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1.- La adolescencia
Es una etapa entre la niñez y la edad adulta que cronológicamente se inicia por los cambios de la pubertad y se
caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de
crisis, conflictos y contradicciones. No es solamente un periodo de adaptación a los cambios corporales, sino
una fase de grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y social. (Manual de prácticas
clínicas para la atención en adolescencia ).
Necesidad de reafirmación: los adolescentes necesitan reafirmar su identidad, se produce una tendencia
a preocuparse en exceso por su imagen y por cómo son percibidos por los demás. Cualquier conducta de
riesgo está asociada a la aceptación por su grupo de pares.
Necesidad de transgresión: Los adolescentes tienen la necesidad de contravenir el orden social
establecido y lo que hacen lo viven como un acto de provocación frente al mundo adulto y sus normas.
Necesidad de conformidad intra-grupal: el grupo de pares sirve como un refugio del mundo adulto, el
adolescente adquiere mayor orientación social y dependencia de sus amigos del grupo. Conviene
mencionar que la vulnerabilidad a la presión de grupo, viene modulada en gran medida por los recursos
personales del menor, tales como el autoestima, asertividad, capacidad de enfrentarse a los conflictos,
habilidades sociales, etc.
Sensación de invulnerabilidad: la conducta temeraria del adolescente se produce por el egocentrismo y
la búsqueda de nuevas sensaciones, por lo que los adolescentes tienden a pensar que sus experiencias
son únicas e irrepetibles. Suelen ser pocos receptivos a determinados mensajes de salud que les
advierten peligro ya que se sienten envueltos en una coraza personal que les protege mágicamente de
los peligros.
Rechazo a la ayuda del adulto: la creciente necesidad de autonomía del adolescente le lleva a rechazar
la protección de los adultos y a enfrentar a conductas de riesgo que pueden representar una importante
amenaza para su desarrollo posterior.
Susceptibilidad frente a las presiones del entorno: los adolescentes pueden ser particularmente
sensibles a las campañas sofisticadas de publicidad, sobre todo aquellas de temas relacionados con la
imagen, la curiosidad y las ganas de experimentar.
a) Factores de riesgo
Los factores de riesgo y protección son características y condiciones que pueden favorecer o disminuir los
riesgos de crear dependencia a una o más sustancias. Estos factores no son determinantes para la aparición de
las conductas adictivas, ya que los factores de riesgo para algunos se pueden convertir en factores de protección
para otros. Un ejemplo de esto son los límites en la familia, que a pesar de ser necesarios para todos, en algunos
casos estos límites acentuados hacen la función de factores de riesgo por características propias de la persona,
la familiar etc., por ello, no podemos asegurar que los factores de riesgo o protección determinarán el uso de
sustancias o no (CONADIC).
Los factores de riesgo son aquellas características que si están presentes, elevan la probabilidad de que una
persona desarrolle una conducta de riesgo. "un atributo y/o característica individual, condición situacional y/o
contexto ambiental que incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas (inicio o una transición en el
nivel de implicación con las mismas, mantenimiento)" (Clayton, 1992).
Para el autor existen varios principios generales a tener en cuenta cuando hablamos de factores de riesgo:
1. No siempre están presentes determinados factores de riesgo.
2. La sola presencia de un factor de riesgo no determina que el sujeto consuma drogas.
3. El número de factores de riesgo presentes se relaciona directamente con la probabilidad del uso de
drogas.
4. La mayoría de los factores de riesgo y protección tienen varias dimensiones que se pueden medir de
forma independiente.
5. Las intervenciones directas estarían indicadas en los casos en los que pudiese eliminarse un factor de
riesgo.
Factores familiares. Entre los factores de riesgo familiares se encuentra el clima familiar que tiene que ver con
la manera en que los miembros de la familia se relacionan y la confianza que se ha establecido entre ellos,
familias con climas negativos generalmente provoca ansiedad entre sus miembros, esto incluye relaciones
tensas y violentas, falta de cariño y respaldo de los padres, mala comunicación y vínculos débiles.
Otro de los factores familiares que propician el consumo de drogas es la disciplina familiar, ya que la ausencia
de límites en casa marca un libertinaje por parte de los jóvenes.
La ausencia de uno de los progenitores aunque no es determinante en muchas ocasiones provoca desinterés y
desorganización familiar; respecto a los padres el consumo de sustancias por parte de ellos o alguno de ellos es
uno de los factores que se ve relacionado directamente con el consumo de los adolecentes muchas veces por
imitación otras veces por falta de límites.
Por otro lado la presencia de psicopatología en los padres o la presencia de eventos estresantes en la familia
puede provocar que el joven consumidor busque una salida de lo que pasa en casa.
Factores comunitarios. Entre los factores comunitarios se encuentra la concepción que las drogas tengan en la
comunidad, pues existen comunidades en las que el consumo de drogas no tiene ninguna implicación negativa.
Respecto a los barrios marginales, es más frecuente el consumo debido a la mala organización de la comunidad
y la falta de información sobre su consumo.
Factores de pares. La influencia de compañeros consumidores en muchas ocasiones puede más que la propia
voluntad, esto debido al sentimiento de pertenencia que suelen tener los adolescentes y al temor al rechazo, se
dice pues que la presión hacia el consumo de drogas puede orillar al adolescente al consumo.
Factores escolares. En muchas ocasiones el acoso y el bajo rendimiento escolar se convierten en factores
preponderantes al momento de consumir sustancias; por otro lado se encuentra la ausencia de compromiso por
parte de la escuela en la prevención, la promoción al individualismo y a la competitividad.
Factores individuales. Los factores individuales presenten en los drogodependientes suelen ser muy similares,
entre ellos se incluye el aislamiento, apatía, inseguridad, desesperanza, baja autoestima, depresión, biológicos;
además de la sensación de vulnerabilidad y dependencia, falta de plan de vida.
b) Factores de Protección
Los factores de protección son aquellas variables que contribuyen a modular, prevenir o limitar el uso de drogas,
o de cualquier otra conducta de riesgo.
A continuación se presenta una muestra de los factores de protección más importantes para la explicación de
las drogodependencias:
Individuales: habilidades sociales desarrolladas, aspiraciones a futuro, autoeficacia, resiliencia, apego escolar y
coeficiente intelectual.
Sociales: políticas públicas sobre el uso de drogas, organización positiva de la comunidad, actividades de
recreación y tiempo libre, oportunidades académicas, ambiente social positivo, redes de apoyo en la comunidad,
necesidades básicas satisfechas.
Familiares: apego familiar, familias funcionales, normas y reglas adecuadas en la familia, oportunidades de
desarrollo, buena comunicación (BECOÑA, 2002).
2.- Adicciones
En el contexto general de las adicciones, podemos encontrar aquellas que se asocian con el uso de sustancias
(alcohol, marihuana, heroína, cocaína, drogas de diseño, LSD, etc.), y otras adicciones de orden comportamental,
en las que no se presenta consumo de sustancias pero están determinadas por la aparición de conductas
repetitivas y que generan problemas en todos los ámbitos de desarrollo del individuo (juego, compras, comida,
uso de internet, etc.). Estas conductas pueden llegar a presentar elementos de dependencia física y psíquica
propias del consumo problemático de sustancias.
Consumo repetido de una o varias sustancias psicoactivas, hasta el punto de que el consumidor (denominado
adicto) se intoxica periódicamente o de forma continua, muestra un deseo compulsivo de consumir la sustancia
(o las sustancias) preferida, tiene una enorme dificultad para interrumpir voluntariamente o modificar el
consumo de la sustancia y se muestra decidido a obtener sustancias psicoactivas por cualquier medio.
(Glosario de Términos de Alcohol y Drogas. OMS 1994)
Las adicciones tienen una característica singular y fácil de identificar: la pérdida de control. Esta pérdida de
control hará que una persona busque, por todos los medios, poder realizar la conducta deseada. Gossop (1989),
citado por Becoña Iglesias (2010), definió como elementos característicos de una adicción:
1) Un fuerte deseo o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular (especialmente
cuando la oportunidad de llevar a cabo tal conducta no está disponible);
2) La capacidad deteriorada para controlar la conducta (especialmente, en términos de controlar su
comienzo, mantenimiento o nivel en el que ocurre);
3) Malestar y estado de ánimo alterado cuando la conducta es impedida o la deja de hacer; y
4) Persistir en la conducta a pesar de la clara evidencia de que le está produciendo graves consecuencias al
individuo.
Una dificultad reconocida en las drogodependencias es que las personas se involucran en el consumo de
sustancias a menor edad cada vez. Los jóvenes que inician el consumo temprano de sustancias no siempre se
asocian al estereotipo de consumidor sin apoyo familiar o vínculos escolares o familiares. Actualmente nos
encontramos frente a jóvenes consumidores integrados en la sociedad, que consumen sustancias con fines
recreativos y de socialización, sin considerar los riesgos a los que se someten con estas conductas consumidoras.
2.3 Que es el Sistema Nervioso Central.
El sistema nervioso central consiste del cerebro y la médula espinal; Gobierna muchas funciones vitales como
la consciencia y las respuestas a estímulos externos.
Anatómicamente el sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, ambos
compuestos por varios millones de células especializadas llamadas neuronas, dispuestas ordenadamente y
comunicadas entre sí y con los efectores por medio de prolongaciones denominadas axones y dendritas.
Los neurotransmisores son sustancias químicas que son capaces de transmitir señales.
(PNSD 2007)
Datos del consumo de sustancias:
Drogas de inicio
82.70% 81.20%
71.30%
65.10% 61.10% Porcentajes de
consumo en
adolescentes de
12 a 17 años
Drogas de Impacto
85.80% 83.80%
69.80%
61.60%
48.10% Porcentaje de
consumo en
adolescentes de 12
a 17 años
NOTA: Las drogas de impacto son aquellas que generan mayor problemática social por su presencia y su fácil
adquisición.
La Población atendida en los Centros de Atención de Tratamiento en el consumo de alguna droga a nivel estatal
del año 2015, se muestra en la siguiente tabla.
Mariguana (Cannabis, mota, mois, hierba, ganja, pasto, churro, gallo, porro)
Es una droga depresora proveniente de la planta cannabis, contiene una sustancia química llamada THC (Delta-
9-Te-trahidrocannabinol) que afecta el funcionamiento del cerebro. Los efectos varían de una persona a otra,
dependiendo del tipo de mariguana (hay unas más potentes), dosis, personalidad, expectativas del efecto y
estado emocional.
Esteroides – anabólicos
Son sustancias sintéticas variantes de la testosterona (hormona sexual masculina). La gente las usa para el
crecimiento de los músculos.
Aquí se mencionan las drogas de uso más común, no se mencionan todas, lo que no significa que sean menos
dañinas. Hay sustancias que ni siquiera han sido estudiadas por la ciencia ni prohibidas por la ley, por lo que
aún no se sabe con exactitud que daños ocasionan. (Centros de Integración Juvenil, A.C.).
En este contexto, podemos definir un como una teoría o conjunto de teorías aplicadas a un área específica o
situación (Mitchell y Jolley, 1992, Citado por Becoña Iglesias, 2002).
A continuación se presentan una serie de modelos que han intentado explicar la drogodependencia.
Modelo Moral
El modelo moral explica a las drogodependencias como una decisión entre aquello que está bien y lo que está
mal. Está fuertemente influenciado por una postura religiosa, por lo que se le atribuye la drogodependencia a
fuerzas negativas fuera del alcance de cualquier ser humano. Las alternativas de tratamiento desde esta
perspectiva se basan en la aceptación de un ser poderoso, la generación de culpas, entre otras.
Modelo biológico
El modelo biológico establece que el drogodependiente es un enfermo físico o mental, que desarrolla una
enfermedad crónico-degenerativa con carácter hereditario. El tratamiento que ofrece este modelo puede incluir
el aislamiento y la farmacoterapia.
Hipótesis de la automedicación
La automedicación supone que el consumo de sustancias, de forma compulsiva, deriva de la necesidad de acallar
síntomas de una patología. Por esta razón, algunos son adictos a una sustancia y otras personas no lo son.
Teorías de aprendizaje
A. Condicionamiento clásico
B. Condicionamiento operante
C. Teoría del aprendizaje social
Estas teorías aseguran que el consumo de sustancias es derivado de un aprendizaje sistemático que no deja
espacio para el razonamiento, las emociones y los sentimientos. Las alternativas de tratamiento planteadas por
este modelo incorporan estrategias de aversión, desplazamiento del deseo de consumo y el aprendizaje de
habilidades para mantenerse en abstinencia.
Modelo cognitivo conductual
El modelo cognitivo conductual integra elementos fundamentales de las teorías de aprendizaje, integrando a
ellas el reaprendizaje de conductas y las gratificaciones por las conductas positivas para abandonar el consumo.
En este modelo se incluyen también conceptos como recaída y autoeficacia, que son elementos centrales para la
comprensión del fenómeno de la recaída.
Modelo biopsicosocial
Este modelo integra elementos de teorías y modelos biológicos, psicológicos y sociales, dando una explicación
multifactorial de la drogodependencia.
Éste modelo apuesta más a la prevención de las drogodependencias que a los tratamientos, incluyendo en sus
estrategias elementos para incidir en los factores de riesgo y protección que pueden incidir en el inicio y
progresión del consumo de alcohol u otras drogas.
Para poder explicar el origen y el fundamento de estas problemáticas, debemos considerar su carácter
multifactorial, es decir, que no hay un origen específico en el que se pueda incidir, pero sí se han reconocido
algunas elementos que permiten generar estrategias de prevención y atención exitosas para la contención de
este fenómeno.
El desarrollo de la dependencia se compone de las fases de uso, abuso y dependencia. Sin embargo, no es muy
claro el cambio de uso a abuso y dependencia, dado que existen otros elementos dentro de la evolución de la
dependencia que se deben conocer:
Fase previa o de predisposición. (factores de riesgo y protección que aumentan o disminuyen el riesgo).
Fase de conocimiento. (Disponibilidad de la sustancia).
Fase de experimentación. (Toma de decisiones respecto al consumo o no de la sustancia).
Fase de consolidación. (Se da un paso del uso al abuso y a la dependencia, un periodo en el que se puede
iniciar el consumo de otras sustancias).
Fase de abandono o mantenimiento. (Cuando las opciones de tratamiento cobran importancia para el
abandono del consumo y mantenimiento de la abstinencia).
Posible recaída, (Muy común en el proceso de abandono de la sustancias, y se puede producir incluso
años después del abandono) (BECOÑA, 2002).
3.2 Prevención
Castro, Garateguy y Olivera (2003), plantean el consumo como un fenómeno multidimensional en donde tres
subsistemas se encuentran en constante interacción:
Por ello la prevención para la drogodependencia en adolescentes puede plantearse a partir de estos elementos.
Para el primer elemento se plantea el conocimiento de las drogas como elementos materiales que puede llevarse
a cabo con los jóvenes tomando la información que poseen sobre el tema y complementarla con datos reales y
de fuentes confiables.
Por otro lado la prevención a nivel de individuo puede llevarse a cabo con actividades que incluyan temas como
autoestima, autocontrol y toma de decisiones.
Para adolescentes y personas que se encuentran realizando consumo inicial, las alternativas de prevención son
aquellas que logren sensibilizar y concientizar sobre los riesgos de su conducta consumidora, como: Terapias
psicológicas especializadas. Grupos terapéuticas de bebedores en el que no se encuentren problemas más
agudizados.
Para consumidores problema. Se sugieren tratamientos especializados que coadyuven en detener la progresión
del consumo, como pueden ser programas de tratamiento para bebedores problema, tratamientos en grupos
de auto ayuda o tratamientos residenciales, si el problema es profuso.
Para consumidores dependientes, se recomienda el tratamiento residencial, en donde se favorezca la supresión
del consumo y la prevención de recaídas.
REFERENCIAS