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CURSO:
Neuropsicología
DOCENTE:
Lic. patricia
INTEGRANTES:
CICLO ACADÉMICO:
V ciclo
SEMESTRE ACADÉMICO:
2017- I
HUANCAYO_PERU
2017
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AGRADECIMIENTO
Nuestros familiares y Lic. Quien nos
motivó y nos apoyó con este trabajo.
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DEDICATORIA
Este trabajo es dedicado para las personas
que aportan en este camino de nuestra vida
nuevos conocimientos que nos ayude a ser
mejores personas y desenvolvernos en
nuestro futuro ámbito laboral.
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ÍNDICE
1. RESUMEN
2. INTRODUCCIÓN
4.1. MOTRICIDAD
4.2. FUNCIONES EJECUTIVAS
4.3. ATENCIÓN
4.4. MEMORIA
4.5. PERCEPCIÓN
4.6. CONCEPTUALIZACIÓN O RAZONAMIENTO ABSTRACTO
4.7. CONDUCTA ADAPTADA AL CONTEXTO
4.8. EMOCIÓN Y AFECTO
5. SÍNDROME FRONTAL
6. TRASTORNOS MOTORES
7. SÍNDROME DISEJECUTIVO
8. CONCLUSIÓN
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1. RESÚMEN
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2. INTRODUCCIÓN
Los lóbulos frontales son las estructuras cerebrales de más reciente desarrollo y
evolución en el cerebro humano, su perfeccionamiento en los primates se
relaciona con la necesidad de un control y coordinación más compleja de los
procesos cognitivos y conductuales que emergieron a través de la filogénesis de
estas especies.
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3. ALTERACIONES DE LAS CONDUCTAS ADAPTATIVAS (LOBULO FRONTAL)
Los neurólogos se encargarían del estudio del área motora. Contiene las
siguientes áreas de Brodmann: área 4; parte posterior del área 6; y parte de las
áreas somatosensoriales 1, 2 y 3. El área motora está relacionada con la
coordinación y expresión del movimiento tanto grueso como fino. Contiene
además una representación detallada del hemicuerpo contra-lateral, el
denominado “homúnculo motor” de Penfield.
La lesión grave bilateral del área motora produce parálisis. Las lesiones
unilaterales dan lugar a hemiplejías contralaterales. Tras la evolución, pueden
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reaparecer los movimientos gruesos, pero los finos quedan definitivamente
perdidos. Por su parte, las lesiones más leves producen hemiparesias, que
también pueden ser uni o bilaterales.
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alteraciones en las respuestas emocionales a los estímulos. No se pierde la
capacidad emocional, sino la capacidad de modular la intensidad del afecto de
acuerdo con la significación ambiental del evento. Además, interfieren la
integración social, es decir, la capacidad de emplear unos recursos
conductuales determinados acordes al contexto social.
4.1. Motricidad
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la propiedad del plan, mantener la secuencia de las actividades
y el esfuerzo...
Reconocer el logro: reconocer la necesidad de alterar el nivel de
actividad, revisarla y generar nuevos planes. La función
ejecutiva es claramente frontal, es decir, no intervienen otros
lóbulos. E incluso algunos autores consideran que es “la” función
del lóbulo frontal. Cuando un paciente no es capaz de llevar a
cabo la función ejecutiva, su conducta es cada vez más
estereotipada y presenta dificultades en aquellas conductas
ordenadas temporalmente.
4.3. Atención
4.4. Memoria
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4.5. Percepción
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4.8. Emoción y afecto
Destaca el caso de Phineas Gage. La relación del lóbulo frontal con las
emociones es obvia, puesto que un sector del lóbulo frontal comprende
estructuras límbicas.
5. EL SÍNDROME FRONTAL
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causada por una desconexión del cuerpo calloso. El paciente no utiliza
la mano en condiciones de manipulación en las que habitualmente se
ayudaría de ella e, incluso, puede pelearse con su propia mano. Por
ejemplo, la mano izquierda deshace la cama mientras se utiliza
intencionadamente la derecha para hacerla.
Síndrome de la conducta de utilización: la persona utiliza de forma
indiscriminada aquellos objetos que se le ponen delante sin que exista
intención, finalidad o motivación interna. Se produce por una falta de
control del lóbulo frontal respecto del lóbulo parietal, en el que se
realizan las asociaciones entre el estímulo y la respuesta. Cuando se
ha realizado la asociación entre los estímulos, se envía una señal al
lóbulo frontal quien decide si realmente se debe actuar así o no. Si el
frontal está lesionado no puede llevar a cabo esta acción y aparece la
conducta no adaptada al contexto.
Síndrome de la conducta de imitación: el paciente imita los gestos,
conducta, etc. del examinador, sin que se le haya pedido que lo haga.
Este síndrome está relacionado con las áreas de las apraxias
ideomotrices: área 40 (supramarginalis) parietal inferior izquierdo. Se
supone que está causado por una liberalización del lóbulo parietal o
ausencia de control del lóbulo frontal sobre el parietal.
Síndrome de la dependencia del medio: la persona depende del
medio y del entorno, no pudiendo inhibir los estímulos externos. Así,
el paciente está pendiente de todo lo que ocurre a su alrededor y no
puede concentrarse. Además, suele responder a preguntas que no
van dirigidas a él. Es importante la distractibilidad y la hiperreactividad
a los estímulos externos. El paciente está claramente hiperactivo.
6. TRASTORNOS MOTORES
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del uso de un instrumento. La dificultad se halla tanto en el uso del
objeto como en la imitación o representación de este movimiento.
Apraxia de las extremidades: Dificultad o incapacidad en la
ejecución de movimientos de precisión, por ejemplo a la hora de
utilizar los dedos de manera coordinada tanto en uso como en
representación o imitación.
Apraxia bucofacial: Dificultad o incapacidad para llevar a cabo
movimientos con la cara, lengua, boca o mejillas.
Además de las apraxias pueden darse otros trastornos de origen
motor debidos al daño frontal. La lesión producida en el campo
ocular va a generar deficiencias en el control de la mirada
voluntaria, así como una lentificación en los movimientos de rastreo
y búsqueda visual.
Por otro lado, las lesiones en el área frontal pueden producir trastornos en el lenguaje:
7. SÍNDROME DISEJECUTIVO
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Área dorsolateral:
Zona cingulada:
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Dificultad para el control de interferencias: dificultad en el control de
la atención selectiva.
Trastornos pseudodepresivos.
Zona orbital:
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8. CONCLUSIÓN
Los lóbulos frontales son las estructuras cerebrales de más reciente desarrollo
y evolución en el cerebro humano, su perfeccionamiento en los primates se
relaciona con la necesidad de un control y coordinación más compleja de los
procesos cognitivos y conductuales que emergieron a través de la filogénesis
de estas especies.
Desde un punto de vista neuropsicológico los lóbulos frontales representan un
sistema de planeación, regulación y control de los procesos psicológicos;
permiten la coordinación y selección de múltiples procesos y de las diversas
opciones de conducta y estrategias con que cuenta el ser humano; organizan
las conductas basadas en motivaciones e intereses, hacia la obtención de
metas que sólo se pueden conseguir por medio de procedimientos o reglas.
También participan de forma decisiva en la formación de intenciones y
programas, así como en la regulación y verificación de las formas más
complejas de la conducta humana.
Debido a esta capacidad de regular, planear y supervisar los procesos
psicológicos más complejos del humano, se considera que los lóbulos frontales
representan el “centro ejecutivo del cerebro”.
El daño o la afectación funcional de los lóbulos frontales tienen consecuencias
muy heterogéneas e importantes en las conductas más complejas del ser
humano. Por lo que es necesario contar con un conocimiento lo más completo
posible sobre sus propiedades neuropsicológicas.
El análisis neuropsicológico del daño frontal se complica por la variabilidad del
tamaño de la lesión, el tipo de patología, el daño cortical versus el subcortical,
la región de la corteza afectada, el tiempo de desarrollo de la lesión y el
impacto de la desconexión funcional con otras áreas corticales; debido a todos
estos factores es que las definiciones del “daño frontal” varían
considerablemente. Se ha advertido que no existe una entidad única y simple
como “síndrome frontal”, y agrupar como una sola todas sus variantes es un
error. El daño frontal produce muy diversas características cognitivas y
conductuales, en dependencia de las zonas que se lesionen.
Para finalizar, es importante resaltar que el desarrollo en el conocimiento de la
neuropsicología de los lóbulos frontales permitirá avanzar en la comprensión
de las zonas del cerebro más importantes para la conducta y la cognición
humana, lo que eventualmente permitirá un abordaje clínico más acorde a esta
complejidad.
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