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LOS ULTIMOS DIAS DE OTOÑO

Corrían los primeros días de Junio de 1821, cuando Martín


de Güemes se sentaba apesadumbrado bajo la pálida luz
que se desprendía de un mechero que tenía enfrente de sí, y
dirigía sus ojos hacia el vacío oscuro de una ventana que
daba al patio de la Hacienda “Los Horcones” (próxima a
Rosario de la Frontera). Parecía perdido y ensimismado, el
manto oscuro de la noche de la apacible madrugada salteña,
ensombrecía su sien y su alma poco quieta. Estaba muy
cansado, hacía varias horas atrás daba por terminada una
revuelta en contra de su gobierno*1; promovida por ricos
hacendados patricios que estaban hartos de su caudillismo,
y de las erogaciones forzosas que tenían que hacer para
solventar las milicias norteñas. ¡Tirano! ¡Déspota! ¡Bandido!
murmuraban a escondidas sus opositores, en las tertulias
organizadas en las más elitistas casas de la capital. Pero
quienes conocían a Martín, sabían que el Jefe del Ejército de
Observación (cargo dado por el mismísimo General José de
San Martín), había sido el primero en contribuir a la causa
patriótica con los bienes de su fortuna familiar (su padre
Gabriel de Güemes Montero, fue tesorero real de la corona
española durante la colonia; y su madre María Magdalena
de Goyechea y la Corte, provenía de una notable familia
jujeña de origen vasco). En medio de este sepulcral silencio,
es abordado por su adorada esposa Margarita del Carmen
Puch, quien reposó su mano suave sobre el hombro del
gigante del norte, que yacía inmóvil cual estatua de mármol
en un mausoleo. Y le dijo a Martín lo siguiente:
__________
*1 El 24 de mayo de 1821, el Cabildo de Salta aprovechó que Güemes se hallaba
fuera de la ciudad, para deponerlo de su cargo de gobernador. Güemes aunque
recuperó con facilidad el poder, esto constituyó una clara señal de división
interna que los enemigos realistas advirtieron, y utilizaron luego para tramar la
eliminación del gran general del Norte.
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-¿Qué fantasma no te deja dormir esposo mío? ¿O es una
nueva aventura la que revolotea incansable en tus vagos
pensamientos?-.

-¡Ay Carmencita!, de pronto tengo miedo y no sé por qué…-.


Respondió Martín.

-Ven a dormir amado mío, la lucha continua en la que vives


diariamente, seguro te dejó una esquirla en la cabeza-.

–¡Nooo…! esta vez de veras tengo miedo. Sabes bien que


combatí desde que era un mozuelo (ya a los 14 años se
había enlistado en un regimiento), y que vi a la parca
muerte cabalgando a lado mío por quebradas, montes y
valles; como también en los lechos de mis hombres caídos.
Pero esta vez es distinto, parece que ahora viene por mí-.

-¡Delirios de un hombre cansado!, ¿y cómo no has de


estarlo?, si todo el tiempo estás a cargo de una campaña
por allá; de una gobernación por acá; y jamás descansas-.

-Mujer, la libertad es un sueño que pronto va a ser realidad.


San Martín ya está en Perú*2; Chile fue liberado por su
sable en el camino; y cuando él ordene, cercaremos al
enemigo cual pinza desde dos frentes. Mientras tanto, no
puedo defraudar al pueblo ni al general, del encargo de
defender nuestra tierra del invasor. No puedo descansar, no
hasta que la guerra termine-.
__________
*2 San Martín emulando al gran general cartaginés Aníbal (que en su afán por
destruir Roma, invadió Italia cruzando los Alpes primero, llevando consigo la
guerra al mismo territorio romano); de igual manera, San Martín atacó así el
Virreinato del Perú (núcleo central del poder realista en América del Sur),
cruzando primero la cordillera de los Andes, liberando a Chile en el trayecto,
para luego avanzar y destruir definitivamente aquél bastión español aún en pie
(misión relegada por San Martin a Bolívar, luego de la entrevista en Guayaquil).
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Margarita del Carmen Puch y Martín Miguel de Güemes.

Los Infernales de Güemes (guardia de élite)

“Vista de la ciudad de Salta” (del siglo XIX) de Carlos Penuti


9
-Olañeta es un perro de caza que no parará jamás de correr
tras de tí (jefe realista español), y en cualquier momento te
alcanzará amado mío. No quiero que mis ojos vean la luz
nunca más si eso sucede-.

-Tranquila mujer, que de hombres no tengo miedo yo; ni


menos de ese contrabandista godo, que se ha robado entre
otros tesoros, el amor de una joven criolla jujeña (Josefa
Raimunda Marquiegui Iriarte, conocida como Pepita)-.

-¿Entonces de qué tienes miedo?-.

De pronto, el silencio fue interrumpido abruptamente por


el cantar de un gallo; y al momento, Martín miró fijamente
los profundos ojos azules de Carmencita, que parecían
recordarle el límpido cielo azul de un anochecer otoñal.

Martín entonces le dijo -¡ya sé de qué tengo miedo!, ¡de la


traición! espectro inmutable, invisible y mentiroso, que
clandestinamente cumple sus oscuros propósitos. Ése gallo
me hizo recordar, la vigilia de Nuestro Señor antes de ser
entregado a las huestes de Caifás en el Sanedrín. La traición
me da miedo… ¡y mucha rabia a la vez!-.

-Pero son los hombres los traicioneros, y tú no les temes me


dices. Al final no te entiendo-. Replicó ella.

-La Doña no entiende, porque es un ser tan bueno, puro y


noble, que no concibe la esencia de estos falsos hombres;
que no son tales como dices, sino duendecillos que hablan
bajito, se esconden en la multitud, y corroen a las mejores y
bien intencionadas almas-.

-Me asustas esposo mío, hablas como alguien que va a


perder el juicio. ¡Deja todo esto! ¡Vámonos a Santiago del
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Estero! Allí tenemos amigos (el gobernador santiagueño
Ibarra contó con la ayuda de Güemes, en su lucha contra el
gobernador de Tucumán Aráoz)*3-.

-¡No se hable más querida mía! ¡Ya mismo me voy a dormir


con un ángel! ¡Envuélveme con tus rizos dorados cual rayos
de sol, y déjame creer que estoy en el cielo eterno una vez
más! Dejemos esta conversación para otro momento-.

-Ahora me hiciste temblar toda a mí, porque el camino de la


traición conduce a la muerte; y si ésta te lleva, yo iré detrás
de ella para acompañarte mi amor-.

-¿Qué hice para merecer tanto cariño de tu parte? ¿No te


bastó con darme dos retoños hermosos, que ahora quieres
regalarme uno más? (sus hijos Martín y Luis)-.

Mientras él dice esto cariñosamente, acaricia el vientre de


Carmencita que estaba embarazada por entonces, y ella le
contestó:

-Porque me haces feliz desde hace seis años (en 1815 se


casaron); y me diste el honor de portar tu apellido que lleva
como estandarte: ¡el valor de un hombre de verdad!-.

-Cuida del bebé mi amor, y llámalo como la santa iglesia


dispone en su calendario, si es que por alguna razón estoy
ausente. Tú sabes que el deber me dice cuándo debo acudir,
pero jamás cuándo volver…-.
__________
*3 Güemes en auxilio del gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra,
invadió Tucumán; pero fue rechazado por las fuerzas tucumanas comandadas
por su ex lugarteniente Arias (antes vencedor en la batalla de Humahuaca el 1º
de mayo de 1817). El propósito del ataque, fue recuperar las armas dejadas por
el Ejército del Norte, y también evitar que Tucumán reintegrara a Santiago del
Estero a su antigua jurisdicción.

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-Te esperaré esta vida, y la otra también si hiciera falta;
pero no dejes de volver amado mío, porque no podré
resistir tu ausencia por mucho tiempo-.

En ese instante entonces, ambos esposos se unieron en un


tierno beso que puso fin a tantas preocupaciones, e hizo
olvidar los asuntos que aún tenían por resolver.

Martín teniéndola entre sus brazos, dijo susurrándole al


oído -pronto querida mía, cabalgaremos juntos por esta
sagrada tierra; ¡y verás qué linda se pondrá! cuando al fin
se vea libre del yugo español-.

Y fue así que Martín se quedó esa noche en la estancia de


Los Horcones, en un viaje relámpago que hizo, para visitar a
su familia. Allí residía temporariamente Carmen y sus hijos,
para mayor sosiego y seguridad de todos. La capital de Salta
era riesgosa para cualquier pariente cercano a Güemes.

Al día siguiente, mientras se dirigía a ensillar su caballo


negro como ébano, lo alcanza en la galería un niñito que
venía corriendo tras de él, y que al instante se le aferró a su
pierna diciendo:

-¡Papito, papito, no se vaya!, ¡lléveme con usted!-.

Martín le contestó -mi ñatito (así llamaba a su primogénito


también llamado Martín), ya habré de volver muy pronto.
Cuida a Luisito y al bebé como el mejor de mis guardias.
Defiéndelos con bravura como si fueras uno más de mis
Infernales*4 (nombre de su tropa especial). Ahora vete con
tu madre, que desde el umbral de la puerta nos mira celosa.

-¡Sí mi general! ¡El enemigo no podrá vencerme!

-¡Vaya entonces a proteger a su madre! ¡Vaya mi changuito!


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Y el ñatito se fue agitando un palito de cedro que usaba
como espada, como abriéndose paso entre filas enemigas.

De esta manera Güemes se despidió de su familia, a la que


había visitado por unos breves momentos nada más; ya que
en la capital, estaba ocupado con las consecuencias de la
revuelta que se había dado en su contra.

Estando ya en la ciudad de Salta, visitó a su hermana


Magdalena Güemes, fiel compañera suya en la patriótica
empresa libertadora, quien al verlo le dijo:

-¿Qué piensas hacer con los rebeldes?, ¿los vas a ejecutar?-.

Martín mira a su hermana con benevolencia, y le dijo:

-¡Cuidado han de tener los hombres con Macacha! (así


llamaban a su hermana). No es para tanto el asunto-.

-¡Pero son unos traidores!

-Creo que solo están molestos y asustados. Les exigí tanto


en este último tiempo, que ya temen por sus herencias-.

-Pero el gaucho que pone el lomo en combate arriesga más,


y no se enoja, asusta, o te traiciona por eso-.

-Es cierto hermana mía, pero también quisiera que pienses


en algunas cuestiones. Primero, se trata de hombres que
nacieron en familias de alta alcurnia, y si bien la revolución
__________
*4 Martín de Güemes organizó su milicia gauchesca en varias divisiones, que
obtuvieron renombrados triunfos durante la Guerra Gaucha (bautizada así por
Leopoldo Lugones). Pero la tropa de línea que comandaba y protegía al general,
se denominaba Los Infernales, llamada así por los estragos que causaba en las
filas enemigas realistas cuando atacaban.

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abolió en el Año XIII todas las prerrogativas de sangre, aún
conservan en lo profundo de sus corazones, ese orgullo
altanero que los hace sentirse superiores. Y por eso, para
ellos debe ser ultrajante que por fruto de la necesidad, yo
disponga arbitrariamente de sus bienes*5.

-Pero esto es una guerra, y las guerras tienen sus costos y


pérdidas-.

-Sí…, pero ellos quieren comprar la libertad, no así la


igualdad-.

-¡Pero eso es inadmisible!, ¡no debemos tolerar esas


pretensiones!-.

-¿No entiendes acaso que el corazón de Salta son sus


gauchos, pero la cabeza es su élite? Además, la mayoría de
ellos son familiares entre sí, y de nosotros también, cuya
parentela se extiende desde Jujuy a Tucumán*6. Convertir a
uno de ellos en mártir, me pondría a todos en contra. Y eso
no sería conveniente para la causa.

-En eso tienes razón, pero ¡qué cobardes y arteros son!-.

-Tampoco fue para tanto, no se derramó sangre salteña en


el propósito frustrado, y al menos algunos dieron la cara en
la vergüenza de la afrenta.

-¿Y qué piensas hacer con ellos?


__________
*5 Cuando el Ejército del Norte fue derrotado en Sipe Sipe en 1815, se replegó
con lo poco que le quedaba hasta Tucumán. A partir de allí, se delegaría a
Güemes la defensa de la frontera norte, pero como éste nunca contó con los
recursos para hacerse cargo de tal misión, tuvo que imponer contribuciones
forzosas a las clases pudientes de hacendados y comerciantes; que con la
prolongación de la guerra, llegaron a odiarle por la mengua de sus patrimonios,
además de privarles de comerciar con el Alto Perú como lo hicieran siempre.

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-Sacarles algo de dinero para repartir entre mis hombres.
De ese modo aplico cierto castigo, satisfago a mis tropas, y
nadie sale muerto por ello-.

-Dirán que eres un bandido-.

-Dirán siempre lo que quieran, aún sino hago nada contra


ellos. Hasta que esto termine, debo aguantar sus cotorreos-.

-Cometes el mismo error que Belgrano cometió aquí hace


tiempo (después de la batalla de Salta, Belgrano victorioso
hizo jurar a los realistas prisioneros que no tomarían las
armas de nuevo; juramento que no hicieron caso después)-.

-Un verdadero tirano, es el que dispone de las vidas de los


demás a su antojo, y no quiero convertirme en eso-.

-Belgrano terminó mal; ¡tú sabes bien como pago luego el


precio de su bondad!-.

-Es preferible morir como un ingenuo, que como un tirano-

-Sea así entonces hermanito, ojalá que esa historia no se


repita de nuevo, porque muchos te queremos tanto-.

-Y yo a ustedes también. Por lo pronto, avisa a mis oficiales


que quiero hablar con ellos más tarde-.
__________
*6 Durante el Virreinato del Río de la Plata, existía la Intendencia de Salta del
Tucumán, que comprendía las actuales provincias de Salta, Jujuy, Tucumán,
Catamarca, y Santiago del Estero. Durante la Revolución de Mayo, el Gobierno
del Director Posadas en 1814, dividió la Intendencia en dos Provincias, la de
Salta (que comprendía a Salta, Jujuy y Tarija) y la de Tucumán (que comprendía
a Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca). Jujuy se separó de Salta el 18-11-
1834, Tarija se separó de hecho de Las Provincias Unidas en 1826; Santiago del
Estero se separó de Tucumán en 1820, y Catamarca en 1821. En todos estos
lugares, las grandes familias de origen español estaban emparentadas entre sí.

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Y mientras dice esto, el General se retiro rápido de la casa.
Macacha quedó preocupada por la decisión de su hermano.
Algo terrible se presentía por el aire, una tormenta pronto
iba a comenzar. Y era cierto, los nubarrones se estaban
formando desde hacía semanas en el Alto Perú*7. Olañeta
en connivencia con algunos godos y aristócratas salteños
enemigos de Güemes, pusieron en marcha un plan para
asesinarlo. Los gauchos jujeños y salteños, más de ocho
veces habían frenado el avance realista por el Norte. Quizás
matando al pastor, Olañeta pensara poder encontrar menos
resistencia en las ovejas. Como un chacal en acecho, el
general godo escondió su tropa en Oruro, esperando
regresar de nuevo sobre el paso de Humahuaca, y tomar de
una vez por todas, las heroicas ciudades de Jujuy y Salta.

Pero Martín estaba ajeno a esto, más bien, envalentonado


por las buenas noticias que recibiera desde El Perú, sobre
todo con la victoria de Arenales en Pasco (lugarteniente de
San Martín); planeaba la forma de cerrar como una pinza se
dijera antes, la resistencia española que todavía quedaba en
El Alto Perú. Pensando en esto y otras cosas más, se dirigió
hacia su residencia que tenía en la ciudad. Estaban oscuras
las calles, la noche se había instalado hacía tres horas ya
(desde las 19, porque en otoño anochece temprano). Martín
y su guardia de veinte Infernales, recorrían los principales
cascos de la Ciudad de San Felipe y Santiago de Lerma en el
Valle de Salta. Apenas se notaban las luces de los faroles
que eran encendidos al atardecer, y apagados al amanecer.
Sin embargo, sombras infames se cruzaban en las calles
cambiando posiciones, acomodándose en las improvisadas
barricadas que se habían levantado allí. Eran las tropas de
avanzada del general vizcaíno Pedro Antonio de Olañeta*8,
al mando de José María Valdez (alias Barbarucho), que con

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ayuda de los enemigos de Güemes, esperaba el momento
oportuno para entregarlo finalmente a La Parca.

Pero, ¿cómo pudo llegar el enemigo a Salta sin ser notado?


La respuesta yace en el conocimiento tanto de Olañeta
como del valenciano Valdez, de los senderos que servían de
paso entre Jujuy y Salta hacia el Alto Perú. Antes de la
guerra, ambos fueron comerciantes de mulas en las zonas
recién nombradas; y comenzada la contienda, dejaron sus
profesiones a un lado, y sirvieron a la corona española de la
manera más tenaz que se haya visto, en tanto fueron los
últimos en rendirse en suelo americano*8.

Mientras tanto, Martín se encaminaba calmo hacia su casa.


Hasta que de pronto, escucha una detonación muy fuerte
¡PUM!, y en ello dijo en seco:

-¡Qué pasa carajo!

Uno de sus leales subalternos que estaba al lado suyo,


Antonio Zacarías Yacón, le contestó:

-¡Es una chispa de fuego mi general!-.


__________
*7 El Alto Perú -hoy Bolivia-, comprendía una provincia en el Virreinato del Río
de la Plata. Sus autoridades se habían negado a formar parte de la Revolución
de Mayo de 1810. Sin embargo, muchos patriotas altoperuanos lucharon por la
libertad. Entre ellos, sobresalió una gran heroína llamada Juana Azurduy (en un
momento colaboradora de Güemes), quien perdió todo durante su entrega a la
causa (cuatro hijos y un marido). Vivió hasta los ochenta y dos años, muriendo
luego en la más absoluta miseria.
*8 Para tener una idea de la magnitud del enemigo de Güemes, el general Pedro
Antonio de Olañeta, mantuvo la resistencia española hasta 1825, hasta que fue
herido de muerte en el combate de Tumusla (al final este leal hombre de la
corona española, y terrible enemigo de la causa patriótica, fue traicionado por
sus oficiales ante la derrota inminente de su causa. El Rey de España lo nombró
Virrey del Perú, sin conocer que ya había muerto en combate).

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-¿De dónde viene?-. Preguntó Martín.

-De la calle adonde vamos señor-. Contestó Zacarías.

El ruido efectivamente salió de un disparo. Los enemigos


habían rodeado la casa de Güemes, y uno de sus hombres
leales salió corriendo hacia la Plaza para dar aviso a todos,
hasta que cayó de bruces por el disparo que recibiera en la
espalda.

En eso Martín apuró la marcha y se adelanta, y ve que hay


unas sombras que le salen al paso, las cuales le dijeron
toscamente: ¡alto quién vive!

Martín advierte en la pregunta una tonalidad enemiga, y


respondió valiente:

-¡La Patria vive carajo!

Y en eso, espolea con sus talones la rodaja de su caballo, y


al momento inicia un galope en contra de aquellas sombras
siniestras gritando: ¡el enemigo! Sus hombres que estaban
detrás, no dudaron en seguirlo al galope también, porque
habían jurado cabalgar con él hasta la muerte, e incluso en
el más allá si hiciera falta.

No es una exageración lo que aquí se cuenta. Días atrás,


cuando Güemes estaba por entrar a la ciudad que lo había
despojado de su gobierno, se dirigió firme hacia una tropa
en línea de gauchos que lo estaba esperando para impedir
su ingreso (pagados por los ricos revoltosos); quienes al
verlo, tiraron al momento sus sombreros al cielo diciendo
¡Viva Güemes! ¡Viva Güemes! De esta forma, quedaba claro
que la lealtad de sus gauchos estaba forjada en hierro, y no
en plata como creían sus adversarios.

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"El Gral. Martín Miguel de Güemes y sus Gauchos" Oleo sobre tela de A. Struch -
Salta 1912 - Museo Histórico del Norte - Cabildo de Salta.

"El Gral. Martín Miguel de Güemes huye herido de la emboscada en la ciudad”.

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Se produjo entonces un gran tumulto de chispazos, humos,
gritos, galopes, y lamentos. Martín logró atravesar la línea
enemiga, como león intrépido que se lanza ciego sobre una
jauría de perros salvajes. Pero recibió un disparo que le
atravesó la parte superior e izquierda de la cadera, saliendo
la munición por su ingle derecha, lo que le hizo cabalgar
recostado y colgado al pescuezo de su caballo. Muchos de
sus guardias cruzaron esa noche las aguas negras del río
Estigia; Caronte se llevó varias almas de los suyos en esa
oportunidad, pero la del general todavía no. Zacarías que
estaba detrás de Martín, le dijo:

-¡Hacia la quebrada del cerro mi general! (del cerro San


Bernardo) ¡ahí los perderemos!

Güemes atontado por el disparo recibido, solo se dejó


llevar hacia la dirección que le habían indicado. Esa fatídica
noche del 7 de Junio de 1821, fue la primera vez que el gran
general parecía perdido, porque esta vez tenía una herida
mortal, y sería difícil que escapara de ella. Los brujos indios
del Alto lo habían maldecido de muerte; Barbarucho había
encargado este trabajito antes de salir en misión. Lastimado
y todo, Güemes y sus hombres lograron escaparse de la
ciudad. Pero en los tramos siguientes, el general no pudo
cabalgar más, y tuvo que ser transportado en camilla hasta
la Hacienda de la Cruz. Allí lo socorrieron algunos de los
suyos, entre quienes se contaba el Presbítero Francisco
Fernández*9, quien lo asistió desde el primer momento;
pero no pudo hacer mucho, dado que las graves heridas del
general requerían de una especial atención médica.

Francisco viendo que Martín se lamentaba de su situación,


y con ello, se agravaba más su condición, le dijo indulgente:

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-Tranquilízate hijo mío, estás ahora en las manos de Dios. Él
te socorrerá-.

-Ya me ha socorrido varias veces padre, no creo que quiera


ahora-. Le respondió Martín.

-Pero lo hizo, y debes creer que lo hará-.

-Soy pecador padre, ¡confiéseme!-.

-No más que cualquier otro hijo mío, no más que otros. Pero
si te consuela, abre tu corazón al Señor-.

-Nadie es inocente en una guerra padre, y yo que estoy en


ella hace años, menos aún. Seguro mi lanza o sable dio cruel
muerte: a un padre, hijo o hermano de alguien; y por eso
ahora estoy pagando el precio de mis pecados-.

-Dios no favoreció a ningún hombre con la servidumbre de


otro, ¡y tú, valiente muchacho!, has peleado contra eso toda
tu vida. Es una desgracia la muerte de tus enemigos, pero
ellos no tenían por qué pelear por una causa injusta ante
los ojos del Señor-.

-Aún así Padre, fui un mal padre y esposo. Porque desatendí


mi familia, para ocuparme de ejércitos, gobiernos y otras
cosas. Pronto tendré un bebé, que no lo veré crecer parece
__________
*9 Personajes como el presbítero Francisco Fernández, el gaucho Zacarías, el
capitán Cabral, el doctor Castellanos, y otros que se nombrarán más adelante, sí
existieron de verdad. Pero en este relato, se les adjudica una participación
especial, para recrear real o ficticiamente cómo fueron sucediendo los hechos.
Es importante reconocer como fuentes de datos, principalmente la página web
que publica el Instituto Güemesiano de Salta www.institutoguemesiano.gov.ar.;
como también www.portaldesalta.gov.ar; www.salta.gov.ar; es.wikipedia.org;
www.elhistoriador.com.ar. Las páginas web citadas, salvo algunas diferencias,
coinciden en lo fundamental acerca de lo vivido por este gran héroe nacional.

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para desgracia mía. Luis, Martín, y Carmen por mi egoísmo,
vivirán sin un padre y un esposo que los cuide de los males
que acechan a este mundo, además de privarles de mi amor
incondicional. ¡Eso sí que es un pecado! ¡No amar a los
suyos como corresponde verdaderamente!-.

-Tranquilo por favor… ¿Y qué podías hacer hijo mío? ¿darle


la espalda a tu pueblo que te necesitaba? Dios no ama a los
cobardes, y por esa misma razón estás vivo hoy. Entiendo
que la familia es la patria chica que primerito debemos
cuidar, pero ¿podrías haber sido feliz en la injusticia que
sufría tu pueblo? ¿sabiendo que a tus hijos los someterían y
humillarían por ser criollos? La verdad que a veces nos toca
hacer, lo que Dios no da por encargo hacer-.

-¿Y si no hubiera aceptado ese encargo?-.

-Dios no te habría amado, ni te hubiera regalado el amor de


tu esposa, tus hijos, y de todo el pueblo. La gente te ama
Martín, y eso es señal de que fuiste un buen hombre. Por
esa misma razón, te absuelvo en el nombre del Padre, del
Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Descansa ahora hijo mío,
por el bien de nosotros los que te necesitamos.

Martín se durmió en el medio de las últimas palabras del


presbítero, porque estaba débil y cansado por la herida y la
vigilia que tuvo que soportar durante su escape; y de tanta
lucha además que tenía sobre sus espaldas*10.

Mientras tanto, en la Hacienda de los Horcones, Carmen no


podía conciliar el sueño después de lo que hablara con su
esposo. Parada en el medio del verde patio de la casona,
miraba las estrellas como si estuviera mirando el pasado; y
suspiraba cada vez que un buen recuerdo como estrella
fugaz, aparecía y se perdía en la fría y oscura soledad de su
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mente. Carmen no podía olvidar cómo había conocido a su
gran amor, y se retrotraía a sus más tiernos años; cuando a
escondidas de su padre español Domingo Puch, se escapaba
hacia la plaza para ver encandilada, cómo ese hombre alto,
maduro, esbelto, de barba y cabellos negros ondulados*11,
decía con mucha autoridad a la muchedumbre: “qué hacer y
no hacer frente a los realistas”. Ella admiraba, cómo esa
figura incandescente se imponía en el discurso sobre los
varones distinguidos que se le oponían; y cómo los gauchos
humildes lo obedecían sin chistar; porque Martín a pesar de
parecer un tipo rústico, era también un hombre de refinada
educación. También se acordaba, de cómo conoció a su
cuñada la Macacha, y cómo hizo ésta de celestina para que
ambos contrajeran nupcias. Ella tenía dieciocho y él treinta
años, cuando las campanas de la catedral retumbaron en la
ciudad, anunciando el casamiento del nuevo gobernador.

De regreso en la Hacienda de la Cruz, los hombres que


rodeaban al general; estaban preocupados, compungidos,
con ansias de venganza, y temerosos de perder a su líder en
__________
*10 Martín Miguel Juan de la Mata Güemes (08-02-1785 / 17-06-1821). De niño
cursó estudios primarios, y luego, a los catorce años, se enroló en un regimiento
militar. Luchó en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas, y
desde allí, su actividad política y militar no cesó jamás. Estuvo subordinado al
mando de Belgrano y Rondeau en el Ejército del Norte, hasta hacerse cargo él
solo de la misión de detener al enemigo. Como general y gobernador, llegó a ser
muy amado por la gente humilde y gaucha; quienes nunca olvidaron, el legado
de valor y entrega que dejó en todos ellos.
*11 Juana Manuela Gorriti, hija del jujeño José Ignacio de Gorriti, y de la salteña
Feliciana de Zuviría; fue una de las personas que dejaron un vívido testimonio,
de cómo eran físicamente Margarita Puch y Martín Miguel de Güemes. Ella por
ser hija de uno de los más allegados al general, conoció de niña al matrimonio, y
se quedó deslumbrada por la belleza y la carismática personalidad de aquéllos.
Desde su infancia, tuvo una vida agitada por la participación política de su
padre; y luego por la de su esposo (tuvo que emigrar a Bolivia y a Perú, en ese
orden). Fundó una escuela, un salón literario, y publicó varias obras; siendo así
la primera escritora argentina.
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tantas empresas bravas. No sabían qué hacer, hasta que
Francisco le dijo al capitán Cabral, que estaba confundido
con lo que acontecía (oficial de Güemes), lo siguiente:

-No es buen lugar para que sea tratado el general, estamos


muy cerca del enemigo, por lo que habría de trasladársele.
Además, necesita el auxilio especial de un médico-.

El Capitán le contestó -tiene razón padre, indigno sería ver


como los caranchos realistas hacen un festín de su carne.
Lugar más seguro sería el Chamical; allí tenemos levantado
campamento, y no se atreverán acercar sus hocicos-.

-Haz todos los preparativos para trasladarlo, y ve a buscar


sigilosamente al doctor Antonio Castellanos; su residencia
está a dos leguas al norte de la ciudad. Él es un profesional
honesto que hará lo posible para salvarlo, aunque más no
sea un contrera de los nuestros-.

-Como diga padre, considérelo hecho-.

Y así Martín luego, tuvo que soportar el calvario de varias


estaciones, al ser trasladado por senderos escarpados y de
difícil tránsito en camilla; en la que a veces se dormía, o
miraba incrédulo cuán de cerca le seguía La Parca.

Llegaron con mucho trabajo al Chamical, sus guardias


estaban muy lastimados y cansados por trasladar el peso
histórico de su general. Pero nadie se quejó, todos estaban
asustados, como aquellos hijos que temen la inminente
pérdida de un padre enfermo.

¡De pronto! llegan galopando el capitán Cabral y el doctor


Castellanos, que a punta de bayoneta fuera traído desde su
residencia a la fuerza. Apenas llegado a destino, el doctor se
dirigió enfurecido al presbítero:
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-¡No tenían que arriarme como ganado hasta acá! Sabe bien
que soy un médico profesional, y que jamás negaría prestar
servicio a quien lo solicitara buenamente-.

-No es momento para etiquetas, y ¡calla mejor tu boca! El


general te necesita, y el tiempo se nos va de las manos-. Le
respondió el presbítero.

El Dr. viendo que los hombres de Güemes lo empezaban a


rodear, como lobos hambrientos a una presa débil; baja la
cabeza, y al instante desiste de sus protestas formales para
otro momento. Mientras desviste el torso del general, y
comienza a examinarlo; ordena que hirviesen agua, trajeran
telas limpias, y algo de caña para desinfectar las zonas
afectadas por la herida. Pero desde que empezó a tratar al
héroe caído, su ceño fruncido denotaba la gravedad de la
situación. Martín estaba dormido, pero por los traqueteos
que se hacían sobre su cuerpo, se despertó y reconoció al
médico de manera iracunda diciendo:

-¡Saque sus manos traidoras de mí! ¡Guardias! ¡Detengan a


este traidor!

En eso mismo que dijo esto último, Martín se desvaneció.


La soldadesca de Güemes presuroso estaba por linchar al
médico, yendo más allá de la orden de su general. Flotaba
de nuevo en el aire, deseos espesos de venganza. Pero el
presbítero Francisco los frena a todos gritando:

-¡Basta! ¡Este hombre no tiene la culpa de lo sucedido! ¡No


ensucien el buen nombre del general!

Los gauchos se detuvieron. El doctor Castellanos blanco


del miedo, contrajo sus facciones y miembros del cuerpo,

25
como planta tullida por el frío polar. Viendo esto, Francisco
le dijo serenándolo:

-Continúe señor Antonio, comprenda la ansiedad de estos


hombres. Su padre puede dejarlos, y temerosos están de
quedar huérfanos-.

El doctor no dijo nada, y sumiso volvió a sus quehaceres


profesionales. A las horas Martín se despertó, y no recordó
nada de lo que había pasado antes, ni siquiera la orden de
detener a Castellanos. Más bien, al verlo de nuevo encima
suyo por las curaciones, le dijo irónicamente:

-¿Así que la Patria Nueva, viene a salvar a la Patria Vieja?-.

Patria Nueva se denominaba al movimiento opositor,


patricio y liberal salteño, que depuso a Martín de Güemes
de la gobernación, mientras él se ausentaba de la capital. La
revuelta impuso así a un nuevo gobernador, y prohibió la
entrada del caudillo a la ciudad. Éste representaba según
ellos: “la Patria Vieja”; la cual se basaba en el autoritarismo,
la anarquía, y el irrespeto a las jerarquías sociales. Frente a
la pregunta sinuosa del general, el Dr. Antonio respondió:

-Señor, no vengo como opositor, vengo como médico*12


que vino a prestarle auxilio nada más-.

Martín que era bonachón tras su fachada dura e inflexible,


advierte el tono cargado de miedo del doctor, y le dijo:

-No tema señor Antonio, nadie le hará daño. Perdone si


destile un poco de veneno en mi pregunta, pero es la resaca
de la traición que bebí la otra noche-.
-Entiendo general; trate ahora de dormir, para aliviar sus
dolores de forma natural-. Respondió el médico.
26
-Me duele la cabeza de tanto dormir, y las horas que me
quedan, quisiera aprovecharlas para sacarme unas dudas;
que como espinas de un monte cerrado, no me dejan seguir
en paz, mi marcha hacia una muerte liberadora-.

-Si es así señor, pregunte nomás-.

-¿Por qué la gente como usted, y como Velázquez, Zuviría,


Saravia, Uriburu, y otros más me odian tanto? ¿Por qué son
capaces de hacer migas con Aráoz y hasta con Olañeta para
destruirme? ¿Acaso soy de verdad un tirano para ustedes?-.

-Seguro algunos le odian de verdad, por motivos personales


que no me concierne saber ni explicar. Pero otros hombres
como yo, no odiamos su persona, sino lo que representa su
liderazgo-.

-¿Y cómo es eso?-.

-En las sociedades civilizadas es la ley la que manda, no la


voluntad de un hombre, por más héroe que sea para su
pueblo. Ello amenaza la misma libertad por la que él pelea
incluso. Un tirano*13, no tiene que ser un hombre malvado
y sanguinario para serlo, sino que se ponga por encima de
la ley es suficiente. Usted mi Señor, es un hombre justo y
benevolente, pero así y todo, se pone por encima de la ley-.

-¿Y qué pretenden que haga? Estamos envueltos en una


guerra que requiere de un mando fuerte, centralizado y
__________
*12 El destino de Martín de Güemes, estaba emparentado cercanamente al del
general Manuel Belgrano. El Dr. Redhead era el médico personal del primero,
quien un año antes, al enterarse del estado de salud de Belgrano, lo mandó a
Buenos Aires para que lo atendiese. Por esta razón, fue el Dr. Castellanos quien
lo atendió en su agonía, siendo luego reconocido con honores por su denodado
esfuerzo. Además de esa mutua amistad, compartieron el mismo destino de ser
héroes que murieron jóvenes, y tuvieron un tardío reconocimiento después.
27
dinámico; capaz de movilizar al pueblo de aquí para allá,
porque constantemente nos invaden por el norte.

-Eso lo sé señor, pero la guerra está por terminar, y algunos


creemos que ya no estamos en las mismas condiciones para
tolerar un gobierno con plenos poderes-.

-Terminada la guerra, gustoso estaría de sentar las bases de


un gobierno más formal; pero mire que esto no acabó aún.
Olañeta sigue siendo fuerte en el Alto Perú-.

-Si usted hubiera dado señales de eso antes, no se hubiera


gestado la revuelta-.

-Creo en la buena fe de sus palabras, pero no se engañe...


Ustedes me odian porque saben que mientras yo exista, es
la pueblada la que gobernará la provincia, y no la élite de la
cual yo mismo provengo-.

-Pero mi general, esto del caudillaje está destruyendo la


unidad del país; vea usted como Ramírez y López, le dieron
el golpe final al gobierno nacional del director Rondeau-.

-Eso es lo loco de todo esto. Ustedes que se llaman la Patria


Nueva, no saben que representan a la Patria Vieja, en tanto
__________
*13 Para la teoría política, un tirano es un gobernante unipersonal con plenos
poderes, que en vez de gobernar para el bien común, gobierna para su propio
interés. Sin embargo en la historia, muchas veces determinados gobernantes
populares fueron tildados de “tiranos”, por aquellos sectores dominantes que
vieron amenazados sus propios intereses. Y éste fue el caso de Güemes, quien
fue tildado de tirano por una clase dominante salteño-jujeña, que veía peligrar
su hegemonía como centro de poder en favor del pueblo. Y en una solidaridad
clasista, las élites potentadas de Córdoba y Buenos Aires en su momento,
celebraron contentos la muerte de Güemes y la del caudillo Ramírez; en cuanto
los consideraban facinerosos y abominables hombres, capaces de movilizar la
chusma o populacho, como aquéllas les decían despectivamente.

28
desean mantener el viejo orden virreinal, nada más que sin
un rey español. Buenos Aires pretende ser Sevilla; y sus
directores unos virreyes criollos. ¿Usted cree que Buenos
Aires, atenderá nuestros intereses mejor que nosotros
mismos? La Patria Nueva debe levantarse entonces, sobre
los cimientos de provincias libres que tengan la capacidad
de elegir sus propios gobernantes. Si hubiera autoridad
nacional, ésta debería representar el interés de todos los
pueblos, no tan solo el de Buenos Aires. Y es por esa razón,
que pelearon esos caudillos-.

-La verdad que no sé cómo responderle. En algunas cosas


coincido, pero en otras no-.

-¿Pero pactar con Olañeta? Eso es traición a la Patria, no


una pelea doméstica más-. Insistió Martín.

-De eso no sé nada señor, sino, no hubiera estado en mi


casa de lo más tranquilo. Ni sabía lo que había acontecido,
hasta que su soldadesca derribó mi puerta-.

-Ya le dije que no tema. Fuiste muy honesto conmigo, y eso


es digno de un verdadero opositor-.

Al rato de decir esto, Martín cansado de la plática, vuelve a


dormitar bajo la sombra de un frondoso cebil.

A muchas leguas de allí, Carmencita estaba afligida, no solo


por los temores de su amado esposo, sino porque sufría el
embarazo de una manera inusual. Tenía pérdidas; estaba
siempre con malestares físicos; y parecía que la fecha de
parto se adelantaría. Ella angustiada, le dijo a su padre así:

-Estoy mal papá, el embarazo no está dando buenos signos.


Presiento que lo puedo perder. Además, no vivo tranquila

29
desde que Martín se fue; espero ansiosamente el momento
de volvernos a encontrar*14-.

El padre le respondió -hija mía, esfuérzate por traer vivo al


bebé a este mundo. Los hijos están siempre primero, los
esposos y los padres después-.

-Me hizo mal la marcha apresurada que tuvimos que hacer


para huir de Salta la última vez (en mayo de ese año hubo
una incursión realista, y Carmen tuvo que escapar con sus
hijos, en una cabalgata larga y esforzada)-.

-Sabes que te adoro, y que aún siendo español, quiero a tu


marido criollo como si fuese un hijo mío. Pero ambos son
protagonistas de una guerra que queriendo o no, eligieron
ser parte de ella. Él por ser general, y tú por ser su mujer.
Lo que tenga que pasar, pasará, y nadie será responsable
por ello. La guerra lo es, y los inocentes son sus primeras
víctimas-.

-¿Quieres decirme que esto me pasa por casarme con él?-.

-De alguna manera sí. Pero tú has obrado con amor, y por
eso dejaste atrás lo que te convenía tal vez. Hombres ricos y
mejor posicionados desdeñasteis, y te fuiste ciega detrás
del fulgor de tu esposo que parece estar hecho de fuego. Y
eso es el amor, una pasión que lleva a los hombres hacia
varios puertos: el bien, el mal, la felicidad, o el dolor.

-¿Hice mal en amar padre mío?

-No, por supuesto que no mi cielo. Te dije que el amor nos


__________
*14 “Si le pregunta a la senda, la senda no le responde; Tampoco le dicen nada, las
aves que lo conocen”… Extracto de la poesía “Encuentro” de Julio César Luzzatto,
que cuenta cómo Carmencita, esperaba el retorno de su gran amor.
30
arrastra por caminos que no sabemos. Sin embargo, lo que
sí sé, es que él te ama de la misma manera o más incluso;
además, es una buena persona antes que un grande. De eso,
no tengo dudas-.

-¿Y qué debo hacer entonces?-.

-Lo que te dije, lucha para que nazca a salvo el bebé, y luego
vive para tu marido-.

-Haré lo mejor que pueda para salvarlo; ya verás padre,


cómo lucharé por él-.

Ya habían pasado varios días del suceso siniestro del siete


de junio, y Güemes no presentaba mejoría; al contrario, su
herida estaba gangrenada. El doctor Castellanos realizó
cuánta diligencia había que observar, pero no había caso,
Martín desde joven tenía muchísimas dificultades para
sanar (era hemofílico); por esa razón, no participaba de las
cargas directas de sus montoneras. Pero Dios castigue al
que lo creyera cobarde por esto último, pues está a la vista
que no tuvo temores de regresar a la ciudad; de encarar a
sus gauchos; de cargar contra la barricada; y de hostilizar
una y mil veces a un enemigo que era superior en lo militar
(en hombres y pertrechos); en lo económico (en cuanto el
Alto Perú era productor de oro y plata); y que contaba con
importantes aliados locales (comerciantes y hacendados).

Sorpresa causó a los que estaban con Güemes, la llegada


de una partida enemiga que venía con un trapo que hacía
de bandera blanca; la cual solicitó respetuosamente ofrecer
algunas condiciones al general. Este viendo lo que sucedía,
pidió a sus gauchos calma, porque quería escuchar atento el
mensaje del enemigo. Y esto le dijeron:

31
Realista -¡Mi saludo general! Vengo de parte del coronel
Valdez, a ofrecerle la posibilidad de trasladarlo a un mejor
lugar para su reposo, la asistencia de un cirujano real, y un
salvoconducto para usted y su familia hacia el Alto Perú;
para que viva allí con las comodidades de un exiliado de
guerra. Solo hace falta de su parte, que firme una rendición
incondicional a la causa revolucionaria-.

Martín mira incrédulo al soldado español, cierra su puño


con fuerza, y respira profundo antes de contestarle esto:

-Puedes irte ya soldado. He respetado la tregua y la buena


fe que traías como oferta. Pero mi lugar esta aquí, con mis
gauchos, con mi causa, y con el sacrificio de mis hombres
que cayeron en tierra por ganar la libertad. Ahora vete en
paz, que pronto tomarás las armas para defenderte de los
míos que me siguen detrás. Mi vida no es nada, la Patria lo
es todo-.

De esta manera, el mensajero salió endemoniadamente


rápido con su caballo de ese lugar, temiendo una represalia
en su contra. La guerra continuaría, con Güemes o sin él.

Y llegamos a la fatídica fecha del 17 de junio de 1821, el


cálido amanecer, se iba imponiendo a la fría noche otoñal
anterior. El general estaba muy mal, y mandó llamar a dos
de sus principales hombres de confianza. Al coronel José
Ignacio de Gorriti (oriundo de Jujuy), y al coronel Jorge
Widt (procedente de Alsacia, Francia) Ambos presurosos,
llegaron al lecho del gigante moribundo que exhalaba sus
últimos suspiros. Así entonces, Martín al reconocer primero
al coronel Widt, le dijo:

-No dejes que los realistas ocupen la ciudad más tiempo.


Distribuye el grueso de la tropa para sitiarla, y obliga la
32
rendición del enemigo. ¡Júralo! ¡Júralo!-. Agarrándole al
momento fuerte la manga, para dejar en claro su voluntad.

Widt le respondió entonces -¡sí mi general! ¡su palabra se


cumplirá!, ¡y su eco retumbará en todos los corazones de
Salta!-.

Martín le replicó mirándole muy fijamente -¡júrame que


pelearás hasta con el último hombre que quede en pie! Mira
que es mejor morir con honra, que vivir dominado-.

-¡Así se hará señor!

En eso retrocede, dando lugar a su compañero José Gorriti,


masticando por dentro la bronca de no poder hacer nada
más por su general. Jorge Widt había peleado en Francia a
las órdenes de Napoleón Bonaparte; y ahora aquí, en el otro
extremo del mundo, estaba a las órdenes de otro gran genio
militar; un precursor de la llamada guerra de guerrillas, que
se utilizaría más tarde, en todos los movimientos libertarios
o revolucionarios del mundo.

Martín con los ojos llorosos, y avergonzado un poco por


ello, llama por su nombre a José (Ignacio Gorriti), y le dijo:

-Si logra restablecerse el control sobre la ciudad, conduce


tú la política en cuenta mía, eres el hombre más criterioso
aquí*16. Pero además de ello, quiero que me hagas un gran
favor personal-.

-Sí amigo mío, ¿dime qué puedo hacer por ti?-. Contestó él.

-Cuida de mi familia, te pido que veles por mi Carmencita y


mis changuitos (hijos). Ella se va a poner mal; “ella vendrá
conmigo y morirá de mi muerte, como ha vivido de mi vida
durante este último tiempo”*17-.
33
-Haré todo lo posible, amigo…-.

Y José irrumpió en sollozos, mucha pena le causaba ver a


su héroe en el peor momento. Tantas veces lo vio iracundo,
temerario, enérgico, victorioso y alegre; que ahora viéndolo
pálido e inmóvil, le parecía injusto.

Martín tomó aire una vez más, y dijo susurrando -perdón


Carmencita, perdón…-.

Y se fue nomás, bajo la sombra tupida de un cebil colorado


y frondoso, que abrazando con sus ramas a los hombres del
caudillo, parecía sentir pena junto a ellos también. Algunos
Infernales empuñaron las lanzas, y querían cargar con furia
atroz sobre las calles de la ciudad. Querían cazar traidores,
degollar godos, destruir a los contreras de una vez y para
siempre. Pero el coronel Widt los puso en línea, diciendo
que el general les había dado una última orden*18. Los
gauchos, como chúcaros potrillos, con muchas dificultades
fueron domados en sus ánimos bravos. Gorriti y Widt
__________
*16 El jujeño José Ignacio de Gorriti, varias veces tuvo el honor de ser
gobernador de Salta, hasta que finalmente tuvo que exiliarse en Bolivia en
1831, después de apoyar a las fuerzas antirosistas en la batalla de Ciudadela, las
cuales fueron vencidas por Facundo Quiroga “el Tigre de los Llanos”. Falleció a
los pocos años después, el 9 de noviembre de 1835, dejando a Jujuy el glorioso
recuerdo de la victoria de la batalla de León (el 27 de abril de 1821), fecha a
partir de la cual, se conmemora como el Día Grande de Jujuy.
*17 Frase atribuida al General Güemes.
*18 El coronel Jorge Enrique Vidt o Widt era oriundo de Alsacia, Francia. Nació
un 02-07-1772. Sirvió en el Ejército de Napoleón hasta la batalla de Waterloo.
Luego emigró a EEUU, hasta que arribó a las Provincias Unidas. Se unió como
capitán de la 2da Compañía Escuadrón de Dragones, y formó parte del Ejército
del Norte a las órdenes de Belgrano. Más tarde, serviría como Jefe de Estado
Mayor de Güemes, a quien le fue leal en su última voluntad. El General Paz en
sus Memorias Póstumas, elogia el rechazo de Widt, a las seductoras propuestas
traicioneras que Olañeta le ofreció. Widt prestó servicio hasta 1824, hasta que
se fue de Salta por problemas políticos. Fallece en Francia en 1866.

34
decidieron dividirse las tareas; el primero fue urgente a dar
la mala nueva a Carmencita en la Hacienda de los Horcones;
y el segundo se fue con la tropa entera a sitiar Salta, y
obligar la rendición de los realistas de Valdez y sus aliados.
Al final, éstos se escaparon como ratas hacia el Alto Perú, en
una huida estrepitosa para nunca más volver sobre sus
pasos.

Jamás los realistas invadirían de nuevo. La muerte del


general Martín Miguel de Güemes, impulsó el final de la
guerra de independencia en nuestro país.

José Gorriti, comisionado a llevar la noticia urgente a la


familia de Güemes, llega así al amanecer del otro día con el
caballo cansado, y su rostro pálido por la falta de sueño. Su
animal relinchó al parar frente a la Hacienda Los Horcones,
por los ladridos estentóreos de los perros que cuidaban el
lugar. Carmencita desesperada, salió en camisón de dormir
a recibir urgente al mensajero. Ella ya presentía el final de
esta historia.

Gorriti se apeó del caballo, y ella con los ojos enjugados en


lágrimas le dijo:

-¿Por qué no viene con vos? ¿Por qué traes esa cara? ¡Habla!

Gorriti entonces le contestó -el general se nos fue ayer; lo


emboscaron en la ciudad, y lo hirieron malamente. Después
fue todo cuestión de tiempo; sabes que sus heridas no
sanan fácilmente, y esta vez no tenía forma de salvarse-.

De pronto para Carmen el día se hizo de noche. El sol ya no


brillaba, era ahora solo una piedra que colgaba del cielo. Y
como alma en pena se metió dentro de la casa, se encerró
en su habitación, y decidió cortarse los bucles dorados que
35
tenía por cabellos, cubriéndose el rostro con un velo negro.
De allí en adelante, la dama más hermosa del norte, nunca
más sería la misma después.

Pasaba los días recordando a su amor; montado en su


brioso caballo de crines negras; vestido con su elegante
uniforme azul; armado con una larga espada fina y corva; y
la calma sonrisa que acompañaba siempre su frase “todo va
a salir bien”. Su padre Domingo la consolaba como si fuera
una niña otra vez, y le recordaba que tenía que luchar para
salvar al bebé. Ella lo intentó, aún frente a la amargura del
dolor, ella lo intentó. Sin embargo, ese embarazo ya venía
mal. Aún así, parió el último hijo de Martín de Güemes el 31
de julio de 1821, y lo llamó Ignacio, en honor al calendario
santoral como había acordado con él*19; y curiosamente,
San Ignacio de Loyola fue el santo guerrero de la iglesia, y
este bebé, luchador como su santo, logró pasar vivo el parto
a pesar de todas las dificultades…

Pero en los días siguientes, no pudo triunfar más sobre la


parca muerte; y falleció sin más ni más. Carmencita estaba
ahora más destrozada; y parecía que iba a perder el juicio
también. Sus familiares, amigos, e hijos no dejaban de
cuidarla ni un solo momento. Pero ella ya había muerto
antes, el mismo instante en que se enterara de la partida de
su general. Fue así que un día, amaneció lúcida con un
ánimo revitalizado, y habló con cada uno de los miembros
de su familia. Entre ellos sus hijos, a quienes les dijo:

-Chiquitos, cuando me vaya cuídense, y cuiden al abuelo


también. Recuerden siempre que deben honrar la memoria
de su padre”*19-.

El Ñatito entonces le contestó -sí mamita, ¿adónde vas?-.

36
"Muerte del Gral. Martín Miguel de Güemes" Oleo sobre tela, de Aristene Papi.

Monumento al General Güemes al pie del cerro San Bernardo de la Ciudad de


Salta; y los gauchos que siempre marchan y le rinden homenaje a su general.

37
-A un lugar especial, a encontrar a alguien muy querido-.

-¿Al abuelo? ¿a la tía? ¿a quién?-.

-No desesperen, y hagan lo que les pedí-.

-Bueno mamita, que le vaya bien-. Dijo Martincito.

Y así entonces, Carmencita los abrazó muy fuerte, y le dio


un beso a cada uno en la frente. Era la última vez que los
vería. Al día siguiente, un 3 de abril de 1822, dejaba este
mundo después de haber soportado muchos meses de
dolor. Al fin los amados esposos, se juntarían de nuevo en el
más allá, ella vestida como la vez que se casó en la catedral,
y él como general con su elegante uniforme azul. Ya nadie
los separaría esta vez, porque El Señor premia a las buenas
personas, con el reencuentro eterno de sus seres queridos.

Esta brevísima historia, revela uno de los tantos jirones


que la guerra de independencia, arrancara a los hombres
que vivieron, lucharon, y murieron durante ella. Por eso, a
todos ellos, les debemos un glorioso recuerdo…
__________
*19 El matrimonio Güemes era muy devoto, y pusieron a sus hijos los nombres
según el santoral cristiano o alguna fiesta patronal. Por ejemplo su primer hijo,
Martín María del Milagro Güemes, nació un 15 de septiembre de 1816, fecha en
la que se conmemora al Señor y a la Virgen del Milagro (según la tradición local,
cuando las imágenes del Cristo y la Virgen María marcharon en procesión en
Salta el 15 de septiembre de 1692, cesaron los terremotos en la zona. Dos días
antes, había desaparecido entera la Ciudad de Esteco. Desde esa fecha hasta el
día de hoy, de toda Salta e incluso otras provincias, llegan fieles devotos para
participar en esa santísima procesión).
*20 Y vaya que así lo hicieron. Martín María del Milagro Güemes y Puch, llegó a
ser miembro de la Sala de Representantes de la Provincia, y luego a ocupar el
cargo de Gobernador interino de Salta el 6 de junio de 1857. Por su parte su
hermano Luis Güemes y Puch, fue el padre dedicado de uno de los más grandes
médicos que tuviera la República Argentina, y uno de los principales orgullos de
la Provincia de Salta, el Dr. Luis Güemes (1856-1927).

38
FUERZA KOLLA

Era un 15 de mayo de 1946, una mañana fría y de cielo


límpido celestial en el pueblo puneño de Abra Pampa (del
Departamento de Cochinoca, Jujuy); cuando ciento setenta
y cuatro personas partieron hacia Buenos Aires, con el fin
de pedirle al gobierno nacional, la restitución de las tierras
que desde siempre fueron de sus ancestros aborígenes*1,
aunque luego usurpadas por los conquistadores españoles.
Cansados de varios siglos de abuso y explotación por parte
del hombre blanco, quisieron alzar su voz milenaria en el
centro de aquella patria que alguna vez le prometiera
libertad e igualdad. La cuestión de las tierras se remontaba
a la vieja época colonial, ya que las grandes familias que
decían ser sus dueñas, argumentaban tener títulos gracias a
un lejano rey que las había concedido en merced*2; y luego,
una vez constituido el Estado Nacional después de 1853, el
gobierno jujeño las recuperó décadas después como tierras
fiscales*3, para otra vez venderlas a personas adineradas
que pudieran comprarlas, dejando a los originarios en la
misma situación que antes (puesto que no tenían el dinero
para adquirirlas). ¡Oh cuánta injusticia vivieron y viven
actualmente los hijos de la Pachamama!*4. Pero la sangre
__________
*1 Fueron distintas las comunidades aborígenes que poblaron lo que hoy es el
territorio de Jujuy, y casi todas ellas fueron despojadas de sus tierras originales.
En la Puna, estaban los cochinocas, casabindos, rinconadas, susques, etc.; en la
Quebrada, estaban los omaguacas, tilcaras, tumbayas, purmamarcas, yalas, etc.;
en la Selva, estaban los tobas y matacos (guaycurúes); y en el Valle, estaban los
jujuyes, paipayas, osas y ocloyas. Fuente: Historia del Jujuy Indígena Colonial de
Alejandro Ariel Pereyra. Jujuy, 1996.
*2 La familia Campero afirmaba ser la dueña de vastos territorios en la Puna a
título de herencia, en cuanto eran descendientes del Marques de Tojo, que por
merced de la corona española, tuvo en encomienda a los pueblos casabindos y
cochinocas; y por esa razón decían, que las tierras que dichos pueblos ocupaban
también les pertenecían. El gobernador Álvarez Prado en 1874, reconoció por
decreto la postura de Los Campero, lo que causó revueltas violentas en la Puna.
39
indígena es brava como el viento norte que la agita, y tantos
años de injusticias, no pudieron acallar su reclamo legítimo.

Entre los marchantes, iba un padre con sus dos hijos, Don
Domingo Quipildor, y sus hijos Epifanio y Mario. El primero
era una persona mayor de gran vitalidad, que a pesar de sus
tantos años, los llevaba con gran dignidad. Este hombre,
desde niño había trabajado pastoreando en los cerros y
serranías de la Puna, llevando sus cabras por aquellos
parajes inhóspitos que Dios hizo para tener un poco de paz;
luego trabajó en las ferias comerciales de la zona fronteriza,
llevando y trayendo mercaderías en mulas de aquí para
allá; después lo hizo en los salares, donde la blancura de la
sal le quemaron sus ojos color miel; y por último, colaboró
en la hacienda familiar, hasta que sus manos quedaron
reumáticas de tanto trajín con las herramientas. Finalmente
sus hijos se hicieron cargo de él, en razón de su avanzada
edad.

Ahora se preguntarán ¿por qué un anciano se animaría a


emprender una gesta tan sacrificada?; y el motivo era, que
Domingo quería rendirle homenaje a su padre, que años
atrás muriera en la lucha armada por recuperar las tierras
de sus ancestros. Sentía que tenía una deuda con su él y su
__________
*3 El conflicto de las tierras altas de la Puna llegó a la Corte Suprema de Justicia
de la Nación en 1877; la cual después declarará a los territorios en disputa
como fiscales, pertenecientes de allí en adelante a la provincia de Jujuy. Fuente:
El comunismo en Jujuy: ideología y acción de los campesinos indígenas de la
puna en la segunda mitad del siglo XIX, de Gustavo L. Paz, 2009.
*4 Pachamama: en lengua quechua pacha es “mundo o tierra” y mama “madre”;
es decir que el vocablo significa madre tierra. Las culturas andinas realizan un
rito ancestral en honor a la misma, que consiste en hacer un pozo en la tierra, y
depositar allí comidas, bebidas, hojas de coca, y otros bienes que ella nos regala,
además de realizar oraciones de agradecimiento por dicha generosidad, como
también le piden bienestar y prosperidad para el año entrante. Durante todo el
mes de agosto, en los días domingos, se realiza este ritual con mucho respeto.
40
Los kollas conocieron la dominación incaica, pero ésta fue menos avasallante
que la española, en tanto que se les reconocía cierta autonomía a sus pueblos, a
cambio de tributos en especie (una parte de las cosechas); y reclutamientos en
caso de guerra, o trabajo en obras publicas (la mita).

Los españoles impusieron servidumbres personales a los pueblos originarios


como la encomienda; por la cual, toda una comunidad debía pagarle un tributo
en trabajo o especie (monedas de plata) al encomendero, y éste tenía a su vez,
el deber de “cuidarlos y evangelizarlos”. Pero esto no sucedió así, sino mas bien
los encomenderos trataron como cuasi esclavos a los aborígenes a su cargo.

41
gente, y no le importaba arriesgar su vida para pagarla. Sus
hijos Epifanio y Mario lo acompañaron (en el norte las
personas mayores son muy respetadas, y los hijos tienen
lazos de lealtad de por vida hacia sus padres); además, ellos
compartían entusiastas la causa que se defendía, creyendo
que el general Perón los apoyaría en la gesta.

Una vez iniciada la marcha desde esa mañana referida,


callados e ilusionados pensaban ensimismados si alguna
vez se haría justicia con su pueblo. A veces hablaban unos
con otros, cuando el silencio hacia sentir su soledad (los
kollas no son parlanchines, la discreción que adquirieron
con el tiempo, proviene de la serena contemplación de
paisajes tan inmensos e inhóspitos que les rodean).

Una de las primeras noches que hicieron parada en Punta


Ciénaga, cerca de Purmamarca, después de una agotadora
marcha de 12 leguas por senderos de quebrada (62 ½ km);
Padre e hijos se sentaron alrededor de un fuego trémulo
que apenas podía calentarlos en la noche fría que nacía, y
una vez acomodados, iniciaron la siguiente conversación:

Epifanio -Papá, ¿se acuerda algo de su padre? ¿Era usted


muy chico cuando murió?

El padre respondió -tenía diez años cuando falleció, y aún


quedan en mi memoria algunos recuerdos de él -.

-¿Era guerrero el abuelo?-.

-No, era hombre de paz, pero no toleraba el robo que se le


hacía a nuestra gente. Por eso él y otros hermanos de la
comunidad, decidieron levantarse en armas-.
-¿Cómo que nos robaban?-.
42
-Nos robaban a través del pago indebido de un arriendo*5,
que debía hacérsele al terrateniente Fernando Campero,
por ocupar según éste: “sus tierras”-.

-¿Sus tierras?-.

-¡Sonseras de Campero! ¿Cómo vamos a pagar por vivir en


la tierra de nuestros abuelos? ¿Desde cuándo alguien es
dueño de una tierra que no ocupa ni trabaja en ella? ¿Puede
un papelito escrito por no sé quién, decir lo que siempre fue
nuestro, que ahora no lo es? ¡Macanas nomás!-.

-¿Entonces participó en la lucha armada?-.

-Sí, más de una vez, como mi madre me contara luego con


detalles-.

Mario que hasta ahora escuchaba atento, decide curioso


preguntar -¿y cómo fue eso?-.

Domingo entonces le contestó -mi padre Epifanio, llamado


igual que tu hermano mayor, se puso bajo las órdenes de
Laureano Saravia, y lograron una gran victoria en Abra de
la Cruz-*6.
__________
*5 Arriendo era una renta que pagaba un campesino a un propietario para
hacer usufructo de su tierra. En este caso, los puneños lo pagaban entre los
meses de marzo y junio, y se fijaba por la cantidad de cabezas de ganado
caprino u ovino que se tuviera, y la cantidad de tierras cultivadas. Fuente:
Resistencia y Rebelión Campesina en la Puna de Jujuy 1850-1875 de O. Paz, 1991.
*6 La batalla de Abra de la Cruz, ocurrió en el paraje que lleva su nombre, cerca
del pueblo de Cochinoca, el 03-12-1874. Allí se enfrentaron los valientes y
rebeldes campesinos kollas, contra las tropas del gobernador Álvarez Prado,
quien fuera vencido en esa oportunidad. Sin embargo logró escapar, y marchó a
Salta a solicitar más refuerzos para terminar de una vez la rebelión. Fuente:
Resistencia y Rebelión Campesina en la Puna de Jujuy 1850-1875 de Octavio Paz,
1991.

43
Epifanio agregó -me honra tata (padre en quechua) que
me haya llamado como su padre. ¿Y cómo vencieron?-.

-Nuestros hermanos de Yavi, Rinconada, Cochinoca y Santa


Catalina, se unieron para luchar en contra de las tropas del
entonces gobernador Álvarez Prado, que estaba a favor de
Campero. Y pelearon con arcos, flechas, lanzas, hondas y
piedras; tal como lo hicieran antes los primeros padres*7.

Mario -¿y qué pasó luego?

-Vencido Álvarez Prado se escapó hacia el valle. Hijos míos,


estoy muy cansado ahora, y quisiera dormir un poco. Hay
tiempo suficiente para contarles más después-.

Mario replicó diciendo -sí tata, descansemos mejor para


ahorrar fuerzas-.

El 23 de mayo fue una jornada durísima para la caravana,


que tuvo que soportar la lluvia en la noche pasando por el
pueblo de Volcán. Hacen parada al finalizar el día en la
localidad de Reyes; están muy próximos de llegar a San
Salvador de Jujuy. Estando juntos como era de costumbre,
los hijos quieren saber qué pasó con su abuelo Epifanio.
__________
*8 Los españoles desde que llegaron a tierra jujeña, siempre fueron resistidos
por sus pueblos originarios. Desde la expedición de avanzada de Diego de
Almagro que fuera atacada en la Quebrada en 1536, a la de Diego de Rojas en
1543; luego el fundador de San Salvador de Jujuy, Francisco de Argañaraz, tuvo
que enfrentar al temible cacique purmamarca llamado Viltipoco, quien organizó
un plan para arrasar la nueva ciudad, y otras de la región al mismo tiempo (con
la ayuda de otros caciques), pero fue apresado en 1594, y más tarde asesinado.
Con la revuelta de Tupac Amaru en Perú, las tribus tobas y matacas se plegaron
a la rebelión, pero fueron vencidas, y ejecutados muchos de ellos por orden de
Gregorio de Zegada en 1781; por último, tardíamente se suma a esa revuelta el
cacique rinconada Manuel Caraguará, quien marchó con sus hombres a destruir
San Salvador, pero fueron también derrotados y ejecutados. Fuente: Historia del
Jujuy Indígena Colonial de A. Pereyra. Jujuy, 1996.
44
Salpicados de animada curiosidad, retomaron nuevamente
el diálogo:

Epifanio inicia diciendo -Tata, no nos terminó de contar lo


del abuelo, ¿qué hizo después de la batalla de Abra de la
Cruz?-.

-Prado una vez vencido en Abra de la Cruz, fue a solicitar


apoyo en Salta, y volvió de nuevo con más armas y hombres
dispuesto a aplastar el movimiento-.

-¿Y lo hizo?-.

-Sí que lo hizo, sino, no estaríamos acá en esta marcha tan


sacrificada-.

Mario interviene de nuevo diciendo -¿qué pasó entonces?-.

-Nuestra gente se atrincheró en Abra de Quera, dispuesta a


combatir a un enemigo que los superaba casi en todo,
menos en valor-.
-¿Y murieron muchos?-. Preguntó Epifanio.

-De ambos lados, pero sin duda fue nuestra sangre la que
más se derramó en Quera*9-.

-¿Y el abuelo?-. Agregó Mario intrigado.


_________
*9 El 4 de enero de 1875 se produce la batalla de Quera. Por un lado estaban
las fuerzas puneñas con 800 hombres, que contaban con escasas armas de
fuego, lanzas, boleadoras, y hondas de lana de llama. Al frente de ellos, un
ejercito de 1100 hombres, equipados adecuadamente para la guerra. A media
tarde del día la lucha se hizo encarnizada, cuerpo a cuerpo, hasta que los kollas
por falta de municiones, tuvieron que retroceder y traspasar los altos cerros
para no ser cercados. La derrota era inevitable por las diferencias de fuerzas
antedichas. Los puneños perdieron ese día 240 hombres, y 273 quedaron mal
heridos. Véase: Historia Jujeña: Batalla de Quera de Esteban Cardozo, 2000.
45
-Y el abuelo fue tomado prisionero junto a otros cabecillas.
Fueron llevados a Yavi, y allí los fusilaron en la plaza del
pueblo-.

-¿Usted lo vio tata?

-Fuimos con mis tíos a recoger el cuerpo para darle digna


sepultura. Mi madre no podía dejar de llorar, frente a mi
padre que estaba caído en el suelo con los ojos vendados.
No me olvidaré jamás de esa mañana en Yavi-.

En eso, el anciano deja correr una lágrima sobre su piel


surcada de tanto soportar el sol y el viento de la Puna.

-No llore tata, debemos estar orgullosos del abuelo-. Dijo


Mario.

-Por eso lloro; no de pena, sino de orgullo. Por eso estoy


acá, quiero rendir homenaje a mi padre. Ahhh, mis pies…-.

Cómo Don Domingo no se iba a quejar de sus pies, si él y la


mayoría de los marchantes tenían ushutas (ojotas) como
calzado. ¡Qué dolor! Sobre una planta tan fina y lisa, todas
las piedras parecen agujas que pinchan los pies.

Mario le dijo entonces -ahora descanse tranquilo tata, que


nosotros cuidaremos de usted-.

El 24 de mayo llegan a San Salvador. La mañana estaba


despejada, con ese cielo celeste que parece coronar al cerro
Chañi (de 6000 m.), que majestuoso se levanta al noroeste
de la ciudad. La fatigada caravana recobra fuerzas, ante el
saludo del pueblo entusiasta que los recibe. Los sikuris*10
se abren paso sobre plaza Belgrano, llevando en andas a la
Madrecita “La Virgen de Copacabana”*11. Atrás le siguen

46
algunos burritos y caballos, que asustados caminan entre el
ruido del lugar.

Mario le dijo contento a su padre -¡llegamos tata!-.

-Qué cambiada está la ciudad. Una vez vinimos aquí con su


madre a ganarnos la vida-. Dijo Domingo.

-¿No me diga que ya conocía la ciudad?

-Uh… hace mucho, pero fue muy corta la estadía. Su madre


trabajaba en la casa de unos “doctores”, y yo me las
rebuscaba en el mercado ayudando. La idea era juntar unos
pesos para pagar el arriendo que debíamos por entonces-.

-Lamentablemente las cosas no cambiaron nada. De igual


forma, Epifanio y yo estamos obligados a trabajar en los
ingenios de Patrón Costas*12, como parte de pago de las
tierras que ocupamos-.

-¡Nuestras tierras! Quiera Dios darme la fuerza hijo, para


_________
*10 Los sikuris son grupos de músicos que tocan el sikus (instrumento andino
de viento), que acompañan con sus melodías las peregrinaciones religiosas.
*11 La Virgen de Copacabana (oriunda de Bolivia), es la patrona por excelencia
de los pueblos kollas de Jujuy; y todos los años en el mes de abril, se hacen
peregrinaciones a su santuario que se levanta en Abra de Punta Corral (a 3700
m. en el Dpto. de Tumbaya), lugar en el que la Virgen se le apareció a un pastor.
*12 Los puneños denunciarían más tarde en el Congreso Nacional, que “el señor
Patrón Costas (dueño de ingenios, senador nacional y terrateniente salteño) se
apoderó de sus tierras, y que tienen que pagar un peso cincuenta por cabeza de
ganado, y otro tanto por cada planta que cultivan. Que lo que producen apenas
alcanza para sus familias, y si se muere una vaca o se seca una planta igual les
cobran “el impuesto” durante cinco años. Les pagan un peso cincuenta por cada
mil kilos de caña que pelan, Y no se pueden negar, porque entonces aparece la
“policía” del Ingenio con rifle, pistola, sable y látigo, y les obligan a trabajar.
También es obligatorio comprar en la proveeduría del Ingenio. Si compran por
aparte, la misma policía se encarga de quitarles las provisiones y como castigo
les hacen trabajar gratis una semana…“. Fuente: Diario La Razón 11/07/1946.

47
ver el día en que ya no tengamos que pagar nada por lo que
es nuestro-.

-Ojalá el general Perón nos escuche-. Comentó Epifanio.

Al final de esta breve alocución, padre e hijos se dirigieron


al patio interno de la Jefatura de Policía, allí descansarían y
comerían algo. Al día siguiente, pasarían la mañana en el
Regimiento 2do de Montaña, donde conmemorarían el 25
de Mayo de 1810, con la solemnidad con la que siempre la
celebran los militares. La gente citadina los había recibido
cálidamente, pero sus autoridades no tanto así.

Después de pasar por San Antonio y Perico (Jujuy), y la


Caldera (Salta), llegaron finalmente a la capital salteña un
28 de mayo. La columna para ese entonces ya se había
engrosado con gente que venia de Orán e Iruya (también de
Salta), que vinieron en caballos y mulas. Estando en aquella
ciudad, padre e hijos estaban merendando, hasta que viene
otro compañero llamado Gregorio Zerpa avisándoles -“dice
la gente del cuartel que vayan a cambiar las herraduras de
los animales”-

Epifanio exclamó -¡qué suerte!, ¡la verdad que aquí se


pasan de atentos! Nos dieron buenos lugares para dormir,
comida, y ahora nos preparan bien para seguir la marcha-.

-Ni la gente de Jujuy hizo lo mismo-. Resaltó Mario.

Domingo entonces intervino diciendo -porque por años


algunos criollos nos ven como inferiores o extranjeros en
nuestra propia tierra. Piensan que no tenemos derecho a
igualarnos a ellos-.

48
-La verdad que tiene razón tata, allá en el ingenio nos
vigilan a punta de pistola como si fuésemos presos y no
trabajadores-. Agregó Mario.

-¿Será porque somos muy mansos, y nos dejamos tratar


así?-. Dijo preguntándose Epifanio.

-No somos mansos y nunca lo fuimos. Siempre luchamos


por lo nuestro, pero a su vez también, siempre perdimos y
nos dieron crueles escarmientos. Ese es el sentido de esta
marcha, por las malas nunca conseguimos nada, solamente
muerte y mayor endurecimiento del yugo vencedor. Quizás
por las buenas algo se logre, porque quietos y callados,
nada se puede conseguir-. Contestó Domingo.

-Ojalá la Virgencita intermedie a favor nuestro, y ablande el


corazón de los gobernantes-. Replicó Mario.

-¡Al menos que vean las caras de quienes oprimen! ¡Eso les
debería provocar algo de consideración!-. Agregó un tanto
enojado Epifanio.

Domingo con mucha paciencia concluyó diciendo -que no


haya rencor en sus corazones mis hijos, Dios será quien
juzgue al final a todos-.

El 30 y 31 de mayo, y el 1 de Junio, fueron jornadas de 32


leguas en total; el hambre, el cansancio, las heridas en los
pies, y el clima lloviznoso, hicieron estragos en la caravana.
Tomar mate era lo único que había para alimentarse, pero
muy poco engañaba al hambre. Sin embargo, 32 leguas no
iban a vencer al espíritu de un pueblo que había soportado
siglos de opresión. Por fin llegaron a Rosario de la Frontera,
allí les ofrecieron un riquísimo asado a estos héroes de la
paz, que estaban muy contentos después de haber penado
49
tanta hambre. En el festín, padre e hijos se sentaron junto a
don Atanasio Mamani, otro hombre mayor que también iba
en la caravana, quien le dijo a Domingo guiñándole el ojo lo
siguiente -¿se acuerda Don Domingo cuando íbamos a
Tarija (Bolivia) a vender en la feria?*13-.

-¡Cómo lo voy a olvidar! nuestra vida siempre fue un viaje


continuo, y a veces muy placentero-.

-¡Ojo alegre era su tata!, no había chola (joven) que él no


mirara con ojos dulzones. Siempre se lucía en las fiestas; ya
sea tocando un instrumento, o copleando muy alegre-.

-Jajaja, no me haga morir de risa Don Ata’, que me falta


mucho para terminar el viaje-.

-Ahhh…esos tiempos fueron buenos. Me acuerdo de buscar


a las chinas con el caballo, subirlas a las ancas, y salir al
galope sin que nos den alcance los familiares-.

-Algún piedrazo hemos recibido seguro, jaja. Una vez me


han garroteado lindo los hermanos de la Sabrina, jajaja.
Pero fue tardía la paliza, ya ella el amor me lo había dado-.

-¿Se acuerda de una coplita de las que cantaba?-.

-Que canto dirá, mire que aún no tire las patas-. Y comenzó:

Desde el cerro vengo bajando


desde el cerro vengo contento
Traigo conmigo amores y besos
para la chola que pida primero
_________
*13 Los kollas tradicionalmente intercambiaban sus productos por medio del
trueque (ahora en dinero), en ferias realizadas en distintas épocas y localidades
durante el año. Incluso el circuito comercial abarcaba parte de Chile y Bolivia.
Ver al respecto, Intercambio Tradicional en la Puna Jujeña de G. Karasik, 1984.

50
-Buena tata, otrita más-. Pidió Mario.

Me dices desgracia’o infeliz


porque no te escribí jamás
Pero no sé escribir mi amor
por eso no te pude recordar

-¿Una de suegra se sabe tata?-. Preguntó ahora Epifanio.

¡Vieja amargada vaya p’ allá!


que lindo la estoy pasando acá
¡Vaya y despierte al gallo d’allá!
que el mío esta cacareando acá

Todos se reían contentos a la luz de una fogata; por un


momento se olvidaron de estar en tan penosa empresa.

-¿No les dije que su padre era un picarón?-. Dijo don Ata.

-Eso fue hasta que las campanitas de la Iglesia de Uquía me


dijeran hasta acá nomás-. Replicó Domingo.

-¿Ahí se caso con su finadita su esposa?-

-Ahí mismo y a su orden; siempre le gustaron los cuadros


de la capilla que viera allí desde niña-.

-¿De Uquía era?-.

-Todavía es Don Ata; porque allí se la enterró, y se hizo una


ahora con la tierra que la vio nacer-.

-Bueno es ver que aún la quiere Don Domingo, los que ya no


están, nos deben estar esperando ¿no cree?-.

51
-Sí, pero tenga cuidado don Ata, que quizá su finada esposa
lo espere arriba, y usted se vaya abajo jajaja-.

–Jaja, puede ser, mucho carnaval festejé*14, y no vaya ser


cosa que San Pedro se cobre toditos mis deslices.

-No me haga suspirar Don Ata, que no es bueno recordar


tanto, porque después cuesta volverse al presente-.

-Así es Don Domingo, igual hablaremos después; yo me voy


con mis hijos y nietos adelante, porque ya me deben estar
extrañando. Para la próxima, le traigo un vinito para que se
endulce el garguero (garganta) jajaja-.

-Bueno, sino puede venir usted, háganos llegar el vinito solo


aunque sea, jajaja-.

Y así se fue esa noche de risas y alegres recuerdos, que


hicieron cierto el refrán: “panza llena, corazón contento”.

Después de pasar por Trancas y Tapia (Tucumán), llegaron


a la ciudad de San Miguel un 5 de junio. Allí fueron bien
recibidos: alimentos, mercaderías, y hospedaje por varios
días fueron necesarios, para reponer las fuerzas tras largo y
durísimo peregrinaje. En esos días, algunos aprovecharon
la ocasión para conocer la famosa casita de Tucumán. Entre
ellos, Domingo y sus hijos, quienes incrédulos caminaban
por los pasillos del edificio, recordando escenas que tan
vívidamente les fueron contadas por sus maestras. En ello
dijo Mario -tata, aquí se firmó la Independencia-.
_________
*14 El desentierro del carnaval en el mojón (lugar adonde se sepulta al Rey
Momo); los diablitos que saltan y piden cosas; la gente recorriendo las calles del
pueblo con sus cajas y coplas al viento; los carnavalitos de los niños; las
comparsas que agitan sus banderas coloridas; más papel picado, talco, hojas de
coca, cigarros, chicha y vino; todo ello forma parte del alegre carnaval norteño.

52
-¿Quiénes firmaron?-. Preguntó Domingo.

-Los patriotas padre…los que nos dieron libertad*15-.

-¿De quiénes?-.

-De España tata, los españoles nos gobernaban recuerde-.

-¡Ahhh cierto! los españoles claro…, ahora me acuerdo. Los


Campero siempre decían que eran Marqueses del Rey de
España, y por eso decían ser dueños de nuestras tierras-.

-La maestra nos dijo que gracias a los españoles nos


civilizamos, pero que luego abusaron de su poder contra los
criollos que nacieron acá.-

-Ay mi’jo, nosotros no éramos unos brutos antes que


llegaran los españoles. Ya sabíamos cultivar la tierra, criar
animales, hacernos las ropas y casas; y teníamos también
una lengua y costumbres propias. Lo único bueno que nos
enseñaron los españoles, fue darnos a conocer a la Virgen
Madrecita, y a su hijo Nuestro Señor Salvador-.

-La maestra dijo una vez enojada que hacer la Pachamama


era contrario a nuestra religión-.

-¡Sonseras nomás! Dios creo todo lo que vemos y lo que no


vemos; y la Pacha, es una de sus más sagradas creaciones.
Porque ella nos da de comer siempre, para que podamos
_________
*15 Grande fue también el aporte kolla a la libertad de la Patria. Al respecto el
historiador Luis Grenni, señala que la guerra de independencia se desarrolló en
su mayoría en suelo jujeño; y durante 15 años, se produjeron 231 combates, y
el 70% ocurrió en el norte de la provincia, donde murieron 2/3 de la población
puneña, y 1/3 de la quebradeña. Véase Diario digital Jujuy al Momento, del día
02.03.2013. Disp. en http: www.jujuyalmomento.com. La batalla de Cangrejos,
en el Depto. de Yavi, el 18/09/1810, fue el primer combate en suelo jujeño.

53
seguir alabando la gloria del Señor-.

-¿Entonces hicimos mal en ir a la escuela?-.

-No mi’jo, más bien es una bendición que hayan ido. Los
maestros son personas como cualquiera, y si bien saben
mucho, a veces pueden errar como cualquiera-.

-¿Y para que me sirvió, si igual tengo que ir al ingenio a


cortar cañas hasta ampollarme las manos? ¿de qué me sirve
saber leer y escribir?-.

-Para que tus hijos tengan un padre mejor preparado que el


que ustedes tuvieron. En este mundo de papeles y letras,
necesitamos gente que sepa defenderse con esas armas-.

-Pero nosotros que sabemos eso, no podemos hacer nada


con ello-.

-Porque aún nuestra gente no se organizó como debiera,


casualmente porque son pocos los que están preparados
para hacerlo. Ustedes mis hijos, tienen el deber de abrir un
sendero en este sentido, por eso les mandé a la escuela.
Ahora lo saben, espero que no me defrauden.

Mario y Epifanio asienten altivos con la cabeza, y siguen


paseando con las manos juntas hacia atrás, por aquellos
gloriosos corredores donde alguna vez se le ocurriera al
general Belgrano, proponer a un descendiente del rey Inca,
para ser monarca constitucional de las Provincias Unidas.

La caravana sigue su marcha interminable, y debe pasar


ahora por las localidades de Frías (Santiago del Estero) y
Recreo (Catamarca). Lamentablemente en el primer pueblo,
cae la primera victima de tan épica empresa; se trataba de
un hermano de Orán (Salta). Luego fueron trasladados en
54
locomotora hasta Deán Funes (Córdoba), y otros llegaron
incluso hasta Jesús María. En ciertos lugares, era necesario
utilizar algún medio de transporte para trasladarse, sea un
tren, auto o colectivo. Pero padre e hijos no tuvieron esa
suerte, y tuvieron que atravesar con sus animales de carga
por las Salinas Grandes de Córdoba. Recorriendo por esos
caminos, Domingo les dijo a sus hijos -¡otra vez recuerdos
del pasado, vienen hacia mi al ver este paisaje-

-Tata ¿usted trabajó en las Salinas Grandes (Departamento


de Tumbaya, Jujuy) no es así? Preguntó Epifanio.

-No saben lo durísimo que fue trabajar allí mis hijos. Yo


paraba en Laguna de Tres Pozos por entonces, pero antes
había estado en el río Orosmayo buscando oro (Depto. de
Rinconada) ¿jamás les conté eso no?-.

-No tata, ¿y tuvo suerte?-.

-Poquita, lo suficiente para pagar los días que sobreviví por


ahí. Me acuerdo de un hombre ya viejito por entonces, que
siempre me contaba acerca de una laguna que estaba en
Humahuaca (leyenda de la Laguna de Leandro), de la cual
decía, que si de noche uno se adentraba en ella, se podía ver
el resplandor del tesoro que había debajo de sus aguas.
Decía que funcionarios incas lo sumergieron allí, para evitar
que cayera en manos de los codiciosos conquistadores-.

-¿Y era bueno el viejito buscando oro?-.

-Malo no era, para llevar una vida entera en ese trabajo, era
porque alguito sacaba. Además, quien sabe cuánto habrá
sacado, capaz que mucho…pero eso fue su secreto.
-¿Y las Salinas padre? ¿qué fue lo mas duro allí?-.

55
-Ver el resplandor de la luz del sol rebotando en la blanca
sal. A veces quedaba atontado; o se me irritaban tanto los
ojos, que se me ponían colorados como los ojos del mismo
diablo. Sin contar, que había que picar la salina que era
dura como una piedra, hasta que sentía que mis manos ya
eran de palo, al igual que el mango del pico-.

-Sino tuviéramos que pagar arriendo, podríamos vivir de lo


que producen nuestra tierra y animales nomás. ¡Pero no!
¡Ellos quieren sacarnos todo, hasta las ganas de vivir…!-.

-¡Basta! ¡no te oiga hablar así de nuevo hijo mío! Si algo


tiene nuestra gente, es ancestral fuerza y resistencia. Somos
tan duros como esa sal que no se corta, y tan fuertes como
el viento que sale de las bocas de las montañas ¡honra a tu
familia, a tus hijos, y a tu Dios! ¡Luchando los honrarás!-.

-Perdón tata, no se enoje. Es que me da bronca nada más-.

-La bronca nos debilita, porque el veneno que se destila en


ella, se vuelve después en contra de uno-.

-Entiendo tata, primero hay que luchar contra lo que nos


debilita; y prepararnos así para enfrentar luego al opresor-.

-Bien mi’jo, ves que te hizo bien ir a la escuela-.

-Pero usted no fue, y sin embargo es sabio tata-.

-“El zorro sabe mas por viejo, que por sabio”. Yo también
cuando fui joven era tan ingenuo, como cualquier otro que
nunca asistió a una escuela-.
Y así siguieron el paso por tres días en esos salares, hasta
que llegaron a Jesús María, luego pasaron por General Paz,
Guiñazú, Pilar, y Bell Ville (Córdoba)*16. En esa provincia,
56
La fuerza kolla se cimienta en lo profundo de sus tradiciones y costumbres; en
su religiosidad; en su historia; y también en la ardua cultura del trabajo que
desarrollan desde pequeños (como pastores, zafreros, artesanos, caravaneros,
agricultores, mineros, trabajadores de la sal, y otros tantos oficios que ejercen
cuando emigran a las ciudades para sobrevivir).

57
tuvieron la posibilidad de alimentarse bien, descansar, y
tomarse varios días para reponer fuerzas y aprovisionarse.

En el amanecer del 21 de Junio de 1946, Domingo se


levantó tempranísimo para ver la primera luz del día. Sus
hijos al darse cuenta de su ausencia en el lecho, asustados
salieron rápido a buscarlo. Domingo estaba mirando el este,
con los brazos abiertos y en ceremonial silencio, como si
ofreciese su alma al sol. En esto los hijos le dijeron -¿Qué
hace tata? Es temprano y hace mucho frío, venga de nuevo a
recostarse-. Domingo les respondió -estoy recibiendo al Sol,
tal como lo hacía la familia de su madre en Huacalera-.

Mario le preguntó entonces -¿la extraña mucho no?-.

-¡Oh cuando la conocí!, me acuerdo que fue en el Inti Raymi


en Huacalera (fiesta ancestral). Comidas, bebidas, música y
bailes; todo era una fiesta para recibir al sol-.

-Tata venga a acostarse, el frío está cortante, y necesitamos


descansar bien para proseguir el viaje-.

-Entiendo…, solo tuve un destello de nostalgia; uno tan


bello que me regalo la imagen de su madre-.

Así convencieron al padre de volverse al lecho tibio, pero


el anciano se había dado el gusto de saludar antes primero,
al Rey Sol una vez más.

Luego se dirigieron en dirección a Rosario, y el 9 de julio


en la ciudad, festejaron la independencia del país. Todos los
_________
*16 El itinerario del malón, tiene por fuente a: Diario de viaje de Hermógenes
Cayo. El Malón de la Paz por las rutas de la Patria. 1º ed. [Libro en línea], 2012.
Museo de Arte Popular José Hernández. Buenos Aires Ciudad.

58
marchantes estaban con banderitas, y entonando eufóricos
los versos del himno nacional. En esos momentos, Epifanio
y Mario cantaban altivos y orgullosos como les enseñaran
en la escuelita; recordando al general Manuel Belgrano, el
creador de la bandera. Mario le dijo a Epifanio al respecto -
nosotros estamos haciendo lo mismo que hizo Belgrano-.

-¿Por qué?-. Le preguntó al hermano.

-¡Por el éxodo jujeño! ¡Sí!, lo nuestro parece un éxodo, pero


más largo incluso. ¿Te acuerdas que nos dijeron que el
general Belgrano llegó hasta Tucumán con todo el pueblo?-.

-Ahhh sí… algo me acuerdo, ¿como habrá sido el asunto no?,


mira que ellos no tuvieron rutas asfaltadas; lo difícil que
habrá sido para la gente entonces-.

-Y por eso mismo estoy preocupado por el tatita; es muy


testarudo, y no va a decirnos nunca que no puede más por
el cansancio-.

-Que se haga su voluntad, Dios dirá cuál será el final de este


asunto. Lo que tenemos que hacer es cuidarlo bien, y
aminorarle el cansancio del viaje en lo posible-.

En eso Domingo, sigilosamente se les acercó y ordenó al


instante -¡guarden silencio! Están hablando en el palco, hay
que respetar mis hijos-.

Epifanio y Mario se callaron, sabiendo que después de lo


que pasara en Frías (con la muerte del hermano de Orán),
era posible que pasara lo peor con su padre.
Era un 14 de julio, cuando al fin llegaron a la provincia de
Buenos Aires, pasando por varias localidades y pueblos
hasta llegar a Luján. En medio de ese trayecto, recorrieron
59
interminables campos, llenos de vaquitas que pastaban por
esa llanura extensa que parecía no tener fin. En una de esas
marchas, Domingo les dijo a sus hijos -parece un mar verde
lo que estamos atravesando, jamás tuve la suerte de pastar
a mis animales en un mantel de pasto como éste-.

En eso le respondió Mario -¡mire tata aquellos gauchos


que nos observan desde lejos!, nos saludan levantando sus
boinas arriba-.

-Tuve la suerte de conocer unos gauchos en Ocloyas*17; y


allá no son tan rubios como éstos-.

-No son gauchos entonces los que no saludan-.

-No digas sonseras mi’jo. La gente que trabaja su tierra, cría


vacas y caballos, y respeta sus tradiciones; son gauchos, son
hermanos nuestros-.

-Puede ser…, pero no sufrieron las injusticas del blanco


como nosotros-.
-No se crea mi’jo, no se trata solo del color. Se trata de
quienes tienen las riquezas, y de los que no. Son los ricos de
este país, los que siempre hacen sufrir al resto-.

Epifanio entonces agregó -¿no te acuerdas Mario del


Martin Fierro? Ese libro que nos hacía leer la maestra-.

-No ¿por qué?-.

-Porque allí se contaba la historia de un gaucho que le


habían quitado todo, y se peleó con las autoridades-.
_________
*17 Ocloyas es una localidad que tiene una población de origen indígena similar
a la quebradeña, sin embargo, parte de ella tiene una forma de vida gauchesca.

60
-Ahora recuerdo; sí tata, era como usted decía nomás-.

-Hay un verso que nunca voy a olvidar, lo aprendí porque


me recordaba mucho nuestra situación-. Y recitó Epifanio:

Tuve en mi pago en un tiempo


Hijos, hacienda y mujer;
Pero empece a padecer,
Me echaron a la frontera
¡y que iba hallar al volver!
Tan sólo halle la tapera

Sosegao vivía en mi rancho


Como el pájaro en su nido;
Allí mis hijos queridos
Iban creciendo a mi lao
Sólo queda el desgraciao
Lamentar el bien perdido

-¿Vieron hijos míos?, las penas no son solo de nosotros, sino


de todos los pobres también-. Dijo Domingo, y continuaron
luego la marcha.

No había pueblo ni ciudad en el trayecto que hacían, en


donde la caravana no pasara por alguna capilla o catedral,
para encomendarse sumisos a la Virgen y al Señor. ¡Qué
hermosas melodías tocaban los sikuris!; ¡con qué alegría
anunciaban la llegada de la Mamita de Copacabana! Fueron
bien atendidos los marchantes en el Pueblo de Luján, ellos
sabían lo sacrificado que era una peregrinación tan larga-.

Pasando Luján llegaron a Ramos Mejía, allí firmaron en el


cuartel del Señor Gobernador Mercante (de la Provincia de
Buenos Aires), un Acta por la cual se dejaba constancia
61
ejemplar, del paso heroico de una caravana de argentinos
del Norte. El propulsor de esta empresa, fue el Teniente
Mario Augusto Bertonasco*18, quien hizo suya la causa de
reivindicar las tierras de los pueblos originarios.

El 3 de agosto están llegando por fin a Capital Federal,


ingresaron por Liniers a las 8 de la mañana; la gente de la
ciudad se agolpaba para verlos y aplaudirlos, mientras los
sikuris sorprendían a la multitud con sus ritmos alegres.
Todo era jolgorio, abrazos y llantos contenidos, por tanto
esfuerzo desplegado durante días y días de interminables
marchas por este hermoso país la Argentina. Pasaron por el
Congreso y el Cabildo (del que tanto oyeran los hermanos
en la escuela), hasta que finalmente se dirigieron hacia Casa
Rosada, donde el mismísimo Gral. Perón salió a recibirlos.
El presidente desde el balcón saludaba a la muchedumbre
que vitoreaba al malón de la paz; y unos dirigentes kollas le
acercaron un sobre que contenía la petición de sus tierras.
Perón se comprometió a darles una solución, a través de los
medios legales que correspondiesen desde luego (1ro
expropiación y 2do restitución). Por esta razón, aquéllos
salieron contentos con la promesa realizada de boca por el
propio general. Después, fueron trasladados al Hotel de los
Inmigrantes (irónicamente como si fueran extranjeros),
para que se hospedaran allí durante su estadía en Capital.
Los primeros días salieron a pasear en buques, trenes y
subtes; luego visitaron La Plata, conociendo fábricas y
haciendas del lugar. Pero ya había pasado una veintena de
días desde que llegaran a Capital, y sin embargo, no había
ninguna novedad ni autoridad que los atendiese. Ellos
querían saber con qué respuesta formal y efectiva se irían
_________
*22 El teniente retirado Mario Augusto Bertonasco se puso en contacto con los
dirigentes kollas que reclamaban la restitución de sus tierras, y organizó junto a
ellos, una marcha hacia Buenos Aires conocida como “El Malón de la Paz”.
62
Estas imágenes muestran a los maloneros de la paz, llevando en alta a su Virgen
de Copacabana; yendo con sus caballos, mulas y burros; con gente de toda edad;
y cómo fueron recibidos por el mismísimo Gral. Perón.

63
de la Capital. Fueron asistidos, hasta que cesó el interés de
la opinión pública hacia los visitantes. Nadie imaginaba lo
que pasaría después.

Y fue aprovechando esta ocasión, que en la madrugada del


28 de agosto, llegó la orden desde arriba de despachar a los
maloneros. Y allí sí que se armó un lío; los policías federales
y aeronáuticos, a golpes y empellones sacaron a los kollas
diciéndoles: “¡coyas de mierda, rajen de acá! ¡vamos! ¡suban
al tren carajo!”-. La gente compungida agarraba sus cosas
como podía, porque los iban a subir a todos en un tren en la
madrugada, como si fuesen presos que los trasladaban en la
clandestinidad*19. ¡ Qué miserables! ¡Oh Argentina! ¡Cómo
puedes tener hijos tan insensibles! Los maloneros no
sabían que hicieron mal, pero aún así, ellos fueron cargados
cual bultos que se despachan sin más ni más por la aduana.
Estando ellos ya arriba del tren, algunos lloraban, otros
maldecían, y otros solo estaban calladitos como siempre,
acostumbrados al atropello infame de los blancos desde
antaño. Pasada unas horas de lo acontecido, y estando en
marcha el tren, padre e hijos se dijeron:

-Otra vez la injusticia nos tira abajo de nuevo-. Dijo Mario.

-“Qanpi iñiy, wijch’ukuyniki hawapi”*20-. Respondió el


padre

-¿Y eso tata?-.


_________
*19 Muchos callaron frente a lo que había acontecido, menos el cantautor
Atahualpa Yupanqui, quien publicó una carta titulada “Hermano Kolla”, donde
denuncia ese maltrato; hecho que lo llevaría a ser victima de represalias como
censura y encierro. Se recomienda leer: Los indios invisibles del malón de la paz:
de la apoteosis al confinamiento secuestro y destierro de Marcelo Valko, 2007.
*20 El quechua no es la lengua propia de los pueblos puneños y quebradeños,
pero a partir del contacto con el Imperio Inca, se impuso como lengua común.
64
-Una frase quechua que mi padre solía repetir-.

-¿Y qué significa?-.

-“Cree en ti; sobre todo cuando caes”. Y así es hijos míos,


hemos caído de nuevo, pero no debemos dejar de creer en
nuestra causa. Al menos llegamos al corazón de este país, y
hemos dejado una huella visible en él-.

-¿Y qué con eso? No nos dieron el apunte-.

-Este presidente tal vez no, pero quizás otro sí. El silencio
puede ser perjudicial; si nadie escucha un grito de ayuda,
nadie puede ayudarte después. Pero tengo fe que alguien
escuchará nuestro grito alguna vez. No puede ser que todos
los hombres sean sordos durante tanto tiempo-.

-Pero ese grito se calló con el pitido del tren. ¿Qué haremos
ahora tata?-.

-Seguir luchando “cheqaq kayta iñiy”-.

-¿Y eso tata?-. Intervino ahora Epifanio.

-“Cree en el senda de la verdad”. Ella tarde o temprano


termina imponiéndose. Crean en ella, actúen de acuerdo a
ella, y hagan todo lo posible para que ella se cumpla-.

-¿De qué modo tata?-. Preguntó Mario.

-Hay que formarse, organizarse, y preservar eso que hace a


nuestra identidad: las costumbres, la lengua, y sobre todo la
tierra. Somos uno en todo ello-.

-Tiene razón, la lucha no ha terminado aún, y no podemos


darnos por vencido. Sino somos nosotros, serán nuestros
hijos quienes retomen esta posta que dejamos aquí, hasta
65
que finalmente recuperen lo que es nuestro-. Dijo orgulloso
Mario ahora.

-¡Ésa es la verdadera fuerza de un kolla! ¡su perseverancia y


su resistencia!; ni el frío, ni el viento, ni el clima, y ni las
piedras duras pueden detener nuestro andar, menos aún la
indiferencia de los que nos oprimen-.

En eso los dos hermanos se emocionaron, y su padre al


igual que cuando eran unos niños, los abrazó con la fuerza
propia de un gigante que está por expirar.

El 3 de septiembre ya están de vuelta en Abra Pampa, y de


allí se dirigen hacia el pueblito de Cochinoca. Padre e hijos
se dirigieron hacia las tierras que arrendaban, donde tenían
su casa de adobe; sus corrales para chivos, ovejas y llamas;
además de sus cultivos de habas, quinoas y papas. Tierras
que por derecho natural en verdad les pertenecían. Pero el
destino de la hacienda no estaba en sus manos, sino en
aquellos que tenían esos títulos con sus nombres.

Pasaron semanas de la heroica marcha, cuando Domingo


se enfermó gravemente (por las secuelas de tan extremo
viaje), diciendo afiebrado desde su lecho humilde, palabras
casi delirantes como éstas:

-“Pichinku malqo hinataq kaná”*21. ¡Oh padre! Hice como


dijiste... Fui como un pájaro, y volé por todos lados. ¡Ohhh
sí, claro que volé!-.

-Padre mío, estamos aquí con usted-. Dijo lloroso Epifanio.

-No me perdiste supay*22, no pudiste perderme en los


cerros-. Seguía diciendo extraviado Domingo.

66
Mario entonces le dice a Epifanio angustiado -nuestro tata
está perdiendo la razón; habla como si fuera un niño-.

-¿Y quién no la perdería, cuando la muerte está tan cerca?-.


Le contestó Epifanio a su hermano.

-¡Coquena! ¡coquena!*23 ¡Ay de tus chanzas petiso picarón!


Vuelve a decir Domingo.

Mario y Epifanio lloran escuchando los últimos dichos de


su padre, quien por un momento los mira como extrañado,
y les dijo al momento sorprendiéndolos -“nuestra lucha no
ha terminado, la verdad al final triunfará”. Y cierra los ojos
en una paz serena, como habiendo cumplido lo que había
venido hacer a este mundo. Los hermanos lo entierran en el
cementerio del pueblo, y se prometen mutuamente no dejar
la causa, en honor a su padre, a su abuelo, y a todos sus
ancestros que pelearon desde que la conquista se inició en
el nuevo mundo.

Pasaron sesenta años del Malón de la Paz, y uno nuevo se


realizó en Jujuy*24. Pese a que desde 1994 la Reforma de la
Constitución Nacional legitimara los antiguos reclamos de
los pueblos originarios (a través del Art. 75 Inc. 17); el
gobierno provincial jujeño no hizo entrega de los títulos de
propiedad comunitarios. Sólo se entregaron algunos títulos
de los 123 solicitados. En el año 2006, los pueblos kollas
_________
*21 Frase en quechua que dice: “como un pájaro tierno tienes que ser“. Y seguro
que Domingo sí lo fue, ya que anduvo por varios lugares del interior de la
provincia, hasta recorrer finalmente gran parte del país con el malón de la paz.
*22 Supay es una divinidad incaica; era a la vez el dios de la muerte, y el señor
del inframundo. Con el cristianismo, se lo identificará con el diablo.
*23 El Coquena es considerado como la divinidad protectora de las vicuñas y
guanacos. Es muy pequeño, y se viste enteramente con telas de lana de vicuña.
El Coquena castiga a los que cazan a sus animales por codicia y no por hambre,
y suele hacerles travesuras a los pastores que andan por los cerros.

67
obtuvieron un fallo favorable, del Tribunal Contencioso
Administrativo Provincial, por un amparo presentado en el
año 2003; decisión judicial que el gobierno en un primer
momento decidió apelar, lo que causó la reacción inmediata
de organizar un nuevo malón. En esta movilización, iba uno
de los hijos de Mario, que se llamaba Domingo (igual que su
abuelo). El nieto de este último, era un maestro que ejercía
su trabajo en su tierra natal, siendo uno de los principales
dirigentes comunales. Epifanio en cambio, no tuvo hijos,
porque simplemente no podía tenerlos. Murió también
enfermo al igual que su padre, pero lo suyo fue un cáncer
terminal; algunos creen que por trabajar varios años en el
complejo minero Metal Huasi *25, que contaminó el suelo y
las aguas de Abra Pampa con sus desechos tóxicos. Una
más, de las tantas injusticias que aún tiene que padecer el
pueblo kolla. Sin embargo hoy, gracias a la preparación,
organización y movilización, las comunidades norteñas
poco a poco van recuperando parte de lo que les quitaron
en estos siglos, y hacen oír su voz con mas fuerza que antes.
¡De eso se trata la Fuerza Kolla! ¡De resistir y perseverar!,
hasta que la Pacha finalmente los acurruque en un sueño
eterno, en la sagrada profundidad de su vientre.
_________
*24 El día lunes 7 de agosto de 2006, desde distintos puntos de la provincia,
120 comunidades indígenas se congregaron en Purmamarca; para solicitarle al
gobierno del estado provincial, la entrega inmediata de los títulos de sus tierras.
*25 Los pueblos kollas hoy están movilizados, frente al avance de la minería a
cielo abierto en la región. Un ejemplo evidente de contaminación por la acción
de la minería, lo constituye el ex complejo minero Metal Huasi, que operó en
Abra Pampa (Cochinoca) desde los años 50 en adelante. El mismo procesaba
plomo y otros metales que venían de Mina Pirquitas. Cuando cerró en los años
80, no hubo ningún trabajo de remediación ni acondicionamiento del área de la
planta, ni tratamiento de sus residuos con altas concentraciones de plomo y
otros metales pesados. El viento fuerte y constante en la zona, se encargó de
diseminar esos metales en el aire; de ingresarlos en las calles, las casas, y los
organismos de las personas. Recién en el año 2007, el gobierno provincial junto
al gobierno nacional, comenzaron un proceso de remoción de los residuos y la
escoria ambiental. Fuente: www.prensajujuy.gov.ar
68
SECRETOS DEL MONTE

Todo era alegría, para dos niños traviesos que vivían en el


tradicional Barrio de Villa Urquiza, del histórico San Miguel
de Tucumán. Terminaba por entonces la década del ‘60, y
un verano caluroso prestaba sus esplendidos días para que
los niños jugasen a: la pelota, las bolillas, las cometas, andar
en bicicleta, y por qué no, a chapucear en el rio Salí. Doce
años tenían por entonces Manuel y Jorge, vecinos y amigos
desde que salieran por primera vez a jugar en la vereda de
sus casas. La familia de Manuel, estaba integrada por sus
padres y tres hermanos mayores; en cambio Jorge era hijo
único, y por esa razón, se sentía muy emparentado con
Manuel a través de la amistad. Estando los dos una tarde
sentados en la vereda de la casa de Jorge, tomando unas
achilatas (típico refresco tucumano), se dijeron lo siguiente:

-Manu, mi papa me dijo que tu familia se va del barrio, ¿es


cierto eso?-. Dijo Jorge.

-La verdad que no sé, pero que la cosa anda mal, anda mal.
Mi viejo quiere probar suerte en Buenos Aires*1, dice que
allí va a encontrar trabajo-. Respondió Manuel.

-¿Y vos te querés ir?-.


_________
*1 En 1965-66 se produce una reducción drástica de las compras de azúcar por
parte de Estados Unidos, hasta entonces comprador exclusivo, y ello obligó no
sólo a diversificar los mercados, sino a modernizar la producción concentrando
las inversiones. Todo esto afectó a la estructura de la industria tucumana del
azúcar, lo que a su vez repercutió fuertemente en el plano social (Cfr. Emilio
Crenzel, El Tucumanazo, Tucumán, FFyL, UNT, 1991 y 1997). Es así que luego, a
los meses de iniciado el gobierno militar de Onganía, y asumida la conducción
económica por Krieger Vasena; se cerraron 11 ingenios en la provincia, que le
produjo de inmediato una alta tasa de desocupación, que duplicó a la del país
(Cfr. Cnel. Eusebio González Breard, La Guerrilla en Tucumán. Una historia no
escrita, Bs. Aires, Ed. Círculo militar, 2001, pág. 91 y ss).
69
-Claro que no, pero tengo que seguir a mi familia-.

-Y nos vamos a escribir, digo…, para seguir en contacto-.

-No soy bueno para eso, pero mejor hagamos un pacto de


sangre como en las películas-.

-¿Y cómo se hace?-.

-A ver, espera un momentito-. Dijo Manuel mientras se iba


corriendo a su casa a sacar un alfiler. Volviendo le dijo:

-A ver…; yo ahora me voy a pinchar el dedo pulgar, y vos


hace lo mismo después ¿dale? Cuando salga un poquito de
sangre, unamos nuestros dedos-.

-¡A bueno!- respondió Jorge.

-Así, así, ya está… ¡ahora por este pacto hemos jurado no


perder nunca la amistad!- exclamó Manuel.

Jorge entonces dijo acongojado y casi lloroso. -¡No quiero


que te vayas!, ¡pucha che!-

-No te pongas tonto cabezón, no es culpa mía-.

-Ya sé, pero ¿con quien voy a jugar?

-Y con los demás changos del barrio. Va…, no con todos. El


Mario es un guanaco (cretino), no te confíes de él.

Manuel era un muchacho con fuerte personalidad, y bravo


en las peleas de la cuadra. Jorge siempre fue su protegido,
porque sabía que no tenía a nadie quien lo defendiera. Pero
de ningún modo Jorge era un pelele, sin embargo a lado de
Manuel, parecía como si fuese más chiquito. De pronto se
escuchó una voz chillona que salió de la ventana diciendo:
70
-Manuel, Manuel…-. Era la madre de Manu, que lo llamaba
para que se metiera adentro. Cuando se levanta y se va, le
hace a Jorge un gesto con el pulgar hacia arriba, como
diciéndole que todo iba a estar bien. Esa tarde los dos niños
habían sellado su amistad para siempre, sin saber luego,
que no se volverían a ver durante mucho tiempo; porque al
día siguiente, Jorge se iría a visitar a unos parientes en Tafí
del Valle; y a su regreso, ya la familia de Manuel se había
marchado hacia Buenos Aires.

Pasaron varios años, y los amiguitos eran ahora jóvenes,


pero una vez más cruzarían sus destinos en la vida. Jorge
fue sorteado para hacer el servicio militar obligatorio*2, y
prestaba servicio en la Ciudad Capital. Manuel por su parte,
trabajó desde adolescente en una fábrica de muebles en el
Partido de San Martin. Sus hermanos, peronistas hasta los
tuétanos, militaron en Montoneros*3 para traer de nuevo al
general Perón al país. Pero uno de ellos murió asesinado en
el trágico recibimiento del general en el Aeropuerto. De allí
en más, Manuel con muchísima bronca y resentimiento,
dejó su trabajo, y se alistó a un grupo subversivo conocido
_________
*2 Desde 1901 a 1994, el servicio militar en Argentina fue obligatorio para los
ciudadanos varones. Los jóvenes eran llamados por sorteo inicialmente a servir
a la edad de 21 años hasta 1955, y luego a los 18 hasta 1994. En ese mismo año,
con el asesinato del soldado Carrasco, el gobierno del presidente Menem con los
decretos 1537 y 1541, dispuso la supresión del servicio militar obligatorio, y la
apertura del régimen profesional y voluntario.
*3 Grupo armado del movimiento peronista de comienzos de los años ‘70. Sus
objetivos iniciales fueron: desestabilizar el gobierno de facto autodenominado
Revolución Argentina (1966-1973), y la vuelta del general Perón al poder (que
en un principio los apoyó, y luego no). Después de la masacre de Ezeiza del 30-
06-73 (francotiradores dispararon contra las columnas montoneras que fueron
a recibir a Perón en el aeropuerto), su objetivo se hizo directo: la instauración
de un socialismo nacional y popular, (al que consideraban la evolución natural
del peronismo), mediante la lucha armada guerrillera, subversiva y clandestina.
Se llamaban Montoneros, aludiendo a las montoneras gauchas federales y anti
imperialistas del interior del país, como las del Chacho Peñaloza o Felipe Varela.

71
como el ERP*4. Con ellos se fue a Cuba a prepararse para
combatir en la guerrilla, el objetivo principal era iniciar un
foco revolucionario en el interior del país, para instaurar un
Estado Socialista*5. Para ello había que luchar contra el
Gobierno y el Ejercito (ambos considerados por ellos, como
funcionales al Imperialismo de EEUU); y ganarse a la vez, el
apoyo popular en la causa revolucionaria (iniciando así una
guerra de masas). Ya para este tiempo, Manuel estaba de
novio con su compañera llamada Sandra. Loco amor sentían
ambos jóvenes, pasión que compartían al calor vivo de una
ideología; pero subordinaban sus sentimientos, en pos de
concretar la causa superior (la liberación del pueblo). Y el
destino quiso que otra vez los pasos de Manuel se volvieran
hacia su suelo natal. El ERP organizaba un foco guerrillero
en el interior montano de la provincia tucumana, un lugar
muy apto para la guerra de guerrillas*6.

Jorge mientras tanto como se dijo, prestaba servicio en el


_________
*4 El Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), nació como resultado de una
decisión del Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el
30 de julio de 1970. Sus objetivos eran: lograr la toma del poder mediante la
lucha armada; y luego hacer la revolución socialista en el país, y así extenderla
al resto de América Latina.
*5 Un Estado Socialista se caracteriza en principio, porque su gobierno está en
manos de un solo partido (de trabajadores o comunista), cuyo fin es eliminar la
desigualdad socioeconómica, aboliendo la propiedad privada de los medios de
producción. Los regímenes socialistas varían, como variaron entre sí alguna vez
la URSS, China, Vietnam o Cuba. Cada uno tenía su propia impronta y nombre.
*6 Tucumán era muy apta para la guerrilla por varias circunstancias: primero,
sus montes ofrecían un escenario especial para ese tipo de combate; segundo,
porque la provincia ya tenía antecedentes de la lucha armada con los llamados
uturuncos, el primer grupo guerrillero del país del siglo XX, conformado por
tucumanos y santiagueños que lucharon por el retorno de Perón después del
golpe del ’55 (p/mayor información, véase Uturuncos: el origen de la guerrilla
peronista de Ernesto Salas, Ed. Biblos, 2003); y tercero, porque había un enojo
social importante, debido a los años de desempleo y explotación a la que fuera
sometida su población, como campesinos, cañeros, y obreros de los ingenios.

72
Muchos ingenios azucareros tucumanos cerraron en los años sesenta, debido a
los cambios estructurales del mercado mundial (EEUU), y a las malas políticas
económicas nacionales. La gente entonces para sobrevivir, tuvo que emigrar a
Buenos Aires en búsqueda de trabajo.

Una parte de la juventud argentina en los años setenta, militó en diferentes


grupos políticos que tenían diferentes visiones de cómo debía organizarse el
país, y la forma de hacerlo también (incluso a través de la lucha armada).
73
Regimiento 19 de Infantería contra su voluntad, pero el
sorteo era el sorteo, y no había causa que lo pudiera eximir
(salvo enfermedad, incapacidad, o simple acomodo por
influencia o dinero). No había forma de evitar la colimba*7,
si bien era un deber ciudadano, a algunos no les gustaba
nada la idea de estar un año y medio de su vida recluido en
las barracas de un regimiento.

Corría el mes de junio de 1974, cuando Manuel y Sandra


arribaron a Tucumán; en particular, a los departamentos de
Monteros y Famaillá, para incorporarse a la Compañía de
Monte “Ramón Rosa Jimenez”*8. El objetivo era preparar el
foco revolucionario, y ganarse el apoyo de los campesinos
y obreros que vivían en la región. Creían posible ganarse
esa adhesión, no solo por la militancia que venían haciendo
desde antes en las fábricas e ingenios, sino también por las
condiciones de explotación que había en ellas (además de
los casos de desempleo, y de despojo de tierras en la zona).
Una vez Manuel recorriendo pueblos y caseríos del monte
tucumano militando, exhortaba a la gente a perder el miedo
al cambio, y a no dejarse maltratar por los capataces de los
dueños de los ingenios; que la liberación del pueblo estaba
muy cerca; que solo era cuestión de que el pueblo como un
gigante dormido, se diera al fin cuenta de su propia fuerza y
tamaño, y aplastase a sus enemigos de una vez por todas.
Que en Cuba, el Che Guevara y Fidel Castro demostraron
_________
*7 Co-lim-ba, era la sigla con la que se denominaba peyorativamente al servicio
militar obligatorio, al decir que allí solamente se corría, se limpiaba, y se barría.
*8 Entre octubre de 1973 y mayo de 1974 convergieron sobre Tucumán, los
primeros combatientes del ERP, quienes decidieron bautizar a su compañía de
monte con el nombre de “Ramón Rosa Jiménez”, en homenaje al Zurdo Jiménez;
un dirigente del PRT, hachero y pelador de cañas, que fuera asesinado por unos
policías. Luego esos policías, fueron ajusticiados por la gente del comando en
Santa Lucía, el 20 de setiembre del ‘74 (Estrella Roja. Órgano del ERP Nº 40).
Véase también, otra versión al respecto: Sangre en el monte, de Daniel Gutman.

74
que era posible la victoria, y que el pueblo unido era capaz
de resistirlo todo, incluso el poder del imperialismo yanqui.

Sandra miraba como desde un abismo, la grandeza de ese


joven orador; estaba enamorada de la pasión por las ideas
que tenía y sentía Manual. Mientras él hablaba, ella repartía
volantes en donde se proclamaba la hora de la libertad.

En eso que Manuel decía su diatriba a viva voz, un hombre


maduro que era campesino, lo interrumpió diciendo:

-Mire…, no se ofenda muchacho, pero ¿ustedes cuantos


son? Y si aquí se inicia una lucha armada, no veo mucha
gente como usted para pelear-.

-Compañero, nosotros vinimos a entrenarlos en el manejo


de las armas, y cuando seamos capaces de luchar y alcanzar
las primeras victorias juntos, luego el resto del pueblo se
nos unirá entusiasmado. Ya demostramos que es posible
vencerlos, como lo hicimos en Acheral*9-. Respondió él.

-Pero mientras la lucha sea en esta tierra, nuestros hijos y


mujeres estarán expuestos a todos los males de la guerra-
Replicó el campesino.

-Es cierto compañero, pero en algún lado debe comenzar, y


quienes más que ustedes tienen el derecho de iniciarla. ¿No
son acaso explotados y abusados?-.

-Sabrá disculparme sino me sumo al movimiento, tengo mis


razones muchacho-.
_________
*7 El 30 de mayo de 1974, una columna de la Compañía de Monte “Ramón Rosa
Jiménez”, ocupó la población de Acheral, (Dpto. de Monteros); apoderándose de
la comisaría, la estación ferroviaria y la oficina de correos, al tiempo que se
bloqueó las rutas de acceso. El objetivo se cumplió sin derramar sangre, luego,
los guerrilleros se retiraron al monte (info disponible en www.elortiba.org).

75
-Compañero, aquí nadie esta obligado a nada, pero confío
en que no abandonará a su gente llegado el momento-.

Pasaban los meses, y Manuel recorría todos los pueblos y


pueblitos de la zona, a veces con escaramuzas con agentes
policiales provinciales, a veces con tácticas de evasión y
ocultamiento en lo profundo del monte.

Mientras tanto, Jorge se enteraba por la vieja radio de la


cocina del regimiento, de noticias que le causaban mucha
preocupación: sabotajes a servicios públicos; intentos de
copamiento de recintos militares; secuestros clandestinos;
atentados a policías, militares y políticos. Por esa razón,
había un estado de alerta y movilización en el cuartel.

En otra ocasión, Jorge mientras limpiaba su fusil como


parte de su rutina, se puso a conversar con otro conscripto
llamado Rafael, y al igual que él, provenía también de las
barriadas de San Miguel. Mientras hablaban bajito, para
evitarse el reto de los oficiales que los maltrataban, se
dijeron lo siguiente:
-Che primo (como se dicen los tucumanos), esta fea la cosa
¿no?-. Dijo Jorge.

-Y sí…, estos zurdos están haciendo un quilombo bárbaro-.


Respondió Rafael.

-Estamos jodidos si el ejército entra en combate, porque


nos van a mandar primero a nosotros-.

-¿Y eso qué? ¿Acaso sos gallina?-. Replicó Rafael.


-No, pero pelear para estos cogotudos no me entusiasma-.

-¿Y vas a dejar que estos comunistas se adueñen del país?-.


76
-No, claro que no, tampoco me gustan ellos. ¿Pero será todo
cierto? Además la Chabela*8 es un desastre, debería irse a
la mierda-.

-No cambia nada eso, hay que sacarse de encima a los rojos
que nos van a hundir. La otra vez mataron a un capitán y a
su hijita*9; ¡no puede ser eso!-.

-Por supuesto que esta muy mal eso, y reconozco que hay
que pelear. Pero lo que digo, es que ojalá sean los oficiales
quienes vayan primero, y no nosotros simples conscriptos-.

-Eso es verdad; pero si vamos a la guerra, todos tendríamos


que ir, incluso los hijos de los ricachones-. Agregó Rafael.

-Ese es el punto, y vos lo dijiste. ¡Oh casualidad que ninguno


de los que estamos en esta barraca, es gente de plata o de
apellido!, todos somos de barrio ¿te diste cuenta?-.

-Y siempre fue así…; el sorteo es para los pobretones como


nosotros nomás-
En eso se escucha el paso de unas botas que entran a pie
firme. Era el sargento Cardozo, un hombre morocho y alto
que le encantaba avasallar a los conscriptos, y les dijo:
_________
*8 Chabela le decían a Isabel Martínez de Perón, que llegó a la vice presidencia a
través de la fórmula Perón-Perón, el 23 de septiembre de 1973. Pero el 1 de
julio de 1974, fallece el general Perón, e Isabel asumió la presidencia ese mismo
día. Su gobierno estuvo signado por la violencia política interna, sea de la Triple
A, grupo paramilitar de derecha; o de organizaciones subversivas de izquierda.
Y a esto, se le sumaron los problemas económicos de inflación, y los problemas
laborales y sindicales.
*9 El asesinato del Capitán Viola y de su pequeña hija María Cristina de tres
años (además de resultar herida su otra hija María Fernanda de cinco años), en
un atentado perpetrado por el ERP, causó profundo malestar a la sociedad. Para
mayor información, véase La guerrilla en Tucumán de Eusebio González Bread,
Buenos Aires, Círculo Militar, 2001, p. 86.
77
-¡Qué hacen ustedes ahí, par de mariconas!, este no es un
lugar para charlar como si fueran viejas en un bingo.-

Jorge parándose firme y mirando al frente, en el momento


contestó -¡estamos limpiando mi sargento!

-¡Hace tres horas que están acá!, por eso los vine a buscar.
Pero a ustedes les gusta parece ser hijos del rigor, ¡claro!
¡Ya mismo se van al patio, y me corren en vueltas durante
una hora reloj!, ¡yaaaa!-.

En eso los jóvenes salen como cohetes disparados al patio


a correr, era normal que los oficiales se hicieran la fiesta
con los reclutas, una fiesta de la que participaban solo los
primeros, quienes se reían cómplices de su abuso de poder.

Al sur de la provincia, estaban Manuel y Sandra internados


en el medio del monte, esperando juntarse con los demás
integrantes de su pelotón*10 en un lugar previsto. El monte
era un lugar oscuro, lleno de vegetación que tapaba el sol;
por momentos uno caminaba por senderos angostos; luego
subidas y bajadas; otras veces se cruzaba arroyos y riachos;
o tal vez había que internarse en quebradas largas y frías.
Pero los peores enemigos con los que deberían enfrentarse,
tanto guerrilleros como soldados, eran los mosquitos, y el
calor húmedo insoportable que abombaba a cualquiera. El
agua era el elemento más preciado; la deshidratación hacia
estragos a los hombres que andaban por allí. En eso que la
pareja de revolucionarios estaba oculta escondida, pasó un
labriego que reconoció la presencia extraña, y les dijo:
_________
*10 El ERP realmente se consideraba un ejército, del pueblo, pero ejército al fin.
Por lo tanto, vestían uniformes militares; tenían una plana mayor con distintos
rangos; portaban sus propias insignias e himnos; y dividían sus cuadros en
pelotones, a los que se les asignaban misiones desde el alto mando.

78
-No hay porque asustarse, soy gente amiga-.

Manuel entonces le sale al encuentro, y en buen tono le


dijo -perdone señor, nos quedamos casi sin agua, ¿tiene
usted un poco?-.

-Tengo…, pero les aviso que hay más militares y policías


recorriendo la zona-.

-¿Y usted sabe quienes somos?-. Preguntó Manuel.

-Sí, mi gente sabe quienes son-.

-¿Y nos apoyan?-.

-Algunos sí, pero la mayoría no quiere meterse en líos-

-¿Y usted?-.

-Yo simpatizo, por eso les doy agua y les digo lo que sé.
Ahora sumarme, no creo… Tengo una familia que cuidar-.

-Le entiendo, y gracias por su ayuda; que la patria se lo


agradecerá también-.

-La patria se olvidó de nosotros, menos puede agradecer-. Y


diciendo esto siguió su camino con un andar sereno, aún
sabiendo que en el cielo del monte tucumano, pronto se iba
a desencadenar una tempestad de fuego y sangre.

Ya terminaba el año, 1974 será recordado como un año en


el que el país vivía un clima muy tenso en lo político y en lo
económico. A la crisis económica (primero inflación, luego
estanflación), se le sumaba la represión clandestina llevada
a cabo por la TRIPLE A*11, en contra de cualquier persona
acusada de ser subversiva u opositora al gobierno de turno
(los secuestraban, torturaban y también mataban de forma
79
ilegal). De igual manera violenta, los grupos subversivos
respondieron también con secuestros y atentados en contra
de ciertos funcionarios públicos. Y en el medio del conflicto,
la sociedad sufría las consecuencias de esta lucha violenta y
clandestina. Pero cuando la sangre llegó al río, la presidenta
Isabel Martínez de Perón ordenó el Operativo Tucumán
(luego conocido como Independencia); con la firma del
Decreto 261 del 05/02/75, que dispuso que: “El Comando
General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones
militares que sean necesarias, a efectos de neutralizar y/o
aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan
en la provincia de Tucumán”. Por esta razón, muchos
conscriptos de la Clase ‘54 (entre ellos Jorge), participaron
de las acciones militares que les asignaron a sus compañías.

Fue así que el 24 de marzo de 1975, en el patio de armas


del Regimiento 19 de Infantería, el general Acdel Vilas*12
leyó un discurso de arenga del teniente general Anaya (por
entonces Jefe del Ejército), que decía: -“…aquí el Ejército se
encuentra empeñado en una operación de trascendencia,
en cumplimiento de su función primordial: salvaguardar la
seguridad de la Nación… Organizaciones internacionales al
servicio de ideologías extrañas a lo argentino, pretenden
dominar nuestra tierra… Olvidan que esta tierra… es libre
porque un pueblo viril acompañó con sangre esa
determinación… Yo tengo profunda fe en este pueblo. Por
eso tengo fe en ustedes, que no son otra cosa que ese
pueblo en armas”.
_________
*11 La Alianza Anticomunista Argentina conocida como Triple A, fue un grupo
paramilitar y terrorista de extrema derecha, promovida por José López Rega, el
entonces ministro de Bienestar Social durante el gobierno de Cámpora (1973);
y que siguió operando en los sucesivos gobiernos de Lastiri, Juan Perón, e Isabel
Martínez de Perón. Al respecto, véase la obra "López Rega - El peronismo y la
Triple A" de Larranquy Marcelo, 2007.
80
Jorge después de terminada la formación y alocución en el
patio, y preparando su equipo para marchar, le dijo a su
amigo Rafael:

-Espero que nos den equipos buenos, el monte no es cosa


fácil-.

Rafael le contestó -yo me preocupo por la comida, si nos


dan de comer como aquí, nos vamos a morir de hambre
antes de tirar un tiro-.

En eso se acerca de nuevo el sargento a los conscriptos, y


éstos antes de que aquél dijera algo, rápido alistan y suben
sus equipos al vehículo de transporte militar, sin darle la
oportunidad de que los bendijera otra vez con un insulto.

En el monte mientras tanto, el capitán Santiago (nombre


de guerra de Hugo Irurzún*13), despachó informes a sus
pelotones acerca de lo que está pasando en las ciudades, y
los enfrentamientos que se dieron en distintos puntos del
país; además de la novedad de que pronto vendrían más
compañeros de otros grupos a reforzar sus posiciones. Les
dijo que prioricen causar bajas entre los oficiales, para
desarticular el mando de las compañías que los enfrentan.
Que no hay tregua ni cuartel para los enemigos del pueblo,
porque ellos tampoco la tienen, ya que fusilan a cualquier
compañero que se haya rendido*15.
_________
*12 Al frente del Operativo Independencia, estaba el flamante comandante de la
Quinta Brigada, el general Acdel Vilas. Quienes iban a ser los jefes del operativo,
los generales Salgado y Muñoz, murieron el 5 de enero en un accidente aéreo.
*13 Héctor Irurzún comandaba La Compañía de Monte “Ramón Rosa Jiménez”,
Nació en 1945, en La Banda, provincia de Santiago del Estero. Tuvo una activa
vida guerrillera, ya que de la Argentina, luego se trasladó para pelear primero
en Nicaragua, y después en Paraguay, donde moriría el 18/09/1980.
*15 El ERP después de acusar el fusilamiento de 16 guerrilleros en Catamarca
en 1974, tras el intento fallido de copar el R17, ordenó luchar sin convenciones.

81
Las cartas de la contienda estaban sobre la mesa, golpear y
salir era la táctica guerrillera; emboscar y huir para evitar
el fuego pesado de la artillería militar. El tiempo previo de
adaptación que tuvieron en el monte, los preparó bien para
la tarea que iban a realizar. Pero nunca imaginaron, cómo
los mandos militares responderían a esa estrategia. El
general Acdel Vilas presentó una estrategia muy eficaz, y
brutalmente ilegal. Primero estableció puestos de avanzada
en el monte tucumano, para cercar el área de acción de los
guerrilleros, y cortarles los accesos a la ciudad (de donde
sabía que recibían ayuda). De esta forma, no los atacó de
manera intensa en los primeros meses, lo que frustró a los
guerrilleros; pero sí desplegó un aparato de represión
violenta sobre las personas de las ciudades y pueblitos de
Tucumán, buscando presuntos simpatizantes hasta debajo
de las camas; o atemorizar a la población al punto de
neutralizar cualquier forma de colaboración. Es cierto que
la táctica logró encontrar algunos colaboradores, pero
también es cierto que algunos civiles que nada tenían que
ver, fueron victimas de esos apremios; sin contar que los
apresados no tuvieron juicio justos que los condenaran
como exigía la ley*16.

El Ejercito desplegó aproximadamente 5000 hombres, con


una fuerza de tareas nucleada en torno a la V Brigada de
Infantería de Monte; a la que se le sumaron los regimientos
19 de Infantería (Tucumán); 28 de Infantería de Monte
(Tartagal, Salta); 20 de Infantería de Montaña (Jujuy); el
Grupo de Artillería de Montaña 5; y las compañías de
Comando de Ingenieros, de Comunicaciones, y de Sanidad
_________
*16 En la lucha armada entre los militares y los guerrilleros, ambos bandos
traspasaron los límites de la ley (La Constitución). En cuanto no respetaron los
derechos y libertades individuales; y se aplicó una justicia de facto y arbitraria;
que le costó la vida a cientos de personas inocentes, y nada puede justificar eso.

82
de la V Brigada. Además se sumaron tres escuadrones de
Gendarmería; y tres compañías de la Policía Federal.

En el transcurso de los meses, tuvieron lugar sangrientos


enfrentamientos en las localidades de Santa Lucía, Potrero
de Las Tablas, Quebrada de Lules, Río Pueblo Viejo,
Manchalá, asentamiento Las Maravillas, arroyo San Gabriel,
Acheral, Tafí Viejo, Potrero Negro, El Cadillal, y otras.

En una de esas noches de operaciones de ataque, Manuel y


Sandra compartían la misma guardia (sus compañeros no
tenían reparo alguno en que siempre anduviesen juntos).
En eso, ella susurrando le dijo a Manuel en el oído:

-Ya me estoy cansando de esto, es una lucha que no se


puede ganar. La gente nos apoya, pero no con las armas-.

Manuel le contestó entonces -¿cuántos años tardamos


para ser independientes? ¿muchos no?; por eso hay que
tener paciencia-.

-¿Pero si estamos equivocados, no en las intenciones, pero


sí en el modo?-.

-¿A qué te referís?-.

-No sé, quizás enfrentarnos ahora no es el momento. Somos


pocos, y el pueblo no se está sumando de manera masiva
como dijera el comandante Carlos*17-.

-Es porque la gente esta asustada, ¿no ves cómo los milicos
los tratan? También nos hacen mala prensa todo el tiempo-.
_________
*17 Mario Roberto Santucho, nació en Santiago del Estero, el 12 de agosto de
1936; y murió en combate en Villa Martelli (Bs. As.), el 19 de julio de 1976. Fue
fundador del ERP, y usaba nombres de guerra como Miguel, Comandante Carlos
Ramírez, Enrique Orozco y otros.

83
-No sé, de pronto me gustaría hacer cosas que no hice-.

-Eso es porque estas pensando en morir a cada rato-.

-¿Que acaso vos no crees que la muerte está al acecho?-.

En ese instante, Manu hace un gesto de que se callara, era


una noche de luna llena, “una noche de cazadores”. Después
de pasada la falsa alarma, le repreguntó -¿y que te gustaría
hacer?-.

-Me gustaría ser madre, de pronto quisiera serlo-.

-¿Y que nazca en una sociedad oprimida?-.

-Solo sé que de repente quiero ser mamá. ¿Será que estar


tan cerca de la muerte, me hace desear más la vida?-.

-¿Amor, te gustaría que tengamos un hijo?-.

-¡Sí!, es una idea que me está revoloteando por la cabeza. En


cualquier momento me van a pegar un tiro por distraída-.

-No es momento para hablar de estas cosas, primero esta el


pueblo ¿sabes?- Y diciendo esto, le da un suave beso como
queriendo disculparse; Manuel amaba a Sandra, pero por el
momento amaba más La Causa.

En otra parte del monte tucumano, estaba Jorge poniendo


agua en el fuego, mientras fumaba un cigarro, e invitaba a
sus colegas a que armaran un cuarto para jugar al truco
(juego de naipes). Luego se sentó y les comentó -parece que
lo están fajando lindo al campesino, dicen que es un viejo
uturuncu (del primer grupo guerrillero en Tucumán)-.

En eso, uno de sus compañeros le contestó secamente -si


está con la guerrilla, que se joda-.
84
Compañía de Monte “Ramón Rosa Jiménez”, y soldados combatiendo.

El capitán Viola y sus hijas (Maria Cristina fue la victima del atentado).

Operativo Tucumán desplegado en rutas, pueblos y ciudades.

85
Entonces Jorge le replicó diciendo -pero no es cuestión
tampoco de que lo torturen así, va, no sé, digo yo-

-¿Vos crees que los zurdos nos van a tratar diferente?- le


contestó otro de sus compañeros.

-Eso es cierto, pero este no es un guerrillero, lo agarramos


aquí en su tierra y en su rancho. Si antes lo fue, ahora no lo
es; al menos no está empuñando un arma-.

-Pero de seguro le pasa ayuda a los zurdos-.

-No sé, no sé, tengo familia en el campo, y no me gusta como


lo están tratando. Además si les ayudó a los guerrilleros
como decís, primero que se pruebe eso en un tribunal, y
que luego vaya preso como un traidor ¿no te parece?-.

De pronto, sienten el ruido de un tiro desde el lugar donde


estaban “interrogando” al campesino. Luego de eso, sale un
oficial con el arma en la mano diciendo: “Uno menos”. Los
conscriptos quedaron callados ante la situación; guardaron
silencio como si nada hubiera ocurrido.

El plan del general Vilas parecía surtir efecto. En el mes de


abril, las fuerzas subversivas habían sufrido varios reveses
y se hallaban desorientadas. El alto mando del ERP ante esa
situación, decidió profundizar el entrenamiento de sus
cuadros, e impedir el abandono de la zona de operaciones.

Entre junio-julio, las Fuerzas Armadas pusieron en marcha


dos nuevos operativos, “Parapa” y “Péndulo”, con el objeto
de patrullar, emboscar y rastrillar la zona de operaciones.
Se pretendía sacar a los guerrilleros de sus escondites, y
forzarlos a presentar batalla en campo abierto; sabían que
era en ese terreno, donde podían vencerlos completamente.
En uno de los tantos movimientos que hicieron los militares
86
para peinar el terreno, en busca de unidades subversivas, la
compañía de Jorge entró en combate por primera vez. De
pronto se sintió: Tatatata, era un ruido de metralleta corta
con la que contaban algunos subversivos*18, los cuales casi
fueron emboscados por la patrulla militar; pero en su
huída, descargaron una fuerte ráfaga de disparos sobre la
compañía, y lanzaron una granada para que reventara en
sus posiciones. En eso, Jorge y todos sus compañeros se
agacharon al instante, buscando una mejor posición para
protegerse y luego contraatacar; y cuando Jorge se disponía
a esto último, un ruido estruendoso atravesó de parte a
parte su cabeza, por lo que quedó sordo por un momento, y
muy atontado por la explosión. Cuando se le pasó un poco,
buscó en el momento a su amigo Rafael, quien yacía a un
costado malherido, debido a las esquirlas esparcidas por la
granada que habían tirado antes. Jorge al verlo se lanzó
sobre el diciéndole -¡resistí Rafa, aguantá que ya viene el
médico! ¡te vas a poner bien!

Rafael regurgitando la sangre de su interior, intentó decir:

-Mamá, mamá, quiero irme a casa-.

Desconsolado Jorge por esta regresión de su amigo, frente


al umbral de la muerte, le vuelve a decir:

-Te vas a poner mejor, ¡dale! ¡aguantá carajo!-.


_________
*18 El armamento empleado por la guerrilla era similar al de las fuerzas de
seguridad: fusil FAL, ametralladoras PAM, escopetas Batan, granadas de mano,
algunos lanzagranadas Energa, y la ametralladora casera Yarará. Manejaban las
trampas explosivas, las minas tipo vietnamitas, el trotyl y el gelamón. Durante
su estancia en el monte, acampaban en embutes o tatuceras; una especie de
escondites construidos en maderas y ramas entre la espesura, vigilados por
centinelas subidos a los árboles. Para saber más al respecto, véase Infierno en el
monte tucumano. Argentina 1973-1976 de Ricardo Burzaco, 1994.

87
Esta arenga desesperada de impotencia, no le impedía a
Jorge llorar como un niño desconsolado. Ahí entonces sus
otros compañeros lo separaron del cuerpo de su amigo,
dejando al médico de la patrulla que lo revisase por pura
formalidad. Rafael había caído en combate.

Pasó el tiempo volando, como así también fue rápido el


deseo de Jorge de entrar nuevamente en zona de combate;
quería tomarse revancha de la muerte de su amigo. Este
hecho lo había perturbado mucho, y su mente triste, se
nubló de malos pensamientos desde entonces.

Mientras pasaba esto en el campamento militar de Jorge,


Manuel y Sandra por su parte, estaban agotados de tantas
marchas y contramarchas que tenían que hacer por táctica.
Y cada vez que salían a un aclarado en el monte para sentir
el aire limpio sobre sus rostros, desde el cielo se veían aves
metálicas que pasaban y repasaban para divisar un blanco.
De pronto sintieron que ya no estaban peleando, sino que
estaban siendo castigados. Desde un primer momento los
guerrilleros sabían que la lucha iba a ser despareja, pero
contaban conque la situación se fuera emparejando con el
apoyo de la gente a la causa. Cosa que no sucedió. Igual su
moral era casi infranqueable, que los impulsaba a seguir y a
seguir hasta el final.

El destino de los antes amiguitos de Villa Urquiza, los iba a


juntar de nuevo, pero en una situación totalmente distinta.
Y fue así entonces, que esos niños tucumanos que una vez
se juraran amistad eterna por medio de un pacto de sangre;
otra vez se encontrarían cara a cara en la espesura de ese
monte oscuro y discreto, que celoso guarda los secretos de
tantos hombres que padecieron la guerra a flor de piel.

88
Y en una típica tarde tucumana veraniega, aunque aún no
se había retirado la primavera del almanaque; los soldados,
desde dos días atrás venían siguiendo incansable la huella
de una unidad enemiga, y no la perderían esta vez. Jorge,
era ahora un soldado voluntarioso que se ponía siempre a
la vanguardia de su compañía, parecía más un oficial que un
simple conscripto. Y fue tanta la perseverancia de estos
hombres, que no dejaron más opción que combatir a los
guerrilleros de manera frontal. Y así fue…disparos, gritos,
humo, movimiento continuo en la maleza, señales secretas
con los dedos; no le faltaba nada a esa feroz lucha. ¡De
repente! Las militares se dispersaron por varios flancos,
porque la unidad subversiva así lo hizo primero, escapando
como sea del ataque fatal de la compañía. La intrepidez de
Jorge, en un instante lo puso en un lugar solitario; no había
ningún compañero suyo cerca, pero él sabía bien que
estaba justo detrás de los pasos de uno o dos guerrilleros;
uno de los cuales estaba herido, porque así lo delataban
algunas gotitas de sangre que había en las hojas afiladas de
la maleza. Retroceder en ese momento no era una opción,
porque perdería a los enemigos por los que tanto se habían
esforzado y expusieron para atraparlos. Por otra parte, uno
de ellos estaba herido, y eso era una clara ventaja a su
favor. Paciente y cuidadoso eligió sus pasos a través de la
frondosa vegetación, tratando de no pisar nada que pudiera
revelar su posición. ¡Ya los tiene!, ¡ahí los divisa a lo lejos!,
transpirando alza entonces su FAL apuntando al guerrillero
que ayudaba al compañero malherido, sabiendo que éste
último, ya estaba neutralizado por su precaria situación. Se
acerca sigiloso, y los sorprende diciendo:

-¡Quietos zurdos de mierda!, tiren sus armas al suelo, al


menor movimiento raro, ¡les reviento el mate! (la cabeza)-

89
-Tranquilo soldado, nos rendimos…, ella necesita urgente
un médico-.

Jorge al ver el rostro del joven subversivo, cree divisar


algo conocido en él, y se limita a decirles -ahora boca abajo
los dos, pongan sus manos detrás de la nuca para que yo
pueda mirarlas-.

-Le repito soldado, ella necesita un médico urgente, déjele


boca arriba por favor, sino se va a desangrar peor-.

Jorge de nuevo tiene la sensación de hablar con alguien


conocido, que lo hace dudar un momento, pero al instante
le respondió -¡qué mierda me importa, hagan lo que digo!-.

Fue entonces, que el guerrillero achinó los ojos raramente,


y mirando el rostro de Jorge le dijo:

-¿Sos vos Jorge? Soy yo, Manuel, ¿te acordás de mi?-

Jorge queda estupefacto, no esperaba oír esa voz familiar


en el monte. Este encuentro lo deja boquiabierto, no supo
qué decir; solo bajó la mirilla de su fusil un poco, para
agudizar la vista sobre el extraño enemigo. No había duda,
ese subversivo era Manuel. ¿Qué iba hacer? No sabía ni qué
decir, hasta que éste le dijo nuevamente:

-Jorge sos vos, por favor…, mi compañera necesita ayuda, o


dejame que me vaya con ella a conseguirla yo; ¡por favor!,
no dejes que se muera en mis brazos-.

-Manuel ¿que haces acá, y desde cuándo sos enemigo?-.


-No soy tu enemigo, lo soy de los altos militares y políticos
cipayos. Vos sos pueblo Jorge, igual que yo, somos iguales
¿no entendés?-.
90
-Hace unos días mataron a un amigo que era pueblo igual
que yo. ¿Qué clase de pueblo son ustedes entonces que
matan a su gente?

-Yo también perdí a varios de los míos, incluso antes de esta


lucha armada, pero la gente jamás se enteró de esto. Somos
rehenes de militares que juegan a ser dioses aquí, mientras
sirven a sus dioses yanquis allá ¡Pero por favor!, hagamos
algo rápido por ella, que se me muere de a poco-.

En eso Jorge baja su fusil, y le da su cantimplora con agua a


Manuel, para que hidrate los labios de su amada guerrera.
Jorge le dijo a Manuel entonces -¿es tu novia?-.

-Lo es, y también la futura madre de mis hijos si podemos-.

-No los van a encarcelar y soltar. Los van a matar Manuel-.

-Lo sé, lo sé. Déjame ir entonces, hacélo aunque sea por el


pacto que hicimos una vez, vos sabes que yo siempre te
cuide antes, ahora yo necesito de tu ayuda-.
-No puedo dejarte ir, si apenas puedas volver, vas a matar
más soldados-.

-Dejo la lucha hoy, me voy con ella a otro lugar ¡Te lo juro!-.
De pronto saca un cuchillo, se pincha el dedo índice, y le
dijo “por favor”, a manera de ruego. Jorge se asustó del
movimiento de Manuel, pero al instante notó que su amigo
jamás le haría daño, porque pudiendo, no lo hizo en ese
momento de descuido. Luego le dijo:
_________
*19 Cipayo: soldado nativo de la India Colonial Británica en el siglo XIX, que
servía al ejército inglés por una remuneración. En la historia política argentina,
se denomina cipayo a los que son anti patria, a los que favorecen a lo extranjero
sobre lo nacional, y a los que son mandados o influenciados desde centros de
poder foráneos o pro foráneos (sean de estados o corporaciones extranjeras).

91
-¡Andáte con ella!, ¡y cumplí tu promesa! Si yo no dispare
primero, fue porque me rehúso a que muera otro chico de
barrio como nosotros-.

Y diciendo esto último, se dio la media vuelta, y volvió


sobre las posiciones de sus demás compañeros. Jorge pensó
“guerra absurda y loca ésta, matarse entre hermanos así”.
De allí en más, Jorge hizo lo que tenía que hacer durante el
tiempo que estuvo afectado a la Operación Independencia,
pero sin esa locura asesina que casi se adueño de él, tras la
muerte de su amigo Rafael.

Pasaron los años, y con ellos pasaron los gobiernos de


facto, la guerra de Malvinas, la vuelta de la democracia, el
juicio a las Juntas, el mundial ’86, la hiperinflación del 89’, la
crisis y renuncia de varios presidentes después del 2001, y
tantos hechos que marcaron las tristezas y alegrías de un
pueblo que a veces se marea por tantas contradicciones. Sin
embargo, en el año 2010, como un oasis en la historia de
nuestro país, hubo un momento de encuentro nacional. No
por nada, se recordaba con mucho sentimiento fraternal el
Bicentenario de la Patria. Actos, conciertos, la gente en las
calles en distintas ciudades del país, mostraban una imagen
de unidad que pronto pasaría a ser efímera, porque nuestra
historia tiene encuentros y desencuentros. Pero volviendo a
ese año, Jorge estaba con su nietito, ambos con banderitas
celestes y blancas en la Plaza Independencia de la Ciudad
de Tucumán. Eran las once de la mañana, y abuelo y nieto
desfrutaban de un riquísimo chocolate ofrecido por los que
organizaban los eventos patrios. Jorge para ese entonces
había pasado los cincuenta años, y mientras cargaba a su
nietito de tres años en sus hombros, de pronto observó a un
hombre barbado; que parecía haber sido sustraído de los
años 70’ por una abducción alienígena, y traído de vuelta a
92
esta época sin que nadie lo advirtiese. Vestía un gamulán
azul, y caminaba con las manos atrás como un turista. Sus
lentes con ópticas redonditas y chicas (tal como usara John
Lennon en una conocidísima foto con su remera de New
York), lo hacía parecer extranjero. Jorge como por un efecto
deja vu (sensación de haber pasado ya por ese momento),
cree conocer ese rostro, cree haberlo visto en otra etapa de
su vida. “¿Pero cómo? Si no parece de aquí”, se decía a sí
mismo Jorge. Se le acercó por una curiosidad desmedida,
hasta que de pronto un nombre se dibujó en su mente
¡Manuel! “No puede ser” se decía; “¿qué habrá sido de él?
¿habrá muerto? ¿se habrá salvado y rehecho su vida?” Estas
eran preguntas que no pudo responderse al momento, pero
en cambio, decidió acercarse y preguntarle algo al extraño
que le resultaba tan familiar.

-Señor, ¿me dice la hora por favor?-

El extraño lo miró extrañado, hizo una larga pausa, y luego


simpáticamente le contestó:

- Je ne comprendre pas l'espagnol, et je ne le parle point


(“no entiendo, no se hablar español”, dicho en francés)

Jorge entonces le replicó:

-Entiendo, entiendo-. Y le hace un gesto con la mano, y una


sonrisa en el rostro como diciendo: “está bien”.

Se retiró entonces de ese espacio, y se fue a otro sector de


la plaza con su nietito que no dejaba de jugar con sus orejas,
pero el extraño se quedó parado en el mismo lugar, como
inmovilizado por la pregunta que le hicieran hace un ratito.
Jorge pasado unos cien metros, se volvió para atrás, a ver si
el extraño seguía en el mismo lugar; y notó ahora que éste
93
lo estaba mirando fijamente, y que desde lejos, con un
rostro muy sonriente, levantó su pulgar en alto, y luego le
hizo un gesto de saludo militar, yéndose entre la multitud
que lo tapó después. Jorge asombrado, supo reconocer
entonces que sí se trataba de su amiguito de la infancia
Manuel, y que por lo visto, parecía estar de paso por su
Tucumán natal. Se alegró en ese instante por los dos, de
saber que ambos estaban vivos, y que pudieron sobrevivir a
las malas épocas de este país. No quiso buscarlo luego, se
conformó con haberlo visto bien; el monte se encargaría de
guardar el secreto que ambos tenían, como otros tantos que
guarda para los que quieran recordar…

Festejo patrio en la Plaza Independencia de Tucumán.

94
LAS VIUDAS DE BELEN

El cielo estaba despejado y estrellado en la madrugada del


25 de diciembre de 1850, cuando en un hogar humilde del
pueblo de Belén*1, provincia de Catamarca, nacía Jesús
Salvador Reyes; un bello niño de origen mestizo (español y
colpe*2), que alegraría los corazones de quienes fueron
testigo de su nacimiento. Su padre se dedicaba al cultivo de
la tierra, además de criar unos pocos animales; la madre,
heredera de la tradición alfarera de sus ancestros, hacía
trabajos cerámicos para vender en la zona. Ambos padres
unidos por el amor a su único hijo, quisieron protegerlo de
la vida durísima del campo, y consagrarlo a la vida de Dios.
Querían que su hijo fuese sacerdote, haciendo honor a su
nombre y a la fecha de su nacimiento. De esta manera, ellos
siempre lo llevaron a la parroquia del pueblo, tratando de
que su hijo fuese formado, educado, y luego promovido por
los curas, para su ingreso al convento.

Sin embargo, los deseos de los padres no siempre se hacen


realidad; y fue así que cuando su padre Alfonso Reyes se
enfermera gravemente y muriera luego; Jesús entonces
tuvo que hacerse cargo de la pequeña hacienda familiar,
para ayudar a su pobre madre, que en silencio vertía sus
_________
*1 La actual Villa de Belén, fue fundada el 20 de diciembre del año 1.681, por el
Presbítero Bartolomé de Olmos y Aguilera; quien la bautizó así, en honor a la
patrona del pueblo: La Virgen de Belén. Ver más: www.atlas.catamarca.gov.ar
*2 Los colpes, era un pueblo aborigen que habitó originalmente el noroeste del
actual valle de Catamarca, y la vertiente occidental de la sierra de Ambato. Con
la conquista, fueron entregados en encomienda en virtud de una merced real, a
Francisco de Nieva y Castilla II en el año 1643. Durante varias generaciones, esa
familia gozó de la encomienda. Durante ese tiempo, parte de su comunidad se
desestructuró, y algunos de ellos terminaron viviendo en distintas regiones. Se
recomienda leer el trabajo: Los pueblos de indios Colpes y Mutquín del oeste de
Catamarca. Trabajo y tributo. Estrategias de pervivencia. Siglos XVII y XVIII.
Disponible www.editorial.unca.edu.ar.
95
lágrimas, por su orgulloso esposo español.

Corría por entonces 1865, y desde Buenos Aires, el


presidente Bartolomé Mitre llevó al país a una genocida
guerra contra el Paraguay*3, en alianza con el otrora
enemigo Brasil, y nuestra perdida Banda Oriental. A la fecha
referida, la provincia de Catamarca estaba gobernada por
Víctor Maubecín*4, como resultado de una constante lucha
interna por el poder. Resultó luego, que el Congreso a fines
de mayo y principios de junio de dicho año, sancionó leyes
militares para enrolar hombres al Ejército Nacional; el cual,
sería integrado por 10.000 soldados de línea, algunos
enganchados y otros condenados*5, listos para servir en las
armas de inmediato; además de unos 15.000 hombres que
formarían la Guardia Nacional; la cual estaría compuesta
por toda la población comprendida entre los 17 años y los
45 o 50 años (casados o solteros en ese orden). La totalidad
de los 15.000 saldrían de “contingentes” provenientes de
cada provincia en forma proporcional a su población, y si
no se lograba un número suficiente, se recurriría a los
enganches mediante paga.

La leva se dispuso también en Catamarca, y Maubecín


ordenó “el reclutamiento de voluntarios” en todos sus
departamentos. En este punto, Jesús ya conocía a muchos
_________
*3 La guerra enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra el Paraguay, entre
1865 y 1870. Fue genocida, porque la población paraguaya se redujo de 3, 4, 5,
6 a 1 (o más incluso), en esa proporción, según sea la fuente que se consulte. Lo
cierto es, que la población masculina adulta casi fue exterminada.
*4 El 25 de agosto de 1821, Nicolás Avellaneda y Tula, gobernador intendente,
proclama la autonomía de la provincia de Catamarca. Entre aquella fecha y el 25
de mayo de 1854, fueron 18 los gobernadores propietarios; y 23 gobernadores
constitucionales entre los años 1856 y 1930. La nómina se complementa con
gobernadores provisorios, interinos, de facto, e intervenciones federales. En el
caso de Víctor Maubecín, éste gobierna desde 1863 hasta 1866. Véase la página
www.catamarcaguia.com.ar basada en una bibliografía referida a Catamarca.

96
jóvenes de los rancheríos aledaños, que eran gauchos y
campesinos según la ocasión; dado que a la cría de caballos
y ganado, se le sumaba alguna tarea agrícola. Era común en
las charlas de pulperías o fiestas familiares del lugar, tratar
sobre la novedad de la leva militar, y todos coincidían en
rechazarla. Nadie quería pelear en una guerra declarada
solo por porteños, y menos aún, aliado a los imperialistas
brasileros. ¿Qué razón tenían para dejar sus tierras, e irse a
pelear por capricho de un jefe unitario como Bartolomé
Mitre? Algunos comentaban el disgusto de los viejos y
retirados caudillos federales por la situación; confiaban con
que Urquiza retomaría el poder a favor de las provincias, y
que no solo dejaría esta guerra contra Paraguay, sino que se
sumaria a ella más bien en contra del Brasil.

En una de esas fiestas familiares a la que había asistido


Jesús, particularmente el casamiento de Flora Cruz y Javier
Carrizo, la gente alegre disfrutaba del asado a la cancana, y
bebía a su antojo el vinito casero preparado para la ocasión.
Pero hubo un momento de alta tensión, cuando uno de los
invitados increpó a otro diciéndole:

-¡Qué hace este alcahuete acá! ¡ya tus patrones nos van a
mandar agarrar seguro!
_________
*3 La “leva forzosa” y la “destinación” fueron formas de reclutamiento que
consistían en enviar al servicio de las armas, a hombres marginales, de vida
ociosa y/o condenados por la justicia: presos, revoltosos, soldados rebajados, y
hombres que no pudiesen demostrar oficio ni ocupación (mendigos, vagos y
mal entretenidos). El sistema de “enganche”, consistió en incorporar hombres
mediante un contrato entre gobierno y enganchado; que se asentaba en una
"papeleta" el puesto a cubrir, el salario mensual y el tiempo de prestación del
servicio. Ese contrato no contaba con la posibilidad de resolución, y si el
enganchado escapaba, era punible del delito de deserción. Véase el trabajo: Las
formas de reclutamiento en la Argentina del siglo XIX, de la Licenciada Fabiola
Serralunga (disponible en www.histarmar.com.ar).

97
Se trataba de Feliciano Vargas, hombre bravo que otrora
peleara junto a las montoneras del Chacho*5, que más de
una vez se enfrentaron a las tropas regulares de la Nación.
La bandera rojo federal, era igual a su sangre que estaba
dispuesto a dar en batalla. El hombre increpado se llamaba
Teodoro Aldana, uno de los alguaciles del pueblito de Belén.
Pero como en estos pagos, la gente no se esconde ni esquiva
la injuria, el agente le respondió así:

-¡Y qué hace este gaucho matrero*6 en medio de tanta


gente honrada! ¿No tenés que robar acaso por ahí?-.

En eso, Jesús buscó a su madre de inmediato entre los


invitados para llevársela; notaba en el ambiente una espesa
tensión, y sabía que estos gallos no pararían hasta hacer
valer su hombría a fuerza de cuchillazos. Su madre por otra
parte, estaba mal de salud, su buen semblante le había
abandonado desde que su esposo la dejara sola en el
mundo. En eso Vargas retrucó:

-¿Robo? Mejor dicho “quito”, a ladrones estancieros que se


adueñan de nuestras tierras por tretas usureras*7, o por
simple uso del azote de sus capataces. Yo camino al lado del
pueblo, no sobre su lomo como vos y tus patroncitos-.

-Espero que tu faca sea tan larga como tu lengua, y se haga


respetar afuera cuando te agarre a vos y a tus compinches
matreros-.
_________
*5 El Chacho Peñaloza, fue un caudillo federal de la Rioja, que luchó años contra
el gobierno centralista y unitario de Buenos Aires, que avasallaba la autonomía
y los intereses de las provincias del interior. Lo asesinaron el 12/11/1863.
*6 Gaucho matrero: es aquel que se dedica a robar el ganado ajeno.
*7 A través de préstamos dinerarios a altos intereses, por parte de banqueros
terratenientes, o comerciantes, a los campesinos pobres necesitados; quienes al
no poder devolverlos luego, tenían que responder con sus propias tierras.
98
-Para que ir afuera, si aquí es mejor; que vea la gente como
se carnea a un chancho como vos de una sola estocada-

En ese momento, Javier Carrizo pegó un grito a viva voz


diciendo:

-¡Nadie que no sea su dueño, derramara sangre en esta


casa! Y si los dos quieren derramarla, vayan afuera nomás.
Hoy me entrego de por vida a mi china, y no voy a permitir
la falta de respeto de arruinarle su fiesta-

Vargas entonces respondió:

-Como no soy crío ni criado para hacer mandados, por eso


no me voy rapidito afuera. Pido disculpa a los presentes,
pero quede claro que este pleito aún no terminó-.

Aldana agregó entonces:

- Tiene razón Carrizo, y hace muy bien en hacerse respetar.


Pero como dijo Vargas recién, el pleito no terminó-.

Ambos hombres al rato se marcharon de la casa; primero


el gaucho Vargas, y luego el sargento Aldana. Los dos se
dieron un momento para no toparse afuera y armar un lío,
por respeto a los recién casados. Pero juraron resolver su
pleito pronto, sino bien no ese día, otro próximo seguro.

Jesús en su rancho ayudaba a su madre a recostarse en el


catre, y notó que estaba afiebrada. Entonces rápido se fue al
pozo de agua a traerle un poco para refrescarla. Y le dijo al
volver:
-¿Qué pasa madre?, ¿se siente mal?-.

99
-Mi Jesús, mi Jesús, yo quería otra cosa para vos... Quería
verte decir la misa en ese idioma que llaman los doctores
latín*8. ¡Oh!, cuántas veces tu padre soñó con eso-.

-Pero no hay desgracia en mi suerte hoy, ¿por qué me dice


eso madre?-.

-Porque la habrá mi hijo, un gaucho nace para sufrir, pelear,


vengar, o morir. Vos tarde o temprano, vas a ser arrastrado
a ese baile infernal-.

-No hable así madrecita; no soy una mula que se arria así
nomás-.

-¿Ya viste lo que pasó en el casorio? la gente esta nerviosa,


muy pronto la sangre va a llegar al río, y ojalá estés en la
orilla correcta; porque no te dejarán ser neutral. Los pobres
nunca son neutrales; o son victimas o victimarios-.

-Pero siempre se puede ser libre de los otros. Además yo no


voy a pelear, ni por unos, ni por otros.-.
-Tu padre…, allí habla tu padre, orgulloso cree que puede
hacer lo que quiere-.

-¿Qué acaso debo pelear?-.

-No mi buen Jesús, solo temo a que te obliguen a hacerlo.


No naciste para traer muerte al mundo, sino para traer
amor-.

Jesús entonces bufando replicó:


_________
*8 Por casi 400 años, la liturgia católica había estado normada por lo que el
Concilio de Trento (1545-1563) había dictaminado. La Santa Misa se celebraba
exactamente igual en todas partes del mundo; y el Misal estaba en lengua latina,
y sus rúbricas estaban perfectamente establecidas.
100
-Madre, ¿por qué siempre insiste con que tengo una misión
en el mundo? El buen nombre que me puso, no tiene que
necesariamente marcar mi destino-.

-¡Claro que sí!, es cosa milagrosa que en el pueblo de Belén,


un 25 de diciembre, en un hogar de gente humilde como el
nuestro, tú tuvieras que nacer. Es una clara señal del cielo
para la gente del pueblo-.

-Pero yo no soy el Mesías- Respondió vehemente Jesús.

-No dije que lo fueras, dije que tu misión es traer amor,


salvación, y redención a las almas de estos lugares. Por eso
quisimos con tu padre hacerte cura-.

-Pero no lo fui, ni lo seré nunca parece; porque al irse mi


padre temprano, me dejó el deber de sostener este hogar-.

-Tal vez hoy hijo, tal vez hoy. Pero yo no estaré mañana, y
otros te necesitarán, ya verás-.

-Como sea madre, hoy tengo que cuidarla. Repose, hágame


el favor, que usted es la flor de cardón más linda de esta
tierra-.

Y así lo hizo la indiecita que fuera muy bella de joven, la


madre de Jesús de Belén.

Pasaron un par de meses, y pronto los reclutamientos


voluntarios se hicieron ahora efectivos. El gobierno local
había recurrido a procedimientos compulsivos: desde
poner guardias en las puertas de los templos y tomar a los
hombres que iban a misa; a exigir al vecindario auxilios de
hacienda y contribuciones forzosas para costear los gastos
de movilización (sin mencionar que los reclutados parecían
mendigos más que soldados). Además Maubecín, encargó
101
200 pares de grillos para el contingente de su provincia, y
evitar así la fuga de sus “supuestos voluntarios”.

En ese contexto, uno de los oficiales instructores llamado


José Aguayo, ordenó por su cuenta la aplicación de la pena
de azotes en perjuicio de varios reclutas, lo que le provocó
un proceso en el Juzgado Federal*9, que lo inhabilitó por
diez años para desempeñar oficios públicos. Esta sentencia
disgustó al gobernador Maubecín, quien negó jurisdicción
al magistrado para intervenir a propósito de los castigos
impuestos en el cuartel, a los reclutas revoltosos o poco
entusiastas.

De esta forma estaban las cosas en Catamarca, y en otras


provincias también*10; mucha gente no quería sumarse al
ejército de Mitre; no por cobardía, sino porque no sentían
que era una guerra suya. Los hombres de estas tierras, ya
estaban acostumbrados a combatir; jamás les tembló el
puso si había que ensillar caballo, empuñar cuchillo y lanza,
e irse tras la huella de un valiente caudillo en montonera.

Transcurría el mes de octubre de 1865, cuando el tiempo


de instrucción de los reclutas llegó a su término; pero el
batallón catamarqueño que se formó y tomó por nombre
“Libertad”, se sublevó justo antes de partir en misión. Sus
reclutas cansados de tantas privaciones y castigos, además
de lo injusto de alejarse de su tierra natal para pelear una
guerra ajena, se amotinaron con el propósito de desertar.
_________
*9 El juez federal Filemón Posse, dio testimonio de lo que pasaba en Catamarca,
y explicaba al ministro de justicia nacional Eduardo Costa, los procedimientos
compulsivos a los que había recurrido el gobierno de Maubecín. Además, fue él
quien falló contra Aguayo, causando el disgusto del gobernador. Fuente: José
María Rosas. La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas, 1964.
*10 Las tropas de Córdoba y Salta se sublevaron en Rosario. Hubo rebeliones,
amotinamientos o levantamientos en Catamarca, San Luis, San Juan, y Mendoza;
sin contar el desbande de los contingentes del Litoral (Corrientes y Entre Ríos).
102
Soldados paraguayos prisioneros y en un campamento.

Grupo de Oficiales argentinos y el general Mitre junto al mariscal Solano López

Heridos de la guerra genocida.


103
Sin embargo, esta revuelta ocasionada por unos veinte
reclutas, fue sofocada por la respuesta enérgica de jefes y
oficiales que reprimieron el motín con éxito. Se formó un
tribunal militar rápidamente, que encontró culpables a los
sublevados del delito de amotinamiento y deserción; y a
tres de sus cabecillas, les ordenaron participar de un juego
macabro de tirar unos dados, para ver quien de ellos saldría
sorteado para su ejecución*11; quedando los otros dos,
destinados a servir por cuatro años más en las tropas de
línea. Los demás acusados, 18 en total, recibieron condenas
menores que variaban entre tres años de servicio militar, y
marchar presos con el contingente hacia el Paraguay.

Eran las 8 de la mañana, y estaba fresco todavía, porque en


la precordillera las mañanitas suelen ser fresquitas. Los
cabecillas de la revuelta que habían sido destinados para el
sorteo, fueron puestos frente sí. El oficial Aguayo les dijo de
manera burlista -el que saque el número más bajo, se va pa’
abajo-. Los reos Juan Lazarte, Pedro Arcadé y Javier Carrizo,
habían sido puestos de rodillas, mientras esperaban recibir
esas miserables órdenes. De pronto, Carrizo se adelantó a
los otros diciendo:

-No voy a dejar que este tonto disfrute tanto el espectáculo.


A ver, pásenme dados y vaso, y que sea lo que Dios quiera-.

Tira el vaso, y de allí salen dos dados con tres puntitos en


una cara, y uno en otra. Había sacado un cuatro. Javier hace
un desdén de “qué se le va hacer”, y ya no se arrodilla; se
queda parado esperando el turno de sus compañeros.
_________
*11 Esta parte del texto, extrae y adapta parte de su contenido, de: La Pena de
Muerte por Sorteo en Catamarca de Raúl Bazán, de la Revista Todo es Historia –
Año 1, Nº 1, Mayo de 1967

104
Aguayo entonces le dijo:

-Quédate paradito si querés, que después echadito vas a


estar nomás-.

-Y sí… por suerte es la última vez que veré tu cara de perro


tuerto- Respondió desafiante Javier.

En eso Aguayo se lanza sobre el amotinado, pero los otros


oficiales que estaban allí lo detienen, apercibiéndole de que
se callara hasta que terminase el asunto. Ahí nomás le dicen
a Lazarte que tirase los dados, pero este se encogió de
hombros, y no atinó a moverse de donde estaba; el miedo lo
había paralizado. Entonces otro oficial le ordenó:

-¡Tire los dados recluta!-.

Lazarte hablando casi entre labios, respondió:

-Mierda que da miedo la muerte cuando se la piensa tanto.


Más fácil es cabalgar cuesta abajo con lanza en punta, y
esperar que otro te clave la suya primero; que esto…

Agarra entonces el vaso, y saca un suertudo siete. Su cara


refleja el rostro de un hombre fastidiado, por el momento
agrio que recién le hicieron pasar. Si había felicidad, lejos
estaba de ese pequeño recinto.

Y finalmente, Pedro Arcadé tomó el vaso, y sin mediar


palabra alguna sacó un cinco. Y mirando a Aguayo, le dijo:

-Qué lindo será ver al enemigo cara a cara en el frente de


batalla, dudo que pueda sonreír cuando lo destripe-. Eso sin
duda era una amenaza, esta afrenta se la iban a cobrar.

105
Luego, los sublevados agarran fuerte los brazos de Javier
Carrizo como abrazándolo, pero este los frena diciendo:

-Hermanos, espero que no nos veamos pronto; y cuídense


allá, vivan lo suficiente para contar lo que paso acá-.

Antes de ser ejecutado, los oficiales trasladaron a Carrizo a


una celdilla para que sea confesado primero. En eso entra
un cura, hace la señal de la cruz, y le dijo al verlo:

-Hijo mío, dime tus pecados para que pueda absolverte, y


así prepararte el camino para tu encuentro con Jesús-.

Carrizo en ese mismo instante, al escuchar ese nombre,


piensa en su joven amigo Jesús Salvador Reyes; y dejando
de lado la confesión, le contestó al cura:

-Padre tengo poco tiempo, así que escuche atento lo que le


voy a decir por favor: primero me arrepiento de todos mis
pecados, que son los pecados de un hombre común, y no de
uno malvado. Y segundo, quiero que encuentre a mi amigo
Jesús Reyes del pueblo de Belén, y dígale que se haga cargo
de mi esposa, que prefiero que sea él quien la despose de
nuevo, y no otro sin vergüenza, que seguro sacará provecho
de mi hacienda-.

-Hijo, que cosas me pides… ¿cómo voy a meterme en esos


asuntos mundanos?-.

-Le digo esto, porque sé que Jesús es un hombre de buen


corazón, que velará por mi madre y mis hermanos más
pequeños con los bienes de la hacienda. Nadie mejor que él
para cuidarlos; y sé que se servirá en lo justo en lo que le
corresponde-.

-No puedo hacer eso, ¡es inaudito!-.


106
-Padre, quiero morir en paz, sino mi alma atormentada por
la intranquilidad, asolará su celdilla hasta la eternidad-.

-Bueno, bueno, hijo mío; si la cosa viene por ahí…-. El padre


miedoso, se olvida del favor mundano por un momento,
porque desea evitarse el acoso de la almita en pena-. Luego
le dijo:

-Te absuelvo de todos tus pecados- y haciendo la señal de la


cruz, dice susurrando: -Padre, Hijo, y Espíritu Santo, Amén.
Ya veré cómo me comunico con tu amigo-.

En el pueblo de Belén, consternados recibieron la noticia


de la ejecución de Javier Carrizo, y estaban muy indignados.
Ya una vez, la parte mas humilde del pueblo, se unió antes a
las montoneras del riojano Severo Chumbita en contra de
los collarejos*12. El cura que había confesado al difunto,
estaba en el pueblo buscando a un tal Jesús Reyes. Cuando
lo encontró, observó a un joven alto y delgado, con un aura
de bondad en su mirada. Su ropa de telas anchas, se
asemejaba a la que usaba el nazareno hacía mil años atrás.
El padre entonces lo interpeló contándole sobre su encargo,
y recibió por respuesta lo siguiente:

-No puedo tomar por mujer a la viuda, pero si puedo velar


por los intereses de esa hacienda si es su voluntad. Muchos
hombres fueron reclutados, y algunos por dinero o mejor
posición, se quedaron acá. Yo fui eximido por mi edad, pero
_________
*12 Severo Chumbita (nieto del cacique), fue uno de los jefes de las milicias de
La Rioja en las guerras civiles de la década de 1860. Combatió junto al Chacho
Peñaloza y Felipe Varela en defensa de la causa federal, y por detener la guerra
contra el Paraguay. Tenía gran influencia tanto en la Rioja como en Catamarca.
Fuente: Revista Todo es Historia Nº 541, agosto de 2012.
Collarejo viene de collar de adorno. Se utilizaba esta palabra para designar a los
doctores o ricos bien adornados, que venían o gobernaban como quería Bs As.
107
pronto a las armas me llamarán-.

-Bueno, yo cumplí con venir a decirte eso nomás-.

-Lo raro de esto, es que si me llevan a mi, ¿quién velará por


mi madre?-. Dijo Jesús.

El cura le respondió -hijo mío, la Patria los necesita-.

-¿Para matar a quien? Yo no voy a matar a nadie, ni me


obligarán a hacerlo-.

-Pero te condenarán y ejecutarán como amotinado, como


un desertor, ¿prefieres eso?-

-Por supuesto que nadie quiere morir así, pero sino queda
otra…Prefiero morir inocente, que culpable de la muerte de
otro semejante-.

El cura, moviendo la cabeza en señal de negación, dijo muy


bajo para sí:

-En este pueblo la vida no vale nada parece-.

Pero Jesús lo escuchó, y le contestó al momento:

-Porque vale mucho, nos resistimos a regalarla o quitarla


por nada-.

-Baahhh-, dijo el cura marchándose de inmediato.

Para el año 1866, ya había en la gobernación otro hombre


distinto a Maubecin, quien fuera depuesto por otro golpe de
estado local. Melitón Córdoba era el nuevo gobernador, y
comandante de armas del lugar; y al igual que su antecesor,
en consonancia con las directivas de Buenos Aires, continuó
practicando exacciones, levas forzosas, y castigos a los que
108
se negasen a colaborar en la Guerra contra el Paraguay. Por
entonces también, el descontento popular era muy grande,
y los caudillos estaban brotando de nuevo desde lo más
profundo de la tierra federal catamarqueña.

La Guerra lanzada por Mitre, haciendo causa común con el


Imperio brasileño contra el Paraguay, era impopular en el
interior, y los contingentes de voluntarios se sublevaban en
casi todas las provincias. En La Rioja, Aurelio Zalazar formó
una montonera liberando dos piquetes de reclutas. En
noviembre de 1866, la "revolución de los colorados" (del
partido federal) tomó el poder en Cuyo, encabezada por
Carlos Rodríguez en Mendoza; Juan y Felipe Saá en San
Luis; y el general Juan Videla en San Juan. Estaban hartos de
Mitre, de su intromisión en los gobiernos provinciales, y de
su guerra genocida contra el hermano pueblo paraguayo.
Esperaban un movimiento similar en Córdoba, e incluso en
Entre Ríos; todos creían que Urquiza finalmente pararía a
Mitre, y reorganizaría al país federalmente como lo hiciera
alguna vez (pero esto nunca pasaría, porque sus negocios
siempre fueron su prioridad*13).

Fue así que la sublevación llegó finalmente a Catamarca.


Desde el Departamento de Pomán*14, se vivan los nombre
de dos caudillos muy queridos por la gente, el de Felipe
Varela*15, y el de Severo Chumbita. Pronto el fuego de la
rebelión incendiaría toda la región.
_________
*13 Urquiza era un gran empresario ganadero (vacas y caballos), que proveyó
tanto al ejército argentino como al brasilero durante la guerra. Ésta le convino
económicamente, e incluso forzó a sus antiguos leales hombres a marchar junto
a su antiguo rival Mitre, ordenando fusilamientos a los que desertaban. Algunos
caudillos federales no olvidaron esta traición, y fue la principal razón por la que
lo asesinaron después, el 11 de abril de 1870, en el palacio de San José en Entre
Ríos. Para mayor información, véase La Guerra del Paraguay - La Defección de
Urquiza (Disponible en: www.lagazeta.com.ar).
109
Nuevamente en el pueblo de Belén se realizaría una leva
militar. En esta ocasión, Jesús Salvador Reyes fue reclutado
con el resto de los jóvenes humildes de su edad. Pero desde
el inicio de la instrucción, Jesús se negó a ser entrenado
para matar; y esto le valió un encierro constante, muchos
azotes, y varios ayunos forzados. Prácticamente era una
ejecución lenta lo que hacían con él. Todos sus compañeros
con cada flagelo que recibía Jesús, más alimentaban su
rencor, y al punto reventaron en un grito de furia común,
uniéndose así al movimiento rebelde de Pomán. Nacen así,
“Los Beliches”, la montonera gauchesca de Belén.

Cuando los rebeldes fueron a sacar a Jesús de su celda de


castigo, lo que sacaron de allí, fue lo que quedaba de un
hombre que había sido martirizado. Así y todo lo llevaron
hasta su hacienda; allí su santa madre se desgarra de dolor,
al ver a su único y amado hijo tan desfigurado. Le lavó las
_________
*14 En Pomán, se distingue un montonero que tiene un apellido de alcurnia,
Juan Francisco de Nieva y Castilla, que se unió a la causa federal junto a Severo
Chumbita y Felipe Varela. Participó de la victoria de Tinogasta y de la derrota
de Pozo de Vargas. Lo último que se supo de él, es que el 5 de abril de 1869
quedó detenido en Catamarca, no sabiéndose luego si lo mataron en la prisión o
escapara de allí. Para mayor información, véase la pág.: jovenesrevisionistas.org
*15 Felipe Varela, nació en el pueblo de Huaycama en 1819, en el departamento
de Valle Viejo, provincia de Catamarca. Luchó en la Coalición del Norte contra
Rosas, a las órdenes del Chacho Peñaloza; pero vencida la resistencia norteña
se refugió en Chile. En 1855 regresó al país, y de vuelta a las órdenes del
Chacho (quien estaba enfrentado con Mitre), sublevó a las montoneras de la
Rioja y Catamarca. Pero el Chacho y él son vencidos en la Batalla de las Playas el
26/03/1863; y tras la muerte de su líder, Varela regresaría a Chile. Otra vez
retornó al país creyendo que Urquiza pararía a Mitre, y evitaría la guerra contra
el Paraguay, pero luego constataría que no seria así. Vuelve a Chile, y regresó
para comandar la última revuelta federal en el interior, triunfado en Tinogasta,
pero fue vencido en Pozo de Vargas por el General Taboada el 4/03/1867. De
allí en más, su sueño de La Unión Americana entre los países del sur, se
derrumbaría; y tras hacer su derrotero por Salta, Jujuy, y Bolivia, muere en
Chile el 4/06/1870. Ver: Felipe Varela, Su Historia de Raúl Bazán y otros, 1975;
Felipe Varela de Félix Luna, 2000; o Felipe Varela de Turone Gabriel, 2007.
110
Felipe Varela con sus oficiales, y luego con una proclama de unidad
sudamericana.

El Chacho Peñaloza, jefe de montonera de la que participaba Varela, y un


gaucho federal de la época (Carlos Ángel, caudillo federal riojano).

111
heridas, lo recostó en su lecho, y empezó a rezar por su
pronta recuperación. Todas las mujeres del pueblito de
Belén, acompañaban a la madre de Jesús en su tarea; creían
que la fuerza de las oraciones, podían resucitarlo de nuevo.

Los beliches mientras tanto, pasaron a degüello a todos los


que fueron parte de la opresión que sufrieron; la sed de
venganza había enloquecido a los hombres de Belén. Luego
de la siniestra tarea, se fueron cabalgando a reunirse con
las tropas rebeldes de Chumbita y Estanislao Medina (este
último mandado por Felipe Varela), para sublevarse en
contra del gobierno provincial, al que acusaban de estar
bajo la nefasta influencia de Buenos Aires.

Mientras tanto, Melitón Córdoba se había atrincherado en


el pueblo de Tinogasta, en la espera de la embestida de los
gauchos rebeldes. Por instancia de Chumbita, Estanislao
Medina resolvió atacar. El primero avanzó en la vanguardia,
y llegó a aquella villa un lunes de carnaval. Melitón tenía
más de 500 soldados que habían estado chayando*16 y
bebiendo de más. Medina lo invitó a batallar en campo
abierto, para evitar daños colaterales a la gente inocente
del pueblo, sin embargo, nunca logró una respuesta oficial.
Pasado el mediodía, la montonera rebelde marchó a tropel
sobre las barricadas montadas al efecto. Tras duros e
intensos combates, tomaron la plaza, pasando sobre el
cadáver de Melitón, quien recibiera un tiro que le partiera
la cabeza. A Luis Quiroga, uno de los principales oficiales
del comandante muerto, los montoneros “beliches” lo
_________
*16 La chaya es una celebración popular de origen diaguita, colectiva y agraria,
cuya finalidad inicial era dar gracias a la tierra (Pachamama) por los frutos de
la cosecha, que se hacía terminando el verano. Luego por la proximidad de las
fechas, se fusionaría con el carnaval traído por los españoles. En la fiesta de la
chaya, la gente se tira harina y agua; y bebe y baila alegremente por las calles.
112
pillaron huyendo y lo remitieron a Medina, quien ordenó
ahí mismo su fusilamiento. Los cadáveres de ambos jefes
fueron arrastrados a la cincha y sepultados en un médano.

El conflicto en la provincia estaba en su pico máximo. Los


rebeldes se sumaron a los planes de Felipe Varela, quien
desea ansioso una revolución de la Unión Americana*17,
para detener la guerra contra el Paraguay, y producir un
cambio político en los países del Plata.

A todo esto, Jesús todavía padecía una lenta recuperación.


Su madre apresuró su muerte con el dolor que contrajo al
ver a su hijo sufriendo, y pronto ella también cayó enferma.
Las mujeres de Belén entonces cuidaron de los dos, pero no
pudieron con la madre de Jesús. Su hijo nunca se enteró de
la muerte repentina de su madre, porque le ocultaron la
noticia para evitarle que empeorara su situación. Pasaron
unos cuantos meses, y Jesús finalmente se recuperó; pero el
panorama que encontró alrededor suyo fue desolador.

Los beliches en su euforia rebelde, siguieron bravos a


Felipe Varela hasta el final de su epopeya americanista;
pero en Pozo de Vargas fueron la mayoría aniquilados, el
Comandante santiagueño Taboada los había barrido en una
durísima batalla. El destino de muchos de esos montoneros
federales fue el exilio, o la muerte en una ejecución; y los
pocos que sobrevivieron, después de una larga prisión,
murieron lentamente en la más absoluta miseria. Buenos
Aires no perdonaría jamás tamaña osadía, Mitre tenía en
hombres como Domingo Sarmiento, Antonino Taboada , y
Octaviano Navarro, los encargados de aniquilar la llamada
_________
*17 El sueño de Felipe Varela y de otros americanistas, era unir en una Patria
Grande, los países de la América del Sur; conociendo el peligro y las ambiciones
europeas y norteamericanas, sobre este sagrado suelo americano.
113
barbarie del interior*18

Mientras tanto en Belén, Jesús Salvador Reyes al quedarse


sin su madre, donó la hacienda para esas familias que
quedaron en la indigencia por lo acontecido, y se consagró
de lleno a la vida sacerdotal. Siguiendo los anhelos de sus
padres, se convertiría en cura, y justamente fue párroco del
pueblo de Belén. Allí estaba ahora su misión. Muchos hijos
de ese pueblo habían muerto durante estos sucesos, ya sea
en el polvo seco y colorado de una batalla local, ya sea en
los fangales de los esteros paraguayos. De los 350 soldados
que salieron del Valle de Catamarca, el 6 de noviembre de
1865, solo regresarían 115 al cabo de 5 años. Jesús tomó
como misión personal entonces, reconfortar y consolar a
las madres y viudas de Belén, y a cuidar de sus humildes
intereses de hacienda, frente a la codicia de los miserables
terratenientes que querían aprovecharse de la situación,
para acrecentar más aún sus tierras todavía. Erase así una
vez, en el tiempo de Jesús de Belén...

_________
*18 La idea de barbarie, especialmente para alguien como Domingo Sarmiento,
la representaban los gauchos y caudillos del interior, a los que se los acusaba de
ser gente rustica; anárquicos; faltos de la mejor educación y costumbres; gente
que quiere vivir en el pasado, y que no desea progresar bajo la luz del libre
comercio; es decir en resumen, gente indeseable a la que habría que erradicar
de este territorio para siempre, y suplantarlos por gente traída desde Europea.
Pero esos gauchos tenían sus valores y principios, amaban sus tierras y sus
tradiciones, reivindicaban lo propio sobre lo extranjero; no eran bárbaros como
decía Sarmiento, eran los hijos pobres, valientes y rebeldes de estos pagos, que
lucharon frente a la opresión de los ricos de siempre, en los albores de la nación
argentina que comenzaba a nacer.
114
EL UTURUNKO

Víctor Guerra era un joven afro descendiente, que un día


decidió irse de su pueblo natal de San Félix*1, del Depto. de
Giménez, provincia de Santiago del Estero, cuando recién
tenia unos diecisiete años de edad. Para ese entonces, ya
era un joven robusto, de carácter muy fuerte, que le gustaba
la timba, la música y los amoríos livianos. Por problemas de
deudas y romances prohibidos, se fue de San Félix en busca
de nuevos horizontes y forjarse un destino propio, ya que la
mayoría de sus hermanos y primos, vivían en las tierras
que fueron donadas por la rica familia terrateniente de los
Frías, como una forma ambigua de agradecimiento por el
trabajo esclavo de sus antepasados; como también para
sacarle provecho a la producción de dichas tierras, que
justo estaban en medio de las suyas. La cuestión era que
Víctor era un mulato rebelde, y no le gustaba mucho la idea
que le recordasen que era descendiente de esclavos
venidos luego a libertos. Fue así que hacha en mano, se
dirigió hacia los distintos departamentos de la provincia, en
donde se talaban los quebrachos para los durmientes de los
trenes. Corría por entonces 1939 cuando esto aconteció, y
Víctor era una persona que vivía siempre al día; plata que
tenía en sus manos, se la gastaba en noches largas de
guitarreadas, naipes, y mujeres que no mezquinaban el
amor a nadie por unos pesos. Él aprendió este tipo de vida
de su padre, un hombre anochecido que vivió a los tumbos;
_________
*1 San Félix, es el único pueblo del país en el que todos sus habitantes son afros
descendientes. Aunque la sexta generación de los Guerra tiene la piel más clara,
se les ve en el rostro la marca del mestizaje de más de cien años, Se llama así el
poblado, en honor al hombre que enamoró a Felipa Guerra (la matrona de este
linaje de afro descendientes); el alto, fornido rubio capitán de montoneras Félix
Alderete. Ver artículo: Afro Americanas ¿Un Quilombo en Santiago del Estero?
Disponible en: alejandrofrigerio.blogspot.com

115
y por eso, del mal ejemplo, se acostumbró a lo mismo. Por
eso vivió como alguien sin raíces, deambulando de aquí por
allá; saliendo siempre a flote por su gran capacidad de
sobrevivencia. En cierta ocasión, en un tugurio de mala
muerte ubicado al sur de la provincia, se topó con un rival
semejante. Estaba jugando a las cartas, y Víctor cansado de
perder toda la noche, con el también hachero y timbero
Rodrigo Peñaloza, le dijo irónicamente:

-Es difícil descubrir a un sinvergüenza haciendo trampa,


pero siempre su codicia lo delata-

Rodrigo le contestó:

-Hablá en criollo y se más directo; hablar con vueltas es de


charlatanes y miedosos-.

Víctor se levantó erguido como gallo que entra al gallinero,


y le replicó:

-Digo que cómo puede ser que entres a todas las manos, con
buenas o malas cartas, como si supieras que siempre vas a
ganar. O sos muy bruto, o sos un tramposo.

-Ninguna de esas prendas me queda bien, pero como no


esquivo el embiste de un ternerito, vamos afuera ya mismo
a sacarnos las dudas-

-¡Vamos que mierda! Dijo Víctor Guerra en total acuerdo.

Afuera los hombres se dieron durísimos puñetazos, y sino


sacaron sus cuchillos, fue porque querían medir sus fuerzas
y coraje a mano limpia. Víctor llevaba las de ganar, siendo
más joven y rápido, sabía como esquivar los golpes que le
lanzaba Peñaloza; pero en un momento de la contienda, el
mozo se descuidó por la llegada al lugar de una prostituta
116
llamada Clarita, y recibió una trompada que lo durmió por
completo. Ahí mismo se terminó la pelea, y todos se rieron
del joven desprevenido Víctor Guerra. Hasta el mismo
Peñaloza lo sentó a un lado, para que durmiera tranquilo.

Cuando Víctor despertó, vio que estaba a su lado la joven


Clarita, hija de un español que vino a estas tierras como
colono, pero que murió tempranamente por una fiebre
amarilla*2 (contraída en estos calurosos pagos chaqueños).
Entonces entre la necesidad y la urgencia, para ganarse el
pan de cada día para ella y su familia desamparada, tuvo
Clarita que vender sus besos y caricias a los hacheros del
lugar. Blanca como el algodón, y de cabellos dorados como
espigas de trigo, era la criatura más bella del universo para
el vigoroso Víctor Guerra. El morocho gastaba casi todo lo
que ganaba para estar un momentito con ella. Por su parte,
ella le tomó también algo de cariño, la bravura del mulato le
atraía un montón. Además de ser fuerte, Víctor Guerra era
muy bien parecido; alto y con los mejores atributos de su
linaje, era muy codiciado entre las meretrices de la región.
Cuando despertó, ella le dijo:

-Por poco te matan negrito, ¿no podes evitar una pelea


acaso?-.

-Cuando no las busco, ellas me buscan a mí…jajaja Ayyy…-.


Respondió él.
_________
*2 La fiebre amarilla viral, se transmite por la picadura de un tipo de mosquito,
que previamente ha picado a una persona enferma, y de esa forma se contagia.
Los síntomas iniciales pueden ser similares a los de una gripe, e incluir fiebre,
dolor de cabeza, vómito y dolores musculares. A medida que la enfermedad
progresa, sangran las encías y la orina también contiene sangre. El paciente
puede también sufrir ictericia (coloración amarilla de la piel). Fiebre Amarilla -
Ministerio de Salud. Disponible en: www.msal.gov.ar. Muchos de los colonos
europeos venidos al país a trabajar en el campo, contrajeron este tipo de males.
117
-Pero no vas a durar mucho así; si este hombre no te mató,
es porque sabe que eres un hachero como él. De haber sido
un matón, a cuchillazos te hubiera ultimado-.

-Verdad es, pero ¿de qué vale vivir sino puedo tenerte?-.

-Vaaaa, otra vez el mismo atarantado, yo no soy mujer de


un solo hombre, ni menos de un mozuelo como vos ¿acaso
no entiendes?-.

-Entonces jugaré con la muerte hasta que ella se canse de


jugar conmigo-.

Ella ríe coqueta y lo deja ahí sentado, limpiándole antes los


labios que estaban cortados por el puñetazo de campeón
que le diera el gigante Peñaloza. Luego le dijo: “bueno me
voy, tengo que seguir trabajando”.

-¿Puedo estar con vos?-. Le dice a ella como rogándole.

-¿Tenés plata?-.

-No, pero te pago la semana que viene-.

-Entonces vení la semana que viene jajajaja, y se metió en el


garito sonriendo muy alegremente-.

Pasaron unos meses, cuando el muchacho otra vez tendría


dificultades por bravucón, pero jamás mal intencionado;
solo en el amor era muy tramposo. Un día volviendo del
bosque, y habiendo soportado toda la mañana unos 45º a la
sombra, regresó al campamento de la empresa forestal que
lo había contratado. Cuando fue a cobrar su quincena*3, el
encargado de la despensa y administrador, Rubén Aguirre,
le dijo que su deuda era mayor a su crédito*4, y que esa

118
semana no había nada para él. Entonces irritado, el joven le
contestó:

-Mira alcahuete de mostrador, me pagas mi parte, porque


sino te la saco a trompadas ¿Cómo puede ser que trabaje
tanto y deba aún?-.

Rubén Aguirre le respondió:

-¿Que pensás que la mercadería es barata? Mira vos a este


negrito de mierda, quién se cree que es.

No termino de decir esto último el encargado, cuando una


trompada le rompió toda la nariz. En eso entonces, uno de
sus ayudantes salió corriendo a pedir ayuda a los capataces,
que rápido llegaron y apalearon a Víctor hasta desmayarlo.

Luego esos mismos capataces lo trasladaron a la comisaria


del pueblo de Sumampa, La osadía de este obrador no tenía
nombre para los patrones. Estuvo encerrado casi un mes, y
la bronca que nacía en el corazón de Víctor Guerra iba en
aumento. Pero se calló igual, y aguantó el maltrato para
seguir adelante con su vida. La plata era importante para él,
era el único modo de ver a Clarita después. Pasaron un par
de meses, y Víctor rotaba entre distintos lugares trabajando
_________
*3 El peón cuando cobra por día, se le dice jornal; si cobra a las dos semanas,
quincena; y si cobra al mes, sueldo mensual. Antes de la sanción del Estatuto del
Peón Rural, por decreto 28.169, el 8 de octubre de 1944 (a instancias de Perón
en la Secretaría de Trabajo), los peones eran avasallados en sus derechos, y
explotados tanto en horas de trabajo, como en su paga miserable.
*4 "A cada obrero se le da una libreta en la proveeduría, establecimiento
explotador de los mismos dueños del obraje...en donde lo que vale 10, hay veces
que vale 20 y hasta 30 y 40... La mayoría de los peones debe tanto que se ven
obligado a abandonar…puesto que el peón que debe al obrajero, es como un
esclavo, que está obligado a trabajar hasta que cubra la deuda que cada día se
hace más grande" Fuente: Di Lullo, Orestes (1937) "El bosque sin leyenda".
Ensayo económico y social. Primera Edición, Santiago del Estero.
119
como hachero, sobre todos en los departamentos del sur de
la provincia (que eran zonas nuevas de desforestación, ya
que desde iniciado el siglo XX, se venía haciendo eso en la
provincia*5). Se talaban arboles como el quebracho blanco
y colorado, el algarrobo, o el guayacán; y se utilizaban sus
maderas para los durmientes del tren, para los postes, las
vigas, el carbón, o la simple leña. Se produjo así entonces
una tala indiscriminada de los bosques de Santiago, que
otrora poderosos reinaban en gran parte de su territorio.
Mientras Víctor hacia todo esto, juntaba su platita para en
algún momento volverse a buscar a Clarita, y sacarla de esa
mala vida para que sea solo suya. Estaba muy enamorado,
quería casarse con ella e irse lejos de allí, para rehacer una
vida que ambos sufrieran mucho desde temprano. Pero así
y todo, Víctor se concentró en llevar adelante su objetivo:
quería formar una familia propia, algo que nunca había
tenido ni conocido jamás. Lamentablemente alguien en el
cielo, en el infierno, o donde sea, no quiso que eso sucediese
así; muchos pecados arrastraban estos jóvenes parece, y no
merecían por lo visto tener un final feliz. Era el mes de
febrero, y Víctor venía contento hacia el pueblo en donde
estaba el burdel en el que trabajaba su gran amor Clarita.
Allí estaba su blanca y rubia compañera de tantas noches de
placer; pero se desayunó amargamente con una noticia que
no esperaba, y que escuchara de boca de un viejo borracho
que hacia de recadero para los dueños del garito, quien al
verlo le dijo:
_________
*5 La construcción de miles de kilómetros de vías férreas impulsaron el proceso
de la tala indiscriminada de los quebrachales santiagueños con la finalidad de
transformarlos en durmientes. Entre 1906 y 1915 Santiago del Estero produjo
20.700.000 durmientes, con los que se construyeron 1.600 kilómetros de vías
férreas. Fuente: Aparicio, Susana (1986) "El proceso de modernización
agropecuaria en Santiago del estero". Tesis de Maestría. FLACSO.

120
Quebrachos colorados y blancos. Pila de troncos de quebrachos.

Mucha de la madera extraída, sirvió para hacer los durmientes del ferrocarril.

Obreros de la Forestal, y sus fábricas de tanino en el territorio del Gran Chaco


Argentino (que comprende varias provincias, entre ellas, Santiago del Estero).

121
-No son buenas las cosas que tengo para contarte, mi joven
amigo moreno-.

- No me digas que la policía me busca otra vez, ¿justo ahora


que no hice nada?, te lo juro por Dios mi viejo amigo-. Le
replicó Víctor con una sonrisa picarona.

-No son esas las malas que tengo para decirte. Primero
quiero que te sientes aquí en este tronco cortado; es algo
que te dolerá hijo mío-.

Víctor enojado por la intriga, le dijo impaciente:

-¡Pues habla carajo!, ¿Qué podría dolerme?-.

-Clarita mi negro, Clarita esta muerta…

Víctor puso su rostro tieso como la madera que corta a


veces con tanto esfuerzo en lo profundo del monte; y por
primera vez en su vida, sus ojos estaban llenos de lágrimas;
que muy pocas veces lograra soltar alguna vez. Y pregunta
con voz cortada:

-¿Qué pasó?-.

-Unos capataces de La Forestal*6, vinieron la otra noche a


buscar, lo que muchos quieren después de cobrar su paga; y
estaban tan borrachos, que uno de ellos la mató en su
perversión desenfrenada. Luego la tiraron a la acequia de
_________
*6 The Forestal Land, Timber and Railways Company Limited. Esta empresa de
origen inglés, pero además con capitales franceses y alemanes, fue iniciada en
1872, a raíz de un empréstito que la provincia de Santa Fe obtuvo de la
empresa Murrieta en Londres. Esta firma llevó a la desastrosa explotación de
1.500.000 hectáreas de quebrachales en el Chaco Austral (norte de Santa Fe,
sur del Chaco, y noreste de Santiago del Estero). La empresa exportaba postes,
durmientes, rollizos, y luego tanino; además de tener su propia policía, moneda,
pueblos y trenes. Ver: La Forestal. Disponible en: www.lagazeta.com.ar

122
enfrente, para que pareciera que ella se hubiera caído allí, y
golpeado con una roca que la matara después-.

-¿Y tú como sabes esto?-

-Porque yo los vi-.

-¿Y no hiciste nada?- Poniendo Víctor sus ojos al rojo vivo


de furia.

-¿Qué quieres que hiciera? Solo soy un viejo borracho y


cobarde, que no hice nada para que no me lastimaran a mí
también. ¡Mírame! Apenas puedo caminar…

Víctor caminaba rebuznando de aquí para allá; no sabía


cómo seguir la conversación; y de pronto, el viejo le vuelve
a decir:

-Hay algo más-.

-¿Qué cosa?-

-Dijo tu nombre cuando la mataron, se acordó de ti la


pobrecita en el peor y ultimo momento que vivió en este
podrido mundo-.

En ese instante, Víctor Guerra, duro y oscuro como la


madera más dura de quina que se pueda encontrar; se
quebró totalmente, derrumbándose como peso muerto
sobre el suelo; rasgando la tierra como si quisiera que le
devolviesen a su amor desde las profundidades. El viejo
entonces trató de pararlo, diciéndole nuevamente:

-Estoy dispuesto a declarar todo a la policía, pero si tú me


ayudas con esto. No sería difícil para ellos matarme de solo
un tincazo; no temo mi muerte ahora, temo que no se haga

123
justicia por la pobrecita. Sino tuve valor una vez, fue por mi
instinto de borracho de burlar una vez más a la muerte.
Pero ahora estoy sobrio, y cuenta conmigo moreno-.

Víctor se quedó en silencio, sus ojos se oscurecieron como


la tormenta mas terrible que pudiera sobrevenir. Miró al
suelo, y le dijo al viejo:

-No digas nada ahora, deja todo como está-.

-¿No vas hacer nada tampoco?-.

-¿Cómo crees que no?, la sangre llama a la sangre, pero lo


haré a mi manera-.

El viejo preocupado por la suerte de su moreno preferido,


le dijo:

-¿Quieres que te ayude de alguna manera?-.

-Solo señálame quienes fueron los asesinos y cómplices-.

-No son de estos pagos, parece que son de Tucumán o Santa


Fe creo. No los conozco. Pero si sé en dónde trabajan-.

-Entonces vamos ahora-.

-¿Así nomas? ¿No vas a planear ni preparar nada?-.

-No, si lo pienso mucho me puedo acobardar. Mi bronca


esta deseosa de cortar de raíz a estos desgraciados de la
tierra. Si mi Clarita fue una oveja perdida, era la única razón
que tenía para sonreír. Ellos me la quitaron, ¡ellos pagarán!

En eso el viejo y el joven moreno se encaminaron hacia la


empresa extranjera que estaba a cargo de la deforestación;
y el primero desde unas malezas, le señaló a Víctor los tres
124
capataces que viera esa noche fatídica. Entonces el joven le
dijo: “bueno mi amigo, ya saldaste tu deuda con esa almita.
Ahora vete, vete porque aquí una bestia atacará, y nadie
querrá verla cazar de cerca...Vete en serio…”.

-Suerte moreno, suerte…nos vemos en el cielo o en el


infierno, pero con una grapa en la mano seguro-.

Y diciendo esto, se fue sigiloso del lugar. Víctor entonces


esperó unos minutos, sacó luego su puñal, y derechito se
fue hacia el capataz que había ahorcado a su amada Clarita,
y sin mediar “pero” ni “nada”, lo apuñaló desde atrás en el
pecho, cayendo aquél al instante muerto. Un peón que
estaba cerca viendo lo que estaba sucediendo, pegó el grito
de alerta a todos; pero ya Víctor como un puma negro y
rabioso, saltó hacia otro de los capataces cómplices, y lo
hirió casi mortalmente con una estocada en el estomago,
tras lo cual este cayó de cuclillas tapándose el agujero que
le hicieron. Pero hasta ahí llego la arremetida de este
endiablado moreno, que devorado por una ira vengativa,
fue frenado por un disparo que le atravesara de parte a
parte debajo de las costillas derechas, lo que le hizo parar
en su orgía de sangre y violencia; entonces su instinto de
supervivencia prevaleció nuevamente, y lo hizo huir en
dirección al bosque cerrado. Agarrándose la herida con una
gorra que llevaba siempre en su cabeza, logró parar parte
de la sangre que le brotaba. La gente del campamento no
salió a buscarlo de inmediato, porque priorizaron ayudar a
los recién ultimados; además el tipo que disparó, vio en ese
hombre que huía entre la maleza, a una bestia peligrosa y
endiablada, y no se animó realmente a cazarlo solo.
Una tarde entera corrió Víctor como pudo por el monte,
sabia manejarse en él desde muy pequeño, por lo que no se
125
perdió dando vueltas en círculos, sino que se fue siempre
en una dirección determinada. Tanto corrió, que la noche lo
había alcanzado sin que se diera cuenta, desvaneciéndose
sentado en el suelo, apoyando su espalda sobre un gran
árbol. Cuando se despertó atontado, estaba dentro de una
choza que usan los indígenas*7 del monte como vivienda;
allí mismo, entre abriendo y cerrando los ojos de forma
repetida, observó a una anciana que le ponía un ungüento
sobre su herida, y hablaba en un quechua que apenas podía
reconocer. Lo único que escuchó claramente fue la palabra
uturunku*8; así le decía la mujer susurrando en el oído,
mientras luchaba por librarse del inframundo. Fácilmente
pasaron unos días, cuando el moreno recobró todos sus
sentidos, y trató de levantarse del catre. Pero ahí mismo lo
frenaron diciendo:

-Quédate allí, espera, quédate allí-

Víctor percibe en los ojos de la anciana curandera, los ojos


de la madre tierra que le hablaba con la sabiduría de sus
miles de años, por lo que se quedó quieto entonces.

-Hiciste algo malo hijo ¿no es así?-.

-No hice nada malo, bueno, creo que hice justicia nada más-
dijo él respetuosamente.

-Estabas poseído por el supay cuando te encontré, tus ojos


estaban vacíos y perdidos en la profundidad de la noche-.
_________
*7 Los pueblos originarios de la provincia de Santiago del Estero, descienden de
los Lule Vilelas, Tonocotés, Diaguitas, Guaycurúes, Sanavirones, y Abipones.
*8 Según la leyenda, el uturunku es un hombre que vendió su alma al diablo
para convertirse en yaguareté. Ataca y devora todo tipo de animales, incluso
hombres. De noche deambula por los montes y bosques, y recobra su forma
humana durante el día. Para su conversión, el condenado tira un cuero de tigre
sobre el piso; luego se acuesta y envuelve en él, y dice unas palabras mágicas.
126
-Le agradezco lo que hizo por mí, de alguna manera la voy a
recompensar-.

-A mí no me debes nada, le debes a la Pachamama; ella fue


quien con sus plantas y otras cositas te regresó a la vida-.

-Entonces estoy en deuda con ella-.

-No creas que es una deuda cualquiera, es una deuda muy


cara; y no creas tampoco que ella no se la va a cobrar ¿me
entiendes?-.

-No, no será así, se lo juro-.

-Yo recuerdo algo mientras usted me curaba, ¿por qué me


decía uturunku o algo así?-.

-Es que eres un uturunku, no se qué cosas hiciste hijo mío,


pero estoy seguro que hay sangre en tus manos. El
uturunku es una bestia que se venga de algo, y saca su
fuerza del odio que el Supay (demonio) le mete adentro-.

-Entonces es verdad, soy un uturunku…y lo seré por


siempre parece-.

-¿Porque vivirás con ese odio por siempre?-.

-Creo que sí-.

-No es así hijo mío, la Pachamama te curó, te devolvió la


vida, con todo lo bueno que hay en ella. “Y la vida se paga
con vida”, estás en deuda con ella recuerda, y teniendo odio
nunca la podrás pagar-.

-Espero poder borrar ese odio entonces…ojalá pudiera-.

127
-Vas a poder, hay mucha vida en ti, eso mismo es lo que te
hizo sobrevivir-.

Pasaron dos semanas más, y Víctor Guerra se despidió


cariñosamente de la gente que lo cuidó. Juró regresar de
nuevo, y honrar a la Pachamama como era debido.

Fue así que sabiendo que la policía lo buscaba por la zona,


se fue por un sendero que marco él mismo, hasta llegar al
departamento de Rivadavia; de allí paso a Santa Fe, y luego
finalmente se instaló en Capital Federal. Quiso rehacer su
vida otra vez más, y buscó trabajo inmediatamente al llegar
allí, encontrándolo al momento en el Mercado Central. Por
su aspecto y fortaleza física, prontamente fue conocido
como el morocho del Abasto, un joven que coqueteaba a las
puesteras con su risita un tanto malévola, que a las chicas
hacía enloquecer. No volvió a sus andadas de la noche, pero
si empezó a cultivar más su música natal, la chacarera*9,
tocando el bombo legüero*10 como nadie lo hiciera por allí.
Pronto se hizo de una esposa, y tuvo tres niños, dos varones
y una nenita (a quien puso de nombre Clara). Empezó a
participar de las reuniones sindicales que se hacían en el
Mercado, y fue un entusiasta delegado seguidor del General
Perón. Orgulloso se sentía de ser, uno más de los cientos de
miles de cabecitas negras*11 que masivamente llenaban la
_________
*9 La chacarera es una danza folklórica tradicional originaria de nuestro país. El
nombre viene del vocablo «chacarero», (trabajador), de «chakra» (‘maizal’, en
quichua santiagueño), porque generalmente se bailaba en el campo. Según la
tradición oral, se cree que nació en Santiago del Estero, más precisamente en
Salavina. A su vez, esta danza tiene una clara influencia indígena y africana,
sobre todo con el toque del bombo, por la percusión típica de origen africano.
*10 Por lo común se construye con un tronco de árbol ahuecado de ceibo, tala o
quebracho blanco; de unos 60 cm de alto, y con dos membranas de cuero de
oveja, cabra, guanaco, vizcacha u otro animal. Su nombre legüero, se debe a que
su sonido grave, se puede escuchar en el campo a muchas legüas.

128
Plaza de Mayo, tal como los apodaban despectivamente los
opositores a los peronistas. Todo iba bien por entonces,
hasta que finalmente el golpe de Estado de 1955, que se
autoproclamaba Revolución Libertadora, impidió a Perón
concluir con su segundo mandato. Otra vez el camino de
Víctor, lo regresaría de nuevo a su provincia. Los militares
perseguían y ponían presos a quienes fueran dirigentes
peronistas, por el solo hecho según ellos: de haber apoyado
al tirano*12. Y como él no quería correr la misma suerte de
muchos de sus compañeros, volvió sobre sus pasos hacia
Santiago del Estero, llevándose a su esposa y tres hijos
pequeños con él. No temía que lo apresaran por lo que
antes había hecho allí, ya que habían pasado unos quince
años, además que ahora tenía una nueva identidad: se
llamaba Juan Dávalos, según el nuevo documento que le
_________
*11 Los cabecitas negras, eran los migrantes del interior del país, que fueron y
se establecieron en los cordones industriales de Buenos Aires y el Gran Buenos
Aires en búsqueda de trabajo. La mayoría provenía de provincias del NOA, que
siempre tuvieron un alto desempleo y muchísima pobreza, por la apropiación y
explotación arbitraria de los terratenientes o empresarios lugareños (a veces
de origen extranjero), de los principales recursos de dichos lugares. El apodo
peyorativo cabecita negra, tiene una connotación racial y social. Racial porque
la mayoría de los provincianos son mestizos o morochos de cabellos negros; y
social, porque los que trabajan de sol a sol, son lo que se queman la piel. Los
ricos, o los de clase media; debían lucir blancos y pálidos para poner en clara
evidencia, que no estaban expuestos al sol en el trabajo y en la vida cotidiana.
*12 Los militares de la Revolución Libertadora que destituyeron a Perón, lo
acusaban de tirano por la concentración y la arbitrariedad con la que hacía uso
del poder estatal (en parte cierto). Pero detrás de eso, había una fuerte reacción
de clase, ya que los militares respondían al viejo orden social tradicional, en
donde sus familias tenían un lugar importante (la totalidad de la plana mayor,
no provenía de la clase popular). En definitiva, Perón fue odiado por las clases
alta y media, por las reformas a favor de la clase obrera durante su gobierno. La
clase alta, en su mayoría terrateniente, se vio afectada por la transferencia de
recursos desde el campo a la industria; además de verse afectada por las leyes
laborales que limitaban su explotación tradicional. La clase media lo odiaba,
porque el ascenso de la clase baja significó una disminución de su importancia
social, en la jerarquía rutinaria de costumbre (Arturo Jauretche).
129
Mercado Central de Buenos Aires, por fuera y por dentro.

Trabajadores marchan a la Plaza de Mayo a un acto peronista

Juan Domingo Perón y Eva Duarte Perón en el balcón de la Casa Rosada.


130
dieran. Se estableció en la zona noreste de la provincia, en
el departamento de Moreno. Ocupó unas tierras que unas
empresas dejaron abandonadas después de deforestarlas. Y
junto a él, se sumaron otras familias que también buscaban
un lugar donde comenzar de nuevo*13. Empezó a cultivar
con sus propias manos, dándose la posibilidad de sostener
a los suyos con el esfuerzo de su trabajo. La cultura
peronista lo había educado, ya no era ese joven arrebatado
que se entregaba al juego, al alcohol y a las mujeres fáciles.
Era ahora un gran padre, que quería darle a sus hijos algo
que siempre quiso tener: un hogar. Y así pudo hacerlo, sus
hijos se hicieron grandes, y tuvieron sus propios hijos, el
abuelo Víctor Guerra llamado alguna vez el uturunku, era
ahora un hombre muy feliz Pero la historia de muchos
pobres jamás terminan con un final feliz; además, el karma
de su pasado le rendiría a Víctor cuentas pendientes, los
pecados no se olvidan fácilmente en el cielo, aunque los
hombres los olviden a veces así en la tierra. Y esto fue lo
que le pasó a continuación: de un tiempo a otro, se apareció
un hombre diciendo que las tierras que ocupaban Víctor y
un centenar de familias, eran suyas por derecho, y que tenía
los papeles que acreditaban esa pseudo verdad (construida
corruptamente en algún despacho administrativo de la
provincia). Era evidente el engaño, el falso dueño era un
empresario que provenía de la Pampa húmeda del país,
trayendo consigo sus agros negocios al lugar. Los primeros
_________
*11 La autora Ariadna L. Guaglianone distingue procesos de campesinización y
descampesinización según los ciclos de la actividad forestal en la provincia: los
asalariados forestales se campesinizarían, cuando las empresas abandonan las
tierras; y se descampesinizarían, cuando en momentos de auge de la actividad,
vuelven a la fábrica (de tanino por ejemplo). Ver al respecto su trabajo: Análisis
y evolución del impacto del modelo de desarrollo obrajero-forestal en el Chaco
santiagueño. El caso de los Juríes”, en XXIII International Congress of the Latin
American Studies Association. Washington, 6 - 8 de Septiembre de 2001.

131
intentos de sacar a la gente fueron crueles: topadoras, gases
lacrimógenos, infantería, todo un aparato represivo que
casi termina en una masacre, sino fuera por la intervención
de la Iglesia para mediar entre las partes. Víctor zorro viejo,
viendo el peligro que corrían sus hijos, se puso al frente del
movimiento que se estaba generando en la gente para
defenderse del desalojo. En cierta ocasión, tuvo la siguiente
conversación con uno de sus hijos llamado Juan (el otro
llamado Domingo, estaba por entonces en la ciudad capital,
haciendo unas gestiones ante el obispado para conseguir su
apoyo). Ambos hijos se llamaban así, en honor al general
Juan Domingo Perón. Y cuando conversaron padre e hijo,
esto se dijeron:

Juan dijo primero -Tata, la cosa esta fulera con el gobierno,


nos van a tirar a la policía encima mañana-.

Víctor le respondió -La vida nunca fue fácil hijo mío, hay
que resistir, esta es su tierra porque nosotros la trabajamos
durante años-.

-Es posible que se le vaya la mano con la represión, hay que


evacuar a las mujeres y a los niños-

-Eso es cierto, pero en ningún momento te pongas al frente


de todo esto mañana, déjame hablar a mí, que algo de esto
sé. Además, si pasa algo, que se la agarren conmigo, no
contigo, ni tu hermano, ni otro joven padre. Ustedes tienen
sus changuitos muy chicos, y no quiero que les pase nada-.

-¡Pero papá! ¡somos hombres igual que usted! ¡y vamos a


defender como sea nuestro hogar!-.

132
-Lo sé hijo mío, ustedes me salieron mejores de lo que yo
jamás fui alguna vez; pero la vida es injusta a veces, y no
quiero que se ensañe con ustedes ¿me entendiste?-.

-Sí tata, pero no crea que nos acobardamos-.

-Jamás voy a creer eso, bien machitos salieron los dos-.

Al día siguiente, se presenta la policía dispuesta a reprimir


a la gente que se había parapetado para resistir el desalojo.
Víctor tomó la palabra de los campesinos, y se dirigió al
comisario que estaba a cargo del operativo, explicándole la
necesidad de evitar toda forma de violencia, ya que la gente
que allí estaba, eran personas de paz y trabajo. Éste, visto y
considerando el número de campesinos que se juntara ese
día, creyó imposible hacer cualquier maniobra de desalojo;
pero Víctor Guerra quedó marcado desde entonces, por
ojos malévolos y traidores que lo miraban desde lejos. El
patrón de las nuevas tierras, lo individualizó fatalmente, y
encargó a sus matones que hacían de para policías en la
zona, de acabar con la vida de este viejo que personificaba
la resistencia de la comunidad. Y así fue que en una tarde,
en la que Víctor acostumbraba a volver del río (ya que le
encantaba pescar de tanto en tanto, para ensimismarse con
la madre naturaleza); fue interceptado por tres sujetos que
lo condujeron a una camioneta celeste, y lo llevaron a un
paraje solitario. Víctor nunca puso resistencia, siempre
supo que tarde o temprano esto le iba a suceder, y prefería
que la maldad lo encarase a él, y no a sus hijos queridos;
además, tenía una deuda de sangre que pagar en este cruel
mundo. Fue llevado a un lugar inhóspito, que curiosamente
a Víctor le resultaba conocido; fue puesto de rodillas, y en
eso les dijo a sus verdugos -“esperen un momento, quiero
despedirme de la Madre Tierra”-. Estos hombres, al ver la
133
valentía de este viejo que en ningún momento se quejó ni
rogó por su vida, accedieron a su pedido secamente.

Víctor miró entonces a su alrededor: vio los pájaros, los


árboles; y agarró fuerte la tierra entre sus manos diciendo:

-Hoy vengo Pacha a pagarte el favor que me hicieras una


vez, gracias por todo Madre Tierra, gracias por todo lo que
me diste en este tiempo…- Luego cerró los ojos, y espero
sereno el disparo que pusiera final a su vida.

Lo ejecutaron y enterraron allí mismo, en el silencio del


anochecer. A los días siguientes, los familiares y demás
campesinos indignados se movilizaron; crearon un grupo
local de autodefensa, se contactaron con otros movimientos
incipientes semejantes*14, y reclamaron a las autoridades
la aparición de Juan Dávalos, uno de los primeros caídos en
la lucha por la tierra en Santiago del Estero. Irónicamente
su muerte, fue una de las tantas semillas que dieron vida al
gran movimiento que estaba naciendo en la provincia*15,
_________
*14 Se denominan “desalojos silenciosos”, a aquellos que se hicieron antes de la
aparición de las grandes organizaciones campesinas. Paulatinamente, y gracias
a la intervención de diversos sectores, específicamente la Iglesia Católica y
organizaciones no gubernamentales ligadas a ella, los pobladores comenzaron a
organizarse. Información disponible en: revistas.unc.edu.ar
*15 El gran y principal movimiento que nacería, se lo conocería como MOCASE
(Movimiento Campesino de Santiago del Estero) que se constituyó formalmente
el 4 de agosto de 1990, en la localidad de Quimilí. Sus objetivos serían: la lucha
por la tierra, la mejora de las condiciones de vida de las familias campesinas, el
trabajo cooperativo, y la elaboración de una identidad autónoma en relación a
otras entidades. En 1999 comienzan a vislumbrarse diferencias al interior del
movimiento: una de ellas, referida al Programa Social Agropecuario (PSA), en el
que algunos consideraban necesaria la vinculación entre campesinos y técnicos;
y otros que rechazaban tal asociación, pues la entendía como una cooptación
por parte del gobierno. En el año 2001, el MOCASE se dividirá en: “MOCASE
PSA”, vinculada a la Federación Agraria Argentina; y “MOCASE- Vía Campesina”,
que prefiere mantenerse autónoma. Ver al respecto: Durand, Patricia: “El
Movimiento Campesino de Santiago del Estero”, del 2006.

134
El Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero, lucha por su tierra y su
forma de vida ligada a ella.

En la actualidad, el avance del desmonte para plantar la soja, es con lo que tiene
que luchar el MOCASE y otras organizaciones campesinas.
135
por defender la madre tierra y la forma de vida campesina;
la sociedad ahora empezó a apoyarlos, las autoridades
tuvieron que frenar esos desalojos; aunque jamás pudieron
culpar a los matones y al patrón que los mandara, porque
nunca apareció el cuerpo de la víctima. Aún hoy se escucha
el grito de justicia por Víctor, y otros tantas personas*15
que dieron sus vidas por la defensa de la tierra. Nunca se
supo tampoco, que Juan Dávalos era Víctor Guerra, el
uturunku de San Félix; hombre que pagó su deuda con la
Pacha, y que estaba ahora en lo profundo de sus entrañas,
como hijo cuya madre lo acurruca porque lo ha perdonado.

En homenaje a Cristian Ferreyra.

_________
*15 Se aclara al final de este relato, que el personaje de Víctor Guerra es ficticio,
pero creado con el fin de representar a varias personas que sí fueron victimas
en la lucha por la tierra en Santiago del Estero. Como es el caso del joven padre
de familia Cristian Ferreyra, quien fuera asesinado el 16 de noviembre de 2011,
hecho realizado por unos sicarios que respondían a un conocido empresario de
la soja. El joven tenía 25 años de edad, y era de la Comunidad de San Antonio, a
60 km de Monte Quemado. Recién el 9 de Diciembre de 2014, la Cámara en lo
Criminal y Correccional de Primera Nominación de Santiago del Estero, dio a
conocer la sentencia en el juicio por el asesinato del campesino y militante del
MOCASE, Cristian Ferreyra. El tribunal decidió condenar a 10 años de prisión,
más el pago de 900 mil pesos en concepto de indemnización por los daños
causados, a Javier Juárez, autor material del crimen, quien confesó durante el
juicio haber disparado contra Ferreyra. En tanto el empresario Jorge Ciccioli,
considerado el actor intelectual del hecho, y el resto de los integrantes de la
patota que estaban acusados, fueron absueltos y puestos en libertad. Al caso de
Cristian Ferreyra, once meses después, se le suma el de Miguel Galván; joven
asesinado en un hecho similar, en el paraje el Simbol, entre las provincias de
Santiago y Salta. Información disponible en: mocase-vc.blogspot.com.
136
PROFETA EN OTRA TIERRA

La historia del pueblo de la Rioja, se hizo a la par de sus


diversos héroes y mártires que dieron sus vidas por las
grandes causas populares. Desde el caudillo y empresario
Facundo Quiroga*1, y otros tantos caudillos riojanos que
lucharon por la organización nacional; como el Gran Chacho
Peñaloza*2, el gaucho montonero que levantó orgulloso la
bandera roja federal, frente al odioso atropello porteño*3.
Pero en tiempos más recientes, hubo hombres que también
dejaron su legado en el pueblo, como el caso de aquellos
que murieron en el silencio criminal de la dictadura militar.
Uno de los más conocidos, fue el obispo Enrique Angelelli,
un pastor que guió a su rebaño hacia la vivencia activa de la
palabra de Dios, sin medir las consecuencias. Detrás de él,
_________
*1 Juan Facundo Quiroga, nació en San Antonio, provincia de La Rioja, en 1788.
Hijo de hacendado, el joven Facundo viajó a Buenos Aires y, luego de recibir
entrenamiento militar, participó en las luchas por la independencia. Destacó
como organizador de milicias, y proveyó de animales a las tropas patriotas que
combatían en el norte y al ejército de los Andes. Además, fue accionista de la
empresa minera de Famatina. Se opuso a la política centralista de Rivadavia,
abrazando desde entonces la causa federal. Participó en varios combates, con
alguna victorias (El Tala, Rincón de Valladares, y Ciudadela) y otras derrotas
(La Tablada y Oncativo), siendo apodado “el tigre de Los Llanos” por su valentía
y temeridad. Quiroga muere en una misión mediadora entre los gobernadores
de Tucumán y Salta, que se enemistaron por la autonomía de Jujuy. Se trasladó
al Norte para esa gestión, y a su regreso, fue asesinado el 16 de febrero de 1835
en Barranca Yaco (norte de Córdoba) por Santos Pérez, un sicario al servicio de
los hermanos Reinafé de Santa Fe. Ver: www.elhistoriador.com.ar
*2 El Chacho Peñaloza, fue un caudillo federal nacido en Malanzán en 1876,
provincia de la Rioja. Subalterno de Quiroga, se destacó por su coraje en batalla,
quien le dio el grado de teniente mayor. Después de muerto Facundo, recayó en
su persona el comando de las milicias riojanas, y la defensa de la causa federal,
frente a las tropas mitristas que respondían a Buenos Aires. El 12 de noviembre
de 1863, murió asesinado por orden del coronel Irrazábal, quien lo derrotó en
Los Gigantes. Su cabeza fue cortada y clavada en la punta de un poste en la
plaza de Olta. Ver: www.elhistoriador.com.ar. Escuchar: “La muerte del Chacho”
Relato de Jorge Cafrune. Disponible en youtube.

137
le siguieron otros que trabajaron por los pobres, para que
lograsen por sí mismos alcanzar una merecida dignidad e
igualdad, a través de cooperativas de campesinos, obreros,
y jóvenes misioneros; necesarias para equilibrar la injusta
balanza de la sociedad riojana tradicional.

Angelelli que había sido arzobispo auxiliar en Córdoba en


1960 (su provincia natal); fue trasladado después, y asumió
como Obispo de la Rioja en 1968. Este hombre había tenido
una formación basada en el Concilio Vaticano II*4, en el
cual se puso en claro la necesidad de re significar la vida
sacerdotal como un servicio misionero, que debía acercarse
a los más humildes en su realidad cotidiana mundana; y no
predicar lejos desde el pulpito, ni llevar una vida cómoda
desde la burocracia clerical. Con sus palabras solía decir:
"para servir, hay que tener un oído atento al Evangelio y el
otro en el pueblo". En su primera homilía riojana entonces,
anunció que venía a servir a los pobres, a los hambrientos,
y a los sedientos de justicia. Esto muy pronto irritó a los
terratenientes locales, al poder político, y al poder militar
después. Si bien no pertenecía al Movimiento de Sacerdotes
del Tercer Mundo*5, en cuanto no adhería a sus iniciativas
políticas, sí tenía cierta afinidad con las razones de sus
reivindicaciones. Sabía que la desigualdad, era fruto y a su
_________
*3 El atropello porteño, consistía en su intromisión de facto en los gobiernos
provinciales, siempre a favor de sus intereses; y sino, las intervenían con el uso
de la fuerza. Además, la política nacional pro porteña de libertad de comercio,
atentaba contra las economías del interior, que no podían competir con los
productos importados del exterior; los únicos beneficiados de este intercambio,
fueron los comerciantes del puerto de Buenos Aires.
*4 El Concilio Vaticano II, fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica
convocado por el papa Juan XXIII. Constó de cuatro sesiones: la primera de ellas
fue presidida por el mismo papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este
Concilio, ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres
etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta
su clausura en 1965.

138
vez causa de injusticia y exclusión social; pero de allí en
más, luchar o ser parte de una revolución armada si fuese
necesario, eso excedía su vocación. A pesar de tener una
actitud frontal que molestaba a los poderosos, también
tenía una que favorecía el consenso y el acercamiento con
quienes no coincidían con él.

En cierta ocasión, tuvo problemas con la familia Menem,


que desde entonces estaba construyendo su poder político
territorial. Y fue por unas tierras en la localidad de Aminga,
que eran pretendidas por la cooperativa de campesinos
viñateros que querían aprovecharlas, sobre todo sus aguas
(porque lo más escaso en La Rioja es el agua); y ahí estaban
las mejores, en ese territorio abandonado del predio de
Azzalini*6. Y estos trabajadores de la tierra, del agua y del
vino, hicieron una auténtica cooperativa llamada Coodetral;
que la crearon con la ayuda y consejo del mismo Obispo
Angelelli. Pero esto alarmó a los terratenientes de la zona,
que planearon al instante una reacción fulminante. Y de
Anillaco provino esa reacción escandalosa. Angelelli con un
cura que lo acompañaba, llegaron a Anillaco un 13 de junio
de 1973 para las fiestas de San Antonio. Allí lo esperaría
una muchedumbre hostil, armada por los dueños de los
viñedos o bodegueros, quienes corrieron a pedradas al
señor obispo, quien tuvo que refugiarse en la parroquia
_________
*5 El Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo en Argentina, surgió a fines
de los años ’60 hasta mediados del ’70, y estaba constituido por sacerdotes que
denunciaban la explotación injusta del sistema capitalista, y el imperialismo de
los países centrales, que empobrecían a los países tercermundistas en beneficio
propio. Decían que la Iglesia debía participar en el cambio de estos contextos de
opresión, siempre en apoyo a los sectores populares. Esto implicaba tomar una
opción política; la mayoría de ellos adherían al movimiento peronista, como un
movimiento nacional y popular; y otro grupo más reducido, adherían al modelo
socialista de origen marxista. Y si el pueblo era oprimido violentamente, tenia
derecho a defenderse de la misma manera, como una legítima defensa colectiva.
139
local junto al otro cura. Pudieron abandonar recién ese
recinto, después de varias horas de estar encerrados, en
cuyo transcurso se le insultó y gritó de todo desde la voz de
un altoparlante: “Comunista hijo de…, marxista de…, entre
otros epítetos que se repetían”. Había salido una solicitada
en el diario El Sol que lo llamaba “Satanelli”, pagada por el
Centro de la Juventud Amingueña, el cual se oponía a la
existencia de la referida cooperativa, y a la explotación de
las tierras abandonadas; acusaron al Obispo de subversión,
y de tratar de terminar con la verdadera religión católica.
Para Amado Menem (hermano del futuro gobernador y
presidente Carlos Menem), administrador de la bodega
familiar, y partícipe directo de lo acontecido en el pueblo de
Anillaco, sostuvo que lo sucedido fue porque “el se la buscó,
era un comunista”*6. Carlos Menem mismo, antes de ser
electo gobernador de la provincia, le prometió al obispo la
expropiación de las tierras de Azzalini, para dársela luego a
la Cooperativa. Pero la traición se viste de traje, y una vez
Menem llegado al poder, nunca hizo honor a su promesa.
Así estaban las cosas por entonces en La Rioja, y en ese
contexto, el “pelado” (como llamaban al obispo), tenía que
caminar descalzo por esos llanos, en medio de espinas y de
varias víboras que lo acechaban.

Pero no todos eran así, y el Obispo encontró buena gente


que decidió luchar por el bien, cargando la cruz de Cristo; y
al final, varios de ellos, serían crucificados en ella y por ella.
Entre esas personas fieles, se encontraban los curas Carlos
Murias, Gabriel Longueville, Arturo Pinto, y otros tantos
que se entregaron de lleno a su vocación pastoral, además
_________
*6 Testimonio del escritor, historiador y periodista Osvaldo Bayer, que hizo un
film documental sobre el obispo para la televisión alemana. Este material esta
disponible en: www.nodo50.org/americalibre/anteriores/10/bayer10.htm

140
El obispo Enrique Angelelli con los más humildes, su vocación fue y es un
ejemplo del verdadero servicio misionero cristiano.

El obispo reunido con el pontífice Pablo VI, y con las autoridades riojanas en
una procesión.
141
del laico Wenceslao Pedernera, que vino especialmente a la
Rioja a ayudarlo en el trabajo de organizar cooperativas de
campesinos. Después que los militares tomaron el poder en
el país, el 24 de marzo de 1976, el obispo sabía que pronto
terminaría su misión pastoral, que tanto profetizara desde
sus palabras*7. En una de esas largas jornadas de Angelelli
con sus ayudantes, en particular con Wenceslao Pedernera
en una ocasión, se dijeron lo siguiente:

Angelelli -¿y cómo van las cosas con la cooperativa?-.

Wenceslao respondió -la gente estaba entusiasmada, pero


ahora con lo del golpe de Estado, está un tanto temerosa. Y
yo también-.

-Hijo mío, no puedo obligarte a seguir con lo que estás


haciendo; pero debes saber que estás haciendo la obra de
Dios, liberando a los tuyos de la esclavitud del mal pago, y
la explotación codiciosa de los ambiciosos; en cambio los
ayudas a ser capaces de recuperar su dignidad en el trabajo
honesto y solidario-.
-Pero señor obispo, ¿se acuerda cuando fue destrozada la
comunidad de las hermanas de la Asunción en Aminga y su
cooperativa?*8. Imagínese ahora de lo que serán capaces de
hacer los bodegueros junto a los milicos ¿No hay forma de
pedir ayuda más arriba?
_________
*7 “Hoy más que nunca el obispo debe ser el hombre crucificado... Lo
importante es comprender que eso es divino, y saborear en el gozo del Espíritu
Santo la fecundidad de la cruz: es la cruz de no ver claro lo complejo de la vida
del pueblo que se nos ha confiado; la cruz de la búsqueda de nuevas formas
pastorales; la cruz de no ser aceptado…” (De fecha 24/08/1970. Homilía en el
segundo aniversario de la toma de posesión) Disp.: www.claretianos.org.ar
*8 El 29 de julio de 1973, en la localidad de Aminga (cerca de Anillaco), fue
destrozada la comunidad de las hermanas de la Asunción y una cooperativa.

142
-Recuerde también lo que les dije a ellos en ese momento:
“a no aflojar, que hay que seguir andando nomás". Y más
arriba está el Señor, no espere que la alta jerarquía de la
iglesia que está mas abajo nos proteja, ellos están más cerca
de los cuarteles que de las barriadas. Aun así, hay mucha
gente buena entre sus miembros-.

-¿Y entonces?-

-Eres libre de decidir lo que creas mejor para ti y tu familia.


Yo creo ser libre cuando defiendo con convicción y con
riesgo, la libertad y la igualdad de los otros, pero entenderé
la decisión que tomes-.

-¿Sabe señor obispo? Quiero ver crecer a mis niñas en paz,


ser feliz jugando con ellas como lo hago siempre, verlas
sonreír despreocupadas de este mundo tan duro; ése es el
miedo que tengo de perder, si es que algo malo me sucede-.

-Es un miedo terrible, y a su vez un deseo hermoso. Solo


con alma de niños podemos entrar al Reino de los Cielos,
solo con ella podemos darle lugar al don de la paz. Yo
entenderé como te dije, lo que decidas hacer-.

-Muy bien señor, me quedaré a seguir terminando mi tarea


por el tiempo que haga falta-.

-Y yo me quedaré junto a ustedes también. Su riqueza


espiritual es muy grande para que la disfruten solos, tienen
que compartirla con sus hermanos ricos-.

-Jajaja no me haga reír señor obispo, no se olvide que soy


un pobre trabajador golondrina-.
-Es gracioso pero no es ninguna broma, los ricos egoístas
acumularon tanto por fuera, que no acumularon nada por
143
dentro. Nosotros los pobres si…jeje ¿viste? Por lo tanto, no
tienes que ser egoísta, comparte tu humildad a los demás.

-Así lo haré padrecito, así lo haré-. Y se marcha riéndose en


paz, después de las palabras que le dijera “el pelado”.

Los días pasaban, y el ambiente se había puesto más difícil.


Recrudecieron las calumnias, las falsas denuncias, y las
amenazas; también comenzaron los primeros apremios a
los agentes pastorales del lugar. Varios amigos aconsejaron
a Angelelli que se ocultara o se alejara por un tiempo, como
lo hiciera un día monseñor Vicente Zazpe*9, que siendo
enviado un tiempo atrás para auditar la tarea del obispo;
fue testigo real de su obra, que era solo hacer lo que Jesús
había encomendado a sus discípulos. Rechazó entonces la
acusación que pesaba sobre Angelelli de comunista, y dijo
que contaba con el apoyo y el cariño del Santo Padre en
Roma*10. En una charla telefónica, monseñor Vicente
Zazpe, se dirigió muy preocupado a Angelelli diciéndole:

-Señor obispo, creo que por el bien suyo y de la comunidad


riojana que lo necesita, debería trasladarse a Roma para
nuevas misiones, hasta tanto se calmen las aguas por allí.
No es novedad hermano, decirle que hay gente peligrosa
que quiere hacerle mal-.

Angelelli le respondió -con todo respeto monseñor, no


_________
*9 En 1973, monseñor Zazpe viajó a La Rioja en calidad de auditor designado
por la Santa Sede, con el fin de informar sobre la actuación de Enrique Angelelli.
Tal cual le encomendara la Santa Sede, Zazpe realizó el seguimiento de Angelelli
en la diócesis. Al final de su tarea, expresó su pleno apoyo a su trabajo pastoral,
y a la doctrina que enseñaba: «porque el Papa deposita su confianza en él»; «El
obispo no quiere ni puede servir al pueblo desde una ideología, sino que lo hace
a partir del Evangelio», fueron sus palabras al referirse al obispo.
*10 Por entonces era el Papa Pablo VI, quien ejerció su pontificado desde el 21
de junio de 1963, hasta su muerte el 6 de agosto de 1978.

144
puedo irme así nomás; si me voy, me van a matar las ovejas.

-Vuestra Excelencia el Papa, está muy preocupado por su


persona, y usted sabe de los apremios que están realizando
ahora con nuestros hermanos-.

-¿Y porque Roma no denuncia de forma directa todo esto?-.

-No es tan fácil… Recuerde que la Iglesia tiene muchos


miembros, y no todos piensan igual. Además, enfrentar de
forma tan directa a este gobierno de facto, podría empeorar
terriblemente las cosas-.

-No importa que sea uno o mil los curas apremiados, es


igual de terrible la situación-.

-Por supuesto que sí hermano, pero ¿se imagina una cacería


generalizada de nuestra gente, en todos los países con estos
tipos de gobierno?-.

-¡Hay algunos de nosotros que sí los apoyan! ¡Avalan este


siniestro momento!- contestó indignado Angelelli.

-Cierto es lamentablemente, pero también es verdad, que


algunos de los nuestros tomaron las armas para hacer
revoluciones*11, y esa violencia solo generó más violencia-

-Pero monseñor disculpe, el hambre también es violencia,


la enfermedad y la explotación también es violencia, y esto
sucede desde hace siglos en estas tierras ¿Cómo pretende
que en algún momento esto no se responda? Obviamente
que no estoy a favor de la violencia, pero lucho en contra de
ella, antes que se desencadene más aún-.
_________
*11 En Latinoamérica, varios fueron los sacerdotes que se entregaron a la lucha
armada. El cura colombiano Camilo Torres Restrepo, fue el más emblemático.
145
-Lo sé, lo sé… Todo es muy difícil, y la verdad hay cosas que
no puedo responderle. Así y todo le ruego por su vida, para
que mantenga saludable su obra entre los suyos. En algún
momento la tormenta tiene que pasar.

-Le agradezco su preocupación monseñor, pero hoy más


que nunca el obispo debe ser el hombre crucificado; tengo
que aceptar la cruz de no ser aceptado, sobre todo por
quienes son explotadores, corruptos y asesinos. Si esto es
así, es porque estoy haciendo bien mi trabajo; mi misión en
el mundo se tiene que completar, incluso con mi muerte-.

-Pero señor obispo usted no es Cristo, no tiene por qué


buscar el martirio de forma necesaria-.

-Se equivoca monseñor, todos los que nos entregamos a la


vida del señor, tenemos que aceptar el martirio como parte
de nuestra misión. Que otros hermanos tengan temor los
entiendo, porque yo mismo tengo miedo; pero que sean
cobardes, me da pena y lástima, porque niegan al Señor en
el momento que Él más lo necesita. Así y todo, estoy seguro
que El Señor que es puro amor, perdonará a aquellos que
fueron débiles de fe, como lo hizo una vez con Pedro en el
comienzo de su pasión.

-Es verdad señor obispo, y ojalá varios de nosotros seamos


perdonados por Dios, en su infinita y gloriosa misericordia-.

-Además monseñor, si quieren ellos un copito rojo, yo les


daré con gusto el mío jejeje-.

-Ay señor obispo, usted no tiene caso, ¿cómo puede hacer


gracias en momentos así?-.
-Porque tengo miedo monseñor, y la risa me hace olvidar
un poquito eso-
146
-Que Dios esté con usted-.

-Y con vuestro espíritu señoría. Hasta luego-.

Pasaron las semanas, hasta que desde Chamical llegaron


tristísimas noticias. El 18 de julio, fueron asesinados, luego
de ser secuestrados y torturados por agentes de la Policía
Federal, los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios
Murias. El obispo cuando se enteró de esto, acusaban en su
mente varios sentimientos y sensaciones, quería llorar y
lloró; quería maldecir y maldijo; quería hacer tantas cosas,
que no pudo hacer nada por la impotencia de ver cómo el
odio, le había arrebatado a dos de los mejores soldados de
Cristo. El asunto estaba ahora muy pesado, de las amenazas
habían pasado a los hechos, y era el momento de enfrentar
su hora con la valentía que le daba su fe. Decide entonces
comunicarse con los más cercanos a él, para prepararles y
advertirles de la maldad del hombre. Entre ellos, llamó a
Wenceslao Pedernera, a quien le dijo:

-Hijo mío, dile al párroco de Sañogasta que se vaya de allí,


ha comenzado una cacería que no deseo atestiguar. Prefiero
que se salven y quedarme yo solo enfrente de estos impíos
lobos-.

-Se lo diré señor obispo, se lo diré-.

-Tú también deberías irte de allí, no vaya a ser cosa que


contigo se ensañen además estos cobardes-.

-No tengo adonde ir señor obispo, mi familia está cómoda


allá, como en muchos años no lo estuvo-.

-Muchacho, muchacho, no creía ser capaz de ver lo que esta


pasando, pero ¡está pasando!

147
-¿Qué piensa hacer señor?-.

-Primero voy a averiguar quienes hicieron esta atrocidad,


no hay paz sin justicia ni justicia sin paz*12. Tengo que
ponerme a trabajar como si fuera un fiscal, ya que aquí
todos están maniatados. ¿Y cómo está tu familia?-.

-Bien gracias a Dios, mi esposa Coca le manda muchos


saludos. Tengo una hijita que todo el tiempo se me pega, es
un ángel-.

-Me imagino que sí, y dile gracias a tu esposa. Recién me


entero, que la otra vez algunos celebraban el aniversario de
Anillaco (de cuando fue corrido a pedradas); hasta hicieron
un desfile militar, ¡qué sonsos!-.

-Si señor, así me dijeron, y que todo lo hicieron con el apoyo


de un tal Pérez Battaglia-.

-Y que después el sacerdote Carlos Murias dijo en una


homilía que podrían acallar mi voz pero no la de Jesús. Hay
Señor… ¿pueden ser tan malvados?-.

-Así parece señor-.

-Una semana después, un empleado ferroviario encontró


los cadáveres de ambos sobre una vía, maniatados, con
restos de cinta adhesiva y algodón en la boca-.

-Los torturaron señor obispo, eso seguro-.

-¿Dar la otra mejilla? ¿Acaso hay que dar la otra mejilla en


casos como éste? Perdón…, fue un momento de debilidad.
_________
*12 El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán
(Salmos 85:11); Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que
trabajan por la paz (Santiago 3:18).

148
-Como lo tiene cualquiera señor-.

-Ya va anochecer, mejor regresa a tu parroquia- En eso, el


obispo Angelelli quedó ensimismado, y repitió como un
susurro esto:

Mi tierra está preñada de vida


en esta noche de dolor,
esperando que despunte el alba
con un hombre nuevo, Señor.

-¿Es suyo el verso señor obispo?

-Lo es*13, en esta noche de dolor que padecemos aquí en la


Rioja, tiene que surgir un hombre nuevo, un hombre en
Cristo Nuestro Señor. El trabajo de sus siervos, tiene que
florecer, ¡sé que va a florecer!, aunque el suelo este regado
de sangre inocente-.

-Ojalá señor obispo, ojalá así sea-.

-No pierdas la fe amigo mío, no la pierdas ahora, en este


momento que más la necesitas.

Después de esta ultima conversación, sucedió lo peor que


podía esperarse. Una noche fría y oscura del 25 julio de
1976, Pedernera llegaba a su casa, y su mujer Coca le abrió
la puerta para que entrase. Pero justo en ese instante, se
acercaron unas personas que le preguntaron a Wencesalao
_________
*13 El obispo Enrique Ángel Angelelli, gustaba de escribir poesías; el verso que
se cita en el texto, pertenece a su “Oración de mi Sacerdocio”. Hay disponible
una página web en su homenaje, que contiene varias de sus poesías y mensajes
pastorales. Ver: www.claretianos.org.ar

149
por el paradero del párroco local; éste les dijo que no sabía
nada, y cuando respondió esto, ahí mismo le dispararon a
sangre fría, mientras sus hijas dormían. Coca consiguió
ayuda de los vecinos, y Pedernera fue trasladado hasta el
hospital donde falleció después. Algunos dicen que los
asesinos estaban buscando al párroco, otros que a él; pero
el resultado en todo caso fue su muerte.

Angelelli shockedo y desesperado, porque nadie puede no


estarlo en una situación así, decide ir él mismo a Chamical,
y dar una homilía allí en presencia seguramente de algunos
de los verdugos morales y materiales de sus hermanos;
además del propósito de recolectar más información para
la investigación que llevaba a cabo. En vez de esconderse de
las víboras, salió a enfrentarlas con la fuerza de la verdad. Y
dijo en la homilía (palabras textuales)*14:

-Cómo quisiera decir a los que les quitaron la vida, a los que
prepararon el crimen, a los que lo instigaron: ¡abran los
ojos, hermanos! Si es que se dicen cristianos, ¡abran los ojos
ante el sacrilegio que se ha cometido, ante el crimen que se
ha cometido!-

Y luego continuó diciendo:

- Dios respeta tanto al hombre, su criatura, que viene y se


mete en él y le dice: Yo quiero hacer de ti mi morada; yo
quiero respetar tus decisiones; y si te pierdes es porque tú
elegiste; yo te quiero respetar; con todo, te voy a ir
ayudando para que no te pierdas; y con todo voy a tener
siempre los brazos abiertos, porque soy el padre del hijo
pródigo, y también lo soy del egoísta del hermano mayor-.
_________
*13 Palabras en la homilía con motivo del entierro de los sacerdotes Gabriel y
Carlos, el día 22 de julio de 1976. Disponible en: www.claretianos.org.ar
150
Y al final agregó:

-¿Qué significa ser mártir o testigo de la resurrección del


Señor? Es testigo el que ha visto, el que ha tocado, el que ha
oído, el que ha experimentado y el que ha sido elegido y
además enviado para que vaya y diga a todos: ¡el Señor ha
resucitado! Por eso esta sangre es feliz, sangre mártir
derramada por el evangelio, por el nombre del Señor, para
servir a los hombres y anunciarles la Buena Nueva de la paz
y de la felicidad-.

Al final de su mensaje, pidió perdón a Dios por los asesinos


que hicieron esto, y se fue con una sensación de haberlo
dicho todo. Se encontró entonces con su colega religioso
Arturo Pinto; ambos tenían que volverse a la Rioja con el
material que juntaran allí. Pero el mal nunca descansa ni
duerme, y desde lejos los espiaban, unas sigilosas sombras
seguían sus pasos adonde se trasladasen.

En eso el padre Pinto le dijo a Angelelli:

-Celebraste la palabra lleno del Espíritu Santo hermano,


creo que más de uno cambiará su actitud hacia nosotros de
ahora en adelante-.

-Conque sea uno solo, tan solo uno que cambie, ha valido la
pena venir hasta aquí trayendo el mensaje del Señor. Y en
eso se quiebra y se pone a llorar.

-Enrique, Enrique, es la vida que elegimos…, tú mismo


siempre dices que el calvario es parte de la misión-. Le dijo
Arturo en consuelo.

-Pero Wenceslao, sus hijas, su mujer. ¡Oh terrible tragedia


Señor! Nosotros si elegimos vivir este calvario ¿pero él?
¡Debí haberle echado de allí para que se salvara!; ¡cómo no
151
iba a imaginarme lo que podía sucederle! Dios perdóname
por ser tan ciego, perdóname…

-En esta batalla entre el bien y el mal, los curas estamos


junto a los pobres, y ambos tenemos bajas comunes. No
tienes por qué hacerte responsable de la vida de todos-.

-Son mis ovejas Arturo, son mis ovejas…-.

-Pero como tú dices siempre: “hay que seguir andando


nomás”. Como Cristo lo hizo cuando ascendía por el monte
Gólgota-.

-Es verdad hermano, es verdad. Debo seguir y terminar lo


que empecé hace tiempo. Debo llegar a la punta de la
montaña, allí Cristo me estará esperando.-

-Como sea hermano, como sea que suceda, yo no te dejaré


solo-.

-Gracias hermano Arturo, gracias…-.

El 4 de agosto de 1976 decidió volverse de Chamical a La


Rioja, acompañado por su amigo y sacerdote Arturo Pinto.
Llevaba un maletín con cierta documentación referida a los
crímenes de Murias y Longueville. A la altura de Punta de
los Llanos, un Peugeot blanco le cerró el paso en la ruta a su
camioneta y la hizo volcar. Pinto quedó desvanecido, en
tanto el obispo Angelelli había fallecido, con los brazos en
cruz y el cráneo destrozado, a 25 metros del vehículo. Las
pericias demostraron que no pudo haber salido por el
parabrisas ni por la puerta. Sin duda se trató de un
homicidio*14. Su obra al fin había concluido: vivir la vida
en Cristo y por Cristo, llevando y clavando su cruz en lo más
alto de la Rioja.

152
Los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, ambos asesinados
durante la dictadura militar en el mes de julio de 1976

Wenceslao Pedernera junto a su esposa Coca y sus hijas María Rosa, Susana y
Estela. Asesinado una semana después del crimen de los sacerdotes.

Primero se conoció la muerte de Angelelli como un accidente, hasta que fuera


luego reconocido judicialmente como un crimen. El Papa Francisco colaboró en
la causa para que la verdad se descubriera.

153
Casi un año después, moría de la misma forma, y por las
mismas razones, el obispo de San Nicolás, Carlos Horacio
Ponce de León*15. Ellos y otros más se sumaron a una larga
lista de desaparecidos, que alumbraron este a veces oscuro
mundo, con la luz de la Palabra de Dios.
_________
*14 El juez de instrucción Rodolfo Vigo, abrió y cerró una veloz investigación
que aceptó la teoría del accidente en la muerte del obispo. Pero en 1986, otro
expediente a cargo del juez Aldo Morales, dio por probado el crimen "fríamente
premeditado y esperado por la víctima". Se imputó como autores intelectuales
del asesinato, al general Luciano Benjamín Menéndez, y los jefes del Batallón de
Ingenieros en Construcciones de La Rioja, coroneles Osvaldo Pérez Battaglia y
Jorge Malagamba. También había civiles acusados de participar de la maniobra
y encubrir el crimen. Pero tras una apelación, la causa se desdobló, y la
acusación contra los militares pasó a la órbita de la Cámara Federal de Córdoba.
Allí se puso en duda lo resuelto por Morales, y tras la sanción de las leyes de
Obediencia Debida y Punto Final en 1990, se cerraron las causas que imputaban
a otros tres militares como autores inmediatos: el capitán José González, y los
sargentos Luis Manzanelli y Oscar Otero. En 2003 cuando se anularon aquéllas
leyes, se reabrieron los procesos a los militares por los crímenes de lesa
humanidad. Recién entonces el viernes 4 de julio de 2014, el ex general Luciano
Benjamín Menéndez, fue condenado por el asesinato del obispo Angelelli, a
prisión perpetua, junto a otro ex militar Luis Estrella. Este caso, contó con la
colaboración del papa Francisco, quien aportó dos cartas con denuncias sobre
la dictadura, que Angelelli escribió al Vaticano antes de su homicidio. Fuentes:
edant.clarin.com/suplementos/zona/2006/07/30 y www.losandes.com.ar
*15 El periodista Horacio Verbitsky, señala que los asesinatos de los obispos
Angelelli y Ponce de León, presentan tan llamativas similitudes, que sugieren
una común inspiración operativa. Ambos crímenes se realizaron de modo de
que parecieran accidentes de carretera, en ciudades en donde habían sendos
batallones de ingenieros del Ejército. El eslabón perdido entre ambos casos,
resalta el periodista, fue el coronel Osvaldo Pérez Battaglia; diciendo que si bien
éste era Jefe del Batallón en la Rioja, su familia residía en San Nicolás, adonde
regularmente regresaba a visitarlos; y a la vez, mantenía contacto con el Jefe de
Batallón de ese pueblo, el teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, que
en otro tiempo fuera su subordinado (cuando Amant ingresó al Colegio Militar,
en marzo de 1948, Pérez Battaglia cursaba el último año y fue su jefe de sección
en la Compañía de Ingenieros). Saint Amant llamaba a Ponce de León "obispo
rojo", y fue tanta la coincidencia entre la muerte de los dos obispos, como un
típico crimen de la mafia cuando dicen: “que parezca un accidente”. Disponible
en: www.pagina12.com.ar

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