Está en la página 1de 1

Nació en el 27 de agosto de 1769 en la ciudad

de Quito, por entonces capital de la Real Audiencia


homónima. Fue hija de Miguel Bermúdez Cañizares,
licenciado en Derecho oriundo de Popayán, y de
doña Isabel Álvarez y Cañizares, dama de estrato
elevado pero económicamente pobre.1 Tuvo tres
hermanos: Mariano Cañizares, José Cañizares y
María Cañizares, a quienes mencionó en su
testamento.2
A pesar de pertenecer a una familia distinguida por
parte de su madre, la unión ilegítima de sus padres y
el hecho de que su padre no se ocupara de ella, la
obligó a vivir una vida independiente en la que la
lucha por la supervivencia era su primera necesidad.
Se sabe que en 1797 vivía sola en una casa
arrendada del barrio de la Cruz de Piedra, en donde
fue retratada por el pintor Antonio Andrade, por lo
que para entonces ya debió ser una mujer notable
en la sociedad quiteña.1 En 1805 adquirió la
hacienda de Gregoria Salazar en la localidad
de Cotocollao (hoy Ponceano), que le costó 800
pesos y después la tenía en arrendamiento a Pedro
Calderón, que pagaba 151 pesos anuales por ella.3
Cuando se mudó a la casa parroquial junto a
la iglesia de El Sagrario, Manuela ya era una
conocida saloniere, término francés para describir a
damas ilustradas que organizaban tertulias para
discutir sobre política, literatura, ciencia, artes y
también los cotilleos del día. Hombres y mujeres de
la alta sociedad quiteña eran asiduos visitantes de la
que comenzó a ser conocida simplemente como la
casa del Sagrario y de su amable anfitriona.

También podría gustarte