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—4 CaPiTULo VII SOBRE EL COMERCIO EXTERIOR El comercio exterior no produce nunca como efecto inmediato un au- ‘mento en Ia totilidad de los valores de un pais, unque puede contribuir muy poderosamente @ aumentar la masa de bienes y; por ende, la suma de satis facciones. Como el valor de todas las mercanclas importadas se mide por la cantidad de producto de la tierra y del trabajo del pais que se da a cambio de ellas, no obtendsiamos un valor mayor, aunque, por el descubrimiento de nue~ vos mercados, consiguiésemos doble cantidad de mercancias extranjeras por tuna cantidad determinada de las nuestras. $i un comerciante que ha com= prado productos ingleses por la surna de 1.000 |. obtiene a cambio de ellos tuna cantidad de productos extranjeros que puede vender en Inglaterra por | 1.200 L, obtendré un 20% de beneficios por esa inversion de su capital; pero ni sus ganancias ni el valor de las mercancias importadas serd aumentado © isminuido por la mayor 0 menor cantidad de productos extranjeros adqui- tidos. Si él importa, por ejemplo, 25 0 50 barricas de vino, sus intereses no } quedan afectados en absoluto porque una vez se vendan 25 barricas y otra 50 por la suma de 1.200 }. En uno y otro caso seria importado el mismo valor ‘ea Inglaterra, Silas 50 barricas se vendiesen por mas de 1.200 1, los benefi~ cios de este comerciante individual excederian del tipo corriente, y el capital scudia, naruralmente a este ventajoso comescia, hasta que el precio del vino descendliese y volviesen las cosas a su anterior nivel Se ha afirmado que las grandes rentabilidades que obtienen algunas veces determinados empresarios por medio del comercio exterior pueden elevar el tipo general de beneficios en el pals, y que al retirarse capitales de otras in- versiones para participar del nuevo y ventajoso comercio exterior se produci- m i rincitios DE ECONOMIA POLITICA ¥ TRIBUTACION 14 un alza general de precios y, por tanto, un aumento de los beneficios. Se ha dicho por seconocidas autoridades que, al destinarse necesariemente me- ros capital al cultivo del cereal, a la manufactura de tejidos, sombreros, 2apa~ tos, et, mientras la demanda se mantiene igual, l precio de es0s articulos tiene que aumentar, y que el cukivador, el fabricante de sombreros, el de te~ Jidos y el de zapatos tendrén mayores beneficios, del mismo modo que quien comercis con el extranjero!. Quienes mantienen este argumento convienen conmigo en que los tipos de beneficio en las diferentes inversiones tienen la tendencia a igualarse, avan- aan y setraceden a la ver. Nuestra diferencia consiste en esto: ellos afirman que la igualdad de los beneficios se realizari por un alza general de los mis- ‘mos, y yo soy de la opinign de que los de aquellos negocios favorecidos des- cenderén hasta el nivel general. Porque niego, en primer lugar, que seri dedicado necesariamente me- nos capital al cultivo del cereal ala manufactura de tejidos, sombreros, p2~ tos, ete, a no ser que la demanda de esas mercancias disminuy, y siendo asi su precio no aumentari. En la compra de las mescancfas extranjeras se em- plearé una cantidad igual, mayor 0 menor de productos dela tierra y del ta bajo de Inglaterra. Si se emplea la misma cantidad, entonces subsistira la mis- ma demanda de tejidos, 2apatos, sombreros y cereal que anteriormente, y la ‘misma cantidad de tabajo se destinard a su produccién. Si a consecuencia de ser ms baratas las mercancias extranjeras se emplea para adquirilas una por~ cién menor del producto anual de la tierra y del trabajo de Inglaterra, queda~ si mis para la adquisicion de otras cosas. Pero si hay una mayor demanda de sombreros, zapatos, cereal, etc., Io que ha de ocurtir, porque los consumido- tes de articulos extranjeros tienen disponible ana parté adicional de su renta, hay también un cierto capital disponible, aquel exceso requerido antes para adquirir las mercanciasimportadas a mayor precio; asi que si hay una mayor demanda de cereal, zapatos, etc. se tienen también los medios para procu- rarse una oferta mayor; por tanto, ni los precios ni los beneficios pueden su- bir de un modo permanente. $i una cantidad mayor del producto de Ia tierra Y del trabajo del pais se emplease en la compra de los articulas extranjeros, ‘menos puede ser empleado en la compra de otras cosas, y, por consiguiente, se requeririn menos sombreros, zapatos, etc. Al mismo tiempo que se retira capital de le produccién de zapatos, sombreros etc, tiene que emplearse mis * Vease Adam Smith, Libro I, cap. 9 12 Davin RicaRDo cn la manufactura de aquellas mercancias del pats con las cuales se adquieren las extranjeras, y, por consiguiente, si sumamos la demanda de mercancias na~ cionales y de las importadas, el total, por lo que se refiere al valor, esta limi tado, en todos los casos, por el producto y el capital del pais. Si una aumen- ta, la otra tiene que disminuir. Si se duplica la cantidad de vino importado en Inglaterra a cambio de la misma cantidad de productos del pais, os ingleses pueden consumir o bien el doble de lo que consumian antes de vino o bien luna cantidad mayor de productos nacionales. Si mis ingresos fuesen: de 1.000 L, con las que yo compraba anualmente un barril de vino de 100 |. y una cierta cantidad de productos ingleses por 900, cuando el vino descendie— se a 50 L el barril, yo podsia ahorrar 50 1. 0 comprar un barril mas de vino © ‘mis mercancias nacionales. Si compro més vino, y todos los bebedores hacen, Jo mismo, el comercio exterior no seria alterado en absoluto; la misma canti- dad de mercancias inglesas serian exportadas a cambio de vino, y recibistamos de éste doble cantidad, aunque no doble valor. Pero si yo y otros fos conten tamos con la misma cantidad anterior de vino, se exportarian menos mer: cancias inglesas, y los bebedores de vino podrizaos consumir les mercancias ue se exportaban antes u otras cualesquiera por las que sintiésemos predi- leccién, El capital requerido para su produccién lo suministraria el que ha quedado libre en el comercio exterior. Hay dos maneras de acumular el capital: puede ahorrarse a consecuencia de un aumento de ingresos 0 de una disminucién del consumo. Si mis bene- ficios se elevasen de 1.000 1. « 1.200, mientras mis gastos continuasen siendo Jos mismos, acumulo anualmente 200 L. mais que antes. Si ahorro 200 1. en ‘mis gastos, mientras que mis beneficios siguen siendo iguales, se produce el mismo efecto: afadiria al afio 200 La mi capital. El comerciante que impor- taba vino cuando los beneficios se habian elevado del 20 al 40%, tendria que comprar productos ingleses no por 1.000 L., sino por 857 12s. 10d. y, ade~ ‘més, seguir vendiendo el vino que importaba a cambio de esos bienes por 1.200; 0 si continuaba comprando aquellos productos por 1.000, tendria que vender éste en 1.400 obtendria asi el 40 en vez del 20% de beneficios de su capital; pero sia consecuencia de la baratura de todas las mercancias en gue gastan sus ingresos él y los demas consumidores ahorran 200 L de cada 1.000 gastadas antes, ellos afiadirian, efectivamente, més ala riqueza real del pals; en un caso, los ahortos serian una consecuencia del aumento de los in- gresos, yen el otto, una consectiencia de la dismimucién de los gastos. Si por la introduccién de la maquinaria bajasen un 20% de valor la gene ralidad de las mercancias en que se gustan los ingresos, me seria posible aho- 113 ‘Pruxcirios DE BcoNOMIA POLITICA ¥ TRIBUTACION rar de un modo més efectivo, como si mis ingresos hubiesen aumentado un 20%6, pero en un caso el tipo de los beneficios permanece estacionario, y en 1 otto se ha elevado el 20%, Si debido a la introduccién de mercancfas ex- tranjeras baratas puedo ahorrar el 20% de mis gastos, el efecto sera precisa- mente el mismo que si la maquinaria hubiese reducido los gastos de su pro- duccidn, pero los beneficios no se habrian elevado. El sipo de los beneficios, por tanto, nose eleva como consecuencia de una ‘extensién de los mercados, aunque tal extensiGn puede ser eficaz para produ- ‘Gun aumento en kz masa de mercancias, y puede, por lo mismo, hacernos posible un aumento del fondo destinado a proporcionar a la produccién el trabajo y los materiales en que el trabajo se emplee, Tiene la misma impor- tancla para la felicidad de los hombres el que el aumento de nuestras satis- facciones sea una consecuencia del alza en el tipo de los beneficios que si se debe a una mejor distribucion del tabafo, por la cual cada pais produce aque Tas mercancias para las que esti especialmente capacitado por su situacién, clima u otras ventajas naturales artificiales, mercancias que cambia por las producidas en otros paises. “Me he esforzado por demostear en el curso de esta obra que el tipo de los beneficios no puede aumentar jams como no sea por una reduccién de los sa- lars, y que no puede haber reduecién de salarios permanente sino a conse- cuencia de un abaratamiento de los artfculos de primera necesidad en que son gastados aquellos salarios. En consecuencia, si, debido al desarrollo del co- ‘mercio exterior, o por perfeccionamientos en la maquinaria, los alimentos y otros articulos necesarios pura el trabajador pueden lanzarse al mercado a un precio reducido, los beneficios se elevarin. Si en vee de cultivar nuestro pro- pio cereal ode fabricar los tejidos y otras cosas que son necesarias pars el tra~ bajador descubrimos un nuevo mercado en el que podamos proveernos de esas mercancias a precios ms barsos los salarosdeseendecin y los benef ios aumentarin; pero si las mercaneias consagaidas a més bajo precio por tmedio dl extension del comerco exerior o por el perfeccionamtento de la ‘maguinaria son consumidas exchusivamente por los ricos, ninguna madifica~ cion tendria lugar en el tipo de los beneicios. Los salarios no serian afecta- dos, sunque el vino, el terciopelo, la seda y otros articulos costosos bajasen un 50%, y, por tanto, los beneficios contimusrfan también inalterados. De este modo, el comercio exterior, aunque es grandemente benecficio~ so para un pais, puesto que aumenta la cantidad y variedad de los objetos en que cada uno gasta sus ingresos y proporeiona, por la abundancia y barata- ra de las mercancias estimulos para cl ahorro y para la acumulacién de ca~ 14 avo RicaKoO pital, no tiene tendencia a elevar los beneficios de capital, ano ser que los ar- ticulos importados sean de aquellos en que gastan sus salarios los trabaja~ dores. Las observaciones que se han hecho con respecto al comercio exterior se aplican igualmente al interior. El tipo de los benecficios no se aumenta nunca ‘con tna distribucién mejor del trabajo, con la invencién de maquinaria, con la construccidn de caminos y canales o con otro medio cualquiera de reduci= cl trabajo, ya sea en la prochiceién o en el transporte de las mercancias. Estas son casas que acrian sobre los precios y son siempre grandemente benefi~ ciosas para los consummidores, puesto que les hace posible obtener a cambio ddl mismo trabajo o del valor del producto de un trabajo igual una cantidad mayor de la mercancia a la cual se aplica la mejora, pero no afectan en ma~ neta alguna a los beneficios. Por otra parte, toda baja de salarios cleva los be~ neficios, pero no produce ningin efecto en el precio de las mezcancias. Lo primero es ventajoso para todas las clases sociales, pues todas son consumi- oras; lo segundo beneficia sélo a los productores; ellos ganan mis, pero to- das las cosas se mantienen en sus precios anteriores. En cl primer caso obtie- nen Jo mismo que anteriormente; pero todas las cosas en que son gastadas sus ganancias han disminuido de valor de cambio. La misma ey que regula el valor relativo de las mercancias en un pais no regula ef valor relativo de las mercancias cambiadas entre dos o més paises. En un sistema de iatercambio perfectamente libre, cada pats dedicaré I6- gicamente su capital y su trabajo a aquellas producciones que son las més be- neficiosas para él. Pero este propésito de perseguir la veataja individual ests admirablemente unido a la conveniencia general del conjunto. Estimulando Ia industri, premiando la invencién y utilizando del modo més eficaz las fa- cultades especiales concedidas por la naturaleza, se distribuye el trabajo con la mayor efcencia y economia, y aumentando af mismo tempo la cantidad total de bienes, difunde un bienestar gencraly lige con e! vinculo comiin del interés y el intercambio a todos los pueblos del mundo civilizado. En éste el principio que determina que el vino se elabore en Francia y Portugal, el cereal se cultive en América y Polonia y los productos de ferreteria y otros se fabri~ quen en Inglaterra En un mismo pais, hablando generalmente, los beneficios estén siempre al mismo nivel, o differen solamente en cuanto que Ia inversiGn del capital puede ser mas © menos segura y agradable. No sucede lo mismo entre paises diferentes. Si los beneficios del capital empleado en el condado de York ex- cediesen de los del capital invertido en Londres, éste se trasladarfa répida- us PRINCIIOS DE ECONOMIA POLtFICA-Y TRIBUTACION mente de Londres al condado de York, y se realizaria In igualdad de benefi- cios; pero si a consecuencia de una disminucién en la tasa de produccién de los tercenos ingleses, debido a un aumento de capital y de poblacidn, se ele vasen Jos salarios y bajasen los beneficios, no se deduciria de ello que el capi- tal y la poblacién emigratian necesariamente de Inglaterra a Holanda, Espa- fia 9 Rusia, donde los beneficios pudieran ser mis altos. Si Portugal no estuviese en relacién comercial con otros paises, en vez de ‘emplear una parte de su capital y trabajo en la produecién de vinos, con los cuales compra él, para su uso propio, el tejidoy los articulos metalicos de otros. paises, estara obligado a destinar una parte de aquel capital a la manufactu- 12 de estas mercancias, las cuales obtendria, probablemente, de inferior cali- dad y en menor cantidad, Ta cantidad de vino que deba dar a cambio de los tejidos ingleses no se determina por las cantidades respectivas de trabajo empleadas en la produc- cin de cada mercancia, como ocurrria si ambas fuesen producidas en Ingla- terra o ambas en Portugal. En Inglaterra pueden darse tales circunstaneias, que para produc el tej do se sequiera cl trabajo de 100 hombres ducante un afto; y si ella intentase producir vino, pudiera necesitar el trabajo de 120 hombres durante el mismo ‘iempo, Inglaterra, por tanto, eneventra intecés eu inipostat vinus y comprar los con la exportacion de tejides. La produccida del vino en Portugal puede requetir solamente el trabajo de 80 hombres en un aio, y para la produccién de tejidos en el pais pudicran secesitarse 90 hombres por un tiempo igual. Le resulta, por ende, ventajoso exportar vino a cambio de los tejidos. Este intercambio puede tenes lugar aun cuando la mercaneia importada en Portugal pudiera producirse alli con me- :nos trabajo que en Inglaterra, Aunque se fabricase el tejido con el trabajo de 90 hombres, serfa importado de un pais donde zequiera el trabajo de 100, por- que le seria mas ventajoso emplear su capital en la produccidn de vino, con el cual obsienen mis teidos de Inglaterra de los que obtendeia traspasando una parte de su capital del cultivo de los vifiedos a la manufactur de tefidos, Asi pues, Inglaterra daria el producto del trabajo de 100 hombres por el de 80, Tal cambio no podria tener Ingar entre individuos del mismo pais, El trabajo de 100 ingleses no puede darse por el de 80 ingleses; pero el pro- ducto del trabajo de 100 ingleses puede dasse por el de 80 portugueses, 60 ru- 5080 120 hindiies, La diferencia, a este respecto, entre considerar un solo pais Y varios se explicaficilmente teniendo en cuenta la dificultad con que se miue- ve el capital de un pais a otro para buscar inversiones mis beneficiosas y la 16 Dav RicaRno rapidez con que se traslada invariablemente, de una regién a otra del mis- mo pais. Indudablemente, seria ventajoso para los capitalistas de Inglaterra y para los consumidores de ambos paises, en estas circunstancias, que el vino y los tefidos se produjesen en Portugal, y que el capital y el trabajo ingleses em- pleados en la manufactura de tejidos se trasladasen a Portugal, con esa mis Ima aplcacin, En ese case lvl eltvo de aquells erence te Jado por el mismo principio que si se produjese una en el condado de Yor Fin ont en Londres, yen cualquier oto caso, 6 el capital afluyeselibremen~ te hacia aquellos paises en que pudiera ser empleado mis ventajosamente, no haabria diferencia entre el tipo de los beneficios, ni el precio real, o medido en trabajo, de las mercancfas poctria diferi mis que en la cantidad de trabajo adi- cional que requiera transportarlas a los distintos mercados en que han de ser vendidas. : La experiencia, sin embargo, demuestra que la inseguridad, real 0 imagi- naria, del capital, cuando no esté bajo la inspeccién inmediata de su poseedos, junto con la resistencia natural de todo hombre @ abandonar el pais donde ha nacido y tiene sus selaciones y a confiarse con todos sus hibitos adquiridos a tun Gobierno extrafio y a nuevas leyes, contiene la emigracién de capitales. Est scuciieuts, que yo uu quisiete ver debilitads inducen 2 la mayor parte de los hombres que tienen capital a contentarse con un tipo inferior de beneficios en su pais antes que buscar un empleo mas ventajoso de su rique- za en un pais extranjero. El oro y i plata, habiendo sido clegidos como medio general de cambio, se distribuyen, por la competencia del comercio, en tales proporciones entre Jos diferentes paises, que ellos mismos se ajustan al tafico natural que ten- defa lugar si no existiesen esos metales y aquel comercio fuese puramente un. ‘rueque. . ‘Asi, los tgidos no pueden importarse en Portugal sino se venden alli por 2 Renard etonces que un pas Gon ett my considerable en ainsi se, ue por elo pie produ norcanta on mucho manos tj que sx reno, ps3 cambio Se mons nora na pc dele gu cea pur su i ah ‘Sera fran nels y poise earl eal con meno tbsp que el pa de donde oi tort, Sopnganos que des hore Eien tapos unre, Uno dee sper al ot en ln atid, peso ena eborcin de sombre sla sper compeidor enn qin, Gun a menos gue en enn de apa lo vet enn exc oun 3 No sed dines prs abo oe elo Gediqe en exclave pater peo ahr o beer uy PINcInos De EcoNoMHA POLITICA Y TRIBUTACION 1una cantidad de oro mayor de la que cuestan en el pais de donde son impor~ tados, y el vino no puede importarse en Inglaterra si no se vende all{ por més de lo que cuesta en Portugal. Si el comercio fuese, simplemente, un trueque, Inglaterra solamente lo realizaria mientras hiciese los tejidos tan baratos, que con determinada cantidad de trabajo obtuviese més vino fabricando pafios «que cultivando vitiedos; y tambiéo mientras en a industria portuguesa se pro~ dujesen efectos contrarios a éstos. Supongamos ahora que en Inglaterra se descubre un procedimiento para hacer el vino por el cual resultase mis bene- ficioso producirlo que importarlo; entonces en este pais una parte del capital se trasladaria del comercio exterior al interior; entonces dejarian de fabricar- se tejidos para la exportacidn y se elaborarian vinos para el propio consumo. El precio del vino se regularia por estas nuevas condiciones; el vino aqui ba jaria, mientras que los tefidos continnarian con su precio anterior, y en Por~ ‘tugal no tenda lugar alteracin alguna en los precios de ambas mescancias. Durante cierto tiempo continuaria la exportacién de tejidos a Portugal, por- que su precio seguitia siendo alli més elevado que aqui; pero a cambio de es- tos tefidos, en vez de vino, habria que dar dinero, hasta que éste, acumulin- dose aqui y disminuyendo alli actuarfa sobre el valor relativo de los teidas en ambos paises y dejaria de ser provechoso exportarlos. Si la mejora introduci- da en la produccidn del vino fuera de gran importancia, podria resultar be- neficioso para los dos paises cambiar sus industrias; Inglaterra produciria todo el vino y Portugal todos los tefidos consumidos en ambos paises; pero esto se realizaria solamente por medio de una nueva distribucién de los metales pre~ ciosos, que elevase el precio del tefido en Inglaterra y lo bajase en Portugal. EI precio relativo del vino bajaria en Inglaterra a consecuencia de la ventaja real dela mejora introducida en su produccién; es decir, su precio natural des- ‘cenderis; el precio rlativo de tejido subieia alli a causa de la acumulacién del dinero, ‘Supongamos que antes del perfeccionamiento introducido en la produc- cién del vino en Inglaterra Fuera alli su precio 50 L la bartica y 45 el de cier- ta cantidad de tejido, mientras que en Portugal el precio de la misma canti- dad de vino fuese 45 1, y el de Ia misma cantidad de tejido, 50; el vino se exportaria de Portugal con un beneficio de cinco libras,y el teido, de Ingla~ terra, con el mismo beneficio. Supongamos también que después de ese perfeccionamiento el vino baja 2.45 Len Inglaterra, conservando all el teido el mismo precio. Las transac~ clones mercantits son independientes unas de otras. Mientras un comer~ ciante pueda comprar teidos en Inglaterra 45 Ly venderlos en Portugal con us ——¥ Dav RicaRDO cl beneficio corriente, continuar’ importando tejidos de aquel pais. Su nego io consiste, simplemente, en adquitir tejido inglés, que paga por medio de tuna letra de cambio que adquiere con dinero portugués. No le importa nada lo que se haga con exe dinero; él ha saldado su deuda con la entrega de la Le~ tra, Su transaccién esté regulada, indudablemente, por las condiciones en que puede adquisir su letra, que él conoce en aquel momento; pero las causas que pueden influiren el precio de mercado de las letras, o sea, el tipo del cambio, ¢s cuestidn que ao le incumbe, ‘Si los mercados son favorables para la exportaci6n de vino de Portugal 4 Inglaterra, el exportador de este articulo sera vendedor de una letra, I2 cual seri adquirida bien por el impostador del tejido, bien por la persona que ha vendido a éste la suya; asi pues, sin necesidad de hacer traslados de dinero, & exportador de wa pais cobra por medio de las mercancias exportadas del otto. Sin haber ninguna transaccién directa entre ellos el dinero pagado en Portu- gal por el importador de tejidos sera pagado al exportador portugués de vi- nos, y en Inglaterra, por la negociacién de la misma letra, el exportador de te- jidos seré autorizado a exigir el valor de los mismos al importador de vino. Pero si los precios fuesen tales que no pudiera exportarse vino a Inglate- 1a, ol importador de tejidos tendra que comprar, igualmente, su letra; pero el precio de ésra seria mayor a causa del conocimiento que tiene el vendedor de Ih misma de que no hay en el mercado letras suficientes para que resulten compensadas, a la postre, las transacciones entre los dos paises, €L puede sa- ber que el oro o la plata que reciba a cambio de su letra acaso tenga que portarlos « su corresponsal en Inglaterra, para que pueda pagar todos los gi- Tos que autoria6 contra él, y, por tanto, cargard en el precio de la letra que vende los gastos en que incusrsiaal hacer esas remesas en metéico, ademés del beneficio justo y corriente. Por consiguiente, si este premio que es menester pagar por unta letra so- bre Inglaterra fuese igual a los beneficios de importartejidos, a importaciéa, ‘como es bigico,cesaria; pero si el premio de una letra fuese solamente del 236, si fuese posible saldar una deuda de 100 1. que se tuviese en Inglaterra pa gando 102 libras en Portugal, mientras el tejido costase 45 1. y se vendiese en 50, se importarian tejidos, las letras se comprarian y el dinero seria expor- tado hasta que su disminucién en Portugal y su acumulacién en Inglaterra ‘ocasionasen tal estado de precios que no fuese ya provechoso continuar estas transacciones. Pero la dismimuciOn de dinero en un pais y su aumento en otro no actiian sobre el precio de una mercancia solamente, sino sobre los precios de todas, 9 ee ee Princtet0s DE Econom PoLtrica ¥ TRIBUTACION 4 pot tanto, el precio del vino y del tejido habrin subido en Tnglaceura y bax jado ambos en Portugal. Siendo el precio del tejido 45 1. en we y50en ‘el otro, descenderia, probablemente, a 49 o 48 libras en Portugal y subiria a 46 047 n ingle y no suminirara un benef sucient, despus de pagar el premio por Ii letra, para induciz a ningin comerciante 2 importar (Sta merce r semen ‘Astes como el dinero se separte entre los distintos paises en aquellascan- tidades necesaras para regs un inereambio o tueque provechoso. Togl terra exportatejidos a cambio de vino, porque, obrando asi, sesulta mds pro- dductiva su actividad industrial; obtione asi mas tejidos y mas vino de los que obtendria produciendo ambas cosas ella misma, y Portugal importa tejidos y exporta vino porque su actividad le sinde més provecho produciendo vino pata os dos pes. ifsc mis dil produ dos en Ingletrao vino en Porcugal, o mas fil producir vino ea Inglaterra y tsjidos en Port sage neice sa gees sn Hom No se ba operado ningiin cambio en las circunstancias de Portugal, pero la producci6n del vino instanténeamente se alteraré eb intexcambio entre los dos paises. No solamente seri detenida la exportacién de vino ea Portugal, sino que rendra lugar, dems, una nueva distribucién de los metales precio” sos y seri también impedida su importacion de tejidos Ambos patses encontrarian ventajoso, probablemente, hacer su propio vino y sus propios tejidos; pezo se legaria 2 este resultado singular: en Ingla- terra, aunque el vino fuese més barato, el teido subiria de precio y el consu- ‘midor tendsia que pagar mas por él, mientras que en Portugal tanto los co sumidares de vino como ios de tejidos adquirrian ambas mercancfas a mis bajo precio, En el pais donde se introdujo el perieccionasviento industrial los precios se elevarian, deseendiendo, por el contario, en aquel donde no ha te- ‘ido lugar cambio alguno, pero que ha sido privado de ua importante rato de su comercio exterioz Pero esto s6lo aparentemente seria ventajoso para Portugal, pues la canti~ dad total de vino y tejidos producida en el pals seta menor mientras qe ria mayor en Inglaterra. El dinero habsia variado de valor en ambos paises, bbajando en Inglaterra y subiendo en Portugal. Fstimada en dinero, la renta total de Portugal seria znenor que antes; estimada en el mismo medio, la ren= cata de nglter abria sientd, t consiguiente, parece que los perfeccionamientos de una manufac en un pas cualquiera denden a alten la distbueton de Tos metales presio= 420 eee ne RNR eg EEE STEED Davin RICARDO sos entre todas las naciones: tienden a aumentat la cantidad de mercancias, y al mismo tiempo a elevar todos los precios en el pais donde el perfecciona~ miento ha tenido lugar. Para simplificar la cuestién, he supuesto que el comercio entre dos paises estaba reducido a dos mercancias tinicas: vino y tejidos; pero es notorio que muchos y may diversos articalos entran en ls listas de exportacidn e impor tacién, Al salir dinero de un pais y acumulayse en otro, son afectados los pre- ios de todas las mercancias, y, por tanto, se estimula asi la exportacion de: otras mereancias, aparte del dinero, lo cual impediré que se producean en el valor de éste, en ambos paises, efectos tan considerables, que, de no ser asi, cabria esperar. “Aparte de las meforas en las artes y en a manuinaria, hay otras varias c4u- sas que estén actuando constantemente eft el curso natural del comercio y que intervienen en el equilibrio y en el valor relativo del dinero, Primas a la ex- portacién o importaciSn o auevos impuestos sobre Las mercancias perturbam, por sus efectos, unas veces directos y otras indirectos, cl intereambio natural el trueque y producen una necesidad consiguiente de importar 0 exportar di- nero, para que los precios puedan acomodarse al curso natural del comercio, y este efecto se produce no solamente donde hie tenido lugar ls eatsa pert badora, sino también, en mayor 0 menor grado, en todos los paises del mun- do comercial Esto explica, en cierto modo, el hecho de que el dincro venga diferentes valores en los distintos paises; nos explica por qué los precios de las mercan~ cias nacionales y de aquellas de gran volumen, aunque relativamente de poco valor, son, aparte de otras causas, mis altos en aquellos paises donde prospe- ran las manufacturas. De dos paises que tengan la misma poblacién exacta- ‘mente y cultiven Ia misma cantidad de tierra, de igual fertilidad y con los mis- mos conocimientos de Ja técnica agricola, los precios de los productos del Suelo setin mas altos en aquel donde sea mayor la habilidad y mejor la ma~ uinara empleada en la manuftetara de mercancias exportables. El tipo de ibs beneficios dferir, probablemente, poco, pues los saiatios © la eemunera- cién del trabajador pueden ser iguales en ambos; pero aquellos salarios, ast coma los productos de la tierra, seran tasados més altos, en dinero, en aquel pais donde, ¢ causa de las ventajas de su habilidad y maquinaria, se importa yuna mayor cantidad de dinero a cambio de sus productos. ‘De estos dos paises, si uno leva ventaja en le manufactura de bienes de ‘ierta calidad y ef otro la lleva en la manufactura de otros bienes de calidad diferente, ninguno de los dos ejerceria influencia sobre la distibucién de los rat PRaNci0s DE BcoNcnia POLITICA Y TRIBUTACION ‘metales preciosos; pero si la ventaja fuese muy preponderante en favor de uno dello ce eeew sea inoable. En la primera parte de esta obra hemos supuesto, para facilitar nuestra ar~ ‘gumentacién, que el dinero se mantenia constante en su valor; nosotros esta~ ‘mos intentando demostrar ahora que, aparte de las variaciones ordinarias en cl valor del dinero y de aquellas comunes a todo el mundo comercial, existe ademis variaciones particulaes alas que el dinero est sometido en determi nados paises, y el hecho de que el valor del dinero no es nunca el mismo en dos paises calesquicra depende de los trbutos, de la habilidad manufacta~ tera, de las ventajas del clima, de los productos naturales y de otras muchas causas Aunque el dinero esta sometido a variaciones tan permanentes y, por ende, Jos precios de las mereancfas que son comunes a la mayor parte de los paises estin sujetos también 2 considerables diferencias, ningin efecto se produci- ria, sin embargo, sobre el tipo de los beneficios por la entrada o salida de di- nero, El capital no aumenta porque se aumente la cizculacién monetaria. Si la reata pagida al propietario por el cultivador y los salasios de sus trabaja- dores son e 2% mis altos en un pais que en otto, y si, al mismo tiempo, el valor nominal del capital dl cultivador es de un 2086 mas, él recibisi exacte~ mente el micmo tipo de beneficios, aunque vends aus productos ui 20% unis ‘Los beneficios, nunca se repetira demasiado, dependen de los salatios, no del salario nominal, sino real; no del nimero de libras que puedan pagarse anwalmente al trabajador, sino del niimero de dias de trabajo necesarios para obtener estas libras. Los salarios, por tanto, pueden ser iguales en dos pafses; pueden estar, ademis, en la misma relacién con a renta y con el producto to~ tal obtenido de la tierra, aunque en uno de esos paises reciba el trabajador 10 chelines por semana, y en el otro, 12. En los tiempos primitivos dela sociedad, cuando las manufacturas habian progresado muy poco y le produccién de todos los pafses era muy semejante,

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