Oré Guardia. Proceso Inmediato

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Estudio introductorio Por: Arsenio ORE GUARDIA I. PROCESO INMEDIATO El proceso penal, por diversas particularidades, no puede afrontar de la misma manera todos los casos. Ello ha Ilevado a la regulacidn de vias di- versas al proceso comtin que permitan afrontar los casos de manera racio- nal y eficiente. En efecto, bien sea porque el proceso ordinario no satisfacia las exi- gencias en determinados supuestos o bien porque no era el mas idéneo para atrontar casos particulares, el legislador se ha visto en la necesidad de regu- lar “procesos especiales” para solucionar determinadas relaciones juridicas materiales”), Dentro de los procesos especiales se han regulado mecanismos de ace- leracién o agilizacién del proceso penal. Segtin Talavera Elguera, examinan- do el Derecho comparado, se pueden hallar tres grupos de instrumentos ju- ridicos de aceleracién del proceso: los que suponen la eliminacién total o casi total del proceso, los mecanismos alternativos de solucién de conflictos (oportunidad, transaccién, mediacién penal); los que, a través de la supre- sion de ciertas etapas procesales, implican el acortamiento del proceso; y los que si bien mantienen todas las etapas del proceso, realizan una reorganiza- cién del procedimiento (juicios abreviados 0 rdpidos)™. En esta linea, como era de esperarse, producto de la reforma proce- sal penal, el legislador peruano ha optado por regular una serie de procesos (1) Eneste sentido, MORENO CATENA/CORTES DOMINGUEZ/GIMENO SENDRA, Introduccién al Derecho Procesal, p. 357. (2) TALAVERA ELGUERA, en Nuevo Cédigo Procesal Penal comentado. Vol. 2, p. 1558. w especiales que permitan atrontar eficientemente estos casos particulares. Ast, uno de estos mecanismos es el proceso inmediaro, que, como veremos, al omitir determinadas etapas, es un mecanismo de simplificacién procesal que opera cuando existe una evidence ausencia de necesidad de realizar la etapa de la investigacién preparatoria, de un lado, y la etapa intermedia, de otro, jo, desde luego, resulta razonable e, incluso, aconsejable en determi- nados casos, siempre que -y esto hay que enfatizarlo— sea compacble con Ios derechos fundamentales del imputado, ya que en un Estado constinicio- nal estos se imponen frente a la simplificacién procesal. Ahora bien, se afirma que el proceso inmediato encuentra sus bases o st inspiracién en el giudizio immediato regulado en el Codice di Procedura Pe- nale italiano de 1988. Sobre este punto, conviene precisar que este cuerpo nonnative distingue entre dos procedimientos especiales: de un lado, el giu- dizio direttissimo —uicio directisimo— y, de otro, el giudizio immediato ui- Gio inmediato-. El primero, en resumen, es una facultad del fiscal para le- var al imputado directamente ante el juez del juicio cuando el imputado ha sido detenido en flagrancia y el arresto ha sido convalidado por el juez (art. 449 del mencionado cuerpo legal), si la convalidaci6n no opera, el juez de- volverd los actos al fiscal para que continde con el proceso comin; no obs- tante, aun en ese caso —ne opera la convalidacién-, s{es posible que proceda este proceso especial cuando el acusado ¥ el fiscal lo consienten (inc. 2 de la disposicién indicada); asimismo, procede el juicio directo cuando el imputa- do ha confesado a comision del delito durante el interrogatorio, salvo que perjudique gravemente a la investigacién (inc. 5). El juicio inmediato, por su parte, prescinde de la vista preliminar y se acude directamente al juicio. El fiscal solicitard su aplicacién al juez cuando considera que existe prueba su- ficiente, salvo. que perjudique gravemente a la investigacién". En atencién a lo desarrollado en el parrafo precedente, observa- mos que no es exacto que el proceso inmediato se haya inspirado en el giudizio immediato, pues este procede tinicamente cuando exista evi- dencia probaroria suficiente que aconseja acudir directamente al juzga- miento, En todo caso, el proceso inmediato encontrarfa su inspiraaéa tanto en el gindizio ditettissimo y giudizio immediato®, aunque, natursl- mente, y como debe ser, tenga clertas diferencias, las que se hacen mis ) ARBULU MARTINEZ, Derecho Proveat! Penal, Tome. I, p. 589. (@) SILVA DE VILELA, Les procedimiantos especiales a lx luz de la ruceva regulaciém eonstitucional, p. 185; NINO, Revista lecciones y ensayos, pp. 457-458. (5) NEYRA FLORES, Tratado de Derecho Procesal, Tomo. IL, pp. 47-48. Estudio introductorio evidentes con la entrada en vigencia del D.Leg. N“ 1194, que ha modifi- cado sustancialmente al proceso inmediato, conforme lo veremos lineas ms abajo. Finalmente, es importante mencionar que la estructura del proceso inmediato establecido por el CPP de 2004 sufrié un cambio significativo, conforme lo apreciaremos durante el desarrollo de esta institucién, con oca- sién de la dacién del D.Leg. N° 1194, ya que no solo se ha establecido que dejard de ser una facultad para convernirse en obligatorio, sino también se ha establecido el procedimiento que se debe seguir desde su incoacién has- ta su conclusién. I. CONCEPTO El proceso inmediato es un proceso especial que, en favor de la celeri- dad procesal, obvia la fase de investigacién prepararoria propiamente dicha y la etapa intermedia cuando se presentan determinadas supuestos; es de- ir, luego de culminar con las diligencias preliminares, por las caracteristicas particulares de los casos materia de investigacién, se acude, en mérito a este proceso, directamente a la fase de juzgamiento. En palabras de la Corte Suprema, se rata de un proceso especial y de una forma de simplificacién procesal que busca evitar sobre todo en aquellos casos que, por sus propias caracterfsticas, no hacen falta mayores actos de investigacién— los trdmites innecesarios!, En efecto, debido a que yen las diligencias preliminares 0 treinta dias después de formalizada la imvestigacién se ha establecido suficiente- mente la realidad del delito y la intervencién del imputado en su comisién, bien porque hay flagrancia, el imputado ha confesado o existen elementos de conviccién suficientes, el legislador ha considerado infruemtoso seguir el proceso comin; en consecuencia, en estos casos lo que corresponde es —siguiendo esta légica— Is aplicacién del proceso inmediato, que permite ob- viar rato Is etapa de investigacién preparatoria propiamente dicha como también la etapa intermedia. Esta institucién del modo en que est regulado, tanto mis con las mo- dificaciones que ha sufrido, conforme lo veremos pérrafos mas abajo— est4 enfocado tinicamente en que el fiscal cuente con todos los elementos de con- viccién necesarios para acudir directamente al juicio, mas no se preocupa por la situacién del impurado, quien podria quedar en palmaria indefensién por no contar con el plazo ni con los medios necesarios para preparar su defensa. (@) Asaesde Plenacio N* 06-2010 (6 i.7). Tl. FINALIDAD Tiene como finalidad, como puede desprenderse de su concepro, la sim- plificacién de las etapas del proceso penal comtin, entre ellas la etapa de di- ligencias preliminares, investigacién preparatoria y etapa intermedia, desa- rrollandose solamente la etapa de juzgamiento. De esta manera, el proceso inmediaro tiene como propésito brindar una pronta solucién a los conflictes de relevancia penal, siempre, clare est, que nos encontremos dentro de los supuestos en los que procede este proceso. En palabras de Sanchez Velarde, permite abreviar al maximo el procedimien- ro al “(...) evitar que la etapa de investigacién preparatoria sea una etapa r+ mualista ¢ innecesaria, déndole la oporninidad al representante del Ministe- rio Piiblico de formular directamente acusacién y que ésta sea aceprada sin la necesidad de realizar la audiencia preliminar de la etapa intermedia”. In- cluso se ha Iegado a afirmar que se trata de una “celebracién anticipada del juicio oral” y que, por ello, este proceso es en el que se aprecia “con mayor nitidez el objerivo de buscar la simplificacién y celeridad del procedimien- to ordinario”®), En conereto, el proceso inmediato es un mecanismo de simplificacién pracesal cuyo propésito es que, en dererminados casas, se concluya, a tra- vés de Ia omisién de las etapas procesales, con prontitud el proceso penal, ‘ya que asf lo recomienda el principio de economia procesal. Se trata de un proceso especial en el que no operan los criterios de consenso ni la entidad del delito, pues lo determinante es que estemos bien ante una detencién en flagrancia, ante la confesién del imputado o bien ante suficientes elementos de conviccién que permitan al fiscal alcanzar el estindar de prueba—sobre la comisién del delito y su autor— que le permita acudir directamente al juicio. Finalmente, es importante destacar las palabras de Sénchez Velarde, quien incluso ha Megado a afirmar que “La Hlagrancia y el proceso inmediato gene- ran una respuesta positiva al clamor social de justicia y aporta a la seguridad qudadana”®). Resulta discutible esta afirmacion, pues no entendemos cémo el proceso inmediato pueda contribuir con la seguridad cudadana, tanto mas si opera ya uma vez que se ha cometido el delito, de un lado, y no ser el me- canismo indicado para cumplir con ral propésito, de otro. SANCHEZ VELARDE, La flagunciayel proce irmedat, Vise ex: ; también VASQUEZ GANOZA, Gaceta Penal & Process! Penal, 2015/76, p. 32. Estudio introductorio de Ia flagrancia, que el imputado haya confesado o que haya suficientes ele- mentos de conviccién. De cara a profundizar en el estudio de los supuestos mencionados, a continuacién nos ocuparemos de analizar cada uno de ellos de forma independiente. 1. El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito (art. 446.1.a del CPP de 2004) En su redaccién originaria este supuesto de procedencia del proceso in- mediaro solo establecta: “elimputado ha sido sorprendido y detenido en fla- grancia®. Con la modificaci6n, se ha incorporado la siguiente expresién: “en cualquiera de los supuestos del articulo 259”. Esta modificaci6n, a nuestro juicio, no es baladf, puesto que tiene serias implicancias de cara a la procedencia del proceso inmediato. Efectivamen- te, se advierte, pues, que el articulo 259 del CPP de 2004 —que regula los su- puestos de detencién policial, que ha sufrido varias modificaciones—presenta cuestionamientos porque establece casos de flagrancia que no son compati- bles con la Constitucién, Para sostener lo afirmado, es necesario recurrir a las nntiltiples senten- as del Tribunal Constimucional en las que ha cuestionado a determinados supuestos de flagrancia. Asf, en el caso Chipulina, establecié que para que extsta flagrancia es necesario que concurran dos elementos: “a) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido momentos antes; yb) la inmediatez personal, es decir, que el presunto delin- cuente se encuentre en el lugar de los hechos, en el momento de la comisién del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del delito™"*. Siendo ello ast, resulta dificil afirmar que en el supuesto de flagrancia regulado en el articulo 259.3 del CPP de 2004 -el agente ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente después de la perpetracién del hecho punible, sea por el agraviado o por otra persona que haya presenciado el he- cho, © por medio audiovisual, dispositivos o equipos con cuya tecnologia se haya registrado su imagen, y es encontrado dentro de las veinticuarro horas, de producido el hecho punible~ se cumpla con los elementos de la inmedia- tez temporal y personal, que, por tratarse de la restriccién del derecho fun- damental ala libertad, deben ser evaluadas con suma rigurosidad, puesto que Ia posibilidad de error es muy alta sise confia en Ia memoria de las personas, GA) Exp. NF 1925-2006-HCITC, Lima, (bj 5) cara: Chipulina Feondndes Davila. En eta linea, entse otra, Exp. NP 5451-2005-PHCITG, (fj. 5) caso: Rodeigoe: Olano; Exp. N° 2617-2006-PHCITC, (Ej. 5), ato: Davie Santanas Exp. N® $142. 2006-FHCITC, (fj. 4), exe: Rodrigue: Aguicre. asf como el riesgo de la posible manipulacién de los equipos audiovisuales u otros. En estos casos lo m4s recomendable serfa que se solicite, de ser el caso y en tanto se cumplan con los presupuestos, una medida de coercién perso- nal contra el presunto responsable del hecho delictiva. Sobre este supuesto de flagrancia, el Tribunal Constitucional ha sosteni- do que “la Constimucién Politica del Estado no alude en absoluro al supuesto de ‘cuasiflagrancia’, por lo que no puede habilitarse subrepticiamente supues- tos de detencién no contemplados constitucionalmente (...)"“). Asimismo, este Grgano ha afirmado que capturar a una persona nego de diez horas de ocurridos los hechos no cumple con el requisita de inmediatez temporal, de manera que no puede considerarse legitima la detencién por flagrancia, ‘Los cuestionamientos son mayores cuando se trata del supuesto de fla- grancia regulado en el articulo 259.4 del CPP de 2004 -el agente es encon- trado dentro de las veinricuatro horas después de la perpetracién del delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido em- pleados para cometerlo o com sefiales en sf mismo o en su vestido que indi- quen su probable autoria o participacién en el hecho delictuose-, esta es, de la presuncién de flagrancia, dado que supondrfa justificar que personas que posiblemente no participaron en el hecho delictive puedan ser deteni- dos bajo el supuesto de flagrancia, Pueden existir muchos casos en los que la persona tenga bienes de supuesta procedencia ilicita sin que necesariamen- te hayan participado en la comisién del delito, de modo que su detencién — al amparo de la cuasiflagrancia, no reconocida, por lo demés, por muestra Constinucién- serta ilegitima, tanto m4s si no se cumple ni con la inmediatez temporal ni personal”. En este sentido, el Tribunal Constitucional ha afir- mado que no puede ser considerada valida la detencién que se sustenta en mera sospecha policial!!®), De este modo, a nuestro parecer, es un despropésite que se haya am- pliade la posibilidad de que el proceso inmediaro también se aplique en es- tos supuestos de “flagrancia™. Y es que si este proceso de por sf ya tiene se- rios cuestionamientos, permitir que se aplique en aquellos casos en los que es discurible que estemos ante una flagrancia en sentido estricte no hace més que sumarle fundadas criticas, que podrian Mevarlo a deslegitimarlo —af es que ya no lo ests por completo. (5) Exp NP BEF Looe-HEITE 3), (16) Exp. N° 6142-2006-HCITC Ej. (17) Enpalabrar de San Martin Castro, en la peesuncién de agrancia xe pasa, cuslitatwamente, de lari ddencia 3 ba peobabilidad, que es “Iejana y de dadosa base conmictira®. San Martin Castro, Lecciames ds Dareco Procecal Bena. p. 104. (18) Exp. N° 1107-39-H1CTE (Ej. 4), cato: Useamaye: Exafonero. 14 Estudio introductorio Ahora bien, los que estin a favor de que el proceso inmediato opere de manera mecdnica o automatica en todos los casos de flagrancia -sin que im- porte su clasificacién—afirmar4n seguramente que existe una audiencia en la que se discutird si estamos realmente ante una flagrancia que justifique acu- dir directamente al juicio. Ante ello, conviene formular la siguiente pregun- ta: cresulta razonable esperar hasta la realizacién de la audiencia para deter minar si hay Hlagrancia?, no es posible acaso que ello desde un inicio, sin esperar a que se realice la audiencia, lo determine el fiscal?, éo el fiscal no estd capacitado para decidir, discrecionalmente, si debe acudir a un proce- so inmediato por el supuesto de flagrancia? Lo dicho es atin mis criticable cuando se advierte que, durante el empo que demore instalar la audiencia, elimputado estard detenido. A estas consecuencias puede evar la limitacién de la discrecionalidad del fiscal. Finalmente, nos preguntamos si de lo que se trata es de ampliar el proceso inmediaro, ¢procederia cuando se trata de un arresto ciudadano (art. 260.1 CFP de 2004)? En principio, la respuesta tendrfa que ser po vva, pues es claro que en estos casos de aprehensin también nos encontra- mos ante supuestos de flagrancia; sin embargo, normativamente no est per- mitida; ademds, podria generar serios problemas para determinar si estamos realmente ante una flagrancia, por lo que no es recomendable que opere en estos casos, salvo que el fiscal, luego de analizar rigurosamente, co que sf hay flagrancia. Para que ello suceda, la incoaci6n del proceso inme- diato debe ser una facultad y no de un deber, pues le otorga un margen de discrecionalidad al fiscal para decidir. 2. Elimputado ha confesado la comisién del delito Normativamente, se observa que el articulo 160.1 del Cédigo Procesal Penal de 2004, define brevemente a la confesién como aquella admisi6n por parte del imputado de los cargos que se formulan en su contra, es decir, s¢ trata de una admisién voluntaria del imputado sobre su participacién en la perpetracién de un deliro™’. Naturalmente, para que tenga valor probatorio'y pueda, en consecuen- Gia, fundamenrar la aplicacién del proceso inmediato, la confesién debe cum- plir con determinados requisitos legalmente previstos en el articule 160.2 del CPP de 2004, los cuales son: “a) Esté debidamente corroborada per otro u otros elementos de conviccién; b) Sea prestada libremente y en estado nor- mal de las facultades psiquicas; c) Sea prestada ante el juez o el fiscal en pre- sencia de su abogado; y d) Sea sincera y esponténea”. (9) NEVRA FLORES, Tatade de Derecho Procesel Fonal, pp. 47-48 En este sentido, la Corte Suprema ha manifestado que la presuncién de inocencia exige: “(...) que cuando se trata de la prueba de confesiGn, ésta no solo ha de ser verostmil y prestada con todas las garantias, sino que se corro- bore con otros elementos de conviccién, pues no configura en sf misma una prueba aurénoma con entidad para enervar la presuncién de inocencia"™), 3. Los elementos de conviccién acumulados durante las diligencias preli- minares, y previo interrogatorio del imputado, sean evidentes Esraremos ante este supuesto cuando de las diligencias preliminares 0 dentro de los 30 dias de la investigacién preparatoria se advierta con clari- dad la existencia suficientes elementos de conviccién que permitan alcanzar un estndar de prueba que permita acudir directamente al juicio. Es decir, deben existir “elementos de conviccién suficientes” que vinaulen al imputa- do con la comisién del delito (arts. 349.1.c, y 344.2. b). No solo es necesaria la existencia de suficientes actos de investigacién que sustenten la existencia del hecho punible, también hace falta que sea eviden- re a los ojos del fiscal la responsabilidad penal del impusade contra quien se solicita la aplicacién del proceso inmediato. Es decir, debe concurrir eviden- Ga tanto sobre los hechos como sobre la responsabilidad del imputado. La ausencia de uno de ellos determinard que no se pueda acudir a este proceso. San Martin Castro afirma que para aplicar este supuesto de proceso inmediato es necesario que se presenten “actos de investigacién actos de prueba preconstituida que permita establecer, de modo cierto, claro, paren- te y manifiesto, la realidad del delito y la vinculacién del imputado con st comisién”?4, En definitiva, el fiscal debe estimar que, con los actos de investigacién que ha realizado hasta ese momento, ha alcanzado el estindar de prueba su- ficiente ~evidencia delictiva sobre los hechos delictivos y sobre la responsa- bilidad del imputado— que le permica acudir inmediatamente al juicio, por Jo que es innecesario seguir con la etapa de investigaci6n. 4. Delito de omisién de asistencia familiar y de conduccién en estado de ebriedad o drogadiccién. Adicionalmenre, con la reforma se han incorporado dos supuestos en los que procede el proceso inmediato, sin que sea necesaria la presencia de los supuestos prescritos en el articulo 446.1 del CPP de 2004. En el inciso 4 de esta disposicién se establece que “el fiscal rambién deberd solicirar la EN. 91P-2008, Lima (con Estudio introductario incoacién del proceso inmediato para los delitos de omision de asistencia fa- liar y los de conducci6n en estado de ebriedad o drogadiccién (..)". Como puede adverrirse, poco interesa en estos delitos que estemos ante la existen- Gia de la flagrancia, que el imputade haya confesado 0 que haya suficientes elementos de conviccién, pues si asf fuera encuadrarfan perfectamente den- to de los tres supuestos que han existido desde siempre. Pese a ello, éconsiderard el legislador que en estos delitos siempre es- taremos ante la presencia de suficientes elementos de conviccién, de mane- ra que no existe necesidad de realizar mayores investigaciones? Lo cierto es que esta ampliacién ha desnaturalizado el proceso mmediato, pues se par- te de la idea de que en estos delitos, de modo mecdnico y automtico, el fis- cal tendra que incoar este proceso sin analizar si existe flagrancia, confesion sincera o suficiente evidencia delictiva, asf como sin evaluar las estructuras tipicas -muchas veces complejas— de estos delicos™, En efecto, en cuanto al delito de omisién a la asistencia familiar, es pre- Giso anotar que, en palabras de Villa Stein, “la conducta que exige el tipo es la omisiva de no prestar los alimentos conforme lo ordena una resolu- Gién judicial, poniendo en peligro la satisfaccion de necesidades bésicas del necesitado”™!, Esto significa que han de cumplirse los siguientes elemen- tos para sti configuracién tipica: el conrexto ripico, Ia omisién del acto de- bide y la capacidad personal de realizar el acto debido™’, Este iiltimo ele- mento es el que debe ser analizado con detenimiento, ya que, como bien lo dice RoxmN, ademis de la incapacidad fisica de cumplir con el deber, la “falta de recursos"©5 también excluye la tipicidad en los delitos de omi- sién propia. Y es que, continia este autor, “no es preciso que la incapacidad de accién se dé en términos absolutos-y en todes los aspectos, sino que hay que apreciarla ya cuando alguien en la concreta situacién no puede hacer nada razonable 0 que tenga sentido para cumplir con el mandaro”. Lo anterior no hace ms que corroborar que en el delito de omision a la asistencia familiar es sumamente importante que el fiscal no incoe mecé- nicamente el proceso inmediaro, sino que debe estudiar si se presentan todos los elementos para que se configure como un delito, por lo que es insoslaya- ble que analice la siuacién particular de cada presunto auror, en concretor siestaba en la capacidad o no de cumplir con los pagos. Esto en cierto modo evita que un problema de naruraleza civil sea trasladado al proceso penal, @2) HURTADO HUAILLA/REYNA ALFARO, Gacets Fone! & Procecal Penal, 2015/76, p. 12. @3) (24) VILLA STEIN, Derecho Penal, Prrte general, p. 333. (25) ROXIN, Derecho Penal. Parte general, Tomo. I, p. 756. como si este fuera un medio idéneo para solucionar el problema del incum- plimiento de los deberes alimenticios. Del mismo modo, en cuanto al delito de conduccién en estado de ebrie- dad, se debe analizar si en el caso en concreto realmente habfa una situacién: de peligro para la seguridad priblica™9. En buena cuenta, se debe establecer si la conducta del sujeto tiene tal entidad que debe merecer una respuesta penal. Sin querer ingresar en este aspecto, por no ser objetivo de esta obra, consideramos de interés que se plantee el siguiente debate: écriminalizar el incumplimiento de los deberes alimenticios es itil para algo?, écumple algu- na finalidad? Lo cierto es que en la prdctica se advierte, generalmente, que no es Ia altemativa mds indicada para solucionar el problema mencionado. Lo tinico que ha generado es una sobrecarga procesal, lo que ha llevado a la ampbiacién del proceso inmediato. Siendo esto asf, en lugar de condenar con prontitud a los que incumplen con su deber de asistencia familiar, se dene que buscar, desde un estudio integral, una selucién mds idénea. Ahora bien, ampliar el proceso para estos delitos, en palabras de Hur- tado Huailla y Reyna Alfaro, “solo se explica (aunque no se justifica) bajo el entendido de que se trata de delitos que requieren para su acreditacién ini- camente de la existencia de un requerimiento judicial de pago de la obliga- cién alimenticia (...) y del certificado de dosaje ettlico positive (...). Los sin- sentidos de esta logica saltan rapidamente a la vista"). En sentido contrarie, San Martin Castro afirma que desde la propia onfiguraci6n de estos delitos estamos ante la presencia bien de evidencia delicava o bien de fagrancia. En el delito de omisién de asistencia familiar existe evidencia delictiva “por la resolucién judicial proveniente del proce- so civil de alimentos, que es un elemento del tipo objetivo"; en el de con- duccién en estado de ebriedad 0 drogadiccién existe flagrancia, por cuan- to “la acreditacion de la drogadiccién o de la ebriedad consta en la pericia de alcoholemia (dosaje etilico) 0 toxicolégica correspondiente, realizada inmediatamente luego de la intervencién del impurado”®", Por nuestra parte, consideramos que no es suficiente que exista la re- solucién judicial que ordena el pago de los alimentos en el caso del delito de omisién a la asistencia familiar. Tampoco lo es, en el caso del delito de conduccién en estado de ebriedad, el certificado de dosaje etilico, pues de acuerdo a cada caso en concreto existirin particularidades que debersn ser valoradas para verificar si hace falta realizar mayores actos de investigaci6n. (Be) HURTADO HUAILAREYNA ALFARO, Gacvts Foxal & Proves! Poul, 2085/76, p18, G7) bide, we. 12-13. 28) SAN MARTIN CASTRO, Leccisnes de Devacho Proce! Foal . 612 18 Escudie introductario En definitiva, anuestro juicio, no debié ampliarse de manera expresa el proceso inmediato para estos delitos, puesto que ya se encuentran compren- didos, cuando corresponda, en los supuestos regulados en el articulo 446.1 del CPP de 2004. Es decir, se podrd acudir a este praceso en estos deli- tos -como ocurre con cualquier otro~ siempre que haya flagrancia delicti- va, confesién o evidencia delictiva suficiente. No existe, desde nuestro pun- to de vista, morivo para que tenga una especial regulacién. 5. Procedencia del proceso inmediato en pluralidad de imputados Normativamente, se ha establecido que es posible que el proceso inmediato proceda aun en los casos de phuralidad de imputados, siempre que se cumplan con dos requisitos: que todos ellos se encuentren dentro de los supuestos de procedencia de este proceso, de un lado, y que estén implica- dos en el mismo delito (art. 446.3 del CPP de 2004). Dicho en otros rérminos, el proceso inmediato no procederd en los ca- sos de pluralidad de imputados cuando estén siendo procesados por delitos diferentes. Naturalmente, se entiende que no procederd —tal como sucede cuando hay un solo imputado— cuando los casos no se encuentran dentro de los supuestos de procedencia de este proceso especial. Cuando se trata de delitos conexos en los que estén involucrados otros imputados, la norma establece que no se acumulan, salvo que ello perju- dique al debido esclarecimiento de los hechos o la acumulacién resulte indispensable (art. 446.3 del CPP de 2004). 6. Supuestos de improcedencia del proceso inmediato Ahora bien, el Cédigo Procesal Penal de 2004 ha establecido que no en rodeos los supuestos regulados en el inciso 1 del articulo 446 procederd el proceso inmediato. Ha establecido en el inciso 3 de Is disposicién aludida que estén excepmiados los casos en los que, por su compleyidad, sean nece- sarios ulteriores actos de investigacién. A efectos de determinar la compleji- dad del caso, se remite al articulo 342.3 del CPP de 2004. A nuestro juicio, resulta redundante que se haya establecido esta excepcién, pues el proceso inmediaro encuentra su fiundamento en la falta de necesidad de realizar actos de investigacién ~precisamente por es0 se evita la investigacion preparatoria propiamente dicha-, de modo que si atin hace fal- ta realizar determinados actos de investigaci6n, evidentemente no sera po- sible incoar el proceso inmediato. De allfque la menciGn expresa a esta ex- cepcién resulte, a nuestro juicio, innecesaria. Esta excepeién pareciera justificarse en los casos de los delitos de omi- sién de asistencia familiar y el de conduccién en estado de ebriedad, en los 19 que no se exige que se presenten los supuestos mencionados en el articulo 446.1 del CPP de 2004. No obstante, también serfa contradictorio, pues- to que el legislador, se entiende, considera, de entrada, que en estos de- litos los casos no son complejos, pues si asf fuera no corresponderfa a incoacién del proceso immediato. Estarfa pensado, entonces, para dos de los tres supuestos: los casos de flagrancia y confesién. Con lo dicho, se admitiria que en estos casos no siempre hay evidencia delictiva suficiente que justifique acudir directamen- te al juicio. Enronces, es posible que aun atando hays flagrancia o el impu- tado haya confesado, el fiscal no incoe el proceso inmediato. Llama la aren- Gén que esto se haya establecido tinicamente para los procesos complejos 2o es que en los procesos simples no hacen falta, en ciertos casos, ulteriores actos de investigacién? Para San Martin Castro, el inciso 2 del articulo 446 lo que establece es la exclusién del proceso inmediato en los casos complejos. Aunque, contintia este autor, la expresién “ulteriores actos de invesngacién” pudiera sugerir que sf es posible en supuestos excepcionales, que serdn casos de laboratorio de nula aplicaaén practica, ¢ inconveniente porque estos casos siempre de- mandan actos de esclarecimiento y consolidacién probatoria. ‘VIL PROCESO INMEDIATO Y SU COMPATIBILIDAD CON EL DERE- CHO DE DEFENSA El proceso inmediaro presenta —no desde su modificacién, sino desde su ién~ serios cuestionamientos desde la perspectiva del derecho de de- fensa, en tanto que normativamente no se ha establecido un plazo dentre del cual la defensa podré producir la prueba necesaria para preparar su estrategia. En efecto, el derecho de defensa, en su manifestacién de contar con los medios necesarios -recogido de manera especifica en el artfculo 14.3.b del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos y el articulo 8.2.c de la Convencién Americana de Derechos Humanos- se ve seriamente limira- do porque —por el modo en que se encuentra regulado el proceso inmedia- to- el imputado no cuenta con los medios adecuados para Ja preparaci6n de su defensa. El derecho en mencién debe ser ejercido de manera amplia e irrestricta durante todas las etapas del proceso, es decir, que el impura- do o su abogado defensor han de tener la posibilidad de acceder y obtener —desde el inicio hasta la conclusién del proceso— todos los medios necesa- ios que le permitan preparar su estrategia y, con ello, su defensa de mane- ra efectiva. Precisamente por recortar las etapas del proceso comin, el men- cionado derecho se ve restringido. Estudio introductorio Del mismo modo, con Ia regulacion del proceso inmediato resulta afec- tado el derecho a contar con un tiempo razonable para preparar la defen- sa -recogido expresamente en el articulo 14.3.b del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos y el articulo 8.2.c de la Convencién America- na sobre Derechos Humanos, asf como también en el articulo IX de su Titu- lo Preliminar del Cédigo Procesal Penal de 2004 por cuanto, al recortarse los plazes del proceso, no cuenta con el tiempo necesario para la prepara- cién de su defensa. Por este derecho debe entenderse, en sentido estricto, que el impu- tado ~y con mayor raz6n su abogado defensor- debe contar con el tiem- po adecuado, justo y necesario para disefiar, desarrollar y ejecutar de ma- nera eficaz todos aquellos actos que le permitan desvirtar o contradecir la pretensién penal dirigida en su contra, Este tiempo necesario y justo es con el que no cuenta el imputado en el proceso inmediato, pues el pla- zo de este proceso es sumamente breve. Naturalmente, no siempre sucede asf en todos los casos, pero tal posibilidad es posible y es lo que viene suce- diendo en la prictica desde el momento en que entré en vigencia el D.Leg. N° 1194, que permite incluso la condena del imputado en menos de 24 horas. Sobre este derecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha tenido la oportunidad de pronunciarse en el caso Castillo Petruzzi y otros vs. Peri, en el que sostuvo “el escaso tiempo dado alos defensores, asf como la notificacién de que la sentencia seria emitida al dia siguiente a aquel en que el abogado pudo acceder al expediente, pontan en duda ‘la seriedad de la defensa’ y la volvéan ilusoria. Estos hechos son violaorios del articulo 8.2. de la Convencién", ‘Vasquez Ganoza, entendiendo al debido proceso como parémetros 0 es- tindares bésicos, afirma que estos “deben proporcionar un juicio justo (fair trial) y no un juicio perfecto (perfect trial)”. Este autor entiende que se debe realizar una ponderacién de los pardmetros del debido proceso. A efectos de ejemplificar esta afirmacién, sostiene que el CPP de 2004 hace eco de es- tos pardmetros en los casos de competencia de los jueces unipersonales y co- legiados, pues estos intervienen cuando la pena a imponerse es superior 3 6 aiios; también menciona como ejemplo a la terminacién anticipada, ya que en este proceso especial se prescinde de la etapa de juzgamiento®. Desde Inego, no compartimos la posicién del mencionado autor, pues- to que si bien es cierto que no hay juicios perfectos, lo es también que es dis- cutble que el proceso inmediato proporcione o brinde un juticio justo. ¥ no G2) SCIDH, ceo: Cantilo Peeouns y otcos we Fect (pice 1361), 30 de maya de 1999. (80) VASQUEZ GANOZA, Gareta Penal € Procesal Pesal, 2015/76, p. 39. puede serlo, a nuestro juicio, porque restringe seriamente el derecho de de- fensa y, en consecuencia, el debido proceso. ‘VII. TRAMITE DEL PROCESO INMEDIATO 1. Incoacién El fiscal, luego de verificar que se estd ante uno de los supuestos men- cionados en el artfculo 446.1 del CPP de 2004, necesariamente deber4 incoar el proceso inmediato. E] mémite que deberd seguir serd el siguiente: textualmente, el articulo 447.1 del CPP de 2004 prescribe que, al término del plazo de la detencién policial, el fiscal debe solicitar al juez de investiga- cién preparatoria la incoacién del proceso inmediato. Tal afirmacién del legislador no est exenta de criticas, cabe preguntar épor qué el fiscal debe solicitar la incoacién de este proceso especial recién una vez que finalizé el plazo de la detencién?, ‘por qué no puede hacerlo durante la duracién de la detencién? A nuestro juicio, no existe motivo algu- no para esperar 2 que concluya el plazo de la detencién para solicitar la in- coacién del proceso inmediaro, pues si el fiscal desde un inicio advierte que el caso calza dentro de este proceso, entonces desde ese preciso momento ya puede solicitar su incoacién. Esta posicién es, desde nuestra perspectiva, mis compatible con el derecho a la libertad del imputado, dado que permi- tirfa que este pueda ser liberado -si es que no se le aplica ninguna medida coercitiva personal- prontamente. Uma vez que el juez reciba la solicitud de incoacién del proceso inme- diato, dentre de las 48 horas, realizaré una audiencia tinica de incoacién para determinar la procedencia de este proceso. Es decir, su procedencia es- tard a cargo del juez y se hard en una audiencia, se entiende, piblica, en la que los principios rectores seran el de Ia oralidad, inmediacién, concentra- cién y contradiccién. Resulta acertada la opcién legislariva de discutir la procedencia del pro- ceso inmediaro en una audiencia, ya que ororga a las partes la posibilidad de que puedan debarir sobre las razones por las que debe proceder o por las que no debe hacerlo. ¥ es que no solo se debe analizar desde la perspectiva del fis- cal, sino también desde el punto de vista del imputado, concreramente desde el respeto irrestricto de su derecho de defensa. Dicho de otro modo, la rea- lizacién del proceso penal concebido como una garantia del impurado que evita la arbitrariedad— no solo busca la emisién de una sentencia en un pla- zo breve, sino que se haga con la observancia de los derechos fundamentales. Yes que, parafraseando las palabras de Courure quien decta que el tiempo en el proceso no es dinero, sino justicia-, podriamos afirmar que una Escudie introductario decisién no es justa en funcién de la prontitud o rapidez con la que se emite, sino en atencién al respeto del debido proceso. De allf que no se hable del derecho ala duracién breve del proceso, sino del derecho a la duracién ra- zonable, que tiene una connotacién distinta, Ahora bien, el arviculo que establece el momento en que él fiscal debe incear el proceso inmediato y el juez fijar la fecha de la audiencia establece, como si de algo narural se trarara, que el imputado estard derenido hasta que la audiencia se realice. La pregunta cae por sf sola: den mérito a qué estarfa detenida esta persona si el plazo de 24 horas ya se excedi6?, éser4 compati- ble esta regulacién con la Constitucién que establece que el plazo de la de- tencién es, como maximo, 24 horas?, éno serfa mejor acaso y m4s compati- ble con el derecho a la libertad del imputado que el fiscal solicite, antes de que se venza las 24 horas, la aplicacién de alguna medida de coercién si es que considera que la persona no puede ser dejada en libertad?, équé pasard Inego de que se realice la audiencia, el imputado quedard en libertad 0 3e- guiré detenido?, zqué necesidad habria de dejar al imputado detenido hasta que se realice la audiencia?, ées imprescindible que el imputado esté deteni- do para que Ia audiencia de incoaci6n del proceso inmediato prospere?, ¢n0 es posible evar a cabo con el imputado en libertad?, iserd razonable que se mantengs al imputado detenido hasta la realizaci6n de la andiencta para lue~ go, finalizada esta, dejarlo en libertad? Desde nuestro punto de vista, resulta sumamente cuestionable que se supere el plazo de la detenci6n que esté constitucionalmente establecido. No hallamos razones que puedan justificar la privaci6n de Ia libertad del ampu- tado, de manera que consideramos que incluso podrfamos estar ante una de- tencién inconstimicional, por lo que el imputado estarfa habilitado para pre~ sentar un habeas corpus. Namralmente, existen mecanismos procesales que bien podrian perminr que el imputado se mantenga derenido hasta que se realice la audiencia, nos referimos daramente a la detenci6n preliminar judi- cial, medida de coercién que no solo exige razones plausibles de la comisién del ilicito penal, sino que también el peligro procesal. Si no estamos ante la presencia de estos presupuestos, entonces se debe ordenar la inmediara li- ‘bertad del imputado. De otro lado, también se establece, en el inciso 2 del articulo 447 del CPP de 2004, que el fiscal en su requerimiento de incoacién debe acompa- far el expediente fiscal y, a su vez, debe comunicar si requiere la imposi- cién de alguna medida coercitiva, que asegure la presencia del impurado en al desarrollo de todo el proceso inmediato. Como puede advertirse, esta re- gilacién solo corrobora que no se explica Ia razén por Ia gue el imputado debe estar detenido hasta la realizacion de la audiencia, si ni siquiera se tiene W conocimiento de que el fiscal vaya a solicitar la aplicacién de alguna medi- da de coercién®", Por tiltimo, se ha establecido en esta misma disposicién que el reque- rimiento debe contener, en lo que resulte pertinente, los requisitos esta- blecidos en el articulo 336.2 del CPP de 2004, esto es, los referidos a la formalizacién y continuacién de la investigacién preparatoria. Con esta re- gulacién se prerende solucionar el problema que se discutié en el Acuerdo Plenario N° 6-2010/CJ-116, el que consistia en determinar si la incoacién del proceso inmediato se debfa realizar, en rodos los casos, luego de que el fiscal ya haya emitido su disposicién de formalizacién y continuacién de la investigacién preparatoria o no necesariamente. La Corte Suprema sostuvo, respecto a este problema, que, conforme a lo prescrito en el articulo 447.1 del CPP de 2004 -ya modificado-, el fis- cal tenfa la posibilidad de requerir la incoacién en dos momentos: primero, Inego de culminar las diligencias preliminares; segundo, antes de los trein- ta dias de formalizada la investigacién prepararoria, Esto significa, en pa- labras de este érgano, que en el primer supuesto la incoacién del proceso inmediato se dard antes de formalizada la investigaci6n preparatoria, por lo que era necesario que el requerimiento de incoacién de este proceso incor- pore los mismas elementos que una disposicién de formalizacién y continua- cién de investigacién preparatoria. Por el contrario, en el segundo supuesto como resulta evidente—sf es necesario que se haya formalizado la investiga- cién, ya que asf lo establece expresamente la norma. El primer supuesto, precisamente, establecido mediante un acuerdo ple- nario, ha tenide su expresion en la nueva regulacién del proceso inmedia- to (art. 447.2), Dicho en otros rérminos, Ia regulacién actual ha recogido la docrrina que establecié la Corte Suprema, esto es, que el requerimiento de la incoacién de este proceso deberd conrener los requisiras del articulo 336.2 del CPP de 2004. Es decir, en un solo acto se unirfan tanto la incoacién del proceso inmediato como Ia formalizacién de la investigacién preparatoria. Incluso, cuando corresponds, el requerimiento de una medida de coercién. Todos estos aspectos son los que fueron analizados en el acuerdo plenario yaaludido. 2. Sustanciacion: audiencia unica de mcoacion de proceso inmediato La fase de sustanciacién consiste, en rigor, en el debate que se realiza la audiencia entre las partes contrarias sobre la procedencia del proce- so inmediaro. Es en esta etapa, precisamente, en la que tiene plena vigencia (G1) HURTADO HUAILLAREYNA ALFARO, Gacets Penal & Procesal Penal, 2015/76, p. 12. 4

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