganancia o pérdida de
intercambio” o lo que CEPAL13 y autores como Gutmann llaman “Efecto de la relación de
intercambio (Terms of trade effect or gains from trade)”.
El SCN demuestra que las ganancias o pérdidas de intercambio se pueden expresar en la
siguiente ecuación:

X −M X M  (3.1)
T= − − 
P  PX PM 

Donde:
X = Valor de las exportaciones a precios corrientes
M = Valor de las importaciones a precios corrientes
Px = Índice de precios de las exportaciones
Pm = Índice de precios de las importaciones
P = Un índice de precios basado en algún numerario seleccionado

Px, Pm y P están calculados en el mismo año base.


Los símbolos que están dentro del paréntesis representan el saldo de la balanza comercial a
precios constantes. El SCN-ONU asegura que es perfectamente posible que uno de los
términos tenga un signo contrario al otro.

13
CEPAL (1976)

41
Además de lo propuesto por el SCN-ONU, a principios de los años ochenta, Gutmann14
sostuvo que el efecto de la relación de intercambio (ERI) podía deducirse de la siguiente
expresión:

_
 Px 
_
 Pm  (3.2)
ERI = X nf  − 1 + M nf 1 − ;
 P   P 

Donde:
ERI = efecto de la relación de precios de intercambio
_
X nf= exportaciones de bienes y servicios no factoriales, a precios constantes.
_
M nf= importaciones de bienes y servicios no factoriales, aprecios constantes.
Px = deflactor de las exportaciones
Pm = deflactor de las importaciones
P = deflactor general de servicios de factores de la producción, transferencias unilaterales
privadas y saldo en cuenta corriente

Con este planteamiento, Gutmann destaca el problema de la elección del índice de precios (P)
con el que se deflactará la balanza comercial en las diversas formas de medición deL ERI,
circunstancia que también resalta el SCN. Según este Sistema, la elección de P puede cambiar
sensiblemente las cifras, lo que ha impedido alcanzar el consenso en la determinación de una
medida óptima de las ganancias o pérdidas de la relación de intercambio (ERI).
Se argumenta que la elección de P debe establecerse en función del saldo de la balanza
comercial. Si existe superávit debe emplearse el índice de precios de exportaciones y si hay
un déficit se debe considerar el índice de precios de importaciones.
Burge y Geary (1957)15 proponen que cuando el saldo en la cuenta corriente sea positivo la
forma de calcular el ERI sea:
_
 Px  (3.3)
ERI = M  − 1
 Pm 

Y en el caso de un déficit:

14
Citado por CEPAL (1986)
15
Gutmann (1981) hace referencia al método de estos autores.

42
_
 Px  (3.4)
ERI = X 1 − 
 Pm 

Un segundo argumento es el empleo de un promedio entre Pm y Px para deflactar la balanza


comercial, con medias aritméticas o armónicas simples o promedios comerciales ponderados
más complejos
Y una tercera es que la balanza comercial debe deflactarse mediante un índice general de
precios que no se haya calculado a partir del comercio exterior.
A mediados de los ochenta la CEPAL, adoptó como medida de los ERI, la expresión:

_
 Px  (3.5)
ERI = X  − 1
 Pm 

Su obtención consiste en la selección del índice implícito de las importaciones de bienes y


servicios para deflactar las variables financieras y el saldo en cuenta corriente, que en la
ecuación (3.5) se denota como: (Pm) (CEPAL, 1986: 18). El procedimiento entonces fue
tomar la expresión formulada por Gutmann considerando que P = Pm, lo que lleva a que en el
primer término P sea sustituida por Pm y el segundo término de la expresión se elimine.
( Px )
En esa expresión, los términos de intercambio teóricamente miden el volumen de
( Pm )
importaciones que podría financiarse con el valor de una unidad de exportaciones a precios
del año base. De la ecuación anterior puede deducirse el poder de compra de las exportaciones
(PCX) que consiste en multiplicar las exportaciones reales por la relación de intercambio:
_
 Px  (3.6)
PCX = X  
 Pm 
En el cálculo reciente de las cuentas nacionales para los países de América Latina y la
construcción de series de tiempo de largo plazo, la CEPAL empleó otro método que consiste
en multiplicar el producto del valor de las exportaciones a precios constantes y la relación de
intercambio por las exportaciones reales de bienes y servicios:
 __ IVUX  __ (3.7)
ERI =  X − X
 IVUM 

Donde:
ERI = efecto de la relación de intercambio

43
_
X = valor de las exportaciones de bienes y servicios a precios constantes
IVUX = índice del valor unitario de las exportaciones de bienes y servicios
IVUM = índice del valor unitario de las importaciones de de bienes y servicios
Al multiplicar el valor de las exportaciones de bienes y servicios por la relación de
intercambio se obtiene el poder de compra de las exportaciones que puede ser mayor menor
_
que el volumen de las exportaciones ( X ); en consecuencia, los ERI tendrán signo positivo o
negativo y afectará en esa medida al ingreso nacional bruto real (CEPAL, 2005: 9).

El SCN reconoce que a pesar de la falta de acuerdo en un deflactor único, las ganancias o las
pérdidas en los términos de intercambio deben medirse, incluso si no se aplica en todos los
países un deflactor común. El registro de los ERI posibilita el cálculo de las diferentes
categorías del ingreso real para cada país.
Para el SCN dichas categorías se pueden obtener dentro de una estructura contable a partir
del producto interno bruto (PIB) a precios constantes.
Bajo el supuesto de que un país disponga del ERI, se pueden indicar las relaciones que existen
entre el PIB real, las pérdidas o ganancias en los términos de intercambio y los agregados del
ingreso real en el cuadro 3.1 que muestra un marco contable, donde en función de agregar o
de excluir distintos conceptos se generarán las diferentes categorías del ingreso real (SCN-
ONU, 1993: 446).
Cuadro 3.1
Categorías del Produto e Ingreso
Producto Interno Bruto a precios constantes
Más
Ganancia o pérdida resultante de las variaciones
de los términos de intercambio
Igual a:
Ingreso Interno Bruto real
Más
los ingresos primarios reales a recibir del exterior
menos
los ingresos primarios reales a pagar al exterior
Igual a:
Ingreso Nacional Bruto real
más
las transferencias corrientes reales a recibir del exterior
menos
las transferencias corrientes reales a pagar del exterior
Igual a:
Ingreso Nacional Disponible Bruto real
menos
consumo de capital fijo a precios constantes
Igual a:
Ingreso Nacional Disponible Neto real

44
En el Anuario Estadístico para América Latina y el Caribe, la CEPAL ha venido calculando el
ingreso nacional disponible bruto real (INB). La cual usaremos en el resto de la Tesis como la
cuenta Ingreso Nacional IN real, que nos permitirá realizar ejercicios de comparación de las
economías de los cuatro países que son objeto de la presente investigación. Emplearemos la
del inciso (d) que es la cuenta del ingreso nacional disponible bruto real, que de hoy en
adelante emplearemos sólo como Ingreso Nacional (IN).

3.3. BREVE EXPOSICIÓN DE LA METODOLOGÍA DE LOS FILTROS HODRICK-


PRESCOTT Y KALMAN

3.3.1. FILTRO HODRICK-PRESCOTT

El empleo de un filtro en economía consiste en aplicar un método de estimación de una


gráfica que muestre el comportamiento de una serie de tiempo que tiende a fluctuar en torno a
una tendencia. Uno de los campos donde más se usan es en el análisis de los ciclos
económicos. Para su medición, Hodrick y Prescott (1980) propusieron una metodología
nueva. Partieron de la explicación de Lucas (1976) sobre las fluctuaciones, quien las define
como desviaciones recurrentes en la actividad económica real respecto a una tendencia y
determinaron que las series de tiempo contienen dos componentes, uno tendencial y otro
cíclico. La formalización de tal idea podemos observarla en la ecuación 3.8.
_ (3.8)
y t = y t + ct
_
Donde ( y t ) es una serie de tiempo para t = 1, 2,…, T; ( y t ) es el componente tendencial y ct es
_
el componente cíclico. Si y t es la tendencia de la serie, la medida de las fluctuaciones cíclicas
_
será ct = y t − y t . El problema consiste en minimizar el componente tendencial respecto a la
serie, que se puede observar en la siguiente ecuación.

T _
 _T −1 _ _ _

2 (3.9)
min ∑ ( y − y t ) + λ ∑ ( y t +1 − y t ) − ( y t − y t −1 )
2

t =1 t =2  

La expresión anterior puede expresarse en la siguiente expresión

T T _ (3.10)
min ∑ (ct ) 2 + λ ∑ (∇ 2 y t ) 2
t =1 t =3

45
Donde, ( ∇ = 1 – B) y B es el operador de retardos tal que Bzt = Bzt-1, y Fzt = Fzt+1 en el caso
de que tengamos valores hacia delante (Kaizer y Maravall, 1999: 177).
_
El parámetro λ determina la suavidad de la tendencia ( y t ). Su valor se establece a priori,

mientras más grande sea λ más suave será la tendencia. Si λ → ∞ la gráfica presentará una
forma extremadamente suave, casi lineal. Y por el contrario cuando λ → 0 la gráfica se ajusta
al máximo y la tendencia coincide con la serie ( y t ).

La solución matricial de las ecuaciones 3 y 4 es:


_ _ _ _ (3.11)
min( y − y ) ' ( y − y ) + λ ( A y ) ' ( A y )
_ _ _ _
En donde y ' = ( y1 , y 2 ,..., yT ) , y t = ( y 1 , y 2 ,..., y T ) y la matriz A dada viene dada por:

1 − 2 1 0 0 ... 0 0 0 0
0 1 − 2 1 0 ... 0 0 0 0

A = . . . . . . . . . .
 
0 0 0 0 0 ... 1 − 2 1 0
0 0 0 0 0 ... 0 1 − 2 1 
La solución matricial se determina por:

_ (3.12)
y = ( I + λA' A) − 1 y

_ (3.13)
C = Y − Y = I − ( I + λA' A) −1

[
C = I − (λA' A − 1 y ) −1 ] (3.14)

Hasta aquí, hemos expuesto la metodología del filtro HP, sin duda es una herramienta muy
poderosa que estima la tendencia cíclica de una serie, sin embargo contiene un problema que
consiste en elegir el valor del parámetro λ. Existen criterios estándar que sugieren valores para
los parámetros tomando en consideración la naturaleza de las series temporales. Hay criterios
para series mensuales, trimestrales y anuales. Es evidente que por ahora nos interesan los
valores de las series anuales. La versión 6 de E-Views para series anuales sugiere a priori un
valor 100 para λ. También se encuentra el criterio de Ravn y Uhlig, quienes para series

46
anuales sugieren un valor de λ igual a 6,5. Por su parte Maravall y Del Río, (2001) sugieren
para series anuales un λ igual a 10.
Cuál de esos criterios es el óptimo para estimar una tendencia de largo plazo, que se aproxime
lo más posible a la tendencia real de la actividad económica es un problema que aún no
concluye. Por esa razón hemos incluido en nuestro estudio el filtro de Kalman. Su explicación
y metodología la expondremos en el siguiente apartado de la presente sección.

3.3.2. FILTRO DE KALMAN


Originalmente propuesto por Rudolph Kalman (1960), el filtro de Kalman es un algoritmo
recursivo que estima el estado oculto de un sistema dinámico lineal.
Una de las características fundamentales de ese tipo de sistemas es su evolución en función
del tiempo. Los valores que asumen una o más variables dependen de sus valores en otro
momento de tiempo. La propiedad de linealidad se observa en que las variables del sistema se
relacionan entre ellas de una manera lineal.
El ejemplo más simple e ilustrativo de un modelo dinámico lineal lo constituye un proceso
AR(1):
Yt = φYt −1 + ε t (3.15)

Dada la estructura del este proceso, toda la información necesaria para predecir la dinámica
futura del sistema se halla en Yt (Moral, 2001:3)
Una forma de especificar los modelos de sistemas dinámicos es la de estado-espacio (State-
Space). La cual consiste en extraer la parte dinámica del sistema en un vector de estado ( ξ t )
formado por posiblemente, r variables no observadas. La dinámica del vector de estado se
observa en la siguiente expresión.
ξ t +1 = F ξ + vt +1 (3.16)
( rx1) ( rxr ) ( rx1) ( rx1)

Donde F es una matriz coeficientes, de orden (r x r) y ( vt ) una perturbación aleatoria que se


distribuye idéntica e independientemente (i.i.d) como una normal multivariante N (0, Q).
La variable o las n variables observadas están relacionadas con el vector de estado en la
educación observada o de medida:
y = A' x + H ξ + wt +1
t
(3.17)
( nx1) (1 xk ) kx1 1 xr ( rx1) ( nx1)

47
Donde wt se distribuye i.i.d como una N (0, R). En la expresión también se incluyen una k

variables exógenas X t , las cuáles generalmente carecen de información relevante sobre el

futuro sistema, así puede contener valores retardados de Yt o variables independientes del
vector de estado y de la perturbación aleatoria de la ecuación de medida (Moral, 2001:3).
Para aplicar el filtro de Kalman se requieren condiciones iniciales de la media y la varianza
del vector estado para comenzar a operar el algoritmo recursivo. Desde un enfoque bayesiano
este filtro requiere que se especifiquen a priori valores de los coeficientes iniciales y de sus
respectivas varianzas.
Una vez expuesta la metodología, continuaremos con el análisis de México aplicando el filtro
Hodrik-Prescott (HP) al crecimiento anual del PIB e Ingreso Nacional para obtener la
estimación de sus propios ciclos. Adicionalmente, vincularemos el desempeño de dichas
variables con el comportamiento de los términos de intercambio para investigar su posible
relación.

3.4. EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO REAL, INGRESO


NACIONAL Y TÉRMINOS DE INTERCAMBIO

3.4.1. MÉXICO
El análisis contable de los términos de intercambio en el PIB real y el IN real, desarrollado en
la sección anterior mostró que puede haber diferencias pequeñas o significativas en el
desempeño de esos dos conceptos. Esas diferencias pueden producirse primordialmente por
los efectos de los términos de intercambio sobre el Producto Interno Bruto (PIB). Las
ganancias o pérdidas en los términos de intercambio afectarán de forma positiva o negativa el
valor de las cuentas del PIB y del Ingreso Nacional en el transcurso del tiempo. Una primera
lectura de la gráfica 3.1, donde se presenta el crecimiento anual promedio del PIB real y el
Ingreso Nacional de México a precios constantes de 2000 desde 1970 a 2005, confirma esa
hipótesis. Las tasas de crecimiento de los dos conceptos contables siguen una trayectoria muy
semejante en casi todo el periodo, sin embargo registran diferentes niveles en el ritmo de
crecimiento en varios años. Esto es más notable en los momentos de máximo crecimiento o en
caídas bruscas de las dos variables.
Por ejemplo, en los primeros seis años de la expansión registrada en la década de los setenta,
mientras el PIB creció 6.4 % el IN creció 5.9 %. Sin embargo, en 1977 como consecuencia de
la devaluación del peso ocurrida 1976, el crecimiento promedio anual del producto interno

48
bruto y el Ingreso Nacional cayeron a su nivel más bajo de la década de los setenta. En la
gráfica 3.1 es notorio que la desaceleración de 1977 produjo un retroceso del IN mayor que el
del PIB.

Fuente: Elaboración propia con datos de CEPAL: Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales
de cuentas nacionales y CEPALSTAT

Después del anterior periodo recesivo, tanto el PIB real en 1979 como el Ingreso Nacional en
1980 registran los niveles más altos de expansión, que no sólo representaron la corona del
crecimiento ascendente y sostenido de la segunda mitad de la década de los setenta, sino
dentro de todo el periodo que transcurre desde 1970 hasta 2005. En dicho año, como indica la
gráfica 3.1, es muy sobresaliente la superioridad del Ingreso Nacional frente al PIB real. De
hecho, su tasa de crecimiento es más del doble que la del PIB, lo que supone en primer lugar,
que exista un ascenso de las ganancias en los términos de intercambio, y segundo, un
considerable incremento de las exportaciones, fenómeno que ya hemos explicado en la
sección anterior acerca de las causas de ampliación de la brecha entre PIB e Ingreso Nacional.
Cuando se presentan ganancias en los términos de intercambio y las multiplicamos por un
mayor volumen de las exportaciones se producen fuertes efectos de la relación de intercambio
sobre el PIB, que afectan de manera dispar la dinámica de crecimiento de éste y del IN.
La crisis de 1982 marca el inicio de cuatro fuertes caídas del crecimiento del PIB real y del
IN observadas en la década de los ochenta. En todas ellas Ingreso Nacional disminuyó por
debajo del PIB, mientras que el último año de la década de los ochenta repuntaron las dos
variables, y en 1990 se colocan en el punto más alto de la primera mitad de la década de los
90. De 1989 a 1994 se observa una recuperación tanto del PIB real como del Ingreso

49
Nacional, sin embargo tras la devaluación de 1995 sufrieron una caída a niveles sin
precedentes en la historia económica moderna de México. De la misma manera a lo sucedido
en las anteriores crisis, el Ingreso Nacional (-7.2) disminuye por debajo del PIB (-6.8).
Después de ese severo acontecimiento, de 1996 a 2000, Ingreso Nacional y PIB se
recuperaron considerablemente. Con la excepción de lo ocurrido en 1999, en el resto del
período el PIB aumentó más de 5 %, logrando en el 2000 un crecimiento del PIB y del
Ingreso Nacional de 6.9% y 6.6% respectivamente. A pesar de lo anterior, en 2001 las dos
variables registraron otra considerable caída. Sus niveles registraron 0.0 por ciento en el caso
del PIB y de 0.2 en el Ingreso Nacional.
Luego de pasar por ese difícil momento, de 2002 a 2005, las variables se recuperaron de un
modo incierto y mediocre. El desempeño promedio del PIB y el Ingreso concluyó así con un
ritmo menor que en el periodo de expansión previo a la crisis de 1995.
Todos estos niveles de crecimiento anual del PIB y del Ingreso donde las variables ascienden
o caen abruptamente, nos permiten presentar una primera aproximación de las fases que
conforman los ciclos de ambas variables.
En el cuadro 3.2, presentamos cuatro fases expansivas y dos recesivas considerando el
crecimiento promedio anual del PIB real y el Ingreso Nacional. La introducción de los
términos de intercambio resulta necesaria, pues es el factor más importante que establece las
diferencias entre las dos variables.
El cuadro 3.2 revela que en las fases de expansión alta como las de 1970-1981 y 1996-2000,
así como aquellas de expansión moderada como la de1989-1994 y de baja expansión como la
de 2001-2005, se registró un crecimiento promedio anual del Ingreso Nacional real superior al
del PIB real. En el cuadro 3.2 se observa que en las fases caracterizadas por tasas de
crecimiento promedio de Ingreso Nacional más altas que el PIB, los términos de intercambio
fueron favorables.
En las fases críticas, caracterizadas por crecimiento casi cero o negativo como las de 1982-
1988 y 1995, donde el IN cayó por debajo del PIB, se registró en cada una de ellas un
deterioro en los términos de intercambio de forma significativa. Aunque en el último periodo
de recuperación (2001-2005) mejoraron los términos de intercambio, su bajo nivel de
ganancias parece haber afectado al crecimiento promedio anual del Ingreso Nacional.
En conclusión, PIB e Ingreso Nacional en el caso de México, además de seguir ritmos
diferentes en su crecimiento, han registrado ciertas perturbaciones en su comportamiento que
no afectaron su trayectoria, mientras que hubo hechos relevantes que cambiaron
drásticamente el ciclo de las dos variables. No obstante, esta primera aproximación no es

50
suficiente, conviene usar algún método estadístico para conocer los ciclos de crecimiento por
los que transitó la economía mexicana, así como sus características y duración.

CUADRO 3.2
MÉXICO: CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB E INGRESO NACIONAL A PRECIOS
CONSTANTES DE 2000 Y
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO (2000=100)
(1970-2005)
PIB IN TI
1970-1981 6.7 7.6 5.9
(Expansión)

1982-1988 0.1 -0.7 -7.3


(Crisis)
1989-1994 3.7 4.1 6.5
(Expansión)
1995 -6.6 -7.2 -3.8
(Crisis)

1996-2000 5.6 6.2 3.9


(Expansión)

2001-2005 1.8 2.5 0.7


(Lenta expansión)
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

En un estudio reciente de los ciclos de crecimiento para América Latina desde 1950 a 2005,
Escaith (2006) empleó uno de los métodos estadísticos más utilizados: el Filtro Hodrick-
Prescott, encontrando que de dentro del periodo de 1970 a 2005 la región experimentó dos
ciclos completos de crecimiento económico:
• 1972-1990
• 1991-2002
El estudio también indica que el ciclo de 1972 a 1990 registró dos fases, una de expansión de
1972 a 1981 y otra de contracción de 1982 a 1990. En la primera fase, el crecimiento
económico fue muy dinámico, acompañado por grandes entradas de recursos externos y fuerte
mejoría en los términos de intercambio. La segunda de 1982 a 1990, con retroceso del PIB,
grandes salidas de recursos externos con deterioro en los términos de intercambio.
Por otra parte, el ciclo de 1991 a 2002 registró una fase de expansión de 1991 a 1997 y una de
contracción de 1998 a 2002. La primera, se caracterizó por un bajo crecimiento, renovadas
entradas de recursos externos y leve mejoría en los términos de intercambio. La segunda,
mantuvo un bajo crecimiento, transferencias negativas de recursos y términos de intercambio
favorables. De 2003 a 2006 se considera un periodo que corresponde a un nuevo ciclo de
crecimiento (Escaith, 2006: 19-20).

51
Los ciclos anteriores y sus respectivas fases son generales para América Latina, pero en el
caso de México, Brasil y Argentina, intuimos que se configuraron ciclos que podrían coincidir
de forma general con los presentados anteriormente, pero podrían tener al mismo tiempo sus
diferencias.
Analizando, el desempeño del PIB y el Ingreso en la gráfica 3.2, que están presentados en
tasas de crecimiento en logaritmos de cada uno de sus valores, identificamos los siguientes
ciclos:
El primero, de 1970 a 1988:
• 1970-1981. Expansión, caracterizada por alto crecimiento del PIB e Ingreso
con una considerable mejoría en los términos de intercambio.
• 1982-1988. Crisis, caracterizada por una disminución en los niveles del PIB y
del Ingreso con un fuerte deterioro en los términos de intercambio.
Segundo, de 1989 a 1996:
• 1989-1993. Expansión, identificada con crecimiento moderado y una notable
mejoría en los términos de intercambio.
• 1994-1996. Crisis tanto del Ingreso como del PIB con leve mejoría en los
términos de intercambio.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000,
Adicionalmente para el Filtro HP se tomó λ = 6,5, según el criterio de Ravn y Uhlig

Tercero, de 1997 a 2003:

52
• 1997-2000. Expansión de crecimiento con mejoría en los términos de
intercambio.
• 2001-2003. Desaceleración caracterizada por una muy baja expansión de las
dos variables y una pequeña mejoría de los términos de intercambio.
El inicio del cuarto, coincide con un diagnóstico del FMI sobre 2004, que señala a este año
como el comienzo de un nuevo ciclo de crecimiento, que se registra no sólo en las tres
economías latinoamericanas, sino también en la economía mundial (FMI, 2007: 191).Las
fases del primer ciclo correspondientes a los periodos 1970 a 1981 y 1982 a 1988 coinciden
plenamente con las dos primeras fases de los periodos planteados en el cuadro 3.1. Por otra
parte, tanto las fases del segundo como las del tercero casi coinciden con aquellas presentadas
en dicho cuadro.
Una diferencia notable entre el primero y los siguientes ciclos es que mientras en éste la
expansión y la crisis fueron más prolongadas, en los posteriores, ambas se desenvolvieron en
periodos comparativamente más cortos, es decir, la dinámica de los últimos ciclos se hizo más
inestable o más volátil que del primero. De igual forma, la magnitud de la expansión o de la
crisis es diferente entre el primero y los ciclos posteriores. La alta tasa de expansión que se
observa en el primero (1970-1981) contrasta con las tasa de menor auge ocurrido en el
segundo y tercer ciclo. La crisis de fines de 1994 y todo 1995, junto con la desaceleración de
2001-2003 son comparativamente menores a la fuerte y larga recesión de la crisis de los
ochenta.
Ante tales fenómenos, algunos economistas e historiadores sostienen que los periodos cortos
de baja e insostenible expansión, interrumpidos con crisis de menor duración o de periodos de
desaceleración del crecimiento son fenómenos que refuerzan la hipótesis de que la economía
mexicana aún no se recupera de la fuerte, profunda y larga crisis que experimentó en los años
ochentas. A este respecto, Oliveira (2002) ha encontrado una sólida evidencia que sugiere la
existencia de asimetrías en el ciclo económico mexicano, la cuál muestra que desde 1982, las
crisis son más cortas que las expansiones. Dichas asimetrías surgen como lo indican De Long
y Summers (1986) por un cambio en las características del régimen del ciclo, donde, se
observa que las recesiones suelen ser violentas y breves en comparación a los periodos de
expansión, tal y como Mitchell (1927) y Keynes (1936) ya lo habían planteado.
Esta inestabilidad y bajo crecimiento de la economía mexicana que experimenta desde fines
de la crisis de los años ochenta, llevaron a otros economistas a sugerir que tras las reformas de
liberalización comercial y financiera iniciadas en la década de los ochenta la economía

53
mexicana no parece haber entrado a un ciclo de crecimiento elevado y sostenido (Moreno-
Brid y Ros, 2004: 36).
Por otro lado, ya hemos visto en la sección 3.3 que una desventaja del filtro Hodrick-Prescott,
que consiste en la dificultad de seleccionar el parámetro “λ”. Aunque consideramos que una
vez aplicados los criterios de Ravn y Uhlig (2002) e introduciendo una escala que mida el
comportamiento del ciclo, la cual mejora mucho la estimación del filtro HP como muestra la
gráfica 3.2.
Con el fin de superar esta desventaja vamos a presentar en los tres casos, los ciclos estimados
con la metodología conocida como el filtro de Kalman (1960), que es un algoritmo recursivo
y óptimo de procesamiento de datos, que tiene varias aplicaciones, entre ellas, la estimación
de modelos autorregresivos, la de parámetros que cambian en el tiempo, así como de modelos
de componentes no observables (Kikut, 2003: 1).
Las características de los ciclos económicos en México estimados con el filtro de Kalman son
casi similares a las obtenidas con el filtro Hodrick Prescott (HP). La gráfica 3.3, presenta la
modelación que dicho filtro realiza de los ciclos del PIB e Ingreso Nacional mexicanos,
revelando que el primer ciclo comienza en 1973 y termina en 1990, donde se desenvuelve una
fase de expansión (1973-1982) y una fase recesiva (1983-1990). En la fase de expansión de
este ciclo, el filtro de Kalman indica que hubo un considerable descenso entre 1975 y 1977,
en contraste a la leve disminución que registra el filtro HP en la gráfica 3.2. El segundo ciclo
inicia en 1991 y termina en 1997, experimentando primero, una fase corta de expansión de
1991 a 1995 y después, una de contracción 1996 a1997.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

54
Deteniéndonos un poco en esta fase recesiva, observamos que la caída no es paulatina y
suave, por el contrario es brusca y violenta en comparación al comportamiento estimado por
el filtro HP para el mismo periodo. Las características de esta estimación son idénticas a la
realizada mediante el filtro de Kalman para el mismo periodo por Loría et al (2008), donde se
observa un cambio brusco en la trayectoria de crecimiento de muy corta duración. El tercero
ocurre a partir de 1998 y termina en el 2005, con un periodo de expansión (1998-2001) y el de
contracción (2002-2005)
Adicionalmente, se observa en la gráfica 3.3, que la tendencia recesiva del PIB y el Ingreso
Nacional experimentada entre 2002-2005 forma parte de la etapa contraccionista del tercer
ciclo sin algún signo de franca recuperación. En contraste, en la gráfica 3.2, el filtro HP señala
que la fase contraccionista del ciclo terminó en 2003 y por consecuencia la tendencia alcista
de 2004-2005, que se encamina dentro de una senda ascendente en su crecimiento estaría
revelando el comienzo de una fase de baja expansión que correspondería al principio de un
nuevo ciclo.
Esta última reflexión es un adelanto del examen comparativo entre ambos métodos
estadísticos, que en este mismo capítulo vamos a efectuar para todo el periodo que concentra
nuestro estudio. Por ahora sólo nos permitimos llamar la atención a esta idea, para pasar a
analizar el caso de Brasil.

3.4.2. BRASIL
Al igual que en el caso de México, el desenvolvimiento del crecimiento de Brasil tanto del
PIB como del Ingreso Nacional experimentaron una senda paralela desde 1970 a 2005. No
obstante, el Ingreso Nacional también se desempeñó en varios momentos con una dinámica
superior o inferior a la del PIB. Por ejemplo, después de la fuerte expansión que alcanzaron
el PIB y el IN de 1970 a 1980, ligada al último periodo de crecimiento por sustitución de
importaciones, el IN comenzó a retroceder primero que el PIB, enseguida el descenso se
precipitó y ambas variables se desplomaron en 1982, donde, el Ingreso Nacional descendió
por debajo del PIB real.
La crisis se prolongó hasta 1983, conformándose así un contexto recesivo que marcó el fin de
una fase de alto e ininterrumpido crecimiento desde la década de los sesenta. Posteriormente,
Brasil experimentó un breve periodo de recuperación donde el Ingreso Nacional registró un
nivel casi del 10% en 1986 y el PIB real llegó a crecer en 1985 alrededor de 8%. Tal
situación es un suceso muy relevante, pues las economías latinoamericanas objeto de nuestro

55
análisis no lograron en la década de los ochenta, conocida en América Latina como “década
perdida” alcanzar tasas de crecimiento semejantes a las de Brasil.
En 1990 después de varios planes de estabilización y al término del gobierno de Sarney el PIB
real y el Ingreso Nacional sufrieron una de las más severas crisis. El gobierno de Color de
Mello comenzó su mandato aplicando medidas que no lograron superar la crisis, por lo que la
crisis de la economía prolongó su duración hasta el año de 1992 (Véase la gráfica 3.4).
En 1994, las dos variables macroeconómicas alcanzaron los niveles más altos de la década de
los noventa, con un crecimiento del Ingreso Nacional superior al del PIB, que según la
CEPAL estuvieron determinados por la aplicación del Plan Real, que a diferencia de los siete
programas anteriores de estabilización ensayados en el transcurso de una década logró abatir
una inflación que se había tornado galopante (CEPAL, 1994-1995: 161).
En 1998 se produce otra crisis más en Brasil, que se sumó al conjunto de crisis padecidas en
la década de los noventa por los países más grandes de América Latina, México entre 1994 y
1996 y el caso de Argentina que vamos a examinar más adelante. La crisis se prolongó hasta
1999 y en el 2000 se recuperaron el Ingreso y el PIB, hasta ubicarse en 2004 en el más alto
nivel de crecimiento de los últimos 10 años.
De la misma forma que el caso de México, hemos empleado los momentos de alto y mínimo
crecimiento como puntos de referencia para determinar las fases de los ciclos registradas
tanto por el PIB como el Ingreso Nacional desde 1970 a 2005.
En el cuadro 3.2 presentamos una primera aproximación de las fases de expansión y crisis que
ha experimentado la economía brasileña de 1970 a 2005.
La fase 1970-1980, donde PIB real e Ingreso Nacional registran el más alto y rápido
crecimiento promedio anual en todo el periodo que comenzó en realidad desde 1968 (CEPAL,
1973: 148), aunque algunos analistas indican que si inspeccionamos con anterioridad, el
crecimiento acelerado que experimentó Brasil hasta la crisis de los ochenta, se remonta a los
tiempos del comienzo de la posguerra (Hofman, 2000, 40) La gran expansión de este periodo
ocurrió en un contexto de leve deterioro en los términos de intercambio (Véase cuadro 3.3),
sin embargo en los primeros años de la fase los términos de intercambio fueron muy
favorables para Brasil y gracias a las fuertes ganancias que obtuvo de sus exportaciones logró
obtener altos de niveles de crecimiento.
La fase de crisis que inicia en 1981 y termina en 1983 se caracteriza por un descenso mayor
del Ingreso Nacional que estuvo muy probablemente ligado al fuerte deterioro de los términos
de intercambio.

56
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y
CEPALSTAT

A diferencia de México y como lo veremos más delante de Argentina, Brasil vivió un breve
periodo de vigorosa expansión dentro de la década de los ochenta. De 1984 a 1989 Ingreso y
PIB crecieron en el orden del 4.6% y los términos de intercambio mejoraron
significativamente, sin embargo no pudieron elevar el crecimiento del Ingreso por arriba del
PIB.
CUADRO 3.3
BRASIL: CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB E INGRESO NACIONAL A PRECIOS
CONSTANTES DE 2000 Y
Y TÉRMINOS DE INTERCAMBIO (2000=100)
(1970-2005)
PIB IN TI
1970-1980 8,7 7,8 -0,6
(expansión)

1981-1983 -2.1 -2.3 -5.2


(crisis)
1984-1989 4.6 4.6 3.6
(expansión)
1990-1992 -1.8 -0.9 -0.6
(crisis)
1993-1997 4,0 4,4 6,4
(expansión)
1998-1999 0.5 -0,5 -7,4
(crisis)
2000-2005 2,5 2,7 0,4
(expansión)
Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

57
Este ambiente de bonanza no detuvo el fuerte ascenso de la inflación. La CEPAL, señala que
la política económica logró consolidar los ajustes del país a la menor disponibilidad de
recursos externos pero no tuvo éxito en su empeño de aminorar el crecimiento de los precios
(CEPAL, 1981: 131).
Hemos visto que México y lo veremos más adelante con Argentina, a principios de los
noventa, ambos consolidaron su recuperación económica. Sin embargo Brasil registró de
1990 a 1992 otra fase depresiva junto con un descenso leve de los términos de intercambio.
La bonanza del periodo anterior se transformó en una dramática crisis económica. Si bien el
consumo había crecido como efecto del Plan Cruzado aplicado en 1986, meses después
surgieron problemas de abastecimiento y la inflación volvió a elevarse. El aumento de precios
continuó y en 1986 se promovió el Plan Cruzado II que culminó con el decreto de moratoria
de 1987. A este Plan le sucedieron el Plan Bresser y el Plan Verano, los cuales no lograron
contener la hiperinflación que en 1990 alcanzó el nivel alarmante del 2751%.
De 1993 a 1997, PIB real e Ingreso Nacional se recuperaron y arribaron a un contexto
expansionista. Los resultados favorables en los términos de intercambio lograron que el
Ingreso Nacional creciera a una tasa mayor que la del PIB. En 1994, año del más elevado
crecimiento de esta fase, el comportamiento de la economía brasileña estuvo marcado por la
aplicación, como ya mencionamos del Plan Real, que fue implementado en medio del proceso
electoral para renovar los poderes ejecutivo y legislativo federales y de los estados. El nuevo
gobierno instalado en 1995 asumió a plenitud la orientación de política económica del
anterior, limitándose a introducir correcciones para afianzar el programa de estabilización. El
Plan logró disminuir la inflación en 5000% y a diferencia de los anteriores planes de
estabilización, este se caracterizó por su transparencia y secuencia temporal en su aplicación
(CEPAL, 1994-1995:161).
Como se observa en el cuadro 3.3, de 1998 a 1999 se presenta un nuevo cuadro recesivo,
donde una vez más el Ingreso decrece por debajo del nivel del PIB, circunstancia que se
relaciona con el empeoramiento de los términos de intercambio. La CEPAL caracteriza a
1998 como un año donde el producto creció sólo 0.2%. A esto se adiciona un aumento del
desempleo hasta el 7.6%, una situación ya muy vulnerable de la balanza de pagos a causa del
elevado déficit fiscal y la sobrevaluación cambiaria, que se complicó aún más con la caída en
la relación de intercambio y la brusca reducción de los flujos de capital hacia las economías
emergentes, lo que provocó a su vez voluminosas pérdidas de reservas internacionales
(CEPAL, 1998-1999: 161).

58
Un año más tarde la opción de una política cambiaria de ajuste gradual no pudo sostenerse y
obligó a las autoridades monetarias a introducir el sistema de libre flotación, lo que llevó a
una abrupta devaluación.
Superada la crisis de 1998 a 1999, Ingreso y PIB siguieron una etapa de modesta recuperación
desde 2000 a 2005, que tuvo sus mejores momentos en el 2004 con una leve mejoría en los
términos de intercambio.
Los hechos anteriores pueden examinarse de forma más clara al aplicar el filtro Hodrik-
Presscot (HP) al crecimiento del Ingreso Nacional y el PIB de Brasil.
En la gráfica cinco, donde se relacionan las tasas de crecimiento del PIB y el IN en logaritmos
con las variaciones de los términos de intercambio, se observan los siguientes ciclos:
Primero, comprendido entre 1970 a 1983, que contiene las fases indicadas a continuación:

• 1970-1980 Expansión caracterizada por alto crecimiento del PIB e Ingreso con
ganancias en los términos de intercambio en gran parte del periodo.
• 1981-1983. Crisis en los niveles del PIB y del Ingreso con cierto deterioro en
los términos de intercambio.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000
Adicionalmente se tomó para el filtro HP λ = 6,5, según el criterio de Ravn y Uhlig

El segundo ciclo que se inicia en 1984 y termina en 1991 contiene las siguientes fases:
• 1984-1988. Expansión determinada por una contracción de PIB e Ingreso con
bajo deterioro de los términos de intercambio.

59
• 1989-1991. Crisis con una considerable mejoría en los términos de
intercambio.
Tercer ciclo que inicia en 1992 y continúa hasta 2002
• Expansión de 1992 a 1996 con notable mejoría en los términos de intercambio.
Crisis de 1997 a 2003 con predominio del deterioro en los términos de
intercambio.
Por último, un cuarto ciclo que comenzó en 2004 y continúa hasta la fecha.
En las crisis de 1981-1983 y la de 1997-2003 se observa una notable diferencia entre el
dinamismo del PIB y del Ingreso Nacional, donde este último crece a un ritmo menor que la
tasa de crecimiento real del PIB. Las causas de este fenómeno podrían encontrarse en los
resultados desfavorables de los términos de intercambio, ya que ambas caídas coinciden con
pérdidas en los términos de intercambio. Paradójicamente en la crisis de 1989-1991, la tasa de
crecimiento del PIB supera a la del Ingreso Nacional, coincidiendo con una mejoría en los
términos de intercambio. Recordemos que en este periodo el gobierno comenzó un amplio
proceso de privatización de empresas públicas, que incentivaron una fuerte entrada de
capitales, evitando muy probablemente que descendiera el Ingreso Nacional por debajo del
PIB.
En el caso de Brasil, la estimación del filtro de Kalman que se aprecia en la gráfica 3.6
también presenta ciclos semejantes a los que se muestran en la gráfica 3.5.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

Un periodo de alto crecimiento en los setenta, y una fase recesiva profunda a inicios de los
ochenta, forman el primer ciclo del crecimiento del PIB e Ingreso modelado a partir del filtro

60
de Kalman, comenzando en 1971 y terminando en 1985. Este ciclo contiene una fase
expansiva que abarca desde 1971 a 1980 y una etapa contraccionista que se desarrolló desde
1981 hasta 1985. En el análisis anteriormente expuesto de la economía brasileña sostuvimos
que el crecimiento de Brasil vivió una singular etapa de expansión en los ochenta, en
contraste a la continuidad del cuadro recesivo por el que esos años sufrieron tanto la
economía mexicana, la economía argentina y varias economías del resto de América Latina.
Sin embargo, al comienzo de los noventa, como ya se ha dicho, la economía brasileña sufrió
otra crisis, que en conjunto con el auge anterior configuraron el segundo ciclo de la economía
brasileña, que se puede observar en las estimaciones de ambos filtros. Este ciclo empieza,
según el filtro de Kalman en 1986 y termina en 1994, con una fase de expansión (1986-1989)
y una fase de contracción (1990-1994).
El tercer ciclo que se desarrolla entre 1995 y 2004, inicia con una fase de expansión desde
1995 a 1998 y le sigue otra fase de crisis desde 2000 a 2004. Finalmente, según la estimación
del referido filtro, el cuarto ciclo comenzaría a partir de 2005.

3.4.3. ARGENTINA
En Argentina, también se observa cierta tendencia paralela entre el PIB real y el IN real
desde 1970 a 2005. Cuando se elevó el PIB también se incremento el Ingreso, y cuando
disminuyó el PIB también retrocedió el Ingreso. Al igual que en los casos de Brasil y México,
en el de Argentina, esas dos variables se desempeñaron con un ritmo distinto. Por ejemplo, en
la gráfica 3.7 destaca que a pesar de la fuerte expansión del PIB argentino en 1974, la cual
logró duplicar el crecimiento promedio anual del periodo 1970-1973, el Ingreso sólo alcanzó
una tasa apreciable, que se colocó por debajo del nivel del PIB. En 1974, el IN retrocedió su
crecimiento en comparación con el período anterior ubicándose por debajo del PIB, sin
embargo mantuvo su crecimiento alrededor de 2 puntos porcentuales por arriba del promedio
anual del periodo 1970-1973.
A diferencia de la desaceleración que registraron los dos agregados macroeconómicos de
Brasil y de México a mediados de los setenta particularmente en 1975, el PIB y el Ingreso de
Argentina cayeron en una crisis que se prolongó hasta 1976, en ese intervalo la trayectoria fue
igual pero el Ingreso Nacional cayó 0.2 % más que el PIB.
Con una fuerte interrupción del crecimiento del PIB en 1978 donde desciende en mayor
medida que en 1975, reduciéndose cerca del 4%, la variable experimenta un intervalo de
cierta recuperación. El Ingreso crece por un periodo menor que el PIB, pues desde 1980
comienza a contraerse.

61
Como en el caso de Brasil y un año más tarde con México la situación dio un grave vuelco en
1981, el PIB decreció alrededor del 6% mientras que el IN sufrió un descenso en más de dos
puntos porcentuales en comparación al PIB.
La gráfica 3.7 muestra que a la crisis anterior se agregan dos fuertes crisis más en 1985 y en
1989 durante la década de los ochenta. De nueva cuenta como en los momentos críticos de
1974, 1975 y 1981 el Ingreso Nacional cayó por debajo del PIB.
La recuperación del crecimiento se inició en 1991 coincidiendo con el gobierno de Menem y
en 1992 tanto PIB como IN crecen en forma intensa, el PIB alcanzó en ese año el nivel más
alto de la década de los noventa. Las otras dos economías de los países objeto de esta
investigación coinciden con esta nueva etapa de auge ligada en buena medida a una serie de
reformas fiscales, monetarias y de liberalización comercial ocurridas no solo en Argentina en
el mismo periodo sino también en México.
En 1995 se interrumpe fuertemente la fase expansiva del cuatrienio precedente, sin embargo
en los siguientes tres años las dos variables mantuvieron un crecimiento por arriba del 5%.
En 1999 caen ambas variables después de haber crecido en promedio anual de 1991 a 1998 a
tasas en niveles superiores al 5 %. De la misma forma como en los casos de las crisis
previamente indicadas, el Ingreso Nacional cae por debajo del PIB.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000

En 2002 se recrudece la contracción de las dos variables que había surgido en 1999,
retrocediendo más del 10 %, cifra no vista a lo largo del periodo y que se suma al contexto
depresivo de los tres años anteriores. Esta crisis se adiciona a las que sufrieron las dos más

62
grandes economías de América Latina en los noventa: el desplome del PIB y del Ingreso en
México en 1994 y la crisis brasileña de 1998.
La recuperación comienza en 2003 y en 2005 de forma espectacular el PIB argentino se
coloca en un máximo histórico por arriba del 9 %
Los puntos examinados anteriormente han marcado en cierta medida las fases de expansión o
crisis en el PIB e Ingreso Nacional. Estos puntos de alzas y bajas, como hemos hecho en los
casos de México y Brasil, nos permitirán obtener una primera aproximación de los diferentes
periodos que han experimentado esos dos agregados y su relación en cada etapa con el
resultado de los términos de intercambio. Estos periodos se presentan en el cuadro 3.4.
Como lo indica el cuadro 3.4, en la fase de expansión 1970-1974 los términos de intercambio
mejoraron, y el Ingreso Nacional real argentino alcanzó un crecimiento promedio anual
superior al del PIB real. Ese fenómeno no se presentó en la fase de 1977 a 1980, donde el PIB
creció de manera moderada y el Ingreso Nacional descendió en forma negativa. En la
siguiente fase de auge que inició en 1991 y finalizó en 1998 el crecimiento promedio anual
del Ingreso Nacional fue muy semejante al del PIB real, circunstancia a la que se asocia una
leve mejoría en los términos de intercambio. En la última fase de expansión el Ingreso
Nacional registró un crecimiento promedio superior al del PIB con una apreciable mejoría en
los términos de intercambio.

CUADRO 3.4
ARGENTINA: CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB, INGRESO NACIONAL A PRECIOS
CONSTANTES DE 2000 Y TÉRMINOS DE INTERCAMBIO (1970-2005)
(2000=100)
PIB IN TÉRMINOS DE
INTERCAMBIO
1970-1974 4.1 5.5 4.0
(expansión)

1975-1976 -0.8 -2.2 -15.6


(crisis)
1977-1980 3.7 -0.1 1.4
(expansión)
1981-1990 -0.8 -2.1 -1.2
(crisis)
1991-1998 5.8 5.8 1.7
(expansión)
1999-2002 -4.9 -5.0 0.7
(crisis)
2003-2005 9.0 9.9 3.6
(expansión)
Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

63
La economía de Argentina en contraste con las de Brasil y México cayó en una crisis a
mediados de la década de los setenta. Esto no quiere decir que en ese momento no se
desacelerará el crecimiento de Brasil y México del PIB e Ingreso. Aunque disminuyó su ritmo
lograron superar la situación y se recuperaron de forma sorprendente. No obstante la
aplicación del modelo de sustitución de importaciones ya no estaba dando los resultados que
ofreció en las décadas anteriores o como señalan algunos autores el modelo se agotó. La crisis
de 1975-1976 del PIB y el Ingreso en Argentina como se muestra en el cuadro 3.4 se
relaciona con un fuerte deterioro en los términos de intercambio, donde como podría
esperarse el Ingreso Nacional cayó por debajo del PIB. El siguiente periodo de crisis se
caracteriza por un deterioro en los términos de intercambio y con una caída del Ingreso
Nacional por debajo del PIB que inició en 1981 y terminó en 1990, caracterizándose como la
fase depresiva más larga presentada en el cuadro 3.4. Otro periodo crítico es el de 1999-2002
cuyo retroceso es el más grande que tuvieron las variables en sus anteriores fases depresivas.
De la misma forma como en las crisis anteriores el Ingreso Nacional disminuyó por debajo
del PIB. En conclusión, como fue el caso de México y Brasil, esta primera aproximación no
es suficiente para responder a la interrogante sobre cuales han sido los ciclos de crecimiento
en los tres países, por lo que aplicaremos también los filtros a las tasas de crecimiento del
PIB, que están expresados en logaritmos. Adicionalmente, vinculamos el desempeño del
Ingreso Nacional con el comportamiento de los términos de intercambio para confirmar la
posible relación que ya se presentó en el cuadro tres.
Examinando la Gráfica 3.8, identificamos los siguientes ciclos:
El primer ciclo inicia en 1970 y termina en 1988 con las siguientes fases:
• 1970-1974, expansión moderada con mejoría en los términos de intercambio y
una expansión del Ingreso superior a la del PIB.
• 1975-1988 crisis, definida, por un periodo recesivo en las dos variables y
términos de intercambio en su mayoría desfavorables, donde el Ingreso
Nacional decrece por debajo del PIB.
El segundo ciclo que inicia en 1989 y termina en 2002 se conforma por las siguientes fases:
• 1989-1998 expansión caracterizada por un crecimiento del Ingreso Nacional y
el PIB con cierta mejoría en los términos de intercambio.
• 1999-2002 crisis, caracterizada por una depresión en las dos variables y baja
mejoría en los términos de intercambio, como en el caso de la larga depresión
de 1975-1988, el Ingreso Nacional desciende por debajo del PIB.

64
El tercer ciclo:
• 2003-2005, notable crecimiento de ambas variables y significativa mejoría en
los términos de intercambio.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000
λ = 6,5, según el criterio de Ravn y Uhlig.

Casi todas las fases coinciden con los resultados obtenidos del cuadro 6, excepto el de 1975-
1976. Si bien la gráfica 3.8 no subraya la breve y baja expansión que experimentaron las dos
variables a finales de la década de los noventas, es un hecho que la crisis que inició en 1975
no pudo ser compensada con la frágil recuperación ocurrida entre 1977 y 1980.
Una primera mirada a la gráfica 3.9, que presenta los ciclos de crecimiento de Argentina
según el filtro de Kalman revela algunas similitudes y también diferencias con respecto a la
gráfica 3.8 de los ciclos de crecimiento según el filtro HP.
En primer lugar, examinando las gráficas de forma general, encontramos que ambos filtros
estiman la existencia de dos ciclos desarrollados a lo largo de todo el periodo, casi en los
mismos intervalos de ambas gráficas.
En segundo lugar, ambos coinciden en un periodo de crisis largo, que inició desde los años
setenta, después de un periodo de muy breve expansión. Para la estimación del filtro de
Kalman el primer ciclo inicia en 1970 y termina en 1991, con un auge que se mantuvo desde
1970 hasta 1975, a lo que siguió una larga etapa de profunda crisis que comenzó en 1976 y
terminó en 1991.

65
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

El segundo ciclo tiene sus orígenes en 1992 y termina hasta 2004, conteniendo una etapa de
expansión de 1992 a 2001 y una crisis de 2002 a 2004. Mientras tanto 2005 es un momento
que según el filtro de Kalman comienza otro ciclo. Este último periodo contrasta con la
estimación del filtro Hodrick-Prescott, que calcula el comienzo de un periodo de fuerte
expansión después del segundo ciclo lo que significa el desarrollo de un tercer ciclo, no a
partir desde 2005 sino desde 2002.

3.5. COMPARACIÓN ENTRE EL FILTRO DE KALMAN Y EL FILTRO HODRICK-


PRESCOTT EN LA ESTIMACIÓN DE LOS CICLOS DE CRECIMIENTO DE
MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA.

Tanto el filtro de Kalman como el filtro Hodrick-Prescott coinciden en la estimación de las


fases más significativas de los ciclos de crecimiento de la economía mexicana. La gráfica 3.10
muestra la relación entre las tasas de crecimiento y la estimación de la tendencia de ésta por
ambas metodologías. En ciertos momentos, como ya lo hemos comentado, el filtro de Kalman
considera que las crisis fueron de mayor profundidad que el filtro HP. La caída de gran
magnitud que experimentó la tasa de crecimiento en 1976 y 1977, prácticamente no fue
registrada por el filtro HP, mientras que el filtro de Kalman la estima como una fuerte
interrupción del ciclo. De forma semejante ocurrió con la llamada crisis del Tequila, la tasa de
crecimiento fue una caída de grandes proporciones, de hecho la mayor en todo el período, sin
embargo se observa que el filtro HP la considera una caída no muy brusca, pero el filtro de
Kalman la estima como una crisis de gran magnitud.

66
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

En la referida gráfica se observa que el filtro de Kalman reproduce de forma rezagada el


inicio o el final de las fases de expansión o de crisis de la economía mexicana, mientras el
filtro HP va modelando el ciclo anticipándose a los valores de la tasa de crecimiento. Estos
problemas podrían estar ligados a las desventajas de uno o de otro método. El filtro de
Kalman tiene como desventaja la introducción de la media y la varianza muestral como
valores iniciales de los parámetros del vector estado para iniciar el algoritmo recursivo. Sobre
la selección de los parámetros no existe consenso (Solera, 2003: 15)
Las estimaciones del filtro de HP y del filtro de Kalman del ciclo económico de Brasil,
reunidas en la gráfica 3.11, revelan casi de forma paralela los sucesos más relevantes
marcados por la trayectoria de la tasa de crecimiento que se presenta en dicha gráfica, por
ejemplo, las crisis de los ochenta y la de principios de los noventa.
Como en el caso de México, algunos sucesos fueron enfatizados con mayor fuerza por el filtro
de Kalman que por el filtro HP. Por ejemplo, la crisis de los ochenta es señalada por el filtro
de Kalman a niveles de considerable magnitud, mientras que para el filtro HP la caída no fue
tan grave. De forma similar, el filtro de Kalman enfatiza la crisis de finales de los ochenta y
principios de los noventa en un grado mayor al del filtro HP.
Como el análisis del caso de México observamos que el filtro de Kalman reproduce las fases
recesivas o expansivas de forma retardada a los momentos en que sucedieron los descensos o
los ascensos en las tasas de crecimiento observados en dicha gráfica, mientras que el filtro HP

67
las estima, justamente, cuando ocurrieron los hechos más significativos registrados por la
tasas de crecimiento.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

Examinando la gráfica 3.12, donde se presentan los dos filtros y las tasas de crecimiento del
caso de Argentina encontramos, que de forma semejante a los casos de México y Brasil, los
dos filtros estiman los periodos de expansión o de contracción de forma coincidente con las
tendencias experimentadas por la tasa de crecimiento anual. El filtro de Kalman determina las
caídas de un modo más retardado que el filtro HP.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

68
Por ejemplo, la crisis de fines de los noventa es registrada por el filtro HP, desde que aparece
una interrupción abrupta en el comportamiento de las altas de crecimiento que venía
experimentando la economía argentina en esos años. Lo mismo ocurre con los periodos de
recuperación y expansión. El filtro HP estimó la fase expansionista de los noventa antes de
que las tasas de crecimiento comiencen a crecer de forma acelerada, mientras que el filtro de
Kalman los reproduce después de que la economía argentina comenzó a registrar dichas tasas.
Del análisis anterior respecto a los tres países, se desprende de forma general que los dos
filtros han estimado de un modo aproximado los eventos más significativos de la evolución
del crecimiento de las tres más grandes economías de América Latina. Si bien, el Filtro de
Kalman es más agudo en señalar la gravedad de los retrocesos en la tasa de crecimiento, la
desventaja es que los registra con cierto grado de retardo.
No obstante, el Filtro de HP en comparación al de Kalman, es más preciso en señalar las fases
del proceso de crecimiento cuando la tasa de crecimiento experimenta giros bruscos que
revierten la tendencia que previamente venían siguiendo.

3.6. EXAMEN CONJUNTO DE LOS CICLOS DE CRECIMIENTO DE MÉXICO,


BRASIL Y ARGENTINA APLICANDO LOS FILTROS DE KALMAN Y HODRICK-
PRESCOTT

En las gráficas 3.13 y 3.14 presentamos los ciclos de crecimiento del Producto Interno Bruto
real y el Ingreso Nacional real, estimados según la metodología del filtro HP, con el objeto de
comparar las etapas de expansión y crisis entre los tres países que tienen las economías más
grandes de la región latinoamericana.
En la sección 3.3.1 se plantearon los ciclos de crecimiento estimados por Escaith (2006) para
toda América Latina. El primero, iniciaba en 1972 y terminaba en 1990, conteniendo una fase
de expansión de 1972 a 1981 y otra de contracción, que comenzaba en 1982 y concluía en
1990. El segundo, ciclo comenzaba en 1991 y terminaba en 2002, experimentando una fase de
expansión desde 1991 hasta 1997 y una de contracción desde 1998 hasta 2002. Además, un
tercero que apenas comenzó con una fase de expansión desde 2003.
Si tomamos como referente esa estimación concordaríamos que en general los tres países
registraron esos ciclos de crecimiento de forma más o menos aproximada. Tanto la fase de
expansión de la década de los setenta y de contracción en la década de los ochenta se
desenvolvieron, en alguna u otra medida, por los tres países de hecho en la década de los
ochenta, toda América Latina se sumió en una recesión prolongada y profunda, cuya

69
experiencia puede compararse a lo sucedido en los Estados Unidos durante la Gran Depresión
(Rodrik, 2001: 11).

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

El mismo fenómeno, caracterizado por similitudes recurrentes en las tendencias de los ciclos,
sucede con la fase de expansión de los noventa y las crisis sufridas a finales de esa misma
década y principios del 2000. Adicionalmente, se observa con mayor énfasis en los casos de
Argentina y Brasil el inicio de un nuevo ciclo a partir de 2003. Sin embargo, a pesar de todos
estos síntomas semejantes entre los ciclos de América Latina y los de cada uno de los tres
países, según nuestras propias estimaciones de los ciclos realizadas por separado y siguiendo
la misma metodología que aplicó Escaith (2006), observamos el desarrollo de ciclos
económicos con características particulares en cada uno de los países, que presentan
paralelismos y diferencias con respecto a cada uno de ellos.
El paralelismo encontrado más significativo es la existencia de un comportamiento casi
análogo a la trayectoria del ciclo entre Argentina y Brasil. Desde la década de los setenta
hasta el fin del periodo de investigación, tanto PIB real como Ingreso Nacional real fueron
siguiendo ciclos semejantes más o menos en el mismo tiempo. En contraste, la estimación de
los ciclos económicos de México indica que el crecimiento del PIB real y el Ingreso fueron
diferenciándose desde principios de los noventa cada vez más con los ciclos de Brasil y
Argentina, excepto en la expansión de los setenta, principio de los ochenta y durante la crisis

70
de 1995, cuando se observa un singular efecto de la crisis mexicana sobre la economía
argentina.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

Mientras en la década de los ochenta Brasil se recuperaba en cierta medida de la crisis que
comenzó en 1982, la trayectoria depresiva del ciclo de México continuaba profundizándose y
extendiéndose.
A principios de la década de los noventa se interrumpe la tendencia paralela que habían
venido experimentando Brasil y Argentina en su crecimiento. En contraste a eso, México y
Argentina coinciden experimentando, de forma aproximada, el inicio de una fase expansiva
entre finales de los ochenta y principios de los noventa, mientras que Brasil sufría una de sus
más graves crisis. La llamada crisis del Tequila experimentada por México no surtió efectos
de importancia sobre el ciclo de Brasil, puesto que como se observa en las gráficas, mientras
el primero se hundía en una de sus más graves crisis, el segundo transitaba por una fase de
expansión, gracias al éxito del Plan Real. No obstante su nula influencia en el ciclo brasileño,
como ya dijimos, es notable en ambas gráficas que la crisis mexicana repercutió
considerablemente en el descenso de la fase expansiva experimentada por Argentina. Si bien
es cierto que la crisis mexicana contagió los mercados financieros de los países
latinoamericanos (De la Dehesa, 2007: 241), las estimaciones presentadas en la referida

71
gráfica sugieren que no tuvo efectos importantes en el comportamiento del ciclo de otros
países de la región como fue el caso de Brasil. Sin embargo los efectos repercutieron más en
el caso de Argentina; de hecho, en abril de 1995, el sistema financiero argentino perdió el 18
por ciento de los depósitos, situación que forzó a muchos bancos a suspender los retiros de los
depósitos (Mc Comb y Zarazaga, 1997: 168). Posteriormente, Argentina se sincronizó de
nuevo al ciclo brasileño, cuando sufrió las consecuencias de la crisis brasileña, cayendo entre
1999 y 2002 en una de sus más graves recesiones.
Uno de los rasgos más significativos de ello fue la intensificación de la devaluación del real
en 2001. En octubre de 2001 ya eran necesarios más de 2,70 reales para comprar un dólar, lo
que suponía una devaluación del 55 % desde enero de 1999. Lo cual agravó la situación de
Argentina, perjudicando a su vez en forma reciproca a la economía brasileña, ya que en
noviembre de 2002 el dólar cotizaba a 3,60 reales (Osava., et al, 2004: 122)
Una vez hecha la comparación de los ciclos con el filtro HP con el filtro de Kalman, podemos
examinar que la estimación de los ciclos de crecimiento mediante el filtro de Kalman,
presentada en las gráficas 3.15 y 3.16 confirma la trayectoria casi paralela de los ciclos de
crecimiento que siguieron Brasil y Argentina desde los inicios de la década de los ochenta
hasta el principio de la década de los noventa. Además refleja el descenso sufrido por México
y Argentina al inicio de los años de los setenta, lo cual revela, el fenómeno subrayado por
varios analistas, sobre agotamiento de la industrialización por la vía de de la sustitución de
importaciones de varios países latinoamericanos al inicio de la década de los setenta, ya que
así lo demuestran los crecientes desequilibrios externos e internos (Ffrench, et al, 2002: 340)
Por otra parte, las gráficas 3.15 y 3.16 indican también el rumbo opuesto que en los noventa
mantuvieron Brasil y Argentina. Como en el caso del filtro HP, mientras Brasil experimentó
una fase recesiva a principios de los noventa, Argentina registraba una fase expansiva de
considerable crecimiento.
El comportamiento del ciclo argentino desde los noventa ha tenido mucho que ver con el de
Brasil, sobre todo, en la fase recesiva que señala el filtro de Kalman a partir de 1995, donde
son más evidentes los efectos de la crisis del Tequila, sobre el ciclo argentino,
interrumpiendo de forma significativa el ritmo de expansión de la economía argentina
(véanse las gráficas 3.13 y 3.15).
En contraste, y de un modo más claro en la estimación del filtro de Kalman, Brasil mantenía
una fase de expansión, alejándose de la trayectoria conjunta que había mantenido con
Argentina desde fines de los años ochenta.

72
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

La fuerte crisis brasileña de fines de los noventa y principios del dos mil, o efecto Zamba,
como se le llegó a conocer, influyó en el ciclo argentino de un modo menos evidente en la
estimación del filtro de Kalman que en el filtro Hodrick- Prescott, donde se observa con más
claridad el inicio del retroceso brasileño y la caída de Argentina aún más profunda que la
brasileña durante los mismos años.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

73
De esta forma, los ciclos de Argentina y Brasil en los noventa y los inicios de la primera
década del siglo XXI, se acompañaron nuevamente después de los ochenta que fue una
década de trayectorias diferenciadas.
Según el filtro de Kalman, no hay evidencia que la crisis brasileña haya influido sobre el
ritmo de crecimiento de México, pero en el caso de la crisis argentina es un poco más clara
una leve influencia sobre el ciclo de México y Brasil
Una última observación sobre las gráficas del filtro de Kalman, es que las tres variables de los
tres países en el año de 2005 comienzan un nuevo ciclo de crecimiento, cuya fase de
expansión estimada es baja en comparación a la calculada con el filtro Hodrick-Prescott.
El análisis de la relación entre los ritmos de crecimiento del PIB y del Ingreso de las tres más
grandes economías de América Latina se puede ampliar y enriquecer si calculamos los
coeficientes de correlación entre las tasas de crecimiento del PIB e Ingreso de los tres países,
así como los valores estimados de los filtros HP y el Kalman
En el cuadro 3.5 calculamos los coeficientes de correlación entre las tasas de crecimiento del
PIB e Ingreso de los tres países. Los coeficientes obtenidos en general son bajos, pero nos dan
una primera aproximación del nivel de vinculación que existen entre el ciclo de crecimiento
de cada uno de los tres países.
CUADRO 3.5
COEFICIENTES DE CORRELACIÓN DE LAS TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB E
INGRESO NACIONAL DE MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA

COEFICIENTES DE CORRELACIÓN

PIB DE ARGENTINA PIB DE BRASIL PIB DE IN DE IN DE BRASIL IN DE MÉXICO


Y PIB DE BRASIL Y PIB DE MEXICO ARGENTINA E E IN DE E IN DE
MÉXICO Y PIB DE IN DE BRASIL MÉXICO ARGENTINA
ARGENTINA

0,25 0,30 0,15 0,30 0,02 0,07

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

Según los resultados del mismo cuadro, el nivel más alto de correlación del PIB lo registran
México y Brasil. No muy lejos está el de Brasil y Argentina, y la más baja es el de México y
Argentina. En cuanto al Ingreso Nacional la relación más cercana se encuentra entre Brasil y
Argentina, y muy lejos se encuentra la de Brasil con México.

74
Examinemos ahora la dependencia lineal de las estimaciones del ciclo de crecimiento del PIB
real e Ingreso Nacional real en el cuadro 3.6 donde calculamos los coeficientes de correlación
entre las estimaciones de los filtros HP y Kalman de los tres países desde 1970 a 2005.
En comparación a los coeficientes de correlación de las tasas de crecimiento, presentadas en
el cuadro anterior, los resultados del cuadro 3.6 presentan valores más elevados, donde se
aprecia que desde 1970 hasta 2005 ha habido una considerable relación entre los ciclos de
crecimiento del PIB real e Ingreso Nacional en diferentes grados los tres países.
Los coeficientes correlación mostrados del PIB, tanto del filtro HP como del filtro de Kalman
indican que los ciclos de México y Brasil han sido los de mayor relación durante todo el
periodo. También se observan valores de un nivel considerable en la relación entre los ciclos
de Argentina y Brasil. Sin embargo, el valor entre México y Argentina del filtro de Kalman es
bajo y el filtro HP considera aún más baja la relación.
En cuanto al Ingreso Nacional varían las circunstancias. Los valores señalan que la
correlación más estrecha se encuentra entre los ciclos de crecimiento de Argentina y Brasil.
En contraste con el crecimiento del PIB, el ciclo del Ingreso entre México y Brasil es menor
en comparación al de Argentina.
CUADRO 3.6
COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE LOS FILTROS HP Y KALMAN DEL PIB E
INGRESO NACIONAL DE MÉXICO, BRASIL Y ARGENTINA
Filtro Hodrick Prescott Filtro de Kalman
PIB DE PIB DE BRASIL PIB DE PIB DE PIB DE BRASIL Y PIB MÉXICO Y PIB
ARGENTINA Y PIB Y PIB DE MÉXICO MEXICO ARGENTINA Y PIB DE MÉXICO DE ARGENTINA
DE BRASIL Y PIB DE PIB DE BRASIL
ARGENTINA

0,41 0,66 0,15 0,56 0,64 0,24

IN DE ARGENTINA IN DE BRASIL IN DE BRASIL IN DE IN DE BRASIL IN DE MÉXICO E


E IN DE BRASIL E IN DE MÉXICO E IN DE ARGENTINA E IN E IN DE MÉXICO IN DE
ARGENTINA DE BRASIL ARGENTINA

0,47 0,23 0,06 0,66 0,37 0,30

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la CEPAL-ONU

El análisis anterior demuestra una sincronía mayor entre los ciclos de Brasil y Argentina. El
ciclo de México, en menor medida, también ha estado siguiendo trayectorias conjuntas. Esto
constituye una señal muy positiva respecto a la integración entre Brasil y Argentina en el
MERCOSUR. La otra es que aunque el ciclo económico mexicano está menos ligado, su

75
evidencia empírica muestra un grado relevante de relación con los ciclos de los otros países
latinoamericanos, por lo que la evidencia empírica es una base sólida para sugerir que su
política de integración comercial no evada las posibilidades serias de integración económica
que tiene con los dos países.

76
CAPÍTULO IV.

RELACIÓN DE LOS CICLOS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO CON EL TIPO DE


CAMBIO REAL, INVERSIÓN, EXPORTACIONES, IMPORTACIONES, Y SALDO
DE LA BALANZA COMERCIAL.

4.1. INTRODUCCIÓN.
Una vez que hemos investigado cuales son los ciclos de crecimiento de México, Brasil y
Argentina en el capítulo anterior, pasamos a explicar en el presente capítulo, los factores que
influyeron en los periodos de expansión o contracción de los ciclos de crecimiento económico
de los cuatro países. En el análisis empleamos elementos de estadística descriptiva, opiniones
de economistas y organismos internacionales.
Comenzamos por indagar la relación del tipo de cambio real de México, Brasil y Argentina
real desde 1970 a 2005 con sus respectivas fases de los ciclos económicos, estimadas en el
capítulo III con el filtro Hodrick-Prescott. Observamos que la evidencia revela una influencia
del tipo de cambio real sobre los ciclos económicos de los tres países. Encontramos, que el
caso más marcado será el de México, donde hay una muy posible asociación entre ciclos de
crecimiento y comportamiento del tipo de cambio real. A éste, le sigue el caso de Brasil y el
de Argentina.
Después, para profundizar en el análisis del tipo de cambio y sus vínculos con el crecimiento
verificaremos si existe una relación entre el tipo de cambio de real y los términos de
intercambio, ya que según el modelo original de Thirlwall y su revisión posterior supone que
son dos variables que suelen seguir una tendencia constante en el tiempo sin influir en el
crecimiento de los países.
Adicionalmente, explicamos que para el caso de México desde la década de los setenta las
exportaciones han tenido una presencia cada vez mayor sobre el PIB y el Ingreso Nacional.
En contraste, la inversión, que en décadas anteriores tuvo el papel preponderante entre las
variables que conforman el PIB, a partir de los años ochenta ha dejado de ser la mayor
contribuidora del PIB. La misma situación se presenta en los casos de Argentina y Brasil.
Explicamos que mientras la economía mexicana experimentó un fuerte crecimiento de sus
exportaciones sus compras al exterior también se aceleraron. Situación que a mediados de los
noventa llevó a un considerable déficit en la balanza comercial que junto con la combinación
de ciertos factores desencadenó en la crisis de 1994, cuyo cuadro se replicará en las crisis
posteriores de Brasil en 1998 y de Argentina en 1999-2002.
Por último, evaluamos el peso que tuvo el saldo de la balanza comercial en los ciclos de
crecimiento estimados por el filtro HP. En el transcurso de la última sección del presente

77
capítulo, observamos que en el caso de México hay un comportamiento iterativo a lo largo de
los ciclos. Las fases de expansión están ligadas a fuertes desequilibrios del comercio exterior,
prácticamente todas las fases críticas estuvieron precedidas por fuertes déficit comerciales.
En contraste, las fases de crisis se asocian a saldos favorables de la balanza comercial o
también a déficit comerciales muy pequeños. Cada vez que aumenta la tasa de crecimiento, el
déficit se torna explosivo y se dirige a un retroceso de la tasa de crecimiento, proceso que
como se verá en las gráficas se produce ininterrumpidamente desde 1970 a 2005.
Observamos que en el caso de Brasil, la relación tasa de crecimiento económico y saldo de la
balanza comercial guarda un comportamiento semejante al de México, pero con considerables
diferencias. En dos periodos de aumentos en las tasas de crecimiento del PIB e Ingreso, Brasil
mantuvo saldo positivo en su balanza comercial.
Explicamos que el caso de Argentina tiene algunas semejanzas con los casos de México y
Brasil, particularmente en el periodo de expansión previo a la crisis de 1999-2002. El
deterioro de la relación tasa de crecimiento-balanza comercial registrado en esa fase es el más
grave de todos en la historia económica de Argentina. En contraposición a eso es significativo
que en los años posteriores a la crisis, la relación dio un vuelco espectacular, al sostener un
crecimiento de 9 % en promedio con un saldo favorable de la balanza comercial como
proporción del PIB. Todo este análisis que se realiza es con la finalidad de responder a la
pregunta ¿Qué peso tuvieron las variables referidas en la formación de los ciclos en cada país?
Intentamos responderla en las siguientes secciones.

4.2. CICLO ECONÓMICO, TIPO DE CAMBIO REAL Y TÉRMINOS DE


INTERCAMBIO DE LOS TRES PAÍSES

En la sección 2 del capitulo II se explicó que en nuestro Marco Teórico conocido como
modelo de crecimiento económico con restricción de balanza de pagos (CRBP), el tipo de
cambio de real y los términos de intercambio no son variables que tengan influencia
significativa en la tasas de crecimiento económico de un país. En el referido capitulo
estudiamos que la expresión algebraica fundamental que deriva de esta teoría se obtiene bajo
el supuesto de que el tipo de cambio real o los términos de intercambio pueden ser constantes
en el largo plazo (ver Thirlwall citado por López, 2000, p. 486). Sin embargo, sostenemos que
en primer lugar, importa mucho diferenciar entre los conceptos términos de intercambio y tipo

78
de cambio real y en segundo lugar que hay evidencia empírica, donde estos influyen sobre la
tasa de crecimiento de los países16 17.
Adicionalmente, una serie de analistas insisten en la influencia de esta variable en la
estructura productiva de un país, considerando que un tipo de cambio subvalorado es un
subsidio general a las industrias que producen bienes comerciables para el mercado
internacional (Rodrik, 2005: 16).
Más aún, según la evidencia empírica, hay fuerte evidencia que la existencia de un tipo de
cambio real competitivo ha sido una condición necesaria, e incluso suficiente, del crecimiento
económico sostenido de los países en desarrollo (Rodrik, 2005: 17). Por ejemplo Bulmer
(1998) argumenta que el fracaso de la estrategia económica llevada a cabo por Brasil, México
y Argentina a finales de los setenta, consistente en rescatar el modelo de desarrollo hacia
adentro sin sacrificar el manto proteccionista, tuvo varias causas, pero la fundamental se
encuentra en las fluctuaciones del tipo de cambio real. Explica, que si bien se reconocía que
un tipo de cambio real competitivo (es decir, con tendencia a la depreciación) podría llevar a
reanimar el crecimiento, su comportamiento se caracterizó por la revaluación durante la
segunda década de los setenta.
También, la evidencia empírica de los trabajos de López y Cruz (1999) aplicado a los casos
de México, Brasil, Argentina y Colombia sugiere que hay una influencia del tipo de cambio
real sobre el crecimiento. Por ello conviene analizar este aspecto esencial de esta Tesis
Doctoral: el papel del tipo de cambio real en el crecimiento, comenzando por examinar las
diferencias conceptuales entre tipo de cambio real y términos de intercambio.
A primera vista aparecen ciertas semejanzas entre ellos, pero no se explican igual. En el tercer
capítulo hemos establecido que los términos de intercambio o relación de intercambio se
definen como el índice del valor unitario de las exportaciones entre el índice del valor unitario
( Px )
de las importaciones , entendiendo como valor unitario (VU) al valor total (PQ), sea de
( Pm )
las exportaciones o de las importaciones, dividido por las cantidades tanto de las
exportaciones como de las importaciones (VU=PQ/Q).

16
Los resultados de la aplicación de pruebas econométricas al modelo de Thirlwall en su versión que incluye las
exportaciones y los términos de intercambio sugiere la existencia de cierta relación de largo plazo en los casos de
México, Brasil y el Istmo Centroamericano, entre la tasa de crecimiento del PIB real y los términos de
intercambio, véase Fraga y Moreno-Brid (2005) y Pérez y Moreno-Brid (2002).
2
En el trabajo de López y Cruz (2000) se estimó la relación entre exportaciones y tipo de cambio real,
encontrando influencia de esta última variable sobre la tasas de crecimiento de largo plazo en los casos de
México, Brasil, Argentina y Colombia.

79
El tipo de cambio real se determina como la relación entre un índice de precios al consumidor
( IPC * )
externo (IPC*) y un índice de precios al consumidor nacional (IPC) multiplicado por
( IPC )
el tipo de cambio nominal (TCN).
En la forma más convencional el tipo de cambio real (TCR) se define como:
( IPC * )
TCR = TCN
( IPC )
Aunque ambos conceptos contienen una relación de índices de precios se observa que hay
diferencias. La selección de canastas de bienes no son las mismas en el cálculo de los
distintos índices. Un índice que mida el comportamiento general de los precios al consumidor
contiene los movimientos de los precios de las importaciones, pero un índice de precios de
importaciones no mide el comportamiento general de los precios al consumidor en un
determinado país.
Es aún más compleja la situación si se toma en cuenta que la definición anterior corresponde
al del tipo de cambio real bilateral, ya que si se considera el concepto de tipo de cambio real
multilateral (TCRM) las diferencias son aún mayores con los términos de intercambio, ya que
éste se define como:
IPC *
TCRM = TCN
IPC
Donde el IPC* se construye sobre la base de los índices de precios de los principales socios
comerciales, calculados en una moneda común, y ponderados con la participación de cada uno
de ellos en el comercio exterior del país:
T
 IPCi 
TCRM = ∏   wi
i =1  TCN i 
Donde:
IPCi: es el índice de precios del país i que forma parte de los socios comerciales.
TCNi = es el tipo de cambio nominal del país i
wi = participación del país i en el comercio exterior del país objeto de medición del TCRM.

Por otro lado, la evolución tanto del tipo de cambio real bilateral (que denominaremos en
adelante como tipo de cambio real) junto con los términos de intercambio no sigue la misma
trayectoria en el tiempo, teóricamente su sentido es inverso, es decir, cuando mejoran los
términos de intercambio aumenta la oferta de divisas, por consecuencia disminuye el tipo de
cambio real. Por el contrario un deterioro de los términos de intercambio hace retroceder la

80
oferta de divisas, aumenta el tipo de cambio nominal y finalmente se incrementa el tipo de
cambio real. Examinemos ahora, en primer lugar el comportamiento del tipo de cambio de los
tres países durante los ciclos modelados por el filtro HP. Posteriormente observaremos el
comportamiento de los términos de intercambio y del tipo de cambio real.

4.2.1 MÉXICO
Según la gráfica 4.1 la evolución del tipo de cambio real en México durante el periodo de
estudio no presenta signos preponderantes de estabilidad o comportamiento constante en todo
el plazo. Por el contrario registra una tendencia cíclica como la del PIB real o la del Ingreso
Nacional, ascendiendo o descendiendo. Algunos periodos de apreciación del tipo cambio real
casi coinciden con fases recesivas del ciclo económico mexicano, como en los ochenta. Las
depreciaciones se experimentan previamente con las fases expansionistas de los ciclos del PIB
y el Ingreso Nacional.
La gráfica 4.1 indica que el mayor descenso del tipo de cambio real ocurrió en 1982. La
gráfica también señala que éste mantuvo una tendencia descendente antes de la más fuerte y
prolongada contracción del PIB e Ingreso Nacional en el periodo.

Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

Por otro lado, el más alto nivel del tipo de cambio real se ubica dentro del periodo del primer
ciclo en su fase recesiva (1970-1988), descendiendo paulatinamente hasta incrementarse en la
fase de contracción (1994-1996). Muy probablemente influyó en esta situación la política

81
cambiara de principios de los años noventa. Según López (1998) en la fase expansionista del
ciclo 1989-1996 las autoridades económicas buscaban lograr la expansión con estabilidad,
devaluando el tipo de cambio nominal por debajo de la inflación, provocando que la caída del
tipo de cambio nominal diera origen a consecutivos déficit en la cuenta corriente (López,
1998: 69).
No se observa una relación totalmente definida entre el tipo de cambio real y el ciclo
económico en la gráfica 3.1, sin embargo ésta muestra que algunos periodos de recesión como
el ocurrido en los ochenta estuvieron acompañados por apreciaciones del tipo de cambio real,
es decir, se presentó una relación inversa entre las dos variables; y periodos de expansión
como el de finales de los setenta, que se relacionan con periodos de depreciación del tipo de
cambio real.
Examinemos ahora el desempeño conjunto del tipo de cambio real y los términos de
intercambio desde 1970 a 2005.
En la gráfica 4.2 se observa que en México el tipo de cambio real y los términos de
intercambio siguieron direcciones diferentes. La creciente mejoría registrada en los términos
de intercambio desde principios de la década de los setenta hasta 1982 se acompañó de una
relativa estabilidad del tipo de cambio real.
El deterioro registrado en los términos de intercambio desde 1983 hasta 1988, producto de la
fuerte caída del precio internacional del petróleo, se acompañó en algunos momentos cayendo
de forma paralela y en otros, respondiendo de forma inversa al comportamiento del tipo de
cambio real.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

82
La gráfica 4.2 también muestra que durante la expansión experimentada entre 1989 y 1994, el
tipo de cambio real descendía mientras los términos de intercambio mejoraban, siguiendo un
comportamiento inverso, el cual corresponde al comportamiento que teóricamente habíamos
referido en la sección 4.2. En el año más difícil de la crisis mexicana: 1995, los términos de
intercambio se deterioraron y el tipo de cambio real mantuvo un comportamiento casi
paralelo, sin embargo en los años posteriores a la crisis mientras el tipo de cambio real
aumentaba, los términos de intercambio se mantuvieron casi sin cambios. Sólo después del
año 2000 hasta 2005, las dos variables siguieron una tendencia similar y con relativa
estabilidad en su comportamiento.
La evidencia de la gráfica 4.2 no revela que el tipo de cambio real como los términos de
intercambio sigan una trayectoria conjunta. Estos resultados también se observan en el cuadro
4.1, donde el coeficiente de correlación entre las dos variables nos presenta un valor muy
bajo, lo cual significa prácticamente que no hay una dependencia lineal entre las dos
variables.

CUADRO 4.1
COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ENTRE TIPO DE CAMBIO REAL Y LOS
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO

México (1970-2005) -0,12560961

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

En suma, no encontramos evidencia empírica de un comportamiento constante del tipo de


cambio real de México, durante el periodo que abarca nuestra investigación. Tampoco hay
evidencia de dependencia lineal entre los términos de intercambio y el tipo de cambio real.

4.2.2. BRASIL
La evolución del tipo de cambio real de Brasil en el periodo que abarca nuestro análisis,
presenta una tendencia cíclica diversa, con cierta inestabilidad en el inicio del plazo; cambios
repentinos de gran magnitud entre 1988 y 1990, así como relativa volatilidad desde los años
noventa hasta culminar el periodo. Analicémoslo más detalladamente con sus posibles efectos
sobre el ciclo de crecimiento de Brasil en la gráfica 4.3.

83
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales.
El tipo de cambio real se calculó tomando como precios externos el índice de precios de Europa occidental que es el
principal destino de las exportaciones brasileñas.

La relativa estabilidad del tipo de cambio real experimentado entre 1970 y 1979 casi coincide
con la fase expansiva del primer ciclo, ascendiendo levemente, a medida que se reduce el
ritmo de crecimiento del PIB real y el Ingreso Nacional. Posteriormente como se observa en
la gráfica el tipo de cambio real inició un periodo de volatilidad. Su ritmo se aceleró un año
antes del momento en que la economía brasileña sufrió la fuerte recesión de 1981-1983.
Dicha volatilidad está relacionada a la experiencia hiperinflacionaria sufrida por Brasil.18
La trayectoria seguida por el tipo de cambio real fue muy semejante a la seguida por el PIB
real e Ingreso Nacional en la primera fase expansionista del segundo ciclo de la economía
brasileña. La tendencia se modificó drásticamente en la fase recesiva del ciclo,
experimentando un aumento considerable.
Estos hechos se registran después de la aplicación del Plan Cruzado aplicado en 1986 por el
gobierno de José Sarney (1985-1990), que al igual que el Plan Austral de Argentina se
propuso poner freno de un golpe el proceso inflacionario con medidas heterodoxas como la
adopción del reajuste automático de salarios siempre que la inflación ultrapasara el 20 %. Si
bien, en un principio, el Plan tuvo efecto inmediato en la contención de la inflación y el
aumento del poder adquisitivo de la población, para el siguiente año el Plan fracasó y Brasil

18
Según Barbosa (2001) desde los años ochenta hasta mediados de los noventa, el gobierno civil brasileño se
caracterizó por una actitud muy intervencionista sobre el Ingreso Nacional y el tipo de cambio real. Prueba de
ello fueron los planes de estabilización destinados a enfrentar la hiperinflación.

84
decretó la moratoria de pagos, que lo llevaron a sufrir fuertes ataques por parte de los
mercados financieros internacionales.
En la gráfica 4.3 se refleja la influencia de tales medidas en el comportamiento del tipo de
cambio real durante este breve periodo. El éxito inicial que obtuvo el Plan redujo la inflación,
afectando positivamente en al corto plazo el tipo de cambio real. Posteriormente, la inflación
se disparó ya que el referido Plan había fracasado y comenzó el ascenso del tipo de cambio
real.
El ascenso del tipo de cambio real durante la fase expansiva del tercer ciclo de la economía
brasileña (1992-1996) coincide con la aplicación del Plan Real durante el gobierno de Itamar
Franco (1992-1994). Sus resultados fueron más eficaces en la contención de la inflación en
comparación a los Planes creados en el gobierno de Sarney. En los primeros dos años de esta
fase, el tipo de cambio real se incrementó, probablemente por la fuerte reducción del ritmo de
crecimiento del índice de precios al consumidor lograda por el Plan Real y la devaluación de
la moneda. Sin embargo, en los siguientes cuatro años comenzó a descender, debido a una
relativa estabilidad en el tipo de cambio nominal, así como continuación del descenso de los
precios y los aumentos proporcionalmente mayores del índice de precios al consumidor de los
países con quienes más comerciaba Brasil.
Este fenómeno estaría indicando una sobrevaluación del Real, respecto al dólar
estadounidense, afectando muy probablemente el crecimiento de las exportaciones, que está
asociado a una declinación de la actividad económica, que dio inicio a la fase recesiva del
tercer ciclo de la economía brasileña (1997-2003). A la mitad de la crisis el tipo de cambio
creció de forma considerable como consecuencia de la depreciación del Real, que pasó de
1,19 Reales por dólar en 1998 a 2,92 en 2002.
En 2004, el tipo de cambio real continúa con un descenso en la etapa de expansión que
corresponde a un nuevo ciclo de la economía brasileña. El nuevo, gobierno de izquierda
dirigido por el presidente Da Silva, logró generar un tipo de cambio real que llevó a la
economía brasileña crecer a un ritmo de 4, 9 % en 2004 en un contexto de baja inflación. En
la gráfica 4.3 es notable que con el restablecimiento de un cierto equilibrio del tipo de cambio
real, la economía brasileña se recupero de la fuerte crisis sufrida a finales de los noventa y
primeros años del 2000.
Como en los casos de los otros países examinemos ahora la relación de los términos de
intercambio con el tipo de cambio real experimentados por la economía brasileña. La
tendencia general del comportamiento de las dos variables se observa en la gráfica 4.4.

85
Analizando esta gráfica observamos que no existe la presencia de una trayectoria paralela
entre el tipo de cambio real y los términos de intercambio a lo largo del periodo.
En la segunda etapa de la década de los setenta los términos de intercambio sufrieron un
fuerte deterioro, que se profundizó en la crisis de inicios de los ochenta, en contraste a este
comportamiento el tipo de cambio real fue aumentando paulatinamente e incrementando su
ascenso a finales de los setenta. Conforme avanzó la crisis el tipo de cambio real continuó
incrementándose mientras que los términos de intercambio comenzaron cierto ascenso. En el
breve periodo de expansión que Brasil tuvo a mediados de los ochenta, los términos de
intercambio mejoraron levemente, mientras que el tipo de cambio real mantuvo una cierta
caída.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales.
El tipo de cambio real se calculó tomando como precios externos el índice de precios de Europa occidental, que es el
principal destino de las exportaciones brasileñas.

Cuando el tipo de cambio real experimentó entre 1988 y 1989 una brusca depreciación, los
términos de intercambio se comportaron casi de la misma forma. Tal evidencia parece revelar
que las trayectorias tanto de una u otra variable no se mueven siempre en la misma dirección.
Ambas variables anteriormente siguieron una dirección opuesta y sólo durante un pequeño
periodo siguieron un mismo sentido.
En el periodo de expansión del tercer ciclo de la economía brasileña que comienza en 1992, el
tipo de cambio real se incrementó en los primeros años, mientras los términos de intercambio
mantuvieron una leve mejoría. Posteriormente, los términos de intercambio incrementaron sus

86
ganancias y retrocedió el tipo de cambio real, dando un giro espectacular al iniciar la crisis
con un considerable incremento.
Lo anterior, nos advierte anticipadamente que no existe una dependencia lineal entre ambas
variables, que podemos constatar en el cuadro 4.2, donde se presenta un valor muy bajo del
coeficiente de correlación del tipo de cambio real y los términos de intercambio.
CUADRO 4.2
COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ENTRE TIPO DE CAMBIO REAL Y LOS
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO

Brasil (1970-2005) -0,27206289

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

El caso de Brasil también sugiere que en la práctica tipo de cambio real y términos de
intercambio se desempeñan de forma diferente.

4.2.3 ARGENTINA
El comportamiento del tipo de cambio real en el caso de Argentina, observado en la gráfica
4.5, también registra, como en el caso de México, momentos donde las apreciaciones del tipo
de cambio real coinciden con futuras fases depresivas de los ciclos económicos y viceversa:
expansiones del ciclo son precedidas por depreciaciones en el tipo de cambio real. Lo anterior
nos permite intuir que el tipo de cambio real no presenta un desempeño estable a lo largo del
periodo y que podría tener una relación inversa con el comportamiento futuro del ciclo.
Durante la época del gobierno de Isabel Martínez (1974-1976), donde ocurre una breve fase
de expansión correspondiente al estimado a partir del filtro Hodrick Prescott, predominó una
tendencia al ascenso del tipo de cambio real; no obstante, presentó cierta volatilidad, que
parece explicarse por ocurrir dentro de un periodo de inestabilidad económica, con un
incontrolable crecimiento de la deuda pública externa.
Dentro del periodo de la administración de Martínez de Perón, la economía argentina sufrió
una violenta devaluación del tipo de cambio nominal y una inflación galopante.
Las medidas de estabilización aplicadas por el ministro de economía Martínez Hoz del
gobierno militar que ocupó el ejecutivo en 1976, como fueron la apertura de los mercados, el
crecimiento desmesurado de la deuda externa y la sobrevaluación de la moneda, así como la
presencia de un mercado negro de dólares, cuyas cotizaciones aumentaron la inflación y la
posición de la política macroeconómica (Dornbusch, 1989: 202) no tuvieron efectos que
contrarrestaran la fase recesiva que presentó el primer ciclo.

87
Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

La disminución del tipo de cambio real y su posterior estabilidad coincide con la fase
expansionista del segundo ciclo de crecimiento de la economía argentina. En la gráfica 4.5 es
notable este comportamiento. Recordemos que una de las medidas que aplicó el gobierno en
turno, fue la aplicación en 1991 de la Ley de Convertibilidad, que restringía la emisión de
billetes del Banco Central de la República a sus reservas en dólar estadounidense,
produciendo una paridad cambiaria de un dólar por un peso convertible, sin embargo aunque
el tipo de cambio nominal se mantuvo sin cambios hasta antes de la recesión, el tipo de
cambio real comenzó a apreciarse desde mediados de la década de los noventa, perdiendo su
estabilidad inicial y la seguridad de que era correcto el sistema de convertibilidad uno a uno.
Según la gráfica 4.5, el ascenso relativamente bajo del tipo de cambio real se prolongó hasta
una parte significativa de la fase recesiva del segundo ciclo de la economía argentina (1999-
2002). En medio de dicha fase, el tipo de cambio real sufrió una fuerte apreciación, por cierto
la más alta de todo el periodo de estudio.
Posteriormente, comenzó un alto crecimiento del PIB e Ingreso, que inauguró la fase
expansiva de un nuevo ciclo de la economía argentina, que coincide con un descenso del tipo
de cambio real, situación que pudo tener repercusiones en el ritmo de crecimiento de la
economía argentina, que lograría socavar la recuperación que tuvo, a pesar de la desastrosa
crisis de finales de los noventa y principios del 2000.

88
Analicemos ahora el desempeño conjunto del tipo de cambio real y los términos de
intercambio de Argentina, observando la gráfica 4.6, donde es evidente que no predomina una
trayectoria conjunta entre ambas variables, así como tampoco siguen un comportamiento
constante en el tiempo.

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

El único periodo cuando es semejante su tendencia es en el inicio de la fase recesiva del


primer ciclo, donde estas variables retrocedieron significativamente desde la fuerte
devaluación de 1975 hasta 1980.
En l981, cuando descendió en alto grado el crecimiento dentro de la fase depresiva de 1975-
1988 comenzaron nuevamente a disminuir los términos de intercambio y el tipo de cambio
real también. En la última etapa de la fase recesiva, específicamente en 1985 cuando se aplicó
el Plan de Austral, los términos de intercambio se deterioraron mientras que ascendía el tipo
de cambio real. Este fenómeno se repitió a finales de la década de los ochenta donde el tipo de
cambio real varió de forma inversa a los términos de intercambio
En la década de los noventa los términos de intercambio mejoraron y el tipo de cambio real
comenzó a descender y a ubicarse en un nivel concordante con la Ley de Convertibilidad.
Posteriormente en la segunda parte de los noventa el tipo de cambio real comenzó a
incrementarse mientras los términos de intercambio se estaban deteriorando.
Sólo hasta los últimos años del periodo términos de intercambio y tipo de cambio real
siguieron una trayectoria paralela.

89
En realidad, el análisis anterior nos indica que en forma predominante no se mantuvo una
dependencia entre el tipo de cambio real y los términos de intercambio. Para confirmar esta
hipótesis, el cuadro 4.3 del coeficiente de correlación entre las dos variables muestra un nivel
sumamente bajo, demostrando la casi inexistencia de dependencia lineal entre ambas
variables.
CUADRO 4.3
COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ENTRE TIPO DE CAMBIO REAL Y LOS
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO

Argentina (1970-2005) 0,18851137

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos. FMI, Estadísticas Financieras Internacionales

En suma, la evidencia presentada demuestra que tipo de cambio real y términos constantes no
fueron constantes en los tres casos. La única excepción hasta cierto punto fue Brasil en sus
términos de intercambio. Tampoco hay correlación entre las dos variables, lo que indica que
se mueven en trayectorias distintas y por tanto son variables diferentes.

4.3. EL PESO DE LA INVERSIÓN, EXPORTACIONES, IMPORTACIONES Y


SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL EN LAS FASES DE LOS CICLOS
ECONÓMICOS DE LOS TRES PAÍSES.

4.3.1. MÉXICO
El comportamiento de la inversión, las exportaciones, las importaciones y el saldo de la
balanza comercial no fueron los mismos durante los ciclos del PIB e Ingreso Nacional
estimados por el filtro HP, referidos en la sección 3.3.1. En algunas fases, el impulso o el
retroceso probablemente provino de la inversión, en otras de las exportaciones, del consumo,
de los flujos externos de capital, de los movimientos del tipo de cambio, de los términos de
intercambio o de la combinación de algunos de esos factores.
Un primer examen de los cuadros 4.4 y 4.5, así como de la gráfica 4.7 sugiere que desde 1970
hasta 2005, los efectos del sector externo han influido de manera creciente en los ciclos de la
economía mexicana. En la primera fase del ciclo 1970-1988, la expansión del Ingreso
Nacional de 7.6 % y de 6.7% del PIB, si bien se produjo primordialmente por un acelerado
crecimiento de la inversión y una presencia creciente de ésta, tanto el PIB como el Ingreso
Nacional también fueron impulsados por el dinamismo exportador creado por el auge de la
actividad petrolera desde mediados de la década.

90
CUADRO 4.4*
MÉXICO: CRECIMIENTO PROMEDIO DE LA INVERSIÓN, LAS EXPORTACIONES
Y LAS IMPORTACIONES A PRECIOS CONSTANTES DE 2000
(1970-2005)
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES

1970-1981 10.1 11.1 12


(Expansión)
1982-1988 -5.2 8.3 0.6
(Crisis)

1989-1993 7.7 3.2 14.18


(Expansión)

1994-1996 -1.4 23.26 2.07


(Crisis)

1997-2000 12.5 9.8 3.02


(Expansión)

2001-2003 -1.9 -0.19 6,8


(Desaceleración)

2004-2005 -6,4 7,6 9,07

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT
* Las exportaciones e importaciones excluyen todos los bienes producidos e importados por la industria maquiladora

Otras variables de la demanda interna como el consumo, se sumaron a los factores que
influyeron en esta etapa del ciclo. Los efectos multiplicadores de la bonanza petrolera a otras
ramas de la actividad económica que dependen de las importaciones y el consumo de bienes
importados por las clases medias generaron un crecimiento de importaciones mayor que las
exportaciones. Los cuadros 4.4 y 4.5 revelan un fenómeno que se repite en forma reiterada en
el caso de México durante las fases de auge como la que estamos analizando. Las
exportaciones crecen con más dinamismo que las importaciones, al mismo tiempo que el
coeficiente del PIB y del Ingreso de las exportaciones aumenta en menor proporción que el de
las importaciones. La consecuencia de esa forma de crecimiento es un coeficiente negativo de
la balanza comercial respecto al PIB, que desde el fin de la aplicación del modelo de
sustitución de importaciones en México ha presionado sobre el nivel de actividad.
La crisis sufrida por el PIB e Ingreso Nacional de 1982 a 1988 coincide con un retroceso de
la inversión. Al inicio de la crisis la CEPAL diagnosticó que la caída de la producción en
1982 fue consecuencia de la disminución en la demanda interna, en especial de la formación
de capital. (CEPAL, 1982: 441).
Estos descensos en la demanda interna fueron atribuidos por algunos expertos, tanto al choque
externo de 1982, cuando los acreedores externos internacionales negaron préstamos en
general a los países del Tercer Mundo y en particular a México, como al de 1986 cuando los
precios mundiales del petróleo cayeron en más de 50 %, disminuyendo el valor de las
exportaciones petroleras de 14 700 a 6 200 miles de millones de dólares (López, 1998: 24).

91
Según el autor recientemente referido, estos argumentos no son completos, ya que aceptando
que los choques externos hubieran sido muy fuertes en su magnitud, no necesariamente
podrían haberse traducido en una caída del PIB o en una situación de estancamiento
prolongado. Su análisis se dirige a que las causas del estancamiento de la economía y de la
caída del producto por habitante se debieron en gran medida a que parte de las capacidades
materiales y humanas de producción, así como de las divisas se desaprovecharon (López,
1998: 28).
Durante la crisis la inversión disminuyó su crecimiento en 5%, redujo su coeficiente del PIB
e Ingreso en los primeros años y posteriormente se mantuvo estancada. Las exportaciones por
el contrario mantuvieron un crecimiento superior al 7% promedio anual y duplicaron su
participación dentro del PIB e Ingreso Nacional.
Adicionalmente, se duplicó la participación de las exportaciones en las dos variables
macroeconómicas. Esto se debió en gran parte a los ajustes en el tipo de cambio en el inicio
de la apertura y al descenso de la inversión que ocasionó una insuficiente absorción interna.
Las importaciones prácticamente no crecieron y se mantuvo un saldo favorable en la balanza
comercial como proporción del PIB (véanse los cuadros 4.4, 4.5 y la gráfica 4.7). En esta fase
el Ingreso Nacional descendió por debajo del PIB, seguramente por el deterioro de 7% sufrido
en los términos de intercambio.
GRÁFICA 4.7
EXPORTACIONES E INVERSIÓN DE MÉXICO COMO PROPORCIÓN DEL PIB
E INGRESO NACIONAL (IN)
30

25

20

15

10

0
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005

I/PIB X/PIB I/IN X/IN

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

92
De 1989 a 1994 la expansión promedio del PIB e Ingreso que fue del 3.7 por ciento y del 4.1
por ciento respectivamente coincidió con un crecimiento promedio de la inversión más alto
que el de las exportaciones, así como su coeficiente dentro del PIB e Ingreso se colocó por
arriba de las exportaciones (ver cuadros 4.4 y 4.5).
El año de1990 fue el de mayor crecimiento de esta fase, según la CEPAL, este fenómeno se
originó por el incremento de la inversión y del consumo privado. El ritmo de actividad
alcanzó casi todos los sectores como la construcción, la industria y los servicios (CEPAL,
1990: 342)
La disminución del déficit fiscal por la privatización de empresas paraestatales y la
consecuente reducción de la inflación, bajaron las tasas de interés y mejoró el clima para la
inversión.
Adicionalmente, los cuantiosos flujos de capital que entraron al país y los atractivos
rendimientos de los bonos gubernamentales financiaron el fuerte déficit comercial, que en ese
periodo significó el 3.3 por ciento del PIB y el 3.5 del Ingreso Nacional.
CUADRO 4.5
MÉXICO: PROPORCIÓN DEL PIB Y EL INGRESO NACIONAL DE LA INVERSIÓN,
EXPORTACIONES, IMPORTACIONES Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL
(1970-2005)
SALDO DE LA BALANZA
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES COMERCIAL

I/PIB I/YN X/PIB X/YN M/PIB M/Y (X-M)/PIB (X-M)/Y


1970-1981 19.4 21.2 3.1 3.3 6.0 6.1 -2.9 -3.2
(Expansión)

1982-1988 16.5 17.1 6.4 6.0 4.9 4.6 1.5 1.5


(Crisis)

1989-1993 18.3 19.0 7.2 7.4 10.8 9.9 -3.6 -3.8


(Expansión)

1994-1996 17.2 17.8 10.7 11.1 11.6 12.0 -1.0 -1,0


(Crisis)

1997-2000 20.1 20.6 14.0 14.4 15.4 14.1 -1.4 -1.4


(Expansión)

2001-2003 19.9 20.1 14.8 14.9 18.8 17.9 -4.1 -4.1


(Desaceleración)

2002-2005 18,0 17.7 15.6 15.3 20.6 18.6 -5,0 -4,9


(Recuperación)

Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

En efecto, no cambió la forma en que se vinieron desarrollando el PIB y el Ingreso en


periodos de auge. Su recuperación se dio en medio de un marco cuyo centro impulsor fue la
inversión, sin embargo en su sector externo, la proporción de las importaciones respecto al
PIB e Ingreso registró coeficientes mayores a los coeficientes las exportaciones sobre el PIB y

93
el Ingreso. Adicionalmente, el ritmo de las importaciones alcanzó un nivel muy superior al de
las exportaciones (véanse los cuadros 4.4 y 4.5).
Es generalmente aceptado que los factores anteriores influyeron en el desencadenamiento de
una de las más desastrosas crisis económicas de la historia moderna de México. No obstante,
el gobierno federal achacó a la falta de ahorro interno ser la causa principal de la crisis.
Por otra parte, el Ingreso Nacional descendió a un nivel comparable a la crisis de los ochenta,
en un porcentaje por debajo del PIB. Este hecho se asocia al vuelco que dieron las entradas de
los flujos externos de capital recibidos durante la expansión anterior y al deterioro sufrido en
los términos de intercambio.
La inversión bajó a un nivel deplorable, según nuestros cálculos el retroceso fue de 29 %. Así
mismo se colocó en peor situación en su participación dentro del PIB e Ingreso Nacional.
Mientras tanto las exportaciones siguieron una dirección opuesta a la trayectoria depresiva del
ciclo. En muy poco tiempo casi duplicaron su coeficiente del PIB del Ingreso Nacional (ver
gráfica 4.7 y cuadro 4.5). Su crecimiento no se desaceleró como se puede apreciar en el
cuadro 4.4, por el contrario fue más rápido. Algunos analistas consideran que el
comportamiento de las exportaciones contrarrestó un descenso más pronunciado de la
producción y el ingreso en 1995.
El periodo de auge del Ingreso Nacional y el PIB que inicia en 1996 y culmina en 2000 fue
impulsado por las exportaciones y los altos precios internacionales del petróleo, influidos por
la expansión de la economía norteamericana.
Con la excepción de 1999, en el resto del período el PIB aumentó más de 5 %. El año 2000
fue el momento de crecimiento del PIB (6.9%) y del Ingreso Nacional (6.6%) más alto, el
que no se había registrado en casi dos décadas.
Como indica la gráfica 4.7, el coeficiente de inversión también comenzó a repuntar hasta
alcanzar un promedio semejante a los observados en la década de los setenta. Como indicó el
cuadro 4.5, se registró un crecimiento del 13.4%, estimulando así la demanda agregada a
pesar de una política monetaria restrictiva, influyendo de esta forma en el desempeño del
Ingreso y PIB.

4.3.2. BRASIL
Al igual que en el caso de México consideraremos las estimaciones de los ciclos de la
economía brasileña elaboradas con el filtro Hodrick Prescott. De este modo ligaremos el
análisis de los factores que impulsaron el crecimiento con los ciclos estimados por dicho
filtro.

94
En la fuerte expansión que inicia en 1970 y termina en 1980, los datos de los cuadros 4.6 y
4.7 dan cuenta del peso que tuvo la inversión, teniendo un ritmo de crecimiento promedio
anual de alrededor de 10% y una participación en el PIB e Ingreso Nacional de 26 .7% y
25.6%.
Aunque la formación de capital podría haber sido el motor principal de crecimiento, las
exportaciones fueron el otro factor que impulsó al PIB e Ingreso, creciendo a un ritmo
semejante a la inversión, pero con una presencia menor en el PIB y en el Ingreso Nacional
(véanse cuadros 4.6 y 4.7). En este periodo sobresale el desequilibrio entre el coeficiente de
las importaciones y de las exportaciones que pese a las cifras favorables del desempeño de las
exportaciones produjo el déficit registrado en el cuadro 4.8.
En 1973, la CEPAL indicaba que el impulso de las exportaciones era una de las características
más sobresalientes del sector externo y de la economía de Brasil. En ese año, el balance
comercial fue positivo, sin embargo el déficit en cuenta corriente aumentó 1592 millones de
dólares a consecuencia de los saldos negativos de los servicios y los pagos netos de utilidades
e intereses extranjeros, así mismo incidió en el sector externo el buen resultado de los
términos de intercambio (CEPAL, 1973: 149)
CUADRO 4.6
BRASIL: CRECIMIENTO PROMEDIO DE LA INVERSIÓN, LAS EXPORTACIONES
Y LAS IMPORTACIONES A PRECIOS CONSTANTES DE 2000
(1970-2005)
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES

1970-1980 10.4 10.2 9.9


(expansión)

1981-1983 -11.4 8.5 -10.0


(crisis)

1984-1988 6.1 8.8 8.9


(expansión)

1989-1991 3.9 6.9 8.0


(crisis)

1992-1996 4.5 5.0 29.4


(expansión)

1997-2003 -0.3 10.1 0.28


(crisis)

2004-2005 -2.3 14.0 13.4


(expansión)

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

La crisis de 1981-1983 coincidió con el fuerte descenso de la inversión, no sólo en su ritmo,


sino también en su presencia en el PIB y el Ingreso. Las apreciaciones cambiarias
disminuyeron el ritmo de las importaciones, incrementando las exportaciones reales y de
forma poco significativa la proporción de éstas en el PIB y el Ingreso.

95
Durante la expansión de 1984 a 1988 el dinamismo de las exportaciones se mantuvo y su
proporción respecto al PIB e Ingreso disminuyó en comparación a la fase recesiva anterior,
(véase la gráfica 4.8).
Muy probablemente, el impulso de esta breve expansión provino de la inversión, pues a
diferencia de lo sucedido a principios y finales de los ochenta con varios países de América
Latina, como fue el caso de México, Brasil no aplicó medidas de ajuste que liberalizaran el
comercio o incentivaran las exportaciones (Ferreira y Litchfield, 1997: 297).
El cuadro 4.7 registra de 1984 a 1989 un aumento importante en la tasa de crecimiento
promedio anual de las exportaciones y la inversión y adicionalmente el coeficiente de las
exportaciones continuó su proceso de ascenso en su presencia en el PIB (véase la gráfica 4.8 y
el cuadro 4.7).
En consonancia con el desempeño que alcanzaron las importaciones, llegando a un ritmo casi
igual que las exportaciones, la presencia de las compras al exterior en esta fase, mantuvo su
proporción respecto al PIB y al Ingreso en niveles cercanos a los de la crisis de 1981-1983. En
consecuencia, la fase de expansión se combinó con un superávit en la balanza comercial de
más de 2% como proporción del PIB y el Ingreso Nacional (véase el cuadro 4.7).
CUADRO 4.7
BRASIL: PROPORCIÓN DEL PIB Y EL INGRESO NACIONAL DE LA INVERSIÓN,
EXPORTACIONES, IMPORTACIONES Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL
(1970-2005)
SALDO DE LA BALANZA
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES COMERCIAL

I/PIB I/YN X/PIB X/YIN M/PIB M/Y (X-M)/PIB (X-M)/Y


1970-1980 26.7 25.6 3.6 3.6 5.4 4.9 -1.5 -1.5

(expansión)
1981-1983 22.9 24.3 5.5 5.9 2.7 3.1 2.9 3.1

(crisis)
1984-1988 21.1 22.6 4.9 5.3 2.4 2.4 2.5 2.7

(expansión)
1989-1991 19.6 20.8 6.7 7.1 3.3 3.2 3.4 3.6

(crisis)
1992-1996 19.0 19.4 7.7 7.9 8.2 6.6 -0.4 -0.4

(expansión)
1997-2003 19.3 19.8 8.9 9.2 9.0 9.3 -0.03 -0.03

(crisis)
2004-2005 16.5 16.9 14.2 14.6 10.1 9.1 4.1 4.2

(expansión)

Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

96
En la crisis de 1989-1991 influyó la disminución del consumo por las consecuencias del
proceso de hiperinflación que redujo los salarios reales. La inversión también afectó,
retrocediendo en su crecimiento promedio anual y en su coeficiente del ingreso y el PIB real.
En 1990 la CEPAL señaló que la caída del crecimiento se debió en buena medida a la
disminución del consumo por la reducción del salario real y el fuerte Plan de estabilización
junto con la caída de la inversión (CEPAL, 1990: 84).
A pesar de las reformas de liberalización comercial y privatización de empresas públicas
emprendidas por el gobierno de Collor y de los graves efectos de la crisis sobre la economía
brasileña, no se debilitaron los controles sobre el comercio exterior y sobre el sector
financiero (Thorp, 255: 1998), por lo que Brasil se coloca en una situación más lejos de las
medidas propuestas por el Consenso de Washington para hacer frente a la inflación y a la falta
de estímulos al crecimiento, aún a pesar de la crisis.

GRÁFICA 4.8
EXPORTACIONES E INVERSIÓN DE BRASIL COMO PROPORCIÓN DEL PIB
E INGRESO NACIONAL (IN)
35

30

25

20

15

10

0
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005

I/PIB X/PIB I/IN X/IN

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000

La expansión de 1993-1997 estuvo marcada como ya lo hemos examinado, por la puesta en


marcha del Plan Real, produciendo un escenario positivo de estabilidad de precios y de
aumento del consumo por el incremento de los Ingresos reales. Las expectativas positivas de
inversión contribuyeron en cierta forma con el ascenso de las exportaciones a la expansión.
Ambas crecieron a un ritmo moderado tanto en su tasa de expansión como en su presencia en
el PIB y en el Ingreso Nacional. En realidad las medidas de estabilización impulsaron más el
consumo que la inversión, ya que entre 1993 y 1996, el consumo privado representó el 72 %

97
del aumento de la demanda agregada, mientras que a la formación de capital le correspondió
sólo 22 % (Baumann, 2001: 166).
Como indican los cuadros 4.6 y 4.7, las importaciones crecieron de forma explosiva y su
coeficiente del PIB por primera vez en diez años registró porcentajes mayores al de las
exportaciones. Esta situación es consecuencia de que el gobierno dejó que se apreciara
considerablemente el tipo de cambio real a partir de 1997 (véanse las gráficas 4.3 y 4.4). Tal
hecho produjo, como se presenta en el cuadro 4.8 un déficit de 0.3% como proporción del PIB
y el Ingreso Nacional.
En definitiva, la expansión de PIB e Ingreso Nacional se logró en buena medida por el
aumento de excedentes tanto de consumidores y productores, mediante el acceso a los bienes
importados (Baumann, 2001, 169). Detrás de estos factores está la sobrevaluación del tipo de
cambio nominal respecto al tipo de cambio real.
En la crisis brasileña de 1998-1999 pesó el ajuste al tipo de cambio, la pérdida en los
términos de intercambio que hizo caer el Ingreso Nacional por debajo del PIB y el retroceso
de la inversión provocado por el ajuste. La CEPAL señala en el año más severo de la crisis,
que en 1999 la política cambiaria de ajuste gradual se hizo insostenible, con lo cual el real
sufrió una fuerte devaluación (CEPAL, 1998-1999: 161).
Sobre las causas de la crisis la CEPAL sostiene que la fragilidad que mostraba la economía
brasileña desde fines de 1997 desembocó en una crisis a comienzos de 1999. La situación de
la balanza de pagos, ya muy vulnerable ante impactos externos adversos a causa del elevado
déficit fiscal y la sobrevaluación cambiaria, se complicó aún más con la caída de la relación
del intercambio y la brusca reducción de los flujos de capital con destino a las economías
emergentes (CEPAL, 1999-2000: 161).
En el 2000, el Ingreso Nacional y el PIB real volvieron a entrar en una fase de recuperación
hasta el 2005. El elemento impulsor lo constituyen las exportaciones, quienes crecieron de
forma considerable y aumentaron, como lo han venido haciendo, su presencia en el PIB y en
el Ingreso Nacional, mientras que la inversión decreció y perdió en su coeficiente en el PIB e
Ingreso Nacional en comparación al periodo crítico anterior.

4.3.3. ARGENTINA
En el caso de este país, la expansión de 1970-1974 de las dos variables provino
fundamentalmente de la inversión cuyo coeficiente fue del 32.5 % del PIB y del 25% del
Ingreso, así como de los términos de intercambio (véanse los cuadros 4.8 y 4.9). El
desempeño general de las exportaciones fue menor en el PIB con un coeficiente de 2.6 % y de

98
2% en el Ingreso y un crecimiento bajo. Según nuestro cálculos 1974 fue el año de mayor de
crecimiento con un porcentaje de 6.4% del PIB y 5.5% del Ingreso Nacional.
Para la CEPAL eso se logró gracias a que a mediados de 1973 el gobierno impulsó el
dinamismo de la economía mediante un significativo aumento de la demanda, sustentado en
un alza general de los salarios (acompañada de controles de precios que comenzaban a operar
después de un período en que los márgenes de beneficio se consideraban relativamente altos),
así como el impulso a la exportación de manufacturas, la acción estatal en la construcción de
viviendas y políticas fiscal monetaria y crediticia expansivas.
También influyó el buen año agrícola, con excelentes cosechas de frutas y hortalizas de
cultivos industriales y de algunos cereales, al mismo tiempo que las existencias de vacuno
alcanzaron niveles sin precedentes. El sector industrial respondió a la mayor demanda
aprovechando la mejor la capacidad existente, pese a dificultades en el abastecimiento de
insumos (CEPAL, 1974: 208).

CUADRO 4.8
ARGENTINA: CRECIMIENTO PROMEDIO DE LA INVERSIÓN, LAS EXPORTACIONES
Y LAS IMPORTACIONES A PRECIOS CONSTANTES DE 2000
(1970-2005)
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES

1970-1974 2.5 0.5 4.2


(expansión)
1975-1988 -2.6 7.3 7.4
(crisis)

1989-98 6.6 11.1 26.0


(expansión)

1999-2002 -15.3 1.7 -21.6


(crisis)

2003-2005 27.4 13.8 42.9


(expansión)

Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

En ese periodo de auge las importaciones rebasan a las exportaciones tanto en su velocidad
como en su participación en el PIB y en el Ingreso. Como resultado de ese hecho se presentó
en ese periodo un déficit de 0.3% como proporción del PIB y 0.2% del ingreso.
La larga recesión que estima el filtro Hodrick-Prescott de 1975 a 1988 está ligada en primer
lugar a la caída de la inversión que como indican los cuadros 4.8 y 4.9 decreció tanto en su
ritmo de crecimiento, como en su coeficiente del PIB y el Ingreso.
La gráfica 4.9, muestra que el descenso de la inversión en su participación en el PIB y el
Ingreso venía originándose desde 1974. Aunque tuvo una breve recuperación entre 1976 y

99
1977, en los siguientes años de todo el periodo recesivo (1975-1988), mantuvo un constante
y considerable descenso.
La suspensión de importaciones de carne por el Mercado Común Europeo provocó que en
1975 las exportaciones registraran un descenso en su participación en el PIB, sin embargo la
violenta devaluación de la moneda argentina aplicada en ese mismo año por el entonces
ministro de Economía, del gobierno de María Estela Martínez estimuló las exportaciones. En
efecto, en el segundo año de la crisis se aceleró su crecimiento y su participación dentro del
PIB y del Ingreso Nacional (véase la gráfica 4.9).

GRÁFICA 4.9
EXPORTACIONES E INVERSIÓN DE ARGENTINA COMO PROPORCIÓN DEL
PIB E INGRESO NACIONAL (IN)
40

35

30

25

20

15

10

0
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
I/PIB X/PIB I/IN X/IN

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT


Nota: Tanto PIB e Ingreso como los Términos de Intercambio se calcularon tomando como base el año 2000

La caída de la inversión en este periodo recesivo esta ligada en sus inicios al tipo de estrategia
económica que se implementó con el golpe de Estado de 1976, ya que afectó gravemente a la
planta industrial desarrollada en el periodo 1930-1975. Entre 1975 y 1979 el PIB
manufacturero representaba el 36.2 % del PIB a costo de factores, mientras que entre 1980 y
1984 se redujo a 32.4 % (Kats y Kosakoff, 2003: 394). El retroceso de la producción
industrial fue tan fuerte que hasta muchas filiales de empresas extranjeras tuvieron que
retirarse, disminuyendo la participación de las empresas extranjeras de 32 % en 1974 a 26 %
en 1984 (Ferrer, 2001: 84).
A lo largo de este periodo de contracción, la reducción de las importaciones y la pérdida de
rentabilidad, también tuvieron un efecto particularmente nocivo sobre la inversión privada
(Bulmer, 1994: 461).

100
Además de los severos daños a la industria manufacturera argentina, como ya se ha expuesto,
durante este periodo recesivo hubo una fuerte caída de los términos de intercambio.
No obstante las tendencias anteriores, las exportaciones aumentaron su participación en el
PIB e Ingreso Nacional, en comparación al primer periodo de expansión. Las importaciones
mantuvieron los coeficientes de los periodos anteriores y el saldo de la balanza comercial se
vio favorecido con un importante superávit que promedió 2.4 % como proporción del PIB y
del Ingreso Nacional.
La CEPAL advierte sobre este fenómeno en la economía argentina cuando en 1989 dice que a
lo largo de la década, la inversión ha diminuido persistentemente, mientras que, con algunos
altibajos, las exportaciones fueron el componente del gasto que registró un crecimiento. Así
en 1989, la participación de las exportaciones en el producto interno bruto más que duplicó la
de la formación de capital, contrastando con la de 1980 en que la relación había sido inversa.
Aunque las ventas al exterior y la inversión suelen moverse en sentido opuesto en el ciclo,
este comportamiento en un periodo bastante largo es revelador de las características que ha
tenido el proceso de ajuste en la Argentina; la generación de excedentes en el comercio ha
tenido como contrapartida una reducción en el ritmo de acumulación (CEPAL, 1989: 183-
184).
CUADRO 4.9
ARGENTINA: PROPORCIÓN DEL PIB Y EL INGRESO NACIONAL DE LA INVERSIÓN,
EXPORTACIONES, IMPORTACIONES Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL
(1970-2005)
SALDO DE LA BALANZA
INVERSIÓN EXPORTACIONES IMPORTACIONES COMERCIAL

I/PIB I/YN X/PIB X/YN M/PIB M/Y (X-M)/PIB (X-M)/Y


1970-1974 32.5 25.0 2.6 2 2.8 2.2 -0.3 -0.2
(expansión)

1975-1988 24.3 21.3 3.9 3.6 2.4 2.2 1.5 1.4


(crisis)

1989-1998 16.2 16.4 6.6 6.7 5.7 5.8 0.9 0.9


(expansión)

1999-2002 15.6 17.1 9.9 10.3 6.9 7.2 3.0 3.1


(crisis)

2003-2005 16.6 17.1 11.1 11.9 6.9 7.1 4.2 4.8


(expansión)

Fuente: CEPAL, Anuarios estadísticos, Series regionales y oficiales de cuentas nacionales y CEPALSTAT

En la fase expansiva del segundo ciclo que va de 1989 a 1998, la inversión, a pesar de haber
crecido a una tasa promedio del 6 % en promedio siguió perdiendo presencia en el PIB y el
Ingreso Nacional. Mientras que las exportaciones y las importaciones aumentaron su peso,
duplicando su participación en el PIB y en el Ingreso Nacional en comparación a las fases

101
previas del ciclo anterior. Adicionalmente, el contexto expansionista se vio favorecido por un
movimiento positivo en los términos de intercambio.
Si tomamos como referencia el periodo de 1975 a 1988 las importaciones duplicaron su
presencia en el PIB e Ingreso Nacional entre 1989 y 1998. Además se elevó
considerablemente su crecimiento de 7,5 % entre 1975 y 1988 a 36% promedio anual entre
1989 y 1998. Esto provocó que el superávit comercial logrado en el anterior periodo
depresivo se redujera de manera sustantiva (véase el cuadro 4.9).
El periodo recesivo de 1999 a 2002 se asocia a la disminución del consumo, debido al
retroceso de las importaciones, contracción de las inversiones tanto en su presencia en el PIB
como en su ritmo de crecimiento y la desaceleración de las exportaciones que no redujeron su
coeficiente en el PIB e Ingreso como sucedió con la inversión.
La reciente expansión que comenzó en 2003 ha estado asociada al impulso a las
exportaciones, la reanimación de la inversión y la significativa mejoría de los términos de
intercambio (véanse los cuadros 4.8 y 4.9 y la gráfica 4.8).

4.4. RELACIÓN PIB E INGRESO NACIONAL CON EL SALDO DE LA BALANZA


COMERCIAL

4.4.1 MÉXICO
Las gráficas 4.10 y 4.11 presentan la relación entre el crecimiento promedio anual del PIB e
Ingreso Nacional con el saldo promedio de la balanza comercial de México. En cada uno de
los puntos se indica el estado de dicha relación durante los periodos de auge o crisis
modelados a partir del filtro Hodrick-Prescott.
Una visión general de dichas gráficas nos ofrece una representación de un país que en las
fases de expansión de su economía requiere de un déficit comercial considerable. Cuando las
fases de expansión no pueden sostener el déficit y aparecen además otros signos negativos
como un tipo de cambio real muy apreciado o una caída en los términos de intercambio, la
relación se deteriora, y se coloca en un una situación que se caracteriza por un saldo favorable
de la balanza comercial con respecto al PIB, pero con una tasa de crecimiento muy baja o
nula.
El comportamiento de ambas gráficas revela que en la fase de auge del primer ciclo, las altas
de crecimiento que experimentó la economía mexicana estuvieron asociadas a un déficit
significativo en la balanza comercial. No obstante, es un momento donde la economía
mexicana logró las más altas de crecimiento de todo el periodo, a pesar de mantener un

102
déficit significativo. En comparación a eso, las posteriores fases de expansión que
mantuvieron un déficit pequeño o alto han tenido menores ritmos de crecimiento.

GRÁFICA 4.10
MÉXICO: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
8.0
1970-1981
7.0
Tasa de crecimiento del PIB real

1997-2001
6.0

5.0
2004-2005 1989-1993
4.0

3.0

2001-2003 2.0

1.0 1982-1988
1994-1996
0.0
-6.0 -5.0 -4.0 -3.0 -2.0 -1.0 0.0 1.0 2.0
-1.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT e INEGI

GRÁFICA 4.11
MÉXICO: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
1970-1981 8.0
1997-2001
7.0
Tasa de crecimiento del PIB real

6.0
2004-2005

1989-1993 5.0

4.0

3.0

2.0

1994-1996 1.0
2001-2003
0.0
-6.0 -5.0 -4.0 -3.0 -2.0 -1.0 0.0 1.0 2.0
-1.0
1982-1988
-2.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT e INEGI

A la fase anterior, le siguió, la conocida recesión de 1982-1988, donde las violentas


devaluaciones modificaron dicha relación, logrando un superávit en la balanza comercial,
pero frenando de forma abrupta el crecimiento de la economía. De hecho, este periodo

103
recesivo destaca de los otros que poseen esa misma característica por ser el de mayor
superávit obtenido, asociado a una muy baja tasa de crecimiento promedio.
Durante la expansión desarrollada entre 1989 y 1993, donde se aplicaron una serie de
reformas, entre las que sobresale la de mayor apertura comercial, se presentó una relación
entre una moderada expansión del crecimiento con un déficit importante en la balanza
comercial. Sin embargo los creadores de dichas reformas esperaban como resultado un
periodo de alto crecimiento sostenido y consistente con un equilibrio relativo en la balanza
comercial.
A partir de esta fase, se observa en dichas gráficas el inicio de un nuevo proceso donde las
fases de expansión 1989-1996, 1997-2003 y 2004-2005, parecen seguir un comportamiento
semejante al de una ley donde la tasa de crecimiento se relaciona de forma inversa con el
saldo de la balanza comercial: a mayor déficit comercial externo menor es el ritmo de
expansión de la economía y a menor déficit comercial, mayor es el ritmo de crecimiento de la
economía mexicana.

4.4.2. BRASIL.
El comportamiento de la relación entre crecimiento y balanza comercial del caso de Brasil
tiene ciertas semejanzas con la experiencia de México pero también guarda ciertas
diferencias. En el caso de México los periodos de auge siempre estuvieron vinculados con
déficit comerciales, en el caso de Brasil, como se observa en las gráficas 4.12 y 4.13, dos de
los cuatro periodos de auge se han desarrollaron con un déficit y los otros dos estuvieron
ligados a superávit comerciales. Lo cual le da a Brasil mayores posibilidades de
desenvolverse a tasas de crecimiento de alta expansión sin necesidad de recurrir al déficit.
En los otros dos periodos de expansión (1984-1988 y 2004-2005) con tasas cada vez menores,
el crecimiento del PIB e Ingreso logró desenvolverse con superávit comerciales. El patrón de
comportamiento de Brasil no ha requerido depender cada vez más de déficit comerciales para
su crecimiento como México, pero de forma similar al caso de México y al resto de las
economías que estamos analizando, el PIB e Ingreso de Brasil han venido creciendo en cada
fase de auge a tasas cada vez menores ya sea con déficit o superávit comercial.
Existe un intervalo de los ciclos en Brasil muy semejante al de México, que en las gráficas
4.12 y 4.13 comienza con la caída de Ingreso y PIB en 1989-1991 con superávit comercial, a
la cuál le siguió la expansión del PIB e Ingreso en 1992-1996 con déficit en la balanza
comercial. Posteriormente, experimentó una crisis de 1997 a 2003 con superávit comercial.

104
Tal fenómeno es casi idéntico al que se presenta en las gráficas 4.10 y 4.11 correspondientes a
México en la fase de crisis (1982-1988), expansión (1989-1993) y crisis (1994-1996).

GRÁFICA 4.12
BRASIL: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
10.0
1970-1980
Tasa de crecimiento del PIB real

8.0
1984-1988
6.0
2004-2005
1992-1996-4.0
2005
2.0
1997-2003
1989-1991
0.0
-2.0 -1.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0 7.0
-2.0
1981-1983
-4.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

GRÁFICA 4.13
BRASIL: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
10.0

1970-1980
Tasa de crecimiento del PIB real

8.0

1984-1988
6.0
2004-2005
1992-1996-
4.0
2005

2.0 1989-1991
1997-2003
0.0
-2.0 -1.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
-2.0

1981-1983
-4.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

105
4.4.3 ARGENTINA
En las gráficas 4.14 y 4.15 se observa que la relación entre tasa de crecimiento y saldo de la
balanza comercial de la economía argentina experimenta tasas elevadas de crecimiento
vinculadas a un saldo negativo de la balanza comercial. Sin embargo y en correspondencia a
lo sucedido en México y Brasil, el desequilibrio no se pudo sostener y la economía Argentina
sufrió una severa crisis, que modificó dicha relación. La tasa de crecimiento entre 1975-1988
fue muy baja y se correspondió con un superávit en la balanza comercial.
La relación mejoró en el periodo de expansión de 1989-1998. La alta tasa de crecimiento
promedio que la economía argentina experimentó en ese periodo se asoció con un pequeño
superávit comercial, en contraste con lo sucedido en los periodos de expansión de México y
Brasil en los noventa, donde el alto ritmo de crecimiento se consiguió produciendo un
alarmante déficit comercial. Tal hecho, supone que sobre el retroceso de la tasa de
crecimiento en la crisis argentina de finales de los noventa tuvo una influencia menor el saldo
de la balanza comercial del periodo de expansión previo.

GRÁFICA 4.14
ARGENTINA: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
10.0
2003-2005
8.0
Tasa de crecimiento del PIB real

6.0 1989-1998
1970-1974

4.0

2.0 1975-1988

0.0
-0.5 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5
-2.0
1999-2002
-4.0

-6.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

La relación crecimiento- saldo de la balanza comercial se deterioró gravemente en la crisis de


1999-2002. Dan cuenta de este hecho la magnitud del superávit combinado con una caída
drástica en la tasa de crecimiento del PIB e Ingreso Nacional que se presenta en la gráficas
4.14 y 4.15.

106
Finalmente, al inicio de la expansión de 2004-2005, la economía argentina comenzó un nuevo
ciclo que por primera vez se combinó con una alta tasa de expansión y un considerable
superávit comercial como proporción del PIB en Ingreso.

GRÁFICA 4.15
ARGENTINA: PIB REAL Y SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL/PIB
(1970-2005)
12.0

10.0 2003-2005
Tasa de crecimiento del PIB real

8.0
1989-1998
1970-19746.0

4.0

2.0

0.0
-1.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0
-2.0 1975-1988
-4.0

-6.0
1999-2002
-8.0
Saldo de la Balanza Com ercial/PIB real

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL: ANUARIOS ESTADÍSTICOS, BADEPAG y CEPALSTAT

En suma en este capítulo, hemos realizado un análisis estadístico descriptivo que examinó la
relación existente entre los ciclos de crecimiento de México, Brasil y Argentina de 1970 a
2005, con el tipo de cambio real, las exportaciones, las importaciones, la inversión y el saldo
de la balanza comercial.
Encontramos evidencia empírica que revela una relación entre las recesiones más relevantes
de los tres países y las apreciaciones del tipo de cambio real. En particular, en el caso de
México las recesiones de 1982 a 1988 y la de 1994 a 1996 coincidieron cada una de ellas con
una apreciación del tipo de cambio real. En el caso de Brasil se observa el mismo fenómeno
en las crisis de 1989-1991 y la de 1997-2003. De forma similar, el caso de Argentina en las
recesiones de 1975-1988 y de 1999-2003.
Al relacionar la evolución conjunta entre el tipo de cambio real y los términos de intercambio
observamos que no son variables que mantengan una tendencia paralela. Por veces siguen un
comportamiento inverso por veces estable y por veces paralelo en los tres casos. Ambas
variables influyen de forma diferente sobre el ciclo.
En el estudio del papel de la inversión, de las exportaciones y de las importaciones en los
ciclos del crecimiento del PIB e Ingreso Nacional observamos que las exportaciones fueron

107
ampliando su presencia tanto en el PIB como en el Ingreso Nacional mientras que la inversión
ha venido reduciendo su proporción en el PIB e Ingreso Nacional. El mayor país que ha
experimentado este cambio es México y en menor medida Brasil y Argentina.
La presencia de las importaciones también ha venido creciendo en los tres países, sin embargo
es notable que en el caso de México la participación en el PIB de las importaciones ha
superado el coeficiente de las exportaciones.
Adicionalmente elaboramos una descripción que muestra la relación tasa de crecimiento del
PIB e Ingreso y saldo de la balanza comercial. En este análisis encontramos que los casos de
Argentina y México los periodos de expansión has sido acompañados con fuertes déficit en la
balanza comercial, sin embargo Brasil logró durante los periodos de1984 a 1988 y de 2004 a
2005 expansión con superávit comercial.

108
CAPITULO 5

ANÁLISIS ECONOMÉTRICO DE LOS EFECTOS DEL TIPO DE CAMBIO REAL,


LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y LAS EXPORTACIONES SOBRE EL
CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ARGENTINA BRASIL Y MÉXICO.

5.1 INTRODUCCIÓN

En este capítulo nos proponemos realizar la verificación empírica del marco teórico expresado
en un modelo matemático del capítulo dos, que establece una dependencia lineal de la tasa de
crecimiento del PIB con respecto a las tasas de crecimiento de las exportaciones, los términos
de intercambio y el tipo de cambio real.
Las técnicas econométricas que utilizamos corresponden al análisis de modelos de series
temporales, donde el primer paso corresponde al análisis de integración consistente en
conocer si las series del PIB real, las exportaciones, el tipo de cambio real y los términos de
intercambio son estacionarias, así como saber el grado de integración de cada una de ellas.
Presentamos un análisis gráfico de cada una de las series de los países, que tiene como objeto
averiguar si son estacionarias y el grado de integración de las mismas. Posteriormente,
aplicamos a las series cuatro contrastes de raíces unitarias: el contraste Dickey-Fuller GLS
(ERS), Dickey-Fuller aumentado, Phillips-Perron y Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin.
Los cálculos de dichos contrastes se efectúan con todas las series transformadas en
logaritmos, sin embargo en el caso concreto de los términos de intercambio y del tipo de
cambio real, los contrastes se realizan también en niveles. Sus resultados los comparamos con
los contrastes aplicados a dichas series en logaritmos, para saber si hay variaciones en su
orden de integración.
El siguiente paso se centra en el análisis de cointegración. Existen dos metodologías
conocidas para aplicarlo, uno desarrollada por Engle y Granger (1987), que se basa en dos
etapas y la segunda desarrollada por Johansen (1988), que se construye a partir del modelo de
vector autorregresivo (VAR). Comenzamos explicando en que consiste la primera y seguimos
la aplicación de sus pruebas estadísticas al modelo teórico desarrollado en el capítulo II, el
cual sugiere una relación de largo plazo entre la tasa de crecimiento del PIB real con la tasa de
crecimiento de las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real de
México, Brasil y Argentina.
A continuación, exponemos la metodología de Johansen y después utilizamos sus pruebas
para examinar el modelo teórico del capítulo II, incluyendo toda la gama de pruebas y el
análisis de los vectores de cointegración de cada uno de los países. Sobre la base de estos

109
últimos intentamos confirmar o rechazar la hipótesis central de esta tesis doctoral que como
ya dijimos establece la existencia de una relación de largo plazo entre la tasa de crecimiento
del PIB real, con las exportaciones reales, los términos de intercambio y el tipo de cambio real
en los tres países.
Por último, aplicamos a las series las funciones impulso repuesta, para complementar el
análisis de cointegración.

5.2. ANÁLISIS SOBRE EL ORDEN DE INTEGRACIÓN DE LAS SERIES POR EL


MÉTODO GRÁFICO

En el campo de las series de tiempo los conceptos de estacionariedad y no estacionariedad de


las variables tienen mucha relevancia. Una serie de tiempo se caracteriza por tener un proceso
estacionario cuando su media E(yt)=µ es constante y su varianza E[(yt – µ)2]= Var(yt)=σ2
finita.
La presencia de estacionariedad entre dos variables que se intentan correlacionar a través del
modelo clásico de regresión lineal podría producir lo que Granger y Newbold (1974)
denominaron regresión espuria. Una regresión espuria tiene un alto R2, coeficientes
estadísticamente significativos, pero los resultados no tienen ningún significado económico.
La clave para evitar un ejercicio de esta naturaleza es investigar si las series son estacionarias.
Se sabe que la mayor parte de las series temporales en economía no son estacionarias. Una
serie temporal se caracteriza por seguir un proceso no estacionario cuando:
1. No presenta una media de largo plazo a la cual tienda a regresar.
2. Su varianza depende del tiempo.
Sin embargo la aplicación de operaciones de diferencia a la serie la pueden transformar en una
serie que sigue un proceso estacionario. En general, un proceso no estacionario que se
convierte en estacionario después de “d” operaciones de diferencia se denomina de orden “d”,
o integrado de orden, I(d).
La práctica sugiere que es difícil determinar si se ha realizado el número de diferencias
adecuado para transformar la serie en estacionaria. Es posible quedarnos cortos en la
diferenciación o arribar a una sobrediferenciación (Otero, 1993: 211). Como veremos más
adelante las pruebas de raíces unitarias nos ofrecen un grado de precisión mayor para conocer
el grado de integración.
En principio una herramienta útil en la investigación sobre el grado de integración de las
series es la inspección visual de su gráfica.

110
Wooldridge (2006), sugiere obtener el coeficiente de correlación como primer paso para
intuir, de forma más o menos precisa, el orden de integración de las series, pero nosotros nos
inclinamos por el método gráfico.
Las gráficas pueden ser para los economistas, poderosas herramientas de comprensión y
comparación. Los fenómenos económicos pueden explicarse mejor si se analizan y presentan
gráficamente. De la misma manera, el grado de integración de las series puede determinarse
en forma intuitiva con las referidas herramientas. Al conocer ciertas experiencias de estudios
sobre series de tiempo hemos aprendido que antes de realizar las pruebas formales de raíces
unitarias, es muy provechoso emplear gráficas para indagar el orden de integración de las
series de los tres países. Este método no es fácil porque hay que confirmar si la serie temporal
es o no un paseo aleatorio (Wooldridge, 2006: 416). Hay otros métodos informales muy
valiosos que también se pueden aplicar, pero nosotros queremos proponer un ejercicio donde
comparemos gráficamente cada una de las series temporales en niveles con respecto a la
misma serie en primeras diferencias. Si la serie temporal contiene una tendencia creciente o
decreciente en el tiempo significa muy probablemente que es un paseo aleatorio, lo cual
estaría sugiriendo que es un proceso altamente persistente donde el valor de hoy de la serie
está determinado por un lejano valor anterior. Si las series no fueran persistentes estarían
integradas, como ya lo explicamos, en orden I(0), pero si hubiera fuerte dependencia dentro
de la serie habría que aplicar primeras diferencias para observar que se cumplen ciertas reglas
estándar como que la varianza no se modifica con el tiempo y que la media es constante.
Este método nos previene de caer en posibles errores cuando se aplican los métodos formales
de indagación del orden de integración de la serie temporal. Las deducciones que obtengamos
de la serie nos pueden servir como un resultado preeliminar de los contrastes de raíces
unitarias que presentaremos en la siguiente sección.
Vamos a tratar de intuir el grado de integración de las series temporales de los tres países,
comenzando con México.

5.2.1 MÉXICO
Los datos del PIB real y de los términos de intercambio de México se obtuvieron de los
anuarios estadísticos y del cuaderno estadístico no. 10 de la CEPAL, así como de su base de
datos conocida como CEPALSTAT. La serie de las exportaciones reales se obtuvo del
Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) de México y del Banco de México. El
tipo de cambio real se calculó con base en las series del índice de precios al consumidor de
México, proporcionado por el Banco de México. El índice de precios al consumidor de

111
Estados Unidos y del tipo de cambio nominal de México de los Anuarios de Estadísticas
Financieras Internacionales del Fondo Monetario Internacional (FMI). Todos los datos son
anuales y el total de la muestra abarca 35 años de 1970 a 2005.
La gráfica 5.1 del PIB real de México en niveles con su respectiva línea de tendencia, nos
sugiere que esta serie de tiempo es de orden I(1).
La tendencia creciente del PIB real mexicano en el periodo de tiempo de la investigación
podría indicar una relación fuertemente dependiente, donde los valores de un periodo t están
determinados por los valores t-1. La gráfica 5.2 indica claramente que ni la media ( M =
0.0407), ni la varianza (σ2 = 0.0403) cambiarían con respecto al tiempo. Por lo que la serie en
primeras diferencias no es altamente persistente. El grado de integración, por tanto, es muy
probable que sea de orden I(1)

GRÁFICA 5.1
GRÁFICA 5.2
PIB DE MÉXICO EN NIVELES PIB DE MÉXICO EN 1AS DIFERENCIAS
13.6 0.15

13.4 1980

0.1
13.2 1981
1979
1971 1978 1997 2000
13 1973
1974 1996
0.05 1972
1990
1994 1998
1975 1989 19911992 2004
1984 1999
12.8 1977 2005
1985
1976 1993
1987 2003
2002
12.6 0 1982
2001

12.4 1986
1983
-0.05
12.2 1988 1995

12 -0.1
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

El caso de las exportaciones reales mexicanas presenta las mismas características que la serie
del PIB. Su representación en la gráfica 5.3 en niveles revela que es un paseo aleatorio.
Transformando la serie de niveles a primeras diferencias observamos en la gráfica 5.4 que
desaparece la alta persistencia registrada en la gráfica 5.3. Tanto la media ( M = 0.0855),
como la varianza (σ2 = 0.0866) no cambiarían mucho en función del tiempo por lo que
podemos intuir que también dicha serie podría estar integrada en orden I(1).

112
GRÁFICA 5.3 GRÁFICA 5.4
EXPORTACIONES DE MÉXICO EN NIVELES EXPORTACIONES DE MÉXICO EN 1AS DIFERENCIAS
12 0.35
1994
0.3
11
0.25
1977 19791980
0.2 1981 1995
10 1971

0.15 1978 1982 1986


1999
1993 1996 1998
9 0.1 1976
1990 2004
2003
1972 1987
0.05 1983
1970 1991 1997
1985 1992 2002
8 1975 1988
1989
0 1973 2001
1974 2000
-0.05
7
-0.1 1984

6 -0.15
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

El caso del comportamiento de los términos de intercambio presentado en las gráficas 5.5 y
5.6 es también un paseo aleatorio. La gráfica 5.5 con una tendencia creciente sugiere una alta
persistencia de la serie. En la gráfica 5.6 tanto la media ( M = 0.0155) como la varianza (σ2 =
0.0969) no dependen del tiempo, por lo que se refuerza la intuición que dicha serie podría
estar integrada en orden I(1).

GRÁFICA 5.5
GRÁFICA 5.6
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE MÉXICO EN NIVELES
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE MÉXICO EN 1AS DIFERENCIAS
4.9 0.3
1989
4.8
1979
0.2
4.7
1978 1981 1993
4.6 0.1 1973 1975 1980 1995 1998
1976
1988
4.5 1972 2003
1971 1990 1992 20022004
1997 1999 2001
0 1970 1986 1996
2000
4.4 1977 1984 1994
1974

4.3 -0.1 1983 1991

1987
4.2 1982
-0.2
1985
4.1

4 -0.3
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

En la gráfica 5.7, el comportamiento del tipo de cambio real tiene una tendencia creciente,
que es menos pronunciada que los casos anteriores. Esto podría indicarnos que la serie no es
tan persistente, aunque sigue cumpliendo las características propias de un paseo aleatorio.
Debido a que el comportamiento de su tendencia no es muy pronunciado no quiere decir que
no sea fuertemente dependiente, ya que existen series que a pesar de no tener una tendencia
ascendente o descendente muy bien definida pueden ser altamente persistentes como las tasas
de inflación y las tasas de desempleo (Wooldridge, 2006: 418).

113
Al aplicar a la serie las primeras diferencias expuestas en la gráfica 5.8, la media ( M =
0.0015), que es casi cercana a cero junto con la varianza (σ2 = 0.134691) no revelan una
dependencia respecto al tiempo, lo cual podría indicarnos que la serie es de orden I(1)

GRAFICA 5.7 GRÁFICA 5.8


TIPO DE CAMBIO REAL DE MÉXICO EN NIVELES TIPO DE CAMBIO REAL DE MÉXICO EN 1AS DIFERENCIAS
3.1 0.5
1981
2.9 0.4
1994
2.7 0.3
1985
2.5
0.2 1976

2.3
0.1 1975
1982 2002

2.1 1993 2003


1972 1984 1986 1997 2001
0 19701971
1973 1978 1989 2000 2004
1974 1988 1992
1.9 1977 1999
-0.1 19791980 19901991 1995 1998
1983 1996
1.7
-0.2 1987
1.5
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 -0.3

5.2.2. BRASIL
Los datos del PIB real, los términos de intercambio y las exportaciones de Brasil se
obtuvieron de los Anuarios Estadísticos de la CEPAL y de la base de datos CEPALSTAT, así
como del cuaderno estadístico no.10 de la CEPAL. El tipo de cambio real se calculó a partir
de las series del índice nacional de precios al consumidor de Brasil, calculado por el Instituto
Brasileiro de Geografía e Estadística y el tipo de cambio nominal proporcionados por los
Anuarios de Estadísticas Financieras Internacionales del FMI, además la serie del índice de
precios al consumidor de Europa Occidental, estimada por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD).
El caso de la serie temporal del PIB real de Brasil tanto en niveles como en primeras
diferencias, representado en las gráficas 5.9 y 5.10 respectivamente, reproduce un
comportamiento típico de un paseo aleatorio.
Tanto la media ( M = 0.0379) es casi cercana a cero, que junto con la varianza (σ2 = 0.0421) no
presentan dependencia con respecto al tiempo. Al aplicar las primeras diferencias la serie
puede presentar dependencia débil, por lo que con gran seguridad es de orden I(1).
En la gráfica 5.10 hubo una caída brusca de la serie en 1981, que modificó en gran medida el
comportamiento de toda la series. Éste es un suceso que influye en toda la serie, que como
veremos más adelante será un fenómeno que refuerza la necesidad de aplicar varias pruebas
de raíces unitarias a las series. La gráfica 5.10 es un caso típico que la prueba Dickey-Fuller
no considera, pero que es reconocido por la aplicación de la prueba Phillips-Perron.

114
GRAFICA 5.9 GRAFICA 5.10
PIB REAL DE BRASIL EN NIVELES PIB DE BRASIL EN 1AS DIFERENCIAS
13.6 0.14
1973

13.4 0.12
1972
1971
0.1 1976
13.2 1980
0.08 1974
1985
1986
13 0.06
1979
1984 1994 2004
1975 19771978 1999
1993
12.8 0.04 1987
1995
2000
1989 2005
1996 2002
0.02
12.6 2001
1982
0 1988 1991 1998 2003
1997
12.4 1992
-0.02
1983
12.2 -0.04 1981 1990

12 -0.06
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

El caso de la serie de las exportaciones reales de Brasil presentada en la gráficas 5.11 y 5.12
presenta características propias de un paseo aleatorio. La tendencia creciente presentada en la
gráfica 5.11 muestra síntomas de una alta persistencia.
En la gráfica 5.12 de las exportaciones reales de Brasil en primeras diferencias es muy notorio
que ni su media ( M = 0.0743) ni su varianza (σ2 = 0.1034) mantengan relación con cambios
en el tiempo. Por lo que la serie, es muy probable sea de orden I(1).

GRÁFICA 5.11
GRÁFICA 5.12
EXPORTACIONES DE BRASIL EN NIVELES EXPORTACIONES DE BRASIL EN 1AS DIFERENCIAS
12
0.3
11.5
0.25 1989
2001
11 1981
0.2 1980
10.5 1973 1984 1987
0.15 1988
2004
2000
10 19781979
19921993
2003
0.1 19711972 2002 2005
9.5 1977
0.05
9 1976 1985 1994
1999
1998
0 1974 1991 1996
1997
8.5 1975
-0.05 1995
8 1982 1990
-0.1 1983
7.5 1986
-0.15
7
-0.2
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

La serie de los términos de intercambio de Brasil expuesta en la grafica 5.13 presenta un


comportamiento descendente, que es una tendencia diferente a la experimentada por las series
anteriormente examinadas. No obstante ese comportamiento, también presenta las
características de un paseo aleatorio.

115
La serie de la gráfica 5.14 en primeras diferencias tiene una media de M = -0.0042 y una
varianza σ2 = 0.1034. La tendencia de dicha serie indica que no está relacionada con el
tiempo, lo cual significa que en primeras diferencias la serie es débilmente persistente,
llevándonos a intuir que con mucha probabilidad la serie de los términos de intercambio de
Brasil está integrada en orden I(1).

GRÁFICA 5.13
GRÁFICA 5.14
TÉRMINOS DE INTERCAMBIO EN BRASIL EN NIVELES TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE BRASIL EN 1AS DIFERENCIAS
5.3 0.3
1986

5.1 0.2
19721973 1994
4.9 1974
1988
1995
0.1 1977 1984
1991
1997
1993 2000 2005
4.7 1975 2002 2004
0 1982
1983 1992 1996 1998 2001
4.5 1985 1989 2003
1971 1979
-0.1
1981 1990
1978
4.3 1980
1987
1999
-0.2
4.1
-0.3
3.9
-0.4 1976
3.7

3.5 -0.5

1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

La siguiente serie es la del tipo de cambio real, mostrada en las gráficas 5.15 y 5.16. En la
primera se muestra una tendencia clara ascendente propia también de un paseo aleatorio. Y en
la segunda, donde se aprecia la media ( M = 0.0506) y la varianza (σ2 = 0.1034) de la serie en
primeras diferencias, encontramos que se reduce significativamente la dependencia, por tanto,
podemos concluir que la serie del tipo de cambio real de la serie está integrada en orden I(1)

GRÁFICA 5.15 GRÁFICA 5.16


TIPO DE CAMBIO REAL EN BRASIL EN NIVELES TIPO DE CAMBIO REAL DE BRASIL EN 1AS DIFERENCIAS
1.5 0.5
1998
0.4 1983
1
0.3
1980
1971 2001
0.5 0.2 1984 1991 2002
1973
1975 1979 1992 1999
0.1 1985 1997
1977 1982 1986
0 1993
1976 1988 1996
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 0 1978 1994 2003
2000
1981 1995
1974
-0.5 -0.1
1987 2004
1990
-0.2
2005
-1 1972 1989
-0.3

-1.5 -0.4

116
5.2.3. ARGENTINA
Los datos del PIB real, los términos de intercambio y las exportaciones de Argentina se
obtuvieron de los Anuarios Estadísticos de la CEPAL y de la base de datos CEPALSTAT, así
como del cuaderno estadístico no. 10 de la CEPAL. El tipo de cambio real se obtuvo a partir
del índice de precios al consumidor proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística y
Censos. El tipo de cambio nominal del Anuario de Estadísticas Financieras Internacionales
del FMI y por el Banco Central de la República Argentina
La gráfica 5.17 que presenta el PIB real argentino y su tendencia marcadamente ascendente,
se caracteriza por ser un paseo aleatorio, es decir, que es una serie altamente persistente.
También, como en las experiencias anteriores, es una serie que necesita la aplicación de
primeras diferencias para saber como se comporta en función del tiempo.

GRÁFICA 5.17 GRÁFICA 5.18


PIB REAL DE ARGENTINA EN NIVELES PIB DE ARGENTINA EN 1AS DIFERENCIAS
12.7 0.2
1973
12.6
0.15

12.5
0.1 1991 2005
1992 2003
12.4 1997
2004
1974 1993
1994 1996
0.05 1971 1977 1986
1998
12.3 1972 1983 1987
1984
1980
0 1990
12.2 1975
1976 1988
2000

19781979 1995 1999


2001
12.1 -0.05 1982 1985
1981 1989

12 -0.1
2002
11.9
-0.15
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

La gráfica 5.18 muestra una serie donde su media ( M = 0.0186) ni su varianza (σ2 = 0.0607)
cambian en función del tiempo, por lo que al nivel de primeras diferencias es muy probable
que deje de ser altamente persistente y se caracterice por ser una serie integrada en orden I(1).
La serie de las exportaciones reales argentinas, caracterizada por una tendencia ascendente
que se registra en la gráfica 5.19, muestra los rasgos de un paseo aleatorio. Procedimos
entonces a aplicar primeras diferencias a la serie y obtuvimos los resultados de la gráfica 5.20.
La tendencia de la serie, así como su media ( M =0.057786) y como la varianza (σ2 =
0.135436) muestran los rasgos de una serie débilmente persistente, por lo que existe suficiente
evidencia de que la serie esté integrada en orden I(1).

117
GRÁFICA 5.19 GRÁFICA 5.20
EXPORTACIONES DE ARGENTINA EN NIVELES EXPORTACIONES DE ARGENTINA EN 1AS DIFERENCIAS
11 0.4
19761977
10.5
0.3
10 1990
1995
0.2 1988
9.5 1985
1973
1981 1994
9 1997 2005
1983 1998
0.1 1978 2003
8.5 1993 1996 2000
2001
1989 2004
8 0 1979 1992
1991 2002
1972 1999
1982
7.5 1974
1984
-0.1 1987
7 1971
1980 1986

6.5 -0.2 1975

6
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 -0.3

La serie de los términos de intercambio de Argentina también presenta un patrón de


comportamiento semejante al de los términos de intercambio de Brasil, como se ve en la
gráfica 5.21. La característica común es que a diferencia del resto de las series, ésta tiene una
tendencia decreciente. Ambas poseen la característica de ser un paseo aleatorio por lo que son
fuertemente persistentes y resulta conveniente aplicar primeras diferencias.
Los términos de intercambio en primeras diferencias presentados en la gráfica 5.22 tienen
características propias de una serie integrada de orden I(1), puesto que, ni la media ( M =
0.000454), ni la varianza (σ2 = 0.09033) confirman fuerte dependencia de la serie con respecto
al tiempo.

GRÁFICA 5.21 GRÁFICA 5.22


TÉRMINOS INTERCAMBIO DE ARGENTINA EN NIVELES TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE ARGENTINA EN 1AS DIFERENCIAS
5.1 0.2
1973 1984
5 0.15 1980
1972 2000
4.9 0.1 2003
1971 1988
1996

4.8 0.05 1992


1991 1993 2004
1979 1994
0 1987
1990 1995
4.7 1997 2001
1978 1983 2002 2005
1989
-0.05 1981
1998
4.6 1982 1986 1999
-0.1 1977
4.5 1976
1974
-0.15 1985
4.4
-0.2
1975
4.3
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 -0.25

La gráfica 5.23 correspondiente al tipo de cambio real argentino en niveles presenta una
tendencia ascendente, mostrando un comportamiento de un paseo aleatorio. Lo cual hace
suponer que se pueden aplicar primeras diferencias para intuir el grado de integración que
tiene la serie.

118
La evidencia encontrada en la gráfica 5.24, que examina la serie en primeras diferencias
sugiere que ni la media ( M =0.037391) ni la varianza (σ2 = 0.357729), ni la tendencia arrojan
rasgos de alta persistencia por lo que muy probablemente la serie está integrada en orden I(1).

GRÁFICA 5.23 GRÁFICA 5.24


TIPO DE CAMBIO REAL DE ARGENTINA EN NIVELES TIPO DE CAMBIO REAL DE ARGENTINA EN 1AS DIFERENCIAS
2 1.2
1975
1
1982
1.5 2002
0.8

0.6
1 1989
0.4
1981
1985
0.5 0.2 1977 1994 1996 2000
1998
1993 2001 2004
1987
0 1971
1983
1984 1988 1995 1997 1999 2003
1974 1992 2005
0 -0.2 1980
1986
1976 1978 1991
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 1972
1979
-0.4 1973
-0.5
-0.6
1990

-0.8
-1

Siguiendo el método gráfico, concluimos que las series del PIB real, las exportaciones, los
términos de intercambio y el tipo de cambio real de México, Brasil y Argentina con gran
probabilidad están integradas en orden I(1).

5.3. CONTRASTES DE RAÍCES UNITARIAS


5.3.1. CONTRASTE DE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
5.3.1.1. TODAS LAS VARIABLES EN LOGARITMOS.
Para determinar el orden de integración de las series existe un procedimiento sencillo que
detecta la raíz unitaria de una serie consiste en determinar si a1 = 1 en el modelo
yt = a1 yt −1 + ε t , donde la hipótesis nula H0 ( a1 = 1 ) indica la existencia de una raíz unitaria.

En consecuencia, si se acepta H0 la serie no es estacionaria, si se rechaza es estacionaria. Si, a


los dos lados de la ecuación de dicho modelo le restamos y t −1 obtenemos la

ecuación ∆yt = γyt −1 + ε t donde γ = a1 − 1 . De acuerdo a esta condición, la hipótesis nula H0 (γ

= 0) ocurre si a1 = 1 y es equivalente a H0 ( a1 = 1 ), Enders (1995). Por lo que, si se acepta H0


(γ = 0) la serie no es estacionaria. Si se rechaza H0 (γ = 0) es estacionaria..
Para advertir la presencia de una raíz unitaria Dickey y Fuller (1979) propusieron calcular las
regresiones de tres ecuaciones diferentes:

∆yt = γyt −1 + ε t (5.2)

119
∆yt = a0 + γyt −1 + ε t (5.3)

∆yt = a0 + γyt −1 + a 2tε t (5.4)

La ecuación 5.3 incluye el intercepto a0 y la tercera incluye la tendencia a2t . En los tres
casos es muy importante determinar si se acepta o se rechaza la hipótesis nula γ = 0.
En su trabajo original Dickey y Fuller (1979) encontraron que los valores críticos para γ = 0
dependen de la forma de la regresión y del tamaño de la muestra. El estadístico t no sigue una
distribución normal. La aportación de estos autores consistió en encontrar la distribución de
esos valores para los casos de las anteriores ecuaciones, que se conoce como distribución
Dickey-Fuller.
Al presentarse algunos problemas en el rechazo de la hipótesis nula, Dickey y Fuller
remplazaron las ecuaciones previas en 1981 y les incluyeron un proceso autoregresivo
examinado en las siguientes ecuaciones.

p (5.5)
∆yt = γyt −1 + ∑ β i ∆yt −i +1 +ε t
i=2

p (5.6)
∆yt = a0 + γyt −1 + ∑ β i ∆yt −i +1 +ε t
i=2

p (5.7)
∆yt = a0 + γyt −1 + a 2t + ∑ β i ∆yt −i +1 +ε t
i =2

La ecuación (5.6) es la que se usa como referente para la extensión de este contraste, que se
conoce como Dickey-Fuller aumentado. Por otra parte, los γ y β se obtienen en las siguientes
expresiones:

 p
 (5.8)
γ = −1 − ∑ ai 
 i =1 

120
 p
 (5.9)
β i = −1 − ∑ a j 
 j =1 

Un problema crucial es la selección de los rezagos en el proceso autorregresivos y se plantea


la siguiente pregunta ¿Cómo tiene que hacer el investigador para seleccionar el nivel
apropiado de retardos? (Enders, 1995: 226).
Existen varios criterios de selección de rezagos. Hemos considerado tres criterios para la
aplicación de los contrastes Dickey-Fuller y Dickey-Fuller aumentado a las series del PIB
real, las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real de México, Brasil
y Argentina. Estos serán los criterios de información de Schwarz, Akaike y Hannan Quinn. El
objetivo es encontrar de manera más rigurosa el grado de integración de las series.
La evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) aplicado a las series de México,
presentada en los cuadros 5.1 y 5.2 indica en la mayor parte de los valores en primeras
diferencias, que al 95% de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) de no
estacionariedad en las series y se acepta la hipótesis alternativa (Ho: γ = 1) que sugiere
estacionariedad en dichas series.

CUADRO 5.1*
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE MÉXICO

Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información


Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e
Intercepto Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.04 -3.75 -4.54 -3.23 -3.82 -4.98 0.04 -3.75 -4.54 -3.41 -3.82 -4.98 0.04 -3.75 -4.54 -3.23 -3.82 -4.98

Log PIB 0.69 -4.19 -8.12 -1.70 -4.62 -8.42 -0.69 -4.19 -8.12 -1.70 -4.62 -8.42 0.69 -4.19 -8.12 -1.70 -4.62 -8.42

Log T I -1.10 -4.86 -8.53 -1.90 -4.90 -8.55 -1.49 -4.86 -6.70 -2.36 -4.90 -6.75 -1.10 -4.86 -8.53 -2.36 -4.90 -6.75

Log TCR -2.31 -5.92 -7.97 -2.40 -6.05 -7.92 -2.31 -5.92 -6.10 -2.40 -6.05 -5.00 -2.31 -5.92 -7.97 -2.40 -6.05 -7.92
* Nota: Log Exp es la serie de las exportaciones reales en logaritmos; Log PIB es la serie del PIB real en logaritmos; Log TI es la serie de los términos de
intercambio en logaritmos y Log TCR es la serie del tipo de cambio real en logaritmos. Los valores críticos del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) al 95 % de
confianza son para los tres criterios, con intercepto, en niveles, primeras y segundas diferencias iguales a -1.95. Mientras que con constante y tendencia, en los
tres criterios y con constante y tendencia igual a -3.19.
N, 1ª∆ y 2a∆ representan el valor del contraste de cada una de las series en niveles, primeras diferencias y segundas diferencias respectivamente.
Si el valor absoluto de las columnas N, 1ª∆ y 2a∆, correspondientes a Intercepto es mayor a su respectivo valor absoluto de los valores críticos del contraste
Dickey-Fuller GLS (ERS) al 95 % de confianza, rechazamos la hipótesis nula (H0) que indica no estacionariedad en la serie y aceptamos la hipótesis alternativa
(H1) que sugiere estacionariedad en la serie. Si el valor absoluto de las columnas N, 1ª∆ y 2a∆, correspondientes a Tendencia e intercepto es mayor a su
correspondiente valor absoluto del valor crítico Dickey-Fuller GLS (ERS) al 95 % de confianza, rechazamos la hipótesis nula (H0) que indica no estacionariedad
en la serie y aceptamos la hipótesis alternativa (H1) que sugiere estacionariedad en la serie.

Las cuatro series son en la mayoría de los casos estacionarias en primeras diferencias, por lo
que la evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) muestra que en gran parte están
integradas en orden I(1).

121
CUADRO 5.2
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA MÉXICO
Constante,
Variable Constante y Tendencia Orden de Integración
Log EXP Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(0)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Log TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(0)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)

La evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) aplicado a las series de Brasil,
presentada en los cuadros 5.3 y 5.4 indica en la mayor parte de los valores en primeras
diferencias, que al 95% de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) de no
estacionariedad en las series y se acepta la hipótesis alternativa (Ho: γ = 1) que sugiere
estacionariedad en dichas series.

CUADRO 5.3*
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE BRASIL

Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información


Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp .1.39 -5.38 -7.95 -2.52 -5.49 -7.87 1.39 -5.38 -5.74 -3.14 -5.49 -5.71 1.39 -5.38 -5.74 -3.34 -5.49 -5.71

Log PIB 0.19 -2.85 -4.00 -1.74 -4.03 -8.87 -0.19 -1.98 -2.82 -1.06 -4.03 -3.94 0.19 -1.98 -2.82 -1.74 -4.03 -3.94

Log T I -1.57 -5.57 -1.76 -1.66 -5.72 -9.89 -2.08 -3.48 -0.78 -2.19 -2.17 -2.47 -2.08 -3.23 -0.78 -2.19 -5.72 -2.47

Log TCR -0.46 -4.24 -1.53 -2.71 -4.26 -6.81 -0.46 -4.24 -1.53 -2.71 -4.26 -4.60 -0.46 -4.24 -1.53 -2.71 -4.26 -6.81
*Nota: En este cuadro se definen los símbolos de la misma forma que explica la nota del cuadro 5.2. Su lectura es idéntica a la forma como se explica en la nota
del referido cuadro.

122
Las cuatro series son en la mayoría de los casos estacionarias en primeras diferencias, por lo
que la evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) muestra que en gran parte están
integradas en orden I(1).

CUADRO 5.4
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA BRASIL
Constante,
Variable Constante y Tendencia Orden de Integración

Log EXP Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Log TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)

La evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) de las series de Argentina, presentada en
los cuadros 5.5 y 5.6 indica en la mayor parte de los valores en primeras diferencias, que al 95
% de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) de no estacionariedad en las series y se
acepta la hipótesis alternativa (Ho: γ = 1) que sugiere estacionariedad en dichas series.
Las cuatro series son en la mayoría de los casos estacionarias en primeras diferencias, por lo
que la evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) muestra que en gran parte están
integradas en orden I(1).

123
CUADRO 5.5*
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE ARGENTINA

Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información


Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.67 3.47 -8.06 -2.84 -5.60 -8.66 0.67 -3.47 -8.06 -2.84 -5.60 -8.66 0.67 -3.47 -8.06 -2.84 -5.6 -8.66

Log PIB -0.10 -3.94 -6.92 -2.40 -4.09 -7.34 -0.10 -3.94 -6.92 -2.40 -4.09 -7.34 -0.49 -3.94 -6.92 -2.40 -4.09 -7.34

Log T I -1.83 -2.09 -6.04 -1.85 -2.45 -6.09 -1.28 -2.09 -6.04 -1.26 -2.45 -6.09 -1.28 -2.09 -6.04 -1.85 -2.45 -6.09

Log TCR -1.48 -6.76 -10.6 -2.62 -6.93 -10.8 -1.48 -6.76 -6.47 -2.62 -6.93 -5.24 -1.48 -6.76 -10.6 -2.62 -6.93 -5.29

*Nota: En este cuadro se definen los símbolos de la misma forma que explica la nota del cuadro 5.2. Su lectura es idéntica a la forma como se explica en la nota
del referido cuadro.

CUADRO 5.6
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA ARGENTINA
Constante,
Variable Constante y Tendencia Orden de Integración

Log EXP Criterio de Constante I(1)


Schwarz
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn
Constante y Tendencia I(1)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn
Constante y Tendencia I(1)
Log TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn
Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike
Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn
Constante y Tendencia I(1)

5.3.1.2. CONTRASTES EN NIVELES DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO


DE CAMBIO REAL.

Los resultados de los cuadros 5.7 y 5.8 del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de

124
México sugieren casi en su totalidad el rechazo de la hipótesis nula Ho ( γ = 0) : no es
estacionaria la serie, y la aceptación de la hipótesis alternativa H1 ( γ > 0) : es estacionaria la
serie.
Las dos series casi en su totalidad son estacionarias en primeras diferencias, por lo que la
evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) sugiere que en gran parte están integradas
en orden I(1).

CUADRO 5.7*
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE MÉXICO

Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información


Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TI -1.16 -4.81 -8.61 -1.90 -4.83 -8.62 -1.58 -4.81 -6.84 -2.39 -4.83 -4.43 -1.16 -4.81 -8.61 -2.39 -4.83 -8.62

TCR -2.33 -6.15 -8.4 -2.41 -6.27 -8.35 -1.68 -6.15 -5.92 -1.74 -6.27 -8.35 -2.33 -6.15 -8.40 -2.41 -6.27 -8.35

*Nota: Los valores críticos del cotraste Dickey-Fuller GLS (ERS) al 95 % de confianza son para los tres criterios, con intercepto o constante, en niveles, primeras
y segundas diferencias igual a -1.95. Mientras que con constante y tendencia, en los tres criterios y con constante y tendencia -3.19. Si el valor absoluto de las
columnas N, 1ª∆ y 2a∆, correspondientes a Intercepto es mayor a su respectivo valor absoluto de los valores críticos del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) al
95 % de confianza, rechazamos la hipótesis nula (H0) que indica no estacionariedad en la serie y aceptamos la hipótesis alternativa (H1) que sugiere
estacionariedad en la serie. Si el valor absoluto de las columnas N, 1ª∆ y 2a∆, correspondientes a Tendencia e intercepto es mayor a su correspondiente valor
absoluto del valor crítico Dickey-Fuller GLS (ERS) al 95 % de confianza, rechazamos la hipótesis nula (H0) que indica no estacionariedad en la serie y
aceptamos la hipótesis alternativa (H1) que sugiere estacionariedad en la serie.

CUADRO 5.8
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA MÉXICO
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración

TI Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
TCR Criterio de Constante I(0)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)

Los resultados de los cuadros 5.9 y 5.10 del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de

125
Brasil sugiere en la mayoría el rechazo de la hipótesis nula Ho ( γ = 0) : no es estacionaria la
serie, y la aceptación de la hipótesis alternativa H1 ( γ > 0) : es estacionaria la serie.
La serie de los términos de intercambio es en su mayoría estacionaria en primeras diferencias,
por lo que la evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) sugiere que en gran parte está
integrada en orden I(1).
La serie del tipo de cambio real es en la mitad de los valores estacionaria en primeras
diferencias y la otra mitad estacionaria en segundas diferencias, por lo que la evidencia del
contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) sugiere que la mitad está integrada en orden I(1) y la otra
mitad en orden I(2).
CUADRO 5.9*
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE BRASIL

Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información


Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e
Intercepto Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TI -1.70 -5.54 -2.03 -1.85 -5.64 -9.41 -2.10 -3.51 -0.60 -2.27 -2.65 -2.19 -2.10 -3.51 -0.60 -2.27 -5.64 -9.41

TCR -1.52 -3.12 -5.74 -3.11 -3.10 -5.82 -1.52 -3.12 -1.90 -3.44 -3.10 -5.82 -1.52 -3.12 -1.90 -3.11 -3.10 -5.82

*Nota: los valores críticos de este cuadro son los iguales a los de la nota del cuadro 5.7. Su lectura es idéntica a la del mismo cuadro.

CUADRO 5.10
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA BRASIL

Constante,
Variable Constante y Orden de Integración
Tendencia

TI Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia -
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(2)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(2)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(2)

126
Los resultados de los cuadros 5.11 y 5.12 del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
Argentina sugiere en la mayoría de los casos, el rechazo de la hipótesis nula Ho ( γ = 0) : no es
estacionaria la serie, y la aceptación de la hipótesis alternativa H1 ( γ > 0) : es estacionaria la
serie.
La serie de los términos de intercambio es en la mitad de los valores estacionaria en primeras
diferencias y la otra mitad estacionaria en segundas diferencias, por lo que la evidencia del
contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) sugiere que el 50 % está integrada en orden I(1) y el otro
50% en orden I(2).
La serie del tipo de cambio real es en su mayoría estacionaria en primeras diferencias, por lo
que la evidencia del contraste Dickey-Fuller GLS (ERS) sugiere que en gran parte está
integrada en orden I(1).

CUADRO 5.11
CONTRASTE DICKEY FULLER GLS (ERS)
PARA LAS SERIES DE ARGENTINA
Criterio de Información de Criterio de Información de Criterio de información
Schwarz Akaike Hannan Quinn
Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e Intercepto Tendencia e
Intercepto Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TI -1.90 -2.20 -5.84 -1.92 -2.57 -6-07 -1.29 -2.20 -4.56 -1.21 -2.57 -6.07 -1.29 -2.20 -4.56 -1.92 -2.57 -6.07

TCR -1.48 -6.76 -10.6 -6.22 -6.93 -10.8 -1.48 -6.76 -6.47 -2.62 -6.93 -5.24 -1.48 -6.76 -10.6 2.62 -6.93 -5.24

CUADRO 5.12
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER GLS (ERS)
PARA ARGENTINA

Constante,
Variable Constante y Orden de Integración
Tendencia

TI Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(2)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(2)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(2)
TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)

127
5.3.2. CONTRASTE DE DICKEY-FULLER AUMENTADO EN LOGARITMOS DE
EXPORTACIONES REALES, PIB REAL, TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO
DE CAMBIO REAL.

5.3.2.1. TODAS LAS VARIABLES EN LOGARITMOS

La evidencia del contraste Dickey-Fuller aumentado, presentada en los cuadros 5.13 y 5.14
indica en la mayor parte de las pruebas en primeras diferencias, que al 95 % de confianza se
rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) . Eso es equivalente a rechazar la hipótesis de que las
exportaciones reales, el PIB real, los términos de intercambio y el tipo de cambio real de
México, expresados en logaritmos, no son estacionarias. Por el contrario se acepta la hipótesis
alternativa (H1: γ > 0) que establece estacionariedad en las series. Dichas series, al probar
que son estacionarias en primeras diferencias están integradas en orden I(1).
CUADRO 5.13*
CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE MÉXICO

Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike

Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -0.98 -3.75 -5.35 -3.09 -3.67 -5.27 -2.21 -2.18 -5.45 -3.09 -3.67 -5.27 -2.21 -2.18 -5.35 -3.23 -3.67 -5.27

Log PIB -1.88 -4.48 -8.54 -2.35 -4.52 -8.21 4.64 -3.31 -8.47 -1.88 -4.48 -8.34 -3.57 -4.52 -8.21 -4.64 -3.31 -8.47

Log T I -2.08 -4.48 -8.43 -2.38 -4.78 -8.29 0.87 -4.80 -8.57 -2.08 -4.84 -6.67 -3.41 -4.78 -3.22 0.87 -4.80 -6.79

Log TCR -2.43 -5.89 -7.84 -2.34 -5.89 -7.71 -0.09 -5.98 -7.98 -2.82 -5.89 -5.02 -2.72 -5.89 -4.92 0.02 -5.98 -5.12
Valores críticos al 5 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.95 -3.56 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.58 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

LTI -2.95 2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -2.95 -2.95 -3.59 -3.54 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.95 2.95 -2.95 -3.54 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -2.95 -2.96 -3.58 -3.55 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95
Criterio de Información de Hannan-Quinn

Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.45 -3.75 -5.35 -3.23 -3.67 -5.27 2.21 -2.18 -5.45

Log PIB -1.88 -4.48 -8.34 -2.35 -4.52 -8.21 -4.64 -3.31 -8.47

Log T I -2.08 -4.84 -6.67 -3.41 -4.78 -3.22 0.87 -4.80 -6.79

Log TCR -2.43 -5.89 -7.84 -2.72 -5.89 -7.71 0.02 -5.98 -7.98

Varlores críticos al 95 %

Log Exp -2.95 -2.95 -2.95 -3.56 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

128
CONTINUACIÓN CUADRO 5.13

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log T I -2.95 -2.95 -2.95 -3.59 -3.54 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95
*Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentada estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.14
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA MÉXICO

Constante,
Variable Criterio Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada

Log EXP Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

La evidencia del contraste Dickey-Fuller aumentado, presentada en los cuadros 5.15 y 5.16
indica en la mayor parte con de las pruebas en primeras diferencias, con la excepción del PIB
que al 95 % de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) . Eso es equivalente a
rechazar la hipótesis de que las exportaciones reales, el PIB real, los términos de intercambio
y el tipo de cambio real de Brasil, expresados en logaritmos, no son estacionarias.

129
CUADRO 5.15
CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE BRASIL

Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.05 -5.42 -7.86 -3.3 -5.37 -5.67 4.2 -3.68 -8.00 0.20 -5.42 -5.78 -3.14 -5.37 -4.05 3.68 -1.98 -5.88

Log PIB -4.09 -2.97 -3.91 -3.57 -3.04 -3.91 5.1 -2.77 -3.96 -2.17 -3.32 -2.76 -3.57 -2.61 -3.46 2.08 -2.77 -1.68

Log T I -1.64 -5.67 -11.2 -2.46 -5.59 -3..8 -0.28 -5.76 -11.4 -3.22 -2.00 -3.94 -4.33 -1.73 -3.84 -0.28 -2.17 -4.03

Log TCR -1.31 -3.55 -6.36 -2.74 -3.47 -6.41 -2.77 -3.36 -6.45 -1.31 -3.55 -6.36 -3.07 -3.47 -6.41 -1.42 -3.36 -6.45

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.55 -3.55 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.96 -3.56 -3.55 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.96 -2.96 -3.55 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.98 -3.55 -3.57 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

LTI -2.94 2.98 -2.99 -3.55 -3.54 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95 2.98 -2.98 -2.98 -3.54 -3.60 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.95 2.98 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -2.95 -2.95 -3.55 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Criterio de Información de Hannan-Quinn

Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.05 -5.42 -5.78 -3.30 -5.37 -5.67 -4.23 -1.98 -5.88

Log PIB -2.17 -2.97 -2.76 -3.57 -2.61 -3.46 2.08 -2.77 -2.65

Log T I -3.22 -3.42 -3.94 -4.33 -3.89 -3.84 -0.28 -3.55 -4.03

Log TCR -1.31 -3.55 -6.41 -2.74 -3.47 -6.41 -1.42 -3.36 -6.45

Valores críticos al 95 %

Log Exp -2.94 -2.95 -2.96 -3.56 -3.55 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.98 -2.96 -2.98 -3.55 -3.57 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

Log T I -2.98 -2.96 -2.96 -3.59 -3.56 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentada estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

130
Por el contrario se acepta la hipótesis alternativa (H1: γ > 0) que establece estacionariedad en
las series. Al testear que son estacionarias en primeras diferencias dichas series están
integradas en orden I(1).
El PIB en logaritmos bajo los tres criterios es estacionaria en niveles en 6 casos y en primeras
diferencias es estacionaria en tres. Esto revela que en el caso de esta prueba dicha serie está
integrada en orden I(0). Este fenómeno se podría relacionar con el cambio estructural que
sufrió esta serie, cuando analizamos la gráfica 5.10. Veremos en la prueba Phillips-Perron si
esto prevalece, ya que a diferencia de la prueba Dickey-Fuller aumentada, ésta si considera
los cambios estructurales en su estimación.
CUADRO 5.16
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA BRASIL

Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada

Log EXP Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(0)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(0)
Nada I(0)
Log TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(2)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

131
La evidencia del contraste Dickey-Fuller aumentado, presentada en los cuadros 5.17 y 5.18
indica en la mayor parte de las pruebas en primeras diferencias, que al 95 % de confianza se
rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) . Eso es equivalente a rechazar la hipótesis de que las
exportaciones reales, el PIB real, los términos de intercambio y el tipo de cambio real de
Argentina, expresados en logaritmos, no son estacionarias. Por el contrario se acepta la
hipótesis alternativa (H1: γ > 0) que establece estacionariedad en las series.
CUADRO 5.17
CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE ARGENTINA

Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.04 -6.02 -8.64 -3.08 -5.93 -8.50 -2.52 -3.71 -8.77 0.04 -6.02 -8.6 -3.08 -5.93 -8.50 2.52 -3.71 -8.77

Log PIB -1.03 -4.05 -6.85 -2.35 -3.97 -7.14 -1.80 -3.84 -6.97 -1.22 -4.05 -6.85 -2.35 -3.97 -7.14 1.18 -3.84 -6.97

Log T I -1.86 -2.83 -6.08 -1.74 -3.67 -5.89 -0.86 -2.84 -6.21 -2.0 -2.83 -6.08 -2.81 -3.67 -5.89 -0.17 -2.84 -6.21

Log TCR -1.53 -5.90 -2.97 -2.74 -5.84 -5.96 0.68 -5.91 -6.19 -1.53 -5.90 -6.05 -3.26 -5.84 -5.96 -0.68 -5.91 -6.19

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

LTI -2.94 2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95 2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 2.95 -2.97 -3.54 -3.54 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95 2.94 -2.95 -2.97 -3.58 -3.54 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95

Criterio de Información de Hannan-Quinn


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.04 -6.02 -8.6 -3.08 -5.93 -8.5 2.52 -3.71 -8.77

Log PIB 1.22 -4.05 -6.85 -2.35 -3.97 -7.14 1.18 -3.84 -6.97

Log T I -2.00 -2.83 -6.08 -2.81 -3.67 -5.89 -0.17 -2.84 -6.21

Log TCR -1.53 -5.90 -6.05 -3.26 -5.84 -5.96 -0.68 -5.91 -6.19

132
Continuación del cuadro 5.17
Valores críticos al 95 %

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log T I -2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.96 -2.95 -2.97 -3.58 -3.54 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentada estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

Al encontrar que son estacionarias en primeras diferencias, dichas series están integradas en
orden I(1).
CUADRO 5.18
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA ARGENTINA

Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada

Log EXP Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log PIB Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log TI Criterio de Constante I(2)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(2)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(2)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

133
5.3.2.2. CONTRASTES EN NIVELES DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO
DE CAMBIO REAL.

Los resultados de los cuadros 5.19 y 5.20 del contraste Dickey-Fuller aumentado de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
México está a favor del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1 ( γ > 0) , lo cual
significa que dichas series son estacionarias. Puesto que son estacionarias en primeras
diferencias en la mayoría de los casos están integradas en orden I(1)

CUADRO 5.19
CONTRASTE DICKEY FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE MÉXICO

Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike


Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto
N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIMEX -2.06 -4.77 -8.49 -2.38 -4.70 -8.35 -0.56 -4.74 -8.63 -2.98 -2.48 -3.46 -4.04 -2.16 -4-41 -0.58 -2.67 -3.36

TCRMEX -2.43 -6.10 -8.26 -2.35 -6.10 -8.11 -0.36 -6.20 -8.40 -2.81 -6.10 -5.82 --2.72 -6.10 -5.71 -0.15 -6.20 -5.92

Valores críticos al 95 % de confianza

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIMEX -2.94 -2.96 -2.96 -3.54 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

TCRMEX -2.94 -2.95 -2.96 -3.54 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.97 -3.54 -3.58 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Criterio de Información de Hannan-Quinn


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIMEX -2.04 -2.97 -6.04 -2.04 -2.97 -6.04 -2.04 -3.76 -5.78

TCRMEX -1.50 -6.79 -5.34 -2.55 -6.76 -5.20 -0.20 -6.77 -5.45

Valores críticos al 95 %

TIMEX -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56

TCRMEX -2.94 -2.95 -2.96 -3.54 -2.96 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

134
CUADRO 5.20
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA MÉXICO

Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada
TI Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

Los resultados de los cuadros 5.21 y 5.22 del contraste Dickey-Fuller aumentado de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
Brasil está a favor del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1 ( γ > 0) , lo cual
significa que dichas series son estacionarias. Puesto que son estacionarias en primeras
diferencias en la mayoría de los casos están integradas en orden I(1).

CUADRO 5.21
CONTRASTE DICKEY FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE BRASIL

Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike


Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto

N 1ª∆* 2a∆ N 1ª∆* 2a∆ N 1ª∆* 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIBRAS -1.74 -5.60 -10.4 -1.78 -5.52 -4.41 -0.58 -5.69 -10.6 -2.98 -2.48 -3.46 -4.04 -2.16 -4-41 -0.58 -2.67 -3.36

TCRBRAS -1.62 -3.04 -5.81 -3.08 -2.89 -5.91 -0.49 -3.07 -5.86 -1.62 -3.04 -5.81 -3.82 -2.89 -5.91 -0.49 -3.07 -5.86

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.56 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95 -2.98 -2.98 -2.99 -3.59 -3.60 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95

TCRBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.55 -3.56 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.95 -3.55 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

135
Continuación del cuadro 5.21

Criterio de Información de Hannan-Quinn


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIBRAS -2.61 -5.60 -3.46 -2.26 -5.52 -4.41 -0.58 -5.69 -3.36

TCRBRAS -1.62 -3.04 -5.81 -3.82 -2.89 -5.91 -0.49 -3.07 -5.86

Valores críticos al 95 %

TIBRAS -2.95 -2.95 -2.99 -3.55 -3.54 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95

TCRBRAS -2.95 -2.95 -2.95 -3.55 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.22
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA BRASIL
Constante,
Variable Constante y Orden de Integración
Tendencia, Nada

TI Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(0)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(2)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(2)
Nada I(1)

Los resultados de los cuadros 5.23 y 5.24 del contraste Dickey-Fuller aumentado de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
Argentina está a favor del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1 ( γ > 0) , lo cual
significa que dichas series son estacionarias. Puesto que son estacionarias en primeras
diferencias en la mayoría de los casos, están integradas en orden I(1)

136
CUADRO 5.23
CONTRASTE DICKEY FULLER AUMENTADO
PARA LAS SERIES DE ARGENTINA
Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIARG -1.91 -2.97 -6.04 -1.82 -3.76 -5.78 -1.44 -2.99 -6.18 -2.04 -2.97 -6.04 -2.97 -3.76 -5.78 -0.26 -2.99 -6.18

TCRARG -1.50 -6.79 -5.34 -2.55 -6.76 -5.20 -0.20 -6.77 -5.45 -1.50 -6.79 -4.37 -2.55 -6.76 -4.37 -0.20 -6.77 -5.45

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIARG -2.94 -2.96 -2.96 -3.54 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

TCRARG -2.94 -2.95 -2.96 -3.54 -3.56 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.97 -3.54 -3.58 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Criterio de Información de Hannan-Quinn


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIARG -2.04 -2.97 -6.04 -2.04 -2.97 -6.04 -2.04 -3.76 -5.78

TCRARG -1.50 -6.79 -5.34 -2.55 -6.76 -5.20 -0.20 -6.77 -5.45

Valores críticos al 95 %

TIARG -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -2.96 -3.56 -3.56

TCRARG -2.94 -2.95 -2.96 -3.54 -2.96 -3.56 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.24
RESULTADOS DEL CONTRASTE DICKEY-FULLER AUMENTADO
PARA ARGENTINA
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada

TI Criterio de Constante I(1)


Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
TCR Criterio de Constante I(1)
Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

137
Continuación cuadro 5.24
Criterio de Constante I(1)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Criterio de Constante I(1)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

5.3.3. CONTRASTE DE PHILLIPS-PERRON

Enders sugiere que los contrastes Dickey-Fuller se deben tomar con cautela en lo referente a
la distribución de los errores. Este autor explica que el contraste de Phillips y Perron (1988) se
concentra en desarrollar una generalización del procedimiento de Dickey y Fuller, que
permite plantear supuestos menos restrictivos en la distribución de los errores (Enders, 1995:
239).
El procedimiento consiste en plantear las siguientes regresiones:
yt = a0* + a1 yt −1 + µ t (5.10)

^ ^ ^ (5.11)
yt = a + a1 yt −1 + a 2 (t − T / 2) + µ t

Donde
T: es el número de observaciones
µt : es el término de error que tiene un valor esperado igual a cero Eµ = 0t , el cual no
necesita asumir los supuestos de homogeneidad e independencia planteados por Dickey y
Fuller. El contraste Phillips-Perron permite a los errores que sean débilmente dependientes y
se distribuyan heterogéneamente. Esta propiedad es muy relevante para series que
experimenten cambios estructurales en el tiempo, como la serie del PIB de Brasil presentada
en la gráfica 5.10, la cual tuvo un cambio estructural cuando este país sufrió la crisis de los
ochenta, que muy probablemente influyó a lo largo de las serie. Vamos a pasar a ver los
resultados del contraste Phillips Perron que incluye los métodos de estimación espectral
Bartlett-Kernel y Parzen-Kernel, además que contiene los criterios de selección de retardos
Newey-West-Bandwith y Banwith por las series de cada país y su interpretación.

5.3.3.1. CON TODAS LAS VARIABLES EN LOGARITMOS.

Los resultados del contraste Phillips-Perron presentados en los cuadros 5.25, 5.26 y 5.27
indican en su mayor parte, que al 95% de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) .

138
CUADRO 5.25
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON de MÉXICO
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel
Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -0.76 -2.99 -11.88 -1.87 -2.88 -12.13 4.49 -2.07 -11.12 -0.76 -3.51 -5.98 -2.06 -3.51 -5.88 4.15 -2.25 -6.08

Log PIB -1.79 -4.48 -22.95 -2.23 -4.49 -24.32 4.16 -3.23 -22.16 -1.76 -4.48 -8.48 -2.32 -4.52 -8.34 3.91 -3.22 -8.61

Log T I -1.79 -4.83 -11.33 -2.12 -4.76 -11.10 0.78 -4.78 -11.57 -1.79 -4.84 -8.80 -2.13 -4.78 -8.65 0.78 -4.80 .-8.95

Log TCR -2.39 -6.43 -15.93 -2.30 -9.09 -15.50 0.03 -6.58 -16.29 -2.60 -5.32 -7.30 -2.53 -5.27 -7.17 -0.09 -5.40 -7.42

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

Esto consiste en no aceptar la hipótesis de que las series de exportaciones reales, el PIB real,
los términos de intercambio y el tipo de cambio real de México, no son estacionarias. Por el
contrario se acepta la hipótesis alternativa (H1: γ > 0) , la cual supone que dichas series son
estacionarias. Dado que la mayoría de dichas series son estacionarias en primeras diferencias
su grado de integración es de orden I(1).
CUADRO 5.26
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON de MÉXICO
Método de Estimación Espectral
Parzen-Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth
Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2ª∆

Log Exp -0.76 -2.91 -21.94 -1.92 -2.85 -23.69 4.16 -2.08 -17.84 -0.76 -3.37 -5.99 -1.89 -3.37 -5.88 4.37 -2.21 -6.08

Log PIB -1.77 -4.44 -32.95 -2.32 -4.44 -57.12 4.64 -3.23 -29.47 -1.75 -4.48 -8.67 -2.32 -4.52 -8.53 3.84 -3.22 -8.81

139
Continuación cuadro 5.26
Log T I -1.83 -4.82 -11.58 -2.19 -4.75 -11.34 0.76 -4.79 -11.82 -1.83 -4.84 -9.34 -2.19 -4.78 -9.16 0.76 -4.80 -9.50

Log TCR -2.37 -6.63 -33.39 -2.27 -10.83 -32.87 0.05 -6.78 -34.07 -2.45 -5.32 -7.87 -2.36 -5.28 -3.55 -0.08 -5.40 .-8.02

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

LogTI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.
CUADRO 5.27
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
PARA MÉXICO
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(2)
Espectral Bartlett-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Método de Newey-West- Constante I(2)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(2)
Nada I(0)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(2)
Nada I(0)

140
Continuación cuadro 5.27
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

Los resultados del contraste Phillips-Perron presentado en los cuadros 5.28, 5.29 y 5.30
indican en su mayor parte que al 95
% de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) . Esto consiste en no aceptar la
hipótesis de que las series de exportaciones reales, el PIB real, los términos de intercambio y
el tipo de cambio real de Brasil, no son estacionarias. Por el contrario se acepta la hipótesis
alternativa (H1: γ > 0) , la cual supone que dichas series son estacionarias.
Dado que la mayoría de dichas series son estacionarias en primeras diferencias su grado de
integración es de orden I(1). Este resultado es diferente al contraste Dickey-Fuller aumentado,
practicado a la misma serie, donde la serie en buena parte es I(0). Muy probablemente, el
contraste Phillips-Perron consideró el cambio estructural de finales de la década de los setenta
que afectó la serie del PIB brasileño.
CUADRO 5.28
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE BRASIL
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth
Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.26 -5.21 -15.06 -2.61 -5.24 -15.26 6.30 -3.68 -15.44 0.11 -4.99 -7.12 -2.59 -4.93 -7.00 3.95 -3.68 -7.24

Log PIB -4.35 -3.45 -12.98 -7.64 -3.92 -21.57 -3.53 -2.59 -11.65 -4.33 -3.45 -8.77 -4.03 -4.02 -8.75 3.38 -2.64 -8.86

Log T I -1.79 -5.70 -17.97 -1.77 -5.62 -18.05 -0.28 -5.78 -18..21 -1.64 -5.67 -12.33 -1.64 -5.59 -12.23 -0.28 -5.76 .-12.51

Log TCR -1.02 -4.41 -10.31 -2.15 -4.33 -10.73 -1.43 -4.30 -10.53 -1.03 -4.47 -8.26 -2.26 -4.39 -8.25 -1.43 -4.30 -8.40

Valores críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

141
Continuación cuadro 5.28
Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.29
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE BRASIL
Método de Estimación Espectral
Parzen-Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.26 -5.32 -28.11 -2.55 -5.36 -34.41 6.31 -3.60 -28.84 -0.03 -4.98 -7.60 -2.59 -4.93 -7.47 4.35 -3.71 --7.75

Log PIB -4.79 -3.42 -15.16 -10.44 -3.84 -37.82 3.32 -2.59 -13.30 -4.37 -3.47 -8.80 -4.05 -3.98 -8.81 3.14 -2.61 -8.87

Log T I -1.84 -5.72 -18.03 -1.84 -5.63 -19.18 -0.28 -5.80 -18.25 -1.74 -5.67 -13.01 -1.72 -5.59 -12.98 -0.28 -5.76 -13.20

Log TCR -1.02 -4.45 -10.51 -2.04 -4.38 -11.30 -1.45 -4.32 -10.72 -1.04 -4.45 -8.30 -2.28 -4.38 -8.31 -1.45 -4.30 -8.43

Valores Críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2ª∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

LogTI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 -1.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

142
CUADRO 5.30
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
PARA BRASIL
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

Los resultados del contraste Phillips-Perron presentado en los cuadros 5.31, 5.32 y 5.35
indican en su mayor parte que al 95 % de confianza se rechaza la hipótesis nula (Ho: γ = 0) .
Esto consiste en no aceptar la hipótesis de que las series de exportaciones reales, el PIB real,
los términos de intercambio y el tipo de cambio real de Argentina, no son estacionarias. Por el

143
contrario se acepta la hipótesis alternativa (H1: γ > 0) , la cual supone que dichas series son
estacionarias.
Dado que la mayoría de dichas series son estacionarias en primeras diferencias su grado de
integración es de orden I(1).
CUADRO 5.31
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE ARGENTINA
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth
Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.91 -9.56 -21.66 -3.17 -10.59 -21.51 5.23 -4.99 -21.24 0.04 -6.02 -9.09 -3.20 -5.93 -8.92 2.52 -4.99 -9.23

Log PIB -1.03 -3.92 -12.46 -1.97 -3.82 -15.21 1.80 -3.73 -13.07 -1.23 -4.05 -7.20 -2.06 -3.97 -7.14 1.54 -3.84 -7.31

Log T I -1.97 -4.66 -15.8 -1.85 -7.89 -17.17 -0.002 -4.76 -15..35 -2.08 -4.61 -7.42 -1.99 -4.64 -7.33 -0.03 -4.69 .3.27

Log TCR -1.51 -7.17 -27.00 -2.86 -7.29 -30.57 -0.49 -6.09 -26.95 -1.53 -5.90 -9.79 -2.84 -5.84 -9.68 -0.68 -5-91 -9.95

Valores Críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1..95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -º3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.32
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE ARGENTINA
Método de Estimación Espectral
Parzen-Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.93 -9.70 -25.07 -3.16 -10.64 -24.98 5.09 -4.99 -26.22 -9.23 -6.03 -9.90 -3.20 -5.94 -9.71 2.56 -4.99 -10.08

Log PIB -1.26 -3.87 -12.61 -1.85 -3.73 -15.35 1.53 -3.66 -13.00 -1.25 -4.06 -7.36 -2.11 -3.98 -7.34 1.54 -3.85 -7.48

144
Continuación del cuadro 5.32
Log T I -1.80 -4.82 -17.06 -1.58 -12.19 -17.47 0.00 -4.92 -17.44 -2.02 -4.62 -7.61 -1.91 -4.64 -7.54 -0.03 -4.69 -7.73

Log TCR -1.38 -7.13 -42.13 -2.75 -7.21 -52.64 -0.42 -6.32 -41.29 -1.58 -5.90 -10.41 -2.86 -5.84 -10.33 -0.68 -5.91 -10.58

Valores Críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log PIB -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

LogTI -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Log TCR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando las pruebas Dickey-Fuller aumentado estimadas bajo los criterios de Shwarz, Akaike y Hannan Quinn con sus respectivos
valores críticos al 95 % , registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.33
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
PARA ARGENTINA
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(0)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

145
Continuación del cuadro 5.33
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

5.3.3.2. CON TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL EN


NIVELES.

Los resultados de los cuadros 5.34, 5.35 y 5.36 del contraste Phillips-Perron de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
México están a favor en gran parte del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1
( γ > 0) , lo cual significa que dichas series son estacionarias. Al ser estacionarias en la
mayoría de los casos en primeras diferencias, están integradas en orden I(1).
CUADRO 5.34
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE ARGENTINA, BRASIL
Y MÉXICO DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO
Y EL TIPO DE CAMBIO REAL
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIAR -2.02 -4.55 -14.66 -1.96 -7.41 -16.12 -0.17 -4.65 -14.06 -2.18 -4.48 -7.19 -2.12 -4.48 -7.11 0.28 -4.55 -1.95
(ARGEN
TINA)

TCRARG -1.50 -7.14 -32.86 -2.55 -7.44 -36.14 0.16 -6.88 -33.70 -1.50 -6.79 -11.53 -2.55 -6.76 -11.40 -0.003 -6.77 -11.72
(ARGEN)

TIBRAS -1.80 -5.60 -25.53 -1.86 -5.52- -31.94 -0.58 -5.69 -26.74 -1.80 -5.60 -11.28 -1.80 -5.52 -11.17 -0.58 -5.69 -11.46
(BRASIL)

TCRBRAS -0.83 -3.05 -6.15 -1.84 -2.88 -6.24 0.48 -2.92 -6.23 -0.89 3.07 -6.03 -2.15 -2.90 -6.07 0.42 -1.95 -6.10
(BRASIL)

146
Continuación del cuadro 5.34
TIMEX -1.80 -4.77 -11.32 -2.14 -4.70 -11.09 0.45 -4.74 -11.55 -1.80 -4.77 -8.82 -2.15 -4.70 -8.66 0.45 -4.74 -8.96
(MÉXICO)

TCRMEX -2.39 -6.29 -14.47 -2.30 -8.65 -14.10 -0.17 -6.44 -14.81 -2.61 -5.34 -7.22 -2.54 -5.30 -7.09 -0.36 -5.42 -7.34
(MÉXICO)

Valores Críticos al 95 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIAR -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TCRARG -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TIBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TCRBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TIMEX -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TCRMEX -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

Nota: El cuadro se lee comparando los contrastes Phillips-Perron estimad bajo los criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth con sus respectivos valores
críticos al 95 %, registrados en la parte inferior del cuadro.

CUADRO 5.35
CONTRASTE PHILLIPS-PERRON DE ARGENTINA, BRASIL
Y MÉXICO DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO
Y EL TIPO DE CAMBIO REAL
Método de Estimación Espectral
Parzen-Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna


Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIAR -1.84 -4.76 -15.65 -1.76 -11.97 -3.55 -0.14 -4.85 -15.97 -2.06 -4.49 -7.35 -2.00 -4.48 -7.30 -0.26 -4.56 -7.46
(ARGEN
TINA)

TCRARG -1.42 -7.29 -51.67 -2.57 -7.84 -54.99 0.23 -6.96 -53.91 -1.42 -6.79 -12.82 --2.54 -6.77 -12.70 0.02 -6.77 -13.04
(ARGEN)

TIBRAS -1.82 -5.62 -27.50 -1.95 -5.53 -35.89 -0.59 -5.69 -27.13 -1.87 -5.61 -12.05 -1.95 -5.52 -12.01 -0.58 -5.69 -12.23
(BRASIL)

TCRBRAS -0.85 -2.97 -6.23 -2.22 -2.72 -6.33 0.40 -2.97 -6.30 -0.86 -2.94 -6.04 -2.06 -2.77 -6.10 0.48 -1.95 -6.11
(BRASIL)

TIMEX -1.84 -4.76 -12.07 -2.21 -4.69 -11.82 0.42 -4.73 -12.32 -1.84 -4.77 -9.23 -2.21 -4.70 -9.06 0.42 -4.74 -9.39
(MÉXICO)

TCRMEX -2.40 -6.61 29.13 -2.29 -9.88 -28.54 -0.13 -6.77 -29.80 -2.44 -5.35 -7.84 -2.35 -5.30 7.68 -0.34 -5.43 -7.99
(MÉXICO)

147
Continuación del cuadro 5.35
Valores Críticos al 95 %

TIAR N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TCRARG -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.54 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TIBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TCRBRAS -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TIMEX -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

TCRMEX -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.94 -2.95 -2.95 -3.54 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95

CUADRO 5.36
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO REAL DE MÉXICO
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

Los resultados de los cuadros 5.34, 5.35 y 5.37 del contraste Phillips-Perron de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
Brasil están a favor en gran parte del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1 ( γ > 0) ,
lo cual significa que dichas series son estacionarias. Al ser estacionarias en la mayoría de los
casos en primeras diferencias, están integradas en orden I(1).

148
CUADRO 5.37
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y
EL TIPO DE CAMBIO REAL DE BRASIL
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(2)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(2)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(2)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(2)
Constante y Tendencia I(2)
Nada I(1)

Los resultados de los cuadros 5.34, 5.35 y 5.38 del contraste Phillips-Perron de las series
expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo de cambio real de
Brasil están a favor en gran parte del rechazo de Ho ( γ = 0) y de la aceptación de H1 ( γ > 0) ,
lo cual significa que dichas series son estacionarias. Al ser estacionarias en la mayoría de los
casos en primeras diferencias, están integradas en orden I(1).

CUADRO 5.38
RESULTADOS DEL CONTRASTE PHILLIPS-PERRON
DE LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y
EL TIPO DE CAMBIO REAL DE ARGENTINA
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

149
Continuación del cuadro 5.38
TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Nada I(1)
Kernel
Bandwith Constante I(1)
Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

5.3.4. CONTRASTE DE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN

El contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin (1992), conocido también como KPSS es


una prueba de hipótesis nula sobre una serie estacionaria alrededor de una tendencia
deterministica (Kwiatkwosky, et. al, 1992: 159). Su planteamiento es inverso de los contrastes
anteriores. En la hipótesis nula se asume que la serie es estacionaria y en la hipótesis
alternativa la serie no es estacionaria.
La prueba KPSS comienza definiendo una serie yt presentada en la ecuación 5.12 como la
suma de una tendencia determinística, un paseo aleatorio y un error estacionario.
El estadístico KPSS está basado en los residuos de la regresión presentada en la ecuación:

yt = ξt + rt + ε t (5.12)

rt es el caso de un paseo aleatorio que los autores definen como:

rt = rt −1 + u t (5.13)

Adicionalmente los autores definen un proceso de la suma de los residuos de la de la


regresión 5.12 con intercepto o tendencia en el tiempo, et = 1, 2…, T
1 (5.14)
S t = ∑ ei t =1,2,….., T
i =1

La hipótesis nula relacionada a la estacionariedad en la tendencia corresponde a la hipótesis


de que la varianza de la caminata aleatoria es igual a cero (Kwiatkwosky, et. al, 1992: 161).
Tal ejercicio se puede verificar con una propuesta de los autores usando el multiplicador de
Lagrange (LM), representado en la ecuación:

150
∑St
t
2
(5.15)
LM =
σ t2

5.3.4.1. CON LAS VARIABLES EN LOGARITIMOS


Los resultados del contraste KPSS presentado en los cuadros 5.39, 5.40 y 5.41 indican en su
mayor parte que al 95 % de confianza se acepta la hipótesis nula (Ho: γ > 0) . Esto consiste en
aceptar la hipótesis de que series temporales de las exportaciones reales, el PIB real, los
términos de intercambio y el tipo de cambio real de México, expresadas en logaritmos son
estacionarias. Por el contrario, se rechaza la hipótesis alternativa (H1: γ = 0) , la cual supone
que dichas series no son estacionarias. Puesto que en su mayoría, las series son estacionarias
en primeras diferencias, éstas están integradas en orden I(1)

CUADRO 5.39*
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE MÉXICO
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel
Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.69 0.08 0.44 0.07 0.06 0.40 0.80 0.07 0.03 0.20 0.02 0.57

Log PIB 0.68 0.23 0.12 0.12 0.12 0.50 0.42 0.20 0.06 0.12 0.09 0.05

Log T I 0.40 0.07 0.01 0.08 0.06 0.01 0.42 0.07 0.04 0.10 0.06 0.04

Log TCR 0.17 0.22 0.31 0.15 0.31 0.30 0.15 0.06 0.05 0.13 0.03 0.05

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

CUADRO 5.40*
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE MÉXICO
Método de Estimación Espectral
Parzen Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth
Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.57 0.07 1.48 0.07 0.05 1.72 3.21 0.08 0.03 0.41 0.06 0.03

151
Continuación del cuadro 5.40
Log PIB 0.57 0.22 1.27 0.10 0.09 6.85 0.78 0.20 0.06 0.19 0.09 0.05

Log T I 0.34 0.06 0.18 0.07 0.06 0.18 0.44 0.06 0.06 0.21 0.06 0.06

Log TCR 0.15 0.28 1.05 0.13 0.37 1.05 0.14 0.06 0.04 0.12 0.03 0.04

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

CUADRO 5.41
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN DE LAS SERIES DE MÉXICO
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)

Los resultados del contraste KPSS presentado en los cuadros 5.42, 5.43 y 5.44 indican en su
mayor parte que al 95 % de confianza se acepta la hipótesis nula (Ho: γ > 0) . Esto consiste en
aceptar la hipótesis de que series temporales de las exportaciones reales, el PIB real, los

152
términos de intercambio y el tipo de cambio real de Brasil, expresadas en logaritmos son
estacionarias. Por el contrario, se rechaza la hipótesis alternativa (H1: γ = 0) , la cual supone
que dichas series no son estacionarias. Puesto que en su mayoría las series son estacionarias
en primeras diferencias, éstas están integradas en orden I(1).
CUADRO 5.42*
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE BRASIL
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth
Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.72 0.14 0.24 0.07 0.13 0.24 1.33 0.05 0.05 0.08 0.05 0.05

Log PIB 0.69 0.50 0.50 0.18 0.17 0.43 0.38 0.46 0.11 0.14 0.14 0.06

Log T I 0.22 0.10 0.19 0.14 0.07 0.18 0.20 0.10 0.07 0.13 0.07 0.07

Log TCR 0.64 0.07 0.12 0.06 0.07 0.11 0.43 0.06 0.09 0.08 0.05 0.08

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.
CUADRO 5.43*
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE BRASIL
Método de Estimación Espectral
Parzen Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.60 0.14 0.81 0.06 0.13 0.91 9.93 0.07 0.04 0.11 0.06 0.04

Log PIB 0.62 0.44 0.60 0.15 0.15 1.97 0.44 0.40 0.09 0.15 0.14 0.04

Log T I 0.18 0.09 0.19 0.12 0.07 0.15 0.28 0.10 0.06 0.21 0.07 0.06

Log TCR 0.54 0.06 0.10 0.06 0.05 0.10 0.86 0.06 0.08 0.20 0.05 0.07

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

153
CUADRO 5.44
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE BRASIL
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)

Los resultados del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin presentado en los cuadros


5.45, 5.46 y 5.47 indican en la mitad de las pruebas que al 95% de confianza se acepta la
hipótesis nula (Ho: γ > 0) . Esto consiste en aceptar la hipótesis que una parte de las series
temporales de las exportaciones reales, el PIB real, los términos de intercambio y el tipo de
cambio real de Argentina, expresadas en logaritmos son estacionarias. También en parte se
acepta la hipótesis alternativa (H1: γ = 0) , la cual supone que una parte de dichas series no
son estacionarias. La mayor parte de las pruebas de las exportaciones y de los términos de
intercambio son estacionarias en primeras diferencias, por lo que están esas series en su
mayoría están integradas en orden I(1). La mayor parte de las pruebas del PIB y del tipo de
cambio real indican, que éstas series son estacionarias en niveles, lo cual revela que están
integradas en orden I(0).

154
CUADRO 5.45
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE ARGENTINA
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.69 0.29 0.30 0.11 0.20 0.27 2.59 0.08 0.11 0.10 0.03 0.10

Log PIB 0.63 0.11 0.36 0.11 0.11 0.37 0.37 0.08 0.08 0.11 0.08 0.05

Log T I 0.19 0.17 0.23 0.17 0.14 0.23 0.16 0.08 0.05 0.14 0.04 0.05

Log TCR 0.55 0.21 0.51 0.07 0.17 0.36 0.42 0.05 0.07 0.07 0.04 0.07

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

CUADRO 5.46
CONTRASTE KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE LAS SERIES DE ARGENTINA
Método de Estimación Espectral
Parzen Kernel

Newey-West-Bandwidth Bandwidth

Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

Log Exp 0.57 0.29 0.44 0.10 0.20 0.41 47.65 0.08 -08 0.09 0.04 0.07

Log PIB 0.51 0.08 0.33 0.09 0.08 0.36 0.50 0.08 0.08 0.20 0.08 0.05

Log T I 0.17 0.20 0.50 0.15 0.20 0.48 0.18 0.09 0.05 0.15 0.05 0.05

Log TCR 0.46 0.21 1.31 0.07 0.17 1.23 0.39 0.06 0.06 0.07 0.04 0.06

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

155
CUADRO 5.47
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN DE LAS SERIES DE ARGENTINA
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

Log EXP Método de Newey-West- Constante I(1)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Log PIB Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TI Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Log TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)

5.3.4.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL EN


NIVELES.

Los resultados de los cuadros 5.48, 5.49 y 5.50 del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-
Shin de las series expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo
de cambio real de México está a favor, en gran parte, de la aceptación de Ho ( γ > 0) y del
rechazo de H1 ( γ = 0) . Eso significa que dichas series son estacionarias en niveles, por lo
que están integradas en orden I(0).

156
CUADARO 5.48
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL
DE LOS TRES PAÍSES
Método de Estimación Espectral
Bartlett Kernel

Newey-West-Bandwidth Andrews Bandwidth


Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIAR 0.21 0.15 0.29 0.16 0.14 0.28 0.18 0.07 0.05 0.14 0.04 0.05
(ARGEN
TINA)

TCRARG 0.49 0.15 0.50 0.09 0.18 0.50 0.42 0.09 0.10 0.08 0.05 0.09
(ARGEN)

TIBRAS 0.25 0.08 0.41 0.14 0.07 0.35 0.25 0.08 0.41 0.14 0.07 0.35
(BRASIL)

TCRBRAS 0.59 0.10 0.11 0.11 0.08 0.09 0.49 0.07 0.12 0.13 0.06 0.06
(BRASIL)

TIMEX 0.36 0.06 0.01 0.07 0.06 0.01 0.41 0.06 0.04 0.10 0.06 0.04
(MÉXICO)

TCRMEX 0.16 0.20 0.25 0.15 0.28 0.24 0.14 0.06 0.05 0.13 0.03 0.05
(MÉXICO)
*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.

CUADRO 5.49
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL
DE LOS TRES PAÍSES
Método de Estimación Espectral
Parzen Kernel

Newey-West-Bandwidth Andrews Bandwidth


Intercepto Tendencia e Intercepto Intercepto Tendencia e Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

TIAR 0.19 0.18 0.55 0.15 0.19 0.54 0.19 0.08 0.05 0.15 0.05 0.05
(ARGEN
TINA)

TCRARG 0.42 0.18 1.02 0.08 0.16 0.85 0.40 0.10 0.09 0.09 0.05 0.08
(ARGEN)

TIBRAS 0.21 0.07 0.98 0.12 0.06 0.78 0.27 0.46 0.06 0.16 0.07 0.35
(BRASIL)

TCRBRAS 0.53 0.06 0.18 0.10 0.05 0.12 0.98 0.07 0.13 0.20 0.06 0.08
(BRASIL)

157
Continuación del cuadro 5.49
TIMEX 0.31 0.06 0.18 0.07 0.06 0.18 0.45 0.06 0.05 0.21 0.06 0.05
(MÉXICO)

TCRMEX 0.14 0.27 0.77 0.13 0.33 0.76 0.13 0.06 0.04 0.12 0.03 0.04
(MÉXICO)

*Nota: Los valores críticos del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin al 95 % de confianza, en sus dos métodos Bartlett Kernel y Parzen Kernel, bajo los
criterios Newey-West-Bandwidth y Bandwidth, con intercepto o constante, en niveles, primera y segunda diferencias el valor crítico al 95 % es igual a 0.46.
Bajo los mismo métodos y los dos criterios mencionados con intercepto y tendencia, con niveles, en primeras y segundas diferencias el valor crítico al 95 % es
igual a 0.14.
CUADRO 5.50
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL DE MÉXICO EN NIVELES
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(0)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
TCR Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)

Los resultados de los cuadros 5.48, 5.49 y 5.51 del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-
Shin de las series expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo
de cambio real de Brasil está a favor, en gran parte, de la aceptación de Ho ( γ > 0) y del
rechazo de H1 ( γ = 0) . Eso significa que dichas series son estacionarias en niveles, por lo
que están integradas en orden I(0).
CUADRO 5.51
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL DE BRASIL
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(0)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)

158
Continuación del cuadro 5.51
TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(1)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)

Los resultados de los cuadros 5.48, 5.49 y 5.50 del contraste Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-
Shin de las series expresadas en niveles, tanto de los términos de intercambio como del tipo
de cambio real de Argentina está a favor, en gran parte, de la aceptación de Ho ( γ > 0) y del
rechazo de H1 ( γ = 0) . Eso significa que dichas series son estacionarias en niveles, por lo
que están integradas en orden I(0).

CUADRO 5.52
RESULTADOS DEL CONTRASTE
KWIATKOWSKI-PHILLIPS-SCHMIDT-SHIN
DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y TIPO DE CAMBIO REAL DE ARGENTINA

Constante,
Variable Constante y Tendencia, Nada Orden de
Integración

TI Método de Newey-West- Constante I(0)


Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(1)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(1)
TCR Método de Newey-West- Constante I(1)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Bartlett-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)
Método de Newey-West- Constante I(0)
Estimación Bandwith Constante y Tendencia I(0)
Espectral Parzen-
Bandwith Constante I(0)
Kernel
Constante y Tendencia I(0)

5.4. METODOLOGÍA ENGLE-GRANGER DE COINTEGRACIÓN APLICADO A


UNA EXTENSIÓN DEL MODELO DE THIRLWALL QUE INCLUYE LA
RELACIÓN DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO REAL.

Una vez desarrollado en las secciones anteriores el análisis de integración de las series de los
tres países pasaremos al análisis de cointegración. Hasta antes de que fuera introducido el
concepto de cointegración por Granger (1981), Granger y Weis (1983) y Engle y Granger
(1987), los modelos de regresión que estimaban una relación entre dos o más variables no
consideraban que en la economía la mayor parte de las series temporales en niveles no son

159
estacionarias. Estos ejercicios podían conducir al fenómeno del que ya hemos hablado que se
identifica como “regresión espuria”.
Engle y Granger (1987) definen de manera formal la cointegración considerando que un
vector de N series temporales xt = (x1t, x2t,…, xnt)´ están cointegradas en orden d, b, es decir,
xt ~ CI (d, b), si:
1. Todos los componentes de xt están integrados en orden I(d).
2. Exista un vector β = (β1, β1,…, βn) tal que la combinación lineal βxt = β1 xt, β2 x2t,+…+ βn
xnt está integrada en orden (d - b), donde b > 0.
El vector β es considerado el vector de cointegración.
Si procuramos estimar una relación de equilibrio entre dos o más variables económicas,
evitando caer en el error de una posible “regresión espuria” podemos emplear alguna de las
metodologías de cointegración existentes como la de Engle-Granger (1987), que básicamente
se constituye por dos etapas.
En la primera, investigamos el orden de integración de las series empleando los contrastes de
raíces unitarias. La cointegración por definición requiere que las variables estén integradas en
el mismo orden. Si las variables son estacionarias no es necesario realizar los contrastes
puesto que se pueden emplear los métodos estándar de series temporales. En el caso de que
las variables estén integradas en diferentes órdenes es posible concluir que no se pueden
cointegrar.
En el caso de que las variables sean I(1), procedemos a estimar una relación de equilibrio de
largo plazo de la forma estática:
yt = α + βz t + et (5.16)

Para determinar si las variables están realmente cointegradas verificamos si los errores

estimados ( e ) de la ecuación 5.16 son estacionarios. Cuando los errores sean estacionarios de
orden I(0), {yt} y {zt} están cointegradas en orden (1, 1).
La segunda etapa consiste en plantear un modelo que incluye variables en primeras
diferencias con retardos de variables cointegradas y un término de error rezagado que
contiene información de largo plazo. A este tipo de modelos se conocen como modelos de
corrección de errores.
Si probamos que las variables están cointegradas, rechazamos la hipótesis nula de no
cointegración y procedemos a estimar los coeficientes del modelo de corrección de errores. Si

160
{yt} y {zt} están CI (1, 1), las variables tienen la forma del modelo de corrección de errores en
su forma más simple:

∆yt = α 11∆z t + φ ( yt −1 − α − β z t ) + u t (5.17)

Sustiuyendo et en esa ecuación tenemos una expresión igual a la presentada por Otero (1993).

∆yt = α 11∆z t − φet −1 + u t (5.18)


Donde :
La expresión (yt-1 – α – βzt-1) o (et-1) es el mecanismo de corrección de errores
1, α y β son los parámetros del vector de cointegración.
El coeficiente φ indica la velocidad de ajuste hacia el equilibrio y se interpreta como la
proporción del desequilibrio entre el periodo t-1 que se corrige en el periodo t.
De una forma más generalizada, el modelo de corrección de errores se puede formular en la
ecuación 5.19 que es muy similar a la presentada por Enders (1995).

∆yt = α 1 + φ ( yt −1 − α − βz t −1 ) + ∑ α 11 (i )∆yt −i + ∑ α 12 (i )∆z t −i + ∈yt (5.19)


i =1 i =1

Esta expresión también se reformula en los siguientes términos:

∆yt = α 1 + φ (et −1 ) + ∑ α 11 (i )∆yt −i + ∑ α 12 (i )∆z t −i + ∈yt (5.20)


i =1 i =1

Pasemos ahora a aplicar la metodología de cointegración de Engle-Granger a la especificación


del modelo de Thirlwall, presentada en el la sección 2.3.7 donde la tasa de crecimiento del
∧ ∧
producto ( y ) está determinada por la tasa de crecimiento de las exportaciones ( x ), tasa de
∧ ∧
*
variación de los términos de intercambio ( p − p ) y la tasa de crecimiento del tipo de cambio

real ( e ). De tal forma que tenemos una relación lineal donde la variable dependiente depende
de tres variables independientes.

∧ ∧ ∧ ∧
∧ x + (φ + 1)( p − p *) + (−1 − φ )(e)
yb =
ξ

161
En la sección anterior aplicamos los contrastes de raíces unitarias Dickey Fuller GLS, Dickey
Fuller aumentado, Phillips-Perron y KPSS. Los resultados de éstos en su mayoría sugieren
que las series expresadas en logaritmos del PIB real, las exportaciones, los términos de
intercambio y el tipo de cambio real de México, Argentina y Brasil están integradas en orden
I(1). Estas series cumplen la condición de tener el mismo orden de integración, por lo tanto
están cointegradas.
La siguiente parte de la primera etapa consiste en estimar una relación de equilibrio de largo
plazo del tipo:

yt = α + β z t + δxt + γwt + u t (5.21)

Esta ecuación, a diferencia de la 5.16 contiene tres variables explicativas en correspondencia a


la especificación del modelo de Thirlwall que arriba presentamos.
La expresión econométrica en logaritmos del modelo de Thirlwall que aplicaremos a los tres
países es la siguiente:

log yt = α + β log X t + δ log TI t + γ log TCRt + et (5.22)

Donde:
{yt} es el PIB real, {Xt} las exportaciones reales {TIt} los términos de intercambio, {TCRt} es
el tipo de cambio real y {et} el error estimado. Teóricamente los parámetros: β = ( 1 / ξ ), δ=
( (φ + 1) / ξ y γ = (−1 − φ ) / ξ .
Pasemos ahora a los cuadros estándar donde se registran las pruebas del modelo estático de la
ecuación 5.22 aplicado a cada uno de los tres países.
Los resultados del cuadro 5.53 de la regresión del modelo estático de México muestra un R2
de 97 %. El grado de confiabilidad del modelo es alto. Para probar si los coeficientes de las
tres variables son significativos, consideramos la probabilidad del estadístico t student de
cada uno de ellos presentada en la quinta columna. Con base en un grado de confiabilidad del
95%, es decir, con una probabilidad de dicha columna menor al 0.05 %, los coeficientes de
las exportaciones y los términos de intercambio son significativos. Mientras que la
probabilidad del coeficiente del tipo de cambio real es superior al 0.05%, por tanto no es
significativo el coeficiente de la variable. Las exportaciones y los términos de intercambio
influyen en el modelo de forma positiva. Mientras que el tipo de cambio real lo hace con
signo negativo, a pesar de no tener un coeficiente significativo.

162
Cuadro 5.53
Modelo Estático de México
Variable dependiente: LNPIBMEX
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad

C 8.878403 0.260299 34.10846 0.0000

LNEXPMEX 0.268198 0.013949 19.22661 0.0000

LNTIMEX 0.316360 0.065916 4.799422 0.0000

LNTCRMEX -0.039777 0.056723 -0.701243 0.4882


Media de la variable
R cuadrado 0.969129 dependiente 12.88738
Desviación estándar de la
R ajustado 0.966235 variable dependiente 0.307772
Criterio de información de
Estadístico F 334.8544 Akaike -2.802794
Criterio de información de
Probabilidad (estadístico F) 0.000000 Schwarz -2.626847

Estadístico Durbin Watson 0.522238

Los resultados de la estimación de las series de Brasil presentados en el siguiente cuadro


muestran un R2 cercano al 90 %. La regresión tiene un alto nivel de confiabilidad si
consideramos que no estamos efectuando un ejercicio de “regresión espuria”. Con base en un
alto grado de confiabilidad del 95 %, que significa una probabilidad de los coeficientes menor
al 0.05 % en la quinta columna, las exportaciones son las que determinan el nivel de producto
de largo plazo, mientras que no pasan la prueba del estadístico t de student los coeficientes de
los términos de intercambio y del tipo de cambio real.
Cuadro 5.54
Modelo estático de Brasil
Variable dependiente: LNPIBBRA
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad

C 9.676436 0.824675 11.73363 0.0000

LNEXPBRA 0.373707 0.068208 5.478950 0.0000

LNTIBRA -0.106708 0.097558 -1.093797 0.2822

LNTCRBRA 0.078794 0.076291 1.032800 0.3094


Media de la variable
R cuadrado 0.894547 dependiente 12.96195

163
Continuación del cuadro 5.54
Desviación estándar de la
R ajustado 0.884661 variable dependiente 0.342693
Criterio de información de
Estadístico F 90.48431 Akaike -1.359401
Criterio de información de
Probabilidad (estadístico F) 0.000000 Schwarz -1.183455

Estadístico Durbin Watson 0.269735

Los resultados de la regresión del caso de Argentina del cuadro 5.55 muestran un R2 no tan
alto como los casos de México y Brasil sugiriendo que un 77 % del comportamiento del PIB
argentino se explica por las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio
real.
Cuadro 5.55
Modelo Estático de Argentina
Variable dependiente: LNPIBARG
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad

C 9.023437 0.531691 16.97119 0.0000

LNEXARG 0.257142 0.027637 9.304245 0.0000

LNTIARG 0.207772 0.105359 1.972030 0.0573

LNTCRARG -0.081172 0.033836 -2.398996 0.0224


Media de la variable
R cuadrado 0.773265 dependiente 12.32382
Desviación estándar de la
R ajustado 0.752009 variable dependiente 0.168420
Criterio de información de
Estadístico F 36.37797 Akaike -2.014634
Criterio de información de
Probabilidad (estadístico F) 0.000000 Schwarz -1.838687

Estadístico Durbin Watson 0.665790

Con base en la probabilidad del estadístico t student de los coeficientes de la quinta columna
del cuadro las exportaciones y el tipo de cambio real son significativos. Mientras que el tipo
de cambio real no pasa la prueba ya que con muy poco margen rebasa el 0.05%. El PIB
argentino ha dependido según esta regresión en el largo plazo, de forma positiva de los
términos de intercambio e inversamente del tipo de cambio real.
El objeto de los ejercicios anteriores fue encontrar también el error estimado para continuar
con la parte de la metodología Engle-Granger, que consiste en aplicar un contraste de raíces
unitarias como el Dickey-Fuller aumentado a los errores de los modelos estáticos de cada uno

164
de los países para saber si las series están cointegradas en orden (1,1). De esta forma podemos
verificar si dichos errores están integrados en orden I(0).
Los cuadros 5.56 y 5.57 presentan los contrastes Dickey-Fuller de los errores estimados de
cada regresión de los países.
Cuadro 5.56
Prueba Dickey-Fuller Aumentada
de los errores de estimación de los modelos estáticos de
ARGENTINA, BRASIL Y MÉXICO
Criterio de Información de Schwarz Criterio de Información de Akaike
Intercepto Tendencia e Ninguna Intercepto Tendencia e Ninguna
Intercepto Intercepto

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

E ARG -3.26 -5.18 -4.11 -3.22 -4.27 -3.94 -3.31 -5.23 -4.27 -3.03 -3.58 -4.11 -2.54 -4.27 -3.94 -3.31 3.78 4.27

E BRAS -3.67 -3.70 -5.91 -3.78 -3.99 -5.87 -3.63 -3.75 -5.98 -3.67 -3.80 -3.36 -3.39 -4.07 -3.37 -3.63 -3.89 -3.33

E MEX -3.40 -4.34 -7.05 -3.37 -4.26 -6.92 -3.43 -4.37 -7.17 -3.40 -4.36 -4.87 -3.37 -4.32 -3.97 -3.42 -4.41 -4.95

Intervalos de confianza al 5 %

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

E ARG -2.95 -2.95 -2.99 -3.54 -3.60 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95 -2.96 -2.98 -2.99 -3.56 -3.60 -3.61 -1.95 -1.95 -1.95

E BRAS -2.95 -2.95 -2.95 -3.56 -3.54 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.98 -3.56 -3.58 -3.59 -1.95 -1.95 -1.95

E MEX -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.55 -3.55 -1.95 -1.95 -1.95 -2.95 -2.95 -2.96 -3.54 -3.55 -3.58 -1.95 -1.95 -1.95

Criterio de Información de Hannan-Quinn


Intercepto Tendencia e Intercepto Ninguna

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

E ARG -3.26 5.18 -4.11 -3.22 -4.27 -3.94 -3.31 -3.78 4.27

E BRAS -3.67 -3.80 -3.36 -3.87 -4.07 -3.37 -3.63 -3.89 -3.33

E MEX -3.40 -4.34 -4.87 -2.89 -4.29 -4.55 -0.67 -4.07 -4.55

N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆ N 1ª∆ 2a∆

E ARG -2.95 2.95 -2.99 -3.54 -3.60 -3.61 -1.95 -1.95 1.95

E BRAS 2.95 2.97 2.95 -3.56 -3.58 -3.55 -1.95 1.95 -1.95

E MEX -2.95 -2.95 -2.95 -3.54 -3.55 -3.56 -1.95 1.95 -1.95

Para los casos de Argentina, Brasil y México la mayor parte de las pruebas del contraste
Dickey-Fuller aumentado indica que se rechaza la hipótesis de no estacionariedad en los
errores y se acepta la hipótesis alternativa: la serie de los errores retardados es estacionario.
Como los errores retardados de los modelos estáticos de los tres países son estacionarios en
niveles, su orden de integración es I(0). Las series de los modelos que cada país están
cointegradas en orden (1, 1).

165
Cuadro 5.57
Resultado de los Contrastes Dickey Fuller Aumentado
a los errores de estimación de los modelos estáticos
de Argentina, Brasil y México
Constante,
Variable Constante y Tendencia, Orden de Integración
Nada

Criterio de Constante I(0)


E ARG Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
E BRAS Schwarz Constante y Tendencia I(0)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
E MEX Schwarz Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Akaike Constante y Tendencia I(1)
Nada I(0)
Criterio de Constante I(0)
Hannan Quinn Constante y Tendencia I(1)
Nada I(1)

Hasta esta parte hemos cubierto la primera etapa de la metodología Engle-Granger. Pasemos
ahora a la siguiente, que consiste en estimar los coeficientes del vector de corrección de
errores de los modelos de cada país, los cuales combinan primeras diferencias con o sin
retardos y el término de error retardado. El modelo en primeras diferencias con el mecanismo
de corrección de errores que se examinó en la ecuación 5.19 se describe en la ecuación 5.23
aplicado al modelo teórico de Thirlwall, donde la ∆ representa primeras diferencias. Esa
ecuación se aplica a los casos de Argentina y Brasil, ya que como se verá más adelante, los
resultados de la regresión arrojan un R2 mayor que las versiones más simples del modelo en
primeras diferencias.

∆ log yt = α 1 + α 11∆ log yt −1 + α 12 ∆ log X t −1 + α 13 ∆ log TI t −1 + α 14 ∆ log TCRt −1 + φu t −1 + et (5.23)


En el caso de México aplicamos la versión sencilla del modelo en primeras diferencias con el
mecanismo de corrección de errores, considerando los resultados del R2 obtenidos de su
regresión. La ecuación 5.24 muestra esta aplicación.

166
∆yt = α 11∆ log X + α 12 ∆ log TI t + α 13 ∆ log TCR + −φet −1 + u t (5.24)
El cuadro 5.58 presenta los resultados de la regresión del modelo en primeras diferencias y su
correspondiente mecanismo de corrección de errores del caso de la economía argentina. El
cuadro muestra un R2 bajo igual a 30% por ciento. Al 95 % de confianza se acepta la
hipótesis nula β0= 0 de los coeficientes de las exportaciones, los términos de intercambio y el
tipo de cambio real. Ninguno de ellos es siginificativo si se considera que la probabilidad de
cada uno sobrepasa el 0.05% de la prueba t student, por lo que cada una de esas variables no
tienen efectos sobre el PIB en el corto plazo. El coeficiente que pasa la prueba t student es el
PIB en primeras diferencias con un retardo. El PIB argentino tiene efectos de corto plazo
sobre si mismo.
Cuadro 5.58
Modelo en primeras diferencias con mecanismo de corrección de
errores de Argentina
Variable dependiente: DLOGPIBARG
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad
C 0.007971 0.011486 0.694026 0.4934
DLOGPIBARG(-1) 0.546938 0.204318 2.676894 0.0123
DLOGEXPARG(-1) 0.016720 0.076168 0.219515 0.8278
DLOGTIARG(-1) -0.206762 0.144049 -1.435358 0.1623
DLOGTCRARG(-1) 0.021327 0.035634 0.598501 0.5543
EARG(-1) -0.478355 0.157916 -3.029178 0.0052

R cuadrado Media de la variable dependiente


0.317760 0.017866
Desviación estándar de la
R ajustado 0.195932 variable dependiente 0.061479
Criterio de información de Akaike
S.E. de regresión 0.055128 -2.799539
Criterio de información de
Suma de residuos al cuadrado 0.085094 Schwarz -2.530181

Estadístico F 2.608261 Criterio de Hannan Quinn -2.707680

Probabilidad (estadístico F) 0.046634 Estadístico Durbin Watson 2.119149

La ecuación 5.25 que presenta los coeficientes del cuadro 5.58 en primeras diferencias refleja
de un modo más evidente el coeficiente del error con un retardo, que contiene la información
de largo plazo entre las variables. En primer lugar su probabilidad del estadístico t student es
menor al 0.05%, lo cual indica que se rechaza la hipótesis nula que consiste que las variables
no responden al desequilibrio y se acepta la hipótesis alternativa que las variables tienden al
equilibrio. El coeficiente nos indica la proporción de la velocidad con que las variables se
ajustan hacia el equilibrio. En este caso su valor nos dice que tardan una proporción de 0.04

167
las variables para volver al equilibrio, es decir, no es tan rápida la respuesta del
reestablecimiento del equilibrio entre las variables.
Argentina
(5.25)
∆log PIBARGt = 0.007 + 0.54∆logPIBARGt-1 + 0.016 ∆log EXPARGt-1 – 0.020∆log TIARGt-1
+ 0.021 ∆ logTCRt-1 –0.047et-1

El cuadro 5.59 muestra los resultados de la regresión del caso de Brasil. En primer lugar,
observamos que los coeficientes de las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de
cambio real en primeras diferencias y con un retardo no son significativos, ya que su
respectiva probabilidad del estadístico t student es mayor al 0.05%.
Cuadro 5.59
Modelo en primeras diferencias con mecanismo de corrección de
errores de Brasil
Variable dependiente: : DLOGPIBBRAS
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad
(Estadístico t)
C 0.025359 0.009898 2.562057 0.0161
DLOGPIBBRA(-1) 0.465543 0.145497 3.199665 0.0034
DLOGEXPBRA(-1) -0.084899 0.063038 -1.346782 0.1889
DLOGTIBRA(-1) 0.018353 0.053227 0.344812 0.7328
DLOGTCRBRA(-1) 0.014350 0.040746 0.352192 0.7273
EBRA(-1) -0.142226 0.066608 -2.135274 0.0416

R cuadrado Media de la variable dependiente


0.384683 0.035867
Desviación estándar de la
R ajustado 0.274804 variable dependiente 0.040943
Criterio de información de Akaike
S.E. de regresión 0.034867 -3.715788
Criterio de información de
Suma de residuos al cuadrado 0.034039 Schwarz -3.446430

Estadístico F 3.500993 Criterio de Hannan Quinn -3.623929

Probabilidad (estadístico F) 0.013914 Estadístico Durbin Watson 2.446849

El coeficiente del PIB en primeras diferencias y con un retardo es el único que pasa la prueba
de dicho estadístico, por lo que al 95% de confianza las otras variables no tienen efectos de
corto plazo sobre el PIB, excepto los retardos de la primera diferencia de ella misma.
El otro coeficiente significativo es el del error retardado, puesto que su probabilidad del
estadístico t student indica que al 95% se rechaza la hipótesis nula que las variables no
responden al desequilibrio y se acepta la alternativa que las variables regresan al equilibrio. El

168
valor de dicho coeficiente que se observa también en la ecuación 5.26 no es muy alto por lo
que su respuesta al desequilibrio no es muy rápida.

Brasil
∆log PIBBRASt = 0.25 + 0.46∆logPIBBRASt-1 – 0.08 ∆log EXPBRASt-1 (5.26)
+ 0.01∆log TIABRASt-1 + 0.01 ∆ logBRASt-1 –0.14et-1

El cuadro 5.59 muestra que en los resultados de la aplicación del caso sencillo del modelo en
primeras diferencias con un mecanismo de corrección de errores, los coeficientes de los
términos de intercambio y el tipo de cambio real son significativos, puesto que su respectiva
probabilidad del estadístico t student es menor al 0.05%. Eso quiere decir que en el corto
plazo los términos de intercambio afectan positivamente sobre el PIB y que el tipo de cambio
real influye inversamente sobre el PIB, también en dicho plazo.
Cuadro 5.60
Modelo en primeras diferencias con mecanismo de corrección de
errores de México
Variable dependiente: : DLOGPIBMEX
Método: Mínimos cuadrados ordinarios
Muestra: 1970-2005
Observaciones: 36
Coeficientes Error estándar Estadístico t Probabilidad
DLOGEXPMEX 0.028788 0.056968 0.505336 0.6169
DLOGTIMEX 0.238277 0.049972 4.768200 0.0000
DLOGTCRMEX -0.140797 0.036362 -3.872115 0.0005
EMEX-1 -0.029557 0.007599 -3.889695 0.0005

R cuadrado Media de la variable dependiente


0.571265 0.032185
Desviación estándar de la
R ajustado 0.529775 variable dependiente 0.040357
Criterio de información de Akaike
S.E. de regresión 0.027674 -4.229437
Criterio de información de
Suma de residuos al cuadrado 0.023741 Schwarz -4.051683

Criterio de Hannan Quinn 4.168077

Estadístico Durbin Watson 1.695240

El coeficiente de las exportaciones según el cuadro 5.59 no pasa la prueba del estadístico t
student, ya que su correspondiente probabilidad es mayor al 0.055. Por lo que la evidencia
indica al 95 % de confianza que no hay efectos de corto plazo de esa variable sobre el PIB
real.
Dicho cuadro también registra una probabilidad menor al 0.05 % con respecto al coeficiente
del mecanismo de corrección del error, lo que implica rechazar la hipótesis nula de no

169
respuesta al desequilibrio entre las variables y aceptar la hipótesis de respuesta al
desequilibrio. La fracción del coeficiente, que se observa en la ecuación 5.17 sugiere que la
velocidad de respuesta al desequilibrio es muy baja.
México
∆ log yt = +0.02∆ log X t −1 + 0.23∆ log TI t −1 − 0.14∆ log TCRt −1 − 0.02et −1 (5.27)

En suma, hemos expuesto y aplicado la metodología Engle-Granger de cointegración de dos


etapas a una versión del modelo de Thirlwall, donde la tasa de crecimiento del PIB real está
determinada por las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio de real de
México, Brasil y Argentina en el largo plazo.
El análisis de la primera etapa sugirió que existe una relación de equilibrio de largo plazo de
las series del PIB real, las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real
de los tres países. En la aplicación de la primera etapa los resultados sugirieron que las series
están cointegradas en orden (1, 1).
Las pruebas del estadístico t student a los coeficientes de cada uno de los modelos estáticos
mostraron relaciones diferentes de largo plazo en cada país. Con base en ese análisis la tasa de
crecimiento del PIB real de México estaría determinada en el largo plazo por la tasa de
crecimiento de las exportaciones y de los términos de intercambio, la variable del tipo de
cambio real estaría descartada. En el caso de la tasa del PIB brasileño su desempeño estaría en
función únicamente de la tasa de crecimiento de las exportaciones reales. Y en el caso de la
tasa de crecimiento del PIB real argentino estaría determinado por la tasa de crecimiento de
las exportaciones reales y por el tipo de cambio real.
Se examinó también con la prueba Dickey-Fuller que los errores retardados tenían un grado
de integración I(0). Tal prueba determinó que en las series de los tres países se pueden
cointegrar.
En la segunda etapa de aplicación de la metodología, el análisis mostró en los tres casos de la
pruebas de hipótesis del coeficiente del mecanismo de corrección de errores, que existe una
respuesta al regreso del equilibrio entre las series. El valor de ese término fue bajo en los tres
casos, por lo que la velocidad de respuesta al desequilibrio no es tan alta.
Los coeficientes del modelo en primeras diferencias que contiene el mecanismo de corrección
errores también sugieren una relación diferente de corto plazo en los tres casos. Los
coeficientes del modelo de Argentina y Brasil indican que sólo tiene impactos de corto plazo
el PIB real en primeras diferencias y con un reatardo. Con respecto al caso del PIB real de

170
México la evidencia sugiere que tiene efectos de corto plazo por parte de los términos de
intercambio y del tipo de cambio real.

5.5. METODOLOGÍA DE COINTEGRACIÓN DE JOHANSEN APLICADA AL


MODELO DE THIRLWALL

Como ya hemos explicado, a pesar de que en economía gran parte de las series no son
estacionarias la mayoría de los trabajos basados en el modelo clásico de regresión lineal
suponían que las series temporales eran estacionarias. Una consecuencia que esto generó fue
la realización de “regresiones espurias” con un R2 alto y un estadístico Durbin Watson
cercano a cero. Una respuesta a la solución de ese problema lo constituyó la metodología de
Engle-Ganger, que al examinarla en la sección anterior encontramos varias virtudes. Es un
procedimiento sencillo que analiza los efectos de corto plazo y el equilibrio de largo plazo
entre las series. No obstante, ha tenido algunas desventajas. La primera es que cuando se
examinan dos variables la metodología funciona muy bien, sin embargo si se analizan más de
dos variables, se presentará en general más de un vector de cointegración. La segunda es que
al obtener el vector de cointegración no existe la certeza de que este sea el único. ¿Cómo
podemos saber cuantos vectores de cointegración existen y mediante que tests se puede
conocerlos?. Ese fue un problema abordado por Johansen (1988), quien desarrolló una
metodología para estimar todos los vectores de cointegración por medio del método de
máxima verosimilitud y un conjunto de tests para probar la existencia de los vectores.
La aplicación de la metodología de Johansen se sustenta en el modelo multiecuacional de
corrección por el error. No se establece una distinción entre el orden de causalidad entre las
variables. En contraste, la metodología Engle-Granger toma como base un modelo
uniecuacional y clasifica previamente las variables.
El primer paso de esta metodología es aplicar los contrastes de raíces unitarias para saber el
orden de integración de las series. Aunque la prueba de Johansen puede detectar diferentes
órdenes de integración, es conveniente no mezclar variables con diferentes órdenes de
integración (Enders, 1995: 396).
El siguiente paso es considerar un modelo de un vector autorregresivo de una variable
independiente con un retardo VAR (1).

X t = AX t −1 + ε t (5.28)

El modelo VAR (1) no es estacionario y vamos a hacer algunas manipulaciones algebraicas,


empezando con restar de cada lado de la ecuación 5.28 Xt-1.

171
X t − X T −1 = AX t −1 − X T −1 + ε t (5.29)

Factorizamos la ecuación 5.29 y obtenemos la expresión 5.29.

∆X t = ( A − I ) X T −1 + ε t (5.30)

Si, la matriz П = (A- I) entonces:

∆X t = ∏ X T −1 + ε t (5.31)

Sabemos que ∆Xt y que εt son I(0), por lo que es necesario encontrar una matriz ПXt-1 que
tenga orden I(0). La respuesta de Johansen a este problema está en obtener el rango de la
matriz П, entendiendo como rango (ran (П)) el número de columnas linealmente
independientes
Π 11Π 12 Π 13  (5.32)
Π = Π 21Π 22 Π 23 
Π 31Π 32 Π 33 

Hay tres casos del valor del rango:


a) ran (П) = 0.
Donde hay cero columnas linealmente independientes.
En tal caso no existen vectores de cointegración (β´) que generen una combinación lineal con
el vector Xt.
b) ran (П) = N
Existen N vectores de cointegración.
c) ran (П) = r
Indica “r” vectores de cointegración.

Si se admite que el ran (П) es < que las N variables, entonces la matriz П se reescribe como:

∏ = αβ ' (5.33)
Donde α es una matriz que representa la magnitud del ajuste de las desviaciones de Xt
respecto a su relación de equilibrio:

α α  (5.34)
α =  11 12 
α 21α 22 

β´ es la matriz de cointegración que contiene los r vectores de cointegración:

172
 β11 β12 β13  (5.35)
β '=  
 β 21 β 22 β 23 

Si el rango de la matriz П está entre cero y N el orden de estacionariedad es I(0).


Como siguiente paso se calculan los valores y los vectores característicos de β´.
Obtenemos un resultado matemático pero debemos hacer una prueba de probabilidad para
saber que tan certero es ese resultado. La prueba de la traza y la prueba de la característica
máxima son las pruebas de inferencia estadística que se realizan a la matriz de cointegración.
Tal como hicimos en la sección de la metodología Engle-Granger, una vez expuesta la
metodología de Johansen, la vamos aplicar para probar la evidencia empírica de la ecuación
2.71 que representa el modelo de Thrirlwall en la versión donde la tasa de crecimiento del
PIB real está determinada por la tasa de crecimiento de las exportaciones, los términos de
intercambio y el tipo de cambio real. En concordancia con las prácticas establecidas por los
diversos estudios empíricos del modelo CRBP, vamos a expresar la ecuación 2.71 en su forma
funcional logarítmica.
Podemos reescribir la ecuación (2.70) en los siguientes términos:

log PIB = α log X + β log TI + δ log TCR (5.18)

Donde α = 1 / ξ , β = φ + 1 / ξ y δ = −1− φ / ξ . La ecuación (5.18) fue aquella que también


estimamos en la metodología de Johansen.
El primer paso, que consiste en examinar si las series tienen el mismo orden de integración
fue desarrollado en el análisis de integración, que reveló tanto en el estudio gráfico de las
series y la mayoría de los contrastes de raíces unitarias que gran parte de ellas son de orden
I(1).
El siguiente paso es plantear un VAR con las series del PIB real, las exportaciones reales, los
términos de intercambio y calcular el nivel de retardos óptimo para cada país.
Emplearemos un software de econometría con la finalidad de ejecutar el paso anterior y la
prueba de cointegración de Johansen a las series en logaritmos del PIB real, las exportaciones,
los términos de intercambio y el tipo de cambio real y los términos de intercambio en
logaritmos por cada país, así como una sección adicional con los términos de intercambio y el
tipo de cambio real en niveles.

173
5.5.1. EL CASO DE MÉXICO.
5.5.1.1. EN LOGARTIMOS

La aplicación de la metodología de Johansen, bajo la condición que consiste en no asumir


tendencia determinista en los datos, sin constante en el mecanismo de corrección de errores
CE o prueba VAR presentada en el cuadro 5.61 sugiere en la prueba de la traza que
rechazamos la hipótesis H0 = r(0) y aceptamos la hipótesis nula cuando r=1, r=2 y r=3. En la
prueba de la raíz característica aceptamos H0 en todos los casos, lo cual quiere decir que sólo
en el caso de la prueba de la traza existe como máximo un vector de cointegración.
Cuadro 5.61
Criterios de selección de rezagos óptimo a partir del VAR**

LR FPE AIC SH HQ

Número de
Retardos 2 2 2 1 2
Prueba de Cointegración de Johansen.
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante CE o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza*** Valor crítico al 5
%
r = 0' 45.71670 40.174931

r=1 22.80671 24.275958

r=2 8.914826 12.320898 LOGPIB = 0.63LOGX - 0.71 LOGTI + 3.94 LOGTCR

r=3 0.245477 4.129906

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax*** Valor crítico al 5
%
r=0 22.90999 24.15921

r=1 13.89188 17.79730

r=2 8.669349 11.22480

r=3 0.245477 4.129906

*Donde (LOG PIB) representa el logaritmo del PIB real, (LOGX) el logaritmo de las exportaciones, (LOG TI) el logaritmo de los términos
de intercambio y (LOGTCR) el logaritmo del tipo de cambio real.
**(
LR) denota el criterio de prueba estadística modificada, (FPE) el error de predicción final, (AIC) el criterio de información de Akaike, el
criterio de información de Akaike, (SH) el criterio de información de Schwarz, (HQ) el criterio de información Hannan-Quinn
*** Si el estadístico de la traza o de la raíz característica es mayor al valor crítico se rechaza la hipótesis nula (Ho). Eso significa que cuando
r=0 se rechaza que no existen vectores de cointegración, lo cual quiere decir que a lo máximo existe uno. En el caso r=1 se rechaza que como
máximo exista un vector de cointegración. Cuando r=2 se rechaza que como máximo existen dos vectores de cointegración. Cuando r=3 se
rechaza que como máximo existen 3 vectores de cointegración. El símbolo ( ' ) en las tablas indica que se rechaza la hipótesis nula

La prueba de la traza, bajo la condición indicada en el cuadro 5.62 de la aplicación de la


metodología de Johansen indica el rechazo de H0 cuando r=0 y r=1, y la aceptación de H0
cuando r=2 y r=3. Eso quiere decir que a lo máximo existen dos vectores de cointegración.
La prueba de la raíz característica sugiere rechazar H0 cuando r=0 y aceptarla cuando r=1,
r=2 y r=3, lo cual sugiere que existe como máximo un vector de cointegración.

174
CUADRO 5.62
Prueba de Cointegración de Johansen
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho λmax Valor crítico al
5%
r = 0' 77.88318 54.07904

r = 1' 40.59596 35.19275 LOGPIB = 8.7 + 0.20 LOGX + 0.55 LOGTI - 0.13 LOGTCR

r=2 19.89896 20.26184

r=3 8.212705 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al
5%
r = 0' 37.16398 28.58808

r=1 18.17785 22.29962

r=2 9.486805 15.89210

r=3 0.940900 9.164546

En el caso de la condición del cuadro 5.63 ambas pruebas indican el rechazo de H0 cuando
r=0, lo que sugiere en los dos casos la existencia de como máximo un vector de cointegración.
CUADRO 5.63
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 65.76954 47.85613

r=1 28.60556 29.79707


LOGPIB = 0.20 LOGX + 0.55 LOGTI - 0.12 LOGTCR
r=2 10.42770 15.49471

r=3 0.940900 3.841466

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.16398 27.58434

r=1 18.17785 21.13162

r=2 9.486805 14.26460

r=3 0.940900 3.841466

La prueba de la traza bajo la condición del cuadro 5.64 indica que se rechaza la H0 cuando
r=0 y r=1, y se acepta H0 cuando r=2 y r=3, lo que confirma la existencia como máximo dos
vectores de cointegración. La prueba de la raíz característica sugiere rechazar H0 cuando r=0
y aceptarla cuando r=1, r=2 y r=3. En tal caso existe a lo máximo un vector de cointegración.

175
CUADRO 5.64
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 90.13838 63.87610

r = 1' 45.98404 42.91525


LOGPIB = -0.02 LOGX + 0.61 LOGTI + 0.06 LOGTCR + 0.02@TREND
r=2 24.40922 25.87211

r=3 9.342547 12.51798

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 44.15435 32.11832

r=1 21.57482 25.82321

r=2 15.06667 19.38704

r=3 9.342547 12.51798

La prueba de la traza con respecto a la condición del cuadro 5.65 indica que se rechaza la H0
cuando r=0, r=1, r=2 y r=3, según esto existen a lo máximo tres vectores de cointegración.

CUADRO 5.65
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 86.27212 55.24578

r = 1' 44.34249 35.01090


LOGPIB = -0.02 LOGX + 0.61 LOGTI + 0.07 LOGTCR
r=2 23.41100 18.39771

r=3 9.274346 3.841466

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 41.92962 30.81507

r=1 20.93149 24.25202

r=2 14.13665 17.14769

r=3 9.274346 3.841466

La prueba de la raíz característica sugiere rechazar H0 cuando r=0 y r=3, y aceptarla cuando
r=1 y r=2, lo cual confirma que existen a lo máximo tres vectores de cointegración.

176
En este examen hemos encontrado que en el cuadro 5.63 tanto la prueba de la traza como la
prueba de la raíz característica coinciden en la existencia de un vector de cointegración. En
los otros cuadros 5.62, 5.64 y 5.65 la prueba de la traza sugiere múltiples vectores de
cointegración, en contraste la prueba de la raíz característica indica en cado uno de ellos a lo
máximo uno. El cuadro 5.61 es el único caso donde la prueba de la raíz característica sugiere
la no existencia de vectores de cointegración en cambio para la prueba de la traza existe un
vector.

5.5.1.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO REAL


EN NIVELES

Las aplicación de la metodología de Johansen bajo las condiciones enunciadas en el cuadro


5.66, sugiere en la prueba de la traza rechazar la H0 cuando r=0 y aceptarla cuando r=1, r=2 y
r=3, lo que significa la existencia a lo máximo de un vector de cointegación. En el caso de la
prueba de la raíz característica se indica que debe aceptarse la H0 cuando r=0, r=1, r=2 y r=3,
lo que quiere decir que no existen vectores de cointegración.
CUADRO 5.66

Criterios de selección de rezagos óptimo a partir del VAR

LR FPE AIC SC HQ

Número de
Retardos 2 2 2 1 2

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante EC o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 43.82169 40.174931

r=1 21.60759 24.27596


LOGPIB = 0.87LOGX - 0.02 TI + 0.51 TCR
r=2 8.800697 12.32090

r=3 0.099890 4.129906

Prueba de la Raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r=0 22.21410 24.15921

r=1 12.80689 17.79730

r=2 8.700807 11.22480

r=3 0.099890 4.129906

La prueba de la traza bajo las condiciones presentadas en el cuadro 5.67 propone rechazar la
H0 cuando r=0, r=1 y aceptarla cuando r=2 y r=3, en tal situación existen como máximo dos

177
vectores de cointegración. En el caso de la prueba de la raíz característica se rechaza la H0
cuando r=0 y se acepta cuando H0 cuando r=1, r=2 r=3, eso quiere decir que a lo máximo
existe un vector de cointegración.
CUADRO 5.67

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r = 0' 74.24971 54.07904

r = 1' 39.13872 35.19275


LOGPIB = 10.37 + 0.20 LOGX + 0.006 TI - 0.009 TCR
r=2 19.98732 20.26184

r=3 8.232638 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r = 0' 35.11099 28.58808

r=1 19.15139 22.29962

r=2 11.75469 15.89210

r=3 8.232638 9.164546

CUADRO 5.68
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 60.95373 47.85613


LOGPIB = 0.20 LOGX + 0.006 TI - 0.008 TCR
r=1 26.40085 29.79707

r=2 10.07474 15.49471

r=3 1.161558 3.841466

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 34.55289 27.58434

r=1 16.32611 21.13162

r=2 8.913182 14.26460

r=3 1.161558 3.841466

Bajo las condiciones marcadas en los cuadros 5.68 y 5.69 tanto en la prueba de la traza como
en la prueba de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y

178
r=3. En dichos cuadros ambas pruebas están a favor de la existencia como máximo de un
vector de cointegración.

CUADRO 5.69
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 80.56139 63.87610

r=1 41.41576 42.91525 LOGPIB = -0.02 LOGX + 0.007 TI + 0.007 TCR + 0.02@TREND

r=2 22.72684 25.87211

r=3 8.405829 12.51798

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 39.14564 32.11832

r=1 18.68892 25.82321

r=2 14.32101 19.38704

r=3 8.405829 12.51798

Por último, la prueba de la traza del cuadro 5.70 sugiere la existencia como máximo de 2
vectores de cointegración y la prueba de la raíz confirma que existe a lo máximo 1 vector de
cointegración.
CUADRO 5.70
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 77.08779 55.24578

r = 1' 40.07624 35.01090


LOGPIB = -0.02 LOGX + 0.007 TI + 0.007 TCR
r = 2' 21.58842 18.39771

r=3 8.405828 3.841466

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.01155 30.81507

r=1 18.48782 24.25202

r=2 13.18259 17.14769

r=3 8.405828 3.841466

179
La prueba de Johansen aplicada a la series de México, con el tipo de cambio real y los
términos de intercambio en niveles, confirma la existencia como máximo de un vector de
cointegración en los cuadros 5.67, 568 y 569. El cuadro 5.70 indica que hay múltiples
vectores cointegración y el cuadro 5.61 indica uno en la prueba de la traza y ninguno en la
raíz característica.

5.5.3. EL CASO DE BRASIL


5.5.3.1. EN LOGARITMOS.

La metodología de Johansen aplicada a las series de Brasil en logaritmos, bajo la condición


que consiste en no asumir tendencia determinista en los datos, sin constante en CE o prueba
VAR, presentada en el cuadro 5.71 sugiere, tanto en la prueba de la traza como en la prueba
de la raíz característica rechazar H0 cuando r=0 y aceptar cuando r=1, r=2 y r=3, lo que
significa la existencia como máximo de un vector de cointegración en ambas pruebas.
CUADRO 5.71
Criterios de Selección de Rezagos óptimo a partir del VAR

LR FPE AIC SH HQ

Número de
Retardos 1 1 1 1 1

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante EC o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 62.76103 40.17493

r=1 14.83466 24.27596


LOGPIB = 3.31 LOGX – 5.11 LOGTI – 1.97 LOGTCR
r=2 4.874416 12.32090

r=3 0.143951 4.129906

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 47.92636 24.15921

r=1 9.960247 17.79730

r=2 4.730465 11.22480

r=3 0.143951 4.129906

El cuadro 5.72 muestra que se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3,
tanto en el caso de la prueba de la traza como en el caso de la prueba de la raíz característica.
Ello sugiere la existencia como máximo de un vector de cointegración en ambas pruebas.

180
CUADRO 5.72
Prueba de Cointegración de Johansen
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 79.17564 54.07904

r=1 24.33038 35.19275 LOGPIB = 13.14 – 0.19 LOGX + 0.48 LOGTI + 0.49 LOGTCR

r=2 13.31513 20.26184

r=3 4.530988 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r = 0' 54.84526 28.58808

r=1 11.01524 22.29962

r=2 8.784146 15.89210

r=3 4.530988 9.164546

El cuadro 5.73 muestra que se acepta H0 cuando r=0, r=1, r=2 y r=3 en el caso de la prueba de
la traza, lo que significa inexistencia de vectores de cointegración. En contraste en el caso de
la prueba de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta r=1, r=2 y r=3, lo cual
sugiere la existencia como máximo de un vector de cointegración en esta prueba.
CUADRO 5.73
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r=0 47.39801 47.85613

r=1 16.14658 29.79707


LOGPIB = – 0.06 LOGX + 0.43 LOGTI + 0.38 LOGTCR
r=2 6.956329 15.49471

r=3 0.946626 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.16398 27.58434

r=1 18.17785 21.13162

r=2 9.486805 14.26460

r=3 0.940900 3.841466

181
Bajo las condiciones presentadas en el cuadro 5.74, la prueba de la traza sugiere aceptar H0
cuando r=0, r=1, r=2 y r=3, lo cual confirma la inexistencia de vectores de cointegración. En
el caso de la prueba de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1,
r=2 y r=3. Ello indica que para esta prueba existe a lo mucho un vector de cointegración.
CUADRO 5.74
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r=0 62.41032 63.87610

r=1 30.12357 42.91525


LOGPIB = -0.40 LOGX + 0.17 LOGTI + 0.20 LOGTCR + 0.03 @TREND
r=2 14.59717 25.87211

r=3 5.961698 12.51798

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 32.28675 32.11832

r=1 15.52640 25.82321

r=2 8.635472 19.38704

r=3 5.961698 12.51798

CUADRO 5.75
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r=0 49.62612 55.24578

r=1 26.99778 35.01090


LOGPIB = -0.55 LOGX + 0.0007 LOGTI + 0.15 LOGTCR
r=2 12.40261 18.39771

r = 3' 3.877848 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r=0 22.62834 30.81507

r=1 14.59517 24.25202

r=2 8.524767 17.14769

r = 3' 3.877848 3.841466

182
Bajo las condiciones del cuadro 5.75 tanto en el caso de la prueba de la traza como de la raíz
característica se acepta la hipótesis nula H0 cuando r=0 r=1, r=2 y r=3. En tal situación ambas
pruebas confirman que no existen vectores de cointegración.
En conclusión, la metodología de Johansen aplicada a la series de Brasil en logaritmos bajo
los condiciones de los cuadros 5.71 y 5.72 confirma la existencia como máximo de un vector
de cointegración en ambas pruebas. El cuadro 5.73 indica, uno en la prueba de la raíz
característica y ninguno en la de la traza. El cuadro 5.74 reporta inexistencia de vectores de
cointegración y el 5.75 múltiples vectores de cointegración.

5.5.3.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO REAL


EN NIVELES.

La metodología de Johansen aplicada a las series en logaritmos del PIB real y las
exportaciones reales de Brasil, así como a las series de los términos de intercambio y el tipo
de cambio real en niveles, bajo la condición presentada en el cuadro 5.76 sugiere rechazar
tanto en el caso de la prueba de la traza como de la raíz característica H0 cuando r=0 y
aceptarla cuando r=1, r=2 y r=3, lo cual significa la existencia como máximo de un vector de
cointegración para ambas pruebas.
CUADRO 5.76
Criterios de Selección de Rezagos óptimo a partir del VAR

LR FPE AIC SH HQ

Número de
Retardos 1 1 1 1 1

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante EC o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 40.49176 40.17493

r=1 16.82251 24.27596


LOGPIB = 1.39 LOGX – 0.01 TI – 0.59 TCR
r=2 4.631708 12.32090

r=3 0.004131 4.129906

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 47.92636 24.15921

r=1 12.19080 17.79730

r=2 4.627577 11.22480

r=3 0.004131 4.129906

183
El cuadro 5.77, muestra que se rechaza H0 cuando r=0 y r=1 y se acepta cuando r=2 y r=3, en
el caso de la prueba de la traza. En la prueba de la raíz característica se acepta H0 cuando r=0,
r=1, r=2 y r=3. Lo anterior sólo sugiere existencia de dos vectores de cointegración en el
primer caso y en el segundo que se acepta la no existencia de vectores de cointegración.
CUADRO 5.77
Prueba de Cointegración de Johansen
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 61.93844 54.07904

r = 1' 35.27032 35.19275


LOGPIB = 8.21 + 0.50 LOGX + 0.004 TI - 0.28 TCR
r=2 15.79126 20.26184

r=3 4.223829 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r=0 26.66811 28.58808

r=1 19.47907 22.29962

r=2 11.56743 15.89210

r=3 4.223829 9.164546

Bajo las condiciones del cuadro 5.78, tanto en el caso de la prueba de la traza como de la raíz
característica se rechaza la hipótesis nula H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3, lo
cual significa la existencia de un vector de cointegración en el primer caso.
CUADRO 5.78
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 52.67507 47.85613

r=1 27.54399 29.79707

r=2 12.74573 15.49471 LOGPIB = 0.42 LOGX - 0.003 TI + 0.02 TCR

r=3 1.239804 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r=0 25.13108 27.58434

r=1 14.79826 21.13162

r=2 11.50593 14.26460

r=3 1.239804 3.841466

184
En el anterior cuadro, la prueba de la raíz característica indica la aceptación de H0 cuando
r=0, r=1, r=2 y r=3, por lo que no existen vectores de cointegración.
En el cuadro 5.79, la prueba de la traza muestra un rechazo de H0 cuando r=0 y r=1, y su
aceptación cuando r=2 y r=3. La prueba de la raíz característica acepta H0 cuando r=0, r=1,
r=2 y r=3. Esto indica que en el caso de la prueba de la traza existen como máximo dos
vectores de cointegración, pero en el caso de la raíz característica no existen vectores de
cointegración.
CUADRO 5.79
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 79.21423 63.87610

r = 1' 47.99051 42.91525

r=2 24.05580 25.87211 LOGPIB = -0.86 LOGX - 0.003 TI + 0.02 TCR + 0.08 @TREND

r=3 10.91982 12.51798

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r=0 31.22372 32.11832

r=1 23.93470 25.82321

r=2 13.13598 19.38704

r=3 10.91982 12.51798

CUADRO 5.80
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 73.04571 55.24578

r = 1' 41.91328 35.01090


LOGPIB = -0.83 LOGX - 0.003 LOGTI + 0.02 LOGTCR
r = 2' 18.67296 18.39771

r = 3' 7.175567 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 31.13243 30.81507

r=1 23.24032 24.25202

r=2 11.49739 17.14769

r = 3' 7.175567 3.841466

185
Bajo las condiciones del cuadro 5.80, la prueba de la traza sugiere el rechazo de H0 cuando
r=0, r=1, r=2 y r=3, lo que significa la existencia de múltiples vectores de cointegración. En el
caso de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y r=3, pero se acepta cuando r=1 y
r=2, lo cual indica que existen múltiples vectores de cointegración.
De todas las pruebas anteriores el único caso de un vector de cointegración confirmada tanto
por la prueba de la traza como de la raíz característica es la del cuadro 5.76. En los cuadros
5.77 y 5.78, la prueba de la traza sugiere un vector de cointegración y la de la raíz
característica indica que no existen vectores. En los otros dos casos una de las pruebas detecta
múltiples vectores de cointegración.

5.5.3. EL CASO DE ARGENTINA


5.5.3.1. EN LOGARITMOS
La metodología de Johansen aplicada a las series en logaritmos del PIB real, las exportaciones
reales, los términos de intercambio y el tipo de cambio real de Argentina, bajo la condición
que consiste en no asumir tendencia determinista en los datos, sin constante en CE o prueba
VAR, presentada en el cuadro 5.81, sugiere aceptar H0 cuando r=0 r=1, r=2 y r=3 tanto en el
caso de la prueba de la traza como en la prueba de la raíz característica, lo cual significa que
no existen vectores de cointegración.
CUADRO 5.81
Criterios de Selección de Rezagos óptimo a partir del VAR

LR FPE AIC SH HQ

Número de
Retardos 2 2 2 1 1

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante EC o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r=0 38.87959 40.17493

r=1 21.66353 24.27596


LOGPIB = 0.91 LOGX + 4.25 LOGTI + 1.19 LOGTCR
r=2 6.885565 12.32090

r=3 2.224890 4.129906

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r=0 17.21606 24.15921

r=1 14.77797 17.79730

r=2 4.660675 11.22480

r=3 2.224890 4.129906

186
El cuadro 5.82 muestra que tanto en el caso de la prueba de la traza como en el de la prueba
de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3. Lo
anterior indica que como máximo existe un vector de cointegración en ambas pruebas.

CUADRO 5.82
Prueba de Cointegración de Johansen
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 65.96253 54.07904

r=1 30.18816 35.19275


LOGPIB = 7.52 + 0.27 LOGX + 0.50 LOGTI – 0.07 LOGTCR
r=2 13.03707 20.26184

r=3 4.451835 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r = 0' 35.77436 28.58808

r=1 17.15109 22.29962

r=2 8.585236 15.89210

r=3 4.451835 9.164546

Algo similar ocurre en el cuadro 5.83 al demostrar que tanto en el caso de la prueba de la
traza como de la prueba de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando
r=1, r=2 y r=3. Esto significa la existencia a lo máximo de un vector de cointegración.
CUADRO 5.83
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 53.36463 47.85613

r=1 18.27021 29.79707

r=2 5.617953 15.49471 LOGPIB = 0.26 LOGX + 0.51 LOGTI - 0.7 LOGTCR

r=3 0.134093 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
R = 0' 35.09443 27.58434

R=1 12.65225 21.13162

R=2 5.483860 14.26460

R=3 0.134093 3.841466

187
Tal situación se repite bajo las condiciones presentadas por los cuadros 5.84 y 5.85. Tanto en
el caso de la prueba de la traza como en el de la prueba de la raíz característica en ambos
cuadros se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3. Esto indica la existencia
a lo máximo de un vector de cointegración en los dos cuadros y en ambas pruebas.
CUADRO 5.84
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 68.32235 63.87610

r=1 31.22245 42.91525

r=2 14.95612 25.87211 LOGPIB = 0.36 LOGX + 0.44 LOGTI - 0.05 LOGTCR - 0.007 @TREND

r=3 3.285242 12.51798

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.09991 32.11832

r=1 16.26633 25.82321

r=2 11.67088 19.38704

r=3 3.285242 12.51798

CUADRO 5.85
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 63.20145 55.24578

r=1 26.12910 35.01090

r=2 10.41896 18.39771 LOGPIB = 0.36 LOGX + 0.44 LOGTI - 0.05 LOGTCR

r=3 1.946559 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.07234 30.81507

r=1 15.71014 24.25202

r=2 8.472405 17.14769

r=3 1.946559 3.841466

188
En suma, hemos encontrado que en los cuadros 5.82, 5.83, 5.84 y 5.85 tanto la prueba de la
traza como la prueba de la raíz característica máxima sugirieron la existencia como máximo
de un vector de cointegración.
El cuadro 5.81 confirma que no existen vectores de cointegración para ambas pruebas.

5.5.3.1. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO REAL


EN NIVELES.

Con respecto a las series en logaritmos del PIB real, y las exportaciones reales de Argentina,
así como a las series de los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles, bajo
la condición presentada en el cuadro 5.86, la metodología sugiere rechazar H0 cuando r=0 y
aceptar H0 cuando r=1, r=2 y r=3 en los de la prueba de la traza y de la prueba de la raíz
característica, lo cual significa que como máximo existe un vector de cointegración en ambos
casos.
CUADRO 5.86
Criterios de Selección de Rezagos óptimo a partir del VAR

LR FPE AIC SH HQ

Número de
Retardos 1 1 2 1 1

Prueba de Cointegración de Johansen


Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Sin constante EC o prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 0.402563 35.82121

r=1 0.249689 18.30757


LOGPIB = 0.65 LOGX + 0.06 TI + 0.06 TCR
r=2 0.185349 8.540487

r=3 0.045145 1.570649

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 0.402563 17.51363

r=1 0.249689 9.767085

r=2 0.185349 6.969838

r=3 0.045145 1.570649

El cuadro 5.87 muestra que tanto en el caso de la prueba de la traza como en el de la prueba
de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3. Lo
anterior indica que a lo máximo existe un vector de cointegración en ambas pruebas.

189
CUADRO 5.87
Prueba de Cointegración de Johansen
Sin asumir tendencia determinista en los datos.
Con constante en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 60.59312 54.07904

r=1 26.69971 35.19275


LOGPIB = 9.25 + 0.27 LOGX + 0.006 TI – 0.02 TCR
r=2 13.85983 20.26184

r=3 6.708741 9.164546

Prueba de la Raíz Característica


Ho λmax Valor crítico al 5 %

r = 0' 33.89341 28.58808

r=1 12.83988 22.29962

r=2 7.151086 15.89210

r=3 6.708741 9.164546

De forma similar ocurre en el cuadro 5.88 al demostrar que tanto en el caso de la prueba de la
traza como de la prueba de la raíz característica se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando
r=1, r=2 y r=3. Esto significa la existencia a lo máximo de un vector de cointegración

CUADRO 5.88
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto en corrección de errores y prueba VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5 %

r = 0' 50.81788 47.85613

r=1 17.01493 29.79707

r=2 7.704352 15.49471 LOGPIB = 0.27 LOGX + 0.006 TI - 0.02 TCR

r=3 0.588437 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 33.80296 27.58434

r=1 9.310576 21.13162

r=2 7.115915 14.26460

r=3 0.588437 3.841466

Tal situación se repite bajo las condiciones presentadas por los cuadros 5.89 y 5.80. Tanto en
el caso de la prueba de la traza como en el de la prueba de la raíz característica en ambos

190
cuadros se rechaza H0 cuando r=0 y se acepta cuando r=1, r=2 y r=3. Esto indica la existencia
a lo máximo de un vector de cointegración.

CUADRO 5.89
Prueba de Cointegración de Johansen
Permite una tendencia determinista en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores sin tendencia en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 71.72722 63.87610

r=1 33.75144 42.91525


LOGPIB = 0.49 LOGX + 0.003 TI - 0.01 TCR - 0.01 @TREND
r=2 10.08420 25.87211

r=3 2.665566 12.51798

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.95578 32.11832

r=1 23.66724 25.82321

r=2 7.418631 19.38704

r=3 2.665566 12.51798

CUADRO 5.90
Prueba de Johansen
Permite tendencia determinista cuadrática en los datos
Intercepto y tendencia en corrección de errores –tendencia lineal en el VAR

Prueba de la Traza Vector de Cointegración


Ho Traza Valor crítico al 5
%
r = 0' 69.72251 55.24578

r=1 31.74685 35.01090

r=2 8.124502 18.39771 LOGPIB = 0.49 LOGX + 0.003 TI - 0.02 TCR

r=3 1.110823 3.841466

Prueba de la raíz característica


Ho λmax Valor crítico al 5
%
r = 0' 37.97566 30.81507

r=1 23.62235 24.25202

r=2 7.013679 17.14769

r=3 1.110823 3.841466

Todos los cuadros anteriores registran tanto en la prueba de la traza como de la raíz
característica la existencia a lo máximo de un vector de cointegración. Es notable, que los
vectores de cointegración de los cuadros 5.89 y 5.90 tienen algunos coeficientes iguales.

191
5.4. ELECCIÓN DE VECTORES DE COINTEGRACIÓN.
El procedimiento de Johansen nos brindó mayor certeza sobre la existencia del número
vectores de cointegración, no obstante tenemos que elegir uno de ellos.
El criterio de elección del vector de cointegración que empleamos consiste en primer término
en tomar aquellos vectores que sean coherentes con los signos de los coeficientes del modelo
de Thirlwall, es decir que haya coherencia entre la teoría y los vectores. Y por supuesto que
hayan pasado las prueba de cointegración de Johansen.
Para el caso de México en logaritmos, el vector de cointegración que cubre con las
características del criterio de selección está en el cuadro 5.63, que además de pasar ambas
pruebas, muestra una combinación lineal positiva del PIB con las exportaciones y los
términos de intercambio y presenta una relación negativa con el tipo de cambio real.

(5.12)
LOGPIB = 0.20 LOGX + 0.55 LOGTI - 0.12 LOGTCR

En niveles del tipo de cambio real y de los términos de intercambio el vector seleccionado se
localiza en el cuadro 5.66, porque pasa las pruebas y refleja en buena parte lo que el modelo
teórico sugiere.
(5.13)
LOGPIB = 0.20 LOGX + 0.006 TI - 0.008 TCR

El vector de cointegración del caso brasileño, obtenido mediante la metodología Johansen,


empleando logaritmos en todas las variables lo encontramos en el cuadro 5.71 y se expresa en
la ecuación 5.14.

(5.14)
LOGPIB = 3.31 LOG X – 5.11 LOG TI – 1.97 LOG TCR

Y el vector seleccionado donde los términos de intercambio y el tipo de cambio real se


expresan en niveles se encuentra en el cuadro 5.76 y se expresa como:

(5.15)
LOGPIB = 1.39 LOGX – 0.01 TI – 0.59 TCR

192
En el caso de Argentina, la elección de los vectores de cointegración en logaritmos es un poco
más compleja. Buena parte de las estimaciones pasan tanto la prueba de la traza como la
prueba de la raíz característica, las cuales sugieren la existencia de por lo menos un vector de
cointegración. La ecuación 5.16 extraída del cuadro 5.83 expresa dicho vector.

(5.16)
LOGPIB = 0.26 LOGX + 0.51 LOGTI - 0.7 LOGTCR

La ecuación 5.17, que se obtuvo del cuadro 5.88 también representa el caso de Argentina con
los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles
.
(5.17)
LOGPIB = 0.27 LOGX + 0.006 TI - 0.02 TCR

Las ecuaciones que expresan los términos de intercambio y el tipo de cambio real en niveles,
además de pasar las pruebas estadísticas, presentan unos coeficientes que reflejan mayor
coherencia con los hechos estilizados planteados en los capítulos 3 y 4, donde las
exportaciones han tenido mayor peso que los términos de intercambio o el tipo de cambio real
en las fases de expansión o recesión durante los ciclos económicos. Este análisis demuestra
que series como el tipo de cambio real y los términos de intercambio que son variables, con
desempeño muy volátil es mejor introducirlas en el análisis econométrico en niveles y no en
logaritmos.
Es notable, que en cada uno de los casos cambian los coeficientes de los vectores de
cointegración cuando se miden todas las variables en logaritmos y cuando dos de ellas se
miden en niveles. Vamos a concentrarnos en estos últimos, ya que expresan de un modo más
completo el modelo teórico que hemos venido empleando.
En el caso de México la tasa de crecimiento de las exportaciones explica en mucho la tasa de
crecimiento del PIB desde 1970 a 2005. También de manera positiva influyen los términos de
intercambio pero su peso en dicha tasa es mucho menor. De forma semejante, el tipo de
cambio real tiene menor presencia pero guarda una relación negativa con la tasa de
crecimiento del PIB real.
En el caso de Brasil también la tasa de crecimiento de las exportaciones explica de forma
positiva el desempeño de la tasa de crecimiento del PIB real, le sigue el tipo de cambio real

193
que nos indica una disminución del PIB ante una apreciación del tipo de cambio real y por
último los términos de intercambio con una relación negativa.
El PIB argentino ha dependido en buena medida del crecimiento de las exportaciones, según
la ecuación (5.17) en cuanto a valor de los coeficientes, le sigue el tipo de cambio real, que
guarda una relación negativa con respecto al PIB y por último los términos de intercambio
que también mantienen una relación negativa con respecto al PIB real.
Los coeficientes del vector de cointegración de Brasil formulado en la ecuación (5.15) señala
que el coeficiente de las exportaciones tuvo una influencia más fuerte sobre el PIB en el largo
plazo en comparación al de los casos de México o a Argentina.
La evidencia encontrada en los coeficientes de las ecuaciones correspondientes a los términos
de intercambio y al tipo de cambio real de las ecuaciones (5.15), (5.17) y (5.19) revela que en
los tres casos, confirman el efecto inverso que tiene el tipo de cambio real sobre el PIB real.
Los modelos arriba examinados pueden darnos información del nivel de restricción al
crecimiento que ha tenido cada una de las economías que estamos examinando. Uno de los
conceptos que nos señala ese nivel es la elasticidad-ingreso de las importaciones. Podemos
estimarla directamente de la aplicación del modelo de Thirlwall planteado en la ecuación
(2.70).
En el cuadro 5.91 se presentan las elasticidades-ingreso de los tres países. Los resultados más
positivos son para Brasil mientras que los más malos son para México y Argentina. Si ningún
otro factor cambia, el marco teórico de restricción al crecimiento económico por la balanza de
pagos y las elasticidades del cuadro 5.88, obtenidas a partir de la metodología Johansen,
sugieren que México y Argentina han experimentado más restricciones al crecimiento
económico que Brasil por la balanza de pagos.

Cuadro 5.91
Elasticidad ingreso de las importaciones

ξ
México 5%
Brasil 0.71%
Argentina 3.7 %

194
La metodología de Johansen, si bien emplea el método VAR para estimar un vector de
cointegración, no indica si alguna de las variables independientes puede al mismo tiempo
tener influencia sobre el resto las otras variables. Para complementar este análisis con un
método que examina este fenómeno y que es conocido como funciones impulso-respuesta. En
la siguiente sección vamos aplicar este método a las series de los tres países con el fin de
detectar el papel que podría jugar cada serie dentro de todo el sistema.

5.6. ANÁLISIS IMPULSO-RESPUESTA DEL MODELO.

5.6.2. FUNCIONES IMPULSO-RESPUESTA.


5.6.2.1. METODOLOGÍA.

La metodología de Johansen y las funciones impulso-respuesta están elaboradas a base de un


planteamiento de un vector autorregresivo VAR. Un VAR se constituye por un sistema de
ecuaciones. Cada ecuación contiene variables que dependen de los valores retardados de sí
mismas y de los valores retardados de las demás variables. No es necesario especificar que
variables son exógenas o endógenas, sin excepción todas las variables son endógenas. Esta
propiedad posibilita saber como un shock en cualquiera de las variables retardadas influye no
sólo a una variable o a sí misma sino a otras variables del VAR.
En nuestro modelo teórico, por ejemplo, se establece que la tasa de crecimiento del PIB real
depende de la tasa de crecimiento de las exportaciones y otras dos variables. Si nos
preguntamos ¿Cómo va a crecer la exportación si la producción se estancó, o no creció?
Estaríamos planteando una relación de causa-efecto inversa a la planteada por modelo de
Thirlwall, que de hecho en la realidad puede presentarse. Mientras Brasil por ejemplo, tiene
una industria aeroespacial desarrollada que puede exportar, México con un sector industrial de
exportación no exporta naves aéreas o algún producto semejante porque prácticamente su
industria aeroespacial no se ha desarrollado.
Esto es un problema examinado por el análisis de la función impulso respuesta, que muestra
el efecto de un shock de una variable sobre los valores actuales o futuros de las demás
variables endógenas.
Considere un VAR estructural19 para un vector yt que contiene m variables:

p
AO yt = ∑ AI yt −i + Bvt
i= p

La cual se puede reescribir como:

19
Una definición de este concepto es planteada por Favero (2001)

195
[ AO − A( L)] yt = Bvt
p
A( L) = ∑ AI Li
i= p

Invirtiendo [ AO − A( L)] (bajo el supuesto de invertibilidad de este polinomio) obtenemos una


representación del promedio móvil de nuestro proceso VAR.
y t = C ( L )vt

yt = C 0 vt + C1vt −1 + ... + C S vt − s

C ( L) = [ A0 − A( L)]
−1

C 0 = A0−1 B

Para ilustrar el concepto de una función impulso respuesta interpretamos la matriz Cs dentro
de la representación de media móvil de la siguiente forma:

∂yt + s
Cs = (5.28)
∂vt

El elemento genérico {i, j} Cs representa el impacto de un shock de la j-esima variable del


sistema en el periodo t sobre la i-esima variable del sistema en un tiempo t+s. Como s varía,
tenemos una función describiendo la respuesta de una variable i ante un impulso en j (Favero,
2001: 175).

5.6.2.2. EL CASO DE MÉXICO.

5.6.2.2.1. CON LAS VARIABLES EN LOGARITMOS.

La evidencia de la gráfica 5.55 confirma que PIB real de México responde de forma
sensiblemente en el corto plazo a un shock de sus exportaciones. La respuesta del PIB ante un
shock en los términos de intercambio es muy suave, y se percibe en un plazo corto. También
hay una respuesta casi imperceptible del PIB real ante un shock en el tipo de cambio real.

196
Las funciones impulso respuesta sugieren la existencia de endogeneidad entre algunas de las
variables independientes. Por ejemplo, ante un shock en el tipo de cambio real las
exportaciones responden de forma suave en el corto plazo.
Gráfica 5.5520
Funciones impulso-respuesta de México
Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.
Response of LNPIBMEX to LNPIBMEX Response of LNPIBMEX to LNEXPMEX Response of LNPIBMEX to LNTIMEX Response of LNPIBMEX to LNTCRMEX
.08 .08 .08 .08

.06 .06 .06 .06

.04 .04 .04 .04

.02 .02 .02 .02

.00 .00 .00 .00

-.02 -.02 -.02 -.02

-.04 -.04 -.04 -.04


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPMEX to LNPIBMEX Response of LNEXPMEX to LNEXPMEX Response of LNEXPMEX to LNTIMEX Response of LNEXPMEX to LNTCRMEX
.16 .16 .16 .16

.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04

-.08 -.08 -.08 -.08

-.12 -.12 -.12 -.12


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTIMEX to LNPIBMEX Response of LNTIMEX to LNEXPMEX Response of LNTIMEX to LNTIMEX Response of LNTIMEX to LNTCRMEX
.15 .15 .15 .15

.10 .10 .10 .10

.05 .05 .05 .05

.00 .00 .00 .00

-.05 -.05 -.05 -.05

-.10 -.10 -.10 -.10


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTCRMEX to LNPIBMEX Response of LNTCRMEX to LNEXPMEX Response of LNTCRMEX to LNTIMEX Response of LNTCRMEX to LNTCRMEX
.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04

-.08 -.08 -.08 -.08

-.12 -.12 -.12 -.12


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

La evidencia confirma también que un shock en los términos de intercambio tiene efectos
significativos sobre las exportaciones. Otro fenómeno sustantivo es que hay una respuesta de
las exportaciones ante un shock en el PIB real. Lo que confirma, al menos para México, la
hipótesis de Prebisch acerca que existe una relación entre la estructura productiva de un país y
lo que se va a exportar.

5.6.2.2.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO


REAL EN NIVELES.

La evidencia indica que el PIB real de México en logaritmos responde a las exportaciones en
logaritmos casi de la misma forma que en la gráfica 5.56. La respuesta del PIB real a los

20
Donde LN denota el logaritmo de las variables, PIB producto interno bruto, EXP exportaciones, TI términos de intercambio y TCR tipo de
cambio real. En adelante se usará la misma notación para los otros casos. La diferencia será: MEX México, BRAS Brasil, ARG Argentina.

197
shocks en los términos de intercambio y el tipo de cambio real, expresados en niveles, es muy
semejante a las de la misma gráfica.
De la misma forma que en la referida gráfica se observa, la evidencia sugiere que hay
endogeneidad entre las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real.
Gráfica 5.56
Funciones impulso-respuesta
Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.
Response of LNPIBMEX to LNPIBMEX Response of LNPIBMEX to LNEXPMEX Response of LNPIBMEX to TIMEX Response of LNPIBMEX to TCRMEX
.08 .08 .08 .08

.06 .06 .06 .06

.04 .04 .04 .04

.02 .02 .02 .02

.00 .00 .00 .00

-.02 -.02 -.02 -.02

-.04 -.04 -.04 -.04


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPMEX to LNPIBMEX Response of LNEXPMEX to LNEXPMEX Response of LNEXPMEX to TIMEX Response of LNEXPMEX to TCRMEX

.1 .1 .1 .1

.0 .0 .0 .0

-.1 -.1 -.1 -.1

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TIMEX to LNPIBMEX Response of TIMEX to LNEXPMEX Response of TIMEX to TIMEX Response of TIMEX to TCRMEX
12 12 12 12

8 8 8 8

4 4 4 4

0 0 0 0

-4 -4 -4 -4

-8 -8 -8 -8
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TCRMEX to LNPIBMEX Response of TCRMEX to LNEXPMEX Response of TCRMEX to TIMEX Response of TCRMEX to TCRMEX
2 2 2 2

1 1 1 1

0 0 0 0

-1 -1 -1 -1

-2 -2 -2 -2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Las exportaciones responden de forma medianamente sensible a los términos de intercambio


y con más limitación al tipo de cambio real.

5.6.2.3. EL CASO DE BRASIL


5.6.2.3.1. CON LAS VARIABLES EN LOGARITMOS

La evidencia empírica de la gráfica 5.57 demuestra que ante un shock en las exportaciones el
PIB responde de forma suave y lenta en el corto plazo.
En contraste a las exportaciones, el PIB responde de forma más sensible a un shock en el tipo
de cambio real en el corto plazo. Como se puede observar en la gráfica hay evidencia

198
suficiente que un shock en el tipo de cambio real también tiene efectos considerables sobre las
exportaciones.
Las funciones impulso respuesta confirman que las exportaciones responden de forma suave
en un plazo corto a un shock en los términos de intercambio.

Gráfica 5.57
Funciones impulso-respuesta

Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.


Response of LNPIBBRA to LNPIBBRA Response of LNPIBBRA to LNEXPBRA Response of LNPIBBRA to LNTIBRA Response of LNPIBBRA to LNTCRBRAS
.06 .06 .06 .06

.04 .04 .04 .04

.02 .02 .02 .02

.00 .00 .00 .00

-.02 -.02 -.02 -.02

-.04 -.04 -.04 -.04


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPBRA to LNPIBBRA Response of LNEXPBRA to LNEXPBRA Response of LNEXPBRA to LNTIBRA Response of LNEXPBRA to LNTCRBRAS
.16 .16 .16 .16

.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04

-.08 -.08 -.08 -.08


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTIBRA to LNPIBBRA Response of LNTIBRA to LNEXPBRA Response of LNTIBRA to LNTIBRA Response of LNTIBRA to LNTCRBRAS
.15 .15 .15 .15

.10 .10 .10 .10

.05 .05 .05 .05

.00 .00 .00 .00

-.05 -.05 -.05 -.05

-.10 -.10 -.10 -.10


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTCRBRAS to LNPIBBRA Response of LNTCRBRAS to LNEXPBRA Response of LNTCRBRAS to LNTIBRA Response of LNTCRBRAS to LNTCRBRAS
.3 .3 .3 .3

.2 .2 .2 .2

.1 .1 .1 .1

.0 .0 .0 .0

-.1 -.1 -.1 -.1

-.2 -.2 -.2 -.2


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

5.6.2.3.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO


REAL EN NIVELES.

La evidencia conjunta de las funciones impulso respuesta que consideran los términos de
intercambio y el tipo de cambio real en niveles y no en logaritmos, demuestra que el PIB real
de Brasil responde de forma más sensible a los shocks de las exportaciones y del tipo de
cambio real.

199
Las funciones también indican un mayor ascenso en la respuesta de las exportaciones reales
ante un shock en el tipo de cambio real, en comparación a la mostrada en la grafica (5.58) que
considera los términos de intercambio y el tipo de cambio real en logaritmos.
Observamos también una respuesta más sensible de los términos de intercambio ante un
shock en el tipo de cambio real.
Gráfica 5.58
Funciones impulso-respuesta
Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.
Response of LNPIBBRA to LNPIBBRA Response of LNPIBBRA to LNEXPBRA Response of LNPIBBRA to TIBRA Response of LNPIBBRA to TCRBRAS
.06 .06 .06 .06

.04 .04 .04 .04

.02 .02 .02 .02

.00 .00 .00 .00

-.02 -.02 -.02 -.02


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPBRA to LNPIBBRA Response of LNEXPBRA to LNEXPBRA Response of LNEXPBRA to TIBRA Response of LNEXPBRA to TCRBRAS
.2 .2 .2 .2

.1 .1 .1 .1

.0 .0 .0 .0

-.1 -.1 -.1 -.1


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TIBRA to LNPIBBRA Response of TIBRA to LNEXPBRA Response of TIBRA to TIBRA Response of TIBRA to TCRBRAS
15 15 15 15

10 10 10 10

5 5 5 5

0 0 0 0

-5 -5 -5 -5

-10 -10 -10 -10


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TCRBRAS to LNPIBBRA Response of TCRBRAS to LNEXPBRA Response of TCRBRAS to TIBRA Response of TCRBRAS to TCRBRAS
.6 .6 .6 .6

.4 .4 .4 .4

.2 .2 .2 .2

.0 .0 .0 .0

-.2 -.2 -.2 -.2


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

La evidencia indica también que las exportaciones responden de forma más limitada a un
shock en los términos de intercambio.

5.6.2.4. EL CASO DE ARGENTINA


5.6.2.4.1. CON TODAS LAS VARIABLES EN LOGARITMOS
Las funciones impulso respuesta confirman que el PIB es muy sensible ante un shock de los
términos de intercambio. La gráfica 5.59 nos indica que el PIB responde de forma muy

200
limitada a un shock en las exportaciones. Es más fuerte la respuesta del PIB real ante un
shock en el tipo de cambio real.
Gráfica 5.59
Funciones impulso-respuesta
Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.
Response of LNPIBARG to LNPIBARG Response of LNPIBARG to LNEXPARG Response of LNPIBARG to LNTIARG Response of LNPIBARG to LNTCRARG
.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPARG to LNPIBARG Response of LNEXPARG to LNEXPARG Response of LNEXPARG to LNTIARG Response of LNEXPARG to LNTCRARG
.3 .3 .3 .3

.2 .2 .2 .2

.1 .1 .1 .1

.0 .0 .0 .0

-.1 -.1 -.1 -.1


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTIARG to LNPIBARG Response of LNTIARG to LNEXPARG Response of LNTIARG to LNTIARG Response of LNTIARG to LNTCRARG
.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04

-.08 -.08 -.08 -.08


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNTCRARG to LNPIBARG Response of LNTCRARG to LNEXPARG Response of LNTCRARG to LNTIARG Response of LNTCRARG to LNTCRARG
.4 .4 .4 .4

.2 .2 .2 .2

.0 .0 .0 .0

-.2 -.2 -.2 -.2

-.4 -.4 -.4 -.4


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Adicionalmente, se confirma endogeneidad entre las exportaciones y los términos de


intercambio. Un shock en los términos de intercambio provoca una respuesta sensible en las
exportaciones. La evidencia también mostró que las exportaciones responden de forma muy
sensible en el corto plazo ante un shock en el tipo de cambio real.

5.6.2.4.2. CON LOS TÉRMINOS DE INTERCAMBIO Y EL TIPO DE CAMBIO


REAL EN NIVELES.

La evidencia indica que el PIB real de Argentina en logaritmos responde a las exportaciones
en logaritmos casi de la misma forma que en la gráfica 5.60. La respuesta del PIB real a los

201
shocks en los términos de intercambio y el tipo de cambio real, expresados en niveles, es muy
semejante a las de la misma gráfica.

Gráfica 5.60
Funciones impulso-respuesta
Response to Cholesky One S.D. Innovations ± 2 S.E.
Response of LNPIBARG to LNPIBARG Response of LNPIBARG to LNEXPARG Response of LNPIBARG to TIARG Response of LNPIBARG to TCRARG
.12 .12 .12 .12

.08 .08 .08 .08

.04 .04 .04 .04

.00 .00 .00 .00

-.04 -.04 -.04 -.04


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of LNEXPARG to LNPIBARG Response of LNEXPARG to LNEXPARG Response of LNEXPARG to TIARG Response of LNEXPARG to TCRARG
.3 .3 .3 .3

.2 .2 .2 .2

.1 .1 .1 .1

.0 .0 .0 .0

-.1 -.1 -.1 -.1


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TIARG to LNPIBARG Response of TIARG to LNEXPARG Response of TIARG to TIARG Response of TIARG to TCRARG
15 15 15 15

10 10 10 10

5 5 5 5

0 0 0 0

-5 -5 -5 -5

-10 -10 -10 -10


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Response of TCRARG to LNPIBARG Response of TCRARG to LNEXPARG Response of TCRARG to TIARG Response of TCRARG to TCRARG
1.0 1.0 1.0 1.0

0.5 0.5 0.5 0.5

0.0 0.0 0.0 0.0

-0.5 -0.5 -0.5 -0.5

-1.0 -1.0 -1.0 -1.0


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

De la misma forma que en la referida gráfica, la evidencia sugiere que hay endogeneidad
entre las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real. Las
exportaciones responden de forma medianamente sensible a los términos de intercambio y
con más limitación al tipo de cambio real.

5.6.3. EFECTOS ACUMULADOS DE LARGO PLAZO.

El análisis de las funciones impulso-respuesta también estima los efectos de largo plazo de
cualquiera de las variables que elijamos dentro del VAR. En esta ocasión sólo vamos a
seleccionar las variables que han presentado un patrón más notable de endogeneidad. En

202
primer lugar, nos interesa saber la respuesta del PIB ante un shock en las exportaciones, los
términos de intercambio y el tipo de cambio real.
En el cuadro 5.90 se observa que el efecto acumulado del PIB mexicano tiende a decrecer
ante un shock en el mismo PIB en el largo plazo. Adicionalmente, la respuesta de un efecto
acumulado en el PIB ante un shock en las exportaciones es positiva y tiende a incrementarse
en el primer año pero en los siguientes se mantiene igual. La sensibilidad de un efecto
acumulado en el PIB ante un shock en los términos de intercambio es negativa y tiende a
mantenerse constante. Algo semejante ocurre con el tipo de cambio real.
El efecto acumulado de las exportaciones ante un shock en el PIB también es relevante. En el
largo plazo éstas tienden a responder de forma considerable.
Cuadro 5.89
Efecto acumulado de largo plazo de las
funciones impulso respuesta de México
Variables Impulso
LNPIBMEX LNEXPMEX LNTIMEX LNTCRMEX
Respuesta
LNPIBMEX
1 0.039911 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.082783 0.007043 -0.002542 -0.007640
3 0.121891 0.023955 -0.005830 -0.012672
4 0.155818 0.044925 -0.012158 -0.015878
5 0.185725 0.065262 -0.022168 -0.018589
LNEXPMEX
1 0.007450 0.069769 0.000000 0.000000
2 0.030465 0.172687 0.007865 0.019329
3 0.076281 0.269731 -0.002348 0.032230
4 0.143299 0.348304 -0.032549 0.032704
5 0.218170 0.413233 -0.074893 0.024819
Con términos de intercambio y tipo de cambio real en niveles

LNPIBMEX LNEXPMEX TIMEX TCRMEX


LNPIBMEX
1 0.039602 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.081604 0.007743 -0.005499 -0.007603
3 0.119299 0.024097 -0.012003 -0.013534
4 0.151771 0.043794 -0.021246 -0.018379
5 0.179815 0.062918 -0.033760 -0.023053
LNEXPMEX
1 0.006247 0.068606 0.000000 0.000000
2 0.024877 0.169726 0.008105 0.019578
3 0.065739 0.263852 -0.001630 0.032409
4 0.126381 0.338705 -0.033310 0.031243
5 0.193098 0.399554 -0.079582 0.020749

En el cuadro 5.90, llama mucho la atención que los efectos de largo del PIB brasileño ante un
shock en las exportaciones son negativos, sin embargo no son considerables, prácticamente se
mantienen constantes casi a largo de los cinco años. En contraste el PIB responde de forma
positiva ante un shock en los términos de intercambio como en el tipo de cambio real, donde
este último tiene efectos más acumulativos que los términos de intercambio.

203
El efecto acumulado de las respuestas de las exportaciones ante un shock en el PIB se
mantiene con el mismo impulso del inicio del periodo. Adicionalmente, el efecto de largo
plazo de las exportaciones brasileñas ante un shock en el tipo de cambio real se desvanece en
el largo plazo.
Los efectos acumulados de largo plazo del PIB argentino frente a un shock en las
exportaciones tienden a decrecer en el largo plazo. El mismo comportamiento registra esta
misma variable ante un shock en los términos de intercambio, pero a diferencia de las
exportaciones, la declinación de la respuesta del PIB es de menor intensidad. Esto también
ocurre con la respuesta del PIB ante un shock en el tipo de cambio real. Lo cuál también
estaría indicando restricciones al crecimiento en el largo plazo impuestas por dichas variables.
Cuadro 5.90
Efecto acumulado de largo plazo de las
Funciones Impulso Respuesta de Brasil
Variables Impulso
LNPIBBRA LNEXPBRA LNTIBRA LNTCRBRA
Respuesta
LNPIBBRA
1 0.030913 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.058263 -0.004827 0.005796 0.006070
3 0.082190 -0.010525 0.013187 0.018157
4 0.101693 -0.014084 0.021704 0.034692
5 0.117696 -0.014448 0.030333 0.053470
LNEXPBRA
1 0.015263 0.107034 0.000000 0.000000
2 0.029835 0.211519 0.010302 0.020855
3 0.048694 0.286710 0.028120 0.065678
4 0.070341 0.335061 0.050608 0.126617
5 0.093767 0.366995 0.074199 0.193572
Con términos de intercambio y tipo de cambio real en niveles

LNPIBBRA LNEXPBRA TIMBRA TCRBRA


LNPIBBRA
1 0.032242 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.063074 -0.004597 0.004239 0.004718
3 0.090667 -0.006985 0.009843 0.015930
4 0.113862 -0.005233 0.016853 0.015930
5 0.133746 7.91E-05 0.024576 0.051795
LNEXPBRA
1 0.017325 0.103033 0.000000 0.000000
2 0.035104 0.195173 0.003092 0.010259
3 0.056999 0.261571 0.008663 0.050673
4 0.081155 0.307490 0.021554 0.124058
5 0.081155 0.307490 0.021554 0.124058

La evidencia del cuadro 5.91, también sugiere que en el corto plazo los términos de
intercambio y el tipo de cambio real medidos en logaritmos tienen efectos negativos sobre el
PIB en el segundo año. Tal comportamiento no sucede si ambas variables se miden en
niveles.

204
Las exportaciones tienen efectos acumulados de largo plazo con gran intensidad cuando se
produce un shock en el PIB argentino. Lo mismo sucede con los términos de intercambio y
con el tipo de cambio real.

Cuadro 5.91
Efecto acumulado de largo plazo de las
Funciones Impulso Respuesta de Argentina
Variables Impulso
LNPIBARG LNEXPARG LNTIARG LNTCRARG
Respuesta
LNPIBARG
1 0.054089 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.112350 0.011089 -0.001214 -0.002527
3 0.159719 0.025060 0.014902 0.007937
4 0.190099 0.034917 0.045087 0.024398
5 0.207445 0.041507 0.080483 0.041895
LNEXPARG
1 0.047157 0.099472 0.000000 0.000000
2 0.100035 0.176476 0.023229 0.076435
3 0.143382 0.035268 0.237913 0.145122
4 0.199402 0.301948 -0.006422 0.219101
5 0.267136 0.365555 -0.012799 0.300106
Con términos de intercambio y tipo de cambio real en niveles

LNPIBARG LNEXPARG TIMARG TCRARG


LNPIBARG
1 0.054946 0.000000 0.000000 0.000000
2 0.114023 0.015474 0.000681 0.004918
3 0.162162 0.035268 0.017943 0.017592
4 0.194537 0.050931 0.049551 0.033833
5 0.213528 0.062046 0.085772 0.050134
LNEXPARG
1 0.039925 0.117202 0.000000 0.000000
2 0.089991 0.203290 0.020659 0.051068
3 0.135890 0.013749 0.013749 0.103875
4 0.190372 0.350598 0.013749 0.103875
5 0.254896 0.425541 -0.007102 0.245687

5.6.4. PRESENCIA DE LOS SHOCKS DE LOS EFECTOS ACUMULADOS DE


LARGO PLAZO.

La información de los cuadros 5.92 emplea el efecto acumulado de largo plazo presentado en
la sección anterior para examinar los periodos de duración del 90 % de los shocks obtenidos
de los efectos acumulados de largo plazo (EALP) de las funciones impulso respuesta del PIB,
las exportaciones los términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto al PIB de
México en logaritmos.
El cuadro 5.92 muestra que los shocks en las variables antes referidas con respecto al PIB
tiene una duración de cuatro periodos, es decir, su presencia casi perdura, pero no llega a lo
que podríamos considerar como largo plazo.

205
Cuadro 5.92
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre el PIB de México en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DEL
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %

LNPIBMEX LNPIBMEX 0.167125 Más de 4 años

LNEXPMEX LNPIBMEX 0.0587358 Más de 4 años

LNTIMEX LNPIBMEX -0.0199512 Más de 4 años

LNTCRMEX LNPIBMEX 0.167301 Más de 4 años

El cuadro 5.93 presenta los periodos de duración del 90 % de los shocks obtenidos de los
efectos acumulado de largo plazo de las funciones impulso respuesta del PIB, las
exportaciones los términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto a las
exportaciones reales de México.
Cuadro 5.93
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre las exportaciones de México en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DE
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %

LNPIBMEX LNEXMEX 0.196353 Más de 4 años

LNEXPMEX LNEXMEX 0.3719097 Más de 4 años

LNTIMEX LNEXMEX -0.0674037 Más de 4 años

LNTCRMEX LNEXMEX -0.0223371 Más de 2 años

En suma, el cuadro 5.93 sugiere que los shocks del PIB, las exportaciones y los términos de
intercambio con respecto a las exportaciones tienen una duración de cuatro periodos. Su
presencia transcurre por un tiempo en el largo plazo. En el caso de la respuesta de las
exportaciones ante un shock en el tipo de cambio real la duración es de dos periodos. En
consecuencia la aplicación de una política económica que ponga énfasis en el estímulo a las
exportaciones reales tiene efectos de muy corto plazo.
La información del cuadro 5.94 muestra los periodos de duración del 90 % del shock obtenido
del efecto acumulado de largo plazo de las funciones impulso respuesta del PIB, las
exportaciones los términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto al PIB de
Brasil en logaritmos.

206
Cuadro 5.94
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre el PIB de Brasil en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DE
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %
Poco más de 4
LNPIBBRA LNPIBBRA 0.105964 años
Poco más de 4
LNEXPBRA LNPIBBRA -0.0130032 años
Poco más de 4
LNTIBRA LNPIBBRA -0.0272997 años
Poco más de 4
LNTCRBRA LNPIBBRA -0.48123 años

Los shocks de las variables mencionadas con respecto al PIB de Brasil tiene una duración de
cuatro periodos, es decir, su presencia casi perdura pero no cubre lo que podríamos considerar
como largo plazo.
El cuadro 5.95 presenta los periodos de duración del 90 % de los shocks obtenidos de la
acumulación del largo plazo de los efectos de las funciones impulso respuesta del PIB, las
exportaciones los términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto a las
exportaciones reales de Brasil en logaritmos.
Cuadro 5.95
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre las exportaciones de Brasil en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DE
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %

LNPIBBRA LNEXBRA 0.843903 Más de 4 años

LNEXPBRA LNEXBRA 0.3302955 Más de 4 años

LNTIBRA LNEXBRA 0.0667791 Más de 4 años

LNTCRBRA LNEXBRA 0.1742348 Más de 4 años

El cuadro mencionado sugiere que un shock en el PIB, las exportaciones, los términos de
intercambio o el tipo de cambio real con respecto a las exportaciones tiene una duración de
cuatro periodos. Su presencia transcurre en el largo plazo.
El cuadro 5.96 permite observar los periodos de duración del 90 % de los shocks obtenidos de
los efectos acumulados de largo plazo de las funciones impulso respuesta del PIB, las
exportaciones los términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto al PIB de
Argentina en logaritmos.

207
Cuadro 5.96
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre el PIB de Argentina en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DE
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %
Poco más de 4
LNPIBARG LNPIBARG 0.1867005 años
Poco más de 4
LNEXPARG LNPIBARG 0.0373563 años
Poco más de 4
LNTIARG LNPIBARG 0.0724347 años
Poco más de 4
LNTCRARG LNPIBARG 0.041895 años

El cuadro referido sugiere que, un shock en las referidas variables con respecto al PIB de
Argentina tiene una duración de cuatro periodos, es decir, su presencia casi persiste en lo que
podríamos considerar como largo plazo.
El cuadro 5.97 presenta los periodos de duración del 90 % de los shocks obtenidos de los
efectos acumulados de las funciones impulso respuesta del PIB, las exportaciones los
términos de intercambio y el tipo de cambio real con respecto a las exportaciones reales de
Argentina.
Cuadro 5.97
Duración de los shocks de las variables explicativas
sobre las exportaciones de Argentina en el largo plazo
IMPULSO RESPUESTA VALOR DEL PERIODO DE
SHOCK AL 90 % DURACIÓN AL
90 %

LNPIBARG LNEXARG 0.2404224 4 años


Más de cuatro
LNEXPARG LNEXARG 0.03289995 años
Poco más de 4
LNTIARG LNEXARG -0.0115191 años
Poco más de
LNTCRARG LNEXARG 0.2700954 cuatro años

En suma, los shocks del PIB, las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de
cambio real con respecto a las exportaciones tienen una duración de cuatro periodos. Su
presencia transcurre casi en el largo plazo.

208
CONCLUSIONES

• Hemos cubierto el objetivo central de esta Tesis Doctoral que era analizar teórica y
empíricamente las restricciones al crecimiento económico de Argentina, Brasil y
México que se han originado en la balanza de pagos desde 1970 a 2005.
• El marco teórico que elegimos fue el modelo de restricción al crecimiento proveniente
de la balanza de pagos (CRBP), del cual, examinamos sus raíces intelectuales más
profundas en Harrod, Kaldor, Smith, Young, Verdoorn y Myrdal. Explicamos que
dicho modelo se sitúa dentro de la visión del crecimiento y desarrollo económico
conocida como “causalidad circular y acumulativa”, que fue sistematizada por Kaldor
y que sintetiza las teorías de los referidos autores y el principio de demanda efectiva
de Keynes.
• Revisamos las aportaciones y redefiniciones realizadas al modelo CRBP, comenzando
por el modelo (export-led) de Kaldor. Posteriormente presentamos la primera versión
del modelo CRBP planteado por Thirlwall (1979), el cual postula, que bajo el
supuesto que los términos de intercambio y el tipo de cambio real permanezcan
constantes en el largo plazo, la tasa de crecimiento económico está determinada de
forma inversa por la elasticidad-ingreso de las importaciones y positivamente por la
tasa de crecimiento de las exportaciones. Posteriormente, revisamos la relación entre
el modelo CRBP y la teoría de la paridad de poder de compra PPC, donde los
supuestos de constancia en el tiempo tanto del tipo de cambio real y los términos de
intercambio producen una controversia que por un lado consiste en que Thirlwall
parece aceptar la hipótesis de la PPC de forma implícita y por el otro en su análisis de
la Regla de 45º deja entrever que el comportamiento del tipo de cambio real depende
de cada momento histórico y de cada área geográfica.
• Una vez analizado ese punto seguimos con la revisión, presentando una versión del
modelo CRBP creada por Thirlwall y Hussain, que construye el modelo de un modo
más generalizado, considerando los flujos de capital para cubrir los déficit financieros
originados en la cuenta corriente y que también restringen la tasa de crecimiento.
Enseguida mostramos la contribución hecha por McCombie, que centra su estudio en
las restricciones provenientes de las relaciones de interdependencia comercial y del
crecimiento de la economía mundial. Además introdujimos las especificaciones de
Moreno-Brid, quien examina las potenciales implicaciones que tiene la acumulación

209
de deuda externa en la balanza de pagos que restringe la tasa de crecimiento de los
países.
• De toda esta revisión se puede concluir que no es claro el comportamiento que asume
el tipo de cambio real junto con los términos de intercambio dentro del modelo CRBP.
Tal circunstancia limita su capacidad explicativa de la realidad económica de
Argentina, Brasil y México, así como del resto de América Latina, quienes en los
últimos 35 años han sido marcados sus ciclos económicos por varias variables del
sector externo, entre ellas por el tipo de cambio real. Por ello, presentamos una
sencilla especificación del modelo CRBP, que parte de la versión más generalizada de
Thirlwall y Hussain y arribar a una formulación donde la tasa de crecimiento se
determina por la elasticidad ingreso de las importaciones, la tasa de crecimiento de las
exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real.
• En el capítulo III presentamos los ciclos económicos de los tres países, del que se
concluye primero, que la diferencia contable entre la categoría del PIB real y la del
Ingreso Nacional se debe esencialmente, a los términos de intercambio. Siendo el
Ingreso Nacional el que incluye las ganancias o pérdidas en los términos de
intercambio y otros conceptos de menor peso, lo cuál nos lleva a sugerir, que dicha
categoría es también relevante en la investigación de los ciclos económicos de
Argentina, Brasil y México; además podría ser más eficaz su uso en las pruebas
econométricas de la función de demanda por importaciones.
• La siguiente conclusión del capítulo III se concentra en la modelación de los ciclos
económicos, donde aplicamos la metodología del filtro Hodrick-Prescott (HP) y la del
filtro de Kalman, demostrando que cada país ha experimentado sus propios ciclos. La
aplicación de la metodología HP mostró que desde 1970 a 2005, México ha tenido tres
ciclos de crecimiento, el primero de 1970 a1988, el segundo de 1989 a 1996 y el
tercero de 1997 a 2003 y el cuarto que comenzó en 2004. La estimación de los ciclos
de México con el filtro HP es casi similar a la metodología del filtro de Kalman, que
sugiere, un primer ciclo desde 1973 a 1990, el segundo de 1991 a 1997 y el tercero de
1998 a 2005.
Para el caso de Brasil, según el filtro HP, de 1970 a 1983 transcurrió el primer ciclo,
de 1984 a 1991 el segundo, de 1992 a 2003 el tercero y un último ciclo que comenzó
en 2004 y continúa a la fecha. Según la estimación del filtro de Kalman el primer
ciclo de Brasil fue de 1971 a 1985, el segundo de 1986 a 1994, el tercero de 1995 a
2004 y el último comenzó en 2005.

210
En el caso de Argentina, el primer ciclo estimado por el filtro HP fue de 1970 a 1988,
el segundo de 1989 a 2002 y el tercero comenzó en 2003. Por su parte el primer ciclo
estimado por el filtro de Kalman fue de 1970 a 1991, el segundo fue de 1992 a 2004 y
el tercero de 2005 a la fecha.
• También concluimos que ambas metodologías son eficientes si se utilizan los criterios
estadísticos estándar para series anuales de largo plazo que explicamos en el referido
capítulo. Nuestra experiencia demostró que ambas estimaron en los ciclos de
crecimiento, de forma casi paralela, los periodos de expansión o de crisis que
experimentó cada una de las economías. El filtro de Kalman estimó las fases críticas
con más retardo en comparación al filtro HP. El filtro de Kalman determinó que
algunas fases recesivas tuvieron mayor profundidad, mientras el filtro HP las estimó
de una forma más suave.
• Comparamos de forma conjunta las estimaciones de ambos filtros para examinar
posibles relaciones entre las trayectorias de los ciclos de crecimiento de los tres países,
encontrando la existencia de un comportamiento muy semejante entre los ciclos de
Argentina y Brasil. En contraste, la estimación de los ciclos económicos de México
indica que el crecimiento del PIB real y el Ingreso fueron diferenciándose desde
principios de los noventa cada vez más con los ciclos de Brasil y Argentina,
exceptuando la crisis de 1995, cuando se observa un singular efecto de la crisis
mexicana sobre la economía argentina. Los coeficientes de correlación entre las
estimaciones de ambos filtros de los ciclos de crecimiento del PIB real e Ingreso
Nacional sugieren también una sincronía mayor entre los ciclos de Brasil y Argentina.
Los ciclos de México, en menor medida, también han estado siguiendo trayectorias
conjuntas sobre todo con Brasil. Esto puede tener implicaciones de política de
integración económica, que por un lado recomendarían a los gobiernos de Brasil y
Argentina avanzar y profundizar en la integración económica entre Brasil y Argentina
en el MERCOSUR, ya que el ciclo de ambos países es cada vez más parecido y no es
tan desigual el nivel de desarrollo. Faltaría examinar en un futuro estudio, si el nivel
de integración gradual es la razón por la que se han unido los ciclos de los dos países o
viceversa. Por otro lado, aunque el ciclo económico mexicano no está más firmemente
ligado a las otras dos economías, su evidencia empírica muestra un grado relevante de
relación con los ciclos de éstas. Esto es una base sólida para sugerir que su política de
integración comercial no evada las posibilidades de mayor integración económica que
tiene con los dos países.

211
• En el capitulo III especificamos las fases de expansión y contracción de los ciclos de
cada país, estimados con el filtro de Kalman y filtro HP, del cuál tomamos la
estimación de los periodos expansionistas o recesivos para el capitulo IV, donde
empleamos métodos de estadística descriptiva para investigar las posibles relaciones
entre éstos y las variables vinculadas con la balanza de pagos como son el tipo de
cambio real, las exportaciones, las importaciones, los términos de intercambio y el
saldo de la balanza comercial, sin dejar de lado la inversión como una variable de
mucha relevancia en el crecimiento económico.
• En el capítulo IV las tendencias y los coeficientes de correlación mostraron que el tipo
de cambio real y los términos de intercambio de México, Brasil y Argentina no
sostienen una tendencia constante en el largo plazo. Tampoco hay evidencia que
ambas variables mantengan una dependencia lineal en el largo plazo. Se observa que
hay algunos períodos donde parece existir una relación inversa entre el tipo de cambio
real y el ciclo económico como en el caso de México. A medida que se aprecia el tipo
de cambio real comienza a retroceder la expansión.
Desde la década de los setentas, los hechos demostraron que la inversión fue
perdiendo peso en el PIB e Ingreso de los tres países. La variable que sustituyó su
papel fueron las exportaciones. Las importaciones también han aumentado su
presencia en el PIB e Ingreso de los tres países, sin embargo México es el único que
ha incrementado dicha presencia por arriba de sus exportaciones. En relación al
comportamiento de la dinámica de las importaciones el papel de los países cambia,
colocándose Argentina en el lugar de mayor peso en los periodos de expansión.
• Adicionalmente, la relación entre el crecimiento del PIB e Ingreso con el saldo de la
balanza comercial mostró que los casos de México y Argentina, pero más
especialmente en el de México los periodos de expansión han sido acompañados de
considerables déficits comerciales. En el caso de Brasil, tal fenómeno sucedió sobre
todo en la década de los noventa, sin embargo logró mantener sus ritmos de expansión
con superávit comerciales en los periodos de expansión de 1984 a 1988 y de 2004 a
2005, lo cual sugirió como primera suposición que Argentina y México pueden tener
más restricciones en el crecimiento por un posible efecto de la elasticidad-ingreso de
las importaciones.
• En el capítulo V de esta Tesis Doctoral realizamos el análisis econométrico,
empleando diferentes técnicas econométricas de series de tiempo. Para conocer el

212
grado de integración de las series demostramos que puede ser eficaz emplear el
método gráfico y después los contrastes de raíces unitarias. Tanto el método gráfico
como los contrastes Dickey-Fuller GLS (ERS), Dickey Fuller Aumentado, con los
criterios de información de Schwarz, de Akaike y Hannan Quinn, así como los
contrastes Phillips-Perron y el de Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin sugirieron que
las series del PIB real, de las exportaciones, de los términos de intercambio y del tipo
de cambio real de México, Brasil y Argentina están integradas en orden I(1).
• El siguiente paso consistió en aplicar el método de cointegración Engle-Granger,
donde encontramos la existencia de una relación lineal de largo plazo entre la tasa de
crecimiento las exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real, de
Argentina y Brasil, pero en el caso de México nos se confirmó dicha relación.
• Con el objetivo de confirmar la hipótesis central de esta investigación procedimos a la
aplicación del método de Johansen, estimando un Vector Autorregresivo (VAR) bajo
los criterios de elección de rezagos óptimos que explicamos en el referido capítulo. La
evidencia de la prueba de la traza y de la prueba de la raíz característica demostraron
la existencia de por lo menos un vector de cointegración en los tres casos. No obstante
las limitaciones que podríamos tener por la falta de pruebas estadísticas a los
coeficientes de los vectores de cointegración, la prueba de Johansen confirma la
hipótesis central de esta investigación, que sostiene, una dependencia entre la tasa de
crecimiento de largo plazo con la tasa de crecimiento de las exportaciones los
términos de intercambio y el tipo de cambio real desde 1970 a 2005 en los tres países.
Los coeficientes que reflejan mayor coherencia con los hechos descritos en los
capítulos III Y IV, que trataban sobre el peso de las variables independientes en la tasa
de crecimiento, son aquellos estimados en los vectores de cointegración donde los
términos de intercambio y el tipo de cambio real están medidos en niveles y no en
logaritmos.
En el caso México, la tasa de crecimiento de las exportaciones es la variable que
explica en mucho la tasa de crecimiento de largo plazo del PIB real, le sigue el tipo de
cambio real de forma inversa y luego los términos de intercambio de forma directa.
Los casos de Brasil y Argentina mantienen las mismas relaciones.
Con base en los valores de los coeficientes de los vectores de cointegración y de la
especificación del modelo de Thirlwall que incorpora los términos de intercambio y el
tipo de cambio real estimamos las elasticidades-ingreso de las importaciones. Si

213
ningún otro factor cambia, la economía brasileña es la que menos restricciones al
crecimiento tiene. Después sigue la economía argentina y al último la mexicana.
• El método de Johansen evita la posibilidad de estimar regresiones espurias, pero como
ya explicamos padece limitaciones. Es por eso que con el afán de superar esos
problemas con la estructura del VAR aplicamos las funciones impulso-respuesta, para
saber si la respuesta de las variables corresponde a lo que sugiere la prueba de
Johansen y también para detectar la posible presencia de endogeneidad entre las
variables. En esta prueba encontramos que, sea en niveles o en logaritmos, las
exportaciones, los términos de intercambio y el tipo de cambio real influyen sobre la
tasa de crecimiento del PIB de Argentina, Brasil y México. Sin embargo el grado de
dependencia que muestran sus resultados no necesariamente es el mismo que el
sugerido por la prueba de Johansen. Exceptuando el caso de México, cuyo examen
impulso-respuesta es totalmente coherente con los valores de los coeficientes del
vector de cointegración de dicha prueba, las funciones-impulso respuesta de Argentina
y Brasil muestran que el tipo de cambio real tiene mayor impacto que las
exportaciones. En el caso de Argentina también los términos de intercambio explican
de forma relevante la tasa de crecimiento de su PIB, mientras que el PIB de Brasil no
es tan sensible a los shocks de esta variable.
• Las funciones impulso-respuesta también demuestran, como ya lo dijimos, la
presencia de endogeneidad entre las variables. Las relaciones más relevantes se
encuentran entre el grado de respuesta de las exportaciones y los shocks del PIB, los
términos de intercambio y el tipo de cambio real.
Es muy significativa la respuesta de las exportaciones de México y Argentina ante un
shock en el PIB y en los términos de intercambio, pues en primer lugar, se plantea una
de las observaciones hechas al modelo de Thirlwall, acerca de que las exportaciones
no deberían ser consideradas como exógenas y en segundo lugar que es importante la
estructura de producción (PIB) para poder exportar. Para ello como lo indicó Rodrick
(2005) el tipo de cambio real juega un papel relevante sobre las exportaciones, ya que
las funciones sugieren una respuesta muy sensible de las exportaciones de Brasil y
Argentina al tipo de cambio real y de forma menos sensible este impacto se ve en las
exportaciones de México.

214
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