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Relectura d Lucas Isabel Gomez—Acebo (Gid.) \sabel Gdmez-Acebo ¢ Victoria Howell ¢ Nuria Calduch Pilar de Miguel ¢ Xabier Pikaza Mercedes Navarro Desclee De Brouwer | Relectura de Lucas Isabel G6mez-Acebo (Ed.) Victoria Howell Nuria Calduch-Benages Pilar de Miguel Fernandez Xabier Pikaza Mercedes Navarro Puerto Desclée De Brouwer Disefio de portada: EGO Comunicacién. © EDITORIAL DESCLEE DE BROUWER, S.A. 1998 C/ Henao, 6 48009 BILBAO Printed in Spain ISBN: 84-330-1282-7 Depésito Legal: BI-316/98 Impresién: RGM, S.A. - Bilbao 1. Carta a Teéfilo ...... 3. La mujer del perfume (Lc 7,36-50) ..... {NDICE Isabel Gémez-Acebo 2.Hijas de Abraham: El papel que jugaron las mujeres en las primeras comunidades cristianas que refleja Lucas .... Victoria Howell Introducciéi El mundo judio en tiempos de Jestis . La mujer judfa en tiempos de Jestis La mujer en el movimiento de Jestis y en las primeras comunidades que refleja Lucas Conclusion Bibliografia. Nuria Calduch - Benages El Texto Introduccior Tuminando la narracién Lucas y los otros evangelios . Lucas y los fariseos Lucas y los pecadores Una reacci6n en cadena . Un banquete por escenario La gestualidad del amor El cuerpo de la mujer .. Las lagrimas de la mujer El gesto de la muje Peligro de contagio La estrategia de Jesus EI triunfo del amor .... Jestis y la mujer del perfume Bibliografi 1 55 57 58 60 60 62 68 68 69 70 70 71 73 75 77 79 82 INDICE 4. Sin memoria somos como el aire. Una lectura desde hoy y para hoy de Lc 8, 40-56 83 Pilar de Miguel Fernandez El Texto soon see 85 Introduccién: A mi madre que no pudo entrar en la iglesia ee 86 Buscamos identidad: Hacer memoria aunque duela 87 Antecedentes biblicos en la practica cristiana de estos ritos .... 90 Papel de la mujer en el Antiguo Testamento 91 La situacién de la mujer en el Nuevo Testamento 92 Las mujeres en Qumrén y en el periodo intertestamentario.. 94 Evolucion de las leyes de pureza e impureza hasta la época cristiana : 97 Actitud y actuaciones de Jestis y su grup Conclusiones ... Otra vez el texto .. 103 Jestis y el cuerpo de las mujeres 105 Los milagros ......... 107 Una medicina alternativa: La salud 0 la salvaci6n 109 Las mujeres y la salud (salvacidn) hoy . 110 {Debié entrar mi madre en la Iglesia? 113 Bibliografia 5. Iglesia de mujeres: Marta y Marfa (Lc 10, 38-42). Lectura histérica y aplicaci6n actual ... 117 Xabier Pikaza Mientras iban de camino (10, 38a)... . 120 Mientras ellos iban, Jestis entré... (10, 38a Entré en una aldea y una mujer Hamada Marta lo recibié... (10, 38)... Una mujer llamada Marta lo recibi (10, 38b) Tenia ésta una hermana llamada Maria, que sentada a los pies del Sefor... (10, 39a) ... La diaconia o servicio de Marfa (10, 40a) .... a 126 aldea y/o casa . 136 . 142 6. Las apéstoles y sus hechos. Mujeres en los hechos de los RELECTURA DE LUCAS . 147 Diaconia de Maria. Intermedio teérico (10, 40b) i . 150 Conflicto en la Iglesia. Acusacién de Marta (10, 40b) Respuesta de Jestis. Marfa ha elegido la mejor parte (10, 41-42)... Problemas y sentido actual del texto... Breve conclusi6n. ;Reconstruir el relato? Bibliografia..... . 156 167 174 176 apéstoles..... . 179 Mercedes Navarro Puerto Introduccién. 181 Escenarios 184 Protagonistas: ,apéstol s6lo en masculino? 193 Los hechos de las apéstoles... Maria, la madre de Jestis y las otras mujeres de la Pascua (He 1, 1-14) ... Safira y la seguridad del matrimonio: (He 5, 1-11) .... 204 Tabita y la comunidad de la misién: (He 9,36-43) 211 Lidia, comerciante en ptirpura: (He 16, 13-15. 40) 218 La profetisa esclava: (He 16, 16-18) 226 Priscila, la misionera: (He 18, 1-3. 18-19. 24-28) 231 234 238 198 Carta a Teofilo Isabel Gémez-Acebo Isabel Gémez-Acebo es licenciada en Ciencias Politicas por la Universidad Complutense y en Teologia por la Universidad de Comillas, donde actualmente impar- te cursos de teologia. Casada y madre de 6 hijos, ha escrito Dios también es madre, San Pablo, Madrid 1994 y ha colaborado en 10 mujeres escriben teologia, Verbo Divino, Estella 1993 y en Para comprender el cuerpo de la mujer, Verbo Divino, Estella 1996, ademés de publicar numerosos articulos en revistas. Es miembro fundador de la Asociacién de ‘Telogas Espafiolas. Dirige la colecci6n En Clave de Mujer en la que se inserta este libro. CARTA A TEOFILO Isabel Gémez-Acebo QuErIDO TEOFILO: Paz y bien. Hemos agradecido mucho el envio que nos hiciste de los escritos de Lucas. Ya teniamos en esta comunidad copias de algunas cartas de Pablo, (sabemos que circulan también otras), y los relatos que de los hechos y dichos de nuestro Sefior Jestis escri- bieron Marcos y Mateo. De apéstoles itinerantes del Maestro hemos podido escuchar algunas circunstancias de su vida que ignoramos si se han puesto por escrito. Alguien bien versado en el arte de escribir deberfa dejar constancia de todo lo que se sabe pues el tiempo es mal consejero y borra las memorias. Seria de lamentar que se perdieran datos pues todo es valioso para la implantacion del reino y la edificacién de las comunidades. Bien sabes que en la nuestra predominan las mujeres, entre ellas muchas esclavas, aunque alguna consiguié su libertad mediante el comercio de su cuerpo. Hoy, gracias al trabajo de tejer e hilar lana, conseguimos lo necesario para cubrir nuestras necesidades y enviar socorros a Jerusalén. Nos reunimos en mi casa por contar 13 14 CARTA A TEOFILO con una habitacién superior amplia que nos permite celebrar todas juntas la memoria de la cena del Seftor. Aqui se alojan los apésto- les, ellos y ellas, que viajan por las distintas ciudades pues somos la nica comunidad cristiana del entorno. Fue una de estas mujeres la que nos entregé tu envio. A ella también transmitele nuestras gracias. No conocemos su nombre pues no quiso revelarlo, ya que nos dijo que no buscaba el agradecimiento sino que resplandeciera la gloria del Seftor. Tampoco quiso quedarse con nosotras pues el dia era atin largo y la marcha le permitia llegar a otra ciudad antes del anochecer. Dile que la recordamos con agradecimiento bajo el nombre de Anénima. {De cuantos cristianos y cristianas como ella somos deudores sin conocer sus nombres! Quizds te sorprenda el retraso de esta carta pero nos hemos toma- do tiempo para estudiar y comparar lo nuevo con lo que ya tenia- mos. Nuestro interés esta en ofrecerte nuestras impresiones ya que pareces conocer a Lucas y puedes transmitirle algunas de nuestras dudas y preguntas. Como él hizo, hemos querido investigarlo todo minuciosamente, para no desviarnos del auténtico mensaje, pero, también, para ofrecer nuestra reflexion personal al resto de los her- manos por si pueden sacar alguna conclusién provechosa. Como mujeres que somos nuestra primera sorpresa ha sido com- probar la cantidad de personajes femeninos de todas las clases sociales que describe, una cifra desproporcionada si la compara- mos con las otras narraciones que conocemos. Sabemos que en el circulo de seguidores del Seftor Jestis habia muchas mujeres, pero la experiencia de la vida nos enseiia las dificultades que se nos pre- sentan, de todo orden, para que se nos reconozca nuestra persona- lidad y para llevar una vida auténoma y libre de auténticas cristia- nas. Vemos que el propio Pablo en una carta a la comunidad de Corinto omite que las mujeres y, entre ellas Maria Magdalena, fue- ron las primeras en descubrir la tumba vacia algo que el resto de los escritos en nuestro poder deja bien claro. ;Por qué recorta el prota- gonismo femenino? RELECTURA DE LUCAS Por eso, hemos tamizado esos relatos por un cedazo bien fino Ile- gando a unas conclusiones que nos preocupan. Nosotras creemos que el reino que ha Ilegado con el Sefior pone fin al viejo e6n y que en el nuevo todos somos uno en él. Este pensamiento nos obliga a proclamar que en nuestras comunidades no puede haber diferen- cias de género, sexo 0 raza. Pero también somos conscientes de que el tentador no ceja en su empefio de luchar contra el nuevo credo y que utiliza como cebo las riendas del poder y de una presunta honorabilidad dentro de la sociedad. Entre nosotras mismas ha habido quién ha llegado a afirmar que en la cena cristiana los alimentos de las esclavas no podian ser los mismos que los nuestros y nos Ilegan rumores de que algunas comunidades ponen trabas al liderazgo y a la profecia de las muje- res. Incluso se ha llegado a decir que nuestras celebraciones no deberfan ser inclusivas de los dos sexos pues, para algunos, esa mezcla supone atentar contra las normas de la decencia. No se dan cuenta que las tinicas normas que estamos dispuestas a cumplir son las que hacen referencia al amor entre los hermanos que nos marcé el Maestro. Todo lo demas, decencia, honorabilidad, respe- tabilidad... ante la sociedad, lo tenemos por nada. De aqui, nuestra preocupacién de que Lucas se esté dejando influir por el ambiente y por las criticas. Que esa influencia le haga des- cribir muchas mujeres, pero mujeres que siguen los viejos patro- nes. Es cierto que ellas en sus escritos reciben la buena nueva, creen, se bautizan, siguen a Jestis y le ofrecen sus posesiones, pero sus roles los presenta claramente diferenciados de los de los varo- nes. Fuera de los capitulos que hacen referencia a la infancia de Jestis, en el resto del evangelio, cuando hablan, o las regajia el Maestro o no se las cree. Incluso cuando afirma (He 21,9) que las hijas de Felipe tienen el don de la profecia, éstas no pronuncian palabra alguna. Tampoco ofrece ejemplos de su liderazgo y minis- terio apostdlico, lo que Pablo deja claro y la realidad en la que vivi- mos confirma. 15 16 CARTA A TEOFILO Ya conoces que muchas de nosotras hemos renunciado al matrimo- nio y a la maternidad, lo que también se nos critica pues el imperio necesita aumentar el numero de sus ciudadanos, y vemos que Lucas con frecuencia nos describe al lado de un var6n. Esa presencia mas- culina ges para respaldar nuestra dependencia y subordinaci6n al otro sexo? Queremos decirte, por tiltimo, que en el entorno de las comidas (esta aludiendo a la cena cristiana?), coloca juntos a los dos géneros, pero las mujeres suelen estar silenciosas, sumisas y a los pies del Maestro. Estamos Ilenas de dudas y temerosas de que el mensaje revolucio- nario de Jestis se edulcore con concesiones al imperio y a sus cos- tumbres; temerosas de que estos recortes le quiten a la levadura parte de su capacidad transformadora. Dinos, después de recibir esta epistola, lo que piensa tu comunidad y tus impresiones sobre las motivaciones lucanas. Creemos que, en aras de crear una autén- tica comunidad de iguales, los escritos de Lucas no se pueden ense- fiar y predicar sin hacer una reflexion critica. Por ello, adjunto a esta carta unas reflexiones més largas que hacen algunas/os de la comunidad sobre puntos concretos. Hemos selec- cionado dentro de la amplitud de sus dos escritos los que nos pare- cian més representativos. Te puede sorprender que no hagamos mencién, mds que somera, de la Madre del Sefior, pero es precisa- mente su importancia la que nos lleva a esperar otra ocasién para dialogar en profundidad sobre ella. Cuando lo tengamos escrito os Jo haremos llegar. Hemos aprovechado la presencia entre nosotras de una mujer, Victoria Howell, nacida en tierras lejanas y conocedora de muchos paises, para que nos haga una breve historia de los tiltimos afios de la tierra donde nacié Jesucristo. Con ello, pretendemos conocer el contexto en el que crecié la comunidad cristiana y saber si las muje- res judias también estaban constrefidas al mundo de la familia y del hogar. En nuestro grupo hay mujeres que se habian convertido al judaismo antes de hacerse cristianas, lo que nos hace pensar que RELECTURA DE LUCAS la oferta judia era atractiva para nuestro sexo. Creemos que es noci- va la consideraci6n negativa que algunos de nuestros apéstoles tie- nen del judafsmo {No fue la religion de Jestis? Victoria también nos ha informado de que dentro de este mundo en. el que vivimos y que valora tanto la decencia de las mujeres no era tan impensable que algunas siguieran al Maestro en su vida itine- rante. Jesucristo no fue el vinico y parece que hay constancia de otros lideres que también contaron con un séquito femenino. Ella también se plantea la posible ambigiiedad de Lucas en cuanto que, por un lado, incluye a las mujeres y, por otro, las reduce y domestica. Nos sentimos todas pecadoras y muchas, como te decia previa- mente, habian tenido que dedicarse a la prostitucién para cubrir sus necesidades minimas. Algunas pudieron, con lo ganado y aho- rrado, comprar su manumisién. No te puede extrafiar que le haya- mos pedido a Nuria Calduch que reflexionara sobre el pasaje de la mujer del perfume. Esa mujer publica que recibe el perdon de Jestis sin reclamarlo y en la que muchas de nosotras nos vemos refleja- das, maxime porque ella se gana a pulso la simpatia de todos los lectores. ;Cé6mo nos habria gustado estar en su lugar! También la criticaron pues era pecadora y mujer. Para colmo se atre- vié a saltarse las famosas reglas de la decencia, pues para ella sélo regia el mandato del amor, mientras que los fariseos seguian inmer- sos en el mundo de la ley, en el viejo edn. Y su atrevimiento la colo- c6 de abajo a arriba y de marginada a protagonista. jY eso que no dijo nada! simplemente se dejé llevar por el amor y lo demostré con el lenguaje del cuerpo en el que tan versadas somos las mujeres. Jests la reivindicé ante todos e invité a Sim6n a su imitacion. Jestis, como ella, utiliza la vara de medir del amor y ninguna otra. Hemos tenido la suerte de contar con un var6n itinerante en nues- tra comunidad, Xabier Pikaza, que, conocedor de los caminos, ha colocado el relato de Marta y Maria en el que recorre Jestis hacia Jerusalén. En ese deambular, una mujer Ilamada Marta le acoge en su casa donde también vive su hermana Maria y donde no se habla 17 18 CARTA A TEOFILO de varones. Es una mujer rica y auténoma, capaz de hospedar a Jestis. Ya puedes imaginarte que también hemos pensado en la similitud con nuestra pequefia comunidad de mujeres y en que todas las Iglesias sean eso, lugares de acogida y reposo del Maestro y de quienes vienen en nombre suyo. La verdad es que el relato refleja una situaci6n corriente de la vida. Todos nos quejamos de que trabajamos mas que nadie y que los otros no nos ayudan. En este caso la queja viene de Marta pues su hermana se queda a los pies de Jestis escuchandole. Dice Xabier que le recuerda el conflicto que tuvo la Iglesia de Jerusalén entre los 12 apéstoles y los 7 diéconos. De nuevo la tentacién de Satan para que se luche por el poder en la Iglesia y se resten fuerzas a su expansion. Varones y mujeres debemos cuestionarnos sobre estos dos modelos de cristianos —Pikaza, hasta sus charlas con nosotras, consideraba que como tema de mujeres no le concernfa el relato- pues el peligro de Marta, de las personas muy activas, es el de rea- lizar el trabajo sin escuchar a Jestis, mientras que el riesgo de Maria es dejar que hagan los otros las labores y quedarse embobada a los pies del Maestro. Para nosotras esta el miedo adicional de que no nos dejen hacer esa libre eleccién. Propone que imaginemos un final ;Seria posible que los tres acabaran faenando en la cocina? Descubrimos lo dificil que resulta desterrar las viejas creencias cuando se habla de todo lo referente al cuerpo femenino, que se minusvalora con respecto al de los varones como si no fuéramos “carne de su carne”. Ya no hay templo y Jestis no tuvo en cuenta ninguna prescripcién ritual con respecto a las medidas de pureza especiales a las que tenian que someterse las mujeres. Desde una historia personal, Pilar de Miguel intenta demostrar cémo las vie- jas prescripciones del Levitico siguen presentes en nuestras comu- nidades. Para ello, profundiza en dos relatos intimamente conexionados: la mujer que padecia una hemorragia permanente desde hacia 12 aftios y la nifia que, a los 12 afios y préxima a su primera hemorragia, RELECTURA DE LUCAS muere. Tocar el cadaver de una nifia aspirante a mujer y dejarse tocar por una mujer clasificada como impura reflejan con toda cla- ridad la idea que tenia el Sefior Jestis de los cuerpos femeninos. Incluso, en nuestro entusiasmo por la lectura, hemos llegado a ver una conexién entre la sangre derramada en la cena y la nuestra, pues ambas son simbolo de vida y ambas estan sujetas a la perio- dicidad: “Haced esto en memoria mia”. Podemos recordar en el sacrificio de Jestis el de todas las mujeres que, como él, han muer- to por dar la vida. Por tiltimo, te incluyo las reflexiones que hace Mercedes Navarro sobre la segunda parte de los escritos de Lucas que, para nuestra sorpresa, titula Los Hechos de los Apéstoles, y que todo el mundo entiende como haciendo referencia a apéstoles varones, olvidando que el término puede y debe ser inclusivo, ya que hay cantidad de mujeres en lo relatado. Ella se esfuerza por hacer visible la parte femenina y titula lo que escribe “Las Apostoles y sus hechos”. Nos brinda, desde sus ojos de mujer, las historias perdidas y desconoci- das de aquellas primeras discfpulas, apéstoles y misioneras que han llevado el evangelio por Lida, Jaffa, Jerusalén, Corinto y Roma, dando testimonio de su fe y creando y dirigiendo Iglesias domésti- cas -como la nuestra- sin dejar sus trabajos en diversos oficios -como nosotras- por todo el imperio. Rescatar sus historias significa ensanchar nuestras raices y descu- brir con qué fuerza hemos aceptado las mujeres el mensaje del Sefior Jestis. Su lectura ha hecho que crezca nuestro asombro y deseos de emulacién a la par que estimula nuestra esperanza para los tiempos dificiles de hoy, no més arduos que los de ellas. Creo que os gustaran estos “hechos de las Apéstoles”. Entregamos estos escritos a Filomena para que os los haga llegar, pues van ella y Andrénico a misionar por vuestra region y nos han prometido acercarse a vuestra ciudad para comunicaros nuestras noticias y recabar de las vuestras. Podéis remitir nuestras reflexio- nes a otras comunidades, pues es bueno que Ileguen al mayor 19

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