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Historia de Europa Oxford Historia de Europa Oxford

Editor de la colección: T. C. W. Blanning


Editor de la colección: T. C. W. Blanning

PLAN DE LA OBRA:

La Grecia clásica (publicado)


Robin Osborne Europa desde 1945
Los romanos (pub!. prevista: 2004)

La alta Edad Media (pub!. prevista: 2004)


Rosamond McKitterick Edición de Mary Fulbrook
El cenit de la Edad Media (pub!. prevista: 2004)
David Power

La baja Edad Media (pub!. prevista: 2003)


Maleo/m Vale Traducción castellana de

El siglo XVI (pub!. prevista: 2003)


Joan Lluís Riera
Evan Cameron

El siglo XVII (pub!. prevista: 2003)


Joseph Bergin

El siglo XVIII (pub!. prevista: 2002)


T. C. W. Blanning

El siglo XIX (pub!. prevista: 2002)


T. C. W. Blanning

Europa 1900-1945 (pub!. prevista: 2002)


Julian Jackson

Europa desde 1945 (publicado)


Mary Fulbrook

CRÍTICA
Barcelona
OXFORD
VNIVERSITY PRESS
Prefacio del editor de la colección

Escribir una historia general de Europa es una tarea que presenta muchos
problemas, pero lo más dificil, sin duda, es conciliar la profundidad del
análisis con la amplitud del enfoque. Todavia no ha nacido el historiador
capaz de escribir con la misma autoridad sobre todas las regiones del con­
tinente y sobre todos sus variados aspectos. Hasta ahora, se ha tendido a
adoptar una de las dos soluciones siguientes: o bien un único investigador
ha intentado realizar la investigación en solitario, ofreciendo una pers­
pectiva decididamente personal del periodo en cuestión, o bien se ha reu­
nido a un equipo de expertos para que redacten lo que, en el fondo, es más
bien una antología. La primera opción brinda una perspectiva coherente,
pero su cobertura resulta desigual; en el segundo caso, se sacrifica la uni­
dad en nombre de la especialización. Esta nueva serie parte de la convic­
ción de que es este segundo camino el que presenta menos inconvenientes
y que, además, sus defectos pueden ser contrarrestados, cuando menos en
gran parte, mediante una estrecha cooperación entre los diversos colabo­
radores, así como la supervisión y encauzamiento del director del volu­
men. De esta forma, todos los colaboradores de cada uno de los volúmenes
han leído el resto de capítulos, han analizado conjuntamente los posibles
solapamientos u omisiones y han reescrito de nuevo sus aportaciones, en
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copy­ un ejercicio verdaderamente colectivo. Para reforzar aún más la coheren­
right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra
cia general, el editor de cada volumen ha escrito una introducción y una
por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento infor­
mático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
conclusión, entrelazando los diferentes hilos para formar una sola trenza.
En este ejercicio, la brevedad de todos los volúmenes ha representado una
© Oxford University Press 2001 ventaja: la necesaria concisión ha obligado a centrarse en las cuestiones
Europa since 1945 was originally published in English in 2001. This translation
más relevantes de cada periodo. No se ha hecho el esfuerzo, por tanto, de
is published by arrangement with Oxford University Press.
Europa desde 1945 se publicó originalmente en inglés en 2001. Esta traducción
cubrir todos los ángulos de cada uno de los temas en cada uno de los pa­
se publica por acuerdo con Oxford University Press. íses; lo que sí les ofrecemos en este volumen es un camino para adentrar­
© 2002 de la traducción castellana para España y América: se, con brevedad, pero con rigor y profundidad, en los diferentes periodos
EDITORIAL CRITICA, S. L. de la historia de Europa y sus aspectos más esenciales.
Proven(fa,260
08008 Barcelona
e-mail: editorial@ed-critica.es T. C. W. Blanning
http:1/www. ed-critica. es
ISBN: 84-8432-308-0 Sidney Sussex College
Depósito legal: B. 3556-2002
Cambridge
Impreso en España
2002. - A & M Gnlfic, S. L., Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)
POLÍTICA 25

2 en la integridad territorial de los estados europeos, como tampoco se pro­


dujo alteración substancial alguna en los regímenes internos de los esta­
dos europeos, con la excepción de España, Portugal y Grecia a mediados

Política
de los años setenta. Hasta la desintegración de Yugoslavia en los años no­
venta prevaleció entre todos los estados europeos un estado de paz. En
comparación con las décadas pre-1950, no hubo conflictos civiles de im­
portancia. El uso del terror de masas por parte del estado (purgas, depor­
Donald Sassoon taciones a gran escala) quedó circunscrito a la URSS, donde tampoco
sobrevivió a la muerte de Stalin en 1953. Las bandas cuasi-oficiales de te­
rror de los años veinte -los Freikorps en Alemania, los camisas negras en
Italia, los Black and Tans en Irlanda- no reaparecieron. La policía milita­
El éxito de las resoluciones bélicas generalmente exige la eliminación de rizada fue utilizada por las autoridades para disipar manifestaciones y huel­
las causas del conflicto. A la fuerza o voluntariamente, el bando vencido gas en Alemania Oriental, Polonia, Italia, España, Francia, Grecia, Yugoslavia
-suponiendo que sobreviva- es integrado en el sistema de valores de los ( especiahnente en Kosovo en los años cincuenta), y en otros países en ciertos
vencedores, lo que excluye la posibilidad de una revancha. La gran guerra tiempos y por distintas causas. Este uso de la fuerza fue relativamente li­
civil europea de 1914-45 no fue una excepción: el militarismo germánico, mitado, aunque la represión de manifestaciones en Berlín de la mano de
ya fuera en su forma nazi, ya en alguna de sus encarnaciones previas, fue fuerzas soviéticas el 17 de junio de 1953 se saldó con la muerte de al me­
arrasado junto a todos sus aliados ideológicos, bien de Roma, bien de Bu­ nos cincuenta y una personas.1 En los países democráticos del Oeste el
dapest o de Helsinki. Desde entonces, ningún partido manifiestamente pico de violencia estatal se alcanzó probablemente en 1961, cuando más de
pro-nazi ha conseguido un poder político significativo en ningún lugar 200 manifestantes argelinos encontraron la muerte de mano de la policía
de Europa. A un lado y otro de la línea divisoria que partió Europa a par­ parisina a las órdenes de Maurice Papon y fueron arrojados al Sena. En la
tir de 1947 había un consenso casi universal sobre al menos un aspecto Europa Oriental y Central el número de personas asesinadas fue mucho
del pasado reciente: el nazismo había pasado a verse como una fu'erza mayor pero nunca alcanzó la escala de las masacres del pasado.
barbárica y un mal absoluto. Esto fue así incluso en los regímenes super­ La intervención de tropas respaldadas por los soviéticos en Hungría
vivientes que mantuvieron características parecidas a las de las demolidas (1956) y Checoslovaquia (1968) no condujo a conflictos armados pro­
dictaduras fascistas: España y Portugal. Incluso en estos países, las simpa­ longados y, en comparación a las trágicas décadas precedentes de la his­
tías pro-Hitler y pro-Mussolini expresadas durante la guerra fueron con­ toria europea, no causaron pérdidas masivas de vidas: en Hungria perdie­
venientemente matizadas y rápidamente arrumbadas. En cualquier caso, ron la vida 3.000 personas de la mano de las tropas soviéticas y 350 de la
estos regímenes conservadores autoritarios no habían tomado parte en la mano de los revolucionarios antisoviéticos húngaros; en Checoslovaquia
guerra, no habían hecho ninguna reclamación política o territorial, y ca­ fueron ejecutadas 229 personas, y otras noventa murieron a consecuencia
recían de los medios o el proyecto dé dominio de otros regímenes. De de la intervención de las tropas pro-soviéticas.2 La ola de terrorismo que
modo parecido, la junta militar que gobernó en Grecia entre 1967 y 1974 asoló algunos países europeos durante los años setenta y ochenta (princi­
rechazó toda conexión con el legado del fascismo y el nazismo y constan­ palmente España, Italia, Irlanda del Norte y Alemania Occidental) no
temente reiteró su lealtad con la Europa occidental. provocó cambios políticos significativos. Hasta la caída del comunismo,
Así pues, el revanchismo, que había sido una de las principales fuerzas la Europa de la posguerra ostentó una impresionante estabilidad. En los
políticas durante los años veinte, no encontró partidarios de considera­ 1
ción en la Europa post-1945. Entre 1947 -cuando tuvieron lugar los ine­ 1 1 Karel Bartosek, ((Europe centrale et du Sud-Esb,, en Stéphane Courtois (ed.), Le livre
vitables reajustes de la posguerra- y el colapso del sistema comunista noir du communisme (París: Robert Laffont, 1977), 477.
en 1989-91, no tuvieron lugar cambios fundamentales en las fronteras o 2 Ibid. 478-81.
26 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 27

casos en que sí se produjo cambio, fue casi invariablemente en dirección de recuperación de una guerra civil ( 1 946-9), estaba muy lejos de ser una
a la democracia parlamentaria (el sur de Europa en los años setenta y Eu­ democracia consolidada. El estado crucial de la Europa continental, Ale­
ropa Central y del Este en los noventa) y, por lo general, los cambios ocu­ mania, se dividió inicialmente en cuatro zonas, pero acabó en dos estados
rrieron pacíficamente o con mínima violencia ........-.-.con la importante ex­ diferenciados. Algunas democracias occidentales -especialmente Irlan­
cepción de la antigua Yugoslavia, donde el derramamiento de sangre se da, Suecia, Finlandia, Austria y Suiza- optaron por la neutralidad, mien­
agravó durante los años noventa y condujo a la primera acción militar de tras que la mayoría se alinearon con la Alianza Atlántica junto a Turquía,
la fuerza de la Alianza Atlántica. Portugal y Grecia, en tanto que España gozó de una relación especial con
La Segunda Guerra Mundial, lejos de ser seguida por alguna forma de los Estados Unidos.
unión política, había llevado a una división del continente más amplia La confrontación se ahondó con la formación de asociaciones occi­
que nunca en el pasado. Pero el insólitamente largo período de paz euro­ dentales de comercio -la Comunidad Económica Europea y la Asocia­
pea descansó sobre un largo proceso de convergencia política y económi­ ción Europea de Libre Comercio (AELC). La Europa Oriental parecía más
ca igualmente sin precedente. Al finalizar el siglo, los estados europeos se monolítica, pero no fue nunca un bloque comunista indiferenciado:
encontraban más cercanos entre sí que en cualquier otro tiempo en toda pronto Yugoslavia y más tarde Albania abandonaron el ámbito soviético,
su historia. Una de las muchas paradojas de esta convergencia fue que apostando por caminos diferentes hacia el socialismo. Rumanía acabó
vino acompañada de un pronunciado aumento del número de estados: por adoptar una política exterior independiente. Polonia mantuvo un
los veintisiete estados de 1 945 (entre ellos, las dos Alemanias, que se con­ importante sector privado en la agricultura. Para 1980, Hungría había ad­
vertirían en dos estados separados en 1949) se habían convertido en quirido una floreciente economía de mercado, por bien que todavía poco
treinta y siete unos cincuenta años más tarde. Si consideramos a Turquía desarrollada.
y Chipre fuera de Europa, y no contamos Malta y los mini-estados como El proceso de integración europea bajo el patrocinio de la CEE (pos­
Liechtenstein y la República de San Marino, los estados que conformaban teriormente la Unión Europea) fue estimulado en la década de 1970 con
Europa hasta la caída del comunismo eran: Albania, Austria, Bélgica, Bul­ la entrada en 1973 de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, socavando así la
garia, Checoslovaquia, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bre­ supervivencia del bloque de la AELC. La expansión de la Comunidad prosi­
taña, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, guió tras el derrumbe de los sistemas autoritarios de Portugal, Grecia y Es­
Países Bajos, Polonia, Portugal, República Federal de Alemania, República paña en 1974-5 y su lograda petición de unirse a la CEE. En 1 985, cuando
Democrática Alemana, Rumania, Suecia, Suiza, la URSS y Yugoslavia. Tras Mijail Gorbachov comenzó las reformas que habían de precipitar el fin de la
el derrumbe del comunismo, con la reunificación de Alemania y la poste­ URSS, todas las economías de mercado de Europa tenían un sistema parla­
rior desintegración de la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia, el número mentario liberal-democrático parecido. El fin del comunismo trajo consigo
de estados ascendió a treinta y siete con la adición (junto a Rusia) de Li­ la unificación de Alemania, la desintegración de Checoslovaquia y el retor­
tuania, Estonia, Latvia, la República Checa, Eslovaquia, Ucrania, Molda­ no a la soberanía total de los tres estados Balcánicos. Casi todos los antiguos
vía, Bielorrusia, Eslovenia, Croada, Bosnia, Serbia-Montenegro (todavía estados comunistas adoptaron el sistema económico y político de la Europa
conocido como Yugoslavia), y Macedonia. No puede descartarse una ma­ Occidental. Su alineación de partidos -un grupo de partidos de centro-iz­
yor fragmentación. quierda enfrentado a uno de partidos de centro-derecha- era una réplica casi
La característica más obvia de la fractura de Europa tras la guerra fue exacta de los del Oeste. Las excepciones están lejos de ser insignificantes: la
la divisoria creada por la guerra fría entre un sistema de estados domina­ Federación Rusa, Ucrania, Bielorrusia y Moldavia se mantienen política y
dos por partidos comunistas en el este y centro de la masa continental y económicamente inestables. La desintegración de Yugoslavia condujo a la
un sector «occidentah donde prevaleció el capitalismo. Éste último que­ formación de estados relativamente estables, como Eslovenia, Croada y, po­
dó a su vez dividido por líneas políticas. La democracia prevaleció en la siblem�nte, Macedonia. En cambio, las fronteras de SerbÚt quedaron ines­
mayoría de países, aunque en España y Portugal persistieron regímenes tables, mientras Bosnia se convertía en una zona de batalla sin autoridad
autoritarios anteriores a la guerra, mientras que Grecia, en pleno proceso central fija -el primer caso de guerra sostenida en Europa desde 1945.
28 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 29

En este momento es imposible pronosticar si durante los próximos nifestaron asimismo una notable continuidad: Gran Bretaña, Noruega,
años o décadas se conseguirá resolver satisfactoriamente estas cuestiones Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. Todos ellos habían
o si, por el contrario, conducirán a una nueva era de discordia y desinte­ sido monarquías constitucionales antes de la guerra, y siguieron siéndolo
gración. Hace tiempo que la historia de Europa ha dejado de estat bajo el después.
control exclusivo de los europeos, como había ocurrido desde el siglo XV. También Francia retornó a su sistema político anterior a la guerra. Se
Su futuro es tan incierto como el del resto del planeta. intentó disfrazar este retorno como el principio de una nueva era me­
El veredicto histórico de la segunda mitad del siglo XX sólo puede diante la redacción de una nueva constitución para la Cuarta Repúbli­
constatar que aquellos estados nacionales europeos que salieron de los ca. En realidad, las diferencias entre la Cuarta y la Tercera Repúblicas
grandes conflictos de la primera mitad con un sistema democrático de eran insignificantes. Ambas se basaban en un ejecutivo débil, un presi­
gobierno, una economía de mercado y un estado de bienestar se enfren­ dente con pocas competencias y un parlamento poderoso dominado
taron a crisis internas y externas, superaron todas las crisis y se convirtie­ por partidos políticos enfrentados. La misma inestabilidad que había
ron en el modelo al que el resto de estados Europeos acabaron por con­ caracterizado a la Tercera República afligió a los gobiernos de la Cuarta
formarse. Este gran éxito no fue único. En el resto del mundo, los paises República. Charles de Gaulle, que había dirigido las fuerzas antifascistas
democráticos con economías de mercado, como Australia y Nueva Zelan­ durante la guerra, no consiguió establecer firmemente el sistema fuerte­
da, Canadá, Estados Unidos y Japón, también ofrecieron a las naciones mente presidencial que deseaba y abandonó la política, aunque tempo­
menos afortunadas una visión de estabilidad, democracia y riqueza. El ralmente.
triunfalismo que proclamó el final del comunismo y que llevó a algunos En el resto de Europa los cambios fueron de más calado. Italia había
a declarar, un tanto ahistóricamente, el «fin de la historia}>, tenía funda­ pasado por un gobierno fascista durante todo el período de entreguerras,
mento en la realidad. había sido el aliado más cercano de Alemania en 1940, y ya enl943 se ha­
bía vuelto contra ésta. Un referéndum en 1946 estableció una república.
Se redactó una nueva constitución que dio origen a un sistema político
relativamente parecido al que había precedido al fascismo y análogo al de
la Cuarta República francesa.
La reestructuración de Europa después
La dudosa declaración de Austria de su forzada alianza con Alemania
de 1945 jugó en ventaja suya: se evitó la división permanente y el país volvió al
sistema parlamentario que había tenido en los años veinte. La URSS re­
Los sistemas políticos de aquellos países que se mantuvieron al margen tiró sus tropas y Austria acató la principal condición que le fue impues­
permanecieron inalterados. En Suecia, Irlanda, Islandia y Portugal la po­ ta -neutralidad permanente- una situación aceptada por los princi­
lítica prosiguió con las mismas reglas y en las mismas condiciones que pales partidos y bien recibida por la opinión pública. Finlandia, que
antes de la guerra. Lo mismo puede decirse de España, donde Franco también había sido ocupada por las tropas soviéticas, siguió un camino
aprovechó el periodo de guerra para consolidar su victoria de 1939 en la parecido.
guerra civil mediante la matanza indiscriminada de sus oponentes: miles Incluso en Alemania se produjo un retorno a un sistema político ante­
de leales a la vencida República fueron matados; muchos más fueron en­ rior -al menos en la sección que había caído en los poderes occidentales.
carcelados.3 Para 1945 su posición estaba afianzada, aunque la guerrilla se Aunque las diferencias entre la Alemania de Weimar (1919-33) y la RFA
mantuvo activa hasta 1951.4Varios estados de la Europa Occidental ma- no son desdeñables, las semejanzas constitucionales son notables si se tie­
ne en cuenta que en el intervalo entre las dos hubo doce años de nazismo,
3 Véase Gabriel Jackson, The Spanish Republic and the Civil War, 1931-1939 {Princeton:
seis de ellos de guerra total, con el resultado de la escisión del país.
Princeton University Press, 1965), apéndice. Hubo cierto grado de continuidad incluso en Grecia. Tras la derrota
4 Paul Prestan, The Triumph ofDemocr acy in Spain (Londres: Methuen, 1986), 4. de los comunistas en la guerra civil (1949) la represión y un sistema elec-
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toral corrupto mantuvieron a los comunistas y sus aliados en los arraba­ de los valores tradicionales frente al !ndividualismo desbocado. Tal de­
les de la vida política. Si bien no se produjo un retorno a la dictadura de sarrollo fue especialmente evidente en Alemania, Austria, Italia, Bélgica
Metaxas, sí se reestableció la antigua escisión política entre los monár­ y Holanda.
quicos tradicionales y los modernizadores liberales. Sólo tras el retor­ Esto explica el amplio consenso político que impregnó a Europa Occi­
no de una democracia plena en 1974 se constituyó un auténtico partido dental. Un consenso que permitió que la reconstrucción de la posguerra
socialista. fuera iniciada por una coalición de partidos que representaban la izquier­
Así pues, las instituciones políticas que predominaron en Europa Oc­ da, el centro y aun el centro-derecha. Las dos excepciones importantes fue­
cidental tras la guerra ya habían sido probadas con anterioridad. No obs­ ron Gran Bretaña, donde el partido Laborista gobernó solo hasta 1951, y
tante, bajo la relativa continuidad de la polític� institucional y los acuer­ la RFA, donde las primeras elecciones generales, que no tuvieron lugar
dos constitucionales se produjeron desarrollos significativos. El primero hasta 1949 -cuando la oleada de izquierdas ya estaba pasando- se sal­
de éstos fue la consolidación de la democracia política: el sufragio uni­ daron con la victoria de la conservadora Unión Democrática Cristiana
versal se convirtió en la norma; las mujeres obtuvieron finalmente el de­ (UDC) dentro de un gobierno de coalición.
recho al voto en las mismas condiciones que los hombres en Francia Llegados a este punto la mayoría de países de la Europa Occidental ha­
(1944), Bélgica (1948), Italia (1946) y Grecia (1952 ). Suiza se mantuvo bía echado las bases de sus sistemas de seguridad social. Los partidos de
como una extraña excepción al sufragio universal hasta 1971. la izquierda fueron los principales proponentes de este desarrollo y veíap.
El segundo desarrollo importante fue el considerable avance de los en las reformas del estado de bienestar una forma de socialismo o un pro­
partidos de la izquierda, como prueban sus notorias victorias en las pri­ greso hacia una sociedad socialista. No obstante, su evolución no fue se­
meras elecciones de después de la guerra. Las grandes divisiones políti­ riamente discutida por sus oponentes conservadores, quienes podían le­
cas de épocas anteriores, como los centralistas contra los descentralistas gítimamente proclamar que los precursores históricos de las reformas
o los anticlericales contra los clericales, pasaron a un plano secundario. hacia el estado de bienestar habían sido liberales «sociales» como Lloyd
La principal fractura ideológica -dentro de un consenso generaliza­ George, conservadores autoritarios como Bismarck, o social-cristianos.
do- fue la de la izquierda contra la derecha, es decir entre los partidos De hecho, la agenda para un sistema de seguridad social para después de
inspirados en el socialismo y los entregados a un capitalismo templado la guerra había sido bosquejada durante la guerra por un liberal británi­
por los valores tradicionales. La República de Irlanda, donde la política co, William Beveridge. Este consenso extendido a todo el espectro políti­
estaba dominada por la cuestión nacional, fue la única excepción im­ co explica no sólo por qué se establecieron los estados de bienestar, sino
portante a la primada-de la divisoria izquierda-derecha en la Europa también por qué sobrevivieron a los iniciales éxitos electorales de la iz­
democrática. quierda. No obstante, fue en el país donde la izquierda ejercía más control
En Gran Bretaña, en 1945, el partido laborista ganó por primera vez en en el parlamento, Gran Bretaña, donde se estableció el sistema público de
su historia la mayoría absoluta de escaños en la Cámara de los Comunes y sanidad más completo y donde se estableció un sistema complejo de pro­
el 48,3 por ciento de los votos. En Suecia, Noruega y Austria los partidos tección social, desde las pensiones a los seguros de desempleo. Las nacio­
socialistas ganaron más del40 por ciento. Allí donde los partidos socialis­ nes más prósperas, y sobre todas ellas, las naciones escandinavas, siguie­
tas consiguieron menos votos -como en Finlandia, Francia e Italia, don­ ron el mismo camino. El miedo a la vejez, la enfermedad y el desempleo
de consiguieron el20-25 por ciento- los partidos comunistas ganaron al no volvería a preocupar a los ciudadanos de Europa --o al menos eso se
menos el20 por ciento o más. Los positivos resultados electorales de los esperaba.
partidos de la izquierda fuerOn un aspecto de la oleada de sentimientos La ampliación de la esfera del estado hacia el estado de bienestar-reem­
anti-capitalistas que asolaron Europa después de la guerra. En la mayoría plazando en muchos casos las atenciones proporcionadas por organis­
de los casos la derecha o el centro-derecha, lejos de estar dominados por mos de caridad, sobre todo religiosos- fue acompañada de su extensión
partidos abiertamente pro-capitalistas, estaban dirigidas por partidos a la economía. En algunos casos, especialmente en Austria, Italia, Gran
cristianos volcados en contener las fuerzas del mercado y en la defensa Bretaña y Francia, esto se consiguió directamente mediante la nacionali-
32 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 33

zación o municipalización de algunos o todos los servicios de interés pú­ acuñación del término), especiahnente en Checoslovaquia, Hungria y Po­
blico (como el gas, el agua, los teléfonos y la electricidad) y de algunas de lonia, de donde fueron expulsados millones de personas étnicamente ger­
las industrias extractivas y de manufactura. La radio y posteriormente la mánicas. Para 1950 había 8 millones de los llamados Heimatvertriebene
televisión se mantuvieron total o parcialmente en manos del estado, in­ (<<gente expulsada de su patria>>) en la RFA. El tratado entre Checoslova­
cluso en las economías de mercado. No fue hasta los años ochenta que se quia y Hungría de 1946 condujo al intercambio de unos 50.000-60.000
produjo en Europa la expansión sistemática de capital privado a la radio eslovacos y húngaros (aunque más de 350.000 permanecieron en Checos­
y televisión. En todos los casos el estado, a través de políticas fiscales y lovaquia). En Polonia persistieron luchas esporádicas, casi una guerra ci­
monetarias, se impuso la tarea de supervisar el funcionamiento de la eco­ vil, hasta 1947.
nomía a escala macroeconómica. El objetivo era asegurar que el ciclo Todos los países de la Europa del Este habían sido liberados del domi­
económico capitalista no llegara nunca más a salirse fuera de control, nio nazi por el Ejército Rojo, salvo Albania y Yugoslavia. En consecuencia,
hundiendo a las economías europeas en una depresión devastadora de las la toma de poder por los comunistas en estos dos países se aparta de lo
proporciones de la de los años treinta. que se convirtió en el patrón establecido. El líder comunista yugoslavo
El estado, pues, se había hecho mucho más fuerte en toda la Europa Tito (Josip Broz) rechazó las llamadas de Londres y Moscú para un go­
Occidental, e incluso en aquellos estados, como la RFA, Austria y Suiza, bierno nacional de coalición con los monárquicos, y declaró una república
que habían optado por una estructura menos centralista que, por ejem­ en1943. A medida que la guerra llegaba a su fin, se volvió contra sus opo­
plo, Gran Bretaña, Suecia, Francia e Italia. nentes con métodos que incluyeron la destrucción de pueblos que, en su
El capitalismo de la Europa Occidental emergió de esta reconstruc­ juicio, habían apoyado a los nacionalistas serbios y croatas. Cuando las
ción a un tiempo debilitado y robustecido. Debilitado, en el sentido que tropas soviéticas entraron en Yugoslavia, fue con la condición de que los
áreas enteras de la vida económica -por ejemplo, la sanidad, el trans­ partisanos de Tito siguieran en el poder. En Albania, el partido comunis­
porte, el gas, la electricidad, el suministro de agua, la banca central y toda ta estableció rápidamente un control absoluto. Su líder, Hoxha, declaró
una serie de servicios públicos, desde la limpieza de las calles al correo­ una república en 1945 con el respaldo de los Aliados, mientras que el apo­
fueron retiradas o mantenidas fuera del mercado. Robustecida, porque yo diplomático de Stalin le permitió resistir los intentos de Tito de incor­
la racionalización de las industrias mediante su nacionalización com­ porar el país a Yugoslavia. Se forjó de.este modo un enlace entre el comu­
portó una reducción de costes, y porque la socialización de los servicios nismo «nacionah> albanés y el estalinismo que persistió tras la condena
públicos (sanidad, educación, pensiones, seguros) equivalió a una socia­ soviética de los crímenes de Stalin.
lización de gastos que de otro modo habrían tenido que afrontar los in­ En el resto de la Europa del Este, la reorganización de la vida política
dividuos. Esto, a su vez, contuvo la presión por los aumentos de sueldo. democrática ocurrió bajo la supervisión del poder soviético. La conse­
De forma más general, el estado de bienestar hizo el capitalismo más cuencia fue que los partidos comunistas gozaron de considerables venta­
aceptable al reducir la posibilidad de que fracasase el mercado en el su­ jas. En cualquier caso, inmediatamente después de la guerra los comunis­
ministro de los servicios críticos. tas habían ganado en popularidad debido al papel desempeñado en la
El destino político seguido por los paises de la Europa Central y Orien­ resistencia contra el nazismo y el prestigio de la URSS. Incluso entre
tal contrasta fuertemente con el seguido por los países de la Europa Occi­ aquellos que no estaban ideológicamente indinados hacia el comunismo
dental. Esto no es de sorprender. Antes de la guerra todos, con la excep­ había quienes estaban tan desilusionados con el pasado que veían a los
ción de Checoslovaquia, habían estado sometidos a alguna forma de comunistas como representantes de la modernidad y de un futuro mejor. Se
régimen autoritario. Todos fueron ocupados por Alemania. Todos (salvo creía entonces que acabarían con la corrupción y el retraso. Es imposible
Checoslovaquia) tenían un amplio sector agrícola. Todos sufrieron gran­ medir con exactitud la magnitud de esta popularidad inicial, pero los re­
des pérdidas y devastación -mucho más que los países de la Europa Oc­ sultados de las primeras elecciones (relativamente libres de interferencia)
cidental salvo Alemania. Los reajustes de la posguerra estuvieron además indican que el tamaño de su electorado era comparable al de los partidos
complicados por la general «limpieza étnica» (la práctica precedió a la comunistas más fuertes de la Europa Occidental. Su influencia real fue,
34 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 35

por descontado, mucho más amplia que su apoyo electoral. El derecho En Bulgaria la estrategia de la coalición también tuvo una corta vida.
autoritario había sido aniquilado, y sus líderes purgados. Los partidos po­ Mediante amplias purgas políticas se aseguró la eliminación de todas las
líticos que re-emergieron se mostraron reacios a adoptar una línea anti­ posibles fuerzas anticomunistas, y el resto fue invitado a la fuerza a
comunista fuerte, pues ésta hubiera podido mancharlos con la brocha del unirse al Frente Patrio, dominado por los comunistas, un proceso que
fascismo. La presencia del Ejército Rojo y el peso de la URSS constituían· no se completó hasta 1948 con la absorción forzada de los socialdemó­
un fenomenal obstáculo a la libre expresión de puntos de vista antico­ cratas.
munistas. Los oportunistas políticos abarrotaron las filas de la izquierda En Hungría los comunistas habían obtenido sólo el 17 por ciento de
como antes se habían unido a las de la derecha. Partidos comunistas que los votos en 1945, y sus rivales socialistas, poco más, mientras que el Par­
antes de la guerra no habían pasado de ser diminutas organizaciones cre­ tido de los Minifundistas, o KGP (también una coalición de pequeños
cieron exponencialmente -un fenómeno que también ocurrió en Italia, grupos), ganó la mayoría absoluta; su líder, Ferenc Nágy, se convirtió en
donde el Partido Comunista Italiano, el PCI, creció de 6.000 socios en el primer ministro de un gobierno de coalición que incluía a los comu­
1943 a 2 millones en 1948. Los comunistas pugnaron en todos los países nistas. Para 1947 las purgas de antiguos fascistas y sus colaboradores
por la formación o continuación de gobiernos de unidad nacional. Aun­ habían debilitado aún más las fuerzas anticomunistas. Pese a algunas irre­
que estos amplios gobiernos de coalición surgieron por casi toda Europa gularidades durante la campaña electoral de 1947, los comunistas húnga­
continental, en el Este los comunistas siempre jugaron con ventaja por­ ros obtuvieron sólo el 22 por ciento; no obstante, junto con sus aliados,
que se beneficiaron de la ayuda financiera, logística y organizativa de la que ahora incluían un KGP en franca desintegración, constituyeron un
Unión Soviética. Ésta es la situación que predominó entre 1945 y 1947-8. bloque con un 60 por ciento. Cuando en 1949 se convocaron nuevas elec­
La estrategia de coalición adoptada por todos los partidos comunistas ciones, este bloque se había convertido en el Partido Húngaro de los Tra­
daba por hecho que los gobiernos de unidad nacional supervisarían el pe­ bajadores, controlado por los comunistas y que ningún grupo se atrevía a
ríodo entero de reconstrucción de la posguerra. En el Este, donde gozaban oponer. El sistema de partido único quedaba así establecido.
de una situación privilegiada, la utilizaron para aferrarse firmemente al Un proceso parecido tuvo lugar en Checoslovaquia: primero la consti­
poder político. Inicialmente, no obstante, no existía el proyecto de una tución de un gobierno de unidad nacional, seguido de la fusión de comu­
toma generalizada del poder. La política soviética, en la medida que había nistas y socialistas y luego la expulsión de la derecha de la coalición y la
definido claramente sus principios, se dirigió a asegurar que todos los es­ toma del poder por los comunistas en 1948.
tados vecinos desarrollaran gobiernos amigos. Los comunistas, cautos y En Polonia el genocidio nazi de los judíos, el desplazamiento de la
prudentes, buscaron el compromiso y evitaron una agenda excesivamen­ fronteras unos 250 kilómetros hacia el oeste, y la limpieza étnica de ale­
te radical, centrándose en cambio en una reforma agraria y una limitada manes habían dejado un país más étnica y religiosamente homogéneo
expansión del sector público. que nunca en el pasado. Las primeras iniciativas del gobierno de unidad
Esto explica por qué en Rumanía los comunistas, dirigidos por el in­ nacional -nacionalización y un plan trienal- se debieron al partido so­
dependiente Gheorghe Gheorgiu-Dej, permitieron que la monarquía so­ cialista PSP. La creación de un nuevo partido -el Partido Socialista Obrero
breviviera a la guerra hasta 1947, apoyaron a un no-comunista «amisto­ Unificado- fue tanto, si no más, fruto del trabajo de los propios socialis­
so», Petru Groza, como primer ministro, incluyeron representantes de los tas, que intentaban asegurarse su futuro, como de los comunistas.5 Se per­
liberales y del Partido Campesino Nacional en el gobierno (1946), y pro­ mitió la supervivencia de otros partidos, mientras que en el sector rural la
mulgaron una moderada reforma agraria que dejo intactas las tierras de fuerza de las asociaciones de campesinos y la necesidad de asegurar el
la Iglesia. Pero en 1947 el Partido Campesino Nacional fue prohibido, los apoyo de los agricultores para alimentar el país impidieron el desarrollo
socialdemócratas fueron forzados a unirse a los comunistas, y el Rey Mi­ de una colectivización significativa.
chael fue forzado a abdicar. La avasalladora victoria del nuevo Frente De­
mocrático Popular -a todos los efectos el partido comunista- en las 5 Norman Davies, «Poland», en Martin McCauley (ed.), Communist Power in Europe
elecciones amañadas de marzo de 1948 aseguró la toma de poder absoluta. 1944-1949 (Basingstoke: Macmillan, 1977), 48-50.
EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 37

En Alemania, según un punto de vista, los líderes soviéticos habrían bilidad de este estado de las cosas se ha atribuido en ocasiones a las con­
pedido la desmilitarización de Alemania en lugar del establecimiento de ferencias de Yalta y Potsdam en 1945 o al acuerdo de «porcentaje» entre
un estado separado en el Este. Sólo cuando se dieron cuenta de que el Churchill y Stalin de octubre de 1944. Como los límites del llamado Te­
Oeste no accedería a sus peticiones y tras la creación de la República Fe­ lón de Acero coincidieron casi exactamente con los territorios liberados
deral autorizaron la formación de la RDA.6 Ésta fue gobernada, hasta por el Ejército Rojo, parece razonable concluir que ninguna conferencia
1990, por el SED, el partido comunista de Jacto -resultado de la fusión internacional antes o después de 1945 podría haber modificado sustan­
con los socialdemócratas con la colaboración de su líder, Otto Grotewohl. cialmente los resultados obtenidos en el campo de batalla. De hecho, los
Así se completó la toma de poder comunista de la Europa Central y países comunistas que el Ejército Rojo no liberó-Yugoslavia y Albania­
Oriental. La expresión es técnicamente válida en el sentido que el gobier­ se habían librados ellos mismos del control soviético para 1950 y 1960,
no comunista no fue nunca sancionado o puesto a prueba electoralmen­ respectivamente, aunque siguieron siendo comunistas.
te. Pero es engañosa por cuanto puede dar a entender que existía un gran La causa más importante de la toma del poder por los comunistas en la
plan esbozado en algún rincón del Kremlin en lugar de la explicación más Europa Central y Oriental fue el deterioro de la situación internacional.
probable, bien que poco emocionante: todos los partidos reaccionaron La proclamación de la Doctrina de Truman en 1947 y el posterior anuncio
ante los acontecimientos maximizando su poder y socavando por todos del Plan Marshall fueron interpretados por la URSS -razonablemente­
los medios el de sus oponentes. La idea de un gran plan se extendió a am­ como una indicación clara de que los Estados Unidos intentaban socavar
bos lados tras la llegada al poder de los comunistas, durante la guerra fría, el poder soviético en Europa Central y Oriental.
bien para confirmar el mito de una inteligencia política de gran alcance Al principio esta interpretación no fue compartida por algunos de los
de los comunistas como poseedores de las claves de la Historia, capaces de líderes comunistas, en particular en Polonia y Checoslovaquia, quienes
amoldar los acontecimientos según sus designios, o para estigmatizados contemplaron la posibilidad de aceptar la oferta de los EE.UU. -un mo­
como sumamente diabólicos conspiradores contra los que siempre había vimiento que no debe sorprender si se considera que el antiamericanismo
que mostrarse vigilante. todavía no se había convertido en una de las características principa­
Estos acontecimientos no debieran ocultar el hecho que, inicialmente, les de la política comunista, y que la miseria que todavía prevalecía en
las principales políticas económicas y_ sociales favorecidas por los gobier­ la mayor parte de Europa Central y Oriental hacía tentadora la oferta de la
nos de coalición dominados por los comunistas en la Europa Central y ayuda exterior. Esta respuesta inicial de los comunistas demuestra la serie­
Oriental antes de 1947 no eran significativamente distintas de las pro­ dad con que habían tomado la idea de que las «democracias populares}) eran
pugnadas en la Europa Occidental por las fuerzas democráticas socialis­ una forma intermedia entre el comunismo de estilo soviético y el capita­
tas: reforma agraria y expansión del sector público por medio de nacio­ lismo occidental. Pero a la URSS esta opción ya no le parecía practicable.
nalizaciones. Más tarde el proceso de eliminación de la propiedad privada El dominio de los soviéticos se había intensificado. Los disidentes comu­
avanzó con rapidez, aunque irregularmente, en el Este, mientras que fue nistas habían sido purgados, encarcelados o ejecutados, a veces tras juicios
contenido en el Oeste. amañados, un recordatorio claro para los que habían quedado de que su
Así pues, para 1947-8 los gobiernos comunistas habían tomado el po­ capacidad de maniobra se había visto reducida. Así quedó manifiesto cuan­
der en la Europa Central y Oriental. En la Europa Occidental las «anoma­ do la URSS restableció un organismo de coordinación -un sucesor me­
lías)) políticas como la presencia de comunistas en los gobiernos de coalición nos centralizado del Comintern- conocido como Cominform (Agencia
de Italia y Francia (1947) fueron eliminadas por mayorías anticomunis­ de Información Comunista) en 1947, cuyo ingreso quedaba restringido a
tas. Había nacido el nuevo orden europeo de la guerra fría. La responsa- todos los partidos comunistas en el poder además de los de Francia e Italia.
La división de Europa se había conseguido con rapidez, pero la evolu­
6
ción política previa en las dos mitades de la mayor parte de la Europa
Véase Wilfred Loth, Stalin's Unwanted Child: The Soviet Union, the German Question
and the Founding ofthe GDR {Basingstoke: Macmillan, 1998), para una visión controverti­ continental no había sido marcadamente divergente. A ambos lados se
da que propone que Stalin no deseaba un, estado socialista alemán separado. habían formado amplias coaliciones en las que la izquierda y la derecha
EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 39

coexistían con dificultad. En ambos lados había un amplio consenso La única característica común que unió a los dos bloques de Europa
sobre la falta de futuro del capitalismo liberal, sobre la necesidad de po­ durante estos años fue un crecimiento económico sin precedentes que fue
ner en práctica importantes reformas sociales, y sobre la necesidad de especialmente rápido a finales de los años cincuenta y principios de los
acabar con los restos del pasado, como los grandes latifundios, donde és­ sesenta.7
tos existieran, por medio de reformas agrarias. Pese a todo ello, podernos La transformación social más importante de estos años fue el impor­
atrevernos a conjeturar que, de no haber existido la URSS y el control tante descenso del tamaño de la población rural. El proceso se desarrolló,
que ésta ejerda, la mayoría de los países de la Europa Central y Oriental en mayor o menor grado, en todas las sociedades europeas, independien­
(con las probables excepciones de Yugoslavia y Albania) no habrían aca­ temente de su sistema político. Un proceso de urbanización tan rápido se
bado sometidos al poder comunista, sino que habrían sido gobernados desarrolló, sin embargo, con pocas complicaciones. No generó inquietud
por una izquierda radical dentro de una economía de mercado o, más generalizada ni resentimientos duraderos ni problemas sociales de difícil
probablemente, por regímenes conservadores tradicionales. En el Oeste, control. No trajo consigo ningún cambio político de consideración; ni si­
en cambio, incluso si los Estados Unidos hubieran vuelto al aislacionismo quiera el hundimiento de partidos políticos importantes o el nacimiento
y se hubieran lavado las manos del destino de Europa, tampoco los co­ de nuevos partidos. El resultado de este proceso fue el establecimiento de
munistas hubieran podido arrebatar el poder -ni siquiera en aquellos una próspera sociedad de consumo en el Oeste y la industrialización de las
países donde tenían una fuerza relativa, corno Francia, Italia y Grecia. partes más retrasadas del Este. La general mejora de las condiciones so­
ciales fue uno de los pilares principales del consenso que sostenía los re­
gímenes a ambos lados de la divisoria ideológica. Con todo, esta mejora
fue también, como veremos, una importante causa de cambio político.
Estabilidad y control: En el Oeste, el impresionante crecimiento proporcionó tanto unos
los aburridos años cincuenta cimientos fiscales ideales para la expansión del sistema de seguridad so­
cial como el auténtico sostén de la sociedad de consumo y apoyo del ca­
Llegada la década de los cincuenta los sistemas políticos de los estados eu­ pitalismo. Las tasas de crecimiento fueron, por supuesto, mucho más im­
ropeos se habían estabilizado. Permanecieron prácticamente inalterados presionantes en los países que tenían más camino por recorrer, como Italia
hasta 1990 salvo en Grecia, Portugal y España. En la Europa Central y o Alemania y, hasta cierto punto, Francia, que en Gran Bretaña, donde el
Oriental los regímenes comunistas estaban lo bastante afianzados corno pleno empleo se había alcanzado mucho antes que en Italia o Alemania.
para rechazar cualquier amenaza, ya fuera por recurso a la fuerza inter­ Las tasas de inflación, aunque bajas, no fueron las mismas en toda Euro­
namente, corno ocurrió en la RFA en 1953 y en Polonia en 1956, ya a tra­ pa. No obstante, la expectación de que las cosas no podían sino ir a mejor
vés de la decisiva intervención del ejército soviético, como en Hungría en se vio estimulada por un sistema económico que proporcionaba empleo
1956 y en Checoslovaquia en 1968. En la Europa Occidental la oleada de y el poder de compra necesario para equipar los hogares con una lista
radicalismo generada por la guerra se calmó rápidamente. El Partido La­ cada vez más larga de bienes de consumo. El hecho de que este desarrollo
borista británico perdió las elecciones en 1951, dando paso a trece años tuviera lugar bajo los auspicios de los Estados Unidos, la principal socie­
de gobierno conservador. En Italia el PCI y el partido socialista, el PSI, si­ dad de consumo del mundo, no hizo sino reforzar los lazos políticos,
guieron colaborando (un caso único en Europa Occidental), pero perdie­ ideológicos y militares entre la Europa Occidental y los EE.UU. En el Este
ron las elecciones de 1948 y se encontraron en la oposición. En la Alema­ no se dio el mismo tipo de correspondencia. La URSS era el país políti­
nia Federal los socialdemócratas se quedaron también en la oposición camente hegemónico, capaz de imponer su propio modelo de sociedad.
hasta 1966. En Austria los socialistas estuvieron en coalición práctica­ Sin embargo, aunque había iniciado la construcción del socialismo mu­
mente permanente con los conservadores cristianos del Partido del Pue­ cho antes que los otros, no se hallaba en la vanguardia según sus propios
blo Austriaco (OVP). En 1960 la izquierda se encontraba todavía en el po­
der solamente en Noruega y Suecia. 7 Véanse los cuadros y comentarios del capítulo 4 de este volumen.
40 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 41

criterios de progreso económico, a saber, el crecimiento industrial y las pagaban un alto precio: sólo conseguían subsistir gracias a sus parcelas
condiciones sociales: los ciudadanos de la RDA, Checoslovaquia y Hun­ . das. 9
pnva
gría estaban mucho mejor que sus homólogos soviéticos �como lo ha­ A su muerte en 1953, Stalin dejó un sistema institucional caracteriza­
bían estado antes de que les fuera impuesto el sistema comunista. do por una identificación completa de estado y partido. Prácticamente
En el Oeste los productos de la cultura americana (música, películas, todas las reformas importantes ocurridas con posterioridad dentro de la
libros) se consumían con avidez, y cada vez más todos, salvo la intelec­ URSS o en cualquiera de los otros estados socialistas se produjeron desde
tualidad, los consideraban más interesantes que la mayor parte de la cultu­ el propio partido comunista, con las únicas excepciones de Polonia en los
ra popular local. En el Este la cultura soviética no gozaba de la misma base años setenta y ochenta. En ocasiones surgían iniciativas en las bases, pero
popular y salia verse como una imposición. En el Oeste las elecciones topaban con una violenta represión si retaban los cimientos del poder co­
periódicas forzaban a las elites políticas a competir y mantenerse en con­ munista. El primer estallido de protesta popular tras la muerte de Stalin
tacto constante con su electorado. En el Este no ocurría así, y el poder po­ se produjo en la Alemania Oriental. Tomó la forma de un levantamiento
lítico -mucho más concentrado que en el Oeste- era culpado de cual­ de trabajadores el 17 de junio de 1953 y condujo a transformar aún más
quier penuria. el SED en un partido de leales comunistas.
La falta de un amplio apoyo popular (a diferencia de una generalizada Cuando Nikita Khrushchev denunció a Stalin y sus crimen es en el Vi­
aquiescencia) se vio agravada por las debilitadoras purgas que la mayoría gésimo Congreso del Partido Comunista Soviético en 1956, se produje­
de los partidos comunistas gobernantes iniciaron tras su llegada al poder. ron demandas de cambios radicales en el Partido Comunista Polaco. És­
Juicios amañados, que a menudo culminaban en ejecuciones, habían aca­ tas condujeron a una amplia manifestación de trabajadores. Asustado, el
bado con aquellos líderes que habían tomado en serio la idea de una vía na­ partido solicitó la intervención de Waidyiaw Gomuika, una víctima de
cional hacia el socialismo que había predominado durante el período de los anteriores conflictos intestinos, quien aseguró a Moscú que su prima­
1945-7. Sólo Tito fue capaz de resistir y desligarse de la influencia de da no se veda amenazada en tanto que Polonia permaneciera libre de la
Moscú. Para intervenir en los asuntos internos de Yugoslavia Stalin re­ interferencia soviética directa. Esto satisfizo el orgullo nacional polaco
quería apoyo local, al menos dentro del partido comunista. Pero el apoyo -un factor importante- y se contuvo la crisis.
de que disponía era insuficiente y se vio forzado a desistir. En el resto de En Hungría se desarrolló una situación bastante más grave, aunque al
países de la esfera soviética los comunistas aceptaron su oferta sin discu­ principio siguiera el patrón polaco. Después de unos disturbios en Buda­
sión, y ataron a sus países a la URSS militarmente a través del Pacto de pest el 2 3 de octubre, Imre Nágy, que había sido expulsado del partido en
Varsovia y económicamente a través del Comecon. En la propia URSS la 1955, fue llamado para formar un nuevo gobierno. Imre incluyó en éste
guerra, lejos de conducir a un enfoque más liberal de los problemas eco­ varios miembros no comunistas, restableció un sistema multipartido, pi­
nómicos y sociales, había traído consigo un endurecimiento interno de dió la retirada de las tropas soviéticas y anunció que Hungría abandona­
los controles, y nuevas purgas políticas, con deportaciones y trabajos for­ ba del Pacto de Varsovia. Este paso resultó ser desastroso. El Oeste -atra­
zados. Con toda seguridad, la ingente ruina y devastación causadas por la pado en plena crisis de Suez- no se encontraba en posición de ayudar, y
guerra hubieran conducido a una mayor centralización aun cuando no se Nágy perdió el apoyo de Tito, quien le tenía tanto miedo al multipartidis­
hubiera generado el inaudito culto a la personalidad de Stalin, que alcan­ mo como Moscú. Las tropas soviéticas intervinieron militarmente para
zó su cima con la celebración de su septuagésimo cumpleaños en diciem­ restablecer el orden comunista. Nágy fue arrestado y ejecutado. La lección
bre de 1949: durante nueve meses, tres cuartas partes del espacio de Prav­ aprendida fue que las reformas eran permisibles e incluso alentadas, pero
da, el diario del partido, se dedicaron a felicitaciones procedentes de sólo podían perseguirse dentro de los rigidos limites vigilados por Mos­
todos los rincones del mundo.8 En los años cincuenta la estructura in­ cú: la lealtad a la URSS y la plena conformidad con el sistema de gobier­
dustrial de la URSS se había recuperado plenamente. Pero los campesinos no unipartidista no podían cuestionarse. El líder de los comunistas hún-

8 Seweryn Bialer, Stalin's Successors (Cambridge: Cambridge University Press, 1982 ), 30. 9 Alee Nove, An Economic History ofthe USSR (Harmondsworth: Penguin, 1978), 293, 300.
42 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 43

garos, János Kádár, comprendió esto a la perfección y procedió a refor­ reconstrucción de la RFA y la generación de riqueza se convirtieron en la
mar la sociedad húngara a paso de tortuga con mayor éxito que cualquier principal preocupación de los alemanes y sus elites políticas.
otro lugar de la Europa del Este. En Italia la coalición dirigida por los Demócratas Cristianos (CD) te­
Pese a las diferencias internas, la Europa Central y Oriental parecía, nía intereses parecidos. La entrada del país en la Comunidad Europea
para muchos observadores externos, un bloque monolítico. El Oeste como uno de sus miembros fundadores aupó a los partidos gobernantes
parecía más diversificado. Dentro del marco de la democracia parla­ del centro porque tranquilizó a una población obsesionada con el temor
mentaria y de una economía mixta se encontraban opciones políticas de quedarse atrás y no formar parte de la nueva Europa. El CD utilizó su
diversas. Cada país podía elegir la mezcla adecuada de estado y merca­ recién ganado apoyo popular para acabar con el desempleo, erigió un
do, sus acuerdos institucionales, y podían decidir unirse o no a la OTAN complejo sistema de clientelas, y promulgó la reforma agraria del subde­
o la CEE. sarrollado sur. Gracias a estas politicas consiguió mantener un cuidadoso
En Suecia las negociaciones entre el gobierno socialdemócrata, las aso­ equilibrio entre la conservación de los valores católicos tradicionales y la
ciaciones de empleados y los sindicatos condujeron, hacia finales de los modernización del país.
años cincuenta, a la adopción de un sistema altamente centralizado de La debilidad de los países de la Europa Occidental en un mundo do­
determinación de salarios y un mercado laboral sostenido por programas minado por superpotencias nucleares era tan manifiesta que la política
de formación bien financiados mediante subvenciones del estado. En exterior no era ni importante ni particularmente divisiva. Sólo había dos
Francia una serie de planes indicativos intentaron, con bastante éxito, cuestiones a debatir: la pertenencia a la OTAN, y la pertenencia a la CEE.
modernizar lo que generalmente se percibía como una sistema capitalis­ Una vez aceptada la entrada en la OTAN por los pocos partidos de la iz­
ta arcaico. En Alemania los dominantes demócratas cristianos establecie­ quierda que inicialmente se oponían -el SPD en 1960 y los socialistas
ron lo que se dio en llamar una «economía de mercado social» -una de italianos en 1963- la cuestión dejó de tener gran relevancia. La entrada
las muchas etiquetas que desde entonces ha recibido el modelo europeo en la CEE fue mucho más controvertida. Por lo general, no obstante, una
de capitalismos «gestionado». La contribución particular de Alemania a vez un país había entrado, los partidos en el poder ya nunca plantearon
este modelo fue el desarrollo �en industrias clave como las del carbón y seriamente su posible salida, ni siquiera en Gran Bretaña.
el acero- de una limitada participación de los trabajadores en la gestión Sólo dos países de Europa, Francia e Italia, seguían soñando con ejer­
empresarial, la llamada Mitbestimmung o ca-determinación. Una asocia­ cer influencia en todo el mundo. Estas aspiraciones los llevaron a enviar
ción entre empresarios y sindicatos (conocida más tarde como corporati­ tropas a Egipto en1956 para impedir la nacionalización del Canal de Suez
vismo) prevaleció en casi todos los países del norte del Europa y en Aus­ y reafirmar su influencia en el Oriente Medio. El desastre que sobrevino
tria, aunque no en el Reino Unido. les llevó a volverse a pensar su papel. Tras resolver, con un alto coste, la
La guerra fria permitió la rápida rehabilitación de la Alemania Occi­ descolonización de Argelia, Francia volvió la mirada definitivamente ha­
dental. Al fin y el cabo, se trataba de la principal avanzada occidental con­ cia Europa reafirmando su especial relación con Alemania Occidental en
tra el comunismo. Mientras que la Alemania de Weimar había tenido que un tratado de paz, el Tratado Franco-Alemán de Amistad (1963). Aquí na­
llevar la carga de las reparaciones de guerra, la Alemania Federal fue re­ ció el entente París-Bonn que ha dominado la Comunidad Europea desde
ceptora de una generosa ayuda financiera. El único precio a pagar, y no entonces, resistiendo todos los cambios posteriores, entre ellos la expan­
demasiado gravoso, era su lealtad a Occidente. El canciller alemán Kon­ sión de la Comunidad, la caída del comunismo y la unificación de Alema­
rad Adenauer tenia su base política en la católica Rhineland, mientras que nia. Por contraste, la política exterior británica permaneció en un estado
sus aliados, la Unión Socialista Cristiana (CSU), controlaban la católica de permanente indecisión, oscilando entre una «relación especial» con
Baviera. Miraba, pues, hacia el Occidente, lejos de la Prusia protestante, y los Estados Unidos (sin ventajas aparentes) y el establecimiento de una
no tenía prisa alguna por reunificar Alemania. Los recuerdos de la guerra presencia constructiva dentro de la Comunidad Europea.
hadan el nacionalismo alemán desagradable para todos salvo unos pocos En general los países de Europa Occidental poseedores de grandes im­
extremistas: esto tranquilizó a todos, especialmente a los franceses. La perios consiguieron retirarse de sus colonias sin grandes conmociones
44 EUROPA DESDE 1945 P OLÍTICA 45

internas. Algunas interpretaciones post-Jacto atribuyeron esto a la previsión en 1966, y permaneció en el poder hasta 1970. En Italia se produjo en 1960
de sus líderes y al buen sentido de sus ciudadanos. En realidad la debili­ una resistencia popular a un tibio intento por parte de la rama más dere­
dad de los países europeos era tan manifiesta que la mayoría de las colonias chista del DC de buscar el apoyo parlamentario de los neofascistas. Esto
se habían hecho innecesarias, pues la mayoría de los beneficios podían se­ aceleró la constitución en 1963 de una coalición de centro-izquierda entre
guir obteniéndose sin necesidad de control directo. En algunas áreas, como el DC y el PSI. En la RFA el Partido Democrático Social (PSD) finalmen­
Indonesia e Indochina, la descolonización se convirtió en una cuestión de te accedió al poder. Esto ocurrió en dos fases: una grosse Koalition con el
la guerra fría porque el movimiento independentista era pro-comunista. CDU en 1966, seguida de una coalición dirigida por el SPD con el Parti­
Son únicamente dos los cambios de régimen que se pueden atribuir do Liberal en 1969, que duró hasta a 1982 . En Suecia la hegemonía de los
directamente a la pérdida de colonias. Uno fue la caída de la dictadura socialdemócratas se vio nuevamente confirmada: permanecieron en el
portuguesa en 1974; el otro fue el fin de la Cuarta República francesa. Esto poder ininterrumpidamente hasta 1976.
ocurrió en 1958, a medio camino de la guerra de Argelia (1954 -62 ), tras la En Austria, Dinamarca y Noruega el patrón es menos claro, pero de
revuelta de extremistas ultraderechistas argelinos. De Gaulle fue llamado todas formas la izquierda fue generalmente la fuerza gobernante durante
de vuelta al poder y se formó un gobierno de unidad nacional (sin los co­ los años sesenta. Si bien es cierto que el Partido Socialista de Austria
munistas). Se tardó unos cuatro años más en alcanzar un acuerdo de paz (SPO) fue un partido menor en una coalición hasta que se vio en la opo­
con el movimiento para la liberación de Argelia. La crisis comportó la rees­ sición en 1966, volvió al poder en 1970 y entonces gobernó solo entre
tructuración del sistema político francés hacia el presidencialismo: la 1971 y 1983, en coalición con el Partido de la Libertad hasta 1987 (cuan­
Quinta República. do este partido fue absorbido por la extrema derecha) y, después, de 1987
Este cambio relativamente menor fue la única innovación política dig­ a 1990, con el Partido Popular (OVP, el partido católico). La izquierda
na de mención en una democracia occidental desde el principio de la danesa se mantuvo en el gobierno hasta 1968, cuando perdió el poder,
guerra fría. En el Este la estabilidad vino forzada por una mezcla de re­ pero retornó en 1971. En Noruega el Partido Laborista estuvo fuera del
presión y concesiones. poder entre 1965 y 1971. En Finlandia los socialistas y los comunistas es­
tuvieron en el poder entre 1966 y 1971. En Bélgica los socialistas fueron
los socios menores de la mayoría de los gobiernos de coalición entre 1960
y 1973.
Los radicales años sesenta En el resto de países durante los años sesenta la izquierda tuvo menos
éxito. En los Países Bajos estuvo fuera del gobierno casi ininterrumpida­
Es tentador contraponer los radicales años sesenta a los conservadores mente. En Francia los socialistas y los comunistas estuvieron fuera del po­
años cincuenta. La evidencia, al menos en lo que se refiere a la Europa Oc­ der durante los años sesenta y setenta. Fue esta anómala situación lo que
cidental, es impresionante. De Helsinki a Roma, de Londres a Bonn, las llevó a la izquierda francesa a enterrar sus diferencias y constituir un fren­
fuerzas de la izquierda, que habían quedado excluidas del poder durante te común contra el gobierno gaullista.
los años cincuenta, volvieron a escena. El fm de la ideología, anunciado a Así pues, con la excepción de Francia y los Países Bajos, la izquierda
finales de los años cincuenta, resultó no haberse cumplido, al menos no consiguió resultados mucho mejores en los años sesenta que en los años
todavía, cuando los jóvenes intelectuales redescubrían a Marx, Lenin, cincuenta. Es como si los éxitos capitalistas -crecimiento económico ace­
Trotsky, Mao y otros revolucionarios. El aburguesamiento de la clase tra­ lerado y aumento de riqueza- hubieran conducido a una radicalización
bajadora, objeto de muchos y bien financiados estudios, no impidió a los del clima político en lugar de lo contrario. Con todo, no debe exagerarse el
trabajadores realizar huelgas militantes en 1960-3 y, más comúnmente, énfasis en el giro hacia la izquierda.
hacia finales de la década de los sesenta. En primer lugar el electorado europeo exhibió una notable estabili­
En Gran Bretaña, tras trece años de gobierno conservador, retornó el dad. El porcentaje total de los votos que los partidos de la izquierda - so­
gobierno laborista en 1964, fue reelegido con una mayoría más abultada cialistas, socialdemócratas y comunistas- consiguieron durante los años
EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 47

sesenta fue aproximadamente el mismo que el obtenido durante los años altos en la socialdemócrata Suecia, también lo eran en los conservadores
cincuenta, como muestra el Cuadro 2.1. El progreso de la izquierda hacia Países Bajos. La entrada del PSI en el gobierno italiano no cambió para
el gobierno no fue consecuencia de victorias electorales sino de su habili­ nada los bajísimos impuestos de Italia. En Bélgica, los impuestos (siempre
dad para encontrar socios de coalición. En Gran Bretaña, donde el siste­ en alza) no se vieron afectados por la presencia o ausencia de socialistas en
ma electoral hace difíciles los gobiernos de coalición, el Partido Laborista el poder. El aumento de los impuestos en Austria tuvo lugar sobre todo
consiguió ganar las elecciones de 1964 y 1966 no porque hiciera las cosas durante el periodo de coalición entre el SPO y el OVP (cuando no podían
mejor que en 1951, sino porque el Partido Conservador perdió votos al ser castigados por el electorado). En Gran Bretaña los impuestos aumen­
Partido Liberal. De hecho, los laboristas habían conseguido un mayor taron durante el gobierno laborista de 1964-70, pero sólo hasta apenas el
porcentaje de los votos en 1951 (cuando perdió) que nunca antes o des­ nivel en que habían estado con el gobierno conservador en 1957. 10
pués, incluido 1997. Los socialistas italianos, belgas, finlandeses, austria­ Otra percepción común no respaldada por la evidencia es que la iz­
cos y alemanes llegaron al poder porque lograron formar gobiernos con quierda gasta pródigamente en servicios sociales al tiempo que reduce los
partidos situados a su derecha. Las alianzas políticas habían cambiado gastos en defensa. En realidad, durante los años sesenta la proporción
mientras el electorado se mantenía inalterado. de gasto en defensa disminuyó en todos los países, al tiempo que aumenta­
En segundo lugar el avance de la izquierda no se tradujo en reformas ba el porcentaje asignado a servicios sociales. Y esto es tan cierto de las so­
estructurales radicales. Esto decepcionó a muchos de sus seguidores más cialdemócratas Suecia y Dinamarca como de las conservadoras Holanda
comprometidos, que esperaban cambios sustanciales en la política eco­ y de la Francia gaullista.11 Dicho de otro modo, los años sesenta supusie­
nómica. En realidad, el espacio de maniobra de la izquierda era muy re­ ron un giro hacia la izquierda en las políticas económicas y sociales en toda
ducido. Sólo podía acceder al poder mediante coaliciones y/o evitando Europa Occidental: estabilización del estado del bienestar, pleno empleo,
ahuyentar los votos marginales (como en el Reino Unido). Esto implica­ transferencia del gasto público de la defensa a los servicios sociales. Que
ba aceptar que no debía modificarse la estructura económica básica de la esto lo lograran tanto las coaliciones de centro-derecha como las de cen­
sociedad. El rápido crecimiento, que hacía más próspera a la mayoría, ali­ tro-izquierda sugiere que los giros de política no dependen sencillamente de
viaba la presión por redistribuir la riqueza y el poder. Los socialistas hu­ la ideología política de los partidos en el poder, sino de amplias circunstan­
bieron de aceptar el orden capitalista. Algunos lo anunciaron así abierta­ cias sociales y económicas, como la riqueza y prosperidad de un país.
mente, como el SPD en su congreso de Bad Godesberg en 1959; otros lo Se ha atribuido un gran significado a las revueltas de estudiantes de los
aceptaron tácitamente para no ofender a sus seguidores más entregados. años sesenta como motores de amplios cambios políticos. Las revueltas en
Contra lo que se suele creer, los impuestos elevados no se correlacio­ sí fueron bastante limitadas. Sólo fueron intensas en Francia en mayo de
naron con la presencia de socialistas en el poder. Si bien es cierto que eran 1968 y sólo gracias a la huelga general que las siguió. No tuvo ningún
efecto político inmediato salvo en la disolución del parlamento, la convoca­
toria de elecciones y el retorno del gobierno anterior con una mayoría
CUADRO 2.1 Proporciones promedio de votos a la izquierda (%, redondeado) enormemente aumentada. Cierto es que un año más tarde De Gaulle se vio
forzado a dimitir tras perder un referéndum sobre la reforma institucio­
País 1950-9 1960-9 País 1950-9 1960-9 nal. No obstante, el gaullismo resultó ser más duradero que su funda­
dor. El movimiento de los estudiantes y de los trabajadores había debi­
Austria 48 45 Noruega 52 51 litado al viejo general y había demostrado que no era políticamente
Bélgica 40 35 Países Bajos 35 29
invencible, pero había fracasado a la hora de modificar de una manera u
Dinamarca 42 48 RFA 31 39
Finlandia 48 48 Reino Unido 46 46
Francia 10
42 43 Suecia 50 53 Véanse los datos presentados en P. Flora (ed.), State, Economy and Society in West·ern
Italia 42 45 Promedio para la década 43,27 43,87 Europe 1815-1975: A Data Handbook (Londres: Macmillan, 1983), i. 262.
11
Ibid., cap. 8.
EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 49

otra las estructuras de la Quinta República. En el resto de Europa, el mo­ dad consumidora capaz de generar un mercado de adolescentes sólo exis­
vimiento fue mucho más débil (Alemania) o prácticamente inexistente tía en forma rudimentaria (Hungría, Checoslovaquia y RDA) o no existía.
(Gran Bretaña). La patente represión hacía difícil, si no imposible, organizarse a espaldas
En Italia, sin embargo, el movimiento estudiantil fue el catalizador de la del control ejercido por el partido. En Praga sí emergió un movimiento
más grande oleada de militancia proletaria registrada en la Europa post­ estudiantil en 1968, pero, a diferencia de sus contrapartidas occidentales,
bélica: el Otoño Caliente de 1969. Éste contribuyó a que se realizaran refor­ apoyó enteramente a los nuevos comunistas reformadores dirigidos por
mas sociales e institucionales que los gobiernos de centro-izquierda de Alexander Dubcek, quien había arrebatado el liderazgo del Partido Co­
los años sesenta habían sido incapaces de llevar a cabo. A principios de los munista Checo de las manos del grupo pro-soviético de Antonín No­
años setenta el poder en Italia fue devuelto a las regiones, se instauró un sis­ votny. Su nuevo Programa de Acción del S de abril de 1968 criticaba a los
tema altamente redistributivo de vinculación de salarios (lascala mobile), al gobernantes previos y proponía importantes reformas: un mayor ámbito
tiempo que unos estatutos de los trabajadores (statuto dei lavoratori) con­ para las relaciones de mercado, más instituciones políticas representati­
solidaban unos derechos sin precedentes en el lugar de trabajo; el divorcio vas, y mayor tolerancia hacia la disensión. El partido prudentemente rea­
fue legalizado y se modernizó la legislación sobre la familia. firmó su lealtad con la URSS y su compromiso con el Pacto de Varsovia. Pese
Las consecuencias a largo plazo del movimiento estudiantil en Europa a estas precauciones, dirigidas a evitar la repetición de los acontecimientos
probablemente hayan tenido más alcance que sus efectos políticos inme­ acaecidos en Hungría en 1956, las tropas soviéticas entraron en Checos­
diatos. Algunos de los grupos de estudiantes degeneraron en organiza­ lovaquia el2 0 de agosto y volvieron a establecer una administración pro­
ciones terroristas de extrema izquierda, aunque fueron de poca impor­ soviética.
tancia salvo quizá en Alemania (la banda Baader-Meinhof) y, sobre todo, en Esto destruyó la posibilidad de un «socialismo con faz humana». Cual­
Italia (la Brigada Roja). A mediados de los años ochenta todas habían sido quier reforma significativa del comunismo ya sólo podia originarse en el
derrotadas. Por lo demás, el terrorismo siguió siendo prerrogativa de la seno de la Unión Soviética -que es precisamente lo que intentó Gorba­
extrema derecha, como en Italia, o expresión de un nacionalismo extre­ chov en los años ochenta, aunque ya demasiado tarde para salvar el siste­
mista -como en Irlanda del Norte o el País Vasco. Resulta más fructífero ma. Algunas de las reformas económicas propuestas por DubCek estaban
considerar el movimiento estudiantil no corno la causa de transforma­ parcialmente inspiradas en los planes soviéticos esbozados a finales de los
ciones posteriores, sino como parte de un cambio más amplio de valores años cincuenta y principios de los sesenta. Estos estaban dirigidos a intro­
que tuvo lugar de mediados a finales de los años sesenta, cuando la gene­ ducir algunos elementos de mecanismos de mercado en la fijación de los
ración de la posguerra alcanzaba la edad adulta. Estas nuevas cohortes precios y al mismo tiempo dar a los empresarios más libertad de decisión.
eran claramente distintas de las de sus padres y abuelos. Eran más nume­ La destitución de Khrushchev en 1964 y su reemplazo por el liderazgo
rosas, gracias al baby boom de finales de los años cuarenta. Eran más prós­ mucho menos innovador de Leonid Brezhnev puso fin a este experimen­
peras, gracias al crecimiento capitalista de finales de los años cincuenta y to. Lo que los propios rusos más tarde llamaron «el período de estanca­
principios de los sesenta. Eran culturalmente más autónomas, llegando a miento» aspiraba a congelar a toda la Europa Central y Oriental.
formar el primer gran mercado de adolescentes consumidores de la histo­
ria. Eran mejor educadas, gracias a la formidable expansión de la educa­
ción. Estaban menos preocupadas por su futuro, gracias al largo periodo
de paz y al pleno empleo. Se sentían sexualmente más libres porque sus La convergencia de la Europa Occidental:
propios padres habían experimentado, durante la guerra, una fragmenta­ 1970- 1991
ción de los valores tradicionales y porque los anticonceptivos para las
mujeres, especialmente la píldora, eran muy comunes. Los años setenta y ochenta vieron, en comparación con las dos décadas
En la Europa Central y del Este, en cambio, existían pocas de las con­ previas, los cambios más extensos de la Europa post-bélica. El sistema de
diciones que podían favorecer el descontento de la juventud: una socie- estado resultante presentaba un sorprendente grado de convergencia, sin
50 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 51

paralelo en la historia: para 199l la democracia liberal y la economía mix­ tre Egipto e Israel en 1973) que en la imaginación pública la gran espiral
ta se habían convertido en la norma en casi toda Europa. Las característi­ inflacionaria de los años setenta se veía como una consecuencia directa de
cas más sobresalientes de este período pueden compendiarse en el con­ la decisión de la OPEP de subir el precio del petróleo. De hecho la dura­
cepto de clausura, de «fin de una era)). Fue el fin del sistema de Bretton ción de la recesión hace pensar que, como mucho, la crisi.s de la OPEP fue
Woods (1971-3). Fue el fin de las dictaduras de derecha en Grecia, Espa­ el disparador o catalizador de una crisis más amplia.
ña y Portugal ( 1 974-6). Fue el fin de la dominancia de la suposición key­ La subida de los precios del petróleo creó dificultades en todos los países
nesiana de que las políticas nacionales de gestión macroeconómica pueden de la Europa Occidental pero especialmente en Grecia, España y Portugal,
salvaguardar a las naciones estado de las recesiones prolongadas y el de­ lo mismo que la disminución del poder de los EE.UU. tras la derrota en
sempleo excesivo. Sobre todo, fue el fin del comunismo en Europa, y de Vietnam y la dimisión de Nixon tras el escándalo Watergate. Cada una de
la guerra fria ( 1989-91). las dictaduras había seguido una historia diferente, pero todas se de­
Por último, pero no menos importante, Europa fue barrida por un con­ rrumbaron a mediados de los años setenta. La primera en caer fue la por­
junto de nuevos valores: en los quince años, más o menos, transcurridos tuguesa, en 1974, que era el régimen más antiguo ( 1 926). Más tarde, ese
desde finales de los años sesenta hasta principios de los ochenta se legali­ mismo año, le tocó el turno a los coroneles griegos, que habían tomado el
zaron el divorcio y el aborto, se abolió la pena de muerte, la homosexualidad poder en 1967. La última en caer fue la dictadura de Francisco Franco, quien
dejó de considerarse una ofensa, las barreras de la censura se rebajaron se había mantenido en el poder desde su victoria en 1939. Las tras dicta­
considerablemente y la discriminación contra la mujer se hizo ilegal. La duras habían vivido bajo una presión cada vez mayor por modernizar, re­
convergencia europea no se produjo simplemente por eliminación de im­ formar y liberalizar, no sólo por parte de una intelectualidad cada vez más
pedimentos económicos al comercio o por implantación de nuevas insti­ descontenta, sino por la propia burguesía, ansiosa de verse en la Comuni­
tuciones políticas. Se produjo gracias a un impulso, en buena medida no dad Europea. En España el catalizador del cambio fue la muerte de Franco
planeado, hacia la armonización �e los derechos y valores sociales. Surgió y la decisión de su sucesor designado, el Rey Juan Carlos, de convertirse
una definición común de modernidad según la cual la sociedad civilizada en el garante y promotor de una transición pacífica hacia un gobierno
es aquella en la que la expresión personal, incluida la sexual, es un derecho democrático. En Portugal el fm del régimen se consiguió gracias a un gol­
individual importante y en la que la mujer no debe estar incuestionable­ pe de estado dirigido por oficiales de izquierda radicalizados por una gue­
mente subordinada al hombre. Esto ayudó a salvar las diferencias cultu­ rra inacabable e imposible de ganar en las colonias que este país tenía en
rales que separaban a países como Portugal, Grecia y España de las demo­ África. En Grecia una fracasada aventura en el extranjero, el caso de Chi­
cracias bien establecidas del norte. Las autoridades religiosas se vieron pre del verano de 1974, precipitó la caída de los coroneles.
obligadas a ceder ante las ideas modernas, como había venido ocurriendo En los tres casos hubo una figura política mediadora procedente del
durante más de cien años. La resistencia que plantaron fue tímida: se en­ viejo orden que sirvió para garantizar un cambio relativamente suave: el
contraban en medio de una importante redefinición de su papel en el General António de Spinola en Portugal, el Rey Juan Carlos y el primer
mundo moderno. ministro Adolfo Suárez en España, y Kostantinos Karamanlis en Grecia.
Uno a uno cayeron los pilares que habían sostenido el crecimiento Los socialistas, a diferencia de los comunistas, habían desempeñado un
post-bélico. La conversión fija entre el dólar y el oro -piedra angular del papel menor en la lucha clandestina contra la dictadura en Portugal y en
sistema de Bretton Woods---- se desintegró el 15 de agosto de 1971. Luego, España (después de la guerra civil). En Grecia prácticamente no habían
en diciembre de ese mismo año, el dólar fue devaluado, y el l9 de marzo existido antes del golpe militar. En todos estos países los partidos socia­
de 1973 se decidió que las tasas de cambio fluctuaran, dando fin de Jacta listas se convirtieron en la fuerza política dominante, desplazando fácil­
al sistema de Bretton Woods. mente a los comunistas. Los tres políticos socialistas asociados con este
Esto coincidió con el fin de otro de los pilares del largo período de cre­ incuestionable éxito -Mário Soares en Portugal, Andreas Papandreou
cimiento: el bajo precio del petróleo. El aumento del precio del petróleo en Grecia, y Felipe González en España- o bien se encontraban entre los
fue tan drástico y dramático (coincidió con la guerra de Yom Kippur en- fundadores del partido (Papandreou y Soares) o bien habían tomado la
52 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 53

cúpula del partido poco antes del final del régimen (González). Estos una prolongada huelga de mineros, perdió por una estrecho margen ante
«nuevos» hombres fueron los grandes vencedores de la transición, los re­ los laboristas. Esto parecía confirmar la concepción ampliamente acep­
presentantes de una nueva forma de socialismo mediterráneo que surgió tada de que las economías de la Europa Occidental no podían gobernarse
precisamente cuando algunos de los partidos bien establecidos en Gran con éxito sin el concurso de los sindicatos.
Bretaña y Alemania entraban en un largo período en la oposición. La existencia de poderosos factores sociales y económicos que redu­
Los comunistas del sur también estaban de cambio. El Partido Co­ cían las diferencias entre la derecha y la izquierda se confirmó una vez
munista Italiano, el PCI -con mucho el mayor de Europa- había ex­ más en 1976, cuando una coalición de partidos «burgueses)) llegó al po­
presado durante años su insatisfacción con el tutelaje soviético y había der en Suecia por primera vez en el período post-bélico. Lejos de señalar
condenado la intervención de Moscú en Checoslovaquia. Bajo el liderazgo una desviación de la política económica, pronto demostraron ser tan en­
de Enrico Berliguer habían intentado conseguir la legitimidad internacio­ tusiastas por conservar el modelo sueco de pleno empleo como sus ven­
nal y nacional que durante tanto tiempo les había cerrado el acceso al po­ cidos oponentes socialdemócratas.
der. Su nueva estrategia curiosamente seguía los pasos dados anteriormen­ Fue en la Alemania Occidental, sobre todo, donde la hegemonía de la
te por los socialdemócratas alemanes. El SPD había aceptado la OTAN en democracia social de los setenta parecía inalterable. En 1972 el SPD gana­
1960. Berlinguer hizo lo propio en 1976. El SPD accedió por primera vez al ba en votos por primera vez en la historia post-bélica al CDU. La potente
gobierno como miembro menor de una coalición con los democristianos. maquinaria económica de Alemania permitió al gobierno soportar algu­
Berlinguer se ofreció a lo mismo, proponiendo, en 1973, un «compromiso nos de los efectos negativos de su propia interdependencia con la econo­
históricm) con el partido DC. Las importantes victorias electorales de 1975 mía global, y logró superar a sus principales competidores en cuanto a ta­
y 1976, junto a una mayor flexibilidad por parte del DC, parecían (equivo­ sas de inflación y balanza de pagos. Comprensiblemente, el SPD afirmó
cadamente, como después se vio) abrir el camino para un retorno al poder hallarse en posesión del secreto de la gestión económica. El lema de la
de la coalición tripartita que había sucumbido en 1947. Modell Deutschland había nacido. Este modelo poseía tres caracteres dis­
La izquierda parecía avanzar durante los años setenta. Se aceptaba am­ tintivos: una política industrial dirigida a la gestión de la vieja industria,
pliamente entonces que la inflación imperante en aquel tiempo podía en declive, y a la promoción de las nuevas industrias de alta tecnología basa­
controlarse sólo con la ayuda de los sindicatos, cuya cooperación podían das en el conocimiento; una política social dirigida a garantizar que esta
obtener más fácilmé:nte los partidos de la izquierda. Los países con sindi­ transición no tuviera efectos sociales negativos; y una política corporati­
catos moderados y poderosos partidos socialdemócratas, como Alema­ vista dirigida a conseguir una perspectiva consensuada entre empresarios
nia, Austria y Suecia, tenían niveles de inflación relativamente bajos, si y sm. dicatos. 12 E1 contraste con Gran Bretaña, tan propensa a las huelgas,
bien también ocurría así en Bélgica y los Países Bajos, donde los socialde­ no podía ser más marcado. Entre 1973 y 1979 la inflación en Alemania se
mócratas no eran particularmente fuertes. La opinión más extendida entre mantuvo en promedio alrededor del 4,7 por ciento, menos de la mitad de
los analistas políticos era que la mejor manera de gestionar las modernas la media de Europa-OCDE ( 1 1,9 por ciento), mientras que la de Gran
economías de mercado era por medio de negociaciones regulares entre Bretaña alcanzaba un espectacular 15,5 por ciento. Mientras los socialde­
asociaciones patronales, sindicatos y gobierno. mócratas alemaneS se regocijaban, en Gran Bretaña el gobierno laborista
Durante los años setenta tanto los conservadores como los socialistas parecía presidir el declive final de la economía británica al tiempo que su
seguían viendo en el paro una amenaza mayor para la estabilidad social especial relación con los sindicatos (el «contrato social)}) se derrumbaba
que la creciente inflación. El gobierno conservador británico liderado por bajo la oleada de huelgas del invierno de 1 978-79, preparando el terreno
Edward Heath, elegido en 1970, fue el primero en adoptar la idea según la para la victoria del Partido Conservador con Margaret Thatcher.
cual si el estado se retirara de la economía las fuerzas del mercado se po­
drían desarrollar vigorosamente. Pronto volvió al redil, alarmado ante el
1� Josef Esser y Wolfgang Fach, « "Social Market" and Modernization Polky: West Ger­
imparable crecimiento del desempleo. Pero nO consiguió asegurar la coo­ many», en Kenneth Dyson y Stephen Wilks (eds.), Industrial Crisis (Oxford: Blackwell,
peración de los sindicatos, y en las elecciones de 1974, lidiadas durante 1983), 103.
54 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 55

Pese a sus indudables logros en capear la primera tormenta del petró­ los gobiernos laboristas británicos de 1945-51, los pioneros del renaci­
leo, el SPD fue incapaz de resistir a la segunda (1979). El desempleo au­ miento del neoliberalismo fueron los gobiernos conservadores británicos
mentó, mientras el Bundesbank ponía en práctica su propia política res­ dirigidos por Margaret Thatcher ( 1979-90) y su menos carismático suce­
trictiva, que acabó de agravar el problema. En 1982 los aliados del SPD, sor john Major (1990-7).
los Demócratas Libres (FDP) mudaron de lado, lo que permitió la vuelta Raramente puede encontrarse coherencia ideológica en los partidos
del CDU al poder, y alú se quedaron durante dieciséis años. gobernantes. El peso de las tradiciones, los requerimientos de la política
Llegados los años ochenta la izquierda se hallaba en retirada en Ale­ electoral y las presiones externas fuerzan a los más acérrimos ideólogos a
mania y Gran Bretaña. En el sur de Europa tuvo más éxito. Por primera aguar su vino. El thatcherismo no se escapó a la norma. Su abierto com­
vez durante el período post-bélico la izquierda francesa consiguió unirse promiso con las fuerzas del mercado convivió con una apasionada defensa
y alcanzar el poder. La supremacía histórica de los comunistas dentro de de los valores tradicionales. No obstante, la Gran Bretaña de Thatcher esta­
la izquierda francesa se había revocado. El candidato de los socialistas, bleció en una forma un tanto extrema los principios operativos básicos
Fran¡¡;ois Mitterrand, alcanzó la presidencia en 1981. Se mantuvo en el del neoliberalismo práctico: la lucha contra la inflación se convirtió en la
poder durante catorce años (fue reelegido en 1988), más que ningún otro prioridad global de la política económica; el desempleo comenzó a verse
en la historia de la Francia republicana. El Partido Socialista (PS) logró como un mal tolerable -de hecho, algunos llegaron a verlo como un alia­
una mayoría absoluta y permaneció en el poder hasta 1993 salvo por un do para contener el poder de los sindicatos y en la lucha contra la inflación;
corto período (1986-8), cuando un presidente socialista (Mitterrand) el crecimiento del gasto público debía reducirse y, de ser posible, pararse;
compartió el poder (la cohabitation) con un primer ministro gaullista los impuestos directos debían reducirse aunque esto implicara el aumento
(Jacques Chirac). Los socialistas iniciaron su periodo en el poder con un de los impuestos indirectos; era necesario privatizar las compañías del sec­
golpe: nacionalizaron amplios sectores de las finanzas y de la industria, tor público siempre que fuera posible; el estado del bienestar debía refor­
efectuaron la reflación de la economía y deScentralizaron el poder. No marse para contener los costes; debía facilitarse el desarrollo de las fuerzas
obstante, la inflación que siguió y el deficiente balance de poder les forza­ del mercado haciendo los mercados más flexibles -lo que a menudo no
ron a cambiar de táCtica. El hecho de que una economía fuerte como la de pasó de eufemismo para eliminar la legislación de protección del empleo.
Francia hallara su independencia seriamente restringida por limitaciones Hacia principios de los años noventa este nuevo Zeitgist estaba bien
internacionales ayuda a explicar por qué los gobiernos socialistas de Gon­ implantado en to�a Europa Occidental. Los socialdemócratas, los demo­
zález en España y de Papandreou en Grecia decepcionaron a sus seguido­ cristianos y los conservadores ((nacionalistas}} como los gaullistas france­
res más radicales. Con todo, los tres países, y en particular España, cerra­ ses, por bien que reacios e incapaces de igualar la retórica del mercado li­
ron en buena medida la fractura económica y social que los separaba de bre del thatcherismo más puro, habían aceptado partes de la plataforma
los países más ricos del norte. del neoliberalismo. Los socialistas se desplazaron rápidamente hacia el
En Italia los comunistas se vieron forzados a abandonar la estrategia del centro; muchos nunca lo habían abandonado. Mientras la socialdemo­
«compromiso histórico». Sus rivales menores, los socialistas, prefirieron cracia tradicional se encontraba bajo ataque en occidente, en la Europa
reforzar su propia alianza con la democracia cristiana, manteniendo así a del Este tenían lugar cambios más trascendentales.
los comunistas permanentemente en la oposición. Su líder, Bettino Craxi,
fue primer ministro desde agosto de 1983 hasta marzo de 1987 -para la
política italiana, un largo periodo. No obstante, poco consiguieron los so­
cialistas italianos más allá de su contribución al aumento de la corrupción. El fin del comunismo en Europa
Dejando de banda las peculiaridades nacionales, la Europa Occidental
siguió convergiendo, un proceso que se vio facilitado por el desarrollo El nombramiento de Mijail Gorbachov como secretario general del Par­
de una nueva perspectiva post-socialdemócrata. Del mismo modo que tido Comunista de la URSS (PCUS) en 1985 dio inicio a cinco años de re­
los pioneros ideológicos de la socialdemocracia post-bélica habían sido formas sin precedentes que llevaron al desmantelamiento y derrumbe del
EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 57

comunismo en toda la Europa Central y del Este. Gorbachov tenia un as­ bía desarrollado una economía paralela en dólares. Una administración
pecto muy diferente al de los hombres grises que lo habían precedido, comunista cada vez más cercana a la bancarrota se vio obligada a aumen­
aunque la necesidad de cambios radicales llevaba mucho tiempo discu­ tar el precio de la carne en 1976, pero la amplia agitación popular que
tiéndose en el establishment soviético. Paradójicamente fue la enormidad provocó le obligó a ceder. La pérdida de legitimidad del gobierno acabó
del cambio requerido lo que impidió su implantación antes de finales de de confirmarse en 1979, cuando el recién elegido Papa polaco (Karol
los años ochenta. Las elites políticas siempre son cautas y sólo se mues­ Wojtyla), visitó el país, atrayendo a muchedumbres entusiastas.
tran dispuestas a innovar cuando creen que pueden controlar las conse­ En julio de 1980 el gobierno, ya a la desesperada, intentó una vez más
cuencias de las nuevas políticas. Ya a mediados de los años sesenta estaba imponer una subida de precios. Esto desencadenó huelgas masivas en
claro para muchos que la economía estaba en declive. La calidad de la vi­ agosto de 1980. La patente debilidad del régimen permitió la creación de
vienda, los servicios y la producción -de materiales, en lugar aumentar, como un nuevo movimiento sindicalista, Solidaridad. Dirigido por Lech Wale­
la población esperaba y la propaganda oficial anunciaba inútilmente, sa, se extendió rápidamente desde los astilleros Lenin de Gdarisk. Para
caían sin remedio.13 La productividad laboral se mantenia baja, la espe­ septiembre de 1989, según los propios sindicatos, el número de afiliados
ranza de vida caía -algo inaudito en un país industrializado. La corrupción había alcanzado 3 millones. En octubre de 1981 ya alcanzaba 9,4 millones
se hizo general, especialmente en las repúblicas asiáticas de la URSS. El de una población activa de 12,5 millones en el sector nacionalizado de la
gasto militar se hizo cada vez menos sostenible mientras el país intenta­ economía.15 En la práctica el monopolio de poder del partido se habia
ba desesperadamente igualar la maquinaria militar de los EE.UU. Las roto. Era obvio para el Politburó Soviético que la «infeccióm� pronto se
otras economías comunistas, con la excepción de Hungría, no iban mu­ extendería. Solidaridad no amenazaba únicamente el poder soviético
cho mejor. sino también el de los lideres comunistas del resto del bloque del Este, es­
La abierta oposición al régimen quedaba confinada a círculos relativa­ pecialmente en la RFA y en Checoslovaquia. Los comunistas polacos al­
mente pequeños de intelectuales disidentes, bien conocidos en el Oeste, canzaron un compromiso temporal con Solidaridad que condujo al reco­
pero poco efectivos en el Este. Paradójicamente los cambios que conduje­ nocimiento formal de éste como sindicato «registradm> (noviembre de
ron al final del comunismo fueron iniciados por las mismas fuerzas que la 1980). Pero el sindicato continuó retando al gobierno comunista hasta
propia ideología había glorificado: la clase obrera organizada (como en que, quizá por miedo a una intervención directa Soviética, el gobierno
Polonia) y el partido de vanguardia del pais de vanguardia: el PCUS. declaró la ley marcial, arrestó a Walesa e ilegalizó Solidaridad.
Para 1985 prácticamente la totalidad del establishmentpolitico soviéti­ Los acontecimientos de Polonia fueron el síntoma más agudo de la
co reconocía la superioridad del capitalismo de mercado occidental fren­ amplia crisis que afrontaba el bloque soviético y, en particular, la URSS.
te a las economías planificadas del Este. El nobramiento de Gorbachov La subida de Gorbachov al poder debe verse como un intento a la desespe­
fue, en algunos aspectos, la «venganza ideológica de la generación de los rada de resolver problemas que llevaban muchos años acumulándose. Al
sesenta» y del «comunismo liberah de la era de Krushchev. 14 principio se creyó que la esencia socialista del sistema se podía conservar
Opiniones parecidas se habían hecho comunes en el resto de los países mediante la introducción de elementos de democracia y apertura (glasnost)
del bloque desde la primavera de Praga, sobre todo en Polonia, que había que permitieran un mayor espacio de maniobra para las fuerzas del mer­
contraído con·los países occidentales una deuda de tal magnitud que ape­ cado, y combatiendo la corrupción (perestroika). Las exhortaciones de
nas podía cumplir con sus obligaciones. Amplios sectores de la industria Gorbachov no hallaron amplio eco en una población insegura . Para junio
polaca se habían hecho dependientes de suministros occidentales. Se ha- de 1988 había llegado a la conclusión de que sólo una radical redefinición de
la democracia soviética podía despabilar el sistema. Anunció elecciones
libres a un renovado parlamento. Esta decisión selló el destino de la pe-
13 Z. A. B. Zeman, The Making and Breaking of Communist Europe (Oxford: Blackwell,
1991), 267 y siguientes.
14 Boris Kagarlisky, 11The Importancc of Being Marxist», New Left Review, 178 (Nov­
Dic. 1989), 29. 15 Oliver MacDonald, <<The Polish Vortex>>, New Lefl Review, 139 (Mayo-Julio 1983), 17.
58 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 59

restroika. El sistema ya no podía ser reformado. Las elecciones de marzo que luchaban por el poder, eran percibidos en los países ex-comunistas
de 1989 dieron como resultado una multiplicidad de centros de poder, como males menores en comparación a su propia lamentable condición.
tanto en la propia Rusia, donde Boris Yeltsin se erigió como principal rival No debe entonces sorprender que supusieran que una rápida transición
de Gorbachov, como en el resto de repúblicas soviéticas, donde antiguos hacia una economía de mercado basada en los principios neoliberales en­
comunistas se reciclaron como demócratas y/o nacionalistas. Gorbachov tonces dominantes en el Oeste debía resultar en la próspera sociedad de
había perdido el control. En verano de 1991 un torpe intento por parte de consumo que tan ardientemente deseaban.
los conservadores de recuperar el poder llevó a Boris Yeltsin, para enton­ Iban camino de la decepción. De 1989 a 1997 el producto interior bru­
ces presidente de la República Rusa, a declarar la independencia de Rusia. to real disminuyó en el antiguo bloque comunista. En Rusia y en la anti­
En la práctica la URSS había dejado de existir. gua Yugoslavia prácticamente se redujo a la mitad. Durante el mismo pe­
Para entonces el comunismo se había derrumbado en casi toda Euro­ ríodo el número de crímenes se duplicó en Rusia y Hungría, se triplicó en la
pa Central y del Este. En Hungría se legalizaron los partidos políticos en República Checa y aumentó seis veces en Bulgaria y Rumanía.16 Los salarios
enero de 1989. En abril le tocó el turno a Solidaridad, que ganó todos los disminuyeron en todos los países salvo la República Checa. En buena parte,
escaños menos uno en el nuevo senado polaéo (aunque con muy poca esto se debía al colapso del Comecon y el peso del pago de la deuda externa.
participación). En mayo el escritor disidente checho V áclav Havel fue li­ Además, se encontraron con barreras para el comercio con la UE. Lo que
berado; más tarde se convirtió en el primer presidente post-comunista. producían los antiguos países comunistas era de poco interés en los paí­
En septiembre se abrió la frontera entre Hungría y Austria, lo que permitió ses occidentales; lo que deseaban importar de éstos estaba fuera de su al­
a los alemanes del este alcanzar la Alemania Occidental a través de Austria. cance. Su principal recurso era la mano de obra barata, de manera que se
No siendo ya una barrera efectiva, el Muro de Berlín cayó en noviembre, hicieron dependientes de las inversiones occidentales en sus países. No
abriendo camino a la reunificación de Alemania en noviembre de 1990. Para obstante, para conseguirlas era necesario que acabaran con los rígidos
finales de 1989 el llamado Telón de Acero había sido demolido. Era el fin del mercados laborales y el sistema de fuerte protección social que habían he­
poder comunista. redado de sus antiguos regímenes comunistas. Era una receta para la ines­
La Europa Occidental observaba perpleja el desarrollo de los aconteci­ tabilidad.
mientos. La «guerra» entre el Este y el Oeste se había mantenido siempre Los antiguos partidos comunistas se habían reciclado en nuevos parti­
«fría»; Occidente la había ganado sin disparar un solo tiro. dos socialdemócratas tras aceptar muchos de los principios de la social­
Alemania emergió como el país dominante de la nueva Europa gracias democracia occidental. En Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumania y Bul­
a su tamaño, riqueza y posición geográfica. El canciller alemán, Helmut garia (pero no en la República Checa después de 1996) se convirtieron en
Kohl, se apresuró a tranquilizar a sus aliados occidentales. Alemania no se los principales partidos de la izquierda en la primera oleada de elecciones
aprovecharía de su nuevo poder. No marcharía sola. El destino del país es­ democráticas. Esto sugiere que el comunismo realmente tenía una base po­
taba indisolublemente unido al de la Comunidad Europea. La integración pular, aunque fuera minoritaria, en la mayoría de los antiguos países del
se desarrolló entonces con un nuevo sentido de urgencia. Los países bloque del Este, a diferencia de los seguidores de antiguos regímenes de de­
miembros firman el 7 de febrero de 1992 el Tratado de Maastricht, cuyo recha de España, Portugal y Grecia, que fueron electoralmente pulveriza­
objeto era la cohesión económica y social por medio del establecimiento dos en todas las elecciones posteriores.17
de una unión económica y monetaria.
Los quince miembros de la Comunidad, ahora llamada Unión Euro­
16 Michael Haynes y Rumy Husan, «The State and Market in the Transition Economies:
pea, eran los países más ricos de Europa (aparte de Islandia, Noruega y
Critical Remarks in the Light of Past History and the Currcnt Experience», ]ournal ofEuro­
Suiza, todavía fuera de la UE). Constituía el mayor mercado único del
pean Economic History, 27/3 (Invierno 1998), 637-9.
mundo. Sus problemas sociales -desempleo, reforma del sistema de se­ 17 Véase Peter Gowan, «The Post Commnunist Sodalists in Eastern and Central Euro­
guridad social, creciente pobreza, exclusión social- aunque objeto de pe)), en Donald Sassoon (ed.), Looking Left: European Socialism after the Cold War (Londres:
inacabables discusiones por parte de los partidos políticos occidentales Tauris. 1997), 143-76.
6o EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA 61

Al acabar el siglo los nuevos sistemas políticos surgidos en los antiguos de la corrupción política. Los países donde ésta había sido relativamente
países comunistas se parecían a los de la Europa Occidental: un bloque de rara en el pasado reciente, como Gran Bretaña, se vieron forzados a im­
partidos de centro-izquierda frente a un bloque de partidos de centro-dere­ plantar mecanismos para combatirla. Italia, donde la corrupción política
cha, un sistema electoral cono un elemento de proporcionalidad, una cons­ era endémica, experimentó una escalada de la corrupción de tal magnitud
titución escrita y un sector privado en crecimiento. Sus políticas exteriores que la inaudita oleada de escándalos que siguieron provocaron el derrum­
compartían un objetivo central: la integración más o menos rápida en la be de la mayoría de los partidos políticos que habían dominado el país des­
UE y en la Alianza Atlántica. En 1 998, Polonia, Hungría y la República de la guerra ( 1 992-4). La «política del trapicheo» se había infiltrado tam­
Checa ya habían sido aceptadas en la Alianza Atlántica. La entrada en la bién en la Comisión Europea, que se vio obligada a dimitir en masa en
UE probablemente sea un proceso más complejo y prolongado. 1999.
En tercer lugar, mientras que los partidos políticos de la Europa Occi­
dental se mantuvieron firmemente comprometidos con el sostenimiento
y protección del gobierno democrático en todos sus aspectos, se produjo
Nubarrones sobre el futuro de Europa un sustancial aumento del apoyo electoral a partidos xenófobos de la ex­
trema derecha. Protegida por su sistema electoral, Gran Bretaña evitó esta
La caída del Muro de Berlín y la transición pacífica hacia el post-comu­ tendencia, pero no sin pagar el precio de presenciar el desarrollo del na­
nismo parecían presagiar un futuro optimista para Europa. Parecía que la cionalismo de Little England en el seno del Partido Conservador. En Ita­
alineación de las sociedades post-comunistas con el modelo social y eco­ lia la post-fascista Alleanza Nazionale, un partido paria hasta principios
nómico de occidente era sólo una cuestión de tiempo. Pero los países oc­ de los noventa, llegó incluso a entrar en el gobierno de Silvia Berlusconi de
cidentales tenían sus propios problemas de peso. 1994-6, aunque reprimió su abierta xenofobia. Otros no se intimidaron, en
En primer lugar su modelo de cohesión social se veía amenazado en particular los dos partidos de extrema derecha más importantes de Europa:
parte por causa de los elevados niveles de desempleo y en parte porque la el Partido Libertario Austriaco dirigido por jorg Haider y el Frente Na­
aparente aversión de la población al pago de impuestos había llevado a los. cional Francés dirigido por Jean-Marie Le Pen.
principales partidos políticos a competir por ser el más entusiasta ejecu­ En cuarto lugar, se produjo un recrudecimiento de los movimientos
tor de recortes en los impuestos. Al mismo tiempo, los paises occidenta­ nacionalistas y regionalistas que amenazó la existencia de naciones esta­
les se hallaban bajo considerable presión para alinearse con el modelo do hasta entonces estables. En Gran Bretaña, el nacionalismo escocés y, en
norteamericano, con su bajo nivel de desempleo pero grandes desigual­ menor medida, el galés, habían forzado al Partido Laborista (en el poder
dades e inquietantes problemas sociales. Probablemente haya sido la am­ desde 1997) a dar su apoyo a la devolución y a un cierto grado de auto­
plia percepción de esta amenaza a la sociedad del bienestar que durante nomía. En España, el nacionalismo catalán fue apaciguado de forma pa­
tanto tiempo les había dado protección lo que llevó a los electorados de la recida (con, por añadidura, algunas generosas disposiciones fiscales). En
mayoría de los países de la Europa Occidental a decantarse por los parti­ Bélgica, Flandes y Valonia llegaron a ser entidades separadas en lo con­
dos de la izquierda. Al acabar el siglo casi todos los estados miembros de cerniente a la mayoría de asuntos políticos internos. En Italia el creci­
la UE tenían gobiernos de centro-izquierda y primeros ministros socialis­ miento de un populista movimiento en el norte del país, la Lega Nord,
tas, entre ellos, por primera vez en la historia, los cuatro países más gran­ forzó a todos los partidos políticos a prometer la cesión de más poder a
des: Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia. las regiones. Tales desarrollos tendieron a romper la solidaridad nacional,
En segundo lugar, las empresas y negocios se habían hecho más popu­ pues los ciudadanos de las áreas más prósperas (Flandes, Cataluña, norte de
lares que nunca. Se aceptaba ya que no había nada que reprochar al afán Italia) se mostraban cada vez más reacios a las transferencias de recursos ha­
desinhibido de ganar dinero (una preconcepción compartida por la iz­ cia regiones más pobres.
quierda y la derecha tradicionales). Pero el giro hacia una forma más ro­ Estos problemas eran mucho más graves en la Europa del Este donde
busta de capitalismo había venido acompañado de un notorio aumento el nacionalismo, ya no contenido por las aspiraciones o pretensiones
62 EUROPA DESDE 1945 POLÍTICA

universalistas del comunismo, resurgió con fuerza. Importantes minorías no había disparado una sola bala contra el comunismo. Ahora se veía in­
se sintieron amenazadas. Parecía que la defensa de los derechos de los volucrada en acciones de mantenimiento del orden, misiones de paz, e
ruso-parlantes en algunas de las repúblicas bálticas y en Ucrania había de incluso en combate armado (como ocurrió en Kosovo en 1999), sin llegar
convertirse en grito de arenga para los nacionalistas rusos. En Hungría el a averiguar si la crisis de los Balcanes podía resolverse de forma rápida y
10 por ciento de la población no era magiar, en tanto que en otros países definitiva sin desestabilizar la región entera.
formaban minorías unos 4 millones de húngaros. Esta mezcla potencial­ El creciente nacionalismo no es la única amenaza que se cierne sobre la
mente explosiva coexistió con un fuerte deseo de ser admitidos en el or­ prosperidad y estabilidad de Europa. Si no se consigue frenar la continua
den capitalista de los países desarrollados, de «unirse a occidente», para degeneración económica y política de la Federación Rusa, ésta podría lle­
disfrutar así de la seguridad ofrecida por un nivel de vida más alto y dere­ gar a convertirse en un peligro aún mayor de lo que nunca fuera la URSS.
chos democráticos. En ningún lugar era esto tan evidente como en la an­ La solución a la cuestión rusa sigue siendo la tarea más importante a la
tigua Yugoslavia. que se enfrenta Europa en el siglo XXI.
Yugoslavia fue el menos «comunista}> de los países socialistas. Gracias En la segunda mitad del siglo XX los Estados Unidos de América y Eu­
al turismo, la emigración y los préstamos obtenidos por el gobierno de la ropa Occidental consiguieron resolver la cuestión alemana contribuyen­
comunidad financiera internacional, su población estaba bien familiari­ do a su plena recuperación económica. La estabilidad política de Alema­
zada con el estilo de vida occidental. A principios de los noventa las áreas nia se convirtió en la garantía de una paz duradera. Si no se halla una
más prósperas, Eslovenia y Croada, comenzaron a moverse hacia la sepa­ solución para Rusia que haga que su población se sienta segura y próspe­
ración, animados por los países occidentales y por la demagogia naciona­ ra, es dudoso que el resto de Europa pueda asomarse a un futuro libre de
lista del líder serbio Slovodan MiloSovié. Resurgió la doctrina de un estado malos presagios
étnico. En consecuencia, todos los miembros de minorías étnicas podían
convertirse en ciudadanos de segunda clase de un día para otro. Surgió así
una pauta de limpieza étnica. Ésta fue bastante fácil en Eslovenia, que te­
nía una población bastante homogénea. Fue mucho más compleja en
Croacia, que llegó a expulsar a su minoría serbia. Y fue casi imposible
en Bosnia, que se convirtió en una zona de guerra entre croatas, serbios y
bosnios musuhnanes. Una vez Croada y Eslovenia. se independizaron en
1991 con el apoyo de los países occidentales, Bosnia no podía arriesgarse
a seguir siendo parte de una Yugoslavia dominada por Serbia, pero su in­
dependencia topó con la oposición de su propia minoría serbia, que pre­
tendía dominar tanto territorio como fuera posible - animada por Ser­
bia. En Kosovo, una provincia autónoma de Serbia hasta 1989, cuando
MiloSovié revocó su estatuto especial, la minoría albanesa comenzó a alar­
marse. El miedo a convertirse en una minoría en un país donde el carácter
étnico se había convertido en la principal forma de identidad ayuda a expli­
car la extraordinaria violencia que se extendió por una región que desde
1945 había vivido en paz.
Europa Occidental, en forma de la OTAN, se vio arrastrada al conflic­
to sin una estrategia global. La Alianza Atlántica, inicialmente diseñada
para contener el poder soviético, se veía de repente obligada a ejercer de
policía entre los escombros del vencido imperio. Durante cincuenta años
ECONOMÍA

4
109

cación central y el derrumbe del bloque soviético. Pero a pesar de esta di­
versidad, el período de posguerra se considera, y con razón, una edad de
oro del crecimiento económico.

Economía
Dos son las condiciones que estimularon el crecimiento en todo el
continente en la segunda mitad del siglo XX. Una fue la enorme reserva de
conocimiento tecnológico y organizativo acumulado al principio del pe­
ríodo. Las décadas entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron
Barry Eichengreen un período de inestabilidad económica y crisis, pero fueron también dé­
cadas de considerable progreso tecnológico. Aunque la recesión económica
de los años treinta no era precisamente un ambiente propicio para la co­
mercialización de estos avances, los nuevos conocimientos se podían acu­
La segunda mitad del siglo XX fue un periodo de crecimiento sin paralelo mular para su uso futuro. La Segunda Guerra Mundial fue un invernadero
en Europa que transformó las vidas de sus gentes en grado sumo. En 1950 para el progreso tecnológico, puesto que los ejércitos tenían que innovar
muchos europeos calentaban sus viviendas con carbón, refrigeraban loS para sobrevivir; produjo avances en motores de reacción, radar y compu­
alimentos con hielo, y dependían de lo que eufemísticamente podemos tadoras, por citar tres ejemplos. Después de 1945 estos desarrollos pudie­
llamar formas rudimentarias de fontanería de interior. Hoy sus vidas han ron aplicarse a usos pacíficos.
mejorado con hornos de gas natural, microondas y un deslumbrante sin­ El otro factor que condicionó el crecimiento económico en todo el con­
fín de artilugios electrónicos. Durante los años transcurridos el producto tinente fue el gran conflicto de poder. La forma en que las sociedades eu­
interior bruto por cápita real (el po9-er adquisitivo de un europeo medio) ropeas organizaron sus economías fue el principal determinante de su
se ha más que triplicado en los países del oeste del continente y se han do­ posterior desarrollo económico. La guerra fría tuvo un impacto decisivo
blado en los países del este. La calidad de vida ha mejorado aún más de sobre esta elección: movió a la Europa Occidental hacia el capitalismo de
lo que estas simples medidas harían pensar. El número de horas de traba­ mercado y a la Europa del Este hacia el socialismo de estado. Las principales
jo por año ha descendido en más de un tercio, con el consiguiente au­ características del medio económico internacional -el Plan Marshall, el
mento del tiempo de ocio. La esperanza de vida ha aumentado, lo que re­ sistema monetario internacional de Bretton Woods, y el Acuerdo Gene­
fleja la mejora de las condiciones de vida y el progreso de la tecnología ral sobre Aranceles Aduaneros y Comercio- vinieron fuertemente condi­
médica. Por supuesto que no todo ha sido fácil y sencillo. Durante el mis­ donadas por el conflicto entre la unión Soviética y los Estados Unidos.
mo período ha aumentado el paro, y con él los sentimientos de alienación Conjuntamente, la acumulación tecnológica y la guerra fría impulsa­
e inseguridad. La carga impositiva se ha disparado hasta el punto de lle­ ron el crecimiento económico europeo durante la segunda mitad del si­
var a muchos europeos a pensar que están sosteniendo programas guber­ glo XX. Contra estas dos acciones se dieron dos reacciones --dos formas
namentales de los que reciben muy poco beneficio. Pero según cualquier en que Europa respondió a estos estímulos externos. Uno fue la transi­
estándar objetivo, debemos concluir que en conjunto los europeos de hoy ción del crecimiento extensivo al crecimiento intensivo. Por crecimiento
viven mejor que los de hace medio siglo. extensivo los economistas entienden el crecimiento basado en las tecno­
Por supuesto, no todas las partes de Europa se han llevado la misma ta­ logías conocidas -aumentar la producción poniendo más personal en
jada del pastel de la prosperidad, como tampoco todas las etapas de este trabajos familiares, y aumentar la productividad laboral mediante la
medio siglo han estado marcadas por un crecimiento igualmente rápido. construcción de más fábricas al estilo de las existentes. El crecimiento
El sur de Europa creció más rápido que el norte de Europa, y la Europa del intensivo se refiere, en cambio, al crecimiento por innovación. Europa
Oeste más rápido que la Europa del Este. El crecimiento fue más rápido dependía más del crecimiento extensivo antes de 1973, y desde entonces
en las dos décadas anteriores a 1973 que en las dos posteriores. Este dete­ ha pasado a depender más del crecimiento intensivo. La acumulación
rioro fue más drástico en el Este, donde cuhninó en la crisis de la planifi- tecnológica favoreció en un principio el crecimiento extensivo, puesto
no EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 111

que era menos importante innovar en tanto hubiera tecnologías conoci­ más estrechos, mientras que la Unión Soviética prohibía la participación
das todavia por adquirir y comercializar.1 El crecimiento extensivo era fá­ de los países del Este que pudieran estar tentados a participar en las inicia­
cil mientras hubiera una oferta elástica de mano de obra -refugiados del tivas de integración occidentales. Era reflejo asimismo de la transición del
Este, repatriados de las colonias, y subempleo de trabajadores en la peri­ crecimiento extensivo al crecimiento intensivo en la medida que el Acta
feria agrícola- susceptible de ser añadida a la mano de obra industrial única Europea de 1986 y el Tratado de Maastricht de 1991 fueron pensa­
sin aumentar la presión sobre los salarios. dos como remedios para el aumento del desempleo y el crecimiento lento.
De modo parecido, el crecimiento extensivo era lo que las econonúas El resto de este capítulo desarrolla estos temas. La primera sección pro­
planificadas organizadas según líneas soviéticas hadan mejor. El gobier­ porciona una visión detallada de las tendencias económicas de la posgue­
no decidía cuántas fábricas era necesario construir, dirigía a los bancos rra. La siguiente describe las condiciones iniciales: el estado de Europa
para movilizar los recursos y limitaba el consumo a lo que sobraba. Deci­ después de la Segunda Guerra Mundial. Las dos secciones que siguen
día qué tecnologías extranjeras convenía adquirir, ya fuera por compra de ofrecen un contraste entre los períodos de crecimiento extensivo e inten­
licencias o por espionaje. No debe sorprender, pues, que las economías sivo. La última, a modo de conclusión, ofrece un breve reconocimiento
planificadas de la Europa del Este funcionaran mejor en la época del cre­ del estado de la economía europea.
cimiento extensivo.
Cuanto mayor era el éxito con que los países europeos seguían este
modelo de crecimiento extensivo, más rápidamente se agotaba la reserva
de conocimiento tecnológico y organizativo. Y al ir agotándose esta reser­ Tendencias económicas de la posguerra
va, se veían obligados a cambiar a un modelo de crecimiento intensivo,
basado en la innovación. Las economías de planificación central estaban El cuadro .4.1 ofrece un resumen detallado del crecimiento europeo des­
menos avezadas a la innovación, pues normalmente el nuevo conoci­ de 1950. Contiene cifras de la tasa de crecimiento del producto interior
miento burbujeaba desde abajo en vez de llover desde arriba. Más que bruto (PIB) para varios subperíodos. Entre 1950 y 1973 las doce econo­
cualquier otra actividad, la innovación responde a incentivos, un bien mías de Europa Occidental para las que se dispone de datos fiables y con-
que en las economías planificadas era verdaderamente escaso. Esta debi­
lidad se les tornó en contra en cuanto la despensa tecnológica quedó va­
da y la innovación pasó a estar a la orden del día. CUADRO 4.1 Fases de crecimiento del PIB en las distintas regiones de Europa,
La segunda respuesta de Europa fue la integración. Por bien que rela­ 1820-1992 (tasa media de crecimiento compuesto anual)
cionado con el proceso más general de «globalizacióm}, la manifestación
particular de esta tendencia fue diferente en Europa. Integración ha sig­ Región 1820-70 1870-1913 1913-50 1950·73 1973-92 1820·1992

nificado integración regional, y este proceso ha estado impulsado más


Europa del Este 1,6 2,4 1,6 4,7 -0,4 2,0
por la política y menos por la tecnología que en otras regiones. La inte­ Europa Occidentalb 1.7 2,1 1,4 4,7 2,2 2,2
gración europea reflejaba el gran conflicto de poder: los Estados Unidos Europa Meridional' 1,0 1,5 1,3 6,3 3,1 2,1
animaban a sus aliados de la Europa Occidental a cultivar lazos políticos Mundo 1,0 2,1 1,9 4.9 3,0 2,2

Notas
1 Aunque existe la tentación de asociar el crecimiento intensivo al crecimiento de la pro­ • Europa del Este, en esta definición, incluye Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia,
ductividad de factores totales (productividad no asociada a aumentos en las entradas de ca­ Rumania, Yugoslavia y la URSS.
pital y mano de obra), y el crecimiento extensivo al crecimiento de las entradas de capital y b Europa Occidental incluye Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania,
Italia, los Paises Bajos, Noruega, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Este grupo podría
mano de obra, esto no sería correcto para nuestro período. El crecimiento extensivo en Eu­
llamarse también Europa Septentrional o del Norte, salvo por la inclusión de Italia.
ropa después de la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar en parte por adquisición y comer­
" Europa Meridional se define aquí como Grecia, España, Portugal, Turquía y (no es una
cialización de nuevas tecnologías, como se explica en el texto. Esto significa que estaba aso­ errata) Irlanda.
ciada a aumentos significativos de la productividad de factores totales. Fuente: Angus Maddison, Monitoring the World Economy 1820-1992 (París: OECD, 1995).
112 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 113

tinuos crecieron con una tasa más de dos veces superior a la del más de si­ El crecimiento de la producción per cápita fue marcadamente unifor­
glo y medio transcurrido desde 1820. Asípues,lo que en la introducción he­ me en la Europa del Este, un reflejo del fuerte control ejercido por la pla­
mos llamado la edad de oro del crecimiento económico se manifiesta con nificación. Durante los años de crecimiento extensivo, éste fue más lento
gran claridad. En cambio, el siguiente subperíodo, de 1973 a 1992, es bas­ en aquellos países que comenzaron con un nivel más alto de producción
tante típico: la economía de Europa Occidental creció en promedio un
2,2 por ciento anual durante este subperíodo, igual que durante el perío­
do completo de 172 años desde 1820. CUADRO 4.2 Crecimiento del PIE real per cápita en veinticuatro paises, 1820-1992
Las mismas fluctuaciones son evidentes en la Europa Meridional y en (tasa media de crecimiento compuesto anual)

Irlanda, aunque el patrón de aceleración y deceleración fue si cabe más 1870-19!3 1913-50 1950-73 1973-92
País 1820-70
pronunciado. Mientras que durante el período completo desde 1820 el
crecimiento fue esencialmente el mismo que en Europa Occidental, la Europa del Este
Bulgaria n.d. n.d. 0,3 5,2 -1,4
aceleración de la posguerra fue más fuerte. El crecimiento fue tres veces
Checoslovaquia 0,6 1,4 1,4 3,1 -0,1
más rápido en 1950-73 que durante el período más largo. Y aunque la Eu­ 1,2 0,5 3,6 0,0
Hungría n.d.
ropa Meridional sufrió una deceleración del crecimiento después de 1973 Polonia n.d. n.d. n.d. 3,4 -0,6
al igual que el resto de Europa, el crecimiento se mantuvo un 50 por cien­ Rumania n.d. n.d. n.d. 4,8 -1,6

to más rápido en 1973-92 que la media europea para el mismo período. URSS 0,6 0,9 1,8 3,4 -0,4
Yugoslavia n.d. n.d. 1,0 4,4 -0,5
Por tanto, la segunda mitad del siglo XX sobresale aquí aún más clara­
Media aritmética n.d. 1,2 1,0 4,0 -0,8
mente que en la Europa Occidental.
Los datos para Europa del Este también muestran una aceleración del Europa Meridional
crecimiento después de 1950 y una deceleración después de 1973. La pro­ España 0,5 1,2 0,2 5,8 1,9
ducción aumentó al mismo ritmo que en Europa Occidental durante los Greda n.d. n.d. 0,5 6,2 1 ,5
Irlanda 1,2 1,0 0,7 3,1 2,7
años de crecimiento extensivo (4,7 por ciento anual), pero el aumento ab­
Portugal n.d. 0,5 1,2 5,7 2,1
soluto relativo al promedio del período fue más rápido, lo que refleja la Turquía n.d. n.d. 0,8 3,3 2,6
tendencia de la Europa del Este a ir por detrás de la Europa Occidental 2,2
Media aritmética n.d. 0,9 0, 7 4,8
durante el siglo XIX. El crecimiento se deceleró después de 1973 -de he­
cho, se hizo negativo, un giro que no ocurrió en ninguna otra región. Europa Occidental
Alemania 1,1 1,6 0,3 5,0 2,1
De las doce economías de Europa Occidental, el crecimiento extensivo
Austria 0,7 1,5 0,2 4,9 2,2
fue más rápido en Alemania, Austria e Italia (Cuadro 4.2), lo que refleja el 0, 7 3,5 1 ,9
Bélgica 1,4 1,0
milagro económico ( Wirtschaftswunder) de la posguerra en Alemania, la Dinamarca 0,9 1,6 1,6 3,1 1,6
proximidad geográfica y económica y el parecido estructural de Austria Finlandia 0,8 1,4 1,9 4,3 1,6
respecto a su vecino mayor, y el éxito de Italia -especialmente el norte Francia 0,8 1,5 1,1 4, 0 1,7
Italia 0,6 1,3 0,8 5,0 2,4
del Italia- en alcanzar a las regiones más ricas del continente. Fue más 2,1 3,2 2,9
Noruega 0,5 1,3
lento en el Reino Unido, un problema que en los años setenta había dado Países Bajos 1,1 0,9 1,1 3,4 1,4
origen a una extensa bibliografía acerca del fracaso económico del país. Reino Unido 1,2 1,0 0,8 2,5 1,4
Suecia 0,7 1,5 2,1 3,1 1,2
En cuanto al sur de Europa, la edad dorada fue especialmente brillan­
Suiza n.d. 1,5 2,1 3,1 0,8
te en Grecia y en la Península Ibérica, y menos en Turquía y en Irlanda {la
Media aritmética 0,9 1,3 1,2 3,8 1,8
Isla Esmeralda suele entrarse como miembro honorario en este grupo).
Más sorprendente es el hecho de que las economías de Irlanda y Turquía Nota: n.d. no disponible
fueron las que funcionaron mejor en el período de crecimiento intensivo. Fuente: Maddison, Monitoring the World Economy 1820-1992.
114 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 115

por cápita (Checoslovaquia y URSS), y más rápido allí donde la produc­ Menos aparente pero de efectos fundamentalmente más destructivos
ción per cápita era más baja (Bulgaria, Rumanía y Yugoslavia). Esto su­ fue la interrupción de los modos normales de organización económica. El
giere que la planificación central y el comercio estatal funcionaron como mecanismo de precios que tradicionalmente había guiado la asignación
potentes motores ·de convergencia económica y' organizativa. La fuerte de recursos había sido suplantado por un sistema de controles y raciona­
uniformidad es evidente también después de 1973 pese a los programas miento. En el ambiente de escasez de la posguerra se retuvieron estos con­
de reformas divergentes adoptados por las distintas economías planifica­ troles, que sirvieron para dirigir la mano de obra y las materias primas
das. No sólo fue la deceleración del crecimiento pronunciada, sino que el con el fin de mantener la producción de artículos esenciales. Se congela­
estancamiento afectó a la región entera. ron los salarios y a los trabajadores se les permitió solamente acceder a las
Estos son, pues, los hechos que hay que explicar. La explicación nece­ plazas anunciadas por las oficinas oficiales de empleo a fin de guiar la
sariamente debe comenzar por el principio, el final de la Segunda Guerra fuerza laboral hacia los usos prioritarios. Los gobiernos congelaron los
Mundial. precios de los bienes de consumo esenciales como los alimentos, el com­
bustible y la ropa, y racionaron las compras. Regularon también los prés­
tamos bancarios y forzaron a los bancos a absorber las emisiones de deu­
da del sector público. Para evitar que el sobrante de liquidez se dedicara a
Las condiciones generales la importación de artículos de lujo, agotando las reservas de divisas fuer­
tes de los bancos centrales, se establecieron rígidos controles sobre la im­
La Segunda Guerra Mundial fue extraordinariamente destructiva. No portación de artículos y la exportación de capitales.
sólo destruyó la capacidad económica -al tiempo que morían las perso­ Al cese de las hostilidades la producción industrial no superaba el40 por
nas, se bombardeaban fábricas y granjas y se destruían puentes y carrete­ ciento de los niveles de preguerra en Bélgica, Francia y los Paises Bajos, y
ras- sino también las relaciones económicas. era inferior al 20 por ciento en Alemania e Italia. A partir de esta difícil
posición inicial fue posible incentivar la producción rápidamente me­
diante la restauración de las infraestructuras esenciales y la liberación de
La tarea de reconstrucción recursos para usos pacíficos. La producción industrial aumentó muy rá­
pidamente, y ya en 1947 había alcanzado el 87 por ciento de los niveles de
Jean Lecerfproporciona el siguiente inventario de daños de la guerra para 1938 (Cuadro 4.3). La producción agrícola, aunque de recuperación más
Francia: 1 1 5 estaciones de ferrocarril dañadas o destruidas; 9.000 de las lenta, alcanzó el 80 por ciento de los niveles de preguerra en 1947-8.
12.000 locomotoras inutilizadas; todos los principales canales, vías flu­
viales y puertos, no navegables; nueve de cada diez vehículos de motor
fuera de servicio.2 Pero aunque esta destrucción fue grave, todo pudo re­ La transición hacia un crecimiento sostenido
pararse en poco tiempo. Se repararon las vías férreas y las carreteras. Los
resultados no fueron siempre estéticos, pero sí funcionales; la velocidad Reparar los daños más obvios causados por la guerra y poner a trabajar
con que se repararon los daños físicos fue una lección de la experiencia de nuevo los recursos parados fue la parte fácil. La tarea más difícil era
aliada con los bombardeos estratégicos, cuyo impacto sobre Alemania no sostener la expansión. Para ello había que salvar tres obstáculos: progra­
había sido anticipado. Lo mismo puede decirse de carreteras, puertos e mas de inversión pública ambiciosos {algunos dirían que demasiado am­
incluso fábricas; los daños críticos pudieron repararse con gran rapidez. biciosos), controles sobre los precios e incertidumbre política.
Aunque reconstruir las viviendas llevó más tiempo, en cierto modo eran Una de las lecciones más ampliamente aprendidas de la guerra fue la
menos esenciales para reanudar la producción. importancia de la inversión, y en particular de la inversión industrial. Los
aliados y los nazis habían entrado en una mortal carrera industrial en la
2 J. Lecerf, La Percée de l'economiefranraise {París: Arthaud, 1963). que el éxito se medía en toneladas de hierro y acero y miles de tanques,
116 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 117

CUADR0 4.3 Producción en Europa Occidental (1 938 = 100) nización desvelado por el gobierno francés en 1947, hacía hincapié en la
inversión en transporte, energía, y hierro y acero. El problema era que Eu­
País 1947 1948 1949 1950 1951 Porcentaje
ropa producía sólo cantidades limitadas de los bienes de producción usa­
de aumento
en 1951 dos por estos procesos. Esto era así especialmente en tanto que las fuerzas
respecto a 1947 de ocupación limitaran la producción industrial de Alemania, puesto que
este país había sido el principal productor y exportador de bienes de pro­
Alemania (República Federeal) 34 so 72 91 106 312
ducción.
Austria 55 85 114 134 148 269
Bélgica 106 122 122 124 143 33 Las materias primas y los equipos de producción podían adquirirse en
Dinamarca 119 135 143 !59 160 35 los Estados Unidos, pero sólo a cambio de divisas fuertes. Y para 1947 las
Francia 99 lll 122 123 138 39 reservas de dólares de Europa estaban prácticamente agotadas. La expor­
Grecia 69 76 90 114 130 88
tación de mercandas sólo podía usarse para la adquisición de materias
Irlanda 120 135 !54 170 176 46
Italia 93 99 109 125 143 54 primas y bienes de producción hasta cierto punto, puesto que para ello
Luxemburgo 132 132 139 168 era preciso importar primero las materias primas necesarias para la pro­
Noruega 115 125 135 146 !53 33 ducción industrial. Pedir préstamos a otros países era impracticable, dada
Países Bajos 94 114 127 140 147 56
la incertidumbre política y el desastroso legado de los préstamos de en­
Reino Unido 110 120 129 140 145 32
Suecia !42 149 !57 164 172 21 treguerras.
Turquía 153 !54 162 165 163 7 El segundo obstáculo para el crecimiento sostenido eran los propios
Todos los países participantes 87 99 112 124 135 155 controles sobre los precios. Mientras los precios de los bienes de consumo
Todos los países participantes 105 119 130 138 145 37 se mantuvieran congelados por debajo de los niveles del mercado libre,
menos Alemania (República los productores tenían pocos incentivos para llevar sus productos al mer­
Federal) cado. Los agricultores almacenaban el grano en lugar de venderlo. Engor­
daban los cerdos en lugar de sacrificarlos. Incapaces de comprar bienes de
Fuente: US President, FirstReport to Congress on the Mutual Security Program (31 Dic. 1951 ) ,
75; extraído d e W. A . Brown y R . Opie, American Foreign Assistance (Washington, DC: consumo, los trabajadores pasaban su tiempo no en la fábrica, sino culti­
Brookings Institutions, .1953), 249. vando sus huertos o buscando comida en las zonas rurales. El problema
se fue agravando a medida que los gobiernos aumentaban su déficit e im­
primían dinero, para conseguir sólo aumentar la disparidad entre los pre­
buques de guerra y aviones. Al final los Estados Unidos, con su formida­ cios del mercado negro y los precios controlados. Los gobiernos recurrie­
ble capacidad industrial, decidieron el resultado. Por consiguiente, la res­ ron a las amenazas contra los acusados de acumular mercandas. El
tauración de la vitalidad económica tras la guerra pasó a verse co�o la ta­ gobierno Ramadier en Francia atacó a los especuladores, la tradkional
rea de reparar la capacidad industrial y la competitividad industrial. «La bestia negra francesa, por retener mercancías, pero sin éxito.
psicología de 1945)), como Adams3 se refirió a este estado mental, daba La solución -eliminar los controles sobre los precios y permitir que
prioridad al crecimiento, y en particular al crecimiento industrial. operaran las fuerzas del mercado- era fácil en la teoría pero difícil en la
La recuperación vino impulsada, pues, por el gasto público en la repa­ práctica. Mientras los presupuestos se mantuvieran en déficit y los gobier­
ración y expansión de la capacidad industrial. Por razones tanto de com­ nos imprimieran dinero para tapar el agujero de los ingresos, eliminar los
petitividad como de seguridad nacional, se dio prioridad a las industrias controles equivaldría a inflación. Esto hada de la subida de los impuestos
pesadas como la siderurgia. Así, el Plan Monnet, el programa de moder- y la reducción del gasto una precondición para la eliminación de los con­
troles sobre los precios. Y en el encrespado ambiente político de la pos­
3 William James Adams, Re�tructuring the French Economy (Washington, DC: Brookings guerra se hacía difícil el consenso acerca de la composición de los reajus­
Institution, 1989). tes necesarios.
n8 EUROPA DESDE 1945
ECONOMÍA 119

Esto nos lleva al tercer obstáculo para el crecimiento sostellido, la in­ bieron de implantar los prerrequisitos de una economía de mercado ope­
certidumbre política. Los comunistas ocupaban posiciones importantes rativa. Los Estados Unidos pusieron como condición para el desembolso
en los primeros gobiernos de posguerra de Italia y Francia. En Dinamar­ de la ayuda del Plan Marshall que se avanzara hacia estos objetivos. De
ca el Partido Comunista había sido iguahnente popular en las primeras este modo el plan ayudó a resolver la incertidumbre política al inclinar la
elecciones de la posguerra, lo que condujo a la formación de un débil go­ balanza del poder político hacia los partidos centristas. Estados Unidos
bierno de minoria incapaz de poner en práctica medidas estabilizadoras. dejó bien clara su renuencia a favorecer con su ayuda a los partidos de ex­
El gobierno británico, que incluía Laboristas de inclinación radical, se ha­ trema izquierda. Esto dio fuerza a los políticos de los partidos dominan­
bía embarcado en un ambicioso programa de nacionalización industrial. tes, que podían señalar a la pérdida de las ayudas americanas como coste
En Alemania la incertidumbre emanaba de las políticas de �a ocupación adicional de la oposición a sus programas políticos. Tanto en Francia
aliada, entre cuyos objetivos se incluía limitar la producción industrial, con:lo en Italia el anuncio del Plan Marshall vino acompañado de la sali­
desmantelar fábricas, y romper carteles y grandes empresas. El mayor da de ministros comunistas de la coalición gobernante. En Dinamarca fue
partido político, el SPD, abogaba por la socialízación de la industria y el seguida de un marcado retroceso de los comunistas en las elecciones de
mantenimiento de los controles. No estaba claro que los gobiernos de octubre de 1947.
ninguno de estos países fueran a respetar la propiedad privada, resistir la En cierto sentido el Plan Marshall definió el conflicto entre el Este y el
tentación de establecer impuestos confiscatorios y dejar que funcionara Oeste como una elección entre plan y mercado. La Unión Soviética fue
el sistema del mercado libre. invitada a participar (aunque algunos historiadores han cuestionado la
Esta incertidumbre aumentó el valor de la espera. Los empresarios es­ sinceridad de la oferta estadounidense). Moscú rehusó participar argu­
peraban a invertir hasta saber algo más sobre la consideración otorgada a mentando que ningún poder extranjero podía decirles cómo dirigir su
la propiedad privada. Los inversores dudaban en comprar valores . antes econorrúa. Checoslovaquia y Polonia intentaron aceptar la invitación de
de saber si perderían sus dividendos en impuestos. Los bancos dudaban los EE.UU., pero su intentó fue ahogado por Stalin, que aprovechó la oca­
en hacer préstamos sin saber si su capital habría de perder valor por in­ sión para situar sus economías firmemente bajo su mano.
flación. En Europa Occidental la respuesta a la eliminación de los controles so­
bre los precios fue inmediata. Tiendas que un día estaban vacías rebosa­
ban al día siguiente de artículos procedentes de los almacenes de los es­
El papel del Plan Marshall
peculadores. Ahora que los trabajadores podían comprar bienes, el
absentismo del trabajo disminuyó. El suministro de materias primas de
El Plan Marshall, anunciado por los Estados Unidos en 1947, eliminó es­ las minas y granjas proporcionó a las industrias los insumas necesarios
tos tres obstáculos simultáneamente. Al proporcionar subvenciones y para aumentar la producción. A medida que se recortaban los déficit pre­
ayudas gubernamentales por valor de 13.000 millones de dólares durante supuestarios y las imprentas de dinero reducían su actividad, se reduje­
un período de cuatro años, relajó las restricciones que la balanza de pagos ron los desequilibrios externos. Fue por fin posible comenzar a levantar
imponía sobre el crecimiento. Se pudo así deshacer el nudo gordiano que las restricciones sobre la importación y que las naciones europeas pudie­
suponía tener que exportar primero para importar después, pero no po­ ran explotar más plenamente su ventaja comparativa en los mercados in­
der exportar sin importar primero. Se sostenía así la estrategia europea de ternacionales.
crecimiento impulsado por la inversión. Un último efecto del Plan Marshall fue como estímulo para la integra­
Además, el Plan Marshall proporcionó incentivos para que los gobier­ ción europea. La oferta de los EE.UU. dependía de la voluntad de sus des­
nos abrazaran la idea del mercado. Los países que aceptaron la ayuda es­ tinatarios para concebir una estrategia colectiva de utilización de los
tadounidense hubieron de firmar pactos bilaterales que los comprome­ fondos. En sus momentos más idealistas los artíficeS del Plan Marshall
tían a eliminar los controles sobre los precios, estabilizar sus tipos de veían en su iniciativa un estímulo para la formación de unos «Estados
cambio y equilibrar la balanza de sus presupuestos. En otras palabras, hu- Unidos de Europa>>, en los cuales la integración económica y política hi-
120 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 121

ciera la guerra inconcebible. Más concretamente, la integración europea Por supuesto, algo de comercio era mejor que nada. «En el periodo in­
era una forma de reconciliar a otros países, Francia en particular, con unos mediatamente posterior a la guerra, los acuerdos bilaterales permitieron
niveles de producción más altos en Alemania, y de desarmar a quienes insis­ la rápida reconstrucción de las relaciones de comercio>>, en palabras de un
tían en «pastoralizan la economía alemana. Al engranar la economía ale­ equipo de expertos de las Naciones Unidas.4 Pero los acuerdos bilaterales,
mana dentro de la Europea y promover el desarrollo de instituciones de una vez implantados, dificultaron el siguiente paso, el de situar el comer­
gobernación transnacional, el Plan Marshall permitió que París aceptara cio europeo en un contexto de libre mercado. Para esto era necesario per­
la anulación de los límites impuestos sobre la producción industrial de mitir que los pagos se satisficieran multilateralmente (por ejemplo, usando
Alemania. La ayuda americana animó también a los franceses a desistir las exportaciones de Gran Bretaña a Francia para financiar las compras a
de su reclamación de reparaciones por parte de Alemania. Estas conce­ Bélgica). Pero ningún país podía dar este paso unilateralmente. Si un país
siones fueron esenciales para el éxito de la reforma monetaria alemana de se ofrecía a liberar su mercado pero los otros no lo seguían, se veria inun­
1948, con la cual se consiguió eliminar el excedente monetario, se can­ dado de importaciones pero seguiría sin tener salida para sus exportacio­
celaron las deudas y los bienes de consumo volvieron a inundar los roer-. nes, una combinación de fatídicas consecuencias para la balanza de pa­
cados. Si los límites de producción y las reparaciones se hubieran man­ gos. Como ilustración del problema, el intento fallido de hacer a la libra
tenido, estas medidas no hubieran bastado para restablecer los incentivos esterlina convertible para transacciones por cuenta corriente en 1947
de producción y dar la salida a un espectacular aumento de la produc­ (como se requería a los británicos según los términos de un préstamo de
ción. Pero sin estos obstáculos, el milagro económico alemán, o Wirts­ EE.UU. por valor de 3. 750 millones de dólares) tuvo que ser revocado tras
chaftswunder, pudo ponerse en marcha. Alemania se encontraba en el co­ cinco semanas de desastrosas pérdidas de reservas.
razón de la economía europea, y este corazón podía ahora latir con Antes de 1950 los esfuerzos por coordinar la transición hacia un comer­
fuerza. La amenaza geopolítica del Este podía repelerse ahora con un re­ cio más libre entre países europeos fueron vanos. Con una inflación desbo­
torno de la prosperidad. cada en Francia y Grecia y la posibilidad de inflación en Alemania y Austria
una vez eliminadas las limitaciones sobre los precios, los países con exce­
dentes dudaban en consentir en un mecanismo de compensación de défi­
cit con créditos por miedo a que los participantes propensos a la inflación
La era del crecimiento extensivo y el déficit absorbieran de inmediato cualesquiera créditos que fueran ofre­
cidos colectivamente. El bilateralismo no provocó una crisis mientras la
El énfasis que los artífices del Plan Marshall pusieron en la integración ayuda del Plan Marchall pudiera usarse para financiar los desequilibrios de
europea tenía una lógica tanto económica como política, como me­ la balanza de pagos entre países Europeos y con el área del dólar. Para 1949,
dio para estimular el comercio en Europa. Antes de 1 950 las econo­ sin embargo, comenzaba a verse el fin del Plan Marshall. Un nuevo senti­
mías de Europa Occidental estaban ahogadas bajo la sofocante capa de miento de urgencia provocó la reanudación de las negociaciones.
las restricciolles al comercio. Para conservar sus preciadas divisas fuer­
tes para realizar compras en el área del dólar, cada país procuraba limi­
tar sus importaciones de otros países al valor de los recibos en su propia La Unión Europea de Pagos y los primeros pasos hacia la
moneda. Varios gobiernos europeos confeccionaron bilateralmente lis­ gobernación colectiva
tas de bienes para los que emitirían licencias de importación hasta los
contingentes acordados. Con estos restrictivos acuerdos el comercio en­ El resultado fue la Unión Europea de Pagos (UEP). La UEP fue inicial­
tre países europeos se mantenía apenas a dos tercios de los niveles de la mente concebida como un acuerdo transitorio de dos años al final de los
preguerra en la primera mitad de 1 948, para cuando el volumen de ex­
portaciones de Europa a otros continentes había superado ya los volú­
menes de 1938. 4 United Nations, Economic Survey ofEurope in 1948 (Ginebra: UN, 1950), 98.
122 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 123

cuales los países participantes restablecerían la convertibilidad para las descuento e impuestos temporales prestaron a aquellas políticas la necesa­
transacciones por cuenta corriente (para el com·ercio de bienes y servi­ ria legitimidad política nacional. Con estas medidas en marcha, las restric­
cios). Lo que ocurrió fue que la transición resultó ser más difícil de lo es­ ciones sobre las importaciones alemanas podían ser moderadas.
perado, y la EPU siguió siendo la estructura para el comercio entre países Aún más importante fue la actuación de la UEP como trampolín ha­
europeos durante casi una década. De acuerdo con sus disposiciones, los cia la gobernación colectiva. Los miembros de su consejo de dirección
balances netos de cada país con cada uno de los otros países debían ser «sirvieron como individuos con una función colectiva más que como re­
transmitidos al final de cada mes al Banco Internacional de Pagos, el presentantes de gobiernos)}.5 La decisión de ofrecer créditos extraordina­
agente fiscal de la UEP, que cancelaba las deudas compensadas. Los ba­ rios, por ejemplo, se tomó de forma colectiva.
lances restantes se consolidaban, dejando a cada país con pasivos o de­ El siguiente paso hacia la gobernación colectiva, la Comunidad Euro­
mandas de pago no con algún país europeo en particular, sino con el con­ pea del Carbón y del Acero (CECA), fue si cabe más trascendental. La
junto de la UEP. Por consiguiente, a los gobiernos dejó de importarles con cuestión que motivó su fundación fue la misma -permitir que la indus­
qUé otro país europeo establecían comercio; lo único importante era el tria alemana del hierro y del acero creciera sin suscitar el miedo a que el
balance global de débitos y créditos. Además, ser miembro de la UEP au­ país reconstruyera su complejo militar-industrial. La solución fue una
torizaba a los paises participantes a obtener crédito de los países asocia­ alta autoridad conjunta que realizara una supervisión transnacional de
dos para financiar temporalmente su déficit. Así pues, no sólo eliminó la los planes nacionales de inversión para el carbón y el acero. «Para ser
UEP la necesidad de los paises de equilibrar su balanza de pagos con cada miembro era requisito transferir poderes soberanos a la nueva autoridad
uno de los otros países, sino que les permitía contraer deudas temporales europea>), en palabras de un historiador de la Comunidad.6 Además de la
con el grupo en conjunto. Los Estados Unidos contribuyeron con 350 mi­ alta autoridad, el tratado de fundación de la CECA preveía la constitución de
llones de dólares del Plan Marshall a la operación de la UEP. El problema una asamblea común que sirviera de foro de discusión y un tribunal su­
de coordinar la transición a la convertibilidad de la cuenta corriente se premo que representara a la alta autoridad con relación a los estados con­
solucionó requiriendo a los países miembros que aceptaran el Código de tratantes, que auguraban el Parl�ento Europeo y el Tribunal Europeo de
Liberalización de la Organización Europea de Cooperación Económica, Justicia. En estas estructuras y no simplemente en el hecho de que los es­
un segundo acuerdo, simultáneo con el de la UEP, por el que acordaban tados contratantes fueron los seis miembros fundadores de la CEE des­
derrumbar las barreras arancelarias a un ritmo predeterminado. cansa el verdadero significado de esta iniciativa.
Esta iniciativa hizo mucho para engrasar los ejes. El comercio intra-eu­
ropeo aumentó de 10.000 millones de dólares en 1950 a 23.000 millones en
1959, significativamente más rápido que la producción. Se aceleró en 1950-1, Inversiones y mercado laboral
coincidiendo con la creación de la UEP. Mientras que en buena medida
esta subida reflejaba la experiencia de un sólo país, Alemania, también Para encontrar un uso comercial, las nuevas tecnologías tenían que en­
aquí el papel de la UEP fue esencial. Ligada como estaba al Plan Marshall, carnarse en plantas y equipos. Para ello se necesitan inversiones. Las in­
la UEP sirvió para asegurar a otros países queAlemania utilizaría su poder versiones brutas fueron en promedio un 22 por ciento de los ingresos de
económico para la paz y que no renegaría de su compromiso con el comer­ 1949 a 1958, un cuarto más altas que en los años de entreguerras? Los go-
cio libre y abierto. Más concretamente, la UEP ayudó a Alemania a remon­
tar su crisis de balanza de pagos de 1950-1. El estallido de la guerra de Corea 5 Jacob J. Kaplan y Gunther Schleiminger, The European Payments Union: Financia[ Di­
produjo una subida de los precios de los bienes primarios que Alemania plomacy in the 1950s (Oxford: Clarendon Press, 1989).
6 John Gillingham, «The European Coal and Steel Community: An Object Lesson.», en
importaba, agravando el déficit exterior del país y creando presión para re­
Barry Eichengreen (ed.), Europe's Postwar Recovery (Cambridge: Cmbridge University
vocar las recientes medidas de liberalización del comercio. El consejo de di­ Press, 1995), 151.
rección de la UEP otorgó créditos extraordinarios para aliviar el desnivel y 7 Estas estimaciones son para veintiún países europ'eos. Provienen de United Nations,

envió un par de expertos cuyas recomendaciones de aumento de tasas de Economic Survey ofEurope in 1961, parte 2: Sorne Factors in Economic Growth in Europe du-
124 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 125

biernos mantuvieron los tipos de interés bajos y regularon el sistema fi­ mania Occidental, habría una reserva de trabajadores susceptibles de ser
nanciero para canalizar los recursos hacia la inversión. Pero los países va­ empleados. En Alemania el desempleo se mantuvo en dos dígitos hasta
riaban enormemente en su eficiencia de utilización de estos fondos. En que este flujo fue finalmente absorbido hacia el fin de los años cincuenta;
Alemania, el desvío de 3 puntos porcentuales adicionales de los ingresos no debe sorprender que la presión sobre los salarios fuera baja en estas
nacionales hacia la inversión generó un punto porcentual de crecimiento adi­ circunstancias. El mismo mecanismo operaba en los Países Bajos con el
cional. En Noruega, en cambio, un -punto adicional de crecimiento reque­ retorno de colonos holandeses de las Indias Orientales (de los que
ría la dedicación de 9 puntos porcentuales adicionales de la producción a la 300.000 representaban un 7 por ciento de la mano de obra), y en Suiza
inversión. Por supuesto, Alemania Occidental había iniciado tarde la re­ con la importación de trabajadores del sur de la Europa Meridional. Fun­
construcción de su sector industrial (debido en parte a los controles im­ cionaba asimismo en Francia e Italia con la migración de mano de obra
puestos por los Aliados, tal como se ha descrito anteriormente), y experi­ subempleada de la agricultura a la industria y los servicios, aliviando así
mentó una llegada masiva de inmigrantes de la Alemania Oriental (unos la presión de la oferta sobre el sector terciario.
3 millones desde 1950 hasta que fmalmente se levantó el muro de Berlín
en 1961); por ambas razones una pequeña inversión se traducía en una
gran ganancia. Noruega, en cambio, dedicaba una parte desproporcio­ El contrato social de la posguerra
nada de sus inversiones a proyectos como la electrificación del norte
del país, una empresa más importante por razones políticas que comer­ Pero son más las razones que explican la moderación salarial de los años
ciales y con pocos beneficios inmediatos en forma de crecimiento eco­ de posguerra. Las sociedades europeas desarrollaron estructuras corpora­
nómico. tivistas para contener el crecimiento de los salarios y asegurarse de que los
De modo más general, todos los países con altos beneficios sobre las beneficios se reinvertían. Los gobiernos de la posguerra pidieron a los
inversiones experimentaron un elevado crecimiento de la mano de obra sindicatos que moderaran sus demandas salariares para que los benefi­
(con la excepción de España y Portugal, que partieron de unos niveles de cios pudieran dedicarse a la modernización y expansión de la capacidad.
eficiencia industrial muy por debajo del nivel medio). A la inversa, los paí­ El problema era garantizar que los empresarios invirtieran realmente los
ses con los beneficios más bajos sobre sus inversiones, en particular Irl�n­ beneficios que consiguientemente recibirían. Escépticos de que su abne­
da, Noruega, Suecia, el Reino Unido y Finlandia, tenían la oferta laboral de gación hubiera de reportar una mayor inversión, un crecimiento más rá­
más lento crecimiento. Así pues, el resultado de la inversión fue alto allí pido y, a la larga, una mejor calidad de vida, los trabajadores dudaban
donde había un mercado laboral en expansión con el que poner a traba­ en hacer los sacrificios necesarios. El peligro era que los sindicatos bus­
jar más capital. Un efecto adicional de una oferta laboral en crecimiento caran una subida de los salarios, que la patronal pagara los beneficios
fue el de moderar la presión para la subida de los salarios, lo que permitió como dividendos, y que la inversión y el crecimiento sufrieran, como en
a las empresas reinvertir los beneficios adicionales. los años de entreguerras.
En parte el mecanismo era el clásico de la oferta y la demanda. Allí La cooperación entre capital y mano de obra se cimentó mediante una
donde la oferta laboral era más elástica, la presión para el aumento de los serie de acuerdos institucionales, algunos informales, otros codificados
salarios era menor. En tanto los refugiados de la RDA invadieran la Ale- en leyes. Un conjunto de i�stituciones supervisó el cumplimiento por las
partes de sus acuerdos de intercambiar moderación salarial por reinver­
sión de beneficios. La ca-determinación alemana, que daba a los trabaja­
ring the 1950s (Ginebra: UN, 1964), como todas las estadísticas presentadas a continuación dores poder de supervisión de las políticas de inversión de las empresas,
sobre crecimiento durante los años cincuenta (salvo donde se señale explícitamente otra
permitió a los trabajadores comprobar el cumplimiento del compromiso
fuente), Angus Maddison (<<Economic Policy and Performance in Europe, 1913-1970)>, en
Cado M. Cipolla {ed.), The Fontana Economic History ofEurope, Vol. v, parte 2 (Glasgow:
de inversión contraído por la patronal. En las empresas pequeñas no cu­
Fontana, 1976)) calcula tasas de inversión fija netas para Europa Occidental, que estima en biertas por la ley de ca-determinación, unos consejos de trabajadores (re­
9,6% en 1928-38 y 16,8% en 1950-70. queridos en talleres con al menos cinco empleados) desempeñaban un
126 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 127

papel similar de divulgación de la información. En los Países Bajos los en 1956, cuando el acuerdo de vincular los aumentos salariales a la pro­
representantes de los trabajadores, la patronal y el gobierno trabajaron ductividad que se había negociado durante la fase de reconstrucción co­
conjuntamente en Publiek Rechtelijke Bedrijfsorganisatie (Consejos Pú­ menzaba a dar señas de romperse. El gobierno alemán vinculó las pen­
blicos de Trabajos), hasta alcanzar acuerdos sobre la política de empleo e siones de jubilación a la calidad de vida en la reforma de pensiones de
inversión de las empresas holandesas. Noruega estableció consejos de pla­ 1957. El gobierno austriaco amplió concesiones en materia de impuestos
nificación y comités de producción para promover la participación de los y seguridad social a los trabajadores a cambio de moderación salarial.
trabajadores en las decisiones de la dirección. Representantes de sindica­ Un tercer grupo de instituciones coordinó los acuerdos entre firmas y
tos e industria se sentaron juntos en consejos de empresas industriales y sectores. La coordinación era necesaria para resolver problemas de acción
financieras públicas y semi-públicas belgas según lo estipulado en la Ley colectiva en la medida que la moderación salarial en un sector aumenta­
de Organización de la Industria de 1948. Incluso en Francia, donde las re­ ba los beneficios disponibles para inversión en toda la economía. Cada
laciones laborales no eran precisamente sencillas, la ley exigió a todas las vez más, los acuerdos eran centralizados en las manos de una federación
empresas con más de cincuenta empleados que establecieran comités de de sindicatos y patronal, y los gobiernos intervenían para armonizar los
trabajadores y dirección. Los representantes tenían derecho a asistir a las términos de los acuerdos alcanzados por diferentes sindicatos y patronal.
reuniones de la junta de dirección y servían de vectores de información Los imperativos de la posguerra suscitaron esta respuesta debido a la
sobre la política de inversión de la empresa. Una Ley de 1946 exigía a la existencia de poderosas predisposiciones colectivistas. La teología católi­
dirección de las empresas que informasen al comité y recibiesen su opi­ co-romana del siglo XIX y la ideología demócrata-cristiana del siglo XX
nión antes de tomar decisiones definitivas de inversión y (en el caso de alentaban el establecimiento de instituciones que liberaran a los ciudada­
sociedades limitadas) y que informasen de los beneficios obtenidos por la nos libres de Europa de la tiranía del mercado. Esto se convirtió en una
empresa y le permitiesen auditar los libros. Los trabajadores conseguían
así asegurarse de que el capital mantenía su parte del acuerdo de invertir
los frutos de su moderación salarial.
Un segundo grupo de instituciones creó «obligaciones>> que se perderían CUADRO 4.4 Contribución del trabajo, el capital, y el progreso técnico al crecimiento
del PNB en nueve países de Europa Occidental, 1949-1959
en el caso de que alguna de las partes renegara de los términos de su acuer­
do. En Austria se prometió a las empresas acceso a materias primas, pro­ País Tasa de crecimiento Contribución estimada ICORb
ductos intermedios y equipos a precios inferiores a los del mercado, produ­ porcentual anual compuesta al crecimiento del PNB de:
cidos por empresas públicas, a cambio de seguir políticas cooperativas
Fuerza de Masa de Tendencia Trabajo Capital Progreso
de inversión y dividendos. El gobierno sueco reguló el pago de dividen­
trabajo capital delPNB técnico
dos por compañías públicas e invitó a las corporaciones a colocar hasta
un 40 por ciento de sus beneficios en cuentas públicas cerradas. Para ayu­ Alemania Occidental� 1,6 6,0 ' 7,4 1,1 1,8 4,5 2,6
dar a cimentar los acuerdos corporativistas, los bancos centrales siguie­ Bélgica 0,3 2,6 3,0 0,2 0,8 2,0 2,8
Francia 0,1 3,4 4,5 0,1 1,0 3,4 2,9
ron políticas monetarias favorables a la inversión que animaron a las em­
Italia 1,1 �,2 5,9 0,8 1,0 4,1 2,1
presas a llevar a la práctica su compromiso de invertir. Noruega 0,3 4,6 3,4 0,2 1,4 1,8 8,5
Un conjunto paralelo de programas gubernamentales vinculaba a los Países Bajos 1,2 4,8 4,8 0,8 1,4 2,6 4,0
trabajadores. En Bélgica el primer gobierno de posguerra adoptó un sis­ Reino Unido 0,6 3,1 2,4 0,4 0,9 1,1 3,7
Suecia 0,5 2,0 3,4 0,3 0,6 2,5 4,1
tema de seguridad social a cambio de la adhesión de los trabajadores al
Yugoslavia 1,1 4,9 5,5 0,8 1,5 3,2 2,5
Pacto Social de 1944, que limitaba los aumentos salariales. El gobierno
noruego ofreció legislación que instauraba las vacaciones pagadas y limi­ " 1950-9.
b ICOR (Incremental Captial-Output Ratio): Relación Marginal Capital-Producto,
taba la duración de la semana laboral a cambio de la moderación salarial.
Fuente: Extracto de United Nations, Economic Survey ofEurope in 1961, Part 2: Sornefactors
El gobierno danés ofreció un sistema ampliado de bajas por enfermedad in Economic Growth in Europe during the 1950s.
128 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 129

meta para los partidos sociales y de los trabajadores, cuya base electoral cambio de empleo de una agricultura de baja productividad a una indus­
aumentó tras la Segunda Guerra Mundial. También los administradores tria y servicios de alta productividad. El porcentaje de empleo en la agri­
del Plan Marshall alentaron esta respuesta, puesto que habían visto cómo cultura cayó en más de 9 puntos porcentuales en Alemania, 8 puntos en
su propia economía tomaba, bien que por un breve período, una direc­ Italia y 7 puntos en Noruega. Los agricultores conformaban un poderoso
ción corporativista por la Ley de Recuperación de la Industria Nacional. grupo de presión, y los gobiernos protegían sus intereses, pero aun así se
Y si alguna lección se había aprendido tras el derrumbe de la economía en permitió la reducción del sector agrícola en términos relativos, sino abso­
los años treinta era la conveniencia de depender menos del mercado y lutos, como acompañante necesario del milagro de la productividad de la
más del gobierno y de la cooperación fuera del mercado. posguerra.

La aurora de la edad dorada Europa del Este y la economía planificada

El cuadro 4.4 resume el comportamiento de las principales econorrúas de La Europa del Este era todavía más agrícola. Tan sólo un país, Alemania
Europa Occidental en los años cincuenta, descomponiendo el crecimiento Oriental, tenía una proporción mayor de su población activa en el sector
en las contribuciones del capital, el trabajo y el progreso tecnológico.8 Los industrial que en el sector agrícola. Juntamente con la misma brecha de
países están ordenados por su tasa de crecimiento de la producción. La productividad entre industria y agricultura que se daba en Europa Occi­
posición de Alemania a la cabeza de la liga es el resultado de una tasa inu­ dental, esto explica la relativamente baja renta per cápita al principio del
sualmente elevada de crecimiento de los insumas o entradas (inputs), lo período. Las agencias de planificación nacional vieron en la expansión de
que refleja el crecimiento excepcionalmente rápido de la oferta laboral y la industria la manera más directa de aumentar la productividad del tra­
de las altas tasas de inversión, pero también el excepcional crecimiento de bajo. En consecuencia, la agricultura de la Europa del Este no recibió un
la productividad en este país. El progreso tecnológico fue también marca­ apoyo estatal comparable al que recibió la agricultura en la Europa Oc­
damente alto en Italia, lo que refleja el éxito de este país en alcanzar a sus cidental. Al contrario: los planificadores establecieron unos precios arti­
vecinos más prósperos del norte. El pobre comportamiento de la eco­ ficialmente bajos para los bienes agrícolas, y artificialmente altos para los
nomía británica refleja tanto las bajas tasas de inversión como un creci­ bienes manufacturados; junto a las diferencias en productividad por tra­
miento decepcionante de la productividad. Francia sobresale por el es­ bajador, esto provocó que la producción del trabajador industrial medio
tancamiento de su mano de obra. Mientras los políticos franceses se se valorara unas tres veces más que la del agricultor medio. Esta estructura
preocupaban por este «malthusianismo», el impresionante crecimiento sesgada de precios reflejaba el deseo de estimular la industria a expensas
de la productividad del país (a la zaga tan sólo de Alemania e Italia) sos­ de la agricultura. En Hungría, Polonia y Bulgaria la totalidad del aumen­
tenía unas tasas globales de crecimiento más que respetables. to de la oferta de trabajo durante la década de los cincuenta fue a sectores
El trabajador medio era tan sólo la mitad de productivo en la agricul­ diferentes de la agricultura. En Alemania Oriental y en Checoslovaquia el
tura que en la industria. Las principales excepciones eran el Reino Unido, cambio estructural fue aún más drástico, con un descenso del 20 por cien­
donde un siglo de mercado libre había forzado a los granjeros y agricul­ to del e�pleo agrícola. Los cálculos convencionales indican que el cam­
tores a racionalizar sus operaciones, y los países de la Benelux, que habían bio estructural (el desvío de recursos de la agricultura hacia la industria
especializado su industria agropecuaria en productos de alto valor añadí­ y los servicios) explica una proporción aún mayor del crecimiento de la
do como los lácteos o las hortalizas. Parte de la explicación para el rápido productividad en la Europa del Este que en Europa Occidental.
crecimiento de la productividad en los años cincuenta fue, por tanto, el Los gobiernos de la Europa del Este registraron unas impresionantes
tasas de crecimiento de producto material neto durante los aÍíos cincuen­
8 Basado en una función de producción de Cobb-Douglas con un coeficiente de 0,7 para
ta, del orden dei S por ciento en Hungría y Polonia y del l l por ciento en
la fuerza de trabajo. Bulgaria, más altas incluso que las tasas de crecimiento de la producción
130 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 1 31

asociadas al Wirtschaftswunder de la Alemania Occidental. Por supuesto, A diferencia del Oeste, donde los aumentos de producción se traslada­
no todo lo que se producía era de buena calidad. La estimación de la pro­ ron en mejoras acordes de la calidad de vida, en la Europa del Este los ni­
ducción material neta estaba asimismo sujeta a un problema de valuación veles de calidad de vida quedaron congelados. También este aspecto refle­
debido a las distorsiones de los precios descritas anteriormente. Por todo ja la sobre-concentración sobre la industria pesada; buena parte de lo que
ello, conviene tomar estas estadísticas con cierta reserva. producía el sector industrial se utilizaba para satisfacer el apetito de bie­
En lo que valen, estas estadísticas señalan a la inversión como motor nes de producción del propio sector. Por miedo a no alcanzar los niveles
del crecimiento. Las tasas de inversión no eran altas en comparación con de producción asignados, los gerentes hacían pedidos excesivos de mate­
las de Europa Occidental, pero la tasa de crecimiento de la masa de capital rias primas, ampliaban en exceso la capacidad productiva y creaban puestos
era rápida, lo que refleja su bajo valor de entrada. Aún más que en Europa de trabajo superfluos; los planes dirigidos a objetivos de producción no
Occidental, era el apogeo del crecimiento extensivo -el crecimiento em­ eran en absoluto disuasorios del derroche de recursos. Los niveles atra­
pujado por la inversión. Se daba prioridad a las industrias pesadas y a la sados de calidad de vida también reflejaban problemas con lo que se
producción de bienes de capital, especialmente después de que aumenta­ producía en el sector de bienes de consumo. Parte del aumento del bie­
ra la tensión entre Este y Oeste tras el estallido de la Guerra de Corea. nestar en Europa Occidental fue el resultado de la creciente variedad de
En 1949la mayoría de las ramas importantes de industria y finanzas de bienes de consumo generada por la economía de mercado; en las econo­
la Europa del Este estaban en manos del estado, que se encargaba de su mías planificadas, las empresas sólo recibían objetivos en cuanto al volu­
gestión. En 1949-51 se introdujeron los primeros planes quinquenales men· de producción; no recibían ninguna recompensa por producir una
(aparte de Yugoslavia, que adoptó los suyos en 1947). Se construyeron mayor variedad de productos. No debe sorprender, pues, que la industria
más factorías a la imagen de las existentes, y se asignaron más trabajado­ del calzado de Hungría produjera a principios de los años cincuenta única­
res a las tareas establecidas. Se hacía hincapié en aplicar las tecnologías mente dieciséis tipos de zapato. Y muchos de estos productos eran de una
existentes y en replicar las instalaciones existentes, no en la innovación. calidad que dejaba que desear, puesto que los objetivos de cantidad no
ofrecían recompensa alguna por mejorar la calidad. Aunque la insatisfac­
ción pública y, en Hungría, la franca revuelta, llevaran a cierta reasignación
Logros y limitaciones de la planificación central de recursos hacia los sectores de bienes de consumo y a algunos esfuerzos
por motivar a los gerentes de las empresas mediante beneficios, el proble­
Los resultados fueron superficialmente impresionantes, pero ya en los ma persistió.
años cincuenta se vislumbraban problemas bajo la superficie. Si bien el Estas limitadas reformas marcaron el carácter de los años sesenta. Tras
capital humano de la región y la reserva de tecnologías probadas ofrecían la muerte de Stalin, Moscú insistió con menos ahínco en el manteni­
un amplio espacio para aumentar la producción industrial, los imperati­ miento de una planificación rígida al estilo soviético. El crecimiento se
vos de la guerra fría y la ideología estalinista condujo a los planificadores había decelerado entre la segunda mitad de los años cincuenta y la pri­
a llevar el proceso demasiado lejos. Europa Central y del Este habían sido mera mitad de los sesenta, y los planificadores, por pura desesperación,
tradicionalmente la reserva agraria del continente; la región estaba dota­ comenzaron a experimentar con la descentralización de los mecanismos
da de ricas tierras agrícolas, lo que invitaba, en buena lógica económica, a de planificación. Los gerentes de empresas fueron dotados de una mayor
dejarlas que continuaran produciendo y exportando bienes agrícolas. No libertad y comenzaron a ser recompensados por economizar el uso de los
fue así, sino que la agricultura fue privada de recursos: Checoslovaquia, recursos. Los precios, aunque administrados, comenzaron a utilizarse
Polonia y Yugoslavia no lograron igualar los niveles de producción de para guiar estas decisiones descentralizadas. El alcance de estas reformas
grano de antes de la guerra hasta los últimos años de la década de los cin­ fue variado: Alemania Oriental, Polonia y Rumanía fueron los menos am­
cuenta. Problemas parecidos resultaron de desatender la industria ligera, biciosos, Hungría y Yugoslavia los más ambiciosos. Con todo, no deja de
como en Hungría, donde las producciones más artesanas se abolieron a sorprender que tras apenas una década de experimentación con la econo­
fin de transferir recursos a la industria pesada. mía planificada comenzaran ya a introducirse elementos del mercado.
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La descentralización no se extendió a la gestión de la innovación, el ver­ Integración regional en Europa Occidental


dadero punto flaco de las economías planificadas. Alemania Oriental esta­
bleció centros de investigación a gran escala dentro de cada una de sus El compromiso del bloque Este con el Comecon fue reforzado por la in­
Kombinate (holdings industriales). En Checoslovaquia, donde los recursos tegración regional en el bloque occidental. La fundación de la Comuni­
dedicados a investigación y desarrollo habían sido asignados tanto a em­ dad Económica Europea en 1958 y su creación de una área de libre mer­
presas grandes como pequeñas, se concentraron en las grandes con la es­ cado que englobaba Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux en
peranza de que desarrollaran innovaciones de amplia aplicabilidad. La menos de diez años fue sin duda el desarrollo más profundo de los que
Oficina Nacional para el Desarrollo Tecnológico de Hungría permitió que afectaron el crecimiento en Europa Occidental durante los años sesenta.
las actividades I+D se mantuvieran más descentralizadas pero intentó La progresiva eliminación de la diferencia con el dólar -es decir, el déficit
coordinar mejor las tareas de los distintos centros de investigación. estructural de Europa en relación con el de los Estados Unidos- había
La planificación nacional era incompatible con el comercio interna­ preparado el terreno para esta iniciativa. Ya se había avanzado considera­
'
cional. Los precios establecidos por los planificadores eran diferentes de blemente en esta dirección para cuando concluyó el Plan Marshall en
los que el mercado establecía en el resto del mundo, y el mercado libre 1951. El progresivo fortalecimiento de la posición de pagos de Europa
habría dado a los gerentes de las empresas incentivos conflictivos sobre permitió entonces proceder a la eliminación de los controles sobre las
qué reglas seguir. Pero la auto-suficiencia tampoco era deseable, puesto transacciones por cuenta corriente a mediados de los años cincuenta.
que distintos países tenían recursos y capacidades económicas distintos. Para 1958 los países de Europa Occidental estaban preparados para resta­
La solución consistió en estimular el comercio entre los países del blo­ blecer la plena convertibilidad de la cuenta corriente. Esto, a su vez, hizo
que comunista. Como respuesta al Plan Marshall, en 1949 se fundó el posible el establecimiento de una zona de libre mercado.
Consejo para la Asistencia Económica Mutua, o Comecon. A los miem­ Un mercado más libre permitió que los países participantes se especia­
bros fundadores del Comecon, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungria, Po­ lizaran más en la producción de bienes en los que tuvieran una: ventaja
lonia y Rumania, además de la Unión Soviética, se les unió en 1950 Ale­ comparativa y explotaran mejor las econorrúas de escala y alcance. Minó
mania Oriental. La idea de Moscú era que Checoslovaquia y Alemania el poder que sobre el mercado ejercían los monopolios y los carteles, for­
Oriental se especializaran en bienes industriales mientras que países zando así a los productores protegidos a espabilarse o perder su partici­
como Rumania se centraran en la agricultura en una «división interna­ pación en el mercado frente a las importaciones. El impacto fue más fuer­
cional socialista del trabajo>>. Sin embargo, ésta era incompatible con las te en países, como Francia, cuyas economías habían estado relativamente
aspiraciones de los líderes rumanos, entre otros. Los planificadores de bien protegidas en los años cincuenta. Allí, el porcentaje del consumo
cada uno de los países intentaban crear una economía en la que la in­ nacional correspondiente a importaciones se duplicó del 8 por ciento en
dustria representara la mitad de la producción y la agricultura una 1959 al 1 6 por ciento en 1969; entre 1959 y 1980 aumentó en más de
cuarta parte o menos. 1 O puntos porcentuales en treinta y una de un total de cuarenta y seis
No obstante, el comercio dentro del bloque se amplió bajo la in­ empresas.9 El porcentaje del comercio de Europa Occidental que perma­
fluencia del Comecon en la medida que las distintas economías comer­ neció en la región se multiplicó por cinco en respuesta a la eliminación de
ciaron con sus productos ligeramente diferentes. La proporción de las los controles bajo la UEP y, más tarde, el Mercado Común (Cuadro 4.5).
importaciones de Europa del Este procedentes de países del mismo blo­ El porcentaje de las exportaciones de los seis miembros de la CEE que
que era el doble en los años cincuenta que _a las puertas de la Segunda permaneció en el bloque aumentó en un cincuenta por ciento durante
Guerra Mundial. Del resto del comercio de la región, la mayor parte co­ este período (Cuadro 4.6).
rrespondía al comercio con la Unión Soviética. El comercio con la Eu­ Los estudios empíricos generalmente concluyen que la CEE tendía más
ropa Occidental, donde históricamente había estado el principal mercado a crear mercado que a desviar mercado, que estimulaba el comercio adi-
de las economías de la Europa del Este, había disminuido hasta niveles
insignificantes. g Adams, Restructuring the French Economy, 156-7.
134 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 135

CUADRO 4.5 Comercio interno como porcentaje de las exportaciones totales del 3,6 por ciento anual en los años cincuenta a un si cabe más impresio­
nante 4,2 por ciento en los sesenta (véase el Cuadro 4.6). La inversión se
Región Productos
mantuvo a niveles altos, y la mayoría de los países europeos occidenta­
Productos Primarios
1955 1969 les continuaron siendo importadores netos de capital financiero. La ma­
yor parte de esta inversión externa procedía de los Estados Unidos y estaba
AELC 18 24 31 30 14 23 asociada a la transferencia de tecnología en sectores como la industria
AELC (exd. Reino Unido) 14 21 8 15 18 22
química, la informática y los equipos de transporte. Los ratios de inver­
CEE 33 48 44 63 29 45
Europa 61 73 81 82 54 70 sión aumentaron en comparación con el período anterior, aunque esto
Europa del Este 61 61 64 48 60 68 no bastó para acelerar aún más el crecimiento de la producción, porque
Europa Occidental 56 66 72 79 49 63 ahora se necesitaba más inversión para compensar la depreciación de la
Fuente: United Nations, Economic Survey of Europe in 1971, Part I: The European Economy
masa de capital y porque estaba disminuyendo la proporción de la inver­
from the 1950s to the 1970s (Nueva York; UN, 1972). sión dirigida a la industria (en reflejo de una mayor demanda de mejores
viviendas y más bienes de consumo duraderos por parte de unos hogares
ahora más ricos).
cional entre sus miembros en lugar de inducirlos a comerciar entre ellos Entretanto, el modelo de crecimiento extensivo se sostenía por el
a expensas del resto del mundo. El Acuerdo General sobre Aranceles movimiento de trabajadores a las regiones industriales desde la Europa
Aduaneros y Comercio (GATT) debe llevarse el mérito por este resul­ mediterránea y el norte de África. Sólo en Austria y Alemania Occidental,
tado; a las reducciones de aranceles aduaneros conseguidas durante la donde el crecimiento había sido más rápido, se produjo una clara desace­
Ronda Kennedy de las negociaciones del GATT en 1964-7 se debe que un leración entre los años cincuenta y sesenta. En Bélgica, Dinamarca, Fran­
comercio más libre dentro de Europa complementara más que substi­ cia y Noruega se produjo una marcada aceleración. Noruega pudo por fin
tuyera el comercio libre con el resto del mundo. cosechar los beneficios de las costosas inversiones en infraestructura rea­
Los miembros fundadores de la CEE estaban limitados a los seis miem­ lizadas en años anteriores. Francia, que anteriormente había estado ma­
bros de la CECA. El Reino Unido declinó la invitación a unirse tras un de­ niatada por controles y carteles, se benefició proporcionalmente más que
bate que se saldó con el rechazo de la visión franco-alemana según la cual otros países de la liberalización del comercio. Dinamarca, donde la libe­
el área de libre mercado debía considerarse como un primer paso hacia una ralización del comercio en los años cincuenta había creado serios proble­
más profunda integración política (del mismo modo que había rechazado mas para un sector industrial que había estado generosamente protegido
el Plan Schuman que instaba a la creación de la CECA). Aún así, los atrac­ desde los años treinta, logró por fin los beneficios de la racionalización de
tivos del comercio libre eran irresistibles; buscando al mismo tiempo libe­ la industria.
ralizar el mercado entre ellos y negociar un acceso favorable a la CEE, Gran El crecimiento se aceleró hasta niveles aún más altos en el sur de Euro­
Bretaña y otros seis países europeos (Austria, Dinamarca, Noruega, Portu­ pa, con la apertura de Grecia, Portugal y España hacia Europa y el mun­
gal, Suecia y Suiza) respondieron con el establecimiento del Área Europea do. En España el evento crucial fue el establecimiento de nuevos arance­
de Libre Comercio (o EFTA, en sus siglas inglesas) en 1959, una entidad de les aduaneros en 1960, echándose de este modo por tierra la mitad de las
aspiraciones más modestas, como pone de manifiesto su nombre. barreras contra las importaciones desde países de la OCDE. Para Portu­
gal fue su adhesión a la EFTA. Grecia negoció un acuerdo de asociación
con la CEE (como hizo también España). Que estos países se abrieran, en
El punto álgido de la edad dorada lugar de quedar relegados a una economía agraria estancada, se debió al
rápido crecimiento de manufacturas con alta demanda de mano de obra.
En respuesta a estos estímulos, el crecimiento se aceleró. En Europa Occi­ En España, por ejemplo, la producción industrial aumentó con una tasa
dental el crecimiento de la producción por persona empleada aumentó anual del 10,2 por ciento, el sector de servicios, con un 6,7 por ciento, y la
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CUADRO 4.6 Europa y Estados Unidos: producción económica total, empleo y agricultura con apenas 2,3 por ciento anual entre 1960 y 1973, gracias al
productividad laboral (tasas porcentuales de crecimiento anual compuestas) progresivo cambio de una agricultura de baja productividad a una ma-
nufactura de alta productividad y a la importación de bienes capitales del
País Producción (PIB al coste Empleo Producción por
de los factores de 1963) persona empleada extranjero. 10 Era el retorno del crecimiento extensivo. Entre los países
como Austria y Alemania, donde el crecimiento comenzaba a disminuir,
1950-2 1958-60 1950-2 1958-60 1950-2 1058-60 y estos países, que comenzaban a coger el ritmo, la expansión en un 4,5
a a a a a a
por ciento anual, el doble de la media histórica, se convirtió en la norma
1958-60 1967-9 1958-60 1967-9 1958-60 1960-9
en Europa.
Bulgaria 6,4 7,4 0,7 0,4 5,7 7,0 Gran Bretaña continuó siendo el enfermo de Europa, con un creci-
Checoslovaquia 5,7 4,8 1,0 1,3 4,7 3,5 miento anual de la producción por trabajador de apenas 2,5 por cien-
Hungria 4,1 5,5 1,2 0,7 �9 4,8
to. El pacto corporativista de moderación salarial a cambio de inversio-
Polonia 6,2 6,0 1,7 1,9 4,4 4,0
RDA 7,1 4,5 0,7 0,1 6,4 4,4 nes nunca llegó a echar raíces allí. La temprana industrialización había
Rumania 6,3 8,0 1,4 0,4 4,8 7,6 legado unas distinciones muy arraigadas entre diferentes ámbitos del
Unión Soviética 8,3 6,9 1,9 2,1 6,3 4,7 comercio y un sistema fragmentado de relaciones industriales. Los em-
Estados Unidos 2,8 4,6 0,5 2,1 2,3 2,4 presarios se vieron forzados a negociar con una desconcertante diver-
Europa del Este sidad de sindicatos asociados a distintos oficios que se resistian a sus
Austria 5,7 4,5 0,4 -0,2 5,3 4,7 esfuerzos por coordinar un pacto salarial que abarcara toda la econo-
Bélgica 2,5 4,5 0,2 0,6 2,4 3,8 mía. Mientras que los empresarios hicieron varios intentos por coope-
Dinamarca 3,2 4,7 1,0 1,2 2,2 3,4
rar de forma más sistemática, les faltó un homólogo identificable del
Finlandia 4,3 4,6 1,0 0,9 3,3 3,7
lado de los sindicatos. Esta inadecuada coordinación provocó una mo-
Francia 4,3 5,5 0,0 0,7 4,4 4,8
Irlanda 0,8 4,0 -1,6 0,1 2,5 3,9 deración salarial pobre y beneficios decepcionantes que debilitaron los
Italia 5,3 5,5 0,7 0,2 4,6 5,3 incentivos para invertir. Las tasas de inversión en Gran Bretaña en la era
Noruega 3,0 4,9 0,0 0,6 3,1 4,3 del crecimiento extensivo ( 1950-69) fueron las más bajas de todos los
Países Bajos 4,5 5,5 1,1 1,2 3,4 4,3
países de Europa Occidental.11
Reino Unido 2,4 2,9 0,5 0,4 1,8 2,5
RFA 7,5 5,1 �2 0,3 5,2 4,8 A fin de exprimir algo más de producción de una economía limitada
Suecia 3,6 4,5 0,2 0,4 3,4 4.1 en su capacidad productiva, el gobierno intentó forzarla con niveles altos
Suiza 4,0 4,4 1,4 1,8 2,6 2,5 de demanda. Esta demanda periódicamente rebosaba provocando infla-
Europa Occidental 4,5 4,7 0,8 0,5 3,6 4,2 ción y déficit de la balaza de pagos, lo que forzaba a las autoridades a au-
Industrializada
mentar las tasas de interés para dar un frenazo. Esta política de «avance y
España 5,2 7,0 1,0 0,6 4,1 6,4 frenadm>, juntamente con las inestables condiciones financieras a las que
Grecia 5,6 6,3 0,9 1,0 4,7 5,3
6,21
estaba asociada, mal podía estimular la inversión.
Portugal 4,0 6,1 0,4 0,0 3,6
Turquia 5,1 5,2
Yugoslavia 6,4 6,1 0,5 1,1 5,9 5,0
Emopa Meridional 5.3 6,3
10
Joseph Harrison, The Spanish Economyfrom the Civil War to the European Community
Europa Meridional 5,4 6,6 0,8 0,7 4,6 4,8
(Londres: Macmillan, 1993), 23.
salvo Turquía
11 United Nations, Economic Survey ofEurope in 1971, parte 1: The European Economy
Fuente: United Nations, Economic Survey ofEurope in 1971, Parte I TheEuropeau Economyfrom the 1950s to the from the 1950s to the 1970s,14. Esta afirmación debe matizarse, pues es difícil compilar da-
1970s. tos coherentes sobre inversiones en Irlanda durante los años cincuenta, cuando sus resulta-
dos económicos fueron igualmente pobres,
EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 139

La balanza de pagos y otros problemas


La economía del crecimiento intensivo
Tras una «recesión del crecimiento» a finales de los años cincuenta, la
economía europea volvió a crecer firmemente hasta 1966. Este viraje al Durante las décadas de los cincuenta y sesenta las economías de Europa
alza enmascaró varias tendencias preocupantes, entre ellas el crecimiento Occidental fueron agotando gradualmente la reserva de conocimiento
de la militancia sindicalista y una propensión a que los estímulos de la de­ tecnológico. Cada vez resultaba más difícil sostener el crecimiento me­
manda se tradujeran en inflación en lugar de traducirse en empleo. Y con diante la simple multiplicación de entradas de capital y mano de obra.
la presión inflacionaria vinieron los problemas en la balanza de pagos. La El modelo fordista de gestión del proceso laboral (divide y vencerás)
inflación hizo las exportaciones menos competitivas. El pacto social de la que había dominado durante el período de crecimiento extensivo dio
posguerra no consideraba reducciones de los salarios nominales; un gra­ paso a un modelo de producción flexible basado en las tecnologías del
ve deterioro de la posición competitiva de un país sólo podía invertirse microchip y la maquinaria controlada numéricamente. El reto era ahora
mediante una devaluación de su moneda. Aunque el sistema monetario desarrollar nuevos productos y nuevos procesos.
internacional de Bretton Woods permitía a los países modificar sus tasas En esta carrera, los Estados Unidos llevaban ventaja. En 1963, aquel
de cambio frente al dólar de EE.UU. para afrontar un «desequilibrio fun­ país dedicó un 3,5 por ciento de su PIB a gastos de I+D. Sólo en el Reino
damental», no los alentaba a hacerlo. Los gobiernos estaban obligados a Unido era la proporción del producto interno dedicada a I+D siquiera la
solicitar la aprobación al Fondo Monetario Internacional, lo que los di­ mitad de alta que en Estados Unidos. Mientras que en los Estados Unidos
suadía de ejercer esta opción por miedo a que sus intenciones se filtraran el gobierno asignaba casi el 8 por ciento de su presupuesto a I+D, en nin­
al mercado. Se podían realizar devaluaciones pequeñas y frecuentes sin gún país de Europa era este porcentaje siquiera la mitad de alto.
necesidad de consentimiento previo, pero éstas podían minar la credibi­ Durante los años sesenta, los gobiernos europeos tomaron medidas
lidad del compromiso del gobierno con su paridad e incitar al desarro!Jo para cerrar esa brecha. Los estados pequeños se centraron en la investiga­
de flujos desestabilizadores de capital. ción aplicada relevante para su base industrial existente, en tanto que los
Además, cada vez era más difícil coordinar una devaluación ordenada más grandes, donde una parte mayor del gasto en I+D era público y una
a causa del aumento de la movilidad internacional de capital, en reflejo proporción menor de financiación privada, dedicaron una mayor tajada
de la recuperación de los mercados de capital de su estancamiento de a los sectores modernos basados en la ciencia. Las economías europeas sa­
posguerra. Los rumores de una inminente devaluación podían provocar caron buen partido de sus limitados recursos: con la excepción del Reino
flujos de capital masivos y desestabilizadores. Por ello, los gobiernos sólo Unido, todos los países de Europa Occidental se las arreglaron para am­
estaban dispuestos a contemplar esta opción como último recurso. Las pliar su proporción de exportaciones globales de bienes dependientes de
únicas devaluaciones importantes durante este período tuvieron lugar investigación entre mediados de los cincuenta y mediados de los sesenta.
en Gran Bretaña en 1967 (que provocó devaluaciones compensatorias en Un estudio de la OCDE publicado en 1968 concluyó que la proporción de
Dinamarca, Finlandia, Irlanda y España) y en Francia en 1969. Puesto innovaciones importantes correspondiente a Europa coincidía casi exac­
que los acuerdos de Bretton Woods animaban a los gobiernos a retrasar tamente con su proporción de producción dentro de la OCDE.12 Mientras
esta decisión, la devaluación inevitablemente tenía lugar en una atmós­ que los Estados Unidos seguía siendo el líder tecnológico, Europa Occi­
fera de crisis que no podía inspirar confianza. El fin del sistema de Bret­ dental estaba cada vez mejor situada para la transición hacia el creci­
ton Woods en 1971-3 fue precipitado por acontecimientos fuera de Eu­ miento intensivo.
ropa -en particular, la renuencia de Washington DC a moderar la
inflación nacional o alterar la tasa de cambio del dólar- pero las cre­
cientes dificultades con la balanza de pagos en Europa aumentaron estas
tensiones. n Organization for Economic Cooperation and Development, Gaps in Technology (Pa­

rís: OECD, 1968).


140 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA

Presión inflacionaria y conflictos laborales De este modo, cada uno de los elementos que habían contribuido al
anterior clima de moderación salarial se debilitó durante la segunda mi­
El crecimiento intensivo requería inversión, si bien de un tipo diferente tad de la década de los sesenta antes de derrumbarse sin remedio en los
que en décadas anteriores. A su vez, esto requería mantener el pacto de setenta. Los aumentos salariales conseguidos por huelguistas en 1968-9
moderación salarial de la posguerra a cambio de la reinversión de los fueron aproximadamente el doble que los conseguidos durante los tres
beneficios. El aumento de la inflación a finales de los años sesenta hizo años anteriores. Las remuneraciones crecieron más rápido en 1969-73 de
peligrar todo el proceso. Tras dos décadas durante las cuales los obser­ lo que habían crecido en 1962-9 en cada uno de los nueve países europeos
vadores contemplaron «el desvanecimiento de las huelgas>>, en 1968-9 considerados por Flanagan, Solstice y Ulman.13 Los salarios reales tam­
estallaron por casi toda Europa paros laborales en apoyo de demandas bién crecieron más rápidamente. Y al tiempo que se aceleraba el creci­
salariares que amenazaban con enviar el pacto social de la posguerra al miento de los salarios, se frenaba el crecimiento de la producción. El re­
basurero de la historia. sultado combinado fue una marcada caída en la partida de beneficios de
Varios factores se sumaron para agravar la fricción en el mercado la­ la renta nacional entre 1965-9 y 1970-3.
boral. Puesto que en todo el continente el empleo en la agricultura había Los gobiernos hicieron lo que pudieron para contener la inflación. En
caído a menos del l S por ciento del empleo total, la oferta elástica de mano el Reino Unido una congelación por ley (standstill) de los salarios y pre­
de obra subempleada procedente del sector agrario dejó de servir para li­ cios estuvo en efecto desde julio de 1966 hasta junio de 1967, un perío­
mitar las demandas salariales de la industria. Las tasas de desempleo ca­ do de grave debilidad en la balanza de pagos británica. Las autoridades
yeron hasta niveles muy bajos. Además, la inflación de precios y salarios holandesas impusieron controles sobre los precios de 1961 a 1 966, y los
mostraba poca o ninguna tendencia a frenar incluso cuando el desempleo empresarios accedieron a una posterior extensión del programa. Otros
aumentó, como ocurrió durante la recesión de 1970-1, lo que apunta a la gobiernos europeos impusieron medidas semejantes.
influencia de otros factores. De un lado, el recuerdo del desempleo se ha­ Estas políticas se saldaron con «n.o mucho éxitm>, a decir de los autores
bía ido difuminando a medida que la generación de mayor edad se retira­ de la autopsia definitiva de este asunto, lllman y Flanagan.14 Los producto­
ba. De otro lado, la voluntad de sacrificarse en bien de la reconstrucción res buscaron excepciones amparándose en aumentos excepcionales de los
de la posguerra había dado paso a demandas de gratificación inmediata, costes. Los esfuerzos por conseguir el apoyo de federaciones de sindicatos
y la satisfacción de esas demandas no se podía posponer indefinidamen­ en la campaña anti-inflacionaria encontraron resistencia. Un acuerdo· para
te. Por último, la amenaza soviética había dejado de percibirse como algo moderar los salarios de parte de la federación sindical central podía no lle­
inmediato, eliminándose así uno de los incentivos para que trabajadores gar a extenderse a la población de trabajadores no afiliados a sindicatos. Las
y capital aunaran esfuerzos. negociaciones a nivel de la planta a menudo violaban los límites impuestos
Por si esto fuera poco, con el debilitamiento del sistema de Bretton por el acuerdo nacional (un fenómeno conocido como deriva de salarios).
Woods, las expectativas inflacionarias perdieron ancla. Mientras los paí­
ses estaban comprometidos a defender sus tasas de cambio, no existía la
posibilidad de que sucumbieran a políticas de inflación sostenida. Como Las contradicciones del corporativismo
los estallidos de inflación eran sólo temporales, los incentivos para que los
trabajadores demandaran mejoras salariales compensatorias eran relati­ Dada la limitada eficacia de los controles, los gobiernos intentaron forta­
vamente tibios. El sistema de Bretton Woods anclaba las expectativas, mo­ lecer el pacto social. Los sindicatos recibieron promesas de subidas de los
derando el impacto de la inflación sobre los salarios. Pero una vez esa ex­
13 Robert J, Flanagan, David W. Soskke y Lloyd Ulman, Unionism, Economic Stabiliza­
cepcional ancla comenzó a perder agarre, los sindicatos tuvieron razones
tion, and Incomes Policies: European Experience (Washington, DC: Brookings Institution),
para temer que la inflación, una vez puesta en marcha, persistiera. El estí­ cuadro 1-1.
mulo keynesiano de la demanda provocó un aumento de las demandas sa­ 14 Lloyd Ulman y Robert J. Flanagan, Wage Restraint: A Study oflncomes Policy in Wes­
lariales y se tradujo en más inflación, no en más producción y empleo. tern Europe (Berkeley: University of California Press, 1971 ).
EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 143

pagos de sanidad y desempleo y un aumento de los estipendios de la �e­ riores. La producción disminuyó notablemente en 1974 antes de que se
guridad social a cambio de moderación salarial. La financiación de es­ consiguiera la moderación de los salarios y comenzaran a sentirse los
tos programas era un asunto difícil. El gasto público, expresado como efectos del estímulo keynesiano; el resultado fue la más grave recesión eu­
porcentaje del producto interior bruto, subió del 38 por ciento en 1 967-9 ropea en dos décadas. Las dudas sobre la capacidad de las autoridades de
al46 por ciento en 1 974-6.15 fortalecer el pacto social de la posguerra y responder con políticas contra­
Allí donde las instituciones del corporativismo eran más avanzadas cíclicas hicieron que las expectativas no respondieran de forma estabili­
(típicamente, en las democracias europeas menores), su fortalecimiento zadora; en consecuencia, la inversión cayó más rápidamente de lo que lo
ayudó a limitar la subida de los costes de empleo y desempleo. Tras la ex­ había hecho en cualquiera de las recesiones previas dentro de la posgue­
plosión de salarios de 1974-5, los salarios aumentaron lentamente. El es­ rra. 16 La disminución de la producción, junto con las políticas de las em­
tímulo de la demanda (expansión fiscal y una. política monetaria acomo­ presas para suavizar el empleo, comportaron un aumento de la producti­
daticia) se combinó con acuerdos con los sindicatos de mantener los vidad laboral más lento que durante el ciclo tipico de posguerra. Y con
salarios por debajo de la inflación, y con aumentos en empleo público, de una producción en crecimiento tan lento, aun la mejorada moderación
ser necesario, para contrarrestar el impacto de la primera subida del pre­ salarial de la segunda mitad de los años setenta fue insuficiente para pro­
cio del petróleo por la OPEP sobre el desempleo. En Austria y Suecia, don­ ducir el aumento de la inversión necesario para devolver el crecimiento
de las instituciones en cuestión estaban altamente desarrolladas, la mode­ de la productividad a los niveles anteriores.
ración salarial en combinación con un aumento del empleo público y un La aceleración de la inflación también tuvo como consecuencia que,
estímulo de la demanda mantuvieron el desempleo en un notablemente cuando se produjo una nueva perturbación económica a finales de los
bajo 1,7 y 2 por ciento de la población activa en 1973-9. En Alemania, don­
de los sindicatos también moderaron los salarios pero la política macroe­
conómica fue menos estimulante, el desempleo todavía se mantuvo en
CUADRO 4.7 Desempleo y emplea en varias ecanamfas europeas,
promedio por debajo del 3 por ciento durante el período. En Gran Breta­ 1973-9 y 1979-1983/5
ña, Italia y Francia, donde las instituciones corporativistas estaban menos
desarrolladas y era más difícil fortalecerlas, las tasas de desempleo fue­ País (tasa anual media de desempleo)
1973·9 1979·85
ron de conformidad más altas (como se muestra en el Cuadro 4.7).
El precio a pagar fue la inflación, que se aceleró hasta el S por ciento en Austria 1,7 3,0
Alemania, 6 por ciento en Austria, y 1 1 por ciento en Suecia. La tasa me­ Bélgica 5,8 ll,6
dia de inflación en Europa Occidental se duplicó del S por ciento en Francia 4,3 8,0
Italia 6,5 9,0
1960-73 hasta un 10 por ciento en 1973-9, lo que puso una tensión adi­
Japón 1,8 2,4
cional sobre el consenso que se inclinaba por la moderación salarial. A Noruega 1,8 2,4
medida que los salarios comenzaron a subir más rápidamente fue preciso Países Bajos 4,5 10,3
un mayor estímulo de la demanda inflacionaria para contener el desem­ Reino Unido 1,7 10,3
RFA 2,9 6,0
pleo. La inflación se aceleró y se hizo persistente.
Suecia 2,0 2,7
Incluso allí donde la moderación salarial y el estímulo keyuesiano de la Suiza 0,4 0,6
demanda limitaron el aumento del desempleo, no consiguió mantener el
Fuente: Scharpf (1991).
crecimiento económico a las tasas históricas. Durante los picos de los ci­
clos económicos de 1973 y 1979 el producto nacional bruto de Europa
Occidental creció sólo la mitad de rápido que durante los dos ciclos ante-
16
Andrea Boltho (ed.), The European Economy: Growth and Crisis (Oxford: Oxford Uni­
15 Flanagan et al., Unionism, Economic Stabilization, and incomes Policies. versity Press, 1982).
144 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 145

setenta a causa de la subida de los precios del petróleo por la OPEP y lue­ la reforma radical del sector público en Dinamarca e Irlanda. En el resto
go la desinflación monetaria en los Estados Unidos, Reino Unido yAlema­ de Europa condujo a una prolongada crisis fiscal con la que todavía lu­
nia, se hizo más difícil aplicar la misma y ya sobada fórmula. Después de chan los gobiernos.
haber mantenido los salarios por debajo de la inflación, los sindicatos se
mostraban reacios a hacerlo nuevamente. Habiendo aumentado ya el em­
pleo público significativamente como respuesta a la recesión anterior, las Retirada en el regionalismo
cargas presupuestarias habían crecido, dejando menos espacio para vol­
ver a realizar esta maniobra. La cooperación social demócrata-keynesia­ La volatilidad de la economía global prestó un empuje adicional al proce­
na que había contenido el desempleo en Europa durante los setenta re­ so de integración europea, ya que los gobiernos europeos procuraron
sultó imposible de replicar. crear para sí un oasis de estabilidad. Este deseo apuntaló el apoyo a la
Con gobiernos incapaces de fortalecerlo, el modelo comenzó a resque­ adhesión a la CEE en el Reino Unido, intensificando de paso la presión
brajarse. Para mediados de los ochenta el corporativismo comenzaba su sobre Irlanda y Dinamarca para seguir el mismo camino. La primera
retirada, más o menos rápidamente según el país. Al no poseer un merca­ ampliación de la Comunidad para englobar estos países se completó en
do laboral altamente descentralizado como los Estados Unidos ni acuer­ 1973. El siguiente reto fue afrontar el problema de la volatilidad de lasta­
dos altamente concertados como en los años anteriores, a los países eu­ sas de cambio producida por el derrumbe de Bretton Woods. Las fluc­
ropeos les resultó cada vez más difícil erigir una respuesta coordinada tuaciones de moneda amenazaban no sólo con excitar las expectativas
para las presiones recesionistas. Entre 1973-9 y 1979-85 las tasas de de­ inflacionarias sino también poner en peligro la Política Agraria Común
sempleo en Europa aumentaron nuevamente en un 50 por ciento, y en (PAC) que proporcionaba el cemento político para sostener la CEE.
algunos países, como en Alemania y los Países Bajos, llegaron a doblarse. Conforme a las disposiciones del PAC se establecieron precios en apoyo
Además, las dificultades que posteriormente atravesó el continente de la moneda nacional para una serie de productos agrícolas en cada
fueron creadas, o al menos agravadas, por estos esfuerzos por utilizar el uno de los estados miembros. Las fluctuaciones de las tasas de cambio
estado del bienestar para reforzar el contrato social. Los costes laborales perturbaban la relación entre estos precios en diferentes países y de ahí
no salariales se dispararon a medida que los gobiernos desplazaron la car­ el funcionamiento del programa. De forma más general, existía miedo a
ga de la financiación de los beneficios sociales hacia los empresarios, lo que unas fluctuaciones de las tasas de cambio dieran fuerza a las deman­
que hizo a las empresas reacias a contratar y socavó su posición competi­ das de protección frente a las importaciones en países con monedas tem­
tiva internacional. La tendencia hacia sectores públicos congestionados se poralmente sobrevaluadas, minando así el Mercado Común.
originó en este período. Los generosos subsidios por desempleo que pro­ La respuesta de Europa fue la «Serpiente monetaria», adoptada de resul­
tegieron a los parados de la presión de buscar empleo se originaron en es­ tas del Acuerdo Smithsoniano de diciembre de 1971, que permitía una gran
tos años. Las políticas que permitían a los trabajadores reclamar subsidios ampliación de los márgenes de cambio de las monedas frente al dólar. Los
por invalidez libremente y recibir una compensación, impuestos deduci­ paises participantes en la Serpiente acordaron mantener sus tasas de cam­
dos, del 90 por ciento de sus ingresos anteriores de forma casi indefinida bio bilaterales dentro de unos estrechos márgenes y establecieron instru­
fueron producto de esta década. La conjunción de estos factores dio como mentos de financiación a corto y muy corto plazo para la extensión de
resultado un mercado laboral europeo menos flexible que en el pasado y créditos entre dos países miembros. Desgraciadamente, su deseo de es­
menos flexible que el de sus competidores internacionales. Y los destina­ tabilidad de las tasas de cambio no vino acompañado de una convergencia
tarios de esta generosidad del gobierno pronto se convirtieron en formi­ significativa de sus políticas monetarias y fiscales. Esto no debe sorpren­
dables oponentes de quienquiera que buscara la reforma. der, dado el enormemente variable impacto que tuvieron las sacudidas de
Por último, el aumento del gasto público condujo a la acumulación de los precios del petróleo y de los artículos comerciales de mediados de los
altos niveles de deuda pública. Para mediados de los ochenta los crecien­ años setenta y las visiones divergentes sobre la adecuación de una políti­
tes problemas de deuda condujeron a una reducción de gastos fiscales y a ca acomodaticia como respuesta. Los países que siguieron políticas relati-
EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 147

vamente inflacionarias se salieron repetidamente de la Serpiente. El Rei­ Con todo, la pobre coordinación de las políticas macroeconómicas
no Unido fue el primero en salirse, el 23 de junio de 1972. Dinamarca se ponía a prueba el SME. Además, las iniciativas monetarias y fiscales uni­
retiró una semana después para retornar en octubre. Italia se retiró en laterales como las de los socialistas franceses resultaron ser ineficaces a la
1973. Francia se vio forzada a flotar en enero de 1974 antes de volver a hora de alcanzar su objetivo de aumentar el empleo, dada la insuficiencia
unirse a mediados de 1975 y separarse de nuevo en marzo del año si­ de la moderación salarial y la fuga de capital que provocaban. Con el
guiente. Suecia se retiró en 1977, Noruega en 1978. Sólo Alemania y los tiempo, esto llevó incluso a los gobiernos socialistas a abandonar las ini­
países del Benelux se mantuvieron siempre asociados. ciativas unilaterales. Con ello, se consiguió una mejor armonización de la
Este desorden era desalentador. Además, un acuerdo que no lograba inflación y los tipos de interés. El recurso a los reajustes se hizo cada vez
estabilizar el franco francés contra el marco alemán no parecía viable a menos frecuente. Ahora podían relajarse los controles más restrictivos so­
largo plazo. Las economías alemana y francesa estaban en el centro de la bre el capital.
Comunidad Europea. Y el deseo de unir los dos países políticamente ade­
más de económicamente seguía siendo una de las piezas centrales del
proyecto integracionista. La respuesta del presidente francés Valéry Gis­ Aumento del desempleo y respuesta integracionista
card D'Estaing y el canciller alemán Helmut Schmidt fue la propuesta de
creación de una nueva estructura, que se materializó en 1979 como el Sis­ Por gratificante que fuera, el logro de la estabilidad monetaria no bastaba
tema Monetario Europeo (SME). El SME era una versión mejor dotada para remediar el problema del desempleo, que para mediados de los
de la Serpiente, que se hacía eco de las lecciones aprendidas durante el ochenta se extendía como una sombra por toda Europa. Después de subir
funcionamiento de su predecesor. Se ampliaron los instrumentos finan­ a principios de los ochenta, las tasas de desempleo no daban muestra al­
cieros a corto y muy corto plazo. Si bien los participantes seguían estando guna de una tendencia a la baja. En la segunda mitad de la década el diag­
obligados a mantener sus monedas dentro de unos estrechos márgenes de nóstico del problema parecía claro: salarios inadecuadamente flexibles,
fluctuación, se permitía ahora la devaluación y revaluación como meca­ normativas laborales excesivamente rígidas y costes laborales no salariales
nismo para evitar dificultades terminales como las que habían llevado a demasiado altos. Para los empresarios el problema era cómo eliminar es­
Francia a retirarse de la Serpiente. Además, se permitía a los gobiernos re­ tas rigideces; para los sindicatos, cómo evitar el dumping social (recortes
tener el control sobre los capitales para protegerse de flujos desestabiliza­ competitivos de los salarios y las normativas laborales destinados a im­
dores de capital. portar puestos de trabajo y exportar desempleo a los vecinos europeos de
Ninguno de los miembros fundadores del SME (ocho de los nueve paí­ cada uno), especialmente después de que el gobierno de Mrs Thatcher lo­
ses miembros de la CE, con la sola excepción del Reino Unido) se vio for­ grara recortar el poder de los sindicatos británicos y reformar el mercado
zado a retirarse durante los años ochenta, en marcado contraste con la ex­ laboral del país en línea con el estadounidense.
periencia previa con la Serpiente. En parte esto reflejaba la generalidad de Una generación atrás, cuando el conflicto era más nacional que de cla­
los controles, que se habían estrechado a fmales de los setenta y ahora ses, los líderes políticos habían buscado la solución en la integración eu­
ofrecían a países como Francia e Italia más espacio de maniobra. En par­ ropea. La crisis del desempleo suscitaba ahora la misma respuesta. Una
te reflejaba la voluntad de los gobiernos a los reajustes: hubo reajustes del integración más profunda -que añadiera el libre movimiento de capital
SME en septiembre y noviembre de 1979, marzo y octubre de 1981, fe­ y mano de obra a la ya existente unión aduanera- podía crear una zona
brero y junio de 1982, y marzo de 1983. La elección de un gobierno socia­ económica unificada tan grade como los Estados Unidos de América que
lista bajo el liderazgo de Frans:ois Mitterrand en 1981 llevó a Francia a permitiera a los productores explotar econonúas de escala y alcance y
adoptar políticas monetarias y fiscales expansionistas que aumentaron competir internacionalmente. La armonización de las estructuras regula­
considerablemente las tensiones en el SME, pero las repercusiones que­ tivas simplificaría la práctica de los negocios. La eliminación de la excesi­
daron limitadas a algunos reajustes en 1981, 1982 y 1983, y no llevaron a va regulación y de ayudas estatales y subsidios abusivos, que habría de
la retirada de Francia del sistema. conseguirse capacitando a la Comisión Europea para desautorizar los
EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 149

obstáculos injustos a la competencia intraeuropea, serviría para reforzar países europeos, fuera de Alemania, que ya se veían obligados a seguir al
la competitividad internacional de Europa. Para que este pacto fuera Bundesbank, cuyas credenciales anti-inflacionarias le permitían marcar
aceptado por los trabajadores, era necesario asociar a esta más profunda el tono de la política monetaria de toda Europa, esta estrategia tenía la
integración una «carta social europea>> que instara a los paises europeos a ventaja adicional de poder recuperar algo del control sobre sus destinos
mantener unas condiciones laborales aceptables y a evitar el dumping monetarios. La amenazadora alternativa era una volatilidad de las tasas
social. Un paso importante en esta dirección fue el Acta Única Europea de cambio tal que podía llegar a poner en peligro el apoyo para el merca­
(AUE) de 1986, por la que los países signatarios acordaron la creación de do único.
un mercado único, libre de barreras internas al comercio, para no más Los apóstoles de la integración tenían en mente un suave vuelo de pla­
tarde de 1992. El año 1986 trajo consigo también la segunda ampliación neo hacia la unión monetaria. No esperaban la turbulencia que pronto
de la Comunidad, que pasó a incluir a Grecia, Portugal y España, un evento encontraron. En particular, no anticiparon el colapso de los sistemas eco­
que se puede interpretar como una respuesta a los mismos imperativos. nómicos y políticos centralmente planificados y controlados de la Europa
El Tratado de Maastricht, resultado de una serie de negociaciones in­ del Este y la Unión Soviética ni sus implicaciones para sus propias ambi­
tergubernamentales durante 1990- 1 y ratificado por los estados miem­ ciones integracionistas.
bros durante el año 1992, fue el siguiente paso en este proceso. El tratado
contenía un «capítulo social» que garantizaba la protección laboral fren­
te al dumping social; en cierto sentido, era la otra mitad del acuerdo que El crisol de la integración
habla permitido la adopción del AUE. Mrs Thatcher, que ya habla refor­
mado el mercado laboral del Reino Unido según el patrón norteamerica­ El país de Europa Occidental donde el impacto de los acontecimientos
no, obtuvo dispensa de esta condición. En el núcleo del tratado estaba el de la Europa del Este fue más profundo fue Alemania, donde ni la geo­
compromiso de la CE de alcanzar la unión monetaria (una política mo­ grafía ni las barreras artificiales como el Telón pudieron frenar la inmi­
netaria común, un Banco Central Europeo y una moneda única) antes de gración desde la República Democrática a la República Federal. El canci­
que finalizara la década. También este acuerdo nació del AUE. Un aspecto ller de la Alemania Occidental, Helmut Kohl, nunca temeroso de dar un
integral de la creación de un mercado interno integrado era la eliminación salto, respondió con la propuesta de la reunificación completa e inmedia­
de los controles sobre el capital. Pero la eliminación de los controles dejaba ta de las dos Alemanias. La reunificación respondía a la creencia, profun­
el SME en una condición más frágil que antes. Los países quedaban ex­ damente enraizada en Alemania, de la artificialidad de la división del país
puestos de forma más directa a flujos de capital desestabilizadores. Los re­ -y de toda Europa-tras la guerra. La debilitada Unión Soviética, preo­
ajustes periódicos que habían aliviado la presión y restablecido el equi­ cupada principalmente por obtener la aceptación de la OTAN de sus
librio en el SME eran ahora más difíciles de aplicar, puesto que la más fronteras occidentales y desesperada por obtener ayuda internacional, no
mínima indicación de que se barajaba la idea de una devaluación podía estaba en posición de objetar.
provocar una salida masiva de capitales. Por consiguiente, a partir de La unificación de las dosAlemanias bajo la bandera de la República Fe­
1987 dejaron de realizarse reajustes en las monedas del SME. deral-con una sola moneda (el marco alemán) y un único sistema polí­
Pero había buenas razones para dudar de la sostenibilidad de esta si­ tico- no sanó automáticamente todos los males sociales y económicos.
tuación. Uno de los principios básicos de la economía internacional es la El desempleo y los fracasos empresariales aumentaron a medida que los
«profana trinidad», es decir, la incompatibilidad de tipos de cambio fijos, bienes de consumo producidos en el Este eran desplazados de las estante­
movilidad internacional de capitales e independencia monetaria. Ahora rías de los comercios por las marcas occidentales. En 1991 el nuevo Ltinder
que se había restablecido la movilidad de capitales, los gobiernos eu­ comprendía el 20 por ciento de la fuerza laboral combinada de la Alema­
ropeos tenían que elegir entre tipos de cambio fijos y políticas monetarias nia reunificada, pero menos del 7 por ciento de su PNB; la productividad
independientes. Y la única manera creíble de renunciar a la independen­ laboral media computada de este modo era tres veces superior en la Ale­
cia monetaria era dando el salto completo hacia la moneda única. Para los mania Occidental. Se mantuvo asimismo una fuerte incentivo para la
150 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 151

emigración de este a oeste, un hecho mal recibido en los confortables re­ nerse en curso, lo que requeriría unos tipos de interés aún más altos para
cintos de la Alemania occidental. Además, la mano de obra barata del Este protegerse de los especuladores.
suponía una amenaza para los sindicatos, que temían un mezzogiorno de El rechazo por parte de Dinamarca del Tratado de Maastricht en un re­
salarios bajos que redujera su poder de negociación. feréndum el 2 de junio de 1992 fue la chispa que encendió esta mezcla
La respuesta del gobierno de Bonn fue aceptar las demandas sindicales combustible. Planteó la posibilidad de que la unión monetaria no llegara
de que su poder negociador fuera extendido a los nuevos estados del Este y a alcanzarse, en cuyo caso desaparecería el incentivo que llevaba a los go­
que los salarios de los nuevos estados fueran aupados hasta los niveles de biernos a perseguir unas rígidas políticas fiscales y monetarias antiinfla­
la Alemania OccidentaL Proporcionó además transferencias fiscales a los cionarias. Ante la expectativa de que países como Italia o el Reino Unido
nuevos estados para mantener a los residentes en sus hogares y para ele­ respondieran rebajando los tipos de interés y permitiendo que se depre­
var la infraestructura física y social, así como la productividad, hasta los ciaran sus monedas, los especuladores se abalanzaron. A mediados de
niveles occidentales. Las transferencias hacia el nuevo Liinder alcanzaron septiembre Italia y el Reino Unido ya se habían salido del SME. España,
casi dos tercios del PIE de estos estados en 1992 y 1993, unos niveles ex­ Portugal e Irlanda se vieron forzados a devaluar, en algunos casos repeti­
traordinariamente altos bajo cualquier criterio. En cierto sentido, la polí­ damente. A medida que la crisis se prolongaba hasta la primavera y vera­
tica de salarios altos hizo estas transferencias inevitables en la medida que no de 1993, incluso el franco francés, una de las monedas clave en el cen­
aumentó los costes laborales y agravó el problema del desempleo transi­ tro del SME, se vio atacada. La crisis se resolvió la última semana de julio.
cional. Las transferencias se tradujeron en déficit, dada la renuencia de los Durante el último fin de semana del mes, bajo intensa presión) los minis­
alemanes occidentales a pagar más impuestos. Los déficit se tradujeron en tros y los bancos centrales acordaron ampliar las bandas del SME de 2 1/4
tipos de interés más altos, dada la renuencia del Bundesbank a ejercer una al l 5 por ciento.
política monetaria acomodaticia, no sólo en Alemania sino en toda Euro­ Ahora que los tipos de interés podían fluctuar más ampliamente, hacien­
pa (como los tipos de interés de los distintos países fluctuaban al uníso­ do de la especulación monetaria una apuesta más incierta, los especuladores
no a caballo de los tipos de cambios fijos del SME, la presión al alza de se retiraron a la sombra. Tras el escudo de las bandas anchas los mercados
los tipos de interés fue un fenómeno paneuropeo ) . Y estos niveles más
-
financieros europeos se normalizaron. Estimuladas por la recuperación
altos de los tipos de interés no hicieron sino agravar el desempleo en de la economía de los EE.UU. tras su propia recesión post-guerra fría, las
todo el continente. economías europeas comenzaron también a recuperarse. La unificación
Estas condiciones conforman el telón de fondo de la crisis que trastor­ monetaria volvió a su cauce. Los gobiernos comenzaron a avanzar hacia
nó el progreso del proyecto de unión monetaria de Europa durante el ve­ el cumplimiento de los requisitos de Maastricht de recortar la deuda y dé­
rano de 1992. El Tratado de Maastricht requería de los países que de­ ficit del sector público para acceder a la unión monetaria, si bien algunos
searan reunir las condiciones para la unión monetaria que mantuvieran países dieron pasos más creíbles que otros: los gobiernos de los Países Ba­
sus tipos de interés dentro de los estrechos márgenes del SME y que adop­ jos, Suecia, y Finlandia (los países escandinavos, junto con Austria, se ha­
taran políticas de austeridad presupuestaria. Pero cuanto más aumentaba bían unido a la Comunidad Europea, ahora Unión Europea, en la tercera
el desempleo, más dudaban los gobiernos en soportar los costes de la aus­ ampliación, en 1995) hicieron serios esfuerzos por reducir el gasto públi­
teridad en el presente a cambio de las recompensas de la unión moneta­ co, mientras que Italia y Francia se limitaron a dar algunos pasos más su­
ria en el futuro. Varios de los países interesados, entre los que destaca Ita­ perficiales.
lia, ya sufrían de una competitividad inadecuada, tras fracasar en sus Entretanto el desempleo mostraba muy pocas tendencias a la baja. To­
intentos de rebajar sus tasas de inflación hasta los niveles alemanes. Ahora davía en 1997 las tasas de desempleo se mantenían por encima del 10 por
sus bancos centrales se veían forzados a subir gradualmente los tipos de ciento, un orden de magnitud más altas que en la edad de oro de los años
interés para defender sus monedas contra los especuladores que aposta­ sesenta y más del doble de las tasas de los Estados Unidos. Con el declive
ban por su devaluación. Y la subida de los tipos de interés agravaba el de­ del corporativismo, la herencia de los sindicatos fuertes y los estados del
sempleo, lo que creaba nuevas dudas sobre si los gobiernos debían ruante- bienestar altamente desarrollados pasaron a traducirse principalmente en
152 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 153

costes salariales altos, normativas laborales rígidas y fuertes costes no sa­ to porcentual adicional de crecimiento) aumentó en todos y cada uno de
lariales. Aunque los salarios altos proporcionaban a los sindicatos un los países de Europa del Este para los que disponemos de datos.
buen incentivo para aumentar la productividad al ritmo de los costes, este Las economías de planificación central se quebrantaron por completo a
proceso tenía límites. Con costes laborales bajos que estimulaban la de­ finales de los ochenta. En lugar de crecer, la producción disminuyó. Con
manda de trabajo en los Estados Unidos, la economía de este país añadía una economía incapaz de satisfacer la demanda de bienes, la aquiescencia
tantos puestos de trabajo en un mes como Europa en un año. Esto creaba política dio paso a la desafección y la revuelta, precipitando así el derrumbe
una creciente conciencia de la necesidad de recortar los costes de contra­ del bloque soviético, la democratización y los primeros pasos tímidos hacia
tación y despido para hacer el mercado laboral europeo más flexible. Pero una reforma orientada al mercado en 1990. Las limitaciones de la planifica­
si bien el recorte de los costes de despido permitía a las empresas despe­ ción central hada tiempo que estaban claras, en especial la dificultad de for­
dir a los trabajadores superfluos, las empresas seguían mostrándose reacias mular un plan que tomara apropiadamente en cuenta la compleja fun­
a contratar mientras la reforma fuera incompleta. Aunque el recorte de cionalidad interna de la moderna economía industrial y la dificultad de
los déficit presupuestarios redujo la carga sobre el sector privado, los ti­ recabar esfuerzo en un sistema que proporcionaba pocos incentivos pecu­
pos de interés no dieron muestras a la baja mientras la permanencia de niarios por los resultados económicos. Pero estas limitaciones se hicieron
estos recortes estuviera en duda, y en consecuencia el estímulo sobre el más patentes en los años setenta y ochenta a medida que las avanzadas eco­
empleo fue modesto. nomías occidentales evolucionaban desde la manufactura hacia los servi­
Tras haberse desplazado a medio camino del mercado laboral y fiscal, los cios, y desde las corporaciones controladas jerárquicamente y las cadenas
gobiernos europeos se encontraron atrapados entre las dos riberas del de montaje al estilo Ford hacia la organización descentralizada y la especia­
río, en peligro de ser arrastrados por la corriente. Alemania pidió la con­ lización flexible que el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informa­
solidación fiscal de sus socios potenciales en la unión monetaria ba­ ción había hecho posible. Las tecnologías que facilitaban la libre circulación
sándose en la teoría de que los presupuestos equilibrados contenían las de información eran precisamente lo que los regímenes dictatoriales de la
presiones inflacionarias. Pero la consolidación fiscal significaba dolo­ Europa del Este estaban especialmente incentivados para reprimir. Y el
rosos recortes del gasto público y, en la medida que se hacía a medias, control jerárquico era todo lo que los planificadores sabían hacer.
hizo poco para inspirar confianza y reducir el desempleo. Por cada eu­ El misterio es por qué unas dificultades ya aparentes en Europa del
ropeo para el que Maastricht significaba estabilidad politica y financiera Este de los años cincuenta y cada vez más patentes en los sesenta tardaron
había otro que los asociaba con el desempleo. veinte años en culminar en unas condiciones de crisis. En otras palabras,
¿cómo se consiguió mantener el crecimiento durante los años setenta y
hasta los ochenta si los rendimientos fáciles de la estrategia de crecimien­
El derrumbe de la planificación central to extensivo ya se habían agotado? Parte de la respue�ta pudiera radicar
en que buena parte del crecimiento registrado durante este período era en
Las últimas décadas del siglo XX no estuvieron marcadas por crecientes realidad un artefacto estadístico. Simplemente, los números estaban ama­
dificultades únicamente en Europa Occidental. Las contradicciones de la ñados. Además, los gobiernos de Europa del Este consumieron unos re­
planificación central eran manifiestas desde hacía largo tiempo. El crecí­ cursos irremplazables, a los que no dieron ningún valor, en la producción
miento de la producción material había bajado entre los años cincuenta y de bienes industriales y agrícolas. Las plantas químicas y siderúrgicas con­
sesenta en respuesta más a una bajada de la tasa de crecimiento de la pro­ taminaron el medio ambiente hasta niveles que nunca se habrían permi­
ductividad que a una bajada de las tasas de crecimiento de las entradas. La tido en Europa Occidental, donde la democracia hacía responsables en
estrategia del crecimiento extensivo consistente en arrojar más capital al último término a los líderes políticos. En el Este, entretanto, la producción
problema topó con rendimientos decrecientes. Entre 1971-5 y 1975-80 la venía empujada por unos niveles de_ contaminación que causaban graves
relación entre incremento de capital y producción (la fracción adicional problemas de salud en los residentes -un proceso que no podía prolon­
de la renta nacional dedicada a inversión necesaria para prodUcir un pun- garse indefinidamente.
154 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 155

En la medida que persistía el crecimiento, la Europa del Este se lo debía La reanudación de las reformas graduales ayudó también a sostener la
a Occidente. Con la liberalización de los mercados financieros de la Euro­ economía planificada mediante la eliminación de sus ineficiencias más
pa Occidental y los Estados Unidos y la necesidad de reciclar petrodólares evidentes. En contraste con las reformas anteriores, dirigidas principal­
tras la primera sacudida de precios de la OPEP, los bancos de inversión oc­ mente a aumentar la eficiencia de la planificación, la reforma de los
cidentales buscaron nuevas salidas para su liquidez en el extranjero. Las ochenta injertó en la economía de mando elementos del sistema de mer­
encontraron en la Europa del Este. Los préstamos acumulados de la región cado. Así, se permitió que un número limitado de precios, especialmente
ascendieron de 11 .000 millones de dólares en 1972 a casi 70.000 millones en el sector agrario, respondieran al balance de oferta y demanda. En al­
de dólares a finales de los setenta. El capital extranjero era esencial para gunos casos, se permitió a miembros de cooperativas agrícolas gestionar
sostener la estrategia de crecimiento extensivo; sin él, el consumo habría sus propias granjas. En la Alemania Oriental los Kombinate recibieron
quedado estrujado aún más gravemente, lo que habría hecho necesario re­ una mayor autonomía. En países como Polonia y Hungría se permitió a
ducir la inversión para sofocar los incipientes disturbios. los productores que se quedaran con parte de sus recibos en divisas para
La obtención de préstamos del extranjero tenía la ventaja adicional de financiar importaciones de entradas intermedias y bienes capitales. En
proporcionar acceso a los equipos y tecnología occidentales. Las importa­ Hungría se eliminó el monopolio del banco central sobre los créditos y se
ciones de bienes capitales y licencias de tecnología eran directamente autorizó a las empresas a concederse créditos comerciales entre sí y a in­
proporcionales al volumen de préstamos extranjeros, puesto que los ex­ dividuos.
portadores de Europa del Este tenían una capacidad bastante limitada En Europa Oriental, como en cualquier otro lugar, la libertad econó­
para penetrar en los mercados occidentales y obtener beneficios adicio­ mica y la represión política resultaron ser a la larga incompatibles. No era
nales. Se obtuvieron licencias de nuevas tecnologías desarrolladas en el factible ofrecer a los residentes una libertad cada vez mayor para decidir
Oeste para la producción siderúrgica y química, y algunos países permi­ cómo y dónde trabajar y al mismo tiempo limitar severamente su liber­
tieron la participación de compañías occidentales en el desarrollo de tad de expresión. A medida que los individuos tomaban cada vez más li­
plantas de producción. La fracción de las importaciones de maquinaria bremente decisiones sobre el lugar y la forma de producción, aumentaba
desde el Oeste con respecto a las importaciones totales aumentó de me­ la diseminación de materiales disidentes. Al tiempo que en la Unión So­
nos del 30 por ciento a mediados de los sesenta a casi el40 por ciento en viética se desplegaban la perestroika (reestructuración) y la glasnost (aper­
la segunda mitad de los años setenta. n Allí donde la capacidad de pro­ tura), germinaba e'n el resto de Europa del Este la liberalización política a
ducción de eléctricidad iba a la zaga del crecimiento de la producción in­ partir de la semilla de la liberalización económica. Con una Unión Sovié­
dustrial, los países importaron el equipo necesario para modernizar este tica que no estaba en posición alguna de intervenir como lo había hecho
sector. Los países que exportaban bienes agrícolas (como Hungría) im­ en Hungría y Checoslovaquia en el pasado, no quedaba ninguna fuerza
portaron equipamiento agrícola-ganadero. Allí donde la producción de externa que impidiera que una cosa llevara a la otra.
telas, confección y piel era importante, se importó maquinaria para estos La consecuencia última de la liberalización política fue nada menos
sectores. No resulta difícil ver cómo estas formas de asistencia occidental que el derrumbe de la planificación central. Mientras la Stasi fuera una
ayudaron a sostener el sistema de Europa del Este, y cómo el recorte de los presencia amenazadora en Alemania Oriental y la policía secreta fuera
préstamos cuando llegó la crisis de la deuda a principios de los ochenta una fuerza a tener en cuenta en toda la región, todavía era posible forzar
agravó tan seriamente las dificultades económicas del Este. El único mis­ a los trabajadores por medio de la intimidación. Con el aumento de los
terio es por qué los bancos occidentales se mostraron tan entusiastas du­ desafíos a la represión política, la intimidación como fuerza motivadora
rante tanto tiempo. desapareció, y la ausencia de incentivos positivos se tradujo en desastre.
En Alemania Oriental, donde el gobierno dependía desde hacía tiempo de
17 Datos para el Comecon seis, de A. koves, The CMEA Countries in the World Economy la intimidación de la policía secreta, 1987 fue un mal año para el creci­
(Budapest: Akademiai Kiado, 1985), 84, citado en Derek H. Aldcroft y Steven Morewood, miento, pero 1988 fue peor, y 1989 fue un desastre, el peor en casi tres dé­
Economic Change in Eastern Europe since 1918 {Londres: Routledge, 1995), 162. cadas. Tras la caída del Muro era poca la presencia policial efectiva que
156 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 157

impidiera a los trabajadores llevarse maquinaria y herramientas. Con la CuADRO 4.8 Liberalización en paises post-comunistas (índice del Banco Mundial,
liberalización política la contradicción central del socialismo de estado se salvo donde se indique)

hizo evidente: la propiedad que oficialmente pertenecía a todos en la


País Año de Nivel Cambio Cambio Nivel
práctica no pertenecía a nadie. Nadie tenia el incentivo para protegerla. y clasificación reformas previo durante durante los
más intensas el año de dos años 1994 1995
más intensas siguientes•
Dificultades de la transición reformas"

No socialistas
La transición de la Europa del Este hacia el mercado fue cualquier cosa me­
Reformas radicales
nos suave. Entre 1990 y 1 992 la producción cayó en picado. La caída del PIB Albania 1992 0,24 0,42 0,04 0,70 2,6
varió de un país a otro, desde el l8 por ciento en Hungría y Polonia a más Eslovaquia 1991 0,16 0,63 0,07 0,86 3,4
del 30 por ciento en Bulgaria y Rumania. La transición de una economía Polonia 1990 0,24 0,44 0,14 0,86 3,4
República Checa 1991 0,16 0,63 0,11 0,90 3,6
planificada a una de mercado comportaba la reasignación de recursos de
la producción de capital a los bienes de consumo. Comportaba desplazar los Reforma gradual
recursos de la industria a los servicios. A corto plazo resultaba más fácil Bulgaria 1991 0,19 0,43 0,04 0,70 2,6
Hungría 1990 0,34 0,23 0,21 0,86 3,6
recortar la producción de la industria pesada simplemente retirando los
subsidios estatales que improvisar nuevas industrias de bienes de consu­ Ex-comunistas
mo y sectores de servicios. Por todas estas razones no puede sorprender
Con democratización
que la producción cayera. Rumanía 1990 0,00 0,22 0,23 0,71 2,6
La Europa Occidental había afrontado el mismo reto tras la Segunda
Guerra Mundial -reducir la industria pesada y reasignar recursos a la Antigua Yugoslavia
Croada 1990 0,41 0,21 0,10 0,86 2,9
producción de bienes de consumo y servicios- pero habia conseguido
Macedonia 1990 0,41 0,21 0,06 0,78 2,7
suPerar la prueba sin pasar por una recesión de posguerra. Una de las di­
ferencias, volviendo sobre nuestra anterior discusión, fue el Plan Mars­ Otros
hall, que apuntaló la estabilidad política y la reforma económica en Europa Eslovenia 1990 0,41 0,21 0,16 0,82 3,3
Occidental y alentó la reconstrucción del mercado europeo. En los años
noventa no existia un Plan Marchall para la Europa del Este. En lugar de ser Notas:
El índice del Banco Mundial es una media ponderada de cambio de O a 1 que toma en
reconstruido, el comercio en la Europa del Este se derrumbó con la desin­ cuenta tres dimensiones: precios internos, mercados exteriores y entrada del sector
tegración del Comecon y de la Unión Soviética. Este último aconteci­ privado; no incluye el nivel de inflación. El índice ÉBRD se utiliza únicamente en la última
columna.
miento acabó con la última fuente residual de demanda de maquinaria " Diferencia en los niveles de los indices.
militar y bienes producidos por la industria pesada de la región.
Fuente: Anders Aslund, Peter Boone y Simon Johnson, How to Stabilize: Lessons from the
Por encima de todo, una reforma que habia sido concertada y comple­ Post-Communist Countries, Brookings Papers on Economic Activity 1 (Washington, DC:
ta en los años cuarenta era gradual y vacilante en los noventa. La elimina­ Brookings Institution, 1996), 2 17-314.

ción de controles sobre unos precios pero no sobre otros implicaba que
los sectores que producían bienes cuyos precios permanecían controla­ bienes cuyo coste en términos de recursos superaba a su valor de merca­
dos no alcanzaban a comprar las materias y bienes de producción cada do, lo que se traducía en una sangría continua del presupuesto del go­
vez más caros del resto de la economia. El recorte de unos subsidios esta­ bierno. Por último, varias limitaciones políticas y técnicas impedían la
tales pero no de otros (en particular los concedidos a la politicamente po­ rápida privatización de las empresas. La priVatización requería planifi­
derosa industria pesada) permitía a la economía continuar produciendo cación y ejecución, lo cual llevaba tiempo. (Ceder la propiedad de las
EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA 159

CuADRO 4.9 Descenso de la producción en paises post-comunistas (índice del rios, y éstos a su vez en presión sobre el banco central por dinero para fi­
Banco Mundial, salvo donde se indique)
nanciación e inflación, lo que desanimaba la inversión exterior.
País Año de Cambio Cambio Nivel Nivel
En la práctica, ningún país siguió una estrategia de «big bang>� de libe­
y clasificación reformas desde durante dos años ralización instantánea. En toda la Europa del Este la eliminación de los
más 1989 el año más tarde A fmales A finales controles sobre los precios, la privatización de empresas y la consolida­
intensas hasta demás de 1994 de 1995
ción fiscal se realizó de forma graduaL Aun así, se dio una considerable
el año de intensas
de más reformas"
variación en la velocidad y el alcance de las reformas, siendo Polonia la
intensas más rápida y Bulgaria la más lenta. Allí donde los subsidios estatales se re­
reformas" tiraron más rápidamente, no hubo manera de impedir que la producción
se precipitara en caída libre. Pero la reforma rápida también estableció las
No socialistas
precondiciones para una rápida recuperación. Para 1995 la producción
Reformas radicales
Albania 1992 -35,0
prácticamente se había recuperado hasta los niveles de 1989 en Hungría,
-7,2 72,1 72,1 77,7
Eslovaquia 1991 -2,5 -14,5 74,3 77,9 81,4 Polonia y Eslovenia, tres de las antiguas economías planificadas de Euro­
Polonia 1990 -11)6 84,3 91,9 97,4 pa del Este donde la liberalización había sido más rápida.18 Económica­
República Checa 1991 -1,0 -14,2 78,6 80,7 83,8 mente, la reforma radical concentró los costes al principio (lo que adop­
Reforma gradual
tó la forma de una recesión particularmente virulenta), pero luego los
Bulgaria 1991 -9,1 -11,7 72,3 73)3 74,8 países que la realizaron obtuvieron dividendos saneados (en forma de
Hungría 1990 3,5
- 82,5 83,5 84,2 una recuperación singularmente rápida). La cuestión era si el baño frío
de la transición radical, por muy tonificante que fuera para la economía,
Ex-comunistas
podía provocar una reacción popular contra las reformas y obligar a des­
Con democratización
hacer el camino andado.
Rumanía 1990 -5,6 75,7 78,6 81,9

Antigua Yugoslavia
Croacia 1990 -8,5 67,8 66,2 68,5
Macedonia 1990
Retrospectiva y perspectiva
Otros

Eslovenia 1990
En prácticamente todos los sentidos económicos, la Europa de hoy no po­
-3,4 88,5 92,9
día parecerse menos a la Europa de después de la Segunda Guerra Mun­
Notas: dial. Tras la guerra su economía se basaba en la industria pesada, en fuer­
La producción es un índice de GDP. 1989 100.
tes entradas de inversión fija, y en una reserva de tecnología todavía no
=

" Cambio en los niveles de porcentaje.


explotada. Hoy Europa es una economía de salarios altos que produce
Fuente: Aslund y cols., How to Stabilize: Lessonfrom Post-Communist Countries.
bienes y servicios tecnológica y organizativamente sofisticados utilizando
productos y procesos de desarrollo propio. Tras la guerra la economía eu­
empresas públicas a la gerencia y los trabajadores, como se habia hecho ropea estaba dividida en economias nacionales cerradas y escindida por
en mayor medida en muchas antiguas repúblicas soviéticas, era más rápi­ una fractura Este-Oeste. Hoy Europa ha dado un gran paso hacia el esta-
do, pero amenazaba con alentar el despojo de activos y crear una reacción
populista contra la reforma.) Mientras una empresa siguiera siendo pro­ 18 Según las medidas de Marthe de Mela> Cevdet Denizer y Alan Gelb,From Plan to Mar­
piedad del estado, los administradores tenían pocos incentivos para obte­ ket: Patterns of Transition, Policy Research Working Paper 1564 (Washington, DC: World
ner beneficios y evitar pérdidas. Esto se traducía en déficit presupuesta- Bank, 1996).
160 EUROPA DESDE 1945 ECONOMÍA

blecimiento de un auténtico mercado único. Con el derrumbe del bloque niveles de vida significativamente más altos en el futuro. A medida que se
soviético, la divisoria Este-Oeste ha desaparecido, y los países de Europa agotaba la acumulación de tecnología a finales de los sesenta y principios
Central y del Este intentan emular los sistemas económicos de sus vecinos de los setenta y los rendimientos de las inversiones disminuían, los térmi­
occidentales y persiguen la admisión en la Unión Europea. Tras la Segun­ nos de este intercambio se hacían cada vez menos atractivos, lo que invi­
da Guerra Mundial los gobiernos perseguían estrategias económicas na­ taba a los entes sociales a renegar de ellos. A fin de apuntalar el acuerdo,
cionales que implicaban la manipulación de los mercados y la dependen­ los gobiernos occidentales prometieron aumentar los gastos en sanidad y los
cia de una estrecha colaboración entre los sindicatos y las asociaciones subsidios de desempleo y aumentar los estipendios de seguridad social a
patronales. Hoy el sistema de mercado se ha librado de las ataduras que lo cambio de la moderación salarial. Aunque estas políticas dieron resultado
aprisionaban a su salida de la guerra, rebajando la influencia tanto de los a corto plazo, a largo plazo dieron lugar a los elevados impuestos y los ge­
gobiernos como de los entes sociales. En un mundo de libres finanzas, nerosos beneficios sociales que explican en el actual problema de desem­
donde la salida de capital es barata, a los países de Europa y de todo el pleo de Europa.
mundo les resulta cada vez más difícil recurrir a la amplia regulación y a La tercera fuente de dinámica fue la integración regional. Durante me­
políticas keynesianas de estabilización para gestionar y manipular el mer­ dio siglo fue la respuesta de los políticos y gobernantes europeos a cua­
cado. El continente ha respondido adoptando políticas más condescen­ lesquiera de los problemas que afrontaran. El proceso se puso en marcha
dientes con el mercado como las de los Estados Unidos y del Reino Uni­ tras la Segunda Guerra Mundial gracias a una insólita coyuntura: el na­
do, pero al mismo tiempo confiriendo más autoridad a la UE con la cionalismo había quedado desacreditado, existía ya un hilo de pensa­
esperanza de que una entidad transnacional más grande pueda recaptu­ miento autóctono que favoreda la integración, y los Estados Unidos die­
rar algún control sobre el mercado. ron su apoyo externo. La CECA creó una elite política transnacional, así
Como esta historia deja bien claro, un poderoso conjunto de dinámi­ como un conjunto de instituciones con la capacidad para impulsar y ges­
cas internas impulsó el desarrollo de una economía europea durante la tionar una unión arancelaria. Al aumentar el volumen de comercio intra­
segunda mitad del siglo XX. Por su naturaleza, el crecimiento extensivo no europeo, el Mercado Común creó entonces una clientela potencial para el
podía continuar indefinidamente. Llegados los años setenta, este proceso mercado único. Y el mercado único, que requería la eliminación de con­
se había agotado tanto en Europa Occidental como Oriental, y surgieron troles sobre el capital, presionó para la creación de una moneda única.
incentivos para cambiar a un crecimiento intensivo. En Europa Occiden­ Esta dinámica interna empujó a Europa, bien que no sin interrupciones,
tal, donde ya existía una econonúa de mercado, esta transición se navegó hacia una integración progresivamente más profunda.
con éxito, aunque no sin una disminución secular de las tasas de creci­ En economía política, como en física, cada acción provoca una reac­
miento. En el Este, donde no había incentivos, la incapacidad para res­ ción. El rápido progreso de integración europea provoca una reacción ne­
ponder a los imperativos del crecimiento intensivo condujo a nada me­ gativa de parte que aquellos que sienten amenazada su autonomía por la
nos que al derrumbe de la planificación central y a la reintegración de la ingente burocracia europea. El estado del bienestar que sostuvo el pacto
región en la economía de Europa Occidental. social. de la posguerra durante los años setenta, y en algunos casos hasta
Una segunda fuente de dinámica interna nació del convenio social de más tarde, comienza a reducirse en su alcance con la esperanza de que un
la posguerra por el cual los trabajadores accedieron a posponer aumentos mercado laboral más flexible traiga consigo una tasa más baja de desempleo.
salariales a cambio de que los empresarios reinvirtieran los beneficios en la El optimismo sobre la capacidad innovadora de Europa ha vuelto a su­
empresa. A medida que los mercados laborales europeos se tornaban más cumbir ante las dudas sobre la capacidad del continente para igualar a
tensos durante los años sesenta y setenta, se hacía cada vez más difícil los Estados Unidos en el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías de
mantener la aquiescencia de los trabajadores. El aumento del consumo la información. Todo lo que puede decirse con plena confianza es que
no podía posponerse indefinidamente. Más fundamental es el hecho de también esto pasará.
que cambiar sacrificios presentes por ganancias futuras sólo es atractivo
en tanto que la moderación salarial y las inversiones altas prometan unos
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 205

6 neral y el conflicto entre superpotencias en particular. Sin duda fueron las


naciones del Este las que soportaron el peso de los sacrificios más severos.
Durante la guerra fría la calidad y cantidad de producción industrial y,

Relaciones
por consiguiente, la calidad de vida se mantuvieron terriblemente bajas
en naciones como Bulgaria, Rumania y Albania, las más pobres de todas,
pero también en Polonia, Checoslovaquia1 y Hungría. Estos países no se

internacionales y de encontraban en posición de competir con los milagros económicos que


caracterizaron el desarrollo de los años cincuenta y sesenta en Alemania
Occidental, países del Benelux, Francia, Gran Bretaña, Escandinavia e Ita­

seguridad en Europa lia. Además, en los años setenta y ochenta España, Portugal y Grecia, y
m� tarde Irlanda en los noventa, experimentaron también sus propios
«milagros económicos>>. En particular, Alemania Occidental prosperó
durante toda la era de posguerra y logró integrarse plenamente en el
Klaus Larres
mundo occidental. La Alemania del Este tuvo que pagar por la solución
temporal al problema alemán: la división del país realizada entre 1 945 y
1949. Sólo desde la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 se ha
producido una cierta convergencia en el continente europeo. Los países
Hasta 1989-90, la historia de Europa desde 1945 se caracterizó por la di­ de Europa Occidental y Oriental han comenzado a reconectarse gradual­
visión del continente en dos bloques enfrentados dominados el uno por mente entre sí y a descubrir su herencia europea común.
los Estados Unidos de América y el otro por la Unión Soviética. Muy po­ Este capítulo trata de las experiencias de la Europa Occidental y Orien­
cos países europeos lograron mantenerse realmente neutrales. Durante tal durante la guerra fría antes de pasar a analizar el desarrollo de una Eu­
estas cuatro décadas y media la historia de Europa Occidental se fue hil­ ropa cada vez más integrada desde 1990 que, paradójicamente, parece ca­
vanando con cuatro hilos diferentes pero fuertemente entrelazados: la racterizarse por un entusiasta multilateralismo y, al mismo tiempo, un
guerra fría, el movimiento de integración europea, la relación transatlán­ deseo de unidad. El capítulo se organiza en varias secciones temáticas.
tica entre Europa Occidental y Estados Unidos, y el control autoritario Comienza con una breve mirada al papel de la ideología en la historia de
ejercido por la URSS sobre la Europa del Este. Hasta el fin de la guerra Europa. Luego se presta atención al concepto de año cero y a la impor­
fría y la disolución de la Unión Soviética en diciembre de 199l las nacio­ tancia del problema alemán en la Europa post-1945. Le siguen varias par­
nes de Europa del Este no pudieron participar en el proceso de inte­ tes donde se analiza el desarrollo de la Europa Occidental y Oriental du­
gración europea ni en las relaciones transatlánticas. Además, por lo que rante la guerra fria. La última sección se dedica al desarrollo de la
respecta a la guerra fria, casi nunca tuvieron otra elección que ser espec­ integración europea y de las instituciones europeas comunes desde prin­
tadores pasivos y leales partidarios de la URSS. También la relación entre cipios de los años cincuenta hasta finales de los noventa.
los países de Europa Occidental y los poderosos Estados Unidos de Améri­
ca tenía su parte de inquebrantable lealtad. Pero la posición hegemónica
de Washington en Europa Occidental era de una naturaleza cualitativa­
mente muy distinta de la del imperio ganado coercitivamente por Moscú
en el Este del continente.
1 El l de enero de 1993 la República Socialista Checoeslovaca (Checoslovaquia) se disol­
El continente europeo tenía en común que todos sus países se vieron vió para ser reemplazada por dos estados soberanos (enlazados por una unión arancelaria
involuntariamente expuestos a ingentes sacrificios económicos, financie­ y comercial): la República Eslovaca y la más próspera República Checa, con el antiguo es­
ros y político-culturales que ifl?pusieron en el mundo la guerra fría en ge- critor de teatro y disidente Vi\clav Havel como presidente.
206 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 207

mania Occidental, estuvo presidida por fuertes creencias democristianas


Factores ideológicos de la historia y socialdemocráticas en los valores de una economía de mercado social Y
de la Europa de posguerra regulada, en la economía keynesiana y en el estado del bienestar. Habían
de vérselas con una filosofía muy distinta en Estados Unidos, donde du­
Los cuatro factores que presidieron el desarrollo de buena parte del con­ rante la mayor parte del período de posguerra predominó la doctrina del
tinente entre 1945 y 1990 (la guerra fria, la integración europea, las rela­ libre comercio, que contemplaba la eliminación de tarifas proteccionistas
ciones transatlánticas y el dominio político de la Unión Soviética sobre y restricciones monetarias y abogaba por el desarrollo de una economía
la Europa del Este) tenían dimensiones políticas, militares y económi­ de mercado libre de toda inhibición con un fuerte énfasis en la economía de
cas, además de ideológicas. Todas ellas, en un momento u otro, dieron oferta.
pie a graves disputas entre los países implicados y, a causa de una serie Otro importante factor semi-ideológico de desacuerdo entre Washing­
de acontecimientos y desarrollos únicos (generalmente económicos o ton y muchos países de Europa Occidental durante la era post- 1 945 te­
militares), fueron causa de numerosas crisis políticas, bien que de in­ nía que ver con la OTAN, con la estrategia militar de la comunidad atlán­
tensidad muy variable. Un aspecto a menudo pasado por alto en el de­ tica y con la exclusión de Europa de las decisiones sobre armamento
sarrollo de la Europa de la posguerra, el ideológico, es quizá el más po­ nuclear. Las estrategias de la OTAN estuvieron presididas por el pensamien­
lémico. to americano de «represalia en masa» y, posteriormente, por la no mu­
Por ejemplo, durante la segunda mitad del siglo xx, visiones del mun­ cho más discreta política de ��respuesta flexible}}, En Europa se tenía la
do radicalmente diferentes tuvieron una gran influencia sobre los deba­ impresión de que, detrás de estas estrategias se hallaban dos enojosas ob­
tes acerca de los propósitos y objetivos de la integración europea. Los paí­ sesiones americanas: las tentaciones de Washington de guarecerse en el
ses de Europa Occidental se hallaban marcadamente divididos entre aislacionismo con su continua consideración de una retirada o reduc­
federalistas (presentes en su mayor parte en Alemania, los países del Be­ ción sustancial de su presencia militar en el continente europeo, y la apa­
nelux, Italia y, hasta cierto punto, Francia), que abogaban por el desarro­ rente disposición de Estados Unidos a recurrir a un primer uso de las
llo de una Europa cada vez más integrada tanto en términos económicos armas nucleares en una guerra con la Unión Soviética sin consultar pre­
como politicos, y los funcionalistas, más euroescépticos y pragmáticos, viamente a sus aliados europeos. Se temía, pues, que cualquier conflicto
que predominaban en Gran Bretaña y los países escandinavos. Los pri­ menor pudiera intensificarse rápidamente hasta convertirse en una con­
meros se inclinaban por el desarrollo de instituciones supranacionales y tienda nuclear y, en el proceso, llevar a la destrucción de una buena par­
por la pérdida gradual de soberanía de cada una de las naciones estado im­ te de Europa. No obstante, esta tensión ideológica en las relaciones tran­
plicadas en el proceso. Los funcionalistas tendían a creer que la integra­ satlánticas estuvo intercalada con preocupaciones político-económicas
ción europea debía limitarse a la creación de un mercado económico de naturaleza más pragmática. Los europeos dependían fuertemente de
único, sin las dimensiones políticas, de seguridad y monetarias. Así pues, la protección que les ofrecía la seguridad nuclear americana. Además,
veía en la integración algo deseable únicamente en relación con un nú­ por razones presupuestarias y con respecto a la opinión pública nacional,
mero limitado de áreas claramente definidas (por ejemplo, las industrias nunca estuvieron en posición de gastar tanto dinero en fuerzas conven­
del carbón y el acero en los años cincuenta, y la agricultura en décadas cionales como los expertos militares occidentales creían necesarios para
posteriores). En su opinión, mantener la soberanía nacional y la inde­ rechazar cualquier ataque a Europa Occidental sin haber de recurrir a la
pendencia era fundamental para el bienestar de cad� una de las naciones guerra nuclear.
estado europeas. Los políticos y los escritores sobre el tema nos han presentado a me­
La cuestión ideológica desempeñó asimismo un importante papel con nudo la guerra fría como un enfrentamiento de poder político y como
respecto a la dimensión económica (libre comercio) de las relaciones una prueba de voluntad entre Este y Oeste. Este es el carácter que ha
transatlánticas. Durante buena parte del período post-1945, la política de marcado los debates académicos entre ortodoxos, revisionistas y post­
muchos países europeos occidentales, en particular Italia, Francia y Ale- revisionistas sobre el origen de la guerra fría y las responsabilidades al
208 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 209

respecto.2 Se solía restar importancia a la ideología en favor de la prima­ pia experiencia nacional, los Estados Unidos se convirtieron en un entu­
cía del poder politico y la seguridad, de acuerdo con lo promulgado por siasta partidario de la creación de unos Estados Unidos de Europa carac­
las teorías realistas y neorrealistas de las relaciones internacionales. 3 Ade­ terizados por una estabilidad política, por la construcción de unas sólidas
más, el mundo occidental sólo atribuía motivos ideológicos siniestros fuerzas militares y por la creación de un ingente mercado común listo
para la guerra fria al marxismo-leninismo de inspiración ·soviética y a su para absorber la producción americana.6 Aunque no se tratase de una
doctrina expansionista y su ambición por exportar el comunismo inter­ empresa enteramente altruista, el imperio informal de los Estados Unidos
nacional al resto del mundo. sobre Europa Occidental fue cualitativamente muy distinto del imperio
Pero la Unión Soviética no era la única que se guiaba por un fuerte im­ mucho más directamente controlado de la Unión Soviética en Europa del
pulso doctrinario; también lo hacía Estados Unidos. De hecho, ambos paí­ Este, más claramente empujado por fuertes motivaciones anti-occidenta­
ses se esforzaron por ampliar sus mutuamente exclusivos sistemas nacio­ les de naturaleza tanto ideológica como política y de poder.
nales. Pero los Estados Unidos sólo ejercieron su liderazgo hegemónico
sobre los países de Europa Occidental con el consentimiento de éstos. El
así llamado «imperio por invitación» se basaba en gran medida en los
principios de la democracia participativa. 4 Las frecuentes violaciones de El año cero y la importancia
estos principios, las demandas de los europeos occidentales de una mayor del problema alemán
co-determinación, la «arrogancia de poden> de los Estados Unidos, la re­
tórica recargada en favor del consumo público, y tantos otros problemas A pesar del importante punto de inflexión en la política mundial que re­
no llevaron a un cuestionamiento serio y duradero de la presencia ameri­ presenta el fin de la Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de las
cana en Europa Occidental. Prácticamente el único político notorio que bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, no pa­
renegó del liderazgo hegemónico americano en Europa Occidental fue el rece sensato considerar a 1945 como el año cero. Aunque la guerra fría, el
presidente francés Charles de Gaulle. Los europeos occidentales nunca domino de la Unión Soviética sobre Europa del Este, la integración eu­
hubieron de renunciar a su voz y voto en sus propios asuntos, por bien ropea y las relaciones transatlánticas comenzaron mayormente durante
que en materia de seguridad algunos países (Italia, Alemania Occidental) los años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, todos estos
estuvieron muy cerca. En cambio, parece que durante todo el período hilos históricos independientes de la historia europea de posguerra esta­
post-1945, Europa Occidental consiguió influir en la política americana, ban profundamente enraizados en el pasado de Europa. La guerra fría
no sólo política y económiCa, sino incluso militar, en grado considerable.5 tuvo sus raíces en el conflicto Este-Oeste que comenzó con la revolución
Además, desde un buen principio y de acuerdo con el modelo de su pro- bolchevique de 1917 y la intervención aliada en la guerra civil rusa. Pese
al acercamiento entre la OTAN y Rusia durante los años noventa (por
ejemplo, el acuerdo de «Partnership for Peace» de 1995 y el convenio de
2 Véase G. Lundestad, «Moralism, Presentism, Exceptionalism, Provincialism, and Other

Extravagances in American Writings on the Early Cold War Years», Diplomatic History, 13
cooperación política de 1997), los serios desacuerdos con Rusia y, sobre
( 1989}, 527-45; M. P. Leffler, <�New Approaches, Old Interpretations, and Prospective Re­ todo, con China, durante la guerra de Kosovo de 1999 {y después) indican
configurations», Diplomatic History, 19 (1995}, 173-96. que el conflicto Este-Oeste probablemente no haya llegado a su fin. Ade­
3 Véase H. J. Morgenthau, Politics among Nations: 11te Strugglefor Power and Peace, 6a ed. más, los rusos se sienten profundamente decepcionados por el fracaso
(Nueva York: Knopf, 1985}; R. O. Keohane (ed.),Neorealism and its Critics {Nueva York: 1986};
del capitalismo occidental al estilo laissez-faire a la hora de reformar
R. O. Keohane y J. S. Nye, Power and Interdependence, 2a ed. (Glenview, Ill., 1989).
drásticamente la economía de su país, y culpan de ello sobre todo a occi­
4 G. Lundestad, ��Empire by Invitation? The United States and Western Europe, 1945-
1952», ]ournal ofPeace Research, 23 ( 1986), 263-77. dente. Tampoco se tomó bien Moscú la ampliación de la OTAN hacia el
5 J. G. Ikenberry, (<Rethinking the Origins -of American Hegemonp>, Political Science

Quarterly, 104 (1 989), 375-400; T. Risse-Kappen, Cooperation among Democracies: The Eu­ 6 G. Lundestad, «Empire>J by Integration: The United States and European Integration,
ropean Infiuence on US Foreign Policy (Princeton: Princeton University Press, 1995). 1945-1997 (Oxford: Oxford University Press, 1998).
210 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 211

Este en abril de 1999 con la admisión de varios antiguos miembros del cierto Punto, las percepciones subjetivas y las interpretaciones preferidas
Pacto de Varsovia (Polonia, Hungría y República Checa). La intención de del pasado fueron responsables de la construcción de un cierto marco
admitir antiguas partes de la Unión Soviética en la OTAN, como los esta­ para el futuro del continente europeo y de las relaciones bilaterales y mul­
dos Bálticos, el «extranjero cercano» de Rusia, se recibe como algo si cabe tilaterales dentro de Europa. Por ejemplo, no fue hasta los años ochenta y
más humillante, amén de un grave riesgo potencial para la seguridad na­ noventa que la fuerte creencia general en la importancia de respetar la
cional de Rusia. plena soberanía de la nación estado comenzó a dar muestras de debilitar­
El movimiento post-1945 para la integración europea se encarna sobre se en Europa Occidental, aunque no así en Europa del Este y en el mundo
todo en los esfuerzos que tras la Primera Guerra Mundial realizó el pri­ eslavo. En particular, durante el período inmediatamente posterior a la
mer ministro francés Aristide Briand por unificar Europa a fin de mini­ Segunda Guerra Mundial, les resultaba muy dificil a las autoridades deci­
mizar el peligro potencial que representaba Alemania y evitar otra guerra sorias salirse de los caminos trillados del pensamiento.
de gran envergadura. La integración se cimentaba intelectualmente en la Esto se aplicaba sobre todo a los muchos problemas que necesitaban
Unión Pan-Europea del Conde Coudenhove-Kalergi y, durante la guerra, ser resueltos con respecto al futuro de Alemania. Después de todo, los
en la visión de Altiero Spinelli de una federación europea. Al acabar la Se­ Aliados Occidentales siempre fueron conscientes del fracaso del tratado
gunda Guerra Mundial estas ideas eran muy influyentes, conjuntamente de paz de Versalles para la reintegración pacífica de Alemania en la co­
con la exhortaciones del economista francés Jean Monnet y del político munidad de naciones tras la Primera Guerra Mundial. Tras el colapso del
belga Paul-Henri Spaak al establecimiento de una unidad federal eu­ Reich de Hitler y la rendición incondicional de Alemania el 8 de mayo de
ropea. Este era también el objetivo del trabajo de organizaciones como la 1945, los problemas de administración, gobierno y reconstrucción eco­
Liga Europea del belga Paul van Zealand, la Unión de Europeos Federalis­ nómica de este país centroeuropeo, junto con la desnazificación y reedu­
tas, con base en Francia, y el Movimiento por una Europa Unida, fundado cación del pueblo alemán eran algunas de las tareas más apremiantes.
con la ayuda de Winston Churchill en 1947. Además, era necesario abordar el problema de la tradicional enemistad
De igual modo, las raíces de las relaciones transatlánticas crecieron al entre Francia y Alemania, que tres humillantes invasiones alemanas de
amparo de la participación americana en los asuntos europeos durante los Francia en un plazo de setenta años no habían hecho más que alimentar.
años de entreguerras. Mientras que los tres gobiernos americanos de aque­ La influencia del comunismo sobre los estados inestables y económica­
lla década demostraron fuertes convicciones aislacionistas con respecto a mente devastados de la Europa continental (sobre todo Alemania, Fran­
su participación en la política y seguridad internacionales, no fue así con cia, Italia y Grecia) además del llamado complejo Rapallo preocupaban
relación a la economía internacional. Por ejemplo, los bancos americanos también a los Aliados. Este último tenia sus raíces en el totalmente ines­
proporcionaron créditos y préstamos a los necesitados países europeos (es­ perado Tratado de Rapallo y en el comienzo de la cooperación anti-occi­
pecialmente Alemania) para ayudarles a reconstruir sus economías. Ade­ dental entre Alemania y la Unión Soviética que culminó en el Pacto Hit­
más, en nombre del gobierno central de Washington, los banqueros ameri­ ler-Stalin de 1939.7
canos tuvieron una especial influencia como mediadores entre la República En la base de toda esta inquietud estaba la enormidad del territorio y
de Weimar y los Aliados de la Primera Guerra Mundial para alcanzar un la población de Alemania, así como su potencial económico e industrial,
acuerdo sobre las indemnizaciones alemanas (por ejemplo, los Planes de con sus centros tradicionales de producción de carbón y acero en los Va­
Dawes y de Young). La llamada «relación especial» anglo-americana, una lles del Ruhr y del Saar. Era esencial abordar la cuestión de la convenien­
parte integral de las relaciones transatlánticas contemporáneas, tuvo su ori­ cia (que defendieron con fuerza los franceses hasta 1947-8) de reducir el
gen en la decisiva participación americana en la Primera y, sobre todo en la
Segunda Guerra Mundial y en la buena, bien que no siempre armoniosa, 7 K. Larres, «Germany and the West: The ((RapaJlo Facton) in German Foreign Policy
relación entre Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill. from the 1950s to the 1990s», en K. Larres y P. Panayi (eds.), The Federal Republic of Ger­
Por consiguiente, no faltaban imágenes y recuerdos del pasado que pu­ many since 1949; Politics, Society and Economy befare and after Unification (Londres:

dieran influenciar fuertemente la política en la Europa post-1945. Hasta Longmn, 1996).


212 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 213

país a un tamaño más manejable e incluso convertirlo en un gran estado


agrícola (como defendía el Plan Morgenthau firmado por Roosevelt y La guerra fría y la seguridad europea
Churchill en 1944). Sin embargo, pronto se reconocieron las consecuen­
cias económicas potencialmente negativas de estas políticas para los veci­ Hasta cierto punto está justificado caracterizar la guerra fría y el mundo
nos de Alemania. Existía asimismo un claro peligro de que el caos econó­ en gran medida bilateral de 1945-1990 como un período de «paz durade­
mico y el descontento nacional con la administración independiente de rm>. 8 Sin embargo, esta calificación hace oídos sordos a las numerosas
cuatro zonas de ocupación organizadas de forma muy distinta tuviera guerras que tuvieron lugar (Corea, Vietnam y los muchos conflictos
consecuencias desastrosas. Claramente, no podía descartarse que el país por poderes que se desarrollaron en países en vías de desarrollo). Tam­
pudiera caer una vez más víctima de un movimiento político extremista, bién parece restar importancia a los inmensos sacrificios humanos, eco­
bien fuera desde la derecha, bien desde la izquierda, como parecía más nómicos y socioculturales realizados por toda la comunidad internacio­
probable dadas las actividades de Moscú. Al fin y al cabo, en 1945 el Ejér­ nal, y en particular por el mundo comunista y en vías de desarrollo. Hablar
cito .Rojo había ocupado Alemania, incluida la capital, Berlín, hasta el de una <<paz duradera» parece sólo apropiado para referirse a la guerra
Elbe, y la ocupación soviética no ·daba muestras de querer establecer ins­ fria en Europa. Después de todo, la guerra no volvió al continente eu­
tituciones democráticas en Alemania Oriental y abandonar, llegado el ropeo hasta los largos conflictos de Bosnia (1992-5) y Kosovo ( 1999) en
momento, su zona de ocupación. la antigua Yugoslavia. Aun así, incluso durante los años de la guerra fría, la
El papel central de Alemania en el continente europeo la convertía en paz en Europa se vio seriamente perturbada por las despiadadas inter­
la única nación llamada a desempeñar un importante papel en los cuatro venciones militares del Kremlin para atajar los levantamientos anti-so­
hilos con que se había de tejer el futuro de Europa: la guerra fría, la inte­ viéticos en Alemania del Este (1953), Hungría (1956) y Checoslovaquia
gración europea, las relaciones transatlánticas y la esfera de influencia del (1969). Además, la imposición de la ley marcial en Polonia en diciembre
Kremlin en la Europa del Este y, en particular, su control de Alemania de 1981 (hasta julio de 1983) posiblemente haya evitado otra aplicación de
Oriental. Gran Bretaña, en cambio, se había quedado relegada a un papel la Doctrina de Breznev por parte de Moscú según se articuló en 1968: la
de influencia en la guerra fría (especialmente durante los primeros diez o invasión por el Ejército Rojo de un país considerado como parte de la es­
quince años) y en las relaciones transatlánticas (especialmente en los años fera de influencia de la URSS en Europa del Este. En lugar de una «paz du­
sesenta) y en la integración europea. Francia y Alemania Occidental, jun­ radera)} quizás sea más adecuado hablar de una incómoda estabilidad for­
tamente con Italia y los países del Benelux, forman el núcleo de seis paí­ zada en el continente europeo durante la guerra fría.
ses que estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1957- La guerra fría en Europa se puede dividir en tres fases: primero, el pe­

1958. Las cuatro últimas naciones únicamente han tenido una influencia ríodo de transición, ocupación y años iniciales de la guerra fría entre 1945
internacional destacable en el marco del proceso de integración europea. y 1953; segundo, los intentos de cooperación pacífica y la renovada gue­
Lo mismo se aplica en buena medida a los países del sur y norte de Eu­ rra fría entre 1953, el año de la muerte de Stalin, y finales de los años
ropa. No obstante, Portugal y España todavía tenían {y tienen) cierta in­ sesenta; y, por último, el comienzo gradual de un período de distensión a
fluencia en América Latina y en sus antiguas colonias. G;ecia, con su principios de los setenta, un nuevo período de alta tensión a principios de
turbulenta historia económica y política durante la posguerra (régimen los ochenta, y el fin de la guerra fría en 1990-1.
militar de 1967 a 1974) y su participación en el conflicto de Chipre con
Turquía, estuvo también fuera de la política dominante en Europa Occi­
dental hasta 1974. Si bien Turquía (y Grecia) pasó en 1952 a ser miembro
de la OTAN, sus graves violaciones de los derechos humanos {especial­
mente con respecto a la cuestión kurda en el norte) han mantenido en
suspenso su solicitud de integración en la Comunidad Europea, que-este 8 J. L. Gaddis, The Long Peace: Inquiries into the History ofthe Cold War (Nueva York: Ox­

país presentó ya en 1964. ford University Press, 1987).


214 EUROPA DESDE 1945
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 215

Los años de transición, ocupación y reconstrucción, Europa Occidental, fue también crucial para socavar la tentación de Ita­
1945-1953 lia, Grecia y la inestable Cuarta República Francesa de acercarse al domi­
nio comunista. No obstante, el Plan Marshall y la OCEE condujeron a
Al acabar la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción del continen­ una polarización política aún máS acusada del continente europeo. De
te europeo y la esperanza en la cooperación continuada entre occidente y forma no completamente insospechada, en una conferencia de ministros
la Unión Soviética dominaron la política europea. Hubo también algunos de exteriores realizada en Paris a finales de junio y principios de julio de
fuertes movimientos de bases (especialmente en Italia, Bélgica y Países 1947 el ministro de asuntos exteriores soviético, Molotov, rechazó airada­
Bajos) orientados a conseguir una Europa federal unida a fin de impedir mente las condiciones económicas liberal-capitalistas impuestas por los
que se repitieran los horrores del pasado, en la creencia de que, si Europa Estados Unidos para la participación de los paises europeos en el Plan
continuaba estando dominada por estados hostiles y competitivos, ten­ Marchall. Stalin prohibió estrictamente a Polonia y Checoslovaquia que
dría tendencia a sucumbir de nuevo en un gran conflicto. Sin embargo, ni persistieran en su gran interés por participar en la conferencia de dieciséis
la cooperación entre Este y Oeste ni la integración europea tuvieron ini­ naciones que había de tener lugar en París de julio a septiembre de 1947 y
cialmente mucho éxito. que había sido convocada para organizar el Programa de Recuperación
En el período inmediatamente posterior al final de la Segunda Guerra Económica que generosamente financiaban los Estados Unidos.10
Mundial el sueño de la creación de una Europa unida condujo única­ En Europa del Este, se ventilaron en 1947-8 los planes para la unión
mente a poner en práctica la ya de antiguo proyectada unión aduanera entre Yugoslavia y Bulgaria y entre Yugoslavia y Albania, pero no hallaron
(desde 1944) entre Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo que entró en vigor el favor de Stalin. En su lugar, el dictador soviético centró sus esfuerzos en
en enero de 1948 (Benelux). Los países escandinavos establecieron un consolidar toda la Europa del Este bajo el tutelaje soviético por medio de
Consejo Nórdico de carácter consultivo en 1951, y tomaron en conside­ la renovación o establecimiento de tratados de asistencia mutua entre
ración la unión de sus aduanas en 1954. Otras actividades no trascendie­ Moscú y los estados de Europa del Este. En enero de 1949 este desarrollo
ron su naturaleza simbólica. Por ejemplo, la gran convención en La Haya culminó en la creación de Consejo para la Asistencia Económica Mutua
en 1948, en la que participaron Churchill y otros grandes estadistas, no ( Comecon) entre la URSS, Polonia, la República Checoeslovaca, Hungría,
logró absolutamente nada, aunque atrajo una gran atención al abogar Bulgaria y Rumania. El conflicto entre Stalin y el independiente líder de
por unos Estados Unidos de Europa que cOntemplaran la reintegración Yugoslavia, Tito, llevó al boicot económico del país y a su no-inclusión en
de la derrotada Alemania en la comunidad de naciones. El establecimien­ el Comecon. También se puso fin a los tratados bilaterales entre países del
to del Consejo de Europa en Estrasburgo en mayo de 1949 tampoco dio bloque del Este. Aunque Stalin había insistido en anexionar los estados
como resultado ningún paso hacia la integración económica o política de bálticos y el este de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, después
Europa. La Organización para la Cooperación Económica Europa (OCEE, de 1945 no anexionó ningún otro estado vecino como Finlandia, que
renombrada OCDE en 1960) fue asimismo incapaz de contribuir a la consiguió mantener su independencia en delicado equilibrio.
unidad del continente europeo.9 En conjunto, la cooperación económica en la Europa del Este se incli­
La OCEE se estableció en 1949 en respuesta al anuncio del secretario naba fuertemente hacia las necesidades de reforma agraria de la Unión
de estado norteamericano George Marshall, en su discurso en la Univer­ Soviética y hacia el interés de Moscú en favorecer la industria pesada y de
sidad de Harvard en junio de 1947, del Programa de Recuperación Eu­ maquinaria y una economía centralmente planificada. Esto a menudo se
ropea. Enormemente beneficioso para la reconstrucción económica de saldó en desventaja para las naciones de Europa del Este. Se prestó muy

9 Los miembros eran Alemania Occidental, Austria, los países del Benelux, Dinamarca, 10
M. Hagan, The Marshall Plan: America, Britain, and the Reconstruction ofEttrope (Cam­
Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Noruega, Portugal, el Reino Unido, Suecia, Suiza y bridge: Cambridge University Press, 1987); A. Milward, The Reconstructiol1 of Western
Turquía, desde octubre de 1949; los Estados Unidos y Canadá se convirtieron en miembros Europe, 1945-1951 (Berkeley: University of California Press, 1984); véase también A. Mil­
asociados en 1950. ward, <<Was he Marshell Plan Necessary?l>, Diplomatic History, 13 (1989}, 231-53.
216 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 217

poca atención a las demandas de bienes de consumo y de formas de vida de todos los partidos democráticos en su zona de ocupación alemana.
más liberales para satisfacer a las poblaciones de estos países relativamen­ Igualmente controvertidos fueron los exitosos empeños de la Unión So­
te desarrollados e industrializados. Se hizo necesario el uso despiadado de viética de establecer gobiernos comunistas en Polonia y los otros estados
la fuerza para reprimir estos deseos como, por ejemplo, durante el primer de la Europa Oriental. Sin embargo, fue sobre todo el golpe de estado de
y repentino estallido de descontento en Alemania Oriental y en Bulgaria febrero de 1948 en Checoslovaquia, un país con una firme tradición
en 1953. Los distintos países comunistas, que pronto dominaron los go­ democrática, lo que más decepcionó al mundo occidental. La sustitución de
biernos de la mitad soviética del continente, fueron los más efectivos ins­ casi todos los ministros del gobierno democrático de Praga con otros co­
trumentos de Moscú para su feroz ejercicio del poder. Así quedó demos­ munistas, las subsiguientes purgas en el país y la implantación de una eco­
trado con su papel en purgas, juicios amañados y ejecuciones de los norrúa de planificación central contribuyeron decididamellte a la crecien­
espíritus críticos y democráticos de muchos paises de Europa del Este, así te convicción en el mundo occidental de que Stalin no estaba interesado
como de la propia URSS, en el curso de los primeros años de la posguerra. en la cooperación pacífica y en mantener unido el continente europeo.
Para 1947-8 estaba ya claro que se estaban formando dos esferas de in­
fluencia opuestas en Europa y dos concepciones políticas y filosóficas
Comienza la guerra fria muy distintas sobre el futuro de Europa. Además, la creación del Comin­
form en septiembre de 1947, durante una conferencia en Polonia con la
Ya en los estadios finales de la Segunda Guerra Mundial la tensión y las participación de los comunistas de Europa del Este más los franceses y los
distintas ideas sobre el nuevo orden de Europa en la posguerra se habían italianos, se interpretó como el primer paso de la intención de Stalin de
hecho patentes entre los cuatro aliados de la coalición anti-Hitler. Pero exportar su modelo dictatorial a Europa Occidental. Se dio por hecho que
como Hitler todavía no había sido derrotado cabalmente y todavía resis­ Stalin no dudaría en usar la fuerza de ser necesario y que, alternativa­
tía en su bunker de Berlín, todavía era posible contener los desacuerdos. mente, podía concentrar sus esfuerzos en socavar los cimientos de las dé­
Una vez acabada la guerra en Europa (mayo de ! 945) y poco después en biles economías y democracias occidentales. De hecho, el Cominform pa­
Asia (agosto de 1945), los cada vez más profundos desacuerdos entre los recía una imitación de la Internacional Comunista de Lenin (abolida en
aliados occidentales (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) y la Unión 1943). Estaba claramente dirigida a organizar centralmente todos los par­
Soviética se hicieron cada vez más evidentes. Aunque la guerra fría estalló tidos comunistas europeos, tanto orientales como occidentales, para ex­
inicialmente a raíz de desacuerdos con respecto a la innecesariamente tender la revolución. No obstante, los débiles gobiernos de coalición de
prolongada ocupación por la Unión Soviética de yacimientos petrolíferos Francia e Italia sobrevivieron. Los intensos esfuerzos de los partidos co­
en Irán y los intentos de Moscú de presionar a Turquía para conseguir el munistas de ambos países, mediante huelgas generales, por impedir que
acceso de la URSS al Mediterráneo, el naciente conflicto Este-Oeste pron­ sus países aceptaran la ayuda del Plan Marshall y, por ende, el liderazgo de
to se centró en los acontecimientos del continente europeo. los Estados Unidos, no se saldaron con éxito. Por una vez, los esfuerzos
En Europa los desacuerdos se hicieron particularmente manifiestos clandestinos y bien financiadog de la CIA habían triunfado sobre el apo­
durante las distintas conferencias de ministros de asuntos exteriores con­ yo de Moscú a los comunistas.
vocadas por las cuatro potencias aliadas en el curso de la Conferencia de Además, Yugoslavia siguió siendo una espina clavada en el costado de
Potsdam en julio-agosto de 1945. Su objetivo era resolver cualesquiera Stalin. En 1948 Tito fue expulsado del Cominform y desde entonces el mun­
problemas pendientes territoriales o financieros surgidos de la Segunda do occidental intentó ganarse el favor de su país y su estatuto semi-neutral.
Guerra Mundial. En particular, las relaciones entre los antiguos Aliados se Se creyó, equivocadamente, que la habilidad de Tito para insistir en su in­
deterioraron gravemente a raíz de graves desacuerdos sobre las repara­ dependencia significaba el principio del fin del bloque soviético. De modo
ciones de guerra de Alemania. Las relaciones sufrieron también por cau­ parecido, en los años setenta y ochenta el bloque occidental atribuyó erró­
sa de las vehementes actividades soviéticas encaminadas a establecer un neamente una gran importancia al conflicto del dictador rumano Ni­
régimen comunista leal bajo el liderazgo de Walter Ulbricht y la supresión colae Ceaucescu con la Unión Soviética. A pesar del empobrecimiento
218 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 219

de su país y las numerosas violaciones de los derechos humanos durante los británicos en los asuntos internacionales como contrapunto a las po­
su largo período en el poder ( 1965-89), el intento de Ceaucescu de perse­ tencias americana y soviética. Sin embargo, pronto se hizo patente que, a
guir una politica exterior bastante independiente fue celebrado por los la vista de los considerables compromisos globales de Gran Bretaña des­
anticomunistas occidentales. de Malasia a la India (además de sus caras responsabilidades zonales en
Inicialmente había sido el gobierno laborista post-1945 de Gran Breta­ Alemania) y sus agotadas reservas económicas, Londres sería incapaz de
ña, y particularmente el Secretario de Asuntos Exteriores Ernest Bevin, asumir este papel. El rápido deterioro de las relaciones con la Unión So­
quien se había convencido de la imposibilidad de cooperar con la Unión viética, así como la creciente conciencia de Gran Bretaña de su propia de­
Soviética en la Europa de la posguerra. Las visiones de la administración bilidad dejaron clara la absoluta necesidad de una mayor participación
americana de Ttuman hacia Moscú fluctuaban considerablemente entre económica, política y militar de los Estados Unidos en el continente eu­
una plácida creencia en la buena voluntad soviética y la firme condena de ropeo. Así, el Reino Unido tomó inmediatamente la iniciativa de estable­
las actividades de Stalin en Europa del Este. En gran parte fue el dramáti­ cer la Organización del Tratado de Bruselas (OTB) con Francia y los paí­
co discurso de Churchill en Fulton (Missouri) de marzo de 1947 lo que ses del Benelux en 1948 cuando Estados Unidos indicó que, a la vista de
gradualmente cambió todo esto cuando llamó la atención del mundo ha­ la patente amenaza soviética, Washington podría estar interesada en coo­
cia el Telón de Acero que había «descendido desde Stettin en el Báltico perar con Europa Occidental en asuntos de seguridad. No obstante, Esta­
hasta Trieste en el Adriático,>.n No obstante, no fue hasta marzo de 1947, dos Unidos esperaba una iniciativa previa de los europeos dirigida a pro­
durante una sesión conjunta del Congreso, que Truman dejó clara la po­ veer su propia seguridad.13 Así, una vez creada la OBT a principios de
lítica exterior americana. El presidente aprovechó el momento en que los 1948, dieron comienzo las negociaciones para el establecimiento de la
británicos retiraron su apoyo a las fuerzas anticomunistas en Grecia y Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Turquía por razones financieras para anunciar la Doctrina Truman glo­ A la vista de las actividades de Stalin en el Este, para 1948 las fuerzas oc­
bal: que los Estados Unidos apoyarían a todo país amante de la paz que cidentales de ocupación habían decidido también elaborar planes para es­
fuera amenazado por el comunismo internacional. Sin embargo, aún en­ tablecer un estado liberal-democrático en Alemania Occidental, y para re­
tonces quedaba poco claro si el mito del aislacionismo americano era real­ formar la econonúa de Alemania Occidental y de Berlín Occidental por
mente una cosa del pasado y si el prolongado compromiso de los Estados medio de la introducción de una nueva moneda. Las zonas británica Y
Unidos con Europa sería moral además de práctico.12 americana de Alemania ya se habían unido en enero de 1 947. Sin embar­
En Londres los políticos mantuvieron su pesimismo con respecto a la go, Stalin todavía parecía esperar que en algún momento del futuro la
posibilidad de persuadir a los Estados Unidos de mantener su compro­ parte occidental de Alemania y el Berlín Occidental pudieran escapar a
miso con Europa. Algunos políticos de la izquierda del Partido Laborista la influencia de los Aliados Occidentales y volverse neutral; al parecer no
y de la derecha patriótica del Partido Conservador negaban además la albergaba esperanzas de que Alemania Occidental se hiciera comunista.
conveniencia de convencer a los americanos de permanecer en Europa. Así pues, Stalin se oponía a la división formal de Alemania. En junio de
Pero el gobierno británico comenzó a defender sus planes para una unión 1948 Moscú impuso el bloqueo de Berlín con la intención de forzar a los
económica y militar occidental (sobre todo con respecto a una estrecha países occidentales a rescindir sus planes separatistas. Pero le salió el tiro
cooperación franco-británica). Se albergaba también la esperanza de que por la culata. Occidente respondió con la introducción de un programa
esto facilitara la construcción de una fuerza independiente liderada por masiVo de envíos aéreos para evitar la hambruna en la población del Ber­
lín Occidental. La solidaridad occidental con la población de la ciudad di­
vidida en el frente de la guerra fría constituyó un factor de peso en el acer­
11 Véase E Harbutt, Thelron Curtain: Churchill, America and the Origins ofthe Cold War
camiento entre los alemanes y los países occidentales. Tan sólo tres años
(Nueva York: Oxford University Press, 1986).
12 J. L. Gaddis, <<Was the Truman Doctrine a Real Turning Point?», Foreign Affairs, 52
{ 1973-4), 386-402; M. P. Leffler, Preponderance ofPower: National Security, the Truman Ad­ 13 The 1947 Dunkirk Treaty entre Gran Bretaña y Francia todavía fue un tratado militar

ministration, and the Cold War (Stanford, Calif.: Stanford University Press, 1992). bilateral dirigido contra una potencial reanudación de una agresión alemana.
220 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 221

después del suicidio de Hitler, el puente aéreo daba a los alemanes occi­ y la interferencia en asuntos europeos siempre se vieron como algo limi­
dentales la sensación de «pertenecer» al mundo occiden�al. El bloqueo tado y temporal. Además, se esperaba que una Europa económicamente
de Berlín también fortaleció la resolución de Washington de formar par­ sana fuera capaz de componer unas fuerzas militares fuertes y acatar una
te de la OTAN y por tanto, por primera vez, comprometerse a un des­ política de fuerza frente a la Unión Soviética. En alguna ocasión se con­
pliegue prolongado de tropas de tierra en el continente europeo en tiem­ templó incluso la posibilidad de que a su debido tiempo fuera posible li­
pos de paz. berar a los «pueblos cautivos}> de Europa del Este por medio de la fuerza.
En cuanto estuvo claro que los Estados Unidos mantendrían su com­ La política occidental de impedir que la Unión Soviética extendiera sus
promiso de apoyar militarmente al continente europeo, el gobierno britá­ tentáculos en Europa más allá del río Elbe, que dividía las esferas de in­
nico perdió todo interés en el concepto de la Unión de Europa Occidental. fluencia de Este y Oeste en el continente europeo, vino a conocerse como
Londres claramente estaba a favor de la cooperación atlántica. Así, la OBT «estrategia de la contención>>. Su principal autor fue el diplomático ame­
no fue más que el medio para obtener el Pacto del Atlántico Norte, que fue ricano Georges F. Kennan. Pero en tanto que Kennan creía firmemente en
firmado en abril de 1949 por los miembros de la OBT más los Estados su concepción original económico-política de contención, la administra­
Unidos, Canadá, Italia, Islandia, Noruega, Dinamarca y Portugal. Para de­ ción de Truman prestó cada vez más atención a su dimensión militar. La
leite de Gran Bretaña, la OTAN era una alianza entre varios países sobera­ crisis del bloqueo de Berlín había dejado claro que existía una amenaza
nos, aunque firme y claramente liderada por los Estados Unidos, pero no real de conflicto militar con la Unión Soviética en la dividida ciudad de
era una organización supranacional. Desde entonces, los responsables de Berlín en el centro de Alemania. La creencia de Washington en la necesi­
la política de Gran Bretaña han creído siempre que lo mejor para los inte­ dad de rearmar a los países de Europa Occidental (entre ellos, controver­
reses del Reino Unido en materia económica, política y estratégica nuclear tidamente, el nuevo estado de Alemania Occidental) y de expandir y mo­
era que su país centrara sus esfuerzos en fortalecer y ampliar su «relación dernizar las fuerzas convencionales y nucleares de Estados Unidos fue
especiah> bilateral con los Estados Unidos. Londres comenzó a demostrar enormemente reforzada por el estallido de la guerra en Corea. En junio
una clara falta de interés en la integración del continente europeo. Pero de 1950 las fuerzas comunistas de Corea del Norte invadieron Corea del
esto, paradójicamente, iba en contra de la política americana. Sur, un protectorado americano. No tardaron en establecerse paralelos
A finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta los respon­ con la precaria situación de la dividida Alemania en Europa.
sables de la política americana reconocieron que solamente una Europa Además, en marzo de 1950 se había anunciado que la Unión Soviética
Occidental unida y en paz consigo misma podía conformar un frente había hecho explotar su primera bomba atómica en agosto de 1949 -mu­
coordinado contra la amenaza militar e ideológica de la Unión Soviética. cho antes de lo que esperaban Washington y Londres. Gran Bretaña no
Además, sólo una Europa así podía asegurar la reconciliación de la Repú­ logró realizar sus primeras pruebas nucleares hasta 1952, y Francia hubo
blica Federal de Alemania (RFA) con los países del mundo occidental y de esperar a 1960 (China hizo explotar su primera bomba nuclear en
generar una duradera amistad franco-alemana al tiempo que evitara las 1962). Así pues, por efecto de la guerra de Corea el ingente programa de
tendencias hacia el neutralismo y el derrotismo. En la base de la visión rearme que recomendaba el documento NSC-68 de Estados Unidos fue
americana estaba sobre todo la suposición- de que sólo una Europa plena­ constituido en ley por el Presidente Truman. En septiembre de 1950 la
mente integrada, estable y económicamente viable podía evolucionar ha­ OTAN creó una estructura de mando integrada a las órdenes de un co­
cia un continente pacífico y democrático. A su debido tiempo esta estra­ mandante supremo aliado americano con base en París. En 1952 la con­
tegia tendría la ventaja adicional de hacer innecesaria la ayuda económica ferencia de la OTAN en Lisboa confirmó la voluntad de Europa Occiden­
americana a Europa. La prosperidad de Europa Occidental parecía de­ tal de llevar a cabo un fuerte rearme convencional. No obstante, las
pender de la creación de un mercado único. Así pues, durante el periodo realidades económicas y financieras de Europa Occidental impedirían
de posguerra Gran Bretaña y otros países europeos fueron amonestados que se realizaran estos objetivos tan ambiciosos como poco realistas.
frecuentemente para que adoptaran una actitud más pro-integracionista. Con la muerte de Stalin en marzo de 1953 y la subida al poder de un li­
Después de todo, en Washington el apoyo activo del gobierno americano derazgo colectivo en Moscú con el prímus ínter pares Georgi Malenkov se
222 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 223

produjo una cierta suavización de las relaciones Este-Oeste. En la mayo­ miento entre Bonn y París. Esto último se intentó por medio de la inte­
ría de los países de Europa Occidental (pero no tanto en Estados Unidos) gración europea y, a la vista de las abrumadoras fuerzas convencionales
se desarrolló la percepción de que la amenaza militar del Este comenzaba de Moscú, mediante el rearme de Alemania Occidental.
a disminuir. Pero en 1953 la guerra fría ya había llevado a la división fir­ Pero los franceses se negaron categóricamente a acceder al rearme e in­
me del continente europeo. Sólo tm puñado de países neutrales o semi­ tegración de un ejército alemán en la OTAN, algo en lo que los america­
neutrales (Suiza, Liechtenstein, Austria, Sueci�, España, Andorra, Irlanda, nos habían insistido durante una conferencia de ministros de exteriores
quizás Yugoslavia) no se habían visto forzados a tornar partido por uno u en Washington en septiembre de 1950. En lugar de establecer un ejército
otro bando. alemán separado, el primer ministro francés Pleven sugirió una contri­
bución alemana a un ejército europeo dentro de una Comunidad Eu­
ropea de Defensa ( CED) dirigida por un ministro de defensa europeo.
Cooperación Este-Oeste, política nuclear en la cuerda floja, Pero el Plan Pleven discriminaba a la Alemania Occidental: no permitía al
y crisis sobre Berlín y Cuba, 1953 - 1 963 gobierno de Bonn establecer su propio estado mayor y el ejército europeo
consistía en divisiones mixtas, sin ninguna unidad enteramente alemana.
Durante los años cincuenta se hizo cada vez más claro que tanto la Euro­ Además, los estados miembros del CED sólo pretendían integrar una par­
pa Oriental como la Occidental no pasaban de ser meros espectadores en te de su ejército en el CED, y retener una parte substancial de sus fuerzas
el conflicto entre dos superpotencias. Al comprenderlo, británicos y fran­ armadas en forma de ejércitos nacionales independientes para sofocar las
ceses realizaron esfuerzos desesperados por mantener sus papeles de gran cada vez más frecuentes revueltas nacionalistas en sus colonias, como por
potencia. Pero a principios de los sesenta la guerra fría multipolar se ha­ ejemplo en la Indochina francesa o el Congo belga. Además, el Reino Uni­
bía convertido en un conflicto bipolar. Tras la crisis de los misiles de Cuba do rehusaba a participar en un CED supranacional. En Londres se argu­
de octubre de 1962, que llevó al mundo a las puertas de una guerra nu­ mentaba que la calidad de un ejército se de:finía'por el entusiasmo nacio­
clear, se inició una cauta cooperación entre Este y Oeste, con importantes nalista de los soldados individuales por defender su país de origen; era poco
repercusiones en el continente europeo. La guerra de Vietnam y las polí­ probable que un soldado quisiera arriesgar su vida en nombre de una Eu­
ticas anti-americanas del presidente francés de Gaulle también tuvieron ropa vagamente definida. Existía asimismo el temor fundamentado de
hondas reverberaciones en la política europea. No obstante, en cada una que la OTAN y el compromiso de Estados Unidos con Europa se vieran
de las partes de Europa la superpotencia correspondiente consiguió con­ debilitados con la creación de un CED. Inicialmente, el gobierno ameri­
solidar su posición hegemónica. Esto dio como resultado numerosos cano se mostró muy escéptico sobre el valor militar del CED, pero gracias
conflictos estratégicos y económico-monetarios entre Washington y sus a la capacidad de persuasión de Jean Monnet, Washington cambió de opi­
aliados occidentales, la mayoría de los cuales pudieron ser resueltos por nión.
medio de largos procedimientos consultivos. Pese a haberse logrado un En mayo de 1952 Francia, la RFA, Italia y los países del Benelux con­
cierto grado de prosperidad económica en los países de Europa del Este cluían el tratado del CED, al tiempo que se firmaban los llamados acuer­
en los años sesenta, existía un creciente descontento con el dominio cada dos contractuales que habían de transformar la Alemania Occidental en
vez más opresivo de Mosc-6, que tuvo que recurrir a la fuerza para mante­ un estado casi soberano. Era el premio que recibia el canciller Adenauer a
ner su influencia. cambio de la participación de Alemania Occidental en el CED. Durante
En lo que respecta al continente europeo, los años cincuenta todavía 1953-4 el Reino Unido adquirió a efectos prácticos un estatuto de asocia­
estuvieron presididos por la preocupación por el problema alemán. Para do del CED y accedió a una cooperación militar estrecha. Estos gestos no
la Unión Soviética inicialmente la cuestión era cómo escindir la RFA de convencieron a la opinión pública francesa. El sacrificio de la identidad
Occidente y establecer una Alemania unida y neutral. Para occidente la nacional de las fuerzas armadas era inaceptable. Además, antes de firmar
cuestión era encontrar la mejor manera de integrar Alemania Occidental el tratado el canciller alemán había logrado cambios muy notables en el
en el mundo occidental de modo irreversible y cómo favorecer el acerca- tratado del CED que garantizaban un tratamiento más igualitario de
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 225
224 EUROPA DESDE 1945

Alemania Occidental pero parecían debilitar el potencial dominio francés tegraba los estados satélite de Europa del Este; la RDA se convirtió en
del CED. Los franceses temían cada vez más que los alemanes acabaran miembro de pleno derecho en enero de 1956.
por dominar el CED en términos tanto económicos como militares. Al fin Los Estados Unidos y Europa Occidental sintieron un gran alivio con
y al cabo, existía una considerable presión por parte de Italia y Holanda la integración de la RFA en Occidente. Al fin y al cabo, justo antes de que
para expandir el CED hacia una organización política y económica. 14 se firmara el tratado original del CED en mayo de 1952, Stalin había he­
En agosto de 1954 el CED fue desestimado en el parlamento francés, cho todo lo posible por tentar a los alemanes occidentales para que se ale­
lo que propinaba un fuerte revés a todo el proyecto de anclaje de Alema­ jaran de occidente. Por medio de su famosa nota de marzo de 1952, Sta­
nia Occidental en el Oeste y de estabilización del continente europeo. lin había ofrecido a los alemanes la reunificación. Incluso parecía ofrecer
Fue el ministro de asuntos exteriores británico, Anthony Eden, quien la liberación de la Alemania Oriental de su esfera de influencia si Alema­
recibió el reconocimiento por la propuesta de poner el práctica el plan nia Occidental abandonaba el bando occidental y se convertía en un país
original americano de integrar las fuerzas armadas alemanas en la neutral. La verdadera intención de esta nota es aún hoy una cuestión
OTAN. No obstante, antes de unirse a la OTAN en pie de igualdad con muy debatida en la bibliografía académica.15 A pesar de la fuerte pre­
. los otros estados miembros, la RFA había de unirse (junto a Italia) al re­ sión de los partidos de la oposición en el parlamento de Alemania Occiden­
novado y reformado OTB, ahora llamado Unión Europea Occidental tal de «examinar» la oferta de Stalin, el gobierno de Bonn inmediatamen­
(UEO). La UEO se utilizaría para organizar la procuración de defensa de te alentó a los Aliados occidentales a que rechazaran la oferta, lo que éstos
sus estados miembros y dar así a cada estado miembro el veto de la com­ hicieron de buen grado.
pra de armas de cualquiera de los otros estados miembros. De este Sin embargo, para horror de políticos de Washington, Bonn y demás,
modo, gracias a la participación de Alemania Occidental en la UEO era solamente un año más tarde, apenas unos meses después de la repentina
posible controlar los esfuerzos de rearme de los alemanes. Además, Ade­ muerte de Stalin en marzo de 1953, el primer ministro británico Chur­
nauer prometió «voluntariamente» que su país no tenía interés alguno chill (que había vuelto al poder a finales de 1951) hizo una propuesta
en obtener armas ABC {atómicas, biológicas, químicas). Para acabar de muy parecida. Inspirado por el aparentemente más liberal curso del nue­
tranquilizar a los franceses, Eden prometió también que Gran Bretaña vo liderazgo colectivo de Moscú, defendió una Alemania reunida y neu­
no retiraría del continente sus fuerzas de la OTAN sin el consentimiento tral, así corno la firma de un tratado de amistad germano..: soviético (un
de los países de la UEO. Locarno occidental) que sería supervisado por Gran Bretaña. Churchill
Al final, la fórmula tradicional de nación estado de Gran Bretaña de esperaba que esta posición y un pronto fin de la guerra fría permitieran al
abordar los problemas de integración europea, de seguridad europea y la Reino Unido centrarse en su reconstrucción económica y mantenerse así
cuestión alemana se llevaba la palma. En mayo de 1955, Alemania Occi­ como uno de los líderes mundiales. Estaba también convencido de que la
dental entraba en la OTAN y, a cambio, se convertía en un estado plena­ continuada división de Alemania sólo podía traer convulsiones, y hasta
mente soberano dentro del concierto de naciones occidentales (salvo por guerra nuclear, a Europa. La estabilidad en el continente sólo se podría
algunas condiciones aliadas respecto a Berlín y al conjunto de Alemania, conseguir si se satisfacían las aspiraciones nacionales de los alemanes. Las
entre ellas la reunificación). La Unión Soviética no se mostró tan hostil a revueltas en Alemania Oriental de junio de 1953 parecían confirmarlo.
este desarrollo como habían hecho pensar algunas previsiones pesimis­ Sin embargo, ni siquiera en Londres encontraron mucho apoyo las ideas
tas. La respuesta del Kremlin a la admisión de Alemania Occidental en la del primer ministro. La mayoría de los otros países europeos estaban
OTAN fue la creación, el 14 de mayo de 1955, del Pacto de Varsovia, la or­ menos entusiasmados con la idea de haber de tratar con una Alemania
ganización militar dominada por la Unión Soviética que más o menos in-
15 Para las dos visiones opuestas: R. Steininger, The German Question: The Stalin Note
14 Los italianos y los holandeses se las ingeniaron incluso para llevar a la asamblea de la of 1952 and the Problem ofReunification (Nueva York: Columbia University Press, 1990};
CED a esbozar una constitución federal que contenía una cláusula en previsión de la unidad G. Wettig, <tStalin and German Reunification: Archiva} E'vidence on Soviet Foreign Policy in
política y económica de los estados miembros. Spring 1952», Historical Journal, 37 (1994}, 411-19.
226 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 227

reunificada. Sólo Suecia mostró cierta simpatía hacia las ideas de Chur­ que permanecían en la Unión Soviética. Sin embargo, el inicio de relacio­
chill. La indecisión del nuevo liderato soviético a acceder a una cumbre nes oficiales con el Kremlin amenazaba con socavar el no-reconocimien­
de las cuatro potencias, además de una colaboración secreta germano­ to de la RDA por Alemania Occidental y todo el mundo occidental, puesto
americana en el verano de 1953, dieron al traste con las posibilidades de que Bonn había establecido relaciones diplomáticas con un país que re­
realización de la propuesta de Churchill para la solución del problema conoCía la legitimidad de la RDA y de la linea Oder-Neisse como frontera
alemán.16 oriental de Alemania con Polonia. Por ello, Adenauer anunció que la
El repentino consentimiento de la Unión Soviética al tratado del esta­ Unión Soviética, en tanto que una de las cuatro potencias de ocupación,
do de Austria durante las negociaciones de Moscú de abril de 1955, tras era un caso especial. El reconocimiento del régimen del Berlín Este por
años de desacuerdos con occidente respecto al futuro de este país, puso cualquier otro país habría sido visto como un acto hostil que debía recibir
fin a la ocupación y dio pie al establecimiento de una Austria plenamen­ la respuesta apropiada. Era la llamada Doctrina Hallstein, fuertemente
te independiente con sus fronteras de 1938. No obstante, Austria no esta­ apoyada por los Estados Unidos y los estados de Europa Occidental.
ba obligada a renunciar a futuras intenciones de unión con Alemania y Como los acontecimientos demostrarían, hacia finales de los años cin­
adoptar una posición de país neutral e independiente de los dos sistemas cuenta y durante los sesenta se haría cada vez más difícil insistir en el no­
enfrentados de alianzas. El beneplácito de Moscú al tratado del estado de reconocimiento internacional de la RDA. El reconocimiento oficial de la
Austria y la expectativa de que la RFA quisiera seguir el ejemplo de la so­ RDA en 1957 por Yugoslavia y en 1963 por Cuba llevó a la ruptura de re­
lución austriaca probablemente deba verse como el último intento de la laciones diplomáticas entre la RFA y estos países. La observancia de la
Unión Soviética de alejar a la RFA del bando occidental. Pero Moscú no Doctrina Hallstein estaba llamada a convertirse en la manzana de la dis­
consiguió lo que deseaba. Una vez Alemania Occidental estuvo plena­ cordia entre Alemania Occidental y sus aliados en Europa Occidental,
mente integrada en la Alianza Occidental, en mayo de 1955, la URSS cada vez más deseosos de aprovechar las oportunidades comerciales que
perdió todo interés en cualesquiera planes de neutralidad y reunifica­ la RDA ofrecía. En particular, Francia, Gran Bretaña, los países escandi­
ción. El nuevo líder soviético, Nikita Khrushchev, comenzó a defender su navos e, inicialmente, Suiza, estuvieron tentados a intensificar las relacio­
«teoría de los dos estados» y, por ende, la división permanente de Alema­ nes comerciales con Alemania Oriental. De hecho, con la excepción de los
nia. Incapaz de impedir la incorporación de Alemania Occidental en el bienes estratégicos incluidos en la llamada lista COCO M de bienes prohi­
bloque occidental, Moscú se vio obligado a aceptar la nueva realidad. La bidos para el comercio con el bloque Este, los vínculos comerciales entre
Unión Soviética comenzó entonces a defender el reconocimiento inter­ Europa Occidental y Europa Oriental se intensificaron desde mediados
nacional de su estado alemán. Moscú ya no estaba dispuesta a sacrificar la de los años cincuenta.
existencia de la RDA. En 1955 Europa habla quedado definitivamente di­ Para cuando Adenauer visitó Moscú, ya había tenido lugar en Ginebra,
vidida en una mitad occidental y una mitad oriental. en julio de 1955, la primera cumbre de las cuatro potencias desde Pots­
Todo esto quedó simbolizado sobre todo en la invitación soviética al dam. Le siguió una conferencia de los ministros de exteriores de las cua­
canciller de Alemania Occidental para que viajara a Moscú, lo que fue vis­ tro potencias en octubre. Aunque ninguna de las dos conferencias logró
to con gran desconfianza en Washington y en la mayoría de capitales eu­ resolver ninguno de los problemas pendientes de la guerra fría, al menos
ropeas. Durante su visita de septiembre de 1955 Adenauer acordó iniciar condujeron a un clima internacional más relajado. Los primeros sínto­
relaciones diplomáticas con la URSS e intercambiar embajadores a cam­ mas parecían indicar que sería posible contener la guerra fría en Europa
bio de la liberación de los últimos 10.000 prisioneros de guerra alemanes pacíficamente y consentir en el desacuerdo, una política que dio en lla­
marse «coexistencia pacífica».
16 K. Larres, «<ntegrating Europe or Ending the Cold War? Churchill's Post-War Foreign Khrushchev también intentó abrir un nuevo capítulo con respecto a
Policy}), ]ournal ofEuropean lntegration History, 2 (1996), 15-49; K. Larres, «Preserving Law los asuntos nacionales soviéticos. Pero su política de desestalinización se le
and Order: Britain, the United States and the East German Uprising of 1953)), Twentieth volvió en contra. Durante un discurso secreto en febrero de 1956 (que casi
Century British History, 5 (1994), 320-50. de inmediato fue filtrado a los medios de comunicación occidentales),
228 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 229

condenó las políticas del hasta entonces tan admirado Stalin y lo acusó de puso en marcha un programa frenético y bien financiado para alcanzar a
crímenes horrendos. Su discurso llevó a muchos en Europa del Este a al­ Moscú. Sputnik contribuyó a que el gobierno americano se mostrara más
bergar la esperanza de que Moscú fuera a emprender un curso más liberal. que nunca interesado en centrarse en la contención nuclear y esperara que
Estaban equivocados. Moscú reprimió sin piedad las revueltas de 1956 en Europa Occidental proporcionara los Inás costosos medios convenciona­
Hungría (y las menos dramáticas protestas de Polonia) con la matanza de les de defensa del continente europeo ante una eventual invasión soviéti­
miles de personas y la ejecución del primer ministro Imre Nágy. El Krem­ ca. Para irritación de los Estados Unidos, los europeos eran tan reacios
lin forzó a Budapest a rescindir su decisión de abandonar el pacto de como incapaces de dedicar a defensa los recursos esperados. Hacerlo hu­
Varsovia y a dar marcha atrás en su decisión de construir un sistema mul­ biera afectado seriamente sus esfuerzos de recuperación económica.
tipartidista. Entre 1958 y 1963 Europa quedó abrumada por una repentina e ines­
Con todo, hasta finales de los años cincuenta las relaciones internacio­ perada intensificación de la guerra fría. La crisis de Berlín y, sobre todo, la
nales europeas se caracterizaron por un inquieto espíritu de distensión. crisis cubana de los misiles de octubre de 1962 llevó al mundo al borde
Pero esta desintensificación (temporal) de la tensión Este-Oeste tenía poco de una guerra nuclear. El Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares de
que ver con las distintas propuestas de retirada y creación de zonas neu­ agosto de 1963 entre los Estados Unidos, el Reino Unido, la URSS y cual­
trales desmilitarizadas en el centro de Europa a lo largo de la frontera este­ quier otro estado que deseara participar en este acuerdo internacional
oeste de Alemania que fueron sugeridos, entre otros, por Anthony Eden, que hada ilegal la explosión de bombas nucleares en la atmósfera fue una
George Kennan y (en forma de un plan aún más ambicioso) por el ministro de las lecciones aprendidas a raíz de la crisis de los misiles. Otra fue la ins­
polaco de asuntos exteriores Adam Rapacki. 17 En lo que concierne a Mos­ talación de una línea telefónica directa entre Washington y Moscú. Ade­
cú, la cada vez más obvia fractura Sino-S�)Viética contribuyó al deseo del más, después de Cuba, la distensión Este-Oeste se percibía como la única
Kremlin de mantener relaciones pacíficas en su frente occidental. Además, opción que podía asegurar la supervivencia del mundo a largo plazo.
los levantamientos de 1956 en Europa del Este tuvieron lugar en un mo­ Por lo que respecta al continente europeo, lo que causó una especial
mento en que, en el curso de la controvertida crisis de Suez, dos democracias tensión fue la segunda gran crisis de Berlín ( 1958-62). En su ultimátum
occidentales estaban ocupadas en el bombardeo de un país que había actua­ de noviembre de 1958 el líder soviético Khrushchev exigió el reconoci­
do en contra de sus deseos (véase más adelante). De modo que la atención miento de la RDA como estado independiente y soberano, la retirada de
occidental se centraba entonces en el Oriente Medio. Nadie en Occidente las potenciaS occidentales de Berlín y la creación de una ciudad libre in­
defendía seriamente el ofrecimiento de apoyo militar a Hungría, puesto que dependiente en Berlin Occidental. Esta crisis no sólo provocó un serio
esto inevitablemente habría conducido a un peligroso conflicto con Moscú. conflicto Este-Oeste con el enfrentamiento de tanques soviéticos y alia­
Hasta cierto punto el acercamiento entre Este y Oeste a mediados de dos en las calles de Berlín, sino que también causó una gran fricción den­
los años cincuenta se vio perturbado por el llamado «choc del Sputnik>> tro de la Alianza occidental. El primer ministro británico Macmillan se
de 1957, que sacudió al mundo occidental y especialmente a los Esta­ oponía a la rígida negativa de Washington a aceptar una solución de com­
dos Unidos, que de la noche a la mañana parecía haber perdido su supe­ promiso con Khrushchev. Macmillan se inclinaba por reconocer la RDA
rioridad en tecnología de misiles. Moscú había conseguido por primera y consentir a la retirada de las fuerzas occidentales del Berlín Occidental
vez en el mundo poner un satélite en órbita, y había logrado lanzar el pri­ a cambio de una solución pacífica a la crisis. Fue especialmente a raíz de
mer misil balistico intercontinental. Las ciudades americanas, y no sólo la visita de su primer ministro a Moscú en 1959 que Gran Bretaña se vio
las europeas, podían ser alcanzadas por las bombas atómicas soviéticas. seriamente enfrentada a Alemania Occidental, Francia y los Estados Unidos
Pronto los políticos comenzaron a hablar de una «brecha» en la tecnolo­ y hubo de abandonar su fórmula del compromiso. 18 La crisis de Berlin
gía de misiles en P�rjuicio de Occidente. En respuesta a ello, Washington se resolvió con la construcción del Muro de Berlín en agosto de 1961.
.
17 18 J,
E. Hinte"rhoff, Disengagement (Londres; Stevens, 1959}; M. Howard, Disengagement in P. S. Gearson, Harold Macmillan and the Berlin Wall Crisis, 1958-1962: The Limits of
Europe (Harmondsworth: Penguin , 1958}. Interests and Force (Basingstoke: Macmillan, 1998}.
23 0 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 231

Aunque odiada por los alemanes, fue tácitamente aceptada por la mayo­ Con la excepción del acuerdo cuatripartito de Berlín de 1971-2, la
ría de europeos del Este y el Oeste como una solución incómoda pero fallida conferencia de las cuatro potencias en París de 1960 fue la últi­
necesaria para superar el problema alemán y rebajar el potencial de un ma gran cumbre hasta las conferencias de dos-más-cuatro de 1990
enfrentamiento militar Este-Oeste en Berlín. (que condujeron a la unificación de Alemania) en que participaron
Para entonces tanto Gran Bretaña como Francia habían sido elimina­ Gran Bretaña y Francia. Después de 1960 la guerra fría se había con­
dos a efectos prácticos del club de grandes potencias mundiales. Esto vertido a todos los efectos en un conflicto entre superpotencias, como
quedó simbolizado sobre todo con la crisis de Suez de 1956, cuando gradualmente llegaron a aceptar Francia y Gran Bretaña. En Londfes
Gran Bretaña y Francia (en colusión con Israel) atacaron el Egipto de condujo a las relaciones cada vez más estrechas del primer ministro
Nasser con la intención de revocar la nacionalización del Canal de Suez Macmillan con los Estados Unidos y a una poco entusiasta petición de
por el presidente egipcio. La ira del gobierno americano por no haber entrar a la CEE. En París, el presidente de Gaulle intentó desesperada­
sido consultado y el temor de Washington de que la acción británico­ mente forjar un papel de gran potencia para su país en oposición a los
francesa abriera las puertas de Oriente Medio a la Unión Soviética (como Estados Unidos.19
efectivamente ocurrió) desembocó en la primera ocasión en que ameri­
canos y soviéticos se encontraron en el mismo bando, enfrentados a los
dos paises europeos. La Unión Soviética llegó incluso a amenazar con el La visión europea de de Gaulle, 1963-1969
uso de armas nucleares contra Londres y París. Pero la actuación de
Wáshington fue más eficaz. Una gran presión, inspirada por Washing­ Mientras que durante los años cincuenta los políticos del Este y del Oes­
ton, sobre la libra esterlina y la imposición efectiva de un embargo de pe­ te se habían centrado sobre todo en los intentos por hallar una solución
tróleo sobre Gran Bretaña por el presidente Eisenhower tuvieron el efec­ para el problema alemán, los años sesenta estuvieron dominados por las
to deseado. Para enojo de Francia, que causó un gran resentimiento políticas anti-americanas del presidente francés De Gaulle, así como por
anti-británico en Paris, Gran Bretaña notificó a los franceses que tenía el creciente descontento europeo con la participación americana en Viet­
que retirarse de Egipto. nam. La creciente inclinación de Washington a basar su política exterior
Suez dejó claro que si incluso antiguas potencias mundiales como en la existencia de un continente europeo permanentemente dividido en
Gran Bretaña y Francia, que todavía conservaban una gran influencia esferas de influencia también encontró una gran oposición en Europa. En
global, no podían emprender acciones internacionales independientes particular, los alemanes occidentales que, cada vez más seguros de sí mis­
sin la aprobación y el apoyo de los Estados Unidos y la Unión Soviética, mos, deseaban participar en las tomas de decisión nucleares de la
otros países europeos del Este o del Oeste serían del todo incapaces de OTAN/0 temían con razón que Washington había arrumbado el objetivo
hacerlo. La crisis de Suez simboliza el declive de la Europa del Este y del de lograr la reunificación alemana. De Gaulle tampoco estaba satisfecho
Oeste hasta la condición de meros estados satélite de las dos superpoten­ con la tendencia de los poderes anglo-sajones de estabilizar el status quo
cias. Los vehementes esfuerzos de Londres por obtener el apoyo tecnoló­ de la guerra fría y mantener el dominio americano sobre el continente
gico de los Estados Unidos para su programa «independiente» de arma­
mento nuclear durante los años siguientes no hicieron más que confirmar 19 R. O. Paxton y N. Wahl (eds.), De Gaulle and the United States: A Centennial Reap­
su decadencia. Sin los misiles americanos Skybolt y Polaris para sus ca­ praisal (Oxford: Berg, 1994),
20
bezas nucleares, Gran Bretaña no habría conseguido mantener su condi­ Esto condujo a la propuesta, por parte de Washington, de crear una fuerza nuclear
ción de tercera potencia nuclear. Además, en el curso de otra aventura en multilateral (MLF) que daría a los europeos la oportunidad de participar en el proceso de
toma de decisiones nucleares de la OTAN al tiempo que permitiría a Estados Unidos con­
Oriente Medio, durante la invasión británica y americana del Líbano
servar el dedo en el gatillo nuclear. Sin embargo, aunqueAlemania Occidental se mostró in­
en 1957, se hizo patente que las grandiosas ambiciones del gobierno de teresada, la MLF acabó en nada cuando el Reino Unido y Francia expresaron su preferencia
Macmillan en la región estaban firmemente contenidas y controladas por mantener un control real sobre sus fuerzas nucleares en lugar de obtener la ilusión de
por Washington. control sobre una MLF controlada por Norteamérica.
232 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 233

europeo hasta un futuro indefinido. Después de todo, su propuesta de la OTAN/1 así como la desacertada política americana en Vietnam, fue­
1958, poco después de volver al poder, de establecer un directorado ame­ ron todas puestas en práctica sin consultar para nada con los europeos,
ricano-británico-francés para supervisar la estrategia de la guerra fría en lo que contribuyó no poco al resentimiento de De Gaulle.A mediados de
el mundo occidental había sido cortésmente rechazada. En respuesta, De los años sesenta, cuando ya se había dado cuenta de la futilidad de in­
Gaulle retiró su flota mediterránea de la OTAN. tentar alejar a Bonn de Washington, De Gaulle comenzó a desarrollar
Al mismo tiempo, De Gaulle comenzó a desarrollar sus propias ideas una nueva estrategia para aumentar la independencia de Francia en la
sobre el futuro de Europa. En conjunto, su política exterior se caracteri­ política mundial.
zó por un intenso anti-americanismo y por sus intentos de revitalizar el Ya entre 1960 y 1965 había comenzado a retirar unidades militares
papel «natural» de Francia como poder global convirtiéndola en líder de francesas de los ejercidos militares de la OTAN y, a mediados de 1966, el
una «Europa europea>�. En 1962-3, una vez De Gaulle hubo conseguido presidente francés decidió retirar completamente a su país del mando mi­
apaciguar su sangrienta guerra en el Norte de África retirándose y acce­ litar integrado de la OTAN, aislándolo así deliberadamente. Más impor­
diendo a la independencia de Argelia, y una vez hubo desarrollado la ca­ tante, y estrechamente vinculada a su estrategia con la OTAN, fue la deci­
pacidad nuclear francesa, comenzó a defender activamente sus propios sión de De Gaulle de emprender una Ostpolitik (<<política para el Este») a
planes para Europa: una Europa liderada por los franceses que fuera in­ la franfaise. Confiaba en que, a la larga, esta política condujera a un mun­
dependiente de los Estados Unidos y cimentada en acuerdos bilaterales do menos bipolar, que fortaleciera a Francia económicamente y le propi­
con Alemania Occidental. De Gaulle estaba convencido de que si la Eu­ nara un papel de mediador en el conflicto entre Este y Oeste. A principios
ropa continental conseguía organizarse a sí misma y organizar cabal­ de 1964 Francia reconoció diplomáticamente a China. En 1965 el minis­
mente sus recursos, podía llegar a desafiar la hegemonía americana y so­ tro de asuntos exteriores soviético Gromyko visitó París. En 1966 el mis­
viética en el continente europeo y eventualmente superar el conflicto mísimo De Gaulle realizó una fructífera visita de estado a Moscú, que
Este-Oeste. Esto explica por qué en enero de 1963 De Gaulle vetó la soli­ fue correspondida al año siguiente, cuando el jefe de estado soviético
citud de entrada de Gran Bretaña en la CEE. No estaba dispuesto a per­ Kosygin vino a París. La Guerra de los Seis Días en Oriente Medio en ju­
mitir que Londres socavara su estrategia europea con su «relación espe­ nio de 1967 encontró a los franceses del lado de Europa del Este, Moscú y
cial» con los Estados Unidos. Veían en Gran Bretaña a un caballo de los estados árabes, mientras que la mayoría de los países europeos occi­
Troya americano y, en consecuencia, objetaba al ingreso de Gran Breta­ dentales (ente ellos la RFA) y los Estados Unidos apoyaban a Israel. Para
ña en la CEE. entonces De Gaulle había comenzado ya a firmar tratados comerciales
De Gaulle veía en el tratado bilateral franco-alemán de 1963 un paso con todos los países de Europa del Este con la excepción de la RDA.
adelante hacia una tercera vía, liderada por Francia, para la politica mun­ En vista de las sensibilidades de Alemania Occidental, De Gaulle
dial. Pero la decepción no tardó en llegar. No sólo insistió el parlamento rehusó reconocer la RDA. Continuó cortejando políticamente a Alema­
de Alemania Occidental en añadir un preámbulo al tratado en el que se nia Occidental cuado en Bonn gobernaba la Gran Coalición (1966-9). En
hacía hincapié en los estrechos vínculos que unían la RFA con los Esta­ ocasiones el presidente francés todavía confiaba en debilitar la estrecha
dos Unidos y con la Alianza Atlántica, sino que el sucesor de Adenauer, relación entre Alemania Occidental y los Estados Unidos. Obviamente
Ludwig Erhard, era un atlantista convencido. Resultó imposible empujar había subestimado hasta qué punto Bonn confiaba en su relación con
a Bonn a escoger entre Washington y París en favor del último. Además, Washington en lo concerniente a su seguridad exterior, su bienestar
de Gaulle estaba cada vez más irritado con la cada vez más obvia prefe­
rencia de los americanos a tratar con la Unión Soviética bilateralmente y
21 Esto significaba, en esencia, que la OTAN utilizaría primero armamento convencional,
a desestimar a los europeos -incluso a los dos países europeos con ar­
luego armamento nuclear de alcance medio (las llamas armas nucleares de campo de bata­
mamento nuclear. La crisis de los misiles de Cuba, las negociaciones de las lla), antes de emprender una guerra nuclear total contra un ataque soviético a Europa Occi­
prohibiciones de pruebas nucleares, la nueva «estrategia de respuesta fle­ dental. Para una sólida revisión del tema, puede cOnsultarse B. Heuser, «The Development
xible)) que los Estados Unidos gradualmente desarrollaban e imponían a of NATO's Nuclear Strategy¡>, Contemporary European History, 4 (1995), 37-66.
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 235
234 EUROPA DESDE 1945

económico y la situación de Berlín. El presidente francés llegó incluso a una Europa guiada por Francia y en gran medida libre de la influencia de
declarar repetidas veces que su concepto de una «casa común europea» in­ las dos superpotencias. La invasión dejaba claro que, en Moscú, Francia y las
cluía la reunificación de Alemania con la conclició� de que Bonn aceptara estrategias de De Gaulle nunca se habían considerado tan importantes.
la línea Oder-Neisse y prometiera no obtener nunca armamento nuclear.22 Asimismo, desde la invasión soviética de Praga en 1968, la URSS se ha­
Esta estrategia gozaba al parecer de dos ventajas para De Gaulle. Indi­ bía mostrado más decidida que nunca a «llegar a un acuerdo con Occi­
caba a la Alemania Occidental que si no defería a la política pan-europea dente para el reconocimiento de la legitimidad de la influencia soviética
de De Gaulle, éste podía reconocer a la RDA y con ello socavar definitiva­ en Europa del Este que minimizara la probabilidad de una nueva Checos­
mente las aspiraciones de Bonn de unificación y su pretensión de hablar lovaquia».23 Esto, sin embargo, no se refería tanto a un acuerdo con Fran­
por la nación alemana entera. Asimismo, mantenía la política de Bonn con cia como con Washington y Bonn.
Europa del Este bajo control francés, ya que impedía cualquier acción que En los últimos meses de su presidencia, De Gaulle comenzó a dar se­
no hubiera sido consentida previamente por Francia. Al fm y al cabo, si ñales de estar dispuesto a considerar cierta coordinación de las fuerzas
Bonn emprendía su propia Ostpolitik podía esperarse qu_e condujera a un nucleares de Francia y de la OTAN, y a admitir la entrada de Gran Bretaña
aumento de la influencia política y económica de Alemania Occidental en en la CEE. Esta política de acercamiento a Gran Bretaña con el fin de uti­
Europa del Este. Además, las frecuentes declaraciones públicas de De Gau­ lizar a este país como contrapeso a una Alemania Occidental cada día más
lle con referencia al derecho de los alemanes a reunificarse fijaban la aten­ segura de sí misma y económicamente más fuerte continuaría, aunque en
ción de Europa del Este (y especialmente de Polonia) en las posibles aspi­ un grado menor, con el sucesor de De Gaulle, Georges Pompidou.
raciones revanchistas de Bonn. De este modo, se dirigirían a Francia para
compensar las ambiciones de Alemania Occidental. París confiaba en que
esto impidiera que surgieran vínculos independientes entre Alemania Oc­ Ostpolitik y el fin de la guerra fría
cidental y las naciones de Europa del Este y, por ende, cualquier política
que pudiera desafiar las aspiraciones francesas a liderar Europa. Aunque en su conjunto la Ostpolitik de De Gaulle debe verse como un fra­
Sin embargo, cuando en 1968 tanto la administración americana como caso, al parecer su ejemplo tuvo un efecto estimulador sobre los políticos
la Gran Coalición en Bonn emprendieron una política más activa con Eu­ de Bonn, que se movía con mucha más cautela que la «Grand Nation». De
ropa del Este, la Ostpolitik francesa se paralizó. Había varias razones para mediados a finales de los años sesenta Alemania Occidental parecía incli­
ello. Tanto los Estados Unidos como Alemania Occidental eran, tanto narse por la eliminación de la cada vez más anticuada Doctrina Hallstein.
económica como política y estratégicamente, consortes más interesantes Bonn se fue dando cuenta de que los rígidos aspectos políticos y legales de
para Moscú que París. Como remate, los acontecimientos casi revolucio­ la estrategia tradicional de Adenauer con Europa del Este, la «politica de la
narios acaecidos en París en mayo de 1968 socavaron fundamentalmente fuerza», era contraproducente. Pero Bonn todavía no estaba preparada
la reputación de De Gaulle y de sus estrategias políticas. La Doctrina Brez­ para seguir la declaración de los paises del Pacto de Varsovia de 1967 se­
nev y la invasión soviética de la República Checoeslovaca en agosto de 1968, gún la cual Alemania Occidental debía reconocer a la RDA antes de que
así como la deposición del régimen comunista liberal dirigido por Ale­ se pudiera producir un acercamiento entre el Este y el Oeste. Sin embar­
xander DubCek, pusieron un fin abrupto a cualquier esperanza de que la go, algunos de los principales políticos de Alemania Occidental se dieron
Unión Soviética estuviera dispuesta a tolerar algún grado de independen­ cuenta de que la unificación sólo era posible en el marco de un acuerdo
cia en Europa Oriental. Esto llevó a De Gaulle a cuestionar su propia Ost­ de ámbito europeo. En este contexto Francia y los Estados Unidos habían de
politik. Al fin y al cabo, el principal objetivo de su política en Europa del ser partícipes en la apertura de Alemania Occidental a Europa del Este.
Este había sido la superación de la divisoria Este-Oeste y la creación de Por consiguiente, los politicos de Alemania Occidental no estaban en

22 De Gaulle no excluía la posibilidad de que Bonn pudiera participar en la decisión so­ 23 A. Stent, Prom Embargo to Ostpolitik: The Political Economy ofWest· German-Soviet Re­

bre el uso del armamento nuclear por las grandes potencias, Francia incluida. lations, 1955-1980 (Cambridge : Cambridge University Press, 1981), 155.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 237

posición de elegir entre Paris y Washington, como De Gaulle les había ins­ Con estos drásticos cambios de política, el gobierno de Bonn siguió las
tado a hacer. Comprendieron siempre que debían mantener buenas rela­ necesidades de la cambiante situación internacional, así como los deseos
ciones con estos dos países, así como con los otros países europeos.- El de sus aliados occidentales y los países de Europa Oriental. Se creía que la
problema era que los políticos de Alemania Occidental tenían que hacerse resolución de la cuestión alemana y la aceptación de las fronteras eu­
más flexibles e independientes, pero evitando provocar con ello la sospecha ropeas de la posguerra darían pie a una más intensa cooperación política
en Estados Unidos y Europa Occidentai de que Bonn estaba poniéndo­ y económica entre Europa Occidental y Oriental. Y, en efecto, los vínculos
se de parte de Moscú y Europa del Este. A este respecto, los alemanes comerciales en Europa se expandieron enormemente desde principios de
occidentales eran afortunados (e inspirados) por el hecho de que su Ost­ los años setenta. La serie de tratados bilaterales inspirados por la Ostpoli­
politik correspondiese con el inicio de un período general de distensión tik concluyó cuando Bonn firmó un tratado de reconciliación con Che­
gradual de las superpotencias desde el advenimiento de la administra­ coslovaquia en diciembre de 1973.
ción de Nixon en Washington a principios de 1969. Desde entonces, la Ostpolitik pasó a estar integrada en el proceso gene­
La Ostpolitik fue seguida enérgicamente por el gobierno social-demo­ ral de distensión de las superpotencias y las negociaciones de desarme
crático-liberal del canciller Willy Brandt (1969-74), y condujo a la firma que habían comenzado tímidamente durante los años setenta. Su primer
de tratados con la URSS (agosto 1970) y Polonia (diciembre 1970). Su po­ logro fue la firma del primer Tratado para la Limitación de Armas Estra­
lítica contribuyó asimismo al Acuerdo de Berlín entre las cuatro potencias tégicas (SALT I) el 26 de mayo de 1972, durante la visita a Moscú del pre­
aliadas (diciembre 1971-junio 1972) que resolvió la situación de crisis sidente Nixon. En noviembre de ese mismo año comenzaron en firme las
permanente que rodeaba a Berlín. Clarificó la posición según la cual las conversaciones para una conferencia sobre seguridad y cooperación en
potencias occidentales tenían derecho a retener sus fuerzas militares en el Europa (CSCE), que dieron como resultado una serie de reuniones entre
Berlín Occidental y que el Berlín Occidental estaba estrechamente vincu­ 1973 y 1975 que concluyeron con la importante conferencia de Helsinki
lado a Alemania Occidental, aunque constitucionahnente se mantenía de julio-agosto de 1975.26 Los Acuerdos de Helsinki fueron firmados el
como una entidad separada. Por encima de todo, la Ostpolitík dio como 1 de agosto de 1975 por treinta y cinco países europeos además de los
fruto el Tratado Básico entre los dos estados alemanes (diciembre 1972).24 Estados Unidos y Canadá. Solamente Enver Ho:xha, el líder comunista de
La importancia de los tratados con Moscú, Varsovia y Berlín Oriental línea dura y pro-maoista de Albania, rehusó firmar el tratado. A causa de la
consistía en que Alemania Occidental aceptaba ahora las fronteras de situación de pobreza y las inclinaciones pro-chinas de Albania, Hoxha ha­
posguerra en Europa, entre ellas la frontera entre las dos Alemanias, así bía dejado el Comecon en 1961 y el Pacto de Varsovia en 1968. El estable­
como la línea Oder-Naisse como frontera entre Alemania y Polonia. Con cimiento del CSCE fue un avance extremadamente importante. Hasta
ello, Alemania Occidental renunciaba defacto (aunque no de jure, lo que el fin de la guerra fría fue el único foro que reunía regularmente a to­
habría de aguardar hasta 1990) a los territorios perdidos durante la Se­ dos los estados europeos, comunistas o capitalistas, además de los Es­
gunda Guerra Mundial. También aceptaba a la RDA como un segundo es­ tados Unidos y Canadá.27
tado alemán legítimo y reconocía, por tanto, la división de Alemania, En conjunto, los Acuerdos de Helsinki facilitaron una drástica disminu­
aunque manteniendo la ambición de lograr una unificación pacífica en el ción de las tensiones entre Este y Oeste. Por ello, fueron muy criticadas por
futuro.25 muchas fuerzas ardientemente anti-comunistas tanto en los Estados Uni­
dos corno en Europa Occidental. Después de todo, Moscú había obtenido
z4 W. Brandt, My Life in Politics (Nueva York: Viking, 1992), 154-241.
25 No obstante, la RFA no reconoció la soberanía del estado de Alemania Oriental con
26 Véase A. Heraclides, Security and Co-operation in Europe: The Human Dimension,
respecto a cuestiones como las fronteras de la RDA, la ciudadanía, la reunificación y la
pertenencia a organizaciones internacionales. Bonn deseaba preservar la noción de una «re­ 1972-1992 (Londres: Frank Cass, 1993).
lación especiah> entre Bonn y Berlín Este y la existencia de <<Una nación alemana)) pero dos 27 Belgrado 1977-8, Madrid 1980-3, Viena 1986-9 y Helsinki 1992, cuando la CSCE

estados alemanes. Por ello, Bonn y Berlín Este no intercambiaron embajadores, sino repre­ con sus cincuenta y tres miembros fue reformada y pasó a ser una agencia de las Naciones
sentantes permanentes. Unidas.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 239

aquello por lo que había luchado desde los años cincuenta: el reconoci­ dad del dólar con el oro, lo que tuvo como consecuencia el cambio libre
miento de las fronteras de posguerra en Europa tal como resultaron de la de las monedas internacionales y la devaluación del dólar. Al mismo
Segunda Guerra Mundial y, con ello, la legitimación de su esfera de in­ tiempo, el presidente impuso una tarifa protectora del diez por ciento so­
fluencia en Europa del Este. A cambio, la Unión Soviética y todos sus paí­ bre todos los bienes importados. Estas medidas fueron dictadas única y
ses satélite se comprometieron a intensificar la cooperación entre Este y exclusivamente por las necesidades económicas nacionales de los Estados
Oeste. Mediante la firma de la Cesta III de los Acuerdos de Berlín, acor­ Unidos, sin tener en cuenta las posibles consecuencias económicas nega­
daron también prestar una mayor atención al respeto de los derechos hu­ tivas para sus aliados europeos.
manos en Europa del Este (incluido el derecho a viajar y la libertad de ex­ Los problemas de América se debían en gran medida al coste de la
presión política y religiosa). Guerra de Vietnam, a la carga persistente de la financiación de los pro­
En el curso de los años setenta y ochenta, los Acuerdos de Berlín esti­ gramas nacionales de la «gran sociedad)) de los años sesenta, y a la relati­
mularon la constitución de un número cada vez mayor de movimientos va sobrevaluación del dólar, que ayudaba a las exportaciones europeas y
disidentes en la URSS y en muchos países de Europa del Este (especial­ japonesas. La imposición en la CE de contingentes, controles sobre el
mente enla RDA, Polonia, Hungría, y la República Checoeslovaca). jun­ cambio y licencias de importación para los bienes procedentes de otros
tamente con el estancamiento económico en Europa del Este, la Ostpolitik países, así como la proteccionista política agraria común (PAC) de la Co­
y la CSCE contribuyeron a un ánimo general de descontento e insatisfac­ munidad, inaugurada en 1 966, contribuyeron al creciente déficit presu­
ción con el status quo de la Europa Oriental. Todavía se discute en la bi­ puestario de los Estados Unidos. Este país no sólo había acumulado un
bliografía académica si Helsinki y la Ostpolitik desempeñaron algún papel considerable déficit de la balanza de pagos, sino que, desde 1971 y por
en el desencadenamiento de las llamadas «revoluciones de terciopelo» de primera vez desde 1883, tenía también un considerable déficit comercial
Europa del Este de 1989-90 o si, en cambio, ayudaron a consolidar y por además de problemas inflacionarios, aumento del desempleo y salarios
tanto prolongar el imperio de la Unión Soviética en Europa. Lo que sí pa­ casi congelados, y la posición del dólar, la principal moneda de reserva del
rece claro es que la Ostpolitik y Helsinki tuvieron a la larga un considera­ mundo, se estaba debilitando. La situación no tardó en empeorar en el
ble efecto indirecto sobre la auto-liberación de los países de Europa del ominoso clima económico internacional que siguió a la Guerra Árabe-Is­
Este; ayudaron al menos a acelerar los desarrollos que culminaron en los raelí de octubre de 1973, que condujo a la imposición de un embargo del
acontecimientos de 1989-90. A corto plazo, en cambio, los resultados fue­ petróleo árabe en la mayoría de los países occidentales y, en consecuencia,
ron decepcionantes. Por ejemplo, grupos humanitarios como la Carta a un aumento global del precio del petróleo. Washington y los europeos
Checoslovaca 77 intentaron que el gobierno de Praga refrendara con he­ necesitaban adaptarse a la nueva situación, que debía incluir un grado
chos los Acuerdos de Helsinki, pero sus miembros fueron a menudo per­ mucho mayor de cooperación mutua en igualdad de condiciones. Pese a
seguidos y encarcelados por sus actividades. Lo mismo ocurrió en Polo­ la competencia económica y la enorme ira que se desató, por ejemplo,
nia y en la RDA. En respuesta a las protestas de los países occidentales, la tras la decisión del secretario de estado americano, Henry Kissinger, de
Unión Soviética insistió en que era ilegal que occidente interfiriera en los declarar 1973 como Año de Europa sin haber consultado antes a los pro­
asuntos internos de Europa del Este. píos europeos, en conjunto Washington y Europa Occidental se las arre­
La disposición de Washington a principios de los años setenta de em­ glaron, aunque no sin grandes dificultades, para resolver sus diferencias.
prender un período de distensión con la Unión Soviética y de acceder, En última instancia, los Estados Unidos no tuvieron más elección que
ante las peticiones de los europeos, a una relajación de la guerra fría, estu­ aceptar la emancipación de Europa Occidental del tutelaje americano.
vo fuertemente influenciada por los problemas económicos y financieros Desde mediados a finales de los años setenta comenzó a notarse que
de los Estados Unidos. Algunos comentaristas comenzaron a hablar de los países de Europa Occidental y Oriental comenzaban a divergir gradual
una relativa decadencia americana y del fin del siglo de América. Así que­ y cautamente de las políticas seguidas por sus patrones en Washington y
dó compendiado cuando Nixon puso fin en 1971 al sistema económico Moscú. Con la perspectiva que no da la historia parece que las naciones
de Bretton Woods de 1944 con la repentina suspensión de la convertibili- europeas fueron recuperando gradualmente su identidad europea común
240 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 241

y se hicieron más conscientes de sus intereses compartidos en los asuntos la invasión turca de la isla de Chipre tras el golpe de estado suscitado por
mundiales. De hecho, cuanto mayores eran sus respectivas dificultades Grecia. El régimen militar gobernante en Atenas confiaba en poder unir
con Washington y Moscú, más unidos estaban los países europeos. Chipre con Grecia y mejorar así su deteriorada popularidad nacional.
A mediados de los años setenta podían observarse graves problemas en Además, existía la posibilidad de que los comunistas lograran carteras de
la cooperación entre las superpotencias. Por ejemplo, las extensas conver­ ministro en países como Italia, Francia, la España post-franquista, y el ines­
saciones MBFR (Reducción Mutua y Equilibrada de Fuerzas) sobre con­ table y revolucionario Portugal. Hasta 1974 y 1975, estos dos últimos ha­
trol de armas que tuvieron lugar en Ginebra y Viena después de 1973 y las bían sido todavía estados autocráticos dominados por gobiernos fascistas.
negociaciones del SALT II durante la administración Carter comportaron También podían observarse serios desacuerdos entre Washington y sus
grandes dificultades para las relaciones Este-Oeste. Además, el fortaleci­ aliados acerca de la relajada actitud de los europeos occidentales hacia las
miento del movimiento neo-conservador americano en los años setenta diferencias en Estados Unidos y la Unión Soviética sobre las guerras civi­
parecía presagiar una nueva fase hostil en la guerra fria. La opinión públi­ les por poderes de Angola y Etiopía-Somalia de mediados de los años se­
ca europea y muchos políticos de Europa Occidental rehusaron cooperar. tenta. Lo mismo se aplicaba a la invasión soviética de Afganistán en di­
Pero el creciente consenso en los Estados Unidos de que la Unión So­ ciembre de 1 979, que preocupó a los europeos mucho menos que a los
viética estaba en realidad intentando conseguir una superioridad militar Estados Unidos. La elite política americana estaba embargada cada vez
y nuclear a socapa de los acuerdos de reducción de armas comenzó gra­ más por un ardiente anti-comunismo que culminó con la elección del
dualmente a preocupar también a algunos paises europeos de la OTAN presidente Reagan a finales de los ochenta. Reagan, como ya antes que él
como Alemania Occidental y Gran Bretaña. Con el tiempo condujo a la Jimmy Carter durante los dos últimos años de su presidencia, no dudó en
decisión de la OTAN de rearme «a dos vías)) de diciembre de 1979. Se tra­ volver a las recias actitudes de la guerra fría de los años cincuenta y prin­
taba de un intento de negociar con Moscú para conseguir la reducción e cipios de los sesenta, aunque Washington por regla general obvió consul­
incluso eliminación de los misiles SS-20 de alcance medio del Kremlin tar o incluso informar a sus aliados europeos.
que apuntaban a Europa Occidental. Si esto resultara inviable, como en Los europeos occidentales juzgaron que eran ellos los que más tenían
efecto ocurrió, se desplegaría armamento americano equivalente, misiles que perder con una vuelta a la guerra fría. Por ello, se propusieron conti­
de crucero y misiles pershing, en territorio de Europa Occidental, sobre nuar con la distensión en Europa. Para consternación de Washington, el
todo en Alemania Occidental. Pero la opinión pública europea criticó presidente francés Giscard d'Estaing llegó incluso a visitar al envejecido
acremente esta decisión. En Bonn contribuyó a la caída del gobierno de Breznez en Moscú en mayo de 1 980 para atemperar la crisiS de Afganis­
Schmidt y a su sustitución por el gobierno de centro-derecha de Helmut tan. Al mismo tiempo, cada vez con más frecuencia el gobierno polaco,
Kohl de 1982. Causó también numerosas revueltas populares en Francia guiado por los soviéticos, intentaba aplacar con mano dura las manifesta­
e Italia y condujo al rápido desarrollo de un movimiento pacifista eu­ ciones y huelgas convocadas por el sindicato Solidaridad con motivo de la
ropeo. Éste último benefició sobre todo a los nuevos partidos verdes pa­ falta de alimentos. También el gobierno de Alemania Oriental comenzó a
cifistas, ambientalistas e izquierdistas de Europa Occidental, que eran es­ aplicar mano dura contra la proliferación de movimientos disidentes en
pecialmente fuertes en la RFA, Francia y los países del Benelux. la RDA. Sin embargo, los cancilleres de Alemania Occidental Schmidt y
La creciente oleada de eurocomunismo que afectaba al sur de Europa Kohl estaban tremendamente interesados en seguir estrechando lazos po­
(en particular a Italia, Francia y España) desde mediados de los años líticos y comerciales con las elites gobernantes del Berlín Este y de Varso­
setenta preocupaba también a los Estados Unidos mucho más que a los via. A excepción de la primera ministra británica, Margaret Thatcher,
europeos. A pesar de la independencia de Moscú de los eurocomunis­ muchos gobiernos de Europa Occidental rechazaron también el consejo
tas y de su ambición de democratizar sus estructuras de partido, Was­ americano de criticar abiertamente las violaciones de los derechos huma­
hington tenúa que la OTAN no pudiera sobrevivir a los desarrollos inter­ nos en el bloque Este, acabar con acuerdos económicos como la ayuda
nacionales de los años setenta. Después de todo, Grecia se retiró de la OTAN para la construcción de un oleoducto y gasoducto de Siberia a Europa
en 1974 a la vista de la actitud ambigua de los paises occidentales frente a Occidental, y emprender programas de rearme.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 243

Estas diferencias de opinión entre la mayoría de países de Europa Oc­ como del Oeste fueron poco más que espectadores pasivos. Además, no
cidental y Estados Unidos se fundamentaban sobre todo en visiones polí­ sólo Moscú, sino también Washington seguían demostrando una absolu­
ticas del mundo muy distintas. Muchos políticos americanos creían en ta falta de interés por consultar con sus aliados en Europa. De hecho, has­
una más o menos burda estrategia de «percha y zanahoria>}, En Europa se ta mediados-finales de 1989, los políticos de Europa Occidental como
creía que, pese a todas las actividades reprensibles de los gobiernos de Margaret Thatcher en Londres y Helmut Kohl en Bonn estaban profun­
Moscú y Europa del Este, no había más alternativa que mantener las con­ damente preocupados por los acuerdos americano-soviéticos de reduc­
versaciones con estas administraciones a fin de mejorar al conjunto de ción de armas nucleares (como, por ejemplo, el acuerdo INF [Fuerzas
gentes de Europa del Este a largo plazo. Por consiguiente, el boicot ame­ Nucleares de Alcance Medio] de diciembre de 1987). Estos acuerdos pa­
ricano a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú no halló eco más que en recían garantizar la seguridad del continente americano, pero ofrecían
unos pocos países de Europa Occidental, entre ellos Alemania Occidental, muchas menos ventajas para Europa. Además, hacía aún más cuestiona­
que se sentía especialmente vulnerable a los disgustos americanos. De he­ ble que hasta entonces la estrategia de «respuesta flexible» de la OTAN.
cho, la fuerte tensión entre los países de Europa Occidental y los Estados Pese a la retirada voluntaria ordenada por Gorbachov de una parte de las
Unidos con respecto a los sacrificios económicos y políticos que Was­ tropas soviéticas destacadas en Hungría y otros países de Europa del Este
hington esperaba para castigar las desviaciones de la Unión Soviética de en la primavera y verano de 1989, los europeos se encontraron todavía
la distensión y de Helsinki contribuyó al desarrollo de una identidad eu­ enfrentados a la abrumadora superioridad de fuerza militares convencio­
ropea. De buen seguro contribuyó a dar nuevo aliento a los esfuerzos por nales de la Unión Soviética.
construir una Europa Occidental cada vez más estrechamente integrada e No faltaban tampoco suspicacias en Europa del Este. Por ejemplo, du­
independiente. En 1984 hubo intentos de revivir la moribunda UEO rante un encuentro entre los líderes de los países del Pacto de Varsovia en
como brazo militar de un Europa unida. Bucarest en julio de 1989, Gorbachov recibió fuertes críticas por no haber
A mediados de los años ochenta parecía que Europa Occidental estaba intervenido contra los regímenes reformistas de Polonia y Hungría. En par­
cambiando de opinión respecto a la invitación que había ofrecido a los ticular, el líder de Alemania Oriental, Erich Honecker, el presidente Checo­
Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial de asumir el lide­ lovaco Gustav Husak, el de Rumanía, Nicolae Ceau§escu, y el presidente
razgo de la mitad occidental del continente europeo. Asimismo, en Euro­ búlgaro Todor Zhivkov, no estaban preparados para adoptar un curso más
pa del Este se desarrolló durante los años ochenta una política un tanto liberal y reformista. En Hungría ya se había tomado este rumbo con el de­
más independiente. Los gobiernos de, sobre todo, Alemania Oriental, sarrollo de un sistema multipartidista de inspiración democrática en enero
Hungría y Rumanía demostraron un deseo cada vez más ferviente de inten­ de 1989. A principios de mayo el país comenzó incluso a desmantelar los
sificar sus lazos económicos y comerciales con Europa Occidental. Esto controles fronterizos con Austria, lo que permitió a un número aún mayor
no parecía necesario únicamente para rescatar las profundamente afecta­ de alemanes orientales escapar a la RFA a través de Hungría, lo que socava­
das economías de estos países. Se pretendía también, especialmente en el ba gravemente el gobierno de Honecker. El gobierno polaco de Jaruzelski
caso de la RDA, apaciguar a los disidentes políticos, cada vez más abierta­ había iniciado conversaciones de mesa redonda con el líder de Solidaridad
mente críticos, con más lazos culturales entre Este y Oeste. Sin embargo, Lech Wale§a y con la iglesia católica en febrero de 1989. Llegado el mes de
la mayoría de las veces, los ciudadanos disidentes eran encarcelados o, en abril se habían acordado ya importantes reformas políticas y económicas,
el caso de Alemania Oriental, «alentados>> a emigrar a Alemania Occidental. entre ellas la constitución de un sistema multipartidista. En agosto de 1989
La helada atmósfera de las relaciones Este-Oeste cambió gradualmen­ las elecciones libres que habian tenido lugar en junio condujeron al nom­
te durante el segundo mandato de Reagan cuando Mijail Gorbachov, el bramiento de un líder de Solidaridad, Tadeusz Mazowiecki, como primer
último líder de la Unión Soviética, llegó al poder en 1985. No obstante, ministro, la primera vez que este cargo era ocupado por un político no co­
acontecimientos como las diversas cumbres entre Reagan y Gorbachov de munista en un país de la esfera de influencia soviética en Europa del Este.
1986-8 que condujeron a drásticos tratados de reducción de armas fueron El énfasis de Gorbachov en una «casa común europea» y sus fre­
un asunto entre superpotencias. Los gobiernos europeos tanto del Este cuentes comentarios de que veía a Europa como un continente con una
244 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 245

identidad cultural e histórica unida fueron intentos de tranquilizar a los


europeos acerca de la naturaleza pacífica de su política. No obstante, estas La integración de Europa: del plan Schuman
ideas y sus tremendamente populares visitas a Bonn, Berlín Este, Londres a los años noventa
y Paris a mediados de 1989, durante las cuales defendió su visión europea,
no lograron disolver las sospechas que embargaban a buena parte de Eu­ El deseo de integrar la Europa Occidental después de la Segunda Guerra
ropa Occidental respecto a las intenciones de la Unión Soviética. La si­ Mundial estaba motivado principalmente por la necesidad de impedir
tuación sólo se aclaró cuando Moscú aceptó las revoluciones populares otra guerra en Europa. Para esto era necesario incitar un acercamiento
acaecidas en todos los países de Europa del Este en 1989 y principios de duradero e irreversible entre Francia y Alemania, los dos estados más
1990. Tal como Gorbachov habia prometido cuando rescindió pública­ grandes y económicamente potentes del continente. Un motivo secunda­
mente la Doctrina Brezhnev en su discurso ante las Naciones Unidas de rio era facilitar una rápida recuperación económica de Europa de las de­
diciembre de 1988, no intervino militarmente para impedir la caída de los vastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Además, en los
regímenes comunistas de Polonia, Hungría, la República Checoeslovaca, años setenta y ochenta la rápida globalización de la producción y el co­
Bulgaria, Rumania y Albania. Los estados que conformaban la URSS eran mercio mundiales hacía imperativa una coordinación cada vez más estre­
otra cuestión. Gorbachov envió tropas a Lituania en marzo de 1990 cha de las políticas económicas, financieras y comerciales si las naciones
(aunque pronto las retiró de nuevo) para impedir la secesión del país de europeas querían seguir siendo internacionalmente competitivas. Esto se
la URSS después de que tuvieran lugar las primeras elecciones libres de la aplicaba en particular a los estados europeos menores o económicamen­
historia de -la Unión Soviética, que se saldaron con la elección del presi­ te más débiles, es decir, todos menos Alemania, el motor económico de la
dente no comunista Vytautas Landsbergis. Comunidad Europea. Durante la mayor parte del período de posguerra
A principios de 1990, tras cierta oposición inicial, el Kremlin accedió la RFA fue la tercera nación en volumen de comercio después de los Esta­
incluso a renunciar al país que había sido una de sus posesiones más flore­ dos Unidos. Aunque el país pronto se convirtió en el principal contribu­
cientes y apreciadas durante la guerra fría: Alemania Oriental. El aconteci­ yente neto a la economía de la CE, los alemanes occidentales recibían
miento decisivo, en gran parte por razones simbólicas, fue la repentina e también considerables beneficios económicos de su pertenencia a la CE.
ioesperada apertura del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Poco Además, los gobiernos y las gentes de Alemania se mantenían unidos a la
después, Gorbachov y el nuevo presidente americano Bush declararon el CE por razones políticas. El legado nazi del país aconsejaba que los go­
fin de la guerra fría durante una cumbre bilateral celebrada en la costa de biernos demostraran su honradez y fiabilidad mediante su lealtad a la CE
Malta en diciembre de 1989. El año 1990 vio el establecimiento de gobier­ (y a la OTAN). Sólo durante principios y mediados de los años noventa
nos elegidos democráticamente en la mayoría de los países de Europa del pudo notarse un cierto euroescepticismo en la Alemania unida. No obs­
Este. En octubre de 1990 Alemania fue reunificada, y para diciembre de tante, esta actitud más crítica hacia la integración europea era comparti­
1991 ya se había disuelto la Unión Soviética. En el Kremlin Gorbachov fue da por la mayoría de los otros países europeos en los años noventa, lo que
reemplazado por Boris Yeltsin corno Presidente de Rusia. Yeltsin dirigió condujo, por ejemplo, a que la participación en las elecciones europeas de
también la débilmente organizada Comunidad de Estados Independientes junio de 1999 fuera muy baja. No obstante, durante la mayor parte de la
( CEI) de antiguos estados soviéticos, la mayoría de los cuales eran ya na­ historia de la integración europea hubo siempre mucho escepticismo
ciones soberanas, entre ellas Ucrania, Azerbaiján, Armenia, Moldavia y acerca de su valor inherente y de las perspectivas de éxito económico y
Bielorrusia. Georgia y los tres estados bálticos (Estonia, Letonia y Litua­ politico de esta política.
nia) se convirtieron en estados plenamente soberanos e independientes y La primera organización europea común fue la Comunidad Europea
no se unieron al CEI. No obstante, parecía claro que no habían sido los del Carbón y el Acero (CECA) que, como el nombre indica, creó un mer­
gobiernos europeos, sino las gentes europeas, los que habían desencadena­ cado común para el carbón y el acero entre los países del Benelux, Italia,
dos estos drásticos desarrollos. Solamente a lo largo de 1990-1 lograron los Francia y Alemania Occidental. La ambiciosa política fue anunciada por
gobiernos europeos electos reafirmar su control de la política europea. el ministro de asuntos exteriores francés Robert Schuman a principios
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 247
EUROPA DESDE 1945

de mayo ·de 1950. De acuerdo con Schuman, la CECA había de ser una ciembre de 1954 Gran Bretaña se convirtió en un miembro asociado de
organización supranacional gobernada por una alta autoridad cuyos la CECA.
miembros habían de ser independientes en relación con sus gobiernos A pesar del revés que supuso para la integración europea el fracaso de
nacionales y con las industrias del carbón y el acero de cada uno de los la CED en agosto de 1954 (véase más arriba), sólo unos pocos meses más
países. A instancias de los países del Benelux (especialmente los holan­ tarde surgieron dos nuevas propuestas para estimular el proceso de inte­
deses) existiría también un tribunal de apelaciones, una (bastante débil) gración. La propuesta del ministro de asuntos exteriores holandés Beyen
asamblea parlamentaria y un consejo de ministros con una fuerte autori­ giraba en torno a una unión arancelaria con una sustancial reducción de
dad para controlar el proceso de toma de decisiones de la alta autoridad. las tarifas externas; deseaba evitar que simplemente se establecieran
Uno de los motivos que había detrás de la CECA era que los franceses acuerdos bilaterales de comercio entre países europeos. La sugerencia del
anticipaban que pronto tendría lugar una inmensa expansión de la pro­ ministro de exteriores belga Spaak se basaba en realizar avances sectoriales
ducción de las industrias alemanas del carbón y el acero que podía ame­ hacia la integración europea centrándose primero en la energía atómica.
nazar la recuperación de la propia industria francesa del carbón y el ace­ En vista del agotamiento del petróleo, un recurso energético no renova­
ro. Por tanto, la CECA se fundó por razones de competencia industrial ble, anunciado para un futuro cercano, la energía nuclear se consideraba
pero, lo que es más importante, también para controlar la capacidad bé­ vital para asegurar el bienestar del mundo industrializado. Secretamente,
lica de Alemania. Era necesario integrar la industria alemana del carbón Francia también confiaba en desarrollar armamento nuclear para au­
y el acero -las industrias consideradas esenciales para sostener una gue­ mentar así su influencia global. Las dos propuestas enfrentadas se some­
rra -a fin de impedir cualquier aumento de la producción alemana tieron a examen en la reunión del consejo de ministros de la CECA en
de carbón y acero de cara a un rearme. Además, la CECA también tenía la mi­ Messina en junio de 1955. Pero los ministros estaban claramente divididos.
sión de coordinar precios, productividad, inversiones y relaciones indus­ Además, incluso dentro de cada uno de los gobiernos nacionales existían
triales, y de tomar decisiones respecto a las tarifas externas de la Comuni­ graves desacuerdos sobre qué camino seguir. Por consiguiente, los minis­
dad y a las políticas generales de cárteles y de competencia. Todas estas tros decidieron deferir las cuestiones a un grupo de estudio presidido por
cuestiones eran al principio motivo de disputas, y al final fue la presión Spaalc que pronto destacó por las acres disputas entre sus delegados. Los
ejercida por los Estados Unidos lo que ay:udó a resolver los graves conflic­ británicos participaron en las discusiones del grupo de estudio, pero esta­
tos entre los miembros de la CECA. Así, tras enconadas negociaciones, el ban representados únicamente por un oficial de poco rango. Una vez
Plan Schuman fue firmado en abril de 1951 y Jean Monnet se convirtió en más, el Reino Unido no estaba dispuesto a ofrecer un firme compromiso
su primer presidente (hasta !955). En retrospectiva, la CECA fue el pri­ con los resultados de las negociaciones. Gran Bretaña fracasó además a la
mer paso hacia una Europa federal y fue decisiva para el desarrollo de hora de defender la alternativa de una área de libre comercio entre los es­
buenas relaciones franco-alemanas. tados miembros de la OCEE. En consecuencia, Londres no tardó en po­
Los británicos no participaron en la CECA. Con su floreciente y en­ ner fin a su participación en las conversaciones, esencialmente por las
tonces muy productiva industria del carbón y el acero, Gran Bretaña no rilismas razones por las que se había sentido incapaz de participar en el
se vio inclinada a participar en una asociación con las mucho más débi­ Plan Schuman: una mezcla de anti-federalismo y de creencia en la sobe­
les industrias de los países de la Europa continental. También fueron fac­ ranía y continuada influencia global de Gran Bretaña.
tores importantes las cuestiones de soberanía nacional, la importancia En abril de 1956 se hizo público el Informe Spaak. Éste recomendaba
de la Commonwealth, y el escepticismo respecto al éxito potencial del la confección de un tratado Euratom para la investigación sobre los usos
Plan Schuman. Londres estaba especialmente enfurecido porque los pacíficos de la energía nuclear y, con referencia al ejemplo de los Estados
franceses esperaban que Gran Bretaña firmara el principio de una alta Unidos, una unión aduanera. El informe Spaak «estaba alentado por una
autoridad supranacional antes de las negociaciones y no al acabar las visión de crecimiento e integración a través de la competencia».28 Fue el
conversaciones. Londres concluyó que los franceses no tenian ningún
deseo de que Gran Bretaña participara en la CECA. No obstante, en di- �8 P. M. R. Stirk, A History ofEuropean Integration since 1914 {Londres: 1996), 141.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 249

gobierno alemán el que insistió en vincular los dos tratados. Bonn temía taba la aprobación del consejo de ministros y, por tanto, de cada uno de
que Francia perdiera todo interés en el tratado del mercado común si se los estados miembros, para poder proceder con la integración. Llegado el
firmaba antes el trátado Euratom. En junio de 1956 comenzaban las ne­ momento, el tribunal europeo decretó que las leyes europeas tenían prio­
gociaciones. Pronto se hizo patente que la energía atómica, con su redu­ ridad sobre las leyes nacionales. Este decreto aumentó considerablemen­
cido papel en Europa, no era el asunto importante. Lo importante era el te el supranacionalismo y fue decisivo para el desarrollo posterior de la
tratado del mercado único. Se topó con problemas relativos a la armoni­ Comunidad.
zación de todos los aspectos del estado del bienestar, entre ellos los costes Ya en febrero de 1957 Gran Bretaña había propuesto una Área Europea
de la seguridad social y las condiciones de trabajo, que los franceses con­ de Libre Comercio y la eliminación de todas las tarifas sobre los bienes in­
sideraban extremadamente importantes puesto que querían evitar cual­ dustriales (las tarifas sobre los productos alimentarios tuvieron queman­
quier tipo de desventaja para Francia en el mercado común. Era también tenerse a causa de los acuerdo de preferencia imperial de Gran Bretaña
necesario buscar soluciones de compromiso respecto a la estructura de con los paises de la Commonwealth). Se entró en negociaciones, pero en
toma de decisiones de la nueva organización con respecto a los territorios septiembre de 1958 Francia declaró públicamente que el proyecto britá­
de ultramar de Bélgica y Francia. Los alemanes accedieron a contribuir nico era inaceptable y Londres suspendió las conversaciones. Se dio cuen­
notablemente a las inversiones necesarias para modernizar estos territo­ ta que era poco probable que Paris mudara de opinión por temor a que la
rios.29 Así quedó establecido el patrón por el cual Alemania pagaba sus­ competencia económica pusiera en peligro la viabilidad del mercado co­
tancialmente más que los otros estados a cambio de concesiones políticas mún. No obstante, Londres pronto entabló negociaciones con los países
y respetabilidad internacional. escandinavos, cuyas conversaciones sobre una unión arancelaria de los
Francia, Alemania Occidental, Italia y los países del Benelux firmaron países nórdicos también se habían estancado. En julio de 1959 estas ne­
los tratados en Roma el25 de marzo de 1957. Los tratados de Roma, y por gociaciones condujeron a un acuerdo sobre una área de libre comercio que
tanto Euratom y la Comunidad Económica Europea (CEE), entraron en se desarrolló dentro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).
vigor el l de enero de 1958. Existían entonces tres instituciones europeas La AELC fue establecida en mayo de 1960 e incluía a Austria, Gran Bre­
distintas: la CECA, Euratom y la CEE. Las tres estaban asesoradas (y has­ taña, Dinamarca, Noruega, Suecia, Portugal y Suiza. Más tarde se les
ta cierto punto supervisadas) por un parlamento común europeo con se­ unirfan Islandia (1970), Finlandia (1985) y Liechtenstein (1991), que está
des en Bruselas y en Estrasburgo. También se instauró un consejo de mi­ vinculado a Suiza por una unión monetaria y arancelaria. La organización
nistros formado por ministros de los estados nacionales que tenían que estaba dominada por su consejo de ministros, que tendía a tomar decisio­
acordar por unanimidad cada nuevo paso hacia la integración europea, nes por unanimidad y por tanto simbolizaba la naturaleza interguberna­
así como una Comisión Europea con base en Bruselas. El cometido de mental de la AELC. Por encima de todo, y a diferencia del Tratado de
esta última era funtlamentalmente iniciar y luego supervisar la implanta­ Roma, laAELC no contenía ningún compromiso de desarrollar una unión
ción de la legislación. Se instauró asimismo un tribunal europeo. Después política más estrecha entre los estados miembros.
de 1958 el progreso hacia la creación de una unión arancelaria, una tarifa Así pues, a finales de los años cincuenta Europa Occidental había que­
externa común y una política comercial común fue rápido. Aunque era dado dividida económicamente en dos partes: los seis estados miembros
responsabilidad de la Comisión proponer legislación que sustituyera las de la CEE y los siete países de la AELC. Además, con la vuelta de Charles de
políticas nacionales con políticas europeas comunes, la Comisión necesi- Gaulle al poder a finales de mayo de 1958, los franceses habían comenza­
do a seguir una trayectoria política cada vez más nacionalista dirigida a
devolver a su país la importancia global en competición con Washington
29 Esta política fue desarrollada por medio de la Convención de Yaoundé de 1963 y la

Convención de Lomé de 1975, que incluía las antiguas colonias de Grin Bretaña y fue rene­ 1 y Londres (y más tarde con Bonn). Esto tuvo también importantes reper­

1
gociado en 1980 y 1985. Proporcionó ayuda económica europea a los países en vías de desa­ cusiones en el desarrollo de la Comunidad Europea. Por ejemplo, de Gau­
rrollo, aunque, a causa de la PAC, sus oportunidades de comercio de productos agrícolas lle rechazó en dos ocasiones la solicitud británica de entrada en la CEE
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con Europa se vieron gravemente limitadas. (en 1 1963 y 1967). La Política Agraria Común (PAC) establecida en 1966,
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250 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 251

cara, de gran alcance y, pese a todos los intentos de reforma, cada vez más Brandt era muy justa y la Ostpolitik se encontraba todavía en fase de ne­
difíci� de manejar, se mantuvo sin embargo sobre todo por la presión de gociación, las necesidades nacionales y exteriores del gobierno de Alema­
Francia, que quería asegurar la base económica de su gran comunidad nia Occidental dieron a Francia ciertas ventajas con relación a las relacio­
agrkola. nes bilaterales franco-alemanas y la política de la CE.
De Gaulle no dudó en causar una enorme crisis boicoteando todos los Tanto Brandt como el presidente francés Pompidou estaban muy inte­
actos de la CEE durante seis meses en 1965 (la estrategia de la «silla vacía)>) resados en desarrollar la CE. Los eslóganes de Pompidou eran «finaliza­
porque se oponía al Plan Hallstein para la financiación de la PAC. Consi­ cióm>, «profundización» y «ampliación». Se referían a la politica agraria
deraba que este plan haría a la Comisión Europea más independiente a de la CE, a la reforma de las instituciones de la CE y, en particular, a una
medida que la CEE obtuviera sus propios recursos de las recaudaciones mayor coordinación monetaria, y al fuerte apoyo de Pompidou a la en­
de aranceles e impuestos agrícolas y aumentada también los poderes pre­ trada de Gran Bretaña en la CE para contrarrestar la creciente influencia
supuestarios del parlamento europeo. Además, De Gaulle se oponía fir­ económica y política de una Alemania Occidental resurgente. Durante la
memente a cualquier forma de dilución de la influencia individual de las importante cumbre de la CE de La Haya de diciembre de 1969 ambos po­
naciones estado y a la ampliación de los poderes supranacionales de la CEE. líticos lograron regenerar la Comunidad Europea tras la constante at­
Aspiraba a una «Europa de las patrias», no a unos Estados Unidos de Eu­ mósfera de crisis creada por la política de de Gaulle.30 Se alcanzó un com­
ropa. Al fin el presidente francés accedió a un compromiso por el que se promiso en materia agraria y también en la introducción gradual de
retiraba el Plan Hallstein, se limitaban los poderes de la Comisión, se es­ nuevas políticas económicas y monetarias que culminaron en la decisión
tablecía un nuevo marco para la PAC, y se confirmaba que para los prin­ de desarrollar una Unión Monetaria Europea (UME) que, como el Infor­
cipios importantes se mantendría la unanimidad en la toma de decisiones me Werner pronto detallada, se esperaba conseguir hacia 1980. Sin em­
(el «compromiso de Luxemburgo>>). Éste último ha sido el más contro­ bargo, para irritación de Pompidou, el Informe Werner recomendaba una
vertido y ha dificultado el proceso de toma de decisiones en la CE-UE considerable transferencia de soberanía a la CE.
hasta hoy. Hubo además acuerdo en la introducción de cooperación política eu­
El l de julio de 1967 las administraciones separadas de la CECA, Eura­ ropea (CPE), el primer paso hacia la conversión de la CE de una organi­
tom y la CEE se unieron para formar la Comunidad Europea (CE). Tras zación puramente económica a una organización más política, tras per­
la dimisión de De Gaulle en 1969, a principios de los setenta dieron inicio suadir a los estados miembros a que coordinaran su política exterior en el
las negociaciones para la primera ampliación de la CE. Con el gobierno de consejo de ministro. Los detalles de la cooperación política se porme­
Edward Heath el Reino Unido logró finalmente unirse a la CE el l de ene­ norizaron más tarde en el Informe Davignon. Los franceses en particular
ro de 1973. Esto fue confirmado en junio de 1975 por un referéndum se mostraron muy interesados en la cooperación política porque el de­
convocado por el gobierno laborista de Harold Wilson. Noruega retiró su sarrollo de una clara identidad europea en el campo político reafirma­
solicitud de entrada después de que un referéndum dejara bien claro que ría la independencia europea en la política mundial y podría redundar en
los ciudadanos de su país no estaban a favor de la entrada en la CE. En una mayor importancia de Francia en la escena global. Después de todo,
cambio, Dinamarca y la República de Irlanda se convirtieron en miem­ al igual que De Gaulle, Pompidou albergaba la esperanza de que los fran­
bros desde enero de 1973. ceses lideraran Europa. Su política se caracterizó por un igual por una
Hacia principios de los años setenta las relaciones franco-alemanas, honda aversión hacia los Estados Unidos y una fuerte rivalidad con este
que habían sido el núcleo de la CEE, comenzaron inclinarse a favor de país. Además, Pompidou comenzó a inquietarse por la creciente indepen­
Alemania Occidental. No obstante, antes de las elecciones generales ale­ dencia de la Ostpolitik de Alemania Occidental. Así se explica el acerca­
manas del 19 de noviembre de 1972 y la firma del Tratado Básico con la miento gradual de las relaciones entre Pompidou y el primer ministro
RDA en diciembre de 1972, Bonn intentó apaciguar las demandas france­
sas respecto a Europa a fin de obtener el respaldo francés a la Ostpolitik. 30 H. Simonian, The Privileged Partnership: Franco-German Relations in the European
Así, hasta finales de 1972, cuando la mayoría parlamentaria del canciller Community (Oxford: Clarendon Press, 1985).
252 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 253

británico Heath que se pudo observar a principios de los años setenta. Unidos prosiguieron con su tendencia a no consultar a los europeos sobre
Pompidou confiaba en que un nuevo eje París-Londres pudiera contra­ importantes cuestiones Este-Oeste.
rrestar la fuerza de una floreciente Alemania Occidental. Como reacción a estos desarrollos, durante los años ochenta se pro­
A pesar de la fuerte oposición, tanto por parte de De Gaulle como de dujo una fuerte tendencia hacia una más estrecha cooperación económi­
Pompidou, a que Alemania Occidental dominara la CE y tomara las rien­ ca y política en Europa, impulsada sobre todo por el presidente francés
das de la política europea oon Europa del Este, esto es precisamente lo que Franyois Mitterrand y por el canciller de Alemania Occidental Helmut
ocurrió a partir de 1973 -paradójicamente 1973 era el décimo aniversa-­ Kohl con la fuerte oposición de la primera ministra británica Margaret
rio del tratado franco-alemán de Adenauer y De Gaulle. Los aconteci­ Thatcher. En 1987 los esfuerzos de Kohl y Miterrand llevaron a la im­
mientos demostraron que la entrada de Gran Bretaña en la CE no bastó plantación en 1986 del Acta Única Europea (AUE), que en esencia refor­
para invertir esta tendencia y fortalecer las reivindicaciones francesas al maba el Tratado de Roma de 1957. La AUE perseguía la creación de un
liderazgo de Europa También fracasaron los intentos franceses de excluir auténtico Mercado Único y la eliminación de todas las barreras comer­
gradualmente a los Estados Unidos de todo papel sustancial en los asun­ ciales y aduaneras para enero de 1993. Además, reformaba los procedi­
tos europeos. La Declaración de Identidad Europea de 1973 alentaba a los mientos de toma de decisiones de la CE. A fin de permitir nuevas amplia­
miembros de la CE a utilizar el instrumento de la CPE para coordinar ciones de la CE después de la adhesión de Grecia en 1981 y de España y
las posiciones de la politica exterior entre los países de la CE, algo que, Portugal en 1986, se sustituyó el requisito de unanimidad por el de ma­
no obstante, raramente se consiguió.31 yoría absoluta para las decisiones del consejo de ministro, lo que equiva­
Pese a la lograda gestión de la crisis económica y monetaria de Europa lía a tma nueva dosis de supranacionalidad en lo que respecta a cuestio­
de mediados a finales de los años setenta de la mano, sobre todo, del nes del Mercado Único (que eran, sobre todo, el libre movimiento de
canciller alemán Helmut Schmidt y del presidente francés Giscard d'Es­ trabajo, capital, servicios y productos dentro de Europa). También dio
taing, ambos antiguos ministros de fmanzas, la mayoría de autores ven la poderes legislativos al parlamento europeo. Además, se reorganizó la co­
década de los setenta como una «edad oscura» o «década de estancamiento'' operación en política exterior entre los estados miembros; por bien que
en la integración europea.32 Las dos crisis del petróleo y la recesión eco­ hasta el Tratado de Maastricht la política exterior no formó parte del
nómica con alta inflación que las acompañó (lo que algunos autores han marco legal de la CE.
caracterizado como «estanflación») que afectaron sobre todo a Gran Bre­
taña e Italia, así como la ampliación de la CE de seis a nueve países en
1973, causó una grave y prolongada crisis de adaptación dentro de la Co­
munidad.33 En conjunto, este «desgobierno europeo» benefició a Estados
Tras la guerra fría: la reunificación de Europa
Unidos. Washington consiguió insistir en la importancia del marco atlán­
tico y reconquistar su posición como «potencia líder entre países socios en los años noventa
que sólo actuaban como una unidad bajo su direccióm).34 Pero los Estados
La conferencia illtergubernamental de Maastricht de diciembre de 1991
31 Véase D. Dinan, Ever Closer Union? An Introduction to the European Community (Ba­
fue un paso fundamental en el proceso de integración europea. Una con­
singstoke: Macmillan, 994), 75-87. ferencia intergubernamental es una negociación formal concerniente a la
32 J. Peterson, Europe and America in the 1990s: The Prospectsfor Partnerships (Aldershot: revisión de tratados entre los gobiernos (y no entre los gobiernos y la Co­
Edward Elgar, 1993), 42; Keith Middlemas, citado en Lundestad, <<Empire>> by Integracion, misión o el parlamento) de los estados miembros de la UE. Tras las amplia­
109.
ciones de los años setenta y óchenta, los acuerdos alcanzados en Maastricht
33 Véase D. W. Urwin, The Community ofEurope: A History ofEuropean Integration sin­
ce 1945, 2a ed. (Londres: Longman, 1995), 157 y sigs.
condujeron a una decisiva «profundización» de la integración europea en
34 A. Grosser, The Western Alliance: European-American Relations since 1945 (Londres: cuanto a política económica y monetaria, pero también en otras áreas,
Macmillan, 1980), 281. como las cuestiones de justicia y asuntos de interior o la politica regio-
254 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 255

nal y social. El Tratado de Maastricht entró en vigor el l de noviembre de En 1998 los jefes de gobierno de la UE decidieron qué paises de la
1993. La CE fue entonces reemplazada por la Unión Europea (UE). El tra­ UE habían demostrado la capacidad de satisfacer los fuertes requisitos
tado estableció los reglamentos y fechas límite para la UME, cimentada para la participar en la unión monetaria (a saber, baja inflación y bajo dé­
en el sistema monetario europeo (SME) establecido a finales de los años ficit presupuestario). Con la excepción de Grecia, los quince países de la
setenta. Una vez introducido el Mercado Único en 1993 y ampliada nue­ UE cumplieron con los requisitos para la moneda común.36 Se habían
vamente la UE con la admisión de Austria, Finlandia y Suecia,35 se logró albergado ciertas dudas acerca de la capacidad de Italia para cumplir los
por fin realizar la UME, por bien que más tarde de lo esperado. Así pues, requisitos, pero el Primer Ministro Romano Prodi logró esta fenomenal
el Tratado de Maastricht condujo a un avance decisivo hacia la unión eco­ tarea. Posteriormente, en el verano de 1999, Prodi fue nombrado sucesor
nómica y la moneda única de Europa con la creación del banco central de Jacques Santer, de Luxemburgo, como presidente de la Comisión Eu­
europeo. Aunque la mayoria de países de la UE había acordado sacrificar ropea. Por razones políticas y económicas, el Reino Unido y Dinamarca
su soberanía financiera en Maastricht, los estados miembros retuvieron el decidieron no unirse a la zona euro. El euro fue introducido oficialmente
derecho a no participar en la moneda común si asi lo deseaban. El go­ como unidad oficial de pago europea el 1 de enero de 1999. Al mismo
bierno Conservador del Reino Unido, dirigido por el primer ministro tiempo, el Instituto Monetario Europeo, establecido en 1994, se convirtió
John Majar, firmó el Tratado de Maastricht, pero decidió renunciar a la en banco central de la UE, con sede en Frankfurt. En enero de 2002 se
moneda común. En Francia fue necesario un referéndum, y dos en Dina­ distribuirán monedas y billetes y, tras una corta fase de transición, el euro
marca, para lograr en 1992 una muy estrecha mayoría a favor del Tratado se convertirá en la única moneda de curso legal en los doce países de «eu­
de Maastricht. rolandia)),
La conferencia intergubernamental de Amsterdam de 1997 (que Se fijó para el año 2000 la siguiente conferencia intergubernamental.
entró en vigor en mayo de 1999) confirmó las metas de Maastricht y Tras el éxito inicial de la «profundizacióm) de la UE en 1993-9, su obje­
produjo nuevos avances en el proceso de «profundización» de Europa. tivo era preparar la UE para la prevista ampliación de la UE a principios
También alentó la formulación de una politica de exterior y de seguri­ del siglo XXI. No obstante, la creciente convergencia económica de Europa
dad común {PESC) europea como ya preveía el Tratado de Maastricht. Occidental hace que la inclusión de paises como Polonia, Hungría y la Re­
También habla designado ya a la VEO como el pilar de defensa europeo. pública Checa sea muy dificil y económicamente costosa. Al cambio de
Asimismo, el Tratado de Amsterdam elaboraba el Tratado de Maastricht milenio, Europa del Este se encontraba todavía a medio camino de un
con respecto a conferir más derechos al parlamento europeo. Por ejem­ tortuoso proceso de reestructuración económica desde una economía de
plo, en Amsterdam el parlamento recibió una mayor capacidad de con­ planificación central a una capitalista. Por lo tanto, la UE ha esbozado un
trol sobre la Comisión a fin de resolver el muy criticado déficit democrá­ marco financiero para los años 2000-6 que prevé profundas reformas fis­
tico de la UE. Desde 1999, la introducción de una nueva Comisión Europea cales destinadas a posibilitar la ampliación de la UE hacia el Este y a libe­
precisa también de la confirmación por el parlamento europeo, algo rar sustanciales recursos financieros para lograrlo. Durante la cumbre de
meridianamente necesario tras los escándalos de fraude sin precedente la UE de Berlín de marzo de 1999 el programa llamado Agenda 2000, así
que forzaron la dimisión al completo de la Comisión Europea dirigida como los acuerdos para aplicar modestas reformas a la PAC y para con­
por el presidente de la Comisión Jacques Santer en la primavera de centrar los fondos estructurales de la UE en las regiones más necesitadas
1999. Se acordó también realizar más votaciones por mayoría en el con­ de asistencia financiera, se juzgaron esenciales si la UE había afrontar con
sejo de ministros. En particular, el Tratado de Amsterdam creó «estrate­ éxito la dificil ampliación hacia el Este.
gias comunes». Ahora la aplicación de políticas ya acordadas por pre­ Sin embargo, en 1999 la guerra de Kosovo en la antigua Yugoslavia des­
vios consensos sólo requerirá una mayoría de votos. vió la atención dentro de la UE desde las a menudo exageradas diferen­
cias de opinión sobre los costes presupuestarios y otros aspectos materiales
35 Como esto hubiera dejado a los pequeños paises Suiza, Liechtenstein y Islandia como
36 Grecia adoptaría el euro a finales del 2000.
únicos miembros de laAELC, esta organización se disolvió el 1 de enero de 1995.
2j6 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 257

entre los países de la UE hacia los valores fundamentales que subyacen a bajo los efectos de la Guerra de Kosovo los quince miembros de la UE, in­
la integración europea: la creencia en un continente liberal-democrático cluidos Gran Bretaña y Francia, se mostraron de acuerdo en que ésta era
y la necesidad de conservar la paz y la estabilidad en Europa. Así, en una meta deseable. El descontento con las restricciones nacionales y las
muchas capitales de la UE la guerra en Europa contribuyó a un mayor en­ prevaricaciones de la administración Clinton durante la guerra, así como
tendimiento de los valores más profundos de la cooperación política la envidia europea del abrumador poder militar, y por tanto político, de
europea en el marco de la integración europea. Por encima de todo, la gue­ Washington contribuyeron al sentimiento de que Europa debía realizar
rra en Kosovo condujo a un mayor esfuerzo de parte de Francia, Gran un mayor esfuerzo por desarrollar su propia política exterior y de seguri­
Bretaña, Alemania y otros países de la UE de desarrollar una estructura de dad. En 1999, la guerra en Europa ofreció a la UE el incentivo necesario
defensa y una identidad europeas. Se había considerado ya una amplia­ para iniciar un esfuerzo mucho mayor que nunca para provocar un cam­
ción del Acuerdo Anglo-Francés de Saint Malo de diciembre de 1998 re­ bio importante en la política europea. Tras la unión monetaria, la intro­
ferente a una plataforma europea de defensa. Tanto Francia como Gran ducción de una moneda única y la prevista ampliación de la UE hacia el
Bretaña, los dos únicos países europeos con un potencial militar notable, Este, la política exterior y de seguridad es el área que por razones de so­
expresaron la intención de desarrollar una capacidad europea de defensa beranía nacional había quedado más desatendida hasta el momento. La
que pudiera actuar coordinadamente con la OTAN pero sin la necesaria creación de la PESC y la ampliación hacia el Este son los dos mayores re­
participación de los Estados Unidos. Después de todo, las prioridades eu­ tos a los que la UE habrá de enfrentarse a principios del siglo XXI.
ropeas a menudo distan mucho de los intereses americanos. Al fin y al cabo, desde 1990 los países de Europa del Este han vuelto a
Aunque siempre se había pensado en Saint Malo como el principio de conectar con su larga tradición europea y han comenzado a desempeñar
una más amplia política europea de defensa que incluyera otros países un papel político, cultural y también económico cada vez más importante
de la UE (entre ellos Alemania), la Guerra de Kosovo aceleró drástica­ en Europa. Polonia, la República Checa y Hungría, además de Eslovenia y
mente estos planes. Además, los franceses cambiaron de opinión acerca Estonia, han recibido claras indicaciones de que a principios del nuevo si­
de la idea de convertir a la UEO en el principal elemento de una identidad glo se consideraría seriamente su admisión en la UE. Asimismo, se ha
europea común de defensa. Durante la cumbre franco-alemana de Toulou­ ofrecido a muchos otros países de Europa del Este antiguamente contro­
se de finales de mayo de 1999 ambos países dejaron bien claro que la UE lados por la Unión Soviética la condición de asociados de la UE. Así pues,
debía proveerse de unos medios independientes para afrontar crisis gra­ sólo desde 1990 se ha desarrollado la «casa común europem) que Charles
ves en Europa. Esto potencialmente podía llevar a la constitución de una de Gaulle había imaginado en los años sesenta y que Mijail Gorbachov
fuerza europea de reacción rápida, posiblemente a partir de la brigada pedía a fmales de los ocbenta. Mientras los países de Europa del Este esta­
franco-alemana establecida en 1993, en la que participaban también Bél­ ban ocupados deshaciéndose de las tristes experiencias de su pasado so­
gica, Luxemburgo y España. cialista y comunista, la experiencia liberal-democrática y capitalista de
La cumbre del Consejo Europeo de principios de junio de 1999 en Co­ Europa Occidental se convertía en el modelo para toda Europa en el si­
lonia vino a confirmar estas consideraciones. Se confirmó que la UEO se glo XXI. De hecho, la gran mayoría de países de Europa del Este estaban
incorporaría plenamente en la UE. Esto incluía las llamadas «tareas de Pe­ desesperados por olvidar e incluso pasar por alto su agitada historia du­
tersburgo», que daban a la UE la responsabilidad de organizar interven­ rante la era de la guerra fría para ponerse al día de los progresos integra­
ciones humanitarias y de mantenimiento de la paz. Además, durante la cionistas ocurridos en Europa Occidental. Después de todo, visto con la
cumbre de Colonia se decidió unánimemente nombrar a Xavier Solana, el perspectiva de las cinco últimas décadas del siglo XX, la integración eu­
secretario-general saliente de la OTAN, representante de la UE en política ropea ha beneficiado enormemente al continente europeo, tanto por lo
exterior y de seguridad. De este modo se atribuía a Solana la responsabili­ que respecta al mantenimiento de la paz como al sustancial aumento de
dad de supervisar el desarrollo de una genuina política exterior europea. la calidad de vida.
Aunque el desarrollo de una dimensión de política exterior en la UE ha
sido objeto de mucha polémica durante toda la existencia de la CE- UE,
7
INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 259

tados Unidos se comprometieron con la reconstrucción de Alemania (en


lugar de mantener a este país en un estado permanente de debilidad eco­
nómica, como anteriormente se había pretendido) y enviaron un desta­

Interacción con el camento naval especial al Mediterráneo en una demostración de fuerza


como respuesta a la reafirmación por Rusia de sus tradicionales reivindi­
caciones sobre Turquía; 1947, cuando Gran Bretaña, después de hallar

mundo no europeo cada vez más intolerable el coste de su ayuda al gobierno monárquico de
Grecia frente a una insurgencia comunista, anunció que ya no era capaz
de desempeñar su tradicional papel en Grecia y Turquía y los Estados
Unidos respondieron con la Doctrina Truman, que en términos prácticos
David Armstrong y Erik Goldstein significaba que asumía las responsabilidades británicas en el área, y el
Plan Marshall, por el que los Estados Unidos proporcionaron ayuda eco­
nómica por valor de 13.200 millones de dólares para un programa cua­
trienal de recuperación económica de Europa; y 1948-9, cuando el in­
A riesgo de simplificar en exceso una temática vasta, la interacción de Eu­ tento soviético de imponer el bloqueo de Berlín fue desbaratado por el
ropa con el mundo puede examinarse en el contexto de tres grandes te­ envío aéreo de ayuda americana.
mas: la guerra fría (y su fin), que estableció limitaciones e imperativos Durante este período, los Estados Unidos servían a sus propios intere­
sobre un continente dividido; la descolonización y sus consecuencias in­ ses de seguridad y económicos y no hay duda que sus empresarios se be­
mediatas, que definieron las relaciones de Europa Occidental con la mi­ neficiaron enormemente del requisito de que la ayuda del Plan Marshall
tad del mundo y también ayudaron a condicionar la posición de la Unión se gastara en bienes americanos, pero está igualmente fuera de discusión
Soviética con las antiguas colonias de sus adversarios; y el proceso de glo­ que el plan, y el posterior boom de la Guerra de Corea, rescató las econo­
balización e internacionalización, responsable en gran medida del medio núas de Europa Occidental de la condición desesperada en que se halla­
internacional político, económico y cultural en el que tuvieron lugar los ban inmediatamente después de la guerra. No obstante, el hecho cada vez
desarrollos durante este período. más patente de que los estados europeos, que durante siglos habían esta­
do acostumbrados a ser los cabecillas del mundo, dependían ahora de su
ostentoso socio del otro lado del Atlántico inevitablemente topó con una
respuesta mixta de parte de los europeos occidentales. Los intereses glo­
La guerra fría bales de Gran Bretaña y su condición de invicto al finalizar la guerra le
llevaron a la pretensión, un tanto ilusoria, de que sería capaz de continuar
La guerra fría arrastró a las dos partes de Europa hacia dos estrechas rela­ con su papel de potencia mundial, y su política descansó sobre lo que en
ciones con los Estados Unidos: a Europa Occidental a una relación de de­ un principio se veía como tres pilares iguales: una relación ligeramente
pendencia, aceptaba a veces a regañadientes, con el poder militar y eco­ condescendiente y medio independiente con Europa, los lazos políticos y
nómico de los Estados Unidos; a Europa del Este hacia una relación de comerciales con la Commonwealth, donde pensaba que podría desempe­
adversarios, igualmente intrincada, con dimensiones ideológicas, milita­ ñar un papel de líder, y una relación especial con Estados Unidos. Tal
res, políticas y económicas. El periodo crucial durante el cual se estable­ como fueron las cosas, la Commonwealth resultó ser una empresa que
ció este modelo se prolongó de 1944, cuando la eonferencia de Bretton mereció la pena, pero relativamente insignificante, mientras que la inte­
Woods confirió al dólar americano el papel esencial que desempeñaría en gración europea resultó ser un proceso mucho más rápido y colmado de
la economía internacional de la posguerra, hasta 1949, con la firma del éxitos de lo que Gran Bretaña había supuesto, lo que obligó a esfuerzos
Tratado del Atlántico Norte. Otras fechas clave son 1946, cuando los Es- tardíos para integrarse en la UE. Pero la estrecha relación con los Estados
260 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Unidos siguió siendo un principio central de la política británica pese al en que los intereses americanos en la guerra fria impulsaban la política
frecuente debate en este país acerca del valor de esta relación. Los Estados americana sobré Europa (por ejemplo, presionando para el rearme de Ale­
Unidos habían demostrado que podían hacer caso omiso a los intereses mania), y en parte a la influencia del orgulloso y nacionalista General de
de Gran Bretaña, por ejemplo en sus firme exclusión de Gran Bretaña y Gaulle. Bajo su liderazgo, Francia redujo enormemente sus compromisos
otros aliados de guerra de cualquier papel en la ocupación de Japón, o con la OTAN, vetó la solicitud británica, apoyada por Estados Unidos, de
cuando forzó a Gran Bretaña y a Francia a poner fin a su intervención en entrada en la CEE, desarrolló una política independiente para China y la
Suez en 1956, entre otras tácticas, contribuyendo a montar una crisis de la Unión Soviética, y criticó la politica americana en Vietnam y en otros lu­
libra esterlina, o cuando el presidente Reagan ordenó la invasión de Gra­ gares. Tras la dimisión de De Gaulle en 1969, las relaciones franco-ameri­
nada, un miembro de la Commonwealth británica, en 1983, sin informar canas mejoraron un poco, pero la antipatía francesa hacia los Estados
previamente a la primera ministra británica, Mrs. Thatcher. Aun así, los Unidos sobrevivió a De Gaulle. En 1973 Francia y otros estados europeos
gobiernos británicos han porfiado siempre en la idea de que las ventajas adoptaron una posición sobre la Guerra de Oriente Medio radicalmente
que les reportaba la relación �entre ellas el acceso a la tecnología militar diferente de la adoptada por Estados Unidos, un presagio temprano de
y la posibilidad de seguir actuando en el escenario global, y no sólo en el una política de Francia (y hasta cierto punto de Europa Occidental) hacia
regional- compensaban con creces la desventaja de no pasar de ser un la región cada vez más independiente. En 1974 Francia rehusó participar
socio menor. Esto no quiere decir que Gran Bretaña fuera incapaz de to­ en la Agencia Internacional de Energia, patrocinada por Estados Unidos.
mar iniciativas propias: reconoció a la China comunista en 1950 y fue in­ Con todo, no debe exagerarse la magnitud de estos desacuerdos: Francia
fluyente en la negociación de un acuerdo indo-chino en 1954, en ambos retuvo unos fuertes lazos con Estados Unidos y cooperó con este pais en
casos a contrapelo de los Estados Unidos, y también se abstuvieron de muchas regiones, y en particular en el Líbano en 1983 (ocasión en que
participar en el embrollo americano de Vietnam. Pero en cualquier otro Italia también aportó tropas) y durante la Guerra del Golfo. En esencia,
lugar u ocasión, en la Guerra de Corea (1950-3), en el bombardeo ameri­ Francia ha llevado la voz cantante de un sentimiento compartido en al­
cano de Libia (1986), en la Guerra del Golfo (1990-1), y en la intervención guna medida por muchos europeos. La presencia de Estados Unidos en
de la OTAN en Kosovo ( 1 999), Gran Bretaña se ha apresurado a presen­ Europa ha sido bienvenida y necesaria, pero los desequilibrios de poder y
tarse como el más fiel amigo de los Estados Unidos. Por lo general, Esta­ riqueza de la magnitud de los que existen entre Estados Unidos y cual­
dos Unidos le siguió el juego, ofreciéndole valiosa información durante el quier pais de Europa inevitablemente provocan tensiones. No obstante, la
conflicto de las Falkland (Malvinas), por ejemplo, aunque hacia los no­ opinión pública europea, según desprenden las encuestas, se ha mostrado
venta la unificación alemana y su mayor poder económico tendieran a en general partidaria de mantener lazos estrechos con Estados Unidos. La
dar a Alemania el papel central tanto en Europa como en el papel de alia­ opinión francesa fue parcialmente una excepción durante los años cin­
do económico a los ojos de muchos americanos. De hecho, puede decirse cuenta y sesenta, pero no en los ochenta y noventa, cuando las posiciones
que Alemania ha conseguido asegurarse para si lo mejor de los dos mun­ más hostiles se encontraron en Grecia y España.
dos: un papel casi hegemónico en la Unión Europea al tiempo que una El final de la guerra fría no modificó sustancialmente este patrón bási­
estrecha relación con Estados Unidos. En cualquier caso, Mrs. Thatcher es­ co de relaciones entre Europa Occidental y Estados Unidos. En realidad,
taba convencida de que los Estados Unidos querían hacer de Alemania, en cuando la relativa estabilidad de los años de guerra fría, con su única pero
lugar de Gran Bretaña, su principal aliado en Europa. tremenda amenaza de guerra nuclear, dio paso a una escena muchos me­
Las opiniones francesas sobre los Estados Unidos desde 1945 han sido nos predecible, con muchas más amenazas, aunque menos peligrosas, la
siempre más ambivalentes que las británicas. Esto se debe en parte a que contribución americana a la seguridad de Europa se manifestó tan nece­
los franceses, a diferencia de los británicos, han tendido a ver la cultura saria como siempre. Rusia se demostró incapaz de progresar gradual y fir­
americana y su lenguaje como algo profundamente subversivo, y en par­ memente hacia una democracia bien establecida dentro de una próspera
te a que los franceses no podian permitirse el lujo de la postura británica economía que otros antiguos paises del Pacto de Varsovia si consiguieron,
de distanciarse de Europa, y por ello se sentian incómodos con la manera y continuó representando una amenaza potencial para la paz general en
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Europa. Los Balcanes volvieron a emerger como fuente de un amargo de los comunistas en la Guerra de Corea. Por aquel entonces el bloque
conflicto étnico que Europa se vio incapaz o reacia a afrontar sin el apo­ occidental parecía estar enfrentado a un frente comunista unido que abar­
yo militar americano, especialmente en cuanto a las fuerzas aéreas. Cuan­ caba la mayor parte de las tierras eurasiáticas.
do varias economías asiáticas cayeron en picado y las principales econo­ Pero las apariencias engañan, y durante los diez años que siguieron a la
mías europeas comenzaron a frenar a finales de los noventa, el papel de muerte de Stalin en 1953 surgieron grandes diferencias entre los dos gi­
Estados Unidos como locomotora de la economía mundial resultó indis­ gantes comunistas. Mao y Khruschev no se tenían en mucho aprecio, pero
pensable. Al mismo tiempo, Europa se movía hacia una mayor integra­ más importantes eran las diferencias en sus visiones del mundo -los chi­
ción, y la unión de los recursos de la Unión Europea le proporcionaron nos se inclinaban por una postura global más enérgica que la contempla­
el potencial de igualar el poder militar y económico de Estados Unidos da por los soviéticos-y, lo que era crucial, los soviéticos no estaban dis­
-siempre que exista una voluntad de conseguirlo. puestos a compartir con China su tecnología nuclear. Al tiempo que las
Para la Unión Soviética, Estados Unidos desempeñó un papel igual­ divergencias entre los dos bandos se desarrollaban rápidamente, los so­
mente crucial en su política exterior de posguerra (y, en último término, viéticos comenzaron a recurrir a sanciones más tangibles como, en el caso
en su supervivencia). En esencia, la guerra fría obligó a la Unión Soviéti­ más notorio, retirando de China a sus técnicos expertos en 1960, en un
ca a transformarse de una potencia regional a una potencia mundial y de momento en que China experimentaba una hambruna. La firma del Tra­
paso a adquirir toda la parafernalia militar y económica que la calidad tado de Prohibición de Pruebas de Armas Nucleares entre las tras poten­
de superpotencia exigía. Hubo momentos -por ejemplo, cuando lanzó cias nucleares -que China interpretó como un intento de excluirla del
el primer satélite artificial- en que la Unión Soviética parecía merecer el desarrollo de armamento nuclear- intensificó la polémica y, lo que era
calificativo de superpotencia, pero, como ahora sabemos, Moscú estuvo más inquietante, llevó a China ventilar el problema de su larga frontera
siempre luchando por mantener la paridad militar con Washington, un con la Unión Soviética. L()s graves enfrentamientos que se produjeron a
empeño que al final casi le costó su propia economía. lo largo de la frontera en 1969 llevaron a Rusia a amenazar veladamente
Moscú tuvo más éxito, aunque no sin algunos problemas graves, en el a China con un ataque nuclear. Esto resultó en una mayor moderación de
aspecto diplomático de su búsqueda de influencia global. La insistencia China, que además, para contrarrestar la amenaza soviética, decidió me­
de Washington en la centralidad de su relación con Israel le dio a Mos­ jorar sus relaciones con Estados Unidos. Desde entonces, aunque conti­
cú oportunidades en otras partes del Oriente Medio, en particular en nuaron los disparos verbales, se produjo una cierta normalización de las
Egipto, Irak y Siria. El Este Asiático siempre ha sido una región de interés relaciones entre los dos bandos. Esto no impidió conflictos potenciales,
directo para la Unión Soviética por razones geográficas -su larga fronte­ como en 1979, cuando China atacó Vietnam, un aliado de Moscú, y du­
ra con China y el importante puerto de Vladivostok- pero después de la rante los años ochenta ambos países procuraron reforzar su potencia
victoria bolchevique de 1917 se hizo importante también como campo de naval en la región. Con todo, ambos países comenzaron a verse como po­
batalla ideológico donde los soviéticos podían presentarse a sí mismos sibles perdedores al final de la guerra fria, con los Estados Unidos como
como el principal aliado contra el imperialismo. Desde 1945, la región ha única superpotencia, y esto ayudó a que se produjera un notable acerca­
sido testigo además de dos conflictos «candentes» durante la guerra fría, miento después de 1989, subrayado por una declaración conjunta en
Corea y Vietnam. Aunque las tropas soviéticas no intervinieran en ningu­ 1997, aunque hasta 1999 no pudieron anunciar que por fin se habían re­
no de los dos conflictos, la Unión Soviética proporcionó una inmensa suelto todos los problemas de la frontera.
ayuda económica y militar a sus aliados comunistas. Pero al comenzar la Los soviéticos veían su alianza con China en parte como una necesidad
década de los cincuenta, el mayor éxito soviético era, aparentemente, la vic­ como prevención ante un posible renacer del Japón. Washington había
toria comunista en la guerra civil china, a la que siguió un tratado de iniciado en 1947 el proceso de desarrollar a Japón como fuerza contra­
alianza Sino-Soviético en 1950. Mientras vivió Stalin, el líder chino, Mao puesta al poder soviético, un procesó que culminó con el tratado de paz
Zedong, se contentó con un papel subordinado, y China demostró su va­ con Japón de 1951. Los soviéticos rehusaron firmarlo porque no habían
lor como aliado soviético llevando el peso de la lucha armada del bando conseguido varias de sus demandas, entre ellas la desmilitarización de
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Japón y la eliminación de las bases americanas, además de la aceptación Cuba fue crucial. Tras casi obtener el dudoso honor de ser la causa de la
por los chinos de la soberanía soviética de las islas Kuriles, que habían Tercera Guerra Mundial en 1962, Cuba -con enorme ayuda de la Unión
ocupado en 1945 (y que previamente habían perdido ante japón en 1905). Soviética- envió tropas para intervenir en la guerra civil angoleña desa­
Al tratado de paz le siguió un tratado de seguridad EE.UU.-Japón, pero tada después de que los portugueses renunciaran a su colonia en 1973.
después de muchas conversaciones beligerantes los soviéticos siguieron Al mismo tiempo Moscú comenzó a desarrollar una estrecha relación con
una política de normalización de sus relaciones con Japón. Esto reportó otra antigua colonia portuguesa, Mozambique. Esto era parte de una po­
beneficios económicos, y para 1980 el comercio entre los dos países se ha­ lítica general soviética de aumentar su influencia en África durante los
bía multiplicado por cien, por bien que esto no condujo a unas relaciones años setenta, lo que comportó, por ejemplo, una importante participa­
de seguridad más fáciles. El tratado de paz y amistad Sino-japonés de ción soviética en los conflictos del Norte de África. Al parecer, el objetivo
1978 fue interpretado por Moscú como anti-soviético en su intención y soviético era alinearse con la campaña africana contra Sudáfrica y fo­
en sus implicaciones, un punto de vista que vino a confirmarse cuando mentar los regímenes de izquierdas susceptibles de acabar en la esfera de
la Carta Blanca de japón sobre defensa de 1978 nombró explícitamente influencia soviética. Pero África resultó imposible de colocar en categorías
a la Unión Soviética por primera vez como enemigo potencial de Japón. fáciles y las perspectivas de conseguir regímenes socialistas revoluciona­
Después de 1989la cuestión de las Islas Kuriles siguió sin resolverse, aun­ rios del tipo que Moscú deseaba fueron siempre muy magras. Cuando
que la diplomacia rusa ha intentado mejorar la relación general entre los después de 1989 Rusia dejó de ofrecer ayuda, se desvaneció con ella la re­
dos países. tórica marxista de regímenes como los de Angola o Mozambique.
En otras partes de Asia, la Unión Soviética desarrolló una relación Aunque una Rusia de cualquier color -imperial, nacional o soviéti­
cálida con la India, especialmente después de la Guerra Sino-India de ca-vería siempre a Asia y el Pacífico como regiones de interés legítimas,
1962, pero demostró estar preparada para la utilizar la fuerza además de la la magnitud de su implicación en esta región, y el hecho de que Rusia se
diplomacia para defender sus intereses en esta región cuando invadió M­ interesara significativamente por África y América Latina, se derivaba
ganistán en 1979 en apoyo del gobierno pro-soviético de aquel país, un principahnente de su confrontación fría con Estados Unidos (y, en se­
paso que lo abocó a un conflicto largo, amargo y en último término im­ gundo plano, con China). Cuando las dos superpotencias estuvieron a
posible de ganar. Fue en parte este atolladero lo que, a partir de mediados punto de entrar en guerra «caliente>> a raíz de la crisis de los misiles de
de los ochenta, llevó a una Unión Soviética estirada mucho más allá de Cuba en 1962, intentaron buscar diferentes vías diplomáticas y políticas
sus posibilidades a intentar liberarse del patrón impuesto por la guerra para coexistir y mantener su conflicto dentro de unos límites controla­
fria. En el período de 1945 a 1990 la Unión Soviética había fmanciado dos dos. Entre estas vías se encuentra el Tratado Parcial de Prohibición de
guerras contra los Estados Unidos y una contra China, había ayudado Pruebas de Armas Nucleares de 1963, el Tratado del Espacio illtraterrestre
a convertir la Indonesia de Sukarno en una potencia naval mundial (al de 1967, y el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de 1968.
menos sobre el papel) a principios de los años sesenta, ayudó primero a Tras la llegada de Richard Nixon a la presidencia se dio inicio a un enfoque
China para luego luchar contra ella, desarrolló su potencia naval al norte más general de reducción de las tensiones, la llamada détente o distensión,
de Japón yluego en toda la región del Pacífico, y sufrió su propia versión de en cuyo núcleo se encontraba una serie de importantes iniciativas de control
la Guerra de Vietnam en Mganistán -y todo ello mientras mantenía un de armamento. La primera de estas, las Conversaciones para la Limita­
ingente arsenal en Europa. Aunque sin duda al hacerlo ayudó a mantener ción de Armas Estratégicas (SALT) se consolidó como tratado en 1972,
a raya a los Estados Unidos e infligir la mayor derrota de la guerra fría a pero los Acuerdos SALT II, firmados en 1979, no llegaron a ser ratificados
su adversario, se hace difícil ver qué otros beneficio concretos reportó a la nunca por Estados Unidos a causa de la invasión soviética de Mganistán.
Unión Soviética su postura asertiva, cuando no agresiva, hacia en Asia. Durante las eras de Gorgachov y Yeltsin se consumaron acuerdos de ma­
Lo mismo puede decirse del intento de la Unión Soviética de erigir su yor alcance sobre reducción de armamento. La mayoría de estados eu­
influencia y enfrentarse a Estados Unidos en otras regiones fuera de Asia, ropeos, juntamente con los Estados Unidos, firmaron los Acuerdos de
especialmente en América Latina y África. En ambos casos la relación con Helsinki en 1975. Éstos dieron a la Unión Soviética el reconocimiento
266 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

de las fronteras europeas post-1945 tras el que iban desde hada largo el fin de la Segunda Guerra Mundial las potencias coloniales europeas
tiempo, pero también otorgaron a Occidente el derecho legítimo a impli­ volvieron a afirmar, o intentaron afirmar, su control sobre las posesiones
carse en asuntos de derechos humanos en los países del Pacto de Varsovia. que habían sido ocupadas por el Eje.
Aunque Moscú casi ciertamente vio esto último como una cesión rela­ Los holandeses hubieron de enfrentarse a un movimiento independen­
tivamente inocua que le permitía alcanzar su principal objetivo, en la tista en las Indias Orientales Holandesas (Indonesia). Hacia el final de la Se­
práctica los países occidentales explotaron al máximo este compromiso, gunda Guerra Mundial los Países Bajos no se encontraban en posición de
que se resultó ser uno de los factores que ayudaron a socavar lás cimien­ reclamar inmediatamente el control de su colonia, y la ocupación de la re­
tos de la Unión Soviética durante la década de los ochenta. gión fue a parar a manos británicas. A medida que se acercaba el fin de la
guerra fue surgiendo un movimiento independentista dirigido por Sukar­
no, que declaró la independencia de la República de Indonesia en agosto de
1945. Las fuerzas británicas y Sukarno cooperaron hasta cierto punto, pero
La descolonización cuando los holandeses reemplazaron a los británicos en noviembre de
1946, procedieron a moverse en contra del movimiento de independencia,
Conviene dividir la relación entre Europa y el mundo no europeo des­ bloqueándolo allí donde había logrado el control. Al final los holandeses se
pués de 1945 en dos partes: sus relaciones con aquellas partes del mundo vieron incapaces de hacer acopio de los recursos necesarios para retener
que dominaban al fmalizar la Segunda Guerra Mundial, y la parte del mun­ el control de Indonesia, y por medio de un acuerdo negociado en la ONU
do, más pequeña, sobre la que nunca se había extendido el gobierno im­ nacieron los Estados Unidos de Indonesia, con Sukarno como primer pre­
perial europeo. Desde el siglo XV hasta la Primera Guerra Mundial, Euro­ . sidente, teóricamente como país asociado a los Países Bajos según un mo­
pa llegó a dominar gradualmente la mayor parte del mundo no europeo. delo inspirado en la Commonwealth británica. Este acuerdo duró hasta
Pero después de las dos guerras mundiales que asolaron a Europa, y en 1956, cuando Sukarno unilaterahnente abrogó el acuerdo. Durante el si­
parte a consecuencia de éstas, Europa perdió la mayor parte de su con­ guiente año el gobierno tomó y nacionalizó las extensas plantaciones ho­
trol territorial en un par de décadas. Para Europa, buena parte de la re­ landesas, y la mayor parte de los colonos holandeses que quedaban en el
lación con el mundo no europeo de después de 1945 consistió en adap­ país marcharon. La única posesión holandesa que quedó en la región, laPa­
tarse a esta revolución. Ésta se desarrolló en tres fases: la primera fue el pua Nueva Guinea occidental, no tardó en convertirse en objetivo de las
propio proceso de descolonización, realizado a ritmos diferentes y con dis­ ambiciones indonésicas, y la ONU intervino de nuevo para ayudar a alcan­
tintos grados de buena voluntad por las distintas potencias coloniales eu­ zar un acuerdo, por el que Indonesia ganó este territorio en 1969.
ropeas; la segunda fase fue una especie de período de sombra en el que, El imperio -británico era el imperio colonial más grande jamás creado.
después de haber perdido el imperio, las antiguas potencias coloniales Mientras que los otros estados europeos con posesiones en ultramar te­
intentaron, con distintos grados de éxito, mantener un imperio informal, nían fuertes intereses europeos, Gran Bretaña siempre había centrado su
o al menos algún tipo de influencia sobre partes de sus antiguos imperios interés en su imperio marítimo. Su proceso de descolonización es preci­
coloniales; finalmente, una vez se hubieron desvanecido los recuerdos y samente extraordinario porque, dada la centralidad del imperio para
emociones del pasado colonial, en la mayoría de los casos se intentó esta­ Gran Bretaña en comparación a las otras experiencias de descoloniza­
blecer relaciones internacionales normales con la mayoría de los antiguos ción, no realizó ningún esfuerzo serio por conservar sus posesiones una
territorios imperiales. vez comprendió que las demandas locales de independencia estaban fuer­
En 1945 la mayor parte del mundo no europeo formaba parte del or­ temente arraigadas. En cuestión de unos pocos años se dio la indepen­
den político y económico europeo, pero esta relación estaba a punto de dencia a las colonias y se deshizo un imperio construido durante varios
experimentar un cambio sísmico. Entre 1946 y 1975 sesenta y cinco terri­ siglos de conquistas a menudo militarmente arduas. El proceso comenzó
torios coloniales se convirtieron en estados soberanos. No obstante, en en firme con la India en 1947 y concluyó en 1997 con el retorno de Hong
1945la descolonización no era el objetivo de las potencias coloniales. Con Kong a China.
268 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 269

La agitación popular por el auto-gobierno de la India ya había comen- los años cincuenta era una de las colonias más valiosas que le quedaban a
2ado antes de la Segunda Guerra Mundial, bajo el liderazgo de Mahatma Gran Bretaña, con importantes intereses en plantaciones. Un movimien­
Gandhi. Varios intentos británicos de alcanzar una solución de compro­ to rebelde, el Mau Mau, emprendió una campaña de terror contra el go­
miso durante el período de entreguerras habían resultado infructuosos, y bierno británico que condujo a una significativa intervención militar bri­
después de la Segunda Guerra Mundial el gobierno Laborista de Clement tánica. No obstante, en línea con su política general de retirada de las
Attlee decidió que la única solución era la independencia. Como último colonias, Gran Bretaña concedió la independencia a Kenia en 1963.
virrey eligió a Lord Mountbatten, un pariente de la familia real británica A diferencia de Gran Bretaña, la renuencia de Francia a la pérdida de
y héroe de guerra. El vasto imperio subcontinental británico de la In­ su imperio de ultramar la llevó a una serie de enervantes guerras que en
dia, el Raj, que en otro tiempo había convertido a Gran Bretaña en la mayor última instancia amenazaron la estabilidad del orden político en Francia.
potencia de Asia, se estaba fracturando a lo largo de líneas confesionales, y La Cuarta República Francesa de la posguerra vino acompañada de una
se decidió que la única solución era la división, con la India, predominan­ innovación constitucional, la Unión Francesa. Ésta comprendía la repú­
temente hindú, en el centro, flanqueada por Pakistán, predominantemente blica francesa, sus departamentos de ultramar y los territorios asociados,
musulmán, y que a su vez se dividió más tarde en Pakistán y Bangladesh. todos presididos por el presidente francés y un consejo de representantes.
La partición de la India desató una violencia popular que se saldó con la Su objetivo no era facilitar la devolución del poder sino, en línea con las
muerte de al menos un millón de personas. También obtuvieron la inde­ tradiciones burocráticas francesas, consolidar aún más el poder en el cen­
pendencia en 1947 Burma y Ceilán (Sri Lanka). tro. Pero a pesar de tan imaginativa estructuración de sus disposiciones
Casi inmediatamente después de los acontecimientos de la India, Gran constitucionales, Francia se vio enfrentada al mismo impulso por la inde­
Bretaña hubo de enfrentarse a una situación cada vez más deteriorada en pendencia en sus colonias que las otras potencias europeas, y entre el fi­
Oriente Medio en su mandato en Palestina. Asignada a Gran Bretaña des­ nal de la guerra y 1962 estuvo siempre involucrada en una serie de duras
pués de la Primera guerra Mundial, el objetivo marcado para Palestina guerras libradas en un vano intento por conservar su imperio.
era, en parte, proporcionar una patria al pueblo judío. Después de la Se­ Francia no fue capaz de reafirmar plenamente su posición en Oriente
gunda Guerra Mundial las crecientes tensiones entre los habitantes judíos Medio en el período inmediatamente posterior a la guerra y a regaña­
y árabes, así como la presión para permitir que los judíos que habían so­ dientes reconoció la independencia de Líbano y Siria, que había controla­
brevivido a la política de exterminio alemana pudieran instalarse en Pa­ do como mandatos de la Liga de las Naciones desde la Primera Guerra
lestina, llevaron a Gran Bretaña a pasar la cuestión a la ONU. La reco­ Mundial. De igual modo, India ejerció presión sobre Francia para que en­
mendación de un Comité Especial la ONU para Palestina, adoptada por tregara los pequeños enclaves que le quedaban en el subcontinente. Pero
la ONU y aceptada por Gran Bretaña, fue la partición del territorio. Pero la las principales luchas se produjeron en Vietnam y Argelia.
puesta en práctica no resultó nada fácil. La cuestión de las líneas de divi­ El imperio colonial francés en Indochina comprendía Vietnam, Laos y
sión y la creación de un estado judío provocaron violentas reacciones en Camboya, adquiridos en parte a raíz de las guerras franco-indochinas del
la región. El gobierno británico reaccionó retirándose rápidamente de la siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial el área fue ocupada por los
región, dando fin a su mandato en mayo de 1948. Fue el preludio al esta­ japoneses, aunque una administración títere francesa leal a la Francia de
blecimiento del Estado de Israel en una parte del antiguo mandato, la Vichy fue dejada nominalmente en el poder. A medida que se acercaba el
independencia del Reino de Jordania en otra parte del mandato, y a final de la guerra, Japón reemplazó este régimen con un emperador viet­
una guerra árabe-israelí que se prolongó hasta 1949. namita, Bao Dai, proclamó la independencia de Francia y designó un go­
La última fase importante de descolonización llegó para Gran Bretaña bierno pro-japonés. En Vietnam los comunistas habían formado un efi­
en África. La Colonia de la Costa del Oro (Ghana) fue el primer experi­ caz movimiento de resistencia anti-japonés, el Vietminh, que era más
mento de concesión de independencia en 1958, y para 1965 prácticamen­ fuerte en el norte, donde tenía la ventaja de una base en China. Cuando
te todas las colonias africanas habían obtenido la independencia. El úni­ Japón se rindió en agosto de 1945, el Vietminh se apresuró a llenar el va­
co conflicto grave que hubo de afrontar Gran Bretaña fue Kenia, que en cío de poder y proclamó la independencia de la República Democrática
270 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 271

de Vietnam. Su control se extendió con rapidez y ayudó a precipitar la ab­ gobierno optó por desligarse lo mejor que pudo, accediendo a un alto el
dicación de Bao Dai. Pero Francia todavía albergaba la esperanza de reco­ fuego ese mismo junio.
brar el control sobre Indochina y volver a ocupar las principales ciudades. En 1954 los Acuerdos de Ginebra dividieron Vietnam en dos zonas. La
Hasta principios de 1946 los franceses se beneficiaron de la presencia de zona norte estaría gobernada por la República Democrática del Vietnam
tropas británicas, inicialmente destacadas allí para asistir con la rendición (es decir, el Vietminh) y el sur estaría gobernado por el Estado de Viet­
de las fuerzas japonesas. nam. Oficialmente, Vietnam seguía siendo un único país, y la intención
La primera confrontación directa entre el Vietminh y los franceses era realizar elecciones nacionales seguidas de reunificación política. Las
tuvo lugar cuando el Vietminh disparó contra un buque de guerra fran­ elecciones nunca se produjeron. El papel de Francia en la región fue gra­
cés que intentaba bloquear la entrega de armas en el principal puerto dualmente desplazado por Estados Unidos, que se involucró cada vez más
vietnamita de Haiphong en noviembre de 1946. Los franceses tomaron a causa de su preocupación por frenar cualquier expansión del comunis­
represalias con un ataque aéreo en el que murieron 6.000 vietnamitas. A mo, que se veía como una extensión del poder soviético. La cuestión del ..
éste le siguió una ofensiva vietnamita contra los franceses. En un intento futuro control del Vietnam se convirtió así en un asunto de la guerra fría
infructuoso de calmar a los vietnamitas, Francia reorganizó sus posesio­ y condujo a la participación de Estados UnidOs en la Guerra de Vietnam
nes en una Federación Indochina que prometía una mayor autonomía lo­ de 1964-73.
cal. Ésta fue más tarde sustituida por un acuerdo para la creación del Esta­ Justo cuando el conflicto de Vietnam comenzaba a resolverse para
do Asociado del Vietnam, que había de ser independiente en todo menos Francia estalló un nuevo conflicto en Argelia. Argelia llevaba mucho
en política exterior y de defensa dentro de la Unión Francesa. Las poten­ tiempo siendo tratada como parte integral de Francia, y en 1947 se con­
cias occidentales reconocieron este gobierno. El Vietminh, sin embargo, cedió la ciudadanía francesa a los argelinos. La asamblea local, sin embar­
estaba decidido a conseguir la plena independencia y emprendió una go, era elegida por dos colegios electorales, uno de 1,2 millones de europeos
campaña de guerrillas. Su República Democrática del Vietnam fue reco­ y el otro de 8,5 millones de árabes. En 1959, violentas manifestaciones
nocida por la Unión Soviética y por la República Popular de China. acompañaron a demandas de independencia, marcando el principio de
La fase inicial del conflicto fue principalmente una guerra de guerri­ una larga y brutal guerra. En su punto álgido se desplegó un ejército fran­
llas, en 1947-9, que acabo en tablas entre los combatientes. La situación cés de 400.000 soldados para reprimir la rebelión, pero sin éxito. Los co­
fue alterada por la victoria comunista en China en 1949, que proporcio­ lonos franceses rehusaban dar su aprobación a cualquier compromiso, y
nó al Vietminh un poderoso aliado en el norte. Durante 1950 el Vietminh la crisis provocó la vuelta a la vida politica francesa del General de Gaulle.
forzó a los franceses a retirarse de la mayor parte del norte de Vietnam. Poco Se esperaba que el líder de la Francia Libre de la guerra consiguiera llevar
a poco, el control francés sobre el país quedó confinado a las ciudades y a a los franceses nuevamente a la victoria en Argelia. De Gaulle, sin embargo,
la costa. La presión financiera de la guerra comenzaba asimismo a repre­ consideraba que era imposible ganar esta guerra y comenzó los preparati­
sentar una carga demasiado dura para la econonúa francesa, todavía no vos para la independencia argelina. Esto provocó un motín dirigido por un
recuperada de la Segunda Guerra Mundial, y a partir de 1952 los Estados grupo de oficiales franceses destinados en Argelia. Tras tornar brevemen­
Unidos cargaron con casi todo el peso financiero. En un intento dramáti­ te el control de Argel, los amotinados fueron reprimidos y De Gaulle forza­
co de invertir el rumbo de la guerra, los franceses adoptaron un plan para do a acceder a la independencia de Argelia en los términos de los Acuer­
tentar al Vietminh a un enfrentamiento donde pudieran aplastarlos. El dos de Evian de 1962. Francia retuvo importantes derechos petrolíferos y
lugar elegido fue Dien Bien Phu, a unos 350 kilómetros al oeste de Hanoi, una base naval en M.ers-el-Kebir durante quince años. Tras la decisión,
cerca de la frontera con Laos, y allí destacaron a unos 15.000 soldados. 900.000 habitantes europeos de Argelia se fueron a vivir a Francia, lo que
.El Vietminh rodeó el lugar y el sitio de Dien Bien Phu se prolongó desde causó a corto plazo falta de viviendas y de empleo. Tras la independencia,
noviembre de 1953 hasta mayo de 1954, cuando acabó con la rendición Argelia experimentó un período de peligrosa agitación política, pero De
de la guarnición francesa. Esto marcó el final del poder francés en Indo­ Gaulle, que buscaba mantener alguna influencia en la región, aportó con­
china. La guerra se había hecho cada vez menos popular en Francia, y el siderable ayuda al gobierno, lo que ayudó a estabilizar la situación política.
272 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 273

Como parte de su asunción al poder De Gaulle rescribió la constitu­ do gobernados por gobiernos conservadores y autoritarios que se nega­
ción francesa, dando entrada así a la Quinta República Francesa, necesa­ ban a dar su aprobación a ningún movimiento de independencia, que
ria en gran medida por la turbulencia causada por los distintos embrollos veían como una amenaza contra su legitimidad en el poder. Portugal ha­
coloniales en los que Francia se encontraba metida y que habían debilita­ bía inaugurado el ímpetu europeo por adquirir coloniales durante la era
do considerablemente la Cuarta República. La Unión Francesa fue reem­ de los descubrimientos, y su imperio fue uno de los últimos en ser des­
plazada entonces por la Comunidad Francesa, que daba a todos los com­ mantelado. El proceso comenzó cuando la India se apoderó de la colonia
ponentes del imperio francés el derecho a autogobernarse y el derecho a portuguesa de Goa en 1961. El mismo año comenzaron a producirse le­
independizarse. Los miembros conservaban una tarifa favorable con vantamientos armados en el gran imperio colonial que Portugal tenía en
Francia. Sólo Guinea rehusó unirse a la nueva estructura. A modo de lec­ Africa, en un momento en que el resto de Africa acababa de conseguir la
ción, Francia dejó el país, despojándolo de paso de tanta infraestructura independencia de sus correspondientes potencias europeas. Estas revuel­
como podia llevar consigo y cortando toda la ayuda económica. tas comenzaron en Angola y se extendieron hacia la Guinea Portuguesa y
El imperio colonial belga había estado limitado al Congo, una región Mozambique. Esto llevó a Portugal a involucrarse en una larga y exte­
rica en minerales que era objeto de intensa explotación por compañías nuante lucha por mantener el control de su imperio africano. En 1974 es­
belgas. Bélgica había invertido muy poco en desarrollar la capacidad de la talló en Portugal la Revolución de los Claveles a raíz de la propuesta del
población local, y todavía en 1960 no había apenas graduados universita­ general Antonio Spinola de reestructurar el imperio portugués con la in­
rios ni profesionales especializados. A medida que las vecinas colonias tención de poner fin a la guerra. La revolución en Portugal desembocó en
francesas y británicas comenzaban a prepararse y obtenían la indepen­ un rápido proceso de concesión de independencia a sus posesiones afri­
dencia, surgió en el Congo un movimiento similar. Tras los primeros dis­ canas durante 1975-6, aunque Timor Oriental fue apropiado por Indone­
turbios violentos de 1959 en apoyo de la independencia el gobierno belga sia. La última colonia de Portugal, Macao, que fue también la última co­
decidió abandonar el país precipitadamente, en un plazo de seis meses, lonia europea en Asia, fue cedida a China en 1999, poniendo fm así a cuatro
sin preparar para nada a la población local para el autogobierno. El resul­ siglos de presencia territorial europea en Asia.
tado fue el casi inmediato estallido de una guerra civil. En pocos días un El ya anciano dictador de España, Francisco Franco, había resistido
movimiento secesionista se había hecho con el control de la provincia su­ todos los intentos de descolonización de España, pero durante su enfer­
reña de Katanga, rica en minerales. La Unión Soviética, que buscaba un medad final los últimos restos del antaño vasto imperio colonial español
papel en el mundo descolonizado tras la retirada de las potencias europeas, llamaron la atención. Los estados vecinos al Sahara Español, rico en fos­
comenzó a proporcionar apoyo al asediado gobierno central, mientras fatos, intentaron hacerse con este territorio, para lo que el rey marroqui
que Bélgica apoyaba a los secesionistas a fin de proteger sus más valiosos organizó una marcha pacífica formada por miles de marroquíes con el fin
intereses en la zona. La ONU intentó restablecer el orden, y en el curso de de apoderarse del Sahara, mientras Argelia daba su respaldo a un movi­
las negociaciones el secretario general de la ONU, Dag Hammarskj6ld, miento independentista y Mauritania intentaba también conseguir parte
fue asesinado durante una misión al Congo. En el caos que envolvió al del territorio. En 1975 España dejó la colonia, pero su futuro seguía sien­
Congo uno de los grupos rebeldes retuvo numerosos rehenes occidenta­ do disputado por los estados de la región.
les en la ciudad clave de Stanleyville. Esto condujo al despliegue de para­ La ola de descolonización que siguió a la Segunda Guerra Mundial fue
caidistas, con ayuda americana, para rescatar a los rehenes. Varios estados seguida por los esfuerzos de una parte de las antiguas potencias imperia­
africanos condenaron este despliegue de fuerzas de la antigua potencia les de retener lazos con sus antiguos imperios, en incluso alguna forma de
imperial como un ejercicio de neo-imperialismo. En los años que siguie­ control sobre ellos. Algunos de estos lazos eran fundamentalmente sim­
ron, en numerosos estados africanos, las antiguas potencias coloniales bólicos y facilitaron la transición en la relación. Gran Bretaña animó a sus
seguirían interviniendo ocasionalmente para apoyar a una u otra facción. antiguas posesiones a unirse en la Commonwealth británica, y algunas
Los últimos estados europeos en arrostrar la cuestión de la descoloni­ incluso retuvieron durante algún tiempo el monarca británico como jefe
zación fueron Portugal y España, que desde los años treinta habían esta- oficial de su estado; Francia creó la Comunidad Francesa; los Países Bajos
274 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 275

buscaron una unión bajo un soberano común; y la revolución portugue­ ción por el régimen nacionalista del primer ministro iraní Mohammed
sa de 1974 se produjo como parte de un esfuerzo por crear una Confede­ Mossadegh llevaron a Gran Bretaña a conspirar con Estados Unidos, que
ración Lusitana que mantuviera alguna conexión entre Portugal y sus co­ estaba preocupado por las posibles simpatías pro-soviéticas de parte de
lonias. Mossadegh, para derrocar a su gobierno. Aunque había perdido muchos
Tanto Gran Bretaña como Francia intentaron retener un papel finan­ territorios, Gran Bretaña deseaba continuar siendo la principal potencia
ciero y establecieron sistemas monetarios que mantuvieran los vínculos en el cada vez más importante Oriente Medio, de donde procedía el 70
con algunas de sus antiguas colonias en forma de control financiero. El por ciento del suministro de petróleo de Europa Occidental. Por ello,
bloqueo británico de la libra esterlina de la pre-guerra se transformó tras tomó la iniciativa para establecer el Pacto de Baghdad en 1955, modelado
la guerra en el Overseas Sterling Area (OSA). Como parte del intento bri­ a imagen de la OTAN, y que comprendía Gran Bretaña, Irak, Turquía e
tánico de mantener la imagen de un papel internacional, Gran Bretaña Irán. Gran Bretaña también mantuvo una fuerte influencia en Jordania.
insistió en que la libra esterlina fuera una moneda de reserva en el siste­ El principal oponente de la influencia británica era el líder nacionalis­
ma de Bretton Woods que se estableció a finales de la guerra para asegu­ ta egipcio, el coronel Nasser. La creciente confrontación entre el Egipto
rar el equilibrio económico en la posguerra. En tanto que reserva mone­ de Nasser y las antiguas potencias imperiales, Gran Bretaña y Francia, de­
taria públicamente reconocida servía como moneda de respaldo del dólar sembocó en la crisis de Suez de 1956.
americano, lo que por confería un cierto prestigio reflejado a Gran Breta­ Una vez Gran Bretaña y Francia se hubieron retirado de Oriente Me­
ña. Pragmáticamente, fue también un intento de asegurar que se retuvie­ dio, la región continuó estando en el centro de una compleja red de con­
ra a Londres como centro financiero internacional, lo que reportaba al flictos. La monarquía egipcia había sido derrocada en 1952 y el coronel
país unos dividendos invisibles. Fue útil también para proporcionar mer­ Nasser había llegado a presidente en 1954. Él gobierno de Nasser em­
cados para los bienes británicos porque Gran Bretaña, en tanto que ad­ prendió una campaña de creciente enfrentamiento con Israel. Egipto blo­
ministrador de OSA, fijaba las tasas de conversión entre las monedas queó el paso de los barcos israelíes por el canal de Suez y fuera del Golfo
participantes. Pero esta posición tenía también desventajas para Gran de Aqaba. Nasser comenzó a reforzar el ejército egipcio con armamento
Bretaña. Una vez la libra esterlina se hizo plenamente convertible en 1958, comprado en el bloque soviético en 1955, una jugada que causó preocu­
se convirtió en objeto de especulación, lo que causó varios episodios em­ pación entre las potencias occidentales y que, en la interpretación de mu­
barazosos de presión sobre la libra. La libra ya había sido devaluada en chos, traía el Oriente Medio a la guerra fría. Francia tenía malas relacio­
1949 de 4,03 dólares a 2,80 dólares. En 1967 el gobierno se vio forzado a nes con Egipto a causa de su apoyo de los insurgentes que luchaban por la
devaluarla aún más hasta 2,40 dólares. Aunque esta devaluación se reali­ independencia en Argelia. A su vez, Gran Bretaña tenía malas relaciones
zó por causa de apremiantes problemas nacionales, tuvo el efecto de de­ con Egipto, que generalmente se oponía a la influencia británica y a los
valuar también todas las monedas de la OSA en el mismo 14 por ciento. regímenes pro-británicos en la región.
El resultado fue que las otras monedas de la OSA colocaron el dinero en De acuerdo con el Tratado Anglo-Egipcio de 1954 Gran Bretaña retiró
otra moneda y dejaron de tratar a la antigua moneda imperial como re­ sus últimas tropas del Canal de Suez en junio de 1956. Enseguida, al mes
serva. En 1987 los Acuerdos de Basle pusieron fin definitivamente a la siguiente, Nasser decidió nacionalizar el Canal de Suez, que era propiedad
OSA. La mayoría de los países del antiguo imperio sub-sahariano de conjunta de Francia y Gran Bretaña, a fin de recoger fondos para la cons­
Francia adoptaron el franco CFA (Communauté Financiére Africaine) trucción de un ·vasto complejo hidroeléctrico en Asuán. Esto decidió a
como moneda, con un cambio fijo con el franco francés. Los miembros Gran Bretaña, Francia e Israel a llevar a cabo una acción conjunta contra
de la zona franco mantienen la mayoría de sus reservas de divisas en fran­ su enemigo común. Se acordó que Israel atacaría Egipto, moviéndose ha­
cos franceses. cia el canal, y que Gran Bretaña y Francia exigirían entonces que los paí­
Gran Bretaña retuvo considerables intereses económicos en Irán, y en ses beligerantes se retiraran del área del canal para poder garantizar su
los años cincuenta la Corporación Petrolera Anglo-Iraní era la inversión protección, que quedaría garantizada por una fuerza anglo-francesa que
británica más importante en el extranjero. Las amenazas de nacionaliza- intervendría para tomar el control del canal de acuerdO con el tratado
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 277

anglo-egipcio, que permitía la intervención si la seguridad del canal se elecciones generales. En 1960 en Ciudad del Cabo el primer ministro bri­
veía amenazada. Este acto de «colusióm) tenía por objeto proporcionar tánico Harold Macmillan habló de los «vientos de cambio)) que recorrían
una excusa para una intervención anglo-francesa. Israel puso en marcha África. En 1963 Gran Bretaña había liquidado casi todo su antaño vasto
el plan atacando Egipto a finales de octubre. imperio africano. A mediados de los años sesenta el gobierno Laborista
Las fuerzas israelíes tuvieron un enorme éxito, alcanzando el Canal de del primer ministro Harold Wilson afrontó la realidad de que, con la pér­
Suez y reabriendo el Golfo de Aqaba. De acuerdo con el plan de colusión dida del imperio, su poder había disminuido, tanto económica como mi­
se emitió un ultimátum anglo-francés el30 de octubre, pero hasta el S de litarmente, y adoptó una nueva visión estratégica que requería que Gran
noviembre no llegaron al canal, en paracaídas, las primeras fuerzas anglo­ Bretaña pusiera fin a su posición al «este de Suev). De modo que, para
francesas. A esto le siguió un desembarco anfibio. Entretanto, tanto los evitar que algunas de las antiguas colonias no se sintieran demasiado de­
Estados Unidos como la Unión Soviética, en un raro acto de concordan­ jadas a su suerte, la Commonwealth recibió un poder más elevado y su
cia, exigieron un alto el fuego a través de la ONU el 2 de noviembre. Ante propio secretariado. Simultáneamente, cierto número de antiguas colo­
esta presión internacional, pero especialmente americana, los británicos y nias recibieron de repente, e incluso inesperadamente, la independencia.
los franceses accedieron a desistir y se acordó un alto el fuego el 6 de no­ La retirada de Gran Bretaña fue gradual. Todavía apoyó a Malasia, que
viembre. Inmediatamente se destacó en la zona una fuerza de emergencia había logrado la independencia de Gran Bretaña en 1957, cuando Indo­
de la ONU para separar a las partes beligerantes en el Sinaí, y se evacua­ nesia inició una política de acoso dirigida a Malasia. La amenaza indoné­
ron las tropas anglo-francesas, mientras que las tropas israelíes abando­ sica fue rechazada con la ayuda de 50.000 soldados de la Commonwealth
naban Egipto y la Franja de Gaza. proporcionados por Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda. La con­
Una respuesta anglo-francesa más rápida quizá hubiera conseguido el frontación se alargó hasta 1964, y durante este período Indonesia conti­
objetivo. El retraso en el desembarco de las tropas permitió a la opinión nuó amenazando con intensificar el conflicto al tiempo que se deshacía
pública internacional alzarse contra ellos. La Unión Soviética aprovechó en un caos económico, hasta que un fracasado golpe de estado comunis­
la oportunidad causada por esta distracción para aplastar el gobierno li­ ta precipitó la toma de poder por el ejército en 1965 y el gradual despla­
beral húngaro, que estaba intentando separarse del bloque soviético. En zamiento de Sukarno del poder. Sukarno había afirmado que el auténtico
Oriente Medio el prestigio francés y británico se vio seriamente dañado enemigo era el imperialismo y neo-colonialismo británico, que había
tras su humillante retirada. El primer ministro británico, Anthony Eden, creado una Malasia títere. Las tensiones económicas y políticas de la con­
que había apoyado la intervención, dimitió. Suez marcó el fin del papel frontación agravaron la situación dentro de Indonesia y contribuyeron al
de Gran Bretaña y Francia como grandes potencias capaces de actuar al descontento que finalmente provocó la caída de Sukarno. El intento de
mismo nivel que los dos estados más potentes del sistema internacional. repetir el éxito de la confrontación anterior con los Países Bajos había fra­
Después de 1956 quedó claro que el sistema internacional se había con­ casado gracias a la firmeza británica. En consecuencia, el prestigio britá­
vertido en un mundo bipolar en el que Estados Unidos y la Unión Sovié­ nico aumentó gracias a su eficaz apoyo a Malasia. Gran Bretaña, en tanto
tica eran las superpotencias. Suez había revelado los limites del poder que antigua potencia imperial, también desempeñó un importante papel
europeo. como intermediario en la transición hacia un gobierno de mayoría en
Después de Suez, Gran Bretaña pasó por un proceso de reposiciona­ Rhodesia-Zimbabwe, durante la cual Gran Bretaña se convirtió breve­
miento que durante los cinco años siguientes condujo al proceso parejo mente en el poder gobernante para supervisar las elecciones.
de entrar en la CEE y de deshacerse de algunos fragmentos del imperio Francia fue la más activa de todas las antiguas potencias coloniales eu­
que ya no satisfacían los intereses británicos tras el amplio proceso de ropeas a la hora de intentar mantener una esfera de influencia en sus anti­
descolonización ya consumado. Gran Bretaña estaba pasando consciente­ guos territorios. Aunque para mediados de los años sesenta la Comunidad
mente de ser un estado encarado a sus posesiones de ultramar a ser un es­ Francesa ya había perdido todo significado fundamental, Francia conti­
tado encarado a Europa. El gobierno conservador decidió en 1959 reti­ nuó desempeñando un papel activo en su antiguo imperio subsahariano,
rarse de África tan rápidamente como fuera posible tras las siguientes apoyando el ampliamente usado franco centroafricano y manteniendo
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 279

una presencia militar que a menudo fue decisiva para mantener un régi­ británico podía estar preparado para llegar a un acuerdo sobre las islas, y
men o deseinpeñar un papel en un cambio de gobierno. probablemente se creía que Gran Bretaña no estaría dispuesta, o sería in­
Un ejemplo de la continua participación francesa en la región es la capaz, de hacer una guerra distante por poco más de 1.800 personas y
guerra entre Chad y Libia. El régimen libio del Coronel Gaddafi tenía el 400.000 ovejas. La guerra estalló a raíz del desembarco ilegal de un grupo
firme propósito de reclamar la franja de Aozu, rica en minerales, del veci­ de comerciantes argentinos de chatarra en South Georgia, una dependen­
no Chad. Varios intentos libios de tomar el control de la franja habían cia de la colonia de las Islas Falkland, en marzo de 1982. Le siguió la inva­
sido rechazados por Chad con ayuda francesa. Cuando esto volvió a ocu­ sión total de las islas por Argentina.
rrir en 1983, el presidente de Francia, Mitterrand, decidió intervenir di­ Las fuerzas invasoras argentinas rápidamente tomaron las guarnicio­
rectamente con tropas francesas. Un cuerpo francés de unos 3.000 soldados nes de las Falkland y de South Georgia, y el gobernador inglés fue depor­
estableció una zona prohibida, la zone rouge, entre los ejércitos enfrenta­ tado. Gran Bretaña respondió a la crisis enviando un destacamento naval
dos. En septiembre de 1984 se alcanzó un acuerdo para la retirada de las especial, que llegó a finales de abril tras un viaje de 8.000 millas. Durante
tropas extranjeras, pero mientras que los franceses se retiraron, los libios este período de calma todos los esfuerzos por alcanzar una solución di­
se quedaron. En febrero de 1986 las fuerzas libias avanzaron, confiados en plomática al conflicto resultaron infructuosos. Gran Bretaña declaró una
que las elecciones parlamentarias francesas que entonces tenían lugar dis­ <<zona de exclusión total» de 200 millas alrededor de las Falklands. Se pro­
traerían la atención francesa. Pero rápidamente se desplegaron fuerzas dujo entonces un polémico incidente con el hundimiento del buque de
francesas, y Estados Unidos proporcionó ayuda por valor de 10 millones guerra argentino General Be/grano cuando se encontraba fuera de la zona
de dólares. Con tan importante apoyo franco-americano, las fuerzas del de exclusión total. Las fuerzas británicas pronto recapturaron South
Chad lograron avanzar hacia el norte, derrotando a los libios y recon­ Georgia, a fmales de abril, a lo que siguió una serie de desembarcos en las
quistando el control de la franja de Aozu. Falklands que rápidamente aplastaron las guarniciones argentinas. A
Francia ha sido reacia a renunciar a los últimos fragmentos de su im­ consecuencia de su derrota el gobierno militar argentino hubo de dejar el
perio colonial. Ha encontrado en la Guyana Francesa una base conve­ poder. El nuevo gobierno aceptó el final deJacto a las hostilidades, y las re­
niente para el lanzamiento de satélites, en tanto que sus territorios en el laciones anglo-argentinas mejoraron tras el restablecimiento de un go­
Océano Pacífico le proporcionaron hasta 1996 un lugar para sus pruebas bierno civil en Argentina a finales de 1983.
de armas nucleares. En 1985 agentes franceses abordaron y hundieron un El crecimiento de la UE, y el legado progresivamente más pequeño de
barco de Greenpeace en Nueva Zelanda que protestaba contra las pruebas la era colonial, condujeron lentamente a una reformulación de las rela­
nucleares francesas, una acción que condujo a una seria ruptura de las re­ ciones de Europa con el mundo no europeo. Las Convenciones de Lomé
laciones. Francia se adelantó a cualquier tipo de reparación por parte de de 1975 y 1980 entre la CE y sesenta estados africanos, caribeños y del Pa­
Nueva Zelanda utilizando su peso en la CE para amenazar a este país con cífico, permitieron la entrada de casi todos los productos agrícolas de es­
represalias económicas. tos países en la CE sin impuestos, al tiempo que permitían un impuesto
Todavía quedan varios fragmentos de un vasto imperio colonial que común sobre los bienes procedentes de la CE.
siguen bajo el control de estados europeos. Gran Bretaña conserva varias Europa, que durante siglos había sido un foco de emigración, en la era
posesiones isleñas, especialmente en el Caribe y el Atlántico. Una de éstas, de posguerra se convirtió en foco de inmigración, y una gran cantidad de
las Falklands, fueron causa de una guerra entre Argentina y Gran Bretaña personas, predominantemente del antiguo mundo colonial, buscó esta­
en 1982. Gran Bretaña y Argentina mantenían desde hacía tiempo una blecerse en Europa, y generalmente en la antigua potencia colonial. Al
disputa territorial acerca de la soberanía de las Islas Falkland (Las Malvi­ principio, cuando, al acabar la segunda Guerra Mundial, el país sufría
nas), que están situadas a unas 300 millas al este de la costa argentina. El una grave falta de mano de obra, Gran Bretaña atraía ávidamente a inmi­
gobierno militar de Argentina buscaba un triunfo para restablecer su de­ grantes de su antiguo imperio. Un hito importante fue la llegada en ju­
caída popularidad en una espectacular victoria. Así, aumentó la presión nio de 1948 del Empire Windrush de Jamaica con el primer grupo de
para la retirada británica de las islas. Había indicaciones de que el gobierno inmigrantes. Todos los ciudadanos de la Commonwealth disfrutaban
280 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

del libre derecho a la inmigración, pero con el aumento de la cantidad de común ha permitido el acceso a la literatura y las películas de los antiguos
inmigrantes, el gobierno británico aprÜbó en 1972la Ley de Inmigración estados coloniales, y en una era de rápida expansión de los medios de ra­
de la Commonwealth, que intentaba por vez primera controlar el núme­ diodifusión y televisión, esto proporciona a Europa una importante in­
ro de inmigrantes. fluencia cultural. Las antiguas potencias coloniales siguen siendo un des­
Desde 1945 han venido a Europa muchos inmigrantes a causa de los tino importante para la educación superior de parte de los estudiantes de
problemas políticos o económicos de sus países de origen. En 1951 Gran sus antiguos imperios. La globalización de la información ha ayudado a
Bretaña tenía una población de 74.000 habitantes procedentes de los paí­ conectar el antiguo mundo colonial con las antiguas potencias coloniales.
ses de la nueva Commonwealth; en 1981 esta cifra había aumentado has­ Justo cuando la descolonización parecía acabar separando a las potencias
ta 2,2 millones. Francia tenía en 1990 una población de 1,5 millones de europeas del mundo no europeo, la globalización permite su acercamiento
inmigrantes africanos, y casi 0,5 millones de inmigrantes asiáticos. Espa­ por otras vías.
ña y Portugal, que históricamente habían sido países de emigración, co­
menzaron también a recibir inmigración. Portugal, tras el colapso de su
imperio, se encontró con una población de 800.000 inmigrantes de una
población total de tan sólo 10 millones. Los levantamientos políticos en Globalización e internacionalización
las antiguas colonias siguieron afectando a las antiguas potencias mucho
tiempo después de la independencia. En 1972 Uganda expulsó a su po­ Dos procesos estrechamente relacionados han establecido muchos de los
blación étnica asiática, lo que provocó que 29.000 personas con pasapor­ contextos sociales, económicos y políticos en los que se ha desarrollado la
te británico se desplazaran a Gran Bretaña, donde acabaron por conver­ interacción entre Europa y el mundo no europeo. «Globalizacióm} hace re­
tirse en uno de los grupos de mayor éxito económico. También quedan ferencia a la manera en que una gran parte de la actividad económica des­
restos de un notable flujo de emigración británica. Por ejemplo, durante de 1945 ha pasado a tener lugar cada vez más en mercados esencialmente
los años de dificultades económicas de principios de los ochenta hubo en mundiales en lugar de estar confinada dentro de fronteras nacionales o in­
Gran Bretaña más emigfación que inmigración; así, 465.000 personas cluso regionales. Los mercados globales ayudan a producir actores globa­
emigraron a países de la Antigua Commonwealth y a los Estados Unidos les, como las ingentes corporaciones transnacionales, o magnates de los
durante 1979-83. medios de comunicación como Rupert Murdoch, así como una cultura
Tales movimientos de población han contribuido a cambiar el mapa global, mayormente occidental o (dirian algunos) norteamericana. «ln­
cultural de Europa, puesto que por primera vez Europa Occidental y Cen­ ternacionalización» hace referencia a la manera en que los estados han
tral cuentan con una notable población musulmana. Los inmigrantes respondido a la globalización y a otras presiones aunando sus recursos
económicos de Turquía han aumentado este fenómeno. Uno de los efec­ -económicos, diplomáticos y militares- en una amplia gama de organi­
tos de esto ha sido que Europa se ha visto involucrada en asuntos del zaciones internacionales. Ambos procesos han afectado profundamente
mundo islámico. En 1989 el autor británico nacido en la India Salman todos los aspectos de la política mundial y de la economía política global.
Rushdie fue objeto de una fatwa emitida por el máximo líder religioso de Aunque se ha producido un intenso debate acerca del verdadero alcan­
Irán, el Ayatolá Jomeini, que pidió la muerte del escritor por un cargo ce de la globalización y su impacto sobre la nación estado, algunos hechos
de blafemia en su libro Los versos satánicos. Esto condujo a una larga rup­ básicos están fuera de discusión: las transacciones financieras diarias en
tura de relaciones anglo-iraníes y a un corto estallido de eventos de que­ todo el mundo superan el billón de dólares, la velocidad con la que estas
ma de libros considerados blasfemos en algunas comunidades musulma­ transacciones tienen lugar en la actualidad se ha visto reducida a menos de
nas, en apoyo de la fatwa. un segundo, las mejoras en la productividad combinadas con la continua re­
La interacción entre Europa y el mundo no europeo se basa en una lar­ ducción de barreras al comercio han favorecido la concentración de va­
ga y compleja historia. En el antiguo mundo colonial permanece a menu­ rias actividades económicas en corporaciones transnacionales cada vez
do un legado lingüístico, que sigue siendo un lazo importante. El lenguaje más grandes, y el comercio ha aumentado de forma continua desde 1945,
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

tanto en volumen total como en porcentaje del producto interior mun­ pública. Esto no impidió que la Ronda de Uruguay de negociaciones co­
dial total. Además, se puede aportar toda una serie de estadísticas que merciales, que comenzó en 1986, alcanzara un acuerdo en 1994 que in­
muestran la centralidad de Europa (especialmente Europa Occidental) en cluia el establecimiento de un sucesor del GATT, la Organización MUn­
todos estos procesos -y por tanto su dependencia de ellos y su vulnera­ dial del Comercio.
bilidad. Solamente los bancos situados en Gran Bretaña sostienen casi GATT era una de las tres organizaciones económicas internacionales
una cuarta parte de los préstamos internacionales, la UE es responsable establecidas después de la guerra para proveer cierto nivel de administra­
de cerca del 40 por ciento del comercio total y del 20 por ciento del co­ ción de la economía global; las otras eran el FMI y el Banco Mundial. Su
mercio fuera de la Unión, y más de la mitad de las inversiones totales del cometido inicial, canalizar la asistencia a Europa, quedó después reem­
mundo fluyen entre la UE, de un lado, yAmérica del Norte y Japón, del otro plazado por la nueva función de proporcionar préstamos a países en vías
lado. La UE es también responsable de un 3 1 por ciento de la producción de desarrollo. Para 1970 Japón se había unido a los Estados Unidos y
total mundial, en comparación a un 27 por ciento de Estados Unidos y Europa Occidental como uno de los tres principales centros de poder
un 2 1 por ciento de Japón. económico. Tras el derrumbe del sistema de Bretton Woods en 1971 y la
Hasta los años noventa los países del Pacto de Varsovia habían estado primera de una serie de grandes subidas del precio del petróleo en 1973,
excluidos de estos procesos porque seguían políticas que caían entre la estos tres centros añadieron una importante institución informal: las
autarquía y la división del trabajo entre los miembros del Comecon, esta­ cumbres del Grupo de los Siete (G7). Éstas tuvieron su origen en una ini­
blecido en 1949 para promover la cooperación económica entre ellos. Su ciativa del presidente francés, Valéry Giscard D'Estaing, de 1975. Su idea
experiencia desde 1989 ha sido diversa: la mayoría se consideraron ini­ original era hacer reuniones irregulares y muy informales de «los que son
cialmente mercados emergentes que ofrecían interesantes perspectivas de realmente importantes en el mundo» -los jefes de gobierno de Estados
crecimiento, y algunos recibieron grandes préstamos e inversiones. El Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Francia e Italia- con el
mayor receptor de préstamos, Rusia, ha fracasado en su intento de reali­ objetivo de centrar su conocimiento colectivo en los grandes problemas
zar su potencial económico y ha caído aún más profundamente en deuda del momento, libres de las limitaciones impuestas por los ejércitos de bu­
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras fuentes de présta­ rócratas. Esta imagen un tanto romántica del poder en el mundo moderno
mos. Otras economías, como las de Polonia y Eslovenia, comienzan a de­ naufragó contra los escollos de los distintos sistemas políticos y culturales
mostrar una tendencia firme y continuada al crecimiento. representados por los siete: otros líderes políticos no disfrutaban del pe­
El ímpetu inicial para la integración de Europa no provino tanto de la ríodo de siete años en la presidencia que tenía el presidente francés y te­
globalización como de una serie de presiones políticas. Entre estas se in­ nían menos tiempo para centrarse en el contexto global a expensas de
cluye la insistencia americana en que Europa proporcionara una respuesta consideraciones electorales de corto plazo. Además, los líderes europeos
común a la ayuda del Plan Marshall, lo que llevó al establecimiento en y, hasta cierto punto, los japoneses, tendían a tener más experiencia a ni­
1948 de la Organización para la Cooperación Económica Europea (más vel gubernamental, a menudo en oficinas financieras, que sus homólogos
tarde Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, con Esta­ americanos, lo que hacía que el presidente de Estados Unidos fuera reacio
dos Unidos y Canadá). También un producto de la presión americana fue a entablar discusiones de alto nivel sin que sus consejeros estuvieran pre­
el establecimiento un año antes del Acuerdo General sobre Aranceles sentes. En consecuencia, las reuniones se hicieron mucho más formales,
Aduaneros y Comercio ( GATT), que creó el foro más importante para el regulares, altamente publicitadas y bien organizadas que en la idea origi­
discurso comercial entre los estados más importantes. También aquí, a la nal francesa. También comenzaron a considerar un abanico mucho más
vista de la creciente tensión sobre cuestiones comerciales con los Estados amplio de cuestiones que las relacionadas con la economía internacional,
Unidos, los socios de la UE han tendido a funcionar como una sola uni­ y así aparecieron en sus agendas cuestiones medioambientales, terroris­
dad. Las disputas comerciales alcanzaron un pico en los años ochenta, mo y la crisis de los Balcanes.
cuando cada bando acusó al otro de prácticas restrictivas y proteccionis­ Cuando comenzaron las reuniones del G7, la ortodoxia económica
mo, especialmente en las áreas de agricultura y políticas de contratación predominante era todavía la creencia en las posibilidades del modelo
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

keynesiano de gestión de la demanda. Esto condujo a varias estrategias los cinco escaños permanentes en el consejo de seguridad, y América La­
para abordar coordinadamente los problemas globales de la economía, tina y Europa Occidental comprendían la mayoría de la asamblea general.
de las que la de mayor éxito posiblemente sea la fraguada en la cumbre de Europa Occidental también proporcionó los dos primeros secretarios ge­
1978 en Bonn, cuando Alemania Occidental y Japón acordaron reflacio­ nerales de la ONU, el noruego Trygve Lie y el sueco Dag Hammarskjold
nar sus economías a cambio de un compromiso americano de hacer una -ambos objeto de la ira de la Unión Soviética por su presunto sesgo
política fiscal más estricta para contrarrestar la inflación. No obstante, los pro-occidental. Pero a mediados de los años sesenta la mayoría de los
alemanes llegaron más tarde a la conclusión de que habían sido empuja­ miembros de la ONU eran estados afro-asiáticos, que impulsaron vigoro­
dos a adoptar una política que agravaba su propia inflación sin tener nin­ samente una agenda en la que los problemas de desarrollo y anti-colonia­
gún efecto a largo plazo sobre los problemas económicos globales: una vi­ lismo tenían prioridad sobre las cuestiones de la guerra fría. El apoyo
sión que se ajustaba a la ortodoxia neoliberal de los años ochenta que occidental a Israel y, en menor medida, Sudáfrica, contribuyó a crear una
encarnaban Ronal Reagan y Margaret Thatcher. Reagan intentó también atmósfera en la que Estados Unidos y las principales potencias coloniales
utilizar las reuniones para promover su estrategia de confrontación con la de antaño como Gran Bretaña a menudo se encontraban en el lado cor­
Unión Soviética, lo que dio origen a varias disputas graves con sus aliados tante de discursos y resoluciones impotentes pero airados de la asamblea
europeos, de las que la más notoria fue la ocurrida en la cumbre de 1982 general. Al mismo tiempo la dificultad de garantizar la necesaria unani­
en Versalles, cuando Reagan intentó presionar a los rusos frenando el midad entre los cinco permanentes del consejo de seguridad impedía que
acuerdo sobre la propuesta de un oleoducto trans-siberiano: una jugada la ONU pudiera desempeñar el importante papel en la seguridad inter­
que podía haberles costado muchos empleos a los europeos. Ocho años nacional que en un principio se había pretendido. Por ello, la declaración
más tarde, cuando la cuestión era qué hacer con una Unión Soviética en del grupo G7 de 1991 era importante porque simbolizaba un n.uevo in­
el umbral del colapso, los países del G7 fueron igualmente incapaces de tento occidental de aprovechar plenamente el potencial de la ONU. Al fi­
alcanzar un acuerdo, puesto que Francia y Alemania optaban por conti­ nal, el «nuevo orden mundiab, del que este retorno a la ONU era una
nuar con sus programas bilaterales de ayuda, EE.UU. pedía más conce­ parte significativa, _resultó ser ilusoriO. Hubo una importante contribu­
siones de seguridad, Japón solicitaba que la ayuda estuviera vinculada a ción europea en las actividades de pacificación de la ONU en Somalia,
progresos en la disputa sobre las Islas Kuriles, y Gran Bretaña pedía una Ruanda, Bosnia y otros lugares, pero con resultados variables, y cuando la
reestructuración más minuciosa. Rusia es en la actualidad un miembro OTAN decidió bombardear Yugoslavia en 1999, se abstuvo de buscar un
más de este pequeño círculo -más a causa de aprensiones por el peligro mandato de la ONU debido a la probabilidad de un veto ruso en el con­
de dejar a Rusia al margen, que porque Rusia satisfaga los criterios eco­ sejo de seguridad.
nómicos para ser miembro del club, aunque la presencia de Rusia en la Una importante respuesta institucional internacional a la globaliza­
cumbre del G8 de 1999 fue valiosa por sus lazos con el intransigente go­ ción ha sido la búsqueda, por parte de los miembros de la UE, de res­
bierno de Yugoslavia, que por entonces estaba siendo bombardeada por puestas coordinadas, si no comunes, a varios retos internacionales. En
aviones de la OTAN en respuesta a su política de «limpieza étnica}} en la ciertas áreas -especialmente en las negociaciones sobre comercio, agri­
provincia sureña de Kosovo. cultura y pesca- la UE funciona como una unidad; en otras, como en la
La declaración de la cumbre del G7 de 1991 afirmaba que el grupo pre­ ayuda a los países en vías de desarrollo, la política global de la UE viene
tendía hacer un mayor uso de la ONU para la resolución de conflictos, la regida por instrumentos como la Convención de Lomé, aunque cada uno
diplomacia preventiva y la cooperación en varias áreas políticas, econó­ de los miembros de la UE difiere considerablemente en la cantidad de
micas, ecológicas y humanitarias. Esto marcó un giro respecto a la posi­ ayuda que ofrecen. Con el Tratado de Maastricht la UE se comprometió a
ción de varios miembros del G7 durante las décadas de los setenta y avanzar hacia una política exterior y de seguridad común (PESC). El de­
ochenta, cuando tendían a ver la ONU como una organización anti-occi­ sarrollo minucioso de la PESC ha servido para poner de manifiesto los
dental e ineficaz. Cuando se creó la ONU en 1945, estaba dominada por problemas de este concepto, aunque en la práctica la UE ha avanzado
Estados Unidos y sus aliados, Gran Bretaña y Francia recibieron dos de hacia una política común realizada ad hoc en problemas como el medio
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ambiente y los derechos humanos y también en su orientación hacia con cuarenta miembros. En los últimos diez años, la UE ha intentado, con
otros grupos regionales. creciente interés, promover los principios del «buen gobiernm>, como la
El Tratado de Maastricht incluía un compromiso con el desarrollo sos­ democracia, la observancia de los derechos humanos y el estado de de­
tenible que fue reafirmado en los mandatos de los nuevos Banco Europeo recho, fuera de Europa. Este compromiso fue puesto por escrito en el
para la Reconstrucción y el Desarrollo y Banco Europeo de Inversiones. Acuerdo de Lomé IV con sus asociados en el mundo en vías de desarrollo,
Más concretamente, la UE adoptó una posición negociadora común en la y resaltado aún con mayor énfasis en documentos posteriores. En 1995
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo dos importantes declaraciones realizadas por la Comisión de la UE deja­
de 1992 y en la.Conferencia de Kyoto sobre el Cambio Climático Global de ron bien claro que todos los acuerdos de la UE con terceros incluirían
1997. Sin embargo, aunque la primera de éstas logró establecer unos cláusulas referentes a los derechos humanos, y que se contemplaría la sus­
principios generales, la segunda reveló grandes diferencias entre la UE y pensión de los acuerdos en caso de violación de los derechos humanos. La
el resto de los principales participantes. El principal objetivo de Kyoto era cuestión de la protección internacional de los derechos humanos siempre
establecer compromisos específicos para la reducción de las emisiones de ha estado llena de dificultades, y la experiencia de la UE ha tendido a con­
gases causantes del efecto invernadero, de las que los Estados Unidos son firmar esto. Las distintas culturas y religiones encaran de forma distintas
responsables de una cuarta parte, y la UE del 15 por ciento. La posición de las cuestiones de derechos humanos, los estados siempre reclamarán su
la UE era que los principales estados industrializados redujeran sus emi­ derecho soberano a resolver las cuestiones nacionales en el marco de su pro­
siones en un 15 por ciento para el año 2010 respecto al nivel de referencia pia jurisdicción, y los intereses comerciales y de seguridad tienden a llevar
de 1990. Al final sólo se pudo acordar una reducción total del S por cien­ a los estados a aplicar distintos raseros al cumplimiento de los derechos
to, correspondiente a una reducción del 8 por ciento para la mayoría de humanos. En el caso de la UE, esta última consideración ha llevado a se­
países europeos, del 7 por ciento para Estados Unidos, y del 6 por ciento guir una línea de actuación más suave con China que con los asociados de
para Japón. Pero otras fuentes de gases invernadero de creciente impor­ Lomé de la UE, así como a hacer oídos sordos a los malos tratos contra los
tancia global, como China y la India, sólo recibieron objetivos voluntarios pueblos indígenas en Norteamérica y Australia. En cambio, muchos paí­
de reducción de emisiones. El problema del calentamiento global va ses africanos han recibido sanciones europeas de distinto tipo por causa
camino de convertirse en una de las principales fuentes de tensión inter­ de cuestiones de derechos humanos, aunque incluso aquí la práctica no es
nacional durante las próximas décadas. Mientras que Europa en conjun­ uniforme: Francia logró evitar la imposición de sanciones en su antigua
to quizá consiga reducir su propia contribución al problema siempre y colonia Camerún.
cuando Europa Occidental se haga cargo de la mayor parte de la carga El fortalecimiento de distintos procesos de integración regional en
económica que el acuerdo supone para Europa Oriental, las naciones en todo el mundo durante los últimos veinte años se ha interpretado gene­
vías de desarrollo que obtienen su energía mayormente de la quema de ralmente como una respuesta a la globalización. A medida que aumenta­
carbón y están en rápido proceso de industrialización se niegan en efecto ban las fuerzas comerciales y financieras a las que tenían que hacer frente
a recortar sus emisiones a no ser que el enorme coste ( 1 billón de dólares) los estados, éstos comenzaron a sentir la necesidad de unir sus recursos
de la conversión a tecnologías alternativas sea sufragado por los países oc­ tanto para sobrevivir como para obtener el máximo beneficio de la glo­
cidentales. No sólo no hay indicios de que esto vaya a ser así, sino quepa­ balización. Los estados excluidos de un grupo regional buscaron oportu­
rece que Estados Unidos tiene toda la intención de seguir siendo uno de nidades en otros: Rusia entró en el Grupo Asia-Pacífico de Cooperación
los mayores emisores de gases. Económica en 1997, mientras que Turquía, también excluida de la UE
Europa, que ha sido el escenario de las mayores violaciones de los de­ pese a largos años de buscar la admisión, intentó establecer fuertes lazos
rechos humanos de la historia, entre las que hay que incluir la reciente con Asia Central y Oriente Medio. Este proceso no sólo afectó a los esta­
experiencia (años noventa) de la antigua Yugoslavia, ha concebido sin dos: las empresas de negocios, desde las de telecomunicaciones, aeroespa­
embargo el sistema más efectivo y de mayor alcance para la protección in­ cíales y automovilísticas a las del petróleo, la banca o los refrescos prota­
ternacional de los derechos humanos en la forma del Consejo de Europa, gonizaron una oleada de fusiones tanto dentro de regiones como entre
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regiones. Una consecuencia inevitable de esto es que los grupos regio­ sas aventuras fuera de Europa. Pero al final de la década de los noventa
nales cada vez negocian entre sí más como bloques que como países había comenzado a tomar forma un cierto sentido de un destino común
individuales. Por ejemplo, la UE y la Asociación de Naciones del Asia Su­ en lo que Gorbachev había llamado <muestra casa común europea». En el
dorienta! (ASEAN) alcanzaron un Acuerdo de Cooperación en 1980, y en sentido más amplio, esto podía verse como un producto de la globaliza­
1996 la UE y diez estados asiáticos, entre ellos siete miembros de ASEAN, ción. Alemania en particular, pero también otras potencias europeas, se
acordaron formalizar y avanzar en su diálogo mediante el ini_cio de los dieron perfecta cuenta de que las consecuencias de un colapso económi­
Encuentros Asia-Europa. Del mismo modo, la UE y.el grupo Mercosur de co, político y social en Rusia no podrían confinarse dentro de las fronte­
estados sudamericanos (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con los ras de Rusia, y se mostraron dispuestos a ayudar considerablemente a las
que la UE realiza la mayor parte de su comercio con la región -unos facciones moderadas en Rusia para que mantuvieran el control de la si­
50.000 millones de dólares en total- firmaron unAcuerdo Marco en 1995 tuación. En otro contexto, la respuesta renuente pero en última instancia
que se considera el precursor de lazos de mayor alcance. eficaz de la OTAN a lo acontecido en la antigua Yugoslavia sugiere que al­
guna forma de globalización ética comenzaba a influir en los eventos, de
manera que los estados -al menos los estados europeos- tenían que es­
tar a la altura de unos mínimos de comportamiento civilizado para obte­
Conclusión ner la plena aceptación de la comunidad internacional. La OTAN, que no
había disparado un solo tiro montado en cólera durante la guerra fría,
En 1945 Europa todavía -formalmente- dominaba la mayor parte del emerge ahora como el instrumento de esta nueva concepción de las rela­
mundo. En realidad su poder se había debilitado tanto en relación con las ciones internacionales (no sin cierta inquietud por parte de algunos de
superpotencias como en relación con la tarea de mantener el dominio so­ sus nuevos miembros, la República Checa, Polonia y Hungria, así como
bre sus colonias, muchas de las cuales habían recibido muchas prOmesas de algunos de los miem�ros antiguos, especialmente Grecia e Italia). Ade­
de Japón, que se las había dado de liberador de la dominación blanca du­ más, aunque Rusia frecuentemente ha expresado su preocupación por es­
rante la guerra. La aceptación de la pérdida del imperio fue irregular: Gran tos desarrollos, también se ha mostrado dispuesta a participar en las in­
Bretaña se desprendió de las colonias con relativa facilidad, pero a cam­ tervenciones internacionales en Bosnia y Kosovo. Aunque hizo lo posible
bio le costó bastante admitir que había dejado de ser un jugador en el es­ por distanciarse de la OTAN (especialmente de cualquier implicación de
cenario mundial para aceptar su papel a escala regional; Francia jugó ex­ control por la OTAN de sus fuerzas armadas) en estas actividades, la sor­
traordinariamente bien su mano en la partida de la política europea en lo prendente realidad es que Estados Unidos,' Rusia y los miembros eu­
que concierne a sus propios intereses, pero le resultó enormemente difícil ropeos de la OTAN perseguían un propósito común en la antigua Yugos­
renunciar a su antigua grandeza imperial. En el Este, Rusia se encontró ­ lavia. Como pasa tantas veces en las relaciones internacionales, también
y no por primera vez -en Europa pero no de Europa. En ciertos aspectos esto puede torcerse, pero es al menos un desarrollo notorio con implica­
su respuesta a esta situación no fue enteramente distinta a la de sus ene­ ciones potencialmente profundas en las próximas décadas.
migos de Europa Occidental a pesar de las diferencias ideológicas y de
otro tipo. Por ejemplo, al igual que Gran Bretaña y Francia en sus propias
maneras, Moscú intentó hacerse con un papel de líder mundial en parte
para contrarrestar el poder de Estados Unidos. También intentó estable­
cer en Europa del Este un sistema rival al que se estaba formando en Eu­
ropa Occidental, por bien que unido esencialmente por la fuerza.
Al final, Moscú fue el gran perdedor en la gran contienda de la era de
posguerra, y tuvo que renunciar a buena parte de su territorio soberano,
perdió a sus aliados de Europa del Este, y ganó poco o nada de sus costo-

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