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PENSAMIENTO CONTEMPORANEO Coleccidn ditigida por Manuel Cruz .S, Kuhn, cus let revolucones cintfias? $M Foucault, Feonolnindely0 & NLuhmans, Socteded y temo le ambicin dea tore 9, Js Ravle Sobre lar ibertedes 10, G. aetimo, fa sociedad tromsparente IL Rony El pro hatiico 12. G Calls El libre demucsra cits 1s KO Apel. Teoria dele verdad y ca del disarso 1. J Elscee Domar le sete 15. HG: Gadamer La actaided deo bllo 16, GEM Anscombe Intention 1 J Hlabermas, Eero obre moraidd yticded 18, EM, Adomo, Actalided dee floc 19. T New Forde sgl 20. B buvidson, Mente, mundo» econ BE. Hower otc la enomenoog stein, Letmer comvcrssclone sobre ext, prioogia erenca religiose 23, RCarnap, Autobiografia intelectual 24. N. Bobbio, Igualded y libertad 25. GE Mooee, Ensayos éicas 26. E-Levinas, El Tiempo y ef Otro BT. We. Benjamin, La metsftica de ta juventud 28. E.Jiinger y M, Hetdeages, Acerca del mbilsmo 39. R Dworkin, Eica privada¢ gualtarismo poltico 50. C. Taylor, La etica de la autentreidad 31, Hi. Panam, Las mil eras del realismo 32) M. Blanchot, El paso (no) mis alld 33. P. Winch, Comprender wna sociedad primitiva 34, A. Koyre, Pensr la ciencia 35. J. Dertida, El lenguae y ls instituciones filsofias 36. S. Well Reflexiones sobre las cousas de la libertad de la oprsion socal 37, PLP Strawson, Libertad y resentimiento 58, H. Arendt, De la bistora a la accion 39. G Vattimo, Mas allé de la interpretacion 40. W. Benjamin, Personajesalemanes 41. G, Bataille, Lo que entiondo por soberanta 42. M, Foucauit, De lengua y literatura 43. R Koweleck y H.-G. Gadamer, Historia y bermenéutica 44, C. Geertz, Lor usos de le diversdad 46. JP Sartre, Verdad y existencia 47, A. Heller, Une vevisién dele teoria de las mecesidades 48. ACK: Sen, Bronestor,jasticiay mercado 49. H. Arendi, ¢Quées la politica? 50. KR Popper, El ewerpoy la mente 51, PLE Steawson, Andris y metafiica 52. K Jaspers, El problema de la culpa 53, BLK. Feyerabend, Ambigiedad y armonfa 54) D. Gauthier, Egotim, moralidad y socedad liberal 55. R. Rorty Pragmatismo y police 56. P.Ricoeur, Histor y naratividad 57. B, Rusecll, Andlisislossfco 59. N. Reacher, Razdm 9 valores en la Era centifico-tecnolbpica Nicholas Rescher Razén y valores en la Era cientifico-tecnolégica Compilacién e introduccién de Wenceslao J. Gonzalez Ediciones Paidés ICE. de la Universidad Autonoma de Barcelona Barcelona - Buenos Aires - México ‘Cubierta de Mario Eskenazi ‘Traduccién del inglés por Wenceslao J. Gonzile y Victor Rodriguez (cap. 1); Leo- nardo Rodriguez Dupla (cap. 2); Juan Carlos Leén (caps. 5 y 6); y Wencesleo J. Gonzales (caps.3,4,7,8 y9) Quedanrgrosumene pbibide sn aitorecn cc de los les el coyrih bao Fides ens eyes ropredacis tao pari det bre por cuniger mediog mpredidon epg y tari mica dibui de cemplaen guiere peste paso © 1999 de todas las ediciones en castellano Ediciones Paidés Ibérica, S.A., Mariano Cubi, 92 -08021 Barcelona btps//swwpaidos.com elnino de Ciencias de la Educacion de la Universidad Auténoma de Barcelona (08013 Bellaterra ISBN: 84-493.0747-3, Depésito legal: B. 33.773-1999 Impreso en Novagritik, SL. Puigcerda, 127 - 08019 Barcelona Impreso en Espafia - Printed in Spain SUMARIO. INTRODUCCION: «Racionalidad cientifica y actividad humana. Ciencia y valores en la filosofia de Nicholas Rescher», Wen- ceslao J. Gonzélez 1. Tres planos de investigacin 2. Ciencia y valores: el marco de la ética de la ciencia 3. El enfoque de la racionalidad cientifica: la primacta de la prictica . 4, Trayectori pragmético 5. El presente voluinen en el conjunto de sus publicaciones: la produccién filoséfica de Nicholas Rescher . ‘de un kantismo Presentacton, Nicholas Rescher . 0... eee I. BASES TEORICAS DE LA PROPUESTA: RAZON Y VALORES 1, Razén y realidad: la infrdeterminacton de de las teorias y los M08 ee 1.1. Cuatro consideraciones sobre ia teorizacin cientifica 1.2. Los datos infradeterminan las teorias 1.3. Las teorias infradeterminan los hechos 114, La realidad supera los recursos descriptivos del lenguaje 15. La realidad excede los recursos explicativos de la teo- rizacién cientifica oe ee 16) Desciones Sloséfices eh sje a oman ee 2. Sobre la fundamentacién de la roralidad en el entendimiento 2.1. El problema de la fundamentacién racional de la mo- elite an 22. Laobligacién ontol6gica fundamental... | 23. Enfoque axiolégico ... 2... - ob5500 u 3 7 24 27 31 45 51 51 52 33 34 36 37 61 61 62 64 8 —_RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA 2.4, Racionalidad y moralidad 3. La objetividad de los valores. « 3.1. Objetividad y valores: el problema de la validez de los valores... ne 3.2. La deliberacin racional acerca de los valores: raciona lidad de medios y racionalidad de fines 3.3. Racionalidad evaluativa: la evaluacién ra y de su adecuacién 3.4, Lavaloracién sujeta ala raz6n: la racionalidad de fines y las necesidades humanas 3.3. Objetividad de los valores: la valoracién no es un asun- nal de fines tode purasubjetividad 2) .......---- 3.6. La objetividad de los valores en la ciencia y la tecno: logic eee tee IL. ListTEs COGNITIVOS: EL AMBITO DE ESTUDIO Y EL IDEAL DE CIENCIA PERFECTA 4. Ellimitado campo de la ciencia y la tecnologia... . . « 4.1. La cuestién de los limites de la ciencia y la tecnologia 4.2. El conocimiento: un bien humano entre otros 4.3. El conocimiento cientifico como una forma de conocer 4.4, La indole auténoma de la ciencia . . « 4.5. El progreso tecnolégico y el problema de la comple jidad . 4.6. La tecnologia y a solucin del problema de la comple- jided 5. Laperfeccitn como ideal regulativo 5.1. Escalonamiento tecnol6gico 5.2. Los requisitos téenicos suponen limitaciones inevitables 5.3. Caracter insostenible del convergentismo de C. S. Peirce 5.4. La «ciencia perfecta» como idealizacién que propor- ciona un impetu roductvo3 y una concepcién itil por contraste 6. El cardcter imperfecto ia iy ciencia 6.1. Las caracteristicas de una ciencia perfecta 6.2. Imposibilidad de la completitud erorética 6.3. Imposibilidad de la completitud predictiva or 3 74 7 79 5 3 99 100 103 106 114 116 18 123, 123, 126 129 132 B7 B7 138 141 SUMARIO 6.4. Imposibilidad de la completitud pragmética 65. ¢FinalizaciOn temporal? : : TIT. LIMITACIONES ETICAS: EL QUEHACER CIENTIFICO ¥ TECNOLO- GICO EN CUANTO ACTIVIDAD HUMANA 7. Sobre los limites éticas de la investigacion cientifica 7.1. Posiciones acerca del control de la investigacién cien- tifica ae we 7.2. Los limites éticos estan n relacionados ¢ con diferentes aspectos del conocimiento i 7.3, Puede el conocimiento, como tal, ser éticamente inapropiado? .. . , a 7.4. El conocimiento es sdlo un bien entre otros... 7.5. Coda: marco de reflexién y relevancia del conoci- miento . . « oe 8. Racionalidad tecnoldgica y felicidad bumana 8.1, Tecnologia y bienestarhumano .. 2... «+ 8.2, La racionalidad tecnolégica: perspectivas interna y extema . 8.3. Dos formas de «felicidad: afectiva y teflexiva 8.4. Las compensaciones afectivas de la racionalidad 85. La desconfianza en la razén : 8.6. La razén, base para la felicidad reflexiva : 8.7. Bienestat («calidad de vida») y felicidad personal 9. El sentido de la vida en una era de ciencia y tecnologia 9.1, La cuestién del sentido de la vida 9.2. Estableciendo la diferencia... . . . 93. Elhombre, guna maquina? .. . . 9.4. Destruye la evolucién la finalidad o la intenci6n? 9.5. eLa ciencia destruye los valores? 9.6. Elsentido dela vida... .. Indice denombres 6... eee ee eee Indice analitico .. 2. 142 146 151 151 154 159 162 165 169 170 m1 175 181 183 186 187 191 191 192 194 197 200 201 Introduccién RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA. CIENCIA Y VALORES EN LA FILOSOFIA DE NICHOLAS RESCHER Desde distintos éngulos, Nicholas Rescher aborda en el presente volumen un conjunto de aspectos relacionados con la racionalidad cien- tifica y la actividad humana. Lo hace denitfo del marco general de la relacién entre ciencia y valores. Se interesa, de hecho, pot tres planos te- miticos: (i) las bases tedricas de la relacién entre raz6n y valores; (ii) los limites cognitivos de la ciencia en cuanto capacidad humana; y (ii) las limitaciones éticas del quehacer cientifico y tecnolégico como actividad humana, Cada uno de ellos constituye una de las partes de! libro. Son pasos stcesivos, en consonancia con el enfoque general de su pensa- miento: primero atiende a las bases te6ricas de la racionalidad cientifi cay de la objetividad de los valores; después considera los factores es- pecificamente cognitivos de la actividad cientifica, que concibe como estrechamente vinculados al progreso tecnolégico; y, posteriormente, ofrece una la reflexién ética sobre el quehacer cientifico y tecnolégico, ‘momento que —a su juicio— esta condicionado por los anteriores. sos tres planos articulan los capitulos del presente texto, que in- tenta esclarecet la cuestién de los nexos entre la razén y los valores en nuestra era, dominada por el quehacer cientifico-tecnuldgico. La pers- pectiva que Rescher adopta_para abordar el problema tiene, bisica- mente, tres claves de fondo, (i) Tanto la razén, en general, como la ra- cionalidad cientifica, en particular, son acordes con nuestra capacidad cognitiva humana, de modo que la ciencia es muestra: corresponde a nuestro aparato conceptual y es diferente, por tanto, de la ciencia que pudiera tener un extraterrestre. (i) Los valores humanos —el conjun- to de aquello que, legitimamente, es digno de reconocimiento— y, en- tre ellos, los valores de la ciencia, cqnectan con la actividad bumana (es decir, no requieren un «mundo aparte» —al modo platénico— que los fundamente, ni versan sobre un sujeto trascendental o una conciencia pura sino sobre personas —sujetos de experiencia—) yposeen una.ob- 12 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA Jetividad que se enratza en les necesidades humanas. (iii) Entce la ra- cionalidad cientifica y la racicnalidad tecnol6gica hay una relacién de interdependencia en la medida en que la ciencia y la tecnologia son co- mo dos piernas de un mismo cuerpo, lo que afecta, en consecuencia, a la caracterizacién de los limites cognitivos y al establecimiento de las li mitaciones éticas, Dentro del primer plano temético del libro —las bases tedricas de la relacién entre razén y valores—, N. Rescher propone varios elemen- tos basicos: a) la relacién entre la razén humana y la realidad pone de relieve que la realidad excede los recursos explicativos que aduce la ra- cionalidad cientifica; b) la moralidad —y, con ella, todo valor ético— encuentra su fundamento en el entendimiento, no en la voluntad; c) los valores humanos no son un asunto de pura subjetividad, puesto que pueden ser establecidos de modo objetivo y se relacionan con la racio- nalidad evaluativa. Estos elementos teméticos centran la atencién de los capitulos 1, 2 y 3. En ellos el autor quiere resaltar que la ciencia y los valores no pertenecen a campos incomunicados sino que, pot el con- trario, cuentan con un ambito compartido: tienen sus raices en la in- dole umana de ambos, ‘ Al profundizar en los limites cognitivos del actuar cientifico —el segundo plano del presente volumen—, Rescher insiste en que la cien- cia es un quehacer humano y, como tal, marcado por la finitud: el suje- to humano conoce segiin una capacidad y categorias que son limitadas. Asi, el campo de estudio de la ciencia esta siempre circunscrito, aun- que esté abierto a un futuro mejor (que nuestra propia limitacién no ‘nos permite prever cémo sera), Nuestro conocimiento cientifico apa- rece entonces como falible —sometido normalmente a error— y siem- pre revisable —nunca como definitive—, lo que lleva a una racionali dad cientifica ajena al ideal de perfeccién. De este modo, nuestro quehacer cientifico—la capacidad humana desplegada pata conocer la realidad— corresponde a una ciencia siempre imperfecta: no alcanza a plantear todas las preguntas pertinentes (incompletitud erotética), ni puede predecir por completo el futuro (incompletivud predictiva), ni esti en condiciones de ser completa desde un punto de vista pragméti- co. Todo ello requiere un examen detallado, a lo que dedica los capt- tulos 4,5 6. Atendiendo a la ciencia en cuanto actividad de agentes humanos —que se entrecruza en su enfoque con el quehacer tecnolégico—, Res- RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA. B cher se plantea el componente ético de la actividad cientifica. Lo hace dentro del tercer plano del trabajo ahora presentado: las limitaciones éticas, Se fija entonces en la relacién de la ética con el conocimiento, en ‘cuanto que puede haber limites éticos de la investigaci6n cientifica a tenor de factores internos a la propia ciencia. A continuacién, consi- dera el problema de sila racionalidad tecnolégica puede aumentar la felicidad humana, lo que le leva a distinguir dos perspectivas de a ra- cionalidad tecnoldgica y dos formas de entender la «felicidad. Por il- timo, aborda la cuestién del sentido de la vida, que no considera in compatible con la racionalidad cientifica, pues piensa que los valores remiten a un sentido que los sujetos dam a la vida, en lugar desser algo ue encuentran, Estos aspectos centran buena parte de los capitulos 7, By9. Tanto al trazarlas bases teéricas de la propuesta —el cometido del primer plano— como al desarrollar las cuestiones de las limitaciones éticas del quehacer cientifico y tecnol6gico —Ia tarea del tercer pla- no— se aprecia el peso que tiene en Rescher el intelectualismo ético. En su planteamiento filos6fico hay, en efecto, un claro predominio de Jos factores intelectuales en especial, los cognitivos— sobre los con- dicionantes volitivos. Es una muestra bien precisa de la preferencia por la razén, también en el contexto de la practica. A este respecto, su estudio presenta lineas de investigacién marcadamente intelectualis- tas, con la consiguiente preferencia por los componentes internos a la ciencia (o, en su caso, internos a la tecnologia). Asi, por un lado, ve a la racionalidad inserta en la actividad humana, de forma que conside- rala razén como base para la felicidad reflexiva; y, por otro lado, asu- me que la ética de la ciencia engarza directamente con la epistemolo: gia (esto es, con el componente cognitivo de la ciencia) cuando se pregunta si el conocimiento puede ser, como tal, éticamente inapro- piado. 1. TRES PLANOS DE INVESTIGACION Mediante la articulacién de los trabajos en los tres grandes aparta- dos mencionados, se aprecia mejor el proyecto general que presenta Rescher al reflexionar sobre Razén y valores en la Era cientifico-tecno- Logica, Porque su estudio se ocupa, en primer lugar, de las bases te61 14 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA cas de su propuesta —el papel de la razén y de los valores—; en se- gundo término, traza los limites cognitivos —que le llevan al ambito de estudio cientifico-tecnolégico y al ideal de ciencia perfecta—; y,en ter- cera instancia, sefala las limitaciones éticas de la investigacién cientifi- ca, la incidencia de la racionalidad tecnol6gica para la felicidad y el sentido de la vida ante la primacia del quehacer cientifico-tecnol6gico. _Es.un proyecto en plena sintonia con su produccién filosofica an- terior, que se enumera al final de esta introduccién y que adquiere su plena expresién en Jos tres voliimenes que, publicados por la Universi- dad de Princeton entre 1992 y 1994, sintetizan su pensamiento. Porque en ellos Rescher condensa sus aportaciones en tres grandes ambitos te- miticos: el estudio del conocimiento bumano, que enfoca desde una petspectiva'idealista de inspiracién kantiana; el problema de la validez de los valores, que le lleva a ver los valores humanos desde una éptica pragmitica de raigambre peirceana; y la reflexién sobre la actividad fi- Josofica misma (esto es, la investigacién metafilos6fica), que le encami naa resaltar que la filosofia es un saber dotado de contenido, en vez de ser un mero quehacer intelectual.” De esos tres grandes ambitos teméticos de su produccién filos6fi- ca, los dos primeros conectan de lleno con los tres planos de investiga- cin que centran este volumen. Porque el estudio del conocimiento humano y el problema de la validez de los valores son vistos aqui des- de el prisma de la ciencia (esto es, desde la incidencia que tiene para sus limites cognitivos y para sus limitaciones éticas), tarea que requie- re aclarar el papel de la razén y de los valores en la ciencia y en la acti- vidad humana. De esta forma, el presente volumen esté en continuidad con otros trabajos del Profesor Rescher, y tienc la misma inspiracién «pragmitico-idealista» que sus anteriores publicaciones de filosofia de la ciencia y de teorfa de los valores. Porque la doble clave kantiana y peirceana —que se aborda después, en estas paginas— sirve de hilo conductor a las reflexiones de este volumen, 1 El libro, sin embargo, no surge inicialmente del disefio de una mo- nografia sobre la razén humana y los valores en el contexto cientifi- 1 Sonos volimene blade col lo general de A Sytem of Pagatic Ide stam, ques eglonan ca vokimen Haman noe edge neat Poop 196 ‘olumen If The Wildy of Vales, amen Ves in Pgmae Pepcioe 39. ea, men Metp oop Inguren 199, Las elerencan bora elo de Reicher sc ncuetran al ind eeu pines, RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA “15, co-tecnolégico, sino que es el resultado de una serie de trabajos que Rescher ha preparado para su exposicién oral ante un piblico de habla castellana, Asi, al serle concedido el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de Cérdoba (Argentina), pronuncié en 1993 la leccién magistral sobre «Razén y realidad». El afio anterior, la Univer- sidad de Murcia le invité a dar un curso sobre «Los limites de la cien- cia», al que pertenecen los trabajos «L.a perfeccién como ideal regula- tivo» y «El cardcter imperfecto de la ciencia», asi como una tercera conferencia publicada posteriormente? Después, en 1994, en un curso de verano organizado en El Escorial por la Universidad Complutense de Madrid, pronuncié la conferencia «Sobre la fundamentacién de la mo- ralidad en el entendimiento». Finalmente, en 1995 participé en un ‘Curso sobre «Valores humanos en la Era de la tecnologia», organizado por la Facultad de Humanidades de la Universidad de A Coruiia (Campus de Ferrol). A tal efecto, el Prof. Rescher envié los trabajos «La objetividad de los valores», «El limitado campo de la ciencia y la tecnologia», «Sobre los limites éticos de la investigaci6n cientifica», «Racionalidad tecnol6gica y felicidad humana» y «El sentido de la vi- da en una era de ciencia y tecnologia». Haber asistido a los tres cursos mencionados —el ltimo, como coordinador—, me ha permitido comprobar el interés suscitado por las ideas de Nicholas Rescher. Porque, en cada uno de esos casos —los celebrados en Espaiia—, los didlogos tras sus intervenciones han sido particularmente giles y las preguntas han tenido, por lo general, gran calado, Fue entonces cuando, tras exponer los textos del curso sobre <. c) En cuanto que la ciencia es una act Yidad social, de modo que surge de un proceso de colaboracién huma- na. Asi, aun cuando sea de naturaleza competitiva, la cicncia también incluye una dedicacién a ideales humanos, de modo que, por su méto- do y su modus operandi, pide honradez, veracidad, cooperacién, etc. Es- tos valores son relevantes para los cientificos como individuos y para las comunidades cientificas como grupos humanos. d) A tenor de las im portantes consecuencias que se derivan de la actividad cientifica, hay tuna serie de valores que interviene para evaluat el posible control de los sos y aplicaciones de la ciencia, Esta tarea recae sobre una racionalidad cevaluativa, que ha de ser capaz de discernit los fines apropiados y legi- timos de esta actividad humana. Se aprecia, en suma, que admite la pre- sencia de una variedad de valores en la ciencia y su entorno. RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 7 2. CIENCIA Y VALORES: EL MARCO DE LA ETICA DE LA CIENCIA Indagar sobre la ciencia y los valores es un cometido que pertene- ce, en principio, a la filosofia de la ciencia, cuya tarea consiste, bisica- mente, en reflexionar sobre la justificacién, contenido y limites de la actividad cientifica. A tal efecto, y en la medida en que se ocupa del progreso cientifico, la metodologia de la ciencia contribuye a la empre- sa de esclarecer el quehacer cientifico. La tarea no es sencilla, pues la ciencia es un quehacer complejo que surge, primordialmente, como re- sultado de combinar un lenguaje especifico (que aspira a la univoci- dad), una estructura bien formada (que se plasma en las teorias cienti- ficas), y un conocimiento preciso (més riguroso que el ordinario). Estos componentes versan sobre una realidad bien determinada —un objeto—, ala que estudian segain un procedimiento establecido —un mé- todo— para incrementar ese conocimiento o mejorarlo en su intento de ser cada vez mas verosimil. Ahora bien, junto a esos rasgos de la ciencia cabria resaltar otros, que son también relevantes: la ciencia tiene realidad propia —una en- tidad como tal—, que surge de una accién social y esta dotada de una serie de notas constitutivas que la distinguen de otras actividades, por sus presupuestos, contenidos y limites; cuenta asimismo con fines —ge- neralmente, cognitivos—, a los que encamina su labor de investiga- cidn; y es susceptible de valoraciones éticas en cuanto que esa acti- vidad humana libre, valores que atafien tanto al proceso mismo de indagacién (honrader, fiabilidad...) como a su nexo con el resto de las actividades de la vida humana.’ Debido precisamente a su cardcter de actividad humana, la cicncia se rclaciona con diversos valores humanos y puede ser susceptible de valo- racién ética; no sdlo por sus consecuencias, sino también en cuanto pro- ceso, lo que comporta la atencién a sus metas u objetivos. De ahi que, sila filosofia de la ciencia se entiende en sentido amplio, ha de acoger a la éti- cade la ciencia como una faceta mas a considerar. En tal caso, la ética de Ja ciencia ha de acompaiiar a las otras parcelas que conforman la filosofi de la ciencia, esto es: la semantica de la ciencia —el estudio del lenguaje 3. Véase GonzAte7, W.J. «Progreso cientifico e innovacién tecnolégica: La “teen: ciencia” y el problema de as elaciones entre filosofia dela cienciayfilosofia de la tecno- logins, Arbor vol 157, n° 620, 1997, pigs 261-283; en especial, pg. 265. 16 _RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA ideal de ciencia perfecta»; y «Limitaciones éticas: el quehacer cientifi- co y tecnolégico en cuanto actividad humana». A cada uno de ellos co- rresponde uno de los tres planos antes sefalados, que engloban los ca- pitulos del libro: del 1 al 3, en el primero; del 4 al 6, en el segundo; y del 7 al 9, en el tercero. Pero la tarea de presentar el presente libro no puede quedarse en el disefio general del proyecto, puesto hace falta ubicarlo dentro del contexto tedrico en el que se sitda, sefialando algu- nos puntos clave de los contenidos de los capitulos. De ahi que esta introduccién se detenga en esos puntos antes de pasar a la biografi telectual det autor y a la bibliografia més representativa de Rescher (los libros como autor; los libros como editor; los articulos dedicados a la filosofia de la ciencia y a la filosofia de la tecnologia; y los principales trabajos publicados sobre su pensamiento). Asi, tras exponer el origen del libro, la atencién se dirige al contexto teérico que enmarca este vo- lumen, que viene dado por la racionalidad cientifica en su relacién con la actividad humana. Conviene resaltar, antes de entrar en el contexto te6rico, que para Nicholas Rescher la ciencia est sujeta a valores bajo varios puntos de vista. a) En la medida en que es un proyecto dedicado a la biisqueda de la informacién y de la verdad, que son objetivos particularmente va liosos (en especial, el segundo). d) El aspirar a una economia de medios desde el punto de vista metodolégico, pues acompafian ala ciencia una se tie de valores econdmicos, que giran en torno a las pautas de coste-be- neficio, de modo que el progreso cientifico esté modulado por una «economia de la investigacién». c) En cuanto que la ciencia es una acti- vidad social, de modo que surge de un proceso de colaboracién huma- na, Asi, aun cuando sea de naturaleza competitiva, la cicncia también incluye una dedicacién a ideales humanos, de modo que, por su méto- do y su modus operandi, pide honradez, veracidad, cooperacién, etc. Es tos valores son relevantes para los cientificos como individuos y para las comunidades cientificas como grupos humanos. d) A tenor de las im- portantes consecuencias que se derivan de la actividad cientifica, hay una serie de valores que interviene para evaluat el posible control de los uusos y aplicaciones de la ciencia. Esta tarea recae sobre una racionalidad cevaluativa, que ha de ser capaz de discernir los fines apropiados y legi- timos de esta actividad humana. Se aprecia, en suma, que admite la pre. sencia de una variedad de valores en la ciencia y su entorno. RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA W7 2. CIENCIA ¥ VALORES: EL MARCO DE LA ETICA DE LA CIENCIA Indagar sobre la ciencia y los valores es un cometido que pertene- ce, en principio, ala filosofia de la ciencia, cuya tarea consiste, basica- mente, en reflexionar sobre la justificacién, contenido y limites de la actividad cientifica. A tal efecto, y en la medida en que se ocupa del progreso cientifico, la metodologia de la ciencia contribuye a la empre- sa de esclarecer el quehacer cientifico. La tarea no es sencilla, pues la ciencia es un quehacer complejo que surge, primordialmente, como re- sultado de combinar un lenguaje especifico (que aspira a la univoci- dad), una estructura bien formada (que se plasma en las teorias cient ficas), y un conocimiento preciso (més riguroso que el ordinario). Estos componentes versan sobre una realidad bien determinada —un objeto—, a la que estudian segin un procedimiento establecido —un mé- todo— para incrementar ese conocimiento 0 mejorarlo en su intento de ser cada ver més verosimil Ahora bien, junto a esos rasgos de la ciencia cabria resaltar otros, que son también relevantes: la ciencia tiene realidad propia —una en- tidad como tal—, que surge de una accién social y esta dotada de una serie de notas constitutivas que la distinguen de otras actividades, por sus presupuestos, contenidos y limites; cuenta asimismo con fines —ge- neralmente, cognitivos—, a los que encamina su labor de investiga- cién; y es susceptible de valoraciones éticas en cuanto que esama acti- vidad humana libre, valores que atafien tanto al proceso mismo de indagacién (honrader, fiabilidad...) como a su nexo con el resto de las actividades de la vida humana." Debido precisamente a su caracter de actividad humana, la ciencia se relaciona con diversos valores humanos y puede ser susceptible de valo- racién ética; no s6lo por sus consecuencias, sino también en cuanto pro- eso, lo que comporta la atencidn a sus metas u objetivos. De ahi que, sila filosofia de la ciencia se entiende en sentido amplio, ha de acoger ala éti- cade la ciencia como una faceta més a considerar. En tal caso, la ética de la ciencia ha de acompafiar a las otras parcelas que conforman la filosofia de la ciencia, esto es: la semantica de la ciencia —el estudio del lenguaje 3. Véase GonzAtez, W. J, «Progreso cienifico e innovacin tecnoligic: La “teeno- ciencia”y el problema de las relaciones ente filosofia de la cienciayfilosofi dela tecno- logia», Arbor, vol. 157, n° 620, 1997, pégs. 261-283; en especial, pg. 265, 18 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA cientifico—; Ia l6gica de la ciencia —Ia indagacién de la estructura de las teorfas—; la epistemologia —Ia reflexién sobre el conocimiento cientifi- ‘co—j la ontologia de la ciencia —la aclaracién de su realidad especi- fice; y la axiologia de la investigacién —el esclarecimiento de la ciencia ‘como quehacer orientado a fines—. Junto a ellas esta la metodologia de la ciencia, que estudia el mbito del progreso cientifico y, por consi- guicnte, trata también de la racionalidad cientifica. Hasta ahora, la caracterizaci6n de la racionalidad cientifica y su re- percusién para el método cientifico ha estado entre las cuestiones m: estudiadas dentro del campo de la filosofia y metodologia de la cienc De un modo u otro, ha figurado —con distintos matices— en los de- bates filos6ficos de las tiltimas décadas. Asi, desde comienzos de los ais sesenta hasta los inicios de la década de los setenta, el panorama epistemolégico y metodolégico estuvo centrado en las controversias centre Karl Popper, Thomas S. Kuhn e Imre Lakatos,‘ que aportaron de hecho tres modos distintos de entender la racionalidad cientifica,’ con las consiguientes variaciones en la forma de concebir el método en la ciencia. El impulso dado por estos pensadores a la consideracién de la ra- cionalidad cientifica, que prosigui6 con las criticas del «disidente of cial» —P. K. Feyerabend—, se transform6, desde mediados de los aiios setenta hasta bien entrada la década de los afios ochenta, en un debate sobre el progreso cientifico.” Asi, con Larry Laudan, el binomio ««tacionalidad cientifica»-«progreso en la ciencia» se puso en un p mer plano; tarea a la que también contribuyeron otros autores, que 4. Uno de los lugares donde se aprecian mejor las diferencias entre ellos es en LA- xaTOs, Iy MUSGRAVE, A. (comp), Criticism and the Growth of Knowledge, Cambridge University Press, Londres, 1970. 5. En rigor, cabe sefialar que, pare I. Lakatos, el planteamiento de Th. S. Kuhn en ‘The Structure of Scientific Revolutions supone laietacionalidad cientifca, toda ver que 11 juicio— los cambios de «paradigmas» en Kuhn son iracionale, véase LAKATOS, [, The “Methodology of Scientific Research Programmes, editado pot J. Worrall y G, Cuttie, Cam- bridge University Prese, Cambridge, 1980, pégt. 90:91 6. Véase FEvERABEND, P.K., Against Method: Outline of an Anarcistic Theory of Knowledge, New Left Books, Londres, 1975. 7. Véase GonzALtz, W.., «Progreso cientfico einnovacin tecnolégice: La “Teeno- ciencia”y el problema de las elaciones entre filosofia de la ciencia yfilosofia dela teeno login, pigs. 262 y 278. 8. Laudan, en vez de utilizar la racionalidad cientfica para hacet inteligible el pro- RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA. 19 también abordaron el progreso cientifico.” Mas tarde, por influjo de Ambitos cognitivos, como la psicologia cognitiva y la inteligencia artifi- cial, se ha podido percibir un nuevo interés por las revoluciones con- ceptuales como claves para la racionalidad cientifica." Durante este periodo de tiempo —el posterior al dominio de la «concepcién heredada», que habia sido hegeménica por espacio de cua- to décadas—, ha habido también una mayor sensibilidad que en etapas anteriores para tratar la responsabilidad social del cientifico. Porque la imagen fia y aséptica de la ciencia como puro conocimiento (dotada, ademas, de una estructura légica bien formada en sus teorias y de unos enunciados cuyo significado era bien preciso), que tanto entusiasmaba a los flésofos del neopositivismo —los pensadores del Circulo de Viena— y del empirismo l6gico," dio paso a crticas sobre el «mito» de la ciencia y a1una creciente preocupacidn por los valores de la actividad cientfica. ‘Tematicamente, esta reflexién sobre los valores ha seguido dos di- | recciones distintas, como corresponde a las dos perspectivas que cabe reso en la ciencia —como habian hecho los anteriores pensadores—, considers que eel progresocentificoaquello que permite dat cuente dela raconsldad dela cienci. Vease LLAUDAS,L., Progresrand ls Problems, University of California Pres, Berkley, 1977, So- bre su concepcién,véase GONZALEZ, W. «El progreso dela ciencia como rexolucién de problemas: L. Lavdan», en Gonz, WJ. comp.),Axpectos metadlencos dea ines ‘ngacin cientfice, 2 ed, Ediciones Universidad Auténoma de Madrid y Publicaciones Universidad de Murcia, Madrid: Murcia, 1990, pgs. 157-171 Posteriormente, Laudan ha modificado puntos importantes de su concepcién, pero Jha seguido manteniendo ls prioridad del wprogres cientifico» sobre a eraconaldad clea: tice, vse GoNZALEZ, WE, 1 naturalsmo normativo como propuesa eistemolégi- cay metodaliice. Le segunda cape del pensamiont deL-Laudane, en GowzA.e2, WJ {comp ), Elpensamient de Lauda. Relaioner entre historia dele ciency flasofi dele ‘cence, Publicaciones Universidad de A Coruta, A Coruta, 1998, pig. 5.97 9. Entre ellos, N. Rescher con Scientific Progresr, libro publicado en 1978, Sobre este periodo y la caracteizacén del eprogreso cientficos, véase GONZALEZ, W. J, “Progreso cicnfico autonomia de a cienciay realismos, Arbor, ol. 135, n° 532, 1990, pigs. 91-109 10. Véase Tuscan, P, Conceptual Revolutions, Princeton University Press, Prn- eto, 192 11. Sobre as caractristcas ini sy las sucesivas versiones a través dl tiempo de «este movimiento intelectual, véase SuPee, F (comp. The Structure of Scientific Theories, University of Illinois Press, Urbane, 1974 (2"ed. 1977) Las diferencias existentes al prin- cipio entre la Escuela de Berlin y el Circulo de Viena se aprecian en GONZALEZ, WJ, «Reichenbach’s Concept of Predictions, Inzenational Studies nthe Philosophy of Scien ce, vol. 9, n° 1, 1995, pigs. 35-56, 20 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA adoptar en la filosofia de la ciencia: Ia interna y la externa, Mediante la perspectiva interna s¢ ha estudiado la ciencia en cuanto tal, esto es, co- ‘mo lenguaje, estructura, conocimiento... Ahi se ha constatado que puede haber valores propios de la ciencia en si misma considerada (co- ‘mo, por ejemplo, valores cognitivos). Con la perspectiva externa se ha indagado la conexién de la ciencia con el resto de la experiencia hu- ‘mana, lo que ha llevado a ver el quehacer cientifico como una actividad humana entre otras. Esta segunda direccién, de manera més clara que la primera, es la que ha llevado a la introduccién de la ética de la cien- cia como reflexién sobre la actividad cientifica (por ejemplo, en casos como la bioética, donde la ciencia aplicada es vista, en gran medida, a tenor de su incidencia para el conjunto de experiencias de la vida hu- mana). : A través de las perspectivas interna y externa del pensar filos6fico sobre la ciencia, se pone de relieve que hay dos modos diferentes de ver los valores en la ciencia, En un caso, éstos aparecen conectados 0 dependientes de la actividad cientifica en si misma considerada, de mo- do que orientan o condicionan la investigacién cientifica como tal. Hay asi unos «valores cognitivos» que modulan una axiologia de la investi- gacién, de manera que el investigador asume unos valores epistémicos cuando amplia el conocimiento cientifico o lo aplica, Existe también otro caso, donde los valores estin engarzados en el contexto mds am- plio de la libre actuacién humana, en una teoria de los valores de cariz ético. Posee, en principio, un cardcter mas «extrinseco» que la ante- rior, en la medida en que enlaza directamente con el resto de la expe- riencia humana, en lugar de citcunscribirse al dominio especifico del quchacer cientifico mismo, y en cuanto que deja traslucir valores asu- midos socialmente. En este segundo caso, que constituye la base primordial de la ética dela ciencia, caben a su vez dos grandes orientaciones: la endégena y la exégena. La primera mira la actividad cientifica «hacia dentro», con el consiguiente empefio por cuestiones tales como la honradez del queha- cer cientifico (Ia fiabilidad en la publicacién de los datos realmente ob- tenidos, la otiginalidad del trabajo realizado, etc.) 0 la pertinencia de plantearse ciertos fines 0 medios a tenor de reglas morales de compor- tamiento. La segunda orientacién mira, en cambio, la actividad cient(- ca chacia fuera», de modo que le atrae el conjunto de problemas que plantean los limites éticos de la investigacién cientifica a tenor de la in- RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA. 2 cidencia para las personas y la sociedad humana en general (y el medio ambiente, en cuanto repercute en las personas 0 en la vida social). Normalmente, el estudio de los valores de la ciencia en cuanto tal se concentra en la indagacién de los valores cognitivos, pues se entiende {que lo més valorado y evaluable es la ciencia como conocimiento (mas que la ciencia como enguaje 0 como estructura). Asi, cabe atender a los valores cognitivos como lo ha hecho Larry Laudan en Science and Va- Jues,? para ver cul es su papel a la hora de trazar los cometidos de la ciencia, En tal caso, el centro de atencién no esta en los valores éticos y cen las reglas para la conducta cientifica, sino en los valores cognitivos y en su repercusi6n para las pautas metodolégicas. Esto comporta estu- iar —como, en efecto, hace Laudan— el papel de los valores de cono- cimiento en cuanto que afectan a la racionalidad cientifica,” de manera que la atencién esta puesta en cémo influyen los valores cognitivos en la configuracién de los objetivos (aims) que deben ser buscados racio- nalmente por el cientifico. De este modo, fijarse en los valores desde una dimensin interna a la ciencia misma contribuye a mejorar la toma de decisiones en el proceso de investigacién. ‘Aun cuando Rescher sintoniza con la componente pragmatica del planteamiento cognitive de Laudan, hay diferencias desde dos puntos de vista: en primer lugar, a tenor del diferente énfasis que ponen en la cuestién de los limites; y, en segundo término, a instancias de la inter- conexién entre las metas cognitivas de la ciencia y el resto de las metas humanas, que es resaltada por el autor de este libro."* Rescher admite, en efecto, que uno de los valoses de la ciencia es la aceptacién de la au- tolimitacién del proyecto cognitivo humano, que no descansa sélo en la finitud humana sino también en la complejidad de lo real. Este mayor grado de realismo en su enfoque —el reconocimiento de lo que sucede, guste 0 no— radica en que ¢s la propia constitucién del mundo real (empezando por la Naturaleza, con todo su poder y complejidad) la 12, LAUDAN, L., Science and Values. The aims of Science and their Role in Scientific Debate, University of California Press, Berkeley, 1984, 13, Véase LAUDAN, L., «Una teoria de la evaluacién comparativa de teorias cient ‘case, en GONZALEZ, W.J. (Comp), Elpensamiento de L. Laudan. Relaciones entre historia cde Ls cencia 9 filosofa de la exencia, pigs. 135-169. 14, Estas diferencias han sido sefaladas por Rescher en una comunicacin personal de1.27 de agosto de 1998. 22 RAZON ¥ VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA que limita nuestro control cognitivo, de modo que restringe nuestros objetivos cientificos y acota el campo de los proyectos cientificos que cabe llevar a cabo, Por tanto, la interacci6n con la naturaleza no est s6lo sujeta a limitaciones por parte humana —la capacidad cognitiva en si misma considerada— sino también —y de una manera decisiva— por la indole misma de la realidad que hay que investigar. Insiste también Rescher en la interconexién entre las metas cogni- tivas de la ciencia y el resto de las metas humanas, que le lleva a un bo- lismo de los valores que le distingue de Laudan, por cuanto considera que las distinciones entre los valores no permiten su separacién. A es- te respecto, para argumentar que la distincién entre los valores inter- nos y externos de la ciencia no permite una auténtica separacién entre ellos, el autor de este volumen se apoya en tres puntos: (i) la estructu- ra de las metas y necesidades humanas rebasa el mero campo cognit vo, de modo que conocer para controlar la realidad es s6lo un objetivo humano vilido entre muchos otros; (ii) aunque el conocimiento no cu- bra todo el campo de las necesidades humanas, es un requisito situa- cional a tenor del tipo de criaturas que somos; y (ii) los valores inter- nos de la ciencia (consistencia, generalidad, adecuacién, etc.) son lo que son en la medida en que resultan necesarios para conseguir los ob- jetivos précticos de la ciencia (la predicci6n efectiva y el control ope- rativo), y estos objetivos son relevantes en cuanto que inhieren en la di mensién situacional general de los humanos como homo sapiens. Lleza asi Rescher a un holismo de los valores: el conjunto de los valores est unido y esté al servicio de las necesidades humanas. Esta posicién, que, presenta como «idealismo pragmético» —el plano ideal, entendido co- mo un todo: /os valores, directamente enlazado con las funciones de la actuacién en la practica—, difiere del naturalismo pragmatista lauda- niano, donde los valores cientificos son estudiados como auténomos respecto de otros valores —distintos y separados de ellos— y en don- de se destaca que los valores cognitivos en la ciencia suelen tener pre- ferencia sobre los valores éticos. Dejando a un lado las diferencias entre Laudan y Rescher, la cues- tién de la ciencia y los valores, dentro del marco de la ética de la cien- cia, lleva a que, vista la ciencia «hacia dentro», los valores éticos no son ajenos al quchacer cientifico mismo, como ponen de relieve los exper- tos en los valores cognitivos. Porque, como sefiala Laudan, «los valores éticos estan siempre presentes en la toma de decisiones cientifica y, muy RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 23 ocasionalmente, su influencia es de gran importancia»."” Esto compete sobre todo a la ética endégena de la ciencia, que ha de dilucidar los va- lores éticos propios de la actividad cientifica misma. En cierto sentido, la ética de la ciencia tiene respecto de la filosofia de la ciencia un esta- tuto teérico parecido a la epistemologia, en la medida en que ambas re- miten a un marco més émplio (la ética general y la teoria del conoci miento), que se concreta en una dimensién especifica (el quehacer cientifico como actividad humana y el conacimiento cientifico, respec- tivamente), dotada de rasgos propios, caracteristicos s6lo de ese émbi- to. Asi, la ética de la ciencia puede ser una parcela de la filosofia de la ciencia sin dejar de tener conexién con la ética general, de modo seme- jante a cémo la epistemologia es una parte de la filosofia de la ciencia sin dejar de estar conectada a la teorfa del conocimiento. Cuando se plantea la indagacién de los valores en la ciencia desde una perspectiva externa, esto es, en cuanto quehacer conectado con el resto de la experiencia humana, aparecen nuevos elementos que hay que considerat, Se amplia, en efecto, la reflexién sobre la ciencia como regulada 0 regulable por pautas éticas que afecian a la investigacién cientifica como actividad humana, Porque, junto a los valores éticos propios de la actividad cientifica misma —Ia faceta endégena—, apa- recen entonces los valores éticos de la actividad cientifica en cuanto que ésta repercute sobre el individuo y la sociedad —la componente exdgena—. A través de esta tiltima —Ia ética exdgena—se conecta ha- bitualmente con preocupaciones éticas de émbito general. ‘Asi pues, a tenor de la conexién con el resto de la experiencia hu mana, parece claro que, para que el desarrollo cientifico sea ético, no es suficiente que sea el resultado sin mas del quehacer mismo de los cientificos. La ética podria servir entonces para trazar limites a la in- vestigacién, relacionados en un caso con la dimension interna —los factores cognitivos— y, en otro caso, con la vertiente externa a la acti vidad cientifica misma, Para que esta ética de la ciencia tuviera una ba- se objetiva, haria falta considerar, por un lado, lo que atafie a toda ac tividad humana como actuacién libre y, por otro, aquellos rasgos constitutivos del quehacer cientifico como actividad singular, lo que comporta contemplar también su incidencia para el individuo y la so- ciedad. 15. LaUDAN, L, Science and Values, pig. xi a 24 RAZON Y_ VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA En suma, la ética de la ciencia, en cada una de sus dos vertientes — la endégena y la exégena—, atiende a la racionalidad cuando reflexio- na sobre los rasgos especificos del quehacer cientifico: en un caso — como, por ejemplo, hace en este libro Rescher— se plantea problemas como los posibles limites éticos del conocimiento cientifico en cuanto tal,!* mientras que el otro caso se fija en cuestiones como las conse- cuencias de los usos de la ciencia. Es dentro de este contexto donde hay que enmarcar varios de los textos aqui reunidos (en especial, del apartado I, dedicado a las bases te6ricas de la propuesta sobre razén y valores, y del apartado II, que se ocupa de las limitaciones éticas). Pe- ro hay que resaltar que, para N. Rescher, existe un nexo directo entre la epistemologia y la ética de la ciencia, pues las dos son expresién de la racionalidad humana. De esie modo, en lugar de ahondar en la quie- bra entre la «razén te6rica» y «taz6n prictican, él propone mirar hacia una sinica racionalidad humana, que es sobre todo racionalidad pract- ca y que origina la racionalidad cientifica. Asi, los limites cognitivos de la ciencia (el apartado II del volumen) son una manifestacion de la ra- cionalidad cientifica, que esta abierta a los valores, por cuanto el que- hacer cientifico es una actividad humana 3. EL ENFOQUE DE LA RACIONALIDAD CIENTIFICA: LA PRIMACIA DE LA PRACTICA Nicholas Rescher propone en estas piginas una racionalidad cien- tifica conectada con valores cognitivos y con valores éticos. Su enfoque de la racionalidad cientifica no deriva directamente de la tradicién de pensamiento de las controversias entre Popper, Kubn y Lakatos, pues su racionalidad es pragmatica en lugar de «teGrica», chistérica» 0 «tes- rico:hist6rica», Sin embargo, Rescher comparte con Popper un comin sustrato epistemol6gico racionalista (la preferencia de lo mental sobre lo empirico) y kantiano (la revisabilidad de todo conocimiento, debido ala indole de nuestra capacidad cognitiva); se encuentra en sintonta con la linea inaugurada por Kuhn, en cuanto que insiste en ejemplos concretos de historia de la ciencia (sobre todo, de la fisica); y acepta 16, Véase REscHER, N., «Sobre los limites éticos de la investigacién cientifican,en ‘este volumen, pigs. 154-162, RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 25 ademés, como hace Lakatos, que el progreso cientifico esta entretejido de historicidad (donde cabe la objetividad en una ciencia siempre abierta hacia el futuro), En cambio, se aleja ciertamente del «anarqui: mo» de Feyerabend, pues no cree que «iodo Vale» cuando se trata de hacer aumentar el conocimiento cientifico: considera, por tanto, que hay una racionalidad cientifica y un método cientifico; y, a diferencia de Laudan, da priotidad a la racionalidad sobre el progreso: son las elecciones cada vez més racionales de los ciemificos lo que propicia el progeeso en la ciencia ‘Ahora bien, la principal diferencia con estos importantes filésofos de la ciencia 0 con otros (a excepcién de pensadores como H. Put- nam), no esté tanto en los temas que Rescher analiza ni en cémo los trata sino en el marco a partir del cual los aborda. Porque, como filéso- {foen el pleno sentido de la palabra —no circunscrito al émbito de la losofia de la ciencia 0 a otra parcela filos6fica—,"" Rescher tiene un sis tema de pensamiento. Asi su filosofia de la ciencia es une parte de ese todo, lo que hace fécil conectar a la ciencia con la ética (y, en conse cuencia, hacer ética de la ciencia), En efecto, al reflexionar sobre la jus- tificacién, contenido y limites de la ciencia, las coordenadas vienen di das por un marco de pensamiento general, que en su caso est constituido por dos grandes pilares de fondo: la influencia de la teorfa del conocimiento de I. Kant y la aceptacién de una interpreteci6n pragmética de la accién humana, inspirada en Charles S, Peirce. De ahi el nombre de «idealismo pragmatico» (pragmatic idealism) que usa pa. ra caracterizar su propia filosofia.” Su enfoque de la racionalidad est embebido de préctica —no es una «taz6n pura»—, y su vision de la ac- tividad humana reclama siempre la racionalidad, sea de fines 0 bien de medios. Su cercania a uno u otto de los filsofos de la ciencia depende, en tiltima instancia, de la proximidad que puedan tener a un kantismo empapado de pragmatismo. ‘También en su modo de entender los valores en la ciencia presenta esa doble influencia kantiano-pragmética (a la que cabria afiadir, en menor medida, la veta racionalista, en la linea de G. W. Leibniz). Por- 17. Una prueba elocuente de este talantefilosdfico —nada (0 casi nada) lees ae 1no—es el elenco de sus publicaciones, rceogidss aqui al final de estas paginas. 18, Conviene resaltae que, cuando expone los rasgos de su xidealismo pragmiticom, sefiala como uno de los componentes el axil6gico, véase RESCHER, N., A System of Prage matic Idealism, Nol 1: Haman Knowledge in Idcalistc Perspective, pigs. ii-xiv. 26 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA que Rescher insiste, en efecto, en los valores cognitivos como conecta- dos con los valores éticos: ambos pertenecen @ un quehacer humano ‘que interactéa con Ja realidad. Y parece claro que, al tratar los valores éticos, admite la faceta endégena —la actividad cientifica es susceptible en cuanto tal de evaluciones éticas— y la componente exgena —la ac- tividad cientifica est4 entrelazada con el resto de experiencias huma- nas—, de modo que intenta abarcar todos los factores del problema. Lo hace, ademés, segiin Ia doble linea antes apuntada: como ética de la También ha abordado diversas etapas de la historia de la fil sofia, que van desde el pensamiento irabe, comparado con frecuencia 21, Al émbito dela igica pertenecen sus libros Ax Introduction 10 Loge, 1964; The Logic of Commands, 1966; Many-Valued Logic, 169; y Temporal Logic, 1971. La filsofia dela ligica sc trata cals libros Topics in Pbloropbical Logic, 1968; Studies in Modaliy, 1974; y The Logic of Inconsistency: A Study in Nonstandard Possible World Semantics and Meinongian Ontology, 1979 22. Dentro del contexto de Ia flosofiay metodologia de la cencia se encuentra centre ores, sus bros Scientific Explanation, 1970; Scientific Progress: A Philosophical Es sey on the Economics of Research im Natural Science, 1978; The Limits of Science, 1984; Scientific Reaiom: Critical Reappraisal, 1987; A Usef Inbertance: Evolutionary Epis temology in PBiloropical Perspective, 1989; Studien zur naturwissenschaien Erkenninis: lebye, 1996; Priceless Knowledge? An Essay to Economie Limits to Scientific Progress, 1996, 1 Predicting the Future, 198, 23. De la teora de! convcimiento se ha ocupado, entre otros libros, en The Cobe- rence Theor) of Truth, 1913: The Primacy of Practice, 1973: Dialectcs: A Controversy- Oriented Approach o the Theory of Knowledge, 1977; Cognitive Systematization, 1979; Scepticism, 1980; Empirical Inguiry, 1982: Rationality Philosophical Inguiry into the No ture and the Rationale of Reston, 1988: Cognitive Economy: The Economic Perspectives of the Theory of Knowledge, 1989; Bafing Phenomena and Otber Studies in the Philosophy of Knowledge and Valuation, 1991; Objectivity, 197. "24. La metaisice eel campo de Conceptual Idesism, 1983; A Theory of Pocsblty A Conttrctivstic and Conceptuaitc Accounts of Possible Individuals and Possible Worlds, 1975; The Riddle of Existence: An Essay in Idealistc Metaphyric, 1984; Process Metbaphyscr, 1996; y Complesity, 1998, 25. Alentrno dela fsofa social prtenecen los bros Distributive Juice: Cons tractive Critique of the Uiliarian Theory of Distnbution, 1967; Welfare: The Socal eruet in Philsopbicl Perspective, 972; Pluralism. Against the Demtand for Consens, 1993; y Public Concerns: Phlosopbical Studie of Social Ive, 1996 26. Elestudio de temas éticos y de tori de valores se halla en Introduction to Value Theory, 1969; Unselisbnet: The Role ofthe Vicarious Affects in Morland Socal Theor, 1975; Etbical Leas, 1987, Moral Absolute: An Essay on the Nature and Rationale of Morality, 198; Haman Interest: Reflections on Philosophical Antbropology, 1990; y Luck, 1935, RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 33 con la filosofia griega,” hasta autores contemporineos.” Entre esos dos momentos histéricos se encuentran los filésofos modernos por los muestra particular predileccién: G. W. Leibniz eI. Kane.” Aqui, en el presente volumen —Razén y nelores en la Era cientifi- co-tecnolégica—, se pone de relieve la variedad de registros del pensa- miento de N. Rescher. Porqve, aunque sea un trabajo que entra dentro de la esfera de la filosofia de la ciencia, lo hace en dos direcciones dis- tintas: por un lado, una de cardcter epistemol6gico y metodol6gico —que ocupa sobre todo la parte Il, dedicada a los limites cognitivos—; ¥, por otro lado, otra de raigambre ética —la reflejada en la parte IIT, ‘que versa sobre las limitaciones éticas de la ciencia y la tecnologia: donde se abordan problemas que no son habituales en libros de filoso- fia de la ciencia. Junto con esas dos direcciones hay una previa —la parte I, que pone las bases teéricas de la razén y los valores— que tam- bign combina consideraciones epistemol6gicas y reflexiones é Se trata, por tanto, de un trabajo «no estindar» dentro de la filosofia de la ciencia. Sin embargo, refleja bien el modo de pensar del autor, que sintetiza y amplia en estas paginas preocupaciones de libros escritos hace tiempo (como Introduction to Value Theory, Scientific Progress, The Limits of Science o Rationality) y de intereses intelectuales més re-~ cientes (como Objectivity 0 Complexity). Late asi en todos estos textos ahora compilados la combinacién de kantismo y de pragmatismo que ha sido resaltada anteriormente y que le ha hecho acreedor de una fi- osoffa de sello personal. Si el conjunto de trabajos aqui reunidos pone de relieve la ampli- tud de registros filoséficos del autor, como corresponde en parte a las 27. Sobre el pensamiento érabe versan algunos de sus libros de la primera épocs: Studies inthe History of Arabic Logic, 1963: The Development of Arabic Logic, 1964; Al- Kindi- An Annotated Bibliography, 1964; Temporal Modalities in Arabian Logic, 1966, Stu- ies in Arabic Philosophy, 1968: y The Refulation by Alexander of Apbrodisas of Galen's Treatise on The First Mover, 1970, 28, Entre los trabajos sobre autores contemporineos se encuentran Peirce’ Philo sopby of Science, 1978; y American Philorophy Today and Other Philosophical Studies, 1994 28. Al primero le dedica lo libros The Philosophy of Leibniz, 1967; Leibniz: An In troduction to bis Philosophy, 1979; Leibniz's Metaphysics of Nature: A Group of Essays, 1981; yen gran medida, Essays inthe History of Philosophy, 1995, Sobre el scgundo pen ‘dor, que es fuente fundamental para su filosofia, versa el volumen Kant’: Theory of Knowledge and Reality: A Group of Essays, 1983, 34° RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGILA invitaciones iniciales que dieron origen a estos textos, su tarea como editor refleja bien esa doble faceta de variedad de temas en el dominio intelectual y de asunci6n de compromisos diversos en el ambito profe: sional. Rescher es, en efecto, un prolifico editor de libros filoséficos. Es, de hecho, editor en tres sentidos diferentes: en primer lugar, en cuanto que se ha ocupado de la edicién de textos filoséficos, con la ién del trabajo y las pertinentes notas y, en su caso, con la del texto mismo anotado; en segundo término, en cuanto que ha coordinado a elaboracién de trabajos relacionados directa- mente con un tema o un autor; y, finalmente, por compilar 0 reunir una serie de estudios con motivo de temas concretos de actualidad, ciclos de conferencias, etc Como se puede apreciar en el apartado bibliografico dedicado a Rescher como editor, su tarea de edicién en el primer sentido de los se- alados se centra en los textos de pensadores arabes —cuya l6gica es tudié en los primeros afios de profesién—, en G. W. Leibniz y en F. P. Ramsey, La segunda acepcién —Ia edicién como coordinacién— res- ponde, basicamente, a dos funciones diferentes: la presentacidn de tra- bajos relacionados directamente con un tema —la l6gica de la decision y dela accién— y los Festschriften para fildsofos representativos, como C.G. Hempel o A. Griinbaum. Y, finalmente, su labor de compilacién ha estado vinculada a la publicacién de la «biblioteca filoséfica» de la revista American Philosophical Quartely y ala preparacién de las seri del Center for Philosophy of Science, que dan a conocer al puiblico ci- clos de conferencias u otras actividades académicas del Centro de Fi- losofia de la Ciencia de Pittsburgh. Iras su trabajo como editor, en la bibliografia ahora recogida, se cenumeran los articulos que N. Rescher ha publicado en el contexto de la Filosofia y metodologia de la ciencia, por ser ése el tronco principal de donde surge el presente libro. Ciertamente, con esa bibliografia no se cubre la totalidad de la amplia produccién filosé6fica del Prof. Res- cher —en especial, en el ambito de los articulos—, pero si se pueden apreciar sus Iineas de investigacién més representativas, principalmen- te en los campos de su pensamiento aqui abordados. La lista bibliogré- fica estd actualizada hasta el momento de redactar estas lineas, pues su capacidad de trabajo hace que su produccién filos6fica ejemplifique el «principio de propagacién de cuestiones» de Kant, de modo que cada tema abordado suscita nuevas preguntas, que requieren igualmente una RACIONALIDAD CIENTIFICA ¥ ACTIVIDAD HUMANA 35 respuesta. La importancia de su pensamiento ha llevad : lo a que otros Alexionen sobre sus contribuciones. De esos libros y nimesos monogrd {ficos de revistas se da noticia al término de la presente bibliogratia.. 5.1. Libros de Nicholas Rescher como autor — Studies inthe History of Arabic Logic, Universi Sas i th ai, University of Pittsburgh Press, Pits: — The Development of Arabic Logic, University of Pitts! The Deco 0 ty of Pittsburgh Press, Pts — An Introduction o Logic, St. Martin's Press, Nueva York, ; ress, Nueva York, 1964 — Hypothetical Reasoning, North-Holland, Amsterdam, 1964, Teper Moda in Arbo Lops Reid, Doves, 1 — The Logic of Commands, Routledge and Kegan Pi dres, y1 The lage “an Paul, Londres, y Dover, Nue- — Distributive Justice: A Constructive Critique of the Wilt ie ofthe Utilitarian Theory of Dis FF —— Arica, Washington, 1982) . — The Philosophy of Lezbnit, Prentice Hall, Englewood Clif : Engle fs, 1967. = Femoral modalies in Arabic Loge, ele, Dorreh,1967 — Topics in Philosophical Logic, Reidel, Dordrecht y Humenit Ter in ity Humanities Press, — Studies in Arabic Philosophy, University of Pittsburgh Pres, Pi , agh Press, Pittsburgh, 1968, — Introduction to Value Theory, Prentice Hal, Englewood Cliffs, 190 ee sii: Urursty Pee of Ameria, Washington, 198 : — Essays in Philosophical Analysis: Historical and Systematic, U f Piusburgh Press, Piwburgh, 1969 (reimp.; University Press of Amer Weshington, 1982). a — Many Valued Logic, McGraw Hill, N. York, ; i Man led Loy 1969 (reimp.: Gregg Revivals, ~ Seetite Eslnaion Fre Pres, N. Yok 1970, — Temporal Logic, Springer, N. York, 1971 (coautor: Alastair Urquhart) — The Refutation by Alexander of Aphrodisias of Galen's Treatite on The Fire Mover, Publications of the Central Institute of Islamic Research, Kavach 1970 (coautor: Michael E. Marmura), , : — Welfare: The Social lesues in Philosophical Perspective, Univ burgh Press, Pittsburgh, 1972, re — The Coherence Theory of Truth, Clarendon Press, Oxfo Clarendon Press, Oxford, 1973 (ceimy si6n: University Press of America, Washington, 1982) me — Conceptual Idealism, Blackwell, Oxford, 1973 (eim Press of America, Washington, 1982). Nueva ipresiOn: University R 36 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 37 — The Primacy of Practice: Essays towards a Pragmatically Kantian Theory of — The Riddle of Existence: An Essay in Idealistic Metaphysics, University Press Empirical Knowledge, Blackwell, Oxford, 1973 (trad. cast: La primacta de la ‘of America, Washington, 1984, préctica, Madrid, Tecnos, 1980). — The Limits of Science, University of California Press, Berkeley, 1984. (Trad. — Studies in Modality, B. Blackwell, Oxford, 1974 casts Los limites de la ciencis, Tecnos, Madrid, 1994. Hay también traduc- —A Theory of Possibility: A Constructivistic and Conceptualistic Accounts of ci6n alemana e italiana.) Possible Individuals and Possible Worlds, University of Pittsburgh Press, — Pascal's Weger: A Study of Practical Reasoning in Philosophical Theology, Pittsbucgh, 1975: y Blackwell, Oxford, 1975. University of Notre Dame Press, Notre Dame, 1985 —Unselfishness: The Role of the Vicarious Affects in Moral and Social Theory, — The Strife of Systems: An Essay on the Grounds and Implication of Philosopbi- University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1975 cal Diversity, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1985, (Trad. cast: La — Plausible Rearoning: An Introduction to the Theory and Practice of Plausib Jucka de los sistemas, Universidad Nacional Auténoma de México, México, istic Inference, Van Gorcum, Amsterdam, 1976. 1995, Hay también traduccién italiana y alemana.) — Methodogical Pragmatism, Blackwell, Oxford, 1977; New York University — Exhical Idealism: An Inquiry into the Nature and Function of Ideal, Univer- Press, N. York, 1977. sity of California Press, Berkeley, 1987 — Scientific Progress: A Philosophical Essay on the Economics of Research in Na- — Scientific Realism: A Critical Reappraisal, Reidel, Dordrecht, 1987, ‘tural Science, Blackwell, Oxford, 1978; University of Pittsburgh Press, Pits- — Forbidden Knowledge and Other Essays on the Philosophy of Cognition, Rei burgh, 1978. (Hay traduecién alemana y francess.) del, Dordrecht, 1987 = Dialecties: A Controversy-Oriented Approach to the Theory of Knowledge, — Rationlity: A Philosophical Inquiry into the Neture and the Rationale of Re: : SUNY Press, Albany, 1977. (Hay traduccién japonese.) 4ason, Clarendon Press, Oxford, 1988, (Trad. cast: La racionalidad, Tecnos, é — Peirce's Philosophy of Science, University of Notre Dame Press, Notre Dame, Madrid, 1993. Hay también traduccién alemane e italiana.) 1978. — Moral Absolutes: An Essay on the Nature and Rationale of Morality, Peter — Cognitive Systematization: A systems-theoretic approach toa coberentist The- Lang, Berna, 1989 . ony of Knowledge, Blackwell, Oxford, 1978 (tead. cast Sistematizai6n cog- — Cognitive Economy: The Economic Perspectives of the Theory of Knowledge, nosctiva, Siglo XXI, México, 1981). University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1989. (Hay traduccién china.) . — Leibniz; An Introduction to bis Philosophy, Blackwell, Oxford, 1979 (reim- — A Useful Inberitance: Evolutionary Epistemology in Philosophical Perspecti- preso: University Press of America, Lanham, 1986; Gegg Revivals, Alders- ve, Rowman and Littlefield, Savage (MD), 1989. (Hay traduccién alemana.) hor, 1993). — Human Interest: Reflections on Philosophical Anthropology, Stanford Uni- 2 = The Logic of Inconsistency: A Study in Nonstandard Possible World Semantics versity Press, Stanford, 1990. ‘and Meinongian Ontology, Blackwell, Oxford, 1979; Rowman and Little — Baffling Phenomena and Other Studies in the Philosophy of Knowledge and field, Totowa, 1979 (coautor: Robert Brandom). Valuation, Rowman and Litlefield, Lanham, 1991. — Scepticism, Blackwell, Oxford, 1980; Skepticism, Rowman and Littlefield ~A System of Pragmatic Idealism. Vol. I: Human Knowledge in Idealistic Pers- Totowa, 1980. pective, Princeton University Press, Princeton, 1992. — Unpopular Essays on Technological Progress, University of Pittsburgh Press, — A System of Pragmatic Idealism. Vol: The Validity of Values: Human Vo ' Pittsburgh, 1980. ues in Pragmatic Perspective, Princeton University Press, Princeton, 1993 : — Induction. An Essay on the Justification of Inductive Reasoning, Blackwell, — Standardism: An Empirical Approach to Philosophical Methodology, Univer- } Oxford, 1980. (Hay traducci6n alemana.) sity of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1993. ' — Leibnia's Metaphysics of Nature: A Group of Essays, Reidel, Dordeecht, 1981 — A System of Pragmatic Idealism. Vol. Ik: Metapbilosopbical Inquiries, Prin- b — Empirical Inquiry, Rowman and Litlefield, Totowa, 1982; Athlone Press, ceton University Press, Princeton, 1994, 4 Londres, 1982. — Pluralism, Against the Demand for Consensus, Clarendon Press, Oxford, — Risk: A Philosophical Introduction to the Theory of Risk Evaluation and Ma: 1993. agement, University Press of America, Washington, 1983. — American Philosophy Today and Other Philosophical Studies, Rowman and —Kant's Theory of Knowledge and Reality: A Group of Essays, University Press Littlefield, Lanham (MD), 1994 ‘of America, Washington, 1983, — Satisfying Reason, Kluwer, Dordrecht, 1995. 38 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA — Essays in the History of Philosophy, Avebury, Aldershot, 1995. — Luck, Farrar, Straus y Giroux, Nueva York, 1995. (Trad. cast: Suerte, azar y destino, Aventuras y desventuras de la vida cotidiana, Ed. Andrés Belo, San- tigo de Chile, 1997. Hay también traduccién alemana.) — Process Methapbysics, State University Nueva York Press, Albany, 1995. — Public Concerns: Philosophical Studies of Social Issues, Rowman and Little- field, Lanham (MD), 1996. — Studien zur naturwissenschaften Erkenninislebre, Kénigshausen und Neu- mann, Wirzburg, 1996. — Priceless Knowledge? An Essay to Economic Limits to Scientific Progress, University Press of America, Savage, MD, 1996. — Objectivity: The Obligetions of Impersonal Reason, University of Notre Da- ime Press, Notre Dame, 1997, — Profitable Speculations: Essays on Current Philosophical Themes, Rowman and Littlefield, Lanham, MD, 1998, — Predicting the Future, State University New York Press, Nueva York, 1998. — Complexity: A Philosophical Overview, Transaction Publishers, New Bruns- wick, NJ, 1998. — Communicative Pragmatism and Other Philosophical Essays on Language, Rowman and Littlefield, Lanham, MD, 1998. 5.2. Libros de Nicholas Rescher como editor Su tarea como realizador de ediciones exiticas de libros la pri mera acepcién de «editor»— se refleja en diversas publicaciones: —AlFarabi. An Annotated Bibliography, University of Pittsburgh Press, Pitts- burgh, 1962. —Alurabi’s Short Commentary on Aristotle's Prior Annalyticin, waduecién ‘con introduecién y notas, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1963. — AlKindi: An Annotated Bibliography, University of Pittsburgh Press, Pitts- burgh, 1964. — Galen and the Syllogism: An Examination on the Claim that Galen Origina- ted the Fourth Figure of the Syllogism in the Light of the New Data from Ara- bic Sources (incluye el texto arabe y la traducci6n anotada del tratado Sobre a cuarta figura del silogismo de Ibn al-Saleah). University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1966. — Frank Plumpton Ramsey: On Trutb, edicién del texto en colaboracién con Ulrich Majer, Kluwer, Dordrecht, 1991. — Leibniz Monadology: An Edition for Students, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1991; Routledge, Londres, 1991. RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 39° Los trabajos como editor-coordinador —el segundo sentido de «editor»— han dado origen a varios libros: — The Logic of Decision and Action, Pittsburgh University Press, Pittsburgh, 1967 Essays in Honor of Carl G. Hempel: A Tribute on the Occasion of bis Sixty- Fifth Birthday, Reidel, Dordrecht, 1970, — Philosophical Problems of the Internal and External Worlds, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1993 (en colaboracién con John Esrman, Allen I. Janis y Gerald J. Massey). Hay, finalmente, una amplia tarea de editor-compilador, que co- rresponde a la tercera forma de entender la funcién de «editor. Se desglosa en dos periodos: desde 1968 hasta 1982, que es la etapa de las colecciones de la revista American Philosophical Quarterly, y la fase a partir de 1983, cuando coordina las series del Center for Philosophy of Science — Studies in Moral Philosophy, Basil Blackwell, Oxford, 1968, — Studies in Logical Theory, Basil Blackwell, Oxford, 1968. — Studies in the Philosophy of Sctence, Basil Blackwell, Oxford, 1969. — Values and the Future: the Impact of Technological Change on American Va- ues, Free Press, Nueva York, 1969. En colaboracién con Kurt Baier, — Studies in the Theory of Knowledge, Basil Blackwell, Oxford, 1970. — Descartes’ Philosophy of Nature, Basil Blackwell, Oxford, 1971. — Studies in the Philosophy of Mind, Basil Blackwell, Oxford, 1972. — Studies in Ethics, Basil Blackwell, Oxford, 1973. — Studies in Epistemology, Basil Blackwell, Oxford, 1975. Negation and Non-Being, Basil Blackwell, Oxtord, 1976. — Studies in Ontology, Basil Blackwell, Oxford, 1978. — Introduction tothe Pbilosopby of Mathematics, Basil Blackwell, Oxford, 1979. — Rational Belief Systems, Basil Blackwell, Oxford, 1979. — Value and Existence, Basil Blackwell, Oxford, 1979. — Knowledge and Scepticism, Rowman and Littlefield, Totowa, NJ., 1982. — The Nature of Knowledge, Rowman and Littlefield, Totowa, NJ., 1982 — Scientific Explanation and Understanding, University Press of America, Lan- hham, 1983. — The Limits of Lauofulness: Studies on the Scope and Nature of Scientific Know. edge, University Press of America, Lanham, 1983. — Reason and Rationality in Natural Science, University Press of America, Lan: hham, 1985. i lee oe: 40 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA — The Heritage of Logical Positivism, University Press of America, Lanham, 1985, — Current Issues in Teleology, University Press of America, Lanham, 1986. — Scientific Inquiry in Philosophical Perspective, University Press of America, Lanham, 1987, = Leibnizian Inquiries: A Group of Essays, University Press of America, Lan. bam, 1989. — Evolution, Cognition, and Realism: Studies in Evolutionary Epistemology, University Press of America, Lanham, 1990, — Aesthetic Factors in Natural Science, University Press of America, 1990. sham, 5.3. Articulos de Nicholas Rescher sobre filosofia de la ciencia y la Silosofia de la tecnologia — «Mr. Madden on Gestalt Theory», Philosophy of Science v.20, 1953, pags. 327-328. — «Science and Public Relations», Seience, v.118, 1953, pags. 420-421 — «Some Remarks on an Analysis of the Causal Relation», Journal of Philo: sophy, v.51, 1953, pigs. 239.241 — «Logical Analysis of Gestalt Concepts», British Journal for the Philosophy of Science, , 6, 1955, pags. 89-106. Escrito con Paul Oppenheim. — «On Prediction and Explanation», British Journal for the Philosophy of Science, v.8, 1957, pigs. 281-290 — «A Theory of Evidence», Philosophy of Science, v.25, 1958, pigs. 83-94, — «On Explanation in History», Mind, v.68, 1959, pags. 383-388, Escrito con Carey B. Joynt. — «On the Epistemology of the Inexact Sciences», Managemtent Sciences, v. 6, 1959, pigs. 25-52. Preparado con Olaf Helmer. Reimpreso en STARR, M. K, (comp.), Executive Readings in Management Science, Macmillan, Nueva York, 1965; y también en KRIMERMAN, I. (comp.), The Nature and Scope of Social Science, Appleton-Century-Crofts, Nueva York, 1969; y en HELMER, © (comp.), Looking Forward: A Guide to Future Research, Beverly Hills, 1983, pags. 25-48. — «A Factual Analysis of Counterfactual Conditionals, Philosophical Studies, v.11, 1960, pags. 49-54. — «A Problem in the Theory of Numerical Estimation», Synthese, v.12, 1960, ¥y of Nonrecurring Events», FEIGL, H. y Maxwett, G. (comps.}, Current Issues in the Philosophy of Science, Holt, Rinehart, and Winston, Nueva York, 1961, pags. 228-244. . RACIONALIDAD CIENTIFICA Y ACTIVIDAD HUMANA 41 — «The Concept of Randomness,» Theori, v. 27, 1961, pags. 1-1. — «The Problem of Uniqueness in History», History and Theory, v. 1, 1961, pigs. 150-162. Preparado con Carey B. Joynt. Reimpreso en NAGEL, G. H. (comp.), Studies in the Philosophy of History, Harper and Row, Nueva York, 1965. Reimpreso en MANDELBAUM, M. (comp.), Philosophical Problems, Macmillan, Nueva York, 1967. — «On Historical Facts», Methods, v. 14, 1962, pags. 11-15. Escrito con Carey B.Joynt. — «The Stochastic Revolution and the Nature of Scientific Explanation», Synt- hese, . 14, 1962, pags. 200-215. Una versién ampliada en RESCHER, N. «Fundamental Problems in the Theory of Scientific Explanation», en Baunntn, B. (comp.), Philosophy of Science: The Delaware Seminar, v. If, In- terscience, Nueva York, 1963, pigs. 41-60, — «Discrete State Systems, Markov Chains and Problems in the Theory of Scientific Explanation and Prediction», Philosoyby of Science, v. 30, 1963, pags. 325-345. — «Generalization in Historical Explanation and Prediction in History», ATREYA, J.P. (comp.), 5. Radbuhrishnan Souvenir Volume, Moradabad, In- ia, 1964, pags. 385-388, — «Cause and Counterfactual», Philosophy of Science, v. 4, 1966, pags. 323- 340, Escrito con Herbert A. Simon, — «Remarks on the Verification of Scientific Theories», en DEVAUS, P. (comp. Demonstration, Verification, Justification, Paci y Lovaina, 1968, pigs. 160- 165, — «A Methodological Problem in the Evaluation of Explanations», Nous, v2, 1968, pigs. 121-129. En colaboracién con Brian Skyrms. — «Peisce and the Economy of Research», Philosophy of Science, v.43, 1976, pags. 71-98. «Values in Science», Proceedings of the Eight International Conference on the Unity of the Sciences, (Washington, 1976), Nueva York, 1977, vol. 2, pi 1.023-1.030. — «Who's Afraid of Big Science?», The Sciences, v. 18, 1978, pags. 7-9. — Some Issues Regarding the Completeness of Science and the Limits of Scientific Knowledge», en RADNITZKY, G. y ANDERSON, G. (comps.), The Structure axd Development of Science, Reidel, Dordrecht, 1979, pags. 19-40 (trad. cast: «Discusion sobre la complerud de la ciencia y los limires del co nociniiento cientifico», en RADNITZKY, G. y ANDERSSON, G. (comps.), E5- tructura y desarrollo de la ciencia, Alianza, Madrid, 1984, pigs. 27-48). — «Technological Progress and Human Happines», Philosophie Exchange, ¥.2, 1979, pigs. 64-79. — «Scientific Truth and the Arbitrament of Praxis», Nous, v.15, 1980, pags. 59-74, 42 RAZON Y VALORES EN LA ERA CIENTIFICO-TECNOLOGICA — «Methodological Issue in Science and Technology Forecasting», Technolo- sical Forecasting and Social Change, . 20, 1981, pégs. 101-112. Reimpreso en versiGn alemana: «Einige Fragen zur Abgeschiossenheit der Wissenschaft und Grenzen wissenschaftlicher Erkenntnis» en RADNITZKY, G. y ANDER- son, G. (comps.), Voraussetzungen und Grenien der Wissenschaft, J. C. B. Mohr, Tubing, 1981, pigs. 21-46, — «

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