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SEMINARIO MAYOR SAN JOSÉ

FILOSOFÍA DE LA CULTURA – III FILOSOFÍA


FREDY ALEXANDER BELTRÁN ROMERO
JOSÉ SANTIAGO JIMÉNEZ RUBIANO

PONENCIA – EL IMPACTO DEL CONCEPTO DE CULTURA EN EL

CONCEPTO DEL HOMBRE

En los avances del estudio de hombre, siempre se ha buscado ir mas lejos de los que se

pensaba, donde siempre se investigaba la simplicidad de las ideas, pero que a la vez se colca

en un terreno de la complejidad, y es así que dentro del avance científico surge el “nacimiento

de un concepto científico de cultura –que– equivalía a la demolición (…) de la concepción

de la naturaleza humana que dominaba durante la Ilustración” (Geertz, 1973, pág. 43) y por

ello se pretende dar claridad de lo que el hombre es, de tal manera que en esa complejidad

muchos buscan ordenarla, puesto que si se recuerda en la Ilustración se “concebían desde

luego al hombre en su unidad con la naturaleza con la cual compartía la general uniformidad

de composición que había descubierto las ciencias naturales bajo la presión de Bacon y la

guía de Newton” (Geertz, 1973, pág. 43), lo que llevaba a pensar que la naturaleza estaba

regularmente organizada, pero ciertamente cambia con los tiempos y los lugares, puesto que

si vemos hay variedad de aspectos, vestimentas y otros elementos que caracterizan a un

pueblo, y he aquí que no se puede decir que haya alguna significación para definir su

naturaleza, sino que “se trata de meros aditamentos y hasta deformaciones que recubre y

oscurecen lo que es realmente humano –lo constante, lo general, lo universal– en el hombre”

(Geertz, 1973, pág. 44) de tal manera que no existen los hombres modificados por las

costumbres de determinados lugares, lo que lleva a la antropología a orientar el concepto –


cultura– como algo más viable para el hombre, donde este concepto se tuviera en cuenta, en

vez de ser visto como un capricho o prejuicio, ya que “la diversidad de las costumbres a

través de los tiempos y en diferentes lugares no es una mera cuestión de aspecto y apariencia

–sino que– es sostener también la idea de que la humanidad es variada en su esencia como

lo es en sus expresiones” (Geertz, 1973, pág. 45)

De tal forma que al analizar al hombre en sus diversas expresiones, se puede encontrar algo

en diversos niveles, puesto que “al hombre –se le– quita capa tras de capa y cada capa como

tal es completa e irreductible en sí misma; al quitarla revela otra capa de diferente clase que

está por debajo” (Geertz, 1973, pág. 46) es decir, que se revelan irregularidades funcionales

y estructuras de la organización social, como lo son aquellos factores psicológicos

subyacentes, que al quitarlo se revelan factores bilógicos y así sucesivamente, que si lo

ejemplificamos es como un edificio que comprende diversos niveles de la vida del hombre;

que en si, se pueden sintetizar en orgánico, psicológico, social y cultural, donde este último

manifiesta lo que es el hombre en sí.

Ahora bien una de las cuestiones que se nos plantea es: “¿puede realmente sostenerse este

edificio situado en la mitad del camino del siglo XVIII y el siglo XX?” (Geertz, 1973, pág.

47) Lo que no se puede definir a primera vista, puesto que está realidad es inmersa al hombre

y que tiene raíces en realidades subculturales y aspectos empíricamente variables que no

presentan estas raíces, lo que exige:

1) que los principios universales propuestos sean sustanciales y no categorías vacías; 2) que
estén específicamente fundados en procesos biológicos, psicológicos o sociológicos y no
vagamente con realidades subyacentes, y 3) que puedan ser definidos convincentemente
como elementos centrales en una definición de humanidad en comparación con la cual
las mucho más numerosas particularidades culturales sean claramente de importancia
secundaria (Geertz, 1973, pág. 47)

Entonces, a partir de esto no se puede hacer generalizaciones sobre el hombre como hombre,

salvo que el estudio de la cultura en nada contribuye a revelar tales generalizaciones. Por

tanto a nivel social –como ya se había mencionado– hace referencia a que todas las

sociedades para persistir necesitan que sus miembros se reproduzcan, es decir que forman

bienes y servicios, lo que deja ver una universalidad, de la cultura; ahora en cuanto al plano

psicológico se apela a necesidades básicas como el crecimiento personal y finalmente en

plano bilógico se trata del metabolismo y de la salud. De tal manera que en estos elementos

se encierra el concepto de cultura ya que –el hombre – al llegar a ser humano es llegar a ser

individuo y llegamos a ser individuos guiados por esquemas culturales, puesto que la “en la

trayectoria del hombre, en su curso característico, es donde podemos discernir, aunque

tenuemente, su naturaleza; y si bien la cultura es solamente un elemento que determina ese

curso” (Geertz, 1973, pág. 57) lo que lleva a decir finalmente, que el ser humano no es un

ser cualquiera, sino que es una clase particular de hombre, esto no significa que son iguales

todos los hombres, sino que se hacen diferentes es su cultura y modo de ser, lográndose

sostener en el trascurrir de este siglo.

Bibliografía

Geertz, C. (1973). La interpretacion de las culturas . Nueva YorK: Gedisa.

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