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MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO

A la hora de luchar contra el cambio climático para prevenir los impactos que causa
en los diferentes sistemas del planeta, el ser humano aplica dos tipos de medidas:
las de mitigación y las de adaptación.

Las medidas de mitigación son aquellas acciones que están encaminadas a reducir
y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que las medidas
de adaptación se basan en reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del
cambio climático.

La mitigación, por lo tanto, se ocupa de las causas del cambio climático, mientras
que la adaptación aborda sus impactos.

Medidas de mitigación

Entre las medidas de mitigación que se pueden poner en marcha para evitar el
aumento de las emisiones contaminantes se encuentran las siguientes:

 Practicar la eficiencia energética

 Mayor uso de energías renovables

 Electrificación de procesos industriales

 Implementación de medios de transportes eficientes: transporte público


eléctrico, bicicleta, coches compartidos…

 Impuesto sobre el carbono y mercados de emisiones

Medidas de adaptación

En cuanto a las medidas de adaptación, son varias las acciones que ayudan
a reducir la vulnerabilidad ante las consecuencias del cambio climático

 Construcción de instalaciones y obras de infraestructuras más seguras

 Restauración paisajística -paisaje natural- y reforestación de bosques

 Creación de un cultivo flexible y variado para estar preparados ante


catástrofes naturales que amenacen las cosechas
 Investigación y desarrollo sobre posibles catástrofes, comportamiento de la
temperatura, etc.

 Medidas de prevención y precaución (planes de evacuación, cuestiones


sanitarias.

La ADAPTACIÓN es el ajuste de los sistemas humanos o naturales frente a


entornos nuevos o cambiantes. La adaptación implica ajustarse al CLIMA,
descartando, el hecho de si es por cambio climático, variabilidad climática o
eventos puntuales.

Capacidad de adaptación

Capacidad de un sistema para ajustarse al cambio climático (incluida la


variabilidad climática y los cambios extremos) a fin de moderar los daños
potenciales, aprovechar las consecuencias positivas, o soportar las
consecuencias negativas.

La adaptación implica ajustarse al CLIMA, descartando, el hecho de si es por


cambio climático, variabilidad climática o eventos puntuales.

Solo considerando al clima como un todo, se puede adoptar medidas reales


y factibles de allí que el clima presente es tan o más importantes que el clima
futuro.

Fondos de apoyo a la Adaptación

En 1997, en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas


sobre el Cambio Climático, se establecieron tres nuevos fondos en apoyo de
la adaptación. Un Fondo Especial para el Cambio Climático que ayuda a
sufragar actividades "cuando se disponga de información suficiente". El
Fondo para los países menos adelantados que trata de preparar a los países
más pobres del mundo para que puedan llevar a cabo "programas nacionales
de adaptación". Y finalmente, el Fondo de adaptación que se desarrolla en el
contexto del Protocolo de Kyoto. El sitio de información de la Convención
destaca como medidas generales de adaptación las siguientes

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