Está en la página 1de 2

Entrenamiento Sistémico

Notas de Bert Hellinger


Reflexionando:
En mi tarea diaria se acercan a mi consulta personas que traen una problemática. Juntos
comenzamos un camino hacia la sanación, camino que recorremos paulatinamente.
En el andar se van desarrollando mejoras y soluciones, a veces rápidas y contundentes,
otras más lentas, pero no por eso, menos importantes. Lo que a menudo percibo
(también en mi misma, en mi trabajo interno) es que hay un punto en que parece ser
que la dificultad es aceptar el estar mejor, capitalizar lo andado y permitir que el
adelanto y el estar más enteros se instalen. Muchas veces, cuando les expreso a mis
clientes los adelantos que percibo, me encuentro con una objeción a esto que se está
manifestando. ¡De pronto me contestan…Si!, es cierto, pero…

Entonces surge la pregunta: ¿Cómo lograr que este progreso tan anhelado sea recibido
sin tanta resistencia? Como aceptar este estar mejor naturalmente. A veces me parece
que estamos tan acostumbrados a la cultura del drama que nos sentimos aturdidos
cuando el síntoma no está presente o cuando lo que molestaba ya desapareció. Más aún
nos sentimos extraños si nuestro destino o lo que nos toca vivir tiene ribetes de bonanza.
Hay varios estudios y diferentes miradas sobre esta instancia del proceso terapéutico,
más creo que es una conducta que no nos es ajena al hecho de simplemente vivir.
Sentirse bien y feliz en este mundo, en el día a día es una empresa que nos exige cierta
ponderación.
Me gustaría compartir con Uds. la reflexión que Hellinger hace sobre la felicidad en su
último libro “Después del conflicto, la paz”. (Pág. 87).

LA FELICIDAD

No hay nada más difícil que soportar que la felicidad. Para muchos soportar la desgracia
es fácil, ¿pero la felicidad? Puedo explicar por qué. La mayoría de las personas que se
sienten desdichadas, por lo general también se unen a su familia causa de su desgracia.
Cuando proceden así, se sienten inocentes y tienen tranquila su conciencia. Para ellos
es un gran consuelo tener esa tranquilidad de conciencia en la desgracia. En cambio, si
alguien se siente feliz mientras otros miembros de su familia están sufriendo tendrá, con
frecuencia, mala conciencia. Tratará por todos los medios de volver a sentirse
desgraciado, será feliz en la desgracia.


www.apcargentina.com.ar – copyright © 2017
Entrenamiento Sistémico


Si alguien es feliz, o resulta beneficiado, mientras a su alrededor hay otros que se sienten
desdichados y sufren perjuicios, se sentirá culpable frente a los otros. También se sentirá
culpable frente al destino, o frente a Dios. Cuando alguna persona se siente feliz porque,
por ejemplo, ha sido rescatado de una enfermedad grave, ¿Qué hará si fuera creyente?
Hará un sacrificio a Dios para pagar su felicidad. Muchas personas creen que, cuanto
más paguen por su felicidad, tanto más felices serán. Sin embargo, hasta ahora no he
podido verlo confirmado. Quien paga mucho, ha perdido mucho, y casi no ha ganado
nada, a no ser que por ello se sienta inocente.
¿Qué hay que hacer para poder conservar la felicidad? En primer lugar, agradecer.
Porque casi siempre la felicidad no es merecida. Es un regalo. Nos resulta difícil aceptarla
simplemente, como un regalo, si tener que hacer nada a cambio. Resulta más fácil tomar
la felicidad si la tomamos con agradecimiento.
Para atrevernos a conservar la felicidad debemos hacer algo más. Debemos permitir que
otros participen de ella. Es decir: uno transfiere algo de la felicidad que recibió. Como
consecuencia, habrá otros que también se sienten felices. De esta forma la felicidad se
incrementa - y puede permanecer-. Este es uno de los secretos de la felicidad…


www.apcargentina.com.ar – copyright © 2017

También podría gustarte