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Jorge Manrique

Nació posiblemente en Paredes de Nava (Palencia), aunque es también posible que lo hiciese en Segura
de la Sierra (Jaén), alrededor de 1440. Fue cabeza de la encomienda que administraba el maestre don
Rodrigo, su padre.

Como el resto de su familia, fue partidario de combatir a los árabes y también participó en las intrigas y
luchas en torno a la subida al trono de los Reyes Católicos. Su padre, Rodrigo Manrique, Conde de
Paredes de Nava, que era maestre de la Orden de Santiago fue uno de los hombres más poderosos de
su época. Su madre murió cuando Manrique era un niño. Su tío, Gómez Manrique, era también poeta y
autor dramático.

Participó en su juventud en el asedio al castillo de Montizón lo que le reportó prestigio como guerrero.
Permaneció un tiempo preso en Baza cuando intentaba tomar dicha ciudad, en donde murió sus
hermano Rodrigo. Se enroló después con las tropas del bando de Isabel la Católica en la lucha dinástica
contra Juana la Beltraneja. En esa guerra, en una escaramuza cercana al castillo de Garcimuñoz en
Cuenca, defendido por el Marqués de Villena, fue herido de muerte en 1479, probablemente hacia la
primavera. Fue enterrado en el monasterio de Uclés.

Su obra poética abarca no más de unas cuarenta composiciones, en general obras satíricas y amorosas
convencionales son lectura obligatoria de la poesía de la época. Sin embargo en las famosas Coplas a la
muerte de su padre Inauguró la poesía como un hecho individual, como expresión particular de
sentimientos. En ellas Jorge Manrique hace el elogio fúnebre de su padre, Don Rodrigo Manrique,
mostrándolo como un modelo de heroísmo, de virtudes y de serenidad ante la muerte.

Marqués de Santillana

(Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana; Carrión de los Condes, España, 1398-Guadalajara,
id., 1458) Poeta y político español. Hijo de Diego Hurtado de Mendoza, se quedó huérfano de padre a
los siete años y pasó gran parte de su adolescencia al servicio de la corte aragonesa (1412-1418), donde
entró en contacto con poetas catalanes y valencianos, descubrió la lírica trovadoresca y conoció algo de
literatura italiana.

A su vuelta a Castilla, tomó partido a favor de Juan II, por quien luchó en diversas batallas (a raíz de
una de las cuales, la de Olmedo, obtuvo el título de marqués de Santillana y conde real de Manzanares),
e intervino en la destitución de Álvaro de Luna (1453), contra el cual escribió el Doctrinal de privados. Con
la subida al trono de Enrique IV, participó en una última batalla contra los musulmanes y se retiró de la
política, tras lo cual se instaló en Guadalajara.

El interés de Santillana por la cultura y los libros se pone de manifiesto con la enorme y valiosa
biblioteca que reunió.

Su obra literaria es variada y recoge diversas influencias, desde la lírica provenzal y galaicoportuguesa
hasta la nueva métrica italiana. Recogió y estilizó la tradición medieval en toda su poesía
Buen conocedor de las lenguas romances, escribió lo que puede considerarse como el primer texto de
historia literaria en España, la Carta Proemio al Condestable Pedro de Portugal, donde se declaraba partidario
de un tipo de poesía rica en latinismos y erudición, que Santillana practicó en sus largos poemas de tipo
alegórico, que acusan la influencia de Dante (divina comedia, otro stand).

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