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INFORME SOBRE EL ALCOHOL

Alcohol. Efectos que produce


El alcohol afecta de manera diferente a la persona, dependiendo de su talla, sexo, constitución
corporal y metabolismo. Los efectos generales del alcohol son una sensación de calor,
enrojecimiento de la piel, facultades mentales deterioradas, inhibiciones disminuidas, falta de
coordinación muscular, balbuceo y pérdida de memoria y comprensión. En un estado de
intoxicación extrema, es probable que se produzca el vómito, posiblemente acompañado de
incontinencia, respiración deficiente, disminución de la presión arterial, y en casos de
intoxicación grave por alcohol, coma y muerte.

La bebida excesiva durante un corto período generalmente resulta, entre ocho y doce horas
más tarde, en una “resaca”: jaqueca, náusea, estremecimiento, y a veces vómito. La resaca se
debe en parte a la intoxicación por el alcohol y otros componentes de la bebida, y en parte a la
reacción del cuerpo a la abstinencia de alcohol.

Combinar alcohol con otras drogas puede agravar los efectos de estas al hacerlas mucho más
fuertes y peligrosas. Han ocurrido muchas muertes accidentales tras consumir alcohol junto
con otras drogas. No se debe consumir alcohol junto con marihuana, tranquilizantes,
barbitúricos y otras píldoras para dormir o antihistamínicos (que se encuentran en los remedios
para el resfriado, la tos y las alergias). Incluso una pequeña cantidad de alcohol con alguna de
estas drogas puede afectar gravemente la capacidad para conducir un automóvil.

Quienes beben de manera regular llegan a tolerar muchos de los desagradables efectos del
alcohol, y por lo tanto pueden ingerir más antes de sufrir estos efectos. Sin embargo, incluso
con un mayor consumo muchos de esos bebedores no parecen intoxicados. Ya que continúan
trabajando y se relacionan razonablemente bien con los demás, es posible que no se observe
su condición física en deterioro hasta que hayan sufrido un grave daño; o hasta que se les
hospitalice por otras razones y de repente experimenten síntomas de retirada del alcohol.

Puede ocurrir una dependencia psicológica del alcohol con el consumo regular de cantidades
diarias relativamente moderadas. También puede ocurrir en personas que consumen alcohol
sólo bajo ciertas condiciones, como antes de los eventos sociales y durante estos. Esta forma
de dependencia se refiere a un ansia por los efectos psicológicos del alcohol, aunque no
necesariamente en cantidades que produzcan intoxicación grave. A los bebedores con una
dependencia psicológica, la falta de alcohol tiende a hacerles sentir inquietos y, en algunos
casos, les provoca pánico.

La bebida excesiva durante un corto período generalmente resulta, entre ocho y doce horas
más tarde, en una “resaca”: jaqueca, náusea, estremecimiento, y a veces vómito. La resaca se
debe en parte a la intoxicación por el alcohol y otros componentes de la bebida, y en
parte a la reacción del cuerpo a la abstinencia de alcohol.

Combinar alcohol con otras drogas puede agravar los efectos de estas al
hacerlas mucho más fuertes y peligrosas. Han ocurrido muchas muertes
accidentales tras consumir alcohol junto con otras drogas. No se debe
consumir alcohol junto con marihuana, tranquilizantes, barbitúricos y otras
píldoras para dormir o antihistamínicos (que se encuentran en los remedios
para el resfriado, la tos y las alergias). Incluso una pequeña cantidad de alcohol
con alguna de estas drogas puede afectar gravemente la capacidad para
conducir un automóvil.

Quienes beben de manera regular llegan a tolerar muchos de los


desagradables efectos del alcohol, y por lo tanto pueden ingerir más antes de
sufrir estos efectos. Sin embargo, incluso con un mayor consumo muchos de
esos bebedores no parecen intoxicados. Ya que continúan trabajando y se
relacionan razonablemente bien con los demás, es posible que no se observe
su condición física en deterioro hasta que hayan sufrido un grave daño; o hasta
que se les hospitalice por otras razones y de repente experimenten síntomas
de retirada del alcohol.

Puede ocurrir una dependencia psicológica del alcohol con el consumo regular
de cantidades diarias relativamente moderadas. También puede ocurrir en
personas que consumen alcohol sólo bajo ciertas condiciones, como antes de
los eventos sociales y durante estos. Esta forma de dependencia se refiere a
un ansia por los efectos psicológicos del alcohol, aunque no necesariamente en
cantidades que produzcan intoxicación grave. A los bebedores con una
dependencia psicológica, la falta de alcohol tiende a hacerles sentir inquietos y,
en algunos casos, les provoca pánico.

La bebida excesiva durante un corto período generalmente resulta, entre ocho


y doce horas más tarde, en una “resaca”: jaqueca, náusea, estremecimiento, y
a veces vómito. La resaca se debe en parte a la intoxicación por el alcohol y
otros componentes de la bebida, y en parte a la reacción del cuerpo a la
abstinencia de alcohol.

Combinar alcohol con otras drogas puede agravar los efectos de estas al
hacerlas mucho más fuertes y peligrosas. Han ocurrido muchas muertes
accidentales tras consumir alcohol junto con otras drogas. No se debe
consumir alcohol junto con marihuana, tranquilizantes, barbitúricos y otras
píldoras para dormir o antihistamínicos (que se encuentran en los remedios
para el resfriado, la tos y las alergias). Incluso una pequeña cantidad de alcohol
con alguna de estas drogas puede afectar gravemente la capacidad para
conducir un automóvil.

Quienes beben de manera regular llegan a tolerar muchos de los


desagradables efectos del alcohol, y por lo tanto pueden ingerir más antes de
sufrir estos efectos. Sin embargo, incluso con un mayor consumo muchos de
esos bebedores no parecen intoxicados. Ya que continúan trabajando y se
relacionan razonablemente bien con los demás, es posible que no se observe
su condición física en deterioro hasta que hayan sufrido un grave daño; o hasta
que se les hospitalice por otras razones y de repente experimenten síntomas
de retirada del alcohol.

Puede ocurrir una dependencia psicológica del


alcohol con el consumo regular de cantidades diarias
relativamente moderadas. También puede ocurrir en
personas que consumen alcohol sólo bajo ciertas
condiciones, como antes de los eventos sociales y
durante estos. Esta forma de dependencia se refiere
a un ansia por los efectos psicológicos del alcohol,
aunque no necesariamente en cantidades que
produzcan intoxicación grave. A los bebedores con
una dependencia
psicológica, la falta de
alcohol tiende a hacerles
sentir inquietos y, en
algunos casos, les
provoca pánico.

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