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CORO DE NIÑOS
SAN ANTONIO DE PADUA
Este trabajo tiene como objetivo utilizar las herramientas musicales de una actividad
artística extra curricular, que ayude a los niños de la Escuela a no distraer su actividad
cotidiana sin antes recrear su vivencia y experiencia de la música, en ese caso formar
un coro.
Para que esta experiencia se pueda llevar a cabo es importante trabajar con la
Institución escolar y sobre todo con los padres de los alumnos que asisten a la escuela.
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS GENERALES
·1 Adquirir un compromiso social, hacia este nuevo desafío donde los actores
principales, docente, alumnos y padres, trabajen en beneficio de los intereses de los
niños y los adultos como comunidad
OBJETIVOS ESPECÍFICO
·4 Disfrutar de este espacio que brinda la Escuela, para que alumnos, puedan
interactuar, sacando de su interior lo mejor, a través de la música.
METODOLOGÍA
La metodología para la formación del coro, está basada en la misma línea de trabajo,
que se lleva a cabo en la escuela, lo que la hace distinta es que dicha actividad se
realizara fuera del horario escolar, con la participación y colaboración de los padres,
para que esta propuesta impacte y contenga al estudiante.
PROPUESTA DE ACCIÓN
Por ejemplo, enseñar la canción “Color Esperanza” con el fin de que los chicos
sepan que hay posibilidades distintas, que se puede encontrar otra realidad a
partir de la voluntad para el cambio.
·9 Pensar el espacio coral como excusa para que los alumnos trasciendan la
escuela y conozcan otros niños y lugares a través de encuentros corales.
¿Qué es cantar?
Platón definía el canto como la unión de la palabra, la armonía y el ritmo. Más tarde
se lo define como una modulación melódica del habla. Aunque más focalizada, esta
definición es aún demasiado amplia, ya que hay en el lenguaje oral una acentuación
tonal que lo vuelve música.
La frecuencia extrema de la voz humana varía entre 60 Hz, en la voz más grave del
varón hasta 2000 Hz en la voz más aguda de la mujer.
La frecuencia extrema en la voz del niño se ubica entre el Sol 3 y el La 5. Este rango
difiere notablemente de acuerdo a la edad del niño en el uso de la voz para cantar.
Las definiciones anteriores les caben a todas las personas. Hay quienes les gusta
más pintar que cantar. A otros les gusta más actuar que pintar o actuar. A otros les gusta
más el deporte. Sus condiciones personales también cuentan a la hora de llevarlo a la
práctica, y el nivel alcanzado dependerá en parte de ello.
Hacer música es una habilidad tan básica de la vida como andar o conversar. J. C.
Peerry y I. C. Peerry sugieren que es deseable que los niños sean expuestos a,
entrenados en, y culturalizados con la música para su propio bien. Para Keneth
Guilmartin y Lili Levinowitz, fundadores del programa music together de New York es un
derecho de nacimiento de toda la gente para poder cantar una melodía afinadamente y
marcar un ritmo. Para asegurar una experiencia de aprendizaje completa la música
debe ser incluida en la infancia temprana. Prácticamente hablando el argumento de que
la educación musical es un ornamento no encuentra ningún apoyo objetivo.
“Ingrese al aula cada mañana pensando que todos sus alumnos pueden hacerlo,
incluso aquel que tiene un habano en la oreja”.
Desde luego, hay niños que tiene más dificultades que otros para poder hacerlo.
Pero ello tiene solución: se debe detectar cuál es el problema y buscar cómo resolverlo.
Cada niño tendrá un nivel diferente, producto tal vez de un estímulo hogareño, del
medio en que se desarrolla, de la actividad de sus padres, de los grupos a los que
pertenece, en su propio interés, personalidad. Un sinfín de razones puede coadyuvar a
ellos. Pero ese nivel individual deber ser detectado por el docente como condición para
poder trabajar con el grupo. Encontrará niños que son afinados en registros graves,
pero no lo son en registros más agudos; habrá otros que cantarán el arroz con leche o
cualquier otra ronda infantil tradicional, casi sin salirse de la misma nota; otros que
perderán el eje tonal; otros que cantarán una quinta más abajo de la melodía que usted
les da como ejemplo. En fin, encontrará diferentes dificultades individuales y ¡hasta
habrá algunos que cantarán afinadamente! A partir de este estudio podrá controlar la
evolución de cada niño y ver si la aplicación de la técnica que usted eligió es la
adecuada o debe cambiar.
Cada niño tiene un grado de desarrollo que permite abordar determinado tipo de
repertorio y no otro. El conocimiento de estas limitaciones relacionadas con la evolución
del niño es de vital importancia, ya que, si se pretende montar una obra inadecuada
para su edad, se frustraran tanto el docente como el niño. Como consecuencia de ello,
el estímulo por el canto se perderá porque el niño creerá que eso, que hasta ese
momento le mostraron como “cantar”, no es para él. Se aburrirá, quizás se distraiga o
muestre mala conducta. El docente no podrá lograr sus objetivos y, en su
desesperación, considerará que los niños (vienen muy inquietos a clase). Cuando
pretenda mostrar el producto de su trabajo, éste será falto de interés, desafinado y sin
claridad.
A partir del cuadro anterior, McRae aporta información sobre actividades, tesitura
potencial, tipo de canciones que se pueden abordar y cuál es el uso y desarrollo de la
voz:
El niño tiene una gran capacidad de aprendizaje, y por lo tanto, se le puede mostrar
el camino en el trabajo áulico cotidiano para que valla incorporando paulatinamente las
nuevas conductas que se les indica.
Calentamiento muscular
Esta actividad permite que el niño transcurra de lo que yo llamaría “estado de calle”
al “estado de coro” pasando por un “estado intermedio” que le permita ir preparándose
para la nueva actividad.
Ayuda al niño a buscar la colocación de su voz, apoyado por su maestro y por sus
compañeros.
Masaje y relajación
Tanto los masajes como la relajación, ayudarán a la toma de conciencia del uso de
los músculos que se utilizan en el canto.
·15 Girar la cabeza hacia la derecha moviéndola como diciendo sí. Repetir lo mismo
hacia la izquierda.
·16 Volcar la cabeza hacia atrás con la boca abierta Luego moverla hacia adelante,
dejándola que cuelgue lo más libremente posible.
·17 Poner a los niños en fila india y solicitarles que le hagan masaje en los hombros
al compañero. En una segunda etapa invertir la posición de los niños hacia la posición
de atrás y, a modo de revancha continuar con los masajes.
La voz en el niño
Por un lado, los niños no cantan naturalmente con el sonido cubierto y oscuro. Pero
esto no significa que no se pueda trabajar la voz del niño manteniendo su sonido
infantil, claro y transparente. El sonido del niño no tiene por qué ser silvestre. Y hay
mucho para trabajar sin por ello perder su inocencia.
Por otro lado, la forma de emitir un sonido que sea audible por encima de la orquesta
es elevando el paladar y bajando la lengua para que haya una resonancia mayor. Sin
duda que esa posición de la garganta ayudará a la propagación del sonido. La
búsqueda del excesivo aumento de la resonancia, transformará la voz del niño en una
ficción. El famosísimo grupo niños cantores de Viena fue fundado alrededor de mil años.
Por él han pasado niños que luego se han transformado en músicos famosos como
Franz Schubert o Freddie Mercury, sólo por mencionar a dos de ellos, la lista de
grabaciones que ha producido ese coro es enorme y de distintas épocas.
Una fórmula para el aprendizaje del buen uso del aparato fonador es la noción del
esquema corporal vocal. El Dr. Raoul Husson de la Universidad de la Soborna, en
Francia, remarca que el conocimiento del esquema corporal vocal estabiliza poco a
poco un conjunto de automatismo o semi-automatismo fonatorios de carácter reflejo que
produce como consecuencia la voluntad de “querer aprender”.
Este Dr. transfirió al lenguaje científico lo que la pedagogía vocal venía proponiendo
intuitivamente desde todos los tiempos: La sensación del apoyo de la voz en la cintura
abdominal, la sensibilidad palatina de la voz, la emisión de la voz a flor de labios y su
proyección el espacio. Esto constituye el esquema corporal vocal de las técnicas
fonatorias a la que hace referencia este notable investigador.
Postura
La forma de encontrar el plano vertical correcto se puede lograr haciendo que los
niños estiren sus brazos horizontalmente con las palmas hacia arriba y luego llevarlos
hacia abajo al costado del cuerpo manteniendo las palmas en la misma posición. Esto
hará que lleven los hombros ligeramente hacia atrás. Una vez lograda esa postura, las
manos vuelven a su posición normal con los brazos colgando los lados del cuerpo, pero
sin modificar la posición de los hombres. De esta forma los niños irán tomando
conciencia de la posición correcta.
Hay también una tendencia a cruzar las piernas. Esa posición debe evitarse porque
no permite el desplazamiento de los pulmones hacia abajo para incorporar la mayor
cantidad de aire posible.
Para que el niño comprenda como realizar una correcta inspiración, están los
siguientes ejercicios:
·18 Solicitar a cualquier niño que se acueste en decúbito dorsal y pedirle que inspire
profundamente. Todos sus compañeros observarán que el abdomen se dilata, es decir,
se infla.
·19 Solicitar que el resto de los niños que imiten a su compañero, enviando el aire “a
la panza” pero estando de pie.
·20 Para evitar la respiración alta, invitar a los niños que coloquen una mano en el
hombro del compañero que tienen a su lado. De esta forma recordaran no levantar los
hombros al respirar.
Para concientizar el sostén de la columna de aire, los sonidos de la “S” deben ser
prolongados al contrario que como se indicaba en el ejercicio anterior. La fórmula que
da buenos resultados y que a la vez resulta estimulante para los niños, es pedirles que
inflen la panza y que lo retengan durante cuatro pulsos en un tempo andante. Luego
deben soltarlo con la “S” durante cuatro tempos a la misma velocidad para eliminar todo
el aire posible.
Según las edades, y en la medida en que veamos que todo el grupo logró realizar el
ejercicio durante varios ensayos, se pueden aumentar estos tiempos de expiración
hasta veintiocho o treinta como máximo. Debemos tener cuidado de no prologar por
mucho tiempo este ejercicio en cada ensayo porque puede producir la aparición de
algún mareo o una excesiva sensación de relajación.
Vocalizaciones
Las vocalizaciones son ejercicios repetitivos que sirven para abordar diferentes
aspectos de trabajo vocal. Es una tarea eminentemente técnica, pero no tiene por qué
ser aburrida ni monótona. Como todo lo que se realiza en esta actividad, es bueno que
sea a gusto. El momento en que se practica la vocalización es una buena oportunidad
para indicar la diferencia entre la voz cantada y la hablada.
El orden en el que esta presentada las vocalizaciones es sugerido en función del uso
de grados conjuntos o de saltos. De igual forma, se debe tomar en consideración la
extensión de cada vocalización; su elección cada a cargo del docente. De todas formas,
es bueno pensar que los niños mayores a los nueve años ya pueden trabajar tesituras
más o menos amplias. Su ámbito puede ir desde La 3 hasta el Do 5. No obstante, es
oportuno recordar que debe tenerse en cuenta el pasaje alrededor del La 4, que es
donde los niños pueden mostrar dificultades.
Coincidiendo con Doreen Rao, opino que la utilización de las vocales debe seguir el
siguiente orden: i - e - a - o - u, la razón de este orden obedece a que la garganta se va
abriendo de la I a la A y luego son los labios los que se cierran y se proyectan hacia
adelante para pronunciar la O y la U, acompañados con algunos movimientos en la
garganta
·21 Pedirle a los niños que piensen como transformar su voz en un instrumento
musical.
·22 Que canten con su voz habitual, la que usan todos los días para hablar y que
luego lo hagan con la voz para cantar.
·23 Que describan que diferencia notan entre una y la otra voz.
·24 Que traten de cantar cada una de las frases con una sola inspiración. Si no lo
logran, repetir el ejercicio.
·26 Hacerles escuchar cantantes como Mercedes Sosa en todo cambia o Luis
Miguel en no sé tú de Manzanero, o al dúo salteño de zamba de juan panadero, etc.
Ofrecerles un abanico de buenos cantantes de diversos estilos, mostrándoles que no es
necesario discriminar entre estilos musicales cuando el artista es de calidad.
El coro y le colegio: Ofrece a aquellos niños que muestran su vocación por el canto
la posibilidad de practicarlo. Es en este momento cuando el niño toma su propia
decisión y la escuela debe acompañar. La toma de decisiones es de por sí un gesto de
crecimiento. El niño elige en que utilizar su tiempo libre, si lo aprovecha para saciar una
tendencia espiritual o para realizar otra actividad.
De maestro a director
Cabe destacar que ahora, al estar en frente del coro del colegio, el docente se ha
transformado en el director del coro y si bien ambas funciones son didácticas, la función
del director tiene sus especialidades.
En primer lugar, el director del coro del colegio tiene ahora la responsabilidad que
implica trabajar estéticamente y crecer y hacer crecer a sus alumnos en el arte del canto
grupal. Debe elegir el repertorio, estudiarlo profundamente y trasmitirlo sensiblemente a
los integrantes de su coro. También tendrá que prepararse para los conciertos, que
implicarán espectáculos de audios visuales, por lo tanto, la línea divisoria del escenario,
aunque no lo haya, lo separa virtualmente como artista del público.
Organización
Uno de los primeros pasos para forma el coro del colegio es encontrar la forma de
organizarlo. El hecho de ser una actividad que se desarrolla fuera del horario escolar
nos permitirá encontrar más fácilmente un aula para el ensayo. Si ésta fuese
permanentemente, mucho mejor, pues el niño se sentirá respetado, lo mismo que el
maestro.
Pautas de convivencia
Una actividad colectiva, aunque sea vocacional, debe tener también sus reglas de
juego. Todos los seres humanos podemos tener dificultades en determinados momentos
para realizar algo que nos hemos propuesto. Accidentalmente es posible que ocurra
algo inesperado que lo impida, y es necesario considerarlo dentro de esas reglas.
Régimen de ensayo
El régimen de ensayo en el primer nivel puede ser dos veces por semana. Si se logra
lo antes mencionado se sugiere no hacer uso de días seguidos ni alternados sino que
tenga una separación de un par de días entre ensayo y ensayo.
No es aconsejable que la duración de los ensayos sea inferior a una hora y cuarenta
y cinco por cada sesión. Si se puede hacer un recreo, éste puede durar 15 minutos,
luego de los primeros cuarenta y cinco minutos de ensayo. El esquema que se propone
entonces es: cuarenta y cinco minutos de ensayo, 15 minutos de recreo y cuarenta y
cinco minutos de ensayo.
Repertorio
La elección de las obras debe estar en relación con las posibilidades técnicas del
grupo. Juan Antonio Gallos aporta una apreciación sobre esta tarea. Él dice: “el coro
puede constituir un instrumento de educación musical y desarrollo cultural de notable
trascendencia y eficacia, en tanto y en cuanto ajuste su repertorio y programación de
trabajo a las necesidades y características del grupo social en el que se desarrolla su
acción, sin perder de vista que este proceso de adecuación ambiental no significa
resignarse inevitablemente a elegir tan sólo aquel repertorio que puede ser consumido
de inmediato por el público. Debe siempre prevalecer una cara intención de que en todo
concierto exista un aporte didáctico destinado a la elevación de nivel cultural general”.
Los niños deben de tener la oportunidad de: Cantar juntos, aprender a cantar con
claridad, oír una amplia variedad de canciones, todo esto tendrá consecuencias
gratificantes, no solo en el ámbito cognitivo (memoria, concentración y atención), sino
que influirá en el desarrollo del lenguaje, psicológico y social.
El niño que canta aprenderá a hablar más rápido. Además de que lo convierte en un
ser más sociable y comunicativo.