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MANTENIMIENTO DE TANQUES ELEVADOS

Los tanques elevados de acero al estar en contacto íntimo con el agua originan oxidación
con graves consecuencias como daños a la salud y deterioro de la estructura física del
tanque desde su interior, deteriorando el grosor de las paredes que se caen a pedazos por la
corrosión, perdiendo resistencia y siendo necesario sustituirlo.

Para realizar un buen mantenimiento de estos tanques son necesarias varias operaciones:

Desazolve, limpieza en el interior y exterior, aplicación en el exterior de material epóxido


que resista la intemperie y por dentro material epóxido grado alimenticio para formar una
capa que impida que el agua esté en contacto íntimo con el metal durante su
almacenamiento en el tanque.

Así se garantiza que el agua no se contamine y se proteja el cuerpo del tanque elevado
alargando su vida útil, previniendo la oxidación de sus paredes.

Es importante mencionar que las labores que se realizan para dar un mantenimiento
adecuado de un tanque elevado requieren exposición a cambios de temperatura, ya que por
dentro es caluroso y húmedo y por fuera es fresco y seco. También se expone a trabajar a
temperaturas elevadas dentro de un traje especial que puede causar sudoración, exposición
a ráfagas de aire en la punta del tanque, exposición al polvo muy fino del pulido del interior
por lo que se requiere EPP como mascarillas anti polvos y antigases, entre otros.

Por ser un espacio reducido (1.20 m o menos) se requiere el uso de rodilleras y trabajar por
intervalos de tiempo para evitar lesiones. Las medidas de seguridad que se requieren para
realizar este mantenimiento son las siguientes: Trabajo en alturas (arneses y cuerdas de
vida), en espacios confinados (2 personas), uso de solventes (mascarillas antigases y anti
polvos), cascos, lentes, guantes, entre otros.

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