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Delimitación conceptual del objeto en el código

civil vigente
En este orden de ideas, las personas no pueden ser objeto de un acto jurídico,
en el actor jurídico la persona se distancia del objeto, pues el acto jurídico se
celebra entre personas y la relación jurídica se constituye entre ellas, por más
que una de ellas adquiera un derecho , que le confiera un poder jurídico y la otra
un deber que la haga posible de la exigibilidad de una conducta y una
presentación de alguna parte del cuerpo, como la donación de un órgano o del
propio cadáver o una prestación que dependa de sus habilidades o cualidades
que se trasuntan en un servicio, el objeto puede ser material y corporal, según
sea perceptible por los sentidos, sensorial mente, como un metal, una planta, el
agua, una melodía o el humo de un cigarrillo , según sea imperceptible solo por
el intelecto, como un derecho subjetivo, un deber jurídico o la misma relación
jurídica.
El objeto es un requisito de validez de todo acto jurídico, su ancha significación
lo hace aplicable a la generalidad de los actos jurídicos, sean patrimoniales o no
patrimoniales, los patrimoniales ha sido siempre fácilmente perceptible, como en
las cosas materia de la compraventa o la prestación en que consiste la obligación
nacida de un acto jurídico. En los actos extrapatrimoniales, como el matrimonio
y el reconocimiento de un hijo, sus objetos vienen hacer los derechos y deberes
inherentes a la relación conyugal y a la paterno-filia.
el objeto de acto jurídico son los derechos y deberes u obligaciones que se
integran a la relación jurídica que el acto crea, regula, modifica o extingue, por
su efecto vinculante relaciona a los sujetos que, entre ellos, han adquirido los
derechos o contraídos los deberes u obligaciones, cualquiera que sea su
naturaleza.
Ahora bien, el objeto como elemento esencial del acto jurídico y trasuntando a
los derechos y deberes jurídicos integrados a la relación jurídica es un requisito
de validez de todo acto jurídico.
El artículo 1402 del código civil cuando se refiere al objeto del contrato dice que
consiste en crear, regula, modificar o extinguir obligaciones. Se infiere, que
según la acotada norma el objeto del contrato son las obligaciones, pero
omitiéndose el correlativo derecho subjetivo, Según Max Arias Schreiber expuso
que tal norma es necesaria desde que constituye un desarrollo más explícito de
los requisitos de validez del acto jurídico contenidos en el citado artículo 140
Como ya hemos expuesto, todo contrato es un acto jurídico, mas no todo acto
jurídico es un contrato. De ahí, que el artículo 1351, especificando la noción del
acto jurídico contenida en el artículo 140, señale que el contrato es el acuerdo
es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o extinguir una
relación jurídica patrimonial, reconociendo la función normativa de la
manifestación de voluntad y que el contrato, como especie del acto jurídico, la
destina a la relación jurídico-contractual a la que se integran derechos y
obligaciones. En conclusión, el objeto de todo acto jurídico son los derechos y
deberes u obligaciones que genera y que se integran a la relación jurídica que
crea, regula, modifica o extingue.
Nuestro código exige que el objeto del acto jurídico deba ser física o
jurídicamente posible y determinable. Como estas condiciones pertenecen a las
prestaciones, se puede concluir con que el código ha incorporado la noción de
objeto del acto jurídico entendido como la prestación debida, esto es como el
comportamiento que deberá realizar una de las partes frente a la otra.
Aunque Torres afirma en un primer momento que el objeto del acto jurídico
regulado por el código civil es la relación jurídica a que da origen. En un segundo
momento el mismo autor alude a que, como la relación jurídica no tiene
naturaleza física, la posibilidad física o jurídica a que hace referencia nuestra ley
no puede está referida sino a la prestación.

De igual modo, a lo único que se puede calificar de lícito o ilícito es a la prestación


por consistir en una conducta humana que se traduce en un hacer o un no hacer
conforme o contrario a normas imperativas, al orden público o a las buenas
costumbres.

Pero hay que recordar que la prestación también posee un objeto referido a los
bienes y a las actitudes a desarrollar.

Por ello, solamente la prestación que es conducta humana puede ser calificada
de lícita o ilícita, además de posible o imposible. Mientras que los bienes pueden
calificarse de existentes o posibles de existir.

Por lo dicho se podría concluir que el objeto de los actos jurídicos según nuestro
código estaría constituido tanto por los hechos, sean estos positivos o negativos,
así como por los bienes, sean estos corporales o incorporales como lo son los
derechos.

Todo ello nos hace inferir claramente que el objeto del acto jurídico conforme a
la regulación del actual código hace referencia a las prestaciones y en donde
podemos incluir a los bienes, los derechos, los servicios y las abstenciones por
ser, a su vez, objeto de la prestación.
Caracteres del objeto
Según el artículo 140, inciso 2) del código civil, el objeto, para constituirse en
requisito de validez del acto jurídico, debe ser posible, física y jurídicamente, y,
a contrario sensu de su artículo 219 inciso 3), debe ser sin determinado, por lo
menos de las acotadas normas se infiere que el objeto debe tener tres
características: a) posibilidad física b) posibilidad jurídica c) determinabilidad,
debiendo ser concurrentes las tres características, pues así se desprende de las
mismas normas.

La posibilidad física del objeto


Se trata de la existencia o posibilidad de existir de los derechos y deberes u
obligaciones integrados a la relación jurídica que vincula a los sujetos en relación
con los bienes materiales o inmateriales sobre los que recaen. Asi por ejemplo,
la cosa cuya propiedad se transfiere mediante acto jurídico debe tener existencia
o posibilidad de existir a fin de quien adquiere el derecho sobre ella pueda usarla,
disfrutarla, disponer de ella y, aun, reivindicarla, es decir ejercer el poder jurídico
que el articulo 923 reconoce al derecho de propiedad, o el deber alimentario
respecto del hijo reconocido y por nacer que debe estar vivo intrauterinamente o
haber nacido vivo.
Esta característica tiene que ser positiva o afirmativa. La imposibilidad física la
desarrollaremos al considerar la nulidad absoluta del acto jurídico.

La posibilidad jurídica del objeto


La posibilidad jurídica está referida a la conformidad con el ordenamiento jurídico
de los derechos y deberes u obligaciones integrados a la relación jurídica
generada por el acto jurídico. Así, por ejemplo, la cosa que es materia de la
trasferencia de la propiedad debe estar en el comercio, es decir, ser susceptible
de negociarse, como los bienes que no son de uso público o las partes del cuerpo
humano que se regeneran, como es el caso de una trasfusión de sangre.
A esta caractecteristica se le puede confundir con la licitud, pero se trata de
conceptos vinculados pero diferentes: la licitud es lo que guarda conformidad con
el ordenamiento legal y la posibilidad jurídica está referida al ordenamiento
jurídico, que es un concepto más amplio y que da cabida a la licitud. La licitud
comprende el ordenamiento legal mientras que el ordenamiento jurídico
comprende, además, los principios generales que inspiran el orden público y que
se integra con la costumbre, jurisprudencia y doctrina.

La determinabilidad del objeto


Esta referida a la posibilidad de identificación de los derechos y deberes u
obligaciones integrados a la relación jurídica que vincula a los sujetos. Como ya
hemos advertido, el objeto del acto jurídico puede ser determinado o, cuando
menos, determinable, Es determinado cuando los derechos y deberes u
obligaciones están identificados en el momento de la celebración del acto, como
cuando adquiere el derecho de propiedad con la obligación de pagar el precio
pactado. Es determinable, cuando los derechos y los deberes u obligaciones no
están identificados en el momento de la celebración del acto jurídico, pero existe
la posibilidad de identificarlos, como en el caso de una compraventa en que la
determinación del precio se confía a un tercero. La indeterminabilidad también la
desarrollamos al ocuparnos de la nulidad absoluta del acto jurídico.

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