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El presente ensayo trata sobre el Zen, cuya enseñanza es sumamente sencilla, siendo esta una
manera de vivir en la que el ser humano se encuentra anclado a su centro, además de ser un
camino de autoconocimiento profundo, el Zen en si implica abandonar la búsqueda de la
verdad basada en el intelecto.
Aquellas escuelas basadas en el Zen, Rinzai y Sanbo Kyodan enfatizan las practicas con
Koans cuya comprensión se da por medio del Zazen que se produce de manera súbita y que
es asignado por un maestro.
Tenemos los frutos de la práctica del zazen que se ven reflejados en Joriki que es un estado
de concentración intensa, CHIE o energía intuitiva, KENSHO que seria un despertar inicial
el ver la naturaleza.
El psicoanálisis mantiene una relación con el Zen ya que varios autores como Fromm, quien
se enfocaba que la maquina había impedido el progreso al ser humano dejándolo a este en
segundo plano, también destaca la forma de lidiar de Oriente con estos aspectos y enfatiza
que la persona es libre cuando no es persona refiriéndose a la espontaneidad.
El Sutra de Lankavatara contiene la explicación de Buda sobre El Sistema Mental que dividió
las cosas en divulgaciones inocuas y la no divulgación buena, además de establecer los 5
apegos: forma, sensación, percepción, discriminación y conciencia, además propuso las
mentes sensoriales divididas en 3 aquellas que permanecen originales, produciendo efectos
y aquellas evolucionando, que entrelazadas entre si serian los mecanismos de defensa
propuestos por Freud siendo que estos pensamientos son los que enferman al ser humano.
En el Santra son mencionados los niveles de conciencia que existen: los 5 primeros niveles
refieres a los 5 sentidos, el sesto nivel seria la mente discriminatoria, el séptimo nivel
corresponde al ego o “pequeño yo”, el octavo nivel es el denominado Silo, que corresponde
al inconsciente finalmente se llega a la conciencia universal o Mente Universal, que es punto
mas alto relacionado con una conciencia vacía, no atada al ego que tiene como fruto una
personalidad espontanea.
Para Freud el yo debía volverse eficiente en el ambiente, sin embargo, para el Zen el yo es
ilusorio y debe ser ignorado en la meditación; cabe mencionar que para Freud no vemos la
realidad debido a la represión, misma que para el Zen se alcanza cuando el yo es iluminado;
en relación con esto el inconsciente para el Zen se ubicaba en el 8vo nivel de conciencia que
puede ser fuente de amor y sabiduría algo insólito para Freud.
Por último, tanto en el Zen como en el Psicoanálisis el maestro y terapeuta deben haber
pasado por sus propios procesos.
PCL-8B