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INTRODUCCIÓN

El sistema urogenital se divide funcionalmente en dos componentes con un origen embriológico


diferentes: los sistemas urinarios y genital; sin embargo, están íntimamente relacionados. Este
sistema abarca todos los órganos implicados en la reproducción y en la elaboración y eliminación
de la orina. Desde el punto de vista embriológico, los sistemas urinario y genital están
estrechamente relacionados, en especial durante las fases iniciales del desarrollo. El sistema
urogenital se desarrolla a partir del mesénquima intermedio (tejido conjuntivo embrionario
formado por células mesénquimatosas) derivado de la pared corporal dorsal del embrión. Este
mesénquima es responsable principalmente, de la formación de los riñones y de los genitales
internos y sus conductos.

En este informe nos enfocaremos en las malformaciones del aparato genital femenino y
masculino, ya que es de vital importancia conocer todas sus afecciones, tratamientos y el
diagnóstico correcto.

OBJETIVOS
- Realizar una breve descripción de la diferenciación sexual fenotípica (Gónada
indiferenciada, Conductos de Muller, Derivados del conducto mesonéfrico).
- Identificar las malformaciones de la migración testicular.
- Definir epíspadias, hipospadias.
- Identificar las malformaciones del útero.
- Reconocer la ambigüedad sexual.

PREGUNTA 01:

Embriología del Aparato Genital en el ser humano. Breve descripción de la diferenciación sexual
fenotípica.

Gónada indiferenciada

Las gónadas indiferenciadas se forman en el espesor de la cresta genital (la cual deriva
del mesodermo de los gononefrótomos, de su porción más medial). Esta gónada indiferenciada
está rodeada por una capa de células que tapiza el celoma intraembrionario y que recibe el
nombre de epitelio celómico; desde esta capa de células se pueden observar proliferaciones
celulares que penetran en el espesor de la gónada indiferenciada a manera de tabiques y que
constituyen los cordones sexuales primarios. Por último hay que destacar que a esta gónada
indiferenciada arriban células que se originan en la pared del saco vitelino y que son las células
germinales primitivas (por lo tanto el verdadero origen embriológico de las mismas no son las
gónadas, sino que en ellas se desarrollan, pero se originaron en la pared del saco vitelino).
Derivados del conducto mesonéfrico

La diferenciación de los conductos genitales se inicia a partir de la 6 semana del desarrollo embrionario,
dependiendo del sexo, podemos distinguir entre: El conducto de Wolff (varones) y el Conducto de Müller
(mujeres) El conducto de Wolff en el feto masculino dará lugar al conducto deferente, el epidídimo, vesículas
seminales y conductos eyaculadores. En el embrión masculino se produce AHM (Hormona Anti
Mülleriana)que provocará la degeneración del conducto de Müller.

Conductos de Muller

Los conductos de Müller o paramesonéfrico son conductos pares del embrión que descienden a
los laterales de la cresta urogenital y finalizan en la eminencia Mülleriana en un primitivo seno
urogenital. En las mujeres, se desarrollan para formarlas trompas de Falopio, útero, cérvix, y en
los dos tercios superiores de la vagina; en el hombre, desaparece. Estos conductos están hechos
de tejido procedente del mesodermo.

El sistema reproductivo femenino está compuesto de dos segmentos embriológicos: el seno urogenital y
los conductos de Müller. Los dos se unen para formar el tubérculo de Müller.

Conducto de Wolff

El desarrollo de los conductos genitales masculinos internos obedece a dos fenómenos: 1.


La producción por parte de las células de Sertoli, a las 6 o 7 semanas de gestación de la AHM
(Hormona Anti Mülleriana), glucoproteína constituida por dos subunidades de 70 000 Daltons;
que por un mecanismo paracrino da lugar a una regresión ipsilateral de los conductos de
Müller, quedando como único residuo la denominada Hidátide. 2. Secreción de testosterona, a
partir de la octava semana, por las células de Leydig, que propicia por vía paracrina la
diferenciación ipsilateral del conducto de Wolff en epidídimo, conducto deferente, vesículas
seminales y conducto eyaculador. De las estructuras tubulares mesonéfricas gonadales surgirán
los dúctulos eferentes que van a conectar los túbulos seminíferos y la rete testis con el
epidídimo.

Formación del epidídimo y conducto deferente

Los conductillos seminíferos se unen a los vasos rectos, que se abren en la red de Haller. Estas
formaciones se diferencian a expensas de los cordones sexuales primarios medulares del
mesodermo celómico. La red de Haller establece conexión con los restos de los conductillos
mesonéfricos del extremo craneal del tubo de Wolff, que pasan a constituir los llamados vasos
eferentes que se abren en la primera porción del tubo de Wolff. O conducto epididimario que
constituye el epidídimo. Es testo del tubo de Wolff, hasta la desembocadura en la cloaca
constituye el conducto deferente.

Desarrollo de las vesículas seminales y conductos eyaculadores.

Antes de la desembocadura en la cloaca el conducto deferente experimenta una evaginación en


forma de dedo de guante, es un divertículo que crece y se pliega sobre sí mismo para constituir
la vesícula seminal. El tramo final del conducto de Wolff se abre en el a uretra. Son los
conductos eyaculadores. La desembocadura de los conductos eyaculadores y del utrículo
prostático determina en la cara posterior de la uretra un abultamiento que es el verum
montanum.

CONCLUSIONES:
1. Las gónadas indiferenciadas se forman en el espesor de la cresta genital, está rodeada
por una capa de células que tapiza el celoma intraembrionario y que recibe el nombre
de epitelio celómico, además de la gónada indiferenciada arriban células que se originan
en la pared del saco vitelino y que son las células germinales primitivas
2. La diferenciación de los conductos genitales se inicia a partir de la 6 semana
del desarrollo embrionario, dependiendo del sexo, podemos distinguir entre: El conducto
de Wolff (varones) y el Conducto de Müller (mujeres) El conducto de Wolff en
el feto masculino dará lugar al conducto deferente, el epidídimo, vesículas seminales y
conductos eyaculadores.

REFERENCIAS:
1. Sandler, T. Sistema Urogenital. Langman Embriología Médica. España: Wolters
Kluwer; 2016. p. 250-276.
2. Moore, K.L. Sistema Urogenital. In: Persaud, T.V.N, Mark, G.T (eds.) Embriología
Clínica. España: Elservier, SLU; 2016. p. 241-280.

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