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Con en el atardecer del pasado miércoles 20

de septiembre, comenzó el nuevo año 5778 en


el calendario hebreo. Y con ello, se cerró un
ciclo de siete años (5770-5777) y se abrió uno
nuevo de siete años en el tiempo del reino de
Dios. Por otro lado, comienza el año civil 5778,
número que termina en 78, que en el alfabeto
hebreo estaría representado por las letras Ayin-
Chet, por lo cual podemos proclamar que este
nuevo año en el tiempo del reino de Dios será
un nuevo portal de vida, luz, bendición y
salvación para todos aquellos alineados a la
voluntad, planes, diseños y directrices
emanados del trono de Dios.

INTRODUCCIÓN

Con en el atardecer del próximo miércoles 20 de septiembre, comenzará el nuevo año 5778 en el calendario hebreo. Y con ello, se cierra un ciclo de siete años (5770-5777) y se abre un nuevo ciclo de siete años en el

tiempo del reino de Dios. Por otro lado, comienza el año civil 5778, número que termina en 78, que en el alfabeto hebreo estaría representado por las letras Ayin-Chet, por lo cual podemos proclamar que este nuevo

año en el tiempo del reino de Dios será un nuevo portal de vida, luz, bendición y salvación para todos aquellos alineados a la voluntad, planes, diseños y directrices emanados del trono de Dios.

Significado de Ayin:
AYIN: el número 70 está representando en el alfabeto (alefato) hebreo con la letra Ayin, cuyo símbolo es un ojo, y cuyo significado es visión, la capacidad de ver. Desde el año 5770 (2010), en el calendario hebreo,

entramos en un ciclo de tiempo de diez años, donde Dios estará preparando a Su pueblo, a Su Iglesia, para adquirir la Visión profética correcta, para poder ejecutar correctamente la misión que Él nos ha dejado y

podamos entender Su Plan profético para las naciones.

AYIN: Heb. significa ojo, ver, en gematria también representa el 70; en la Biblia el número 70 representa a las naciones (universalidad) y el perfecto orden o administración espiritual y material, pero también

restauración y bienestar (Núm. 11:16-17, 24-29; Sal.119:121-128).

Desde el año 5770 (2010), también hemos entrado a una nueva década y entramos a un nuevo tiempo en el Reino en el que el Señor está capacitando a Sus hijos para desarrollar una mayor y más profunda visión

espiritual y está restaurando a Su pueblo conforme a Su Palabra y al diseño que Él ha dejado en ella.

Significado de Chet/Jet:

JET/CHET: Es la octava letra en el alefato hebreo; y por lo tanto, representa el número ocho (8). En la antigüedad, su símbolo pictográfico era un portal, otras fuentes mencionan una cerca o muro. A diferencia de la

letra Dalet que representa una puerta, la Jet es un portal que da acceso en sus dos sentidos, tanto hacia adentro como hacia afuera.

El sonido de la JET/CHET es gutural. No tenemos ese sonido en español; así que, lo más cercano es el sonido de la jota, pero realmente es un sonido seco y áspero de una jota aspirada desde la garganta.

JET/CHET: Representa la vida para los judíos, porque con esta letra se escribe la palabra Jaim (Chaim) y el verbo “vivir”, jayat (chayat). Esta vida es sustentada por Dios, tanto en su forma espiritual como terrenal.
Jet, Nuevo comienzo en Dios

Dentro del diseño cíclico del tiempo de Dios, la Jet/Chet está presente en el octavo (8) día que sigue a un ciclo completo de siete (7) días. También está presente en la palabra Chodesh, que significa “luna nueva”, que

da inicio a un nuevo ciclo mensual, con el cual también comienza un nuevo ciclo lunar. Por eso la Jet/Chet expresa el principio cíclico y dinámico de la vida de ir y venir, de correr y regresar.

Chet/Jet también está presente en el nombre Chavah (Eva, viviente, madre de los vivientes), la mujer de Adam, quien fue cread a de sus huesos y de su carne, y con quien dio inicio a una nueva etapa en la historia de

la humanidad. En Chavah (Eva) está la promesa de la renovación y prolongación de la vida humana sobre la tierra. Más tarde, d espués de la caída, en la simiente de la mujer estaría la promesa de la victoria del

hombre sobre la simiente de la serpiente (Gn. 3:15).

También en los ocho (8) miembros de su familia de Noé salvados del diluvio (1Pe.3:20), también observamos un nuevo comienzo para la humanidad, y por lo tanto, para toda la creación. Y con la descendencia de Noé

se poblaría nuevamente toda la tierra. De él saldría su primogénito Sem, quien después en su octava (8) generación, nacería Taré, padre de Abram.

La Chet/Jet está presente también en la Fiesta de las luces (Chanukah) con lo cual celebramos el milagro del alumbrado de las lámparas de la menorah por ocho (8) días, con lo cual se pudo renovar y consagrar el

servicio sacerdotal en el templo, dando inicio así a una nueva Fiesta de la Dedicación que años más tarde también sería testigo de la llegada de la Luz del mundo (Jn. 1:9-10; 8:12; 10:22-30).

Jet, La renovación del Pacto

Siendo que Chet/Jet en sí significa “temor, fuerza vital” muchos la relacionan con la renovación y conservación del pacto; ya que “el principio de la sabiduría es el temor de Yahveh” (Sal. 111:10; Pr. 1:7; 9:10).

La renovación del pacto se da cada vez que un niño de ocho (8) días de nacido es circuncidado, tal como lo hizo Abraham con su hijo Isaac (Gn. 21:14) y José con Jesús (Lc. 2:21). Y en Cristo ahora nosotros entramos,

mediante la fe en Él, a un nuevo pacto con Dios (Lc. 22:20; 1Cor. 11:25), que ya no requiere la circuncisión de la carne, sino más bien la circuncisión del corazón, mediante la fe en Cristo, la confesión y el

arrepentimiento de nuestros pecados (Ef. 2:11-15; Col. 2:9-12; Gál. 5:1-6; Ro. 2:25-29).

Los padres son los principales responsables de cuidar y velar que sus hijos se mantengan en los caminos del Señor, bajo una relación de pacto con Dios (Dt. 6:1-9). Es interesante que en el Salmo 78 precisamente Dios

les recrimina a los padres y a los líderes del pueblo de Israel que no fueron diligentes en velar que las nuevas generaciones guardaran el pacto y la fe en el Señor. Así que Él les exhorta a hacerlo y a velar para que sus

hijos, las nuevas generaciones, se mantengan en fe, amor y obediencia hacia Dios, su Salvador.

Cristo estableció un Nuevo pacto, un mejor pacto, con mayores promesas, un mejor sacrificio y sacerdocio (Heb. 8-10). El murió y resucitó conforme a las Escrituras (1Cor. 15:1-4), y por su perfecta obediencia y

sacrificio nos traslada de las tinieblas a la luz, de la muerte a una nueva vida (1Pe. 2:9-10; 2Cor. 5:17; Ro. 6:4-11; Ef. 2:1-7; Col. 2:13-15).

Así que, en nuestro caso, la renovación del pacto se da por la renovación de nuestro amor (Heb. Chesed) a Dios. Es a lo que la revelación del Señor en Apocalipsis nos exhorta:

“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y
has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de su nombre, y no has desmayado.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras, pues si no, vendré a ti, y quitará tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.”

La renovación de nuestro amor a Dios, nos conducirá a la renovación de nuestra fe; y por lo tanto, a la renovación de nuestra obediencia a Él, que nos capacitará realizar aquellas primeras obras que hacemos con fe,

amor y pasión, y no por la presión ni legalismo de la religión. El Maestro desea que nuestra relación con Él se base en el amor y no en la religión, por muy “limpia y correcta” que esta aparente ser. Así la renovación del

pacto es la renovación de nuestra fe y amor por el Señor.

Esto fue lo que el Señor me hizo ver cuando estaba diseñando la combinación de la letra Ayin-Chest (78). En el diseño visual que Él me dio (ver arriba la foto de la portada) la Ayin representa la unión entre el Señor y

Su Iglesia, que ahora, bajo la guía del Espíritu Santo (Hey) y por revelación de la Palabra (Zayin), entran en este portal (Chet), según el tiempo de Dios, bajo una renovada relación de pacto de amor, coronada con Su

gracia y favor; y que al final producirá vida (Tet) y vida en abundancia.

Y nuestro Señor Jesucristo también resucitó como Primicias para Dios, el primer día de la semana, que vendría siendo el octavo (8) día (Jn. 20:19); y ocho (8) días después se le manifestó a los apóstoles y

particularmente a Tomás, quien todavía no había creído la resurrección del Señor (Jn. 20:24-29). Y tal como lo prometió, envió el regalo del Espíritu Santo a todos los que creyeron, durante la celebración de Shavuot

(Pentecostés) y confirmó la promesa de un Nuevo Pacto dada años atrás por los profeta Jeremías (Jer. 31:31-33), Ezequiel (Ez. 11:19-20; 36:25-28) y Joel (Jl. 2:28-32) y confirmado por el testimonio de los apóstoles

de Jesucristo en esa Fiesta de Pentecostés (Hch. 2:14-33; 1Jn. 2:20,27; 1Cor. 12:3; 2Cor. 3:2-8).

Jet, El portal a un Nuevo tiempo

Siendo que Chet/Jet es un portal por el que atraviesa la luz que asciende (Vav) y la luz que desciende (Zayin), algunos la de scriben como “la puerta de la luz del cielo”. Un portal de revelación en dos sentidos que

produce vida y transformación en los verdaderos adoradores.

Es parecido a la visión nocturna que tuvo Jacob en su huida de su hermano Esaú que quería matarlo. Jacob vio una escalera celestial con ángeles que subían y bajaban del trono de Dios (Gn. 28:12-17). Y él no dudó en

llamar aquel lugar una puerta del cielo, casa de Dios, que más tarde sería conocida como Bet-El (Casa de Dios).

Así que, Chet es un portal espiritual, la conexión entre el hombre (Vav) en búsqueda de Dios y la revelación (Zayin) de Dios que lo alcanza; esto es posible por la obra del Espíritu (Hey) de gracia que obra en él, en el

tiempo (Zemán) de Dios.

La letra Chet/Jet en su imagen pictográfica antigua también está asociada con una cerca o un muro. Y conlleva esa idea no sólo de portal o puerta de acceso; sino también de protección, separación, división y conexión

entre el hombre y Dios. Palabras hebreas como pared (Chevtz; Ez. 13:10), muro o cerca (Chomah; Is. 30:13) comienzan con Chet. También Chuppah (dosel, tálamo) y Chadar (aposento, cámara) se relacionan con la

cobertura amorosa que Dios ofrece a todos aquellos que, bajo Su bendición, se unen en pacto matrimonial (Jl. 2:16; Is. 26:20).
El acto matrimonial testifica y anuncia el inicio de un nuevo tiempo en la vida de la pareja, en que ambos entran a una relación de pacto de amor el uno hacia el otro. Esa entrada en amor y u nidad está expresada en el

diseño de la Chuppah (Esp. Dosel), que es una especie de Sukkat (Esp. Tienda, tabernáculo), en la que tanto el novio como la novia entran, para expresar de manera simbólica que se someten al amor, a la gracia, el

favor y la misericordia de Dios, que los acompañará todos los días de sus vidas, hasta que la muerte los separe.

Por cierto, la Chet también está relacionada con la compasión y la misericordia de Dios hacia su pueblo, a la que Él mismo describe como Su esposa:

 Salmo 111:4 "Clemente (Channun) y misericordioso (Rachum) es Jehová."

 Salmo 112:4 "Es clemente (Channun), misericordioso (Rachum) y justo."

 Salmo 145:8 "Clemente (Channun) y misericordioso (Rachum) es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia."

 Salmo 119:64 "De tu misericordia (Chesed), oh Jehová, está llena la tierra; Enséñame tus estatutos."

 Lamentaciones 3:22-23 "Por la misericordia (Chesed) de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias (Racham). Nuevas (Chadashim) son cada

mañana; grande es tu fidelidad."

Jet, La nueva Vida de Dios

Hemos visto que en hebreo palabras como “vida” (Chaim) y “viviente” (Chavah) siempre comienzan con Chet/Jet. Así que la octava letra hebrea comunica un portal de vida de Dios para Su pueblo, un nuevo ciclo de

tiempo (Chodesh) de vida con el que podemos disfrutar de Su gracia, favor y misericordia continua y permanentemente.

Nuestro Señor Jesucristo ilustra esto cuando invita a Sus seguidores a venir a Él, porque Él es la puerta, y todos aquellos que vienen (entran) a Él hallarán comida, hallarán pasto y descanso, hallarán vida y vida en

abundancia (Jn. 10:7-9). Como Él mismo lo dice es una puerta de dos direcciones, "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos." Y como hemos aprendido eso es

lo comunica la letra Chet como portal de tiempo y vida, en el lenguaje bíblico del Antiguo Testamento.

Según la enseñanza de la Torah, es claro que la vida del hombre tiene como fuente y sustento a Dios mismo, y eso se expresa e n la letra Jet/Chet, que según los eruditos judíos está formada por una vav (a la derecha)

y una zayin (a la izquierda), unidas por un hilo curvo o joroba (Heb. Chatoteret). En esta configuración, la vav representa al hombre y la zayin a la mujer (la corona del hombre) y el hilo superior a Dios, quien

“revolotea” como águila (Gén 1:2) sobre la unión del hombre con la mujer y toda Su creación, para sustentarla y protegerla.
Y eso es lo que podemos ver en el diseño que el Señor me dio para este año 5778 (Ayin-Chet), en el que nosotros, la esposa/Iglesia unidos a nuestro Señor Jesucristo, en el Ayin; en una renovación de pacto de amor,

entramos a la Chuppah (Chet), para iniciar un nuevo ciclo de tiempo y vida en Su reino. Por cierto, en el Ayin, nuestro Señor Jesucristo, el esposo está sentado en el lado derecho, y nosotros, Su Iglesia, somos la

esposa sentada en su regazo, en el lado izquierdo.

Dios es el portal (Chet) que hace posible y sustenta tanto la vida espiritual como la física, y Su Hijo es la manifestación visible de esa verdad. Por eso, nuestro Señor puede decir de Él mismo que es la puerta de la vida;

que Él es el camino, la verdad y la vida y nadie puede llegar, acceder a Dios, sino es por medio de Él (Jn. 10:9-10; 14:6).

Jet y la gran señal celestial

El año 5778 (Ayin-Chet) comienza con una gran señal celestial. Según algunos estudiantes de la profecía bíblica el sábado 23 de septiembre (3 de Tishri) ocurrirá en el cielo la señal descrita en Apocalipsis 12:

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las

estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como nacieses.

Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado po r

Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.”

Doy un profundo y amplio análisis de esta profecía bíblica y su posible cumplimiento en la señal celestial que ocurrirá el sábado 23 de septiembre, en una serie de estudios que publiqué en mi Blog Tesoros y Secretos

con el título “Estamos en la Última Semana de Daniel?"

Pero ante la magnitud de esta señal estelar y los patrones de tiempos proféticos que la rodean algunos se peguntan si estamos cerrando un ciclo en el reino del Mesías y pronto se abrirá otro. Observe: Si consideramos

la posibilidad que el profeta Juan nació en la Fiesta de la Pascua del 4 d.C. y luego Jesús nació en la Fiesta de Tabernáculos del 3 d.C. El 11 de septiembre de ese año, fue el primer día de la celebración de la Fiesta de

los Tabernáculos, y la luna estaba bajo los pies de Virgo y el sol encima de ella cubriéndola, tal como lo describe la señal de Apocalipsis 12. ¿No es eso curioso y digno de nuestra atención que una señal similar ocurra

otra vez en nuestros días?

Baste decir aquí que la señal celestial es bastante interesante, por lo que vale la pena estudiarla; ya que, bien puede ser una de las tantas seña les celestiales que el Señor prometió que ocurrirían antes de Su Segunda

venida (Lc. 21:25; Mt. 24:29-35; Mr. 13:24-27). Por eso le animo a que vaya al enlace ofrecido aquí y estudie detenidamente, con su Biblia en la mano, la serie de estudios ¿Estamos ante la Última Semana de Daniel?

En el siguiente gráfico ilustro muchas de las señales celestiales que precedieron la gran señal del 23 de septiembre con la cual iniciará este próximo año 5778:
Pero repito, tengo mis serias dudas que ocurrirá el Rapto de la iglesia, como algunos expositores de la gran señal celestial están anunciando para esa fecha del 23 de septiembre de este año.

Jet y los 70 años de Israel

Además de la señal celestial que ocurrirá el sábado 23 de septiembre, este año 5778 (Ayin-Chet) también está rodeado de fechas muy relevantes para el mundo judío y para Israel como nación:

 Se celebró el septuagésimo jubileo desde la creación de Israel como nación (70 ciclos x 50 años= 3.500 años).

 Se celebró el primer jubileo (49+1= 50 años) desde la reconquista de Jerusalén (1967-2017).

 Se celebrarán los setenta años desde la Declaración de las Naciones Unidas, que permitió la creación del actual Estado de Israel, el 29 de noviembre de 1947, en New York, EUA (1947-2017).

 Y el próximo año se celebrará el septuagésimo aniversario de la independencia de Israel, el 14 de mayo de 1948 (1948-2018).

Todas estas fechas, entre otras señales, han encendido las alarmas mesiánicas en la comunidad judía a nivel mundial, especialmente en Jerusalén. Así que, para ellos el año del Ayin-Chet promete ser el portal celestial

que da la posibilidad al inicio de la era mesiánica tan esperada por miles de años por los judíos en el mundo.

Como mencioné en el estudio "¿Estamos en la Última Semana de Daniel", en la parte IX, lo que más ha generado expectativa entre los rabinos de Jerusalén es la profecía dada en el siglo XII (1217), por el rabino Judá

Ben Samuel. Él predijo que habrían 10 jubileos (ciclos de 10 x 50 años) desde que los judíos fueron capturados por un poder gentil (1517 por los turcos) hasta la era mesiánica. Y basado en los ciclos de 7 años que

ofrecen los jubileos, él también predijo con exactitud el momento en que Israel volvería a ser una nació n, así como cuándo recuperarían el control sobre Jerusalén. Vea el cuadro abajo de su profecía:
Como pueden observar, esa profecía se da según el patrón profético del ciclo de jubileos (50 años= 49+1 años). Y como mencioné arriba, en este año se dio el primer jubileo de la reconquista de Jerusalén (1967-2017)

y se dio el septuagésimo jubileo desde la creación de Israel (3.500 años atrás). El último se dio en 1967. Y ese año se produjo la guerra de los Seis días, con la cual Israel pudo reconquistar a Jerusalén como su capital

espiritual (7 de junio de 1967). y el penúltimo se dio en 1917, cuando se terminó el gobierno del imperio otomano sobre el territorio de Israel (11 de noviembre de 1917), tal como el rabino Judá Ben Samuel lo

profetizó.

Todas estas fechas, entre otras señales celestiales y terrenales, han encendido las alarmas mesiánicas en la comunidad judía a nivel mundial, especialmente en Jerusalén. Ya que como he dicho, para ellos 5778, el año

del Ayin-Chet, promete ser el portal celestial que da la posibilidad al inicio de la era mesiánica tan esperada por miles de años por ellos.

¿Qué podemos esperar para el año 5778?


Voy a comenzar compartiendo lo que el Señor me mostró y me habló mientras oraba, estudiaba y me preparaba para la celebración de este próximo nuevo año 5778.

5778: Un año para avanzar y cosechar en la Nueva vida que Dios nos da

Desde que comencé a estudiar la letra hebrea Chet, lo que más resaltó a mi mente y espíritu es que representa un portal, otra puerta en el reino de Dios. A diferencia de la letra Dalet, que representa una puerta, la

Chet es un portal, que da doble acceso, y como dije anteriormente, expresa mejor la idea de movimiento cíclico de ir y venir, entrar y salir, correr y retornar. Y este concepto me es sorprendente porque se da al final

de un ciclo de siete (7) años, y se inicia otro con un portal que comunicará los dos ciclos, tanto el anterior como el siguiente.

Es decir, aquellos que hemos seguido fielmente este último ciclo de siete (7) años tendremos la real posibilidad de extraer las enseñanzas, experiencias y habilidades adquiridas o aprendid as en este ciclo pasado, entrar

por este portal y llevarlas y usarlas en el próximo ciclo, que comienza con el año 5778. Esto nos ayudará avanzar hacia la Nueva vida que Dios pone delante de nosotros.

A principios del año 5777, el Espíritu Santo me dio la instrucción que le dijera a la Comunidad cristiana Hay paz con Dios que de aquí en adelante hay que ACTUAR. Actuar en base a toda la revelación de códigos,

patrones, símbolos, diseños y ciclos de tiempo que el Espíritu del Señor nos dio a partir de Nisán del 2010.
Todos los que hemos tomado en serio estas enseñanzas, aprendizajes y experiencias vamos a seguir cosechando y avanzand o en el reino de nuestro Señor Jesucristo, y en este año 5778 vamos a experimentar

cosecha, incremento, avance y expansión.

5778: Un año de preparación para la Vida que Dios ya ha preparado para nosotros.

Esta Nueva vida que Dios nos da en el 5778 será de preparación para la Vida que Él nos dará en el 5779. En esta oportunidad no podremos separar estos dos años o tiempos en el reino de Dios. El 5779 será el año del

fruto, y ese fruto que viene es Vida, vida abundante y fructífera en el reino de nuestro Señor Jesucristo. Pero podremos alcanzar ese fruto, sólo si nos preparamos bien y avanzamos en el 5778.

¡En el 5778 quedaremos embarazados! Algunos mentalmente, otros espiritualmente, otros física o corporalmente, otros materialmente y otros integralmente. Y seguro que vamos a cosechar en ese año, en base a lo

que habremos sembrado en el reino y conforme nos hayamos movido en fe y obediencia en pasadas temporadas como en esta próxima temporada; pero El Fruto mayor se dará o manifestará en el 5779. ¡Por eso el

5778 será crucial, será determinante, para lo que viviremos y experimentaremos en el 5779 y más allá! Pues después viene la Década del Pei (80), ¡la Década de la Boca, de la palabra hablada! ¿Ves hacia dónde nos

conduce este entrenamiento de diez años? ¡Es demasiado poderoso! Una vez que aprendemos a ver espiritualmente (Ayin), entonces podremos hablar espiritualmente (Pei). Una vez que aprendemos a ver

proféticamente (Ayin), entonces hablaremos proféticamente (Pei). ¡Una vez que aprendemos a ver, entonces podremos hablar y traer a existencia lo que vemos! ¿No es acaso así como Dios creó todas las cosas? Él las

vio, las habló y vinieron a existencia.

En este año de entrar a una Nueva vida y de preparación para una Nueva vida tendremos que seguir muy de cerca la vida de Abraham y dos grandes ciclos que podemos extraer de su vida: El Ciclo de Bendición y el

Ciclo de Incremento.

El Ciclo de Bendición lo encontramos en Génesis 12:1-3 y consiste en los siguientes pasos:

1.- Es iniciado por Dios. Así que, presta atención a la orden específica y personal que Dios te dará al inicio del 5778. Si no recibes ninguna preocúpate, humíllate y busca el rostro del Señor.

2.- Requiere un compromiso a seguir. Una vez que recibas la orden de parte del Señor obedece y punto. Posiblemente aquellos que no reciban ninguna orden, es porque ya el Señor sabe que no tienen un corazón

dispuesto a obedecerle, porque están demasiado entretenidos en “sus cosas y planes”…

3.- Dale a alguien más legítimo o con mayor autoridad espiritual que tú. Si algo podemos aprender de nuestro padre Abraham es que donde quiera que iba levantaba un altar a Yahveh y ofren daba.

4.- Vigile por su fe y los acuerdos de la orden o dirección que Dios le da. Estamos bajo el Nuevo Pacto en Cristo Jesús, pero Dios tiene planes y propósitos con cada uno de sus hijos. ¿Sabes ya qué quiere Dios hacer en

tu vida y a través de tu vida? ¿Sabes ya cuál es el propósito de Dios en tu vida?

5.- Conozca y recuerde bien la promesa o promesas que Dios le da cuando le dé una orden o dirección específica. Algunas promesas pueden ser para toda la vida, otras pueden ser nuevas y específicas.

6.- Conozca sus límites y tiempo. Muchos yerran al obedecer al Señor porque no prestan atención o no disciernen bien estos dos aspectos en cualquier orden o plan del Señor. Abram recibió la promesa cuando tenía 75

años y la recibió 25 años después, cuando era Abraham de 90 años…

7.- Conozca las condiciones de la promesa que se le ha dado. El amor de Dios es incondicional, pero Sus planes y bendiciones a veces son condicionales, requieren que nosotros hagamos nuestra parte.

Y en vista que Dios nos promete que el 5778 será un año de Nueva vida e incremento, también tendremos que echar mano al conocimiento, habilidad y experiencia que tengamos sobre el Ciclo de incremento que

nuestro padre Abraham nos da en Génesis 14:1-20:


1.- Para experimentar incremento deberemos aprender y aplicar constantemente el dar y el sujetarnos. Esto hará que nuestro ciclo y círculo de crecimiento se incremente, y nuestra unción y autoridad también crezcan.

Dar debidamente a personas de autoridad y sujetarnos a ellas generará incremento en todas las áreas de nuestra vida: especialmente en la espiritual.

2.- Eso nos permitirá recuperar lo que hayamos podido perder en una temporada u ocasión.

3.- También nos permitirá restaurar lo que hayamos recuperado o restituido.

4.- Y por lo tanto, experimentaremos incremento o superávit en nuestras cuentas dentro del reino y en nuestra vida integralmente.

5.- Si avanzamos en este ciclo, juntamente con el Ciclo de bendición y gozo, entonces experimentaremos exceso, abundancia y/o sobreabundancia.

6.- Este exceso y abundancia si lo administramos bien nos dará acceso a otros recursos y oportunidades que nos permitirán crecer y avanzar aún más en la Nueva vida que Dios nos da.

7.- Todo lo cual nos permitirá avanzar y experimentar rompimiento de cualquier atadura o ciclo de pobreza y destrucción en nuestra línea generacional o en nuestro pasado.

Observe cómo me he detenido en darle estos lineamientos, pues serán claves y determinantes para la Nueva vida que Dios nos dará en los próximos años y décad a. Asi que, preste atención, estudie cada paso y

muévase en fe y obediencia, de manera que avance y coseche todo lo que ya Dios preparó para usted.

5778: Un nuevo comienzo en el reino de Dios

Si has sido fiel en el aprendizaje, entrenamiento y aplicación de lo que el Señor nos viene enseñando todos estos últimos die z años, entonces seguro que vas a cosechar, avanzar y experimentar incremento en tu vida y

ministerio en este próximo año 5778. Sólo requerirás pulir mejor tus habilidades mentales, espirituales, emocionales y físicas. Necesitarás afilar tu habilidad para ver y oír espiritualmente lo que el Espíritu Santo te

estará diciendo y moverte en y en obediencia. ¡Vas a experimentar crecimiento en fe y confianza en Dios! Pues conoces mejor Su mente y lo que está en Su corazón. Y a su vez, eso te dará paz, gozo y felicidad.

Si fuiste indiferente, desobediente y negligente en aprender y continuar con el entrenamiento que Dios quiso darte en estos diez años, si confiesas tu pecado de desobediencia y rebelión, si te humillas y alineas a Su

voluntad, entonces el Espíritu Santo podrá ayudarte a recuperar el tiempo perdido; pero eso no vendrá sin sacrificio… Tendrás que ser más diligente en el estudio del lenguaje y el tiempo de Dios, de manera que

puedas prepararte bien en los códigos, patrones, símbolos, diseños y ciclos de tiempo que el Espíritu del Señor nos dio a partir de Nisán del 2010, y que te serán muy útiles para este próximo año 5778, para el 5779 y

para la próxima década 5780. ¡Entiende que el tiempo, energía y trabajo que aplicarás para alinearte a la voluntad del Señor será una gran inversión para tu vida!

Si usted no tenía ni idea ni tiene idea de lo que estamos aquí hablando; entonces ¡bienvenido a un nuevo ciclo de vida en el reino de Dios! En este nuevo ciclo de vida usted tiene que pasar de un cristiano consumidor

de cultos y religión, y convertirse en un discípulo de Jesucristo que desea con pasión y devoción ser un agente transformador del reino de Dios en su comunidad, ciudad y nación. Porque todas estas enseñanzas sobre

el tiempo y el lenguaje de Dios el Espíritu de Dios nos las dio para que aprendamos a reinar, para que nos preparemos a co-gobernar en el reino de nuestro Señor Jesucristo. ¡Y eso requiere compromiso, dedicación y

fidelidad en el proceso de aprendizaje y entrenamiento! Así que, ¿por dónde comenzar? En el blog de la Comunidad cristiana Hay paz con Dios hay una serie de enseñanzas publicadas sobre el Lenguaje de Dios y el

Tiempo de Dios (siga los enlaces aquí dados). Y comience una nueva vida en un nuevo fascinante de revelación y bendición dentro del reino de Dios. ¡Pero atención! También habrá pruebas, dificultades y tentaciones…

Pero de todas ellas nos ayudará el Señor a superarlas.

5778: Un tiempo de Renovación del Pacto con Dios

Como vimos anteriormente la letra Chet/Jet tiene el valor numérico del ocho (8), y éste a su vez el significado bíblico y profético de renovación, resurrección y nuevo comienzo. Mientras preparaba este estudio y
mientras lo he estado redactando el Espíritu Santo me ha inquietado a advertir a la iglesia, especialmente a la Comunidad cristiana Hay paz con Dios de abandonar el pacto y las promesas que el Señor nos ha dado

como iglesias. Es fácil sucumbir a las limitaciones, pruebas y dificultades; pero debemos recordar que el Señor es fiel al pacto y las promesas.

Mientras redactaba este mensaje semanas atrás el Espíritu Santo me guio al Salmo 78. En principio pensé que era curiosidad mías, pues tiene los mismos dos últimos números del próximo año (78); pero cuando leí

todo el contenido del Salmo me quedé sorprendido de la conexión del Salmo 78 y el año 5778 en relación con la necesidad e importancia que como pueblo de Dios guiemos a nuestros hijos y generaciones a guardar el

Pacto, el amor y la fe por nuestro Dios. En ese Salmo, cien por ciento profético, el Señor habla por medio del salmista Asaf y les recrimina a los padres y líderes de Su pueblo por haber sido tan duros, rebeldes y

contumaces para obedecer Su palabra, estatutos y mandamientos (vv. 9-66). Y les exhorta a corregir con estas palabras (vv.5-8):

“El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera y los hijos que nacerán; y los que se

levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz

y rebelde; generación que no dispuso u corazón, ni fue fie para con Dios su espíritu.”

El Espíritu Santo me mostraba cómo los padres están fallando gravemente en inculcar el temor a Dios y el amor a Su Palabra y a Su presencia. ¡Los padres y los líderes seremos responsables delante de Dios por lo que

pase con las generaciones venideras!

Vienen tiempos sumamente oscuros y difíciles para nuestra nación y para todas las naciones, y Dios requiere de nosotros padres y líderes que preparemos a las nuevas generaciones mental, emocional y

espiritualmente para que puedan soportar y superar las pruebas, dificultades y tentaciones que les sobrevendrán en los próximos años.

¡Los padres, juntamente con sus hijos, deben pasar juntos por el portal del próximo año 5778! Pero con un corazón contrito y humillado, con un corazón para Dios y poniendo toda su confianza en Dios que vela,

protege y salva a Su pueblo. Y deben hacer todo lo que esté en su alcance y con los recursos que Dios ponga en Sus manos, para instruir a sus hijos en el temor y amor a Dios, de manera que sean una generación de

bendición, tanto para nuestro país, como para las naciones.

La promesa del Señor en este Salmo es preciosa:

Después que haya la restauración y la renovación del pacto, Dios pondrá líderes y gobernantes que guíen en justicia, paz y bendición a Su pueblo, pues serán líderes conforme a Su corazón, así como lo fue el rey

David:

“Eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad, los pastoreó con la pericia de sus

manos.”

CONCLUSIÓN

Antes de culminar, quiero compartir esta curiosa anécdota. Anoche, antes de escribir la Conclusión a este mensaje, se me ocurrió la idea de pasar por Apocalipsis, con la intención de culminar con una palabra de este

importante libro, por medio del cual el Señor nos ha venido hablando todos estos años, especialmente desde el 2014, el año de l Ayin-Dalet, el año de la puerta. En esa oportunidad el Espíritu del Señor nos guio a

Apocalipsis 4:1, para indicarnos que se abría una puerta de revelación. Así lo ha venido haciendo desde entonces y el año pasado, el año del Ayin-Zayin, el Señor nos guió a Apocalipsis 19:11-16 y ver la revelación de
nuestro Señor regresando victorioso con Sus ojos como llama de fuego (ayin= ojos) y de su boca sale una espada aguda (zayin), para juzgar a las naciones rebeldes a Su voluntad.

Anoche, fui a Apocalipsis 8 donde terminan los siete (7) sellos y comienzan las siete (trompetas). A partir de ese capítulo comienza un nuevo ciclo de juicios sobre la tierra y la creación… Estos toques de trompetas y

sus juicios continúan hasta el capítulo 9. Y en el capítulo 10 se abre un paréntesis entre la sexta y séptima trompeta. Y c omienza ese décimo capítulo con una escena de revelación propia de la apocalíptica judía; y en

ella se le ordena al apóstol-profeta Juan a tomar un librito y comérselo todo, lo cual él hace. Y luego el ángel le dijo a Juan:

“Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”(Ap. 10:11).

Y vino a mi mente lo que mencioné anteriormente: Después que entremos al portal de la Nueva vida (Chet: 8), después que recib amos el fruto de la Vida, el producto de nuestra fe (Tet: 9), entraremos a la década de

la letra Pei (5780), en la que el Señor nos habrá preparado y capacitado para hablar, para profetizar por el Espíritu en una nueva temporada dentro de Su reino.

¡Entremos, pues, con gozo, con fe,


esperanza y amor en nuestros corazones a
este portal de Nueva vida que Dios pone
delante de nosotros este año 5778!
“Y Él me dijo: Es necesario que profetices otra vez

sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”

Apocalipsis 10:11

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AYIN: el número 70 está representando en
el alfabeto (alefato) hebreo con la letra Ayin,
cuyo símbolo es un ojo, y cuyo significado es
visión, la capacidad de ver. Desde el año 5770
(2010), en el calendario hebreo, entramos en
un ciclo de tiempo de diez años, donde Dios
estará preparando a Su pueblo, a Su Iglesia,
para adquirir la Visión profética correcta, para
poder ejecutar correctamente la misión que Él
nos ha dejado y podamos entender Su Plan
profético para las naciones.

AYIN: Heb. significa ojo, ver, en gematria


también representa el 70; en la Biblia el número
70 representa a las naciones (universalidad) y
el perfecto orden o administración espiritual y
material, pero también restauración y bienestar
(Núm. 11:16-17, 24-29; Sal.119:121-128).

Desde el año 5770 (2010), también hemos


entrado a una nueva década y entramos a un
nuevo tiempo en el Reino en el que el Señor
está capacitando a Sus hijos para desarrollar
una mayor y más profunda visión espiritual y
está restaurando a Su pueblo conforme a Su
Palabra y al diseño que Él ha dejado en ella.

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