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Cómo Mejorar el Aprendizaje: 10

Técnicas de Estudio
10 Técnicas de Estudio para Mejorar el
Aprendizaje
Técnica de Estudio 1: Subrayar

Subrayar la parte más importante del temario es una de las técnicas de estudio más sencillas y
conocidas. Se trata simplemente de destacar las partes más significativas del texto usando
distintos colores. Lo ideal es hacer primero una lectura comprensiva y subrayar lo más notable
para, posteriormente, proceder al estudio.

Técnica de Estudio 2: Realiza tus propios Apuntes

Realizar apuntes es una de las técnicas de estudio más extendidas junto con subrayar. Se trata
de resumir lo más destacable con nuestras propias palabras para así recordarlo más fácilmente.
En la mayoría de las ocasiones, la clave es ser capaz de resumir el contenido al máximo, pero
sin dejar fuera ningún dato clave. A la hora de crear nuestros propios apuntes, podemos hacerlo
al modo tradicional con lápiz o papel.

Técnica de Estudio 3: Mapas Mentales

Otro clásico. Crear un mapa mental es la mejor manera para resumir y organizar nuestras ideas.
Un buen mapa mental puede ahorrarnos muchas horas de estudio y consolidar nuestros
conocimientos de cara al examen.
Técnica de Estudio 4: Fichas de Estudio

El uso de fichas de estudio es un método de aprendizaje especialmente eficaz a la hora de


asimilar datos concretos, fechas, números o vocabulario. Por tanto, materias como Historia,
Química, Geografía o cualquier idioma son mucho más fáciles si incluimos las fichas de estudio
entre nuestras técnicas de estudio. Con las fichas de estudio convertimos la memorización en
un proceso más divertido.

Técnica de Estudio 5: Ejercicios/Casos prácticos

En ocasiones es difícil asimilar la teoría de algunas materias de estudio. Sin embargo,


realizar ejercicios y casos prácticos puede ayudarnos a visualizar la teoría y a que asimilemos
los conocimientos de manera más sencilla. Esto es especialmente útil en asignaturas como
Matemáticas, Física, Derecho y, en general, todas aquellas que involucren problemas y/o
números. Por tanto, puede ser una buena idea realizar casos prácticos a la vez que estudiamos
la teoría. De esta manera podremos comprender mejor su aplicación y lo que realmente nos
están trasmitiendo todas esas letras.

Técnica de Estudio 6: Tests

Los tests son una excelente manera de repasar en los días u horas previas a un examen. Con
los tests podemos comprobar que áreas llevamos mejor y cuáles peor, para así centrar los
esfuerzos donde sea necesario. Además, si compartimos exámenes con nuestros compañeros
para ponernos a prueba mutuamente, podemos descubrir detalles importantes que hemos
obviado. Por ello, sin duda os recomendamos crear tests e intercambiarlos con vuestros
compañeros como una de las técnicas de estudio previas al examen.
Técnica de Estudio 7: Brainstorming

Otra de las técnicas de estudio que podemos realizar en grupo. El brainstorming consiste en
una reunión de un grupo de personas que realiza una lluvia de ideas sobre un determinado
tema. El brainstorming puede ser especialmente útil a la hora de realizar trabajos en grupo, para
así considerar diferentes ideas y perspectivas. Sin embargo, también puede ser útil para
estudiar de cara a un examen para así resolver dudas y llegar al fondo de la materia. En ambos
casos, el uso de mapas mentales facilita este proceso de organización de ideas.

Técnica de Estudio 8: Reglas Mnemotécnicas

Las reglas mnemotécnicas son especialmente útiles a la hora de memorizar listas y conjuntos.
Las reglas mnemotécnicas funcionan básicamente asociando conceptos que tenemos que
memorizar con otros que son más familiares para nosotros. Hay muchas maneras de realizar
reglas mnemotécnicas y depende mucho de la persona. Un ejemplo sería la palabra inventada
“FECTES” para recordar los distintos tipos de desempleo (Friccional, Estacional, Cíclico,
Tecnológico, Estructural y Shock estructural).

Técnica de Estudio 9: Organizar el Estudio

Una de las técnicas de estudio más efectivas pero que a menudo pasamos por alto consiste
“simplemente” en organizar nuestro estudio. Establecer un calendario de estudio teniendo en
cuenta nuestros objetivos y el tiempo que tenemos disponible es el primer paso hacia el éxito.

Técnica de Estudio 10: Dibujos

Muchas personas cuentan con una buena memoria visual, por lo que son capaces de memorizar
mejor los conceptos cuando están asociados a imágenes o dibujos. Por tanto, acompañar
nuestro estudio de estos recursos visuales puede ser una gran idea, especialmente para
asignaturas como Geografía, Ciencias, Arte o Historia. Otros recursos que ayuda a la memoria
visual son los mapas mentales (ver punto 3). Muchas de estas técnicas de estudio no son
nuevas sino que son de sobra conocidas por estudiantes. Sin embargo, lo que sí es nuevo es
la manera en la que las podemos poner en práctica, ya que hoy en día existe mucha tecnología
a nuestra disposición.

Técnicas de estudio: Memoria y estudio


Desde un punto de vista genérico, la memoria es lo que nos permite fijar, conservar y reproducir
las imágenes de objetos, pensamientos o sentimientos sin necesidad de que estén presentes.

La memoria se manifiesta en tres fases:

1. Registrar o fijar un recuerdo.


2. Retener u organizar el recuerdo.
3. Recuperar el recuerdo.

Según la duración del recuerdo podemos distinguir la memoria a corto plazo y a largo plazo.
Esta última es la más importante para el estudiante, y ha de quedar claro que para pasar de la
primera a la segunda es fundamental la atención y el tiempo que dediquemos (una consolidación
mínima requiere de 5 a 10 minutos).

Existen varios procedimientos para que se realice este paso:

 Automáticamente si la información es de interés.


 Por medio de la repetición.
 Elaborando la información de forma lógica y significativa.

Dejando de lado el primero de los procedimientos (ya que no requiere trabajo alguno), y según
la forma de asimilar lo que se estudia la memoria se puede clasificar en:

 Mecánica (por medio de la repetición)


 Significativa (asimila el material y lo organiza dentro de una estructura o marco de referencia).

Cuando se estudia algo por primera vez se utiliza más la memoria mecánica y conforme nos
vamos familiarizando con el tema recurrimos más a la significativa.

Podemos fomentar el uso de la memoria significativa si se prepara el material para que los
elementos sueltos se unan en grupos lógicos por medio de la asociación de ideas. Algunas
técnicas para ello son:

 Organizar el material de forma que tengan alguna relación entre ellos, que tengan sentido y
que se integren en un todo lógico.
 Agrupar los elementos de manera que formen historietas o comics que nos vayan llevando
de una viñeta a otra.
 El emplear la rima o el ritmo al memorizar (las tablas de multiplicar que aprendimos de niños).
7 formas de mejorar tu
memoria
Son sólo siete aunque podrían ser más. La pérdida de memoria es algo que nos
preocupa, mucho más a partir de ciertas edades… así que hay que ponerse
manos a la obra para averiguar qué podemos hacer para conservar esta
capacidad tan importante y tan presente en nuestro día a día. La investigación
más reciente puede servirnos de guía en esta importante tarea:

1.- Usa trucos. En términos más profesionales hablamos de técnicas de memoria.


Un estudio realizado por la Universidad de Arizona ha comprobado que la ‘auto-
imaginación’ es una forma útil de mejorar el aprendizaje y posterior recuerdo de la
información. Se trata de imaginarse a uno mismo en una situación o actuando de
una manera particular asociada al significado de aquello que tenemos que
aprender. Por ejemplo, si tengo que acordarme de comprar manzanas y leche,
sería algo así como imaginarse a uno mismo cogiendo las manzanas del árbol o
vertiendo la leche en un vaso.
2. Duerme suficiente. Rebecca M.C. Spencer de la Universidad de
Massachusetts publicó en marzo de 2013 una revisión sobre las bases
neurofisiológicas por las que el sueño influye en la memoria y la cognición. Según
explica, dormir es un proceso importantísimo no sólo en la consolidación de los
recuerdos, sino también en la selección de aquellas informaciones que habrán de
descartarse y ser olvidadas o en el aprendizaje de habilidades motoras.
3. Practica Brain Training. Una investigación publicada en la revista PLOS
One a primeros de 2013 insiste en los beneficios que tiene entrenar tan sólo 15
minutos diarios con un programa de juegos por ordenador. En este trabajo, el
grupo de personas que jugó mejoró su rendimiento en test de memoria de trabajo,
funciones ejecutivas y de velocidad de procesamiento.
4. Haz ejercicio. Son cada vez más los beneficios para el cerebro asociados al
deporte. Según Kirk I. Ericson de la Universidad de Pittsburgh en colaboración
con un grupo de investigadores de distintas universidades norteamericanas, el
ejercicio físico aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo anterior y ello conlleva
mejoras en la memoria espacial. Concluye que es una buena forma de revertir la
pérdida de volumen asociada a la edad en esta estructura cerebral fundamental
para la memoria.
5. Come chocolate. Cuidándose de los excesos, un curioso estudio publicado
en febrero de 2013 en el British Journal of Clinical Pharmacology dice que un tipo
de componente del cacao, los flavonoles, podrían estar relacionados con un mejor
funcionamiento cognitivo, ya que estimulan la perfusión cerebral, favorecen la
neurogénesis y promueven cambios en las áreas relacionadas con el aprendizaje
y la memoria.
6. Usa la meditación. Este es otro de los campos interesantes en cuanto a
beneficios cerebrales se refiere. Mrazek y sus colaboradores de la Universidad de
California publicaron en marzo de 2013 en la revista Psychological Science que
dos semanas de entrenamiento en meditación mejoraron la capacidad de memoria
operativa de un grupo de estudiantes, así como su ejecución en una prueba de
comprensión lectora y consiguió reducir la frecuencia de desvíos del pensamiento,
es decir, ‘divagaciones’.
7. Relaciónate. Mantener relaciones con amigos y disponer de una red social
amplia ha demostrado ser un factor asociado con una mejor memoria, tal como
concluyen un equipo de investigadores australianos en una reciente publicación en
el Journal of Aging Research. En el estudio, aquellos que mantenían mayor
contacto con amigos cercanos en particular y una mayor red social en general,
mantuvieron un mejor rendimiento en pruebas de memoria tras un seguimiento de
15 años.

Ya tienes las instrucciones para mejorar tu memoria. Ahora depende de ti cómo


combinarlas para mantener tu cerebro en forma y rendir al cien por cien.
10 estrategias para mejorar la memoria y
optimizar el estudio
En algún momento de nuestra vida todos hemos deseado tener mejor memoria,
ya sea para mejorar en nuestros estudios o en nuestra carrera profesional o
simplemente para acordarnos de todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día.
Para los estudiantes es algo fundamental poder optimizar su tiempo de
estudio y sacarle el máximo partido. Además, una memoria entrenada les
será muy útil en su vida profesional, y más en estos tiempos en los que es
necesario reciclarse constantemente.
Entendiendo que mejorar la memoria consiste en mejorar el proceso de
recuperación de la información y aumentar la retención de la misma, a
continuación vamos a ver diez estrategias para mejorar la memoria.
Las estrategias recogidas aquí están destinadas a mejorar la eficacia durante
el proceso de estudio y están extraídas de diversos estudios, libros y
artículos sobre psicología cognitiva.
#1: Enfoca tu atención en lo que estás haciendo
La atención es uno de los principales componentes de la memoria. Para que la
información pueda pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo
es necesario enfocarse en esta información. A la hora de estudiar o de intentar
memorizar algo es importante estar en un lugar sin distracciones que nos permita
centrar la atención.
Evita las distraccion y huye del "modo multitarea on".
#2: Establece sesiones de estudio regulares y no lo dejes
todo para el final
No se trata de educar la disciplina, sino de ayudar a nuestra mente a procesar
adecuadamente la información. Se ha demostrado que los estudiantes que
estudian regularmente recuerdan mucho mejor el material de estudio que los que
dedicaron sesiones maratonianas al estudio del mismo material.
Organiza tu tiempo y evita los “atracones”.
#3: Estructura y organiza la información
Los investigadores han demostrado que la información se organiza en
la memoria en grupos relacionados entre sí. Por lo tanto, estructurando y
organizando los materiales de estudio, agrupando los conceptos similares o
haciendo resúmenes con notas tomadas a lo largo del estudio, es más fácil
asociar la información relacionada y así mejorar el estudio.
Simplifica, esquematiza, analiza, relaciona. Tienes muchas herramientas y
tecnología para hacerlo más fácil y entretenido.
#4: Utilizar técnicas mnemotécnicas para recordar
la información
Las técnicas mnemotécnicas son estrategias empleadas para recordar la
información que suelen ser muy personales. Funcionan como una “tecla de
acceso” que nos permiten asociar algo concreto a lo que deseamos recordar.
Algunas técnicas consisten en formar una palabra utilizando las iniciales de las
primeras palabras de una lista para recordar todos los puntos o memorizar una
serie de imágenes o dibujos divertidos, utilizar una canción, etc.
Elabora secuencias o palabras graciosas para recordar: Estudia en positivo.
#5: Elabora progresivamente lo que estás
estudiando
Para recordar la información es necesario codificar lo que están estudiando en la
memoria a largo plazo. Para ello, una técnica muy eficaz consiste es profundizar
progresivamente en un concepto comenzando por leer la definición del término
clave, estudiar después ese término y luego profundizar en una definición más
ampliada. Repetir este proceso varias veces favorece la memorización.
Simplifica y añade poco a poco más información, no lo ataques todo de
golpe
#6: Relaciona la información nueva con lo que ya
conoces
Cuando te enfrentes a un material de estudio nuevo y desconocido, piensa
primero cómo puedes relacionarlo con lo que ya sabes. Al establecer relaciones
entre las nuevas ideas y los recuerdos previamente existentes conseguirás
recordar la nueva información mucho mejor.
Pensar en lo que ya sabes te ayudará a darle mayor sentido y significado a la
nueva información.
#7: Visualiza los conceptos para recordar mejor
La visualización es una de las técnicas más utilizadas y que mejores resutlados
da. Para ello, es importante fijarse en las imágenes (fotos, esquemas, gráficos),
utilizar colores y símbolos propios, hacer mapas mentales, dibujos personales, etc.
Cualquier cosa que nos evoque el recuerdo vale.
Adornar tus apuntes te ayudará a visualizar mejor la información y a tener un
material de estudio más alegre y positivo.
#8: Cuéntale a otro lo que has aprendido
Las investigaciones sugieren que la lectura en voz de la información mejora
significativamente el proceso de memorización. Los educadores y los psicólogos
han descubierto que cuando los estudiantes enseñan nuevos conceptos a los
demás mejora su comprensión y el recuerdo de los mismos. Para aprovechar esta
técnica puedes estudiar con un compañero o pedirle a alguien de tu familia o de tu
entorno que te escuche.
Si no puedes contar con nadie puedes hacerlo igualmente imaginando una
conversación o utilizando fotografías, pósters, muñecos… cualquier cosa
con lo que te sientas cómodo.

#9. Presta especial atención lo más difícil y


reestructura la información
Los investigadores han encontrado que el orden de la información puede jugar un
papel importante en el recuerdo. Una técnica interesante consistiría en
reestructurar la información, empezando por lo que nos resulte más sencillo
recordar, dedicando un poco más de tiempo a lo que nos resulte más difícil.
Desmenuza la información y conviértela en algo fácil de digerir. Localiza lo
que te cuesta más y dedícale un poco más de tiempo.
# 10: Varía de vez en cuando tu rutina de estudio
Introducir una variante novedosa en la rutina de estudio rompe la monotonía y
aumenta la eficacia de los esfuerzos realizados, ayudando a mejorar la
recuperación de la información a largo plazo. Para ellos basta con cambiar el lugar
de estudio, intentar encontrar otras horas distintas para estudiar o cualquier otra
novedad que nos parezca interesante. No es necesario hacer un cambio radical,
sólo buscar alternativas ocasionales.
Introducir alguna novedad hace más interesante el estudio y nos permite
relajar la mente con un pequeño ejercicio de creatividad.

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