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Justificación de la necesidad impermeabilización presa rosario

Introducción

El proyecto de construcción presa Rosario considera la necesidad de realizar la impermeabilización de


la fundación con el objeto de mejorar la impermeabilidad de la presa.

La necesidad surge por el elevado riesgo de filtración que presenta el macizo, a partir de la existencia
de zonas preferentes de circulación de agua dada la elevada presencia de fracturas.

Este problemas no es justificable numéricamente y se basa en las observaciones geológicas de


superficie de los testigos de los sondeos además, este elevado riesgo de desarrollo de cavidades por
circulación de agua en caminos preferentes que podría llevar deterioro del cimiento de la presa.

En este informe geológico se indican las características geológicas particulares del macizo rocoso, la
problemática de realizar un tratamiento convencional de inyecciones y la necesidad de emplear como
única solución que garantice la estanquidad de la cerrada evite el deterior progresivo del macizo.

Geología del sitio de presa

El emplazamiento de la presa se localiza en una serie de escarpes en los que se encaja la quebrada
rosario, en las ultimas elevaciones del sector se sitúa el eje de la presa. Está conformado por Limolitas
correspondientes a la formación Ansaldo, materiales correspondientes al Ordovícico.

La estructura es ligeramente inclinada al W, con buzamientos promedio de 25-30º, localmente


aparecen pliegues menores, que hacen variar los buzamientos.

Dada la posición estructurara a la fm. Anzaldo, el espesor de la formación Escarpment debajo del
apoyo de la presa puede alcanzar a 500 metros.

Tectónica

La disposición de las diaclasas es particular, en la zona de la presa aparecen frecuentes planos de


discontinuidad orientadas según la dirección NW-SE y NE-SW. En la figura se muestra una planta con
las diaclasas yo fracturas cartografiadas más relevantes.

En esta situación, destaca una familia de discontinuidades que es paralela al eje de la presa, por lo
tanto atraviesa el eje de forma ortogonal.

Fig. 1.- Esquema de fracturas y diaclasas en el entorno de la cerrada.


Generalmente las fracturas son muy visibles en las zonas de fuertes escarpes. Donde sufren proceso
de descompensación y apertura de los planos. Sin embargo fuera de estas zonas mantienen aperturas
milimétricas y o centimetricas en el eje.

En algunos puntos en superficie se observa como las juntas y grietas pueden llegar a desarrollar
bandas fracturadas, llegan a desarrollar brechas de falla en las que la roca pueda tener una alta
trituración.

Fig. 2 detalle de juntas, en la imagen de la derecha se observa el lodo bentónico de la perforación agua
abajo del eje de la presa.

Litología

Limolitas formación anzaldo se presentan completamente fracturadas:


Fig. 3 Perfil geológico – geotécnico eje de presa

Se puede observar RQD de 60 % en un tramo de 1.5 metros para luego llegar a 20 y 30% a 10.10 metros
de profundidad.

Los resultados se observan en el informe geotécnico del grupo estabiliza.

Permeabilidad

Lo primero que hay que indicar es que el macizo rocoso no presenta un nivel freático estable.
Apareciendo los sondeos realizados el nivel freático a cota terreno en el S-01 y 2,6 metros en el S-02.
Este es un aspecto muy relevante que indica la elevada permeabilidad del conjunto.

Los resultados de los ensayos de permeabilidad realizados han sido de tipo Lugeon, que son los
habituales para la determinación de la permeabilidad de los macizos rocosos fracturados.

En cuanto a los resultados podemos observar:

Fig. 4 Resultados Permeabilidad Lugeon y RQD

Se puede observar los valores unidad Lugeon en la figura 4.

En la tabla 1 Clasificación de macizos rocosos en función de la permeabilidad observamos que


nuestro macizo es muy permeable.

Problemática macizo rocoso


La problemática se debe a la fracturación del macizo rocoso, y debe recurrir a técnicas de inyección
para mitigar efecto de filtraciones.

En los ensayos de laboratorio observamos rotura a compresión de 50 a 60 Mpa, roco muy dura lo
cual muestra que la permeabilidad se debe a las diaclasas presentes en el macizo.

Profundidad de tratamiento

En el tramo pantalla analizado se inyectarán todos los tramos en los que la permeabilidad sea mayor
de 1 ud. Lugeon, para aquellas pruebas realizadas en fase de proyecto y en fase inicial de las obras. En
principio, se prevé una profundidad de pantalla de 10 m (esta longitud, como se comentaba, aunque
supera las profundidades habituales de entorno al 75% de la altura de la presa, es decir unos 6.75 m,
responde a priori a que permitiría tratar aquellas profundidades entre 4 y 10 m en las cuales se
produjeron especialmente fenómenos de fracturación hidráulica durante la realización de los ensayos
Lugeon en la campaña geotécnica desarrollada, no obstante el adecuado seguimiento en obra e
incluso el campo de pruebas –test- de inyecciones previo será el que permitirá optimizar estas
longitudes).

Recomendaciones Inyección

El método es aplicable a todos los intervalos o progresiones de una perforación de inyectado y a todas
las perforaciones primarias y con etapas intermedias. El procedimiento de reducción de etapas en una
pantalla de una línea, es un método comprobado eficiente basado en un razonamiento teórico
fundamentado.

En la figura se grafican las posiciones finales probables de las perforaciones primarias, secundarias,
terciarias y adicionales (cuaternarias o perforaciones de comprobación) sobre la curva GIN. El volumen
promedio de lechada absorbida disminuirá de una serie a la siguiente, mientras que la presión final de
inyectado se incrementará de una manera correspondiente de una etapa a otra. Esto sucede en forma
automática cuando se sigue el procedimiento GIN.
Figura 1: Zonas típicas dónde llegan las curvas GIN de la inyección.

Ejemplo de resultados del inyectado para una pantalla de inyecciones. Puntos finales de las
trayectorias de todas las progresiones de inyectado (Típico) (Lombardi, 1993).

Con un espaciamiento de perforaciones primarias de 10 a 12 m, es probable que se requieran etapas


secundarias y terciarias. Las perforaciones terciarias estarían a una distancia de 2.5 de la perforación
adyacente más cercana; estas perforaciones podrían ser más cortas, dependiendo de la geología y de
los resultados de las perforaciones secundarias.

Como el proyecto no contempla pruebas de inyecciones se propone para la construcción realizar 9


primarios de separación de 10 metros y profundidad 10mts, perforación Nq, inyecciones una cantidad
mínima de 7.21 ton, luego realizar los secundarios previa verificación de la impermeabilidad,
finalmente los terciarios. Con una mescla propuesta de a/c= 0.68, y utilizar un 5% de bentonita,
definida por la buena práctica de ingeniería.

Primarias 801.426697 0.8014267 9 7.21284028


Secundarias 550 0.55 8 4.4
Terciarias 320.570679 0.32057068 16 5.12913086
Total 16.7419711

Como las cantidades se definen en función de la respuesta del macizo rocoso, se presenta una
manual contemplado en las especificaciones técnicas.
Primarias
Secundarias
tercearias

Fig. 5 Esquema de inyecciones propuesto

Inclinación de los taladros

Desde hace mucho tiempo, se ha practicado que los taladros de inyección son perpendiculares a la
superficie, con el objetivo de lograr una cortina, con una profundidad del taladro constante. Los
taladros de grouting deben ser perforados en orientación que permita lograr una mejor inyección de
la zona, así logrando intersecciones con las discontinuidades que potencialmente son manifestadas,
en el mapeo geológico, de la evaluación de fallas y fisuras, en éste mapeo nos ayuda a decidir la
inclinación de los taladros y así rellenar las fisuras con grout.

El Comité Suizo en Represas Grandes (1985)12 manifiesta que los taladros de la lechada deberían
cruzar la superficie, con ángulos de 30° a fin de cruzar discontinuidades como fisuras. Una adaptación
de ésta orientación, ha sido usada exitosamente en numerosos lugares en los Estados Unidos en éstos
últimos años y refleja un sentido común.
Figura 2: Angulo de inclinación recomendado

Fuente: Construction and Desing of Cement Grouting, A. C. Houlsby, pag. 233

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